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Evaluación del programa
“Violencia de Género: programa de intervención para
agresores”, en medidas alternativas.
Composición del grupo de trabajo
Autores:
Meritxell Pérez Ramírez
Andrea Giménez‐Salinas Framis
Manuel de Juan Espinosa
Equipo de investigación del Instituto de Ciencias Forenses y de la Seguridad (ICFS):
- Manuel de Juan Espinosa (Director del ICFS)
- Andrea Giménez‐Salinas (Directora Académica del ICFS)
- Meritxell Pérez Ramírez (Coordinadora de la presente investigación, ICFS)
- María Cantó Pérez (Investigadora del ICFS)
- Virginia Muñoz Gómez (Colaboradora del ICFS)
- Ainara Arroyo González (Colaboradora del ICFS)
Equipo de profesionales pertenecientes a la Secretaría General de Instituciones
Penitenciarias:
- Carmen Archanco López‐Pelegrín (Subdirectora General de Coordinación
Territorial)
- Miguel Ángel Vicente Cuenca (Subdirector General Adjunto de Coordinación
Territorial)
- Laura Negredo López (Jefa del Servicio de Medidas Alternativas)
- María Moñuz Fernández (Subdirectora del Centro de Inserción Social de Vigo)
- Cristina Bueno Prados (Psicóloga del Servicio de Gestión de Penas y Medidas
Alternativas de Albacete)
- Pablo Carbajosa Vicente (Psicólogo del Servicio de Gestión de Penas y Medidas
Alternativas de Almería)
- Selma Cano Blanco (Psicóloga del Servicio de Gestión de Penas y Medidas
Alternativas de Las Palmas)
- María Antonia Pello Criado (Psicóloga del Servicio de Gestión de Penas y Medidas
Alternativas de Asturias)
- Ana Suarez Martínez (Psicóloga del Servicio de Gestión de Penas y Medidas
Alternativas de Coruña)
- Elena Escribano Ricard e Inmaculada Ruiz Lerones (Psicólogas del Servicio de
Gestión de Penas y Medidas Alternativas de Málaga)
- Elena Hernández Navarro (Psicóloga del Servicio de Gestión de Penas y Medidas
Alternativas de Valladolid)
- Carmen Borto Obiol (Psicóloga del Servicio de Gestión de Penas y Medidas
Alternativas de Castellón)
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- Serxio Gómez Vázquez y Raquel Méndez (Psicólogos del Servicio de Gestión de
Penas y Medidas Alternativas de Tenerife)
- Gloria Álvarez Ayllon (Psicóloga del Servicio de Gestión de Penas y Medidas
Alternativas de Santander)
- Marta Carballo Martínez (Psicóloga del Servicio de Gestión de Penas y Medidas
Alternativas de Cáceres)
- Félix Castellano Prada (Psicólogo del Servicio de Gestión de Penas y Medidas
Alternativas de Alcalá de Henares)
- María Lobo Guerra (Psicóloga del Servicio de Gestión de Penas y Medidas
Alternativas de Ciudad Real)
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ÍNDICE DE CONTENIDOS
1. Introducción .............................................................................................................................. 5
2. Metodología de aplicación del Programa “Violencia de Género: programa de intervención
para agresores”, en medidas alternativas (suspensiones y sustituciones de condena) ............... 7
2.1. Fases de la intervención ..................................................................................................... 7
2.2. Estructura para el desarrollo del programa ....................................................................... 8
3. Objetivos ................................................................................................................................... 8
4.1. Diseño de la investigación................................................................................................ 10
4.2. Muestras analizadas......................................................................................................... 11
5.1. Perfiles de los penados.................................................................................................... 14
5.1.2. Perfil criminológico: análisis descriptivo de los factores de riesgo........................... 20
5.2.1. Evaluación de los usuarios del programa antes y después de la intervención: cambio
terapéutico .......................................................................................................................... 42
6. Conclusiones............................................................................................................................ 54
Anexo 1. Libro de códigos de las variables sociodemográficas y de historial delictivo ................ 1
Anexo 2. Protocolo de evaluación Pretratamiento....................................................................... 1
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1. Introducción
La violencia de género constituye en la actualidad un problema social de
primera magnitud. Las denuncias de mujeres que sufren malos tratos por parte de
sus parejas o ex parejas se incrementan todos los años. Según el Informe anual del
Observatorio Estatal de la Violencia sobre la Mujer, el número de denuncias de este
tipo entre 2007 y 2010 ha sido de 538.063. Cifras que reflejan la necesidad de
asistencia a las víctimas de violencia de género y la de intervención y tratamiento
para los hombres que ejercen este tipo de violencia hacia la mujer
La primera experiencia de intervención en prisión se desarrolló en el año
2001‐2002 en prisiones españolas, sobre una muestra de 61 condenados por delitos
de violencia de género (Echeburúa, Amor y Fernández‐Montalvo, 2002). En aquella
ocasión se utilizó como programa de referencia el elaborado por Enrique Echeburúa
que a su vez fue el encargado de evaluar la experiencia. Los resultados fueron tan
esperanzadores que en el año 2004 la Institución penitenciaria realiza una revisión y
actualización del programa de tratamiento utilizado hasta entonces. De ese trabajo
nace el manual “Programa de tratamiento en prisión para agresores en el ámbito
familiar”. Pese al título del documento, el programa se dirigía a internos que habían
cometido delitos de violencia de género y orientaba la intervención desde una
perspectiva clínica, con una metodología cognitivo‐conductual.
La Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia
de Género establece en su artículo 42 que la Administración Penitenciaria realizará
programas específicos para los condenados por delitos relacionados con la violencia
de género. Atendiendo a este mandato legal, la Secretaría General de Instituciones
Penitenciarias ha impulsado en los últimos años la implantación de programas de
tratamiento para condenados por delitos de violencia contra la mujer.
Una diferencia notable entre los penados con privación de libertad y los
sometidos a una pena alternativa, es la voluntariedad en la participación en los
programas. Los internos de los centros penitenciarios normalmente no solicitan de
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motu proprio la participación en el tratamiento. Una vez que se les ofrece y explican
las características y obligaciones que conllevan aceptarán o no participar y una vez
iniciado podrán abandonarlo en el momento que deseen. En el caso de las penas y
medidas alternativas (suspensiones y sustituciones de condena), la participación y el
mantenimiento en el programa es obligada formando parte de la propia condena.
La intervención en violencia de género en la Administración penitenciaria
implica, por tanto, distintos itinerarios en función del tipo de pena impuesta: las
privativas de libertad y las alternativas a las penas privativas de libertad.
Además en los últimos años, en el ámbito de la violencia de género, se han ido
desarrollando diferentes enfoques teórico‐prácticos para abordar la etiología y tipo
de intervención sobre este problema. Estos enfoques influyen claramente en los
programas a llevar a cabo con los agresores, ya que determinan dónde se pone el
peso de la intervención. El tiempo transcurrido desde la puesta en marcha del
“Programa de Tratamiento en prisión para agresores en el ámbito familiar”, la
necesaria adaptación a nuevas estrategias y procedimientos de intervención que
integrasen, entre otros aspectos, el abordaje clínico con la perspectiva de género, así
como la conveniencia de contemplar circunstancias relacionadas con el tipo de
condena o las características del infractor penal, motivaron en 2009 la revisión del
mismo, aún habiendo acreditado su pertinencia y validez terapéutica.
Fruto de este trabajo es el programa que actualmente se utiliza titulado
“Violencia de Género: Programa de intervención con agresores” (Documento
Penitenciario 7, 2010), que integra los aspectos clínicos con los de tipo educativo‐
motivacional bajo la perspectiva de género, y permite diseñar los diferentes
itinerarios de cumplimiento de penas.
El programa “Violencia de Género: Programa de intervención con agresores”
aplicado con la metodología diseñada para intervenir sobre penados sometidos a
una medida alternativa (suspensión o sustitución de condena), es el que se está
utilizando en todo el territorio competencia de la Administración Penitenciaria;
constituyendo un paso más en el proceso de revisión, actualización y mejora
continua. En definitiva, tiene la finalidad de ser un instrumento útil para la
importante labor desarrollada en el ámbito de la prevención e intervención en
violencia de género.
En este mismo sentido de mejora continua, el Instituto de Ciencias Forenses y
de la Seguridad (Universidad Autónoma de Madrid), dirigido por su Director el Dr.
Manuel de Juan Espinosa, recibió el encargo por parte de la Subdirección General de
Coordinación Territorial de evaluar la efectividad de dicho programa.
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El presente documento es el fruto del esfuerzo conjunto de un gran número de
profesionales pertenecientes a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias
(Subdirección General de Coordinación Territorial) y la colaboración y dirección
académica del Instituto de Ciencias Forenses y de la Seguridad (Universidad
Autónoma de Madrid). De la estrecha cooperación entre ambas instituciones, y la
ayuda inestimable de los psicólogos y psicólogas que están aplicando dicho
programa, ha surgido el documento que presentamos a continuación.
El programa “Violencia de género: Programa de Intervención para Agresores” es un
programa psicoeducativo de corte cognitivo conductual. El programa va dirigido a
los sujetos condenados a medida de suspensión o sustitución de la pena
condicionada a la realización de un programa de intervención específico en violencia
de género.
El programa de tratamiento consiste en una intervención psicológica que
generalmente adopta un formato grupal, con grupos cerrados en la mayoría de las
intervenciones. Los grupos se componen de 12 participantes. El programa
comprende un total de 25 sesiones grupales realizadas una vez a la semana con una
duración de dos horas.
La duración de la intervención será de 9 meses; 6 meses de intervención y 3
meses de seguimiento.
