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América sin nombre, no 16 (2011) 121-130

ISSN: 1577-3442 / eISSN: 1989-9831

Alicia Salomone
Doctora en Literatura, académica
del Departamento de Literatura de
la Universidad de Chile. Áreas de
especialización: literatura y teoría
crítica latinoamericana, y estudios
de género. Publicaciones princi-
pales: Caminos y desvíos. Lectu-

ECOS ANTIGUOS EN VOCES NUEVAS.


ras críticas sobre género y poder
en Hispanoamérica (Santiago de
Chile, 2010, coeditado con Lorena

POS-MEMORIAS POÉTICAS DE
Amaro y Ángela Pérez), Alfonsina
Storni. Mujeres, modernidad y lite-
ratura (Buenos Aires, 2006), Mo-

MUJERES EN CHILE Y ARGENTINA


dernidad en otro tono. Escritura
1
de mujeres latinoamericanas 1920-
1950 (Santiago de Chile, 2004, en
colaboración con Gilda Luongo,
ALICIA SALOMONE Natalia Cisterna, Darcie Doll y
Graciela Queirolo), Postcoloniali-
Universidad de Chile dad y nación (Santiago de Chile,
aliciasalomone@yahoo.com 2003, en colaboración con Claudia
Zapata y Grínor Rojo).

RESUMEN

Este trabajo tiene por objetivo hacer una lectura interpretativa de una serie de textos poéti- 1
Este artículo se enmarca en el
cos producidos por mujeres en Argentina y Chile durante las décadas de 1990 y 2000, desde la desarrollo de dos proyectos
perspectiva de la configuración poética de post-memorias y de su articulación con la experiencia de investigación, de los cuales
de género sexual. En cuanto a la noción de post-memoria, recurrimos a las resignificaciones que, soy Investigadora Responsable:
Proyecto Fondecyt 1110083
a partir de la experiencia post-dictatorial del Cono Sur, realiza la crítica chilena Gilda Waldman y Proyecto DI (VRID-U. Chile)
de las teorizaciones propuestas por Marianne Hirsch. Las que permiten dar cuenta de cómo las 10-02/2. Mucho agradezco los
comentarios de mis colegas Gil-
generaciones de hijos/as de los/las militantes de los años sesenta y setenta en América Latina da Luongo, Milena Gallardo y
elaboran sus respectivas memorias en un contexto post-traumático. En lo que hace al trabajo con Grínor Rojo.
la escritura misma, lo que se busca es observar cuáles son las estrategias discursivas e ideológicas 2
que operan en la configuración poética de dichas post-memorias. Prefiero la denominación post-
Palabras clave: poetas chilenas y argentinas, post-memoria, experiencia post-dictatorial. dictadura a la de transición
democrática para definir el pe-
ríodo posterior a la salida de
ABSTRACT los militares de los gobiernos
en el Cono Sur, pues la prime-
ra denominación no anula la
This work aims to analyze a series of texts by Chilean and Argentine recent poets (1990- dimensión conflictiva que tienen
dichos procesos tanto en el plano
2000), focusing on the poetic articulation of post-memories as well as gender experiences. The político-social como cultural y
notion of post-memory is developed by Chilean literary critic Gilda Waldman, who re-reads simbólico.
ideas by Marianne Hirsch, in order to observe how the generations of sons and daughters of
Latino American militants of the sixties and seventies elaborate their own memories in a post-
traumatic context. In terms of the writing itself, the objective of this text points to observe
both discursive and ideological strategies that make possible the poetic configuration of these
post-memories.
Key words: Chilean and argentinean poets, post-memory, post-dictatorial experience.

1. Post-memoria y poesía de mujeres en el contexto post-dictatorial del Cono Sur,


presentan las memorias de individuos nacidos
La crítica chilena Gilda Waldman (2007, durante o con posterioridad a las dictaduras2.
pp. 387-401), resignificando conceptualiza- En muchos casos, se trata de personas que no
ciones propuestas por Marianne Hirsch para protagonizaron hechos traumáticos, y que
la experiencia del Holocausto, sugiere que incluso pueden no tener recuerdos directos Ecos antiguos en voces nuevas.
Pos-memorias poéticas de mujeres
adoptemos la idea de post-memoria como sobre los mismos, pero que fueron afectadas en Chile y Argentina
un modo de entender las complejidades que, en su condición de familiares o conocidos de ALICIA SALOMONE

