Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
INTRODUCCION.
ALTERNATIVAS DE INTERACCION.
Entonces para el caso de una vivienda, el suelo que se encuentra hacia el perímetro seguirá
el ciclo estacionario normal de humedad, es decir, sufrirá alteraciones de humedad debido a
la exposición directa a la lluvia y el sol. Mientras que el suelo localizado bajo el sector central
seguirá un ciclo de humedad diferente.
Cuando se construye en periodo seco, y luego viene un periodo húmedo el perímetro tiende
a humectarse y por lo tanto a expandirse. En cambio, cuando se construye en periodo
húmedo, luego de un periodo seco el perímetro tiende a contraerse debido a la perdida de
humedad.
A largo plazo el interior de la vivienda tendrá mayor humedad pues el suelo bajo la sombra
de la casa se enfría y se produce condensación de agua contenida en el mismo, luego, por
termo osmosis el agua libre fluye de lugares calientes a menos calientes.
Las consecuencias de este fenómeno se manifiestan en los muros de mampostería con que se
construyen este tipo de viviendas, presentando anomalías como son las fisuras cuyas
características responden al tipo de interacción suelo-estructura que le dieron origen, como
lo indica la figura 5.
Las fisuras asociadas a este fenómeno no responden a problemas de capacidad de carga, sino
a los movimientos diferenciales por expansión y contracción del suelo ante cambios en ciclo
de humedad en el mismo.
EN el manual del cuerpo de ingenieros de eeuu se establece qiue esta profundidad esta en
función del clima (arido, húmedo)
Otra opción es utilizar sistemas aporticados, donde las paredes se proyectan de manera de
que esta funcione como una viga de gran altura.
Estabilizacion química:
Sustitución del material activo: no se podría retirar el suelo natural mejorarlo y volverlo a
colocar?
Suelos expansivos.
Cumpliendo con uno de los objetivos planteados por este proyecto se propone una línea de
investigación abordada desde los siguientes aspectos:
SUELOS EXPANSIVOS
http://www.estudiosgeotecnicos.info/index.php/suelos-expansivos-colapsables/
Se considera expansivo un suelo que manifiesta, ante una modificación de su estado (de
tensiones, de humedad, o ambos conjuntamente), un incremento de volumen (caso de que el
estado de tensiones así lo permita) como consecuencia de la generación de una tensión
vertical en el seno de su estructura interna (tensión llamada de hinchamiento.)
El agente causante que da lugar a este proceso es el agua. Los componentes del suelo que son
susceptibles de manifestar procesos de expansividad son determinados tipos de minerales del
grupo de las arcillas.
Una arcilla es un mineral (un silicato para ser más precisos) que presenta una estructura
molecular definida por una organización laminar. Aunque la carga eléctrica interna de cada
lámina molecular está bien compensada (los enlaces entre aniones y cationes son de tipo
covalente, muy difícilmente disociables) la tipología de los enlaces que unen las láminas
entre sí (puentes de Hidrógeno y fuerzas de Van der Waals) representa una fuerza de unión
relativamente débil. Esta característica permite el acceso de moléculas de agua al seno de la
estructura cristalina, pues la distancia entre láminas es (a escala molecular) muy grande.
El proceso más inmediato a la construcción de un edificio que ocupa una parcela (hasta ese
momento libre), es la modificación de la humedad natural del terreno situado inmediatamente
bajo la cota de cimentación. El suelo que se sitúa a poco menos de 1 m bajo la rasante de
terreno natural (una cota habitual de cimentación) inicialmente se encuentra sometido a
variaciones estacionales de humedad bajo la influencia del régimen climático y
pluviométrico local. En este estadio, durante la mayor parte del año se produce una migración
ascendente de agua por fenómeno de capilaridad (ascendente desde la zona saturada
permanentemente) que es compensada por las pérdidas debidas a la evapotranspiración.
Al ocupar el terreno con una edificación, un terraplén o un firme se elimina casi siempre la
posibilidad de evapotranspiración de la capa superficial del terreno, provocando en poco
tiempo un aumento de humedad en la misma (pues el gradiente ascendente por capilaridad
desde la capa saturada se mantiene hasta alcanzar un nuevo equilibrio.)
Este efecto es más notable en las cimentaciones situadas en el interior del perímetro
edificado, dando lugar a la aparición de daños en forma de grietas que se distribuyen por los
cerramientos y tabiques “a quebranto”.
http://facingyconst.blogspot.com/2011/04/arcillas-expansivas-peligro-para-las.html
Quizás la cuestión de mayor repercusión sea que estos movimientos del suelo no han sido
uniformes bajo los edificios, pues ellos mismos constituyen pantallas contra la evaporación.
El resultado ha sido la generación de esfuerzos diferenciales importantes entre el centro del
edificio y su periferia.
En este caso, los desperfectos afectan también a la obra secundaria y a las instalaciones,
incluso a elementos exteriores a la propia edificación (aceras, calzadas, red de
alcantarillado, redes de suministros, etc.).
Se señala, por último, que debido a la propia naturaleza de las arcillas afectadas, se puede
desarrollar, en el transcurso de un periodo ulterior muy lluvioso, un efecto opuesto de
dilatación que tienda a volver a cerrar las grietas (no sin dificultades para la reparación).
Esta última observación nos lleva a decir algunas palabras de esta patología inversa, que se
da en estos mismos suelos arcillosos de montmorilonita. Se manifiesta porque el edificio
constituye una cobertura del terreno, que lo aísla de las variaciones climáticas estacionales,
sobre todo de la evaporación en período caluroso y seco (pero sin que se trate, en esta
ocasión, de sequía excepcional).
* A corto plazo (los primeros ciclos anuales), y sobre todo para los edificios construidos en
período seco, levantamientos de la periferia provocados por la dilatación que acompañan
las primeras lluvias. El centro, al abrigo de penetraciones de agua directas, queda estable.
* A largo plazo (tres a cinco años), un aumento continuo del contenido de agua bajo el
centro del edificio, sobre todo si el nivel freático es poco profundo. Su periferia
(especialmente las esquinas) permanece más expuesta a las variaciones climáticas.
Además, estos movimientos estacionales, contrariamente a que ocurre con los debidos a la
consolidación, no van a amortiguarse en un plazo razonable.