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de Arte Sonoro
“Mundos Sonoros: cruces,
circulaciones, experiencias”
Ponencias
13 y 14 de septiembre de 2018
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Raúl Minsburg
En sintonía con el creciente interés que el Arte Sonoro viene teniendo en América
Latina en los últimos años –que, más allá de lo académico, vincula nuevas prácticas,
estudios y discursos–, el 13 y 14 de septiembre de 2018 se realizó el I Simposio
Internacional de Arte Sonoro “Mundos Sonoros: cruces, circulaciones, experiencias”
(https://artesonoro.untref.edu.ar/). Organizado por la Universidad Nacional de Tres de
Febrero, en donde además se anunció el lanzamiento de la Especialización en Arte
Sonoro http://untref.edu.ar/posgrado/especializacion-en-arte-sonoro, el Simposio abrió
un espacio para el estudio integral del sonido, un objeto múltiple y complejo pensado
como un elemento en sí mismo y, a la vez, en relación con sus formas de
funcionamiento a partir de cruces multidisciplinares del arte con distintos campos. El
evento reunió a sesenta expositores –investigadores, docentes, artistas y estudiantes de
Uruguay, Chile, Perú, Brasil, Colombia, México e Inglaterra– y a una cantidad
sorprendente de público que asistió para escuchar las presentaciones.
Hace más de cuarenta años, Jacques Attali comenzaba su célebre ensayo Ruidos con una
idea que marcó la reflexión sobre lo sonoro hasta hoy: “El mundo no se mira, se oye,
No se lee, se escucha”. ¿Qué quiere decir escuchar el mundo? ¿Cuáles son los múltiples
e infinitos sonidos que este produce? ¿Qué tipo de informaciones nos dan? ¿Qué
sensaciones generan? ¿Qué afectos movilizan? ¿Cómo aprendemos a escuchar,
reconocer, percibir e interpretar esos sonidos? Difícil de encasillar, el arte sonoro
problematiza el vínculo de la sociedad y la cultura con el sonido, así como los modos de
escucha. Desde perspectivas históricas, geolocalizadas, o propuestas que abordaron el
sonido como un elemento central en la construcción de la memoria hasta aquellas que
indagan más puntualmente en la relación con la tecnología, la convocatoria del evento
giró en torno a una serie de ejes como “Paisaje, territorio y comunidad”, “Arte Sonoro
en Latinoamérica”, “Representación, transcripción y sonificación”, “Luthería
electrónica y Tiempo Real”, “Percepción y escucha”, “Imagen, gesto y sonido” y “Arte
sonoro, género y sexualidades”.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
ÍNDICE
Palabras preliminares
7. Listening to Place
Pete Stollery
12. Making it heard: el arte sonoro brasileño y el archivo como herramienta de investigación
Rui Chavez / Fernando Iazzeta
15. El giro sonoro en la práctica artística argentina de fines del siglo XX.
Ciclo Experimenta 97 en Buenos Aires
Camila Juárez / Julio Lamilla
1
Simposio Arte Sonoro
Percepción y escucha
23. Percepción enactiva y lenguaje sonoro. Diseño y aplicación de sonomontajes
en experiencias educativas
Nilda Elena Brizuela / Fabián Luis Giusiano
2
Paisaje, territorio y comunidad
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Victoria Polti
Resumen
Introducción
El abordaje del espacio sonoro 1 nos permite dar cuenta de las formas sensibles que
adquieren las prácticas sociales de los sujetos en su vida cotidiana y de las
interpretaciones sobre las expresiones culturales urbanas. El sonido incide en la
representación del espacio, ya que contribuye a la lectura, organización e interpretación
del lugar. De esta manera, el espacio configura y es configurado por los significados
que los sujetos le asignan, estableciéndose conexiones múltiples, no solo físicas sino
también sociales, culturales y económicas (Lynch, 1976 en Carles, 1991). Estos
significados e interpretaciones del espacio urbano están en la base de lo que podríamos
denominar identidad sonora de un lugar, es decir, aquello que define la relación entre el
sujeto y los sonidos de estos espacios (Carles, 1997).
1
He definido espacio sonoro como el conjunto de prácticas, discursos y acontecimientos sonoros que
expresan las formas sensibles de la vida cotidiana en contextos determinados. A través de la escucha, los
sujetos actualizan este espacio sonoro, construyendo y reconstruyendo su memoria e identidad (Polti,
2011).
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Pero el sonido posee además un carácter evocador que hace posible que nos situemos o
establezcamos referencias de manera contextuada. Según Steven Feld, “la escucha y la
producción de sonidos son competencias corporeizadas que sitúan a los actores sociales
y su posibilidad de agencia en mundos históricos concretos” (Feld, 1984).
Algunos antecedentes
Según Gustavo Basso (2006) la categoría sonido es usada en el lenguaje cotidiano para
denotar dos cosas diferentes: la onda física que se propaga por el aire y la percepción de
esa onda. Según este autor, en el lenguaje científico –acústica– esta ambigüedad se
resuelve llamando señal acústica a la primera y sonido propiamente dicho a la segunda.
Cuando decimos que los sonidos son percibidos, muchas veces nos referimos a los
sentidos. Cada sentido aporta un marco de referencia distintivo a través del cual se
percibe el mundo. De esta manera, los sentidos no solo existen en tanto mecanismos
fisiológicos generando sensaciones, sino que además poseen una cualidad cultural que
es la que permite mediar entre la realidad y la experiencia (Merleau Ponty, 1975).
Esto quiere decir que una determinada fuente sonora o evento sonoro puede ser
percibido de manera distinta por dos o más sujetos, y esto dependerá no solo de
determinadas condiciones neurofisiológicas, sino fundamentalmente de la experiencia
vivida (Merleau Ponty, 1945). Inclusive, una misma fuente sonora puede ser percibida
de manera distinta en dos momentos y/o contextos distintos por un mismo sujeto. De
esta manera, los sonidos adquieren significados múltiples que van a depender no solo
del contexto sino también de la situación biográfica y el habitus de cada sujeto
(Bourdieu, 1987).
organización que supone el lenguaje musical y los paradigmas estéticos; operan como
marcas en la conformación de nuestras memorias y matrices identitarias, generando
sentido y vehiculizando estados emocionales.
Identidad sonora
En los últimos diez años he intentado problematizar desde la etnografía el campo del
sonido y la escucha. Dos de los trabajos que tuvieron como objeto la identidad sonora
vinculan dos enclaves sonoro-espaciales con configuraciones sociales de cierta
complejidad cultural, histórica y simbólica. En el primer caso se trató de la
reconstrucción del proceso de recuperación del Hotel Bauen por parte de sus
trabajadores a través de paseos sonoros. Se elaboraron circuitos a partir de un trabajo
colaborativo con los trabajadores, quienes fueron evocando y destacando espacios
significativos. De esta manera se fue reconstruyendo la historia de la recuperación del
espacio a partir de los sonidos evocados, los sonidos asociados al proceso de producción
(cocina, lavadoras, ascensores, bombas de agua, etc.) y huellas sonoras como la rotura
de candado como rito de pasaje hacia un nuevo tipo de organización cooperativa, o los
sonidos de la organización y la lucha (bombos, megáfono, las continuas movilizaciones
que pasan por la puerta, dado que se encuentran ubicados sobre una de las avenidas por
las que suelen transitar las columnas de personas que marchan con consignas hacia o
desde el Congreso).
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Otro de los trabajos etnográficos orientados a la identidad sonora fue realizado junto a
otros integrantes del equipo de Antropología del Sonido (UBA) y se trató de un
relevamiento del barrio de Flores 2, destacando inicialmente tres enclaves: una zona de
viviendas (residencial), una zona comercial y el Bajo Flores (dentro de esta última zona,
que en principio comparte algunas características con la zona residencial, se ubica una
villa de emergencia en los márgenes del barrio hacia el sur, denominada Villa del Bajo
Flores o Villa 1-11-14). En este trabajo se realizaron paseos sonoros por estas tres áreas
ponderando la escucha flotante 3, entrevistas no directivas (Guber, 2011: 69) a sujetos
que vivieran y/o transitaran los espacios relevados, y complementamos la técnica de la
observación participante con la escucha participante, entendida como “la herramienta
teórico metodológica que permite abordar rutinas sonoras, acontecimientos sonoros y
discursos a través del acto de oír y producir sonidos como práctica compartida por los
sujetos y el investigador” (Polti, 2011: 10). 4 El documento final fue una etnofonía, es
decir un documento exclusivamente sonoro en el que se pudiera dar cuenta de las
distintas formas en las que los sujetos perciben, construyen y reconstruyen los espacios
por los que transitan y/o habitan.
Las entrevistas a su vez fueron complementadas por dos tipos de “pies sonoros”. Por un
lado, se les preguntaba de manera abierta qué sonidos serían los que caracterizaban al
barrio y, por otro, se les hacía escuchar algunos sonidos y se les preguntaba si
reconocían de qué parte del barrio se trataba. En ambos casos surgieron ciertas
caracterizaciones de cada lugar que indicaban una carga de significación en la que los
aspectos sonoros tendían a reforzar las percepciones sociales de estos espacios, y por
otro cierta naturalización de numerosos sonidos como las campanas de la iglesia, la
bocina del tren o el silbato del policía en personas que pasan horas o circulan de manera
rutinaria en sitios alcanzados por estos sonidos. En dichas entrevistas realizadas
aparecieron, entre otras problemáticas sociales asociadas al sonido, la inseguridad, la
delincuencia, la droga (sonidos de disparos, autos, gritos, etcétera), el establecimiento
2
Como parte de los avances realizados se ha presentado en el IX Congreso Nacional de Antropología la
ponencia “Cartografías de la escucha: la dimensión sonora de la identidad urbana” (Polti, Victoria;
Partucci, Hugo; Petit Murat, Facundo y Alvarez Litke, Martín, XI CAAS 2011).
3
Método que consiste en “fundirse con el espacio para describir las dinámicas que lo inundan” (Alonso
Cambrón, 2010: 29).
4
Los registros fueron realizados por medio de una cámara de video cuyas tomas de sonido son en 5.1
(surround) y grabadoras Zoom H4. El trabajo de edición fue llevado a cabo con los programas de software
Adobe (Premiere) y Sound Forge.
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Memoria sonora
Otra de las formas en las que los sujetos otorgamos sentido a nuestros modos de ser y
estar en el mundo, es a través de la actualización de la memoria tanto individual como
social. Uno no recuerda solo, aun cuando las memorias personales son únicas y
singulares (Jelin, 2001). Estos recuerdos personales están inmersos en narrativas
colectivas, que a menudo están reforzadas por rituales y conmemoraciones grupales
(Ricoeur, 1999).
Una de las investigaciones que más me interpeló y cuya complejidad es aún pasible de
seguir siendo explorada, es aquella que inició Raúl Minsburg en la Universidad
Nacional de Lanús y a la que me sumé al poco tiempo. Se trató de “La memoria sonora
en la experiencia concentracionaria en la Argentina durante la última dictadura cívico-
militar”. 5 Para los detenidos que eran ingresados en estos espacios, la escucha y el
sonido pasaron a ser dos aspectos fundamentales de comunicación y de supervivencia.
El oído se constituyó en el sentido que primaba y les permitía mantener una conexión
con el entorno. Gran parte del relato de los sobrevivientes se construye desde el sentido
auditivo para describir los espacios de detención, las rutinas, la presencia de represores
y de otros detenidos. 6
Conclusiones
Los sonidos poseen un carácter referencial que excede los rasgos acústicos e incide en
la representación del espacio. A partir de la percepción del espacio sonoro urbano es
posible abordar las dinámicas, las tensiones, y las diferentes formas en las que el
espacio urbano es percibido, representado, evocado y practicado.
escucha como sonido encarnado, sino en las pluri-percepciones del sonido como formas
sensibles de nuestro mundo social.
Una de las intenciones que subyace al presente trabajo es el interés por una teoría y
epistemología del sonido que oriente nuestras sensibilidades hacia aquellas estéticas y
poéticas de la vida cotidiana, resituando el sonido en la esfera de una escucha activa,
crítica y reflexiva.
Bibliografía
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Schaeffer, Pierre, Tratado de los objetos musicales, Madrid, Alianza Editorial, [1966] 2003.
Pablo Bas
Resumen
Prefacio
Introducción
Las cartografías sonoras como las conocemos hoy son posibles a partir del surgimiento
de la web 2.0 en forma, por ejemplo, de mapas sonoros publicados en sitios web. Son
sus características participativas e interactivas, junto con el desarrollo de los mapas
satelitales, algunos de los rasgos centrales que hacen posible este tipo de realizaciones.
Contienen registros de sonido asociados a puntos geográficos específicos que el mapa
representa mediante coordenadas de latitud y longitud. Es lo que se denomina
geolocalización. 1 Señalados en el mapa por marcadores visibles a través de los que se
tiene acceso a controles de reproducción de los registros sonoros, muchas veces son
acompañados de contenidos en forma de textos e imágenes.
1
Geolocalización: coordenadas de latitud y longitud de un lugar determinado (ISO, 2008).
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Figura 1
Figura 2
Sonoteca Bahía Blanca, Mapa sonoro (2014) [online]. Primer mapa sonoro publicado en Argentina. Accesible
en https://www.sonotecabahiablanca.com/wp/mapa-sonoro/ [10 de octubre de 2018].
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Grabaciones de campo
Asimismo hay perspectivas y criterios dirigidos hacia otros ejes. Por ejemplo, la
clasificación propuesta por Bernard Krause 4 orientada a los tipos de fuentes emisoras
que organiza a los sonidos en geofonías –sonidos producidos por agentes naturales no
vivos–, biofonías –producidas por agentes naturales vivos no humanos– y antropofonías
–sonidos producidos por el ser humano–. O la clasificación propuesta por Pierre
Schaeffer, que separa a los sonidos en cuatro cadenas diferentes: el habla, sonidos de la
naturaleza, sonidos de artefactos y sonidos musicales (Schaeffer, 2003: 183). De hecho
son probables una multiplicidad de criterios muy diversos, tan válidos como los
mencionados, para entender y organizar los fenómenos y materiales sonoros y realizar
recortes.
2
Paisaje sonoro (soundscape): concepto creado por Murray Schafer, desarrollado también por
investigadores como Barry Truax y Hildergard Westercamp a partir de la década de 1970.
3
“El objeto sonoro se sitúa en el encuentro de una acción acústica y de una intención de escucha”
(Schaeffer, 2003: 166).
4
Bernard Krause, The voice of natural World, TED Channel (2013).
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Figura 3
Pablo Bas, Aeródromo de la isla Martín García (2018). Grabación de campo para instalación
sonora Deriva insular. Fotografía.
Figura 4
Pablo Bas, Taller de grabaciones de campo y mapa sonoro, UNTREF. Ficha Paisaje Sonoro (2016).
Caracterización de paisajes sonoros a partir de categorías propuestas por R. Murray Schafer.
El material audible que prima en gran parte de las producciones existentes se basa en
registros sonoros generados en coordenadas geográficas dentro del espacio que el mapa
representa. Sin embargo no es una condición sine qua non, ya que los contenidos
audibles pueden ser potencialmente de cualquier tipo. Casi siempre el propósito es
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entablar una relación entre territorio y sonido fundada en características o ejes temáticos
comunes a ambos, aunque en ocasiones la única relación es la de sonidos generados en
el espacio representado. En la práctica, en cualquiera de sus manifestaciones, en una
reducción desde el punto de vista sonoro, los mapas sonoros funcionan como plataforma
de reproducción de sonidos y de escucha especializada en referirlos, relacionarlos o
interactuar con algún tipo de representación visual de espacios físicos, de territorios.
De modo que las cartografías en forma de mapas sonoros se basan, al menos en una
primera instancia, en una relación simple y directa entre territorio y sonido. Más
precisamente, en la relación entre representaciones audibles de sonidos con
representaciones visuales de territorios. En ellos se cifran cruces entre formas de
representación audibles de sonidos y entornos sonoros, y formas de representación
visuales de espacios y territorios, en el marco de las llamadas nuevas tecnologías y
tecnologías de la información y comunicación.
Figura 5
Participantes: Natalia Montoya, Katja Schmidt, Miriam Panozzo y Lucas Tomasín. Docente: Pablo Bas. Mapa sonoro
Caseros (2016) [online]. Creado en el Taller de grabaciones de campo y mapa sonoro, UNTREF. Accesible en
http://www.pablobas.com.ar/mapas_sonoros/caseros.html [10 de octubre de 2018].
Despliegues
Las posibilidades para establecer esta clase de vínculos son vastas. Se debe, entre otras
cosas, a la infinidad de tipos de contenidos sonoros y criterios posibles de
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Figura 6
Iván Rivelli, Mapa sonoro de la Comarca (2014) [online]. Comarca Andina – Región cordillerana patagónica
de Río Negro y Chubut. Accesible en http://transitosonoro.com.ar/Mapas/ [10 de julio de 2019].
Materialidad visual
el mundo humano” (Harley y Woodward, 1987: 567). Dice Jerry Brotton, académico e
historiador inglés destacado experto en la historia de los mapas y autor de Historia del
mundo en 12 mapas: “Para los chamanes, sabios, gobernantes y líderes religiosos los
mapas del mundo conferían una autoridad mágica y arcana a sus artífices y
propietarios” (Brotton, 2014: 10). Es decir que desarrollar e imponer una forma de
representación como un mapa, dominar su código, es desde los tiempos más remotos un
recurso que otorga poder. “Un mapa se basa en métodos artísticos de ejecución para
crear una representación en última instancia imaginativa de un objeto incognoscible (el
mundo)”, según Brotton (2014: 13).
Figura 7
Georgina Canifrú, Sergio Burgos y Pablo Bas (docente), Mapa sonoro Casa de los Diez, Santiago, Chile
(2018, en proceso). Trabajo del Taller antropofonías, biofonías y geofonías de Santiago, Casa Ruido.
“El mapa no es el territorio”, dice Alfred Korzybski (1958: 58); “la palabra no es la cosa
nombrada”, agrega Gregory Bateson (1979: 203). Estas ideas se aplican en general a
todos los sistemas de representación. En el campo de los estudios geográficos hay,
desde la década de 1960, corrientes críticas de los modelos hegemónicos y tradicionales
que abogan por cambios paradigmáticos. Es el caso de la geografía radical, la geografía
crítica, las geografías urbanas, la psicogeografía vinculada con los situacionistas 5 y con
el concepto de deriva. Cuestionan una pretendida neutralidad de la geografía tradicional
y se interesan por la reflexión acerca del concepto de espacio como discurso de poder.
5
Movimiento situacionista: corriente de pensamiento artístico y político surgida en 1957, encabezada por
Guy Debord, pensador, escritor y artista francés.
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Figura 8
Federico Winer, Pampas Rojas, de la serie Ultradistancia Selected (2017). Obra de arte basada en imagen satelital de
Google Earth. Giclée Print, 110 x 52 cm. Accesible en https://www.ultradistancia.com/
Materialidad audible
Una breve lista de los recursos técnicos que hoy se utilizan para realizar registros
sonoros destinados a cartografías sonoras va desde teléfonos celulares hasta sofisticados
sistemas de grabación envolvente en 360°, pasando por grabadores portátiles,
micrófonos con diversidad de patrones polares de captación, grabaciones parabólicas,
binaurales, multibinaurales, entre otras. Las tecnologías para crear registros sonoros
audibles al comienzo fueron analógicas y luego analógicas/digitales. La tecnología
analógica es irremplazable para los mecanismos últimos de transducción mecánicos y
eléctricos, tanto en micrófonos como en altavoces, es decir, los elementos propios de los
extremos de las cadenas de audio antes de sus fases netamente acústicas y audibles.
Ambas tecnologías crean nuevas materialidades en la generación de representaciones
audibles de fenómenos sonoros que se corporizan, por ejemplo, en los soportes de
almacenamiento (los bits también requieren soportes físicos).
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Figura 9
Adolfo Corts, Sonidos de Rosario (2002) [online]. Registros acústicos de la ciudad de Rosario, clasificados y
catalogados. Accesible en http://www.sonidosderosario.com.ar/el-proyecto/ [10 de octubre de 2018].
La tecnología utilizada para realizar registros sonoros consuma un recorte material pero,
sobre todo, implica un particular recorte epistemológico respecto de la totalidad de la
experiencia audible directa (fenomenológica) que puede tener una persona. En lo
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material los dispositivos no registran la totalidad de las frecuencias vibratorias; tal vez
no lo hagan en forma homogénea a lo ancho del espectro de frecuencias, tienen áreas de
sensibilidad sesgadas, rendimientos que difieren según la distancia de las fuentes,
etcétera, a la vez que incorporan elementos extraños como, por ejemplo, ruido de fondo.
En forma concurrente se produce un recorte de segundo orden luego del primero,
cuando el operador de esa tecnología toma decisiones sobre cómo, cuándo o dónde
llevar a cabo su registro. De esto se puede deducir que los registros sonoros, aun
aquellos que se proponen documentar en forma neutra una experiencia, son siempre, en
todos los casos, construcciones creadas por una tecnología y por personas que crean o
usan esa tecnología, y que con sus sesgos materializan una nueva creación, que puede
estar relacionada con la experiencia que le dio origen pero que es una entidad autónoma
e independiente.
En este marco surge el siguiente interrogante: si es aceptable la idea de que uno de los
posibles factores que dieron lugar al surgimiento de los instrumentos musicales fue
producir la mímesis de los sonidos percibidos por los humanos, ¿qué hay de los
sistemas de registro de sonido que, a su modo, plantean reproducir los sonidos
percibidos en los entornos? Desde esta perspectiva ¿cuál sería el factor ontológico
determinante que diferencia instrumentos musicales de sistemas de registro y
reproducción? El planteo no es nuevo y pronto surgen inmediatas referencias que van de
Pierre Schaeffer y la música concreta a los actuales samplers. En el marco de las
cartografías sonoras, la pregunta queda resonando en dirección al sentido abstracto de
los sonidos miméticos de las grabaciones de campo.
para analizar los paradigmas que las hacen posibles y desarticular discursos
hegemónicos que llevan implícitos, sobre todo cuando muchas veces la tecnología se
postula a sí misma como neutra o invisible.
Figura 10
Participantes: Santiago Bonardi, Juan Ignacio Ramírez Ramírez, Miriam Panozzo, Agustín Iuliani, Facundo Petit de
Murat, Katja Schmidt, y Nicolás Porra Solari. Docente: Pablo Bas. Transeúntes y vehículos. Mapa sonoro Caseros
(2016) [online]. Creado en el Taller de grabaciones de campo y mapa sonoro, UNTREF. Accesible en
https://pablobas.com.ar/mapas_sonoros/caseros_transeuntes.html [10 de octubre de 2018].
Desacusmatización y extrañamiento
“Es la diferencia la que produce simultáneamente la poesía del mapa y el embrujo del
territorio, la magia del concepto y el hechizo de lo real”, afirma Jean Baudrillard en
Cultura y simulacro (1978: 6). 6 Esta relación es extrapolable al vínculo entre un sonido
y su grabación, lo que refuerza la idea de que la relación simple entre territorio y sonido
en mapas sonoros lo es solo en apariencia y desde múltiples aristas. Una de ellas se
manifiesta mediante la indagación epistemológica de las tecnologías y de los sistemas
de representación. Se trata de vínculos que se complejizan al desnaturalizar y evidenciar
6
Baudrillard retoma el cuento de J. L. Borges, “Del rigor en la ciencia” (1982), que narra la historia de la
creación del mapa de un imperio del tamaño del mismo imperio, para desarrollar una reflexión crítica
sobre las relaciones entre representaciones y realidad.
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A la vez, puede decirse que en las cartografías sonoras cuyos contenidos sonoros son
grabaciones de campo, opera una suerte de desacusmatización 7 de los registros sonoros
que, por medio del mapa, son devueltos al escenario virtual de representación del
espacio. Ambas materialidades principales, audibles y visibles, han sido generadas,
transformadas, reelaboradas, sometidas a múltiples interpretaciones, recontextualizadas,
resignificadas para, en su cruce, construir sentido. Sentido poético en realizaciones
artísticas, pero que en otros marcos suele postularse como representación objetiva con
intención de verdad de lo que, en rigor, es una mirada particular de la realidad.
7
Reversión de la condición acusmática de un sonido. Acusmático es un sonido “que se oye sin ver las
causas de donde proviene” (Schaeffer, 1988: 56). Las fonografías producen sonidos acusmáticos.
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Figura 11
Participantes: Candela del Valle, María Sol Taberner y Naíma Silva. Docente: Pablo Bas. Espacios de silencio en
Caseros (2017) [online]. Creado en el Taller de grabaciones de campo y mapa sonoro, UNTREF. Accesible en
https://pablobas.com.ar/mapas_sonoros/caseros_silencios.html [10 de octubre de 2018].
Este contexto abre las puertas para enfatizar un carácter poético en los vínculos entre los
materiales sonoros y espaciales. Pone de relieve el vasto potencial para todo tipo de
construcciones significativas y simbólicas en este particular medio audio-visual, tanto
en el plano artístico como en otros tipos de expresión y comunicación.
En este sentido es factible pensar al mapa sonoro como herramienta creativa y expresiva
y como forma en tanto dispositivo audio-visual. Estructura formal, que con sus
particularidades impulsa construcciones y narrativas donde inexorablemente lo sonoro
aporta a lo espacial la órbita de lo temporal como recurso expresivo y narrativo.
Plataforma que ancla en el par sonido/territorio para construir sentido a partir del
encuentro entre la reproducción y escucha de sonido y la representación visual del
territorio, lo que permite que en el devenir audible de los registros mapeados anide la
dimensión temporal de estas cartografías, que por ello se tornan más sensibles y
permeables al paso del tiempo gracias al aporte del componente sonoro.
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Figura 12
Fabián E. Luna, idea y dirección. Poliedro [Soundscape] (2014) [online]. Combinación online de paisajes sonoros
colectivos. Accesible en http://poliedrosoundscape.blogspot.com/ [10 de octubre de 2018].
Agradecimiento
Bibliografía
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Schaeffer, Pierre, Tratado de los objetos musicales, Madrid, Alianza Editorial, 2003.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Resumen
Introducción
La ruta que dibuja cartográficamente el río, en el caso del proyecto del río Pamplonita,
no puede ser ajena a la reflexión que el paisaje ha dado desde el Romanticismo. El
paisaje como concepto humano ha marcado muy bien la mirada que en lo natural
transpone al ser humano en su conquista del territorio, en la alteración y modificación
constante de la tierra.
A este respecto, el movimiento artístico del Land Art de la década de 1970 en Estados
Unidos ya había planteado profundos interrogantes sobre este recorrido del hombre
sobre el territorio, ilustrando y experimentando desde la intervención y la apropiación
en el paisaje los comportamientos estéticos e incluso destructivos que hemos generado
irreversiblemente sobre el mismo.
Figura 1
Cielo Vargas Gómez, río Pamplonita a la altura de La Don Juana Norte de Santander,
Colombia, 2018. Fotografía digital.
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Figura 2
Problemas derivados
Descontextualización
Desde que Marcel Duchamp introdujera el readymade, como proceso por el que objetos
reales son transformados en esculturas a través de la descontextualización, nuestros
objetos y nuestros actos cotidianos están bajo la sospecha de configurarse arte.
Esta dinámica le permitió a Robert Smithson jugar con las posibilidades de crear lugares
y no lugares (SITE/NON SITES) a través del proceso duchampiano de remover arena,
piedras, tierra de un paisaje y exponerlo en una galería. La arena, las piedras o la tierra
no son el lugar original del que fueron desterradas, pero a su vez niegan la experiencia
completa del espacio en el que se encuentran inmersas.
Percepción
La percepción se define como “sensación interior que resulta de una impresión material
hecha en nuestros sentidos” (RAE, 2012).
Nuestra percepción no se alimenta solo de estímulos a partir de una realidad física, sino
que involucra aspectos subjetivos y conceptos personales derivados de recuerdos y
vivencias que habitan en cada individuo.
Hoy se sabe que nuestro cerebro crea una representación espacial o “mapa cognitivo”
del entorno en la que la percepción auditiva se mezcla con la visual en un proceso
cognitivo, plástico y flexible, que en todo momento se adaptará al medio físico y social
en el que nos encontremos inmersos (Iturbide, web Arte Sonoro).
Los trabajos del arte sonoro se repliegan sobre las hendiduras de nuestra experiencia –casi
siempre– inconsciente de un mundo dominado por lo visual. El arte sonoro direcciona
nuestros oídos, nuestro cuerpo, nuestra mirada y nuestra experiencia de maneras
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Archivo
Es interesante la posibilidad que se abre, a partir del registro sonoro, de crear un archivo
de memorias sonoras del paisaje cambiante del río. A este respecto, las plataformas
digitales suponen un medio idóneo para difundir tales experiencias y compartir la
geolocalización sonora del paisaje y la cartografía del territorio que recorre el río.
Categorías conceptuales
Mapeo sonoro
La práctica del mapeo busca recabar información sobre un territorio, en el caso del río
Pamplonita. El mapeo propone principalmente capturar el sonido del río, sus entornos y
lo que acontece a su paso.
La práctica del mapeo –denominado también cartografía– se rastrea desde las dinámicas
del movimiento situacionista francés y se hace eco de la experiencia lúdica y
desprevenida que sus actores plantearon frente al espacio urbano, así como de encontrar
en el recorrido de los lugares una resignificación estética de los mismos.
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Fonografía
La relación entre arte sonoro, instalación sonora y arte expandido se da por la ocupación
de otros sentidos y estímulos dentro de la obra, que apelan no solo a la visión del
espectador sino a su cuerpo: oído, tacto, olfato son activados a partir de sonidos,
ambientes, objetos, pretextos de una obra total.
Espacio
Resulta complejo definir este concepto; sin embargo, en la actualidad se recogen las
ideas de Foucault, que situaba al espacio como la obsesión del siglo XX, destronando al
tiempo como obsesión del siglo XIX, y comentaba que, a diferencia del tiempo, en la
actualidad nos hacía falta desacralizar al espacio, ya que en la práctica seguimos dando
por sentadas categorías inquebrantables como la constitución de un espacio público y
otro privado, espacios de trabajo y de ocio, etcétera (Foucault, 1967).
Dentro de este acercamiento al espacio y a los medios artísticos, varios artistas han
procurado en su obra instalarse, situarse e involucrarse tangencialmente con el espacio,
habitarlo de manera itinerante o momentánea.
Sobre estos supuestos, la noción de espacio, como bien lo bordea Heidegger, solo se
entiende a partir del habitar, entendido este como transformar, personalizar, apropiarse
del espacio. De esta manera se puede asumir que el espacio natural obedece a la acción
humana, efímera o permanente, como resultado de la interacción y el trasegar del ser
humano sobre el territorio.
Instalación sonora
Es relevante cómo los artistas visuales se han ido acercando al sonido, desde sus
manifestaciones más abstractas y espaciales como los futuristas, el movimiento Fluxus,
el arte conceptual y la inserción de la instalación sonora en el campo del arte digital y
las nuevas tecnologías.
Mapeo sonoro
La dinámica del mapeo se deriva de las prácticas del Situacionismo. Es una tendencia
que busca recabar información de las cartografías urbanas a través de recorrer los
espacios y registrar lo que allí acontece.
En el caso del mapeo sonoro, se recolectan sonidos de los lugares. Concretamente para
este proyecto, los sonidos serán los del entorno del río Pamplonita, el sonido del río
mismo y lo que acontezca a su paso por los diferentes asentamientos humanos.
Aspectos metodológicos
Conclusiones
Al contrastar el sonido transitado por el río Pamplonita, se pudo encontrar una narrativa
que cuenta la historia del río, como un sujeto vivo y en constante cambio. El ejercicio
de capturar (fonografía) el paisaje sonoro del río permitió resignificar su dinámica sobre
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
El proyecto tenía dentro de sus objetivos la necesidad de crear un archivo sonoro, como
patrimonio material de lo inmaterial, de la ribera del río. Es importante como parte del
proyecto dejar abiertos al público los archivos sonoros y la experiencia documentada en
una instalación sonora, que se presentó en el mes de mayo de 2018 en concertación con
el Museo de Arte Moderno Eduardo Ramírez Villamizar, de la ciudad de Pamplona, en
la Casa Águeda Gallardo.
El proyecto del río Pamplonita tan solo es una motivación, un camino que se abre para
continuar cartografiando el paisaje sonoro norte santandereano, así como estimular una
mayor cultura hacia el sonido y la escucha en la región. Crear espacios y actividades a
partir de la exploración sonora con la población es necesario si se quiere profundizar en
el reconocimiento sonoro y la conciencia ecológica sobre el territorio a través del
sonido.
Registrar el sonido de sus paisajes en continuo cambio (tanto ambiental como social)
genera cruces con otras disciplinas para observar, entender y reflexionar; de esta manera
es favorable para los procesos de investigación que confluyan varios saberes para
abordar el problema.
Agradecimientos
Agradezco a las personas que de una u otra manera han contribuido a esta investigación,
en sus diferentes etapas; gracias a Pamplona, porque despertó en mí el deseo por
explorar el sonido de sus montañas y sus aguas, las que corren y las que se condensan; a
mis estudiantes, quienes motivaron el ejercicio de la investigación-creación; al
Laboratorio Mestizo y a quienes siempre han escuchado su entorno, procurando
armonizar en lo interno con su sonoridad.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Bibliografía
Ariza, J., Las imágenes del sonido, Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla la Mancha, 2008.
Díaz, J. en G. Zalamea, Arte y localidad: modelos para desarmar, Bogotá, Universidad Nacional de
Colombia, 2006.
Foucault, M., “Espacios diferentes” en: J. Lebrero (comisario), Toponimias. (8) Ocho ideas del espacio,
Fundación “La Caixa”, [1967] Madrid, 1 febrero-10 abril 1994.
Krauss, R., La originalidad de la vanguardia y otros mitos modernos, Madrid, Alianza, 1996.
Moles, A., La imagen comunicación funcional, [1991], México, Trillas en John Jader Cartagena Martínez
(2012), El sonido en el arte. Una aproximación al arte sonoro, Tesis de Maestría, Universidad
Nacional de Colombia, Sede Medellín, (http://www.bdigital.unal.edu.co/8380/ -
sthash.wwuDB4Db.dpuf).
Russolo, L. en Gámez, L., El arte del ruido, Barcelona, Ediciones Alpha Decay, 2012.
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Resumen
Inquietudes y experimentos
Estas inquietudes se remontan a la primera vez que escuché en vivo la sinfonía Titán de
Gustav Mahler, la que, además de su envergadura y factura orquestal, me impresionó
por el uso de bandas internas y músicos que debían tocar detrás de escena para crear un
efecto de lejanía. Por ese entonces yo tenía 17 años y no conocía mucha música docta,
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
La obra quedó finalmente constituida como una especie de paisaje sonoro de la Fiesta
de La Tirana, en la que empleé citas y alusiones sonoras que llevan al auditor a sentir la
cacofonía que se produce en el lugar al tener distintas bandas de bronces tocando al
mismo tiempo, diferentes músicas y a diferentes tempos. En esa obra experimenté por
1
La obra Tirana para tuba y orquesta fue programada y estrenada durante la Temporada Oficial de
Conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile 2010 bajo la dirección de Michael Morgan.
