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Dilema: El origen del bien y el mal.

Para el cierre de actividades del curso, nos han puesto frente a una situación que
permitiera identificar la capacidad de toma de decisiones y la veracidad con que se
expongan las razones claras y suficientes que respalden la determinación que se
haya tomado: fuimos expuestos a un dilema, con un ejemplo de corrupción de los
más sonados a lo largo de la historia de nuestro país, o más bien de la
humanidad; el cual considero pertinente citar al pie de la letra, para enfocar la
atención al análisis y la conclusión a la que se ha llegado.
“Imagínese que después de unos años ha culminado su carrera universitaria y ha
sido elegido por voto popular como gobernador del departamento donde reside.
Como gobernador se le presenta la oportunidad de firmar un contrato para la
adquisición de unos equipos escolares que tienen un costo de $5.000 cada unidad
y ganarse $100’000.000 con solo cambiar el precio de éstos a $10.000 la unidad.
Usted tiene conocimiento que todos los anteriores gobernadores han hecho lo
mismo durante su mandato y no ha sido atrapado ninguno de ellos debido a sus
influencias políticas; por lo tanto, es improbable que lo atrapen a usted.”
Como es muy notable, con la situación entrega lo que se obtiene es una invitación
directa a infringir la normatividad de ley, la ética moral y profesional, la honestidad
y el respeto por el resto de la ciudadanía, a la cual, se le está perjudicando con
actos vergonzosos, en el caso que se decida optar por aceptar el cambio de
precios de los productos adquiridos con el fin de obtener un beneficio individual sin
importar los medios con que se haga, que es lo que resume la encrucijada.
Teniendo como referencia solo el ejemplo anterior, es imposible imaginar la
cantidad de situaciones similares a las que se expone cada individuo a lo largo de
su vida, por lo tanto, pensar en rastrear las acciones mal ejecutadas es sin duda
imposible de realizar, aunque si es probable de tipificar. No obstante, no se puede
retirar la responsabilidad de diversos factores que permiten estos acontecimientos
y que desde el inicio de los tiempos fue permitido por una parte de sociedad, que
no tomó las medidas necesarias para regular y controlar a la contraparte que
adoptó la corrupción como el camino más corto y con menos pendientes
inclinadas, que los llevara a la satisfacción de sus ambiciones económicas, de
poder y de dominio frete a los demás. Es triste saber, que, a pesar de los
esfuerzos de muchos, la manifestación de inconformidad, el repudio y el
desagrado con que se es visto, se seguirán presentando casos de deshonestidad
a lo largo y ancho del territorio nacional y aunque en otras naciones existen
controles, penas y mejor cultura ciudadana, no para el recorrido corrupto del
proceder de algunas personas. Entonces, ¿será que el hombre no podrá
deshacerse de este mal hábito?
Como respuesta, hemos concluido en la mesa de trabajo que lamentablemente
NO, puesto que la ambición no tendrá fin, para ello siempre estará presente un
dilema que afrontar y no todos iremos por el camino correcto.
Por tanto, las malas decisiones frente a un dilema, han sido por siempre los
principales generadores de violencia de la humanidad, la diferencia de conceptos
morales, actitudes y aplicación de los mismos, han fraccionado la sociedad en
múltiples partes, por esto encontramos un sin número de fuerzas en conflicto al
diferirse unas a otras. En el caso de Colombia, con la implementación de la
dirigencia política unitaria democrática o no, han gestado un portafolio de delitos
que han atropellado al resto de los habitantes, de allí surgen organizaciones
pacíficas y armadas, que fundamentan su origen en un cansancio del maltrato por
parte de unos cuantos, en querer darle un giro total a esta cotidianidad que
permita equilibrar los derechos y deberes de todos los ciudadanos. Para hablar un
poco de ello y analizar sus contextos desde lo legal y los que están o estuvieron
fuera del marco de la ley, también sus resultados e impactos sobre el país,
nombraremos como ejemplos a los dos que consideramos apropiados; el
movimiento gaitanista y el nacimiento y ejercicio de las fuerzas armadas
revolucionarias de Colombia, autoproclamado ejercito del pueblo, FARC EP, de
los cuales analizaremos sus fundamentos para denotar las consecuencias que ha
traído los malos ejercicios de gobernantes para el país, especialmente para
quienes difieren de los mismos. Veamos.
