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UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS

DERECHO PRIVATIVO MILITAR POLICIAL


TEMA:

 Clases de penas consideradas en el Código Penal Militar Policial


 Rehabilitación automática en la L.P.M.P.
 Extinción de la acción penal y de la condena.

DOCENTE:

Dr. Juan Noa Torres

ALUMNAS: VANESSA MILENA GUILLEN CORIMANYA

NANCY VIZCACHO ILLACHURA


TACNA-PERÚ

2018
DEDICATORIA

Dedicamos este trabajo a nuestros padres, por el


gran apoyo que nos brindan en el transcurso de
nuestra carrera profesional y a nuestro Docente
quien nos guía, y nos ofrece las herramientas
necesarias para nuestro eficaz aprendizaje.
AGRADECIMIENTO
Gracias a Dios, a nuestros padres y a la
universidad, por permitirnos formarnos y
mejorar cada día en el aspecto académico.
Gracias a los conocimientos que se nos ha
dado para poder concluir con este trabajo
academico.
INDICE
INTRODUCCION

La justicia militar es una institución que tiene más de cinco (5) siglos de existencia

en nuestro país. Incorporada desde la conquista, permaneció durante el virreinato y

se ha mantenido a lo largo de nuestra vida republicana. A nivel constitucional, la

justicia militar ha estado presente siempre en la Constitución histórica nacional. Ha

sido contemplada, por ejemplo, en las normas fundamentales de los años 1823,

1828, 1834, 1856, 1933 y 1979.

La actual Constitución de 1993 reitera la vigencia de la jurisdicción militar en su

artículo 139º, al señalar que “no existe ni puede establecerse jurisdicción alguna

independiente, con excepción de la militar y la arbitral”. Del mismo modo, la Ley

Fundamental ha delimitado el marco competencial de la jurisdicción militar en su

artículo 173º, dentro del Capítulo XII referido a la Seguridad y Defensa Nacional,

asignándole la finalidad exclusiva de administrar justicia penal militar policial cuando

los miembros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional incurran en delitos de

función. El fin de la justicia militar policial es velar por que los efectivos de las Fuerzas

Armadas y de la Policía Nacional cumplan con orden y disciplina las funciones que

la Constitución les ha confiado.

Cabe recordar que nuestro país se ha caracterizado por tener un clima de violencia

e inseguridad, que se agravó en los últimos 30 años por el fenómeno del terrorismo

y actualmente por las convulsiones sociales internas y el narcoterrorismo. Por estas

razones, es vital, para la existencia y desarrollo de nuestra nación, contar con fuerzas

del orden disciplinadas e idóneas.


RESUMEN

La Soberanía del Estado exige el respaldo de una Fuerza que permita que

sus leyes y autoridades sean obedecidas. Este supone un grupo humano cuyos

intereses hay que proteger; una base territorial definida por una frontera, por lo que

se requiere también una fuerza Armada que proteja y defienda dicho territorio.

El estado se fundamenta en los pilares de la seguridad y el desarrollo; esto no puede

darse sin aquella, siendo necesario, que la seguridad interna y externa, como

garantía de seguridad que el Estado da a todos sus asociados, tenga el respaldo de

un poder nacional, entre cuyos componentes mas importantes y fundamentales, esta

el PODER MILITAR, o sea una fuerza adecuadamente organizada y fortalecida.

No se puede prescindir de esta noción de fuerza para el eficaz cumplimiento de las

leyes establecidas que rigen y regulan al estado, y que están positivisadas en la

norma de mayor jerarquía Legal que es la Constitución Política del Estado.

Este Poder Militar representado en su máximo resplandor en Las Gloriosas Fuerzas

Armadas, conforman una organización especializad en cuanto a

su misión, estructura, funcionamiento y forma de vida dentro del Estado. Para el

correcto y eficaz funcionamiento de estas, el Estado le ha asignado una normativa

jurídica muy peculiar que le categoriza como una disciplina especial, amplia por la

multiplicidad de campos que los vincula, y profunda por el sustento que tiene entere

los miembros de los cuerpos armados.

ABSTRACT
The Sovereignty of the State requires the support of a Force that allows its laws and

authorities to be obeyed. This supposes a human group whose interests must be

protected; a territorial base defined by a border, which is why an Armed Force is also

required to protect and defend said territory.

The state is based on the pillars of security and development; this can not happen

without that, being necessary, that the internal and external security, as a security

guarantee that the State gives to all its associates, has the support of a national

power, among whose most important and fundamental components, is the MILITARY

POWER , that is, a force properly organized and strengthened.

It is not possible to do without this notion of force for the effective fulfillment of the

established laws that govern and regulate the state, and that are positivized in the

norm of higher legal hierarchy that is the Political Constitution of the State.

This Military Power represented in its maximum splendor in The Glorious Armed

Forces, make up an organization specialized in its mission, structure, functioning and

way of life within the State. For the correct and efficient operation of these, the State

has assigned a very peculiar legal regulation that categorizes it as a special discipline,

wide by the multiplicity of fields that links them, and deep for the sustenance that has

entere the members of the bodies armed.

CAPITULO I
GENERALIDADES

EL FUERO

El Fuero Militar Policial, previsto en el artículo 173° de la Constitución Política del

Perú, es un órgano jurisdiccional autónomo, independiente e imparcial. Es

competente únicamente para juzgar los delitos de función.

A tenor de lo dispuesto en el artículo 139 numeral 1) de la Constitución Política del

Perú, constituye una jurisdicción excepcional e independiente del Poder Judicial. Su

competencia comprende exclusivamente el ámbito penal militar y policial. En el

ejercicio de sus funciones y atribuciones, el Fuero Militar Policial se sujeta a los

principios y garantías de la función jurisdiccional y al pleno respeto de los derechos

fundamentales de la persona.

Los delitos de función, de naturaleza y carácter militar policial son tipificados en el

Código Penal Militar Policial y son imputables, sólo y únicamente, a militares y

policías en situación de actividad.

El Fuero Militar Policial constituye una jurisdicción independiente del Poder Judicial.

Su función central es la administración de Justicia Penal Militar Policial, en el ámbito

establecido por ley. El Fuero Militar Policial por su naturaleza y finalidad se relaciona

con el Sistema de Defensa Nacional dentro de la independencia y autonomía que les

reconocen la Constitución y sus respectivas leyes1.

