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LA IMPORTANCIA DE LOS OJOS

Y SUS AFECCIONES

Consejos para cuidar los ojos

Es importante realizar revisiones cada cierto tiempo y comprobar


que no se presentan problemas en la visión.
Llevar una dieta sana y equilibrada

La idea influye en nuestra salud, por lo que en nuestros ojos no


podía ser menos. Para tener una buena salud ocular hay que incluir
en la dieta frutas y verduras, además de ácidos grados omega-3.
Utilizar gafas de sol

El sol puede dañar los ojos y aumentar el riesgo de padecer


enfermedades como las cataratas y la degeneración ocular. Lo ideal
es utilizar gafas que bloqueen del 99 al 100 por ciento de las
radiaciones solares.
Mantener una buena higiene

Es importante no tocar los ojos con las manos sin limpiar, ya que
estas pueden pasar cientos de gérmenes y provocar infecciones y
problemas oculares. Si se utilizan lentes de contacto hay que ser
extremadamente cuidadoso y concienzudo con su cuidado.
Evitar frotar los ojos

Tanto los ojos como los párpados son zonas muy delicadas que hay
que tratar con mimo. Frotar los ojos debilita la córnea y puede
acarrear lesiones serias.
Hidratar los ojos

Mantener una hidratación constante es importante para una buena


salud. Las lagrimas artificiales ayudan a mantener hidratados los
ojos. Otra manera de conservar la hidratación es realizando
descansos visuales.
Conocer los antecedentes familiares

Saber problemas o enfermedades que tienen tus familiares te


puede ayudar a crear un cuadro de posibles patologías que puedes
terminar sufriendo. La mayor parte de los problemas oculares son
heredados y, por ello, conociendo nuestros antecedentes podemos
prevenir enfermedades futuras.

La mayoría de los casos de pérdida de visión se puede prevenir

con una consulta anual


En el Día Mundial de la Visión, la Organización Mundial de la Salud
alerta que la mayoría de las causas de ceguera son prevenibles.
Consejos para cuidar la vista en cada etapa de la vida

Desde que nacemos, la vista es el sentido que más información nos


brinda. Descubrimos el mundo y desarrollamos nuestras habilidades
motrices con la visión como parámetro clave.
Es por ello que los especialistas en la visión afirman lo importante
que es cuidar la vista en cada etapa de la vida: el recién nacido que
empieza a descubrir el mundo hasta la autonomía en el adulto
mayor, pasando por el aprendizaje escolar y la vida afectiva, laboral
y familiar, dependen en buena medida de la salud visual.

"Un examen ocular de rutina no sólo ayuda a detectar cualquier


problema con su visión, sino que también puede comprobar si hay
más problemas de salud en general y una amplia gama de
condiciones que pueden conducir a la pérdida de visión si no se
trata a tiempo. Increíblemente, la mayoría de los casos de pérdida
de visión se puede prevenir", aseguró a Infobae el oftalmólogo
Robert Kaufer.

Un examen ocular de rutina no sólo ayuda a detectar cualquier


problema con su visión

De ahí la importancia del control oftalmológico, que si bien es


recomendable que sea anual, tiene sus particularidades en cada
etapa de la vida.

Un dato que resalta la Organización Mundial de la Salud (OMS), es


que hasta el 80% de los casos de ceguera son evitables, ya sea
porque se pueden tratar hasta recuperar la visión (60 por ciento) o
porque se pueden prevenir (20 por ciento).
Según datos de la Agencia Mundial para la Prevención de la
Ceguera (IAPB, en inglés), en el mundo hay 36 millones de ciegos y
217 millones de personas con baja visión, es decir, con
discapacidades visuales en grado moderado a severo (en conjunto,
baja visión y ceguera representan el total de casos de discapacidad
visual).

La enorme mayoría de las personas con discapacidad visual se


concentra en naciones de bajos ingresos debido a que las causas
de la ceguera evitable están asociadas con la pobreza y la falta de
acceso a servicios de atención oftalmológica de calidad.

La miopía, el astigmatismo, y la hipermetropía no corregidas, es


decir en pacientes que no usan anteojos ni lentes de contacto,
constituyen la causa más importante de discapacidad visual,
aunque en los países de ingresos medios y bajos las cataratas
siguen siendo la principal causa de ceguera.

