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Caracas, 07 de noviembre de 2019

Señor
Asdrúbal Aguiar
Su despacho.-

Estimado Señor Aguiar,


Tenemos el agrado de dirigirnos a Usted en la oportunidad de informarle y valorar políticamente las decisiones más recientes de la
Asamblea Nacional de Venezuela, ya que ellas comprometen severamente la derrota del régimen criminal que usurpa el poder en nuestro
país y el logro de una genuina transición a la democracia.
En la sesión del pasado 5 de noviembre, la mayoría del parlamento, en claro acuerdo con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV),
procedió a integrar una “comisión preliminar para la constitución del comité de postulaciones encargado de designar a los rectores del
Consejo Nacional Electoral (CNE)”. La Fracción Parlamentaria 16 de Julio, a la cual apoyamos, ha manifestado en reiteradas ocasiones
que la reincorporación del chavismo a la Asamblea Nacional es ilegal e ilegítima, en atención de los artículos 187.20, 191 y 197
constitucionales, según los cuales estas personas perdieron su investidura hace más de dos años, cuando optaron por abandonar y
desconocer al parlamento y a sus electores y, además, se prestaron para avalar la fraudulenta asamblea nacional constituyente en 2017.
Esa decisión cambia sustancialmente el curso estratégico que hemos venido apuntalando desde el mes de enero de este año.
Es de nuestra mayor preocupación que la designación de esta comisión se produzca contraviniendo una ruta asumida por el Presidente
(E) de Venezuela, Juan Guaidó, en la que, desde su juramentación, el pasado 23 de enero, se planteaba que primero era necesario lograr
el cese de la usurpación para avanzar en la conformación de un gobierno de transición que permitiese la convocatoria de unas elecciones
libres, previa reinstitucionalización del país. Ahora, bajo este nuevo esquema, se pretendería llevar a cabo un proceso electoral antes del
cese de usurpación, cuando los venezolanos y la comunidad internacional saben que la primera y más importante condición para que esas
elecciones sean confiables y transparentes, es que el régimen abandone el poder. Estamos frente a una conspiración que está apostando
a una falsa normalización del país, dejando fuera de toda posibilidad que los venezolanos puedan vivir sin miedo y en pleno disfrute de
sus libertades.
Más grave aún, esta decisión se toma basándose en supuestos acuerdos y resultados emanados de los inconsultos procesos de diálogo
llevados a cabo en Oslo/Barbados entre miembros del régimen y del gobierno interino, y los que luego ocurrieron en la Casa Amarilla
(Caracas) con partidos minoritarios supuestamente opositores. Ambos procesos cuentan con un amplio rechazo de los venezolanos y de
la comunidad internacional, que han entendido que son utilizados sólo para hacer al régimen ganar tiempo y garantizar su permanencia
en el poder, no para su salida.
Así como esas conversaciones significaron un desvío en la ruta para la liberación de Venezuela, la conformación de la comisión preliminar
para la constitución del comité de postulaciones para designar los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) es su primera expresión,
y representa un acuerdo a espaldas del país, en contra de la voluntad de los venezolanos que quieren una pronta solución al conflicto,
pero que entienden que sólo una ruta firme, decidida y de fuerza es la que puede lograrlo, basándose en la justicia y nunca en la impunidad.
Por todas estas razones, la Fracción 16 de Julio salvó el voto y se negó rotundamente a integrar dicha comisión. Desde enero de 2016,
los integrantes de la Fracción 16 de julio han planteado la urgencia de designar un nuevo CNE, y esto se ratificó con el plebiscito del 16
de julio de 2017. Es inconcebible que hayan pasado casi cuatro años y que sea hoy, con la ilegal presencia del oficialismo, amparado por
la directiva del parlamento, que se pretenda nombrarlo, cuando ese ese mismo oficialismo el que sesiona en paralelo, en la fraudulenta
constituyente, persigue diputados y desconoce la legitimidad de la Asamblea Nacional.
Los venezolanos no aceptaremos ningún mecanismo que implique un esquema de cohabitación y engaño. No lo vamos a aceptar y
seguiremos insistiendo y trabajando por la construcción de una coalición liberadora, dentro y fuera de Venezuela, que genere una amenaza
creíble que permita salir del régimen cuanto antes y que permita, entonces, las condiciones óptimas para que los venezolanos podamos
volver a elegir nuevamente acerca de nuestros destinos, en una nación libre, próspera y democrática. En esa ruta y bajo estos supuestos
queremos seguir contando con su respaldo y el apoyo de su país.
Quedando de usted, nos despedimos.
Atentamente,

Antonio Ledezma María Corina Machado Diego Arria

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