2
La Fiesta de la Tirana es una fiesta propia de la religiosidad popular chilena que se celebra en el poblado
de La Tirana situado a 75 kilómetros de la ciudad de Iquique en el norte de Chile. La fiesta es un carnaval
de estilo andino en donde participan diferentes cofradías danzantes con sus respectivas bandas de bronces.
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primera vez ideas similares al sonido de lejanía planteado por Mahler. Me interesaba
llevar al auditor a otras experiencias acústicas que se viven en el lugar más allá de la
cacofonía resultante por la superposición de bandas. Con esto quería que el público
vivenciara la sensación de estar parado en el medio de la plaza del pueblo de La Tirana
en un día de fiesta. La obra tiene varias bandas internas que tocan en diferentes
momentos de la obra y al final del concierto. Además, dos trompetistas debían bajar del
escenario y pasar tocando entre el público. Por los comentarios recibidos, la experiencia
fue interesante para el público (para los músicos, no tanto), pero sentí que mis
experimentos seguían encerrados en el espacio escenario. Probé después con otras obras
de cámara con ideas similares, pero estos se quedaban dando vueltas solo como
experimentos acústicos. En realidad, quería ir más allá y pensé que quizá no debía sacar
a los músicos de su lugar, sino mover al auditor. De cierta forma, hacer que ya no fuera
auditor o, por lo menos, no completamente.
Justo por el tiempo en el que formulaba estos nuevos interrogantes, me encontré por
casualidad con el trabajo del compositor chileno Sebastián Jatz. Mientras caminaba, en
el año 2013, por la calle Alameda de Santiago de Chile, puede presenciar el montaje de
la obra Cien acordes geométricos extendidos. Esta composición fue construida en base a
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
la recopilación de cien acordes provenientes de cinco piezas para teclado de John Cage
y su título es un acrónimo del apellido de este compositor. La performance se desplegó
durante 90 días en Galería Puma Canvas del Centro Cultural Gabriela Mistral en
Santiago de Chile. Participaron en ella 76 personas provenientes de diferentes ámbitos
(músicos y no músicos), quienes debían tocar un acorde entre 1 y 6 minutos de duración
en un órgano electrónico instalado en una galería que miraba a la calle Alameda. Se
sumaban a estos, acordes de 24 horas que fueron realizados con pesos sobre las teclas
del órgano. Quien presenciaba la instalación podía hacerlo desde la calle mirando la
galería o bien entrar al lugar y sentarse en un sitial que se encontraba instalado al
interior de la sala. Los intérpretes, por su parte, eran también auditores del paisaje
sonoro que tenían ante su vista, la calle principal de la ciudad de Santiago. 3 Este
compositor fuertemente influenciado por la filosofía Fluxus y en especial de John Cage,
abre con su trabajo nuevos caminos a partir de la reutilización de espacios, la
incorporación de nuevos objetos sonoros, la explotación del elemento temporal y la
participación de no músicos. Personalmente presenciar su trabajo me motivó a generar
nuevos interrogantes y, sobre todo, a ir más allá en mis experimentos sonoros.
Wiluwilunguen
Siempre he tenido una gran admiración por la cultura mapuche y casualmente conocí
por esos días la hermosa palabra proveniente del mapudungún wiluwilunguen, que
significa enjambre o, más específicamente, estar en enjambre, la que hace alusión a una
multitud de pájaros, aves o personas reunidas (De Augusta, 2017: 254). Pensé de
inmediato en la posibilidad de crear un enjambre sonoro que se moviera por distintos
3
Más información de la obra y otros trabajos del autor en
http://www.arsomnis.com/es/cien_acordes_geometricos_extendidos
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espacios y que permitiera una experiencia sonora diferente para el auditor. Me interesó
la idea de crear una obra que fuese una experiencia sonora, en la que pudieran participar
todos los sentidos. Un tipo de obra creada para ser percibida a un nivel corporal
completo y que contribuyera a la producción de embodied knowing (Johnson, 2011).
Como decidí que la obra sería una experiencia sonora para que cualquier persona
(músicos y no músicos) pudieran participar, tenía que elegir una fuente de producción
sonora que fuese accesible para todos y que no requiriera una técnica musical
específica. Luego de probar varias posibilidades, finalmente me decidí por utilizar
armónicas, debido a la fácil producción de sonido que otorgan y la posibilidad de
experimentar sin dificultad diferentes alturas e intensidades.
Cabe mencionar que los participantes de la obra fueron convocados mediante una
publicación en Facebook. Como se trataba de una prueba piloto del proyecto esta solo
fue realizada entre mis contactos personales, pero a corto o mediano plazo se espera
hacer una nueva versión de la obra mediante una convocatoria abierta a un mayor
número de personas. Para el día del estreno (domingo 3 de diciembre de 2017)
asistieron 25 personas quienes participaron como performers de la obra que duró,
tal como se encontraba presupuestado en la partitura, aproximadamente 25 minutos.4
Respecto a los resultados, puedo mencionar que tuvo una excelente acogida. La mayoría
de las personas que participaron como performers no eran músicos y pudieron hacerse
parte de la experiencia sin ningún inconveniente. Al finalizar la obra se habilitó un
“libro de visitas” para que los participantes pudieran dejar sus comentarios a modo de
retroalimentación de mi trabajo. Los comentarios fueron halagadores, ya que, para
todos, incluidos los músicos, se trataba de una experiencia nueva.
A modo de anécdota final, puedo comentar el caso de uno de los performers que decidió
usar su armónica como un instrumento de percusión aprovechando que la partitura
indica en la primera parte “improvisar y probar distintos sonidos con la armónica”.
Independientemente de que esto me hizo perder una de las armónicas, me sentí muy
contento de ver cómo las personas están dispuestas a participar en nuevas experiencias
y que el sonido es un elemento que puede reunir a las comunidades de formas distintas
a las que no están acostumbrados o, por lo menos, en el actual ritmo de vida
urbano. Quiero también manifestar la enriquecedora experiencia que significó
participar del Simposio Internacional de Arte Sonoro UNTREF, Buenos Aires 2018,
en donde pude presenciar la labor de colegas de diferentes países, así como
recibir comentarios y retroalimentación a mi propio trabajo. Fueron dos días intensos
de encuentro en torno al sonido, que sin duda contribuyen enormemente a mis
propios interrogantes y mis próximos experimentos.
4
En el siguiente link de YouTube se encuentra un video que resume el estreno de la obra:
https://www.youtube.com/watch?v=owgGFDOl9aw&t=17s
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Bibliografía
Johnson, M., “Embodied Knowing Through Art”. En The Routledge Companion to Research in the Arts,
London and New York, Routledge Taylor & Francis Group, 2011, pp. 141-151.
Schafer, M., Limpieza de oídos: Notas para un curso de música experimental, Buenos Aires, Riccordi,
1982.
Sloboda, J., La mente musical: La psicología cognitiva de la música, Madrid, Machado Libros, 2012.
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Fabián Beltramino
Resumen
No hay paisaje que anteceda a su mostración, a su puesta en imagen, sea esta visual o
acústica. El paisaje no es presupuesto, es resultado. Así como Paul Klee dijo alguna vez,
que es el cuadro el que “da a ver”, digo, en este caso, es el sonido el que hace ser a ese
paisaje que supuestamente evoca.
Si en un “paisaje sonoro” escucho pájaros, por ejemplo, la relación entre el lugar como
entorno social, histórico y cultural, y lo que suena, consistirá en una asociación
arbitraria propuesta por el compositor, asociación entre una determinada “lugaridad” y
una “pajaridad” correlativa, digamos, tan arbitraria como aquella que se da entre el
amor y la palabra que lo designa, como dijo alguna vez el poeta Juan Gelman.
El sonido, entonces, como materialización de una diferencia que permite que una
identidad sea.
quienes lo generan como quienes lo interpretan, quienes efectúan con relación a él una
atribución de sentido.
Así como es posible afirmar que toda identidad es estratégica y posicional, cambiante y,
eventualmente, contradictoria, debemos aceptar que no hay sonidos unívocos,
indefectiblemente operativos de una identificación cierta. Si las identidades fluyen, los
sonidos que se vinculan con esas identidades, también.
El pasado, entonces, como materia prima, como masilla maleable desde el relato, desde
la puesta en signo; una actividad relacional, estratégica, interesada, condicionada solo
por el juego de relaciones sociales que son, siempre, de modo más o menos evidente,
relaciones de poder; juego en el que se trata si no de ganar, por lo menos de no perder
posiciones ni legitimidades.
El quién de la acción, ese yo, ese sí mismo es, ante todo, un otro, como afirma Ricoeur 3,
un otro respecto de cualquier coordenada objetiva, de cualquier presupuesto o atribución
externa. Un alguien que debe presentarse y actuar de una determinada manera,
asumiendo una corporalidad, un gesto, un pasado, una posición respecto del futuro y, en
cuanto a lo que nos convoca, una voz.
1
S. Hall, S., “¿Quién necesita identidad?” en Cuestiones de identidad cultural, Stuart Hall y Paul du Gay
(comps.), Buenos Aires, Amorrortu, [1996] 2003, Introducción, pp.13-39.
2
Pierre Bourdieu, Pierre, “La ilusión biográfica”, en Acta sociológica, núm. 56, [1989], septiembre-
diciembre 2011, pp.121-128.
3
Paul Ricoeur, “El sí y la identidad narrativa”, en Sí mismo como otro, México, Siglo XXI, 1990.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Y entonces, más preguntas: ¿Quién habla? ¿De quién es esa voz? Jonathan Ree escribió,
hace ya unos cuantos años, un ensayo en el que aborda el problema de las voces, de las
distintas voces que un mismo actor social puede asumir a lo largo de su vida 4,
desarrollando la cuestión de la identidad a partir de la metáfora del uso de las comillas
en el lenguaje verbal. 5 La personalidad, entonces, como personificación, en la que las
marcas del discurso apuntan a dar forma a una imagen de unidad, de coherencia interna,
de consecuencia y de responsabilidad, que no es otra cosa que un gran simulacro, un
tremendo fingimiento, reforzado por la explicitación de cualquier entrecomillado. El yo
moderno, autónomo, dueño de sí mismo, presa de la obligación de la singularidad, de la
originalidad, de la propiedad privada del discurso, cuando cita, supuestamente todo
aquello que le es, entre comillas, “ajeno”, refuerza la ilusión de la existencia de esa voz
original, de ese yo-citante originario.
El sonido, entonces, como uno de los elementos que forma parte de la construcción de
esa ficción identitaria. El sonido como ese componente de la dimensión simbólica que
contribuirá a resignificar y a dar forma a la dimensión más material de las relaciones
humanas. El sonido como invitación, como inminencia, más que como resonancia.
¿Los lugares suenan de una determinada manera? ¿Las clases sociales y los grupos
etarios tienen un propio sonar? ¿Hay un sonido de la juventud y otro de la vejez?
Los objetos sonoros pueden ser nuevos o viejos, pueden ser aquellos usualmente
reconocidos como propios o pueden ser “ajenos”; los objetos sonoros son, como
cualquier objeto, susceptibles de robo, de préstamo, de apropiación; el mercado de los
objetos sonoros es dinámico y sus valores, producto de valoraciones que dependen tanto
4
Aquí la referencia a la concepción dramatúrgica de la dinámica de interacción social de Ervin Goffman
está, por supuesto, implícita; La presentación de la persona en la vida cotidiana, Buenos Aires,
Amorrortu, [1959] 2001.
5
Jonathan Ree, “Funny voices: stories, ‘punctuation’ and personal identity”, en New Literary History 21,
1990, pp.1039-1058.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
de la estructura social como de la estructura del sentir, como diría Raymond Williams6,
suben y bajan como la cotización de cualquier otro bien en la economía cultural de la
que forman parte.
El objeto sonoro es un objeto vivo. Y lo que genera es también vital, y por ello móvil e
incluso contradictorio. Ninguno de sus efectos –políticos, económicos, religiosos–, está
en el sonido mismo sino en su uso, en el complejo proceso de apropiación y
reapropiación que hace a la dinámica en torno a los objetos culturales.
Hoy el sonido que me identifica es este, puede afirmar un agente social, porque
me permite establecer una alianza emocional en términos de tú y de nosotros frente a
un ellos, a un otro ajeno y opuesto en términos de posición y de intereses. Hoy.
Mañana será otro día. Otro sonido será, quizás incluso el que hoy pertenece a esos
otros, el que me permitirá dar cumplimiento al mismo proceso, que no es más que el de
la ocupación de una posición, la construcción de un espacio de pertenencia, de
comunidad, una comunidad de pares guiada por eso que Bourdieu –de nuevo
Bourdieu, sí, siempre Bourdieu–, ha llamado las “afinidades electivas”.7
6
Raymond Williams, “Teoría cultural”, en Marxismo y literatura, Barcelona, Península, [1977] 1997,
pp.93-164.
7
Pierre Bourdieu, “Las afinidades electivas”, en La distinción. Criterios y bases sociales del gusto,
Madrid, Taurus, [1979] 2012, pp.282-286.
8
Simon Frith, “Música e identidad” en Cuestiones de identidad cultural, Stuart Hall y Paul du Gay
(comps.), Buenos Aires, Amorrortu, [1996] 2003, Cap.7, pp.181-213.
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Lo que quiero señalar, más allá de la paradoja circunstancial, es que lo que suena del
lado verde podría sonar del lado celeste, y viceversa; los que se pone a sonar, a uno y
otro lado, es circunstancial. Lo que no es intercambiable, lo que sería imposible de
pensar en sentido inverso, es la posición de cada uno de los actores frente al tema en
cuestión: las ideas, los conceptos y los presupuestos por los que cada uno se enfrenta,
precisamente, al otro.
9
Ibídem.
10
M. M. Bajtin, La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento: el contexto de Francois
Rabelais, Madrid, Alianza, 1989.
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¿Cuál es el gran enemigo, hasta ahora no nombrado, en todo este asunto? El concepto
de “autenticidad”. No hay nada auténtico o inauténtico en lo que suena. La autenticidad
es, en todo caso, algo que será atribuido al sonido a posteriori, desde afuera y en función
de quién sea el agente de dicha atribución, es decir, en función de qué intereses persiga
en el contexto de qué lucha.
El sonido, entonces, no como producto sino como instrumento, como herramienta para
dar forma a eso que servirá para establecer la frontera (siempre inestable) entre lo
propio y lo ajeno, para establecer un espacio –individual y colectivo–, en definitiva, y
para apuntalar a ese yo que se irá configurando y reconfigurando como sí mismo en ese
relato que durará el tiempo que dure su propia vida.
Bibliografía
Bourdieu, Pierre, “Las afinidades electivas”, en La distinción. Criterios y bases sociales del gusto,
Madrid, Taurus, [1979] 2012, pp.282-286.
______, “La ilusión biográfica”, en Acta sociológica, núm. 56, [1989] septiembre-diciembre 2011,
pp.121-128.
Goffman, Ervin, La presentación de la persona en la vida cotidiana, Buenos Aires, Amorrortu, [1959]
2001.
Frith, Simon, “Música e identidad” en Cuestiones de identidad cultural, Stuart Hall y Paul du Gay
(comps.), Buenos Aires, Amorrortu, [1996] 2003, Cap.7, pp.181-213.
Hall, S., “¿Quién necesita identidad?” en Cuestiones de identidad cultural, Stuart Hall y Paul du Gay
(comps.), Buenos Aires, Amorrortu, [1996] 2003, Introducción, pp.13-39.
Ree, Jonathan, “Funny voices: stories, ‘punctuation’ and personal identity”, en New Literary History 21,
1990, pp. 1039-1058.
Ricoeur, Paul, “El sí y la identidad narrativa”, en Sí mismo como otro, México, Siglo XXI, 1990.
Williams, Raymond, “Teoría cultural”, en Marxismo y literatura, Barcelona, Península, [1977] 1997,
pp.93-164.
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Resumen
Sonoteca Bahía Blanca es el primer mapa sonoro del país y se presenta en una
plataforma virtual de uso comunitario donde se pone en juego una dinámica de formas,
intervenciones y roles; sesgos y ambigüedades constitutivas resignifican los sonidos y
plantean una posible relación con las prácticas artísticas situadas en la ciudad como
espacio de referencia. El sonido, medio expresivo de gestos individuales e
interpretación colectiva que se tejen en la cotidianidad, construye un diálogo entre
miradas subjetivas y críticas que la Sonoteca recupera apelando a la identidad y
pertenencia urbanas.
Presentación
Sonoteca Bahía Blanca, el primer mapa sonoro del país y el único independiente y
autogestionado, fue iniciado y es coordinado por Fermín Ramírez; se trata de “una
plataforma virtual que tiene como objetivo constituirse en espacio común para la
recopilación, concentración, intercambio y distribución de material sonoro mediante su
georeferenciación y organización en una base de datos, a partir de una práctica cultural
colaborativa, solidaria y de carácter comunitario”. 2 El diseño es de código libre
desarrollado por el colectivo gallego “Escoitar” cuyo propósito es: “Percibir,
comprender y concebir nuestra identidad sonora, la de nuestros lugares, su coherencia y
su idiosincrasia, es un ejercicio necesario y saludable. El hecho de capturar los sonidos
1
P. Quignard, El odio a la música. Diez pequeños tratados, Santiago de Chile, Andrés Bello, 1998,
p.108.
2
Información disponible en http://www.sonotecabahiablanca.com/wp/
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Se invita a los bahienses a sumarse en la construcción del mapa sonoro local enviando
un archivo de audio con datos de referencia. Se trata de capturas sin intervención en
el lugar físico ni recorte temporal que luego se trasladan del espacio topográfico
al cartográfico y se instalan en la representación digital de su locación con el objetivo
de preservar el patrimonio inmaterial, un procedimiento que a su vez da origen y nutre a
un banco de almacenamiento de sonidos. Sonoteca… no pretende ser un arca
depositaria de los sonidos de la ciudad sino que se trata de una colección abierta de
experiencias y momentos ciudadanos que se comparten desde el sonido y
mediante dispositivos personales donde cada audio es una muestra vinculante a
otro espacio, acontecer o personaje.
Introducción
3
Información disponible en http://www.escoitar.org/
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Sonoteca Bahía Blanca es una propuesta que recupera la ciudad como un hecho sonoro
colectivo y dinámico en la red de espacios públicos y ofrece una experiencia de
conocimiento y afección en torno a la cual se conforma una comunidad de cazadores de
sonidos: una colectividad ciudadana, colaborativa y participativa, que expresa su
pertenencia e identidad en la construcción de un mapa sonoro que trae a la memoria
historias, recuerdos y todo lo que transforma un espacio en un lugar propio. Dado que
en el contexto sonoro el sonido guarda una fuerte relación con el lugar de procedencia,
la referencialidad es un aspecto relevante; la identidad sonora de un lugar en tanto
resultado de un reconocerse con la fuente sonora, es un concepto utilizado para definir
la relación entre los ciudadanos y su espacio: “el conjunto de sonidos que permiten
reconocerla, identificarla y, por consiguiente, diferenciarla de otra ciudad” (Carles,
2004: 4).
4
Laddaga, Groys, Brea, Ferrer son algunos de los autores que abordan estas comunidades por cuyas
características coinciden en considerarlas agrupaciones esencialmente contemporáneas.
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parte valiosa de la vida comunitaria; es una parte vital escasamente visible que asoma
entre las grietas de todo sistema organizado de tiempos y espacios.
Mapas y registros
Una forma de registrar los entornos sonoros son los audiomapas, una cartografía virtual
donde, en el caso de Sonoteca, se comparten momentos sonoros significativos. Por una
parte, la elección previa conlleva cierta pérdida de información por lo cual los registros
se eximen de cualquier jerarquización en relación con el grado de dominancia o
simbolismo en el entorno físico de origen. Por otra parte, quien recorre el mapa sonoro
percibe un conjunto de momentos contemporáneos que se desentienden de las
diferencias entre vigencia y remembranza, algunos sonidos se han convertido en
evocaciones de diferente antigüedad mientras otros deben ser reconstruidos e
imaginados a partir de un relato y ambos conviven con los eventos más recientes de tal
forma que el paso del tiempo construye continuamente una trama dialógica propia y
original 5; se trata de dos anclajes temporales, pasado y presente, para un cúmulo de
significaciones y memorias sonoras en el espacio social. Los audiomapas son, como las
ciudades, un proceso en constante desarrollo y mutación, recopilaciones de las
particularidades sonoras que proponen réplicas urbanas locales a escala mundial. En tal
sentido, la plataforma virtual es una herramienta que permite un “nuevo original en
nuevo contexto” (Groys, 2014: 65), una migración que traslada las expresiones
callejeras efímeras al espacio virtual preservando los sonidos. Las reflexiones de Han y
Brea coinciden en que el avance de lo privado hacia lo público se da por medio de una
exhibición franca que deja atrás el juego de representaciones y sugerencias y donde las
individualidades se muestran en los fragmentos del mundo que exponen. Sin embargo,
en el conjunto nunca acabado de tales fragmentos, su articulación e integración, se
diseña una nueva cartografía donde la subjetividad es el punto de partida para la
creación de una ciudad alternativa.
Sonidos y escuchas
En Sonoteca cada audio supone una recolección ociosa e improductiva, una escucha
atenta y una selección personal pues se entrelazan cultura, identidad y memoria en un
5
Un presente extendido en términos del músico y teórico Carmelo Saitta (2016).
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En esta propuesta, el sonido es entendido como “el continuo total del espectro de lo
audible y lo inaudible, incluyendo el silencio, el ruido, el sonido implícito e imaginado”
(Toop, 2013: 18) y, en cuanto a los eventos sonoros urbanos, el compositor Maconie
afirma que “Todo sonido, música o ruido, imparte información sobre estados y procesos
del mundo material además de contribuir a la existencia de un fondo acústico
perceptivo” (2007: 28). Por lo tanto, el sonido y su sentido guardan un recuerdo ligado a
su propio entramado espacio-temporal de forma tal que la vivencia que el sonido trae
consigo cobra especial importancia porque supone una cierta relación del sujeto con la
fuente, lo cual potencia su carga evocadora y la caracteriza como un indicador de
la experiencia (Saitta, 2016); dicho rasgo a un mismo tiempo agrupa y diferencia a
las personas al exponer las razones de su elección.
Sonoteca Bahía Blanca se trata de una red de escuchas donde cada audio elegido da
cuenta de una demora y valoración personal que tal vez luego se convierte en una
experiencia de apreciación compartida; para Groys, en el campo del arte, “la
subjetividad es aquello que se vuelve autoconsciente a través de la autoexposición y
también de lo que se comunica” (2016: 146).
6
Término acuñado por el etnomusicólogo Ramón Pelinski.
7
Perez-Colman, Szendy y Carles y otros.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Hay acuerdo en que es posible suponer un goce estético cuando, en el contacto sonoro,
la percepción va acompañada por recuerdos y otras reacciones cognitivo-afectivas del
sujeto 8 que, en el caso de la Sonoteca, se extiende hacia una escucha paralizadora,
momento que la interioridad ocupa abriendo la posibilidad de un registro estético,
porque la escucha “es disruptiva por naturaleza… gracias a la escucha, lo rutinario, los
hábitos y los patrones de la normalidad sufren una disrupción que los pone al
descubierto” (Westerkamp, 2015: 1). Así se sintetiza el acuerdo entre teóricos con
respecto a la audición interesada o enfocada: requiere preparación y disposición, es
evocadora, compromete algún nivel de abstracción y reflexión sin olvidar que la
relación auditiva con el mundo se ancla en lo innegable de su bullicio. 9 Sin embargo, la
posibilidad de incluir estas producciones bajo la campana de expresiones del arte actual
tiene sus detractores, entre ellos Rainer Krause (2009) quien considera que solo se trata
de mostrar una “imagen distanciada”, un recorte que no alcanza a provocar una
experiencia estética; Carles las ubica en el cruce entre el debate por el cuidado del
medio ambiente en el cual surge y la producción artística con materiales sonoros del
entorno a la vez que considera que su escucha es equiparable en atención e intensidad a
la musical y que pertenece al sistema de comunicación entre el hombre y el entorno;
Brea prefiere referirse a “trabajos y prácticas artísticas que tienen que ver con la
producción significante, afectiva y cultural y juegan papeles específicos en relación a
los sujetos de experiencia” (2004: 106).
8
Saitta, Malconie, Rocha Iturbide, Celedón Bórquez, B-C Han, Nancy y J-J Rancière, entre otros, han
reflexionado sobre escucha, interioridad y experiencia estética.
9
Bullicio que forma parte de su “patencia”, en términos de J-L Nancy.
10
Corrado, Groys, Laddaga y otros.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
trabajos y prácticas artísticas que tienen que ver con la producción significante, afectiva
y cultural y juegan papeles específicos en relación a los sujetos de experiencia” (2004:
106). En esto acuerda Groys (2016) quien, ante tal situación de producción
generalizada, alcanza la pregunta por el sentido y validez de la existencia del arte como
práctica específica.
Si Sonoteca puede ser considerada una experiencia artística es porque pone en juego
aspectos vinculados a la inmaterialidad, a la inmersión en el espacio simbólico desde
donde, con mecanismos propios de circulación y presencia, activa procesos de
subjetivación e identidad. Es posible incluirla dentro de los proyectos abiertos que
plantean ambigüedades formales y versiones varias resultantes de un trabajo colectivo,
formatos que escapan a las clasificaciones donde es difícil diferenciar coordinación y
autoría, producción y gestión, percepción y participación. 11
A modo de cierre
El arte ciudadano va dejando huellas, cambia las miradas, re-presenta lo conocido, hace
audible lo ignorado en manos de artistas, gestores o coordinadores que forman
comunidades apelando a lo propio y compartido en la mixtura saber y emociones, a la
vez que da cuenta de la sociedad que lo produce y de sus relaciones. Cierta condición de
lo fugaz, subjetivo y fragmentario atraviesa la agitada vida actual y las prácticas
heterogéneas del campo del arte, devenir que convierte arte y vida en territorios
lindantes y en expansión. En el escenario del arte contemporáneo, el interés por los
11
El escritor R. Laddaga incluye estos aspectos en los conceptos de “autoría compleja” en tanto un
formato creado de modo que otras personas puedan intervenir modificándolo y “objeto fronterizo” en
tanto trabajos posdisciplinares con diferentes niveles de apertura, comunicación y participación.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
sonidos abrió un campo de búsquedas estéticas que suelen tomar la forma de proyectos
destinados a la experiencia con el sonido a partir de la evocación, referencialidad,
emoción y el juego.
Por último, en sus reflexiones en torno al rumbo actual de las prácticas artísticas, los
autores mencionados entienden que las propuestas con estas características cuestionan
las certezas del arte y al arte mismo; por ello la pregunta acerca del arte resuena en
Sonoteca en tanto –a través del sonido como medio expresivo– hace visibles
relaciones que pasaban desapercibidas, crea diálogo entre miradas subjetivas y
críticas, presenta una red de significaciones que se teje a partir de la experiencia
interpersonal, crece en permanente construcción colaborativa entre la suma de
gestos individuales y la interpretación colectiva. Desde un lugar en la intersección
entre la ecología sonora y las más recientes producciones de arte, Sonoteca plantea
numerosos desafíos tanto por la riqueza de su oferta, alcances y relaciones como
por sus modos de producción y circulación.
Situados en un borde desde donde cuestionar las certezas artísticas, este resulta ser el
lugar fructífero para acrecentar sensibilidad y afección, multiplicar percepción y
participación; en síntesis, el lugar del sonido como protagonista de los cruces del arte y
la vida que refuerzan los lazos colectivos en el espacio público urbano.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Bibliografía
Brea, José, El tercer umbral. Estatuto de las prácticas artísticas en la era del capitalismo cultural,
Murcia, Editorial CENDEAC, 2004.
Carles, José y Cristina Palmese, Identidad sonora urbana. Estudio de Música Electroacústica,
Montevideo, 2004, http://www.eumus.edu.uy [Fecha de consulta: 20/09/2015]
Groys, Boris, Volverse público: las transformaciones del arte en el ágora contemporánea, Buenos Aires,
Caja Negra, 2014.
Groys, Boris, Arte en flujo. Ensayos sobre la evanescencia del presente, Buenos Aires, Caja Negra, 2016.
Saitta, Carmelo, Música y cine. Textos reunidos, Buenos Aires, Libraria, 2016.
Toop, David, Resonancia siniestra. El oyente como médium, Buenos Aires, Caja Negra, 2013.
Vásquez Roca, A, “Peter Sloterdijk; el hombre como experimento sonoro y metafísico animal de la
ausencia”, Revista Philosophica, Vol 31, 2007, pp. 89-105.
Westerkamp, H., “La naturaleza disruptiva de la escucha”, International Symposium on Electronic Art
(ISEA), Canadá, 2015, https://laboratoriodemusicalibre.wordpress.com/2016/09/17/la-
naturaleza-disruptiva-de-la-escucha-por-hildegard-westerkamp/ [Fecha de consulta: 13/06/2017]
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
LISTENING TO PLACE
Pete Stollery
Resumen
R. Murray Schafer, in his seminal work The Tuning of the World: The Soundscape
(1977), suggests that the soundscape predominantly experienced by most of us, that of
the city, has inevitably created a sense of nostalgia for other sounds, particularly sounds
that we have lost, whether through neglect or through human development. We try to
preserve these sounds, honouring Schafer’s notion of Museums of Disappearing
Sounds, through recording and subsequent presentation in multiple formats, including
concert performance, sound installation and internet-based sound maps.
At the same time, we are witnessing a growing interest in sound itself as a starting point
for discussions in different community groups. In this paper I will evidence this growth
by describing two of my internet-based sound mapping projects:
I will also discuss the Sonic Postcards project, begun in the 1990s by Sonic Arts
Network in London, UK and continued into the 2010s in Scotland by Aberdeenshire
Council and sound 1. This project empowers school pupils and teachers, who may not
have strong musical literacy skills, to engage with sound as listeners and creators,
highlighting both the democratic nature of technology as a tool and affording a greater
appreciation and understanding of the many roles of sound in our society.
1
sound is a new music incubator based in North East Scotland which runs the sound festival. http://sound-
scotland.co.uk (accessed 25th September 2018)
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Places provide the ontological ground on which we stand and live our lives. The fact
that we need a place to live, and not a space, shows that places are essential to our
existence. Each place sets itself as a unique and special background to which all things
in our life unfold. Places can also haunt us. They are a main source of nostalgia, a pain
we experience when we are, literally, out of place. We want to fit into new, strange or
unfamiliar places or get out of old, typical or habitual places. We force ourselves or we
are forced into a relationship with place. We therefore have a desire to understand the
inevitability of such a relationship between ourselves and place, and, whilst trying to
understand it, we have told stories, drawn paintings, and taken pictures. Thanks to the
development of sound recording technology, we now can record sounds in one place
and play them back in another, thus granting us new possibilities of understanding our
relationship with place through sound.
At the same time, however, this technology fundamentally changes the nature of sounds
we hear. As Suk-Jun Kim states:
But our listening to place through recorded sound is actually quite precarious: no matter
what technology we use – old and new - it ends up explaining only partially our
engagement with place because, as Heidegger has identified, the essence of technology
is to enframe and, consequently, it conceals as much as it reveals. This enframing nature
of technology is most vividly witnessed in the practices of acousmatic listening and
acousmatic composition, where audio technology not only provides us with new
possibilities of understanding our relationship with place but forces us to observe the
glaring absence of it - that is, we are not in the place where the sound recording was
made. Thus, through recorded sound, our relationship with place becomes less about
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
how effectively the recorded sound presents - or re-presents - the place than about what
(and how) the technology reveals and conceals from our layers of place experience. 2
In my own work as a composer and sound artist, an engagement with place has featured
in both poietic (composer intention) and esthesic (listener reception) contexts. In 1998, I
was commissioned by BBC Radio Scotland to make a five-minute piece using sounds
recorded in Aberdeen, NE Scotland, where I live and work. At that time, I had been in
Aberdeen for seven years and so was moving from a role of sonic tourist to one of sonic
resident, having experienced the soundscape of Aberdeen over that time.
The piece, entitled ABZ/A 3, uses the International Air Transport Association code for
Aberdeen airport (ABZ) and the maritime equivalent (A), two areas in Aberdeen where I
wanted to capture sound. The piece includes a certain amount of untreated or minimally
treated field recordings, where a recognition associated with place was important. The
minimally treated passage 1’13” into the piece has the potential to be experienced on a
number of levels; some possible outcomes on hearing the pedestrian crossing signal at
the start of the extract are:
What is important here is the idea of multiple levels of association; it is not important
that the listener ‘goes’ to the exact place of the recording, but that they ‘go’ to a place.
The esthesic response of the listener allows them to determine that place, based on their
own experience and, of course, through discussion, whether in my own teaching or
2
The first part of this paper first appeared in Kim, S-J et al. (2013). The author gratefully acknowledges
Ian Russell and the Elphinstone Institute, University of Aberdeen.
3
ABZ/A can be heard at: https://tinyurl.com/ya6wzc5o (accessed 25th September 2018)
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
In his seminal work, The Tuning of the World: The Soundscape, published in 1977, R.
Murray Schafer talks about how the soundscape experienced by most of us, that of the
city, has inevitably created a sense of nostalgia for other sounds, particularly sounds that
we have lost, whether through neglect or through human development. Schafer proposes
the notion of Museums of Disappearing Sounds:
At the age of forty I have many memories […] which are no longer to be
heard (milk bottles, steam whistles, bicycle bells, horseshoes being
tossed against a metal spike). Everyone will have such a list. We listen
back […] and notice how much has slipped away unperceived. […]
Where are the museums for disappearing sounds? Even the most ordinary
sounds will be affectionately remembered after they disappear. Their
very ordinariness turns them into exceptional sound souvenirs. (Schafer,
1977: 180)
I suggest that, towards the end of the second decade of the twenty-first century, these
museums are becoming ubiquitous, curated through recording and subsequent
presentation via multiple formats, including works for concert performance such as
ABZ/A, sound installations and internet-based sound maps.
At the same time, we are witnessing a growing interest in sound itself as a starting point
for discussions in a variety of community groups, of the kind mentioned previously
relating to the pedestrian crossing in ABZ/A. Two projects of mine take this idea of
developing community-driven sound conversations relating to place as their starting
point - Aberdeen Soundsites and the Hilton Soundscape.
Aberdeen Soundsites 4 was created to help those engaging with it to understand more
about the power of listening in everyday life and to raise awareness of the many sounds
that surround and which are often ignored. Using a sound mapping tool created within
Google Earth, users can upload sounds onto the sound map. As more sounds are added
the project develops into a rich database of the soundscape of Aberdeen, providing an
audio heritage of the city for the future. Clicking on an icon brings up a window with
4
Available at http://www.aberdeensoundsites.net (accessed 25th September 2018).
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
information about the sound recorded, including date, location and the name of the
person uploading it. Most importantly there is text uploaded which describes the sound.