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víctimas directas. Como sostiene Waldman a cular. Con respecto a lo primero, la elección
partir de Hirsch, estas personas con frecuen- tiene que ver con el hecho de que si bien este
cia crecieron dominadas por relatos sobre género literario, desde hace varias décadas,
hechos que precedieron a sus nacimientos, y es asumido como un espacio textual particu-
que tienden a desplazar a los propios impac- larmente idóneo para rastrear la plasmación
tando sus subjetividades con discursos relati- discursivo/literaria de experiencias traumáti-
vos a situaciones que no pueden comprender cas, no ha sido priorizado a la hora de revisar
ni recrear cabalmente. Así, en el proceso de las memorias de nuestro pasado reciente5. A
Holocausto nazi.
reelaborar sus memorias, estos sujetos suelen la deslegitimación del género en relación con
presentar desconexiones o lagunas en sus el tema, en el caso de la poesía de mujeres, es
discursos y, por lo tanto, deben apelar a un es- preciso agregar una dimensión que reproduce
3
En concordancia con el enfoque fuerzo imaginativo a fin de completar los ne- y duplica a la anterior. Se trata de una exclu-
propuesto acerca de las post- xos entre acontecimientos y referentes que no sión de género-sexual que tiende a generar
memorias, en esta ocasión con-
sideraré un corpus pequeño de
pueden derivar de su propia experiencia. La una invisibilización o minusvaloración, en
textos, el que se irá ampliando post-memoria, concluye Waldman, surge en los textos poéticos de mujeres, no sólo de sus
a lo largo de esta investigación una situación de pérdida de continuidad, ante múltiples búsquedas expresivas, sino de los
en curso.
una fractura histórica y social, y encuentra su discursos relativos a lo político e ideológico
4 origen en una memoria ausente, que es reem- y, más ampliamente, de todo el tejido inter-
Elizabeth Jelin (2001), adopta
la noción de «trabajos de la plazada por silencios o relatos fragmentarios, textual que ellos traman con el contexto de
memoria» para referirse a los configurándose como memorias de segunda producción del cual emergen.
procesos de rememoración en
los que los sujetos asumen un rol
o tercera generación que son modeladas con Esta exclusión relativa, sin embargo, es
activo y creativo frente a ciertas retraso por la historia de las generaciones pre- particularmente estimulante a los fines de este
experiencias límite, generando cedentes (Waldman, 2007, p. 395). estudio. Pues, dado su posicionamiento mar-
nuevos sentidos sobre el pasado
desde una toma de distancia En relación con estas consideraciones, ginal dentro de una sociedad como la latinoa-
crítica respecto de lo vivido. me propongo reflexionar acerca de la con- mericana, donde todavía impera una fuerte
Esta perspectiva se diferencia de
formas traumatizadas de experi- figuración de post-memorias, abordándolas diferenciación jerárquica entre lo considerado
mentar la memoria, en las que el desde la revisión de la poesía contemporánea masculino y femenino, en este corpus poético
pasado invade el presente bajo
la forma de una fijación en un
de mujeres de Argentina y Chile3. Desde mi es frecuente encontrar lecturas alternativas,
retorno compulsivo al lugar del perspectiva, y esa es la hipótesis que guía este basadas en una reflexión crítica sobre la expe-
trauma sin permitir la conclusión trabajo, en estos textos es posible encontrar riencia de género-sexual femenina6. Visiones
del duelo ni a la elaboración
del dolor. huellas de los modos en que la generación de que se articulan desde un cuestionamiento a
los hijos e hijas de los militantes de los años los binarismos ideológicos que vertebran la
5
Me refiero al debate que inicia sesenta y setenta redefinen sus subjetividades cosmovisión falogocéntrica (masculino/feme-
Theodor W. Adorno con su afir- en un contexto post-traumático. Ello supone, nino, actividad/pasividad, público/privado,
mación acerca de que no sería
posible escribir poesía después
por una parte, la necesidad de visibilizar dis- razón/emoción, etc.), y que deconstruyen no
de Auschwitz, y que es contesta- cursos ideológicos que remiten a trabajos con sólo a la feminidad hegemónica sino también
do, desde distintas perspectivas, la memoria y con el duelo que difieren sensi- los relatos dominantes sobre la nación y su
por autores tales como Giorgio
Agamben y Alain Badiou. blemente de los que llevó a cabo la generación historia.
de sus padres4; y, por otra parte, observar có-
6
Aludo aquí al concepto elabora- mo dichas experiencias se trasponen a la escri- 2. Imagen poética y recuperación de la me-
do por la lingüista Patrizia Violi tura mediante lenguajes y recursos expresivos moria
(1991), quien define la expe-
riencia de género-sexual como
(poéticas, estilos, imágenes y procedimientos
el modo en que los y las sujetos discursivos) que también son específicos. Es- Andrés Avellaneda (2003, p.119), en un
dan cuenta en sus discursos de to es lo que observaré a través del análisis de análisis de las estrategias ideológicas y ficcio-
las vivencias que tienen en tanto
seres sexuados. ciertos textos producidos por tres poetas de nales de la literatura argentina de finales del
Chile y Argentina, cuyas infancias transcu- siglo XX, sostiene que la relación entre escri-
rren durante las dictaduras que afectaron a tura y política interesa más por las elecciones
sus respectivos países durante las décadas de discursivas y retóricas plasmadas en los textos
1970 y 1980. Ellas son Roberta Iannamico que por su capacidad para enunciar conteni-
(Bahía Blanca, AR, 1972), Verónica Viola Fis- dos referidos a temas o proyectos ideológicos
her (Buenos Aires, 1974) y Alejandra del Río particulares. Afirma el autor que los textos
(Santiago de Chile, 1972). más innovadores cuestionan, primero que
Ecos antiguos en voces nuevas. Quisiera agregar una justificación adicio- nada, los usos de la lengua, aunque por esa
Pos-memorias poéticas de mujeres
en Chile y Argentina nal respecto de mi opción por trabajar con la vía también puedan conmover los saberes
ALICIA SALOMONE poesía, y con la poesía de mujeres en parti- establecidos, incluso los políticos o ideoló-