El concepto de fuero llega a nosotros desde la Edad Media, momento en el cual la

sociedad occidental se organizaba en clases sociales claramente definidas y

estructuradas en torno a las actividades que cumplieran. Así, el fuero era conjunto

de leyes o códigos legales que pertenecían a cada estamento particular y que regían

1 Fuero Militar Policial. Página Web. http://www.fmp.gob.pe/que-es-el-fuero-militar-policial/


la actividad, así como también numerosos aspectos de la vida cotidiana. El fuero era

entendido también como un privilegio que entregaba el rey o el señor feudal a sus

súbditos para que éstos se organizaran social y económicamente. Entre esas

diversas acepciones, “Fuero” también significa conjunto de Jugados y Tribunales con

poder jurisdiccional sobre determinadas materias, territorios o personas. Hoy en día,

el término se aplica especialmente en el ámbito judicial; es el caso en particular del

Fuero Militar Policial, el único organismo jurisdiccional que conserva la denominación

de “Fuero” en el Perú.

Etimológicamente, la palabra “fuero”, proviene del latín “fórum”, vocablo que significa

foro o tribunal2. Para el Diccionario de la Real Academia de la Lengua3, la palabra

fuero tiene varias acepciones:

 Jurisdicción, poder. Fuero eclesiástico, secular.

 Compilación de leyes. Fuero Juzgo. Fuero Real.

 Cada uno de los privilegios y exenciones que se conceden a una provincia, a

una ciudad o a una persona.

 Privilegio, prerrogativa o derecho moral que se reconoce a ciertas actividades,

principios, virtudes, etc. por su propia naturaleza.

 Arrogancia, presunción.

 Competencia a la que legalmente están sometidas las partes y que por

derechos les corresponde.

 Competencia jurisdiccional especial que corresponde a ciertas personas por

razón de su cargo. Fuero parlamentario.

 Lugar o sitio en que se hacía justicia.

2 Rodríguez Ussa, Francisco. Estado de Derecho y Jurisdicción Penal Militar. Bogotá. Editorial
Compoarte. 1980. Pp.9 y siguientes.
3 DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Vigésima segunda edición. Disponible también en

versión HTML en: http://www.rae.es/


Adicionalmente, el fuero tiene otra connotación, que tiene que ver con un tipo

especial de legislación, entendido como un conjunto de normas aplicables a

determinadas personas, constituyéndose una codificación de una serie de

instituciones jurídicas consuetudinarias que se originaron en España, en particular la

denominada legislación foral, la cual se aplicaba a los habitantes de las localidades

respectivas.4

Para Guillermo Cabanellas5, la palabra fuero tiene los siguientes significados:

 El tribunal a cuya jurisdicción está sometido el reo o demandado, designado

en este sentido como fuero competente.

 El juicio, la jurisdicción y potestad de juzgar, en cuyo sentido se dice que tal

causa pertenece al fuero eclesiástico, si corresponde el juicio a la jurisdicción

o potestad eclesiástica, etc.

 El lugar del juicio, esto es el lugar o sitio en que se hace o administra justicia.

 El distrito o territorio dentro del cual puede cada juez ejercer su jurisdicción.

Respecto a su contenido, el concepto de fuero está ligado de manera especialísima

al de jurisdicción, siendo entendido como la competencia de un tribunal para juzgar

a determinadas personas en consideración a su investidura o profesión. Es por ello

que en España a finales del siglo XVIII, existían aproximadamente veinte

jurisdicciones o fueros, entre los cuales se encontraban el fuero de León, de Castilla,

de Salamanca, de Burgos, de Navarra, entre otros, y a su vez había fueros

especiales entre los militares, los cuales atendían a la jerarquía de los mismos o a la

4 CERMEÑO PETRO Jenny del Carmen. El Fuero Penal Militar en Colombia. Tesis de Grado.
Pontificia Universidad Javeriana. Facultad de Ciencias Jurídicas. Departamento de Derecho Penal.
Bogotá D.C. 2004. Págs. 10 y sgtes.
5 CABANELLAS, Guillermo. Diccionario de Derecho Usual. Buenos Aires. Editorial Heliasta SRL.

1981. Tomo IV. Pp. 120


condición social del militar inculpado, quien podía ser noble o plebeyo, asi como

también en consideración del arma a la que pertenecía.

CAPITULO II

ANTECEDENTES

ORÍGENES DE LA JURISDICCIÓN MILITAR POLICIAL:

La historia del Derecho Penal Militar tiene su causa en el origen mismo de la

humanidad, en la cual siempre se ha requerido la presencia de un grupo de sus

miembros facultados para defender los intereses del territorio y brindar protección a

sus miembros.6

Antiguamente, los ejércitos estaban conformados por los llamados guerreros de

ocasión, quienes acompañaban a los jefes de sus tribus en sus luchas con otras

tribus, para salvaguardar el dominio territorial, la supremacía, o simplemente por

vengar alguna ofensa; al finalizar la lucha, los guerreros retornaban a sus habituales

ocupaciones, siendo independientes, esto es, que no hacían parte de una

organización estatal, ni mando organizado alguno.

Como desarrollo de la necesidad de defensa, en la antigua Roma aparecen las

fuerzas armadas permanentes, las cuales, tal como lo manifiesta Rodríguez Ussa,

pueden considerarse como los embriones de las fuerzas militares. De esta manera

Roma hizo un gran aporte a la civilización, en la cual se constituyen como elementos

esenciales su poderío militar y la extensión de sus dominios.7

Es en Roma donde se desarrolló inicialmente el fuero militar para asuntos militares

y de disciplina, de tal suerte que es el derecho Justiniano donde encontramos los

6 RODRIGUEZ USSA, Francisco. Derecho Penal Militar. Teoría General. Primera Parte.
Publicaciones Jurídicas FRU. Bogotá 1987. pp. 15
7 Ibíd. Pp.15
primeros antecedentes del fuero. El delito militar, se fundamentó en la idea de

disciplina y en la necesidad del mantenimiento de la misma, en aras a la

supervivencia de su ejército y del imperio.

