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ECONÓMICAS ADMINISTRATIVAS Y DE
COMERCIO
ANÁLISIS
SOCIOECONÓMICO
IMPACTO
Económicamente, los efectos del auge bananero en el país fueron importantes.
Se profundizó el modelo de desarrollo capitalista en relación con el mercado
mundial. Ecuador se insertó en un orden internacional en el que asumió
claramente el papel de proveedores. Al mismo tiempo se produjo un aumento
de la producción nacional en distintos órdenes, se expandieron las relaciones
salariales, creció el mercado interno y la economía se diversificó. Los sectores
que crecieron fueron la industria, la construcción, la pesca industrial, la
producción agropecuaria, el comercio, la banca, el transporte y las
comunicaciones.
3 AUGES BANANEROS
El primero cubre el período 1949 – 1955, el segundo auge bananero
corresponde al periodo 1958 –1972. En el gráfico se puede observar que hay
años de descensos y otros de crecimiento en los que no existe un patrón
propiamente de auge sino una expansión muy mesurada. El tercer auge
bananero se presenta desde el período de 1976 a 1995.
Aunque muchos dicen que el tercer auge comenzó en 1984 y hasta fin de siglo
en el 2000. Sin duda este es el período expansivo de mayor transcendencia en
la historia bananera del Ecuador, ya que el producto logra generar más de
1.000 millones de dólares anuales por concepto de exportaciones para la
economía ecuatoriana.
COMENTARIO: El peor momento para la industria bananera fue la década de los
70 a partir de 1972 en que su participación en el Producto Interno de la
economía cae del 7% al 1% en 1982. En esos 10 años hubo un continuo
descenso que a partir de 1984 comenzó a recuperarse hasta llegar al 6% en
1992, para luego descender al 4% en 1994 y haber llegado al 7% nuevamente
en 1999. Este último logro tiene poca significación porque lo único que nos dice
es que en una economía dramáticamente deprimida y con un alto porcentaje
recesivo, el banano logró crecer en su participación porcentual del Producto
Interno
Bruto. Por otro lado este trabajo demuestra que la teoría de los ciclos bananeros
se puede aplicar en un período largo como es 50 años y que se pueden
establecer períodos de auge y recesión de
10 y más años en uno u otro sentido. Esto quiere decir que hay pocos años en
que la producción bananera produce mayores ganancias y muchos más años en
que la producción mantiene una ganancia moderada.
Actividad de aprendizaje 1.2.
1.2.1. ¿La dolarización ha permitido una
estabilización económica? Comente su respuesta.
Como sabemos la transición que tuvo el Ecuador hacia el dólar no fue una
opción fácil ni a disposición de la opinión del país, esta transición se dio
debido a la crisis gemela de 1999, como una salida para este problema, a
pesar de que todo el pueblo se vio afectado en un principio, ahora ya se ha
recuperado este gran cambio, y el país ha logrado competir con los demás,
estar igual que ellos, utilizar una moneda con un valor adquisitivo semejante,
abre muchas puertas y ayuda al progreso de la economía de un país
La adopción del dólar como moneda local, aunada a favorables precios del
petróleo, dinámicas remesas familiares y una gestión macroeconómica con
resultados mixtos, han contribuido a estabilizar gradualmente las expectativas,
eliminar gradualmente la hiperinflación, iniciar el saneamiento y
restablecimiento del sistema bancario, alcanzar moderadas tasas de
crecimiento y revertir así parcialmente el aumento del desempleo y de los
niveles de pobreza.
A pesar de los problemas, con la dolarización, vamos por buen camino. Y es que
efectivamente, los países dolarizados tienen ventajas para generar un negocio
positivo. Para comenzar, existe estabilidad económica, la cual ha permitido que
se fortalezcan las finanzas públicas y como consecuencia, se ha podido prestar
más atención a los programas sociales.
Se puede notar que con la dolarización el poder de compra de las familias se ha
fortalecido, lo que es evidente por los volúmenes que alcanzan las empresas
que están dirigidas al consumo masivo (supermercados, cadenas de
electrodomésticos, venta de vehículos, ventas de mobiliarias, etc).
