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El orador es quien se presenta ante un público, es el encargado de hacer llegar

la información; este, al verse involucrado directamente con otras personas, debe


cuidar su apariencia física para presentarse frente a un conglomerado, a esto se
le llama imagen del orador no siendo más que el cuidado personal que debe
tener cada uno de estos a la hora de su presentación. Con esto nos referimos a
como se debe vestir, como se debe dirigir a los demás, como debe lucir y que
cosas no debe hacer, además de ser pulcro en su discurso. No solo se necesita
una vestimenta formal y elegante, sino también un estado de ánimo feliz, seguro
de sí mismo, con motivación y tener una autoestima equilibrada, para contar con
la suficiente confianza y seguridad que destaca a un buen orador.
La apariencia apropiada para dar una charla o conferencia, es aquella donde se
vea reflejado el respeto que tiene el líder a su público, ya que ellos esperan lo
mejor de él, en cuanto aparecer limpio, con un vestuario adecuado, elegante o
mejor dicho distinguir entre los demás. La imagen o presencia revela mucho de
quienes somos en realidad y forma parte de cómo se proyecta un orador frente
al público. El lenguaje corporal, las palabras que usa, su tono de voz o las
expresiones faciales, nos hace dar cuenta de su actitud, tanto emocional como
física ya que transmitirá siempre según sus emociones. Es por ello que para ser
un buen líder se necesitara de varios factores mencionados anteriormente,
aunque es esencial cumplir con los lineamentos pautados que se dicen para
alcanzar el éxito y lograr un buen liderazgo, solo se requiere de autoridad,
influencia sobre los demás, credibilidad, inspirar a los seguidores y mucha
motivación para resultados óptimos.
En muchos casos no todos tienen la capacidad o no cuentan con las habilidades
para formar el buen liderazgo, se necesita de mucha responsabilidad y
compromiso, involucrarse tan bien en el tema que una parte de ti se quede con
todo eso, por el empeño, el esfuerzo en que todo salga bien y no solo hacer
obligatoriamente las tareas por ser responsable, dar a entender que la
responsabilidad y el compromiso van de la mano. El desinterés es el primer
causante de la falta de compromiso, cuando esto sucede las cosas salen mal,
ya que no se cumplen con las expectativas de las personas.
En este sentido los oradores, líderes y en nuestro caso los abogados, trataran
siempre de resaltar e impresionar al público, al jurado o al juez, ya que ejercer la
profesión nos hace comprometidos porque siempre vamos a desear que todo
nos salga bien, más de lo esperado. Indudablemente ser abogado te convierte
en un líder y un orador ya que convencerás a los clientes y demostraras
seguridad, pero sobretodo resultados. Proteger, velar por los derechos, deberes
y ser implacable con la justicia, forman parte de ejercer un buen liderazgo,
actuando con autenticidad y apreciando el valor de la justicia.

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