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ARTÍCULO DE INTERÉS
RESUMEN
La valoración y estratificación rápida con predictores de vía aérea difícil del paciente es lo
primero a efectuar, apoyado principalmente en la escala LEMON, que entre todas y en
emergencia es de las más rápidas y eficientes, siendo más importante en el paciente que está en
inminencia de falla ventilatoria, o paro, y es de especial relevancia en aquellos casos donde no
podemos acceder a los otros parámetros derivados de la condición clínica. La mayoría de los
protocolos de manejo de las guías, están basadas en lo hecho a un nivel de anestesiólogos, y son
extrapoladas a los que atienden los casos clínicos de urgencias, cuidado intensivo o una sala de
hospitalización, por lo que necesariamente deben tener un trabajo adicional de adaptación a las
condiciones que se tienen en servicios propios, con adaptación, adopción metodológica
evidencial y académica, lo que es bien importante para que en el momento que llegue el
paciente se pueda manejar de una manera adecuada, adicionalmente hay que determinar
localmente y acorde con la disponibilidad por servicio, la elección del medicamento apropiado
que facilitará la laringoscopia, para aumentar las tasas de éxito, atenuando la respuesta
fisiológica de intubación, reduciendo la bronco aspiración y otras complicaciones, es lo ideal
teniendo en cuenta que posteriormente a la post intubación es un paciente que requiere ir a
cuidados intensivos.
SUMMARY
The rapid assessment and stratification with predictors of difficult airway of the patient is the
first thing to be done, mainly supported by the LEMON scale, which is the fastest and most
efficient in all emergencies, being more important in patients who are imminent of ventilatory
failure, or unemployment, and is of special relevance in those cases where we can not access the
other parameters derived from the clinical condition. Most of the management protocols of the
guidelines are based on what is done at a level of anesthesiologists, and are extrapolated to those
who attend the emergency cases, intensive care or an inpatient room, so they must necessarily
have an additional work to adapt to the conditions that are in our own services, with adaptation,
evidential and academic methodological adoption, which is very important so that at the
moment the patient arrives can be handled in an appropriate way, additionally must be
determined locally and according to the availability by service, the choice of the appropriate
medication that will facilitate the laryngoscopy, to increase the success rates, attenuating the
physiological response of intubation, reducing the aspiration bronco and other complications, is
ideal considering that later to the post-intubation is a patient requiring intensive care.
Introducción
Este trabajo se efectúa con la proyección y finalidad de aclarar, actualizar, homologar y adaptar
los conceptos, controversias y conductas relacionadas con el manejo de la vía aérea e intubación
oro traqueal, en el paciente críticamente enfermo, con base en una revisión narrativa de
bibliografía internacional relevante.
Un poco de historia
Históricamente tenemos que resaltar que el manejo de la vía aérea sobre todo en los últimos 25-
30 años, ha sido muy importante desde la aparición de la máscara laringe en 1983, hasta esa
época que solo podíamos abordar la vía aérea con tubos oro traqueales.
Posteriormente aparecen hacia 1940, las valvas tipo Miller que son las que utilizamos
frecuentemente, apareciendo luego los primeros intentos de abordaje de la vía aérea de forma
visual indirecta, en 1995 a través visualización mediante espejos.
A partir de las dos últimas décadas se introducen los nuevos dispositivos supra glóticos de
segunda y tercera generación; que unidos a los de tercera generación dan la posibilidad de
observación de video y con un éxito en los procedimientos bastante importante como lo vemos
en los estudios relacionados más adelante.
Epidemiología
Ya entrando en materia del presente inmediato, es necesario conocer de cerca, una serie de
estadísticas que nos llevan de forma objetiva a ver a que nos estamos enfrentando, que a su vez
nos llevará a enfocarnos en los objetivos finales de la revisión, así: la incidencia de intubación
difícil en anestesia según Wilson et al., es del 3% al 18%, y según Cosby et al., del 1.5 al 8.5%.
La incidencia de vía aérea fallida según Cosby et al., es del 0.13% al 0.3%.
Complementariamente, Shjwartz et al., comentan que el 3% de los pacientes críticos
hospitalizados fallecen en los primeros 30 minutos, el 8% de los intentos de intubación de
emergencia “van a esófago” y la incidencia de intubación esofágica llega a ser hasta del 8% al
18%. Li et al., reportan bronco aspiración del 4% al 15%.
Definiciones
The American Society Of Anesthesiologists, Inc,. Lippincott Williams & Wilkins. Anesthesiology
2013; 118:251-70
De forma global, vía aérea difícil se define como la situación en la cual un profesional experto
tiene problemas para ventilar con máscaras, intubar o ambas.
