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Introducción Antecedentes
Dentro de la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), Hablar de Análisis Funcional remite, de manera
el proceso de evaluación resulta una herramienta ineludible, a los trabajos de B.F. Skinner, primero
fundamental e imprescindible para el proceso te- dentro del Análisis Experimental de la Conducta
rapéutico dado que permite identificar, organizar y posteriormente dentro del Análisis Conductual
y sistematizar la información proporcionada por el Aplicado. Dentro de la perspectiva del primero, el
usuario, para diseñar y ofrecer un tratamiento de concepto de Análisis Funcional (AF) se mencionó
acuerdo a las características del mismo. Es por esta por primera vez en el texto Verbal Behavior (Skinner,
razón, que conocer los elementos y la ló gica que le 1957), reflexionando que ‘causa y efecto’ eran
subyacen, es un elemento clave para cualquier tera- intercambiables, es decir, que la ‘causa’ es un ‘cambio
peuta que dirija sus intervenciones con un enfoque en una variable independiente’, mientras que ‘efecto’
cognitivo-conductual, tanto para explicar la conduc- es un ‘cambio en una variable dependiente’, por lo que
ta problema, como para elaborar una propuesta de las antiguas relaciones causales las consideró ahora
intervención articulada. como relaciones funcionales (Reep y Horner, 2000).
Una pieza fundamental que compone al pro- Por tanto, desde sus orígenes en el conductismo
ceso de evaluación conductual es el análisis funcio- radical, con el término AF se designó al proceso por
nal, cuya historia data desde los inicios del condicio- medio del cual se identifican relaciones funcionales
namiento operante y se ha consolidado hasta el día entre estímulos y respuestas (Muñoz, 2003).
de hoy como un elemento característico de la TCC En el área experimental, el AF es una fuente
ya que permite establecer un vínculo entre el análisis de datos, ya que permite variar y controlar las con-
de los motivos de consulta, las conductas problema diciones en las que se presenta una conducta, por lo
y la elaboración del plan terapéutico, por ello, tiene que es posible afirmar, sin lugar a dudas, qué factores
la facultad de relacionar y darle sentido de continui- elicitan y mantienen una conducta; en sus primeros
dad a todo el proceso de evaluación e intervención usos, Skinner (1953, en Phares y Trull, 2000; O’Brien
psicológica. El presente capítulo tiene por objetivo y Haynes, 1997) se refería con él a la importancia de
presentar las características del análisis funcional, sus la conducta manifiesta y los elementos medioam-
peculiaridades en el ámbito hospitalario y su vincu- bientales que la controlan (Díaz, Ruiz y Villalobos,
lación con la elaboración de programas de interven- 2012), por lo que en sus inicios, el AF hacía referen-
ción basados en la TCC. cia la realización de un análisis sistemático y exacto
acerca de la relación entre la conducta problema, los métodos que recomiendan para derivar hipótesis
aquellos eventos que la anteceden y aquellos que la y el énfasis en los diferentes procedimientos y ele-
preceden, de tal manera que se lograsen identificar mentos de la formulación de caso, Fernández-Balles-
aquellos factores capaces de evocar o mantener com- teros (1994b) afirma que comparten características,
portamientos (Harris y Glasberg, 2007). “ya que su objetivo es el análisis científico del com-
Desde el Análisis Conductual Aplicado, y a portamiento humano, cuentan con el método expe-
lo largo de la evolución de los modelos conductuales rimental como fundamental fuente de hallazgos” (p.
en psicología, se ha incluido al AF en la evaluación 85), y en resumen, es el estudio del comportamiento
conductual como modelo explicativo de la conducta y de los principios que regulan el aprendizaje.
humana, cuyas aplicaciones se han diversificado, en- Del mismo modo, el proceso de evalua-
tre otros, a problemas organizacionales, educativos, ción conductual es común a todos los modelos con
clínicos y relacionados con el proceso salud-enfer- orientación conductual, el cual, desde sus orígenes
medad. Sin embargo, en todos estos ámbitos, se ha se consideró como la respuesta a las necesidades de
tratado de mantener el rasgo distintivo, en palabras evaluación de la terapia y modificación de conducta
de Reep y Horner (2000, p. 2), de: “explicar la función (Goldfried y Pomeranz, 1968, en Fernández-Balles-
del problema que se presenta…en términos de entornos teros, 1994a), al considerarse una alternativa a la eva-
presentes y pasados, y luego cambiar el entorno, de tal luación tradicional y al mismo tiempo, proporcionar
modo que la conducta apropiada conduzca a la misma una metodología de evaluación congruente con los
función, generalmente con más eficacia que la conduc- supuestos básicos (sobre aprendizaje y cogniciones)
ta problema que se había producido”. y aportar indicaciones puntuales sobre las áreas de
En este sentido, pese a que no fue su objetivo interés de la evaluación y los procedimientos nece-
central, Skinner (1974, en Castro y Angel, 1998) sen- sarios (Díaz, Ruiz y Villalobos, 2011), es decir, com-
tó las bases para un modelo de formulación clínica a parten el énfasis en la importancia de la formulación
través de su modelo de triple relación de contingen- en el diseño y elección del tratamiento, así como en
cia, a partir del cual es posible identificar regularida- el énfasis que se le proporciona a la coherencia con-
des entre eventos comportamentales y el ambiente, ceptual (Caycedo et al., 2008).
los cuales facilitan la identificación de variables a mo- Este proceso se caracteriza por su enfoque
dificar. Es decir, el AF favorecerá la identificación de idiográfico -individual- (Phares y Trull, 2000), donde
condiciones bajo las que se producen las conductas el sujeto es evaluado de forma específica, tanto en los
problema, además de determinar las consecuencias comportamientos problema como en la selección de
de esos actos para cada situación/individuo par- variables ambientales que los controlan o mantienen
ticular, de ahí que las estrategias para modificar la en el momento presente; este enfoque es uno de los
conducta puedan ser variables aun cuando las situa- rasgos característicos en psicología clínica y en cual-
ciones problema sean en apariencia similares; estas quier ámbito aplicado, como el de salud, donde se bus-
características, lo han constituido en la piedra angu- ca establecer relaciones entre variables para un indivi-
lar de la Evaluación Conductual. duo, además analizar cómo responde al tratamiento.
