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Introducción

La anemia se define como una concentración baja de hemoglobina en la sangre.


Se detecta mediante un análisis de laboratorio en el que se descubre un nivel de
hemoglobina en la sangre menor de lo normal. Puede acompañarse de otros
parámetros alterados, como disminución del número de glóbulos rojos, o
disminución del hematocrito, pero no es correcto definirla como disminución
de la cantidad de glóbulos rojos, pues estas células sanguíneas pueden variar
considerablemente en tamaño, en ocasiones el número de glóbulos rojos es
normal y sin embargo existe anemia.
ANEMIA EN PACIENTE EMBARAZADA

La anemia es una de las complicaciones más frecuentes durante el embarazo (la


sufren hasta en el 95% de las mujeres embarazadas) y es causada por un
descenso del hierro por debajo de los valores normales. El hierro es esencial
para la producción de hemoglobina, la proteína que se encuentra en los glóbulos
rojos y que lleva el oxígeno a otras células. Durante el embarazo, la cantidad de
sangre en el cuerpo de la mujer aumenta hasta un 50 por ciento más de lo usual.
Por lo tanto, necesita más hierro con el fin de producir más hemoglobina para
toda esa sangre adicional que se suministrará al bebé y a la placenta.

Normalmente, durante el embarazo aparece una anemia hiperplasia eritroide, y


la masa eritrocítica aumenta. Sin embargo, un aumento desproporcionado en el
volumen plasmático produce hemodilución (hidremia del embarazo): el
hematocrito disminuye del 38 a 45% de las mujeres sanas no embarazadas al
34% en un embarazo único a término y al 30% en un embarazo multifetal a
término. Por lo tanto, durante el embarazo se define la anemia como la presencia
de una hemoglobina < 10 g/dL (Hct < 30%). Si la hemoglobina (Hb) es < 11,5
g/dL al inicio del embarazo, la mujer puede ser tratada profilácticamente,
porque la hemodilución posterior reduce la Hb a < 10 g/dL. A pesar de la
hemodilución, la capacidad de transporte de oxígeno sigue siendo normal
durante todo el embarazo. El Hct normalmente aumenta de inmediato después
del nacimiento.

La anemia aparece en hasta un tercio de las mujeres durante el tercer trimestre.


Las causas más frecuentes son

Deficiencia de hierro

Deficiencia de ácido fólico


Los obstetras, en consulta con un perinatólogo, deben evaluar la anemia en
pacientes embarazadas que son testigos de Jehová (quienes probablemente
rechazarán las transfusiones de sangre) tan pronto como sea posible.

Signos y síntomas

En general, los síntomas tempranos de la anemia son leves o inespecíficos (p.


ej., cansancio, debilidad, mareos, disnea leve durante el ejercicio). Otros signos
y síntomas pueden incluir palidez y, si la anemia es grave, taquicardia o
hipotensión.

La anemia aumenta el riesgo de

Parto pretérmino

Infecciones maternas posparto

CAUSAS

La falta de hierro es la causa más común de la anemia, pero no es la única.


También se puede desarrollar anemia si no se toma la cantidad suficiente de
ácido fólico o vitamina B12, si la mujer pierde mucha sangre, o debido a ciertas
enfermedades o trastornos de la sangre hereditarios como son la anemia
drepanocítica o de células falciformes. También es importante tener en cuenta
que en ocasiones la anemia real es algo menor de lo que marcan las analíticas,
ya que durante el embarazo aumenta la cantidad de líquido en la sangre y se
produce un fenómeno de “hemodilución”. Esto significa que, aunque la
cantidad de hierro y hemoglobina sea normal puede parecer que están algo bajos
en los análisis; es porque están diluidos en una mayor cantidad de líquidos.
Tipos de anemias en el embarazo

Aun así, existen diferentes tipos de anemia que afectan a la embarazada, no


todos igual de problemáticos. Olcina menciona los siguientes:

Anemia fisiológica del embarazo: es frecuente que en el segundo trimestre de


gestación y no requiere tratamiento.

