Você está na página 1de 15

Fases lunares (calendarios y tablas)

¡Estamos trabajando en ello! El iluso redactor actual de esta página cree que la
acabará algún día. Por el momento se encuentra en plena redacción de los contenidos
de este artículo.
Calendarios de fases lunares

Índice
 1 Mes sidéreo y mes sinódico
 2 El movimiento de la Luna
 3 Las fases lunares
o 3.1 Luna nueva
o 3.2 Creciente
o 3.3 Cuarto creciente
o 3.4 Luna llena
o 3.5 Cuarto menguante
 4 Referencias

Mes sidéreo y mes sinódico


Al asomar la Luna por vez primera tras el ocaso es un sutil creciente visible durante
pocos minutos. Si la observamos día a día veremos que se aleja del Sol hacia el este y
aumenta la fracción iluminada de su cara visible, llegando a mostrarse totalmente en
cosa de un par de semanas, en dirección este, nada más ponerse el Sol. A partir de este
momento comienza a menguar sin dejar de desplazarse hacia el este, haciéndosenos
evidente que se aproxima al Sol por el lado opuesto al de partida. Por fin, sobre el día
veintinueve vemos de nuevo el creciente inicial, repitiéndose el ciclo. Lógico pensar que
la Luna dio una vuelta a la Tierra. Sin embargo, no es así: dio algo más de una vuelta.

Sucede que nuestra observación se hizo tomando como referencia al Sol, una estrella
demasiado próxima, tanto, que el movimiento de traslación de la Tierra hizo parecer
más lento el de la Luna a nuestro alrededor.
Izquierda Tomando como referencia a las estrellas, al final de un mes sidéreo la Luna
no se encuentra exactamente en la misma fase que a su inicio debido a la traslación de
la Tierra. Aún ha de girar un pequeño ángulo en su órbita para que ello ocurra.
Derecha Un mes sinódico lunar. 1 Luna nueva 3 Cuarto creciente 4 Luna llena 5
Cuarto menguante 2 y 6 son fases intermedias, inicio del creciente y fin del
menguante, respectivamente.
La flecha señala el movimiento propio orbital de la Luna.

Imaginémonos en el espacio, al norte de la eclíptica. La Tierra está en A, con la Luna


culminando en P. A nuestros pies vemos que la Luna gira en torno al planeta en sentido
antihorario, a la vez que él lo hace alrededor del Sol, de manera que cuando la Tierra
está en B la Luna completó una vuelta. Para nosotros, desde arriba, porque un
observador en P dirá con toda razón que no la ve culminando llena, sino que le falta
girar un pequeño ángulo igual al ASB barrido por la Tierra en ese tiempo.

Esa es la diferencia entre mes sidéreo y mes sinódico. Desde el espacio hemos
apreciado el mes sidéreo, de estrella a estrella, pues tomamos como referencia del
movimiento lunar a las estrellas distantes, aparentemente fijas. En cambio desde la
superficie de la Tierra se apreció un mes sinódico, de fase a fase, referido al Sol.

El mes sidéreo son 27 días 07 horas 43 minutos, y el sinódico -lunación o mes lunar-,
29 días 12 horas 44 minutos.

En su periodo sinódico distinguimos cuatro aspectos, conocidos popularmente como


fases de nombres tradicionales, siendo la edad los días transcurridos desde el inicio del
ciclo:

1. Conjunción Luna interpuesta entre la Tierra y el Sol. Posibilidad de eclipse


solar.
Edad: 0 días
Fase de luna nueva. Inicio del mes lunar, las calendas de Roma. Iluminada la
cara no visible.
2. Cuadratura oriental Luna distante 90º del Sol, hacia el este.
Edad: 7 días
Fase de cuarto creciente. Iluminada la mitad oriental de la cara visible [1]. Son
las nonas de los romanos.
3. Oposición A 180º del Sol, la Tierra se interpone entre él y la Luna.
Edad: 15 días
Fase de luna llena, los idus. Cara visible plenamente iluminada. Posibilidad de
eclipse lunar.
4. Cuadratura occidental Luna distante 90º del Sol, hacia el oeste.
Edad: 22 días
Fase de cuarto menguante. Iluminada la mitad occidental de la cara visible [1].

