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CARRERA DE MEDICINA
CIRUGÍA GENERAL
ESTUDIANTE:
PERIODO ACADÉMICO:
Octubre 2019 – febrero 2020
Las alteraciones metabólicas no sólo son atribuibles al consumo insuficiente de alimentos, sino
que la respuesta orgánica del paciente al traumatismo quirúrgico depende de la acción reguladora
de los mediadores químicos. Dada la influencia del estado nutricional sobre algunas funciones
tales como la inmunidad y la cicatrización, las consecuencias de la desnutrición son
particularmente devastadoras sobre la población quirúrgica.
La desnutrición tiene un papel fundamental en la aparición de complicaciones porque entorpece
los mecanismos de respuesta inmune y se modifica la respuesta inflamatoria, con lo que los
procesos de síntesis, de regeneración de los tejidos y la lucha contra la infección se ven dañados.
BALANCE ENERGÉTICO
El balance energético se refiere a la relación entre el ingreso y egreso de energía del organismo,
cuando el balance energético es cero existe un equilibrio entre la cantidad de energía que ingresa
al organismo y la cantidad de energía que es utilizada.
Un balance energético positivo quiere decir que se ingiere más energía de la que se gasta en las
actividades diarias. Así, se gana peso corporal, debido a que el exceso de energía se acumula en
Por el contrario, si el balance energético es negativo, la entrada de energía es menor que los
requerimientos energéticos del organismo, por lo que los depósitos de grasa se utilizan como fuente
de energía, y se pierde peso corporal. Tanto un balance energético positivo como negativo pueden
desencadenar enfermedades nutricionales como la obesidad y otras por carencias de nutrientes,
como la desnutrición y la avitaminosis.
SOPORTE NUTRICIONAL
Se llama en forma genérica “soporte nutricional” a los métodos empleados para completar los
requerimientos alimenticios que no se alcanzan a cubrir por medio de dietas estándar. Estos
requerimientos pueden ser administrados por la vía digestiva, utilizando suplementos orales, con
tubos de alimentación nasogástricos y nasoduodenales o bien enterostomías, o también en forma
parenteral, utilizando líneas o catéteres colocados, respectivamente, en venas periféricas o
centrales. Las técnicas actuales de apoyo nutricional permiten proporcionar los elementos
nutritivos adecuados para prácticamente cualquier paciente.
Una vez que han sido determinadas las cantidades necesarias de energía y proteínas mediante el
método preferido, el médico debe escoger entre alimentar al paciente por vía oral, por sonda o por
alimentación parenteral. Las vías oral y enteral se deben utilizar siempre que sea posible, dado que
la presencia de alimentos en la luz intestinal es el estímulo más importante para la nutrición. Los
vellos de la mucosa digestiva se mantienen cuando se emplea la alimentación enteral; en contraste,
la nutrición parenteral puede producir atrofia de la mucosa, descenso de la actividad intestinal y
disminución de las secreciones pancreáticas y hepatobiliares.
Por lo general, los enfermos graves tienen intolerancia a las grasas, de modo que el tipo de
alimentos que se ofrece a los pacientes está determinado por su estado general, la función del tubo
digestivo y su capacidad para ingerir. Siempre que sea posible se debe apegar la dieta a los hábitos
personales o socioculturales del enfermo, y no es prudente ofrecerle alimentos con los que no está
familiarizado. Lo que sí es necesario es que los alimentos sean de buena calidad, de buen sabor y
que sean servidos en forma atractiva
AYUNO PREOPERATORIO
El objetivo del ayuno preoperatorio es intentar asegurar que el estómago está vacío y minimizar el
riesgo de regurgitación y aspiración durante la inducción de la anestesia. Siempre que sea posible,
los pacientes deben cumplir con un ayuno de 6 horas para sólidos y de 2 horas para líquidos claros
(MBE 5.4). En los casos urgentes, estos intervalos a veces no son factibles, en cuyo caso habrá
que ajustar la técnica anestésica para minimizar el riesgo de aspiración. Hay situaciones en las que
no se puede garantizar que el estómago esté vacío a pesar del ayuno. Entre ellas están el embarazo,
la obstrucción intestinal y gástrica y cualquier cuadro que provoque gastroparesia funcional (la
neuropatía autónoma con retraso del vaciamiento gástrico es frecuente en la diabetes de larga