En la actualidad, la Evaluación Conductual
Generalidades del Proceso (EC) se ha modificado sustancialmente, desde los
de Evaluación Conductual supuestos del conductismo radical hasta la incorpo-
Pese a que existen diferentes modelos conductuales ración de eventos internos (cognitivos), las variables
en psicología, y, como señalan Caycedo, Ballesteros y de tipo organísmicas (Díaz et al., 2011), y su integra-
Novoa (2008), varían en las categorías contempladas, ción en la Terapia cognitivo-conductual; además de
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siderándolo equivalente al proceso de evaluación cribirá con mayor detalle sus características, ventajas
conductual): 1) la selección y operacionalización de y limitaciones.
las conductas problema, 2) la selección de las me-
jores técnicas de intervención para incidir sobre las Análisis Funcional
conductas descritas; y, 3) la valoración de los efectos Antes de comenzar con la explicación sobre las ca-
producidos por la intervención realizada. Mientras racterísticas del Análisis Funcional (AF), es impor-
que para Muñoz (2003) las fases principales son dos: tante tener presente algunas consideraciones sobre
la evaluación, que a su vez se divide en tres tareas y el el término funcional en el contexto de la evaluación
tratamiento. En la Figura 6.1 se muestra un esquema conductual. De acuerdo a Fernández-Ballesteros
que ilustra este proceso. (1994b), ha de reconocerse que una variable (con-
ducta problema) está en función de otras variables
(contextuales, personales u organísmicas), con las
que no solo mantienen una asociación de tipo pre-
dictivo, sino que además permiten generar una po-
sible explicación funcional. Díaz et al., (2011) men-
cionan que el término funcional puede emplearse de
dos maneras: una se refiere al efecto que una con-
ducta tiene sobre el contexto, es decir, al propósito o
función que la conducta de un individuo tiene sobre
Figura 6.1. Principales fases y tareas de la Evaluación Conductual. su medio; la segunda se refiere a la relación de con-
tingencia que se establece entre dos variables, donde
En resumen, las metas de la evaluación con- una cambia en función de la presencia o ausencia de
ductual, incluyen: a) considerar la interacción y de- la otra.
pendencia recíproca entre el proceso de evaluación
propiamente dicho y las estrategias de intervención El término funcional puede entenderse como el
para cada caso; b) evaluar el problema, por tanto se efecto o propósito que una conducta tiene sobre el
realizan diversos tipos de análisis para obtener un contexto; por otro lado, se refiere a la relación de
diagnóstico; c) seleccionar e instrumentar estrate- contingencia, es decir, a que una variable cambie si
gias de intervención coherentes con los resultados de la otra se encuentra presente o ausente.
la evaluación previa; d) analizar los resultados, a la
luz de la trascendencia de la terapia, el índice de cam- La relevancia de este concepto radica en
bio y la eficacia de las técnicas de intervención. Por que parte del principio de que el comportamiento se
ello, de acuerdo con Fernández-Ballesteros (1994b), aprende y se mantiene en el tiempo debido a las con-
el proceso de evaluación conductual es una aproxi- secuencias que se generan de la ejecución de éste. Y
mación particularmente enfocada al tratamiento y por lo tanto, en esencia, el psicólogo clínico debe de
cambio conductual. reconocer aquellos estímulos que precipitan/deto-
Como puede concluirse, de la revisión de las nan la probabilidad de ocurrencia de cierto compor-
distintas propuestas de fases o etapas del proceso de tamiento y determinar qué eventos subsecuentes a la
evaluación conductual, el análisis funcional es una de conducta problema son los que posibilitan su mante-
las tareas que lo componen, sin embargo es quizá la nimiento (Phares y Trull, 2000).
pieza clave para comprender y enlazar a la evaluación Si bien el AF es el componente esencial del
con la intervención, por lo que a continuación se des- análisis conductual, es relevante hacer hincapié en
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identificar aquellos comportamientos problema, que el diseño se hace a medida de cada individuo.
precedentes y de mantenimiento; sino que posibilita • Ayudar al clínico para tomar decisiones clínicas
formular hipótesis y derivar, por añadidura, los ob- complejas y obtener el máximo beneficio del tra-
jetivos de tratamiento, así como la selección de las tamiento.
estrategias de intervención más adecuadas, y ser así
una herramienta muy poderosa para el psicólogo en O´Brien y Haynes (1997) proponen que todo
ámbitos clínicos o de la salud. AF incluye las siguientes dos variables:
Así, para los fines de este capítulo, se enten- 1. Topografía de las conductas analizadas. Se refie-
derá al AF como aquel modelo conceptual o proceso re a todas las características topográficas que tie-
para identificar las relaciones funcionales causales, ne una situación problema y son:
importantes y controlables, que pueden aplicarse a • Respuesta general, que se subdivide en el siste-
un conjunto particular de conductas meta para un ma compuesto por los tres niveles de respuesta:
individuo (Haynes y O’Brien, 1990), mediante la fisiológico, motor y cognitivo-afectivo.
recopilación de información acerca de los factores • Magnitud de la respuesta general o grado de
situacionales y conductuales que controlan varios cambio.
aspectos topográficos de la conducta problema (Mu- • Características temporales conocidas como pa-
ñoz, 2001; O´Brien y Haynes, 1997). rámetros de respuesta: frecuencia, duración, in-
Formalmente, el AF se define, de acuerdo tensidad, latencia y nivel de cambio.
con Díaz et al., (2011, p. 119), “como el conjunto de • Variabilidad de la respuesta.
