ASOCIACIÓN NACIONAL DE UNIVERSIDADES E INSTITUCIONES

DE EDUCACIÓN SUPERIOR

PROYECTO
LEY GENERAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR

QUE PRESENTA LA

COMISIÓN ENCARGADA DE ELABORAR UNA PROPUESTA RELACIONADA CON

LA LEGISLACIÓN EN MATERIA DE EDUCACIÓN SUPERIOR

30 de agosto de 2016
 Proyecto ANUIES 2016

ÍNDICE

CAPÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES

CAPÍTULO II
DISTRIBUCIÓN Y COORDINACIÓN

CAPÍTULO III
CONSEJO NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR

CAPÍTULO IV
INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR PARTICULARES

CAPÍTULO V
RECONOCIMIENTO INSTITUCIONAL DE VALIDEZ OFICIAL DE ESTUDIOS

CAPÍTULO VI
CERTIFICADOS, TÍTULOS, DIPLOMAS Y GRADOS ACADÉMICOS

CAPITULO VII
PLANEACION Y EVALUACIÓN

CAPÍTULO VIII
FINANCIAMIENTO

TRANSITORIOS

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EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

PROYECTO DE LEY GENERAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR

I. DIAGNÓSTICO DE LA LEY PARA LA COORDINACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR

El universo de disposiciones que existen a la fecha sobre educación superior no se restringe a Ley
General de Educación y a la Ley para la Coordinación de la Educación Superior (LCES); sino que está
disperso en diversos ordenamientos, como la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, la
Ley Reglamentaria del Artículo 5 Constitucional relativo al ejercicio de las profesiones en el Distrito
Federal y las de otros estados, la Ley General de Salud, la Ley de Ciencia y Tecnología, las leyes
orgánicas de las universidades autónomas y otras leyes que incorporan algunas disposiciones
relacionadas con la educación superior. No obstante, el análisis se centró en la Ley para la
Coordinación de la Educación Superior que es reglamentaria del artículo 3°, fracción VIII de la
Constitución, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 29 de diciembre de 1978.

Para abordar el análisis en forma integral, se utilizó como metodología de trabajo el esquema de
política legislativa que sirve para elaborar estudios que pretenden resolver alguna problemática social
y que permite, a su conclusión, optar por alguna alternativa de solución una vez valorados y
jerarquizados los eventuales impactos de su instrumentación, lo que reduce los riesgos de adoptar
una decisión equivocada. El resultado del diagnóstico de la LCES arrojó que ésta se caracteriza por
su rezago y obsolescencia ya que el actual sistema de educación superior es muy distinto respecto
del que prevalecía hace 37 años; se concluyó que la mayoría de sus disposiciones fueron
paulatinamente abandonadas y sustituidas por prácticas, programas o acuerdos. En este sentido, uno
de los aspectos más desarrollados pero cuestionados de la Ley y donde se advierte mayor desuso de
sus normas, ha sido la coordinación, el financiamiento y la regulación de particulares. En cuanto al
financiamiento, a pesar de los intentos por formular esquemas para la asignación, los criterios de
distribución de los recursos no han sido satisfactorios ni suficientes para las instituciones de educación
superior (IES).

Las decisiones en relación con el financiamiento se han considerado inequitativas. En ello han influido
diversos factores como los periodos alternos de estabilidad y crisis económicas; el gasto desigual en
los subsistemas; las prioridades establecidas en los diferentes niveles educativos que conforman el
tipo superior; las condiciones y necesidades de las instituciones y la diferencia en el tamaño y matrícula
de las mismas, así como los criterios de la Federación y de las entidades federativas en la asignación
de los recursos a las instituciones de educación superior públicas. En general, varias de las acciones
relacionadas con el financiamiento han sido asumidas por la gestión directa de los titulares de las
universidades e instituciones de educación superior ante la Secretaría de Educación Pública y ante el
poder legislativo en la preparación y discusión del presupuesto de egresos de la Federación para cada
año. Los programas como el PROMEP, SUPERA, PIFI, y otros con las diversas denominaciones que
se han dado en el transcurso de los años, como señalan Varela Petito y Mendoza Rojas en distintas
publicaciones, dotaron a las IES de recursos públicos, pretendieron la mejora del grado de habilitación

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del personal académico y han contribuido al fortalecimiento de la infraestructura de las IES; sin
embargo, en los hechos fueron sustituyendo a las disposiciones de la LCES.

Una ausencia detectada en la LCES es la relacionada con la coordinación de la función educativa de

tipo superior por parte de la Federación, los estados y los municipios que, sin embargo, careció de
mecanismos para tal efecto, lo que fue subsanado a través de la celebración de convenios entre las
instituciones públicas y las dependencias federales y estatales.

II. CONTEXTO INTERNACIONAL DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR Y SU INFLUENCIA EN LA

LEGISLACIÓN NACIONAL

A partir de la Declaración Mundial Sobre la Educación Superior pronunciada en 1998 por la

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), así como
en otros compromisos internacionales relativos a la educación superior, distintos organismos
multilaterales plantearon una serie de tendencias y recomendaciones que han influido en el diseño de
políticas públicas en diversos países, y que son referente obligado en la elaboración de propuestas
normativas de la educación superior, en el contexto de la sociedad del conocimiento y un mundo cada
vez más globalizado.

A las declaraciones realizadas por la UNESCO se suman las del Banco Mundial (BM), Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(OCDE). En los documentos emitidos por estos organismos se mencionan los complejos desafíos que
enfrenta la educación superior en el marco de las trascendentales modificaciones que registra el
mundo en materia económica, política, social y de medio ambiente, los cuales demandan de las IES
un papel activo en la consecución de un crecimiento económico y desarrollo social suficientes a las
necesidades de la población.

