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En 1939 se declara la Segunda Guerra Mundial. El dr.

Roberto Ortiz ha asumido en


febrero de 1938 pero su salud se halla quebrantada y apenas logra desempeñarse más
de dos años como presidente. El Panorana social y cultural de la Década Infame persiste.
Algunos intelectuales y políticos se reúnen para defender la “democracia formal” y alertar
sobre el peligro de las actividades nazis en la Argentina.

Ramón Castillo pasa a ejercer interinamente la presidencia. La dirigencia política se halla


en una extrema crisis. El conservadurismo resulta la expresión de un modelo que muere
irreversiblemente. Los aparatos partidarias no son suficientes de contener a Castillo. El
viejo país semicolonial ya no puede sobrevivir . Las tranformaciones sociales que se han
venido produciendo son profundas. En los primeros meses de 1943, en la cercanía de las
elecciones para la renovación presidencial, el presidente Castillo vacila, entre el apoyo
que recibe por parte de algunos coroneles y sus compromisos con las fuerzas
conservadoras. Castillo cede a las presiones partidarias. De esta decisión resulta que el 5
de Junio de 1944-1950. Pero el dia antes las tropas están en la calle. Ante el golpe,
Castillo carece de fuerzas para imponer su autoridad.
Capítulo 32: De Junio de 1943 a Septiembre de 1945

Naturaleza del golpe militar del 4 de Junio de 1943

Periodistas e intelectuales adscriptos al antiperonismo han pretendido instalar, como


verdad indiscutible, el carácter “nazi” del golpe militar del 4 de Junio de 1943, que habría
sido operado por un grupo de coroneles, cohesionados por su admiración a Hitler y
nucleados en el GOU. Sin embargo, esta tesis debe ser desechada, sobre la base de la
documentación existente.

Desde el radicalismo, varios dirigentes declaran su simpatía por el golpe mientras el


Partido Comunista lo caracteriza como “golpe militar reaccionario” que se cruza en el
camino de la “unidad nacional dirigida a derrotar a la reacción oligárquica y pronazi,
abandonando la neutralidad oficial, incorporándose al bloqueo de las Naciones Unidas”.
FORJA, como ya se ha señalado, juzga con serenidad no exenta la esperanza la
constitución de las nuevas autoridades, en cuanto estas surgen de un movimiento que
derroca al régimen.

El viernes 4, los jefes militares acuerdan la designación del General Arturo Rawson como
presidente, quien debería asumir el lunes 7 de Junio, pero este proyecto se frustra. Entre
sábado y domingo crecen las desavenencias: oficiales aliadófilos impugnan a Jose M.
Rosa, mientras, a su vez, oficiales nacionalistas repudian a Horacio Calderón. Rawson,
por su parte, comenta a sus más íntimos amigos que el martes 8 declarara la guerra al
Eje, provocando enormes disgustos. En la madrugada del 7 de Junio, Rawson queda
desplazado. Los sustituye el General Pedro Ramírez.

Este encruzamiento de líneas políticas se expresa, asimismo en las medidas


contradictorias que adopta el gobierno en la primera época de su gestión. Por un lado:
precios máximos, rebaja de alquileres, eliminación de aranceles en los hospitales, castigo
a la usura. Por otro, implantación de la enseñanza religiosa, designación de nacionalistas
de derecha en el gobierno de Tucumán, disolución de la CGT número 2, detención de los
dirigentes gremiales.

Por muerte de Sabá Sueyro, el Gral. Farrell pasa a ocupar la vicepresidencia, dejando
vacante el cargo de Ministro de Guerra que, poco después, ocupa el coronel Perón. Pero
algo llama la atención de algunos altos jefes militares: el nuevo ministro de Guerra
mantiene habituales reuniones con dirigentes gremiales.
¿Quién es el Coronel Perón?

Nacido en la provincia de Buenos Aires en 1893, Perón ingreso al Colegio Militar hacia
1910, ascendiendo normalmente en el escalafón militar. Las inquietudes intelectuales lo
acercaron a los escritos de FORJA. Entre 1939 y 1941, viaja por Europa, regresando con
una concepción acerca del conflicto social que resulta singular para los militares de la
época. En los primeros meses de gobierno militar, Peron convierte la Secretaria de
Guerra en algo parecido a un “Departamento Nacional de trabajo paralelo”. Ante la
perplejidad y desconfianza de sus compañeros de armas, el coronel atiende el reclamo de
trabajadores en conflicto y conversa con gremialistas, apostando su mediación. Estos
primeros contactos se producen especialmente con trabajadores ferroviarios.