Las primeras normas que reglaron la vida militar en América Latina surgen durante

el período colonial a través de las “Reales Ordenanzas para el Régimen, Disciplina,

Subordinación y Servicio de sus Exércitos” dictadas por el Rey Carlos III en San

Lorenzo del Escorial en España, el 22 de octubre de 1768. Estas normas

especificaban las obligaciones del militar según su grado jerárquico, haciendo

especial énfasis en valores típicos de la personalidad militar como el sentido del

deber, el honor, la subordinación jerárquica y la disciplina, partiendo de éstos para la

construcción de un régimen jurídico propio de la esfera castrense. A partir de la

independencia de la dominación española y de la construcción de las primeras

repúblicas, se inicia un proceso de configuración de marcos regulatorios para la

conformación de los nuevos Estados, sus aparatos, y la convivencia social. Más

adelante, surgirán los códigos de justicia militar como los instrumentos que enumeran

y definen cuáles son los actos considerados como delitos militares. Así, a excepción

de Brasil que fue colonia portuguesa, en el resto de los países las Reales

Ordenanzas continuaron rigiendo el desempeño castrense durante el siglo XIX,2

junto a normas específicas complementarias, hasta el momento de la sanción de los

primeros dispositivos nacionales en la materia8.

Estas Ordenanzas se complementaron con un decreto real el 9 de febrero de 1793,

que estableció el fuero militar en los Ejércitos de España y Ultramar, consistente en

el juzgamiento de los delitos cometidos por militares en tribunales castrenses. Las

Ordenanzas estuvieron en vigencia en todos los países de América Latina hasta que,

8Fernando de Salas López, Ordenanzas militares en España e Hispanoamérica, (Madrid: Editorial


Mapfre, 1992), 164.
a partir de la segunda mitad del siglo XIX y avanzado el siglo XX (con el comienzo

de la profesionalización militar, que también se expresó vía la fundación de las

academias militares de formación de oficiales), aparecieron los nuevos reglamentos

de disciplina y luego los códigos militares, que en muchos casos no eran mucho más

que copias y ajustes de dichas Ordenanzas o de códigos españoles o franceses. En

la propia España las ordenanzas borbónicas recién dejaron de estar totalmente

vigentes en diciembre de 1978, al aprobarse las nuevas Reales Ordenanzas para las

Fuerzas Armadas, que fueron complementadas más tarde por las particulares para

cada fuerza9.

En el Perú, al producirse la independencia, durante un tiempo tuvieron vigencia las

ordenanzas españolas, pero al consolidarse la República, las distintas constituciones

que ha tenido el Perú han preservado el estatuto de la Justicia Militar asignándole la

gran misión de administrar justicia en el ámbito de su competencia. La Justicia Militar

ha sido siempre un capítulo importante en la historia de la República, lo cual es

evidente en el tratamiento dado a la jurisdicción militar en las diversas constituciones

que rigieron en el Estado Peruano10.

La Constitución de 1823 mantiene las normas legales anteriores a la independencia

“hasta la organización de los Códigos civil, criminal, militar, y de comercio”. La de

1828 otorga atribuciones al Presidente de la República para proveer “con arreglo a

ordenanza a las consultas (…) sobre las sentencias pronunciadas por los juzgados

militares”, en su calidad de Jefe Supremo de las fuerzas de mar y tierra, precisándose

también en el Art. 148º que “El Congreso dará las ordenanzas del Ejército, Milicia

Nacional y Armada; rigiendo entre tanto las que están vigentes”. La Constitución de

9 RIAL, Juan. Un Proceso Histórico de larga data: La Justicia Militar como regulación de una
institución total. http://www.resdal.org/justicia/libro-justicia-militar-final.pdf. RESDAL Red de
Seguridad y Defensa de América Latina. Primera Edición. Buenos Aires 2010.
10 Historia del Fuero Militar Policial. http://www.fmp.gob.pe/historia-del-fuero-militar-policial/
1834 tiene especial relevancia por sus alcances sobre Justicia Militar; así, por

primera vez se establece en el Art. 110º, dentro del título referido al Poder Judicial:

“Habrá también un Consejo Supremo de Guerra, compuesto por Vocales y un Fiscal

nombrados por el Congreso.

La Convención Nacional expidió la Ley del 5 de junio de 1834 que fijaba la

composición del Consejo Supremo de la Guerra con tres generales o coroneles de

ejército, uno de igual clase de la armada, tres vocales de la Corte Suprema de la

República, y un fiscal letrado, presidido por el general de mayor graduación o

antigüedad y fijando igualmente sus atribuciones. Este Consejo fue instalado el lunes

14 de julio de 1834, conforme al decreto de 11 de julio del citado año, firmado por el

Presidente Provisional de la República General de División Luís José Orbegoso. Por

decreto del 23 de septiembre de 1834, se nombró una comisión integrada por

Oficiales Superiores para la elaboración de un proyecto de código militar. Sin

embargo, en 1839, al expedirse la Constitución se devuelven las facultades

jurisdiccionales al Presidente de la República, respecto a este tema. Las

constituciones de 1856, 1860 y 1867 mantuvieron las antiguas leyes en cuanto al

ámbito castrense con algunas adecuaciones.

A finales del siglo XIX el Gobierno de Don Nicolás de Piérola emprende la

reorganización del Ejército, el año 1897, y para este fin contó con la colaboración de

la Misión Militar Francesa, dirigida por el Coronel Pablo Clement11, quien presentó

11 Paul Clément (18 de marzo de 1860 – 2 de diciembre de 1925). Fue un militar franco-peruano, jefe
de la primera Misión Militar Francesa que vino al Perú en 1896 a pedido del presidente Nicolás de
Piérola para reorganizar, reestructurar y modernizar las fuerzas armadas peruanas. El objetivo de
Piérola en materia de defensa nacional, dentro de la que se encontraba enmarcada la llegada de la
primera Misión Militar Francesa, era conseguir la profesionalización, despolitización y subordinación
del ejército al Estado civil –todo un programa de reforma militar-, lo que significaba dar por término a
la histórica participación de las fuerzas armadas en la política nacional e iniciar un proceso de
militarismo reformista que acabara con todo rastro de caudillaje anárquico por cierto presente en esta
institución desde la independencia, logrando así que las fuerzas armadas destinaran todos sus
recursos exclusivamente a la defensa nacional. También se buscaba estabilizar a las fuerzas armadas
tras la derrota en la Guerra del Pacífico.
un informe sobre la legislación militar, administrativa y reglamentos militares, y

subsecuentemente se nombró la primera comisión encargada de redactar un

proyecto del Código de Justicia Militar. Formulado este proyecto, el 10 de Diciembre

de 1898 fue aprobado por el Congreso y promulgado el 20 del mismo mes. El Código

comenzó a regir 30 días después de la promulgación, o sea, el 20 de Enero de 1899

y tuvo una vigencia de 40 años. En el Art. 156º de la Constitución de 1920 se

estableció: “La justicia militar no podrá por ningún motivo, extender su jurisdicción

sobre personas que no estén en servicio en el Ejército, a no ser en caso de guerra

nacional” Durante el siglo XX, la legislación de la justicia militar estuvo sujeta a los

vaivenes y cambios constitucionales de la República, como lo veremos más

adelante. En la historia reciente, el gobierno peruano promulgó el 1 de setiembre de

2010 el nuevo Código Penal Militar Policial, que se constituye en el instrumento más

moderno para la administración de justicia en el ámbito militar y policial.