El movimiento de la Luna
Con fines de observación visual exclusivamente, el movimiento del Sol y de la Luna en
la bóveda celeste podemos considerarlo resultado de la composición de tres
movimientos distintos:

1. Movimiento aparente de la bóveda celeste o movimiento diurno debido a la


rotación terrestre:
Hemisferio norte: los astros van de este a oeste en sentido horario, culminando
al sur.
Hemisferio sur: de este a o este en sentido antihorario, culminando al norte.
2. Movimiento anual del Sol: es también un movimiento aparente causado por la
traslación de la Tierra alrededor de él. Lo apreciamos hacia el este.
3. Movimiento propio orbital de la Luna: su rotación en torno a la Tierra. Lo
apreciamos del mismo sentido que el movimiento anual aparente del Sol.

Hemisferio norte

Las viñetas representan la luna creciente próxima al Sol, observados desde


hemisferios terrestres distintos al amanecer, mediodía y ocaso -de izquierda a derecha-
.
La flecha mayor es el sentido del movimiento diurno aparente de la bóveda celeste.
Las flechas menores indican el movimiento anual aparente del Sol, y el movimiento
propio orbital de la Luna.
Nótese cómo a medida que avanza el día la Luna va hacia su ocaso más lentamente
que el Sol, del que va alejándose en dirección este.
Hemisferio sur

El movimiento diurno de la bóveda, una vuelta completa (360 grados de arco) por día,
15 grados por hora, es de magnitud muy superior a los otros dos:
1. Movimiento anual del Sol: escasamente 1 grado por día.
2. Movimiento orbital de la Luna: muy poco más de 12 grados por día.

Para hacernos una idea, en una noche equinoccial (12 horas) la bóveda celeste gira 180
grados hacia el oeste. En ese tiempo el movimiento anual del Sol es de medio grado, y
el orbital de la Luna 6 grados, ambos en sentido opuesto hacia el este.

Se explica que el movimiento aparente de la bóveda celeste hace que Sol y Luna se
desplacen rápidamente hacia el ocaso. Y que al ser más rápido el movimiento orbital de
la Luna que el anual del Sol resulta que aquélla se va alejando de la estrella en dirección
este. La Luna se retrasa respecto al Sol en su aparente movimiento, de media hora a una
según época del año y latitud, lo que repercute en las horas de su orto, ocaso y mareas -
pleamar y bajamar-.

Respecto a la distinta percepción que se tiene de estos movimientos según el hemisferio,


es obvio que los puntos cardinales no cambian: en ambos hemisferios Sol y Luna salen
por el este y se ponen por el oeste. Pero para verlos , en el hemisferio norte se ha de
mirar hacia el sur, y en el hemisferio sur hacia el norte. Consecuentemente, en el
hemisferio norte el observador tiene el Este a su izquierda -Sol y Luna se mueven hacia
su derecha-, mientras que en el hemisferio sur sucede lo contrario. Además, crecientes y
menguanes se ven de forma distinta.

No obstante, lo anterior es siempre válido al norte del trópico de Cáncer y al sur del
trópico de Capricornio, porque entre ambos trópicos lo observado depende del mes y
latitud.

Las fases lunares


Luna nueva

Conjunción Edad: 0 días


Izquierda Luna nueva al amanecer, mediodía y ocaso, con su cara visible opuesta al
Sol. Centro y derecha Luna nueva en uno de sus nodos, eclipsante: eclipse parcial -
centro-; total o anular -derecha- El cielo se oscurece en pleno día.
Se indica el movimiento aparente de la bóveda celeste y astros, cuyo movimiento
propio es el opuesto.

Sol y Luna con la misma longitud geocéntrica. El satélite se interpone entre la estrella y
nosotros, con su cara visible no iluminada. Sale por el este y se pone por el oeste,
siempre junto al Sol, pero en ningún momento del día podemos verla. Se inicia una
lunación.

La órbita lunar está inclinada unos 5 grados respecto a la eclíptica, de modo que sólo si
la luna nueva está en uno de sus nodos o muy próxima a ellos se producirá un eclipse
solar, con ocultación total o parcial. En caso de totalidad se hace prácticamente noche
en pleno día con un acusado descenso de la temperatura. El fenómeno puede durar más
de seis horas -hasta una en su máximo-, según el tipo de eclipse.

La acción gravitatotoria de Sol y Luna sobre la Tierra tiene la misma línea de acción y
sus efectos sobre la corteza y océanos terrestres se suman. En zonas costeras el efecto es
patente en forma de mareas vivas, con pleamares y bajamares muy por encima de sus
valores medios.
Calendarios de fases lunares

Creciente

Edad: 1 a 6 días

Izquierda Amanecer. Centro Orto de la luna creciente al este. Derecha Ocaso: el


creciente lunar destaca ya en el crepúsculo.
Se indica el movimiento aparente de la bóveda celeste y astros, cuyo movimiento
propio es el opuesto.