This is the start of the sound conversation as visitors to the site can make comments
about the sound that they hear, reflecting on what that sound means to them. These are
designed to be the beginning of sound conversations, where memories can be triggered
and responses can be made to unfamiliar sounds.
Figure 1
Aberdeen Soundsites
In 2017, Aberdeen Soundsites was ported over to the iOS mobile app [M]apping
Aberdeen 5, which allows for a more spontaneous reaction to sound which can be
recorded and uploaded to the map, exactly like a photograph to a social media site and
which also updates the main Google Earth site.
5
[M]apping Aberdeen can be found by searching for mappingaberdeen at the App Store.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Figure 2
[M]apping Aberdeen 1
Figure 3
[M]apping Aberdeen 2
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
A second aspect of both ABZ/A and Aberdeen Soundsites, which counters somewhat
Schafer’s idea of nostalgia for sounds away from the city, actively addresses our
relationship with sounds from the urban environment of the city centre of Aberdeen.
In From Scratch: Writings in Music Theory, composer James Tenney recalls his journey
to work at the Bell Labs in New York, via the heavily congested Route 22 and the
Holland Tunnel as “an exhausting, nerve-wracking experience: fast, furious and
noisy” 6.
Through a deeper and more musical listening attitude, Tenney was able to identify and
isolate individual sonic elements from the monolithic totality of noise – an activity
perhaps no more demanding than the attempts listeners make to decode the landscape of
a Bach four-part fugue or Stravinsky’s Rite of Spring.
In August 2003, the School of Education at the University of Aberdeen, where I worked
at the time, relocated from its Hilton campus to the newly refurbished MacRobert
Building in King’s College, Aberdeen. Shortly before the move, I emailed members of
staff to ask if there were any sounds (both loved and not so loved), that they would like
me to preserve through the act of recording before the buildings on the campus were
pulled down. With this project, the Hilton Soundscape 7, I wanted to create what Barry
Truax refers to as a “sound romance” – that is:
6
Tenney, (2015: 98)
7
The .kmz file for Hilton Soundscape can be downloaded from https://tinyurl.com/yb6qpc2p (accessed 25th
September 2018)
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Many such sounds are often ignored in normal everyday circumstances, but when
recorded and subsequently re-heard, this can trigger a strong sense of
nostalgia. Clicking on the pins on the Google Earth map allows you to listen to the
sounds and re-imagine, through memory, the locations they once belonged to. As with
Aberdeen Soundsites, users can make comments and start sound conversations and by
selecting the Historical Imagery facility in the View menu, they can scroll through all
the images that Google have acquired for that location. The image for December
2001 shows the Hilton campus as it was when the recordings were made and the most
recent image (September 2018) shows the site as it currently is, consisting of the new
housing development. The next stage of the project, 15 years later, is to record new
sounds, as near as possible to the location of the originals and to place them on the map
under red pins, providing a kind of sonic archaeology, with sounds from different time
periods, the location serving different purposes. In the future, this housing development
may need to make way for a new road, or a large out of town shopping mall, in which
case, a new layer of pins can be added.
Figure 4
Hilton Soundscape
One particular community, certainly in the UK, for whom an engagement with sound is
becoming increasingly important is schoolchildren. Lightyear 8 is a work which was
8
Lightyear can be heard at: https://tinyurl.com/y93d3k4n (accessed 25th September 2018).
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
composed by a group of nine-year olds from the Isle of Dogs, a district in East London,
on the banks of the River Thames. The brief was to create a piece of music to
accompany the celebrations for the 1995 New Year. Two composers worked with the
pupils and their teachers, gathering sounds from their local environment and working
with them over a period of a month to create the piece. It is inevitable that the vast
majority of the sounds was connected with the River Thames, the Isle of Dogs being
formed by one of the largest meanders of the river in the city, encasing it on three sides.
These sounds were chosen by the schoolchildren when they were asked what the Isle of
Dogs sounded like to them – boat bells, horns and engines. The performance was
broadcast live on London’s Capital Radio at two minutes to midnight and accompanied
by a light show created by the artist Peter York, which was projected onto the Canary
Wharf tower – an empowering creative experience for young people in a part of London
where opportunities such as this were not frequent.
Lightyear was the result of a project produced by Sonic Arts Network, the lead UK
organisation at the time devoted to the promotion of sonic art and electroacoustic music.
Sonic Postcards, another project devised by Sonic Arts Network, developed out of
projects such as Lightyear, allowing pupils from across the UK to explore and compare
their local sonic environments, through recording, composing and ultimately sharing
their sonic postcards with other schools.
Aimed at the 9-14 age group, the project focuses on the impact of sound on our lives
and demonstrates the possibilities for creativity through the manipulation of sound with
technology. As with an ordinary postcard it offers the opportunity for people to
exchange information about their local environments, providing windows into a variety
of places, lives and cultures in rural, urban and coastal locations. Legacy is an important
aspect of the project and skilled animateurs work not only with pupils, but also with
teachers, in order that similar work may be continued after the initial project is
complete.
Part of the success of Sonic Postcards comes from its ability to provide meaningful
creative musical experiences for young people who don’t have traditional practical or
music literacy skills, whilst also facilitating inclusive routes into music education and
positive responses for difficult and challenging pupils. It allows for a wider learning
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
experience, through sound, as opposed to only music and for pupils to improvise with
materials they are familiar with on one level (hearing, oblique awareness) but unfamiliar
on another (creative, responsive). In his book Silence, John Cage refers to this as
“purposeless play”. Composers of fixed media music might make comparisons with
Guy Reibel’s séquence-jeu, where the composer records the process of working with a
sounding body, performing an improvisation in order to release its sonic potential, prior
to subsequent selection and/or rejection.
What is clear from all of these projects is that when communities engage closely with
the sounds of places, this can lead to deeper and richer life experiences. The
conversations which can grow from these experiences can help to inform a greater
awareness of everyday sound and how it relates to place as well as developing listening
skills, something which is becoming more and more essential in the rapidly increasing
ocularcentric nature of the world we live in.
Bibliography
Heidegger, M (1977), The Question Concerning Technology and Other Essays, New York: Harper and
Row.
Hill, S (2018), “A ‘Sound’ Approach”. Philosophy of Music Education Review, Vol. 26, No. 1, 46 – 62.
Kim, S-J (2010), “Imaginal Listening: A Quaternary Framework for Listening to Electroacoustic Music
and Phenomena of Sound-Images”, Organised Sound, Vol 15, No. 1, 43 – 53.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Kim, S-J, P Stollery, R Whyte (2013), “Three Types of Engagement with Place through Acousmatic
Listening and Composition”, in Ian Russell & Catherine Ingram, Taking Part in Music: Case
Studies in Ethnomusicology, Aberdeen: Elphinstone Institute Occasional Publications.
Tenney, J (2015), “Computer Music Experiences (1961-1964)”, in L Polansky, et al. From Scratch:
Writing in Music Theory - James Tenney. University of Illinois Press.
Truax, B (1999), Handbook for Acoustic Ecology, Vancouver: Cambridge Street Publishing.
(http://www.sfu.ca/sonic-studio-webdav/handbook/index.html) [accessed 25/09/18]
Web links
Audio links
Lightyear – pupils form the Isle of Dogs (Sonic Arts Network) (https://tinyurl.com/y93d3k4n)
[accessed 25/09/18].
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Resumen
En gran parte de los montajes escénicos actuales, los recursos musicales y dancísticos se
encuentran desvinculados. Generalmente la música es secundaria para la coreografía o
se inserta de manera ambiental; finalmente se realiza el montaje con los productos
terminados de cada lenguaje por separado.
Existen muy pocos casos que operan de manera distinta. Dentro de la danza
contemporánea en México puedo mencionar el trabajo del ensamble “Don Cañalero”,
cuyos procesos creativos son generados en total reciprocidad entre el lenguaje
dancístico y musical.
En cuanto a las propuestas teóricas existentes para notación del sonido y ritmo del
movimiento dancístico, encontré muchas limitantes. Por ejemplo, la partitura clásica
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Por todo lo anterior decidí emprender una investigación que, además de atender un
campo poco explorado en términos teóricos dentro de la danza, pudiera trascender hacia
la práctica escénica a partir de proponer nuevas metodologías y herramientas, donde la
relación entre el sonido y el movimiento fuese totalmente correspondida en cada parte
del proceso creativo, entendiendo el fenómeno artístico de manera integral.
Ritmo
(Del lat. rhythmus, y este del ῥυθμός rythmós, der. de ῥεῖν reîn 'fluir'). Se define como la
repetición ordenada de elementos que produce la sensación de movimiento sonoro o
visual. Se considera que el ritmo significa flujo; es decir, algo dinámico.
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Instrumentos sonoros
Los cuerpos humanos y los cuerpos de los instrumentos musicales se han ido
transformando a lo largo de la historia de la humanidad, creando una relación
indisoluble y eterna. “La complicidad entre el cuerpo del músico y el cuerpo del
instrumento musical permite generar una identidad. El instrumento musical se convierte
en una extensión del cuerpo del músico” (Ochoa y Cortés, 2002: 9).
Pienso que para que exista sonido se necesita activar la energía potencial acumulada en
un cuerpo convirtiéndose en energía dinámica e involucrando en el proceso, una acción,
fuerza y superficie de desplazamiento. Generando así un ciclo de resonancias de
movimiento tanto de ondas físicas como de movimientos en las superficies de
propagación y en los cuerpos de activación, como pueden ser los instrumentos
musicales o el propio cuerpo. Por lo tanto, creo que el sonido es movimiento y el
movimiento es sonido.
Cada persona tiene una forma distinta de moverse, igual que el timbre de la voz o la
huella digital. Es como si cada quien tuviera un pincel distinto con el cual va trazando
su movimiento corporal. Cada cual otorga cierta intencionalidad a su movimiento,
teniendo la posibilidad de recargar o adornar el trazo si lo desea, para enfatizar lo que
expresa. Es por eso que creo que cada región e incluso cada bailador tiene su manera
distinta de moverse o ejecutar un paso, aunque compartan rasgos comunes dentro de una
región cultural.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Movimiento
Sonoridad de la cultura
Una parte del análisis y registro sonoro realizado fue el de los bailes de tabla de la
región de “la tierra caliente”. Es importante aclarar que se trata de una región cultural
del occidente de México, que no se corresponde propiamente con las divisiones
políticas ya que las prácticas musicales existían desde antes de estas divisiones. Es una
región muy calurosa, rodeada de montañas y sin salida ni contacto con el mar. Está
cercada por los macizos de la Sierra Madre del Sur y el Eje Neovolcánico.
Dentro de la tierra caliente existen subregiones divididas por la cuenca hidrológica del
río Balsas, cada una comparte los mismos subgéneros musicales, con sus particulares
estilos musicales y dancísticos.
• Mariachi tradicional
• El conjunto de jaraberos
En este género musical se utiliza la caja del arpa como instrumento de percusión. Este
acompañamiento, llamado tamboreo, se realiza con las manos. La vihuela o guitarra de
golpe lleva el acompañamiento rítmico y armónico; el violín, la melodía y el arpa lleva
el tiempo y los adornos melódicos.
Para preparar la tabla donde se baila se hace una especie de “caja de muerto”, la cual
consiste en cavar un hoyo en la tierra con profundidad de 1 metro. En la antigüedad se
colocaban resonadores en forma de jícaras con agua dentro del hoyo y luego se le ponía
encima un parche de madera de parota.
La fiesta del baile de tabla ha sido por generaciones un espacio ritual y festivo;
generalmente se realiza en bodas o en festejos comunales. Es un complejo en el que
forman parte la música, la poesía, la danza, la fiesta y la ritualidad.
secuencial, imita el sonido del redoble percutido de la tamborita o el tamboreo del arpa.
Tanto hombres como mujeres acostumbran bailar con huarache, zapatos o descalzos.
Sobre el análisis
Para y por la misma observación de las danzas surgió una propuesta que no se debe
tomar como dictamen sino como invitación para utilizar estos elementos como
referencia de análisis y como herramientas de trabajo corporal a razón de ser pigmentos
o utensilios de trazo, si pensamos el espacio escénico como un lienzo. Es decir, no son
leyes o categorías rígidas, sino más bien deben tomarse como una guía.
Propuesta de notación
Para representar los elementos y características del análisis sonoro y rítmico del
movimiento, se utilizaron los caracteres establecidos como unidades informáticas en los
equipos de computación, por ser códigos estandarizados a nivel mundial que
corresponden a un grafema que representa de forma gráfica un sonido empleado en el
lenguaje natural o por su correspondencia visual para su fácil identificación.
Para conformar las partituras sonoras del movimiento, estos elementos se colocan en un
soporte de cuadrícula, partiendo de la premisa de que el sonido es movimiento y por
tanto es un ente espacial, razón por la cual decidí colocar la representación gráfica del
sonido, en este caso • dentro del espacio físico visible de un cuadrado.
Para indicar el compás se coloca una barra divisoria a razón del pulso, el cual se
soluciona con el fraseo rítmico pudiéndose ajustar dependiendo de si se quiere observar
con detalle cada sonido o enfatizar las partes del cuerpo que realizan las acciones
sonoras.
La división es una referencia visual para enmarcar el fraseo, pulso y acentos propios de
la rítmica del movimiento. Es por eso que no se corresponde necesariamente con la
división del compás musical clásico.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
En el Sistema de Notación Sonora del Movimiento se marca con una línea intermedia la
cantidad de casillas que se eligen; conforman el intervalo que construye la distancia de
un pulso a razón del fraseo rítmico (núcleo rítmico de la frase de movimiento).
_4/4 _ ________________________________________________
Partitura musical clásica
Ritmo
4-4 • • • • • • • • • • • • •
Fonoescritura
Mnemotécnia
Como “café con pan”, “cinco de azúcar”, “sapo rotete”, “totopo con sal”, “tantita
manteca”, entre otras.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Videos:
Audio:
• Audio imagen: audio que se ve y que se siente, sonido que se traduce a imagen y
que se puede traducir a tacto (método braille).
Análisis rítmico y sonoro de los bailes de tabla de la región de tierra caliente de Guerrero
Ritmo
ᶲ •• •
compás3-4
• • •
Timbre + _ § _ _ _
Acción NA © ♂ Z _ § _ _ _
Zapateado básico
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Ritmo
ᶲ •• • ••
compás3-4
• • • • • • • •
Timbre + _ § _ _ _ _ _ § _ _ _
Versión completa
Análisis rítmico y sonoro de los bailes de tabla de la región de tierra caliente de Michoacán
Ritmo
ᶲ
Compás 3-4
• • • • •
Timbre + _ _ _ _ _
Fono-escritura sa po ro te te
Acción NA © ♂ Z _ _ _ _ _
Zapateado básico
Ritmo MUJER
ᶲ ᶲ ᶲ
Compás 3-4
• • • • • • • • • • •
Timbre + _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Fono-escritura sa po ro te te sa po ro te te sa
Ritmo HOMBRE
Compás 3-4 •
ᶲ • • • • •
ᶲ • • • • •
Timbre __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Notación rítmica de Body percussion de La Sonata Limón (Unísono para tres bailarines)
ritmo
4-4 • • • • • • • • • • • • •
timbre ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤ ¤¤
medio ▀ ┴ ┴ ┴ ▀ ┴ ┴ ┴ ▀ ┴ ┴ ┴ ▀
Fonoescritura Tá ca ta ca Tá ca ta ca Tá ca ta ca Tan
Ritmo
4-4 • • • • •• •
Timbre ¤ ¤ ¤¤ ¤ _¤ ¤
Medio ┴ ▀ ▀ ▀ _▀ ┴
Fonoescritura ti ta ta ta cata ti
Conclusiones
Creo que las formas de zapatear se pueden seguir explorando. Las aquí analizadas son
solo una de muchas posibilidades de generar sonoridad. El uso de la voz, la percusión
corporal o la generación sonora a partir de la interacción con el espacio y los objetos son
fuentes inagotables para la experimentación sonora.
Todas estas herramientas se pueden usar para el análisis del movimiento o el registro del
mismo. En la actualidad las utilizo como material creativo para la construcción de
lenguaje de movimiento, diseños coreográficos y sonorización para montajes escénicos.
Bibliografía
Chamorro, Arturo, Los instrumentos de percusión en México, Michoacán, El colegio de Michoacán, 1984.
Ochoa, José y Claudia Cortés, Catálogo de instrumentos musicales y objetos sonoros de México Indígena,
México, FONCA, 2002.
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Resumen
La totalidad de las y los artistas sonoros para efectos de este ensayo manipulan las
tecnologías, las transforman, intervienen, reconstruyen y las manipulan como
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Figura 1
Hidroscopia Mapocho. Claudia González Godoy, Exposición Festival de Arte Sonoro Tsonami,
Parque Cultural, 2016. © Claudia González
una teoría universal de la música, sino de fondos alternativos y singulares que fueron
construidos gradualmente en relación con el mundo concreto. Durante la performance,
los artistas se integran a las máquinas y las máquinas funcionan como parte de sus
cuerpos. Las máquinas no son solo extensiones sino también modificadores de nuestro
aparato sensorial. De este modo, la actuación artística lleva esta integración a los
extremos para promover procesos inventivos que propician nuevos modos de
percepción y consecuentemente nuevas formas de ser. El ethos, como un proceso
variable de conexión y expansión de cuerpos hacia las máquinas, permite a los artistas
integrarse libremente en un conjunto complejo por el que se produce el rendimiento
sensorial.
Para Bolívar Echeverría este proceso no solo impacta en los sujetos productores sino
también en las identidades definidas desde la modernidad capitalista: “vienen a sumarse
a todos aquellos seres humanos que pretendían (...) construir para sí mismos una
identidad propiamente moderna, sobre la base de la particularización capitalista de la
modernidad” (Echeverría, 2008) y su principal potencial es que niega la existencia de
identidades cerradas, auto-afirmadas en una cultura inmutable y predefinida.
Figura 2
Acción 39, Bárbara González. Festival Internacional de Arte Sonoro Tsonami, Cementerio N° 2 de Valparaíso, Chile,
2016. @Pamela Figueroa, PAM.
benjaminiana), y sobre las tumbas entrega su vida sonora a unos seres mudos e
inexistentes, como un rito que radicaliza el rito del recuerdo de los muertos, pero más
importante aún, de nuestra finitud, y de la conexión entre los dos mundos propia del
mundo latinoamericano, que desafía el terror y la incomprensión de un mundo
occidental que no puede comprar el recuerdo y menos aún la vida eterna, por más que se
empecine.
Este sonido se hará con el tiempo más intenso y se le agregarán varios similares que con
el paso tejerán un fascinante drone donde toda la sala se amplifica y el oyente aparece
como una pequeña partícula de polvo dentro de un parlante. La gravedad parece haberse
ido y conforme otras texturas colman la dimensión invisible, un ecosistema emerge en
la mera audición, especulando una ontología a raíz de la capacidad generativa del
sonido.
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La escucha aparece como un elemento del universo. En la invisibilidad vacua del lugar
se cuelan tantas criaturas acusmáticas como células existen en quienes escuchan. Pero
son criaturas autónomas, objetos que parecieran existir por sí mismos, tomar sus propias
decisiones. Conforme el objeto grande se va desplazando por los demás objetos, parecen
activarse nuevas relaciones. Al abrir los ojos y detenerse ante lo que se escucha en
relación al intercambio de sombras, surgen tantas paradojas como sonidos en el
momento: lo que se ve en la oscuridad es una convergencia de espectros acústicos,
acertijos lumínicos, movimientos inmateriales, formas biónicas, ecos atemporales,
sonidos imaginarios, sentidos aurales, circuitos mutantes, cotidianidad intervenida,
pantomima realista: cosas que no son cosas haciendo otras cosas que no son cosas.
Figura 3
Concierto con objetos, Fernando Godoy, Exploratorio Medellín 2017. © Fernando Godoy
El ethos en la obra opera entonces, como una segunda naturaleza, ya que incorpora en el
escenario un conjunto de “objetos metáfora” y códigos sonoros, creados para hacer
posible la cohabitación “armoniosa” entre los participantes a este “festín”. Se trata, por
lo tanto, de una creación indispensable para poder organizarse en un complejo juego de
decodificación y recodificación y generar las reglas mínimas que van a regular su
comportamiento.
Esto apunta a la gran importancia que posee el marco ritual para el hecho musical, y nos
ayuda precisamente a entender mejor que lo que habitualmente designamos por
“música” va mucho más allá de ser una simple manifestación sonora: es algo que exige
sus componentes ritualizantes y sus bien estipuladas referencias simbólicas.
Bibliografía
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I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Martín Amodeo
Resumen
Este artículo se centra en las aves como componentes de la biofonía nativa en ambientes
del pastizal pampeano semiárido, donde pueden encontrarse ambientes valiosos para la
conservación de la biodiversidad y distintas formas de interacción entre la sociedad y la
naturaleza. A través de una colección de registros sonoros de aves y su reinterpretación
artística en piezas electroacústicas, se pretende contribuir con la conservación del
patrimonio sonoro de dicho ambiente, con el fin de fomentar su valoración y
conservación, ejerciendo el arte como una vía de conexión con la naturaleza.
La especie humana, más que ninguna otra, ha generado en poco tiempo un proceso de
cambio a nivel global cada vez más acelerado. La magnitud de su influencia sobre
procesos climáticos, hidrológicos, geológicos y biológicos, ha despertado un importante
debate en la comunidad científica sobre la posible definición de una nueva época
geológica llamada Antropoceno, definida por la huella que la especie humana dejaría
sobre la tierra (Erlandson y Braje, 2013). El crecimiento poblacional humano es el
causante principal de un proceso de erosión de la biodiversidad cada vez más marcado,
conllevando la pérdida irreversible de ambientes y con ello la extinción de especies y
reservorios genéticos. La actividad humana ha crecido globalmente involucrando un
impacto negativo sobre la diversidad biológica a través de una homogeneización biótica.
Este concepto de homogeneización es definido como un reemplazo de la biota local por
especies no nativas (exóticas) implicando la pérdida de especies (McKinney y
Lockwood, 1999). Por lo tanto, es importante promover la conservación de especies
nativas tanto en ambientes naturales y seminaturales, como urbanos, con el objeto de
preservar la biodiversidad local y, con ello, la identidad sonora de los espacios.
Durante la segunda mitad del siglo XX, una variedad de disciplinas han empleado de
diversas maneras el concepto de paisaje sonoro haciendo referencia a la totalidad de los
sonidos que ocurren en una determinada locación dentro de un marco temporal
determinado (Pijanowski, Villanueva-Rivera y otros, 2011). El concepto de paisaje
sonoro tiene su origen en la década de 1960 con trabajos del psicólogo ambiental
Michael Southworth (1969) y el artista Murray Schafer (1993). Recientemente, su uso
ha recibido un fuerte impulso en la ecología como una forma de análisis de los
ecosistemas conformando una nueva disciplina (Gasc y otros, 2017; Pijanowski, Farina
y otros, 2011). En un paisaje sonoro pueden identificarse tres fuentes sonoras
principales: aquellas de origen biológico (biofonía), geofísico (geofonía) y antrópico
(antrofonía, Pijanowski, Villanueva-Rivera y otros, 2011; Pijanowski, Farina y otros,
2011). La ecología acústica ha destacado la importancia de una escucha atenta y el
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Arte sonoro y aves del pastizal pampeano (Amodeo, 2015a) es un proyecto que se
focaliza en las aves como componentes de la biofonía nativa en ambientes del pastizal
pampeano del sudoeste de la provincia de Buenos Aires, donde pueden encontrarse
ambientes marginales valiosos para la conservación de la biodiversidad. Desde 2015,
con el apoyo del Ministerio de Cultura de la Nación a través del Fondo Argentino de
Desarrollo Cultural 2015, se han realizado registros sonoros mediante micrófonos
parabólico y estéreo, en reservas naturales, bordes de rutas y campos, abarcando
distintas formas de interacción entre la sociedad y la naturaleza. Basándose en
observaciones del comportamiento de las especies (Ratcliff, 2016), las grabaciones
intentan registrar las vocalizaciones más típicas de cada una (empleando el micrófono
parabólico), pero además su contexto, el paisaje sonoro en el que se encuentra
(micrófono estéreo).
zona de Bahía Blanca, se propuso promover la vinculación con dicho patrimonio sonoro
y natural. Dichas piezas sonoras pretenden actuar como disparadores en torno a la
valoración de la diversidad biológica nativa y ejercer el arte como una vía de conexión
con la naturaleza.
Las aves
descendentes que repite de manera insistente desde un poste alto, alambrado o arbusto.
Su nombre se debe a que normalmente es visto acarreando ramas pequeñas y espinosas
con las que construye su nido, muy fácil de encontrar en postes elevados o en arbustos a
mediana altura.
canto, poco melodioso, tiene una gran intensidad y se destaca en el paisaje sonoro de
cualquier campo de la región, pudiendo oírse aún en el invierno, mientras otras aves se
mantienen silenciosas (Montes y Palermo, 1987). La hembra y el macho pueden
acompañarse cantando en canon (puede observarse la repetición en el espectrograma de
la Figura 1) y, además del canto completo, producen una breve señal de alarma.
Figura 1
Espectrogramas que representan las principales vocalizaciones de algunas de las especies de aves registradas
en pastizales semiáridos del sudoeste de la provincia de Buenos Aires.
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Figura 2
Algunas de las especies de aves registradas, habitantes típicos en pastizales semiáridos del sudoeste de la provincia de
Buenos Aires: A) Lechucita de las vizcacheras (Athene cunicularia), la más pequeña de las lechuzas en la región; B)
Leñatero (Anumbius annumbi), coloración parda, castaño en la frente, garganta blanca bordeada de puntos negros; C)
Chingolo (Zonotrichia capensis), collar de color canela en el dorso, pequeño copete gris en la cabeza; D) Cachilo ceja
amarilla (Ammodramus humeralis), coloración modesta con una ceja blanca y amarilla, manchas amarillas en los
hombros; E) Verdón (Embernagra platensis), alas y cola amarillo verdosas, dorso oliváceo, grueso pico anaranjado;
F) Loica común (Sturnella loyca), llamativo color rojo en el pecho y parte del vientre, ceja blanca que comienza roja,
plumas blancas en el interior de sus alas. Fotos: Martín Amodeo (Flickr: Pepi Amodeo,
https://www.flickr.com/people/130419420@N08/)
Arte y naturalismo
Esta experiencia permitió iniciar una colección de registros sonoros que contribuyen
con la conservación del patrimonio sonoro del pastizal pampeano, y brindó un medio de
acercamiento de los adolescentes a los ambientes naturales fomentando su valoración y
conservación. A su vez, los sonidos registrados sirvieron para la construcción de piezas
acusmáticas, funcionando como fuente de materiales y brindando la base para la
construcción formal de las obras. Las piezas conforman una reinterpretación de la
identidad sonora de cada especie, e intentan reflejar la estructura de su vocalización y el
paisaje sonoro donde habita. A lo largo del año existen variaciones en los sonidos que
generan las aves, ya sea por los cambios en su comportamiento, como también por la
dinámica propia del paisaje sonoro como una propiedad emergente de la comunidad
ecológica que varía gracias a las interacciones entre las especies y otros elementos del
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paisaje. La ecología del paisaje sonoro ofrece una perspectiva a través de la cual los
ecólogos pueden usar las propiedades acústicas de un ecosistema para comprender las
complejas interacciones entre organismos, la dinámica geofísica y la actividad humana.
El paisaje sonoro de los pastizales pampeanos es un punto de partida para una mejor
comprensión sobre cómo diversas fuentes sonoras pueden interactuar y ser usadas para
entender y representar las dinámicas naturaleza-sociedad a lo largo de distintas escalas
espaciales y temporales.
Agradecimientos
Bibliografía
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Arte sonoro en América Latina
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DESERENATA
Resumen
Etapa I
En mayo de 2017 se realizó una prospección acústica de varios espacios del CPGG
ofrecidos por la organización del NuJaS para la presentación de la obra. Se recorrieron el
hall de entrada, pasillos, aulas, capilla, auditorio Carlos Gustavino, patios laterales N.O.
y S.E. (Figuras 1 a 7) y se consideró el patio lateral S.E. del Conservatorio como el
más interesante y adecuado para realizar la propuesta artística.2 Este patio es un espacio
1 Liut (2009).
2 A excepción del patio NO, los demás espacios propuestos eran cerrados y de planta rectangular, no
siendo de interés para los autores el planteo de una obra en un espacio acústico homogéneo.
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a cielo abierto que tiene las paredes del CPPG como superficies límites. Las
dimensiones son: 13,7 m de ancho (máximo); 14,10 m de largo (espacio edificado); 20
m de alto aprox. (del edificio del Conservatorio). Las superficies que limitan
parcialmente el espacio conforman ángulos de 90° (Figuras 8 y 9).
La cisterna de agua del patio tiene las siguientes dimensiones: 4,5 m de alto; 3,6 m de
ancho y 3,9 m de largo (Figura 10).
Figura 1
Hall de entrada del Conservatorio Gilardo Gilardi
Figura 2
Pasillos
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Figura 3
Aulas
Figura 4
Capilla
Figura 5
Auditorio Carlos Guastavino
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Figura 6
Patio lateral N.O.
Figura 7
Patio lateral S.E.
Figura 8
Patio lateral S.E. Vista desde 1er piso.
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Figura 9
Patio lateral S.E. Vista desde acceso lateral.
Figura 10
Cisterna de agua
Etapa II
fuente. Las dimensiones del espacio se utilizaron para calcular las frecuencias de las
ondas estacionarias factibles de generarse así como para determinar la frecuencia de
corte que podría afectar al sonido reflejándose contra la alzada de la escalera de acceso
(Figuras 12 y 13).
La obra utiliza dos tipos de material sonoro: concreto y sintetizado. 5 Dado el carácter
simbólico del edificio donde se iba a realizar la obra –un conservatorio donde se
estudian instrumentos acústicos– se planteó que el balance en la mezcla utilizara mayor
proporción de sonidos que fueran extraños al edificio.
Figura 11
Esquema de disposición de fuentes
5Se usó un patch del software PureData para generar tanto el proceso de resíntesis como la secuenciación
de la obra.
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Figura 12
Dimensiones entre planos del patio lateral S.E.
Figura 13
Frecuencias asociadas a las dimensiones del patio lateral S.E.
Etapa III
Se utilizaron dos sonidos concretos que luego fueron resintetizados. Dadas las
características morfológicas, se desarrolló la narrativa de la obra como diferentes
instancias entre la superposición o la yuxtaposición de los dos materiales concretos (y
sus respectivas resíntesis). Los materiales concretos fueron definidos por su morfología:
uno de ataque muy rápido con una extinción de 18 s y otro con un ataque lento y sustain
de 36 s. En el primero se trabajó con la velocidad de reproducción del archivo de audio
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para crear una evolución de impulsos individuales a tren de impulsos y luego rugosidad.
En el segundo, se utilizó el mismo proceso de variación de la velocidad de reproducción
y, además, se trabajo en la manipulación del espectro a partir de capturas instantáneas
de fundamentales de la señal 6 y la generación de espectro armónicos por síntesis aditiva
y la distorsión de dichos armónicos. 7
La distancia entre los planos del patio no permitía generar un retraso temporal
importante entre señal directa y reflejada (Δtmax=0,039 s) por lo cual, para aumentar la
densidad de la textura sonora se tomó partido por utilizar un retraso temporal generado
por software.
Etapa IV
Debido al mal tiempo durante el día previsto para la presentación de la obra en el primer
NuJaS, la obra se estrenó el día sábado 30 de septiembre de 2017 en la banda horaria de
12 a 12:30 en el marco del 13er ECCOM. Esto determinó que el nivel de ruido en el
lugar fuera menor al previsto por el menor caudal de tráfico vehicular.
La narrativa es compleja dado que no existe un lugar de escucha único. Cada punto del
espacio acústico donde se presenta la obra es tan válido como otro. Dada la localización
de ciertos procesos en un espacio determinado en un momento específico, una variación
de 1 m en la ubicación genera que los procesos no se perciban.
Figura 14
Traslado y rotación de la fuente #2
8 Íbidem.
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Figura 15
Público escuchando la obra
Bibliografía
Ando, Y., Architectural Acoustics. Blending Sound Sources, Sound Fields and Listeners, Nueva York,
Springer Verlag, 1998.
Basso, G. y otros, Música y espacio: ciencia, tecnología y estética, Bernal, Universidad Nacional de
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Liut, Martín, “Arte sonoro en espacios públicos. Condiciones para su desarrollo actual en la Argentina”,
Revista Afuera, núm. 4, 2008.
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Resumen
Este artículo propone una reflexión sobre la función del archivo como herramienta de
investigación. El objeto de este archivo se centra en la producción de artistas brasileños
que trabajan en el campo del arte sonoro. Los resultados planificados de este proceso
consisten en crear una plataforma on-line y una publicación de varios autores sobre el
tema. Este proceso está enmarcado por una preocupación metodológica en términos de
representación y representatividad, y en la relación entre la producción local y una
historiografía que tiende principalmente a presentar artistas europeos o estadounidenses.
En este sentido, el archivo es una herramienta para construir una contra-narrativa crítica
y de este modo producir una discusión contingente y no hegemónica de lo que podría
ser el arte sonoro brasileño.
Introducción
Nendú
Nendú es una palabra de origen indígena tupi que significa oír, escucharse. La creación
de esta plataforma online tuvo como base los siguientes objetivos: 1) crear un espacio
de difusión y conocimiento de la práctica local (el ‘mapa’); 2) provocar conversaciones
sobre los procesos de documentación que ilustran trabajos individuales de creación (el
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‘diario’). El impulso inicial detrás de este esfuerzo de archivo se refería al hecho de que
había poca bibliografía o pocas iniciativas que intentaban captar lo que los artistas que
trabajan en el campo del arte sonoro tenían para decir. Aunque ha habido durante la
última década un esfuerzo serio hacia el desarrollo de diferentes formas de crítica con
respecto a la práctica (Campesato, 2007; Labelle, 2006, 2010; Voegelin, 2010; Kim-
Cohen, 2009, 2013), no se ha realizado mucho trabajo sistemático en términos de
recopilación de relatos de primera mano por parte de artistas involucrados en el campo
ya mencionado. Aunque dentro de ciertas tradiciones de crítica de arte se tiende a
afirmar que la obra de arte trasciende lo que un autor tiene que decir, sería ingenuo dejar
atrás todas estas huellas discursivas, especialmente cuando se desea establecer un
esfuerzo crítico que mapee los tropos específicos que rodean una práctica o escena, o
cuando se busca revelar un enfoque más diverso para comprender lo que hace el arte
sonoro. Además, esta estrategia específica está vinculada a una visión general
epistémica (en términos de representatividad) que se ha mencionado anteriormente.