evolución). En dichos casos podría estar indicada la colocación de una sonda nasogástrica
Dietas en el posoperatorio
Por lo general no se comienza con una dieta líquida hasta que aparecen los ruidos intestinales;
después, la dieta se progresa de forma gradual. Esto lleva a que muchos pacientes se mantengan
en ayunas durante periodo prolongados. El ayuno favorece el sobrecrecimiento bacteriano, a la vez
que produce una perdida de trofismo de la mucosa intestinal. Además, el reposo intestinal se ha
asociado con una baja en la secreción intestinal de inmunoglobulina A y atrofia del tejido linfoide
asociado con el intestino, lo que produce una disminución de las defensas contra la agresión de las
bacterias entéricas. Todo ello favorece la traslocación bacteriana y el paso de toxinas desde la luz
intestinal hasta la circulación sanguínea. Ello sucede no solo durante el ayuno, sino también en el
curso de la nutrición parenteral
En la actualidad se sabe que el íleo producido tras la cirugía abdominal es un fenómeno transitorio
que ocurre debido a una inhibición de la motilidad intestinal por un estímulo del reflejo
parasimpático secundario al traumatismo quirúrgico de la cavidad abdominal. El peristaltismo del
intestino delgado se recupera entre 6 y 12 horas de la cirugía; el del estómago, entre 12 y 24 horas,
y el del colon de 48 a 120 horas. Todos los procedimientos que logren disminuir el íleo facilitaran
la ingesta oral temprana. Se puede concluir que la enteral es la vía de elección a la hora de hacer
un soporte nutricional posquirúrgico si la oral no es factible; para ello es necesario disponer de un
acceso digestivo.
Las dietas que prescribe el cirujano en el posoperatorio se anotan en las órdenes médicas y tienen
las siguientes características:
• Líquidos claros por vía oral. Esta dieta consiste en dar té, café, caldos y jugos de fruta; con
azúcar o sin ella. Con esta dieta se reinicia habitualmente la vía oral en el posoperatorio; tiene gran
valor en la restitución natural de los electrólitos y en el complemento calórico con carbohidratos,
pero es incompleta desde el punto de vista nutricional.
• Dieta líquida. Cuando se prescribe esta dieta, el personal de nutrición la interpreta agregando a
la anterior leche modificada y enriquecida con proteínas, huevo, malta, soya y cereales. Gelatinas
de sabores y purés de vegetales y pulpas de fruta. El cálculo de las proporciones cubre la cantidad
de calorías que ha solicitado el cirujano. Con frecuencia se fracciona la dieta en varias porciones
para administrarla al enfermo mientras esté despierto.
• Dieta blanda. También se debe especificar la cantidad de calorías deseada y se ordena de acuerdo
con la capacidad del paciente para recibir la dieta. La división en porciones depende de las
condiciones del enfermo. Se incluye leche en todas sus presentaciones, huevos cocinados en casi
todas sus modalidades, carne molida, purés de frutas y de vegetales.
• Dieta normal. Se prescribe cuando el paciente ha recuperado todas sus capacidades, y se ajusta
a los hábitos de alimentación del enfermo de tal manera que cubra la cantidad necesaria de calorías
calculada. Debe contener de manera predominante frutas y vegetales cocidos o crudos, pan, tortilla
y cereales, como sucede en la alimentación normal.
• Complementos vitamínicos. Se acostumbra administrarlos sólo cuando se detecta o se sospecha
un estado carencial; sin embargo, algunas escuelas prescriben en forma rutinaria los elementos del
complejo B y vitamina C en preparaciones concentradas de alta potencia. Por lo general, las
necesidades de vitaminas y minerales esenciales se cumplen sin dificultad en los enfermos sin
complicaciones. Es común que no se administren.
NUTRICION ENTERAL
Es una técnica de soporte nutricional mediante la cual se aportan nutrientes de forma directa al
aparato digestivo, por vía oral mediante fórmulas líquidas químicamente definidas o en los
diversos tramos del tubo digestivo con sondas específicas. (6)
INDICACIONES
Tracto gastrointestinal funcional.
Desnutrición Calórica Proteica.
Síndrome de malabsorción
Enfermedad inflamatoria intestinal.
Estado nutricional adecuado, pero con aumento de las necesidades debido a la
naturaleza del padecimiento en los últimos 10 días.
Disfagia seria.
Quemaduras extensas.
Fístulas entero cutáneas de bajo gasto.
Tratamiento auxiliar en:
– Traumatismo Mayor.
– Radioterapia.
– Quimioterapia.
– Insuficiencia Hepática Y Renal.