"Un examen oftalmológico completo permite diagnosticar patologías


que pueden evolucionar sin síntomas, así como descubrir la
aparición o el aumento de defectos de refracción u otros problemas
visuales", explicó el oftalmólogo Omar López Mato, director del
Instituto de la Visión, quien además señala que cada segmento
etario presenta propensión a ciertas enfermedades de la visión y
que después de los 60 años es especialmente importante aumentar
las medidas preventivas.

Por otro lado, antecedentes familiares, diabetes, alta miopía,


exposición prolongada a las radiaciones ultravioletas, estar
expuesto de manera constante a altas temperaturas y al viento,
algunos golpes o el cloro de las piletas, por ejemplo, también
constituyen factores de riesgo y las personas que respondan a
estas características deberán dedicar mayor atención al
seguimiento médico.

En nuestro país existen aún muchísimas personas que por varias


razones (falta de acceso a centros oftalmologicos, falta de recursos,
miedo a la cirugía, otros) están ciegas por cataratas, que es la
primera causa de ceguera evitable.

Es clave examinar la visión, para evitar problemas escolares


El glaucoma o aumento de la presión ocular, en tanto, es una
enfermedad que puede provocar ceguera si no se trata. En sus
comienzos no presenta síntomas, de ningún tipo, pero una vez
detectado, se puede detener su progresión. Otra patología
frecuente es la retinopatía diabética, producto de una diabetes mal
controlada.

Si bien las tasas mundiales de discapacidad visual han disminuido


desde inicios de la década de 1990, alrededor del 65% de los
pacientes es mayor de 50 años, grupo de edad que representa el
20% de la población mundial.
Con una población anciana en aumento en muchos países, más
personas estarán en riesgo de sufrir discapacidad visual por
enfermedades oculares crónicas y envejecimiento.

Por otra parte, se estima que el número de niños con discapacidad


visual asciende a 19 millones, de los cuales 12 millones la padecen
debido a errores de refracción, fácilmente diagnosticables y
corregibles. Según datos de la OMS, cerca de 1,4 millones de
menores de 15 años sufren ceguera irreversible y necesitan
intervenciones de rehabilitación visual para su pleno desarrollo
psicológico y personal.

Síndrome de visión informática, la nueva enfermedad 2.0

A lo largo del día muchos son los gestos o malos hábitos que
realizamos y que, a largo plazo, pueden derivar en problemas para
nuestra visión. Leer con poca luz, pasar largos periodos de tiempo
frente a pantallas luminosas, la falta de lentes adecuados que se
adapten a constantes cambios de iluminación y las posturas
incorrectas pueden ocasionarnos problemas tales como el
"síndrome de visión informática", entre otros.

"Al trabajar, estudiar o pasar muchas horas de ocio frente a distintos


tipos de pantallas, como computadoras, tablets, televisores,
celulares y otros dispositivos móviles los ojos tienen que forzar su
capacidad de enfoque y trabajo binocular que, a la larga, provoca
alteraciones visuales por la demanda que exige", explicó el doctor
Pablo Daponte, presidente del Consejo Argentino de Oftalmología,
quien sumó que "al mirar estos dispositivos electrónicos la
frecuencia de parpadeo disminuye un 30% de lo usual y esta
disminución de la lágrima causa que la vista se irrite con más
facilidad provocando la sequedad del ojo".
La falta de lubricación ocular u ojo seco también suele verse en los
consultorios
Los síntomas del síndrome de visión informática pueden variar de
una persona a otra, pero generalmente están asociados a: irritación
ocular, sensación de cuerpo extraño, visión borrosa, dolor de
cabeza, cuello y espalda, dificultad para enfocar y vista cansada.

Pese a que en la actualidad quizá no sea posible que las personas


reduzcan el uso de todas estas pantallas por el estilo de vida que
creó la evolución de la tecnología, el especialista destacó que "hay
ciertas recomendaciones que pueden ayudar a reducir los síntomas
de este síndrome".

-Mantener una buena postura y distancia frente al monitor de la PC,


la televisión, y otros dispositivos móviles.

-Reducir la luminosidad de los mismos al mínimo posible.

-Frente a cualquier tipo de pantalla descansar la vista cada 40


minutos de uso, durante 5 minutos, fijando la mirada al punto más
lejano posible y pestañee para hidratar los ojos.

-Considerar el uso de lentes fotosensibles, que se adaptan


automáticamente a las diferentes condiciones de iluminación,
mejorando el contraste visual en ambientes muy iluminados y
ofreciendo una nitidez y claridad de visión al ser adaptables a los
diferentes estilos de vida de cada persona.