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gicos. En una postura cercana a la anterior, reservorio vital que subyace en la existencia
Miguel Dalmaroni (1993, pp. 9 y ss.) también humana y que, sin embargo, es pocas veces
se refiere al vínculo entre literatura y política percibido (Genovese, 2010, p. 70).
desde la poesía de Juan Gelman, advirtiendo Por mi parte, siguiendo la sugerencia de
que, aun en las escrituras donde esa conexión Genovese asumo aquí el ejercicio poético
pudiera parecer evidente, lo importante es como una praxis estética que excede, sin em-
detectar cómo lo político se traduce en térmi- bargo, a esta sola consideración, para proyec-
nos poéticos o en un estilo. Pues, incluso en tarse también como un espacio idóneo para
esos textos donde poesía y política parecieran promover una resilencia en los y las sujetos
fundirse, la ideología se trasvasija, fundamen- que la producen y recepcionan. Ello, desde el
talmente, desde ciertas figuras de lenguaje, entendido que la noción de resilencia nombra
evidenciando el poder de significar que arras- esa capacidad humana que nos permite so- Videla.
tran las palabras. brevivir a las más difíciles circunstancias de la
Me interesa sobremanera, para los pro- vida e incluso salir fortalecidos y transforma-
pósitos de este trabajo, la contribución de dos por ellas7.
Alicia Genovese (2010, pp. 69-76), quien,
al interrogarse sobre la inscripción literaria 3. Post-memorias poéticas en la generación
de las memorias recientes, destaca el poten- de HIJOS8
cial que tiene la imagen poética para evocar
sensaciones y percepciones, superando con Como anticipé en un comienzo, me in-
mucho las posibilidades que ofrecen los lla- teresa trabajar especialmente con tres de las
mados géneros referenciales, tales como los poetas que advienen al escenario poético de
testimonios, los diarios íntimos o las cartas. Argentina y Chile entre finales del siglo XX
Si bien para Genovese estos géneros fueron y los inicios del presente. En el marco de la
cruciales a la hora de instalar las demandas de reflexión que he planteado, sus textos me Pinochet.
justicia en el Cono Sur, articulando la palabra permiten comprender cómo las generaciones
de las víctimas como las reflexiones surgidas más jóvenes se hacen cargo, literaria e ideo- 7
Cf. Helena Combariza, «La re-
desde las ciencias sociales, considera que lógicamente, de la pesada herencia recibida silencia. El oculto potencial del
los géneros testimoniales presentan límites o desde la generación de sus padres. Herencia ser humano», en http://aiur.
us.es/~kobukan/la_resilencia.
aporías cuando se trata de poner en palabras que remite a una historia trágica, como es la htm. Consulta del 1 de marzo
ciertas experiencias traumáticas. Límites que derrota inflingida a los proyectos de transfor- de 2009.
se manifiestan en la presencia de vacíos en mación radical que se impulsaron hace tres o 8
el discurso, que dejan traslucir que hay algo cuatro décadas en América Latina, y que a su Aludo aquí a la denominación
que no puede ser dicho, que está más allá del vez se prolonga en la devastadora represión que adopta la organización
«Hijos e Hijas por la Identidad
discurso verbal y que, por ende, necesita ser desatada por las dictaduras. y la Justicia contra el Olvido y
recuperado desde otro lugar. Alicia Genovese (2003, pp. 199-214), en el Silencio (H.I.J.O.S.)», creada
en la Argentina en 1995. Esta
El género poético, en cambio, al eludir la un estudio sobre la poesía joven producida entidad agrupa a hijos de des-
literalidad o referencialidad directa, en tan- en la Argentina en los años noventa, descubre aparecidos, asesinados, presos
políticos y exiliados durante la
to la imagen poética se manifiesta de modo que estos textos con frecuencia aluden a la dictadura militar y años ante-
indirecto o sesgado, permitiría relacionar las violencia política de los años de la dictadura. riores, y también incluye a jó-
percepciones inmediatas con otras estratifica- Esos reenvíos, por otra parte, suelen plan- venes que, sin haber sufrido en
su familia la represión directa,
ciones de sentido. De este modo, si la imagen tearse desde una mirada muy poco compla- asumen que fueron afectados
poética, por un lado, permite eludir el rechazo ciente, y hasta impiadosa, no sólo respecto de por una historia común. Cf.:
http://www.hijos-capital.org.
que puede provocar la literalidad del testi- los hechos que tuvieron lugar en el espacio ar/index.php?option=com_con
monio, por otro, multiplica las posibilidades público, sino también sobre las actuaciones tent&view=article&id=20&Item
id=399. Organizaciones de ob-
interpretativas de los signos. Así, desde esa del ámbito íntimo/privado. Con relación a jetivos semejantes se han cons-
condición autorreflexiva que es propia del esta última dimensión, lo que observamos es tituido recientemente en Chile
género, en el sentido de reflexio o cambio de que en esta poesía el hogar familiar no suele (cf: http://hijoschile.blogspot.
com/) y Uruguay (cf: http://
dirección, la imagen poética siempre queda aparecer como un lugar de cobijo y resguardo hijosuruguay.blogspot.com/).
abierta, posibilitando desplazar la mirada donde hijos e hijas pueden crecer seguros. Por Consulta del 23 de septiembre
de 2011.
hacia otras direcciones y estimular transfor- el contrario, la casa y los vínculos próximos
maciones a nivel de la subjetividad. Como si se vuelven territorios precarios y potencial-
mirar de costado la muerte o la sordidez de la mente peligrosos, cuando no son la caja de Ecos antiguos en voces nuevas.
Pos-memorias poéticas de mujeres
prisión, concluye Genovese, hiciera posible, resonancia desde la cual esa generación expe- en Chile y Argentina
al mismo tiempo, conectarse con el enorme rimentó el horror que se desataba en el afuera. ALICIA SALOMONE

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9 Teniendo en cuenta estas representacio- hacen presentes en la producción poética,


