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SÍNTESIS TEOLÓGICA

SECCIÓN BÍBLICA
I. INSPIRACIÓN BÍBLICA
Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la Sagrada
Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo. La Santa Madre Iglesia, según
la fe apostólica, tiene por santos y canónicos los libros enteros del Antiguo y Nuevo
Testamento en todas sus partes, porque, escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo,
tienen a Dios como autor y como tales se le han entregado a la misma Iglesia. Pero en la
redacción de los libros sagrados, Dios eligió a hombres, que utilizó usando de sus propias
facultades y medios, de forma que obrando Él en ellos y por ellos, escribieron como
verdaderos autores, todo y sólo lo que Él quería1.
I.I. NATURALEZA DE LA INSPIRACIÓN BÍBLICA
En la teología católica, los términos “inspirado” e “inspiración” se aplican a todos y cada uno
de los impulsos con que la gracia divina actúa sobre la psiché humana. El término latino
básico es el verbo inspirare, que significa literalmente “alentar en o sobre”. Desde el griego
se presentan términos como theopneustos (alentado por Dios) para referirse a los libros
inspirados, cuando se hace referencia a las personas inspiradas se les denomina theophorétos
(guiado por Dios)2.
Puesto que Dios es autor de la Escritura se puede decir que los factores divino y humano
concurrentes en la producción de la misma, están relacionados entre sí como causa principal
e instrumental. La Biblia, en cuanto efecto producido, es primaria y directamente un
reflejo de la mente del autor principal: Dios; sólo de manera secundaria refleja la mente
del instrumento: el autor humano. Dios, por consiguiente, al ser causa principal de la
Escritura, se apropia el efecto producido. Por muy real e importante que sea el factor humano
en la producción de la Escritura, esta es primaria y directamente palabra de Dios, directa e
inmediatamente asimilada a la ejemplaridad de su causa principal3.
El influjo de la inspiración divina sobre el autor sagrado comienza con el origen de su
misma vida, se le confieren cualidades intelectuales, imaginativas y emocionales
necesarias para que, cuando llegue el tiempo oportuno componga un determinado escrito o
alguna parte del mismo, porque hay que dejar claro que en la actualidad se afirma en la
mayoría de los escritos sagrados no sólo un autor y un solo tiempo sino varios que han
aportado para el mismo y en tiempos y procesos distintos. Algo necesario para subrayar es
que una causa instrumental ha de entenderse como un elemento que hace una aportación
dinámica, no estática ni pasiva al efecto producido4.

1
Concilio Vaticano II, Dei Verbum, 11a.
2
F. SMITH, Richard, Comentario Bíblico San Jerónimo: Estudios Sistemáticos, V, Voz: Inspiración e Inerrancia,
66:3-7.
3
Óp. Cit., 66:40.
4
Óp. Cit., 66:43-44.
Por último, respecto a la autoría humana, hay que decir que, así como el entendimiento
humano, también la voluntad ha estado bajo el influjo de la inspiración. La decisión de
escribir está bajo el impulso soberano de Dios, sin embargo no se extingue la libertad para
llevar a cabo dicha acción. La coexistencia de este impulso soberano e infalible, con una
decisión humana libre es un problema y un misterio, pero fundamentalmente no se trata sino
de un caso más del problema general clásico de la relación que media entre la soberanía
absoluta de Dios y la libre voluntad del hombre5.
I.II. VERACIDAD DE LA SAGRADA ESCRITURA
Todo lo que los autores inspirados o hagiógrafos afirman, debe tenerse como afirmado por
el Espíritu Santo, hay que confesar que los libros de la Escritura enseñan firmemente, con
fidelidad y sin error, la verdad que Dios quiso consignar en las sagradas letras para nuestra
salvación6.
En relación con la verdad de la Biblia, ha de notarse que esta cualidad se aplica a su texto
original, y que nuestras actuales copias la reflejan sólo en la medida en que coinciden con los
autógrafos. También ha de tenerse en cuenta que la verdad del contenido ha de buscarse
primariamente en la Biblia como un todo, no precisamente en cada una de sus partes. Lo
mismo que sería incorrecto decir del ser humano que es un animal con rabo, porque lo tiene
en una determinada etapa de su desarrollo embrionario, también lo sería afirmar que la Biblia
enseña como verdad infalible que es justo matar inocentes en la guerra. Otro ejemplo, el
sombrío concepto del más allá que aparece en muchos libros del A.T., no podrá ser
interpretado como doctrina bíblica infaliblemente verdadera, sino que, debe juzgarse a la luz
de toda la Biblia, con su visión culminante de toda la historia de la humanidad sobre la muerte
en y a través de Cristo7.
A la hora de determinar la verdad en la Biblia, incluso de sus diversas partes, ha de prestarse
especial atención a las intenciones de los distintos autores. En muchos casos la intención
se ve clara por el género literario elegido. Por ejemplo Jonás, una vez establecido que el libro
en conjunto, es una ficción didáctica, hay pasajes como el de la ballena que ya no crean
dificultades acerca de la veracidad de la Escritura8. Quienes buscan determinar cuál fue la
intención del autor sagrado deben, entre otras cosas, prestar atención a los géneros
literarios. Porque la verdad se propone y expresa según una variedad de modos, que
puede ser la profecía, la poesía o algún otro tipo de discurso9.
Una última consideración al juzgar acerca de la verdad de la Biblia también es necesario
distinguir entre su mensaje y las afirmaciones instrumentales utilizadas para comunicarlo.
El mensaje es la materia que Dios quiere comunicar a la comunidad como parte de su bagaje