Dos o tres días después la Luna se ha desplazado lo suficiente hacia el este para que
comencemos a ver su cara iluminada. Se inicia su fase creciente, de difícil visibilidad
durante el día en su inicio. Sin embargo, tras la puesta del Sol, ya en el crepúsculo, una
lúnula con la convexidad hacia el horizonte destacará durante unos pocos minutos.

La luna creciente, siempre al este del Sol y día a día más alejada de él, llegará a ser
visible durante el día, pareciendo moverse en pos de la estrella hacia poniente.
Téngase en cuenta que en el hemisferio norte el movimiento propio de la Luna de
traslación en torno a la Tierra es de sentido antihorario, opuesto al movimiento aparente
de la bóveda celeste. De esa manera, el satélite se aleja del Sol hacia el este, haciéndose
más fácilmente visible, incluso de día.

La parte oscura del creciente de pocos días puede verse débilmente iluminada por el
reflejo de la Tierra o luz cenicienta.

En contra de lo que puede parecer la Luna es un cuerpo relativamente oscuro, que con
un albedo de 0'12 refleja únicamente el 12% de la luz solar recibida. Por el contrario
nuestro planeta refleja el 37%, suficiente para ver nuestro propio reflejo en ella. El
albedo lunar varía según zonas: en las tierras altas dónde abundan los cráteres de
impacto llega a 0,18. Al contrario, en los mares o maria formados por coladas de lava
varía entre 0,07 y 0,10.

Simulación de un creciente de 5 días. 1.Mare Crisium 2.Mare Fecunditatis 3, 4 Mare


Nectaris y Mare Tranquillitatis parcialmente iluminados.

La Luna de un día es de muy difícil observación. Con telescopio quizás se alcance a ver
el Mare Humboldtianum (Mar de Humboldt) muy al noreste (56.8º N, 81.5º E). Su
epónimo es el naturalista, geógrafo y explorador alemán Alexander von Humboldt. A su
oeste (56.0º N, 1.4º E) está el Mare Frigoris (Mar del Frío). Las libraciones determinan
el grado de visibilidad de estos mares.

A partir del día 3 se muestra el Mare Crisium (Mar de las Crisis) con una superficie de
176.000 km2, semejante a la de Gran Bretaña o Uruguay. Su proximidad al limbo
oriental lo hace parecer circular cuando en realidad es elipsoideo con el eje mayor de
570 km en dirección este-oeste, y el menor 430 km norte-sur. Además su observación se
ve muy afectada por las libraciones. Aislado del resto de los mares, presenta una
superficie lisa resultado del afloramiento de lava fluida procedente del manto lunar tras
el impacto de un asteroide.

Al sur y apenas oeste del Mar de las Crisis vemos el Mare Fecunditatis, sensiblemente
mayor con sus 840 km de orilla a orilla. A diferencia del Crisium este mar no está
aislado pues se comunica con el Mare Tranquillitatis al noroeste. En la orilla este
destaca el cráter Langrenus de 132 km de diámetro.

Mare Nectaris (Mar del Néctar), al oeste de Fecunditatis, es un pequeño mar de 100.000
kilómetros cuadrados, considerado un golfo del Mare Tranquillitatis. De albedo mayor,
se ve más claro que sus grandes vecinos. Destacan en su orilla sur los cráteres
Fracastorius (124 km de diámetro) inundado por las lavas de Nectaris, y Piccolomini
con un diámetro de 88 km y una profundidad de 4'5 km, la mitad del Everest.

Mare Tranquillitatis (Mar de la Tranquilidad) está parcialmente iluminado. Casi


circular de 876 km de diámetro, se comunica con el Mare Serenitatis al noroeste, Mare
Nectaris al sur y Mare Fecunditatis al sureste. Allí alunizó el Apolo XI el 20 de julio de
1969. Edwin E. Aldrin y Neil Armstrong a bordo del Eagle [2] se posaron en la Statio
Tranquillitatis (0.7º N, 23.4º E), mientras Michael Collins permanecía en órbita en el
módulo de mando.