Por supuesto, hay otros ejemplos de archivos 2, no solo online sino también en un
entorno más tradicional, como un museo o una universidad. Es importante señalar en
esta etapa que el archivo aquí se considera como un depósito de obras, pero
también como una forma de escuchar los discursos y los procesos creativos a través de
entrevistas3, colaboraciones4, informes5 y documentación audiovisual.6 Estos
elementos influyeron en el diseño y concepción de la plataforma online. Construido
alrededor de la plataforma wordpress y presentado en inglés y portugués, el archivo está
estructurado en dos elementos: “mapa” y “diario”. El primer elemento, el mapa, permite
2
Con el respaldo sustancial de una importante institución financiera brasileña (Banco Itaú), Itaú
Enciclopédia Cultural reúne el trabajo de casi sesenta mil artistas brasileños que cubren cine, música, arte
contemporáneo, literatura, danza y teatro (http://enciclopedia.itaucultural.org.br/).
3
“Fishing for underground sounds”. Entrevista con Marco Scarassatti
(http://www.nendu.net/?p=1142&lang=en).
4
En septiembre de 2016, Rui Chaves colaboró con la compositora Lilian Nakao Nakahodo en la creación
de “Do Paco ao Olho”. Esta fue una intervención pública y una visita guiada que utiliza recuerdos sónicos
que se recopilaron durante la creación del Curitiba Sound Map. Presentado en SiMN 2016
(http://www.nendu.net/?p=1255&lang=en).
5
Rui Chaves fue coautor de un texto con la compositora Lilian Nakao Nakahodo, describiendo un taller
de cartografía sonora que dio en Curitiba: “Mapa sonoro CWB - Uma Cartografia Afetiva de Curitiba”
(http://www.nendu.net/?p=1231&lang=en).
6
Grabación binaural de la obra de Pontogor e Luísa Nóbrega, “Não faço ideia de quantos dedos tenho”
(http://www.nendu.net/?p=1291&lang=en).
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Figura 1
Captura de pantalla del mapa en la plataforma Nendú y de las categorías creadas para la plataforma.
Figura 2
Captura de pantalla de Nendú que muestra un ejemplo de una página de artista.
Making it Heard
7 Actualmente la plataforma cuenta con informaciones acerca de 94 artistas sonoros brasileños. Además,
Rui Chaves ha entrevistado o documentado directamente el trabajo de 22 artistas (Bruno Mendonça,
Carina Levitan, Chico Machado, Floriano Romano, Gabrielle Haddad, Giuliano Obici, Herbert Baioco,
Isabel Nogueira, Júlio de Paula, Leandra Lambert, Leticia Rita, Lilian Nakao Nakahodo, Marcelo
Armani, Marion Velasco, Paulo Dantas, Paulo Nenflídio, Paulo Vivacqua, Pontogor, Ricardo Garcia,
Vanessa de Michelis, Vivian Caccuri).
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sirve de metáfora crítica y editorial para que el libro funcione como un cuadro multi-
vocal de la práctica de arte sonoro. Ella caracteriza también un segmento importante de
la música y la producción de arte contemporáneo brasileño, en lo que los artistas
desarrollan un nuevo y emocionante trabajo con sonido. Se trata de un cuerpo de trabajo
que explora ideas sónicas sobre habitabilidad, planificación urbana, género, capital y
sensorialidad. En este sentido, estamos discutiendo el potencial del “arte sonoro” como
una práctica transformadora. A menudo son estas preocupaciones, junto con
antecedentes educativos específicos, las que impregnan el uso del arte sonoro por parte
de actores locales, junto con su inquietud en un ambiente musical en gran parte
conservador.
Está fuera del alcance de este artículo ofrecer una revisión extensa de la importancia
epistémica, política o artística de lo “cotidiano”. Sin embargo, nuestra idea es que este
comentario ofrece no solo una visión crítica de los trabajos y artistas mencionados, sino
también un panorama de la vida cotidiana en Brasil, tanto en términos de cultura
auditiva, como así también en la forma en que se regulan cuerpos y espacios públicos.
En este sentido, entendemos que sería importante discutir el mundo en que se desarrolla
parte de la producción brasileña de arte sonoro: las diferentes cámaras sociales,
económicas, históricas y discursivas donde este tipo de obras de arte reverberan. Como
ejemplo de estos contextos y contingencias locales nos gustaría discutir dos obras:
Compro Auri / Buy Auri, de Giuliano Obici y Corpo Ruído / Noise Body, de Paula
Garcia.
En Compro Auri 8 (2006-2013), Obici creó una performance que explora dos prácticas
transaccionales que aún ocurren en las calles y plazas brasileñas: la venta de oro y la
venta de cds con mp3s. Obici, en lugar de comprar oro, busca comprar el tiempo de
8 http://www.giulianobici.com/site/compro-auri.html
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escucha. Él ofrece 1,00 EUR para que los peatones o el público en general “vendan” sus
escuchas de una música grabada con una duración de aproximadamente 3 minutos.
Tanto el precio de la transacción como la duración del audio remiten a los valores y
duraciones medios de las canciones pop en una plataforma de venta de música en línea
(como iTunes) (Figura 3). El trabajo vinculó a los vendedores ambulantes siempre
presentes (llamados localmente como camelôs) con las transformaciones que estaban
ocurriendo en nuestros hábitos de escucha. Lo que se plantea es que la idea de valor se
encuentra no solo en la música, sino también en el acto mismo de escuchar.
Figura 3
Performance de Compro Auri, de Giuliano Obici, en 2012 (Union Square, Nueva York).
9 http://paulagarcia.net/work/corpo-ruido-documentario/
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pone en su cuerpo: metal pequeño sobre metal, metal grande sobre metal. Los eventos
sonoros antes mencionados activan un mundo de asociaciones que van desde la
composición para instrumentos de percusión de John Cage, First Construction (In
Metal) (1939), hasta el sonido de los muchos patios de construcción que aún impregnan
la ciudad de São Paulo. Los canteros de construcción y las empresas de construcción,
junto con las autoridades locales, han sido una fuerza importante en la gentrificación de
la ciudad, en la dislocación de las comunidades más pobres y en los proyectos masivos
de reurbanización en centros urbanos como São Paulo y Rio de Janeiro. Además, son
estas mismas empresas constructoras las que han estado en el centro de la agitación
política y de la investigación en curso que dieron como resultado la dudosa destitución
de la presidenta Dilma Rousseff y la actual investigación de “Lava-Jato” (literalmente
traducida como lavado de autos) que investiga a varios actores importantes de la
política local.
Figura 4
“#5” (serie Noise Body – performance), 07/28/2012, en The Big Bang: The 19th Annual Watermill Center Summer
Benefit, New York. Imagen por Julie Lansch.
¿Por qué hemos estado hablando del archivo? ¿Por qué hemos estado explicando y
describiendo las iniciativas detrás de la creación de una plataforma en línea (con las
páginas “diario” y “mapa”), o la publicación de un libro dedicado al arte sonoro
brasileño? Es porque entendemos que el archivo puede ser una herramienta de
investigación efectiva para tratar la representación. ¿Cómo se producen los
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
conocimientos o las historias? ¿Cómo se puede hablar sobre la relación del “yo” con el
“otro”? Pensar en una posible descripción del arte sonoro brasileño implica descubrir lo
que la gente tiene que decir sobre su propia práctica. Reconocemos en el proceso un
potencial, una alteridad que puede resonar críticamente con otras manifestaciones e
historiografías canónicas, en lugar de escuchar obras de arte a través de un oído
eurocéntrico.
Es cierto que optamos por un marco que adopta una dimensión política y ética. Pero
esto es solo una hoja de ruta; el viaje real debe hacerse escuchando, experimentando y
hablando sobre el trabajo. Y en el proceso, retomamos una posible distancia crítica que
se había enunciado como nuestro punto de partida. Hay que subrayar que a nivel
geopolítico, el pensamiento poscolonialista apunta al establecimiento de un diálogo
horizontal entre diferentes conocimientos localizados. La terminología del arte sonoro y
la postura crítica ya mencionada son una forma de conducir esta conversación. En
nuestro caso, este proceso ha llevado a una posible discusión de la práctica en su
relación con lo cotidiano. Pero esto es solo una posibilidad que se deriva de la lógica y
de las estrategias de construcción del archivo que estamos exponiendo en este texto. Los
archivos son siempre un fracaso, son siempre parciales. Pero uno puede usar esta
parcialidad para pensar también en la representatividad. ¿A quién debemos escuchar?
¿A quién se está excluyendo? ¿Podemos dirigir nuestros oídos a otro lugar? ¿Podemos
dar a los investigadores o a los estudiantes potenciales una selección más amplia de
trabajos? Creemos que el archivo como metodología y herramienta puede ayudar en la
discusión de algunas de estas cuestiones.
Agradecimientos
Bibliografía
Campesato, Lílian, “Arte Sonora: Uma Metamorfose Das Musas”, Tesis de doctorado, Universidade de
São Paulo, 2008, http://www.teses.usp.br/teses/disponiveis/27/27157/tde-17062008-152641/pt-
br.php
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
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Marcelina, 2009, http://paulagarcia.net/files/Corpo_Ruido_dissertacao.pdf
Kim-Cohen, Seth, In the Blink of an Ear: Towards a Non-Cochlear Sonic Art, New York, Continuum,
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______, Against Ambience and Other Essays, New York, Bloomsbury Academic, 2016.
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Santos, Boaventura de Sousa, “Para além do Pensamento Abissal: das linhas globais a uma ecologia de
saberes”, en Epistemologias do Sul, Coimbra, Almedina, 2010.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Resumen
1
Luigi Russolo escribe sobre sus intonarumori: “El estupor por la novedad de los timbres de los ruidos y
el hecho de escucharlos de manera musical producen un cúmulo de sensaciones nuevas para el oído” (ver
Bibliografía).
2
Vigo mantuvo correspondencia directa con Raoul Hausmann y programó las grabaciones de sus poemas
fónicos.
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que luego hablaremos. Volviendo a la obra, una segunda sección con sonidos de la
máquina de escribir emerge, continuando con el clima y el ritmo vigoroso de la primera.
Luego continúa el rock instrumental siempre enrarecido por la alta velocidad; esto dura
un breve lapso hasta que termina súbitamente. En el siguiente bloque nos asalta una
canción francesa deconstruida con constantes cambios de velocidad. Las variaciones
podrían ser en los controles de rpm y tal vez algún otro tipo de alteración sobre la
bandeja giradiscos, o bien de cinta abierta. En cualquier caso, pudimos identificar la
canción: se trata de “Chanson Pour L’Auvergnat” del francés Georges Brassens. En el
medio hay un brevísimo bloque con sonidos de frotamientos varios y una singular
crepitación descendente. Vuelve la canción francesa con cambios imprevistos de
velocidad y frecuencia que sorprenden al oyente desprevenido, causando un efecto de
extrañamiento, que probablemente era incluso mayor por aquellos años. La “Chanson”
va quedando paulatinamente transfigurada por las distintas velocidades hasta
“derretirse” sonoramente hacia el final. En la parte siguiente se escucha el sonido de lo
que parecería ser una caja de fósforos, que va realizando variaciones sobre un patrón
rítmico en movimiento. A continuación vuelven los sonidos de la máquina de escribir,
pero en este caso comienzan más lentamente y van cobrando fuerza con el correr de las
líneas tipeadas hasta finalizar sin previo aviso. Allí irrumpe inesperadamente la
estridencia de una radio, con el relato deportivo de lo que resulta ser un partido de
fútbol entre Argentina y Perú. Por la época y los jugadores que se mencionan (Perfumo,
Cejas, Cubillas, etcétera), deducimos que se trataría del encuentro final de eliminatorias
que tuvo lugar el 31 de agosto de 1969. Este partido, jugado en la cancha de Boca 3,
terminó 2 a 2 y dejó, por primera vez en la historia, a Argentina sin chances para
clasificar a un Mundial: el de México 1970. Con esta información en mente es
interesante señalar que no se relata ningún gol, pero sí se pueden escuchar algunos
intensos pasajes entre el relator y el comentarista, en los que se dicen frases como: “El
equipo intenta juntarse por momentos pero no logra tranquilidad” o “Hay silencio en la
tribuna argentina ahora”, a los que se suman los clásicos comerciales de radio de la
época (“Peñaflor: Tinto, blanco y rosado. Peñaflor es el mejor”). Por otra parte,
simultáneamente con el relato, aparece también una música vertiginosa acelerada.
Cambiando la velocidad, pudimos reconocer varios temas, como el tradicional “Hava
3
www.elgrafico.com.ar/2016/11/17/C-16573-argentina-peru-1969-el-peor-recuerdo-de-la-seleccion-en-
la-bombonera.php [Fecha de consulta: 11/05/18].
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Nagila”, una melodía española y un estándar de jazz, todos ellos ejecutados por algún
grupo orquestal de aquel entonces. Estos pasajes musicales a velocidad desenfrenada,
sumados al relator, producen cierto efecto de desdoblamiento grotesco: cómico pero a la
vez inquietante. En un punto, el partido se va pero el jazz continúa e inmediatamente
después aparece un presentador radial hablando de: “muchachos de un viejo grupo beat
a quienes ya les aventuro un porvenir”. Ahí surge una música de Organillo, en tanto en
la radio el conductor del programa (“Pastoreando”) se despide diciendo: “Muchas,
muchas, pero muchísimas gracias”, mientras la cortina radial se funde con el
mencionado organillo en un contrapunto completamente disonante. Este intenso
momento de atonalismo eléctrico continúa brevemente hasta que sobreviene el súbito
final, que tiene lugar en forma decididamente abrupta. Al finalizar la pieza –igual que al
comienzo– también la voz del propio Vigo se encarga de decir lo que se ha escuchado.
Creemos que es posible que en muchos pasajes la mezcla se haya realizado en tiempo
real, directamente tomando las fuentes “de aire” a través del micrófono, lo cual supone
tanto aleatoriedad como cierta destreza. Por otra parte, los cambios de los bloques, si
bien son algo rústicos, son sorpresivos y acentúan el carácter enrarecido de la obra, que
transita entre el absurdo, lo gracioso y lo “siniestro”/“unheimlich” (Freud, 1982; Toop,
2013). En cualquier caso, con los limitados medios técnicos a su alcance, pero con
notable intuición y creatividad, además de una dosis de humor, Vigo se las ingenió para
crear una pieza con poca tradición en el contexto argentino de aquellos años. En este
sentido entre la tape music, la poesía sonora, el radioart, la performance objetual y las
incursiones con dispositivos eléctricos, el autor consigue una sonoridad con alta dosis
de extrañamiento y pocos antecedentes en el medio local. Inclusive podría
considerársela como una de las primeras obras en Argentina (sino la primera) de
explícito uso de “plunderphonics” 4 y tal vez incluso del denominado “turntablism”. 5 La
obra continúa inédita a nivel discográfico, pero el público accedió a escucharla hacia
2015, año en que, ya digitalizada por el CAEV, este realizó una convocatoria abierta
para “remixarla”. Esta actividad posibilitó la edición del disco “Homenaje a una pensión
4
Plunderphonics es un neologismo acuñado por el músico canadiense John Oswald para definir cualquier
música que tome grabaciones de audio existentes para transformarlas en una nueva composición.
5
Según Wikipedia, el “turntablism” es el arte de arreglar o crear música mediante efectos de sonido y
manipulación de las rutinas de rotación y lectura de los discos de vinilo sobre un plato giradiscos. Esta
práctica comenzó con Milan Knížák y continuó con artistas como Christian Marclay, Sachiko M, Otomo
Yoshihide, etcétera.
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y en el que no hay verbos: solo palabras sueltas que se van repitiendo. Veamos un
fragmento 6:
7
“Poesía de Vanguardia: ‘un asombro, una duda’” en El Día, La Plata, domingo 12 de mayo de 1968.
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Podemos mencionar la labor de Vigo como difusor cultural a través de distintos medios
gráficos y audiovisuales. Ya en 1957 escribió el texto “Música Concreta Electrónica”
sobre un concierto en París en 1953, que fue leído en 1959 por Claudio César Flores en
Radio Universidad de La Plata. 8 Vigo, con sus activas publicaciones WC, Diagonal
Cero y Hexágono, pone en circulación cantidad de material en torno a ideas sobre
poéticas de construcción e imaginarios sonoros expandidos; a través de tempranas
traducciones, se difunden en Diagonal Cero textos como “Para empezar con la
semiótica” de Julien Blaine (Nº 21), “Poesía Cinética” Mike Weaver (Nº 22),
8
Edgardo Antonio Vigo, Biopsia 1959, pp. 129 y 130. CAEV.
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“Manifiesto para una Poesía Visual y Fónica” de Pierre Garnier (Nº 22) y “Poesía
Sonora” de Henri Chopin (Nº 24), estos últimos dos con traducción de Elena A. F. C. de
Vigo. Además de los números regulares de la revista, en 1970 Diagonal Cero también
publica “De la poesía/proceso a la poesía para y/o a realizar ensayo (1969)”, que incluye
la obra del Grupo Zaj titulada “Pintura: Exposición por correspondencia” (Zaj otoño 66,
de José Luis Castillejo), que pese a su título es una suerte de poesía fonética. Ya en
Hexágono, en el número “ac” se publica “Aburrimiento y peligro”, artículo en el que
Dick Higgins escribe sobre Satie, John Cage, George Brecht, Eric Andersen, Fluxus,
etcétera, y en el número “e” Genesis P-Orridge publica su obra/sello “End of an
Empire”. Tampoco hay que olvidar la difusión de poemas fónicos, como en el caso de
“IBM” de Omar Gancedo (con expresiones como “Un Caramun Hun”) o “Doble
sonido” (“Ding, Zing Ping, Ring”), “Sonido por Acumulación” (“Boing, Boing, Boing”,
“Realismo Narrativo (“Smack”)”, todos ellos de Luis Pazos). 9 Cabe destacar que en la
AudioVigoteca hemos recientemente realizado la primera versión grabada de estos y
otros poemas de Pazos y que estos serán editados en breve por el CAEV.
(In)conclusiones
En una carta a Peter R. Mayer, Vigo manifiesta: “La música es para mí como un
acompañamiento de mi trabajo, me he interesado, eso sí, en la parte experimental
porque siento una especie de conducta solidaria con ella y por otro lado me es más fácil
digerir, es decir escuchar. Pero mi cultura musical es desastrosa y ni te cuento mi oído y
la posibilidad de sacar algún sonido a instrumento alguno”. Es claro que en la obra de
Vigo lo sonoro no ocupa el lugar central. Sin embargo, por su carácter multifacético y
extremadamente prolífico como artista y su tendencia experimental a abrirse
constantemente a nuevas formas, lo sonoro tiene un lugar por demás interesante. Es
probable que su severa autocrítica respecto de su “cultura musical” y su “oído” hayan
refrenado su impulso hacia lo sonoro, y posiblemente por eso haya elegido dejar su
única obra sonora escondida por años. Tal vez el contexto de aquel entonces tampoco
ayudaba. Sin embargo, a la luz de las distintas posturas del arte sonoro actual, la obra de
Vigo aparece como perfectamente válida y con una coherencia orgánica respecto de su
obra total como artista. Es por eso que estudiarla y revalorizarla se hace necesario si
9
Diagonal Cero, Nº 20, La Plata, 1966, pp.15-22.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
queremos tener una mirada diversa que pueda entenderla e incluirla en las raíces del arte
sonoro en Argentina.
Bibliografía
Bugnone, Ana, Vigo, Arte, Política y Vanguardia, La Plata, Malisia Editorial, 2018.
Davis, Fernando, “Political bodies, territories in conflict”, en Subversive Practices. Art Under Conditions
of Political Repression: 60s-80s / South America / Europe, Stuttgart, Hatje Cantz y
Württembeirgischer Kunstverein Stuttgart, 2010.
Freud, Sigmund, Lo Siniestro / El Hombre de Arena, Buenos Aires, Homo Sapiens, 1982.
Russolo, Luigi, El arte de los ruidos, Buenos Aires, Dobra Robota Editora, 2017.
VVAA, Maquinaciones. Edgardo Antonio Vigo: trabajos 1953-1962, Buenos Aires, CCEBA, 2008.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
LA SERIE ¿MÚSICA?
ARTE SONORO DESDE CONTEXTOS LOCALES
Resumen
Introducción
1
www.eca.usp.br/nusom
1
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
¿Música?
Figura 1
Los signos de interrogación del título remiten al carácter crítico de la propuesta que
busca problematizar la producción musical, no solo desde un punto de vista estético o
poético. De hecho, cada trabajo explora aspectos políticos y éticos, al mismo tiempo que
plantea cuestiones que no son esencialmente de orden musical, como cuestiones
sociales, ecológicas, históricas, etcétera. El proyecto busca ofrecer un espacio de
experimentación artística e formación académica en el campo de la música y de las artes
sonoras.
Especialmente en las ediciones más recientes hay una creciente preocupación por la
discusión de cuestiones políticas y culturales que remiten a las particularidades locales.
Esta discusión se apoya en las siguientes premisas:
2
Más información sobre el proyecto, así como registros audiovisuales de algunas performances se pueden
encontrar en http://www2.eca.usp.br/nusom/producoes-musica
2
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Entre las diversas cuestiones académicas, pedagógicas y artísticas que guían las
actuaciones del grupo, nos gustaría destacar dos puntos que han reverberado en las
diversas ediciones del proyecto ¿Música? La primera se refiere a una actitud
experimental y a la conexión con la investigación académica. La segunda está ligada a
la exploración de los procesos de creación colectiva dentro del campo de la música y del
arte sonoro. El experimentalismo no se toma aquí como un género artístico, sino como
una postura de acción y reflexión crítica sobre los medios y los modos de producción
artística.
3
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Figura 2
Explotación de espacios no usuales. Izquierda: performance durante el Festival Bigorna en la Plaza José Molina, São
Paulo, el 26/06/2016. Derecha: una de las performances del ¿Música? 12 en el Campus de la Universidad de São
Paulo, el 22/05/2017.
4
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Figura 3
Reflexiones sobre arte sonoro y política. Izquierda: performance sobre la colocación de rejas en el área de
convivencia de estudiantes en la Universidad durante ¿Música? 12, el 25/05/2017, en el campus de la Universidad de
São Paulo. Derecha: performance del Duo Movente (Denis Abranches y Alessandra Bono) durante ¿Música? 13, el
10/06/2017 en el Espaço das Artes.
3
Para una discusión más extensiva acerca de las prácticas colectivas de las performances realizadas en el
proyecto ¿Música?, así como la descripción de varios trabajos presentados, véase Misil (2014).
5
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Enfrentamientos
En primer lugar, hay que repensar el lugar de la Universidad como espacio para la
producción artística. 4 En una economía neoliberal, una parte significativa de la
producción artística que no encuentra formas de autofinanciación acabó recibiendo
refugio dentro de la Universidad. La convivencia del arte con otros campos del saber en
la Universidad no siempre es pacífica, en gran parte por el hecho de que la institución
académica acaba por establecer preceptos generales para acomodar las diversas
disciplinas que la componen.
Retomamos aquí la idea del filósofo Arthur Danto (1964) de que la existencia del arte se
da a partir de la constitución de una institución artística, lo que él llama de artworld (el
mundo del arte). O sea, lo que hace un objeto de arte no es una propiedad estética
inherente a ese trabajo, sino el hecho de que fue presentado intencionalmente para hacer
parte del mundo del arte.
A pesar de que esa institución artística no esté alienada por las fuerzas ejercidas por
otras instancias institucionales, es de esperar que el arte sufra consecuencias cuando
deja de ser conducido por los principios que lo constituyen. Es claro que las formas de
producción artística son también formas de acción sociocultural y, por lo tanto, están
sujetas a las fuerzas que conforman la sociedad, como el mercado, las leyes de derechos
autorales o los desarrollos tecnológicos. Esas fuerzas están amparadas por las
instituciones y, por lo tanto, el arte está siempre sujeto a esas instituciones, aunque de
modo indirecto. También, esas instituciones (no artísticas) existen, principalmente, para
regular y controlar. Ellas organizan el comportamiento colectivo, permitiendo la
4
La tensión generada por la práctica artística dentro de un contexto académico, específicamente en
relación a la cuestión del experimentalismo, fue discutida de manera más extensa en (Iazzetta, 2015,
2017).
6
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
estabilidad de grupos sociales. Ocurre que valores que son propios del arte, como
individualidad, singularidad, expresividad, libertad, ruptura, no siempre son acogidos
con facilidad por la estructura institucional.
Figura 4
Enfoque crítico del uso de tecnologías en la producción artística. Uso de dispositivos lo-fi durante
¿Música? 2, el 22/10/2009, Universidad de São Paulo.
5
Para una discusión acerca de los diferentes discursos que rodean el experimentalismo musical, véase
Campesato (2015).
7
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Figura 5
Otras presentaciones realizadas por el grupo NuSom a partir de las experiencias de la serie ¿Música? Izquierda:
espectáculo Transparencias, presentado en gira en Europa en 2013. Derecha: concierto realizado el 30/08/2013 dentro
de la serie de NetConcerts en que músicos ubicados en países diferentes realizaban performances en conjunto
conectados por Internet.
Para concluir
6
Esta cuestión fue desarrollada en otro texto presentado en este Simposio, titulado Making it Heard: el
arte sonoro brasileño y el archivo como herramienta de investigación. El texto, de autoría de Rui Chaves
y Fernando Iazzetta, aborda entre otras cosas el proyecto Nendú, una plataforma digital que busca ofrecer
un panorama de la producción de arte sonoro en Brasil a partir de una visión volcada hacia las
características locales de esa producción. Se puede acceder a Nendú en: www.nendu.net
8
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
con apuntar el carácter asimétrico de esas dicotomías, en que un lado es tomado como
vencedor y el otro como vencido. Hemos intentado reflexionar sobre esas relaciones
para comprender los lugares y papeles que construimos y asumimos. Y en lugar de
buscar respuestas definitivas, es importante buscar cuestiones que sean pertinentes para
revelar aspectos significativos de nuestras prácticas.
La conexión entre los saberes local y global, la posibilidad de pensar una práctica de
arte sonoro local que no tenga que partir de las referencias del Norte, la dificultad (en
nuestro caso) de romper la distancia con respecto a otros países latinoamericanos, son
algunos de estos desafíos a ser enfrentados.
Hemos realizado otras acciones en ese sentido para promover un espacio de debate
acerca de nuestra producción artística y crítica: las Conferencias Sonologia 2016 y
Sonologia 2019 7, el proyecto de archivo de arte sonoro brasileño llamado Nendú 8, el
libro Making it Heard: a History of Brazilian Sound Art, que será publicado por la
editorial Bloomsbury en 2019, y el nuevo proyecto de investigación que desarrolla el
NuSom titulado “Contingencias” (2019-2023).
En una de sus obras, el poeta y traductor brasileño Haroldo de Campos (1989) comenta
que el desprecio por la producción de un barroco literario en Brasil está relacionado con
una concepción lineal y evolutiva de la historia de nuestra literatura, en la que autores
como Gregorio de Matos (1636-1696) no encajaban. Sin embargo, Haroldo de Campos
argumenta que el barroco sería una parte importante de la sensibilidad brasileña y, por
lo tanto, ignorarlo representaría un secuestro histórico.
7
www.eca.usp.br/sonologia/2019
8
www.nendu.net
9
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Bibliografía
Born Georgina, “For a Relational Musicology: Music and Interdisciplinarity, Beyond the Practice Turn”,
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and Appropriation in Music, Berkeley, University of California Press, 2000.
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Mattos, Fundação Casa Jorge Amado, 1989.
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______, “‘La música es mucho más (o menos) que la música’: reflexiones sobre investigación musical en
el contexto de la academia”, en Daniel Quaranta (org.), Creación musical, investigación y
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Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras, 2017, pp. 17-54.
Santos, Boaventura de Souza & Maria Paula Meneses (eds.), Epistemologias do Sul, São Paulo, Cortez
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Thompson, Marie, “Whiteness and the Ontological Turn in Sound Studies”, en Parallax, 23:3, 2017, pp.
266-282.
10
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Resumen
El propósito de este texto es reconstruir una posible historia, en el contexto local, del
creciente interés por el sonido como materialidad sensible, 2 a través de la vía
experimental analizada desde el Ciclo Experimenta 97. Para esto se enfoca
específicamente en su primer mes de existencia, reponiendo los conciertos inaugurales
de marzo de 1997. En este sentido señalamos su inicio y sus ediciones sucesivas, como
posible amplificación, desde lo institucional, de dicho interés por el sonido en la ciudad
de Buenos Aires. La idea es destacar cómo se registran, en estos eventos, el sonido y las
formas de escucha mediante la selección del repertorio, de los artistas, producciones,
ideas, prácticas, la manifestación de los críticos, de los públicos, otras instituciones, etc.
Desde el campo de los Sound Studies, Ana María Ochoa destaca al siglo XX como el
siglo del sonido, en el que se produce un “giro sonoro” a partir no solo de las amplias
posibilidades técnicas y tecnológicas propiciadas por los dispositivos mecánicos de
registro y reproducción sonora, sino también a través del cambio del sensorium, con
fenómenos como los ruidos de la ciudad, la transportabilidad, la “esquizofonía”, el
mecanismo audiovisual, el desarrollo de la música popular y un sinnúmero de
1
Este texto se desprende del artículo “Prácticas sonoras desbordantes. El surgimiento del ciclo
Experimenta 97 en Buenos Aires” donde hicimos foco en la producción “en red” del ciclo en 1997,
analizando la historia de vida y el proyecto político-cultural de su director Claudio Koremblit (Juárez y
Lamilla, 2019).
2
Dicho interés se registra internacionalmente en las artes en general, desde la década de 1980, con la
etiqueta de “arte sonoro”. Entre otros, véase Kahn (1999) y Savasta Alsina (2013).
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condiciones que muestran la relación con el mundo mediada por la escucha. En este
sentido, la autora define el giro sonoro como la posibilidad epistemológica de pensar la
historia a través de la escucha y del sonido, un giro acústico “pensado desde un espacio
reflexivo teórico donde se juntan la historia de la escucha y la antropología de la
escucha” (Ochoa, 2012). Así dicho giro puede abordarse también como un modo
característico de estar en el mundo.
Siguiendo esta línea, Jonathan Sterne destaca la idea de cultura sonora. Por cultura
sonora quiere decir la configuración de una historia centrada en el sonido, la audición y
la escucha tomados como problemas teóricos significativos. El sonido es pensado
entonces como fundamento epistemológico de los modos de conocimiento y
organización social en la vida cultural (Sterne, 2003). El desafío entonces aquí es
“pensar sónicamente” (Sterne, 2012) las posibles rutas de la vida sonora amplificadas y
aceleradas por el ciclo Experimenta 97.
Dentro de Experimenta 97 la figura que logra unir tradiciones y prácticas tan disímiles
como el post punk, el noise, la performance, la improvisación libre y la vanguardia local
de Juan Carlos Paz, es la del estadounidense John Cage, quien, en palabras del teórico
Douglas Kahn (1999), ocupa una posición central dentro de cualquier discusión sobre
sonido y arte en el siglo XX. Como su colega y amigo Marcel Duchamp, Cage sacude la
estabilidad del campo musical a mediados de ese siglo, desafiando los supuestos acerca
del propio estatuto de la música y las relaciones entre arte y vida, cuestionando los
conceptos de sonido, ruido y silencio, y las relaciones invariables y jerárquicas entre
compositor, intérprete y audiencia, además de destacar el proceso de la obra por sobre
su resultado final. Las ideas de indeterminación, libertad de los sonidos e intérpretes,
obra abierta o acción con instrucciones como esquema constructivo, se dejan leer ya
desde las primeras páginas del catálogo de Experimenta 97. Lejos del deseo de
comprender los sonidos, en su texto “Música experimental” (1957) traducido
especialmente para esta publicación, Cage destaca la “nueva música” como una nueva
actitud de escucha, en la que “solo los sonidos” tienen lugar: “los que están en la
notación tanto como los que no. Los que no están en la notación aparecen en la música
escrita como silencios, abriendo las puertas de la música a los sonidos que están en el
ambiente” (Cage, 1997: 13), permitiendo entonces que se produzca la expansión del
sensorium, incluyendo allí la totalidad del mundo sonante.
3
En este sentido, el ciclo se llevaba adelante con un fuerte programa institucional, gubernamental y
universitario, en espacios también convocantes y simbólicos para las músicas alternativas y académicas,
como las salas del Teatro San Martín, el Centro Cultural Recoleta y el Teatro Presidente Alvear.
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sonoro-experimental selectiva local, que cristalizaría unos pocos años más tarde, ya en
pleno uso de la información suministrada por la red de Internet.
Esta formación y su interés por estar en los bordes, incluyendo América Latina, hace
que De los Santos se encuentre en la red experimental con Koremblit y con otros actores
de este circuito, tales como Leo Maslíah, Carmen Baliero o Gustavo Ribicic.
4
En los primeros conciertos registrados, el público desborda la capacidad de las 200 butacas de la sala del
Centro Cultural Rojas para asistir a los conciertos del fin de semana del 20, 21 y 22 de marzo de 1997
(Liut, 25/3/1997; Fischerman, 25/3/1997). En relación con el tipo de público que asiste a los conciertos,
Martín Liut resalta: “El aspecto más auspicioso del comienzo de este ciclo, eje convocante de músicos
experimentales y de vanguardia, es la heterogeneidad de los asistentes. Desde el área contemporánea culta
y del rock de vanguardia hasta gente del teatro, lectores y periodistas de revistas especializadas como
Esculpiendo Milagros, todos entre los 20 y los 45 años, el público llegó a los conciertos con diversos
backgrounds y expectativas, pero con una común avidez por lo nuevo y distinto” (Liut, 25/3/1997).
5
Al respecto, Adriana de los Santos señala: “Lo que finalmente decantó fue que se había nucleado un
montón de gente que experimentaba desde distintos lugares y se empezaban a conocer. Yo estaba muy
agradecida por eso. No despreciaba para nada a todos los que venían de afuera, maravillosos también,
pero de alguna manera me parece que lo esencial era lo otro” (De los Santos en Bléfari, 23/01/2004).
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
La inauguración del ciclo se desenvuelve con una doble programación: por la parte
internacional se presenta el dúo de Zeena Parkins y Elliott Sharp (el jueves 20 de
marzo) en la sala del Centro Cultural Ricardo Rojas, mientras que Adriana de los Santos
y Federico Zypce se hacen cargo de la presentación local el viernes 21 en la misma sala.
El sábado 22 vuelven a presentarse Sharp y Parkins con otro programa, junto al Soldier
String Quartet.
Los estadounidenses Elliott Sharp, en guitarra y bajo, y Zeena Parkins, en arpa eléctrica
y sampler, 6 se caracterizan por la improvisación y el uso no convencional de timbres e
instrumentos, creando “sonidos poco obvios, que no se destinan a producir tal o cual
sensación sino que están concebidos como pura materialidad” (Monjeau, 22/3/1997).
