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Palabras para Álex∗

POR MARGARITA VÁSQUEZ QUIRÓS


Directora de la Academia Panameña de la Lengua

Al escuchar mis palabras, se alegrarán ustedes de haber


conocido a Álex Nieto Montilla, el amigo inolvidable que orbitó
alrededor de los estudios lingüísticos y literarios en español en
Panamá y el Caribe, produciendo cambios notables en nuestro
medio; se regocijarán recordando al trabajador incansable que se
movió en órbita alrededor de la práctica de la docencia, de la
comprensión del patrimonio artístico y cultural de este país y
del uso de la tecnología para la comunicación entre alumnos y
profesores. No cabrán de contento al reconocer al maestro, al
sabio, al estudioso de los asuntos de corrección idiomática, al
investigador acucioso, al personaje capaz de cuidar la hacienda
común de todos los panameños hasta mostrar su celo por la
seguridad del Departamento y Escuela de Español.
Como espléndido cometa, ─cometa Quijote panameño,
diremos─, tan cercano y amable y sin embargo tan espléndido y
excéntrico, dejó tras de sí una estela brillante reconocida por
todos. Y por la pasión con que se entregó a la vida marcó la
memoria de los que lo conocimos. Jóvenes estudiantes: les
proponemos una imagen del maestro que fue. Encantador y
sonriente, nos renovamos hoy en una explicación del uso feliz de
sus recursos. Los traemos a la comprensión de todos como la
chispa que le encendió la vida, que lo caracterizó y que parece
apremiarnos para que vivamos nuestra profesión a plenitud.


