Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Soma: un camino
hacia la
espiritualidad
Pagliafora, Melisa
Nro. de registro:24914
Profesores: Carlos Solanes, Fabiana Varela
Mendoza, 2017
1. RESUMEN
El tema que trataré en este trabajo es sobre el papel que cumplen las drogas en la obra
Un mundo Feliz de Aldous Huxley. El objetivo es reflejar, desde una perspectiva
religiosa e histórica, cómo han influido ciertas sustancias vegetales que alteran el ánimo
en el plano religioso de las culturas del mundo. Para ilustrarlo utilicé el caso de la
cultura hindú realizando una comparación entre esta y la novela. Mi hipótesis plantea la
idea de que en este libro se puede ver la espiritualidad, propia de las personas, en el
culto a la droga Soma que tiene la sociedad futurista en la que transcurre la obra. Al
investigar encontré abundante información sobre este tema, pero me centré
concretamente en los documentos que realizan una relación entre el libro y las drogas,
junto con información histórica.
2. MARCO TEÓRICO
Si miramos hacia atrás en el tiempo la mayoría de las culturas del mundo han hecho uso
de diferentes sustancias para utilizarlas de diversos modos, ya sea con fines medicinales
o empleadas en distintos cultos religiosos. En el libro La historia general de las drogas
de Antonio Escohotado se realiza un análisis muy completo a través de los años de las
diferentes sociedades y los diferentes tipos de plantas que estas han utilizado.
Tras la decadencia del espíritu védico, e incluso antes, hubo una lucha
milenaria entre el brahmanismo y una religión no brahmánica, […],
caracterizada por ritos orgiásticos, con consumo de animales crudos y un
gran derroche de bebidas alcohólicas. […] La oposición del brahmanismo a
esa religión orgiástica no se explica sólo porque constituyera una desviación
respecto de las pautas védicas, sino porque negaba la esencia misma de una
operación sociopolítica. Los brahmanes pretendían instaurar un sistema de
castas perfectamente cerrado, donde la posición del sacerdote no fuera tanto
la más elevada a nivel económico como la nuclear al nivel del orden,
encargada de definir el comportamiento ritual de cada una de las otras
castas, así como las ceremonias .Es evidente que tales orgías violaban lo
más básico del orden brahmánico, al implicar la unión siquiera temporal de
techo, mesa y cama y, por tanto, la comunicación entre castas4.
Es por esto, sobre todo, que la planta llamada Soma se fue perdiendo en la ceremonia
religiosa, debido a que atentaba contra el estricto orden social y por ello los brahmanes
limitaron su uso con el objetivo de “hacer difícil” la modificación de la conciencia.
3. AUTOR
4. ARGUMENTO DE LA OBRA
El libro Un mundo feliz nos presenta una sociedad futurista en donde lo más importante
es la estabilidad social. Para lograrlo fue necesario abandonar costumbres, creencias,
valores y sentimientos. La novela de Huxley nos presenta un mundo en donde las
personas son “diseñadas” gracias a la evolución de la ciencia; los habitantes son
procreados in vitro de forma masiva. No es extraño que la novela tome como referencia
de la medición del tiempo un momento antes y un momento después de Henry Ford,
quien sentó las bases de la producción en masa. En la época de gestación los humanos
se mantienen en frascos y son modificados de acuerdo a la posición social que vayan a
ocupar. Se encuentran divididos en castas: alfas, betas, gammas, deltas y epsilons,
representando los primeros el nivel más alto y los últimos el más bajo. Gracias a la
ciencia la gente no envejece y se han erradicado las enfermedades. La familia, el amor y
la religión no existen para estas personas, ya que que no se debe tener sentimientos
profundos hacia nada. Los individuos son condicionados desde niños para tener ciertas
conductas, las cuales, por supuesto, favorecen el estricto orden social. El consumo, la
comodidad y el placer son algunas de ellas. El placer y la felicidad, sobre todo, son los
únicos sentimientos permitidos y obligatorios. En esta sociedad todo está sumamente
controlado: los conocimientos que se imparten, el tiempo, el trabajo de cada individuo y
las actividades que estos realizan. El mundo está a su vez dividido en dos: las
sociedades civilizadas y las no civilizadas, llamadas reservas de salvajes. Aquí la vida
transcurre de manera semejante a mundo; las personas tienen algún culto religioso,
5
En línea. http://www.biografiasyvidas.com/biografia/h/huxley_aldous.htm (Consultado: 22 feb.2017).