Sharp trabaja con tradiciones disímiles como las de la música contemporánea
académica, el jazz y el rock experimental, interesándose así por el color del sonido, la
repetición minimalista, la improvisación y la distorsión de sus instrumentos. En este
sentido algunas críticas periodísticas señalan la dificultad para encasillar la estética de
estos músicos y, por momentos, no poder evitar el aburrimiento que causa en el oyente
el uso de ciertas temporalidades muy dilatadas (sin firma, 20/3/1997; Monjeau,
22/3/1997; Liut, 25/3/2018). El crítico Federico Monjeau termina describiendo muy
acertadamente la estética sonora producida en este primer concierto por estos dos
músicos improvisadores:
6 El programa incluía improvisaciones de Elliott Sharp (guitarra-bajo de doble mango con Buchla
Thunder, saxo, sampler) y Zeena Parkins (arpa eléctrica, sampler), la participación del Soldier String
Quartet y las piezas de Sharp (“Lumen”, “X-topia”, “Itifada”), Raymond Scott (“Here comes the King”
con arreglo del Soldiers Quartet) y Nicolas Collins (“Broken Light”). Esta última pieza de Collins,
incorpora el sonido de errores de lectura provenientes de un reproductor de CD.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
El programa del concierto de inauguración del ciclo por la parte argentina incluía la
pieza “Mapping” de Elliott Sharp, interpretada por De los Santos y cinco obras
compuestas por el joven músico experimental Federico Zypce en versiones para voces,
cinta, instrumentos tradicionales como el violoncello y contrabajo, el piano preparado y
el uso de objetos no convencionales como copas. 7 De los Santos recuerda que en ese
concierto:
7
El programa completo incluía “Mapping”, de Elliott Sharp (interpretada por Adriana de los Santos en
piano); “6 variantes iconoclastas para 3 sopranos y cinta”, de Federico Zypce (interpretada por las
cantantes Claudia Di Domenico, Cecilia Arellano e Isol); “Iconoclasta para violoncello solo”, de Federico
Zypce (interpretada por Martín Devoto en violoncello); “Iconoclasta para agitador en piano preparado”,
de Federico Zypce compuesta especialmente para Adriana de los Santos (piano preparado); “H.O (Legajo
143)”, de Federico Zypce (interpretada por las sopranos lectoras Isol y Claudia Di Domenico, Nicolás
Diab en contrabajo y F. Zypce en copas) y “Taller iconoclasta para 4 operadores”, de Federico Zypce
(Julián de Ambrosio, Nicolás Diab, Gabriel Lucena y Federico Zypce como operadores).
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“Iconoclasta para agitador en piano preparado” era una pieza que Zypce había
compuesto especialmente para Adriana de los Santos; de hecho, ella sigue
interpretándola en escenarios locales y en festivales del exterior. Se trata de una pieza
que requiere una valija con materiales e insumos para su interpretación, que implica el
uso de motores específicos que conserva De los Santos. “Es una obra que solo puedo
tocar yo porque tengo una valija con los motores y no puedo entregársela a nadie”,
destaca la pianista (entrevista, 6/10/2018). Asimismo, ella recuerda el proceso
compositivo de la pieza, puesto que Zypce no tenía experiencia con el registro en
notación escrita para piano, ni con el tránsito académico sobre este instrumento. Sin
embargo, para ella eso no era un inconveniente sino todo lo contrario: estaba habituada
a completar las piezas que ella misma seleccionaba para su propio repertorio pianístico
más experimental. La intérprete recuerda, como le decía a Zypce, que aquello que le
interesaba pasaba por otro lado, por un costado más conceptual:
Mirá, vos tenés las ideas y después, cómo se escribe… podemos ver si
son instrucciones, si es algo escrito de modo más convencional, etcétera.
(…). Pero finalmente Zypce escribió una obra con partitura, de una
prolijidad extrema. La idea tenía que ver con lo histriónico mío en el
escenario, que viene del Fluxus (...). Entonces se ve que registró eso e
inventó unos motores eléctricos que iban con teclas de luz en el piano. La
partitura decía: ‘prenda motor 1, prenda motor 2, etcétera’. Mientras
había cosas escritas para el piano (…). Y después en el medio había un
juego, que era lo que más me divertía. Había una pelotita negra y una
pelotita roja, (…) mi único objetivo era sacar del área las dos pelotitas,
mientras tanto sonaba todo. Con la roja estuve como una hora. Cuando al
final logro sacarla, digo ‘¡Uaaff! ¡Lo logré!’, me olvido que estaba en
público. La saqué y seguí tocando (Entrevista, 6/10/2018).
Asimismo, para ese mismo concierto, de los Santos recuerda haber preparado también
“Mapping” de Sharp. Cuando llega a sus manos, vía fax, solo había una hoja con cuatro
dibujos: “Acá me falta un pedazo, ¿qué es esto? Eran cuatro dibujitos. Faltaba algo”
(entrevista, 6/10/2018). En ese momento entonces lo llama por teléfono y le comenta:
“Voy a estrenar tu obra”, a lo que Sharp le responde: “¡Uy, nunca me pasó que quisieran
estrenar esa obra!” (entrevista, 6/10/2018), transformándose entonces en una primera
interpretación, sino mundial, seguramente latinoamericana de ese material. Pero
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
efectivamente, faltaban las instrucciones, que luego fueron enviadas vía fax al teléfono
de Koremblit. Un tiempo después, llegado Sharp a Buenos Aires, se encuentran para
trabajarla; De los Santos ya tenía en su haber mucha experiencia con este tipo de piezas
abiertas y performáticas, incluida la obra de Zypce con piano y motores, que venía de
presentar en Perú y que también presentaría en el concierto de inauguración de
Experimenta. De su encuentro con Elliott Sharp, De los Santos destaca:
Entonces toco lo que creo haber entendido, era la primera vez que tocaba
esta pieza. Y entro a darle al piano de cola. Queda sorprendido: ‘¡Uau!’,
me dice. ‘¡Sos una máquina tocando!’ Y le digo: ‘Bueno es la intención
de la obra’. ‘Sí, pero hay algo que suena raro’. Le pregunto: ‘¿la
velocidad para la acumulación de armónicos?’ ‘No, armónicos hay de
sobra.’ Va al piano y se da cuenta de que falta una octava. Le respondo:
‘Ah, no, en Argentina no existen esos pianos con octavas agregadas’.
Eran pianos con una octava más arriba, por lo tanto, faltaba un cuarto de
armónicos. Entonces le digo: ‘Si querés, sacamos la pieza del programa’.
‘Nooo, está todo bien’, dice Sharp. Armónicos había muchos, pero no los
que tenía que haber (Entrevista, 6/10/2018).
Así, podemos decir que la estética del timbre, el ruido, la resonancia, la desafinación, la
distorsión y la acción performática se apoderan del primer capítulo de Experimenta. El
desvío estético-epistémico, necesitado de la deconstrucción de un modo de escucha
musical, encuentra en Experimenta y su trayectoria un espacio de acción y desarrollo.
Este cuestionamiento se constituye entonces aquí como primera condición para el
ejercicio de otro modo de escuchar, al trastocar la expectativa de un modo de escucha
musical, hacia uno situado más allá de una forma o figura musical y más cercano a un
fondo aural, a “una nube de sonido”. 8 Esta operación de des-concierto y
desestabilización presente en Experimenta, opera en una temporalidad que condensa y
expande a la vez, impulsos precedentes (y que avanzan en múltiples direcciones) de
modificación de la aprensión del acontecer sonoro.
8
Como un ejemplo de esta sensibilidad, podemos mencionar la siguiente instrucción (escrita por Elliott
Sharp en su pieza “Mapping”) interpretada en el ciclo por Adriana de los Santos: “Las notas encerradas
en rectángulos deben tocarse de manera tal que produzcan la mayor densidad sonora haciendo
desaparecer el ritmo dentro de una nube de sonido”. Recuperado el 10 de octubre de 2018 de
http://www.datamarkets.com.ar/experimenta/97.html
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Bibliografía
Bléfari, Rosario, “Piano tomado”, en “Suplemento Las 12”, Página 12, 23/01/2004,
https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-975-2004-01-25.html
Cage, John, “Música experimental”, en Catálogo Experimenta 1997, Vol 1, Buenos Aires, Centro
Cultural Ricardo Rojas, UBA/Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 1961-1997.
Juárez, Camila y Julio Lamilla (2019), “Prácticas sonoras desbordantes. El surgimiento del ciclo
Experimenta 97 en Buenos Aires”, en Cuadernos del Centro de Estudios de Diseño y
Comunicación, año XX, núm. 75, Facultad de Diseño y Comunicación, Buenos Aires,
Universidad de Palermo, pp. 165-180.
Ochoa, Ana María, “El sonido y el largo siglo XX”, en Revista Número, núm. 51, Colombia, 2011, pp. 1-
8.
______, “Ana María Ochoa Gautier dialoga con Oído Salvaje”, Centro Experimental Oído Salvaje, 2012,
Video online: https://vimeo.com/50535928
Savasta Alsina, Mene, “Arte sonoro en Argentina. Categoría y umbral”, en IX Jornadas Nacionales de
Investigación en Arte en Argentina, Instituto de Historia del Arte Argentino y Americano,
Facultad de Bellas Artes, UNLP, La Plata, 2013, Publicación digital:
http://www.fba.unlp.edu.ar/9jornada2013/mesa3/ponencia_alsina.pdf
Sin firma, “¿Y usted de Mozart qué entiende? Entrevista a Adriana de los Santos”, 2015, en blog online:
http://musicaclasicaba.com.ar/blog/ver/180/Y_usted_de_Mozart_que_entiende_Entrevista_a_Ad
riana_de_los_Santos
Sterne, Jonathan, The audible Past: Cultural Origins of Sound Reproduction, Durham, Duke University
Press, 2003.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Sterne, Jonathan (ed.), The Sound Studies Reader, Londres/New York, Routledge, 2012.
Entrevistas realizadas
Resumen
Este trabajo expone los argumentos iniciales y generales sobre los que se fundamenta la
idea según la cual se considera posible abordar la educación sonora en el ámbito de la
educación musical infantil.
Se describe también el estado actual de una serie de experiencias vinculadas con el arte
sonoro que, a modo de anteproyecto de investigación, se están llevando a cabo en la
Escuela de Expresión Estética Infantil, dependiente del Liceo Municipal de la Ciudad de
Santa Fe.
Presentación
En este contexto comenzó a gestarse un interrogante que fue tomando cuerpo como
aglutinador de intuiciones y suposiciones derivadas naturalmente de la práctica docente:
el arte sonoro y todas las manifestaciones que asociamos a tal expresión, ¿pertenecen
solo al mundo de los adultos?
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Suponiendo que dicha práctica artística no fuese solo patrimonio de la adultez, surge
inmediatamente otra pregunta: ¿se puede incluir el arte sonoro en la educación infantil?
Antecedentes
Esta etapa, que Violeta Hemsy de Gainza denominó Período de los Métodos Creativos,
posibilitó la incorporación de actividades centradas en conceptos tales como el de
paisaje sonoro, la escucha reducida, la ecología acústica, entre otros, y motivó un
enfoque centrado en la participación creativa de los alumnos ante nuevas formas de
vincularse con la experiencia sonora.
Hacia finales del siglo pasado y principios del actual, hicieron su aparición en la escena
educativa los medios digitales vinculados a la música: software de edición de partituras
y de secuenciación MIDI, de síntesis, grabación y procesamiento de sonido.
Dichos recursos fueron utilizados principalmente para renovar las formas de enseñar las
convenciones de la lectoescritura tradicional y las producciones musicales asociadas a
las mismas y, en menor grado, para realizar un abordaje expandido de todos los
componentes de la práctica musical.
Ejemplo de ellos son los editores de partituras utilizados para escribir en un soporte
virtual lo que ya se escribía en uno físico, o los sintetizadores utilizados en gran medida
para producir sustituciones de instrumentos reales preexistentes mediante imitaciones
más o menos convincentes, en lugar de potenciar la exploración de la nueva gama de
sonidos que aportaban como material inaudito para ese entonces.
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Al mismo tiempo que en el campo de la educación musical se sucedían las tres etapas
antes mencionadas (renovación pedagógica, incorporación digital progresiva y
digitalización masiva), en un terreno artístico más amplio se multiplicaban las
experiencias que incorporaron como material expresivo al sonido, en el sentido más
amplio de su definición, dando lugar a una innumerable cantidad de manifestaciones
conocidas en forma genérica como Arte Sonoro.
El contenido del presente trabajo está atravesado en gran parte por un juego dicotómico
entre la música y el arte sonoro, razón por la cual creemos necesario acercar algunas de
las caracterizaciones que, a modo de definición, nos ofrece Juan Gómez Aponte en su
libro La liberación del sonido (2014):
La educación sonora
Recurrimos una vez más a Gómez Aponte (2014) para fijar nuestra posición ante estos
dos campos que encuentran en el sonido su materia prima expresiva:
Ámbito de aplicación
En dicha escuela hemos comenzado a incorporar una serie de recursos digitales que
posibilitan la producción y manipulación del sonido, por medios diferentes a los
utilizados habitualmente mediante instrumentos convencionales.
Para llevar a cabo esa tarea, hemos empleado, hasta el momento, los siguientes
dispositivos digitales:
La naturalidad con la que los niños y las niñas pueden desenvolverse, en un entorno en
el que los eventos sonoros y sus transformaciones están al alcance de algún movimiento
o acción gestual de fácil realización, favorece la naturalización de otras formas de
vincularse con el sonido y otorgarle sentido.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Figura 1
Modificación de parámetros de eventos sonoros, mediante la manipulación de perillas y deslizadores de un
controlador MIDI vinculado a sintetizadores virtuales del MULAB. Acceso a video de la experiencia:
https://youtu.be/9AUyW0nuT_8
Figura 2
Reproducción de archivos de audio digitalizados previamente, mediante el uso de las teclas de un controlador MIDI,
conectado al Sampler del MULAB. Actividad desarrollada en la clase de Iniciación Musical. Acceso a video de la
experiencia: https://youtu.be/rh2Mohbtjpg
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Figura 3
Reconstrucción de un cuento previamente digitalizado por secciones y reproducido a partir de las activaciones de las
diversas pisadas de la alfombra de baile. Actividad realizada en forma conjunta con Taller de la palabra. Acceso a
video de la experiencia: https://youtu.be/FJEQNV0qaNc
Figuras 4 y 5
Reproducción de sonidos mediante la activación de la alfombra de baile. Actividad realizada en conjunto con
Expresión corporal. Acceso a video de la experiencia: https://youtu.be/yAZXq0b4X8g
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El ámbito propicio para desarrollar esta tarea educativa ampliada a todo el campo
sonoro es, a nuestro entender, la clase de Música. De hecho, las experiencias realizadas
hasta el momento, a partir de las cuales se preparó este trabajo, han sucedido en el seno
de las clases de Iniciación Musical.
Recurrir a la clase de música para abordar una educación sonora ampliada es recuperar
y continuar aquellos enunciados propios de la renovación pedagógica musical de las
décadas de 1970 y 1980, en las cuales los conceptos de paisaje sonoro, escucha
reducida, objeto sonoro, invitaban a desplegar actividades que impactaran
sensiblemente en niños y jóvenes que se formaban musicalmente.
Desde aquella época a la actualidad se han producido cambios drásticos en los entornos
socioculturales que, a nuestro entender, justifican ampliamente que se emprenda una
nueva educación ante un mundo que no para de sonar, en el que abundan los estímulos y
en donde día a día parece haber menos lugar para la sorpresa.
El arte sonoro no es solo para adultos y puede formar parte de la educación de los niños
y las niñas.
Próximas acciones
Bibliografía
Gómez Aponte, Jorge, La liberación del sonido. Las artes sonoras y su campo expandido Edición Kindle,
2014.
Hemsy de Gainza, Violeta, “La educación musical en el siglo XX”, Revista Musical Chilena, 58 (201),
2004, pp.74-81.
https://revistamusicalchilena.uchile.cl/index.php/RMCH/article/view/12449/12762
Resumen
El arte como propiedad cultural es un dispositivo. Uno muy particular, de acuerdo con
las tramas y relaciones que establece con otros dispositivos que, en su conjunto, forman
la diversidad de realidades históricas, culturales, sociales y políticas.
En un salto “histórico”, podemos agregar que las imágenes del mundo fueron,
rápidamente, representadas, interpretadas y conservadas por las primeras tradiciones
pictóricas y escultóricas. Los sonidos, no. Las tradiciones musicales y el habla eran puro
acontecimiento (no existían exposiciones de partituras ni de fragmentos de libros en los
interesados en las artes). Claramente existían excepciones vinculadas a especialistas en
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
materias muy específicas, pero no era algo que significara un cambio ontológico en el
mundo aún.
sonidos (antes tampoco, pero desde aquí en adelante, más radicalmente). Un interesante
acercamiento a la relación entre la realidad que se considera natural y los procesos
técnicos lo podemos ver en las reflexiones de Stiegler, quien nos acerca a radicalidades
donde la constitución misma de la memoria es a partir de procesos técnicos (Stiegler,
1996). El paisajista sonoro nunca escuchará la “naturaleza”, pues su naturaleza es su
cultura (Butler, 2007), una que solo se percibe, recuerda y siente a través de aparatos
que se inscriben en el dispositivo cultural al que pertenece cualquier sujeto culturizado;
la escucha atenta sería, en este caso, una prolongación educada de esto. Las artes
sonoras, como técnicas de representación estéticas del sonido, no podrían mitificar el
sonido sin fuente, ni la escucha del acontecimiento que desconocemos antes de la
reproducción técnica. Sus propiedades son siempre un dispositivo cultural. O también se
puede considerar como parte de la hiperindustrialización de la memoria.
En este sentido, esta relación stiegleriana entre los seres vivos (humanos) y los no vivos
(máquinas) generaría el concepto de epifilogénesis, donde “el concepto de epifilogénesis
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
sirve, pues, para indicar la existencia de una dinámica propia de la materia, el formarse
de una memoria artificial que no es una simple ‘opción’ para el QUIEN, sino el sustrato
esencial que permite a la conciencia su re-flexión, su retorno sobre sí misma y su trabajo
recognitivo; el soporte que integra la finitud fisiológica de la memoria orgánica y
distiende de esa manera el horizonte temporal” (Sei, 2004: 346). Es así como esta re-
flexión que nos generaría el retorno de la memoria sobre nosotros mismos, nos daría un
puntapié conceptual sobre la relación entre lo que creemos percibir orgánicamente y lo
que trae consigo una constante posible recursividad de los recuerdos, en este caso de los
sonidos pre-naturaleza para quienes nacimos escuchando sonidos retenidos a través de
los distintos artefactos técnicos.
Las imágenes y el sonido del mundo como concepción de realidad conviven en dos
dimensiones epocales de casi “mundos posibles” radicalmente diferentes. El anterior a
la reproducción técnica no lo conoceremos, solo podemos especular, imaginar e intentar
estados de concentración de escucha, los cuales no lograríamos entender, o más bien
sentir como lo hacían nuestros antepasados antes de las tecnologías reproductivas (y
esta es la postura de la tesis de la ponencia). Este proceso es denominado por Schafer
(1969) como “Esquizofonía”, el cual remite a variados fenómenos a partir de la teoría
schaferiana. Uno de ellos, es el principio de desvinculación de los sonidos de sus
referentes “originales”, es decir, la fuente de un sonido se separa de este (o a la inversa)
con las reproducciones técnicas de imagen y sonido. Nunca antes de fines del siglo XIX
y comienzos del XX se podría haber siquiera imaginado el relacionar o conjugar un
sonido con una fuente completamente diferente de emisión, como se realiza, por
ejemplo, en el cine.
Considero importante mencionar que las tecnologías, así como las diferentes
modernidades que pueden darse en una misma época, también nos dan matices con
respecto a variaciones en la percepción de los sentidos dados por los distintos tipos de
tecnologías (y no solo basados en la retención del sonido único). Con esto último quiero
decir que existen diferencias técnico-culturales en los distintos dispositivos que se dan
de acuerdo con las sociedades que se observen y en relación con sus tecnologías de
retención. A pesar de que las tecnologías de este tipo cada vez son más globales en su
similitud, considero que no está de más mencionar esto último, pues puede dar paso a
otras investigaciones de las cuales no nos ocuparemos en el presente artículo por su
evidente extensión. Algo que sí comparten las diferentes tecnologías de retención son el
reconocimiento de la experiencia como algo “ya conocido” (en este caso técnicamente).
Para explicarlo de forma didáctica, seguiremos uno de los ejemplos stieglerianos que
usan la aporía platónica de Menón, la cual “afirma que es imposible buscar algo cuya
existencia no se conoce anticipadamente: sin conocerla, en efecto, aunque la
encontremos no podremos de ninguna manera reconocerla y, si la reconocemos,
demostraremos en tal caso haberla ya conocido” (Sei, 2004: 346).
Para terminar no me gustaría pasar por alto perspectivas que no alcanzaré a desarrollar,
pero que quisiera dejarlas expuestas en términos generales. Una de ellas es la relación
diferenciada de las escuchas de acuerdo no solo con “tecnologías específicas”, sino con
intereses, perspectivas o temperamentos culturales diferenciados en un mismo “entorno
ciudad”. En este aspecto entrarían estudios antropológicos y sociológicos de la
diferencia de distintos grupos en la percepción o retención de las memorias de escuchas
(a pesar de calzar con la tesis sobre lo común: ninguno escucha lo que se ha entendido
hasta ahora románticamente como naturaleza). Una segunda perspectiva es
benjaminiana, la cual es tomada de las reflexiones de Cuadra a propósito de Benjamin.
Quisiera citarlo:
Acá podemos apreciar el alcance de un nuevo concepto que solo consideraré en tanto
perspectiva de cómo un proceso social/económico forma lo que Benjamin llamó
imaginal. Este último concepto, tomado como fantasía dada por los procesos capitalistas
(tema al que no me he referido en la ponencia, el cual es indisociable de la masificación
de los aparatos técnicos), configuraría las narrativas de las “subjetividades de las
masas”. Este proceso, parecido a las teorías de campus bourdianas, lo menciono como
concepción abierta y en analogía a la percepción epocal de cualquiera de las
modernidades que se consideren y que determinan, de una forma u otra, los principios
técnicos de lo posible percibido como realidad, en este caso a través de la escucha y su
particular concentración en la ilusión o fantasía imaginal de un pasado no existente sino
a través de la transmisión técnica de los relatos y, en última (o primera) instancia, desde
el aparato técnico de reproducción sonora que nos invita a pensar nuestra posición
ontológica en el mundo.
Bibliografía
Cuadra, Álvaro, “La obra de arte en la época de su hiperreproductibilidad digital”, en Revista Temas de
Comunicación, 2007,
http://revistasenlinea.saber.ucab.edu.ve/temas/index.php/temas/article/view/318/322
Benjamin, Walter, La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica, Buenos Aires, El cuenco de
plata, 2011.
Schafer, Murray, El nuevo paisaje sonoro: un manual para el maestro de música moderno, Buenos Aires,
Editorial Melos (Ricordi Americana), 1969.
Sei, Mario, “Técnica, memoria e individuación: la perspectiva de Bernard Stiegler”, en Logos. Anales del
seminario de metafísica, 2004, ISSN: 1575-6866.
Souriau, Étienne, La correspondencia de las artes: elementos de estética comparada, Ciudad de México,
Fondo de Cultura Económica, 2016.
Resumen
Los materiales con los que trabajamos ofrecen muchas referencias y potencial: la
temperatura, el viento, la humedad, los aerosoles, el vapor de agua, el sol y las nubes,
entre otros. La obra incorpora muestras tomadas del cielo con una cámara térmica en
todo el trayecto transatlántico de veinticuatro días y noches. Estas imágenes sirven
como partitura y representación de este viaje alrededor de la mitad del globo terráqueo.
Por lo tanto, se trata de una obra espacial sonora que se mueve/menea de un punto A al
punto B, una composición que tiene un punto topográfico fijo de inicio (desde Emden,
en el norte de Alemania) en el cual se manifestó el momento del comienzo y un punto
topográfico que marca el instante final (Buenos Aires, Argentina). Un viaje rumbo al
sur donde el sol siempre indicó la dirección.
Una meta primordial y migratoria del proyecto está fuertemente vinculada con el hecho
de que en los países con inmigración transatlántica se estableció el dicho “todos
bajamos un día de un barco”. Si miramos hoy lo que está sucediendo entre África y
Europa, esta imagen tiene lamentablemente una connotación muy dolorosa con
consecuencias inaceptables.
Los integrantes del grupo de trabajo son Sofía Scheps, Guzmán Calzada y Lukas
Kühne, entre otros.
El primer conjunto de datos con el que tuvimos contacto fue un archivo de video
realizado por Stefan Kinne que recopila las mediciones realizadas por el MPI - Met Max
Planck Institute con una cámara térmica, tomando muestras cada 10 segundos. El
formato de este material (una imagen de una porción del cielo, que representa la
temperatura de las nubes en grados Celsius a través de una escala de colores) fue
sugerente y determinante, para definir un primer camino de búsqueda y creación de un
instrumento de sonificación.
Figura 1
Cámara térmica utilizada por el Max Planck Institute MPI-M. Fotografía de Steffen Dörner
El resto de los datos a los que tuvimos acceso llegaron en formato de tabla de números o
archivo de texto. En el caso de la temperatura de las nubes, la yuxtaposición de
imágenes en el tiempo genera un video que nos permite trabajar con un correlato visual
de lo sonoro, permitiendo constatar de manera más inmediata algunas relaciones entre
variación de datos (en formato de escala de colores, percepción visual) y variación de
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Estas consideraciones para el diseño del instrumento dialogan además con el fin
artístico de este proyecto. No solo se pretende transformar un tipo de información en
otro (numérico/visual en sonoro) para analizar el potencial de la escucha como
herramienta para percibir distintos tipos de relaciones entre datos simultáneamente y a
distintas escalas temporales –esto podría realizarse con un fin estrictamente
operativo/técnico/científico–, sino que además este proyecto tiene la intención de
encontrar un resultado que tenga cierto interés estético/artístico, en resonancia con los
aspectos técnico/científicos, que además ofrezca una dimensión poética del fenómeno
estudiado. La conciliación de estos objetivos tiene impacto en las distintas tomas de
decisiones a lo largo del proceso de trabajo, que finalmente entrama con decisiones
técnicas, estéticas y artísticas contemplando los aspectos previamente señalados.
Figura 2
Imagen de temperatura de las nubes a partir de la cámara térmica, generadas utilizando el software Panoply (muestras
cada 10 segundos). En grande: fotografía generada por el software. Debajo, la descomposición en los tres planos de
color (RGB) de esa misma imagen.
Resolvimos realizar en el software Max MSP un análisis de color de los planos RGB de
cada imagen. Para ello, definimos una grilla de 320 x 240 píxeles y analizamos el nivel
de intensidad de rojo, verde y azul para cada uno de ellos (definida en una escala de
valores de entre 0 y 255). Los resultados de este análisis indican que un píxel tendrá un
determinado valor de rojo, uno de verde y uno de azul. Cada uno de estos valores estará
dentro de un rango de 0 a 255.
Una vez implementado este análisis, acotamos el conjunto de datos obtenidos a seis
columnas de píxeles. 1 Es decir, subdividir los tres planos RGB verticalmente, tomando
en cuenta los valores de intensidad de color por píxel de seis columnas equidistantes de
datos. Para cada una de estas columnas buscamos el valor promedio de intensidad de
color R, G y B.
1
Seis es el primer valor que definimos para operar. Sin embargo, al tener el análisis completo de la
imagen, podemos probar distintas variantes de “resolución” en este caso, subdividiendo la imagen en “x”
número de columnas equidistantes.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Como se ha mencionado antes, el valor de intensidad del sonido fundamental, así como
de los parciales, está dado por el análisis de intensidad de color de las columnas de
píxeles a las que corresponde cada parcial.
2
El valor de temperatura media puede oscilar entre valores negativos y positivos, generalmente inferiores
a 20 grados Celsius.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Figura 3
Esquema en el plano azul: subdivisión en seis columnas de referencia que se corresponden (de izquierda a derecha)
con un sonido fundamental y cinco parciales, relacionando el promedio de intensidad de color para cada columna
(entre 0 y 255 por píxel) con la intensidad de cada sonido.
En este caso también entramos en contacto con los datos a través de un archivo de
video, donde se podía ver sobre un mapa cómo varía la profundidad del lecho oceánico
debajo del recorrido del transatlántico. Así como este video nos permitió un panorama
general de cómo evolucionan los datos de profundidad a través de una interfase visual,
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Figura 4
Esquema de procesamiento de señal de audio, de acuerdo a los datos de profundidad del suelo marino: ecualización y
cambio de altura (pitch shift).
Ecualizador paramétrico
Figura 5
Acercamiento al ecualizador paramétrico, que actualiza constantemente la ganancia de cada banda,
mapeando valores de profundidad.
4
Descripción del ejemplo “forbidden planet”, Max MSP.
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Pitch Shifter
Una vez que el archivo de audio es ecualizado, se le aplica este proceso que consiste en
leves variaciones de la frecuencia fundamental (+- 1%). En este caso también son
escalados los datos de profundidad (1 - 6000 m) a un rango de 0 a 2, correspondiendo
3000 m a 0% de variación de la frecuencia fundamental del audio.
Bibliografía
Collecting Atmospheric Reference data over Oceans across Latitudes (CAROL), Institut für Meereskunde,
Universität Hamburg Leitstelle Deutsche Forschungsschiffe.
NOTACIONES EFÍMERAS: ACERCA DE LOS LENGUAJES DE
CONDUCCIÓN Y LA PRÁCTICA PERFORMÁTICA SONORA 1
Juan De Cicco
Resumen
Los ensambles ejecutantes de Cobra4 –que utiliza como elementos significantes una
combinación de carteles con leyendas y señas– o el ensamble Yarará5 –que utiliza
objetos de uso cotidiano y acciones a modo de consignas– resultan ejemplos, entre
muchos otros, de las posibilidades que se presentan al momento de reconfigurar el
desafío iniciado por Morris.
1
Referimos como performances sonoras a las producciones resultantes de las presentaciones de los
ensambles en cuestión ya que aquellas carecen de las propiedades estético-discursivas inherentes a las
composiciones musicales.
2
“Conduction: The practice of conveying and interpreting a lexicon of directives to construct or modify sonic
arrangement or composition; a structure-content exchange between composer/conductor and instrumentalists that
provides the immediate possibility of initiating or altering harmony, melody, rhythm, tempo, progression,
articulation, phrasing or form through the manipulation of pitch, dynamics (volume/intensity/density), timbre,
duration, silence, and organization in real-time”, extraído de http://www.conduction.us [Fecha de consulta: 05
de marzo de 2018]
3
Músicos y/o directores tales como Sun Ra, Frank Zappa o Lukas Foss, entre otros, ejercieron la
conducción musical a través de señas con anterioridad a que lo hiciera Morris, aunque utilizando sistemas
más primitivos o no homologados.
4
Cobra es una de las obras lúdicas (game pieces) creadas por el músico estadounidense John Zorn. La
instrumentación, el número de intérpretes y la duración de las performances resultan indeterminados en
tanto se utilizan una serie de cartas (carteles) y señas que deben ser propuestas por el conductor y
ejecutadas por los intérpretes, a modo de juego.
5
“El proyecto YARARÁ […] plantea el desafío de coordinar un ensamble de músicos a partir de la
exposición y manipulación de objetos cotidianos devenidos consignas subjetivas para la creación
instantánea”, extraído de http://www.improconde.com/01.htm [Fecha de consulta: 03 de mayo de 2018]
aquellas consignas en significantes flotantes 6, los que devienen responsables –mediante
la intervención de los intérpretes– de los atributos estéticos en la construcción sonora
resultante.
Sobre las particularidades que surgen de la situación descripta en el párrafo anterior nos
detendremos en el presente artículo, y las problematizaremos desde un abordaje
semiótico, el que nos permita dilucidar aspectos emergentes relacionados con este tipo
de prácticas performáticas sonoras.
Estado de la cuestión
Desde hace algunas décadas diversos ensambles sonoros 7 fueron adoptando para sus
performances públicas diferentes lenguajes de conducción, los cuales fueron concebidos
a través de la articulación de un cúmulo de significantes de la más diversa índole en
tanto algunos de ellos no se valieron solo de la utilización de señas para su construcción
–como originalmente lo había pensado Morris–, sino que incorporaron a su acervo
elementos significantes como carteles con números y letras, objetos materiales, acciones
e inclusive combinatorias de ellos; una vez revelados ante los intérpretes debían
traducirse en sonidos de acuerdo con los oportunos requerimientos del conductor.
6
El politólogo argentino Ernesto Laclau introdujo la noción de significantes flotantes para describir
aquellos elementos discursivos que fijan parcialmente el sentido de una cadena significante, cuya
principal característica es su naturaleza ambigua y polisémica. Si bien Laclau mencionó a los
significantes flotantes en el marco de la lógica del proceso de articulación de la hegemonías políticas, a
los fines de redactar el presente artículo realizamos la correspondiente eiségesis del concepto.
7
La Orquesta FOCO, la Orquesta de Música Espontánea de Galicia (O.M.E.G.A.) y la orquesta
Entenguerengue en España, la LIO (London Improvisers Orchestra) en Gran Bretaña, el Ensamble Yarará
y la Orquesta de Improvisadores de Buenos Aires en Argentina, resultan ejemplos de la situación
descripta.
Lenguajes, sobre su conformación y contextos de utilización
De este modo, estimamos el aporte del lingüista suizo Ferdinand de Saussure, quien
considera al lenguaje como una capacidad humana universal para expresar
pensamientos y sentimientos a través de los signos (1945) en tanto lo describe como una
construcción de carácter binario conformada por un componente social (la lengua8) y un
componente individual (el habla 9). A la vez, Saussure propone establecer una distinción
entre la lengua, a la que le atribuye un rol esencial, y el habla, al que le otorga un
carácter accesorio. Es por ello que su objeto de estudio es la lengua, en tanto la separa
del habla, a la vez que problematiza una lingüística diferente para cada una de ellas.
8
La lengua reviste un carácter social ya que resulta un conocimiento o una representación común, y es
compartida por un grupo o comunidad.
9
El habla involucra a los hechos individuales de cada hablante, en el uso que hace de la lengua.
ofrece el sistema –debido a la multiplicidad de signos que conforman un lenguaje y a las
relaciones que se establecen entre ellos– determina que los signos lingüísticos resulten
inmutables.
Uno de ellos es el filósofo británico Michael Halliday, quien considera al lenguaje como
una semiótica social (1979), situación que nos conduce a interpretarlo dentro de un
contexto sociocultural, y en concordancia a reflexionar sobre los textos o discursos
generados producto del intercambio de significados en los entornos de interacción
comunicativa. 11
También, el investigador esloveno Mirko Lampis define a un texto como “un conjunto
integrado de expresiones al que se asigna o en el que se reconoce una determinada
organización significante” (Lampis, 2016: 686). Propone que textos e intérpretes no se
manifiestan de manera independiente sino que se configuran de manera mutua y
recursiva, de modo que “por un lado, la activación de los significados textuales depende
de los hábitos cognoscitivos del intérprete; por otro, esos mismos hábitos se forman y
cuajan a través del aprendizaje y de la práctica con (y mediante) los textos” para
concluir afirmando que “el texto se transforma […] en un espacio y tiempo de encuentro
[…] en una concreción conversacional, en una experiencia en la que toma forma y
cuerpo esa danza interaccional que llamamos comunicación” (Lampis, 2016: 688).
