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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE LOS ANDES

FACULTAD DE INGENIERÍA CIVIL


ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA CIVIL

EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
El conocimiento científico no necesita justificación
sino validación y demostración. "Lo que nos hace
pensar" (1998), Jean-Pierre Changeux

CONOCIMIENTO
Conocer es una actividad por medio de la cual el hombre adquiere certeza de la
realidad, y que se manifiesta como un conjunto de representaciones sobre las cuales
tenemos certeza de que son verdaderas.

Según Díaz, J (2004). «Conocimiento significa entonces apropiarnos de las


propiedades y relaciones de las cosas, entender lo que son y lo que no son».

Conocer es enfrentar la realidad; todo conocimiento es forzosamente una relación en


la cual aparecen dos elementos relacionados entre sí; uno cognoscente, llamado
sujeto, y otro conocido, llamado objeto. Esta relación implica una actividad en el
sujeto, la cual es la de aprehender el objeto, y la del objeto es simplemente de ser
aprehendido por el sujeto.

El Diccionario filosófico de Rosental & Iudin (1973), acorde al Materialismo dialéctico,


define al conocimiento como «el proceso en virtud del cual la realidad se refleja y
reproduce en el pensamiento humano; dicho proceso está condicionado por las leyes
del devenir social y se halla indisolublemente unido a la actividad práctica».
Representación
mental

El conocimiento presenta
tres elementos principales:
el sujeto, la imagen y el
objeto. Visto por el lado del
sujeto, el fenómeno del
conocimiento se acerca a la
esfera psicológica; por la
imagen con la lógica y por el
objeto con la ontología.
cognocible Cognocente

Es, pues, el sujeto quien determina la relación con el objeto, y por tanto determina
esa actividad de conocer y puede entrar en relación con el objeto de diferentes
maneras, lo cual hace que la actividad de conocer fluctúe entre el conocimiento
vulgar y el conocimiento científico.

Bien podríamos decir que el conocimiento vulgar me lleva a ver el objeto, a


entenderlo sin más, pero el conocimiento me lleva a ver en la realidad lo que otros
no han visto, va más allá del simple ver; por tanto, el conocimiento científico se apoya
en el método científico y la investigación.

El hombre de ciencia busca que su conocimiento sea más que el simple ver del
hombre de la calle; por ello logra con su conocimiento diferentes interpretaciones de
la realidad, y entre más profundo sea su conocer más puede lograr modificar la
realidad.
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CONOCIMIENTO

VULGAR CIENTÍFICO
El conocimiento científico es una de las formas que tiene el hombre para otorgarle
un significado con sentido a la realidad.

En el siguiente esquema se presenta lo que sería la función de conocimiento científico


en el sujeto u hombre de ciencia:

CONOCIMIENTO

MODIFICA

LA REALIDAD
El esquema anterior nos indica cómo el hombre de ciencia, a medida que busca el
sentido de la realidad y presenta sus explicaciones, logra que a partir de ellas se
cambie el conocimiento que se tiene de la realidad y, al lograrlo, diremos
analógicamente que se cambia la realidad.
Cuando analizamos qué hace el hombre de ciencia para llegar a interpretarlos
fenómenos de la realidad, nos encontramos que su forma de producir su
conocimiento es como sigue:

CONOCIMIENTO R
E
OBSERVA A
L
DESCUBRE I
EXPLICA D
A
PREDICE D

CONOCIMIENTO SISTEMÁTICO DE LA REALIDAD


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El esquema anterior, que maneja el hombre de ciencia, lo aplica muchas veces el


hombre de la calle, pero la diferencia radica en que éste no lo hace en forma
sistemática y no tiene conciencia de ello, por lo que no espera un resultado que él
pueda controlar conscientemente.

Observe el siguiente esquema sobre el conocimiento, extraiga una


definición.

