Describir las características y necesidades fundamentales de las relaciones sociales de las

personas dependientes.

Práctica

En muchas ocasiones la pérdida de la autonomía hace que se vea afectada la esfera social de
las personas dependientes. Es necesario un período de adaptación a la nueva situación para
que las relaciones sociales se normalicen.

El Señor Agustín es un residente que hasta el momento era una persona activa, convive en la
misma residencia con su mujer enferma, a la que apoyaba, en la residencia. Era una cabeza
visible y participaba muy activamente en la organización de actividades lúdicas.

Una de las mañanas que estaba aseando a su esposa, se sintió mareado y apareció una
sensación de hormigueo en el brazo. Siguió realizando sus actividades de forma normal,
acudiendo a ver a residentes dependientes y jugando su partida diaria de dominó cuando
sintió un pequeño mareo. Llegó al Hogar del Pensionista y se pidió una tónica para beber. Allí
sintió que se le nublaba la vista y tuvo que sentarse por la incapacidad de estar de pie. Desde
el Hogar se fue al Centro de Salud donde fue derivado al Hospital Comarcal.

En el hospital le hicieron un reconocimiento, pero no consideraron que tuviera ninguna

patología de importancia. Después Agustín se subió a la planta donde estaba su señora para
seguir cuidándola. Tras tomarse un yogur se quedó dormido. Al despertarse comprobó que no
podía hablar. Se bajó de nuevo a Urgencias del hospital y al poco tiempo ya sintió que no podía
mover el brazo y la pierna izquierdos.

Seguidamente pasó a la unidad de observación y posteriormente a planta para su ingreso

hospitalario. Se le diagnosticó de Infarto del tronco cerebral derecho. Durante la semana que
estuvo ingresado, recibió tratamiento de fisioterapia, según Agustín, de escasa importancia, ya
que él no notaba cambios.

Nuestro paciente regresó a la Residencia el 21 de abril con Hemiplejía izquierda y afectación de

la marcha por lo que estaba en silla de ruedas. En los miembros superiores no presentaba
movilidad alguna. No se apreciaba afectación a otros niveles tales como el habla, parálisis
facial, visión, área cognitiva… Sí acusaba importantes síntomas depresivos ya que se
emocionaba con facilidad al recordar su pasado y quizás al verse incapacitado para poder
volver a llevar una vida normal. Sin embargo, mantenía las ganas de recuperarse y colaborar
activamente con cualquier tratamiento que se le pusiera.

¿Es necesario apoyar a este paciente a nivel emocional?

Como consecuencia de una pérdida física, psíquica o sensorial, las personas en situación de
dependencia pueden encontrase limitadas a la hora de comunicar con claridad sus opiniones,
sentimientos y deseos, hasta el punto de manifestarse más vulnerables al sufrimiento físico y
emocional.

Agustín necesita apoyo ya que debido a su nueva situación es totalmente normal que se sienta
triste e inútil, llegando a caer en depresión. Antes desempeñaba diversas tareas, incluso era
capaz de apoyar a su mujer enferma, y de momento ha visto mermadas y limitadas esas

1
capacidades. Necesita sentirse animado y que le motivemos para volver a ser parte de quién
era, mejorando si situación. Hay que transmitirle que puede y que no está solo.

Según lo expuesto en el caso ¿se verán afectadas sus relaciones sociales?

Si, ya que algunas de las características específicas que presentan pueden provocar una falta
de motivación hacia las relaciones sociales.

Mientras que unos pocos usuarios mantienen roles sociales y participan de las actividades
socioculturales durante su internamiento, otros muchos perciben que al único grupo de
referencia al que pertenecen es al de “dependientes” o “discapacitados”, por lo que la imagen
de sí mismos puede encontrarse empobrecida. Esta es la sensación que puede tener ahora
Agustín de él mismo. La autopercepción de fragilidad y el sentimiento de inseguridad personal
pueden influir negativamente y producirle cierta tendencia a evadirse a través de los
recuerdos o la fantasía. Y, como resultado, se incrementa el aislamiento social y la soledad. Por
ello, para evitar que esto ocurra, como profesionales debemos de llevar a cabo una serie de
técnicas para favorecer las relaciones sociales, y motivarles para ello, haciéndoles sentirse
capaz de participar activamente y mejorar su calidad de vida, pese a su enfermedad.