Es por esto que como pilar fundamental preventivo, deben aplicarse de forma rutinaria los
predictores de vía aérea difícil, dentro de los cuales podemos mencionar preliminarmente, y con
la seguridad de ser detallados más adelante, los denominados LEMON, y Mallampati.
Mirando un poco más estas pistas numéricas del acrónimo anterior, veamos de forma rápida que
es evaluar la regla 3-3-2:
El primer 3 evalúa la adecuada apertura oral, se deben colocar tres dedos entre la arcada
dentaria superior e inferior del paciente.
Finalmente, el 2 de la regla requiere que dos dedos sean ubicados entre el cartílago tiroides y el
piso de la boca. Esto determina que la laringe está suficientemente baja dentro del cuello para
permitir el acceso a través de la cavidad oral.
Clasificación de Mallampati
En 1983 Mallampati planteo que cuando la base de la lengua es excesiva- mente grande en
relación a la cavidad oro faríngea la laringoscopia puede ser difícil. La correcta evaluación debe
realizarse con el paciente sentado invitándolo a abrir la boca y sacar la lengua para su
inspección.
La clasificación original de Mallampati asigna tres grados de dificultad creciente para visualizar
las estructuras de la pared posterior de la faringe y de este modo predecir la dificultad de la
exposición de la laringe, tenemos que decir en este caso se requiere de colaboración consciente.
En 1987 Samsoon y Young (Mallampati modificado), incluyen una cuarta clase.
Clase I: son visibles el paladar blando, las fauces, la úvula y los pilares amigdalinos anteriores
y posteriores.
Clase II: revela el paladar blando, las fauces y la úvula
Clase III: muestra el paladar blando y la base de la úvula.
Clase IV: solamente es visible el paladar duro.
Hablando del resultado final, una vez se haga la valoración adecuada, con otras variables
adicionales que se verán en el presente texto, adicionales a lo anteriormente dicho, de entrada
debemos afirmar que la secuencia de intubación rápida es el camino vigente para llegar a un
éxito cercano al 100%.
Complementariamente, también hay que mencionar que las complicaciones relacionadas con
ésta técnica y su relación medicamentosa, preponderan la siguiente manera:
Hipoxemia: 19.2 %
Hipotensión: 17.8 %
Arritmia: 3.4 %
Curvas de aprendizaje
A medida que va evolucionando el manejo de este tópico en común, aparecen soluciones que
previenen estas complicaciones; en este sentido, el manejo exitoso de la vía aérea lógicamente
mejora a medida que el medico vaya adquiriendo mayor experiencia.
Dicho esto, Sagarin et al., observaron en residentes de medicina de urgencias una curva
ascendente, progresiva en eficiencia y efectividad, que en el primer intento global de acceso a
una vía aérea tiene una probabilidad de 83%, pero discriminémoslo en el tiempo:
Ahora, analizando la variable número de intentos y desenlace final hacia cricotiroidotomía por
intubación fallida tenemos.
Comparando expertos
Sin embargo, un factor importante a tener en cuenta es el error involuntario, dónde la mayoría
de los protocolos de manejo y las guías, están basadas en lo que hacen los anestesiólogos y con
considerable margen de error, son extrapoladas, sin adaptar o adoptar hacia el resto del personal
clínico.
Dediquémonos unos minutos a profundizar los aspectos de vía aérea difícil, desde los inicios en
los cuales nos llega cada caso.
Por el lado del manejo con bolsa - válvula – mascara, es decir el ambú, definitivamente la vía
aérea difícil está determinada cuando hay una mala oxigenación a pesar de todas las medidas
correctas ya conocidas ampliamente.
Independientemente de los criterios específicos que definen alguna de éstas condiciones de vía
aérea difícil, y aunque las guías, no están diseñadas específicamente para los escenarios clínicos
de urgencias o de cuidados intensivos, usted no puede esperar a que llegue el anestesiólogo y
debe necesariamente entrenarse y alcanzar la curva de aprendizaje adecuada.
Afortunadamente el peor de los casos, la intubación fallida es muy baja, como se muestra en las
series publicadas que ven en la introducción del presente documento.
Pero usemos rutinariamente algunas herramientas que tenemos a mano, y que nos pueden
ayudar eficientemente a construir nuestro escenario preventivo y grupo de trabajo adecuado para
golpear lo no deseado.