10
La sociología o la psicología por ejemplo, en las que el lenguaje ocupa un lugar preponderante.
11
Los mencionados entornos –denominados contextos de situación– no resultan un mero espacio de
intercambio sino que también configuran el registro que cada uno de los actores intervinientes proponen
en la transacción comunicativa.
Elementos significantes del lenguaje y su función en la conducción de la
práctica performática sonora
Cobra fue desarrollada a partir de un sistema con reglas específicas –pero sin una
secuencia determinada de acciones– y destinada a ser ejecutada por un grupo de
intérpretes y un conductor.
A partir de una combinatoria entre gestos y carteles conteniendo leyendas (en general
una o dos palabras) o símbolos, el conductor construye significantes durante
el transcurso de la acción, los que se ofrecen como objeto de transposición sonora a
los ocasionales intérpretes.
A partir de esta inquietud nació –en junio de 2011– el Ensamble Yarará, la versión
latinoamericana de la obra de Zorn en palabras de uno de sus artífices, Luis Conde.15
12
Presentación llevada a cabo el 8 de octubre de 2016.
13
http://www.cck.gob.ar/eventos/william-winant_1308
14
https://web.facebook.com/events/444547338913264/
15
http://www.improconde.com/06.htm
un vínculo con sus dirigidos a partir de significantes tales como escenificaciones
situacionales, caracterizaciones o exhibición de objetos de uso cotidiano; de manera tal
que los ocasionales intérpretes deben significar mediante la ejecución de sus
instrumentos, aquellos diversos objetos o acciones significantes. Desafío semejante
propicia un contexto situacional en el cual “la conducción […] y los intérpretes tratarán
de poner a prueba los patrones de semejanza, representación y diferencia que genera
cualquier objeto: un paraguas, una máquina de coser, una pipa, una mesa de disección,
en cuanto señales cargadas temporariamente de estímulo para inducir fragmentos
sonoros y de ahí en más constituir un redoble escénico de significantes bajo leyes no-
discursivas”. 16
Conclusiones
Bibliografía
Chacón, Ch., “Lawrence D. ‘Butch’ Morris: encuentro con Chema Chacón”, en Revista Oro
Molido, núm 1, 2001.
Haidar, J., “As materialidades discursivas: um problema interdisciplinar”, en Alfa, Vol. 36,
1992, pp. 139-147.
Halliday, M., El lenguaje como semiótica social. La interpretación social del lenguaje y su
significado, México, FCE, 1979.
16
https://web.facebook.com/events/444547338913264/
Laclau, E., “Estructura, historia y lo político” en Butler, Laclau, Zizek: Contingencia,
hegemonía, universalidad. Diálogos contemporáneos de la izquierda, Buenos Aires, FCE,
2004.
Lampis, M., “Sobre la noción de texto artístico”, en Revista Signa, núm. 25, 2016, pp. 685-694.
Marcipar, M., “El ‘lenguaje de señas’ para la improvisación musical dirigida. ¿Es un lenguaje?,
en Foro de educación musical, artes y pedagogía. Vol 1, núm. 1, 2016, pp. 99-113.
Morris, L., The Art of Conduction. A Conduction Workbook, New York, Daniela Veronesi,
2017.
Saussure, F., Curso de lingüística general, Buenos Aires, Editorial Losada, 1945.
Van der Schyff, D., “The Free Improvisation Game: Performing John Zorn’s Cobra”, 2013,
Publicado en https://scholar.lib.vt.edu/ejournals/JRMP/2013/schyff.pdf [Fecha
de consulta: 20 de agosto de 2018]
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Rainer Krause
Resumen
La escucha inicial
Desde 2005 estoy registrando los sonidos de las aguas en las costas marítimas, primero
de Chile, luego el resto de Sudamérica. Al inicio no había ninguna intención de un uso
específico posterior. Simplemente me fascina este fenómeno sonoro, siempre
reconocible pero nunca igual, con una presencia constante, rítmica, con una compleja
textura interna. Más preciso, el sonido costero es un conjunto de sonidos entrelazados,
distribuido espacialmente: el espacio de la costa es un espacio del sonido.
Obviamente, con esta escucha uno se da cuenta de que las características del sonido
reproducido dependen de los equipos de grabación. La experimentación con diferentes
tipos de micrófonos (direccionales, omnidireccionales, binaurales y combinaciones de
ellos) y una siguiente posproducción leve (filtros, dinámica, volumen) me llevaron a la
producción consciente de formas sonoras. Pero siempre tenía la sensación de pérdida: la
transparencia de lo escuchado en la costa, su profundidad y la distribución espacial de
los acontecimientos sonoros paralelos no se percibe luego en la reproducción.
Lamentablemente estas características, esta complejidad perceptiva, constituyen lo
fundamental en mi interés por los sonidos costeros.
En este sentido, para mí, trabajar artísticamente con los sonidos costeros no se puede
basar principalmente en la calidad de los sonidos registrados; más bien, debe partir en la
fascinación por la situación de escucha original en el contexto específico de costa: en
vez de representación del sonido ya registrado, primero invitar al público mismo a
escuchar los sonidos. Para participar en el proyecto, el usuario debe registrar los sonidos
de las olas del mar (o de un lago) en una costa, acercándose lo más posible a las olas y
sin cambiar su posición mientras graba.
La página web
El an-archivo
En ella se proponen acercamientos a las preguntas ya formuladas: ¿por qué los sonidos
de costa? ¿Qué significa y hace especial esta franja geográfica de límite? Además se
pregunta acerca del significado de términos como “isla”, “ola”, “límite” y otros
relacionados, formando un campo reflexivo que, con el tiempo y con la contribución de
los que se interesan por el proyecto, se amplía o precisa, como el mapa mismo.
La instalación
Otra instancia del proyecto tiene formato de instalación visual-sonora en una sala de
exposiciones. El uso de un video wall (multipantalla) como dispositivo de visualización
desplaza el mapa generado en Internet al ámbito de la producción artística reconocida:
el gran formato de la pantalla múltiple requiere un distanciamiento físico y reflexivo,
permite una contemplación y experiencia estética corporal en relación con la imagen,
condición que la pantalla única de un computador no cumple. 2 Cuatro canales
1
“Entiendo los an-archivos como una actividad alternativa al archivo. Solamente existen como modus
operandi […]. Los an-archivos se desarrollan en la perspectiva de una lógica de pluralidad y de riqueza de
variedades. Son especialmente aptos para manejar acontecimientos y movimientos, por lo tanto,
sensaciones basadas en el tiempo. Los an-archivos no reclaman un liderazgo. No reclaman el
conocimiento sobre la verdad, de dónde vienen y adónde van las cosas. […] Los an-archivos son prácticas
lúdicas” (Zielinsky, 2014: 17); traducción: Rainer Krause.
2
Por razones de costos, en la presentación del proyecto en Antofagasta en 2018, las pantallas fueron
reemplazadas por un proyector de alta resolución.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
3
En la exhibición del proyecto en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile, 2018, la
instalación sonora consistió en 8 canales de audio: 4 altavoces estaban instalados en la sala de exhibición,
los otros 4 en diferentes lugares del Museo: 1 en el primer piso, 2 en los pasillos del segundo piso y el
último frente a la oficina del director del Museo en el área administrativa.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Tiempos
Figura 1
Rainer Krause, La isla [reconocimiento], 18-2-2005, screenshot
http://la-isla-reconocimiento.cl/# [Fecha de consulta: 08/10/18]
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Figura 2
Rainer Krause, La isla [reconocimiento], 9-8-2012, screenshot
http://la-isla-reconocimiento.cl/# [Fecha de consulta: 08/10/18]
Figura 3
Rainer Krause, La isla [reconocimiento], 29-11-2013,
screenshot http://la-isla-reconocimiento.cl/# [Fecha de consulta:
08/10/18]
Figura 4
Rainer Krause, La isla [reconocimiento], 14-2-2014,
screenshot http://la-isla-reconocimiento.cl/# [Fecha de
consulta: 08/10/18]
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Figura 5
Rainer Krause, La isla [reconocimiento], 17-3-2014,
screenshot http://la-isla-reconocimiento.cl/# [Fecha de
consulta: 08/10/18]
Figura 6
Rainer Krause, La isla [reconocimiento], 1-3-2015, screenshot
http://la-isla-reconocimiento.cl/# [Fecha de consulta: 08/10/18]
Figura 7
Rainer Krause, La isla [reconocimiento], 1-1-2017, screenshot
http://la-isla-reconocimiento.cl/# [Fecha de consulta: 08/10/18]
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Figura 8
Rainer Krause, La isla [reconocimiento], 16-7-2017,
screenshot http://la-isla-reconocimiento.cl/# [Fecha de
consulta: 08/10/18]
Figura 9
Rainer Krause, La isla [reconocimiento], 30-1-2018,
screenshot http://la-isla-reconocimiento.cl/# [Fecha de
consulta: 08/10/18]
Figura 10
Rainer Krause, La isla [reconocimiento], 1-3-2018, screenshot
http://la-isla-reconocimiento.cl/# [Fecha de consulta: 08/10/18]
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Figura 11
Rainer Krause, La isla [reconocimiento], 1-5-2018, screenshot
http://la-isla-reconocimiento.cl/# [Fecha de consulta: 08/10/18]
Figura 12
Rainer Krause, La isla [reconocimiento], 5-9-2018, screenshot
http://la-isla-reconocimiento.cl/# [Fecha de consulta: 08/10/18]
Figura 13
Rainer Krause, La isla [reconocimiento], 13-5-2018,
screenshot http://la-isla-reconocimiento.cl/# [Fecha de
consulta: 08/10/18]
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Figura 14
Rainer Krause, La isla [reconocimiento], 21-9-2018,
screenshot http://la-isla-reconocimiento.cl/# [Fecha de
consulta: 08/10/18]
Bibliografía
Kerouac, Jack, Big Sur, Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora, 2014.
Reyes León, Daniel, “Las frecuencias inaudibles de un reconocimiento”, en Daniel Reyes León (ed.),
Rainer Krause. La isla [reconocimiento], Santiago de Chile, Adrede, 2018.
COPIA ACADÉMICA
Resumen
Copia académica, de Rodolfo Sousa, es una instalación que parte de observar el ciclo de
fotocopiado y digitalización de textos. Un proceso de construcción y erosión en la
dinámica de distribución y consumo de textos en las instituciones educativas.
Algunas de las fotocopias digitalizadas a las que el autor tuvo acceso, cuyo deterioro
afecta directamente la lectura, son almacenadas en una base de datos, seleccionadas
aleatoriamente. Sus caracteres son interpretados por OCR y emitidos a través del
programa de síntesis de voz, produciendo una lectura llena de equívocos.
Al final del pasillo, la luz desde el techo apunta a una estructura de madera. En el suelo,
desparramadas, un cúmulo de hojas impresas con fotocopias de textos de historia del
arte. Un objeto escultórico de 2 metros de largo, hecho de madera, con una ranura en la
parte superior, tira cinco fotocopias cada tres minutos. El sonido ambiental se inunda
por la voz sintética de la computadora proveniente del objeto.
Figura 1
Rodolfo Sousa Ortega, Copia académica, 2017, fotografía de Celeste Rojas.
La fotocopia es un objeto barato que reproduce textos de difícil acceso económico, por
lo que les ha servido a los profesores para distribuir las lecturas a los estudiantes. Tras el
auge del Internet, la digitalización de estas fotocopias ha modificado su distribución y
con ella los costos de impresión se han reducido; la fotocopia en sí ha desaparecido,
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Además, los efectos del proceso de fotocopiado hacen que el texto sea ilegible, pero
develan la procedencia material de estas devastaciones producidas por la técnica de
reproducción.
Figura 2
Rodolfo Sousa Ortega, Diagrama, 2016.
Que los PDF hechos a partir de un conjunto de fotocopias digitalizadas sean el material
de lectura que envían los profesores en las universidades públicas de América Latina
implica que estamos frente a un objeto extraño sobre el que podríamos efectuar la
estrategia situacionista del detournement, o desvío: la posibilidad artística y política de
tomar algún objeto creado por el sistema económico y distorsionar tanto su significado
como su uso original para producir un efecto crítico en la esfera social. Este desvío es
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
aquel que los situacionistas definirían en 1959 como descomposición: el proceso por el
que las formas culturales tradicionales se han destruido a sí mismas como consecuencia
de la aparición de medios superiores (Internacional Situacionista, 1999: 18).
En las décadas de 1960 y 1970, Ian Burn realizó proyectos sistemáticos de alteración de
la imagen a través de la fotocopia. En su segundo Xerox Book toma una hoja en blanco
y la fotocopia; esa impresión es usada para realizar una segunda fotocopia y la
operación se repite cien veces, produciendo un libro de cien páginas en las que cada
imagen va alterando y añadiendo ruido a la hoja en blanco de la que se partió.
¿Qué pasa cuando ese objeto es digitalizado? José Luis Brea, en su texto Cultura RAM,
revisa el impacto cultural de las tecnologías digitales no solo en la transmisión de
conocimiento, sino las implicaciones en la visualidad y las articulaciones
institucionales. Las imágenes y los documentos, otrora procedentes de un archivo, se
producen, gestionan y distribuyen de tal forma que desaparece la procedencia, la fuente
original. La información de los metadatos tiende a ser imprecisa, ya que en la copia de
un dispositivo a otro no hay garantía de reproducirlos. Esto tiene dos cualidades, según
Brea: por un lado, apropiación colectiva de las producciones que son formas colegiadas
de producción, creación y generación que reivindican el carácter imprivatizable de los
productos del saber, y por otro, la multitud de imágenes y pantallas que proliferan
creando un nuevo régimen escópico. Para Brea, las practicas artísticas son un
laboratorio del destino comunitarizado del conocimiento, en el que las imágenes son
fantasmagorías de sí mismas.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
El arconte afásico
Figura 3
Rodolfo Sousa Ortega, Traducción 1, 2016, lectura OCR de fotocopia.
Kenneth Goldsmith apunta que el mensaje codificado por una computadora, genera un
colapso narrativo, pero también produce un nuevo nivel de riqueza textual. Las
tergiversaciones obtenidas al interpretar imágenes como textos verbales poseen valor
literario, si los enmarcamos como un poema y lo leemos en clave de crítica literaria,
podemos encontrar aquello que durante los últimos cien años la escritura moderna y
posmoderna le ha dado un valor artístico (2015: 39).
Por otro lado, la transcodificación de un dispositivo tecnológico a otro hace que las
copias se transformen, en tanto que constantemente se reescriben, reeditan y
reprograman, alterándose visualmente por el ruido, las fallas de copia y de origen, de tal
forma que la idea de copia está infectada de la originalidad de la reproducción: una
copia es un original en un nuevo contexto. Si se requiriera citar para asegurarnos de que
lo anterior es una convención, Diana Aisemberg lo dice con parsimonia: “La posibilidad
de traducir de un lenguaje a otro produce poesía sin excepción” (2017: 56).
pueden ser tomadas del suelo por el espectador, en calidad de páginas que conforman
una secuencia. El programa de la computadora contrae o expande el espacio. En este
sentido, la atención se dirige en todas las direcciones, se busca que el espectador en
primera instancia, no se concentre en ningún punto de la instalación sino en la forma
global de su estructura, en donde a pesar de las jerarquías y distinciones, sus partes se
expanden análogamente en el espacio.
La liberación de las estructuras lingüísticas producidas por el deterioro del texto fuente
a través de la fotocopia y su digitalización remite a la liberación del lenguaje encausada
por el derecho a hablar, motor de la deconstrucción de los relatos y estructuras
institucionales durante la segunda mitad del siglo XX: con la utopía moderna de
liberación del lenguaje, movimientos como el simbolismo, el dadá, el constructivismo y
el futurismo, realizarán una serie de operaciones de distinta índole. Las aspiraciones de
Mallarmé de una poesía absoluta; el manifiesto de Marinetti de 1912 de las Parole in
Libertá. Pero también los experimentos de Klehbnikov y los poemas de Hugo Ball, los
caligramas de Apollinaire y los poemas visuales de Francis Picabia, por mencionar
algunos ejemplos, en donde las palabras no han sido liberadas de la gramática sino que
la poesía en sí misma es liberada de los significados al generar significantes que operan
desde el cruce de los lenguajes verbal y visual en el espacio. El mensaje codificado por
una computadora, genera un colapso narrativo, pero también produce un nuevo nivel de
riqueza textual.
Figura 4
Rodolfo Sousa Ortega, Traducción 2, 2016, lectura OCR de fotocopia.
Síntesis de voz
fotocopias a dos metros de altura y emite sonidos de voz sintética intenta producir un
efecto de extrañamiento en el espectador.
En el sonido sintetizado que emite la interpretación del OCR se subvierten los usos
estándares del lenguaje verbal para nuestra conveniencia. Además, tanto si se plantea
este proyecto aislado como una intervención en un espacio específico, el sonido es uno
de los elementos que buscan llamar la atención del espectador y en todo caso, a recorrer
el espacio y a comprender el funcionamiento de los dispositivos. Cuando la voz sintética
lee las interpretaciones, estas son rítmicamente precisas e hipnóticas para escuchar, una
lectura cercana revela cierto valor literario y estético, rítmico, estructuralmente
desplegado como una pieza de música experimental.
Una voz claramente artificial, a la que nos hemos estado acostumbrado debido a que es
usada en una serie de dispositivos cotidianos (ya sean tutoriales o contestadores
telefónicos) y, sin embargo, los equívocos de la lectura generan otro efecto de
extrañamiento: no hay dominio de aquello que se escucha, recordándonos el
extrañamiento semejante a quien escucha su voz en un grabador por primera vez. ¿Por
qué las palabras no están bien pronunciadas o se intercalan con números? ¿Qué es eso
que la máquina no logra transmitirnos?
1
Nota: Algunos ejemplos se encuentran en http://sousarodolfo.com/monumento.html
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Figura 5
Rodolfo Sousa Ortega, Copia académica, 2017, fotografía de Celeste Rojas.
Bibliografía
Aisenberg, Diana, Método Diana Aisenberg: apuntes para un aprendizaje del arte, Buenos Aires,
Adriana Hidalgo Editora, 2017.
______, La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica, México, Itaca, 2013. Brea,
Carrión, Ulises, “Copias originales” en Juan J. Agius (ed.), El arte correo y el Gran Monstruo, Ciudad de
México, Tumbona Ediciones, 2013.
Sebastián Verea
Resumen
Este trabajo examina la transición sufrida por la cultura sonora durante el período
conocido como la Gran Aceleración, desde tres perspectivas: (1) la historia de la
supresión, la cuantificación y la compresión en el sonido, (2) el desarrollo tecnológico
de las herramientas para grabación, procesamiento y reproducción del sonido y (3) el rol
del sonido en la configuración del sistema simbólico de nuestra civilización.
Introducción
En su libro Antropología del cerebro, el antropólogo Roger Bartra propone una teoría
sobre el origen de la conciencia y la presenta como un sistema simbólico de sustitución
que compensa las debilidades del hombre como especie. El Homo sapiens empezó
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
sustituyendo con símbolos aquello que no podía entender de otro modo y construyó así
una red de dispositivos simbólicos que lo ayudaron a organizarse y subsistir. Ese
sistema de sustitución simbólica es hoy una red compleja de dispositivos culturales que
Bartra llama exocerebro. El dispositivo más complejo y desarrollado de esa red
exocerebral es el lenguaje, la herramienta sobre la cual se monta la civilización. 1
John Searle, en Making the Social World, desarrolla un modelo que da cuenta de cómo la
civilización humana está construida a partir de declaraciones hechas de lenguaje,
también un dispositivo conceptual construido a partir de funciones declarativas sobre el
deber hacer. Esas funciones construyen leyes que devienen en hechos institucionales (la
creación de las instituciones y, eventualmente, de la civilización).
1
Una demostración exhaustiva del proceso de construcción de la civilización a través del lenguaje puede
encontrarse en John Searl, Making the Social World: The Structure of Human Civilization, Oxford,
Oxford University Press, 2011.
2
Roger Bartra, Anthropology and The Brain, Cambridge, Cambridge University Press, 2014, p. 44.
Traducción del autor.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
cavernas paleolíticas están ubicadas en los puntos más reverberantes del espacio. Eso
sugiere que los lugares que los hombres elegían para expresarse visualmente eran los
más aptos para expresarse acústicamente, amplificando su voz y cualquier sonido que
pudieran emitir. Ramón Andrés lo deja claro en una de sus lúcidas reflexiones cuando,
acerca de las conclusiones de Raznikoff, observa que demuestran “la importancia del
oído como la llave que facilita el acceso al mundo trascendente”. 3
De los ecos de las cavernas del Paleolítico a los de un festival de música electrónica, el
sonido construye espacios y jerarquías en nuestro mundo social y nuestro contexto
cultural. Pero esa influencia no es un vector unidireccional. Los humanos hemos
modificado el sonido manipulándolo a través de la transducción y la manipulación de la
información que circula por los circuitos de esas transducciones. Lo amplificamos,
grabamos, editamos, silenciamos, sintetizamos y procesamos, devolviéndolo al paisaje
sonoro como sonidos nuevos que nunca antes habíamos escuchado.
Pensaremos al hombre como una entidad sonora capaz de producir y ser modificada por
el sonido. El mapa de interacciones entre ambos nos proveerá una visión de cómo la
historia del hombre y la historia de la Tierra están conectadas a través del sonido como
materia física y simbólica.
3
Ramón Andrés, El mundo en el oído, Madrid: Editorial Acantilado, 2008, p. 33.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
la voz con la que el hombre ha pensado el mundo hasta hoy, haciendo especial foco en
el período conocido como la Gran Aceleración.
El Antropoceno
Más que una época geológica –cuya declaración como tal es un aspecto específico de la
problemática– el Antropoceno es un punto de vista para estudiarnos a nosotros mismos
desde una perspectiva transdisciplinar, observando el impacto de nuestros actos
(políticos, económicos, ecológicos e ideológicos).
Estudiar el Antropoceno desde la perspectiva cultural del sonido pretende, más que
aportar una mirada desde un campo específico, identificar indicadores de
desplazamientos en la cultura sonora que funcionen también como huellas
antropogénicas y conceptuales de la nueva época. El sonido, en este caso, es un lente
con el que observar y un indicador del estado del ecosistema.
Supresión y cuantificación
4
Giorgio Agamben, What is an Apparatus?, Stanford, Stanford University Press, 2009.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Los conceptos –de intervalo, altura, nota y, por último, escala– descansan sobre el
principio de que “para que una expresión sea musicalmente inteligible los sonidos deben
ser cantidades discretas”. 5
La música, como dispositivo cultural del paquete exocerebral del hombre, nace y opera
capitalizando y categorizando el sonido en entidades discretas, y esa categorización
separa aquello que pertenece al dominio del sistema musical de aquello que no,
operando un desacoplamiento de ciertos sonidos específicos del continuo de frecuencias
que existen en el sonido como fenómeno físico. La cultura sonora del Antropoceno es
una cultura de la supresión y la cuantificación.
5
Daniel Heller-Roazen, The Fifth Hammer: Pythagoras and the Disharmony of the World, New York,
Zone Books, 2011, p. 34.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Desacoplamiento
El primer dispositivo para grabar el sonido –o, más precisamente para generar un
registro gráfico del sonido–, es conocido como el fonoautógrafo, cuyo principio de
funcionamiento es el mismo que el del cilindro de cera. La diferencia con el cilindro es
que en vez de registrar el sonido en un medio con el cual pueda reproducirse después, el
fonoautógrafo dejaba una huella gráfica con tinta, que representaba el sonido capturado.
La finalidad de la investigación que llevó al desarrollo de este dispositivo era ayudar a
las personas con impedimentos auditivos. El aparato estaba diseñado para escuchar
visualmente, con la particularidad de que el dispositivo físico era una oreja humana real
acoplada al resto del sistema, que consistía en una pluma cargada de tinta y una placa
sobre la cual se registraban las vibraciones.
El teléfono fue publicitado principalmente como una máquina del tiempo –elemento
constitutivo fundamental de toda experiencia sonora–, pues suprimía las esperas y
trascendía las distancias permitiéndonos escuchar la voz de alguien que estaba a miles
de kilómetros.
Pero el teléfono no opera solo con el desacoplamiento de la voz de la persona, sino que
la tecnología que lo hace posible toma ventaja de las flaquezas de nuestro sistema de
percepción para aplicar nuevas supresiones y compresiones sobre el sonido de la voz
que escuchamos para que, aunque lo que llega hasta nuestros oídos es apenas una
reducción del sonido de esa voz, podamos reconocer a la persona que está del otro lado
de la línea.
Compresión
La batalla de la industria discográfica por el volumen trajo aparejada una pérdida de las
dinámicas en los registros sonoros que se transformó también en estética, y esa estética
es, precisamente, una estética de las líneas planas. La cultura sonora del Antropoceno es
una cultura de la compresión.
Multiplicación
6
Frances Dyson, The Tone of our Times. Sound, Sense, Economy and Ecology, Cambridge,
Massachusetts, The MIT Press, 2014, p. 43. Traducción del autor.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Líneas planas
Una de las posibles fechas de datación del Antropoceno como época geológica coincide
con la invención de la máquina a vapor, evento que Murray Schafer piensa como la
irrupción de la línea plana en el paisaje sonoro natural.
Las máquinas tienen esa característica común, pues crean sonidos con
poca información o altamente redundantes. Pueden ser zumbidos
continuos –como en un generador–; pueden ser de contorno aserrado (…)
o pueden estar marcados por encadenamientos rítmicos –como sucede en
las máquinas de coser o en las trilladoras–. No obstante, en todos los
casos, el rasgo predominante es la continuidad del sonido. 7
La aparición de la línea plana en el paisaje sonoro con las máquinas a vapor fue la
primera gran disrupción simbólica en la historia del sonido como historia de la
civilización. El sonido se elevó como el triunfo definitivo del hombre sobre la
naturaleza. La línea recta de la máquina a vapor fue la firma del progreso e impuso su
forma hasta volverse la huella sonora de las sociedades del Antropoceno.
Las líneas planas (la máquina a vapor, la compresión en la batalla por el volumen, la
compresión de las plataformas de distribución digitales) no admiten variaciones y de esa
forma escapan también al tiempo. Las líneas planas, sin embargo, no son solo
horizontales –en la dinámica– sino también verticales –la edición por corte, las
envolventes, la manipulación de las dinámicas temporales–.
7
Murray R. Schafer, El paisaje sonoro y la afinación del mundo, Barcelona, Intermedio, 2013, p. 118.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Silencio
En 1958, Olga Wens Huckins le escribió una carta a su amiga Rachel Carson, en la que
describía cómo el “pequeño santuario de aves” de su propiedad disminuía a causa de la
muerte de muchos pájaros por las fumigaciones con DDT. Carson reconoce la
influencia de esa carta para finalmente escribir el libro que popularizó la problemática
del impacto ambiental por el uso de pesticidas. La primavera silenciosa es uno de los
libros de divulgación científica más importantes de todos los tiempos. El título funciona
como metáfora de la muerte –el silencio que los pájaros dejan al desaparecer–. La
cultura sonora del Antropoceno es una cultura del silencio como metáfora de aquello
que deja de existir.
Figura 1
“Frontispicio. ‘El final de la guerra’. Un registro gráfico. 11 de noviembre, 1918, 11 A.M. Un minuto antes de la
hora. Todas las armas disparando. Un minuto después de la hora. Todas las armas en silencio”.
En la imagen, los momentos caracterizados como “todas las armas disparando” y “todas
las armas en silencio” están capturados y representados juntos y para siempre. La
imagen representa el tiempo en forma lineal pero también escapa a los efectos de la
percepción lineal del tiempo conjugando en una misma imagen la guerra y la paz –dos
momentos diferentes– en un solo, indivisible e inalterable cuadro. De nuevo somos
testigos de la fuerza evocativa de los conceptos de sonido y silencio como estado de las
cosas.
Poder
La cultura sonora del Antropoceno es la cultura del poder para hacer ruido y la cultura
de aquellos que tienen permiso para generarlo –en las guerras, en los conciertos, en los
discursos públicos, en la industria, en los medios, en la naturaleza–. El poder para hacer
ruido, ya lo mencionamos, tiene orígenes en tiempos prehistóricos, según los estudios
de Iegor Raznikoff sobre las expresiones acústicas del hombre en las cavernas del
8
Dyson (2014: 69).
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Paleolítico. Otra de las reflexiones de Ramón Andrés sobre esos estudios da cuenta del
poder de la cultura sonora: “Es notorio que esta correlación entre el signo y los
fenómenos acústicos, que en el tiempo puede remontarse a unos cien mil años,
aconteciera en la más rigurosa oscuridad”. 9
Es también en la oscuridad donde David Toop nos piensa como seres que aún no
conocen el mundo, pero acceden a él escuchando sus sonidos desde el vientre materno:
“Todos nosotros (…) comenzamos como oyentes furtivos en la oscuridad, escuchando
sonidos del mundo exterior al que todavía no habíamos llegado”. 10
Ese primer contacto sonoro con el mundo determina también el poder que el sonido
sigue teniendo en el curso de nuestras vidas como individuos y como sociedad, aún en
una cultura predominantemente visual.
Sin embargo, el hombre es un participante tardío en el ruido del mundo. Una especie
que capitalizó, significó y abusó del poder de hacer ruido. El poema El saltamontes y el
grillo, de John Keats, comienza con la línea “La poesía de la Tierra nunca cesa”. Escrito
como un juego, el poema es una declaración de la posibilidad de entender el mundo a
través del sonido.
9
Andrés, 2008, 33.
10
David Toop, Resonancia siniestra, Buenos Aires, Caja Negra Editora, 2013, p. 13.
11
George Elliot, Middlemarch, Hertfordshire, Wordsworth Editions Limited, 2000, p. 212.
Traducción del autor.
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Capitalización
Resumen
Dos trabajos nutren esta ponencia: 1) Investigación (PPI) que exploró la percepción del
sonido desde una orientación enactiva, en sujetos con diferente condición musical y
visual (músicos y no-músicos, con visión normal y con ceguera), que aportó elementos
a la educación inclusiva. 2) Investigación e Innovación para el Mejoramiento de la
Enseñanza de Grado (PIIMEG). Ambas se desarrollaron en la Facultad de Ciencias
Humanas (UNRC, Córdoba, Argentina).
Introducción
Estos aportes permiten pensar que en la percepción del sonido operan esquemas de este
tipo, estrechamente ligados con la interacción sensorio-motora y con imágenes
cinestésicas.
En tales expresiones el sujeto no alude al sonido como algo objetivo, a las variaciones
de magnitudes físicas de un fenómeno externo. Alude a un accionar estrechamente
ligado con la experiencia corporal; pone en juego la capacidad para proyectar
imaginativamente aspectos corporales e interaccionales a otro dominio como el de la
percepción sonora.
Por otro lado, los estudiantes manifestaban escaso interés y fragilidad en la comprensión
de los contenidos en los espacios curriculares correspondientes al sonido y a la música.
Uno de los ejes teóricos de este trabajo fue la concepción de “enseñanza comprensiva”
(Perkins, 1995) que se enmarcó en una perspectiva que recupera el sentido
epistemológico de la práctica de enseñanza. Entrelazar enseñanza y comprensión
supone un proceso que no se reduce a acumular y reproducir información. Implica
actividades del pensamiento como explicar, ejemplificar, aplicar, justificar, comparar,
contextualizar, argumentar, generalizar. El sujeto que comprende es capaz de pensar,
actuar e ir más allá de la simple memorización.
En este marco se desarrollaron diferentes acciones, entre ellas la actividad de taller que
se describe a continuación, procurando vincular estrechamente los procesos de
percepción-acción y de comprensión.
Este taller se desarrolló durante los años 2016 y 2017 en la Facultad de Ciencias
Humanas de la UNRC.
Figura 1
Ejemplos de grafismos vinculados con imágenes cinestésicas: ascender/descender; entrar/salir;
extender/contraer; crecer/decrecer.
Figuras 2 y 3
Producción de imágenes sonoras utilizando la voz y manipulando papeles.
Grafismos como los descriptos se utilizaron además como referencia para la elaboración
del guión del sonomontaje a producir (Figura 4). La primera versión de dicho guión se
realizó mediante dibujos o diagramas donde se combinaban palabras, expresiones
onomatopéyicas, referencias musicales, entre otros elementos.
Figura 4
Estudiantes elaborando el guión del sonomontaje.
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Figura 5
Intercambios respecto de los guiones producidos.
Figura 6
Trabajo de edición del sonomontaje.
Conclusiones
Uno de ellos aborda el sonido como fenómeno abstracto, implica desarrollos teóricos
sobre aspectos acústicos y psicoacústicos del sonido.
Un tercer modo propone una exploración sonora para conocer las propiedades
materiales de un objeto y la forma en que estas se resuelven en lo perceptivo. Por
ejemplo, cuando se ensayan variaciones en altura tonal modificando condiciones
materiales como la elasticidad o la masa del cuerpo que oscila.
Otro modo aborda el mundo sonoro en articulación con determinados códigos, por
ejemplo, la enseñanza de la música a partir de la lecto-escritura; el diseño de bandas
sonoras para producciones audiovisuales.
Los citados modos de abordaje no constituyen, sin dudas, un listado acabado ni pretende
serlo, pero resultan de ese intento por esclarecerlos y tomar conciencia de sus
articulaciones e implicancias.
Bibliografía
Giusiano, F. L., y N. E. Brizuela, “Percepción enactiva y comprensión musical. Apuntes para mejorar la
calidad de la enseñanza”, en Foro de educación musical, artes y pedagogía, No 2 (3), 2017, pp.
13-29.
Maturana, H. y F. Varela, El árbol del conocimiento, Santiago de Chile, Editorial Universitaria, 1993.
Federico Buján
Resumen
Acerca de la problemática
decir que estas series articuladas, del desarrollo filogenético y de la tecnicidad del
Homo sapiens, han establecido las condiciones estructurales y sistémicas de base que
posibilitan la emergencia, el desarrollo y el despliegue de la semiosis. En esta dirección,
una aproximación a algunas materializaciones históricas de la semiosis (en tanto
exteriorizaciones de procesos cognitivos) nos permitirá examinar y constatar la
consolidación de ciertas formaciones simbólicas que constituyen testimonios claves de
la emergencia y configuración de mundos sonoros en el desarrollo del Homo sapiens.