Una síntesis de las esas tendencias comprende, entre otros temas:

a) La pertinencia de las formaciones profesionales y de la investigación como soportes en la

competitividad.
b) La diversificación de los modelos y modalidades educativas en favor de la innovación, la
interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad.
c) La relevancia de las funciones académicas para adaptarse a los cambios de la economía y de
los mercados laborales.
d) La impartición de programas por competencias, la formación en emprendimiento y una relación
más estrecha con el mundo del trabajo a través de prácticas profesionales.
e) La internacionalización del currículo con implicaciones en la movilidad, la cooperación, la
transferencia de créditos y la doble titulación.
f) El impacto de las tecnologías de información y comunicación en la pedagogía y el acceso al
conocimiento.

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g) La evaluación de la calidad por instancias externas, tanto a las instituciones como a sus actores,
en la que los organismos acreditadores y los rankings nacionales e internacionales asumen un
papel importante para la opinión pública.
h) La racionalización del financiamiento que involucra la responsabilidad de los distintos órdenes de
gobierno que les corresponde asignarlos; la diversificación de fuentes, el uso eficiente de los
recursos y la asignación de los mismos conforme la valoración del desempeño, todo ello inmerso
en prácticas de transparencia y rendición de cuentas.
i) Desde el contexto social surgen nuevas necesidades que atender, tales como las migraciones,
el deterioro del medio ambiente y la inseguridad, además de la cobertura y el acceso a grupos
vulnerables, las mujeres y personas en cohortes de edad por arriba de las tradicionales.

Los aspectos anteriores, que son de alcance mundial, definen la compleja gestión de las universidades
e instituciones de educación superior mexicanas que trascienden a las políticas públicas y que son
referentes obligados para la creación de un nuevo marco normativo. El contexto señalado influyó en
la redacción del contenido del proyecto.

III. ESTRUCTURA DE LA LEY

El proyecto como se menciona, incluye temáticas que los grupos interinstitucionales de trabajo
consideraron necesarias para una ley de esta naturaleza. En este sentido, el proyecto se integra por
ocho capítulos y 51 artículos en el orden siguiente:

 Capítulo I Disposiciones Generales

 Capítulo II Distribución y Coordinación
 Capítulo III Consejo Nacional de Educación Superior
 Capítulo IV Instituciones de Educación Superior Particulares
 Capítulo V Reconocimiento Institucional de Validez Oficial de Estudios
 Capítulo VI Certificados, Títulos, Diplomas y Grados Académicos
 Capitulo VII Planeación y Evaluación
 Capítulo VIII Financiamiento

VI. DISPOSICIONES RELEVANTES DEL PROYECTO DE LEY GENERAL DE EDUCACIÓN

SUPERIOR

En la elaboración de los contenidos que integran el ámbito material del proyecto y que determinaron
su denominación como Ley General de Educación Superior, se tuvo presente en primer lugar, la
distribución de competencias exclusivas y concurrentes de las autoridades educativas federal y locales
que inicialmente hace la Ley General de Educación en materia de educación superior, para hacer en
el proyecto la descripción más clara de las competencias de las autoridades educativas. Por tal razón,
en el proyecto, aunque forman parte del Sistema de Educación Superior, no se regula lo relativo a la
educación normal y demás para la formación de maestros de educación básica; en cuanto a los
centros públicos de investigación, también se respeta la regulación existente.

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Aunque existen diversos conceptos relacionados con la educación superior, sólo se definieron
aquéllos necesarios para la comprensión de este proyecto y que se mencionan en el mismo. Los
conceptos utilizados son los que obtuvieron el mayor consenso entre las instituciones que participaron.
En el proyecto se define asimismo qué es el tipo superior, así como los niveles que comprende.

En virtud de que en materia de educación superior coexisten varios subsistemas de instituciones, en

el proyecto se agrupan los existentes en el denominado Sistema de Educación Superior y se
establecen expresamente los objetivos que caracterizan a las instituciones, independientemente del
subsistema al que pertenezcan.

En el proyecto se subsana la falta de precisión que existía en la Ley para la Coordinación de la

Educación Superior respecto de a quién corresponde la coordinación y cómo puede realizarse ésta a
través de la asignación de competencias exclusivas y las que ejercen de manera concurrente las
autoridades educativas federal y locales; por ello, en el proyecto se establece con claridad la
responsabilidad de las autoridades educativas para llevar a cabo la coordinación, en la que tienen
participación activa las universidades e instituciones de educación superior. En la forma general como
están redactadas las disposiciones, al señalarse en el proyecto el apoyo y participación de las
universidades e instituciones de educación superior, se incluye tanto a las públicas como a las
particulares.

Para efectos de la coordinación, en el proyecto se propone un esquema por regiones geográficas, por
las problemáticas comunes con las que se pueden identificar. En cada región se considerarán a las
universidades e instituciones de educación superior públicas y particulares con reconocimiento de
validez oficial de estudios que se ubiquen en las entidades federativas que integren cada región. A
partir de las regiones, corresponderá a las autoridades educativas instrumentar, en su caso, las
medidas y acciones que se propongan en el Consejo Nacional de Educación Superior, que se crea en
el proyecto, con carácter propositivo y consultivo, para apoyar la coordinación, el cual se integra por
las autoridades educativas federal y locales, así como por representaciones de los distintos
subsistemas de educación superior.

El Consejo Nacional de Educación Superior no constituye una instancia administrativa o

gubernamental, sino un mecanismo donde confluyan los intereses de las instituciones de cada uno de
los subsistemas; se atiendan problemáticas comunes; se propongan medidas que faciliten la
coordinación de acciones y se propongan estrategias de solución.

Respecto de las instituciones particulares, en un capítulo específico se reconoce su participación en

la función social educativa de tipo superior y se alude al reconocimiento de validez oficial de estudios,
aunque el procedimiento que siguen los particulares para su obtención está exhaustivamente
desarrollado en la Ley General de Educación y en el Acuerdo Secretarial respectivo. En este sentido,
se estimó pertinente no incluir disposiciones adicionales con el propósito de evitar repeticiones o
contradicciones con dichos ordenamientos.