PRINCIPIOS UNIVERSALES APLICADOS EN EL FUERO MILITAR POLICIAL

El actual CÓDIGO DE JUSTICIA MILITAR POLICIAL, promulgado por Decreto Legislativo Nº 1094,
adopta un modelo Garantista y Adversaria que instituye Principios sobre Derechos Fundamentales
contenidos en nuestra Constitución Política de 1993, los cuales guardan relación con el Artículo 8º
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Garantías Judiciales).

Lo señalado se sustenta en el Artículo 55º de la Constitución Política del Estado; al respecto, señala:
"Los tratados celebrados por el Estado y en vigor forman parte del Derecho Nacional".

Asimismo, el Derecho Internacional de los Derechos Humanos está contemplado en el Artículo I del
Título Preliminar del Código de Justicia Militar Policial.

Es decir, el FUERO MILITAR POLICIAL administra justicia en concordancia con los principios que se
instituyen en el sistema penal universal, por citar:

1.- PRINCIPIO DE LEGALIDAD:

Fundamento por el cual, ningún militar o policía (Sujeto Activo)podrá ser investigado, juzgado o
sancionado por un acto u omisión que no esté previsto de modo expreso (Tipificación jurídica)e
inequívoco como delito de función militar o policial por la ley penal vigente al momento de su
comisión. Es claro que la condición sine quanon para ser procesado en el Fuero Militar Policial deben
concurrir elementos previos para su juzgamiento. 12

2.- PROHIBICIÓN DE LA ANALOGÍA:

No es permitida la analogía (El Artículo 139 inciso 9 de la Constitución Política del Estado prescribe el
principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de las normas que restrinjan derechos.) para
calificar el hecho como delito de función militar o policial, ni para definir un estado de peligrosidad o
determinar la pena o medida de seguridad a aplicarse.

Los alcances de este principio han sido desarrollados en diversas normas del ordenamiento jurídico:
así tenemos en el Artículo IV del Título Preliminar del Código Civil: "La ley que establece excepciones
o restringe derechos no se aplica por analogía"; asimismo, por el ordinal a) del Artículo 29º de la
Convención Americana de Derechos Humanos, según el cual "Ninguna disposición de la presente
Convención puede ser interpretada en el sentido de: a) Permitir a alguno de los Estados partes, grupo

12
http://derechopenalmilitardued.blogspot.com/2011/03/principios-universales-aplicados-en-el.html , "EL
FUERO MILITAR POLICIAL CONSAGRA ESTOS MÍNIMOS FUNDAMENTOS UNIVERSALES DEL SISTEMA PENAL
UNIVERSAL"Publicado por Abogado JUAN ZUÑIGA ASENCIOS
o persona, limitarlos (Los derechos y libertades reconocidos en la Convención) en mayor medida que
la prevista en ella".

3.- PROHIBICIÓN DE LA DOBLE INCRIMINACIÓN:

Señala que ningún militar o policía será procesado o sancionado penalmente más de una vez en el
Fuero Militar Policial cuando exista la identidad del sujeto, hecho y fundamento.

En suma, LA PROHIBICIÓN DE LA DOBLE INCRIMINACIÓN O EL "NON BIS IN IDEM" consiste que un


mismo hecho resulte sancionado más de una vez.

Este principio supone que no tenga lugar una duplicidad de sanciones -administrativa y penal-; sin
embargo, es importante resaltar qué cuando se produce la aplicación de una doble sanción,
administrativa o penal, existiendo identidad de sujeto, hecho y fundamento, aquí hay que tener en
cuenta que la actuación sancionadora de la Administración se debe subordinar siempre a los
Tribunales de Justicia -Poder Judicial o Fuero Militar Policial-, luego que aquélla no puede actuar
mientras no lo hayan hecho éstos; es suma, "la pendencia del proceso penal constituye un óbice para
la simultánea tramitación de un procedimiento administrativo sancionador por los mismos.

CLASES DE PENA EN EL CODIGO PENAL MILITAR POLICIAL

El sistema de penas y medidas de seguridad que el legislador nacional adopto, incluyo a las

medidas de internamiento, penitenciaría, prisión, relegación, expatriación, multa e

inhabilitación.

Villavicencio nos dice que nuestra Constitución Política de 1993 se inspira en un Estado

social democrático de derecho (artículo 43); por ello, se declara que el régimen penitenciario

tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad

(artículo 139, inciso 22).


LA PENA EN EL DERECHO PENAL MILITAR

En términos generales las penas mínimas y máximas han sido aumentadas,

particularmente en las formas agravadas de los delitos.

CONCEPTO

La pena es una sanción personal y/o consecuencia jurídica recaída en un efectivo

militar o policial, por la comisión de un delito de función, que previo un debido proceso

se le acredita su responsabilidad penal.

FINES

Según el artículo IX, inc. 1., del Título Preliminar del Código Penal Militar Policial,

establece que la Pena tiene los siguientes fines: sancionadora y preventiva.

CLASES DE PENAS

Las únicas sanciones penales que pueden imponerse son:

 Pena de muerte: por traición a la patria en caso de guerra exterior.

 Pena privativa de la libertad: Temporal (de 3 meses a 35 años) o Cadena

Perpetua.

La pena privativa de libertad impone al condenado la obligación de permanecer


encerrado en un establecimiento, la mas de las veces carcelario. El penado pierde
su libertad ambulatoria por un tiempo de duración variable que va de la mínima de
dos días hasta la cadena perpetua (art.29 del C.P.)

