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1. SECTOR INDUSTRIAL
2. SECTOR PETROLERO
3. SECTOR AGRICULTURA
4. SECTOR MINERÍA
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1. ESTRUCTURA ECONOMÍA DE COLOMBIA – SECTOR INDUSTRIA
El café, es el único producto de los mencionados que logra mantenerse como bien
de exportación, fenómeno diferente al de los otros productos examinados por no
desarrollarse de manera casual. En realidad, el café se ajustó al modelo que durante
el siglo XIX se había impuesto a Colombia, es decir abastecedor temporal en
coyunturas de precios favorables. Lo diferente con respecto a las experiencias
precedentes fue el establecimiento del café en casi todo el territorio colombiano en
proporciones nunca antes conseguidas por otro producto. Las áreas de producción,
las formas de organización social y los centros de mercadeo que se desarrollaron
con el cultivo, variaron y se transformaron a lo largo de la historia del café; situación
manifiesta en dos regiones del país: oriente y occidente. En la parte oriental
(Cundinamarca, Santanderes, Tolima) predominaba la gran hacienda, cuya
explotación se basaba en las formas precapitalistas: arrendatarios y aparceros.
A partir de este año aparecen los primeros brotes Industriales dentro de las ramas
de: Vidrio, tejidos de algodón, cerveza y chocolates. A estos productos se suma-
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ron la industria de la construcción y los servicios del transporte urbano. El tranvía
eléctrico y los servicios bancarios.
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En la época de la postguerra se dan dos hechos que mejoran aún más la capacidad
para importar del país: aumento en el precio internacional del café y la inserción de
capital extranjero en forma directa y progresiva. Tal capacidad de importación fue
utilizada para inyectar acervo de capital fijo en la industria nacional.
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capital superaba el del promedio nacional comenzando así a mostrar una
diversificación de su estructura productiva. Esta tendencia va a ser más marcada
en el período siguiente (década de los 70), aunque de menor intensidad a la de los
demás centros.
Para este período (década de los 60) y de acuerdo a las estadísticas del Dane,
Pereira contribuyó con el 2 % del producto industrial nacional, aunque el sector
cafetero había sido el generador de impulsos primarios para el desarrollo industrial
Para entender esta baja participación en el producto industrial nacional de la región,
es necesario comprender que el desarrollo' Industrial colombiano desde sus
orígenes ha sido desigual, puesto que han existido determinadas regiones que han
centralizado y concentrado tal producción.
Las ramas más dinámicas habían sido las de alimentos, textiles, sustancias y
productos químicos, refinación de petróleo y minerales no metálicos. representando
el 67 % de las exportaciones manufactureras entre 1968. 1910. Durante el primer
quinquenio de los años 70, ras exportaciones de vestuario, productos metálicos y
maquinaria no eléctrica han venido a sumarse a los anteriores; así que todos estos
productos en conjunto constituyeron el 72 % de las exportaciones manufactureras
entre 1977 .1979. Las principales características de los sectores exportadores son:
"Alta concentración, existencia de importantes Inversiones extranjeras, alta
dependencia de insumos importados en algunos sectores y utilización de técnicas
intensivas en capital".
El tercer rasgo sobresaliente de este período, ha sido la fusión del capital financiero
y el capital industrial, auspiciando el fortalecimiento de los conglomerados o grupos
económicos, generando al proceso de oligopolización nuevas dimensiones y
provocando una reagrupación de firmas y una mayor estabilidad para sus Industrias.
Para el caso regional según cuadro número 1-1 el sector industrial ganó
participación con relación a la actividad nacional de este sector, pasando del 1.7 %
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al 2.5 % entre 1968 y 1978 respectivamente; pero a partir de 1979 empezó a perder
peso relativo, contribuyendo en la actualidad con un 2 % aproximadamente.
Sin embargo, este panorama favorable está en peligro ante la dificultad de hallar
nuevas fuentes de producción que ha desencadenado en una disminución de las
reservas (actualmente equivalen a 6.4 años), por lo que la perspectiva económica
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colombiana se ve en entredicho ya que el 6% del PIB y el 45% de las exportaciones
provienen del sector y una decaída del mismo implicaría tener que realizar un gasto
excesivo al importar crudo, que a precios actuales puede ascender a 16 millones de
dólares diarios y como consecuencia el precio comercial sería aún más elevado que
el actual. Por lo tanto, encontrar una fuente nueva para la obtención de crudo sería
fundamental y los yacimientos no convencionales son una opción.