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No obstante, se específica que los particulares que ofrezcan estudios sin reconocimiento de validez
oficial deben mencionar esta circunstancia en su publicidad y obtener la aceptación expresa de los
usuarios, a fin de reducir la problemática de muchos estudiantes que por desconocimiento cursan
estudios en instituciones no incorporadas al Sistema Educativo Nacional y a la conclusión de los
mismos no les son reconocidos.

El proyecto crea la figura del reconocimiento institucional de validez oficial de estudios con el cual se
pretende distinguir, en primer lugar, a las universidades e instituciones de educación superior
particulares a las que en algún momento, anterior a 1993, fueron reconocidas con decretos
presidenciales o acuerdos secretariales mediante los cuales se les otorgó el reconocimiento de validez
oficial de estudios y, en segundo lugar, a aquellas instituciones que para obtenerlo demuestren un alto
nivel académico y desarrollo institucional mediante el cumplimiento de determinados requisitos.

Uno de los beneficios que se destacan para quienes alcancen dicho reconocimiento, es que podrán
gozar del mismo durante diez años, lo cual implica que sólo deberán informar por escrito a las
autoridades educativas cuando pretendan establecer, actualizar o modificar sus planes y programas
de estudio, así como establecer nuevos planteles, escuelas, campus o unidades académicas. Sin
embargo, para ser congruentes con las mismas disposiciones de la ley, las acciones anteriores
deberán atender lo dispuesto en el artículo 11, donde se señala que el establecimiento y extensión de
las universidades e instituciones de educación superior, así como la creación de programas
educativos, se realizarán atendiendo a las necesidades nacionales, regionales, estatales y
municipales con base en criterios de pertinencia y calidad, así como a los programas de desarrollo
institucional.

Las prerrogativas que concede el reconocimiento institucional de validez oficial de estudios, no afectan
la facultad de inspección y vigilancia de la autoridad educativa, por lo que en caso de que difieran las
condiciones que fundamentaron su otorgamiento lo podrá retirar o imponer las sanciones que
correspondan.

Por otro lado, se estimó que tampoco era materia del proyecto proponer beneficios o estímulos
específicos para las instituciones particulares de educación superior nacionales y que, en su caso,
debería dejarse a las autoridades federal y locales, en el ámbito de sus competencias, diseñar y aplicar
mecanismos e instrumentos para coadyuvar al desarrollo académico de estas instituciones.

En el proyecto se incluye un capítulo para que las universidades e instituciones de educación superior
desarrollen procesos de planeación y evaluación, tanto de las funciones académicas como de la
gestión institucional en función de los objetivos y metas planteados en el Sistema de Educación
Superior. Se promueven las prácticas de autoevaluación y evaluación externa, que hasta hoy en día
las universidades e instituciones de educación superior han asumido de manera voluntaria, para
contribuir al desarrollo de la educación superior y se propone que la autoridad educativa federal
organice y articule a los distintos organismos y organizaciones nacionales existentes, especializados
en evaluación y acreditación que han surgido de manera dispersa desde los años noventa; y que

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incorpore además, las prácticas positivas que han llevado a cabo, a fin de que sean reconocidos y,
eventualmente, puedan integrar un sistema nacional de evaluación de la educación superior.

Se desarrolla en el proyecto un capítulo relacionado con el financiamiento de las instituciones de

educación superior públicas, en el que se establecen los criterios para el otorgamiento y asignación
de recursos. Se propone que los recursos federales se entreguen directamente a las universidades e
instituciones de educación superior estatales, los cuales no podrán ser inferiores a los asignados en
el ejercicio fiscal anterior ni disminuirse en el transcurso del ejercicio de que se trate. Asimismo, que
exista obligatoriedad y oportunidad en las ministraciones de los recursos y, en caso contrario, se
establece el fincamiento de responsabilidades para el caso de que los servidores públicos en los
distintos órdenes de gobierno retengan, dilaten o no entreguen los recursos.

Para las universidades e instituciones de educación superior que reciban recursos públicos se
establecen las obligaciones de administrarlos con responsabilidad y transparencia. En el proyecto se
consideró innecesario establecer conductas y sanciones específicas relacionadas con el ejercicio de
los recursos, ya que éste deberá orientarse por los criterios de legalidad, honestidad, eficiencia,
eficacia, economía, racionalidad, austeridad, transparencia, control, rendición de cuentas y equidad
de género que ya se prevén y sancionan en las leyes de la materia.

Finalmente, considerando que existen compromisos derivados de las acciones para fortalecer las
funciones académicas y las de aseguramiento de la calidad, ampliación de la cobertura y desarrollo
institucional, se propone que los programas y fondos específicos para esos efectos, puedan tener
programaciones multianuales con el propósito de favorecer la planeación a mediano y largo plazo de
las instituciones de educación superior públicas.

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PROYECTO DE LEY GENERAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR

CAPÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES

ARTÍCULO 1
La presente Ley tiene por objeto establecer las bases para regular y promover la función educativa
de tipo superior en sus distintos niveles y modalidades; las atribuciones de la Federación, las
entidades federativas y los municipios, así como la participación de las universidades e
instituciones de educación superior en la coordinación, planeación y financiamiento de la
educación superior.

Es de observancia general en toda la República y las disposiciones que contiene son de orden
público e interés social.

A falta de disposición expresa de esta Ley, se aplicará supletoriamente la Ley General de Educación.

ARTÍCULO 2
Las universidades e instituciones de educación superior autónomas en términos de lo
dispuesto por la fracción VII del artículo 3º constitucional se regirán por sus leyes, por la
normatividad que deriva de éstas y podrán observar en lo conducente las disposiciones de esta
Ley.

ARTÍCULO 3
Las instituciones de educación normal y demás para la formación de maestros de educación
básica se regularán en términos de la Ley General de Educación y en lo aplicable por las
disposiciones de la presente Ley.

