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Los coágulos de sangre son la causa más frecuente de obstrucción arterial y de infarto cerebral.
El proceso de coagulación es necesario y beneficioso en todo el organismo, debido a que detiene
las hemorragias y permite reparar las áreas dañadas de las arterias o de las venas. Sin embargo,
cuando los coágulos de sangre se forman en el lugar incorrecto dentro de una arteria cerebral,
ocasionan una lesión devastadora al interferir con el flujo normal de sangre
Los coágulos de sangre pueden ocasionar isquemia e infarto por dos mecanismos:
- Un coágulo que se forma en una parte del cuerpo fuera del cerebro puede trasladarse a través
de los vasos sanguíneos viajando con el flujo de sangre y quedar atrapado en una arteria
cerebral. Este coágulo libre se denomina émbolo y en general se forma en el corazón como
consecuencia de una arritmia específica (la fibrilación auricular) o luego de un infarto agudo
de miocardio. Cuando el accidente cerebrovascular es ocasionado por un émbolo se denomina
accidente cerebrovascular embólico.
- La segunda clase de ataque cerebrovascular isquémico, llamado accidente cerebrovascular
trombótico, es ocasionado por la formación de un coágulo en una de las arterias cerebrales
que permanece fijo a la pared arterial aumentando progresivamente de tamaño hasta bloquear
el flujo de sangre al cerebro.
Los ataques cerebrovasculares isquémicos también pueden ser ocasionados por estenosis, o
estrechamiento de una arteria debido a la formación de una placa aterosclerótica (una mezcla de
sustancias grasas, de las que la más importante es el colesterol) que ocasiona aumento del
espesor,
endurecimiento y pérdida de elasticidad de la pared arterial con reducción progresiva del flujo
sanguíneo.
La estenosis puede ocurrir tanto en las arterias grandes como en las pequeñas y, por tanto,
se llama enfermedad de grandes arterias o enfermedad de pequeñas arterias, respectivamente.
Cuando ocurre un accidente cerebrovascular debido a una enfermedad de arterias pequeñas,
se desarrolla un infarto muy pequeño llamado infarto lacunar, de la palabra francesa "lacune" que
significa "laguna" o "cavidad".
¿Qué estudios se realizan para determinar la causa de un accidente cerebrovascular?
Inicialmente el médico realizará un examen clínico, preguntará sobre los factores de riesgo, la
medicación y los antecedentes familiares de enfermedad vascular (cardíaca o cerebrale). Los
primeros estudios son un análisis de sangre, un electrocardiograma y un estudio por imágenes del
cerebro,generalmente una tomografía y en algunos casos una resonancia magnética. Esto permite
diagnosticar si se trata de un ACV hemorrágico o isquémico. La primera tomografía puede ser
normal cuando se trata de un infarto isquémico; la resonancia puede mostrar la lesión antes, pero
es un estudio que requiere que el paciente se quede muy quieto, demora más que la tomografía y
no se encuentra disponible en muchos hospitales, por lo cual se usa con menor frecuencia como
estudio inicial. Posteriormente,se realizarán estudios para ver el corazón (ecocardiograma) y para
visualizar las arterias que llevan sangre al cerebro, mediante eco-Doppler o angiografías por
tomografía o resonancia. Con menor frecuencia se necesitan técnicas invasivas como el
cateterismo.
La muerte neuronal
Los dos procesos por los cuales las neuronas afectadas
presentan muerte celular son la necrosis por coagulación
y la apoptosis.
La necrosis de coagulación (NC) se refiere a un
proceso en el cual las células individuales presentan
una muerte celular sin provocar una respuesta
inflamatoria. Este tipo de muerte celular es atribuible
a los efectos físicos, químicos o a daños en
la osmótica de la membrana plasmática (21, 22).
Los mecanismos apoptóticos comienzan una
hora después de la lesión isquémica, mientras
que la necrosis celular comienza horas después
de la oclusión arterial. Esta observación tiene
una influencia importante en el futuro en las
direcciones de la investigación. La manera en que
evoluciona la apoptosis es un foco de gran parte
de investigaciones, ya que, hipotéticamente, la
muerte neuronal se puede prevenir mediante la
modificación del proceso de escisión del ADN que
parece ser responsable de la apoptosis (23, 24, 25).
Patología en tejido cerebral
La transformación hemorrágica se produce ya
que el tejido isquémico es reperfundido cuando
el émbolo presenta lisis espontánea y el flujo
sanguíneo se restablece en la zona isquémica. Una
obstrucción vascular inicial es probable que se
produzca en una bifurcación de un vaso principal.
La oclusión puede obstruir una o ambas de las
ramas, produciendo isquemia del tejido distal. Los
vasos sanguíneos y el tejido cerebral se vuelven
frágiles y fiables (23, 24).
La transformación hemorrágica ocurre con la
obstrucción persistente de la arteria principal
proximal, lo que indica que la transformación
hemorrágica no siempre es asociada a la migración
del material embolico (24, 26).
Los tres principales factores asociados con “infarto
rojo” o infarto hemorrágico incluyen el tamaño
del infarto, la riqueza de la circulación colateral y
el uso de anticoagulantes y tratamiento mediante
agentes trombolíticos. Luego de revisar la disposición
neuropatofisiológica del evento isquémico
—la cual es muy importante en la práctica clínica
CLASIFICACIÓN
Difiere entre el ACV isquémico y el hemorrágico. En la práctica la causa precisa del ACV es
con frecuencia incierta.
