Você está na página 1de 2

■,ic^nr }nt:

INTRODUCCIÓN

1. «Me he informado... de que hay entre ustedes rivalidades» (1,11): '


la comunidad cristiana en Corinto ^ ,
a) Corinto, ciudad cosmopolita y desenfrenada , r, ' V

Corinto, en tiempos de Pablo, era una estratégica ciudad del Imperio romano, capital de la
provincia senatorial de Acaya. Su importancia, además de militar y política, era industrial.
Sus dos puertos, el de Céncréas para las rutas orientales y el de Lequeo para las occidenta­
les, la convirtieron en nudo vital para el intercambio de personas, mercaderías y noticias.
La habitaban unas seiscientas mil personas, de las cuales cuatrocientas mil eran esclavos
(1 Cor 12,13). Corinto era la ciudad de las oportunidades por sus puertos y, debido al san­
tuario de Afrodita, diosa del amor, de múltiples excesos de carácter sexual, hasta el punto
de que existía el verbo «corintear» para referirse a conductas sexuales inmorales. AlH tam­
bién tenían lugar los juegos ístmicos, competencias deportivas que se realizaban cada dos
primaveras, tan famosas como las que se celebraban en Olimpia cada cuatro años.
La colonia judía era numerosa e influyente (Hch 18,8.17). Pablo llega a Corinto hacia
el año 50 d. C. (18,1) y, con Silas y Timoteo, funda la comunidad (1 Cor 4,15; 2 Cor 1,19).
Permanece allí por cerca de año y medio, trabajando en su oficio, hospedado por los
esposos Áquila y Prisca (o Priscila), judíos convertidos y desterrados de Roma por Clau­
dio (año 49 d. C.). Pablo se dedica por completo a evangelizar gracias a la ayuda económica
de los de Macédonia. De Corinto se dirige a Éfeso. Mientras se encuentra aquí, por infor­
maciones de la familia de Cloe, una acomodada comerciante cristiana de Corinto, y por
Estéfanas, Fortunato y Acaico, le llegan malas noticias sobre la comunidad que dejó en
Corinto. Los mismos corintios escriben cartas a Pablo para consultarle sobre cuestiones
que son fuente de división y conflicto en su seno.

b) Vida y conflktos de la comunidad cristiana en Corinto


I Corintios nos ofrece una valiosa radiografía de la vida y organización de una comunidad
no muy numerosa, pero de gran vitalidad (Hch 18,10), que viene del paganismo (1 Cor
12,2) y vive su fe cristiana enclavada en un hervidero de culturas con intensa influencia
idolátrica. Está conformada por plebeyos y esclavos (1,26-31), y varios de clase alta, como
Erasto, tesorero de la ciudad (Rom 16,23). ,
c: La figura de los evangelizadores ha cobrado una preeminencia tal (1 Cor 1,11) que ha
creado en la comunidad facciones que, identificadas con uno u otro apóstol, rivalizan por
poseer honor y relevancia socio-religiosa, valores muy apreciados en aquella sociedad.
El ambiente en el que viven es pagano, con presencia de suntuosos templos y múltiples
dioses, por lo que su influjo es fuerte. Además, ellos mismos no logran desprenderse del
todo de sus antiguos cultos (6,15.18; 8,7). Viven en una ciudad de gran libertinaje sexual,
potenciado por el culto a la diosa Afrodita y la prostitución sagrada, practicada en su
santuario (6,15-20); caen con faciüdad en la lujuria O comportamientos sexuales made-
cuados {porneía; 1 Cor 5). Los cristianos ventilan sus problemas ante los tribunales del
sistema judicial romano, demostrando así gue poco confían en la sabiduría de la cruz y
poco estiman los dones de profecía y sabiduría recibidos de Dios. Como en la comumdad
conviven gente humilde y pobre con algunos de clase alta, hay dificultades en compartir
los bienes, sobre todo la mesa cuando se juntan en asamblea litúrgica (11,17-22); lo mismo
ocurre con los carismas, pues algunos los buscan como fuente de honor y dominio sobre
otros. Sin embargo es una comunidad que rebosa entusiasmo, vive su fe en estrecha vin­
culación con Pablo, su fundador, a quien plantea sus conflictos y de quien ansia escuchar
la Palabra para crecer en el conocimiento de Jesucristo y dar testimonio de él (1,4-9).

2. «El lenguaje de la cruz... es poder de Dios para nosotros» (1,18):


teología de 1 Corintios
á) Discípulo de Jesús y sabiduría propia de Dios
En 1 Corintios hay multiplicidad.de temas debido a los diversos conflictos de la comuni­
dad. En sus respuestas, Pablo no solo transmite, como eslabón de una cadena, lo que
recibió acerca de la sabiduría de Cristo (1 Cor 11,23; 15,3), sino también deduce principios
de la enseñanza de Jesús para encaminar al discípulo en la santidad de vida.
Frente al aprecio exagerado por la elocuencia y los conocimientos, propio del mundo
grecorromano (1 Cor 1,5), Pablo recuerda a la comumdad que la auténtica sabiduría pro­
cede de Dios y se manifiesta nada menos que en la crucifixión de su Hijo. Conforme a su
designio. Dios no salva por el ejercicio del poder y la adquisición de una pretendida
ciencia, como el incipiente gnosticismo, sino por la debiHdad y la entrega de su Hijo hasta
la muerte en cruz. Este designio divino, escondido hasta ahora, es necedad para los grie­
gos y locura para los judíos, y solo se abren a este misterio los cristianos formados en su
fe (2,6-8). Por tanto, ni Apolo ni Pedro, como tampoco el mismo Pablo, murieron por los
corintios para hacerlos templos de Dios y de su Espíritu, sino Jesucristo. El auténtico
apóstol está al servicio de este designio divino. Por esto Pablo no anuncia la sabiduría de
Dios precedido de poderío y honor ni recurre a la ciencia y a la oratoria que.eUos tanto
valoran (2,2-3; 2 Cor 10,10), sino que lo hace sirviéndose de su propia debilidad, para que
así se manifieste la fuerza salvadora de Dios (2 Cor 12,9).

b) D iscípulo de Jesús y vocación a la santidad como templo de Dios

En aquel ambiente no faltaban los problemas de idolatría y de índole sexual. Pablo enseña
que el designio de Dios, realizado por su Hijo, fue hacemos templos donde él habite. El
discípulo participa por el bautismo del misterio pascual de Cristo. Hecho nueva criatura
es, desde ahora, miembro de Cristo y de su Cuerpo, la Iglesia. Para el que ha sido hecho
miembro de la comunidad de los santos no tiene ningún sentido el culto a los ídolos, la
participación en comidas en honor a dioses y la prostitución sagrada. Si el Espíritu actúa
en él para que lleve una vida en santidad y se libere de los vicios de su sociedad, ¿cómo
entender que un miembro de Cristo y de su Cuerpo entregue su cuerpo al pecado, hacién­
dose un cuerpo con él? (1 Cor 6,15-17). ^ ,
? ■ En la respuesta a la consulta sobre si es mejor la virgimdad o el matrimonio, Pablo afirma
que la santidad de vida es la vocación del discípulo. Lo que importa es permanecer m e
estado en el que imo se encontraba cuando Dios lo Uamó a la fe y en este nusmo

Você também pode gostar