El conocimiento es un elemento que se utiliza diariamente. La forma en que los


hombres manejan las cosas del entorno es muestra del conocimiento que tienen de
él, desde las cuestiones más simples hasta las más complejas. El conocimiento no es
todo igual, sino que (desde un punto de vista lógico) se clasifica en conocimiento
común o vulgar, el científico y el filosófico.
El conocimiento común es el que se emplea en la vida diaria, deriva de la experiencia
de la persona que lo utiliza, se revela a través de los sentidos. Torré menciona que las
características de este tipo de conocimiento son: que es incierto, superficial y
desordenado (o no metódico).
El filosófico es un conocimiento que parte de concepciones del ser humano y del
universo. Según Torré este tipo de conocimiento tiene como caracteres la autonomía
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(porque no se basa en supuestos como el científico), la filosofía también se examina


a sí misma; y ser pantónomo porque abarca lo esencial de todos los objetos.
El conocimiento científico es el más importante de todos, se basa en un sistema que
desarrolla los postulados o teorías que el conocimiento expone. Según Torré posee
los siguientes caracteres: es cierto porque explora la realidad tal cual es y no como la
percibimos (como el vulgar). Es explicado y fundamentado: es característica de este
tipo de conocimiento el poseer un método para comprobar sus afirmaciones.
Además, es sistemático, en el sentido de sistema, es decir de “saber jerarquizado y
ordenado según principios”. Por último, es de sentido limitado porque cada ciencia
tiene su propio objeto de estudio, y dentro de este objeto o ámbito de estudio puede
ensayar afirmaciones de validez universal (por ejemplo: “los metales se dilatan con el
calor”), es decir válidos en todo el universo, pero dentro de la Ciencia que lo estudia.
Para abordar con provecho el estudio de la metodología científica es necesario
situarse, previamente, en el contexto en que ésta adquiere su sentido. La
metodología, no es realmente una ciencia, sino un instrumento dirigido a validar y a
hacer más eficiente la investigación científica. Esta, a su vez, es la actividad que
alimenta un singular tipo de conocimiento, la ciencia.

El conocimiento como problema


En nuestra vida cotidiana, en el trabajo, los estudios o la constante interacción social,
adquirimos y utilizamos una inmensa cantidad de conocimientos, tan variados como
el universo mismo: sabemos cuál es la llave que abre la puerta de nuestra casa y cómo
cambia el semblante de la persona que amamos, aprendemos cuantos electrones
orbitan en un átomo de helio o la fecha en que fue fundada nuestra ciudad. El
conocimiento se nos presenta como algo casi natural, que vamos obteniendo con
mayor o menor esfuerzo a lo largo de nuestra vida, como algo que normalmente
aceptamos sin discusión, especialmente cuando lo adquirimos en la escuela o a través
de medios escritos de comunicación.

Pero en algunas ocasiones, o con respecto a ciertos conocimientos, percibimos que


las cosas no son tan simples, que hay afirmaciones discutibles o sencillamente falsas.
Encontramos que, en una conversación cualquiera o en una polémica determinada,
hay aseveraciones que tienen diverso valor, que son más o menos confiables que
otras y que dicho valor depende en buena medida del modo en que se ha llegado
hasta ellas. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando descubrimos que una persona
relata hechos que no ha tenido ocasión de comprobar o cuando comprendemos que
se han sacado inadvertidamente conclusiones erradas, ya sea por haberse
confundido los términos de un problema o por basarse en datos incompletos,
aproximados o directamente equivocados.