6
Diccionario de autores de todos los tiempos Gonzáles Porto Bompiani. ¿?º ed. Barcelona: Montaner y
Simón, 1973.
4
existen las familias, los sentimientos y las enfermedades. Así es como se presenta el
mundo donde se desarrolla la historia.
Cuando leemos Un mundo feliz7 podemos ver que aparece nuevamente la palabra Soma.
En la historia de Huxley el Soma es una droga que consumen los ciudadanos civilizados
para olvidar sus problemas y pesares, una de las frases más repetidas en esta sociedad
es: “Un solo centímetro cúbico cura diez sentimientos melancólicos” (p.57). Asimismo
el Soma funciona como uno de los principales pilares de la estabilidad social. Los
gobernantes lo utilizan como una forma de contralar a sus ciudadanos, para hacer que
estos no piensen y olviden sus desgracias, para que olviden lo realmente vacía que es la
vida que llevan. Para los habitantes es solo una forma más de entretenimiento, sino es
que la mejor.
Ahora bien, podemos ver algunos pasajes del libro donde la droga tiene ciertas
connotaciones espirituales o religiosas. En una parte los personajes tienen una actividad
llamada servicio y solidaridad. Se trata de una reunión, en la que participan doce
miembros de la comunidad, siempre distintos, en donde el objetivo es despertar una
conciencia colectiva común y un estado de euforia para liberar una descarga de
sentimientos intensos. Por supuesto en estas reuniones abunda el Soma: “El presidente
hizo otra vez la señal de la T y se sentó. El servicio había empezado. Las tabletas de
soma consagradas fueron colocadas en el centro de la mesa. La copa del amor llena de
soma en forma de helado de fresa pasó de mano en mano […]” (p.77). Incluso los
himnos pronunciados en el encuentro parecen cantos religiosos:
7
Huxley, Aldous. Un mundo Feliz. Trad. por Ramón Hernández. 20° ed. Buenos Aires: Debolsillo, 2014. En
adelante se cita por esta edición y se consigna sólo la página.
5
¡Fúndete en la música de los tambores!
Porque yo soy tú y tú eres yo. (p.78)
Estos pequeños cánticos ilustran perfectamente lo que anteriormente era el rito sómico.
En el libro de Escohotado, el autor nos cuenta que el rito sómico no solo constituye el
acto más importante de la vida del fiel, sino un nacimiento. Antes de celebrarlo ha sido
un sonámbulo dominado por la mezquindad, y renueva periódicamente la ceremonia
porque el contacto con la rutina y su engaño aturden la sensibilidad o «atención». Pero
el nacimiento contiene también la experiencia de morir anticipadamente. Por eso cuando
se consagra, el fiel muere por segunda vez; así se acerca a los dioses y se convierte en
uno de ellos. Ha muerto para la vida aturdida —ha nacido espiritualmente—, y ese
despertar de su sensibilidad hace patente el principio divino en las innumerables cosas
singulares8.
Podemos ver que la experiencia de soma de los antiguos pobladores arios no difiere
demasiado con el día de servicio y solidaridad que cuenta la novela.
Por otro lado, otro ejemplo donde podemos relacionar el Soma con la religiosidad es
cuando uno de los personajes, John, un habitante de las reservas de salvajes, es decir,
una persona no civilizada, comienza a armar un escándalo durante la repartición de
Soma. Este les pide a los torpes deltas que tiren el soma que les están dando, luego
empieza él mismo a tirar por la ventana las cajas de Soma en nombre de la libertad
mientras dice: “¿No deseáis ser libres y ser hombres? ¿Acaso no entendéis siquiera lo
que son la humanidad y la libertad?” (p.176). Los deltas salen de su estado de sopor y
entran en cólera, comienzan a atacar a John con furia. Aquí se puede apreciar que
cuando John comienza a arrojar la ración de Soma en nombre de la libertad, no se da
cuenta de que en realidad está arrojando la libertad de esas personas por la ventana. El
Soma es el único medio de escape, el único medio de sentir todo lo que no pueden
sentir, es la única forma de evadirse de la realidad cuando comienzan a sentirse
ligeramente incómodos con ella, pues son sujetos que han sido condicionados desde el
año cero para amar su perpetua e involuntaria esclavitud, ubicados estratégicamente en
grupos sociales de los que jamás van a poder salir, no conocen el amor ni el libre
albedrío. Lo único que conocen es el placer del sexo y del Soma, por esto cuando John
lanza las tabletas por la ventana está lanzando su único vehículo de salida, su única
forma de sentir “algo más”.