ARTÍCULO 4
Los centros públicos de investigación se regularán por la Ley de Ciencia y Tecnología. Sólo en
lo no previsto se aplicará la Ley Federal de las Entidades Paraestatales y, en lo aplicable, por
las disposiciones de la presente Ley.

ARTÍCULO 5
Para los efectos de esta Ley se entenderá por:

I. Acreditación. Reconocimiento público de la calidad de una institución o de un programa

educativo que otorga una organización acreditadora, y que es resultado de un proceso
de evaluación externa, en el que participan pares con perfiles y trayectoria afines a la
institución o los programas educativos evaluados.

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II. Calidad. Eficiencia y eficacia en los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como en
las actividades de investigación, difusión de la cultura, vinculación, administración y
gestión institucional para contribuir al desarrollo de habilidades, destrezas y
competencias de los estudiantes, y la congruencia y relevancia de estos procesos con
las expectativas y demandas sociales.

III. Cobertura. Capacidad del Sistema de Educación Superior para atender la demanda de
personas que de acuerdo a su edad deban cursar estudios superiores.

IV. Dimensión Internacional. Acciones de vinculación y cooperación con instituciones

educativas y organismos extranjeros o con presencia internacional para la mejora
constante de la calidad educativa y la formación continua del personal académico; la
capacitación y formación global e intercultural de los profesionales.

V. Doble titulación. Expedición de dos títulos o grados académicos otorgados por dos
instituciones de educación superior respecto de un mismo programa educativo.

VI. Equidad. Igualdad de oportunidades educativas tomando en cuenta las diferentes

capacidades, necesidades, condiciones sociales, económicas, demográficas,
geográficas, étnicas y de género de las personas.

VII. Equivalencia de estudios. Resolución por medio de la cual la autoridad educativa o una
institución de educación superior legalmente facultada para ello, declara equiparables
entre sí los estudios realizados dentro del Sistema Educativo Nacional.

VIII. Inclusión. Favorecer la atención de las personas con diferentes capacidades que
demandan acceso a la educación superior, sin discriminación alguna.

IX. Incorporación. Acto por medio del cual un órgano desconcentrado u organismo
descentralizado facultado para ello, mediante el reconocimiento de validez oficial de
estudios, incorpora a las instituciones particulares que lo obtengan, respecto de los
estudios a que el propio reconocimiento se refiere al Sistema Educativo Nacional.

X. Marco Mexicano de Cualificaciones. Instrumento que establece un sistema de

cualificaciones conforme a criterios y niveles de aprendizaje que permiten determinar la
posesión de conocimientos generales y específicos, habilidades y actitudes.

XI. Particular. Persona física o moral de derecho privado que imparte educación superior.

XII. Pertinencia. Relación de la oferta educativa, programa o institución de educación

superior con los desafíos y necesidades de la sociedad para contribuir al desarrollo del
país.

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XIII. Reconocimiento de validez oficial de estudios. Resolución de la autoridad educativa

respecto de cada plan de estudios, plantel, escuela, campus o unidad académica que
incorpora a las instituciones de educación superior particulares al Sistema Educativo
Nacional.

XIV. Reconocimiento institucional de validez oficial de estudios. Resolución de la autoridad

educativa que se otorga a las instituciones de educación superior particulares en los
términos de esta Ley.

XV. Responsabilidad social universitaria. Acciones de una institución de educación superior

encaminadas a la generación de impactos favorables y éticos en favor de la sociedad y
el medio ambiente, a través de las decisiones y actividades de sus órganos de gobierno,
autoridades, personal académico y administrativo y alumnos.

XVI. Revalidación. Resolución de la autoridad educativa o de una institución de educación

superior legalmente facultada para ello, que otorga validez oficial a aquellos estudios
realizados fuera del Sistema Educativo Nacional, siempre y cuando sean equiparables
con estudios realizados dentro de dicho Sistema.

XVII. Sistema de Educación Superior. Conjunto de instituciones públicas y particulares con

reconocimiento de validez oficial que imparten estudios de tipo superior en la República
Mexicana.

XVIII. Titulación conjunta. Expedición de un único título o grado académico otorgado por dos
instituciones de educación superior respecto de un mismo programa educativo.

XIX. Titulación progresiva. Mecanismo de titulación para quienes cursan un programa

educativo que prevé salidas laterales y que puede otorgar títulos o grados en forma
progresiva.

XX. Titulación simultánea. Mecanismo de titulación para quienes cursan, al mismo tiempo y
en la misma institución, dos programas educativos distintos mediante procedimientos
flexibles para la obtención de dos títulos del mismo nivel.

ARTÍCULO 6
El tipo educativo superior es el que se imparte después del bachillerato o de sus equivalentes.
Comprende la educación normal, la tecnológica y la universitaria, así como por opciones
terminales previas a la conclusión de la licenciatura.

Los estudios superiores son los siguientes:

I. Técnico Superior Universitario o Profesional Asociado;

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II. Licenciatura; y
III. Posgrado: Es la opción educativa posterior a la licenciatura y que comprende los
siguientes niveles:
a) Especialidad;
b) Maestría; y
c) Doctorado.

ARTÍCULO 7
El Sistema de Educación Superior se integrará por los subsistemas siguientes:

I. Universidades e instituciones de educación superior autónomas;

II. Universidades públicas estatales;
III. Institutos tecnológicos;
IV. Universidades tecnológicas;
V. Universidades politécnicas;
VI. Universidades interculturales;
VII. Universidades pedagógicas;
VIII.Escuelas normales;
IX. Centros públicos de investigación;
X. Universidades e instituciones de educación superior particulares con reconocimiento de
validez oficial de estudios;
XI. Organismos de educación superior constituidos a través de convenios o tratados
internacionales, cuya sede sea México; y
XII. Otras universidades e instituciones de educación superior.