Si reflexionamos sobre estos casos encontraremos que es posible hacerse una


pregunta, una pregunta tal que cambia por completo nuestra actitud ante los
conocimientos que tenemos: ¿Cómo sabemos lo que sabemos? ¿Podemos inquirir?
¿En qué nos basamos para afirmar o para aceptar una determinada afirmación?
¿Cómo sostener que algo es verdad?, por ejemplo, si no hemos podido comprobarlo
directa y personalmente, ¿o si tenemos sólo una información parcial al respecto? Y
más todavía, aun cuando nuestros sentidos parezcan indicarnos claramente una
respuesta ¿podremos siempre estar seguros de lo que vemos, oímos y sentimos?
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Tipos de conocimientos.
A. Conocimiento Común – vulgar - empírico
Empírico en la Antigüedad clásica, tanto para los griegos como para los romanos,
se refiere a médicos, arquitectos, artistas y artesanos en general, que consiguen sus
habilidades de la experiencia dirigida hacia lo útil y técnico, en contraposición al
conocimiento teórico concebido como contemplación de la verdad al margen de
cualquier utilidad.
El conocimiento empírico se desprende de la experiencia y a través de los sentidos.
Es el conocimiento que le permite al hombre interactuar con su ambiente; es
generacional, sin un razonamiento elaborado, ni una crítica al procedimiento de
obtención ni a las fuentes de información. El conocimiento encuentra su validez
en su relación con la experiencia; significa que la experiencia es la base de todos
los conocimientos no solo en cuanto a su origen sino también en cuanto a los
contenidos del mismo.

Los conceptos empíricos son imprecisos e inciertos, se producen por ideas


preconcebidas, tienden a aceptar explicaciones metafísicas y son dogmáticos. Sin
embargo, el conocimiento empírico sirve de base al conocimiento científico al
extraerse con método de la realidad, o sea, el empirismo justifica la posibilidad de
la validez de las teorías a través del experimento.

B. Conocimiento científico
El conocimiento científico es conocimiento probado... Las teorías científicas se
derivan de los hechos de la experiencia adquirida mediante la observación y la
experimentación.... La ciencia se basa en lo que podemos ver, oír, tocar... El
conocimiento científico es conocimiento fiable porque es objetivamente probado.

Se denomina ciencia a aquel conocimiento de las diferentes dimensiones de la


realidad que se distingue por ser racional, sistemático y por brindar pruebas de
aquello que intenta explicar. Por medio de la investigación científica el ser humano
procura una reconstrucción conceptual del mundo cada vez más amplia, profunda
y exacta (Bunge, 1980).

“Es el conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente


falible” (Bunge, 1974)

El conocimiento empírico se convierte en científico al extraerlo de la realidad con


métodos y herramientas precisas. Se integra en un sistema de conceptos, teorías y
leyes. El conocimiento científico rebasa los hechos empíricos. Puede generalizarse.
Puede pronosticarse. El conocimiento científico resiste la confrontación con la
realidad, descarta explicaciones metafísicas y, utiliza fuentes de primera mano.
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Según señala Klimovsky (1994), para algunos epistemólogos lo que resulta


característico del conocimiento que brinda la ciencia es el llamado método
científico, es decir, el procedimiento (o el conjunto de ellos) que nos permite
obtener dicho conocimiento y al mismo justificarlo; en otras palabras, dar pruebas
acerca de su validez.

Una de las áreas más importantes del campo científico lo representa la


epistemología. Dicha disciplina remite al estudio de los problemas propios del
conocimiento científico, tales como las circunstancias históricas, psicológicas y
sociológicas que inciden en su producción y los criterios por los cuales se lo justifica
o invalida. La epistemología constituye entonces el estudio de las condiciones de
producción y validación del conocimiento científico (Klimovsky, 1994).
Entre las características del conocimiento científico cabe destacar las siguientes:

 El conocimiento científico no es exacto. Probablemente no exista un


conocimiento exacto en sentido absoluto, la exactitud es una meta de la
ciencia, pero posiblemente no se podrá alcanzar. Los científicos en un
determinado momento elaboran una serie de predicciones, pero siempre hay
una cierta incertidumbre. Lo que podemos sostener es que posiblemente las
leyes que dominan la naturaleza son exactas, pero no nuestro conocimiento
sobre ellas. Relacionado con esto, el conocimiento científico no es infalible y
sólo podremos mantenerlo siempre que no aparezca una prueba empírica que
lo contradiga.

 El conocimiento científico es fragmentario. Debe basarse en pruebas empíricas


públicas y verificables. De este modo, es normal que un conocimiento cuente
con importantes lagunas, fundamentalmente en sus primeras etapas de
desarrollo. Hay que tener muy claro lo que es especulativo y lo que es científico.