Calendarios de fases lunares

Cuarto creciente

Cuadratura oriental Edad: 7 días


Izquierda Amanecer: seis horas para que salga la Luna. Centro Orto lunar con el Sol
en culminación. Derecha Cuarto creciente en culminación, a la puesta del Sol e inicio
de la noche.
Se indica el movimiento aparente de la bóveda celeste y astros, cuyo movimiento
propio es el opuesto.

La Luna con un retraso de 90 grados respecto al Sol según el mes y latitud, tardará
cuatro u ocho horas en salir por el este después del amanecer. Es el cuarto creciente.

Considerando la configuración en triángulo rectángulo del sistema Sol-Luna-Tierra con


vértice en el satélite, Aristarco de Samos hizo una estimación de la distancia Tierra-Sol
en función de la distancia Tierra-Luna. Bastaba conocer el ángulo STL de vértice en la
Tierra para resolver el problema.
El razonamiento de Aristarco, correcto, lo llevó sin embargo a un resultado erróneo
porque no disponía de un instrumento suficientemente preciso para medir dicho ángulo
STL, de magnitud muy próxima a la de un recto. De esa manera obtuvo que el Sol dista
de la Tierra 19 veces más que la Luna, por lo que su tamaño también tenía que ser 19
veces mayor pues los vemos con diámetros angulares aproximadamente iguales.

Hoy sabemos que el Sol es 400 veces mayor, y dista de nosotros 389 veces más [3].

El orto lunar sucede con el Sol en culminación, a pleno día. A la puesta del Sol culmina
el cuarto creciente. La Luna lucirá buena parte de la noche.

Calendarios de fases lunares

Luna llena

Oposición Edad: 15 días

Izquierda Orto de la luna llena simultáneamente con el ocaso solar. Centro


Culminación lunar a medianoche. Derecha Luna llena aún visible al oeste en el
crepúsculo matutino del día siguiente.
Se indica el movimiento aparente de la bóveda celeste y astros, cuyo movimiento
propio es el opuesto.

Luna retrasada 180º respecto al Sol, con la totalidad de su cara iluminada frente a
nosotros. El orto al este es simultáneo con el ocaso solar al oeste. Culmina a
medianoche 4 ó 6 horas antes de ocultarse.

Si la Luna entra en la sombra de la Tierra se producirá un eclipse lunar.

Izquierda Cono de sombra de la Tierra.


Derecha y de abajo a arriba: luna no eclipsada, eclipse penumbral y eclipse umbral.

El Sol es un cuerpo muy extenso, de modo que la sombra proyectada por la Tierra se
compone de dos zonas de sombra. Una interna, muy oscura, la sombra propiamente
dicha o umbra, el cono de sombra. Por fuera, la penumbra, más clara. Según el caso,
la Luna puede entrar en la penumbra sólo -eclipse penumbral- oscureciéndose
levemente, o introducirse hasta la umbra -eclipse umbral-, de un oscurecimiento
intenso, asalmonado o rosáceo por la refracción de la luz solar en la atmósfera terrestre,
sin que la Luna llegue a desaparecer de nuestra vista del todo. En un eclipse lunar la
Luna no se oculta completamente, a diferencia de los solares en los que el Sol sí que
puede ser ocultado totalmente por la Luna.

Aristarco de Samos primero e Hiparco de Nicea después se sirvieron de los eclipses


lunares para determinar el díámetro lunar respecto al de la Tierra. Siguieron métodos
distintos. Aristarco, que supuso a la sombra terrestre de igual diámetro que el propio
planeta, obtuvo la relación 3 a 1, cometiendo un error del veinte por cien. Hiparco,
basándose en una correcta geometría de la sombra, obtuvo la relación 3'7 a 1,
prácticamente exacta [4].

La luna llena rasante en el horizonte al orto y ocaso se nos muestra aparentemente


agrandada. Es el fenómeno de la ilusión lunar, una ilusión óptica en observaciones a ojo
desnudo. Mirando a través de un tubo, el efecto desaparece. La fotografía tampoco la
registra.

Se ha intentado explicar mediante la ilusión de Ponzo: el cerebro compara el tamaño de


la Luna con referencias en el horizonte -árboles, casas- e interpreta que aquélla es
mucho mayor. Esto no es satisfactorio porque la ilusión lunar se percibe también en
horizontes abiertos, sin referencias visuales, como alta mar, o desde aviones en vuelo.
Se han buscado más explicaciones a este efecto óptico tan particular.
Podemos disfrutar de la ilusión lunar en cualquier plenilunio, pero es especialmente
favorable el más próximo al solsticio de junio en el hemisferio norte, o al solsticio de
diciembre en el sur, días en que la Luna está más baja en los respectivos horizontes.

