Você está na página 1de 3

CHILE:

En Chile, ni aun en etapa de prosperidad pudo darse una ampliaciónde la base política
sin tormenta. La afirmación liberalhabía sido en 1871 el reflejo en el equilibrio político
de la complejidadnueva que alcanzaban los sectores dirigentes chilenosgracias al auge
minero y comercial. La guerra del Pacíficoiba a confirmar y acentuar las
transformaciones que habíanllevado al triunfo liberal; en el intercambio internacional
Chileera cada vez menos el país del trigo y los cueros; pasaba a sercada vez más el del
salitre y luego el del cobre. Y a la vez era elprotagonista de una victoria militar que
cambiaba en su favortodo el equilibrio sudamericano: ese éxito daba al liberalismoun
arraigo aún mayor. (La guerra del Pacífico, también denominada guerra del Salitre, fue
un conflicto armado acontecido entre 1879 y 1884 que enfrentó a Chile contra los
aliados Bolivia y Perú. La guerra se desarrolló en el océano Pacífico, en el desierto de
Atacama y en las serranías y valles peruanos).

Bajo signo liberal el presidente SantaMaría, entre 1881 y 1886, obtuvo para Chile los
máximos provechosterritoriales sobre Perú y Bolivia, comenzó una políticade
ampliación de las funciones del Estado y de obras públicas(posible gracias a la
abundancia traída al fisco por lasrentas del salitre), llevó adelante la laicización de
cementeriosy estableció el Registro Civil. La sucesión de Santa María provocóla
quiebra de la unidad liberal; si los tres partidos -liberal,radical, nacional- que formaban
a la izquierda del conservadurismoaceptaron el candidato presidencial
Balmaceda,ministro y favorito de Santa María, dentro de cada uno deellos las
disidencias se multiplicaron. La victoria de Balmacedafue asegurada gracias a los vastos
recursos que la prosperidadchilena concedía al gobierno; el nuevo presidente
prosiguióla obra innovadora de su predecesor pero para podercontinuarla debió recurrir
al crédito extranjero de modo cadavez más frecuente. En 1890 llegaba a Chile la crisis y
con ella lareacción contra la afirmación del poder presidencial que habíasido posible
gracias a la prosperidad de la década anterior.La mayoría liberal se dividió en el
parlamento en torno al problemade la sucesión de Balmaceda; éste intentó gobernar sin
contar ya con ella y al comenzar 1891 promulgó por decreto elpresupuesto nacional que
el Congreso se negaba a aprobar.

Era la guerra civil: la mayoría parlamentaria, con apoyo dela marina y una parte del
ejército, se hizo fuerte en el Norte ypasó a controlar así la fuente de las exportaciones
chilenas; amediados del año sus fuerzas invadían el Chile central y trasdos sangrientas
batallas tomaban Santiago, donde Balmacedase suicidaba. Esta peripecia ponía fin al
avance del poder presidencialen Chile. En la política de Balmaceda sólo algunas
iniciativas aisladasparecen adecuarse a los intereses de esa burguesía nacional;por
añadidura, el desarrollo mismo de la crisis no permitedescubrir en ningún momento de
ella la presencia de ese sector-clave, cuya existencia misma es sólo postulada y no
demostrada.Tampoco la trayectoria posterior del grupo políticoadicto a Balmaceda -que
se adaptó muy bien al sistema parlamentarioy se caracterizó tan sólo por su extremo
oportunismohace adivinar tras de él la presencia de un sector social
importante,postergado por la solución dominante en Chile.En todo caso el
parlamentarismo, que provocó la fragmentaciónprogresiva de los partidos chilenos, fue
acompañadode un inmovilismo político sólo quebrado frente a las agitacionessociales,
reprimidas violentamente en Santiago y Valparaíso y aun más duramente en el norte
minero y salitrero. Las consecuencias de la paulatina ampliación del sufragio no eran ya
limitadas primordialmente por la acción del Gobierno, sino por la de una corrupción
electoral que requería movilizar sumas demasiado grandes para que fuera posible hacer
política sin contar con mucho dinero. Como en la Inglaterra anterior a 1832, los partidos
buscaban ante todo candidatos capaces de financiar su victoria.