La pena privativa de libertad, por estar orientadas a evitar la comisión del delito,
opera como garantía institucional de libertades y la convivencia armónica a favor del
bienestar general.
Es necesario que durante la ejecución de la pena el condenado desarrolle un plan
de reinserción social. Pues la prevención especial asigna a la pena la función
reeducadora, resocializadora e integradora del delincuente a la comunidad. Ubica al
hombre no como un mero instrumento, sino como una finalidad más en búsqueda
de su corrección o curación. Por tanto se debe dar vital importancia al tratamiento
penitenciario durante el encierro del condenado.

 Pena limitativa de derechos:

Penas alternativas a las privativas de libertad de poca duración. Villa Stein nos dice

que la construcción de este sistema es una respuesta imaginativa al encierro para el

supuesto de que el caso concreto, dependiendo de la naturaleza de la infracción lo

mismo que de la culpabilidad del sentenciado, resulte a criterio del juez, más

adecuado a la sociedad, a la víctima y al propio sentenciado cumplir con estas penas

alternativas, antes que de padecer un encierro de corta duración.

o Degradación

o Expulsión de los institutos armados o policiales. Penas de prisión de

más de 10 años implican la expulsión automática.

o Trabajo comunitario en instalaciones militares o policiales

o Separación temporal o absoluta del servicio. Penas de prisión de más

de 2 años implican la separación absoluta.

o Inhabilitación. De 6 meses a 5 años o a igual tiempo de la pena

principal.

 Multa. Es una pena accesoria a la principal. El importe no puede ser menor al

10% ni mayor al 50% del ingreso diario del condenado. Código de Justicia

Militar Policial. Arts. 21- 33.


IMPOSICIÓN DE PENAS LIMITATIVAS DE DERECHOS

Las penas limitativas de derechos se aplicarán como accesorias.

DE LA DEGRADACIÓN

Los delitos sancionados con pena privativa de libertad no menor de quince años,

producirán la degradación del condenado, conforme a lo previsto en la parte de

ejecución del presente Código.

EFECTOS DE LA EXPULSIÓN

Los delitos sancionados con pena privativa de libertad no menor de diez años,

producirán la expulsión del condenado, ya sea de las Fuerzas Armadas o de la

Policía Nacional.

 La expulsión conlleva la pérdida del grado militar o policial,

 la cancelación del despacho, de los honores correspondientes y

 de la prohibición de usar uniformes, divisas, medallas y condecoraciones.

SEPARACIÓN DEL SERVICIO

La pena privativa de libertad efectiva menor de 2 años, producirá:

 Separación temporal del servicio durante el tiempo de la condena;

Mientras que la mayor de 2 años,

 Separación absoluta del servicio.

EFECTOS DE LA SEPARACIÓN DEL SERVICIO

1. La separación absoluta del servicio producirá el pase a la situación militar o policial

de retiro del condenado; mientras que la separación temporal causará el pase a la

situación militar o policial de disponibilidad durante el tiempo de la condena.


2. La separación temporal será de un mes a dos años.

INHABILITACIÓN

La inhabilitación producirá, según disponga la sentencia:

1. La pérdida del mando, comando, cargo, empleo o comisión que ejercía el

condenado;

2. Imposibilidad para obtener mando, comando, cargo, empleo o comisión de

carácter público;

3. Imposibilidad para prestar servicios en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional;

4. Incapacidad para ejercer, por cuenta propia o por intermedio de tercero, profesión,

comercio, arte o industria, que tenga relación con las Fuerzas Armadas y la Policía

Nacional.

5. Incapacidad para portar o hacer uso de armas de fuego;

6. Suspensión o cancelación de la autorización para conducir cualquier tipo de

vehículo militar o policial; y,

7. Privación de grados militares o policiales, títulos honoríficos u otras distinciones

que correspondan al cargo, profesión u oficio del que se hubiese servido el agente

para cometer el delito.

DURACIÓN DE LA INHABILITACIÓN

La inhabilitación se extiende por igual tiempo que la pena principal.

PENA DE MULTA

La multa se impone como accesoria a la pena principal.


Consiste en la obligación de pagar, mediante depósito judicial en el Banco de la

Nación, a la orden del Fuero Militar Policial, la suma de dinero fijada en días multa.

El importe del día multa es equivalente al ingreso promedio diario del condenado y

se determina atendiendo a su patrimonio, rentas, remuneraciones, nivel de gasto y

demás signos exteriores de riqueza.

El importe del día multa no podrá ser menor del veinticinco por ciento ni mayor del

cincuenta por ciento del ingreso diario del condenado, cuando viva exclusivamente

de su trabajo; y se extenderá de un mínimo de treinta días multa a un máximo de

trescientos sesenta y cinco días multa, salvo disposición distinta de la ley.

TIEMPO Y FORMA DE PAGO

La multa deberá ser pagada dentro de los 10 días de pronunciada la sentencia. A

pedido del condenado y de acuerdo a las circunstancias acreditadas, el juez podrá

permitir que el pago se fraccione en cuotas mensuales hasta por un máximo de doce

meses. El importe de las multas constituirá fondos de justicia del Fuero Militar

Policial.
SANCIONES DISCIPLINARIAS

a. AMONESTACIÓN

Se impondrá por infracciones leves y si el que impone considera la existencia del

atenuantes que justifiquen esta clase de sanción. La amonestación puede ser

verbal o escrita. Art. 18

b. ARRESTO SIMPLE

Por infracciones leves y graves tipificadas. El personal arrestado permanecerá en

la Unidad o Dependencia por el tiempo que dure la sanción. Art. 19

c. ARRESTO DE RIGOR

Por infracciones graves y muy graves. El personal arrestado permanecerá en la

Unidad o dependencia por el término que dure la sanción, desarrollando la rutina

del servicio. Art. 20

d. POSTERGACIÓN EN EL ASCENSO

Por infracciones muy graves, en la que se considera al Personal Militar en la

condición de no apto para postular al grado inmediato superior de una a tres

promociones, previa recomendación del Consejo o Junta de Investigación de

acuerdo con la presente ley y su reglamento. Art. 21 84

e. PASE A LA SITUACIÓN DE DISPONIBILIDAD POR MEDIDA

DISCIPLINARIA

Separación temporal del servicio y se impondrá por infracciones muy graves,

previa recomendación del Consejo o Junta de Investigación. No es aplicable al

Personal asimilado de reserva ni al de tropa o marinería. Art. 22


f. PASE A LA SITUACIÓN DE RETIRO POR MEDIDA DISCIPLINARIA

Es la separación definitiva del servicio y se impondrá por infracciones muy graves,

previa recomendación del Consejo o Junta de Investigación. Art. 23

g. BAJA DEL SERVICIO MILITAR POR MEDIDA DISCIPLINARIA

(PERSONAL DE TROPA / MARINERÍA ).