2.1. Fases de la intervención
La intervención constará de las siguientes fases:
1. Evaluación pretratamiento: esta fase comprende una entrevista individual y
la administración de diferentes pruebas psicológicas para la evaluación
sociodemográfica y psicológica de la persona.
2. Desarrollo del programa: en dicha fase se integra el programa de
intervención psicoeducativo para agresores de género que desarrolla la
Secretaría General de Instituciones Penitencias.
3. Seguimiento: se realizan dos sesiones de seguimiento; la primera, al mes de
la terminación de las unidades de intervención y la segunda, a los dos meses
de la primera. En total el período de seguimiento tendrá una duración de tres
meses. Esta fase tiene dos objetivos: Realizar un seguimiento de la
generalización de los cambios obtenidos durante la fase de intervención y
llevar a cabo la evaluación postratamiento en la que se aplicarán las mismas
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pruebas que se utilizaron en la evaluación pre‐tratamiento para observar los
cambios del penado tras la intervención.
2.2. Estructura para el desarrollo del programa
Esta fase consta de 25 sesiones que se distribuyen en las diferentes unidades que
componen el programa de la siguiente forma:
1. En la Parte I (Unidades 1‐5) se trabajan variables clínicas que el participante
debe conocer y aprender a manejar antes de iniciar el análisis de las conductas
violentas. Las unidades que se integran en esta parte son las siguientes:
- Unidad 1. Presentación y motivación al cambio (2 sesiones)
- Unidad 2. Identificación y expresión de emociones (2 sesiones)
- Unidad 3. Distorsiones cognitivas y creencias irracionales (2 sesiones)
- Unidad 4. Asunción de responsabilidad y mecanismos de defensa (3
sesiones)
‐ Unidad 5. Empatía con la víctima (2 sesiones)
2. En la Parte II (unidades 6‐11) se abordan las diferentes manifestaciones de la
violencia de género, concretamente, las unidades integradas en esta parte son
las siguientes:
‐ Unidad 6. Violencia Física y control de la ira (3 sesiones)
‐ Unidad 7. Agresión y coerción sexual en la pareja (2 sesiones)
‐ Unidad 8. Violencia psicológica (3 sesiones)
‐ Unidad 9. Abuso e instrumentalización de los hijos (1 sesión)
‐ Unidad 10. Género y Violencia de género (3 sesiones)
- Unidad 11. Prevención de recaídas (2 sesiones)
3. Objetivos
La investigación que aquí se presenta tiene tres objetivos principales:
1. Conocer el perfil más común de los usuarios de los programas.
Dicho perfil se analiza desde tres dimensiones distintas que pasamos a detallar a
continuación como sub‐objetivos específicos.
1.1. El primer perfil hace referencia al perfil sociodemográfico de los sujetos
que ven suspendida o sustituida su condena y por ello deben realizar un
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programa de intervención. Para profundizar sobre esta dimensión, se
escogieron determinadas variables que podrían ofrecernos información
acerca de las características sociodemográficas de los penados: sexo, edad,
estado civil, formación, situación laboral y económica y variables
relacionadas con la unidad familiar.
1.2. El segundo perfil corresponde al perfil criminológico e historial delictivo de
los sujetos que llevan a cabo el programa. Para conocer dicho perfil se
recogió información sobre los antecedentes familiares y delictuales que
constituyen factores de riesgo asociados a la violencia contra la pareja. Se
escogieron variables referidas a los antecedentes familiares de violencia y
delictivos, la victimización sufrida en la familia, el consumo de drogas y las
relaciones de pareja anteriores. Finalmente, para profundizar en el perfil
criminológico de los sujetos, también se recogió información acerca del
delito de violencia de género por el que habían sido condenados.
1.3. El tercer perfil corresponde al perfil psicológico de los usuarios de los
programas. Para conseguir dicho objetivo, se han analizado las diferentes
variables psicológicas relacionadas con el delito de violencia de género,
denominadas en el informe “variables de maltrato” (creencias sexistas,
celos patológicos, violencia psicológica y física, asunción de responsabilidad,
etc.). También se han evaluado otras variables psicológicas específicas
relacionadas con la conducta violenta como la agresividad, la impulsividad,
la empatía, el control de la ira y la personalidad del sujeto. Esta información
nos permitirá comparar las puntuaciones de los usuarios de los programas
en cada uno de las variables y ver las diferencias con la población general o
los estudios de referencia.
2. Evaluar la eficacia del programa a partir del cambio terapéutico.
Dicha evaluación se ha llevado a cabo a partir de la implementación de dos
objetivos específicos:
2.1 Analizar los cambios producidos en el grupo experimental, evaluado antes y
después de la aplicación del programa. Dichos cambios nos permitirán
aproximarnos a conocer el cambio terapéutico producido por el programa
en los sujetos participantes y en qué áreas concretas se ha producido en
mayor medida.