Sabiendo esto, debemos ser realistas y también se debe tener en cuenta que existe la posibilidad
de que usted no pueda intubar ni ventilar pacientes, siendo éste el escenario más caótico que uno
como médico pueda encontrarse, y habrá la necesidad de llamar a su compañero o a una persona
con mayor entrenamiento, lo cual se hará precozmente, y aumentando el impacto positivo, si
aplicamos asertivamente las herramientas mencionadas.
La solución vigente, es el enfoque sistemático a todos los pacientes de los predictores de Vía
aérea difícil, parte fundamental de la secuencia de intubación rápida.
Pero cuidado!, entrenémonos, hagamos lo necesario para estar listos, porque hasta del 70% de
los casos no dan espera a que usted le haga una valoración completa de todos los parámetros de
la vía aérea como vamos a ver, pero en este estudio, en el cual Reynolds et al., se preguntaron si
había algún criterio como tal que pudiera definir una intubación difícil en emergencia, y
relacionan tres tópicos básicos con una significancia estadística bastante importante:
Incisivos grandes
Distancia inter incisivos reducidos
Distancia tiroidea que se puede evaluar con la escala LEMON, dónde entre mayor sea el puntaje
de la escala, el éxito de la intubación va a ser mucho menor
El Cormarck-Lehane ideal es donde conserva la glotis, las cuerdas bucales, los cartílagos, y la
epiglotis, cuando solo empieza a ver la base de la glotis, o sea no se observa la glotis, o solo el
paladar blando y el paladar duro, y vaya encontrando sobre todo solo estos dos, se va a tener
bastantes problemas para la intubación.
Si éste es el caso y el paciente se ha dejado ventilar, sígalo ventilando este tranquilo y llame a
un segundo compañero.
Distancia tiro hioidea, es un predictor independiente de vía aérea difícil cuando es menor de 2.
Distancia tiro mentoniana la cual si es menor de 6.5 cm del mentón al tiroides, podría haber
dificultades, cuando tiene menos de 5 centímetros la glotis va a estar muy interior y la
posibilidad de verla adecuadamente en un Cormarck-Lehane 1 y 2 se disminuye, a valores de 4
cm no hay duda de que habrá vía aérea difícil.
Otra prueba bastante importante, es la proyección hacia delante del maxilar inferior sobre el
superior, dónde si la persona no es capaz de proyectarlo por delante del maxilar superior, es un
predictor bastante importante de vía aérea difícil.
Distancia esterno mentoniana (E-M), Desde manubrio de esternón a parte inferior de mandíbula,
es indicador de la movilidad de cabeza y cuello, y cuando es menor de 12,5 cm: posibles
problemas.
El estudio NEAR, fue contundente en afirmar con una muestra de tamaño significativamente
mayor, que, utilizando la secuencia de intubación rápida definitivamente la tasa de éxito
aumenta de 85 a 91% versus 76 a 86%, con lo cual no habría más que agregar o discutir, ya que
posee una alta significancia clínica como estadística, con tasas más altas de éxito, menores
complicaciones, y menores tiempos en la intubación.
Siendo un poco secuenciales lo que es necesario en éste manejo, deseo transmitir los pasos de la
secuencia rápida así:
Preparación
Pre-oxigenación
Maniobra de Sellick
Agentes Inductores
Relajantes musculares
Otros Medicamentos
Laringoscopia e Intubación
Confirmación
Preparación
Entonces qué hacemos con los pacientes traumatizados?, por lo general hacemos la maniobra de
la estabilización de la columna cervical, pero en éstas publicaciones, mostraron que dificulta
bastante la intubación.
Fuente: Challenges and Advances in Intubation: Airway Evaluation and Controversies with
Intubation . Emerg Med Clin N Am 26 (2008) 977–1000.
A pesar de ello, hay que tratar de llegar a una posición de olfateo sin llegar a los extremos,
mejorando así las posibilidades de intubación, demostrando es que el daño posible en el lugar es
nulo, y no hay ningún problema mayor.
¿Pre oxigenar?
Otra duda es ¿pre oxigenamos con el ambú, con mascara válvula bolsa y oxígeno al 100%?, o
¿si tenemos la opción usamos VMNI con CPAP para oxigenar como para ventilar?.
Cuando no tiene problemas desde el punto de vista respiratorio, un paciente adulto con una
capacidad residual funcional normal, puede tolerar hasta 5 minutos de apnea después de a haber
hecho un correcto pre oxigenación y ventilación del paciente.
No es así cuando los pacientes tienen compromiso pulmonar de base y muchos de estos
pacientes se encuentran en este punto, ósea que en estos pacientes su capacidad residual
funcional es bastante limitada.