5
F. SMITH, Richard, Comentario Bíblico San Jerónimo: Estudios Sistemáticos, V, Voz: Inspiración e Inerrancia,
66:58-59.
6
Concilio Vaticano II, Dei Verbum, 11b.
7
F. SMITH, Richard, Comentario Bíblico San Jerónimo: Estudios Sistemáticos, V, Voz: Inspiración e Inerrancia,
66:81.
8
Óp. Cit., 66:83.
9
Concilio Vaticano II, Dei Verbum, 12.
salvífico, las afirmaciones instrumentales, en cambio, son simples medios para comunicar
este mensaje y su veracidad estará garantizada sólo en la medida en que una falsedad en ellas
contenida no pueda vaciar o entorpecer la plena comunicación del mensaje bíblico10.
I.III. CANON DE LOS LIBROS SAGRADOS
El término griego kanon significa, en sentido estricto, “caña”. Posteriormente pasó a
significar “vara larga” o “listón” que utilizan los albañiles o los carpinteros para tomar
medidas. Adquiere después un significado metafórico y se aplicó a la norma o patrón que
sirve para determinar, regular o medir otras entidades. En el lenguaje cristiano “canon”
se utilizó ya desde el siglo II para referirse a una norma de la verdad revelada, a la regla
de fe. También las disposiciones disciplinares de las autoridades eclesiásticas recibieron el
nombre de cánones por tratarse de normas de vida. Asimismo, la parte fija e invariable de la
misa se llamó canon11.
Junto a su significado de “norma”, canon puede equivaler también a “lista” o “catálogo”.
Algunos investigadores prefieren este último significado; según ellos el canon de la Escritura
quiere decir simplemente la lista de libros que componen la Biblia. En cualquier caso, libro
canónico es el que ha sido reconocido como perteneciente a la lista de los que la Iglesia
considera inspirados y que contienen la norma de fe y moral12.
El canon, pues, señala lo que es y lo que no es revelación, es decir lo humano y lo divino. La
fe judeocristiana sintió siempre la necesidad del canon en un triple sentido: para conservar,
preservar y observar esa revelación. La convicción de que determinados libros han sido
escritos bajo un influjo especial de Dios ha hecho seleccionarlos y otorgarles una aceptación
incondicional. La inspiración es, entonces, el factor decisivo para la formación del canon.
La Iglesia toma dos orientaciones más, sin dejar lo antes dicho; el origen apostólico y el uso
de un determinado libro en el culto de la Iglesia, pues se confía en que esos libros han sido
utilizados por una comunidad guiada por el Espíritu Santo13.
El canon de la Escritura quedó fijado definitivamente en el Concilio de Trento. Fue
entonces cuando la Iglesia adoptó una postura clara y definitiva acerca de los libros que
debían incluirse en la Biblia. Bajo sentencia de anatema, en el decreto De Canonicis
Scripturis se presentó los 46 libros canónicos del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo
Testamento. El Concilio Vaticano I aludió a Trento y reprodujo su decreto, añadiéndole un
párrafo aclaratorio en que la canonicidad se definía como el reconocimiento de la inspiración
de un libro por parte de la Iglesia. Los padres de Trento no fijaron el canon sobre la base de
una reconstrucción puramente histórica sino tomando un punto de partida teológico14.