2.2 Comparar el grupo experimental con un grupo control.
3. Evaluar la eficacia del programa a partir de la tasa de reincidencia.
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Dicha evaluación se ha realizado a partir del análisis de las nuevas denuncias
interpuestas a la policía por un nuevo delito de violencia de género ocurrido con
posterioridad al tratamiento.
Una vez descritos los objetivos generales de la investigación que aquí se
presenta, el siguiente apartado muestra la metodología empleada en la evaluación
del programa.
4. Metodología empleada en la evaluación
4.1. Diseño de la investigación
El diseño de la investigación contó con un grupo experimental y un grupo control (no
equivalente) con medidas pre y post intervención. Como puede observarse en la
figura número 1, tanto el grupo experimental como el grupo control, fueron
evaluados en dos fases o momentos diferentes que llamaremos Evaluación 1 y 2. A
continuación se explican las diferencias en las fases según se trate del grupo
experimental o el grupo control.
1. Evaluación 1 para grupo experimental y grupo control
La evaluación 1 en el grupo experimental coincide con una evaluación
pre‐tratamiento orientada a evaluar a los sujetos antes de la
intervención terapéutica. Esta fase, que llamaremos en adelante
Evaluación 1e, comprende una entrevista individual y la administración
de diferentes pruebas psicológicas.
La evaluación 1 en el grupo control se realiza en uno de los primeros
contactos con el usuario, aprovechando el periodo de espera a iniciar la
intervención terapéutica. Dicha evaluación, que llamaremos en adelante
Evaluación 1c, consiste en una entrevista individual y la administración de
las mismas pruebas psicológicas que para el grupo experimental.
4. Evaluación 2 para grupo experimental y grupo control
La evaluación 2 en el grupo experimental coincide con la evaluación pos‐
tratamiento orientada a evaluar a los sujetos después de la intervención
terapéutica, en adelante Evaluación 2e. Esta fase comprende una
entrevista individual y la administración de las mismas pruebas
psicológicas que en la Evaluación 1.
La evaluación 2 del grupo control, en adelante Evaluación 2c, se realiza
en la sesión de inicio del programa de intervención y consta también de
una entrevista individual y la administración de las pruebas psicológicas
diseñados para el grupo experimental. El tiempo transcurrido entre las
dos evaluaciones, para el grupo de control, fue de 5 meses
aproximadamente.
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De forma paralela, los psicólogos y psicólogas de Instituciones Penitenciarias han
completado una hoja de recogida de datos para todos los usuarios (grupo
experimental y control) donde se recogen variables sociodemográficas y
relacionadas con el delito de violencia de género. La información volcada en la
misma procede de diversas fuentes: las entrevistas realizadas al sujeto y la revisión
de la sentencia. En el Anexo 1, se encuentra el Libro de códigos de las variables
sociodemográficas y sobre el delito principal enviado al colectivo de profesionales de
Instituciones Penitenciarias (IIPP) para la correcta codificación de cada una de las
variables evaluadas.
La última fase de la investigación consistió en el registro de la reincidencia, es
decir, la revisión de las nuevas denuncias por violencia de género para aquellos
usuarios que habían participado en el tratamiento (Grupo experimental).
La figura número 1 presenta un diagrama resumen del diseño de la evaluación
donde se detallan las fases seguidas en la misma.
Figura 1: Diseño de la evaluación
Evaluación 1e
Evaluación 2e
Grupo experimental
Evaluación 2c
Evaluación 1c
Espera antes de empezar
Variables Programa de
el tratamiento
sociodemográficas tratamiento
5 meses aprox
Grupo control
4.2. Muestras analizadas
Esta investigación ha evaluado los programas de intervención iniciados en 2010
en los 14 Servicios de Gestión de Penas y Medidas Alternativas que han participado
en el estudio (Albacete, Almería, Asturias, La Coruña, Málaga, Valladolid, Castellón,
Tenerife, Santander, Cáceres, Alcalá de Henares, Las Palmas de Gran Canaria, Toledo
y Ciudad Real).
Tal como muestra la tabla número 1, en la Evaluación 1 se ha obtenido
información de una muestra total de 770 penados por un delito de violencia de
género que han participado en los programas. Del total de sujetos iniciales (N=770),
635 sujetos pertenecientes al grupo experimental fueron evaluados en la Evaluación
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1e y 388 en la Evaluación 2e. En referencia al grupo de control, 135 sujetos fueron
evaluados en la Evaluación 1c y 104 en la Evaluación 2c, antes de iniciar el programa.
Los sujetos que no fueron evaluados en la Evaluación 2, tanto en el grupo de
control como en el experimental, no se perdieron necesariamente porque
abandonaran el programa, sino por otras razones: ausencia por enfermedad, cambio
de residencia, regreso al país de origen, etc.