métodos que organizan la información recogida en • Nivel de reducción, ya sea individual, intraorgá-
hipótesis sobre los antecedentes, conductas proble- nico o inferior.
ma y consecuencias, considerando también otras Es importante señalar que a pesar de que se
variables que pueden afectar a este esquema básico, recomienda hacer uso de todas estas características
con el objetivo de determinar la razón (función) de la para la elaboración del análisis funcional, se abre la
conducta”. Así, puede resumirse como un sistema de posibilidad de combinar estas variables de manera
organización de la información relevante en la eva- específica dependiendo de la problemática de la que
luación clínica, basado en la identificación de relacio- se trate.
nes funcionales entre las conductas problema y even- 2. Topografía de los factores determinantes. Esta
tos ambientales, históricos y personales. El AF, por característica del AF hace mención a la topo-
tanto, permite establecer una red multicausal que sir- grafía de todos aquellos factores que pudieran
ve de base a la comprensión del mantenimiento del controlar la conducta. Los cuales se pueden
comportamiento y al diseño de la intervención. dividir en dos dimensiones:
Así, las metas que se pretende alcanzar con el • Las situacionales. Ambientes específicos (deno-
AF son (Díaz et al., 2011): minados escenarios de conducta) donde apa-
• Aportar respuestas o hipótesis acerca de las cau- rece un patrón de conducta estable, los cuales
sas del comportamiento de un individuo, lo cual pueden ser ambientales físicos inanimados y
incluye identificar las necesidades particulares o ambientales físicos animados (humanos o no
ganancias secundarias que tiene un individuo a humanos).
través de ciertas conductas. • Las intraindividuales. Son aquellas situaciones
• Aprender de las personas, sus problemas y ne- internas (cognitivo-verbales, afectivo psicológi-
cesidades antes de intervenir: ello disminuye el cas y motrices) que pudieran estar controlando
riesgo de fracaso en el tratamiento. de tal modo algún aspecto de la topografía de la conducta,
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se pone a leer, ve televisión, fuma y a veces no Ejemplo, caso 2. Se presenta a consulta la Sra. L.
puede dormir, piensa que lo que le pasa es debido de 25 años de edad, es divorciada y tiene dos hijos,
a la muerte de sus padres y su esposa, a que se en- de 5 y 4 años de edad, respectivamente. Reporta
cuentra solo, piensa que tiene derecho a rehacer
que “desea recuperar la seguridad en sí misma y que
su vida, “¿qué no habrá alguien en quien confiar?”
Físicamente se siente cansado y agotado, a veces su actitud no le afecte a sus hijos”; la problemática
le duelen las piernas. se caracteriza a nivel motor por las discusiones
Esto se hace altamente probable cuando se en- frecuentes con su madre y a nivel cognitivo por-
cuentra en su casa, le ocurre a cualquier hora del que las decisiones que toma son influenciadas por
día y cuando piensa en sus padres y esposa y en su madre y tiene miedo de hacer cosas que le son
tener una nueva pareja, piensa “soy un ser humano necesarias. Lo anterior se hace altamente probable
y no hay (mujeres) pues no voy a salir a buscar a la cuando su madre hace comentarios acerca de su
calle”, piensa en la soledad en que se encuentra y trabajo, su arreglo personal, las personas con quien
que le hace falta una compañera. La conducta pro- sale y el decirle que parece una puta porque cada
blema puede estar mantenida porque piensa “es- vez que sale va a un hotel, además, cuando hace
toy mal, me estoy dejando llevar por los problemas comentarios sobre el cuidado de sus hijos; ocasio-
que he tenido (muerte de los padres y esposa) y es- nalmente, su padre la regaña por llegar después de
toy desubicado,” procura estar tranquilo y trata de la hora estipulada. Esta situación probablemente es
desechar sus pensamientos saliéndose a la calle y mantenida porque la Sra. L. se siente chantajeada
caminando un poco; algunas veces ha retrasado la y presionada por su madre y tiene miedo de hacer
entrega de su trabajo. Al Sr. E. le gusta salir a cami- cosas que ella considera necesarias e importantes.
nar, practicar deportes (alpinismo, excursionismo Por otro lado, la mamá de la Sra. L. le deja de ha-
y natación), leer, escuchar música y ver televisión. blar, llora, se molesta, se queja por teléfono con
Considera que debe mantener una imagen ante otra de sus hijas. Es importante señalar que la Sra.
sus hijos y no quiere que lo vean acobardado, por L. es divorciada y por ello regresó a vivir a casa de
lo tanto no desea comentar sus problemas con sus sus padres. Por otro lado, dentro de las variables
hijos para no preocuparlos y causarles problemas, organísmicas se encontró que la Sra. L. no tiene
también es importante señalar que recibió una habilidades para tomar decisiones por sí misma, ni
educación tradicionalista, donde el hombre es el para negociar o discutir sus puntos de vista; otro
fuerte y pilar de la casa. aspecto importante es que a la Sra. L. se le inculcó
que a su mamá siempre había que complacerla y
De acuerdo con el análisis anterior se considera
que ella merece todo porque “es lo máximo”. Cabe
que el tratamiento se enfoque a nivel cognitivo,
tanto en las situaciones estímulo antecedentes señalar que el padre de la Sra. L. se ve influenciado
y las consecuencias, además de favorecer el por lo que diga la gente, por lo tanto le preocupa “el
incremento de actividades gratificantes, debido a qué dirán;” por otra parte su madre no acepta que
que se identifican diversos tipos de pensamientos se haya divorciado.
