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14.

- PRUEBA DE AMOR: NOS BUSCA Y LE BUSCAMOS


Dios se hace presente en esta experiencia de ser en comunión por medio de la
religación de amor
 El ser humano despierta a la vida, para amarlo y amarnos unos a otros porque Dios
lo llama al amor y de este modo su vida es efusión, búsqueda y encuentro enamorado.
 La primera experiencia concreta con Dios es amar intensamente, así el hombre
responde a la voz del que nos llama a la existencia.
Dios nos hizo para que podamos ser nosotros mismos (seres en libertad)
 Sólo un fuerte amor humano es respuesta de vida, símbolo y presencia de Dios.
 Sólo allí donde el amor define al ser humano puede hablarse de Dios.
 La prueba de Dios es abrir un espacio y un camino de vida en amor cuyo fin es, que
podamos ser y buscarle en libertad y así encontrarle en gozo compartido, al recorrer
y valorar este camino ,sabremos que el Amor es lo primero.

1. Ausencia provocadora. Como ciervo huiste


Dios nos despierta la conciencia para buscarle apasionadamente y nuestra respuesta
debe ser amarle, definiendo nuestra existencia, colocándonos en marcha para salir a
su encuentro.
a) ¿Adónde te escondiste?
Es la pregunta por excelencia, para lo cual San Juan de la Cruz y otros plantean que
Dios es presencia efusiva de amor, que brilla en un momento y parece marcharse para
que salgamos a buscarlo en libertad total.
Nada puede saciar, esta búsqueda, presencia- ausencia en la cual, se define la vida
humana como revelación – realización de amor, cuya respuesta es la llamada del
Amado.
Es el amor lo que está en todo lo que existe, lo que nos une y nos permite salir de la
oscuridad, abriéndonos a la vida.
El ser humano despierta a la vida en amor sabiendo que Alguien le ha mirado y le ha
llamado.
Dios nos hace para amarle y debemos buscarle por pasión de amor.
b) Salí tras ti clamando. Un itinerario
Del amor de Dios hemos nacido y así somos capaces de enamorarnos, pues él nos amó al
mirarnos y llagarnos con su flecha de amor, por lo que nosotros le deseamos como amado.
1. ¿Adónde te escondiste, amado?:Tras enriquecernos (herirnos) se ha ocultado, en ese
ocultamiento debemos encontrarle, pues en él está todo lo que buscamos, pues él es
nuestra Verdad (el Amado)
2. Y me dejaste con gemido: El ser humano llora al nacer y al morir, pero sobre todo
por ausencia y búsqueda amorosa.
El gemido que brota de la ausencia del Amante es necesario y positivo, porque marca su
existencia y nos impulsa a buscarle como Amado.
3. Como el siervo huiste: Sabemos que Dios nos ama y que su ocultamiento corresponde
a una forma de ofrecernos su presencia y nos impulsa, dejándose amar para que
sigamos buscándole.
4. Habiéndome herido: Esta herida no es pura carencia ( Nietzsche) sino de exigencia
creadora, que define al hombre como animal enamorable , una carencia como huella
de amor, que nos impulsa hacia el amor del Amado, a quien todos debemos buscar.
5. Salí tras ti clamando y eras ido: Buscamos al Siervo de amor, que ha cruzado por el
bosque misterioso, quien se ausenta y llama después con su recuerdo.

2. Descubre tu presencia. Una llamada de amor


En la herida y búsqueda se marca nuestra existencia, que es el camino para salir tras
el Amado, en donde ese encuentro se recibe la vida del Amado, que es gesto del amor
intenso.
Al iniciar el camino del Amante en busca de su Amado a gritos, abandona las
seguridades (tras ti clamando).
El ciervo Amante, con su mirada nos imprime una huella que nos impulsa a buscarle.
El hombre es ser nacido del amor, que buscando al Amado vive y se encuentra a si
mismo al encontrarle.
1. Descubre tu presencia:
 El amante busca la presencia completa del amado, en esta vida que es camino de
amor.
 Esa presencia es desvelamiento de lo oculto, plenitud de lo esperado, pero sobre todo
cumplimiento del amor que se inició con la herida del ciervo.
 El hombre Amante desea que Dios-Amante se deje amar, nos ha despertado al amor,
para que seamos de verdad, pues ser y amar se identifican.
 El Amado para San Juan de la Cruz es persona, es el Dios de Jesucristo, ama para que
lo amemos.
2. Y máteme tu vista y hermosura :
 Al descubrir su presencia, Ese Dios-Amado se expresa como pavoroso-fascinante,
que nos hace estremecer desde su fascinación de amor.
 El amante siente terror- fascinación frente a la presencia del Amado , ante su vista
y hermosura que lo lleva a la muerte ( sáneme tu presencia), una muerte de entrega
total, muerte de amor, que lo hará descubrir ( contemplar la luz) la realidad definitiva
, en forma de comunión con los otros hombres y con Dios- Amado.
 El descubrir a Dios como Amado, a quien se le puede regalar la vida, en
comunicación y entrega personal de amor , constituye una prueba fundamental de
su existencia
 Solo abriéndose a los otros en comunicación de amor, por encima de la muerte, los
hombres son por siempre ,es decir , resucitan (Hch 17.31)
3. Mira que la dolencia de amor, que no se cura sino con la presencia y la figura:
 Esta dolencia, enfermedad de amor, miedo a la muerte, en el hombre; solo tiene cura
en la presencia y figura del Amado.
 Es en esta presencia en donde el hombre puede amar y se entrega al Dios Amado,
donde supera el miedo a la muerte y encuentra salud plena.
 El amor de Dios es la salud del alma, sin amor el alma está enferma, muere.
 Pero si el alma tiene aunque sea algún grado de amor, está viva y si va aumentando,
puede llegar al amor perfecto (salud cumplida).

Al amarle (Dios) y morir en sus manos, es cuando nacemos a una Vida que vence a
la muerte, alcanzando la raíz del amor como Vida de todo lo que vive.
Tras este recorrido podemos señalar que solo quien ama en plenitud, puede afirmar
que hay Dios y que su presencia es salud, plenitud de realidad para los hombres,
experiencia compartida.
Desde esta experiencia de amor radical personal intransferible, enriquecida por (en)
el amor de Dios se puede dar testimonio como San Juan de la Cruz de que hay Dios.
Quien haga este recorrido del amor: encontrará que hay un Dios que le llama (en el
principio) - le trasciende y espera (más allá de este mundo y en también en este)
lugar y signo de su presencia- dejándose amar y luego amando (Dios como el
Amado).

Veremos a Dios como infinito amor y aseidad (absolutamente independiente y auto-


existente por naturaleza, todo perfecto, no cambia)

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