A continuación, se presenta una tabla resumen de las muestras recogidas y
analizadas en este informe:
Tabla 1: Resumen de las muestras analizadas
4.3. Instrumentos utilizados
En la tabla número 2, se presentan los instrumentos utilizados en el estudio en
referencia a las variables psicológicas analizadas en las Evaluaciones 1 y 2 descritas
en el apartado 4.1 del diseño de la investigación. A continuación se describen cada
uno de los cuestionarios de la evaluación que configuran los protocolos de
evaluación.
Tabla 2: Nombre de los instrumentos y estudio de procedencia
Instrumento Estudio
VARIABLES DE MALTRATO
CTS2 Escala de tácticas para la resolución de Montes‐Berges (2008)
conflictos
MMEA Multidimensional Measure of Murphy, Hoover y Taft
Emotional Abuse (1999)
ASI Inventario sobre Sexismo Ambivalente Expósito, Moya y Glick
(1998)
ERM (sub‐ Escala de Atribución de Lila, Herrero y Gracia
escala ARS) Responsabilidad (2008)
ERM (sub‐ Escala de Minimización Lila, Herrero y Gracia
escala MS) (2008)
QMI Quality Marriage Index Norton (1983)
CR Cuestionario de celos románticos Montes‐Berges (2008)
VARIABLES PSICOLÓGICAS ESPECÍFICAS
STAXI‐2 Inventario de manifestación de ira Spielberger (1988)
estado‐rasgo
I7 Cuestionario de Personalidad de Luengo y otros (1991)
Eysenck
NEO‐FFI‐R Cuestionario de Personalidad Solé y Fontova (2006)
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AQ Cuestionario de Agresividad Andreu y otros (2002);
Gallardo‐Pujol (2006)
VARIABLES DE CONTROL
EDS Escala de deseabilidad social de Fernando y Chico (2000)
Marlowe y Crowne
Definición de los instrumentos utilizados:
CTS2: registra los recursos y soluciones para resolver conflictos de pareja. Consta
de 4 sub‐escalas (Escala de negociación, Escala de agresión Psicológica, Escala de
agresión Física, Escala de Coerción sexual y la Escala de Lesiones) y una
puntuación global.
MMEA: mide el abuso emocional sobre la pareja. Consta de 4 sub‐escalas: la sub‐
escala de control asfixiante comprende conductas que aíslan la pareja, restringen
su actividad o manifiestan celos. La de humillación se compone de conductas que
degradan a la pareja. La de indiferencia hostil consiste en conductas de abandono
que intentan crear ansiedad sobre la seguridad de la relación en la pareja.
Finalmente, la sub‐escala de dominación/ intimidación evalúa las amenazas, la
destrucción de las propiedades de la pareja, la agresión verbal para producir la
intimidación y la sumisión de la víctima.
ASI: evalúa el sexismo hacia las mujeres a través de dos componentes bien
diferenciados: el sexismo hostil y el sexismo benevolente. Ambos tipos de
sexismo son creencias sobre la inferioridad de la mujer en relación con el
hombre. El sexismo hostil se manifiesta con una actitud ofensiva que degrada o
infravalora el papel de la mujer. En cambio, el sexismo benevolente se revela
mediante actitudes paternalistas o de protección.
ERM: examina dónde sitúan los sujetos penados por violencia contra la mujer la
culpa de la situación que los llevó a ser condenados (Atribución de
responsabilidad) y en qué grado estos sujetos restan importancia a los hechos por
los que han sido procesados (Minimización).
QMI: mide la satisfacción global del sujeto en su relación de pareja.
CR: detecta la existencia de celos románticos por parte de uno de los miembros
de la pareja y si éstos son un problema en la relación.
STAXI‐2: mide la ira de una persona (rasgo) así como el control y la expresión de
ésta. En la evaluación hemos aplicado la escala de Rasgo de Ira y la de Expresión y
control de la Ira (no la de Estado de Ira). De manera que la escala de Rasgo de Ira
tiene dos sub‐escalas (Temperamento y Reacción) mientras que la de Expresión y
Control de la Ira tiene cuatro (Expresión externa e interna de la ira y Control
externo e interno).
I7: evalúa tres rasgos secundarios de personalidad: Impulsividad, Temeridad y
Empatía.
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NEO‐FFI‐R: establece de forma abreviada y rápida los cinco grandes factores de
personalidad: Neuroticismo, Extraversión, Apertura a la experiencia, Amabilidad y
Responsabilidad.
AQ: analiza la agresividad de una persona mediante 4 sub‐escalas: Agresividad
Física, Agresividad Verbal, Ira y Hostilidad. La suma de estas 4 sub‐escalas es la
puntuación total de Agresividad. Este cuestionario mide la agresividad en el
funcionamiento de la persona, no mide de forma particular la agresividad en las
relaciones de pareja.
EDS: determina en qué grado los sujetos distorsionan sus respuestas para
presentarse de una forma socialmente más deseable.
