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Nutrición El humo del tabaco genera una gran cantidad de radicales libres, elementos
La importancia de las químicos que dañan las membranas de la células, llegando a destruir y mutar
proteínas en la salud y su información genética, afectando también las arteriolas de dermis y
la belleza epidermis que compromete la irrigación y nutrición por la sangre. Esta
Bebidas energéticas situación condiciona el surgimiento de enfermedades, el envejecimiento
+ Artículos prematuro de la piel y la destrucción de los tejidos cutáneos del rostro.
Tu Mente
El tabaco lesiona la piel de todo el cuerpo siendo esto más manifiesto en la
Los ojos, ventana de la
cara, porque se suman los efectos de los rayos ultravioletas del sol. En pocas
mente
palabras, el tabaquismo provoca el envejecimiento prematuro en la piel que
El Enamoramiento
acusa más a las mujeres, debido a las características de su piel, que suele ser
+ Artículos
más delicada que la de los hombres.
Intermente
Entre las alteraciones en la piel inducidas por el hábito de fumar contamos:
§ Arrugas prematuras
§ Piel deshidratada y atrófica
§ Cabello reseco y quebradizo
La relación del tabaco con las arrugas se manifiesta con claridad en sujetos de
ambos sexos de más de 30 años y ya entre 40 y 49 años tienen una
probabilidad de arrugas idéntica a la de los no fumadores de 20 o 30 años
más.
§ Alteración de la cicatrización.
El humo del tabaco disminuye la oxigenación de los tejidos y por tanto de la
piel, afectando su nutrición por varios mecanismos:
• La nicotina provoca una disminución de la circulación periférica.
• El monóxido de carbono del humo, compite con el oxígeno por la
hemoglobina, ya que el monóxido de carbono es 200 veces más afín por
la hemoglobina que el oxígeno, restringiendo la capacidad de transporte
de oxígeno por la sangre y la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos
periféricos, así es, provoca intoxicación de la sangre.
• Aumenta la viscosidad de la sangre a través de un incremento de la
agregación de las plaquetas y del número de glóbulos rojos.
§ Alteraciones bucales.
La nicotina afecta directamente a las células del periodonto. Esta puede
almacenarse y luego ser liberada por los fibroblastos, provocándoles cambios
en su morfología, alteraciones en su capacidad de adhesión a la superficie
dentaria y modificaciones en la síntesis de colágeno. Las sustancias citotóxicas
y vasoactivas, incluidas en la nicotina, también producen descenso de la
irrigación gingival y un aumento en la cantidad de placa bacteriana. El
alquitrán es altamente irritante a las mucosas y encías, aumentado el riesgo de
gingivitis. Adicionalmente los dientes se pigmentan, mostrando un color
amarillento parduzco y la boca se percibe con un fuerte olor al cigarrillo. En
algunas personas disminuye el sentido del gusto (y del olfato).
§ Cáncer de labio.
Como factores que influyen también en la degeneración de la piel se puede
destacar el calor producido en los labios por el consumo de cigarrillos o pipa,
que puede producir con el tiempo cáncer de labio por la microagresión
repetida, no solamente por el calor en los labios sino también por la
compresión de la pipa sobre el labio. En estos casos el 80% de los que sufren
cáncer de labio son fumadores y este riesgo se acrecienta cuando al
tabaquismo se agrega la exposición al sol.
§ Cáncer.
Se sabe que el tabaco es un importante factor de riesgo para diferentes
desarrollos de cáncer. Según algunos estudios, sí existe una relación entre el
consumo de tabaco y el carcinoma de células escamosas y melanomas, aunque
el principal factor de riesgo sea la radiación ultravioleta. Los motivos de este
peor pronóstico tras el diagnóstico de melanoma que presentan los pacientes
fumadores no están bien establecidos, pero podrían estar relacionados con los
efectos del consumo de tabaco sobre el sistema inmunitario y la consiguiente
alteración de la inmunovigilancia.
Cabe mencionar que los efectos nocivos del tabaco en la piel y en el organismo
no sólo daña a los fumadores, sino también a los no fumadores, llamados
“fumadores pasivos”, ya que están en contacto directo con el humo del
cigarrillo, el cual emana dos veces más alquitrán y nicotina que lo inhalado por
el fumador.