Discurso dedicado a la memoria del profesor Álex Nieto Montilla
Día del Idioma – Facultad de Humanidades
Departamento de Español – Universidad de Panamá
23 de abril de 2018.
Para escribir estas notas me he valido de una hoja de vida
de Álex escrita en el 2014. Desde entonces pasaron tres años y
todos comprendemos que realizó muchísimas actividades más.
Por suerte, hoy puedo agradecer al profesor Euclides Morris la
localización de este documento y haberlo puesto en manos de
Rita Franco García.
Comencemos por una publicación para celebrar el Día
del Idioma de 2012. Escribió el artículo titulado: «¡Sujétense
porque estas son unas verdaderas fiestas patronales!».
En este título tenemos pintado al profesor Álex Nieto
Montilla de cuerpo entero: el punto céntrico al que hace
referencia el Día del Idioma es la herencia cultural hispánica
manifestada en esta alusión a la fiesta del santo patrono, motivo
principal del título. Pero no termina allí la línea del título, sino
que, para comenzar, conmina al lector: ¡Sujétese! Situada al
comenzar, esta palabra es un anuncio de la conmoción que
esperaba producirían sus palabras.
Con Álex Nieto Montilla, en efecto, había que sujetar la
imaginación apenas preparada para iniciar un viaje fantástico de
celebraciones por el Día del Idioma. El viaje al pueblo, a la fiesta,
al Iguazú, a las ruinas mayas, a México para llevar a su
madrecita a ver a la Virgen Morena, a Machu Pichu, a San Luis
de Potosí, a Bolivia, a Bogotá, a La Habana, a Nicaragua para
visitar a Rubén Darío, a las tierras antárticas con sus enormes
torres de hielo fueron un motivo de su vida. Todos esos anhelos
están manifestados en rápidos trazos salidos del título de un
artículo sobre el día del idioma. En ese «sujétense» se trasluce el
motivo del viaje al mundo del discurso, de la oración, de la
palabra. Lo que quiero decir es que detrás de ese título se corre
el velo de los intereses del profesor Nieto: viajar.
Y qué decir de este otro título: «¡Pásame las tildes, por
favor!», título de una conferencia preparada con motivo del Día
del Corrector en 2011. Está claro que lo que generalmente
pedimos que nos pasen son los platillos en la mesa a la hora de
«comer». Y, por otro lado, eso de «comerse las tildes» es una
manía que tiene mucha gente al escribir. El título, expresado
con tan fino humor, invita a escuchar la conferencia o a leerla
porque nos deja pendientes de cuál es la tilde que pediremos
que nos pasen.
También en el 2011 escribió el artículo titulado:
«Deprecación (sobre los errores más comunes de ortografía)».
En retórica, la deprecación es una súplica, un ruego ferviente
que se dirige a alguien. Por supuesto, el ruego ferviente de Nieto
es que ya no se cometan más los errores comunes de ortografía.
En el 2013 escribió el artículo «Desarrollo urbano: la
ciudad, motor de cambio lingüístico». Nuevamente la agilidad
admirable del escritor Álex Nieto Montilla juega con las
palabras. Aunque parece que se nos anuncia una conferencia
sobre urbanismo, en realidad el título tiene como foco el cambio
lingüístico. Este tema, tempranamente abordado por Nieto,
informa sobre su voluntad de estudio y aspiraciones. Tenía claro
que la lengua cambia y se mantiene en un incesante hacerse, que
continuamente se forman nuevas palabras para designar nuevos
conceptos en los lenguajes administrativos o técnicos.
En el 2011 comienza a preocuparse sobre los cambios
tecnológicos. Esto lo anuncia con el título de la publicación:
«¿Desaparecerá el libro?». Álex Nieto tenía 22 años en ese
momento. Ahora mismo estamos en el 2018 y aún se nos aborda
para interrogarnos sobre el particular.
En literatura escribió sobre Amelia Denis de Icaza,
Demetrio Herrera Sevillano, Carlos Francisco Changmarín,
Dora Isabel McKay, Aura de Cánova, Demetrio Korsi y Víctor
Franceschi, el Inca Garcilaso de la Vega, el Quijote en América.
También le dedicó un espacio especial a su alma máter, el
Colegio José Daniel Crespo y a su pueblo natal, Los Pozos.
Su tesis de licenciatura, escrito con Zu-mey Jáuregui, es
un trabajo muy hermoso. Se titula «La disponibilidad léxica de
los estudiantes de primer ingreso de la Universidad de Panamá.
Para un Diccionario del léxico disponible del panameño». Se
trata de un proyecto dirigido por mí que representa una
propuesta innovadora para los estudios lexicográficos y
sociolingüísticos en el país, sustentada en el 2012.
Su título básico era el de Licenciado en Humanidades
con especialización en español. Posteriormente cursó una
maestría en Entornos Virtuales de la Universidad de Panamá, y
otra en Docencia Superior. Avanzó en los estudios de tres
maestrías más, porque él creía firmemente en la superación, y
por ello seguía avanzando. La eficacia y rapidez del actuar de
Álex Nieto Montilla le ocasionó múltiples decepciones a causa
de la burocracia reinante en nuestras instituciones.
Por otro lado, una lista enorme de ejecutorias da fe del
trabajo paralelo a la docencia que estuvo practicando desde la
obtención de su título: seminarios, mesas didácticas, congresos,
conferencias, ponencias, colaboraciones en publicaciones,
jurado, corrección y edición de textos. Participó activamente en
la planificación de las actividades literarias durante toda su
carrera, especialmente como Miembro de la Comisión
Organizadora de la Semana de la Literatura Panameña.
Álex Nieto Montilla obtuvo el primer puesto de honor
de la promoción de licenciados en Humanidades en 2012.
Perteneció al Capítulo de Honor Sigma Lambda y fue Premio a
los Mejores Valores Humanos y Morales, conferido por el Banco
General en el 2007.
No he dicho todavía nada de su trabajo en la Academia
Panameña de la Lengua. Allí fue investigador de asuntos
lexicográficos en colaboración con la Agencia Española de
Cooperación Internacional para el Desarrollo, la Real Academia
Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española
desde el 2012 hasta el 2014. Finalizada esa labor, fue nombrado
director del área cultural. Tuvo que ver con el desenvolvimiento
de las actividades de todo género de la Academia en los últimos
tiempos, y, amante de los libros, fue el editor de las
publicaciones académicas. Su sueño dorado era la
reinauguración de la Biblioteca de la Academia Panameña de la
Lengua, trabajo en el que contó con el apoyo del Académico
Bibliotecario, D. Aristides Royo, y en el que estamos todos
empeñados.
Comprenderán ustedes la pérdida enorme que significó
para mí la muerte de Álex Nieto Montilla este 1º de enero de
2018. Había sido mi alumno, dirigí su trabajo de graduación y
pasé los últimos dos años y medio como directora, apoyándome
en su hombro. Yo le había propuesto una imagen: la de
D. Camilo Levy Salcedo, quien fue el director de Protocolo en la
Presidencia de la República por muchísimos años. Lo único que
me comentó, con una sonrisa de complacencia, fue: era gordito
como yo. Era un muchacho admirable y sabía siempre qué debía
hacer.
Finalmente, para terminar, propongo que la Escuela y el
Departamento de Español, junto con la Academia Panameña de
la Lengua, nos unamos para solicitarle al Ministerio de
Educación, el nombre de Álex Nieto Montilla para la escuela de
Los Pozos. Sería una manera de mostrar a las juventudes que la
pasión por el trabajo honrado, en este país, se expresa
físicamente y se coloca en un lugar en donde quede preservada
la memoria.
Muchas gracias.

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