5. Resultados
5.1. Perfiles de los penados
5.1.1. Perfil sociodemográfico: análisis descriptivo de las variables
sociodemográficas
Los primeros resultados de este estudio hacen referencia a las características
sociodemográficas que describen a los usuarios del programa. La descripción que se
ofrece a continuación corresponde a la información disponible de una muestra de
598 sujetos.
Edad
En relación con la edad de los penados, la totalidad de los sujetos que configuran la
muestra (N= 598) son hombres mayores de edad. La edad media de la muestra se
sitúa en los 40 años, con una desviación típica de 10 años. El sujeto más joven de la
muestra cuenta con 21 años mientras que el mayor tiene 91 años. A continuación, se
describe la distribución de la edad de los sujetos por tramos de edad. Como
comprobamos en la gráfica número 1, el mayor porcentaje de sujetos se sitúa entre
los 31 y 40 años (34%), seguido del tramo entre 41 y 50 años (31%).
Grafica 1: Distribución de la edad de los usuarios del programa
14
40% 34%
Porcentaje
31%
30%
19%
20%
13%
10% 4%
0%
21‐30 31‐40 41‐50 51‐60 61‐90
Edad
Nacionalidad
Como se puede observar en la gráfica número 2, el 76% de los participantes en los
programas es de origen español, mientras que el 24% restante procede de otros
países. El porcentaje más elevado de usuarios extranjeros procede de países de
América del Sur (18%), siendo los países más comunes: Ecuador, Colombia, Perú y
Bolivia (en este orden). Finalmente, el 4% de la muestra proviene de Europa
(principalmente de Rumanía, Alemania y Francia) y sólo un 2% procede de África,
fundamentalmente de Marruecos.
Gráfica 2: País de nacimiento de los sujetos
Europa África
4% 2%
América del Sur
18%
España
76%
Estado civil y unidad de convivencia
La tabla número 3 nos muestra la descripción de la muestra respecto al estado civil y
la unidad de convivencia de los sujetos.
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En referencia al estado civil de los sujetos, los separados y los divorciados,
representan un 40,5%, los sujetos solteros suponen un 35,6%, los casados y
convivientes de hecho representan un 22,9 % y los viudos un 1%.
La unidad de convivencia o el lugar donde se encuentra conviviendo el sujeto en
el momento de la evaluación, se encuentra relacionado íntimamente con el estado
civil. Así, y teniendo en cuenta como eje vertebrador la existencia o no de pareja,
nos encontramos con:
• El 73,2 % de los sujetos analizados vive en solitario o forma unidad de
convivencia con la familia de origen, otros familiares u otras personas.
Este dato se corresponde con el estado civil ya que el 76,1 % de la
muestra está soltero, separado o divorciado.
• El 26,8 % vive en pareja ‐con o sin hijos‐, cifra que se corresponde con el
22,9 % que se encuentra casado o conviviendo de hecho con una mujer.
Tabla 3: Estado civil y unidad de convivencia
Variables Categorías
Porcentaje Frecuencia
válido (N=598)
Estado civil Soltero 35,6% 211
Pareja de hecho 4,7% 28
Casado 18,2% 108
Separado 15,2% 90
Divorciado 25,3% 149
Viudo 1% 6
Total 100% 592 1
Unidad de convivencia Vive sólo 29,2% 172
Familia origen 29,9% 176
Pareja 14,9% 88
Pareja e hijos 11,9% 70
Otros familiares 7,3% 43
Otras personas 6,8% 40
Total 100% 589
Nivel de estudios y nivel económico
La tabla número 4 resume la distribución de la muestra acerca del nivel de estudios y
nivel económico de los sujetos de la muestra.
En referencia al nivel de estudios, el porcentaje mayoritario tiene el graduado
escolar (42%) y una amplia proporción de sujetos ha cursado hasta el bachillerato o
ciclos formativos (28%). El resto ha alcanzado un nivel de alfabetización (18%) o no
tiene estudios (5%). Únicamente un 7% de los usuarios tiene estudios superiores.
1
Las tablas presentadas en este informe contienen un número de valores perdidos específico para cada tabla, que resultará de
restar de los 598 sujetos (de los cuales se tiene información sociodemográfica), el total mostrado en la tabla.
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Tabla 4: Nivel de estudios y situación económica
Si comparamos los datos anteriores con el nivel educativo de la población
general, nos encontramos con porcentajes similares en casi todas las categorías.
Como excepción, el grupo de sujetos con graduado escolar (GE) es superior en los
usuarios del programa y, los sujetos con Estudios superiores, se encuentran
infrarrepresentados en la muestra de usuarios. A continuación se muestran las
diferencias en la gráfica número 3.