El gaitanimo, dentro del marco legal.
Surgió entre las décadas de los 30 y los 40, con el propósito de transformar la
política en Colombia, basándose en restaurar los valores morales de la nación. Su
mayor interés fue romper el tradicionalismo y permitir una participación más activa
a todos los sectores del pueblo colombiano para dar fin a la oligarquía o también
llamado un “mejor país político”. Jorge Eliecer Gaitán, quien alimentado por su
concepción de la moral afirmaba que los valores y la conducta de cada individuo
es fundamental para alcanzar el bien social en pro de todo colombiano y no de
unos cuantos. Esto generó un temor absoluto en los políticos corruptos de la
época, pues su afán por mantener los valores en un contexto de analfabetismo a
la ciudadanía, lo cual permitía que la mayoría actuaran por consecuente y no por
su consciente estaría por terminar. Pues es más fácil manipular un pueblo
abrumado por la ignorancia que discutirle a una sociedad con conocimiento de
causa.
Como fue mencionado por Herbert Braun Jorge Eliécer Gaitán y la modernidad,
en: Revista Credencial Historia, edición 96, Bogotá diciembre 1997, pp. 12-15,
Gaitán fue el primer y único político en Colombia que para la época, trajo a la luz
pública la realidad de la vida privada de los individuos nacionales, lo cual permitió
conocer la verdad que evidenciaba las condiciones de pobreza, la carencia de
alimentación, el analfabetismo, las malas condiciones respecto a la salud, entre
otras dificultades en que se estaba inmerso en su momento.
Gaitán desencadenó una serie de manifestaciones públicas en las principales
plazas del país, en las que se realizaban exigencias puntuales y directas al
entonces presidente de Colombia Mariano Ospina Pérez, a quien le solicitaba un
alto ya, en las malas prácticas directivas de la nación que no satisfacía los
derechos de todos los colombianos. Y fue así, hasta su muerte el 9 de abril de
1948, desencadenando el “Bogotazo”, aunque aún se discute si su asesino Juan
Roa Sierra actuó solo o por orden de quienes se oponían a su política basada en
la cultura moral del país.
Ahora miremos un contexto y estrategia diferente de hacer resistencia las
actuaciones gobernadoras.
Las FARC, al margen de la ley.
Las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, se fundan en el año de 1964,
en Marquetalia al sur del departamento del Tolima, tras un ataque del ejército al
bombardear a los campesinos liberales que tenían el control de la zona para la
época, ya que los liberales se habían armado para hacer frente a las fuerzas
conservadoras y no entregaron sus armas en la amnistía concedida por el
gobierno de general Rojas Pinilla. Pero todo comienza mucho tiempo antes en la
década de los 20, cuando se fortaleció la disputa por las tierras entre campesinos
y hacendados, estos segundos, apoyados por el gobierno, que suministraba las
herramientas para que fueran los burgueses quienes se adueñaran de las grandes
extensiones de tierra, obligando entonces a los campesinos a trabajar para ellos
bajo su dominio y condiciones, de tal forma que no tenían la oportunidad de
desarrollo propio, lo que dio inicio a los nuevos desplazamientos forzados.
Inicialmente la prioridad con que surge las FARC fue entonces influida por la
exigencia de una redistribución agraria que fuese equitativa, para lo cual se adoptó
la premisa de hacer uso de la combinación de todas las formas de lucha
disponibles para alcanzar su objetivo. Para los años de los 70, su pie de fuerza era
muy reducido, pues se tendría entonces unos 200 hombres, no fue hasta la época
de los 80 cuando con la aparición del narcotráfico, que tuvo un crecimiento
exponencial que sumo sus 48 frentes en el territorio del país, con un ejército de
miles de hombres con el armamento y logística suficiente para ejecutar ejercicios
militares importantes. Quizás perdió el enfoque original al verse haberse
permeado por otros delitos graves como fuente de financiamiento, terminando a si
su lucha frontal en busca de la igualdad social como su consigna principal, para
convertirse en su máxima prioridad la supervivencia misma y búsqueda de mitigar
las sanciones penales a las que fueran expuestas, también identificaron el mejor
camino a la negociación del conflicto y participación política directa.