Jorge Monteleone, «Poetas
en la mitad de la vida», en nes, es comprensible la centralidad que en el dando cuenta de los múltiples tráficos que se
h t t p : / / w w w. l a n a c i o n . c o m . discurso de las nuevas generaciones poéticas producen entre escritura y memoria. En este
ar/1188416-poetas-en-la-
mitad-de-la-vida (consulta del
cobra el intento por rearmar la memoria sentido, Alicia Genovese observa que en las
27.2.2011). de esos años formativos. Jorge Monteleone memorias poéticas de los noventa se manifies-
10
detecta una urgencia de estos sujetos por tan diversas modalidades expresivas, en espe-
A partir del procesamiento y instaurar un relato, pero sin contar para ello cial la hibridación entre el discurso poético y
condena de las tres primeras con una épica ni con una tradición válida que otros tipos de discurso, como los de la publi-
cúpulas militares, después de la
recuperación de la democracia les llegue de sus ancestros9. De allí que, en cidad o los mass media. Lo que, en opinión
en la Argentina, en diciembre estas recuperaciones memoriosas, más que de Genovese (2010, p. 202), torna borrosa la
de 1983, durante los años 90
se impusieron distintas políticas
idealizaciones del pasado, lo que descubre es distinción entre lo culto y lo popular, lo alto
que concluyeron con el indulto la manifestación de una micropolítica donde y lo bajo, y termina por cuestionar la condi-
a los militares que habían sido las figuras parentales tienden a proyectar el ción cerrada o pura de la poesía. Advierte la
condenados por crímenes de le-
sa humanidad. En los 2000, sin universo opresivo de la dictadura. Por mi par- autora, sin embargo, que este procedimiento
embargo, comenzó la reapertu- te, advierto que esas búsquedas por rearmar es ajeno a toda ilusión de transparencia o de
ra de los juicios, lo que devolvió
a prisión a varios de ellos. la propia historia suelen traducirse, en Ar- facilidad, pues, aun incluyendo materiales di-
gentina y también en Chile, en un recurrente símiles en su construcción, la poesía continúa
retorno del sujeto al hogar primero, al que situándose en tensión o ruptura frente a la
vuelve, una y otra vez, como si allí radicara la eficiencia y locuacidad de lo massmediático,
clave de un relato que ha quedado trunco. Es lo que le permite interferir esos discursos con
pues habitual que quien enuncia esta poesía «el fantasma del exilio o de la marginalidad»
sea un/a joven que se encuentra frente a un (Genovese, 2010, p. 212).
vacío de memoria, a una suerte de duelo sin En el escenario chileno, el crítico Javier
objeto, que se traduce tanto en una nostalgia Bello (2011, pp. 41-43) da cuenta igualmente
profunda respecto de algo que no alcanzó a de cómo la poesía joven de los años noventa
vivir y tampoco sabe nombrar, como en sen- se hace cargo de un reflote de la memoria
timientos de rabia y dolor frente a situaciones traumática que se materializa en una cerrazón
de violencia o pérdida experimentadas dramá- de la poesía. Una escritura que no construye
ticamente en el espacio íntimo. macro-relatos ni historias fuertes sino que se
Revisando la narrativa argentina de los 90, modela en base a fragmentos de historias, de
Andrés Avellaneda (2003, p. 131) advierte que sujetos, de cuerpos, de emblemas y paisajes,
la representación de la memoria fue un núcleo tomando forma en imágenes escatológicas
semántico de resistencia desde el cual se con- pobladas de restos, escombros, ruinas, rehe-
frontó el discurso oficial de reconciliación y chos, fantasmas, eriazos y demoliciones, que
olvido frente a los crímenes de la dictadura10, son el escenario donde instalar una palabra en
y si bien esta situación varió durante los 2000 fuga que permite exhibir el vacío de las formas
(el artículo de Avellaneda es de 2003), su opi- ausentes y la mudez de las palabras inefables.
nión es enteramente válida para la década del
noventa. Al respecto, dice el autor que el rasgo 4. Niñas lúcidas/mujeres críticas en las post-
distintivo de esas escrituras fue la incomodi- memorias poéticas de mujeres
dad para practicarlas, lo que se manifiesta en la
utilización de estrategias alusivas y alegóricas Voy ahora a los textos de dos poetas de
que permiten desterritorializar o desplazar en Argentina y una de Chile, publicados entre
el tiempo los asuntos contemporáneos que se 1995 y 2009, que son significativos en relación
quiere problematizar. Estos mecanismos, por con las problemáticas que vengo desarrollan-
otra parte, también están asociados a nuevas do. Ponen estos textos en escena una serie
expectativas escriturales, las que ya no buscan de imágenes que, evidenciando la densidad
decir lo indecible o lo prohibido sino articular personal y política que posee la experiencia de
aquello que aún no tiene nombre. En este la infancia, así como la productividad estética
sentido, concluye Avellaneda, en estas ficcio- que ofrecen las dinámicas de la imaginación
nes no se intenta revelar un sentido ausente u infantil, permiten dilucidar las vías a través de
oculto sino producir otro que se ignora o cuya las cuales transita la configuración de las post-
Ecos antiguos en voces nuevas. existencia es incierta. memorias que las distintas sujetos ponen en
Pos-memorias poéticas de mujeres
en Chile y Argentina Es interesante observar cómo esas expe- juego. Entre las figuras que quiero comentar,
ALICIA SALOMONE riencias y estrategias escriturales también se la primera corresponde a la de una mujer que

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se interroga sobre la relación entre pasado intuye degradada e incomprensible. Un mun-