ARTÍCULO 8
Las universidades e instituciones de educación superior tienen los objetivos siguientes:

I. Formar técnicos superiores, profesionales asociados, licenciados, especialistas, maestros

y doctores competentes, con pensamiento creativo, crítico, ética y responsabilidad social
comprometidos con la sociedad;

II. Fomentar y organizar la investigación, innovación y desarrollo tecnológico en atención a

las necesidades sociales y productivas, internacionales, nacionales, regionales, estatales
y municipales;

III. Contribuir a la ampliación y diversificación de la oferta educativa para satisfacer las

necesidades de la sociedad con calidad y pertinencia;

IV. Contribuir a la solución de los problemas y al desarrollo del país;

V. Promover la actualización para mantener y mejorar el ejercicio profesional y la educación

permanente;

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VI. Promover modelos educativos innovadores;

VII. Promover la responsabilidad social como un factor de desarrollo socioeconómico y

soporte para la vida democrática;

VIII. Incorporar la dimensión internacional en el desarrollo de este tipo educativo;

IX. Desarrollar sus funciones sustantivas y adjetivas con estándares de calidad y vinculadas
a los sectores de la sociedad; y

X. Promover la cultura y el deporte, así como otras actividades de apoyo para la formación
integral.

ARTÍCULO 9
Las políticas en materia de educación superior se regirán por los principios generales
siguientes:

I. Promoción y respeto a los derechos humanos;

II. Solidaridad;
III. Inclusión y equidad el acceso a la educación y en la permanencia en los estudios;
IV. Responsabilidad social;
V. Respeto a la diversidad cultural;
VI. Responsabilidad ética en la creación, transferencia y difusión del conocimiento, las
buenas prácticas académicas y la investigación;
VII. Respeto al medio ambiente y a la biodiversidad;
VIII. Respeto a la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de las
ideas;
IX. Fomento y promoción de la cultura de la legalidad;
X. Reconocimiento del régimen jurídico y de las características de cada institución de
educación superior; y
XI. Cumplimiento de obligaciones, transparencia y rendición de cuentas.

ARTICULO 10
Las funciones de docencia, investigación y difusión de la cultura que realicen las universidades e
instituciones de educación superior guardarán entre sí una relación armónica y complementaria.

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CAPÍTULO II
DISTRIBUCIÓN Y COORDINACIÓN

ARTÍCULO 11
El establecimiento y extensión de las universidades e instituciones de educación superior, así como
la creación de programas educativos, se realizará atendiendo a criterios de pertinencia y calidad,
a las necesidades nacionales, regionales, estatales y municipales, así como a los programas de
desarrollo institucional.

ARTÍCULO 12
La coordinación de la educación superior en toda la República Mexicana se realizará en un
marco de interacción armónica, estratégica y solidaria entre las autoridades educativas federal,
locales y municipales con el apoyo y participación activa de las universidades e instituciones de
educación superior.

ARTÍCULO 13
La Federación, las entidades federativas y los municipios prestarán, en forma coordinada y dentro
de sus respectivas jurisdicciones, el servicio público de educación superior, atendiendo las
necesidades de ese tipo educativo, conforme a lo dispuesto por este ordenamiento y la Ley General
de Educación.

ARTÍCULO 14
Corresponden a la autoridad educativa federal, de manera exclusiva, las atribuciones y
obligaciones siguientes en materia de educación superior:

I. Diseñar y operar el Marco Mexicano de Cualificaciones en los estudios de tipo superior;

II. Establecer y operar un sistema de información de las universidades e instituciones de

educación superior que garantice la certidumbre y confiabilidad de la información para
contribuir a la coordinación, planeación y desarrollo del Sistema de Educación Superior;

III. Otorgar, negar o retirar el reconocimiento institucional de validez oficial a estudios de tipo
superior que impartan los particulares; y

IV. Las demás previstas en la presente Ley y en otras disposiciones aplicables.

ARTÍCULO 15
Corresponden a las autoridades educativas federal y locales, de manera concurrente, las
atribuciones y obligaciones siguientes en materia de educación superior:

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I. Promover, fomentar y coordinar acciones programáticas que vinculen la planeación institucional

e interinstitucional de la educación superior con los objetivos y prioridades que demande el
desarrollo integral del país;

II. Auspiciar y apoyar la celebración de convenios para el fomento y desarrollo armónico de la

educación superior;

III. Revalidar y otorgar equivalencias de estudios de tipo superior, de acuerdo con los
lineamientos generales expedidos por la autoridad educativa federal;

IV. Otorgar, negar o retirar el reconocimiento de validez oficial a estudios de tipo superior que
impartan los particulares;

V. Fomentar la evaluación permanente del Sistema de Educación Superior con la

participación de las instituciones;

VI. Articular la educación media superior con la superior;

VII. Promover en la educación superior modalidades no escolarizadas y otros procesos de

enseñanza innovadores que contribuyan al incremento de la cobertura y la diversificación
de la oferta académica; y

VIII. Apoyar, reconocer y estimular, bajo el principio de equidad, a las universidades e

instituciones de educación superior con base en sus necesidades y la evaluación de
resultados de sus funciones académicas y los esfuerzos de aseguramiento de la calidad.

ARTÍCULO 16
Para la coordinación de la educación superior se establecerán las regiones geográficas
siguientes:

I. Noroeste: Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora;

II. Noreste: Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí y Tamaulipas;

III. Occidente: Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Querétaro y

Zacatecas;

IV. Centro: Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala; y

V. Sur-sureste: Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y

Yucatán.

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Cada región estará constituida por las universidades e instituciones de educación superior
públicas y las particulares con reconocimiento de validez oficial de estudios, ubicadas en las
entidades federativas que las integran.

ARTÍCULO 17
Las autoridades educativas federal y locales, en su caso, considerarán y darán seguimiento a
las propuestas y recomendaciones que formulen las universidades e instituciones de educación
superior en materia de coordinación, ya sea directamente, a través del Consejo Nacional de
Educación Superior o por conducto de sus asociaciones representativas nacionales.

