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Madera Sandoval Erick Armando, Tel. 58625154, Cel 5546524418, Correo.

hiji@live.com.mx.
Todo lo que un qubit nos puede enseñar acerca de mecánica cuántica incluyendo
el principio de superposición, el cambio de estado bajo mediciones, así como el
principio de incertidumbre de Heisenberg.
Hoy vamos a hablar sobre mecánica cuántica, como ya sabes la unidad mínima de
información mínima de información que maneja un ordenador es un bit, su “letra”.
Nosotros hablando combinamos mas de 20 letras para transmitir ideas, un
ordenador utiliza dos. Las puedes llamar como quieras, arriba abajo, blanco negro,
vivo muerto o (como se hace por razones prácticas) cero o uno, el bit nos algo
abstracto, puedes realizarlos en sistemas reales. Cualquier cosa que pueda tomar
dos valores funciona como un bit: poner una pelota en una estantería o en la otra,
poner un punto o una raya en un papel o (como se hace por razones prácticas) dejar
o no pasar una corriente eléctrica. ¿Qué ocurre? Que, tras el descubrimiento del
extraño mundo cuántico, los físicos se han dado cuenta que podría haber una
unidad de información, tal vez mejor para unas cosas.
La idea es pensar que le pasaría a un bit si siguiera las reglas de la mecánica
cuántica. Un bit cuántico; un qubit, ¿Qué tiene de especial las reglas cuánticas?
Primero, aumenta bastante el numero de estados en los que puede estar el qubit.
No solo esta limitado a cero y uno; si no que puede estar en una superposición de
ambos; una mezcla de los dos estados en cualquier proporción. [Imagen 1]
En representación cuanto mas arriba apunte la flecha, más relevante será el estado
cero en la superposición, y cuanto más abajo apunte, más relevante será el uno.
¿Sencillo verdad? Pues no, por las combinaciones también pueden ser negativas.
Literalmente puede haber un estado que sea cero-meno uno. Pero aun no hemos
acabado, por que los coeficientes de estas mezclas también pueden hacerse con
números complejos, lo que aumenta infinitamente las posibilidades
configuracionales de un qubit. Todo este conjunto de estados se puede visualizar
con la Esfera de Bloch [imagen 2]
En la actualidad podemos encontrar sistemas físicos que se comporten como qubits.
Por ejemplo. La polarización de un fotón, el spin de una partícula, la posición de un
átomo atrapado en un potencial de doble pozo o el estado de un electrón dentro de
un átomo.
Pero tranquilo, no te agobies con las combinaciones complejas y negativas; en esta
esfera se mantiene lo anterior: cuanto mas arriba apunte la flecha mas importante
ser el estado cero y lo contrario para el estado uno. Quédate con eso. Sin embargo,
y a pesar de un qubit puede estar en infinitas superposiciones distintas, observarlas
es complicado. En un qubit, lo único que acabaras midiendo es si esta en el estado
cero o en el uno. En el mundo cuántico, medir es una operación que perturba el
estado inicial y obliga al qubit a alinearse con el eje vertical, Es este alineamiento (o
proyección) lo que acabamos observando.
¿Se alineará apuntando hacia arriba, lo que corresponde a medir el estado cero, o
lo hará hacia abajo, lo que corresponde a medir al estado uno? Si tenemos cien
qubits iguales, y los medimos todos de la misma manera, encontraremos que, de
forma aleatoria, algunas veces obtendremos cero y otras veces uno, pero hay un
patron. Mirando la cantidad de veces que aparecen cero y uno resultas que esta
relacionadas con la orientación de la flecha. Cuanto mas arriba apunta la flecha más
veces aparece el cero, y cuanto mas abajo apunta la flecha mas veces aparece el
uno ¿Te suena? Cuanto mas relevante sea un de los estados en la superposición
mas probable es que lo acabes observando cuando hagas la medida. En concreto,
la probabilidad exacta de medir cada estado es el modulo cuadrado del coeficiente
que le acompaña. Pero, como antes, no te comas la cabeza con esto: lo importante
es que cuanto mas arriba, mas probable es que midas “cero”. De hecho, si la flecha
esta completamente vertical, en el estado cero, siempre que la midas observaras
cero, y lo mismo esta garantizado para el estado uno, En estos dos casos el qubit
se esta comportando como un bit clásico. Pero, si la flecha apunta en cualquier otra
dirección el resultado será completamente aleatorio, impredecible, por mucho que
tengas las probabilidades.
Este comportamiento azaroso, el hecho de que no podamos predecir que va a salir,
