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Personas Pared

Por Juan Carlos Caramés

En días recientes, mientras hacía una mesa de trabajo de consultoría empresarial, dentro
del marco de un programa de liderazgo, uno de los participantes de la sesión expuso una
expresión que llamó mi atención.

En el momento que lo comentó se estaba tratando cómo, muchas veces, la gente


complicaba las relaciones de trabajo enmarcado en ejemplos claros de prácticas de
trabajo no deseables. Fue una chica la que comentó la expresión “hay personas pared”
que trancan y complican las cosas haciendo más desgastantes las relaciones y
transacciones laborales.

En ese momento detuve el análisis de la situación que se estaba tratando dirigiendo mi


mirada hacia ella, con una pregunta muy directa: “¿Qué era una Persona Pared?”

Ella de manera muy natural y espontánea, como le caracteriza su personalidad, me


respondió, con otra pregunta: “¿No sabes lo que es una Persona Pared”? A lo cual,
respondí con “No”.

Comenzó, entonces, una reflexión por parte de ella, intentando hacerme ver las
características de algunas personas que en una empresa en vez de facilitar, complicaban
las cosas.

Una persona pared casi siempre responde mal cuando le preguntas por algo que le afecte,
ya sea por teléfono o en persona. Les molesta exponer su grado de responsabilidad ante
algún asunto que requiere de una solución o decisión. La pared, entendía, tenía que ver
con siempre estar como de malas, para lo que sea.

Para una persona pared la consideración por otros está expresada en su mínimo actuar.
Sólo sus prioridades importan, sólo sus procesos es el todo del universo.

Una persona pared acompaña en su estilo de amabilidad, el mal humor, el mal carácter y
el sarcasmo, con más frecuencia de lo normal. Casi todos los días están como amargados y
se ponen peor cuando alguien se les acerca a solicitar algo. Esa condición, afecta las
relaciones con sus pares de cualquier tipo. En una empresa todos dependemos de todos,
ningún departamento es una isla, o más importante que otro, todos pertenecemos a lo
mismo, todos somos necesarios para la mejor y una impecable ejecución laboral.

Una persona pared define su modo de actuar de la siguiente manera: Hago las cosas
cuando me da la gana, cuando pueda y muchas veces cuando ya sea una emergencia.
Pareciera no les doliera la responsabilidad de hacer las cosas cuando se debe hacer,
haciendo que lo importante se convierta en urgencia. Desarrollan una habilidad para
demostrar que todo les molesta y por la costumbre de evitarlos las personas dejan para el
último momento, abordarlas para retroalimentar cómo van sus cosas.

Es decir, este tipo de personalidad le sale caro a cualquier empresa, pues su modo de
actuar ocasiona retrasos en muchas transacciones laborales.

Una persona pared siempre tiene algo más importante que hacer antes de ayudarte en
algo. Sus prioridades son únicas y no tienen condición o flexibilidad de ningún tipo. Se
cierran en sus procesos y manera de pensar. Responden con molestia ante situaciones
simples y cotidianas, del día a día.

Una persona pared pone muy poco de su parte para mejorar las relaciones. Primero, les
interesa poco, y segundo, no lo consideran importante. Complican los ambientes de buen
clima laboral, con su acidez personal para poner empeño en lo que hacen. Nunca van a
ninguna reunión social, llegan de último para cantar un cumpleaños (solo para comer su
pedazo de torta), son poco cortés en la rutina diaria, siempre hay que involucrarlos, pues
solos no lo hacen, no lo consideran necesario, más bien es una pérdida de tiempo pasar
momentos más agradables en la gestión laboral.

Una persona pared con su sarcasmo, muchas veces al responder, saca de casillas a más de
uno haciendo que el conflicto sea protagonista de muchos episodios laborales. Esta
situación erosiona las relaciones, haciendo que el conflicto (asuma un rol protagonista),
tome más tiempo, que el necesario para resolver cualquier transacción laboral.

Una persona pared le gusta ocultar información, generar obstáculos para el avanzar
normal, de cualquier cosa. Por su misma falta de consideración, natural, con los demás,
enredan lo sencillo, agregan tiempo a lo básico, generan más desgate emocional, de lo
normal. Pueden tener hasta la solución de cualquier cosa en sus manos y por su misma
forma de ser se la pueden callar hasta, inclusive, el punto de hacerse indispensables.

Una personalidad pared, como podemos leer en las palabras de una compañera de
trabajo, definitivamente complica lo incomplicable. Detectar las personas pared de
cualquier empresa es una estrategia clave, pues todas las tienen encareciendo los costos
de procesos y generando lo más caro, el desgaste emocional, hasta el punto de que
muchas personas prefieren irse de una empresa, más por el hecho de no compartir más
tiempo con un compañero así, que por el sueldo que pueda llegar a tener.

Una personalidad pared se puede ayudar con coaching y algunos trucos psicológicos más.
Recuerde hay paredes que tienen ventanas y puertas, por ellas entra la gente, la luz y la
oportunidad.

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