ARTÍCULO 18
Corresponderá a las autoridades educativas federal y locales instrumentar, en su caso, las
medidas y acciones estratégicas que se propongan en el Consejo Nacional de Educación
Superior para cada región geográfica, considerando las particularidades de éstas.

CAPÍTULO III
CONSEJO NACIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR

ARTÍCULO 19
Para apoyar e impulsar la coordinación de la educación superior se crea un Consejo Nacional
de Educación Superior que tendrá carácter consultivo y propositivo.

ARTÍCULO 20
El Consejo Nacional de Educación Superior estará integrado por:

I. El Secretario de Educación Pública quien lo presidirá, o por el subsecretario que éste

designe;

II. Un titular de la autoridad educativa local por cada una de las regiones previstas en el
artículo 16, quien será electo de entre ellos cada dos años;

III. Los titulares del Tecnológico Nacional de México, de la Universidad Pedagógica

Nacional y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología;

IV. Los titulares de la Coordinación General de Universidades Tecnológicas y Politécnicas

y de la Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe;

V. El titular de la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la

Educación;

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VI. Los titulares de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto Politécnico
Nacional;

VII. Un titular de universidades públicas por cada una de las regiones señaladas en el
artículo 16, electo entre ellas cada dos años;

VIII. Un titular de instituciones de educación superior particulares por cada una de las
regiones señaladas en el artículo 16, electo entre ellas cada dos años; y

IX. Los titulares de las dos asociaciones representativas nacionales de las universidades e
instituciones de educación superior públicas y particulares que, de manera individual,
representen la matrícula más alta en el país.

El cargo de miembro del Consejo será honorifico, personal e intransferible.

Los titulares a que se refieren las fracciones II, VII y VIII serán electos conforme al
procedimiento que establezca cada región.

ARTÍCULO 21
El Consejo Nacional de Educación Superior tendrá las funciones siguientes:

I. Analizar y proponer políticas públicas en materia de educación superior;

II. Proponer criterios generales para favorecer una oferta educativa pertinente y de calidad,
que atienda las necesidades nacionales, regionales, estatales y municipales,
considerando la diversidad de instituciones, así como los niveles y modalidades de
educación superior;

III. Proponer criterios para otorgar, negar y retirar el reconocimiento de validez oficial de
estudios;

IV. Proponer estrategias que contribuyan a la ampliación de la cobertura de la educación

superior en cualquiera de sus niveles y modalidades;

V. Promover la innovación educativa y el uso de tecnologías de la información y

comunicación;

VI. Considerar y difundir las tendencias internacionales en materia de educación superior;

VII. Promover la flexibilidad curricular de los programas educativos y la movilidad nacional

e internacional de estudiantes y de personal académico;

VIII. Proponer mecanismos que faciliten el reconocimiento de créditos;

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IX. Promover la difusión y extensión de la cultura;

X. Promover y fomentar la formación integral de los estudiantes de educación superior;

XI. Emitir recomendaciones que contribuyan a mejorar el funcionamiento de las

organizaciones evaluadoras y acreditadoras;

XII. Fomentar la evaluación externa y la acreditación de las universidades e instituciones de

educación superior y sus programas educativos y, en general, proponer acciones a favor
del aseguramiento de la calidad;

XIII. Formular criterios y mecanismos para la vinculación nacional e internacional de las

universidades e instituciones de educación superior con los sectores de la sociedad;

XIV. Proponer políticas de financiamiento para las universidades e instituciones de educación

superior;

XV. Aprobar su reglamento interno de funcionamiento, a propuesta de su presidente; y

XVI. Las demás previstas en la presente Ley y en otras disposiciones aplicables.

CAPÍTULO IV
INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR PARTICULARES

ARTÍCULO 22
Los particulares que impartan estudios de tipo superior en cualquiera de sus niveles y
modalidades, deberán obtener el reconocimiento de validez oficial de estudios, en términos de
la Ley General de Educación, la presente Ley y demás disposiciones aplicables.

ARTÍCULO 23
Las instituciones de educación superior públicas que tengan el carácter de órganos
desconcentrados u organismos descentralizados, cuando estén facultadas para ello, podrán otorgar,
negar o retirar el reconocimiento de validez oficial a estudios de tipo superior.

ARTÍCULO 24
El reconocimiento de validez oficial de estudios se solicitará y otorgará para cada plan de
estudios, plantel, escuela, campus o unidad académica.

La autoridad o la institución de educación superior que otorgue reconocimiento de validez oficial

de estudios, será directamente responsable de la supervisión académica de los servicios educativos
respecto a los cuales se concedió dicho reconocimiento.

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ARTÍCULO 25
Es facultad de las autoridades educativas federal y locales autorizar las denominaciones de las
instituciones de educación superior particulares y que correspondan a su tipo y perfil, de acuerdo
con las disposiciones aplicables.

ARTÍCULO 26
Los particulares que ofrezcan estudios sin reconocimiento de validez oficial, deberán
mencionar esta circunstancia en su publicidad y obtener la aceptación expresa de los usuarios
y no podrán expedir títulos, diplomas de especialidad ni grados académicos.

ARTÍCULO 27
Las autoridades educativas federal y locales, en el ámbito de sus competencias, podrán diseñar
y aplicar mecanismos e instrumentos para coadyuvar al desarrollo académico de las
instituciones particulares de educación superior sin fines de lucro.

CAPÍTULO V
RECONOCIMIENTO INSTITUCIONAL DE VALIDEZ OFICIAL DE ESTUDIOS

ARTÍCULO 28
La autoridad educativa federal podrá otorgar reconocimiento institucional de validez oficial de
estudios a las instituciones de educación superior particulares que acrediten un alto nivel
académico y un adecuado desarrollo institucional.

El reconocimiento institucional de validez oficial de estudios tendrá una vigencia de diez años
y podrá ser renovado por períodos iguales, siempre que prevalezcan las condiciones que
originaron su otorgamiento y cumplan los requisitos de esta Ley.