10
F. SMITH, Richard, Comentario Bíblico San Jerónimo: Estudios Sistemáticos, V, Voz: Inspiración e
Inerrancia, 66:85.
11
Óp. Cit., 67:17-18.
12
Óp. Cit., 67:5.
13
Óp. Cit., 67:6.
14
Óp. Cit., 67:8.42.
 PENTATEUCO 
Primeramente, atendiendo al término en cuanto tal, se dice que pentateuco es un término
griego que significa “cinco rollos” o “cinco libros”, es el título que, a comienzos de la era
cristiana, se dio a los cinco primeros libros del Antiguo Testamento. Los judíos la designaban
con el nombre de Torah, que significa, ley15. El criterio de estos últimos para nombrar cada
uno de los libros es tomar de las primeras palabras con las que comienza el texto, por su parte
los griegos dieron a estos libros un nombre que expresase más su contenido general16.
II.I. DESCRIPCIÓN GENERAL DE SU CONTENIDO
Tocando el tema de su aspecto literario, hay que tener claro en primer lugar que más que un
libro histórico, es un libro legal: se trata de la ley que Dios dio a su pueblo. Desde aquí se
entiende el porqué de la discontinuidad histórica que ahí encontramos: lagunas, repeticiones
y anacronismos. La unión de las leyes en una trama histórica es el rasgo más característico
del pentateuco, es decir, subraya que el don de la ley queda integrado en un designio
providencial mucho más basto. Dios no sólo da su ley, sino que acompaña a su pueblo día a
día17.
Contenido teológico:
a) Hay un Dios creador de todo, que en providencia y amor acompaña.
b) La figura o tipología de la pareja primitiva, hecha a imagen y semejanza de Dios, de
la que desciende toda la humanidad.
c) El primer pecado trastocó el orden establecido por Dios, surgiendo el egoísmo, el
homicidio, la poligamia, etc.
d) Dios ha escogido a Abraham para fundar un pueblo y revelarse al mundo.
e) La máxima exigencia de Dios a su pueblo, es la santidad. De aquí surgirán las normas
morales que lo distinguirán como pueblo de Dios.
A continuación algunos aspectos generales de la temática y composición de cada uno de los
libros del pentateuco18:
1. Génesis: relata los orígenes del mundo, de la humanidad y del pueblo de Dios. En el
Génesis las genealogías tienen la función de legitimar la dinastía del pueblo de Dios.
Pero al tener todos un origen común, el libro presenta al mundo como una gran
familia. Todos hemos sido hechos del mismo barro. Sin mucha dificultad se aprecian
tres elementos significativos en el Génesis: la presencia de Dios, la autonomía de los
personajes humanos y la trama narrativa, de este último se desprenden 4 secciones:
1) Los orígenes 1-11 3) Jacob 25-36
2) Abraham 12-25 4) José 37-50