Anemia ferropénica: se da cuando hay una mala absorción del hierro o


depósitos insuficientes. Es la primera causa de déficit nutricional en
embarazadas.

Anemia megaloblástica: es un tipo menos frecuente que se produce por un


déficit de ácido fólico o de vitamina B12, ambas vitaminas implicadas en la
formación de los glóbulos rojos. No se acumulan en el cuerpo, ya que se tratan
de vitaminas hidrosolubles que se eliminan a través de la orina, por lo que es
preciso obtenerlas a través de la dieta o de suplementos de forma continuada.

Diagnóstico

Hemograma completo, seguido de pruebas basadas en el valor del volumen


corpuscular medio (VCM)

El diagnóstico de la anemia comienza con un hemograma completo; en general,


si la mujer tiene anemia, los estudios posteriores se basan en si el volumen
corpuscular medio es bajo (< 79 fL) o alto (> 100 fL):

Para las anemias microcíticas: la evaluación incluye búsqueda de deficiencia de


hierro (ferritina sérica) y de homoglobinopatías (electroforesis de
hemoglobina). Si estos estudios no son diagnósticos y no hay respuesta al
tratamiento empírico, en general se justifica una consulta con un hematólogo.
Para las anemias macrocíticas: la evaluación incluye los niveles de folato sérico
y de B12.

Para la anemia con causas mixtas: se requiere evaluación para ambos tipos.

Tratamiento

Tratamiento para revertir la anemia

Transfusión si se considera necesaria por síntomas severos

El tratamiento de la anemia durante el embarazo está dirigido hacia la reversión


de la anemia (véase abajo).

Con frecuencia, la transfusión está indicada para cualquier anemia si hay


síntomas generales (p. ej., mareos, debilidad, cansancio) o signos y síntomas
cardiopulmonares (p. ej., dispnea, taquicardia, taquipnea); la desición no se basa
en el Hct.

Prevención

Aunque la práctica es controvertida, los suplementos de hierro (en general


sulfato ferroso, 325 mg VO 1 vez/día) se administran de rutina a las mujeres
embarazadas para evitar la depleción de los depósitos de hierro del cuerpo y la
anemia que puede producirse por un sangrado anormal o un embarazo posterior.

Cuidados de Enfermería

La labor de la enfermera es brindar un cuidado al paciente con principios


científicos por lo cual al saber todo lo referente con la anemia se puede realizar
las intervenciones cuando la persona se encuentra hospitalizada como:

Educar al paciente acerca de su patología.


Suministrar oxigeno ya que el nivel de hemoglobina ha bajado y esto quiere
decir que no hay suficiente oxigenación en los tejidos.

Administración de medicamentos como:

Ácido fólico

Sulfato ferroso

Vitamina b 12

explicar los efectos adversos de estos como en el caso específico de le sulfato


ferroso, que ocasiona que haya un cambio en el aspecto de las heces ya que se
cambian su color normal por un negro.

Vigilar el peso corporal diario.

Vigilar la ingesta de líquidos administrados y eliminados

Cuidados con la piel.

Cuidados con la transfusión de sangre si es necesaria.

Por lo tanto, es importante conocer acerca de la anemia y debido a esto en los


siguientes artículos se expone acerca de esta patología y de los tipos más
comunes.

Finalmente, un diagnóstico de Enfermería para esta patología es:

DX: INTOLERANCIA A LA ACTIVIDAD FÍSICA

R/C: déficit de aporte de oxígeno a los tejidos.

M/P:

Fatiga ya que al reducir los niveles de hemoglobina no hay adecuado aporte de


oxígeno.
Conclusión

Los cuidados de Enfermería en pacientes con anemia se centrarán en la


vigilancia del paciente tanto en su aspecto físico como en el seguimiento de la
ingesta apropiada de líquidos. Se administrarán medicamentos como vitamina
B12 o sulfato ferroso para tratar estados carenciales y, si fuera necesario,
también oxígeno. Otro aspecto imprescindible consistirá en mantener
informado al paciente constantemente de la evolución de su enfermedad.

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