El país ha logrado aislar, en cierta medida, a la economía de esta crónica
inestabilidad política, teniendo un mayor grado de gobernabilidad. El problema
que vivimos en el año 2000 no fue consecuencia de una crisis económica, sino
de una crisis política.
EN LA ACTUALIDAD
El caos político e institucional es algo común en la historia reciente de Ecuador.
Una persona cínica podría incluso interpretar la violenta sublevación policial,
que puso en jaque la continuidad del gobierno de Rafael Correa, como “el
regreso a la normalidad” de una nación que ha tenido 10 presidentes en los
últimos 15 años. Aún así, a pesar de la naturaleza caótica de su política,
Ecuador ha gozado de una relativa estabilidad económica desde que adoptó el
dólar estadounidense como su moneda oficial el 9 de enero del 2000.
En un país donde los presidentes son regularmente derrocados por turbas o
sublevaciones populares, se puede esperar que la economía –y particularmente
el valor de su moneda– colapse con cada crisis. Esto era precisamente lo que
sucedía en Ecuador en la década anterior al 2000, cuando la inflación promedio
fue del 37,5% al año. Sin embargo, en los 10 años posteriores a la dolarización,
la tasa promedio de inflación ha sido del 6,8% anual. E incluso esta cifra se
encuentra un poco abultada por el hecho de que la inflación llegó a un pico del
91% durante el primer año de la dolarización y permaneció alta el año siguiente
(Esa alza inicial se debe a que en el momento de adoptar el dólar, el gobierno
fijó un tipo de cambio particularmente alto para el sucre, la antigua moneda
ecuatoriana, lo que produjo una enorme devaluación que generó una alta
inercia inflacionaria ese año). No obstante, la tasa de inflación de Ecuador
rápidamente disminuyó y en gran medida ha convergido con la de EE.UU. en los
últimos años:
1.2.2 ¿El sistema financiero después de la crisis del
año 2000, ha logrado estabilizarse? Comente su
respuesta.
El sistema financiero ecuatoriano ha venido recuperándose de la grave crisis
gemela de los años 1998-99 y adaptándose a los cambios derivados de la
dolarización de la economía a principios de 2000. La crisis bancaria redujo
drásticamente el número de instituciones financieras activas, mientras que la
dolarización y los cambios institucionales asociados motivaron que las
instituciones que sobrevivieron favorezcan la tenencia de activos y pasivos más
líquidos en sus balances y promueven una mayor concentración bancaria.
El sistema financiero ecuatoriano se ha recuperado remarcablemente bien
desde su crisis de 1999, con un crecimiento estable de los depósitos en el
sistema bancario del crédito al sector privado desde sus niveles negativos de
1999, pero aún existen varias áreas críticas por mejorar. Algunos problemas
clave son los siguientes:
• Las tasas de interés activas reales son levemente positivas, mientras que
las pasivas siguen negativas y no fortalecen la intermediación financiera.
Las tasas de interés activas reales fueron negativas durante el episodio
hiperinflacionario, y sólo se volvieron marginalmente positivas a partir de
2002.
• La caída de las tasas de interés nominales postdolarización ha sido tardía
y leve, lo que no ha estimulado lo suficiente la recuperación económica.
Con la dolarización, la eliminación del riesgo cambiario debió haber
permitido una rápida baja significativa de las tasas de interés nominales,
lo cual no sucedió. Entre abril 2000 y fines de 2002, su caída fue leve,
apenas 3-4 puntos porcentuales, y menor que los casi 5 puntos
porcentuales de caída en las tasas de interés internacionales. Sin
embargo, a medida que ha caído la inflación y se ha fortalecido el
sistema financiero, las tasas han bajado paulatinamente: a fines de 2002,
con una tasa activa referencial de 12% y una inflación de 9%, las tasas
activas reales de Ecuador son apenas menores que la tasa prima de
Estados Unidos.