Gráfica 3: Comparación del nivel educativo de la muestra de usuarios y la
población general
2
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Informe Especial. Ministerio de Educación, 2011
2
Panorama de la Educación. Indicadores de la OCDE 2011. Informe Especial. Ministerio de Educación, 2011. Disponible en la
página web: http://www.educacion.gob.es/dctm/ievaluacion/indicadores‐educativos/panorama‐2011.pdf
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Respecto al nivel económico de los sujetos, en la tabla número 4 podemos
reconocer que el perfil más prevalente, el 39,8 %, se caracteriza por tener un nivel
de ingresos que hemos calificado de suficiente (ingresos entre 9.000 hasta 14.000
anuales). El 18,7 % de la muestra presenta ingresos medios (de 14.000 a 25.000
euros anuales) y el 3,9 % disfruta de una situación económica alta. Todos ellos
suman un 62,4 % de los penados.
Sin embargo también nos encontramos con un grupo de sujetos, el 26,1 %
que tienen ingresos calificados de insuficientes (inferiores a 9.000 euros anuales) y
un 11,5 % que se sitúan en el umbral de la ayuda asistencial. En total suponen un
37,6 %.
Situación laboral
La situación laboral de los sujetos ha sido estudiada desde dos perspectivas. La
primera hace referencia a la identificación de la actividad laboral del sujeto en el
momento de la evaluación y, la segunda, se relaciona con la estabilidad laboral
presentada a lo largo del tiempo. En la tabla número 5 se puede contemplar la
descripción pormenorizada de la muestra en este sentido.
En referencia a la situación laboral de los sujetos (tabla 5), debemos destacar
que el porcentaje mayoritario de sujetos se encuentra trabajando en el momento de
la evaluación (51,4%), ya sea como empleado por cuenta ajena (39,3%) o como
autónomo (12,1%). En segundo lugar, existe un amplio porcentaje de sujetos que se
encuentra en situación de desempleo (37%), principalmente cobrando el subsidio de
desempleo (23,9%) que sin cobrarlo (13,3%). Finalmente, existe un 4% de sujetos
de avanzada edad que se encuentra en el periodo de jubilación (4%).
La tabla número 5 también muestra que la práctica totalidad de los sujetos
presenta cierta estabilidad laboral a lo largo de su vida ya que el 90% manifiesta
haber tenido menos de 10 empleos a lo largo de su vida. La media de la muestra se
sitúa en cinco empleos (min. 0 y máx. 60) y la media de duración de los empleos es
de 8 años (min. 0 y máx. 40).
Tabla 5: Situación e historia laboral
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A continuación presentamos un resumen de los principales resultados acerca de
las características sociodemográficas de la muestra de usuarios del programa
analizada.
Resumen de los principales características del perfil sociodemográfico
• La media de edad de los sujetos se sitúa en 40 años con una desviación típica
de 10 años. Las dos franjas de edad más frecuentes son la de 31 a 40 años
(34 %), seguida del tramo de 41 a 50 años (31 %).
• El 76% de los usuarios son españoles y el resto de usuarios provienen
preferentemente de América del Sur (18 %) (con Ecuador, Colombia, Perú y
Bolivia como países con mayor representación), de otros países de Europa
(principalmente Rumanía, Alemania y Francia) y un pequeño porcentaje del 2
% de países africanos como Marruecos.
• En relación con la unidad de convivencia actual, alrededor de un 60 % de los
sujetos de la muestra conviven preferentemente solos o con la familia de
origen (29,2 % y 29,9 % respectivamente) , mientras que algo más de una
cuarta parte conviven con su pareja o con su pareja e hijos (un 26,8 % en
total ‐14,9 % y 11,9 % respectivamente‐).
• En referencia al nivel de estudios, el 42,2 % de los sujetos estudiados tienen
el Graduado Escolar o formación equivalente, el 28% tiene Bachillerato o
formación equivalente y el 6,8 % posee estudios superiores.
En el lado opuesto, un 22,9 % tienen una formación por debajo del Graduado
Escolar, de ellos, un 4,7 % no tiene estudios.
La muestra presenta menor nivel de estudios que la población general.
• La situación económica de los usuarios es suficiente. El 51,4 % de la muestra
se encuentra trabajando en el momento de la evaluación, ya sea como
empleado por cuenta ajena (39,3 %) o como autónomo (12,1 %). En un
amplio porcentaje de casos, los usuarios presentan estabilidad laboral.
A pesar de que la mayoría de la muestra se encuentra en una situación
normalizada, hay que prestar atención a un grupo minoritario de sujetos que
presenta las siguientes características:
19
o El 37,6 % de los usuarios obtiene ingresos inferiores a 9.000 euros
(26,1 %) o vive de ayudas asistenciales (11,5 %).
o El 37,2 % de los usuarios se encuentra en situación de desempleo en
el momento de realizar el estudio.