Personal de tropa o marinería dado de baja por infracciones muy graves, previa

recomendación de la Comisión de Investigación y del comando respectivo,

independientemente de lo resuelto judicialmente de ser el caso, si el hecho o

hechos que se imputan están previstos como infracción o delito por la ley. Art. 24

h. CANCELACIÓN DE ASIMILACIÓN Y / O CONTRATO (PERSONAL

MILITAR ASIMILADO, RESERVA Y REENGANCHADO).

Al personal militar asimilado que incurra en infracciones muy graves previa

recomendación del Consejo o Junta de Investigación se cancelará la asimilación

por la razón de medida disciplinaria. Al personal de reserva o reenganchado se

le cancelará el contrato por medida disciplinaria. Art. 25


CAPITULO III

REHABILITACIÓN AUTOMÁTICA

El cumplimiento de la condena impuesta o la extinción de la responsabilidad penal

por algún delito de función militar o policial, producirá sin más trámite la

rehabilitación.

Esta produce los siguientes efectos:

 Restituye al militar o policía en los derechos suspendidos o restringidos por la

sentencia. No producirá el efecto de reponer en los cargos, comandos,

comisiones, empleos, honores o condecoraciones de los que se le privó; y,

 Suprimirá todo antecedente en sus registros personales o administrativos.

 Para fines de la rehabilitación, el jefe de la prisión militar o policial deberá

comunicar el cumplimiento de la condena al juez que emitió la sentencia,

quien sin más trámite expedirá la resolución de rehabilitación correspondiente.

RESERVA SOBRE LA CONDENA IMPUESTA

Producida la rehabilitación, los registros o anotaciones de cualquier clase relativas a

la condena impuesta, no serán comunicados ni difundidos, bajo responsabilidad del

funcionario competente.

LA EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL Y DE LA CONDENA

Concepto de Acción penal.

Es la que invoca la jurisdicción, poniendo en funcionamiento los organismos del


poder del estado destinados a juzgar los casos concretos en virtud de la aplicación
de las normas (jueces penales) ejercida contra el presunto autor de un delito, con
pretensión punitiva.
Es el Ministerio Público a través del Fiscal, órgano público, el encargado de ejercer
la acción penal en los delitos de acción pública, que son la mayoría, y el ofendido, o
sus representantes legales, en los de acción privada.

Los delitos de acción pública son entre otros, el homicidio, las lesiones múltiples,
graves o reiteradas y el robo, que se deducen aún sin acusación privada. Los de
instancia privada son los referidos a delitos como violación o abusos deshonestos,
donde, si bien se necesita que la acción la promueva el agraviado o su representante
legal, luego la investigación continúa de oficio. Los privados son las injurias y
calumnias, la violación de secretos y correspondencia, la violación de los deberes de
asistencia familiar y la competencia desleal. En los casos de que la revelación de
secretos la haga un funcionario público es de acción pública, al igual de lo que ocurre
cuando la violación de correspondencia la haga un empleo de correos, en ejercicio
abusivo de sus funciones.

El proceso penal en los delitos de acción pública, posee dos etapas: la sumarial que
prepara la acción penal averiguando si existe mérito para que una persona sea
acusada por un delito y el plenario, que comienza con la acusación fiscal (la acción)
que limita al Juez en su decisión ya que no puede en su sentencia resolver más allá
de lo peticionado. Lo mismo sucede en los delitos de acción privada donde la acción
es promovida por parte interesada y también limita el contenido de la sentencia a la
pretensión del actor.

La acción penal tiene como principal característica la de ser una acción pública, aún
cuando se ejerza a instancia de parte, pues satisface intereses de la colectividad en
general. La responsabilidad por delitos es solidaria, y la acción penal se dirige a todos
los autores, por lo cual se dice que es indivisible. Es además irrevocable, en los
delitos de acción pública, iniciada la acción es imposible la retractación, e
indefectiblemente se dictará sentencia.

CAUSALES DE EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL

La posibilidad de iniciar acción penal o de pronunciar condena se extingue:

a) Por muerte del imputado

b) Por amnistía

c) Por derecho de gracia

d) Por prescripción

e) Por cosa juzgada.


a) La muerte del autor o partícipe del delito.

Esta causal obedece a una razón natural y jurídica. La acción penal y la pena tienen

su realización en una persona. Conforme a nuestra legislación civil se deja de ser

persona con el suceso biológico-social de la muerte (Cfr. Artículo 61 o del Código

Civil). Por lo demás, el contenido de la punibilidad y de la punición se orientan a

retribuir un mal a una persona, a la cual se le va a privar o restringir determinados

bienes jurídicos. Y desde una perspectiva funcional preventiva, la pena sólo puede

promover efectos utilitarios en una persona viva. Como explica Bustos Ramírez

«Desde la perspectiva del principio de la dignidad de la persona, el derecho penal

aparece con un carácter estrictamente personal e intransferible en su contenido; de

ahí que la muerte del reo le signifique al derecho penal la pérdida de su función y

sentido. La intervención el Estado más allá de la vida no tiene ninguna legitimación

posible». Resulta relevante la preocupación de Roy Freyre por discutir los efectos de

la causal que analizamos ante la llamada muerte clínica y la muerte presunta. Con

relación a la primera, estimamos que los efectos funcionales de la pena y el marco

legal vigente, permiten, de modo coherente, estimar que ante la declaración de un

estado de muerte clínica, el derecho del Estado para perseguir o hacer cumplir una

pena al autor o partícipe de un delito ha dejado también de existir.

b) La amnistía.

Es una causal de origen político. Surge de las decisiones que adopta el Estado frente

al tratamiento de determinados delitos, para los cuales estima innecesario mantener

la punibilidad o la punición. Por consiguiente es, en esencia, una causal de aplicación

coyuntural. Según Bustos Ramírez: «Estimamos que la amnistía y el indulto solo

pueden basarse en la necesidad de la pena. En relación a la amnistía, las precisiones


sobre la necesidad de la pena requieren de una diferenciación según se trate de

determinados delitos cometidos con ocasión de una guerra, o bien de delitos

comunes. Para los primeros, la innecesariedad surge fundamentalmente de la idea

de la reconciliación social y política. Su persecusión o la aplicación de la pena

significarían una perturbación de la paz social, y de la vigencia del ordenamiento

jurídico, lo cual entraría en contradicción con el sentido y función del derecho penal.