8
Escohotado, ob.cit., p. 67
6
Quiero destacar que, como fue mencionado anteriormente, la novela transcurre en un
tiempo después de Ford, esto puede interpretarse como que Henry Ford representa una
especie de Dios para los habitantes, pero desde mi punto de vista no es así. Henry Ford
es la base de la ideología en la que se basa todo el funcionamiento de la sociedad y la
razón por la que pudo formarse, pero esto nada tiene que ver con un sentimiento
religioso. De hecho, en el planeamiento de la sociedad se eliminó el sentimiento
religioso hacia un individuo concreto, por lo que hay mucho respeto hacia el fundador
de la nueva civilización pero no existe hacia él un culto o el tipo de sentimiento que se
tiene hacia un Dios. Por el contrario, esto sí lo provoca el Soma.
Siguiendo con el análisis, hacia la parte final se produce un diálogo entre el interventor
mundial, uno de los líderes de esta sociedad y John que comienza así: “—Arte, ciencia...
Creo que han pagado ustedes un precio muy elevado por su felicidad —dijo el Salvaje,
cuando quedaron a solas—. ¿Algo más, acaso? —Pues... la religión, desde luego—
contestó el interventor” (p 191). En esta parte se abre un debate acerca del concepto de
Dios. Por supuesto el interventor mundial conoce a Dios, es decir, conoce la historia y
sabe que, antes de la era de Ford, existían religiones y diferentes creencias. Al ser uno
de los que hacen las reglas es también uno de los pocos que pueden romperlas y tiene un
montón de libros prohibidos como la Biblia, el Antiguo y el Nuevo Testamento y
muchos más. Por esto al enterarse John exclama:
7
Más adelante en la conversación, citando uno de los libros prohibidos, el interventor
dice:
6. CONCLUSIÓN
Para finalizar, luego de este análisis, vemos como una cultura milenaria ha tenido, a
través de una droga, acceso a un mundo espiritual al cual no sería capaz de llegar sin
ella. En este libro se plantea, precisamente, cómo la droga ha pasado de ser un medio
para encontrar esa espiritualidad a ser directamente la espiritualidad. Se puede ver en la
historia cómo la droga no es simplemente una droga. Es ese “algo mas” que las personas
necesitan para darle sentido a la vida. Si los habitantes de la novela no consumieran
Soma su vida sería imposible de soportar, pues es insulsa y sin valor individual. El
único amor que conocen, que brindan y reciben viene del Soma. Es por esto que, a pesar
de ser un mundo insensible y sin conexión con lo espiritual, los personajes expresan su
religiosidad hacia el Soma.
8
7. BIBLIOGRAFÍA
FUENTE
Huxley, Aldous. Un mundo Feliz. Trad. por Ramón Hernández. 20° ed. Buenos Aires:
Debolsillo, 2014.
ESPECIALIZADA
Huxley, Aldous. Nueva visita a un mundo feliz. Trad. por Miguel de Hernani. 6° ed.
Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1992. 135 p.
Huxley, Aldous. Las puertas de la percepción. Trad. por Miguel Hermani. 2° ed. Buenos
Aires: Editorial Sudamericana, 1957. 107 p.
Huxley, Aldous. Cielo e infierno. Trad. por Victor Aizábal. Buenos Aires: Editorial
Sudamericana, 1957. 151 p.
GENERAL
Szasz, Thomas. Nuestro derecho a las drogas: En defensa de un mercado libre. Trad. por
Antonio Escohotado. Nueva York: Praeger, 1992. 217 p.
McKenna, Terence. El manjar de los dioses: La búsqueda del árbol de la ciencia del bien
y del mal. Una historia de plantas, las drogas y la evolución humana. Trad. por
Fernando Pardo Gella. Barcelona: Paidós Ibérica, 1993. 329 p.
Escohotado, Antonio. Historia general de las drogas. 7° ed. Madrid: Alianza, 1998.