-Evitar frotar los ojos con las manos sucias.

-Emplear siempre buenas condiciones de iluminación, tanto en el


hogar como en el trabajo.
-Conservar limpia la pantalla del monitor para facilitar la lectura y
evite reflejos de otras fuentes de luz.

-Asistir a su médico oftalmólogo por lo menos una vez al año, para


que realice una evaluación y pueda determinar las
recomendaciones apropiadas.

Las maculopatías son un problema común en los gerontes


Sin duda, la vista es uno de los sentidos que más utilizamos
diariamente. De hecho, el 80% de la información que recibe el ser
humano sobre su entorno es a través de los ojos.

Por tal motivo, "es necesario prestarles un poco de atención y


entender que es muy importante protegerlos mediante el uso diario
de lentes fotosensibles, capaces de regular la cantidad de luz que
ingresa a los ojos y que, a su vez, bloqueen 100% los rayos UV-A y
UV-B, otorgando confort y protección visual durante todo el día",
recomendó Daponte.

Con estos tips en cuenta podremos atravesar de la mejor manera


posible para nuestros ojos una época en la cual reciben cada vez
más hostilidad en la forma de más horas de trabajo, mala
iluminación, muchas horas frente a los monitores, exposición
prolongada a los rayos UV.
Para entender las enfermedades y afecciones que se pueden
presentar en los ojos, conviene entender la anatomía básica del ojo.
Aquí presentamos un tour por el ojo que comienza con la parte
externa, entrando a través de la parte anterior y avanzando hacia la
parte posterior.
El ojo se encuentra dentro de una cuenca óseo protectora conocida
como la órbita. La órbita tiene seis músculos extraoculares que se
adhieren al ojo. Estos músculos mueven el ojo hacia arriba, hacia
abajo y hacia los lados, y también lo hacen rotar.
Los músculos extraoculares están conectados a la parte blanca del
ojo conocida como la esclera. Es una capa de tejido fuerte que
cubre casi toda la superficie del globo ocular.
La superficie del ojo y la superficie interna de los párpados están
cubiertas de una membrana transparente conocida como
la conjuntiva.

Las lágrimas lubrican el ojo y se componen de tres capas. Estas


tres capas se conocen en conjunto como la película lagrimal.
La glándula lagrimal del ojo se encuentra bajo el borde lateral de la
ceja (lejos de la nariz) en la órbita. Esta glándula produce la parte
acuosa de las lágrimas. La glándula de Meibomio produce la grasa
que constituye otra de las partes de la película lagrimal. Las
lágrimas se drenan del ojo a través del conducto lagrimal.
La luz se enfoca en rojo a través de la porción abovedada al frente
del ojo, conocida como la córnea.
Detrás de la córnea hay un espacio lleno de líquido conocido como
la cámara anterior. El líquido se llama humor acuoso. El ojo produce
constantemente humor acuoso. Para mantener una presión
ocular constante, el humor acuoso se drena también del ojo en un
área conocida como ángulo de drenaje.

Detrás de la cámara anterior se encuentra el iris (la parte coloreada


del ojo) y el agujero negro en el centro del iris que se conoce como
la pupila. Los músculos del iris dilatan (expanden) o contraen
(estrechan) la pupila para controlar la cantidad de luz que llega a la
parte posterior del ojo.
Justo detrás de la pupila está el cristalino. El cristalino enfoca la luz
hacia la parte posterior del ojo. El cristalino cambia de forma para
ayudar al ojo a enfocar los objetos que están cerca. Unas pequeñas
fibras llamadas zónulas adheridas a la cápsula que sostiene el
cristalino, lo mantienen suspendido de la pared ocular.
Entre el cristalino y la parte posterior del ojo se encuentra la cavidad
vítrea. Esta cavidad contiene una sustancia gelatinosa conocida
como humor vítreo, que nutre el interior del ojo y ayuda a mantener
su forma.
La luz enfocada hacia el interior del ojo por la córnea y el cristalino
pasa a través del vítreo hacia la superficie de la retina — el tejido
sensible a la luz que se encuentra en la parte posterior del ojo.
Un área minúscula pero muy especializada de la retina, conocida
como la mácula, es la responsable de darnos una visión central
detallada. La otra parte de la retina, la retina periférica, nos da la
visión periférica (o visión lateral).