ARTÍCULO 29
Para obtener el reconocimiento institucional de validez oficial de estudios, la institución
solicitante deberá acreditar los requisitos siguientes:

I. Haber impartido, de manera continua, estudios de nivel superior con reconocimiento de

validez oficial al menos durante los últimos quince años;

II. Impartir, al menos, cinco programas educativos de licenciatura o posgrado, en tres áreas
de conocimiento distintas; o gozar de reconocimiento a nivel nacional en un área o
programa académico especifico;

III. Promover y desarrollar actividades de investigación y difusión de la cultura;

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IV. Contar, al menos, con el setenta y cinco por ciento de los programas educativos
acreditados o evaluados con el máximo nivel por organizaciones nacionales o
internacionales, reconocidas por la autoridad educativa;

V. Contar con alguna acreditación institucional vigente, otorgada en términos de la fracción

anterior;

VI. Presentar un plan de desarrollo institucional para los próximos cinco años, coherente con
la planeación nacional en materia de educación superior; y

VII. No haber sido sancionada por resolución firme en los últimos tres años por infracciones
graves, a juicio de la autoridad educativa, en términos de la Ley General de Educación y
de este ordenamiento.

La autoridad educativa emitirá la resolución para otorgar o negar el reconocimiento

institucional de validez oficial de estudios en un plazo no mayor de sesenta días naturales
contados a partir de la fecha de presentación de la solicitud.

ARTÍCULO 30
Las instituciones de educación superior particulares que tengan reconocimiento institucional
de validez oficial de estudios, bajo su responsabilidad, gozarán de los derechos siguientes:

I. Establecer, modificar o actualizar sus programas educativos en cualquier modalidad, así

como sus métodos de enseñanza y de aprendizaje, previo aviso por escrito a la autoridad
educativa correspondiente;

II. Establecer planteles, escuelas, campus o unidades académicas en cualquier entidad

federativa, previo aviso por escrito a la autoridad educativa correspondiente;

III. Emitir certificados y otorgar títulos, diplomas y grados académicos, sin necesidad de
autenticación por parte de la autoridad educativa, cuando la institución cuente con el
régimen simplificado. Ésta deberá informar a la autoridad educativa que corresponda
sobre los documentos expedidos.

En el caso de las fracciones I y II se atenderá lo previsto en el artículo 11 de esta Ley.

ARTÍCULO 31
La autoridad educativa, en cualquier momento, podrá ejercer sus facultades de inspección y
vigilancia y, en su caso, retirar el reconocimiento institucional de validez oficial de estudios o
imponer las sanciones establecidas en la Ley General de Educación.

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ARTICULO 32
Las instituciones de educación superior particulares con decretos presidenciales o acuerdos
secretariales mediante los cuales se les haya otorgado el reconocimiento de validez oficial de
estudios, gozarán del reconocimiento institucional de validez oficial de estudios con vigencia
indefinida, sin perjuicio de las facultades de la autoridad educativa a que se refiere el artículo
anterior.

ARTÍCULO 33
En contra de las resoluciones de la autoridad educativa federal en materia de reconocimiento
institucional de validez oficial de estudios, podrá interponerse el recurso de revisión previsto
en la Ley General de Educación, conforme al procedimiento señalado en la misma.

CAPÍTULO VI
CERTIFICADOS, TÍTULOS, DIPLOMAS Y GRADOS ACADÉMICOS

ARTÍCULO 34
Las instituciones que formen parte del Sistema Educativo Nacional, podrán ofrecer e impartir
programas educativos con doble titulación, titulación conjunta, simultánea o progresiva con
otras universidades e instituciones de educación superior nacionales o extranjeras.

ARTÍCULO 35
Las universidades e instituciones de educación superior establecerán los procedimientos y
requisitos académicos para otorgar títulos, diplomas y grados académicos en los distintos
programas educativos que ofrezcan.

ARTÍCULO 36
Los certificados, títulos, diplomas y grados académicos que expidan las instituciones particulares
respecto de estudios reconocidos requerirán la autenticación de la autoridad que haya otorgado el
reconocimiento de validez oficial de estudios, con excepción de lo dispuesto en el artículo 30,
fracción III.

CAPITULO VII
PLANEACION Y EVALUACIÓN

ARTÍCULO 37
Las universidades e instituciones de educación superior deberán desarrollar procesos
sistemáticos e integrales de planeación, orientados a la atención de las necesidades
educativas, nacionales, regionales, estatales y municipales en el marco del Sistema de
Educación Superior.

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ARTÍCULO 38
Las universidades e instituciones de educación superior deberán desarrollar procesos
sistemáticos e integrales de evaluación de los resultados de las funciones sustantivas y de la
gestión, en función de los objetivos y metas planteados en el Sistema de Educación Superior.

ARTÍCULO 39
La planeación y evaluación de la educación superior se orientará por los objetivos siguientes:

I. Promover el aseguramiento y mejora continua de la calidad de los programas y servicios

educativos que ofrecen las universidades e instituciones de educación superior y de su
operación, así como de los procesos y servicios que deben proporcionar las autoridades
educativas federal y locales;

II. Promover mecanismos de igualdad de oportunidades para el acceso a la educación

superior y su permanencia en ella;

III. Procurar el desarrollo armónico e integrado de las funciones académicas y

administrativas;

IV. Verificar los niveles de eficiencia, calidad y desarrollo de las actividades de las
universidades e instituciones de educación superior;

V. Vincular los procesos de planeación con los de evaluación interna, externa y la

acreditación de los programas educativos y las instituciones;

VI. Vincular las actividades de planeación y evaluación con las de programación y

presupuestación; y

VII. Fortalecer las acciones de mejora cuantitativas y cualitativas de las universidades e

instituciones de educación superior, con base en los resultados de sus procesos
permanentes de evaluación de carácter integral, global y participativo.

ARTÍCULO 40
La autoridad educativa federal organizará y articulará los distintos organismos y
organizaciones nacionales, especializados en evaluación y acreditación.