CONTRAINDICACIONES
Íleo paralítico
Fístulas entéricas
Pancreatitis aguda severa
Obstrucción intestinal
Perforación gastrointestinal
Mala absorción.
Síndrome de intestino corto
Hemorragias digestivas.
VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
La elección de la vía de acceso al tubo digestivo debe realizarse tras una valoración de la
enfermedad de base y del tiempo previsto de duración de la nutrición enteral, si se considera que
ésta va a ser superior a 6 semanas, debe procederse a un acceso definitivo, en cuyo caso están
indicadas las sondas de enterostomía en alguno de los tramos del aparato gastrointestinal.
Si la nutrición enteral se plantea para períodos inferiores a 4-6 semanas, las sondas nasogástricas
o naso entéricas son los procedimientos de elección. (7)
Las técnicas utilizadas actualmente para el acceso a los distintos tramos del tubo digestivo se
clasifican en dos grandes grupos: técnicas no invasivas y técnicas invasivas.
En el primer grupo se incluyen las sondas nasogástricas y naso yeyunales, para cuya colocación se
utiliza el paso espontáneo, o las técnicas endoscópica, fluoroscópica y ecográfica.
INTERMITENTE CONTINUA
Las complicaciones mecánicas de los tubos de alimentación son potencialmente más serias. De
particular importancia es la broncoaspiración. Todos los pacientes que reciben alimentación
nasogástrica están en riesgo de esta amenaza mortal. Se puede limitar la alimentación nasogástrica
en pacientes con adecuado manejo de secreciones, en tanto que quienes requieran alimentación
por medio de sondas deberán ser monitorizados continuamente, ya que se pueden prevenir
complicaciones serias en 1 a 2% de los casos.
Las complicaciones mecánicas menores son comunes e incluyen obstrucción del tubo y
dislocación.
En los pacientes con alteración del sensorio es preferible practicar la intubación nasoyeyunal y
observar rigurosamente la posición del enfermo, cuya porción cefálica debe estar elevada al menos
30° con respecto al plano de la cama; también se debe verificar que no exista exceso de residuos
en el estómago.
Las complicaciones metabólicas durante el soporte nutricional enteral son comunes, pero en la
mayoría de los casos son de fácil manejo. El problema más importante es la deshidratación
hipernatriémica, más común en pacientes de edad avanzada que han recibido una ingesta de
proteína excesiva y no son capaces de responder a su sed. También pueden presentarse
anormalidades del equilibrio de potasio, glucosa y acidobásico.
Otra complicación es la obstrucción del tubo de alimentación; para prevenir esta situación no se
deben pasar fórmulas mal trituradas y lavar en forma intermitente. El tubo transpilórico se coloca
por vía nasal siguiendo la técnica antes descrita para la intubación nasogástrica; enseguida se
coloca al enfermo en posición lateral, con el torso elevado 30°, y bajo control fluoroscópico se
guía
NUTRICION PARENTERAL
El procedimiento consiste en la introducción de nutrimentos directamente en el torrente
circulatorio. Se administran por vía venosa central o periférica los elementos nutritivos que
comprenden el apoyo total a la nutrición de quienes no pueden usar ninguna otra vía. Por ser una
terapia agresiva, su indicación tiene cabida únicamente en aquellas situaciones en las que el aparato
gastrointestinal no funciona o no puede ser utilizado.
La nutrición parenteral puede aportar las necesidades totales de proteínas, energía, oligoelementos
y vitaminas del paciente, es decir, constituir una nutrición parenteral total (NPT). La necesidad de
limitar el volumen obliga a utilizar soluciones concentradas. Dado que estas soluciones son
irritantes y trombogénicas suelen administrarse a través de un catéter colocado en una vena de gran
calibre, como la vena cava superior.
La NPT suele suministrarse en bolsas preparadas previamente que contienen 3 o más litros. Se
elabora en la farmacia en condiciones de esterilidad estrictas y su contenido suele infundirse a lo
largo de 18-24 horas con una bomba de infusión volumétrica. La mayoría de las farmacias dispone
de 3 o 4 dietas estándar para su elaboración en función de las necesidades de cada paciente.