y presente, incluyendo la trayectoria de la do donde los tiempos parecen confundirse
genealogía femenina que la ha constituido pues, tanto en el ayer como en presente de la
como tal; la segunda habla de las vivencias y enunciación del poema, que prolonga la im-
estrategias de una hablante que en la infancia punidad de los crímenes cometidos hace más
se ve expuesta a la violencia extrema, casi has- de treinta años, los malvados imponen su ley
Roberta Iannamico.
ta el punto de provocar en ella una disolución y conviven siniestramente con los inocentes:
identitaria; y la tercera remite a la relación
que establece otra hablante en su relación todos sabemos
temprana con la muerte y con la escritura. Re- que una cebra tras las rejas 11
Refiriéndose a los poemas de
presentaciones que tienen en común el ofrecer es una redundancia la antología La niña bonita, pu-
una visión descarnada sobre lo vivido, que se así que hacen lo que se les canta blicada por Alción (Córdoba,
articula, al mismo tiempo, con una perspecti- … 2000), donde se recogen tex-
tos de poetas nacidos/as entre
va autorreflexiva que elude la desesperanza, Hacen el mal sin mirar a cuál 1968 y 1976, Jorge Monteleone
abriendo la posibilidad de una transformación atacan con fiereza observa la presencia del pasa-
do como conflicto, búsqueda,
de las propias subjetividades. después brindan12. apelación y nostalgia. Aclara,
sin embargo, que no se trata
del pasado trascendente de un
– La niña/mujer y su herencia genealógica: En dos poemas de El collar de fideos linaje, de una historicidad, o de
Roberta Iannamico (2001), que siguen el hilo de un mismo re- un legado, sino otro, más cerca-
lato, la voz poética cambia de enfoque y, no, donde el presente se refugia
en un momento cualquiera. Y
En el escenario poético argentino de los volviendo la mirada sobre sí misma, hace una a ello agrega otra referencia
últimos años, destaca la obra de Roberta revisión de la genealogía femenina que recibe tomada de los poemas: la sos-
pecha inquietante de que hay
Iannamico, poeta nacida en la ciudad pata- como herencia familiar. Transitando desde lo algo perdido, acaso grandioso,
gónica de Bahía Blanca en 1972, quien pro- individual a lo colectivo, la hablante ausculta terrible o intenso, que ya no está
o quizás nunca estuvo, «pero
yecta su escritura desde un registro íntimo y memoriosamente sus vínculos primarios, en cuyas equívocas señales parecen
doméstico hacia un microcosmos plagado de particular la relación con su madre, interro- vivir en el lenguaje o en la cos-
objetos cotidianos, y donde son recurrentes gándose sobre el eje genealógico que concluye tumbre». Cf. Jorge Monteleone,
Reseña bibliográfica «La niña
las escenas y juegos de la infancia. En estos en la sujeto que ha llegado a ser. Desde un bonita: entre el presente y la me-
cuadros, los elementos ficcionales, potencia- posicionamiento que parece haber hecho pro- moria», en http://proyectovox.
org.ar/virtual_3.htm (consulta
dos por la apelación a la imaginación infantil, pias las visiones de las poetas feministas que del 27.3.2011).
se conjugan con ciertas experiencias autobio- la antecedieron, y echando mano de la ironía
12
gráficas que, a primera vista, pueden parecer que es característica en muchas de ellas, la Dado que no he podido acceder
descontextualizadas o banales. Esto es lo que hablante relaciona su vivencia inmediata con al texto original, cito el poema a
ocurre con la emergencia de ciertas imágenes los condicionamientos que históricamente partir de la referencia de Geno-
vese (2010, p. 205).
antiguas, de una televisión en blanco y negro, encarnan en los cuerpos de mujeres («todas
que cobran un sentido diferente cuando las nos empezamos a parecer a nuestras ma-
pensamos como fragmentos de una historia más…»). Un ejercicio a través del cual devela
fracturada que ya no puede ser reconstruida esos actos y afectos que, arraigados en esos
como un gran relato, pero que se rearma cuerpos, modelan las subjetividades desde la
desde una discursividad íntima que aparece interiorización de una violencia simbólica,
inevitablemente interferida por referentes que cotidiana y naturalizada, que lleva el sino de
provienen del contexto social. la auto-destrucción («mi bisabuela se suicidó
En el poema «Caracoles», incluido en la / cuando mi abuela tenía / siete años»):
antología Niña bonita11, publicada en 2000, la
hablante recuerda las figuras de unas cebras Todas nos empezamos a parecer a nuestras mamás
aparecidas en un viejo programa de TV, sobre cuando pasa el tiempo
las que ella despliega una serie de alusiones nos ponemos grandotas
irónicas basadas en la superposición de rayas: percheronas
las de los cuerpos de los animales, las del traje la mirada
asociado a los presos y las de los barrotes de más hermosa
las rejas proyectados sobre un cuerpo blanco. como de alguien que puede
Desde estas imágenes simbólicamente recar- defenderse de todo
gadas, la hablante desliza un sarcasmo sobre como de alguien que está enamorada de sí misma Ecos antiguos en voces nuevas.
Pos-memorias poéticas de mujeres
una realidad donde las diferencias son aparen- en los momentos de soledad (Iannamico, 2001, p. 17). en Chile y Argentina
temente claras (blanco o negro), pero que ella ALICIA SALOMONE

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Todas las madres Yo sé


guardan la memoria de la primera sobre todo
mi bisabuela se suicidó punto de vista
cuando mi abuela tenía sos ciega
siete años porque yo
–una traición de amor– no te veo (Viola Fisher, 2005, p. 43).
Verónica Viola Fisher. tomó el veneno y estrelló
la jarra contra la pared Revisando su propia historia desde el
delante de su hija momento de la concepción hasta su presen-
dicen que primero te adulto, la hablante logra distanciarse, sin
se preparó embargo, de esa figura siniestra y ubicarse
se pintó en relación a ella desde una distancia crítica.
se puso las alhajas Lo que, por un lado, le permite poner a res-
se peinó el pelo rubio guardo la propia subjetividad, diferencián-
frente al espejo dose como un sujeto distinto frente a ese ser
sin dejar de mirarse omnipotente que la informa desde dentro.
con ese gesto que repite Y, por otro, la habilita para emitir una voz
todos los días mi mamá denunciante respecto de las formas en que la
y que yo opresión familiar y la represión socio-política
estoy empezando operan estrechamente relacionadas. Esto úl-
a repetir (Iannamico, 2001, p. 26). timo es lo que surge en uno de los poemas
del libro, donde con una sintaxis quebrada,
– La niña y la violencia extrema: Verónica que vehiculiza una enunciación angustiosa y
Viola Fisher. entrecortada por efecto del dolor, y apelando
a una alternancia entre tiempos verbales pa-
13 Verónica Viola Fisher, nacida en Buenos sados y presentes que instala un nexo entre
En Deshacer el género (2006),
Judith Butler afirma que cada Aires en 1974, es la segunda poeta argentina esos cronotopos aparentemente separados, la
sujeto se convierte en viable a que aquí me interesa. En su trabajo el ne- hablante va reviviendo una escena de infancia
partir de la experiencia del re-
conocimiento, pero los términos
xo entre memoria política y género-sexual en la que experimenta el maltrato paterno a
en que éste se otorga dependen también aparece claramente referido, como grado sumo. Ello, al punto que el sentimiento
de cada contexto y, por ende, queda en evidencia en su poemario de 1995: que le produce el recuerdo de una ejecución
son variables. En este sentido, los
mismos términos que otorgan la Hacer sapito. Este texto, articulado desde musical, a la que se ve forzada por el padre,
cualidad de «humano» a ciertos una enunciación dura y sarcástica, que tam- se transmuta en la vivencia de una sesión de
individuos pueden privar a otros
de la posibilidad de lograr dicho bién echa mano de un registro autobiográfi- tortura, ejercida por él mismo sobre el cuerpo
estatus, generando un diferen- co, expone de manera cruda la forma como de su hija, la que es aplicada desde una lógica
cial entre lo que se considera
humano y menos humano (ab-
la subjetividad de la hablante queda deter- cosificadora y destructiva del otro(a) que es
yecto). Vinculando su reflexión minada por la voz y la mirada de un padre homóloga a la que imponía el régimen militar
con la problemática de género- feroz, quien no sólo no experimenta el amor sobre sus contradictores.
sexual, se pregunta la autora:
«Si soy de cierto género, ¿seré filial, sino que incluso carece de los atributos
todavía considerado como parte mínimos de compasión que debieran caracte- Hay una pieza
de lo humano? ¿Se expandirá
‘lo humano’ para incluirme a mí rizar a la condición humana. Esta figura, que honda
en su ámbito? Si deseo de cierta emerge en el poema como el dueño absoluto creación del sordo
manera, ¿seré capaz de vivir?
¿Habrá un lugar para mi vida y
del poder y el portador de toda verdad y no me oyó
será reconocible para los demás, conocimiento, un rasgo que se remarca en la entrar
de los cuales dependo para mi fuerza implacable de una mirada que puede cargando mis nueve
existencia?» (p. 15).
decidir la (in)existencia de su hija, es el refe- años de pupila
rente respecto del cual la hablante no puede por deber
sino configurarse como un sujeto anómalo, son nueve
abyecto, en tanto la exposición de su dife- mil voltios
rencia femenina ineludiblemente evidencia el a mis manitos si no toco
fracaso de las expectativas paternas, asenta- para mi padre
das de modo brutal en el patriarcalismo y la para Elisa no
Ecos antiguos en voces nuevas. heteronormatividad13. Así, dice la hablante, era Beethoven
Pos-memorias poéticas de mujeres
en Chile y Argentina parodiando la voz del padre: el sordo
ALICIA SALOMONE en la pieza