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CAPÍTULO VIII
FINANCIAMIENTO

ARTÍCULO 41
La Federación y las entidades federativas serán corresponsables en el sostenimiento de las
universidades e instituciones de educación superior públicas. Les asignarán recursos conforme
a las necesidades de docencia, investigación y difusión de la cultura, en términos de esta Ley y
demás disposiciones aplicables, para garantizar su fortalecimiento académico y el desarrollo
de los proyectos a corto, mediano y largo plazo.

ARTÍCULO 42
Para el otorgamiento de recursos financieros a las universidades e instituciones de educación
superior públicas se considerarán:

I. Las prioridades nacionales, regionales y estatales;

II. La contribución de las instituciones a la resolución de los problemas del país en sus
ámbitos municipal, estatal, regional y nacional;
III. Los resultados alcanzados en el marco de su plan de desarrollo institucional;
IV. Las necesidades para el cumplimiento de sus funciones académicas y administrativas; y
V. Las necesidades de superación académica y de mejora continua de las capacidades del
personal académico y administrativo.

ARTÍCULO 43
Para decidir la asignación de los recursos en ningún caso se tomarán en cuenta consideraciones
ajenas a las educativas.

Las universidades e instituciones podrán llevar a cabo programas y acciones para incrementar sus
recursos, ampliar y diversificar sus fuentes de financiamiento.

ARTÍCULO 44
Para los fines de esta Ley, los recursos que la Federación y las entidades federativas otorguen a
las universidades e instituciones de educación superior públicas serán ordinarios, específicos y
extraordinarios.

ARTÍCULO 45
Los recursos asignados a las universidades e instituciones de educación superior públicas por
la Federación y las entidades federativas no podrán ser inferiores, en términos reales, a los
asignados en el ejercicio fiscal anterior ni podrán disminuirse en el transcurso del ejercicio de
que se trate, procurando un incremento anual para el cumplimiento de sus funciones.

Las ministraciones de los recursos ordinarios serán obligatorias y oportunas y se sujetarán al

calendario aprobado, debiendo iniciarse durante el primer mes del ejercicio fiscal.

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ARTÍCULO 46
Los recursos ordinarios serán considerados como presupuesto regularizable para garantizar
el desarrollo de las universidades e instituciones de educación superior públicas.

ARTÍCULO 47
Para el fortalecimiento de las funciones de docencia, investigación y difusión de la cultura, así
como para acciones de aseguramiento de la calidad, ampliación de la cobertura y desarrollo
institucional, la Federación promoverá programas y fondos específicos los cuales tendrán
programaciones multianuales, favoreciendo la planeación a mediano y largo plazo de las
universidades e instituciones de educación superior públicas.

ARTÍCULO 48
La Federación y las entidades federativas, mediante los convenios respectivos, asignarán y
ministrarán directamente a las universidades e instituciones de educación superior públicas
los recursos ordinarios, específicos y extraordinarios que correspondan a cada orden de
gobierno. En todos los casos, serán las propias instituciones educativas las que ejerzan
directamente los recursos.

ARTÍCULO 49
La Federación y las entidades federativas establecerán políticas y destinarán recursos para el
desarrollo y fortalecimiento de la educación media superior en aquellas instituciones de
educación superior públicas que cuenten con este nivel.

ARTÍCULO 50
El incumplimiento en la ministración de los recursos asignados o de los compromisos de pago
establecidos en los convenios respectivos por parte de servidores públicos federales y estatales
dará lugar a las responsabilidades que correspondan en términos de lo establecido en el Título
Cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sin perjuicio de otras
sanciones que, en su caso, lleguen a determinarse por cualquier autoridad.

ARTÍCULO 51
Los recursos públicos que reciban las universidades e instituciones de educación superior deberán
administrarse con responsabilidad y transparencia, a través de mecanismos que permitan la
rendición de cuentas.

El ejercicio de los recursos públicos se orientará además por las disposiciones y criterios
establecidos en las leyes aplicables.

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TRANSITORIOS

PRIMERO
La presente Ley entrará en vigor el día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la
Federación.

SEGUNDO
A partir de la entrada en vigor de esta Ley, se abroga la Ley para la Coordinación de la
Educación Superior publicada en el Diario Oficial de la Federación el 29 de diciembre de 1978.

TERCERO
Queda derogada cualquier disposición que contravenga los principios, procedimientos y
derechos reconocidos en la presente Ley.

CUARTO
El Congreso de la Unión y las legislaturas de los estados tendrán un año contado a partir de la
entrada en vigor de la presente Ley para armonizar sus leyes y disposiciones relativas
conforme a lo establecido en esta Ley.

QUINTO
El titular de la Secretaría de Educación Pública integrará el primer Consejo Nacional de
Educación Superior dentro de los cuarenta y cinco días naturales contados a partir de la
entrada en vigor de la presente Ley

La lista de integrantes deberá publicarse en el Diario Oficial de la Federación.

La primera sesión del Consejo se realizará dentro de los treinta días naturales siguientes a su
integración, previa convocatoria del titular de la Secretaría de Educación Pública.

SEXTO
El Consejo Nacional de Educación Superior expedirá su reglamento interno de funcionamiento
en un plazo de ciento ochenta días naturales contados a partir de su primera sesión.

SÉPTIMO
La autoridad educativa federal establecerá el Sistema de Información de las universidades e
instituciones de educación superior en un plazo no mayor de un año contado a partir de la
entrada en vigor de la presente Ley.

OCTAVO
La autoridad educativa federal otorgará el reconocimiento institucional de validez oficial de
estudios señalado en el artículo 32 en un plazo no mayor de sesenta días naturales contados a
partir de la entrada en vigor de la presente Ley.

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NOVENO
La autoridad educativa federal, en un plazo no mayor de noventa días naturales contados a
partir de la entrada en vigor de la presente Ley, publicará el procedimiento, incluyendo los
plazos, para otorgar el reconocimiento institucional de validez oficial de estudios.

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