Maniobras complementarias
Maniobra de sellick: aquí, presionamos el cartílago cricoides sobre la columna y eso produciría
la oclusión esofágica para prevenir bronco aspiración, de ésta solo podemos decir que falta aún
investigación con buen poder estadístico, que valide su efectividad puntual.
Agentes Inductores
Ahora sí, superando algunos temores naturales, tenemos que definir qué tipo de agentes vamos a
utilizar, porque esa es la clave en caso de que no podamos intubar en fases iniciales, recordando
que mientras hagamos esos pasos previos rutinariamente, estamos en rangos con posibilidad de
éxito que se aproxima casi al 95%.
Por otro lado, las complicaciones, que se adicionan con el manejo farmacológico, ya ponderadas
en la introducción del documento, se dan lógicamente porque usted está poniendo
medicamentos inductores que disminuyen el gasto cardiaco, la gran mayoría, y aumentan la
posibilidad de arritmias, a excepción de la ketamina.
La elección del medicamento más apropiado, nos dará las siguientes ventajas:
facilitará la laringoscopia.
Pentotal
Ketamina
Propofol
Etomidato
Benzodiacepinas
Opioides
Relajantes Musculares
Lo que se debe saber de ellos y para usarlos inicialmente es que son de dos tipos, la
Succinilcolina y el Rocuronio.
En estos pacientes usted debe preferir darles Rocuronio, teniendo en cuenta que su vida media
está entre 25 y 30 minutos, lógicamente un paciente de estas características no lo vamos a
extubar prontamente, o sea que no lo tendríamos que revertir.
Los fármacos inductores, en un servicio de urgencias son escasos, muchas veces tenemos solo
midazolam, y muchas veces no tenemos, esperemos que eso vaya cambiando con el tiempo,
pero en ese orden de ideas, hay que saberlos utilizar con las dosis adecuadas y previo a la
utilización verificar que tengamos buenos accesos vasculares como requisito primordial, el cual
tiene que ser entre 14 y 16, ya que éstos nos dan buenos volúmenes.
En vía aérea difícil, los planes de contingencia se basan en estos dispositivos supra glóticos de
video, llámese laringoscopio rígido o flexible y los nuevos dispositivos supra glóticos, los de
primera generación desarrollados en 1983, sin dejar de mencionar que este es un hito en el
manejo de la vía aérea.
Luego vienen los dispositivos con doble sonda de succión para aumentar la regurgitación, ésta
es una máscara de laringe que favorece mucho más su introducción y sus dispositivos son
fáciles de utilizar.
El entrenamiento para este tipo de abordaje es muy sencillo, y la curva de aprendizaje es rápida.
Lo más extremo como lo verán es la cricoidotomía, para ésto uno requiere estarse reentrenando
por lo menos unas dos veces al año, pero como vieron los porcentajes son muy bajos.
Hay kits de vía aérea que vienen muy completos, y para pacientes en cuidado crítico eso es lo
ideal que tuviéramos en todos los servicios, sumando constantemente talleres de entrenamiento.
Lo que estamos haciendo actualmente con nuestros estudiantes en el hospital universitario, son
sistemas de video directamente acoplados a los dispositivos.
Conclusiones
La valoración del paciente es lo primero que tenemos que hacer, como conclusión, la escala
LEMON, es la más rápida que podemos hacer y de una manera menos complicada en un
paciente que está en inminencia de falla ventilatoria, o en inminencia de paro, y nos puede
ayudar bastante, si no podemos acceder a los otros parámetros por la condición del paciente.
La mayoría de los protocolos de manejo de las guías, están basadas en lo que hacen los
anestesiólogos y son extrapoladas a los que atienden los casos clínicos de urgencias, cuidado
intensivo o una sala de hospitalización, pero a veces éstos no se amoldan a las condiciones que
uno tiene en esos servicios.
Es por eso hay que hacer modificaciones de acuerdo a su entidad y la disposición de equipos
que tengan, (adaptación, adopción metodológica y académica), eso es bien importante para que
en el momento que llegue el paciente se pueda manejar de una manera adecuada.
De ésta manera, para atender un paciente de forma adecuada deberá hacerse aplicando un
flujograma claro que posea una secuencia de pre-intubación, presencia de dos operadores, buen
acceso vascular, optimización adecuada y hemodinámica con cristaloides en caso de requerir
vaso activos, más una adecuada pre-oxigenación, con el uso durante la intubación de
medicamentos totalmente listos, por ejemplo haciendo inducción con ketamina que es
cronotópico positivo y no produce tantos efectos cardiovasculares.
LECTURAS RECOMENDADAS
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