Dos coaliciones inseguras dominaban la política chilena: la Unión Liberal y la Alianza


Liberal-Conservadora. En 1920, con motivo de la renovación presidencial, en un clima
social más agitado, la oposición entre ambas se cargó de un contenido más preciso. A la
unión conservadora se oponía la candidatura del liberal Arturo Alessandri. Defensor de
dirigentes obreros del norte salitrero, Alessandri supo presentarse comoel candidato de
la renovación y de las clases populares; en algúnmomento iba a denunciar a la «chusma
dorada» que gobernaba a Chile e invitar a sus seguidores a atacar sus
suntuosasresidencias. La victoria de Alessandri fue ajustada, perotuvo consecuencias
decisivas. El movimiento obrero creció;mientras un sector, de extracción sindicalista,
organizaba elPartido Comunista, la clase obrera en su conjunto otorgabaadhesión al
nuevo presidente. Éste encontró frente a sí la resistenciaparlamentaria, mal equilibrada
por la minoría que leera adicta, formada ella también en la escuela de un
parlamentarismopoco amigo de la disciplina. El conflicto entre los poderestransformó la
elección de renovación parlamentaria de1924 en un plebiscito, que el presidente ganó
holgadamente(no sin volcar en su favor los recursos del Estado). La mayoríafavorable
no se mostró, sin embargo, más eficaz. Ante el marasmolegislativo, el 8 de septiembre
Alessandri debía alejarsedel país y dejar el poder a una Junta militar; ésta
parecióorientarse hacia una salida favorable a la Alianza conservadora;por esta razón
fue barrida por otro sector militar, que devolvióel poder a Alessandri e impulsó la
reforma constitucional.

La Constitución de 1925 separaba la Iglesia del Estado,establecía el régimen


presidencialista e incluía principios juzgadossocialistas por algunos (función social de la
propiedad,protección al trabajador y a la salud popular). Resultado de larevolución de
enero que devolvió a Alessandri a la presidenciafue también la afirmación como árbitro
entre los poderesdel Estado del ejército, que trataba ahora de imprimir un
ritmoacelerado al proceso renovador. Jefe de la tendencia militarque había dominado en
enero era el coronel Ibáñez, candidatoa la sucesión presidencial a la vez que ministro de
Guerrade Alessandri. La renuncia del restaurado presidente, algo fatigadode soportar la
tutela de su dinámico ministro, obligó aéste a renunciar por el momento a sus
ambiciones presidenciales;en su lugar era elegido como candidato único
EmilianoFigueroa Larraín, político moderadísimo; a su lado seguiríagravitando como
ministro de Guerra el coronel Ibáñez, queen 1927, tras de la renuncia de Figueroa, era
por fin ungidopresidente en una elección en que fue candidato único.
El gobierno de Ibáñez se caracterizó por una actividad febril:obras públicas (carreteras y
puertos, edificios escolares,reforma escolar y de la sanidad); al mismo tiempo se
transformóprogresivamente en una dictadura legalizada gracias alapoyo del
amedrentado Parlamento. Esa dictadura progresista(y no necesariamente hostil a las
aspiraciones de los sectorespopulares) se apoyaba en la prosperidad de los años 1925-
29; a lo largo de ellos acudió sistemáticamente al crédito, enespecial el norteamericano,
para financiar sus ambiciososprogramas. La depresión la transformó en un régimen
másduro y represivo, a la vez que la privaba del apoyo popular; amediados de 1931, tras
de unos días agitados en Santiago, elpresidente Ibáñez cruzaba la frontera hacia el
destierro. Dejabatras de sí un país arruinado -por él, según sus adversarios;sobre todo
por una crisis que golpeaba los mercados extranjerosy privaba a la moneda chilena de
casi todo su valor (elpeso chileno parecía, en efecto, encontrarse en caída libre).

En Chile, entre las minorías tradicionalmente gobernantesy las aspiraciones


modernizadoras, el ejército había ocupadola escena como arbitro más capaz de
interpretar a estas últimasque los sectores de la clase política tradicional que se
proclamabaninnovadores y populares. Pero las soluciones queaportaba no estaban
menos ligadas a la prosperidad que las delos partidos civiles de más allá de los Andes;
el militarismoprogresista chileno, víctima también él del fin de los años buenos,fue tan
gravemente afectado por la crisis como aquéllos.

LINKS:

Salitre y minería:

https://www.youtube.com/watch?v=ISMNPwAjHy0

https://www.youtube.com/watch?v=5JESOkapsjg

Você também pode gostar