• La liquidez de los bancos comerciales permanece alta y fluctuante. La
liquidez neta de los bancos (fondos disponibles/ depósitos hasta 90 días)
se recuperó notablemente a finales del año 2000, pero desde entonces
ha fluctuado en un rango alto y amplio de 30-45%. Este comportamiento
refleja el nerviosismo de los bancos para contar con provisiones que le
permitan cumplir sus obligaciones en caso de un retiro de depósitos.
• La proporción de la cartera morosa es elevada y el crédito a vivienda o
microempresa permanece estancado. Un 10% de la cartera es morosa.
Este promedio esconde la difícil situación atravesada por algunos bancos
comerciales con altísimos niveles de morosidad. La mayor proporción de
crédito sigue estando concentrada en el segmento con la mayor
morosidad –el crédito comercial-. Siendo que apenas un monto marginal
(menos de 10%) es asignado a vivienda o microempresa, dos sectores
intensivos en mano de obra no calificada, y cuya reactivación favorecía la
recuperación económica. Ambas tendencias reflejan, por una parte, la
dificultad de los agentes económicos para atender sus deudas y no hacer
rollover; y, por otra parte, la poca confianza del sistema bancario para
conceder crédito a mediano plazo, pese a la dolarización.
34%
3 1%
27%
18%
15% 16%
14%15%
10%
8%
6% 5%
La deuda pública interna tuvo un incremento del 13,4%, con lo que se obtuvo
un saldo de $4 133 millones al 28 de febrero de este año 2009, frente a los $3
645 millones registrados al 31 de diciembre del 2008
Este aumento se dio, principalmente, por el incremento del 21,98% en el monto
total de la deuda interna colocada en bonos a largo plazo, al pasar de $2 224
millones en diciembre de 2008 a $2 713 millones en febrero de 2009.
En cuanto al total de amortizaciones pagadas por este concepto, se observa un
aumento del 13,40% entre enero y febrero de este año.
Es así que este rubro pasó de $29,64 millones en enero 2009 a $33,61 millones
en febrero 2008.
De acuerdo al informe, este ascenso obedece al crecimiento del 13,95%
perteneciente a títulos del Estado. Es decir que este pasó de $28,52 millones en
el primer mes del año a $32,50 millones en febrero de 2009. Asimismo se
evidenció un crecimiento, por el mismo valor porcentual, de los bonos de
mediano y largo plazos, indicó el informe mensual del ministerio. (APB)
1.3.4. ¿La construcción del oleoducto de crudos
pesados, en qué magnitud favorece a la economía?
Valore el volumen de ingresos por su uso.
La construcción del oleoducto de crudos pesados (OCP) ha dinamizado la
economía y ha constituido la inversión extranjera más voluminosa en el Ecuador
desde los años 1970.
El Estado recibe anualmente de la compañía OCP Ecuador S.A. el pago de USD
1’100.000, al que deberá agregar USD 0,05 por barril transportado en la
Capacidad de Acceso Abierto, en concepto de participación del Estado en las
tarifas de transporte que cobra la compañía OCP Ecuador S.A., y una
compensación adicional como descuento en la tarifa del Estado, cuando el
volumen total de transporte exceda de 300.000 barriles por día, según un
cuadro que consta en el Contrato de Autorización.
El OPC reactivó la economía. Esta inversión llegó en un momento de crisis
profunda y ayudó a aliviarla, pero no hay que magnificar el hecho y dar a
entender que el país cambia de pobre ha desarrollado.
BENEFICIOS
• Ingreso de capitales frescos de no menos de 1.300 millones de dólares en 36
meses.
• Aumento, en un período de cuatro años, de las exportaciones petroleras en un
163% con respecto al 99 (de 1.200 millones a 3.100 millones de dólares).
• A partir del inicio de la construcción del OCP se tendrá un ingreso neto de
divisas de alrededor de 4.600 millones de dólares en cuatro años.
• Un incremento del ingreso fiscal petrolero del 6% del PIB de 1999, en tres
años a partir del inicio de la construcción del tubo.
• Todos esos aumentos en los ingresos ayudarán a eliminar el déficit fiscal.
Estos son los beneficios inmediatos que trajeron la construcción del OCP.