disfuncionales que intensifican la sensación de
depresión, por lo tanto se propone un tratamiento De acuerdo con lo anterior, se considera que la
en reestructuración cognitiva para modificar
intervención se dirija tanto a la conducta de interés
dichas cogniciones, así como favorecer la
como a las características de la Sra. L. con respecto
planeación de actividades gratificantes con lo que
se espera que el usuario tenga una perspectiva a sus habilidades y los valores cognitivo culturales,
funcionalsobre la necesidad de tener una pareja y debido a que presenta una serie de creencias y
mejore su estado de ánimo. déficits conductuales que dificultan la interacción
Sin embargo, independientemente del mo- Díaz et al., (2011) señalan que la idea central
delo que se siga para la elaboración del AF, éste tiene del AF, desde la idea original de Skinner es que la
por objetivos (Haynes, 2009): conducta tiene un propósito, y por tanto, el objetivo
• Intentar dar respuesta a preguntas como ¿Dón- final es comprender la función de la conducta proble-
de centrar el tratamiento en pacientes con múl- ma. Y más allá de considerar a la conducta problema
tiples problemas complejos interrelacionados? como desadaptativa, debe entenderse que las con-
• Identificar las variables y relaciones funciona- ductas problema tienen claros beneficios o ganancias
les para una conducta problema: para quien la emite. De este modo, cuando se están
- Variables desencadenantes identificando consecuencias de la conducta proble-
- Variables de mantenimiento ma, es importante considerar los posibles propósitos:
- Parámetros de la conducta 1. Atención social, la cual es uno de los más pode-
rosos reforzadores para las personas.
Sobre este último punto, es importante 2. Tangibles, se refiere a poseer ciertos objetos, los
considerar que las relaciones funcionales varían en cuales pueden ser cedidos por terceras personas.
función de los contextos y las variables organísmi- 3. Escape o evitación de situaciones que generan
cas (aquellas variables relativamente estables en una un malestar intenso.
persona, de tipo físico, psicológicas o fisiológicas) o 4. Estimulación sensorial, que se busca para com-
moduladoras de estas relaciones. pensar el déficit que se presenta en el contexto
La función de la conducta tiene implicacio- del individuo, por lo que éste busca experimen-
nes directas para las decisiones con respecto al tra- tar sensaciones intensas.
tamiento (Díaz et al., 2011). Por ejemplo, intervenir Un punto que resulta importante señalar co-
sobre los antecedentes de la conducta problema o so- rresponde a la necesidad de ampliar el AF cuando el
bre la modificación de algunos parámetros probable- individuo presenta más de un problema psicológico
mente implicará modificar la conducta. En otro caso, relevante (lo cual ocurre en la inmensa mayoría de
sin embargo, cuando la conducta problema cumple los casos), en estos casos, es necesario establecer las
determinada función, la intervención debiera favore- relaciones entre los diversos problemas, por lo que,
cer que el individuo adquiera conductas que cubran de acuerdo con Muñoz (2003) resulta pertinente am-
las necesidades que eran atendidas por la conducta pliar las hipótesis funcionales a esquemas más am-
problema. Por tanto, cualquier estrategia que se in- plios que incluyan el desarrollo y las relaciones entre
troduzca en la intervención debe apoyarse de la ela- los problemas del individuo y proporcionen un pa-
boración del AF. norama lo más amplio posible de la situación, lo cual
implicaría elaborar la formulación clínica del caso, es
decir, presentar un conjunto de hipótesis que pon-
gan en relación toda la información disponible sobre
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el caso para explicar el origen, desarrollo, manteni- que resultan de la suma de diversas actividades clí-
miento y pronóstico del mismo. De este modo, el AF nicas, que influyen la observación, el estudio de los
debe ser capaz de explicar el origen, curso y funcio- parámetros, el análisis de las contingencias y la consi-
namiento actual de cada problema de manera inde- deración de aspectos temporales. Que en resumidas
pendiente y, al mismo tiempo, favorecer la elabora- cuentas expliquen por qué los individuos se com-
ción de un pronóstico sobre la evolución de dichos portan de determinada forma, qué elementos tanto
problemas. En resumen, cuando se tienen múltiples internos como ambientales la determinan y cómo
problemas, es necesaria la estimación de las relacio- es que se puede incidir en esta cadena de comporta-
nes funcionales entre los problemas del usuario y las mientos.
variables causales, para obtener el máximo efecto del Independientemente del modelo de AF que
tratamiento (Haynes, 2009). el terapeuta decida seguir, es una tarea que impli-
Al terminar el AF se esperaría haber clarifica- ca una cantidad considerable de tiempo y esfuerzo,
do, o por lo menos, haber generado algunas hipótesis principalmente fuera de las sesiones, debido a que
viables sobre las causas y la función de una determi- requiere contar con información relevante, la cual
nada conducta, y posterior a ello, debe completarse puede demorarse dependiendo del método de eva-
con el contraste de hipótesis, lo cual se realizará con luación que se elija; requiere también la elaboración
la puesta en marcha del programa de intervención. de un análisis descriptivo de dicha información,
Una vez que se ha recopilado la información a partir del cual se fundamentará el AF y se puede
de la conducta problema, descrito topográficamente estar en posibilidad de formular hipótesis del caso y
y encontrado relaciones funcionales que estuvieran determinar las metas y estrategias de la intervención.
perpetuándola, correspondería tal y como lo men- Aunque no hay un consenso con respecto al tiempo
ciona Muñoz (2001) a elaborar hipótesis acerca del en que estas actividades debieran completarse, algu-
caso, que pudiesen no sólo explicar la cadena de su- nos autores como Muñoz (2003) han señalado que
cesos conductuales, sino proporcionar información son suficientes alrededor de 4 sesiones.
relevante con respecto a cuáles serían las guías de ac-
ción para el establecimiento de objetivos terapéuti- Algunas limitaciones del Análisis funcional
cos, conocido como análisis de soluciones, o contras- El AF, pese a ser la piedra angular en la evaluación
te de hipótesis, el cual puede hacer uso de estrategias conductual, no está exento de limitaciones, las cuales
cualitativas, cuantitativas, experimentales o cuasiex- han de ser consideradas por el psicólogo encargado
perimentales. de analizar la información. Algunas de éstas son:
En este sentido, se distinguen dos clases de • El AF es “hipotético” (supuesto por el clínico) y
hipótesis: las históricas y las de mantenimiento (Mu- se prueba o contrasta por los efectos de la tera-
ñoz, 2001). Las primeras, a pesar de ser las menos es- pia (Haynes, 2009), sin embargo, ello implica el
tudiadas, hacen alusión tanto a la primera vez en que riesgo de irlo modificando o adecuando al paso
el usuario identifica que se presentó la conducta pro- del tiempo para que el contraste de hipótesis re-
blema y cómo es que ésta ha evolucionado a lo largo sulte favorable.