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idea de diversificar los medios de producción para el crecimiento del país tiene que
aparecer en escena, teniendo en cuenta que no todas las ideas financieramente
rentables deben ser aprobadas y no todos los proyectos que involucran recursos
naturales tienen que ser vetados.
Esto sumado al cambio climático y daño ambiental que está sufriendo el planeta,
limitan aún más el acceso de los campesinos a la agricultura.
Por tal razón se hace necesario que el estado colombiano defina políticas públicas
y estrategias para fortalecer y promover una agricultura sostenible en el país. Así
se logrará un responsable y adecuado aprovechamiento de los recursos naturales.
También es necesario crear incentivos suficientes para ayudar a mitigar la
desigualdad competitiva a la que se están enfrentando los agricultores colombianos.
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cambio constitucional al sistema de distribución de las regalías realizado en 2011,
el cual hasta ahora está en proceso de implementación. Sin embargo, además del
atractivo evidente para la inversión extranjera, recelo sobre la calidad de la
regulación e implementación de la actividad minera, así como la debilidad en la
información geológica con que se cuenta en el país. En virtud de esta deficiencia en
materia de información, la decisión del Gobierno Nacional de generar rondas para
adjudicar mediante subasta áreas para el desarrollo minero puede ser altamente
riesgoso.
Afortunadamente, se ha producido recientemente un cambio sustancial en las
labores de fiscalización que realiza el Gobierno Nacional a los ya más de diez mil
títulos mineros en todo el país, labor que irá mejorando paulatinamente el
conocimiento del sector. Sin embargo, el panorama inicial que arroja esta
información indica por lo menos dos aspectos importantes. Por una parte, un
porcentaje elevado de hallazgos en el universo de títulos visitados que debería dar
origen a acciones gubernamentales para declarar la caducidad de los títulos,
situación que indica deficiencias en la observación de la regulación existente. Por
otra parte, la información sobre reservas, nuevamente dejando de lado el caso del
carbón, es mediocre. Esta combinación de bajo cumplimiento de lo estipulado en la
regulación, así como de ignorancia sobre el verdadero potencial minero del país,
dificulta la construcción de una política pública adecuada.
A lo anterior debe sumarse el desconocimiento casi absoluto de la situación de la
minería informal, sin embargo, se puede sugerir de acuerdo con algunos estudios
recientes. El hecho de que el seguimiento de la minería formal se haga de forma
tan desarticulada con las actividades de monitoreo y control de la actividad informal
se traduce en grandes dificultades de corto y mediano plazo para que el
conocimiento sobre la actividad informal mejore. Por su fortaleza institucional y
capacidad de amplia cobertura geográfica, la Agencia Nacional Minera debería
tener un papel más activo en el entendimiento y control de la actividad minera
informal. También se proponen en este documento formas de focalizar las labores
de fiscalización que se realizan para vigilar la actividad minera legal.
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Si bien, en virtud de la incipiente fiscalización, no se conoce bien la estructura de
costos ni el tipo de inversiones que se desarrollan en la actividad minera
colombiana, situación que dificulta hacer análisis de eficiencia, la comparación de
indicadores financieros de empresas mineras colombianas (con base en
información reportada a la Superintendencia de Sociedades) con las más
importantes listadas en la Bolsa de Toronto permite ver varias cosas. Por una parte,
una reducción reciente en la rentabilidad de las actividades mineras, tendencia que
las empresas colombianas comparten con las empresas referenciadas a nivel
internacional. Adicionalmente, para las empresas colombianas en relación con el
grupo internacional de referencia, un menor nivel de apalancamiento y una menor
rentabilidad. Finalmente, en términos de accidentalidad, la situación para el sector
minero colombiano ha mejorado, frente a la de otros sectores de la economía, de
acuerdo con la información de la industria aseguradora nacional que opera en el
país.
En suma, el conocimiento que las autoridades tienen del sector minero colombiano
debe continuar mejorando. Claridad en la regulación, focalización de los esfuerzos
de fiscalización, mejoramiento del conocimiento de la minería informal, son algunas
de las actividades que se deben emprender en el corto plazo. Lo anterior debe ser
complementado por mayores inversiones para mejorar la calidad y cantidad
disponible de información geológica y geofísica del país.
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BIBLIOGRAFIA
o Dialnet-SectorIndustrial-4897778.pdf
o /www.contraloria.gov.co/documents
o https://s3.amazonaws.com/academia.edu.documents/5003/sector_minero_c
olombiano_actual_trayectoria_organizacion_industrial_distancia_frontera_D
El_Sector_Minero_Colombiano_Actual6
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