Entre los accidentes más conspicuos de la luna llena están Tycho y Copérnico con sus
formidables sistema de rayos. Se localizan fácilmente: Tycho lo encontraremos muy
aproximadamente al sur, en medio de una vasta extensión clara y radiante. Copérnico lo
tenemos casi a medio camino entre el centro lunar y el limbo oeste, en medio de zonas
extensas oscuras o marias. Unos simples prismáticos de diez aumentos bien apoyados
nos permitirán hacernos una idea del espectáculo.

DE IZQUIERDA A DERECHA: CARA VISIBLE DE LA LUNA, TYCHO Y COPERNICUS

Ambos son cráteres por el impacto de objetos de más de 15 km, con una velocidad de
20 km por segundo. Estos sucesos catastróficos originan cráteres complejos con una
elevación central, y material eyectado a gran distancia [5].

Tycho tiene 85 kilómetros de diámetro con un pico central de 2 km de altura. Su edad es


de 100 millones de años. La imagen pequeña -abajo- muestra un amanecer en el interior
del cráter en una Luna de 10 días (cuarto creciente) bajo la luz del terminador -oeste
lunar en dirección de las sombras-. Con edad de 25 días (cuarto menguante) veremos el
cráter al atardecer, con sombras hacia el este.
Cumbres centrales de 2 km de altura en Tycho, a la luz oblicua del terminador.

Copérnico es mucho más antiguo, 1.000 millones de años, y ligeramente mayor, 93 km


de diámetro, con una elevación asimismo en su centro.

Los rayos, de cientos de kilómetros de longitud, cruzan zonas claras y oscuras,


perdiéndose muchos de ellos en el limbo lunar.

Sus epónimos son Tycho Brahe y Nicolás Copérnico. Brahe fue el último de los grandes
astrónomos posicionales tras los que Galileo con el telescopio abrió la senda de la
astronomía moderna. Sus concienzudas observaciones y minuciosas anotaciones le
sirvieron a Kepler para asegurarse de que las órbitas planetarias no son circulares, sino
elípticas. Copérnico representa la ruptura con la astronomía medieval al imponer el
modelo heliocéntrico para el Sistema Solar. Pero el heliocentrismo ya había sido
propuesto por Aristarco de Samos con casi dos mil años de antelación.

Calendarios de fases lunares

Cuarto menguante

Cuadratura occidental Edad: 22 días


Izquierda Orto del cuarto menguante a medianoche. Centro Cuarto menguante en
culminación al amanecer. Derecha Ocaso del cuarto menguante al mediodía.
Se indica el movimiento aparente de la bóveda celeste y astros, cuyo movimiento
propio es el opuesto.

¡Estamos trabajando en ello! El iluso redactor actual de esta página cree que la
acabará algún día. Por el momento se encuentra en plena redacción de los contenidos
de este artículo.

Referencias
Notas

1.
 Desde el hemisferio norte la mitad oriental de la cara visible de la Luna la tenemos a
nuestra derecha, hacia el oeste del horizonte. Recíprocamente, la mitad occidental la
veremos a nuestra izquierda, hacia el este.
  Águila en inglés, el módulo de alunizaje.
  El radio solar vale 696.000 km y el lunar 1.738 km. La Tierra dista 149.598.000
km del Sol y 384.400 km de la Luna. De ello resulta que el diámetro angular solar es
apenas mayor que el lunar: 32 minutos de arco, frente a 31.
  El diámetro ecuatorial de la Tierra mide 12.756'28 km, y el lunar 3.476 km. Véase
en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas: Sobre los Tamaños y
Distancias del Sol y la Luna

5.  Lunar Impact Crater Geology and Structure

Bibliografía

 DICCIONARIO DE ASTRONOMÍA, Editorial Complutense, S.A., Madrid 1999

Otras fuentes de información

 NASA portal → Fases lunares


 ROA Efemérides → La Luna
 Las fases de La Luna
 FÍSICA CON ORDENADOR → Dinámica celeste (requiere el JAVA)
 RELOJES
o Real Observatorio de la Armada Española → hora UTC
o En inglés: NIST National Institute of Standards and Technology → hora
oficial en Estados Unidos

Utilidades. Software astronómico

 Dimension 4 → Thinking Man Software Un sincronizador del reloj del PC.


 Cartas celestes o Cartes du ciel → [1]

Você também pode gostar