del tiempo con la intención no de contrastarlas, sino • El AF es incompleto: lo cual depende de los mé-
más bien de obtener información relevante acerca de todos a partir del cual se haya elaborado y de los
los factores predisposicionales, la primera secuencia instrumentos de obtención de información, ya
conductual y el contexto temporal en que esta ocurre que no siempre es cuidadosa, metódica ni siste-
para así incidir en ésta de forma más efectiva. mática. Esta limitación puede hacerse más am-
Las hipótesis de mantenimiento son aquellas plia al utilizar estrategias de AF indirecto (ela-
Capítulo 6111
jos que muestran su empleo y eficacia dentro de la que éstas constituyen en el medio por el cual se pre-
evaluación conductual (véanse, a modo de ejemplo, tende alcanzar las primeras.
Bowman, Hardesty y Mendres-Smith, 2013; Cayce-
do et al., 2008; Thomason-Sassi, Iwata y Fritz, 2013; Al diseñar una intervención psicológica, han de
Virués, 2004; Wacker et al., 2013, por citar algunos), considerarse dos preguntas clave: ¿dónde interve-
por lo que es indudable que es un modelo que permi- nir? (en respuestas, consecuencias, antecedentes,
te establecer relaciones causales, así como entender variables de desarrollo, estrategias de enfrenta-
la variabilidad de la conducta en términos de adapta- miento o por diagnóstico) y ¿cuándo intervenir?
ción ambiental. (criterios de gravedad, adherencia y de jerarquía
de habilidades).
Diseño de programa de intervención
En los modelos cognitivo conductuales, los usuarios Al momento de diseñar una intervención, el
tienen un papel activo, y en conjunto con el tera- terapeuta se enfrenta a dos grandes preguntas, ¿dónde
peuta, establecen las metas a las que se quiere llegar intervenir? y ¿cuándo intervenir?, sobre ambas cues-
al término de la terapia, luego de la devolución de tiones Muñoz (2003) menciona diversos lineamientos
información, es decir, de la explicación que el tera- que pueden ayudar a resolver estas interrogantes. Con
peuta hace al usuario sobre su opinión acerca de sus respecto a dónde intervenir, también denominado
problemas, su pronóstico y la intervención (Muñoz, selección de las variables, se señalan seis estrategias:
2003), por tanto se les proporciona el plan de trata- a. Basadas en las respuestas, es decir, organizar los
miento de tal modo que saben la secuencia y las di- conjuntos de respuesta en términos de jerarquía
versas actividades que se van a realizar. De acuerdo de respuestas o cadenas de respuestas, donde es
con Díaz et al., (2011) la intervención habrá llegado más sencillo intervenir en la primera respuesta
a su fin, idealmente, cuando se hayan logrado los de una secuencia y esperar a que las demás se
objetivos finales de la intervención; sin embargo, es modifiquen en una “reacción en cadena”.
importante entrenar al usuario en habilidades y es- b. Basadas en las consecuencias, en algunos casos
trategias que favorezcan la generalización y el mante- se identifica claramente que algunos eventos es-
nimiento de los cambios alcanzados. tán manteniendo la conducta problema, por lo
Diseñar un plan de tratamiento a la medida que es necesario modificarlos a partir de progra-
de cada individuo conlleva la evaluación exhaustiva mas de manejo de contingencias.
y cuidadosa, además de las tareas implicadas en la c. Basadas en los antecedentes, se refiere a aquellos
elaboración del AF antes descritas, y como señalan casos en donde se identifica que hay situaciones
Cormier y Cormier (1994), esto favorece la selección o estímulos que controlan el problema o bien
racional de las estrategias de intervención individua- que inciden -elicitan- en su aparición, en estos
lizadas para cada caso. casos, la caracterización adecuada de la situación
Una vez que se ha establecido el modelo ex- estimular que es indispensable para la adecuada
plicativo de la conducta problema, se definen los ob- selección del tratamiento.
jetivos terapéuticos, ya que éstos definirán las metas d. Relacionadas con el desarrollo, al analizar el de-
a alcanzar y la selección de las estrategias de inter- sarrollo de los problemas se pueden identificar
vención, con lo que formalmente se inicia el diseño variables que a lo largo de la vida pueden tener un
del programa de intervención. Por tanto, queda cla- papel central en el inicio, desarrollo y manteni-
ro que es necesario plantear en primera instancia las miento de los problemas; este tipo de estrategia
metas y posteriormente las estrategias a utilizar, ya representa ciertos retos, ya que la mayoría de los
Capítulo 6113
los avances se miden a partir del logro de objetivos, • Diseñar el plan de intervención en términos
no por el número de sesiones. positivos y constructivos.