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una sombra fue des lejanas, desde Berlín o Praga al Rangoon


mi padre y su hija nerudiano y la mítica Sión, el gesto funda-
frente al piano mental que deja asentado en el texto es el del
preparó regreso: «y regresa a sus lugares como animal
la partitura y la herido para enunciar un poema agónico en el
picana cuarto de la infancia», para desde allí volver
para Elisa no a salir y retornar herida15. En efecto, como
para su hija no para de descubre Amaro, la hablante del poemario
Alejandra del Río.
tocar insiste en la afirmación del retorno a un país
jamás cruel y perdido, al cual, sin embargo, ella con-
el enchufe» (Viola Fisher, 2005, p. 37). voca amorosamente, desde la fidelidad a un
espacio originario donde ha radicado el inicio
– La niña, la muerte, la escritura: Alejandra de un proceso de maduración personal y de
del Río desarrollo creativo que está estrechamente
ligado a la escritura.
Volviendo la mirada al escenario chileno, Esta invocación es la que queda explicitada
es posible afirmar que varios de los rasgos en el poema «Simultánea y remota» (Santiago
con que caracterizamos la escena poética ar- de Chile, año 1980), un texto donde la ha-
gentina, también aparecen en este otro espacio blante lleva a cabo esa vuelta simbólica, a la
nacional. El que, con sus particularidades vez momentánea y eterna, al cronotopos de
históricas, igualmente enfrenta los conflic- la infancia. De hecho, la escena que relata el
tos socio-simbólicos que supone buscar una poema es recreada desde la voz de una niña,
recomposición identitaria en tiempos post- lúcida y en absoluto inocente, que es capaz
dictatoriales. Así, no puede extrañar que en de percibir la tensión del entorno feroz que
los textos de las nuevas generaciones resuenen la rodea y al que percibe a punto de estallar.
los ecos de un pasado familiar que siempre Es la voz de esa pequeña, entonces, la que nos
aparece vinculado a una historia mayor, que interpela desde un pasado que, al igual que 14
Me refiero aquí a ese conjunto
es la del país y su carga de tragedia. Por otra lo que en los textos de las poetas argentinas de voces poéticas que emergen
parte, y en relación con la poesía de mujeres que revisamos antes, aparece como tremen- en Chile en la década del 80 y
que son visiblemente influidas
de los años ochenta14, también es frecuente damente próximo. Un cronotopos ambiguo por el movimiento y la reflexión
encontrar, tanto en la escritura de mujeres desde el que nos advierte que habita una casa feminista que eclosiona en esos
años, donde destacan las figuras
como en la de varones, una visión crítica de cercada, no por monstruos imaginarios, sino de Elvira Hernández, Soledad
los patrones sexo-genéricos tradicionales que por amenazas latentes y reales, y donde este Fariña, Verónica Zondek, Mari-
fueron tan ampliamente explotados por el ser desamparado, que insiste obsesivamente na Arrate, entre muchas otras.

nacionalismo militar chileno. En este sentido, en recordarnos que sólo tiene ocho años, no 15
como señala Javier Bello (2010), en el período encuentra el anclaje vital que demanda su Lorena Amaro, «La enfermedad
del regreso. Material mente
de la transición, la articulación de una mirada supervivencia. diario de Alejandra del Río»,
crítica sobre el patriarcalismo suele ser con- Inmersa en este ambiente persecutorio y http://lacallepassy061.blogs-
pot.com/2009/09/la-enfer-
comitante con el surgimiento de discursos emocionalmente frágil, sólo la escritura des- medad-del-regreso-material.
acerca del cuerpo y la sexualidad que comien- puntará salvadora para ella, como antes lo fue html (consulta del 25 de abril
zan a desplazarse por fuera de las normas para su doble: Ana Frank, esa otra niña con de 2010).