 Es acumulativo. Cuando muere un científico, los procedimientos, las técnicas


de estudio que ha utilizado, etc, no mueren con él, sino que permanecen -éste
es el único conocimiento que posee esta característica-. Como resultado de ello,
el científico debe cumplir un requisito; cuando estudie un determinado
fenómeno debe analizar todo lo que se ha escrito sobre ese fenómeno y debe
integrar los datos nuevos con los ya existentes.

 Es positivo. Significa que los datos obtenidos de una manera controlada son
siempre buenos datos, aunque vallan en contra de las hipótesis de algún
científico. Por ello se dice que no existen experimentos fracasados.

 Los datos del conocimiento son independientes del propósito por los que
fueron estudiados y obtenidos. Ningún buen fin justifica cualquier dato. En
relación a esto, los datos

C. Conocimiento filosófico.
El conocimiento filosófico, es una peculiar forma de saber: el que es racional,
sistemático y crítico. El ser humano observa lo que le rodea, maravillado y
extrañado, pero por primera vez convencido de la existencia de una explicación
racional común a todos los hombres capaz de desvelar el orden y el sentido oculto
de todo ello. Se abandonan las explicaciones mitológicas de la realidad y se
sustituyen por una explicación propiamente filosófica.
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La filosofía se puede considerar una actividad natural al ser humano, pues todo el
mundo se pregunta por las cuestiones más importantes del mundo y del hombre.
Pero definir en qué consiste la filosofía es un auténtico problema, puesto que
todavía no se ha conseguido una respuesta única y satisfactoria.

Las principales características de la actitud filosófica y las que hacen que la filosofía
siga teniendo el mismo valor y actualidad que tuvo en la cultura griega:

1. Práctica. Si en muchos casos la filosofía presenta un alto grado de abstracción,


su interés es, casi siempre, orientar en la vida. Por eso se ha dicho que es un
arte de vivir y que, si no sirve para la vida, no sirve para nada. Como todos
queremos acertar en nuestro modo de vivir, y evitar el sinsentido y la desgracia,
necesitamos un saber que no dé nada por supuesto y que nos pueda orientar
y conducir a tierra firme.
2. Problematizadora. El valor de la filosofía no reside tanto en las respuestas que
proporciona, sino en las preguntas que formula. La filosofía cuestiona muchas
de nuestras intuiciones básicas (el significado de verdad, la posibilidad de
conocimiento...)
3. Crítica. Supone una investigación radical, pues ataca los temas de raíz sin dar
nada por supuesto. La filosofía cuestiona todo lo que tiene alguna pretensión
de conocimiento. Intenta descubrir errores, falacias y manipulaciones
ideológicas. Todo ello porque la filosofía persigue la emancipación del género
humano de cualquier subyugación cultural, política o, incluso, científica.
4. Clarificadora. Muchos problemas se deben a confusiones creadas por una
comprensión deficiente del lenguaje. Para autores como Wittgenstein, su
objetivo es liberador, pues muchos errores conceptuales nos atrapan sin que
veamos la forma de salir de ellos. «Nos atrapan como a una mosca en una
botella» (W.). El valor y función de la filosofía será ayudarnos a salir de ella.
5. Universalista e interdisciplinaria. No se limita a un cierto ámbito, sino que trata
de abarcar toda la realidad. La filosofía sirve, además, para establecer uniones
entre distintas ciencias, entre ciencia y vida cotidiana, entre ciencia y la ética.

Referencia Bibliográfica
Bunge, Mario (1980). La ciencia. Su método. Su filosofía. Buenos Aires, Ediciones Siglo
Veinte.
Klimovsky, Gregorio (1994). Las desventuras del conocimiento científico. Una
introducción a la epistemología. Buenos Aires, A-Z editora.
Tamayo y Tamayo, Mario (2003) El proceso de la Investigación Científica. Editorial
Lumusa. México DF.
Márquez, Omar (2000). El proceso de la investigación en las Ciencias Sociales. Barinas,
Venezuela. UNELLEZ.

Dr. Marco Antonio Ibarra Contreras


UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE LOS ANDES
DOCENTE DE INVESTIGACIÓN

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