Capítulo 6115
En la mayoría de los casos, es necesaria la medios y las técnicas de intervención, se llevarán a
combinación de varias estrategias de intervención, cabo una serie de actividades durante la sesión, éstas
por lo que se hace necesario seleccionar y ordenar representan los medios para lograr el establecimien-
secuencialmente dichas estrategias; así, de acuerdo to de una conducta objetivo/meta (expresada como
con Cormier y Cormier (1994), un programa tera- objetivo particular), en otras palabras, son aquellas
péutico bien estructurado integrará todas las técni- acciones que se realiza para potenciar que el usuario
cas y/o procedimientos necesarios para manipular alcance el objetivo.
las habilidades conductuales, las destrezas cogniti- Las actividades se dividen en actividades del
vas, las respuestas afectivas, los procesos fisiológicos terapeuta y actividades del paciente o usuario. En las
y los factores ambientales relacionados con la con- primeras se describe qué hará el terapeuta durante
ducta problema. Ya que se seleccionaron las estra- la sesión, de acuerdo con el objetivo particular y la
tegias de intervención, se aplicarán en el orden pre- técnica, mientras que las segundas son las activida-
viamente establecido (de acuerdo con los objetivos des que realizará el paciente en la sesión, éstas de-
intermedios), aunque el tratamiento debe tener la ben tener correspondencia con las actividades del
suficiente flexibilidad como para adaptarse al usua- terapeuta. Por ejemplo, las actividades del terapeuta
rio e incorporar los imprevistos que puedan surgir; la pueden incluir: 1. describir y ejemplificar los estilos
evaluación del progreso de la terapia debe realizarse de enfrentamiento a una crítica; 2. modelar diversas
sesión a sesión, de este modo se puede comprobar el formas asertivas de afrontar una crítica; 3. propo-
logro de los objetivos y de no ser así, será necesario ner situaciones para llevar a cabo el juego de roles.
modificar la técnica empleada, la secuencia de inter- 4. retroalimentar la ejecución del paciente. En con-
vención, las metas del tratamiento o las hipótesis a traparte, las actividades del usuario, de acuerdo con
partir de las cuales se generó el tratamiento (Díaz et las actividades del terapeuta antes señaladas, podrían
al., 2011). ser: 1. escuchar la conferencia sobre los estilos de en-
Concretamente, de acuerdo con los obje- frentamiento de críticas; formulará preguntas y dará
tivos finales e intermedios que se hayan planteado ejemplos sobre éstos; 2. observar la ejecución del te-
para resolver una problemática particular, las técni- rapeuta; 3. participar en el juego de roles, ejecutando
cas a utilizar se han de describir como procedimien- formas asertivas para afrontar una crítica; 4. escuchar
tos, en este sentido es importante diferenciar éstos la retroalimentación de su ejecución.
de los que se reportan en una investigación donde Como puede observarse, es necesario delimi-
se describen detalladamente cada uno de los pasos tar todas las actividades que habrán de realizarse para
a seguir en el estudio. En este caso, el procedimiento alcanzar cada objetivo particular, tanto del terapeuta
implica nombrar las técnicas y/o la fase de éstas que como del paciente, siempre en congruencia con el
han de emplearse para cubrir un objetivo interme- objetivo particular y la técnica antes mencionados.
dio o particular, por ejemplo, en el caso del objeti-
vo intermedio: Julia enunciará las características del Asignación de tareas
comportamiento agresivo, pasivo y asertivo, la técnica Las tareas para casa son uno de los elementos pri-
es Entrenamiento en habilidades sociales, con proce- mordiales de la TCC, todo terapeuta experimentado
dimientos de psicoeducación, modelamiento y ensayo sabe que la terapia exitosa depende de las actividades
conductual. del usuario fuera de la consulta, ya que es ahí donde
éste tiene los problemas, en la vida cotidiana y en si-
Actividades a realizar en la sesión tuaciones reales, no dentro del consultorio. Dentro
De acuerdo con los objetivos particulares o inter- del programa de intervención, han de asignarse ta-
Capítulo 6117
Criterios de cambio procedimientos o herramientas que van a emplearse,
Como se señaló previamente, los programas de in- ya sea en los criterios de cambio o en las tareas. Al
tervención congruentes con el proceso de evaluación igual que en los criterios de cambio, el registro
conductual, están basados en el logro de un nivel de asignado como tarea puede considerarse como
desempeño mínimo. Por tanto, muy relacionado con técnica de evaluación, ya que probablemente a partir
los objetivos particulares se encuentran los criterios de ese registro se delimitará si el paciente alcanzó o
de cambio, que son los requisitos que han de alcan- no los requisitos planteados en el objetivo particular.
zarse antes de pasar a otro objetivo particular, ya sea Sin embargo, los procedimientos de evalua-
en la misma sesión o entre sesiones, dicho de otra ción no se limitan a los registros o tareas para casa,
manera, estos criterios implican establecer un nivel incluyen la observación de comportamientos en la
de desempeño mínimo o límite para saber cuándo se sesión, llenado de cuestionarios, entrevista con otros
alcanzará un objetivo y/o especificar cuándo cam- significativos, y cualquier otro método de evaluación
biar al siguiente objetivo específico. convencional, etcétera; además, para evaluar un ob-
Estos criterios generalmente se redactan en jetivo particular, del mismo modo que los criterios de
términos cuantitativos (en porcentajes, frecuencia o cambio, pueden establecerse varias técnicas de eva-
duración, entre otros parámetros), y deben ser co- luación. La elección del procedimiento debe ser con-
herentes con los objetivos, las tareas y las técnicas gruente al mismo tiempo con el objetivo particular,
de evaluación; además pueden establecerse varios las tareas y los criterios de cambio. Algunos ejemplos
criterios de cambio para valorar la ejecución de la de técnicas de observación, pueden ser: la observa-
conducta en varias situaciones. Establecer criterios ción de la ejecución durante el juego de roles o, auto-
de cambio en la ejecución de la conducta tiene va- rregistro de situaciones de enfrentamiento de críticas.
rios beneficios, entre ellos: determinar la calidad de En resumen, los elementos que constituyen
los productos de los pacientes; ayudar a contrastar el programa de intervención se muestran en la Tabla
y evaluar adecuadamente la ejecución de la persona; 6.2. En la Tabla 6.3 se presenta, a modo de ejemplo,
y, comprobar si se ha dominado o no la habilidad al parte del programa de intervención de acuerdo con
indicar el nivel de capacidad que se requiere. el Caso 1 presentado anteriormente.idad en este mis-
En algunas ocasiones las tareas que se asig- mo capítulo.
