Fue empleado inicialmente en 1839 por Louis Blanqui (un socialista
utópico). El término procede de "utopía": plan, proyecto o sistema optimista que aparece como imposible de alcanzar ya desde el mismo momento de su formulación. Cronológicamente las ideas del socialismo utópico alcanzaron su máximo desarrollo en el período entre 1815 y 1848, fecha en que se publica el Manifiesto Comunista. Estaban muy influenciados por las ideas de Rousseau. Este pensaba que el hombre es bueno por naturaleza, pero que actúa mal forzado por la sociedad que lo corrompe. Primeriza al sentimiento natural, no a la razón ilustrada, lo que será el germen del Romanticismo. Los socialistas utópicos dedicaron sus esfuerzos a crear una sociedad ideal y perfecta, en la que el ser humano viva en paz, armonía e igualdad. Esa sociedad se realizaría por la simple voluntad de los hombres, de forma completamente pacífica. Los medios para alcanzarla no serían obligatorios ni violentos, debido a esto los seguidores de estas doctrinas estuvieron en contra de las revoluciones y acciones como la huelga. A fin de calmar a sus efectos adversos, propusieron planes diversos en los que primaron la solidaridad y el amor fraternal.
Destacaron los siguientes pensadores, en su mayoría, franceses o
británicos: Robert Owen: Empresario, fabricante de hilaturas de algodón; en su fábrica escocesa de New Lanark puso en práctica una serie de medidas tendentes a mejorar las condiciones de vida de sus obreros: reducción de la jornada de trabajo, salarios más dignos, educación infantil, etc. El éxito lo animó a crear en USA una comunidad ideal, llamada New Harmony, que sin embargo fracasó. Su pensamiento y praxis influyeron de forma relevante en el cooperativismo.
El conde de Saint-Simón: De origen aristocrático, pensaba que el
progreso humano se obtiene a través del progreso económico. La industria ha de recibir un nuevo impulso que evite los enfrentamientos entre los hombres. Según Saint-Simón la sociedad debe ser regida por una élite de intelectuales, científicos y sabios, por lo que es partidario de una "tecnocracia" que asegure el desarrollo de la clase más humilde. Para ello es necesario una trasferencia de poder desde los sectores "ociosos" de la sociedad (Ejército, Iglesia y Nobleza) hacia los "productores"(industriales y campesinos).
Charles Fourier: Su preocupación era la explotación, la miseria y la
monotonía laboral en la que estaba inmersa la clase obrera. Trató de calmarlas a través de la creación de comunidades voluntarias denominadas "falansterios". Estas comunidades constituían el centro de actividades agrícolas, industriales y contaban con una administración y consumo propios. Sus discípulos fundaron falansterios en México, Estados Unidos y otros países. Propuso además la igualdad entre hombres y mujeres.
Otras figuras destacadas del socialismo utópico fueron el mencionado
Blanqui, que formuló una teoría sobre la dictadura del proletariado, y Louis Blanc, partidario de la acción del Estado como forma de mitigar las desigualdades. A raíz de la Revolución de 1848 en Francia, siendo ministro de Trabajo de la IIª República, creó los Talleres Nacionales en un intento de amortiguar el desorbitado paro obrero provocado por la crisis económica.
Socialismo científico o marxismo
El socialismo lo fijaron definitivamente Marx y Engelsen en su Manifiesto Comunista. Éstos consideraban que los pensadores utópicos, aunque bienintencionados, carecían de idealismo e ingenuidad. Para impedir ser confundidos con ellos, etiquetaron su propia teoría con el calificativo de "científico" Partiendo del estudio histórico de la transición de unas sociedades a otras, Carlos Marx y su colaborador y amigo Federico Engels efectuaron un análisis de la sociedad capitalista e indagaron en sus contradicciones buscando el medio para destruirla. El marxismo se alejó de los postulados teóricos, reformistas, idealistas y supuestamente irrealizables del socialismo utópico. La Revolución de 1848 constituyó un momento clave en el desarrollo de esta nueva corriente socialista, pues a raíz de su fracaso, el marxismo reemplazó al socialismo utópico como corriente ideológica obrerista dominante y se convirtió en impulsora de gran parte de los movimientos revolucionarios de la segunda mitad del siglo XIX y el siglo XX. Fue en 1848 cuando se publicó "El manifiesto comunista”, la obra más conocida del marxismo. Las ideas marxistas no conforman un bloque totalmente unitario, los escritos de Marx han ido completándose y han sido objeto de notables revisiones. El socialismo científico o marxismo presenta influencias de corrientes anteriores. Destacan los procedentes de la filosofía alemana representada por Hegel (materialismo dialéctico), la de algunos revolucionarios como Babeufo la de activistas obreros como Blanqui. En sus escritos como "Tesis sobre Feuerbach"(1845), "Miseria de la Filosofía"(1847), el aludido "Manifiesto Comunista" y sobre todo "El Capital", Marx y Engels desarrollaron una teoría en la que destacan los