La retina tiene células especiales llamadas fotorreceptores. Estas


células cambian de luz en energía que se trasmite al cerebro. Hay
dos tipos de fotorreceptores: los bastoncillos y los conos. Los
bastoncillos perciben el negro y el blanco y permiten la visión
nocturna. Los conos perciben los colores y permiten la visión central
(visión detallada).
La retina envía la luz en forma de impulsos eléctricos al cerebro a
través del nervio óptico. El nervio óptico se compone de millones de
fibras nerviosas que trasmiten estos impulsos a la corteza visual —
la parte del cerebro responsable de la visión.

La presión ocular

La presión ocular — llamada también presión intraocular o PIO —


es la presión del líquido que se encuentra dentro del ojo. Medir esa
presión es como medir la presión arterial.
El ojo tiene una sustancia gelatinosa conocida como humor
vítreo que llena la mayor parte del segmento posterior del ojo. Otro
líquido, más acuoso, se conoce como humor acuoso y se encuentra
también dentro del ojo. Gran parte del humor acuoso se encuentra
en el segmento anterior del ojo, detrás de la córnea y frente al iris.
En un ojo sano, una pequeña cantidad de humor acuoso nuevo
entra constantemente al ojo mientras que una cantidad igual de
dicho humor acuoso se drena. La mayoría del humor acuoso sale
del ojo a través del ángulo de drenaje que se encuentra frente
al iris. Esta salida de una cantidad igual de flujo mantiene una
presión estable.

Diagrama del sistema de humor acuso y de ángulo de drenaje del


ojo. La flecha amarilla muestra el flujo del humor acuso que entra y
sale del segmento anterior del ojo en un ojo sano.

¿Cuál es la Presión Ocular Normal?


La presión ocular se mide en milímetro de mercurio, la forma como
se mide la temperatura con un termómetro que utilice mercurio. Por
lo general, la presión normal del ojo se considera entre 10 y 20
milímetros de mercurio (mmHg). Una presión demasiado baja o
demasiado alta puede dañar la visión.
La presión intraocular alta sin ningún otro síntoma se conoce
como hipertensión ocular. Algunos pueden tener hipertensión ocular
sin sufrir ningún daño. Otros pueden perder visión aún si la presión
intraocular está dentro del rango normal.
Cuando alguien tiene glaucoma, la presión ocular daña el nervio
óptico. El daño permanente disminuye la visión. Si no se trata el
glaucoma puede llevar a pérdida total de la visión.

¿Qué problemas puede ocasionar la tensión ocular alta?

La tensión ocular alta puede ocasionar serios problemas en la


vista. De hecho, se considera un factor de riesgo para el desarrollo
del glaucoma. Esta es una grave patología que puede acabar
produciendo ceguera si no se diagnostica y se trata a tiempo. No
debemos confundirla con la presión arterial alta pues son conceptos
bien distintos.

En concreto, la tensión ocular o presión intraocular (PIO) es la


presión que ejercen los líquidos presentes en el interior del globo
ocular (como, por ejemplo, el humor acuoso) sobre las estructuras
firmes del ojo (córnea, iris, cristalino…) y que contribuyen al
mantenimiento de la forma esférica del globo ocular.

La tensión intraocular se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y


los valores normales deben ser inferiores a 21 mmHg. La tensión
ocular varía a lo largo del día, por este motivo se recomienda
efectuar varias mediciones para descartar un posible caso de
presión ocular elevada.

Además, ciertas personas o pacientes en determinados rangos de


edad pueden tener mayor predisposición a desarrollar una tensión
ocular alta. Así, podemos hablar de los siguientes factores de
riesgo:

 Las personas mayores de 40 años.


 Los que hayan consumido esteroides y corticoides durante un
largo periodo de tiempo.
 En el caso de diabetes, hipertensión arterial elevada o
problemas circulatorios.
 Tener antecedentes de familiares directos con glaucoma.
 Si se han padecido traumatismos o lesiones en los ojos.
 Llevar una mala alimentación.
 Ser fumador.
Tensión ocular alta y glaucoma
Uno de los principales riesgos de la tensión ocular alta es el
glaucoma. Aunque no todo el mundo con la presión elevada
acabará desarrollando esta grave patología ocular, sí que es
innegable que estamos ante un factor de riesgo.

Se estima que la mayor parte de los casos el glaucoma derivan de


una tensión ocular alta que ha pasado inadvertida durante mucho
tiempo y que, por lo tanto, no ha recibido tratamiento.

Lo cierto es que la presión elevada va dañando paulatinamente el


nervio óptico del ojo y cuando éste presenta un importante deterioro
aparece el glaucoma.