nan pueden considerarse un criterio de cambio,
siempre y cuando se definan en los términos cuan- Análisis funcional y programas de intervención
titativos adecuados. Algunos ejemplos de criterios en el ámbito hospitalario
de cambio son: mostrar comportamientos asertivos Como se ha descrito en capítulos previos, padecer
para enfrentar una crítica al menos en 80% durante una enfermedad crónica generará complejos y
el juego de roles, o mostrar al menos un 80% de res- diversos problemas psicológicos tanto en la persona
puestas asertivas en el registro de la interacción con como en el contexto donde ésta interactúa; por lo que
mujeres. los problemas comportamentales de estas personas
difieren significativamente de los que presentan
Técnicas de evaluación poblaciones sin enfermedades físicas. La efectividad
Se encuentran estrechamente vinculadas con los del modelo cognitivo conductual en problemáticas
criterios de cambio, ya que en este punto se especifica psicológicas asociadas a enfermedades físicas, se ha
de qué manera se va a evaluar el cumplimiento de demostrado de forma contundente y existen una
un objetivo, para pasar al siguiente. Este elemento cantidad abrumadora de ejemplos, por lo que muchos
es importante ya que aquí habrán de definirse los profesionales de salud ven en la Terapia Cognitivo-
OBJETIVO(S) GENERAL(ES)
Objetivo Técnica o Actividades Tareas Criterios de Técnicas de
particular procedimiento Terapeuta Usuario cambio evaluación
El paciente Planeación de Explicar la Poner Elaborar un Los ejemplos Reporte
describirá la actividades: importancia de atención, listado de al han de estar verbal. Listado
importancia de psicoeducación. las actividades. escuchar y menos 5 acordes con la de actividades.
la realización Poner ejem- hacer actividades de explicación en
de actividades plos. preguntas. interés que por un 85%.
distintas a las Solicitar Proporcionar alguna razón Entregar un
que lleva a ejemplos. ejemplos. no ha podido listado con
cabo en su vida Asignar tarea. realizar. aquellas
cotidiana. actividades de
su interés que
no ha podido
realizar.
El paciente Terapia Cogniti- Explicar tipos Poner Registrar por Los ejemplos Ejemplos por
identificará sus va de Beck: de pensamien- atención, escrito los han de ser escrito de
pensamientos Identificación tos, distorsio- escuchar y pensamientos correctos en pensamientos
distorsionados. de pensamien- nes cognitivas hacer en situaciones un 90%. Los y distorsiones.
tos distorsiona- y la forma de preguntas. que generen registros serán Llenar un
dos del modelo. registro. Proporcionar malestar correctos en registro de
Proporcionar y ejemplos. durante una un 80%. pensamientos
solicitar Completará semana. automáticos.
ejemplos por un registro de Llegar a
escrito. pensamien- conclusiones
Asignar tarea. tos. en el debate.
Capítulo 6119
Conductual un coadyuvante en el tratamiento de sus para el usuario; en ese sentido, indican que “siempre
pacientes (Sanders, Surawy, Zahl y Salt, 2010). es prematuro sugerir un plan de acción salvo que
Y, aunque en Medicina Conductual, al el problema del cliente haya sido adecuadamente
igual que en contextos clínicos convencionales, evaluado” (p. 369).
establecer las relaciones causales suele hacerse a Así, debe tenerse presente que, de acuerdo
partir de la información recabada por el terapeuta con Muñoz (2003), la elaboración del AF y las con-
en la interacción con el usuario mediante diversas secuentes hipótesis es uno de los momentos más di-
estrategias de evaluación (entrevistas, autoinformes, fíciles de la evaluación conductual, y que la tarea se
autorregistro, etcétera), no suele ser una tarea fácil, hace más compleja en personas que padecen alguna
debido a que las personas con enfermedades crónicas enfermedad, ya que implican que el psicólogo recu-
presentan una serie de respuestas y reacciones a la rra al acervo de conocimientos derivados del avance
enfermedad idiosincráticas y que están matizadas, al de la psicología en general, de los modelos de terapia
mismo tiempo, por una gran diversidad de factores. cognitivo-conductual en particular (y más específi-
En el ámbito hospitalario, particularmente camente de los diversos modelos teóricos que se en-
en las problemáticas psicológicas -comportamen- marcan en este concepto), de las características de la
tales- asociadas con padecer enfermedades cróni- enfermedad, así como de las repercusiones que ésta
co-degenerativas, la evaluación de éstas no en todos conlleva en la vida del individuo, para generar una
los casos se realiza cuidadosamente, entre otras razo- explicación sobre cómo y por qué ocurre(n) la(s)
nes debido a que el tiempo en que puede elaborarse conducta(s) problema(s).
es muy limitado, alrededor de 4 o 5 días en prome- Con base en estas consideraciones, podría
dio; las situaciones que potencialmente pueden ge- suponerse que la evaluación conductual en el ámbito
nerar o incrementar los problemas psicológicos son hospitalario es una tarea imposible; sin embargo, la
poco estables en el tiempo, es decir, hay cambios parte final de este capítulo pretende señalar algunos
continuos que dificultan el establecimiento de rela- lineamientos generales que pueden facilitar tanto
ciones funcionales entre los eventos y las conductas el proceso de evaluación (y el consiguiente Análisis
problema; en la mayoría de los casos, los individuos Funcional), como la elaboración de un programa de
no han identificado su comportamiento como pro- intervención.