15
H. MALY, Eugene, Comentario Bíblico San Jerónimo, I, Antiguo Testamento I, Voz: Introducción al
Pentateuco, Núm. 1:3.
16
Apuntes del Pbro. Juan Martínez para la materia de Pentateuco, 2015.
17
Apuntes del Pbro. Juan Martínez para la materia de Pentateuco, 2015.
18
Apuntes del Pbro. Juan Martínez para la materia de Pentateuco, 2015.
2. Éxodo: fundamentalmente se narra la partida del pueblo de Israel de Egipto gracias
a la ayuda divina. Es una narración histórica pero con fines religiosos, busca mostrar
que Dios cumple las promesas hechas a Abraham, por eso empieza haciendo mención
de los patriarcas Abraham y José. Los temas doctrinales de este libro son:
monoteísmo, alianza sinaítica, decálogo, mediador (después toma la figura del
Mesías), la santidad, el sacerdocio (pueblo y nación santa) y la Pascua.
3. Levítico: el nombre como tal le vienen de la traducción griega que ha querido
encerrar el contenido central del libro sobre los sacerdotes pertenecientes a la tribu de
Leví y ministros del culto en Israel. En este libro se legisla todo lo referente al culto
que se pueden ordenar en las siguientes leyes: sobre los diversos sacrificios (1-7),
sobre la consagración de Aarón (8-10), sobre la pureza (11-16), sobre la santidad (17-
26) y sobre las tasas litúrgicas, se trata de votos u ofrendas (27).
4. Números: este libro se interesa por el censo del pueblo de Dios y muestra gran
preocupación por la precisión aritmética en cuestión de sacrificios, botín de guerra,
días previstos para la purificación y división del territorio en torno a las ciudades
levíticas. En general, respecto a Israel, deja una imagen de una sociedad organizada
y estructurada que avanza a través de la historia bajo el sostén y la guía de Dios. Se
presentan también algunas leyes y disposiciones referentes a la comunidad19.
5. Deuteronomio: el nombre de este libro proviene del texto Dt 17, 18 “una copia de
esta ley”; alude al problema fundamental del libro: la relación de la ley promulgada
en Moab con la ley originaria del Sinaí. De manera general el libro está construido
sobre tres discursos de Moisés a modo de testamento a la puertas de la tierra
prometida en vísperas de su muerte: primero, resumen de la historia de Israel y
recuerdo de la Alianza (Sinaí) y sus exigencias (1,6-4,44), segundo, regulación de las
relaciones del hombre con Dios, estatuto de las instituciones rectoras del pueblo y la
regulación de las relaciones interhumanas y sociales (4, 45-28, 68), tercero, es un
llamado a optar por la alianza (29-30). Los capítulos 31-34 agrupan elementos que
sirven de puente entre Dt y Josué y 2 de Reyes. Los principales temas teológicos son:
un Dios, un santuario, un pueblo, una elección, una alianza, una ley y una tierra, es
decir una constante preocupación por la unidad y por la integración20.
II.II. TRADICIONES Y FUENTES
Para abordar este tema se atenderá al sistema de Wellhausen. La genialidad de este consistió
en hacer una síntesis de las tres más grandes teorías en cuanto a las fuentes y tradiciones que
habían existido durante el siglo XVIII y principios del XIX, distinguió 4 fuentes principales:
1. Yahvista: la más antigua, redactada en el siglo IX en el reino de Judá. Se caracteriza
por un estilo colorido, antropomórfico, poético y hasta folclórico. En ella prevalece
el nombre de Yahvé.

19
MORIARTY, Frederick, Comentario Bíblico San Jerónimo, I, Antiguo Testamento I, Voz: Números, Núm. 5:2.
20
Historia Deuteronomista: Deuteronomio, pp. 42-50.
2. Elohista: redactado en el siglo VIII en el reino del norte. Tiene un carácter más
reflexivo con tendencia a salvar la trascendencia divina, aunque afirma la acción
directa de Dios.
3. Deuteronómico: obra del siglo VII redactado en el reino de Judá (porque ya no existe
el reino del norte); se trataría del libro de la ley encontrado en tiempo de Josías en el
año 622. Habría sido redactado por los sacerdotes quienes haciendo un “fraude
piadoso” presentaron la obra como escrita por Moisés. El estilo es parenético con
gran espíritu de amor al prójimo y a los necesitados.
4. Código sacerdotal: elaborado en el exilio bajo la influencia de Ezequiel. Su tema es
eminentemente cultual. Tiene un estilo poco estereotipado y monótono. Busca ante
todo orden y claridad.
Concluyendo, aunque se puede aceptar un largo proceso de redacción en el Pentateuco, el
esquema sustancial y el alma de la legislación fue ideado por Moisés. Incluso, aceptando que
muchas cosas hayan sido redactadas después de Moisés muchos de sus ingredientes son de
tiempo mosaico. Nada más verosímil que el creador de la teocracia hebraica haya dado un
código mínimo legislativo para regular la huida civil y religiosa del incipiente pueblo21.
II.III. LA ALIANZA
Tema central al referirnos a este acontecimiento será la claridad de todo aquello que engloba
la persona de Moisés: su vida, su vocación y su misión.
Dios se ha propuesto concluir una alianza con Israel, pero antes es preciso que se abandone
Egipto. Por eso la primera realización de la misión de Moisés comprende una doble
obligación: inducir al Faraón a que deje marchar a los hebreos y persuadir a esto para que
salgan de Egipto.
En segundo lugar el tema de la salida (institución de la Pascua).
Y por último el acontecimiento del Sinaí. Ahí se cumple el acto esencial que da nacimiento
al pueblo de Dios22.

21
Apuntes del Pbro. Juan Martínez para la materia de Pentateuco, 2015.
22
DHEILLY, J., El pueblo de la Antigua Alianza, Ediciones Paulinas, Colombia, pp. 123-147

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