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“La importancia de mi función como Asesor Técnico Pedagógico”

La función del Asesor Técnico Pedagógico posee antecedentes


históricos muy importantes, desde la administración de las
supervisiones escolares, hasta nuestros tiempos, en los que radica
principalmente como agente en la mejora de las prácticas educativas
de los docentes y por ende estas acciones tengan impacto en el
proceso de enseñanza y aprendizaje de los alumnos.

Pero el principal cuestionamiento es el siguiente ¿El ATP puede ser un


agente importante en la mejora del sistema educativo?, debido a que
esta figura posee un acercamiento directo a las prácticas educativas
de los docentes que conforman la zona escolar, si es posible que sea
un agente de cambio, ya que observa las prácticas y reorienta aquellas
que no van de acuerdo a los propósitos de los programas de estudio,
también sugiere otros materiales o da orientaciones de cómo se pudo
haber desarrollado la clase.

Pero dicha tarea no es fácil, ya que el asesor irrumpe en la intimidad


de las prácticas de los docentes, por lo cual requiere establecer una
relación de confianza y respeto al profesor que le abre las puertas de
su aula, por ello es importante que ponga en juego sus habilidades
interpersonales, para poder establecer un diálogo pedagógico con los
docentes que visita.

Por otro lado, recordemos que los docentes pueden caer en prácticas
educativas cómodas en las que no implica el desarrollo de situaciones
didácticas o una contextualización de los contenidos, o sin
evaluaciones formativas, es por ello que el asesor debe observar que
elementos carece el docente en su práctica y sugerir la ejecución de
algunas acciones para mejorar el desarrollo de la clase, este trabajo de
observación debe ejecutarse de menara precisa y organizada a través
de instrumentos que permitan la sistematización de los fortalezas y
áreas de oportunidad de los docentes.

Al contar con información de las áreas de oportunidad que hay que


fortalecer en los docentes, el asesor puede disponer de acciones que
permitan alcanzar mejores resultados en la ejecución de ciertas
pautas en la práctica docente, entre las acciones pueden ser talleres
colectivos o de manera más precisa atención directa al docente que
requiere acompañamiento en su labor.

Es importante destacar que la función del asesor debe estar guiada


por un plan de acción en la que dosificará las actividades que realizará
para dar seguimiento a los docentes que requieren mayor apoyo,
recordemos que la función recae en quien más lo necesita, así como lo
hacen los docente con sus alumnos, el asesor deberá centrar su apoyo,
seguimiento y asesoría a los profesores que requieran reencausar su
práctica docente y por ende brindar una mejor atención a los alumnos
que cuenta en su grupo.

Es importante que el docente asesor vaya ganando confianza y diálogo


con los docentes del centro escolar a los que visita, ya que varios de
ellos ven a la figura del asesor como un fiscalizador de las actividades
que no realizan, es necesario que se resalte que la función obtenida
como ATP de promoción fue reconocida a través de un examen de
selección y regida bajo los lineamientos que la administración
correspondiente otorgó, además las propuestas que llevan a cabo
están regidas bajo un documento que orienta la asistencia y apoyo a
las escuelas (SISAEE), vencer la imagen de que el asesor es un docente
que se encuentra detrás de un escritorio representa un reto, debido a
las viejas prácticas por las cuáles seleccionaban a este personal, sin
embargo, es el momento de dar a conocer, lo valioso que puede ser
llevar a cabo la función.

Para concluir resalto esta breve reflexión: hay que dejar a un lado la
fiscalización para dar paso a la asesoría y seguimiento de los docentes
que más lo requieran, haciendo hincapié que la finalidad es mejorar
las prácticas educativas, reorientar las prácticas desde una visión
profunda, favorecerá al empoderamiento docente, hacer que el
docente sea dueño de su propia práctica y que esté en constante
búsqueda, mejora y activo a nuevas propuestas.

Lo anterior no es tarea fácil, pues hay que romper con la cotidianeidad


y comodidad a la que han caído muchos docentes, pues al paso de los
años, ellos adoptan costumbres para disminuir el trabajo, pero la
asesoría tampoco hay que verla como un carga pesada o un doble
trabajo que se les dará a los docentes que se orientarán, debo aclarar
que las sugerencias deberán facilitar su función y deberán estar
insertadas a su práctica para la mejora de los procesos educativas que
se viven día a día en las aulas.

ESCRITO POR: PROFESORA ANELY ISABEL GALINDO ESPINOZA

ATP DE LA ZONA 614 TELESECUNDARIAS ESTATALES

ALTONTONGA; VER

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