Una vez expuesto el contenido anterior, es preciso agregar una nota aclarativa
como conclusión de lo percibido, que consiste en lo evidente de los dos casos
mencionados y en los cuales nos ahondamos un poco es sus filosofías, pues
están anudadas fuertemente por sus mismos propósitos, que no es diferente que
la búsqueda por el favorecimiento de la población en general y rechazando
simultáneamente las prácticas de favorecimiento individual sin medir las
consecuencias que acarrea para las mal llamadas clases bajas. Por lo tanto, es
una prueba tangible de que a lo largo del aparecimiento de las monarquías existe
unas contras ponencia a sus decisiones y acciones tomadas por los dirigentes
hambrientos de riqueza.
Más allá de las conductas particulares, se encuentra una conducta macro social
que no ha sido trasparente e impide vivir en comunidad equitativa y respetuosa de
derechos y valores de nuestro prójimo, entonces se diagnostica como una
sociedad culturalmente enferma que hereda y adopta las malas conductas como
un paisaje normal para su desarrollo de la vida misma en su actividad cotidiana.
Visto, analizado, comentado y concluido lo anterior, es el momento de dar una
respuesta al interrogante arrogado en el dilema citado y resaltado en el párrafo
numero dos (2) del presente documento; al cual en consenso de la mesa de
trabajo de adjudicamos un rotundo NO, puesto que, es este tipo de decisiones que
permiten hacer la diferencia ante la clase social que ven en ella la solución a sus
problemas, una oportunidad de aumentar su capital y como común denominador:
Ganar mucho haciendo poco y pisoteando los derechos de los demás, “pues el fin
no justifica los medios”.
Unidos a miles de colombianos o, mejor dicho, a millones de personas que
queremos un cambio radical de la consciencia burocrática que tanto ha hecho
daño, por una dirigencia político social digna de valores culturales eficiente y
capaz de buscar el beneficio general de la nación, capaz de trabajar en equipo y
permitiendo la participación política administrativa sin importar a qué partido
político represente, de que parte del país venga, a que raza pertenece y mucho
menos que se fije en las clases sociales como referencia para admitir la
participación equitativa. A esto es a lo que debemos apuntar todos sin esperar
quien dé el primer paso, pues ese inicio lo estamos dando diciendo no a la
corrupción con hechos honestos que contribuya a una mejor calidad de vida y
desarrollo de toda comunidad existente.
La sociología política, ha sido muy clara en traer ante la opinión publica el
comportamiento individual y grupal de las personas que administran las riendas
del país, tipificando diversos factores de la problemática en la que estamos
involucrados, para de esta manera sea más fácil focalizar las deficiencias de los
sistemas creadas por el mismo hombre y una vez identificadas se usen las
herramientas apropiadas para contrarrestarlas, mitigando entonces las
consecuencias a raíz de las malas prácticas y la permisiva actitud del resto de la
sociedad que mira congelados antes las circunstancias.
Es pertinente anotar que el auge de las redes sociales, la disminución del
alfabetismo político participativo, ya se generando una cultura más crítica y que al
mismo tiempo pide cada vez más resultados a las denuncias establecidas ante el
poder judicial. A lo anterior satisface sumarle la vinculación de las entidades
educativas que empiezan a desarrollar temáticas que conllevan al análisis y
conocimiento al respecto, encaminan a los jóvenes y a los adultos que desean
participar a implementar metodologías y procedimientos que faciliten y permitan
una toma de decisiones más asertivos ante situaciones propias y colectivas.
Estamos en un proceso de identificación, que permite desaprender los
comportamientos impropios heredados de nuestros antecesores, que en su
momento gozaban de tranquilidad al no tener una masa lo suficientemente
fortalecida capaz de rechazar frontalmente sus actitudes arraigadas, será un
proceso largo sin lugar a dudas, pero la educación masiva, la participación, la
manifestación, las nuevas ideas, son el inicio del giro radical que en algún
momento deberá dar la mentalidad de quienes llenos pero no satisfechos, quieren
seguir manipulando las leyes y desconociendo el derecho a la igualdad y a una
vida digna para todo colombiano o persona que viva en cualquier parte del
territorio nacional

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