Por tanto, y en atención a la fundamentación de la amnistía, ésta se extiende a la

acción penal y a la pena. En cambio, en relación a los delitos comunes, la

innecesariedad de la pena sólo puede estar vinculada con transformaciones

profundas de la economía y de la sociedad. La alteración de las condiciones que

hicieron surgir determinados hechos delictivos deja sin sentido el mantenimiento de

la pena. En este sentido la amnistía se convierte en la anticipación de una reforma

de derogación de dichos tipos penales. En otros casos no se podría aplicar la

amnistía respecto de los delitos comunes y habría que recurrir a la vía del indulto».

La amnistía en nuestra legislación se encuentra regulada por el artículo 89° del

Código Penal que señala que ella «elimina legalmente el hecho punible a que se

refiere e implica el perpetuo silencio respecto a él». Ella, pues, demanda la

promulgación de una ley ordinaria.

Esto es, conforme al artículo 102°, inciso 6° de la Constitución de 1993 es atribución

exclusiva del Congreso «ejercer el derecho de amnistía». La historia de la amnistía

en el Perú ha estado ligada a los avatares de la persecución política o al interés de

excluir la punibilidad y punición de delitos cometidos por las agencias de seguridad

durante la etapa de violencia que vivió el país entre 1980 y 1995. La última amnistía

fue promulgada con la Ley No 26479 del 14 de junio de 1995.

Ella repercutió fundamentalmente en la condena a efectivos militares por los graves

sucesos de la Cantuta. Y su aplicación constituyó una de las más flagrantes


interferencias del Poder Legislativo en las competencias exclusivas de la

administración de justicia. Ahora bien, en torno a la efectividad y alcances de la

amnistía resultan pertinentes las observaciones que formula Roy Freyre: «a) La ley

amnistiante debe identificar los hechos delictivos que beneficia mediante la mención

de los numerales que los tipifican.

c) El derecho de gracia.

Esta causal es novedosa en nuestra legislación penal. Sus antecedentes los

encontramos en la debatida regulación del «indulto de procesados» que tuvo lugar a

través del Decreto Supremo N° 017-90-JUS del 02 de octubre de 1990. Su

fundamento está referido a la necesidad de un juzgamiento que resuelva la situación

jurídica del imputado en un tiempo razonable. Sin embargo, lo equívoco de su

naturaleza jurídica, así como lo poco ideográfico de su denominación, han generado

un justificado desconcierto en la doctrina, al extremo que Roy Freyre le niega la

condición de «institución del Derecho», y la asimila a una atípica praxis de corte de

secuela del proceso que se aplicó durante el régimen militar de la década de los años

setenta. Conforme al artículo 118° de la Constitución de 1993, inciso, es atribución

del Presidente de la República «Ejercer el derecho de gracia en beneficio de los

procesados en los casos en que la etapa de instrucción haya excedido el doble de

su plazo más un ampliatorio». Justamente, la exigencia de un plazo de duración

exagerado en la investigación judicial del delito, y que opera como presupuesto de

su concesión, es lo que diferencia esta causal de la controvertida corte de secuela

del proceso. Por otro lado, su efecto cancelatorio de la acción penal incoada

diferencia al derecho de gracia de las previsiones del artículo 13 del Código Procesal

Penal que alude a una excarcelación por el tiempo de detención acumulado. Esta

disposición adjetiva sólo posibilita que el imputado sometido a una medida cautelar

de detención, pueda cambiar dicha medida por una comparecencia, cuando se han
vencido en exceso los plazos ordinarios de la instrucción. La operatividad de este

derecho de gracia está, pues, condicionada a la decisión del Presidente de la

República. El cual decide al respecto, luego de evaluar los informes que formulan

Comisiones Especiales como la creada por la Ley N° 26239 del 27 de junio de 1994.

La prescripción

De manera concreta la prescripción puede definirse como el transcurso del tiempo

que extingue la persecución de un delito o la ejecución de una pena. No obstante,

en un plano más técnico se identifica a la prescripción como la pérdida, por parte del

Estado, de la facultad de ejercitar en un caso concreto el jus puniendi. En ese sentido,

por ejemplo, Rodríguez Devesa precisa que la prescripción viene a ser «la extinción

por el transcurso del tiempo del derecho del Estado a imponer o hacer ejecutar la

pena ya impuesta».

La cosa juzgada.

El artículo 90° del Código Penal declara que «Nadie puede ser perseguido por

segunda vez en razón de un hecho punible sobre el cual se falló definitivamente».

De esta manera el legislador nacional ha regulado la garantía.

Roy Freyre, siguiendo a Manzini, ha señalado, la cosa juzgada sería «la esencia de

la decisión conclusiva del juicio contenida en una providencia jurisdiccional con

carácter de sentencia de absolución o de condena constituida en irrevocable».

II. CAUSALES DE EXTINCIÓN DE LA CONDENA

La extinción de la pena tiene como presupuestos específicos circunstancias que

sobrevienen después de cometida la infracción penal, y tiene como fundamento la

anulación de la ejecución de la pena.


En tales circunstancias se limita grandemente el derecho del Estado imponer la pena

hasta llegar a cesarse tal potestad. Para el sujeto que cometió el delito desaparece

la obligación de cumplir la pena consecuencia de su accionar.

La ejecución de la pena se extingue:

a) Por muerte del imputado

b) Por amnistía

c) Por indulto

d) Por umplimiento de la pena.

e) Por prescripción.

a. Por muerte del imputado.-

b. Por amnistía

c. Por indulto

d. Por incumplimiento de la pena

e. Por prescripcion
PLAZOS DE PRESCRIPCIÓN

La acción penal o posibilidad de ejecutar una pena prescribe en un tiempo igual al

máximo de la pena fijada por la ley para el delito si es privativa de la libertad.

 En los delitos que merezcan otras penas, la acción prescribe a los 2 años.

 En caso de conflicto armado externo la acción penal prescribirá a los 30 años.

INICIO DEL PLAZO DE PRESCRIPCIÓN

Los plazos de prescripción de la acción penal comienzan:

 A partir del día que se consumó, en el delito instantáneo.