¿La presión ocular elevada presenta síntomas?


Desafortunadamente la presión ocular elevada no muestra signos.
De hecho, es posible que una persona no advierta problemas de
visión hasta que el nervio óptico presenta daños irreversibles. Por
este motivo, los expertos recomiendan la realización de exámenes
oftalmológicos periódicos para poder examinar la salud del ojo,
además de la medición de la presión ocular mediante un aparato
conocido como tonómetro de aire. Su funcionamiento es simple: se
dirige una pequeña corriente de aire en dirección a la córnea y
observaremos cuánta presión de aire es precisa para aplanar la
córnea.

A día de hoy está considerada como el método más eficaz, indoloro,


fiable y rápido (menos de 2 minutos) para determinar la presión
ocular.

Glaucoma
Glaucoma de ángulo abierto

El glaucoma es un grupo de afecciones oculares que dañan el


nervio óptico, cuya salud es vital para tener una buena vista. Este
daño a menudo se produce por una presión en el ojo más alta de lo
normal.

El glaucoma es una de las principales causas de ceguera para las


personas mayores de 60 años. Puede producirse a cualquier edad,
pero es más común en adultos mayores.

Muchas formas de glaucoma no presentan signos de advertencia.


El efecto es tan gradual que es posible que no notes un cambio en
la vista hasta que la afección se encuentre en una etapa avanzada.

Dado que no se puede recuperar la pérdida de la vista debido al


glaucoma, es importante realizarse exámenes oculares periódicos
que incluyan mediciones de la presión ocular para poder realizar un
diagnóstico en las etapas iniciales y tratarlo adecuadamente. Si se
detecta el glaucoma en una etapa temprana, la pérdida de la vista
se puede retardar o prevenir. Si padeces la afección, generalmente
necesitarás tratamiento por el resto de su vida.

Los signos y síntomas del glaucoma varían según el tipo y el


estadio de la enfermedad. Por ejemplo:

Glaucoma de ángulo abierto

 Puntos ciegos irregulares en la visión lateral (periférica) o


central, que ocurren con frecuencia en ambos ojos.
 Visión de túnel en las etapas avanzadas
Glaucoma agudo de ángulo cerrado

 Dolor de cabeza intenso


 Dolor ocular
 Náuseas y vómitos
 Visión borrosa
 Halos alrededor de las luces
 Enrojecimiento de los ojos
Si no se trata, el glaucoma causará ceguera a largo plazo. Incluso
con tratamiento, aproximadamente el 15 % de las personas con
glaucoma se quedan ciegas de al menos un ojo dentro del período
de 20 años.

Cuándo debes consultar con un médico

Ve a la sala de emergencias o al consultorio del especialista de la


vista (oftalmólogo) si experimentas algún síntoma de glaucoma de
ángulo cerrado agudo, tales como dolor de cabeza intenso, dolor en
los ojos y visión borrosa.

Causas

El glaucoma es la consecuencia de una lesión en el nervio óptico. A medida


que este nervio se deteriora gradualmente, aparecen puntos ciegos en el
campo visual. Por motivos que los médicos no comprenden en su totalidad,
esta lesión en el nervio suele relacionarse con un aumento de presión en el ojo.

La presión ocular elevada se debe a una acumulación de líquido (humor


acuoso) que circula dentro del ojo. Por lo general, este líquido interno drena a
través de un tejido llamado malla trabecular en el ángulo en el que se juntan el
iris y la córnea. Cuando se produce un exceso de líquido o el sistema de
drenaje no funciona de manera correcta, el líquido no puede salir a su ritmo
normal y aumenta la presión ocular.
El glaucoma suele ser hereditario. Los científicos han identificado, en algunas
personas, genes vinculados con una presión ocular alta y con una lesión en el
nervio óptico.

Entre los tipos de glaucoma se incluyen los siguientes:

Glaucoma de ángulo abierto

El glaucoma de ángulo abierto es la forma más común de la enfermedad. El


ángulo de drenaje formado por la córnea y el iris permanece abierto, pero la
malla trabecular está parcialmente bloqueada. Esto hace que la presión ocular
aumente gradualmente. Esta presión daña el nervio óptico. Sucede tan
lentamente que puedes perder la visión incluso antes de que seas consciente
de que hay un problema.