androcéntricas y heteronormativas. quien comparte, no sólo el miedo ante la per-


Algunos de los textos que integran el secución, sino la vivencia de cómo la escritura
poemario material mente diario 1998-2008 puede operar como un ámbito de resguardo y
(2009), de Alejandra del Río (Santiago, 1972), reconfiguración identitaria, aun bajo las con-
pueden ser leídos desde esas coordenadas, diciones más extremas. Una escritura que, en
tanto en lo que hace a la revisión de la propia el caso de la hablante del poema, toma forma
infancia en clave política como a la inflexión en la emergencia de una poesía inicial, que
de género-sexual que se relaciona con ella. ella no puede sino asociar con la impronta
En este contexto, vale la pena retomar el co- que deja en su imaginación infantil una de las
mentario de Lorena Amaro, quien destaca el preguntas nerudianas: ¿por qué se suicidan las
trayecto de retorno que define la dinámica del hojas cuando se sienten amarillas?
libro. Pues, más allá de los extensos recorridos Ecos antiguos en voces nuevas.
Pos-memorias poéticas de mujeres
que despliega la hablante, desplazándose por Tengo ocho años en Chile y Argentina
un sinnúmero de tradiciones poéticas y ciuda- vivo en una ciudad sitiada por el ojo carnicero ALICIA SALOMONE

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16 mi vida transcurre tras los armarios de Ana Frank una hablante, ya no niña sino adulta, que ha
El destacado es del texto.
y cuando salgo a la escuela logrado sobreponerse al riesgo extremo que
17 noto miradas esquivas ha experimentado en el pasado, y que puede
La «estructura de sentimiento»,
según Williams (1980), es una
[...] recordar con ironía aquellos juegos infantiles
categoría que nos permite ob- Tengo ocho años con sus amiguitas del barrio, los que se des-
servar cómo los significados y mis ocho años no tienen inocencia plegaban en medio de un escenario de muerte.
valores son vividos y sentidos
activamente por los sujetos, y a en casa pregunto De forma semejante a lo que comentamos a
su vez cómo esos sentimientos y propósito de uno de los poemas de Roberta
creencias se relacionan con las
ideas sistemáticas y formalmente Nada se me oculta Iannamico, en los juegos que recrea Alejan-
sostenidas. No se trata de una [...] dra del Río también se recuperan elementos
oposición entre pensamiento y
sentimiento, sino de cómo el
Tengo ocho años y un cisne de la imaginación infantil. Por ejemplo, en
pensamiento es sentido y de durmiendo el sueño mortal en mi hombro el recuerdo de unas escenas donde las niñas
cómo el sentimiento es pensado, insisto en hacerme una pregunta encarnaban proyectivamente a sus madres y
lo que supone una conciencia
práctica de tipo activa, inmersa ¿por qué se suicidan las hojas mayores en unas historias de terror inventa-
en una continuidad viva e inte- cuando se sienten amarillas? (del Río, 2009, pp. 64- das en las que pululaban huérfanos y se ente-
rrelacionada.
65)16. rraban niños muertos. A diferencia de lo que
ocurría en la realidad social, sin embargo, en
Las distintas escrituras que hemos venido estas dramatizaciones ellas lograban implan-
revisando hasta aquí pueden ser leídas como tar un cierto «reino de justicia» y, mediante la
la plasmación poética de heridas y resis- administración de una lógica propia, podían
tencias que, con tesón, regresan a la página exorcizar los demonios que las acosaban en
para volver a ser nombradas. Esta poesía, sin su contacto cotidiano con realidades que eran
embargo, también puede ser vista como un inasimilables. De hecho, quizás sea la propia
territorio textual donde es posible detectar supervivencia de la hablante-adulta, y la soli-
una sostenida capacidad de resiliencia, a la dez de su enunciación poética, la prueba más
que entendemos como la búsqueda de una su- fehaciente de la efectividad vital y estética de
pervivencia personal y colectiva que merezca aquellas estrategias lúdico-creativas.
la pena ser vivida. Otro poema de Alejandra
del Río, también de material mente diario, 5. Palabras finales
traduce cabalmente esta visión, enfatizada en
la elección de un título («Resiliencia») que A lo largo de este texto busqué explorar
precisamente incorpora ese concepto para la productividad de la poesía, y particular-
aludir a una explícita voluntad de sobrevida. mente de la poesía joven de mujeres de Chile
y Argentina, para indagar en la elaboración
Nunca jugábamos a ser madres de discursos de post-memoria, relacionados
sólo en historias de terror con las consecuencias de la imposición del
terrorismo de Estado en los países del Cono
Abandonaban niños en la puerta de la casa Sur de América. Me interesó observar cómo
vivos y muertos dichas recuperaciones memoriosas se plas-
debíamos enterrarlos man en estrategias escriturales e ideológicas
formar un sindicato de huérfanos que parecen ser comunes a los hijos e hijas
implantar su reino de justicia de la generación de los militantes de los años
[...] sesenta y setenta tanto en Argentina como en
La muerte era nuestra niñera de día y de noche Chile. Apelando a las conceptualizaciones de
bebía en el salón junto a los conspiradores Raymond Williams, podría hablarse así de
una «estructura de sentimiento» que se hace
La muerte se sentaba a la cabecera presente no sólo en cada espacio nacional si-
vigilaba compadecida su guadaña no, de manera transversal, en las producciones
se quedaba quieta poéticas a ambos lados de la cordillera de los
alcanzaba a rozar algunos rizos Andes, dando forma a discursos y estilos que,
algunos miembros prescindibles (del Río, 2009, pp. habiendo sido forjados en contextos de pro-
62-63). ducción parecidos, también establecen entre
Ecos antiguos en voces nuevas. ellos semejanzas y diálogos intertextuales17.
Pos-memorias poéticas de mujeres
en Chile y Argentina En el caso de este texto, esa posibilidad Asimismo, quise destacar que la manifes-
ALICIA SALOMONE de sobrevida es recreada desde la voz de tación discursiva de la experiencia de género-