 A partir del día en que terminó la actividad delictuosa, en el delito continuado.

 A partir del día que cesó la permanencia, en el delito permanente.

 A partir del día que cesó la actividad delictuosa, en la tentativa.

El plazo de prescripción de la pena comienza desde el día que la sentencia

condenatoria quedó firme.

PRESCRIPCIÓN EN CONCURSO

Las acciones prescriben:

 En el caso de concurso real de delitos, separadamente, en el plazo señalado

para cada uno de los delitos.

 En el caso de concurso ideal de delitos, cuando haya transcurrido un plazo

igual al máximo correspondiente al delito más grave.


INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL

La prescripción de la acción penal se interrumpe por las actuaciones de las:

 Autoridades judiciales

 Fiscalía Militar Policial,

Quedando sin efecto el tiempo transcurrido.

Después de la interrupción comienza a correr un nuevo plazo de prescripción, a partir

del día siguiente de la última diligencia.

Igualmente, la prescripción de la acción penal se interrumpe por la comisión de un

nuevo delito doloso.

Sin embargo, la acción penal prescribe, en todo caso, cuando el tiempo transcurrido

sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de prescripción.

SUSPENSIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN

Si el comienzo o la continuación del proceso penal depende de cualquier cuestión

que deba resolverse en otro procedimiento, la prescripción queda en suspenso hasta

que aquel quede concluido.

INTERRUPCIÓN DEL PLAZO DE PRESCRIPCIÓN DE LA PENA

El plazo de prescripción de la pena se interrumpe y queda sin efecto el tiempo

transcurrido por el comienzo de su ejecución o haber sido aprehendido el condenado

a causa de la comisión de un nuevo delito doloso.

Una vez interrumpida la prescripción, comienza a correr de nuevo, si hay lugar a ello,

como si antes no se hubiese iniciado.


En los casos de revocación de la condena condicional, la prescripción comienza a

correr desde el día de la revocación. Sin embargo la pena prescribe, en todo caso,

en los mismos plazos que la acción penal.


CONCLUSIONES

1. El fuero militar por su naturaleza y finalidad se relaciona con el Sistema de

Defensa Nacional dentro de la independencia y autonomía que les reconocen

la Constitución y sus respectivas leyes.

2. La estructura orgánica jurisdiccional del fuero militar son El Tribunal Supremo

Militar Policial, que es el máximo órgano jurisdiccional del Fuero Militar

Policial, los Tribunales Superiores Militares Policiales que son órganos

jurisdiccionales de segunda instancia en su respectivo ámbito territorial y Los

Juzgados Militares Policiales que ejercen la acción penal militar de oficio o a

petición de parte, en los casos de delitos de función y poseen autonomía e

independencia en el ejercicio de sus funciones.

3. El Órgano de Control de la Magistratura Militar Policial es el encargado de

fiscalizar la conducta funcional y la idoneidad de los Vocales, Jueces, Fiscales

y auxiliares del Fuero Militar Policial, y de aplicar las sanciones disciplinarias

correspondientes conforme a su Reglamento Interno. Así también este será

aprobado por acuerdo del Consejo Ejecutivo del Fuero Militar Policial.

El Fuero Militar Policial tiene autonomía económica y administrativa. Constituye un

sector y pliego presupuestario, cuyo titular es el Presidente del Fuero Militar Policial.
RECOMENDACIONES:

 El Derecho Militar debe ser, difundido, estudiado, modernizado,

perfeccionamiento en la teoría y en sus especialistas, y utilizando como lo que

es, un formidable mecanismos que legitima la acción represiva del Estado,

cuando ello es necesario, pero que el mismo tiempo, puede construirse en un

potenciador del poder militar.

 Considerar parar futuras denuncias de corrupción de miembros de las

Fuerzas Armadas, se aplique el mayor tino posible y particularizar la denuncia,

dando nombres y apellidos de los supuestos miembros indeseables de esta

institución, evitando en todo momento generalizar a la institución y así

manchar, desprestigiar, difamar el "Buen Nombre, Prestigio Y Moral de las

Gloriosas Fuerzas Armadas ", que se han ganado y se han hecho merecidas,

este reconocimiento, en base al sacrificado sudor y sangre valerosa

derramada por soldados que han dado su vida en el cumplimiento de su deber

de proteger y velar por el suelo patrio, así entonces no mancillar a todos los

que han dado la vida por nosotros.


BIBLIOGRAFIA:

 ANGELES GONZALES, Fernando. (2005). Derecho Penal y Procesal Militar.

 Serie Informes Defensoriales. (1998). Lineamientos para la Reforma de la

Justicia Militar en el Perú.

 Código Justicia Militar Policial. Jurista Editores.

 Rodríguez Ussa, Francisco. Estado de Derecho y Jurisdicción Penal Militar.

Bogotá. Editorial Compoarte. 1980. Pp.9 y siguientes.

 CERMEÑO PETRO Jenny del Carmen. El Fuero Penal Militar en Colombia.

Tesis de Grado. Pontificia Universidad Javeriana. Facultad de Ciencias

Jurídicas. Departamento de Derecho Penal. Bogotá D.C. 2004. Págs. 10 y

sgtes.

 CABANELLAS, Guillermo. Diccionario de Derecho Usual. Buenos Aires.

Editorial Heliasta SRL. 1981. Tomo IV. Pp. 120

 RODRIGUEZ USSA, Francisco. Derecho Penal Militar. Teoría General.

Primera Parte. Publicaciones Jurídicas FRU. Bogotá 1987. pp. 15


 Fernando de Salas López, Ordenanzas militares en España e

Hispanoamérica, (Madrid: Editorial Mapfre, 1992), 164.

 MUÑOZ CONDE Francisco. “Derecho Penal- Parte especial”, 18ª Edición,

Valencia- 2010 P. 795.

WEBGRAFIA

 http://derechopenalmilitardued.blogspot.com/2011/03/principios-universales-

aplicados-en-el.html

ANEXOS:
Anexo N° 01: Decreto Legislativo N° 961, Diario el Peruano. Pag 13
Anexo N° 02: Decreto Legislativo N° 961, Diario el Peruano. Pag 14
Anexo N° 03: Decreto Legislativo N° 961, Diario el Peruano. Pag 15
Anexo N° 04: Decreto Legislativo N° 961, Diario el Peruano. Pag 16

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