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Incentivos no monetarios que nos llevan a querer implicarnos más en el
trabajo.
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La habilidad de motivar a los empleados es una de las competencias más importantes que debe
poseer un buen líder y que debe tener en cuenta cualquier organización empresarial que desea
tener éxito.
El dinero es, indudablemente, una de las grandes fuentes de motivación por excelencia cuando
decidimos aceptar una oferta de trabajo. Sin embargo, existen otras fuentes motivadoras (tanto
extrínsecas como intrínsecas) que hacen que los trabajadores se sientan a gusto en su lugar
de trabajo y, por tanto, rindan a un gran nivel.
Además del dinero, hay más fuentes motivadoras...
Si bien nadie desea trabajar en un empleo mal remunerado, la gran mayoría de departamentos
de recursos humanos y salud laboral saben que el dinero no lo es todo a la hora de motivar a
su equipo de trabajo.
Esto es exactamente lo que piensa Daniel Pink, autor del libro “Drive: The Surprising Truth About
What Motivates Us", que en su texto nos explica los factores que nos motivan tanto en nuestra
vida personal como laboral y analiza mediante investigaciones y ejemplos que la remuneración
actúa como un factor motivante solamente cuando las tareas son simples y claras, pero cuando
las tareas son más complicadas y requieren de un pensamiento más conceptual y creativo “la
pasta (o la plata)” deja de ser una fuente motivacional. Además, argumenta sobre importancia
del desarrollo personal, la autorrealización y satisfacción personal a la hora de rendir de manera
eficiente en el trabajo.
Cómo motivar a los empleados sin dinero
Pero, ¿cómo podemos motivar a los empleados sin utilizar el dinero como incentivo? A
continuación, podrás encontrar 6 formas de motivar a tus empleados sin remuneración
económica.
1. Dales autonomía
Está bien que dirijas a tus empleados y emplees cierto control en algunos aspectos del trabajo,
pero, según varias investigaciones, el liderazgo democrático o participativo, aquel que fomenta
la participación de los trabajadores dejando que los empleados decidan más sobre sus
funciones y tengan las suficientes competencias para tomar decisiones, aumenta el rendimiento
y la motivación.
Con esta forma de liderazgo, pronto verás que los empleados trabajan de manera más animada
y emplean toda su energía en solucionar los problemas que puedan surgir, Por contra, el
liderazgo autoritario, un estilo de liderazgo en el que los superiores tienen el poder absoluto
sobre sus trabajadores, tiene el efecto contrario en la motivación de los empleados.
2. Haz tus ideas suyas
En los últimos años se ha hecho muy popular el concepto de liderazgo transformacional. Y…
¿qué hace diferentes a los líderes transformadores? Pues emplean altos niveles de
comunicación para conseguir transmitir los objetivos y aportar una visión de cambio que
consiguen hacer llegar a los empleados.
Así motivan y aumentan la productividad y la eficiencia del grupo, porque son capaces de
cambiar las expectativas, percepciones y motivaciones del equipo con el que trabajan. En
definitiva, hacen que sus subordinados sientan que las metas de la empresa son también sus
metas, y esto es altamente motivante.