Diversas circunstancias conjugan para que Perón estreche su vinculación con ese mundo
laboral. Una de ellas es la designación como presidente del Departamento Nacional del
Trabajo, organismo de escaso relieve hasta esa fecha y, por lo tanto, un destino
despreciado en la oficialidad militar. Otro factor es el convencimiento de Perón acerca del
protagonismo de los trabajadores en la época que se inicia. Y, en tercer lugar, la
defección de la izquierda: el Partido Socialista convertido ya en una agrupación pequeño
burguesa de concepción liberal, preocupada solo por la enseñanza laica, el divorcio, el
librecambio. El Partido Comunista con su concepción del “socialismo de un solo país”.

La Secretaría de Trabajo gana la confianza de los trabajadores. En la noche de 31 de


diciembre, Perón proclama, en un discurso radiofónico: se inicia la era de la política social
argentina.

Argentina acosada por el imperialismo

En el año 1944, la acción del imperialismo norteamericano contra el gobierno argentino


alcanza mayor intensidad. El neutralismo mantenido por el presidente Castillo ya había
provocado hondo malestar en el Departamento de Estado, el cual se expresa, en 1942, en
la suspensión de créditos a bancos argentinos, congelamiento de los bienes de cuarenta y
cuatro empresas argentinas, cortes de créditos al Banco de la Nación Argentina y el
Banco de la Provincia de Buenos Aires y negativa para adquisición de equipos
perforadores de petróleo. A partir del golpe militar, se acentúa esta política discriminatoria:
bloqueo de fondos de ambos bancos, medidas para que desde Estados Unidos si se
realicen ventas a la Argentina, suspensión de todo programa de ayuda para el desarrollo.
En esa época, estalla el “escándalo Hellmuth”. Los ingleses detienen en el Caribe al
cónsul argentino en Barcelona, Hellmuth, quien viaja hacia Alemania para adquirir
armamento y a quien se le encuentra documentación que probaría su carácter de agente
nazi. El grupo del presidente sostiene que no hay otra solución que romper relaciones con
el Eje, el grupo pronazi rechaza esa medida; el grupo de Perón apoya, con reticencias, la
moción del presidente. Finalmente, el 26 de enero, Argentina declara la ruptura de
relaciones con Alemania y Japón. La medida provoca fuerte descontento. Nueve días
después el presidente abandona su cargo. El 25 asume, en reemplazo, el Gral. Farrell.

El grupo de Perón contra el grupo pronazi

Estos cambios ocasionan en la vida interna del Ejército, una fuerte tensión entre el grupo
liderado por Pelinger y un grupo nacional-democrático liderado por Perón. Pero, generan,
además una reacción hostil en el campo internacional. El 29 de febrero, el gobierno de los
Estados Unidos declara que no reconocerá al nuevo gobierno argentino. Mientras, el
coronel Peron arbitra los conflictos obreros, ganando su confianza y solidaridad.

El 10 de Junio, Perón inaugura la Cátedra de Defensa Nacional en la Universidad de La


Plata. Allí plantea que durante la Primera Guerra Mundial se produjo el crecimiento de la
industria Nacional, pero que el gobierno radical, al finalizar la guerra, no adoptó medidas
protectoras, por lo cual la industria se derrumbó. Agrega que esta experiencia nos debe
ayudar a no repetir el mismo error. Este discurso provoca comentarios críticos en las
altas esferas del poder yanqui y el 29 de Junio, Estados Unidos ratifica la interrupción de
relaciones al ordenar al embajador Armour que abandone su cargo. El detonante está en
que Peron es nombrado vicepresidente.

El curso que ha tomado la guerra dificulta la posición neutralista. Los aliados triunfan en
todos los frentes y el derrumbe del Eje parece inevitable. El gobierno de Farrell queda
cada vez más aislado en una América Latina donde prepondera la voluntad del
imperialismo yanqui.

El discurso de Peron en la Bolsa de Comercio


Ante la creciente movilización de los opositores, el coronel Perón probablemente estima
que el gobierno necesita ampliar el consenso que ya ha logrado sobre gran parte de la
sociedad. El 25 de Agosto de 1944, intenta lograr el apoyo empresarial manifestando que
la política que se viene desarrollando persigue mancomunar los intereses de obreros y
empresarios nacionales.

