Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Las verdades subjetivas son aquellas con las cuales estamos más íntimamente familiarizados. Que a
mí me guste el brócoli o que me duele el pie son ambas subjetivamente ciertas. El Subjetivismo
metafísico sostiene que todo lo que tenemos son estas verdades. Esto es, que todo acerca de lo que
podemos saber es, de una forma u otra, nuestras experiencias subjetivas. Esta visión no rechaza
necesariamente el realismo. Pero al menos sostiene que no podemos tener conocimiento directo
del mundo real.
En contraste, las verdades objetivas pretenden ser de alguna manera independientes de nuestras
creencias subjetivas y gustos. Dichas verdades no subsistirían en la mente pero si en el objeto
externo. Esta verdad es demostrable científicamente ya que es un hecho o fenómeno que ocurre
independientemente de la existencia del ser humano. Por ejemplo, la ley de Gravedad existe,
independientemente de la presencia o ausencia de seres humanos sobre la Tierra. Podría
argumentarse que la ley no existiría si no hubiera humanos en la Tierra puesto que no habría
personas que la formulasen, sin embargo, esto no evitaría que los cuerpos sean atraídos hacia la
Tierra ya que la fuerza de gravedad existiría de todas maneras.
Las verdades relativas son aquellas ideas o proposiciones que únicamente son verdad en relación a
alguna norma, convención o punto de vista. Usualmente, la norma mencionada son los principios
de la propia cultura. Todo el mundo acuerda en que la veracidad o falsedad de algunas ideas es
relativa: Si se dice que el tenedor se encuentra a la izquierda de la cuchara, ello depende de desde
dónde uno esté viendo. Sin embargo, el Relativismo es la doctrina que señala que todas las verdades
de un dominio particular (dígase moral o estética) son de esta forma, y el Relativismo implica que
toda verdad sólo es en relación a la propia cultura. Por ejemplo, el Relativismo Moral es la
perspectiva que apunta a que todas las verdades son socialmente inspiradas. Algunos problemas
lógicos sobre el relativismo se explican en el artículo Falacia Relativista.
Las verdades relativas pueden ser contrastadas con las verdades absolutas u objetivas. Estas últimas
son ideas o proposiciones que serían verdaderas para todas las culturas y eras, aún si las personas
que viven en ellas no lo supieran. Por ejemplo, si las matemáticas son verdades objetivas, entonces
hasta los teoremas más abstractos eran verdaderos para los vikingos o los hititas, incluso aunque
ellos no lo supieran. Estas ideas frecuentemente son atribuidas a la misma naturaleza del universo,
de Dios, la naturaleza humana o a alguna esencia fundamental o significación trascendental.
Absolutismo en un dominio particular del pensamiento es la visión de que todas las proposiciones
en tal dominio son absolutamente ciertas o absolutamente falsas: ninguna es verdadera para una
cultura o era mientras es falsa para otras. Por ejemplo, el absolutismo moral es la visión de que
todas las afirmaciones en lo moral como “El aborto está mal o La caridad es buena" son
completamente verdaderas o falsas para todas las culturas en todas las eras.
En el primer caso se usa para distinguir una realidad como realidad verdadera en oposición a una
realidad “aparente”, “ilusoria” “irreal” o “inexistente”; lo que ocurre cuando tomamos una realidad
por “otra”. En este sentido afirmamos, es “oro falso” o “falso oro”, parece oro, pero no lo es.
Los escolásticos afirmaban que el “ente” poseía la cualidad de su propia verdad. Omne ens est
verum, con independencia de su ser o no ser conocido.
En el segundo caso se utiliza con referencia al conocimiento en cuanto contenido de una proposición
(lógica) que puede ser “verdadera o falsa” según se corresponda o no con la realidad de los hechos
que pretende expresar.
Estas dos formas de consideración de la verdad no siempre aparecen claras en el uso vulgar de la
palabra.
Sin embargo la posibilidad del conocimiento de la verdad así entendida es rechazado por los
escépticos considerando que no es posible para el conocimiento humano el conocimiento de la
realidad.
El máximo exponente de una filosofía basada en este sentido de verdad es Platón. Los cristianos y
escolásticos encontraron la solución situando esa verdad en el mismo conocimiento divino, pues el
conocimiento de Dios es un acto creador; pues en Dios conocimiento y realidad coinciden.
Como sentido lógico de la verdad, como conocimiento de verdad objetiva, su máximo exponente es
la verdad científica. No obstante no se identifica con la “verdad ontológica” y absoluta.
Lo que deja abierto el campo de la verdad lógica a otros tipos de conocimientos verdaderos no
sometidos estrictamente al ámbito y al método científico.
Si todos los elefantes tienen alas y todos los seres alados vuelan, entonces los elefantes vuelan.
Sin embargo en cuanto a su forma o estructura lógica es una verdad no solo respecto a este discurso
concreto sino en cuanto que todo discurso que mantenga la misma forma o estructura lógica será
siempre y necesariamente verdadero. Su forma lógica hace verdadero el discurso en este sentido.
Su verdad formal es verdad.
Cuando la relación entre lo "dicho" no se establece con los "hechos" sino con el "juicio como
creencia subjetiva del que "enuncia" la verdad se produce un doble polo de significación: verdad-
mentira.
Es interesante considerar cómo la Lengua usa el mismo término "verdad" para tantos significados,
incluido este, mientras que en el polo contrapuesto en este caso que es la "mentira" no ofrece la
más mínima duda de su sentido, aun dentro de sus variedades tipificadas.