En términos ontogenéticos, no cabe duda de que nuestra relación con diversas entidades
sonoras comienza en la vida intrauterina. El problema aquí radica en que el incipiente
desarrollo cognitivo en dicha instancia impide concebir la problemática en términos
simbólicos (recordemos que en esa etapa aún no se ha constituido el yo). Como se ve,
nuestro foco no estará puesto sobre el plano raso de la percepción sonora (la daremos
por hecho como parte del funcionamiento operatorio de la escucha, en virtud de la
materialidad de las entidades sonoras y de sus efectos neurofisiológicos), sino que estará
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Reconocemos en este sentido que, una vez que accedemos a la cultura, una vez que nos
inscribimos en la compleja trama significante del mundo social activando los
mecanismos que participan en los procesos de significación, no hay vuelta atrás:
quedamos atrapados en la semiosis y ya no hay manera de pensar, sentir y actuar en el
mundo por fuera de ella. Devenimos así en una especie productora de signos, y nuestras
modalidades de existencia se ven determinadas por estos particulares regímenes de la
producción de sentido, configurando constantemente diversos y variables estados
mentales en nuestra relación con el mundo y en el modo en que nos lo representamos.
sentido” (Verón, 2013: 33). De ese modo, todos los estados mentales son procesos
sígnicos, procesos de sentido, procesos semióticos.
Se nos podría objetar, en virtud de lo que acabamos de afirmar, señalando que no todas
las cosas son signos. Pero bien como lo supo expresar Eliseo Verón en La semiosis
social (1988), son las leyes mismas de los signos las que nos llevan a postular que en el
mundo hay cosas que no son signos. En otro términos, estamos atrapados en la
semiosis: “feeling, reaction y thinking son las tres dimensiones básicas de toda la
actividad cognitiva del Homo sapiens” (Verón, 2013: 33); por lo tanto, todas las
modalidades de la conciencia entran en el orden de la cognición: “la mente no es más
que el encadenamiento de las ideas en la semiosis infinita, y todas las ideas son signos”
(Verón, 2013: 36).
La emergencia de la semiosis
¿Dónde podemos localizar los orígenes de ésta problemática? ¿Desde cuándo podemos
datar la emergencia de la semiosis? Esta cuestión solo será comprensible desde un
abordaje filogenético y entendiendo, de partida, que el problema acerca de la
emergencia de la semiosis no se reduce al problema de la emergencia del lenguaje, y
que el abordaje de esta problemática requiere de una aproximación al desarrollo
evolutivo del Homo sapiens. Nos referimos entonces a una cuestión nuclear que tiene
que ver con los orígenes de los procesos de producción de sentido en nuestra especie
biológica (y en otros homínidos anteriores al sapiens). Intentamos definir por esta vía
las principales condiciones de base que posibilitan la construcción y la emergencia de
los universos simbólicos y los mundos sonoros que habitamos.
Por otra parte, Verón (2013) concebirá a los procesos de mediatización –en el contexto
de la evolución de la especie– como la secuencia de fenómenos mediáticos que resultan
de determinadas materializaciones de la semiosis obtenidas por procedimientos
técnicos. En este sentido, y desde una perspectiva semio-antropológica, vamos a
entender a la mediatización como un fenómeno antropológico fundamental: un proceso
que caracteriza a la condición humana. Desde esta línea de pensamiento los fenómenos
mediáticos constituirán un atributo evolutivo de la especie.
Por otra parte, más allá del desarrollo de las cadenas operatorias atestiguadas en las
producciones de la industria lítica y su creciente complejización, aceleración y
diversificación, la capacidad de semiosis del Homo sapiens y su función simbolizante
encuentra claras expresiones en las más antiguas manifestaciones de carácter estético y
religioso. Nos referimos, por ejemplo, a los hallazgos arqueológicos de distintas
colecciones y ordenamientos de objetos que dan cuenta de prácticas de culto. Ejemplo
de esto lo constituye el culto a los huesos y sus diversas colecciones que remiten, entre
otros, al culto a los osos (hallados en cuevas), a los cráneos y a las mandíbulas (Leroi-
Gourhan, 2002).
Hay una gran cantidad de grafismos del período paleolítico, que dan cuenta del carácter
abstracto de esas manifestaciones simbólicas: constituyen pruebas de la representación
simbólica y del pensamiento abstracto. Otro ejemplo de interés lo constituyen las series
de incisiones sobre huesos paleolíticos que habitualmente se han denominado “huesos
de caza”; nos interesan particularmente estos por las regularidades de sus marcas y por
su vínculo con la dimensión rítmica.
Las propiedades acústicas de las cuevas (su reverberación natural, el efecto sonoro
envolvente, la amplificación acústica que posibilitan…) las ubican como espacios
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Diversos estudios desde la arqueoacústica han constatado que los lugares escogidos para
plasmar el arte rupestre en el interior de las cuevas son los que mejor acústica poseen
(García Benito y Jiménez Pasalodos, 2011). Algunos trabajos pioneros 1 en el área
realizaron mediciones de intensidad, frecuencia y resonancia sonora en los diversos
puntos al interior de las cuevas donde se hallaban pinturas, y permitieron construir
“mapas sonoros, esquemas acústicos y sonogramas, poniendo en relación la topografía
de las cuevas, sus propiedades acústicas y el arte rupestre que albergan” (García Benito
y Jiménez Pasalodos, 2011: 96). Dentro de los principales resultados de estos estudios
se destacan los siguientes:
2. Los lugares con buena acústica son los que contienen imágenes (o hay
siempre cerca una imagen). Los mejores son siempre utilizados o al
menos marcados. Las imágenes demandan el sonido, pero estas no
pueden colocarse en todos los lugares donde hay buena sonoridad, ya que
se puede dar el caso de que la pared no tenga las condiciones óptimas
para recibir el arte. Es la llamada ‘tasa de relación imagen/sonido’.
También destacan estas investigaciones que algunos lugares con pinturas rupestres
parecen estar relacionados sonoramente entre sí, y en otros parece darse una resonancia
que recuerda al sonido producido por los animales que allí se representan, si bien los
estudios mencionados no establecieron una relación clara en este sentido. Sea como
fuere, los estudios evidencian que los lugares donde se encuentran las pinturas rupestres
no fueron escogidos solo por ser adecuados para pintar, sino también por sus
condiciones acústicas, lo cual sugiere que se aportaba a lo representado visualmente
parte de su significado a través del recurso sonoro (García Benito y Jiménez Pasalodos,
2011). En consecuencia, los rituales desarrollados en el interior de las cuevas
implicaban un complejo dispositivo socio-técnico al que literalmente se accede,
encontrando al cuerpo de los actores en la escena, como un cuerpo significante que, de
manera inmersiva, entra en relación con una pluralidad de materias significantes de
distinta naturaleza semiótica.
En este contexto, serán los instrumentos de viento los que presentarán los ejemplos más
claros y numerosos de instrumentos musicales del Paleolítico, fabricados en hueso o en
asta. Encontramos dentro de las expresiones más claras a las flautas y los silbatos. Se
han hallado silbatos datados en torno a los 60.000 años A.P. Por su parte, las flautas,
generalmente mucho más elaboradas que los silbatos, aparecen tempranamente desde
los inicios del Paleolítico superior (se han encontrado en el sudoeste de Alemania
flautas elaboradas sobre marfil de mamut y hueso de ala de buitre de 43.000 años A.P.,
según recientes estudios de datación con método de radiocarbono), aunque la mayoría
de los hallazgos de flautas del Paleolítico corresponden a la cultura magdaleniense.
Algunos investigadores sugieren que esa profusión de flautas en el magdaleniense debe
ponerse en correspondencia con el aumento de la producción y diversificación que
experimentaron otros objetos utilitarios y artísticos fabricados en hueso y asta.
En relación con nuestro objeto, estas series de hallazgos son determinantes para el
examen de la problemática y sus alcances temporales, en función de que pueden ser
interpretados como las huellas arqueológicas más antiguas en relación con la
construcción de mundos sonoros, y constituyen claros indicios de su emergencia y
estabilización en el decurso de la producción de formas simbólicas de nuestra especie.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Consideraciones finales
Como hemos visto hasta aquí, la representación gráfica de elementos del plano de lo
sonoro en las pinturas rupestres, la elaboración de instrumentos productores de sonido
en el Paleolítico superior, así como las modalidades articulatorias de la sonoridad con
distintos tipos de prácticas sociales en la Prehistoria, expresan exteriorizaciones de la
mente que dan cuenta de la constitución de universos simbólicos, de la organización de
estados mentales y matrices cognitivas altamente desarrolladas, y de la puesta en obra
de complejas operaciones de sentido que fueron configurando los mundos sonoros del
Homo sapiens en sus procesos de desarrollo cognitivo y sociocultural. Todo ese
conjunto de prácticas, y la diversidad y variabilidad de sus modalidades de
desenvolvimiento, fueron paulatinamente afianzando la cohesión social y posibilitando
la construcción de universos de sentido compartidos.
Bibliografía
Cross, Ian, “Music and biocultural evolution”, en Martin Clayton, Trevor Herbert, Richard Middleton
(eds.), The Cultural Study of Music. A Critical Introduction, Abingdon-on-Thames, Routledge,
2011, pp. 17-27.
García Benito, Carlos y Raquel Jiménez Pasalodos, “La música enterrada: historiografía y metodología de
la Arqueología Musical”, en Cuadernos de Etnomusicología, núm. 1, 2011, pp. 80-108.
García Benito, Carlos y Alberto Lombo, “En busca de signos sonoros en el Arte Paleolítico”, en Esther
López-Motalvo y María Sebastián López (eds.), El legado artístico de las sociedades
prehistóricas, Zaragoza, Editora de la Universidad de Zaragoza, 2012, pp. 29-34.
Peirce, Charles Sanders, La ciencia de la semiótica, Buenos Aires, Nueva Visión, 1978.
Tattersall, Ian, “Language and the Origin of Symbolic Thought”, en S. De Beaune, F. Cooolidge y T.
Wynn (eds.), Cognitive Archaeology and Human Evolution, Cambridge, Cambridge University
Press, 2009.
______, El mundo desde sus inicios hasta 4.000 a.C., México, FCE, 2014.
Verón, Eliseo, La semiosis social. Fragmentos de una teoría de la discursividad, Barcelona, Gedisa,
1988.
______, La semiosis social, 2. Ideas, momentos, interpretantes, Buenos Aires, Paidós, 2013.
TIMBRE Y SIGNIFICACIÓN
POR UNA SEMIOLOGÍA DE LAS FORMAS SONORAS
Jorge Sad
Resumen
En este artículo nos proponemos abrir una vía para investigar la elusiva y fantasmática
noción de “timbre” a partir de examinar las condiciones de posibilidad de una
semiología de las formas sonoro-simbólicas, incluyendo la música dentro de un cuadro
más extenso, junto a las otras artes del sonido como el sound design, el arte radiofónico,
la acusmática, la luthería tradicional e informática, la performance, el audio art y las
producciones discográficas.
Desde esta perspectiva, el timbre de una forma sonora es todo lo que predicamos de
esta, incluyendo tanto su descripción material como los procesos semióticos que dieron
lugar a su existencia y a aquellos que son desencadenados en el acto de escucha.
Introducción
En este artículo nos proponemos investigar la noción de timbre a partir de examinar las
condiciones de posibilidad de una semiología de las “formas sonoro simbólicas”
recurriendo a la utilización crítica del marco metodológico concebido por Jean Molino y
Jean-Jacques Nattiez para la semiología musical –el de la semiología tripartita–, pero
incluyendo la música dentro de un cuadro más extenso, junto a las otras “artes del
sonido”.
1
Denis Smalley, en su artículo “Spectromorphology: explaining sound-shapes”, utiliza el equivalente en
inglés de la expresión “formas sonoras”, pero solo alude a las formas sonoras de la música electroacústica
y su perspectiva, estético inductiva, en línea con el pensamiento de Pierre Schaeffer; intenta poner entre
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
suizo Ernst Cassirer y lo utilizaremos tanto para aludir a sonidos que efectivamente
suenan en un momento dado como para aquellos fenómenos que resultan de la
representación, la imaginación y la memoria y que no necesariamente tienen existencia
física en un momento dado.
De acuerdo con la definición dada por Molino, quien sostiene que “todo producto del
hacer humano constituye una forma simbólica” (Molino, 1975: 37), resulta posible
inferir que tanto los sonidos producidos 2 o escuchados 3 intencionalmente, como los
instrumentos, útiles, sistemas y espacios acústicos utilizados para realizarlos, son parte
de este grupo y ameritan la posibilidad de una interrogación que intente desbrozar la
complejidad de las significaciones que suscitan en tanto objetos concebidos e
imaginados (no solo producidos), en tanto objetos inscriptos en un soporte material y en
tanto objetos percibidos.
En relación con el recorte del objeto de nuestra investigación, de la misma manera que
la semiología tripartita de Molino y Nattiez limita su objeto a la producción humana y
excluye los signos naturales, limitaremos nuestro objeto de estudio a los sonidos
producidos, reproducidos o escuchados intencionalmente por seres humanos, lo que
equivale a decir que las vibraciones fonógenas, no portadoras de alguna intención
poiética o estésica humana, estarán excluidas de nuestro cuadro de trabajo. Por el
contrario, un sonido cualquiera escuchado atentamente, imaginado o recordado puede
ser considerado en todo derecho una forma sonora.
Notemos que la teoría semiológica de Molino y Nattiez hace su mayor aporte al incluir
como objeto de estudio de la semiología musical no solo el mensaje (nivel inmanente)
paréntesis la poiética de dichas formas sonoras: “In spectromorphological thinking we must try to ignore
the electroacoustic and computer technology used in the music’s making” (Smalley, 1997: 107).
2
Es importante subrayar la distinción entre emitir y producir un sonido: todos los sonidos emitidos por
los seres humanos no son consecuencias de un “hacer”, la mayoría de los sonidos que emitimos
cotidianamente son consecuencias no intencionales de otras acciones como caminar, respirar, tipear,
toser, etcétera.
3
El acto de escucha es un acto intencional. Todos los sonidos y mismo los silencios reconocidos en un
acto de escucha puede ser consideradas también formas simbólicas, mismo si no fueron producidos
intencionalmente. Es posible pensar entonces que el acto de escucha es un “hacer” cuyo producto es la
forma sonora. La transformación de un fenómeno audible en forma sonora es sin duda la consecuencia de
una poiesis. Como sostiene Cadoz “un fenómeno sonoro que no implique ninguna intervención humana
no puede portar significación humana. Un acto mínimo se requiere, aunque este sea para designar a la
escucha este fenómeno” (Cadoz, 1991, p. 17).
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
sino también los procesos mentales que intervienen en su producción y que son
desencadenados en su recepción.
Por otra parte, no todas las comunidades simbólicas denominan “música” a sus
producciones sonoro-simbólicas. Nattiez se va a preguntar “si es legítimo hablar
de música en el caso de culturas que no poseen ese concepto, que no diferencian
entre
4
Complementariamente muchas producciones sonoras intencionalmente musicales pueden ser
asemejadas a fenómenos no intencionales cuando la intención de escucha está ausente.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
música y no música” (Nattiez, 1987: 67), aunque luego opte en líneas generales por no
asignar un valor especial a esta constatación clave, capital para desarrollar una
semiología de las formas sonoras que no predetermine su funcionalidad social y por lo
tanto la investigación sobre su significación.
Por otro lado, resulta interesante la coincidencia de Schaeffer (1966: 75) con el
paradigma semiológico de Nattiez, en relación con el problema de la intencionalidad:
tanto para uno como para el otro, las intenciones de producción y escucha no son
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Resulta interesante también notar en ese mismo sentido que en el siglo XX una enorme
cantidad de sonidos producidos no intencionalmente han sido incorporados como
material composicional a la práctica de la música contemporánea. Pensemos en los
sonidos de máquinas o de animales, los corporales, los sonidos de fenómenos naturales
o las combinaciones aleatorias de músicas en un entorno urbano, que mediante los actos
simbólicos de escucha, transcripción, representación, grabación, reproducción y
elaboración teórica han sido incorporadas en tanto materiales en las obras de
compositores tan diversos como Xennakis, Ives, Cage, Schaeffer, Lachenmann, Mâche
o Messiaen, por nombrar solo unos pocos.
El abordaje del fenómeno del timbre no es directamente accesible sino por la mediación
de un cuadro abarcativo que pueda dar cuenta del funcionamiento semiológico general
del dominio de las formas sonoras que permita integrar los tres niveles o puntos de vista
poiético, estésico y neutro que las constituyen mas allá de si las mismas sean o no
“música”.
Desde esta perspectiva, tanto las formas sonoras representadas, producidas, imaginadas
y percibidas, como todo instrumento musical, elemento material, soporte o técnica de
escucha interviniente en su producción serán también considerados formas simbólicas.
• de valor
• de gusto
• de procedencia
• de localización
• de atribución
Las expresiones “el sonido de Coltrane” o “el sonido de Abbey Road”, o “la voz de
Madonna”, no refieren a ningún “texto” o “mensaje” en particular y a veces, como en
las expresiones “sonido valvular” o “sonido digital” se refieren al sonido de un proceso
de grabación o amplificación anónimo.
Frecuentemente, para referirnos a esta experiencia “del sonido de” utilizamos la palabra
“timbre”. Así, las expresiones “el sonido del corno inglés”, “el sonido de George
Harrison”, el sonido de Detroit o “el sonido de los ’80”, remiten a un cierto conjunto de
rasgos que permitirían su producción y su reconocimiento, y que pueden a su vez
remitir a distintos niveles de causalidad u operatividad, desde las causas materiales
concretas hasta los más remotos agentes virtuales o imaginarios, como veremos más
adelante.
potencial implicativo del sonido, pero tampoco hubiera existido la teoría de la “Armonía
reducida a sus principios naturales” (Rameau, 1722) la cual descansa justamente en la
proyección de la serie armónica en la construcción de la sintaxis musical.
Para Philipp Tagg “el timbre es probablemente el parámetro de expresión musical más
frecuentemente señalado por los estudiosos de la música popular como el punto ciego
más serio de la teoría de la música convencional” (Tagg, 2015: 11).
Cadoz:
“En el origen, el nexo del timbre a la causa productora del fenómeno sonoro es una
evidencia tan natural que no da lugar a dudas. La palabra designaba, en el principio, un
instrumento, una especie de tambor con bordonas que le daban al sonido un color
característico” (ob. cit.: Cadoz, 1991, 19).
Tokumaru:
James Dillon afirma que “el timbre como ‘forma’, como Gestalt, posee una ‘estabilidad
de red’, que constituye por esencia un fenómeno musical y no un fenómeno puramente
(psico)acústico (...) él es la resultante polimorfa de relaciones de organización” (1991:
288).
Jean-Baptiste Barrière afirma que es “un lugar de encuentro obligado y también el punto
de fractura inevitable de todas las discusiones musicales” (1991: 11).
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Nos preguntamos si existe alguna relación entre la extrema movilidad de los procesos
semióticos desencadenados por la poiética de las formas sonoras –que como vemos es
multicausal– y el carácter fantasmático que se le atribuye al timbre.
Ciertas definiciones dadas por compositores y teóricos diversos parecen apoyar esta
idea:
• El sonido es, al mismo tiempo que objeto sonoro, sonido de una cosa, y esta
cosa puede ser figurada como un cuerpo imaginario que habita en las tres
dimensiones del espacio, que tiene un volumen, (…) una masa, una densidad,
una velocidad, sin ser forzosamente nombrable. (...) El sonido es la presencia
fantasma de esta cosa” (Chion, 1998: 57).
Una semiología de las formas sonoras, entonces, no solo sería necesaria en la medida en
que las mismas son parte fundamental del hecho musical total, sino también porque
existe una amplia variedad de oficios, prácticas y disciplinas, de las cuales la
interpretación y la composición musical son las más importantes pero no las únicas,
cuyo objetivo es la producción del sonido como materia simbólica.
importancia de tomar en cuenta un cuadro mucho más grande que la música para
estudiar lo que proponemos llamar las formas sonoras simbólicas.
Bibliografía
Bonnet, Antoine, “La part de l’insaisissable”, en Jean-Baptiste Barrière (ed.), Le timbre, métaphore pour
la composition, París, Christian Bourgois IRCAM, 1991, pp. 35-335.
Cadoz, Claude, “Timbre et causalité”, en Jean-Baptiste Barrière (ed.), Le timbre, métaphore pour la
composition, París, Christian Bourgois IRCAM, 1991, pp. 17-27.
Caussé René, “Sourdine et ‘timbre’ des instruments à vent”, en Jean-Baptiste Barrière (ed.), Le timbre,
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Chion, Michel, “Du son a la chose”, en Analyse Musicale, núm. 11, 1998, pp. 53-58.
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I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Raquel Stolf
Resumen
1
Pensar un trabajo de arte como “proposición” parte de lo que subrayaron y practicaron artistas como
Lygia Clark (el artista como proponente de experiencias), Lygia Pape y Hélio Oiticica (el artista propone
una especie de inacabamiento y una participación semántica, incluso un “proponer el proponer”).
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
En Lista de coisas brancas – coisas que podem ser, que parecem ou que eram brancas,
una colección de palabras-cosas blancas compone la publicación sonora homónima y se
puede instalar en el espacio expositivo en letras adhesivas y sonidos-ruidos. 2 Fue con
este proyecto que empecé a investigar el sonido, a partir de una atracción por la palabra
leída en voz alta y por la palabra escrita y hablada –en los deslizamientos entre dicción,
ficción y colección–. Lista de coisas brancas… fue construida durante la escritura de
una lista de compras en el año 2000, y por el hecho de comer arroz integral y azúcar
moreno, comencé la lista anotando: “arroz blanco. azúcar blanco. nube. sal. telgopor.
cuaderno nuevo. mareo. nieve. perla. cielo nublado. susurro. goma de borrar. caracol. mi
heladera. cabello blanco. gusanos. dentífrico. polvo de mármol. eco. naftalina. día de sol
fuerte en la playa. huevos. muerte. pintura de pared...” El proyecto comenzó en ese
“remolino fallido”, sonoro y desdoblado, a partir de esa relación particular con una
escritura oblicua, que está colgada (como una “palabra-desvío”), y que presupone
también una escucha mental.
2
Registros de la publicación en: http://www.raquelstolf.com/?p=697 y
http://www.raquelstolf.com/?cat=30 [Fecha de consulta: 31/05/18].
3
Para Hélio Oiticica (1986), el encuentro entre dos blancos genera una especie de desnivel.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
La publicación sonora FORA [DO AR] también agrupa propuestas que investigan la
palabra (el ruido de fondo al hablar, las fisuras de la ficción –“palabra-desvío”–), un
cuestionamiento sobre los micro-sonidos del cotidiano y la escucha, una propuesta de
reinventarla y estremecerla, como una escucha porosa (Stolf, 2011) que absorbe los
ruidos del entorno, que propone pensar variaciones entre el ruido y el rumor. El CD de
audio está compuesto por treinta y tres proposiciones que pueden convertirse en micro-
intervenciones urbanas, en instalaciones, textos y vídeos. Un dispositivo es
imprescindible para que ocurran los desdoblamientos: el uso del texto en el encarte de la
publicación, que lanza propuestas de situaciones de escucha y de desplazamientos de
cada proposición. En este proceso, las sugerencias de audición y las proposiciones
sonoras tal vez indiquen, accionen y soliciten otras modulaciones o “especies de
escuchas” (transitando entre lo micro, lo macro y lo imperceptible).
4
Registros de la instalación en http://www.raquelstolf.com/?p=695 [Fecha de consulta: 31/05/18].
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
5
El proyecto gráfico de la publicación fue concebido por mí y ejecutado junto con Aline Dias. Registros
de la publicación en http://www.raquelstolf.com/?p=234 [Fecha de consulta: 26/05/18].
6
Registros de la acción y publicación en http://www.raquelstolf.com/?p=685 y
http://www.raquelstolf.com/?p=687 [Fecha de consulta: 11/06/18].
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
7
El proyecto gráfico de la publicación fue concebido por mí y ejecutado junto con Anna Stolf. He
tenido el apoyo técnico (pesca de silencios) de Helder Martinovsky. Registros de la publicación en
Mar paradoxo
Silencios sumergidos: cada vez que la escritura se desliza, el oído se hunde. Como
escribe Marcelo Gleiser, sobre el silencio también como un “océano de sonidos
inaudibles” (por nuestra incapacidad de oír sus frecuencias), si el sonido y el silencio no
se separan, y si el sonido es una perturbación que vibra alguna materia (aire, agua,
suelo, cuerpo), el silencio también envuelve un espacio de perturbación o una
“inquietud existencial” (Gleiser, 2005: 145).
Bibliografía
Blanchot, Maurice, A Conversa Infinita: a palavra plural, São Paulo, Escuta, 2001.
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̂
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de silencios ̧
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Toop, David, Sinister Resonance: The Mediumship of the Listener, New York, Continuum, 2010.
Imagen, gesto y sonido
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Ignacio Quiroz
Resumen
Esta investigación propone generar una nueva herramienta, para aquellos que deseen
desarrollar videojuegos y resolver la problemática de la relación jugador/audio. Se
utiliza la metodología analítica propuesta por Tim Summers, quien se enfoca en el
entendimiento de las mecánicas del juego en relación con el jugador. Dicha metodología
será aplicada en The Last of Us (2013) de la empresa Naughty Dog. Se analizarán los
aspectos metonímicos y metafóricos del sonido, presentes en la introducción del
videojuego.
Introducción
1
Datos recopilados de la web estadística Statista. https://bit.ly/2uR99Bd [última consulta: 31 de julio de
2018].
2
Johan Huizinga, Homo Ludens: a study of the play-element in culture, Routledge & Kegan Paul Ltd.
Suiza, 1949.
3
Collins, Karen, Game Sound: An introduction to the history, theory and practice of video game music
and sound design, Estados Unidos, Massachusetts Institute of Technology, 2008.
4
Michiel Kamp, Tim Summers y Mark Sweeney, “Introduction” en Ludomusicology: Approaches to
Video Game Music, Reino Unido, Equinox Publishing Ltd., 2016.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
fuera del entorno lúdico. Plataformas como Spotify, Youtube o ITunes pueden dar cuenta
de una estadística mínima sobre ello.
El sonido se puede dividir en dos familias: los efectos de sonido (SFX) y la música
incidental (BGM). Los momentos álgidos de la historia se asocian fuertemente con los
momentos interactivos y los sonidos presentes actúan cómo resaltadores de tal contexto.
Esta aplicación ayuda a enmarcar las escenas del videojuego y sus cinemáticas.
Además, el jugador percibe que debe interactuar con el mundo virtual.
El primer elemento percibido es el sonido, que forma parte del ambiente, el cual
representa a la naturaleza: viento, insectos y pájaros. La imagen es totalmente oscura y
no nos brinda información durante los primeros segundos. Luego se presenta el isologo
de la empresa y posteriormente el título del juego. El ambiente calmo antecede la
transición al menú de inicio, donde se muestra una animación con movimientos leves.
La imagen muestra una ventana con cortinas plegadas y se puede observar la rama de un
árbol ingresando por uno de los vidrios rotos. En esta sección el jugador elige si
comienza una nueva partida, retoma alguna guardada o modifica las opciones generales
del juego. El diseño del menú respeta patrones minimalistas y es un espacio que invita
al jugador a sentirse libre, protegido y tranquilo para poder realizar la tarea que desee.
En ese momento es donde comienza la pista titulada All Gone (Airy Strings and Bass)
variada exclusivamente para el menú dentro del juego. Dicha pista está en la tonalidad
de mi menor y su orgánico está conformado por una sección de cuerdas y un bajo
eléctrico de seis cuerdas. Un detalle importante a tener en cuenta es que el sonido de las
cuerdas grabadas fue editado digitalmente para modificar su timbre, generando uno más
aflautado. Esta artificialidad tímbrica, producto de la mezcla de sonidos acústicos con
elementos electrónicos, se evidencia muchas veces a lo largo del juego. Un detalle a
mencionar es que esta pista de audio solo se encuentra en el videojuego y no fue
seleccionada como parte de la banda sonora.
accionar para que la cámara del juego se direccione hacia hechos importantes. Esto se
combina con el primer elemento visible de la interfaz del usuario. La última cinemática
de la introducción contiene la tercera pista de sonido llamada All Gone (Aftermath).
Continuando con la misma tonalidad que las canciones anteriores, esta desarrolla la idea
que se presenta en el menú de inicio, pero variando el orgánico. La línea principal de la
melodía es interpretada por una viola. Este sonido fue procesado y se le agregaron
modificaciones sintetizadas, más relacionadas con el efecto ya escuchado en las cuerdas
aflautadas. Además, se respeta el concepto de mixtura entre instrumentos acústicos y
sonidos electrónicos sin someter uno al otro. El segundo instrumento es una guitarra
acústica, también modificada en su timbre. La función principal de la guitarra en este
tema es acompañar a la viola y evocar nuevamente los motivos arpegiados del tema
principal del juego. La única intervención melódica que realiza se puede escuchar
durante la repetición del motivo antes interpretado por la viola, dejándolo una octava
más grave para reforzar la duración de las notas.
El desarrollo creativo de los efectos de sonido orienta su producción hacia las funciones
metonímicas del sonido, donde el objetivo es ayudar a implicarse en la narrativa
propuesta por el juego (sonidos diegéticos). El tratamiento que tuvieron en el juego
permite acercar la información de cada uno de ellos al usuario. El trabajo que sostuvo el
equipo desarrollador fue coherente y como resultado se abre un canal de información
para el jugador, el cual se siente inmerso en este mundo distópico.
La crítica realizada por Colin Moriarty para Imagine Game Network (IGN), una
prestigiosa red de noticias sobre videojuegos, es la segunda fuente central de este
trabajo y marca los aspectos fuertes sobre el videojuego. Moriarty divide su crítica en
tres aspectos fundamentales: su historia, el modo de jugarlo y la experiencia del usuario.
Además, señala la generación del mundo distópico y la forma en la que el juego se
transforma por momentos en una experiencia inmersiva. La construcción de los
personajes logra generar empatía en el usuario y por lo tanto, este se ve comprometido
con los contextos vividos en la diégesis del juego. Por otro lado, Moriarty describe el
ambiente natural que invade constantemente las ciudades, fagocitándose todo indicio de
humanidad y civilización. La defensa constante de los enemigos infectados, llamados
clicker, se vuelve una tarea mecánica, sin embargo el juego no deja de presentar
constantemente nuevas herramientas para eludirlos o eliminarlos.
5
Anahid Kassabian y Freya Jarman, Game and Play in Music Video Games, en Ludomusicology:
approaches to video game music, Reino Unido, Equinox Publishing Ltd., 2016.
6
Michael Coleman, The Sound and Music of The Last of Us. Soundworks Collection, Estados Unidos,
2013. https://bit.ly/ROkhZW. [Última consulta: 1 de agosto de 2018].
7
M. G. Boltz, Music videos and visual influences on music perception and appreciation: Should you
want your MTV?, Estados Unidos, Haverford College, 2013.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Conclusiones
8
Alex Gilyadov, “The Last of Us has sold over 17 million copies”, para Imagine Games Network (IGN),
Estados Unidos, 2018. Nota: https://bit.ly/2OxQl2l [Última consulta: 1 de agosto de 2018].
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
la imagen la relevancia de ese mundo distópico que es consumido cada día más por la
tranquilidad de la mencionada naturaleza.
La percepción del juego se completa con los datos que aportan los desarrolladores del
proyecto. En las declaraciones se confirma la verdadera intención por parte de los
creadores y esto ayuda a corresponder determinados puntos observados desde la
experiencia del jugador. El hecho de que se genere una simpatía entre ambos tipos de
información, da la pauta de que dentro del proceso creativo en The Last of Us existió
siempre una premisa clara: ¿cómo lograr transmitir nuestras ideas a través de cada una
de las ramas del desarrollo de videojuegos?
La síntesis de todo este análisis presentado sirve para demostrar los siguientes puntos: la
metodología presentada por Tim Summers es totalmente viable para analizar la relación
entre el sonido y el videojuego; el equipo a cargo de desarrollar The Last of Us fue
coherente en todo el proceso y pueden apreciarse las correspondencias que trascienden a
las disciplinas particulares del desarrollo; las herramientas innovadoras de las fuentes
satelitales son perfectamente compatibles con desarrollos de alto presupuesto, pero otros
proyectos podrían carecer de información satelital relevante y esto dejaría un análisis
parcial del mismo.
Bibliografía
Anderton, Kevin, “The Business Of Video Games: A Multi Billion Dollar Industry”, en Forbes, Estados
Unidos, https://bit.ly/2HY0iTB [última consulta: 1 de agosto de 2018].
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Coleman, Michael, “The Sound and Music of The Last of Us. Soundworks Collection”, Estados Unidos,
2013, https://bit.ly/ROkhZW [última consulta: 1 de agosto de 2018].
Collins, Karen, Game Sound: An Introduction to the History, Theory and Practice of Video Game Music
and Sound Design, Estados Unidos, Massachusetts Institute of Technology, 2008.
Gilyadov, Alex, “The Last of Us has sold over 17 million copies”, para Imagine Games Network (IGN),
Estados Unidos, 2018, https://bit.ly/2OxQl2l [última consulta: 1 de agosto de 2018].
Huizinga, Johan, Homo Ludens: A Study of the Play-Element in Culture, Suiza, Routledge & Kegan Paul
Ltd., 1949.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Kassabian, Anahid y Freya Jarman, “Game and Play in Music Video Games”, en Ludomusicology:
Approaches to Video Game Music, Reino Unido, Equinox Publishing Ltd., 2016.
Summers, Tim, “Analysing Video Game Music: Sources, Methods and a Case Study”, en
Ludomusicology: Approaches to Video Game Music, Reino Unido, Equinox Publishing Ltd.,
2016.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Valeria Alcino
Resumen
En este trabajo se busca explorar el sonido en integración con la imagen a partir de tres
obras –movimientos– del artista argentino Jorge Macchi.
La relación de la obra de Jorge Macchi con la música y el sonido resulta una constante a
lo largo de su prominente trayectoria.
El curador Gabriel Pérez Barreiro manifiesta: “Mientras el espectador sigue con los
auriculares la tranquila composición estilo Satie, se crea un ciclo perceptivo entre la
belleza formal de la obra y la naturaleza sangrienta y aleatoria de las historias” (Pérez
Barreiro, 2007: s/n).
1
Gabriel Pérez Barreiro, Jorge Macchi: la anatomía de la melancolía, catálogo de la muestra
monográfica, Santander Cultural, Bienal del Mercosur, Porto Alegre, Brasil, 2007, disponible online.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Obertura/Introducción
Pensar la relación entre la música y las artes visuales no es un tema nuevo. No obstante,
el trabajo del artista argentino Jorge Macchi permite reflexionar específicamente sobre
la dimensión sonora como materia específica de obras visuales.
Ya formado como artista visual, la música va a ser una presencia constante en sus
producciones. Es por esta fuerte relación con la técnica de ejecución musical, así como
el modo de pensamiento que esta educación conlleva, que se parte de la idea de pensar a
Macchi como un músico de la visualidad, puesto que resulta una imposibilidad evadir lo
aprehendido en el campo específico de lo musical por más voluntad que se dedique a tal
esfuerzo.
Creo que la música incorpora una dimensión que las artes visuales no
tienen. La imagen tiene una facilidad mayor para ser traducida; en
cambio la música es pura forma, no hay texto que pueda traducir eso. La
comunicación a través de la música es algo absolutamente directo. En
relación con las artes visuales produce una adición de una nueva
dimensión (Oybin, 2016).
