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Manejo de excrementos : Problemática

ambiental de la producción lechera


Por ABC Rural

A nivel mundial, se espera que la producción y consumo de leche y sus derivados


continúe en aumento, a lo que se suma el incremento de habitantes en el planeta. Este
escenario llevará sin dudas, a la instalación de nuevos establecimientos; a la
tecnificación de muchos de los existentes, y a la incorporación de muchos pequeños
productores en la cadena de valor de esta actividad. Precisamente, uno de los problemas
de la producción láctea familiar, son los impactos ambientales que ocurren, debido entre
otros, al mal manejo de los excrementos animales. (Ing. Agr. Fernando Díaz Shenker)*

/ ABC Rural

La contaminación que pueden acarrear los excrementos es más visible a nivel de


sistemas intensivos, donde los animales están estabulados y no pueden ejercer sus cinco
libertades, de acuerdo a lo que establece el Bienestar Animal. Los pequeños productores
por lo general tienen sus animales a campo, y las excretas y orín quedan en el suelo,
sirviendo como abono natural. Pero tienen otros problemas, por ejemplo: menor
productividad, instalaciones poco higiénicas y eficientes; problemas sanitarios y de
alimentación, entre otros.
SISTEMAS INTENSIVOS

Si la cría se realiza en fincas con buena tecnología pero en donde los animales tienen
acceso al campo, pasturas y forrajes, la mayor parte del excremento cae en el suelo y
sirve como abono natural, aportando y devolviendo nutrientes al suelo. En cambio, en
los sistemas industrializados intensivos, con animales en confinamiento, los
excrementos se acumulan en las instalaciones y tienen que ser evacuados, transportados
o almacenados, lo cual representa un riesgo para la salud de las personas y el ambiente;
y por supuesto un costo para el ganadero.

RIESGOS

Muchos ganaderos optan por esparcir las deyecciones animales en zonas adyacentes, a
cielo abierto y en grandes volúmenes. Si además, el cumplimiento de las leyes
ambientales e instalación de sistemas industriales es frágil, hay quienes los arrojan en
los cursos de agua y desagües, contaminando este vital recurso y poniendo en riesgo la
salud de las personas. Aparte, la sobrecarga o exceso de nutrientes inorgánicos,
principalmente nitrógeno y fósforo que resulta del vertido del estiércol animal en un
ecosistema acuático, provoca lo que se conoce como eutrofización y desencadena un
crecimiento desmedido de algas, que impiden otras formas de vida, tal como ocurrió
con el lago Ypacaraí.

CONCLUSIÓN

Una de las principales oportunidades que tiene el sector lácteo, así como otros
pecuarios, es el uso que puede darse a los excrementos sólidos y líquidos como fuente
de materia orgánica para enriquecer los suelos. Se tendría que insistir en la observancia
de las normas del Bienestar Animal, incluyendo la libertad de moverse y alimentarse en
el campo y así, permitir que dejen sus deyecciones como abono en el terreno, para
beneficio de ellos mismos, del suelo y de los consumidores. Se trata de adoptar estilos
de producción más amigables con el medio y sus recursos naturales; que sean más
sensibles a las condiciones de crianza de los animales.

(*) Especialista en Comunicación Rural

FUENTE: ABC Color – Suplemento Rural


29/05/2013.-

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