siguientes aspectos: El materialismo histórico, La plusvalía, La ley de acumulación del capital, La lucha de clases, La dictadura del proletariado y La sociedad sin clases. Para el marxismo son las circunstancias materiales y no las ideas o la voluntad de los hombres las que determinan los hechos históricos. En este sentido distingue entre infraestructura (la economía) y superestructura (la organización del Estado, los aspectos políticos, jurídicos, ideológicos, las creencias filosóficas y religiosas, la producción artística, las costumbres, etc.).Entre ambas instancias existe una estrecha relación dialéctica. La infraestructura económica constituye la base de la historia y genera unas relaciones de producción. Las variaciones en la infraestructura provocan a su vez cambios en la superestructura, pero no de forma mecánica o automática, sino que cada instancia ejerce una peculiar influencia sobre la otra. A largo plazo, sin embargo, el papel determinante corresponderá a la infraestructura. Esta dinámica hay que situarla en la influencia que la teoría del proceso dialéctico de Hegel ejerce sobre el marxismo. Según este filósofo cada hecho o circunstancia (tesis) lleva en su seno su propia contradicción es decir, su destrucción (antítesis). De la pugna entre ambas surge un nuevo escenario (síntesis) que implica la superación de las anteriores y que a su vez se convierte en una nueva tesis. La humanidad ha pasado por varios estadios con diferentes estructuras y contradicciones: sociedad comunitario-tribal, esclavista, feudal y capitalista. En ésta última la burguesía ha creado unas condiciones (económicas, legales, unos modos de vida y hasta una religión) que le permiten prosperar material y socialmente. Por el contrario, esas condiciones no favorecen al proletariado, cuyos intereses son diferentes. Del mayor o menor desarrollo del movimiento obrero depende que la clase trabajadora reconozca cuáles son realmente sus intereses y luche por ellos mediante la acción revolucionaria.
New Lanark (Gran Bretaña, 1813-1828), fábrica modelo creada por Robert Owen. New Harmony (Indiana, Estados Unidos, 1824-1829), comunidad creada por Robert Owen, con 20.000 acres de terreno y 900 integrantes. Unión agrícola de Saint Denis du Sig (Argelia, desde 1846). Creada por el abogado fourierista Jules Duval, tiene 363 miembros hacia 1850. Falansterio de Boussac (Francia, 1843), creado por el socialista ex sansimoniano Pierre Leroux, la escritora George Sand y la feminista Pauline Roland. Cerca de 80 miembros. Familisterio de Guise (Francia, 1849-1968). Creado por el industrial Jean-Baptiste Godin, fourierista. Contaba 2.000 miembros a finales del siglo XIX. Su excepcional longevidad da testimonio de su éxito. Falansterio de Oliveira (Brasil, 1841), fundado por el médico francés Benoît Jules Mure, fourierista. Colonia Cecilia (Brasil, 1890-1894), creada por anarquistas italianos. La Reunión (Texas, Estados Unidos, 1853-1875), creada por el discípulo de Fourier, Victor Considerant. Granja de 5.000 hectáreas, tras su disolución fue absorbida por la ciudad de Dallas. Nauvoo (Illinois, Estados Unidos, 1849-1855), creada por Etienne Cabet, tenía 526 integrantes (de ellos, un centenar de niños) en el momento de la disolución. Topolobampo (Sinaloa, México, 1884-1894), creada por Albert Kimsey Owen, tenía 500 integrantes, el proyecto de socialista de Owen no trascendió según sus planes aunque sobre la base de las ideas mexicanas el puerto existe y tiene variada y moderna actividad.
El final de las colonias utópicas
El principal obstáculo para la creación y consolidación de las comunidades utópicas consistía en buscar una convivencia perfecta en medio de un mundo basado en valores completamente diferentes. Es decir que esas comunidades no pudieron evitar los desfases entre el interior (valores morales) y el exterior (valores mercantiles). En el interior mismo, la educación de los colonos respondía habitualmente a los valores cuestionados. Los problemas, enumerados por Pierre-Luc Abramson, fueron diversos:
Disidencias filosóficas entre los impulsores, lo cual podía llevar a
rupturas previas a la fundación. Las colonias generalmente necesitaban una fuerte inversión inicial, y los capitalistas solían tener prioridades diferentes a las de los ideólogos. Conformación de camarillas con intereses o ideas diversos en el interior de la colectividad. Personalismo de los líderes o comportamientos de estos que no lograban cohesionar al grupo. Hostilidad del medio natural, dificultad de adaptarse a una vida lejos de la civilización urbana, lejanía de los medios de comunicación, lluvias, sequías, etc. Problemas económicos: baja rentabilidad de las actividades, necesidad de contratación de mano de obra (con la consiguiente diferenciación salarial), exigencias impositivas del Estado receptor, necesidad de dinero en efectivo. Algunas colonias crearon un "dinero interno" que pronto se adaptó a la circulación del dinero oficial (convirtiéndose en dinero bastardo), sufriendo sus mismos avatares.