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sexual es un aspecto que no puede soslayarse frente a nosotros mismos, frente a nuestras
en la poesía de mujeres, en la medida en que propias trayectorias, y también frente a las de
entrega indicios acerca de las maneras dife- los otros y las otras.
renciales en que se articula la subjetividad
femenina al interior de un entramado socio- Bibliografía
cultural androcéntrico. Y, al mismo tiempo,
cómo dichas subjetividades se plasman en Textos literarios
los textos mediante estilos y estrategias dis-
cursivas particulares que suponen tomas de Del Río, Alejandra (2009), material mente
posición políticas frente al contexto en que diario (1998-2008), Santiago de Chile,
emerge la escritura, especialmente en los es- Cuarto Propio.
cenarios post-traumáticos que hemos venido Iannamico, Roberta (2001), El collar de fideos,
revisando. Bahía Blanca, Ediciones Vox.
En cuanto a la productividad de la poesía Viola Fisher, Verónica (2005), Hacer sapito,
en relación con estos temas, no puedo evitar Buenos Aires, Gog y Magog, (1ra. edición,
pensar, como alguna vez lo sugirió el crítico 1995).
brasileño Antonio Cândido (Antonio Cândi-
do, 1995, p. 243), que ella, hoy más que nunca, Bibliografía citada
es una práctica imprescindible. No sólo por el
alto valor estético o histórico que posee, sino Amaro, Lorena «La enfermedad del regre-
porque entrega elementos humanizadores y so. Material mente diario de Alejandra
sanadores a los que todas las personas de- del Río», http://lacallepassy061.blogspot.
bieran tener acceso. Como afirma Cándido, com/2009/09/la-enfermedad-del-regreso-
si para las personas es imposible mantener material.html. Consulta del 25 de abril de
el equilibrio psíquico sin soñar, es probable 2010.
que no pueda haber equilibrio social sin li- Avellaneda, Andrés (2003), «Recordando con
teratura, en la medida en que ella confirma a ira: estrategias ideológicas y ficcionales ar-
los sujetos en su humanidad, incluso en gran gentinas a fin de siglo», Revista Iberoame-
medida porque actúa de forma inconsciente. ricana – Pittsburg, 60 (202), pp. 119-131.
Es por eso que, junto con otras formas de Bello, Javier (2010), Poesía chilena 1990-2005.
intervención consciente e intencional, cada Antonia Torres, Andrés Anwandter, David
sociedad ha creado sus propias manifestacio- Preiss, Alejandra del Río, Germán Carras-
nes ficcionales, poéticas y dramáticas, las que co, manuscrito.
siempre tienen relación con sus impulsos, – (2011), Memoria y negatividad en la poe-
creencias, normas y deseos. De este modo, la sía chilena de postdictadura (1990-2005).
literatura, como dice Cándido, no sólo afirma Cinco autores de la década del noventa:
o niega, propone y denuncia, sino que provee Antonia Torres, Andrés Andwandter, Da-
a los seres humanos tanto de las herramientas vid Preiss, Alejandra del Río y Germán
como de la posibilidad de experimentar dia- Carrasco, Tesis doctoral, Departamento de
lécticamente los problemas. Filología Española, Clásica y Arabe, Uni-
Como dejan en evidencia los textos de versidad de las Palmas de Gran Canaria.
las poetas que he comentado en este trabajo, Butler, Judith (2006), Deshacer el género, Bar-
el juego libre con la imaginación y los re- celona, Paidós.
cuerdos, así como la autorreflexión que está Cândido, Antônio (1995), Vários escritos, São
involucrada en el ejercicio poético, quizás sea Paulo, Duas Cidades, 3ª edición.
un modo posible e idóneo para lidiar con ex- Combariza, Helena (s/f), «La resilencia.
periencias y emociones que suelen sobrepasar El oculto potencial del ser humano».
nuestros recursos de comprensión racional. Disponible en internet en <http://aiur.
Por esta vía, entonces, también es posible us.es/~kobukan/la_resilencia.htm>
que la poesía, y más ampliamente toda la Dalmaroni, Miguel (1993), Juan Gelman.
literatura, pueda contribuir a estimular un Contra las fabulaciones del mundo, Bue-
proceso de resiliencia que nos devuelva, en nos Aires, Almagesto.
tanto seres humanos, la capacidad de apertura Genovese, Alicia (2010), «Entre la ira el arte Ecos antiguos en voces nuevas.
Pos-memorias poéticas de mujeres
hacia la complejidad del mundo y de los seres, del olvido: testimonio e imagen poética», en Chile y Argentina
haciéndonos más comprensivos y tolerantes en VV.AA., Recordar para pensar. Memo- ALICIA SALOMONE

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ria para la Democracia. La elaboración del Waldman, Gilda (2007), «Post-memoria: una
pasado reciente en el Cono Sur de América primera aproximación», en Maya Aguiluz
Latina, Santiago de Chile, Ediciones Böll Ibargüen y Gilda Waldman M. (coordina-
Cono Sur, pp. 69-76. doras), Memorias (in)cógnitas. Contiendas
– (2003), «Marcas del graffiti en los subur- en la Historia, México, Universidad Na-
bios: poesía argentina de la postdictadu- cional Autónoma de México.
ra», en Revista Iberoamericana – Pitts- Williams, Raymond (1980), Marxismo y lite-
burgh; 60 (202), pp. 19-214. ratura, Prólogo de J. M. Castellet, Barce-
Jelin, Elizabeth (2001), Los trabajos de la Me- lona, Península.
moria, Buenos Aires, Siglo XXI.
Monteleone, Jorge, Reseña bibliográfica «La Páginas web
niña bonita: entre el presente y la me-
moria», en http://proyectovox.org.ar/vir- http://www.hijos-capital.org.ar/index.
tual_3.htm. Consulta del 27.3.2011. php?option=com_content&view=article
– «Poetas en la mitad de la vida», en http:// &id=20&Itemid=399. Consulta del 23 de
www.lanacion.com.ar/1188416-poetas- septiembre de 2011.
en-la-mitad-de-la-vida (consulta del http://hijoschile.blogspot.com/. Consulta del
27.2.2011). 23 de septiembre de 2011.
– «La niña bonita: entre el presente y la http://hijosuruguay.blogspot.com/. Consulta
memoria», en http://proyectovox.org.ar/ del 23 de septiembre de 2011.
virtual_3.htm. Consulta del 27.3.2011.
Violi, Patrizia (1991), El infinito singular, Fecha de recepción: 03/07/2011
Madrid, Cátedra. Fecha de aprobación: 16/10/2011

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