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Las obras que se exploran en este estudio evidencian las complejidades inherentes a la
percepción de las obras artísticas. En tanto artefactos complejos, las mismas entrecruzan
múltiples niveles perceptuales y materialidades diversas. En este sentido, resulta de
interés observar al objeto artístico desde un punto de vista alterno al tradicional. No
obstante, es necesario evaluar las posibilidades analíticas y estéticas que del mismo se
desprenden.
Primer movimiento
2
Música incidental (1997), recortes de periódicos sobre papel, CD, reproductor de CD, auriculares. 130 x
500 x 150 cm.
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forma, Macchi genera una nueva notación –limitada a las líneas del pentagrama: Mi,
Sol, Si, Re–. En esta obra, la representación visual introduce la dimensión sonora.
2) Paradoja: por una parte no se trata de lo que representa (no son simples
líneas del pentagrama que indican la altura de los sonidos sino de
narraciones de accidentes); por otra, el vacío que separa las líneas a partir de
los puntos entre las oraciones es en realidad la representación del sonido.
Desde la dimensión visual es vacío, ausencia en cambio, desde la dimensión
sonora es presencia, sonido.
4) En los auriculares, por otra parte, se escucha una secuencia sonora tranquila,
que articula las notas de las líneas del pentagrama cuya duración responde a
la separación de cada frase.
El tema de la partitura y la notación musical ha sido abordado por varios artistas de los
siglos XX y XXI. Cabe mencionar la investigación que realiza Pedro Ordoñez Eslava
sobre el tema:
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Ordoñez Eslava refiere al propio hacer de un grupo de músicos que comprendieron que
la partitura como tal no era suficiente como medio para representar a las nuevas
investigaciones sonoras, llevándolos a una conceptualización absoluta de la notación
musical, tal como lo hizo Earle Brown cuyas grafías del sonido de su obra December
1952 se vinculan como “un equivalente musical de los móviles de Alexander Calder
(…) muestra el interés por una representación simbólica y eminentemente abierta del
signo musical” (Ordoñez Eslava, 2011: 93).
Música Incidental es una obra interdisciplinar que parte del azar de hechos aleatorios de
la vida cotidiana y los estructura desde una lógica musical que se altera desde lo visual,
generando una lógica inversa: donde debería haber una nota musical hay un espacio
vacío. Desde el plano auditivo, ese espacio vacío se convierte en sonido. Ese sonido,
hace una interferencia sonora con el aspecto conceptual evocado por los
acontecimientos narrados a partir del acto de lectura. El incidente, aquello que se
produce en el transcurso de un acontecer, interrumpiéndolo, es aquí el sonido. No como
una música de acompañamiento –música incidental– sino de extrañamiento.
Figuras 1 y 2
Incidental Music (Música incidental), 1997.
Fotos: Gareth Winters, gentileza Delfina Studios Trust, London.
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Segundo movimiento
3
La Ascensión, en colaboración con Edgardo Rudnitzky, 2005. Instalación y performance. Cama elástica,
instalación de sonido y pieza musical para viola da gamba, 1400 x 1400 x 800 cm. Bienal de Venecia,
2005.
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Figuras 3,4, 5 y 6
La Ascención, 2005. Fotos: Alejandro Ventura. Gentileza del artista.
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Tercer movimiento
El cuarto de las cantantes está basado en el poema “Adiós”, de Idea Vilariño. En esta
instalación, este poema se proyecta sobre cuatro vidrios. Cada uno corresponde a una
cantante que grabó fragmentos con todas las letras presentes en el poema. A través de
un dispositivo electrónico incorporado a los vidrios, estos funcionan como parlantes y el
sonido surge del vidrio que recibe la proyección. Cada letra aparece junto con su sonido,
que se escucha hasta que la letra desaparece, superponiéndose con los sonidos
correspondientes a las otras letras. La forma piramidal del propio poema resulta una
variable positiva en la estructura visual. En esta obra hay un claro equilibrio entre
visualidad y sonoridad. El carácter deconstructivo que se da en la irrupción del lenguaje,
hace que el sentido del texto se contraponga con la sonoridad de las letras, las que se
desvanecen visualmente al mismo tiempo que lo hace la emisión vocal. De este modo se
genera una relación dialéctica entre la acción contenida en la obra y la idea de borrar
contenida en el poema.
4
The singers´ room, en colaboración con Edgardo Rudnitzky, 2006. Video y sonido instalación. DVD,
reproductor de DVD, amplificador, vidrio. 700 x 100 x 250 cm. Composición musical por Edgardo
Rudnitzky.
Duración: 7”. Composición de video y edición: Gustavo Quinteiro. Grabación de las voces en
Estudio del Arco, Buenos Aires. Grabación técnica: Osqui Amante. Cantantes fonéticos: Karina
Antonelli, Gabriela Ferrero, Micaela Piccirilli, Muriel Santa Ana, Cecilia Zabala. University Gallery,
University of Essex, England.
5
Here
from afar
I erase you.
You are erased.
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del poema cuya estructura requiere de una forma sonora propia, de una secuencia de
sonidos convencionalmente organizados para producir sentido.
El cuarto de las cantantes rompe las reglas de la armonía necesarias para comprender el
mensaje del poema desde su origen lingüístico así como las correspondientes al aspecto
sonoro del recitado. La forma verbal del mensaje que conlleva el poema se transforma
en imagen dinámica, y la armonía audible del poema, en formas sonoras disonantes.
Jorge Macchi expresa respecto del aspecto sonoro de sus obras en colaboración con
Rudnitzky “que la música no es una referencia exterior sino parte constitutiva de la
obra. (…) hay una insistencia sobre la materialidad de lo musical: las teclas, las cajas de
música, las partituras y su notación” (Gutiérrez, 2010: s/n).
Figuras 7 y 8
The Singers’ Room, 2006.
Fotos: Douglas Atfield. Gentileza de University Gallery, University of Essex.
Coda
6
Caja de música 2003-2004 Video-instalación. DVD en pantalla LCD 20”. Dur.: 01.10” en loop. Color.
Sonido estéreo.
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La altura de los sonidos está dada por la posición de esos automóviles con respecto a las
cinco líneas de carriles de la avenida.
La obra apela a la memoria emotiva, a los recuerdos de la infancia enmascarados por una
imagen disruptiva que muestra autos que circulan por los carriles de una avenida. La
imagen propone un sonido de motores en marcha, bocinas, contaminación sonora. Sin
embargo, lo que acompaña la imagen es una melodía simple y clara que remite a aquellas
melodías provenientes del mecanismo a manivela con cilindro que se producen por
medio de la vibración de un peine de metal –al que alude la división en carriles del
video– que está en contacto con unas pequeñas púas metálicas contenidas en un cilindro
–los autos–. Al girar la manivela de la cajita, se activa un mecanismo compuesto por
una serie de ruedas dentadas que transmiten el movimiento al cilindro musical. La
estructura de madera de la caja actúa de resonancia y amplifica el sonido.
Las obras de Jorge Macchi parten de imágenes que cuestionan el entorno, que resultan
del registro de lo cotidiano, que comienzan a tener nuevos sentidos y que se enfrentan a
situaciones azarosas de manera analítica y sistemática. En sus investigaciones, los
sentidos de lo común, así como los códigos subvertidos a través de la
descontextualización, la inversión o la desnaturalización emergen como nuevas
dimensiones en asociaciones diversas, especialmente en el encuentro con lo sonoro.
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
La materialidad de cada una de las obras propuestas, así como su carácter conceptual
intrínseco, se constituye con base en la dimensión sonora que cada una de las piezas
conlleva. En ellas se disputa la visión aprehendida desde lo cotidiano y se involucra al
espectador en paradojas visuales, asociaciones inestables, desafiando la comprensión
lógica de la experiencia del mundo.
Jorge Macchi es un artista visual que excede los límites de la visualidad. Sus
producciones son un vórtice en el que lo sonoro y lo visual se conjugan. El músico que
ha llegado a ser se evidencia en sus obras. Sorteando los obstáculos impuestos por la
técnica instrumental, Macchi ha encontrado una forma de expresar su ser musical en el
camino que ha buscado para evitarlo.
Figura 9
Caja de música, 2004.
Still del video. Gentileza el artista.
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Arte sonoro, género y sexualidades
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Resumen
Esta ponencia procura reflexionar acerca de la relación entre los modos de escucha en la
contemporaneidad y los sistemas de categorización que determinan que una
materialidad sea identificada como una obra de arte sonoro. Para ello, presenta la noción
de auralidad contemporánea, como el modo de ser de la escucha propio de la
contemporaneidad en tanto período histórico y cosmovisión de época, y como el
fundamento de la posibilidad de existencia de esta práctica en distinción con otras.
Hace al menos dos décadas que en Argentina se habla de arte sonoro. La circulación de
la categoría denota la diferenciación de una práctica: ciertos festivales, ciclos o
exhibiciones la utilizan para describir el contenido de su programa; músicos y artistas
diferencian con esta expresión un tipo de obra de otras de su producción; la crítica
distingue esta práctica de otras de la escena cultural. Parece haber un acuerdo en torno a
la existencia de “algo” que debe ser nombrado como arte sonoro. Sin embargo, los
debates en torno a la delimitación de los rasgos específicos de esta práctica aún hoy no
conducen a una descripción satisfactoria. Mucho menos cuando estos esfuerzos intentan
abordar el análisis atendiendo meramente a cuestiones materiales.
Siempre se parte de una aparente certeza, localizada en la misma expresión arte sonoro:
es un arte que suena, o bien, hay sonido implicado en un enunciado artístico. Pero ¿hay
algo en lo que suena que lo vuelva artístico? ¿Hay sonidos que son propios del arte y
otros que no? ¿O algún tipo de organización interior que determina la artisticidad de una
obra? ¿Hay algo en lo que suena que distingue al arte sonoro de la música?
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Esta ponencia procura reflexionar acerca de la relación entre los modos de escucha en la
contemporaneidad y los sistemas de categorización que determinan que una
materialidad sea identificada como una obra de arte sonoro. Para ello, presento la
noción de auralidad contemporánea, como el modo de ser de la escucha propio de la
contemporaneidad en tanto período histórico y cosmovisión de época, y como el
fundamento de la posibilidad de existencia de esta práctica en distinción con otras.
Una obra de arte jamás irrumpe en el mundo sola, desnuda. Aunque a menudo no lo
notemos, como espectadores atravesamos muchísimas instancias discursivas que nos
sugieren su pertenencia al territorio del arte y nos dan claves para que la asimilemos
como tal.
La categorización de algo como artístico no se produce de una vez y para siempre, sino
que es determinada histórica y culturalmente. Porque, como venimos diciendo, que algo
sea una obra de arte, depende tanto de sus atributos físicos como de las atribuciones de
sentido que la actividad intersubjetiva impulsa sobre ellos.
1
El funcionamiento de la artisticidad como un estado es postulado por Genette en el libro La obra del
arte (1996).
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Así podría pensarse para cada designación. Un ejemplo que nos atañe: el árbol cae en el
bosque y no hay nadie para escucharlo. Su caída se traduce en presión sonora,
excitación del medio elástico, vibración de la materia en un rango audible. Fenómeno
que puede ser corroborado por la teoría física pero también por un sistema de registro
como un grabador con un micrófono. Pum. Queda en la cinta o en la tarjeta de memoria,
como información sonora.
Sin embargo, que eso sea sonido o ruido (o música, o arte), no depende de su existencia
material nada más. Debe haber quien señale ese sonido como existente, le otorgue ese
emplazamiento semiótico, es decir lo distinga de otros eventos de la percepción y lo
sitúe como esa configuración de sentido: sonido.
Hay algunas categorías que gozan de cierta gravedad (no trágica, sino física) y que,
como atractores, orientan la percepción de los fenómenos. Es quizás el caso de la
música. Por siglos, hacer arte con sonido fue identificado con la práctica musical.
Incluso, por largo tiempo la historia de la música fue el espacio disciplinar para
describir una sociedad desde su capital sonoro.
Pero hay muchos más sonidos en el mundo, y ruidos, que participan de la experiencia
estética y vital de una sociedad. Consideremos, entonces, que la música no es el único
dominio en el que se construyen conocimientos y significados a través de lo sonoro, ni
tampoco el único dominio artístico de la dimensión sonora. Aunque por ser un término
históricamente potente quizá sea difícil desnaturalizar su experiencia, la música es una
forma inestable, posible, de la escucha. En la medida en que una memoria sonora,
gráfica y lingüística direcciona el modo en que una sociedad identifica sus rasgos, ella
existe como tal.
Esto puede leerse a la luz del concepto de régimen estético de Rancière (2005), que
remite a los modos en que las prácticas y visibilidad del arte reconfiguran lo sensible, al
intervenir en su división y su experiencia. Así como hasta la época de Kandisnky una
mancha –que de seguro ha habido siempre– no habría sido considerada arte, el sonido
de un motor o de la destrucción de un instrumento no serían identificados como
materiales artísticos hasta que la práctica musical u otras prácticas y reflexiones no lo
hubieran legitimado como posibilidad.
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En consecuencia, decimos que lo que ubica dentro o fuera del dominio musical a
determinadas sonoridades, no es tanto una propiedad intrínseca de lo que suena, sino
cómo eso es escuchado y cómo eso se vincula con todo lo dicho hasta ese momento
acerca de lo escuchado. Quién escucha, dónde y cuándo. 2
Estudios sonoros
2
Hasta aquí hablamos de arte y de música, pero siguiendo ideas de la sociosemiótica (Verón,1987: 2013),
la lingüística (Kerbrat-Oreccioni,1980; Culioli, 2010), la filosofía y teoría del arte (Goodman, 1978;
Genette, 1987; y Sloterdijk, 1993) en torno a la construcción del sentido (y su asociación con categorías),
podemos afirmar también que cualquier significado no se vive en lo social como algo cerrado, sino como
un estado de codeterminación entre materialidades y posiciones de lectura dadas por los modos en que los
sujetos se relacionan entre sí y con su entorno, en un momento y lugar.
3
Con el concepto de política de la estética, Rancière explica cómo arte y política entran en relación, al
depender ambos de un cierto régimen de identificación. Esta postulación consiste en que la relación entre
arte y política no es comprendida en términos de una función o un papel, ni con respecto a un
determinado contenido político, sino en las maneras en las que opera de acuerdo con una determinada
distribución de lo sensible. Así el arte no necesita un compromiso político para ser político. Este se define
por la manera en la que hace posible la emergencia de lo inaudito: la posibilidad de “interrumpir las
coordenadas normales de la experiencia sensorial” (Rancière, 2005: 15).
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auralidad (Hardy, 2009) o del giro auditivo de los estudios musicales y etnográficos
(Ochoa, Porcello y otros, 2010), en la medida en que señalan a la dimensión sonora
escuchada como una fuente de conocimiento para explicar los mecanismos colectivos e
individuales por los cuales el sonido experienciado determina modos de sociabilidad.
A finales del siglo XX, en el ámbito de las artes visuales y en concordancia con los
estudios culturales, se instaló la conversación en torno a las prácticas productivas y de
consumo de las imágenes por parte de las sociedades, configurando lo que hoy
conocemos como cultura visual. De manera similar, los estudios sonoros incorporan
ahora la idea de cultura aural para describir la dimensión sonora en su totalidad,
entendiéndola como un aspecto constitutivo y constituyente de las sociedades, y que no
se reduce a un dominio en particular. Desde este enfoque, cualquier caracterización de
una cultura requerirá atender a las condiciones de producción, recepción y circulación
de todos sus enunciados sonoros.
Auralidad
Entre los textos que aproximan definiciones de esta categoría destaco el de Xoan Xil,
por la amplitud con la que la aborda. En su trabajo doctoral dice:
Contemporaneidad
Ahora que sabemos que la escucha y los procesos de categorización son siempre
situados, cultural e históricamente determinados, volvamos al arte sonoro y tratemos de
situar el momento en el que emerge.
Esta representación del mundo de la que habla Smith se identifica con algo que
etimológicamente está dentro de la misma expresión “contemporáneo”. Con tempus
hace referencia a la multiplicidad de relaciones entre el ser y el tiempo, rasgo que, de
acuerdo al autor, se sitúa en la base de la experiencia del mundo en las condiciones de la
contemporaneidad.
Arte contemporáneo
“El arte tenía que preparar o anunciar un mundo futuro. Hoy modela universos
posibles”, dice Bourriaud (2008: 11) para comparar el espíritu moderno de lo que le
sigue en la actualidad. Mientras que el arte, con el signo del progreso, aún procuraba
encontrar la verdadera forma de hacer arte replegándose sobre su especificidad, el arte
en la contemporaneidad no pretende ser una discontinuidad de lo real, ni siquiera un
espacio simbólico autónomo. En estas condiciones, el arte se enuncia dentro del mundo
habitándolo como un “inquilino de la cultura” (Bourriaud, 2008: 12), movilizando así la
conciencia acerca de su situación de enunciación.
En efecto, tras quitarse de encima los historicismos y las teorías exclusivistas, el arte
evidencia su falta de consigna. Como afirma Danto, con la caída de los grandes relatos
“no hay imperativos a priori sobre el aspecto de las obras, sino que pueden parecer
cualquier cosa” (1999: 38). La toma de conciencia de que cualquier cosa podría
constituir una obra de arte hace aparecer dentro de la práctica artística la pregunta
filosófica sobre la naturaleza del arte, dirigiendo inevitablemente la atención sobre los
acuerdos sociales y circuitos de legitimación que sostienen temporalmente ese estado
del sentido.
Comenzó esto con una pregunta ciertamente provocadora “¿cómo se escucha el arte?”.
Tras lo expuesto, en vano sería apuntar a una respuesta universalista. De hecho, la
pregunta del título quizá fue mal formulada. Un poco más precisa debía haber sido:
¿cómo se escucha el arte en las condiciones de la contemporaneidad? Incluso,
deberíamos situarla en un lugar o en un grupo social determinado. Por la extensión de
este trabajo, incurriremos en la generalización que supone asimilar un conjunto de
prácticas a un período histórico a partir de recuperar sus recurrencias. Un vector
globalizante quizá, pero que parece aportar luz.
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Ensayamos así una respuesta: no hay un modo único de escuchar el arte en las
condiciones de la contemporaneidad. Y, aparentemente, ese es el presupuesto desde el
que emerge el arte sonoro.
El rasgo más determinante del arte sonoro en estos años, tanto de las obras como de los
eventos que se han llevado a cabo en torno a dicha expresión, parece ser la ampliación
de la categoría de obra de arte hacia un campo más amplio del sentido en el que la
situación de escucha y las relaciones que establece con ella son fundamento para su
experiencia. En concordancia con lo argumentado hasta aquí sobre las condiciones de la
contemporaneidad, las obras de arte sonoro manifiestan algo así como una conciencia
de la condición relacional de su artisticidad. Esto se hace evidente, por ejemplo, en la
recurrencia de las obras en tematizar los espacios en los que se emplazan o en tematizar
los modos de escucha.
Al igual que las obras de arte contemporáneo, las obras de arte sonoro presuponen un
espectador que pueda reconocer el estado contingente de su artisticidad. De algún modo,
las obras solicitan a ese espectador que vea los hilos que tejen una materialidad a ese
sistema de categorización que la posiciona como artística. Como en la ironía, para
producir sentido las obras de arte sonoro no solo esperan ser oídas, vistas o sentidas,
sino ser ubicadas en una situación de enunciación.
Auralidad contemporánea
Así es que, para pensar las condiciones de existencia del arte sonoro, la clave parece
residir en la caracterización de una nueva auralidad. Es decir, un modo de escucha
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Bibliografía
Bourriaud, N., Estética Relacional, Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora, 2008.
Danto, A., Después del fin del arte, Barcelona, Paidós, 1999.
Goodman, N., “¿Cuándo hay arte?” en Maneras de hacer mundos, Madrid, La balsa de la Medusa, [1978]
1990.
Hardy, C. A., Painting in Sound: Aural History and Audio Art, 2009, pp. 147-167.
http://digitalcommons.wcupa.edu/hist_facpub/14
Ochoa, A., T. Porcello y otros, “Soundscapes: Toward a Sounded Anthropology”, en Annual Review of
Anthropology, 2010.
Rancière, J., Sobre políticas estéticas, Barcelona, Museu d’Art Contemporani de Barcelona, 2005.
Sloterdijk, P., Extrañamiento del mundo, Valencia, T.G. Ripoll, [1998] 2001.
Smith, T., ¿Qué es el arte contemporáneo?, Buenos Aires, Siglo XXI, [2009] 2012.
Sterne, J., The audible past, Durhan y Londres, Durke University Press, 2003.
Valeria Alcino
Martín Amodeo
Martín Amodeo es doctor en Biología y ha participado en proyectos de investigación
científica en ecología mediante diversas becas (CIC, CONICET, ERASMUS, COST).
Se desempeña como profesional en el Instituto Argentino de Oceanografía (CONICET)
y como docente en la Universidad Nacional del Sur, en Bahía Blanca. Cursó estudios en
el Conservatorio de Música de Bahía Blanca y es artista sonoro. Expuso obras en la
Bienal de Arte y el festival Bahía[in]Sonora de Bahía Blanca.
Pablo Bas
Músico, compositor, artista sonoro y docente. Compone música electroacústica,
instrumental y mixta. Hace improvisación libre con electrónica, técnicas extendidas y
procesamiento en tiempo real, solista y en otras formaciones. Trabaja con grabaciones
de campo, paisajes sonoros y realiza mapas sonoros, sonomontajes e instalaciones
sonoras. Hace música para audiovisuales, teatro, danza y otras realizaciones. Sus obras
han sido seleccionadas en ciclos y conciertos de Argentina y el exterior. Es coordinador
general del Premio ArCiTec (UTN.BA), concurso de arte tecnológico y tecnología
aplicada al arte, y director de ciclo de música contemporánea “Música y Arte Sonoro /
Tandil” (UNICEN). Restauró registros del archivo sonoro del INM Carlos Vega. Es
autor del libro Audio Digital y docente en las siguientes instituciones: Facultad de Arte
(UNICEN), UTN.BA, UNTREF, UP, Image Campus, Da Vinci, Escuela FX, Colegio
La Salle, Instituto Profesional de Arte de Tandil. Es docente investigador en el grupo
IPROCAE (UNICEN) y PIPA (UNTREF).
Gustavo Basso
Es ingeniero en Telecomunicaciones y doctor en Artes (UNLP), profesor de la cátedra
de Acústica Musical de la Facultad de Bellas Artes (UNLP), docente investigador
categoría I y director de proyectos de investigación relacionados con la acústica general
y de salas para música. Recibió el premio a la labor científica, tecnológica y artística
(edición 2012) otorgado por la Universidad Nacional de La Plata. Es autor del diseño
acústico de numerosas obras en el país y en el exterior como el Teatro Colón (puesta en
valor), el Centro Cultural Kirchner y la Usina del Arte de la CABA, entre otros.
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Fabián Beltramino
Magíster en Análisis del Discurso y licenciado en Artes, Orientación Música (FFyL,
UBA). Docente-investigador del Departamento de Humanidades y Artes (UNLa).
Federico Buján
Es doctor en Humanidades y Artes (UNR) y posdoctorado por la Escola de
Comunicações e Artes (USP). Fue becario doctoral y posdoctoral (CONICET). Es
director de proyecto de investigación (UNR) y docente en grado y posgrado (UNR,
UNA y UNLaM).
Lílian Campesato
Es musicista e investigadora con énfasis en la experimentación en medios híbridos y no
usuales de creación sonora, especialmente performances. Sus trabajos exploran el uso
de la voz y el gesto combinados con recursos electrónicos y audiovisuales. Trabaja
como curadora de muestras de música experimental y arte sonoro desde 2011. Se ha
presentado regularmente como artista sonora y ejecutante en eventos en Brasil y el
exterior. Realizó su doctorado en la Universidad de São Paulo con una tesis que trata de
diferentes concepciones sonoras en la música y en las artes a partir de las relaciones de
incorporación y rechazo del ruido. Recientemente realizó un posdoctorado junto al
NuSom (Núcleo de Investigaciones en Fonología, USP) con una investigación sobre los
discursos acerca de los contornos y límites de la música. Fue una de las creadoras del
Sonora, un grupo dedicado a la discusión de la participación de las mujeres en la
música.
Rui Chaves
Artista sonoro, intérprete e investigador portugués. Su investigación y trabajo ha
desarrollado una discusión de la presencia, tanto física como de autor, en el proceso de
hacer arte sonoro: un esfuerzo que se basa en una investigación crítica contemporánea y
en la exploración de las temáticas de cuerpo, lugar, texto y tecnología. Actualmente, se
centra en el desarrollo de una historiografía poscolonial que describa prácticas sonoras
contemporáneas en el Sur Global. Entre 2015 y 2018 fue investigador posdoctoral en
NuSom (desarrolló un “archivo” en línea de arte sonoro brasileño). Ha presentado su
trabajo en varias instituciones y eventos en el Reino Unido, Brasil, Francia, Canadá,
Portugal y Alemania. Tiene un doctorado en Música de la Universidad de Queen en
Belfast.
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Alan Courtis
Es licenciado en Ciencias de la Comunicación (UBA), músico y compositor. Se
desempeña en el Conservatorio Superior de Música de Buenos Aires “Astor Piazzolla”,
Centro de Investigaciones Artísticas, Fundación Artistas Discapacitados y en la
AudioVigoteca del CAEV. Como músico, participó en más de 400 ediciones en sellos
de todo el mundo.
Juan De Cicco
Es Diseñador Gráfico (UM), licenciado en Comunicación Audiovisual (UNSaM),
magíster en Artes Electrónicas (UNTREF, tesis pendiente) y percusionista
(improvisación libre, free jazz).
Fernando Iazzetta
Es profesor titular en el área de Música y Tecnología del Departamento de Música de la
Universidad de São Paulo y coordinador del Laboratorio de Acústica Musical e
Informática (LAMI). Dirige el NuSom - Núcleo de Investigaciones en Sonología de la
Universidad de São Paulo. Actúa como compositor y performer con trabajos que
explotan el experimentalismo, la interactividad y los recursos electroacústicos. Sus
trabajos fueron presentados en conciertos y festivales de música en Brasil y en el
exterior. Sus intereses están orientados a la investigación de formas experimentales de
música y arte sonoro. Actualmente es investigador del CNPq, Consejo Nacional
Brasileño de Desarrollo Científico y Tecnológico. Desde 2010 es consultor del Comité
de Artes de la FAPESP (Fundación de Amparo a la Investigación del Estado de São
Paulo).
Camila Juárez
Investigadora, licenciada en Artes y doctora en Historia y Teoría de las Artes (UBA).
Ha sido becaria doctoral del CONICET. Su trabajo se enfoca en la historia cultural y
política de la música desde la segunda mitad del siglo XX y el siglo XXI, con especial
énfasis en la experimentación. Dicta cursos de grado y posgrado en diversas
universidades (UNQ, UNDAV, UNA y UBA). Integra grupos de investigación en varias
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Rainer Krause
Desde 1987 vive y trabaja en Santiago de Chile. Es artista plástico y sonoro, magíster en
Artes Visuales (Universidad de Chile), académico de la Universidad de Chile y
coordinador del Diploma de Postítulo en Arte Sonoro. Desde 1985 ha realizado
exposiciones individuales en Alemania, Chile, España y Canadá y ha participado en
muestras colectivas en Europa y América Latina. Desde 2005 realiza curadurías de
exposiciones, eventos y proyectos de arte sonoro.
Lukas Kühne
Es escultor, artista sonoro y curador. Sus obras actuales tienen contenidos
multidisciplinarios, como “La Serie Nórdica”: 2011 Cromático en Tallin, Estonia, 2012
Tvisöngur en Seydisfjördur, Islandia, 2014 Organum en Hailuoto, Finlandia. Además,
su obra se ha expuesto en Europa, Japón, América del Norte, América Central y
Sudamérica, obteniendo varios premios. Asociado a Robyn Schulkowsky y Joey Baron,
ha desarrollado el formato del proyecto Espacio y Frecuencia con exposiciones en
Nueva York, Helsinki y Bruselas. Además, ha sido curador de varias exposiciones
nacionales e internacionales de arte sonoro. En 2005 fundó el formato interdisciplinario
Taller Experimental Forma y Sonido. En 2013 inició la plataforma Festival
Internacional de Arte Sonoro Monteaudio, ambos operando en la Escuela Universitaria
de Música EUM (Facultad de Artes, UdelaR, Uruguay).
Julio Lamilla
Es licenciado en Artes de la Universidad de Playa Ancha, (Unplaced), magister en
Lenguajes Artísticos Combinados y doctorando en Artes (UNA) y ayudante de cátedra
de Música Incidental en el posgrado LAC (UNA). Como artista sonoro ha expuesto en
muestras colectivas como La certeza del error (Galería Artexarte), Retrospectiva de
Arte Sonoro Chileno (Parque Cultural de Valparaíso) 11a Bienal de Artes Mediales
(Museo Nacional de Bellas Artes, Chile), e individualmente en MEME Gallery (Boston)
y Espacio G (Valparaíso). Es voluntario y cofundador del Archivo AudioVigoteca
perteneciente al Centro de Arte Experimental Vigo. Ha sido becario de Investigación de
Maestría UNA y actualmente es becario de Investigación en la Fundación Trabucco de
la Academia Nacional de Bellas Artes.
Leticia Molinari
Profesora de Educación Musical (Conservatorio de Bahía Blanca), magister en
Psicología de la Música (UNLP) y especialista en producción de textos críticos y de
difusión de las artes (UNA). Docente de los Talleres de Expresión Musical de los
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Victoria Polti
Profesora superior en Música (Athos Palma) y en Ciencias Antropológicas (UBA). Es
doctoranda en Antropología Social (UBA), investigadora (ICA, UBA) y docente en el
Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla, el Profesorado de Música “J. P.
Esnaola” y el Profesorado de Danzas “Jorge Donn”. Dirigió y participó de proyectos de
investigación (UBA, UNLa e IIET) sobre epistemología del sonido, performance,
corporalidad, memoria sonora, improvisación musical y nuevas estéticas musicales.
Coordinó simposios sobre Música y Sonido en congresos nacionales y participó en
congresos internacionales en Suiza, Brasil, Chile, Uruguay, México y Cuba. Es
miembro de la Red de Antropología del Cuerpo y la IASPM.
Ignacio Quiroz
Doctorando en Humanidades (UNL). Es miembro de la Society for the Study of Sound
and Music in Games y fundador de Fibonacci Studio, un laboratorio acústico
especializado en sound effects, Foley y soundtracks en el cual realiza arduas tareas de
experimentación sonora y sound technologies. En 2018 publicó su trabajo titulado “La
función metonímica de los sonidos en The Last of Us: enfoque desde la teoría del
conocimiento de Russell”.
Jorge Sad
Es compositor e investigador. Actualmente se desempeña como profesor en la cátedra
de Semiótica (UNTREF). En 2007 dictó el curso de posgrado “La semiología de Jean-
Jacques Nattiez” en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), con la supervisión del
autor. Ha recibido numerosas becas de creación e investigación entre las que se cuentan
las del Programa Faculty Research Program del gobierno de Canadá (2006) y la beca
del Rockefeller Exchange Program (1995) para desarrollar sus actividades como
Visiting Scholar en CCRMA (Stanford University). Ha publicado en diversas revistas
especializadas como Vox(es), En el límite, Sonic Ideas, Sul Ponticello, entre otras. Perfil
web: https://soundcloud.com/jorge-sad-levi
I Simposio Internacional Arte Sonoro 2018
Sofia Scheps
Compositora uruguaya, egresada de la Escuela Universitaria de Música, donde
actualmente se desempeña como asistente académica de la Dirección y como docente
ayudante de Composición e Instrumentación. Entre 2015 y 2017 residió en España,
donde completó la Maestría en Arte Sonoro en la Universidad de Barcelona. Trabaja e
investiga en torno a la música experimental –de cámara, electroacústica, mixta– y al arte
sonoro. Ha estrenado piezas en conciertos y festivales en Uruguay, Chile, España,
Estados Unidos, Canadá y Alemania. Además, dedica parte de su tiempo al diseño de
sonido, la composición de música original y la postproducción de sonido para piezas
audiovisuales.
Raquel Stolf
Artista y profesora en los cursos de graduación y posgrado en Artes Visuales de la
Universidade do Estado de Santa Catarina (UDESC). Licenciada en Artes Plásticas
(UDESC), con maestría y doctorado en Artes Visuales de la Universidade Federal do
Rio Grande do Sul (UFRGS). Viene desarrollando la investigación titulada Processos
de escrita / Escuta de processos [articulações entre voz, palavra e silêncio em
publicações sonoras] (2015-2021), y coordina el sello/editora céu da boca desde 2006,
editando publicaciones como Mar paradoxo (2013-2016), Troca de sabonetes (2013),
Assonâncias de silêncios [coleção] (2007-2010). Co-editó la Revista Recibo 33 com
ruído, con Traplev (2012) y la publicación PLUVIAL FLUVIAL, con Claudia Zimmer
(2013). Publicó Notações [sinais de pista] (Projeto A2 Ed. Par(e)ntesis, 2013) y
trabajos en publicaciones, como ¿Hay en Portugués? (org. Regina Melim y Fabio
Morais, Ed. Par(e)ntesis, 2016), Entre ser um e ser mil: o objeto livro e suas poéticas
(org. Edith Derdyk, Ed. Senac São Paulo, 2013), Cadernos de desenho (org. Aline Dias,
Corpo Editorial, 2010) y Ciranda (org. Paulo Silveira, Ed. UFRGS, 2005).
Perfil web: www.raquelstolf.com
http://soundcloud.com/raquelstolf
http://soundcloud.com/marparadoxo
http://lattes.cnpq.br/5013920052280092
Pete Stollery
Estudió composición en la Universidad de Birmingham, Reino Unido, con Jonty
Harrison. Es profesor de composición y música electroacústica en la Universidad de
Aberdeen, North East Scotland, donde ofrece a los estudiantes, así como a niños de las
escuelas cercanas y otras comunidades, una variedad de experiencias de aprendizaje
sobre el uso creativo de la tecnología en la música.
Sebastián Verea
Compositor y artista multimedia. Dirige el área de Artes Sonoras del Instituto de Artes
Mauricio Kagel (UNSAM). Es compositor musical de más de veinte piezas teatrales
para directores como Diana Szeilblum, Gerardo Hochman y compañías como el Ballet
Folklórico Nacional (Argentina). Como solista se presentó en festivales como Sonar y
Yellow Lounge (Deustche Grammaphon) y colaboró con artistas como Sven Helbig,
Nadja Michael y Avi Avital en Buenos Aires y Berlín. Sus colaboraciones académicas
incluyen la Julliard School en Nueva York (coordinador del equipo de creación de
avatar para la pera Cracked Orlando), el IRCAM (coordinador del foro IRCAM en
Buenos Aires, 2015), el Cambridge Centre for Environment, Energy and Natural
Resource Governance (C-EENRG) (director del proyecto de investigación y de la
instalación sonora Sounds of the Anthropocene), y el GRAME de Lyon.
Perfil web: http://www.sebastianverea.com y www.theanthropoceneproject.net