Glaucoma de ángulo cerrado

El glaucoma de ángulo cerrado, también llamado glaucoma de ángulo estrecho,


se produce cuando el iris sobresale hacia adelante para estrechar o bloquear el
ángulo de drenaje formado por la córnea y el iris. Como consecuencia, el
líquido no puede circular por el ojo y la presión aumenta. Algunas personas
tienen ángulos de drenaje estrechos, lo que las predispone a un gran riesgo de
tener glaucoma de ángulo cerrado.

El glaucoma de ángulo cerrado se puede producir de manera repentina


(glaucoma de ángulo cerrado agudo) o de manera gradual (glaucoma de
ángulo cerrado crónico). El glaucoma de ángulo cerrado agudo es una
emergencia médica.

Glaucoma de tensión normal

En el glaucoma de tensión normal, el nervio óptico se daña a pesar de que la


presión del ojo se encuentra dentro del rango normal. Nadie conoce la causa
exacta. Es posible que tengas un nervio óptico sensible o que llegue menos
sangre al nervio óptico. Esta circulación sanguínea limitada podría ser producto
de la aterosclerosis, la acumulación de depósitos de grasa (placa) en las
arterias, u otras afecciones que dificultan la circulación.

El glaucoma en los niños


Es posible que los bebés o los niños sufran glaucoma. Puede ser congénito o
presentarse durante los primeros años de vida. El daño del nervio óptico puede
producirse por obstrucciones en los drenajes o por un trastorno médico no
diagnosticado.

Glaucoma pigmentario

En el glaucoma pigmentario, los gránulos de pigmento del iris se acumulan en


los canales de drenaje, ralentizando o bloqueando así el líquido que sale del
ojo. En ocasiones, algunas actividades como trotar remueven los gránulos de
pigmento y hacen que se depositen en la malla trabecular, lo cual provoca
aumentos de presión intermitentes.

Factores de riesgo

Dado que las formas crónicas de glaucoma pueden destruir la visión antes de
que los signos y los síntomas sean aparentes, tienes que conocer estos
factores de riesgo:

 Tener presión interna ocular alta (presión intraocular)

 Tener más de 60 años

 Ser afroamericano, asiático o hispano

 Tener antecedentes familiares de glaucoma

 Tener determinadas enfermedades, como diabetes, una enfermedad


cardíaca, presión arterial alta o anemia drepanocítica

 Tener córneas delgadas en el centro

 Tener miopía o hipermetropía extremas

 Haber tenido una lesión en el ojo o ciertos tipos de cirugía ocular

 Tomar corticoesteroides, especialmente gotas oftálmicas, durante un largo


tiempo

Prevención
Estos pasos de cuidado personal pueden ayudarte a detectar el glaucoma en
una etapa temprana, lo que es importante para prevenir la pérdida de la visión
o para disminuir la velocidad de avance.

 Realízate regularmente un examen con dilatación ocular. Realizar con


regularidad un examen completo del ojo puede ayudar a detectar el
glaucoma en una etapa temprana, antes de que ocurra un daño
significativo. Como regla general, American Academy of Ophthalmology
(Academia Americana de Oftalmología) recomienda realizarse un examen
completo del ojo cada 5 a 10 años si tienes menos de 40 años; cada 2 a 4
años si tienes entre 40 y 54 años; cada 1 a 3 años si tienes entre 55 y 64
años; y cada 1 a 2 años si tienes más de 65 años. Si tienes riesgo de
tener glaucoma, necesitarás realizar un análisis para la detección con
mayor frecuencia. Pídele al médico que te recomiende el cronograma de
análisis para la detección que sea adecuado para ti.

 Tienes que conocer los antecedentes médicos oculares de tu


familia. El glaucoma suele heredarse. Si tienes un riesgo mayor,
necesitarás realizar un análisis para la detección con mayor frecuencia.

 Hacer actividad física segura. La actividad física regular y moderada


puede ayudar a prevenir el glaucoma porque reduce la presión ocular.
Habla con el médico sobre un programa de ejercicios adecuado.

 Utiliza con regularidad gotas oftálmicas con prescripción. Las gotas


oftálmicas para el glaucoma pueden reducir significativamente el riesgo de
que la presión ocular alta avance hasta un glaucoma. Para que sean
efectivas, tienes que utilizar con regularidad las gotas oftálmicas prescritas
por el médico, incluso si no tienes síntomas.

 Utiliza protección para los ojos. Las lesiones graves en el ojo pueden
causar glaucoma. Colócate protección para los ojos cuando utilices
herramientas eléctricas o participes en juegos con raqueta de alta
velocidad en canchas cerradas.

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