Decidido avance en la cuestión social

Por entonces, se acrecienta, asimismo, la presión imperialista. A su vez, el gobierno de


Farrell continúa avanzando en su política social y de reivindicación del patrimonio
nacional. El 15 de Octubre, Peron lanza el Estatuto del Peón Rural. Este establece un
jornal mínimo, las horas de descanso, prestaciones de carácter alimentario, etc. Poco
después, se sanciona el régimen jubilatorio para empleados de Comercio, circunstancia
que festeja dicho gremio.

En Enero 1945, continúan los avances en materia de legislación social: el día 8 se crean
los tribunales de trabajo y el 24 se extiende a todos los obreros el derecho a vacaciones
pagas.

El Abandono de la neutralidad

Desde la secretaria, el ministerio de Guerra y la vicepresidencia, el coronel Perón ha


logrado consolidar su fuerza aunando los intereses de empresarios nacionales,
trabajadores y oficiales patriotas. Pero, la presión imperialista anglosajona aumenta a
medida que la Gran Guerra ingresa en su etapa final. En la primera quincena de 1945, la
resistencia alemana agoniza. Finalmente, Argentina declara la guerra a Alemania, atento
el carácter de esta de aliada de Japón (Pearl Harbor). La medida es antipática en tanto
quiebre una tradición nacional de neutralidad, pero de esta forma se avienta la posibilidad
de una intervención militar en el país. Esta declaración reanuda las relaciones de
Argentina con Estados Unidos e Inglaterra. El 21 de Mayo de 1945, llega el nuevo
embajador británico Spruille Braden.

Braden, embajador de Estados Unidos

El nuevo diplomático es un hombre de negocios, estrechamente vinculado al grupo


Rockefeller. Sus intereses se ligan a la explotación minera y al petróleo. Ha llegado a la
Argentina dispuesto a derrocar al gobierno militar, e inmediatamente se vincula con los
partidos de la oposición. La vieja oligarquía agropecuaria, con su partido conservador, sus
matutinos prestigiosos, sus jueces y jurisconsultos, sus catedráticos y empleados leales,
ha logrado encolumnar detrás de si amplios sectores de la clase media colonizada que
por su índole “culta y civilizada” están dispuestos a resistir a aquello que juzgan la
“barbarie fascista”. Braden señala que es preciso derrocar al gobierno e implantar una
democracia efectiva a la Argentina. Además, “Peron es un peligros e incontrolable
megalomaniaco”, por lo cual recomienda que la Argentina sea expulsada de las Naciones
Unidas.

La Revolución Rusa en el Colegio Militar

Ante el curso de la situación internacional y la mayor presión de Estados Unidos, el


gobierno militar opta por una política de apertura, para restar todo argumento o
imputación de autoritarismo o de fascismo. Con ese criterio, libera presos políticos y
dispone la modificación del Estatuto de los Partidos Políticos con vistas a las próximas
elecciones.

El proceso se produce el 7 de agosto de 1945, cuando el coronel considera necesario


dirigirse a la oficialidad del Ejército para robustecer su posición. “Si la Revolución
Francesa termino con el gobierno de las aristocracias, la revolución rusa termina con el
gobierno de la burguesía, empieza el gobierno de las masas populares”. Además, Peron
alerta sobre la revolución en marcha. ¿En qué consisten las fuerzas de la
contrarrevolución? En la Bolsa de Comercio, 500 que viven traficando con los que otros
producen; en la Unión Industrial, 12 señores que no han sido jamás industriales y en los
ganaderos, señores que, desde la primera reunión de los ganaderos, viven imponiendo en
el país una dictadura.

A la búsqueda del golpe militar

Finaliza la Segunda Guerra Mundial. El gobierno norteamericano declara que considera a


España y a la Argentina en la categoría de países enemigos y sostiene que “no firmara
tratados con Argentina mientras dure la situación actual”. En esos días, se asiste, en
Buenos Aires, a un verdadero duelo de discursos entre Braden y Perón.

El día 19 se realiza la Marcha de la Constitución y la Libertad. Amplios sectores de la


clase media confluyen con la clase alta, concentrándose frente al Congreso. A la cabeza,
marchan la izquierda y la derecha del viejo país.
En declinación el imperialismo norteamericano se haya decidido a ocupar su lugar en el
sojuzgamiento de la Argentina. La dirigencia política del viejo país semicolonial juega la
carta del embajador Braden. Sobre fines de septiembre, la acción mancomunada de
ambas fuerzas se encuentra ya en condiciones de dar el golpe para acabar con el Coronel
Perón que ha logrado demasiada influencia en los trabajadores. En Octubre se producirán
los hechos decisivos.

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