no proviene de nuestra falta de información del qubit, o de no tener buenas teorías
o herramientas precisas para medir. Es algo intrínseco al mundo cuántico. De
manera natural, el estado del qubit no esta determinado ni en cero ni en uno, es una
propiedad que esta indefinida, Pero cuando medimos y le obligamos a que nos de
un valor, el qubit cambia, se proyecta en el eje y la superposición en la que estaba
antes se ha perdido. Medir en el mundo cuántico tiene graves consecuencias.
Si esto ya es raro, atento a los siguiente: Hasta ahora nos hemos estado centrando
en un eje de la esfera de Blonch, el eje vertical, el que los físicos suelen llamar el
eje Z. Este eje era nuestra referencia, marcando cual es el estado cero y cual es el
estado cero y cual es el estado uno. Pero nosotros podríamos medir en otro eje, por
ejemplo, el eje horizontal, el eje X. Al igual que antes forzábamos al qubit a
proyectarse en cero o en uno, al medir el eje X le estamos forzando a proyectarse
en el estado que apunta a la derecha o en el estado que apunta a la izquierda.
Cuanto mas inclinada esta la flecha a la derecha más probable será que, si mides
el qubit, lo observes allí, y justo lo contrario para izquierda. En termino de cero y
uno, el estado “derecha” corresponde a sumar equitativamente cero y uno, y el
estado “izquierda” corresponde a restar equitativamente cero y uno. Y esto tiene
consecuencias. [imagen 3]
Imagina que partimos de un estado cualquier que no conocemos y decidiéramos
medir primero en X y luego en Z para intentar dilucidarlo. Lo que vamos a obtener
en primer lugar es un estado horizontal, por ejemplo “derecha”, y ahora sobre este
estado vamos a medir en Z. Pero como el estado derecho es una mezcla perfecta
de cero y uno, tenemos la misma probabilidad de que, al medir en Z, proyectemos
en uno u otro, ¡cincuenta cincuenta! Una vez hemos medido en X, por mucho que
midamos en otros ejes ya no podemos obtener más información del estado inicial.
Pero esto no culpa del eje X.
Piensa detenidamente: en términos de “izquierda” y “derecha” el estado cero es una
suma equitativa de derecha e izquierda y el estado uno es una resta equitativa de
derecha e izquierda. Eso implica que si en vez de primero X y luego Z, lo hacemos
al revés, tendremos el mismo problema: el estado proyectara sobre el eje Z
(supongamos que sale uno) y, como hemos visto estamos delante de una mezcla
perfecta de izquierda y derecha, ¡cincuenta cincuenta otra vez! Además, el estado
final al que llegamos midiendo primero en X y luego en Z no es el mismo que al que
llegamos midiendo primero en Z y luego en X. Esta es una de las cosas mas
peliagudas de la cuántica: de repente el orden de los factores si altera el producto.
Es precisamente esta la semilla que genera un famoso principio.
Piensa en una flecha que esta muy cerca del estado cero. Eso quiere decir que si
ejecuto una medida en Z es muy muy probable que acabe obteniendo cero.
Tenemos bastante certeza de lo que va a pasar, pero si lo en el eje X, las
probabilidades de obtener derecha o izquierda son iguales, por lo que tengo una
incertidumbre casi completa del resultado. El qubit al ganar definición en Z, la pierde
indeterminando se en X. Este es el famoso principio de indeterminación de
Heisenberg y si, lo hemos sacado de un solo qubit. Como pudiste notar los qubits
son radicalmente distintos a los bits clásicos.
Hagamos un resumen. Para empezar un bit solo puede estar en dos estados, un
quibit en infinitos. Segundo, el valor de un bit clásico esta perfectamente definido
antes de que ya lo midas, mientras que el valor de un qubit esta definido antes de
observarlo. Tercero, medir no afecta al estado de un bit clásico, mientras que medir
el estado de un qubit lo destruye. Y cuarto, en un bit clásico solo puedes medir el
valor cero o uno (es decir, el eje Z), mientras que en un qubit puedes medir infinitos
ejes, aunque hay que tener cuidado con el orden en el que haces varias medidas.
Son todas estas diferencias las que hacen que el qubit sea tan interesante para
almacenar, procesar y transmitir información. De hecho, ya se están utilizando para
crear comunicaciones mas seguras en el mundo entero.
Bibliografía.

W. Dür, S. Heusler. (5 Diciembre 2013). What we can learn about quantum physics
from a single qubit. arXiv:1312.1463 [physics.ed-ph], 15 paginas.
[Imagen 1]

[imagen 2]

[imagen 3]

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