II.1. Acv isquémico: atendiendo al perfil evolutivo temporales dividen en:
(Clasificación clínico-temporal.)
a. Ataque isquémico transitorio. (AIT): Son episodios de disminución - alteración
neurológica focal de breve duración con recuperación total del paciente en menos de 24
horas, no existiendo necrosis del parénquima cerebral.
b. Déficit neurológico isquémico reversible. (DNIR) : Cuando el déficit neurológico dura
más de 24 horas y desaparece en menos de cuatro semanas.
c. Ictus establecido. El déficit neurológico focal es relativamente estable o evoluciona de
manera gradual hacia la mejoría, y lleva mas de 24-48 horas de evolución.
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d. Ictus progresivo o en evolución: es el que se sigue de empeoramiento de los síntomas
focales durante las horas siguientes a su instauración.
II.2. Acv hemorrágico:
a. H. Parenquimatosa, es la mas frecuente se relaciona con HTA. Es una colección hemática
dentro del parénquima encefálico producida por la rotura vascular con o sin comunicación
con los espacios subaracnoideos o el sistema ventricular. Su localización más frecuente es
a nivel de los ganglios basales aunque también puede presentarse a nivel globular y tronco
encefálico.
b. H. subaracnoidea. Extravasación de sangre en el espacio subaracnoideo directamente.
c. H. Epidural. Sangre entre la duramadre y la tabla interna del cráneo.
d. hematoma subdural. Sangre entre la aracnoides y la duramadre.
Los dos últimos son de etiología traumática habitualmente.
Estas distinciones tienen implicaciones clínicas, pronosticas y terapéuticas.
III. SEMIOLOGIA CLÍNICA.
III.1. Síntomas orientativos de AIT.
- Territorio carotideo:
amaurosis fugaz, déficit motor o sensitivo de un hemicuerpo, disfasia o
combinación de todos ellos.
- Territorio vertebro basilar:
ataxia asociada o no a vértigo, disfunción motora o sensitiva similar al territorio
carotideo o afectación de ambos hemicuerpos, diplopia, disfagia, (las tres últimas
habitualmente asociadas a otros déficit neurológicos focales) o combinación de
todos los anteriores.
Los siguientes conceptos deben ser considerados de modo individual vértigos
aislados, diplopia, disfagia, disartria, pérdida de conciencia, síntomas focales asociados a
migraña, confusión o amnesia aislada.
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La clínica focal reversible es consecuencia de déficit isquémicos en la mayoría de los
casos, pero también puede deberse a otros procesos como hemorragias o metastásicos
cerebrales.
III.2. Síntomas de isquemia cerebral establecida.
Correspondiente al territorio carotideo:
a. A. Carótida interna: desviación oculocefálica hacia el hemisferio afectado,
hemiparesia y hemihipoestesia contralateral con paresia facial de predominio
inferior, hemianopsia homónima. Disfagia anosognosia y asomatognosia ( si está
afectado o no el hemisferio dominante.)
b. A. Cerebral anterior. : hemiparesia y hemihipoestesia contralateral de predominio
crural, paraparesia, incontinencia esfinteriana, alteraciones del psiquismo, marcha
apráxica, mutismo aquinético.
c. A: cerebral media:
1. Síndrome silviano profundo: desviación oculocefálica hacia el
hemisferio lesionado, hemiplejia global.
2. Síndrome silviano superficial: hemiparesia y hemihipoestesia
faciobraquial, afasia motora, sensitiva o global, hemianopsia
homónima.
Correspondiente al sistema vertebro basilar:
a. a. Cerebral posterior( en menos del 10 % depende del territorio carotideo)
hemianopsia o cuadrantopnosia homónimas, alucinaciones visuales, alexia
agnosia, pérdida sensitiva pura, trastornos extrapiramidales.
b. Sintomatología cruzada ( par craneal homolateral, vía larga contralateral.)
1. Síndrome mesencefálico: Parálisis del III par craneal ipsilateral y
hemiparesia contralateral.
Cuadro clínico
Debe tomarse en cuenta el tiempo de instalación (habitualmente
agudo) y la aparición de signos de “foco neurológicos”: hemiparesia
o hemiplejía, hemianestesias, hemianopsia, pérdida de visión
mono o biocular, diplopía, disartria, afasia, ataxia, vértigo, nistagmus, súbito deterioro de la
conciencia, intensa cefalea sin causa.
Signos neurológicos asociados según la irrigación y localización
de la lesión (modificado de 3 y 4)
Laboratorio:
Glucemia: el monitoreo es fundamental, no solo porque la
hipoglucemia produce síntomas similares sino también por
demostrarse mediante distintos estudios que la hiperglucemia
aumenta la morbimortalidad en estos pacientes debiéndose
establecer como objetivo mantener glucemias menores
a 200 mg/dl.
Hemograma: evaluar posible anemia con déficit de O2, policitemia
y trombocitosis como posibles factores de riesgo
para stroke.
TP y KPTT: algunos pacientes suelen estar anticoagulados
con heparina o acenocumarol. Es un dato importante también
para establecer como opción terapéutica el tratamiento
fibrinolítico.
Enzimas cardíacas: en el caso que el ECG sugiera un IAM
concomitante
Gases en sangre arterial: en pacientes con sospecha de
hipoxemia, detecta la severidad de la misma y los trastornos
ácido-base.
Imágenes:
TAC de cerebro simple (sin contraste): es el método más utilizado,
ya que básicamente diferencia los episodios isquémicos
de los hemorrágicos
ECG: puede demostrar arritmias como FA o signos de
isquemia aguda.
Los cambios electrocardiográficos secundarios descriptos en
el ACV incluyen la depresión del ST, ondas T invertidas y U
prominentes.