blemático, y por tanto no consideran la necesidad de En primer lugar, hay que tener presente el
modificar su conducta. contexto en el que se lleva a cabo la intervención psi-
Estas características, favorecen lo señalado cológica, debido a que las condiciones, expectativas
por O´Brien y Haynes (1997), respecto a que, y objetivos varían en función de éste. Un grupo de
desgraciadamente en muchos de los casos, no se usuarios por atender son aquellos que son referidos
realiza un análisis funcional, ya sea por la dificultad por el personal de salud durante el curso de la hospi-
tanto teórica como metodológica que dicha talización, los cuales, en la mayoría de los casos, esta-
ejecución supone o por la carencia de métodos rán dentro de la institución, en promedio 4 o 5 días,
sistemáticos y refutables que permitan organizar sin embargo esto es sumamente variable, de acuerdo
las complejas relaciones entre conductas. Aunado a la situación por la cual se encuentre hospitalizado
a ello, Cormier y Cormier (1994) indican que (por ejemplo, programado para cirugía, para reci-
muchos terapeutas con poca experiencia, tienden bir tratamiento, a consecuencia de una emergencia
a tomar decisiones prematuras con respecto a las o efectos secundarios, etcétera); otra condición que
estrategias de intervención, lo cual, en la mayoría afectará la realización de la evaluación y posible in-
de los casos, supone resultados poco favorecedores tervención es la condición física de la persona, es
Capítulo 6121
Como puede observarse en el ejemplo, se El otro contexto más frecuente de interven-
integran la mayoría de los elementos señalados por ción en el ámbito hospitalario, es el que se realiza en
Díaz et al., (2011), para la realización de un modelo la consulta externa, el cual puede apegarse un poco
funcional, entre paréntesis y en negritas: más a los tiempos de un programa de psicoterapia
1. Definir la conducta objetivo en términos cognitivo-conductual convencional, sin olvidar las
concretos características peculiares antes descritas, una de es-
2. Identificar los antecedentes de la conducta tas condiciones especiales, es el avance propio de la
objetivo enfermedad, el cual, dependiendo del padecimiento
3. Identificar las variables organísmicas puede tener un curso lento o rápido; otra condición
4. Identificar las consecuencias y función de la que matizará la intervención es el momento en que
conducta objetivo se inició la intervención, lo cual ocurre generalmen-
De este modo, se propone la realización de te después de la comunicación de malas noticias, por
evaluaciones que estén orientadas a recabar la infor- lo que es muy frecuente que la persona se encuen-
mación pertinente para elaborar un modelo funcio- tre ante una crisis y requiera de una intervención de
nal de cada problemática que se presente, en algunos emergencia, después de la cual el terapeuta decidirá
casos, cuando el tiempo para llevar a cabo procedi- si el paciente se incorporará a psicoterapia o no. Así,
mientos más sistemáticos, es posible llevar a cabo el terapeuta debe tener presente estas consideracio-
una formulación del caso, donde puedan plasmarse nes, entre otras, peculiares a la consulta externa de
un conjunto de problemáticas y presentar una pano- un hospital.
rámica más completa de las diversas conductas pro- Dejando a un lado los casos de urgencia,
blema de un paciente. cuando el médico conductual puede iniciar un pro-
La intervención, para el contexto de hos- ceso de psicoterapia con un enfermo crónico de-
pitalización, en pocos casos puede ser tan sistemá- generativo, puede llevar a cabo el proceso de eva-
tica y estructurada como se indicó previamente, sin luación conductual, ajustándolo a la evolución del
embargo, es posible hacer un plan de tratamiento padecimiento y a las propuestas de tratamiento mé-
general, que aunque no incluye todos los elementos dico que se ofrecen al paciente. A modo de ejemplo,
propuestos, si traza directrices a seguir con un caso se presenta el análisis de un caso en esta condición
particular, en ese sentido, este plan puede incluir (Tabla 6.5) y en la Tabla 6.6 parte del programa de
(ver Figura 6.2): tratamiento (adaptado de Bravo, 2004).
Capítulo 6123
Etapa de manejo médico: Comunicación de mastectomía como tratamiento de primera línea.
Objetivo Actividades Actividades Criterio Técnicas
Tareas
específico del terapeuta del paciente de cambio de evaluación
La paciente Psicoeducar Parafrasear Enlistar Expresión de Reporte
identificará respecto al cáncer los punto más preguntas sobre la preguntas acordes verbal Lista de
las principales y las alternativas importantes de mastectomía. a la información preguntas.
características de de tratamiento, la información proporcionada.
la mastectomía y énfasis en la mas- proporcionada. Elegir las cinco
su utilidad en su tectomía. preguntas más Expresión de
caso particular. Expresar pre- importantes, respuestas al
Identificar los guntas o dudas anotarlas y diálogo socrático
prinicpales relacionadas con comentarlas y reevaluación de
pensamientos y su tratamiento. con su médico la situación.
emociones en la tratante.
paciente. Expresar expecta-
tivas, creencias y
Realizar diálogo temores sobre la
socrático. enfermedad y el
tratamiento.
Etapa de manejo médico: Preparación para la realización de la mastectomía.
La paciente Proporcionar Escuchar y seguir Ejercicios de Disminución en Observación
ejercitará la instrucciones instrucciones relajación tres las manifestacio- directa.
respiración y modeladas de de respiración veces al día y nes observables
relajación ante respiración diafragmática y autorregistro de de ansiedad, en al Reporte verbal.
respuestas diafragmática relajación. nivel de relajación menos 70%.
de ansiedad y relajación de pre y post Autorregistrado
asociadas a la
frase autógenas, Valorará el nivel práctica, durante Llanto. de relajación.
realización de la
mastectomía. incluyendo de relajación una semana. Suduoración.
evaluación alcanzado. Temblores.
del nivel de Discurso
relajación. Escuchar la retro- accidentado.
alimentación. Hiperventilación.
Otras consideraciones útiles para el médico conduc- • Reducir los costos del tratamiento médico y
tual se refieren a las sugerencias de Sanders et al., hospitalizaciones, al capacitar a los pacientes
(2010) con respecto a los principales objetivos de la en el manejo de sus condiciones físicas y estre-
intervención cognitivo-conductual, de forma gene- sores asociados.
ral, con personas con enfermedades crónicas: • Ayudar a las personas con problemas psicológi-
• Reducir y tratar problemas psicológicos como cos preexistentes a enfrentarse adecuadamente
ansiedad, depresión o estrés postraumático, a sus problemas médicos.
por citar algunos.
Capítulo 6125
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