Las soluciones contienen cantidades fijas de energía y nitrógeno, y lo normal es que aporten entre
1.400 y 2.400 kcal (50% glucosa, 50% lípidos) y 10-14 gramos de nitrógeno. También se aportan
las necesidades de líquidos y electrolitos. Muchos pacientes con NPT necesitan un aporte adicional
de agua, sodio y potasio cuando hay pérdidas excesivas, como por ejemplos en las fístulas con
débito alto. También pueden incorporarse oligoelementos y vitaminas y pueden satisfacerse las
necesidades creadas por las infecciones o por las pérdidas excesivas. En la tabla 3.3 se muestra un
ejemplo de un régimen de NPT estándar.
El alto contenido de nutrimentos en las soluciones las convierte en un medio propicio para la
multiplicación bacteriana y, por consiguiente, la primera dificultad por vencer es la contaminación
bacteriana de las soluciones y de las vías de administración para no acarrear el peligro potencial
de infección. Este riesgo se debe valorar en contraposición con los beneficios que se pretende dar
al paciente. Necesariamente, las soluciones son hipertónicas comparadas con el plasma, por lo cual
es preferible administrarlas por catéteres colocados en la aurícula derecha, sitio en el que el flujo
sanguíneo elevado diluye con rapidez los componentes y reduce al mínimo los daños sobre el
endotelio. A este método se le conoce como nutrición parenteral central. Otras soluciones son sólo
muy poco hipertónicas, y la ventaja de éstas es que pueden ser administradas al paciente por venas
más periféricas en perfusión lenta y continua, razón por la cual se le llama nutrición parenteral
periférica.
Prescripción:
• Estados de malabsorción intestinal.
• Resección masiva de intestino delgado.
• Enteritis por radiación.
• Diarrea refractaria y prolongada.
• Paciente en trasplante de médula ósea que recibe dosis altas de quimioterapia.
• Pancreatitis moderada o grave.
• Pacientes en estado catabólico cuando la vía digestiva no puede ser utilizada por una semana.
Se recomienda como auxiliar durante el posoperatorio en el que la vía enteral no puede ser utilizada
en una semana.
Contraindicaciones
1. Pacientes con intestino funcional.
2. Pacientes en quienes se carece de un objetivo específico para el tratamiento, que, en lugar
de extender una vida significativa, retrasa una muerte inevitable.
3. Pacientes que experimentan inestabilidad hemodinámica o alteración metabólica grave (p.
ej., hiperglucemia grave, azoemia, encefalopatía, hiperosmolaridad, trastornos
hidroelectrolíticos) que requieren control o corrección antes de que se intente la
alimentación intravenosa hipertónica.
4. Pacientes en quienes es factible la alimentación por el tubo digestivo; en la mayor parte de
los casos, ésta es la mejor vía por medio de la cual se proporciona nutrición.
5. Pacientes con buen estado nutricional.
6. Lactantes con < 8 cm de intestino delgado, porque prácticamente serán incapaces de
adaptarse lo suficiente, pese a periodos prolongados en nutrición parenteral.
7. Pacientes con descerebración irreversible o con daño neurológico irreversible. (14)
Complicaciones de la NPT
Cálculo de Requerimientos
El cálculo de las necesidades de cada paciente se establece partiendo de su gasto energético en
reposo y estará en dependencia de:
Estado de nutrición.
Enfermedad de base.
Existencia de algún fracaso orgánico.
Grado de estrés metabólico
o Requerimiento de Vitaminas
Las recomendaciones de vitaminas de las RDA no son útiles en NP puesto que se evita el proceso
absortivo. La AMA ha establecido unas pautas o recomendaciones para el mantenimiento de los
requerimientos de vitaminas por vía parenteral. Con esta normativa existen en el mercado algunos
preparados multivitamínicos que cubren de forma genérica estas necesidades. Estas pautas no son
suficientes si previamente existe algún déficit vitamínico. En ese caso debemos recurrir a
preparados individuales de dichas vitaminas. La Vit K es la única que no se aporta en los p
reparados multivitamínicos, por lo que debe administrase por vía intramuscular (10 mg) una vez
por semana. Esta dosis debe ser reducida o eliminada si el paciente toma anticoagulantes o tiene
tendencia trombótica. La prolongación del tiempo de protrombina obliga a incrementar los aportes.
Vitaminas AMA (Asociación Médica Americana)
A 3300 (UI)
D 200 (UI)
E 10 (UI)
K 0,5 (mg)
B1 3 (mg)
B2 3,6 (mg)
NIACINA 40 (mg)
B6 4 (mg)
B12 5 (ug)
Pantoténico 15 (mg)
C 100 (mg)
Ácido Fólico 0,4 (mg)
Biotina 60 (mg)
AMINOPLASMAL 5% 500ml 8g