5.1.2. Perfil criminológico: análisis descriptivo de los factores de riesgo
En este apartado se han incorporado los principales factores de riesgo asociados a la
violencia contra la pareja y las variables relacionadas con las circunstancias que
rodean el delito de violencia de género. Esta información nos permite valorar si los
sujetos implicados en la intervención presentan un número elevado de factores de
riesgo relacionados con el comportamiento violento que pudieran estar afectando a
su evolución en el programa. Comenzaremos con los factores de riesgo familiares,
seguiremos con aquellos relacionados con el individuo y, finalmente, analizaremos
las variables relacionadas con el delito cometido.
a) Factores de riesgo familiares
A partir del estudio de los antecedentes familiares de los sujetos pretendemos
conocer los factores de riesgo relacionados con la familia de origen, vinculados a la
violencia ejercida contra pareja en la edad adulta. En la tablas 6, 7 y 8 se presentan
los siguientes antecedentes familiares de los sujetos: los antecedentes relacionados
con la ausencia de algún progenitor o abandono sufrido en la infancia, el consumo
de alcohol o abuso de drogas en el ámbito familiar de origen, y la existencia o no de
historia de conducta violenta o delincuencia en el seno de la familia.
Ausencia o abandono de los padres en la infancia
Empezando por los factores de riesgo relacionados con la ausencia o abandono
de los padres, la tabla número 6 refleja que casi la mitad de los sujetos analizados, el
47,5 %, ha vivido un proceso de socialización con carencia de alguno o ambos
progenitores por fallecimiento:
• El 33,6 % de los sujetos ha sufrido la muerte bien de su padre ‐el 27,1 %‐ bien
de su madre ‐6,5 %‐
• El 13,9 % ha sufrido la muerte de ambos.
El abandono por parte de los padres en la infancia ha estado presente
únicamente en 10,4% de los sujetos de la muestra siendo, en estos casos, el
abandono paterno el más frecuente.
20
Tabla 6: Muerte de progenitores o abandono de los padres en la infancia
21
Tabla 8: Historial de conducta violenta y delictiva en la familia de origen
Variables Categorías Porcentaje Frecuencia Variables Categorías Porcentaje Frecuencia
válido N=598 válido N=598
Historial de No 83,4% 484 Historial No 88,6% 512
conducta Padre 10,7% 62 delictivo en la Padre 2,2% 13
violenta en la familia de
familia Madre 1% 6 origen Madre 0,2% 1
Ambos 0,9% 5 Ambos 0,3% 2
Otros 4% 23 Otros 8,7% 50
Total 100% 580 Total 100% 578
b) Factores de riesgo individuales
En este apartado se van a analizar aquellas variables de riesgo de la historia de la
persona que están relacionadas con su comportamiento violento: haber sido testigo
de violencia familiar, victimación sufrida en la infancia, consumo de alcohol y drogas
e historial de relaciones de pareja.
Testigo de violencia familiar
El haber sido testigo de violencia familiar es también un factor de riesgo para
la conducta delictiva como es el caso del historial de conducta violenta en la familia.
Ambas variables se refieren a la misma información pero preguntada al sujeto de
forma distinta.
Si preguntamos al sujeto si ha sido testigo de violencia en lugar de preguntar
genéricamente sobre el historial de conducta violenta en su familia de origen,
solemos obtener una información más precisa. Así se muestra en los datos de la
tabla 9, donde advertimos un mayor porcentaje de sujetos que ha sido testigo de
violencia familiar (15,4 %) que el 12.6% que obteníamos en referencia al historial de
conducta violenta en la familia (protagonizado por el padre, la madre o ambos)
mostrado en la tabla anterior (tabla 8).
Tabla 9. Testigo de violencia familiar en la familia de origen
Variables Categorías Porcentaje Frecuencia
válido N=598
Testigo en la No 79,4% 469
infancia de Sí 15,4% 91
violencia familiar No se sabe 5,2% 31
22
Victimación sufrida en la infancia
En este apartado nos interesaba conocer si los sujetos habían sido víctimas de malos
tratos u otros delitos como los abusos sexuales. En referencia a los malos tratos
físicos o psicológicos en la infancia, tal como se observa en la tabla número 10, un
11,4% ha sufrido malos tratos físicos en su infancia y un 13,5% ha sufrido malos
tratos psicológicos en el mismo periodo vital.
Tabla 10: Victimación sufrida en la infancia en relación con los malos tratos
A continuación, la tabla número 11 muestra que un porcentaje minoritario
(1,6%) de usuarios ha sufrido abusos sexuales durante su infancia.
Tabla 11: Victimación en la infancia en relación a los abusos en la infancia
Historial de consumo de drogas de los usuarios del programa
La información relativa al consumo de drogas constituye una aportación relevante
para completar el perfil de dependencia hacia las drogas o el alcohol de los usuarios.
Como podemos ver en la tabla número 12, el 39 % de los sujetos de la muestra ha
consumido drogas o alcohol en los últimos 5 años. Por otro lado, del porcentaje de
consumidores, el 60,7 % de ellos son politoxicómanos o consumen varias drogas a la
vez.
23
Tabla 12: Historial de consumo de sustancias
En referencia al tipo de sustancia consumida por parte de los sujetos que
presentan un consumo en los últimos 5 años, según muestra la gráfica número 4, la
sustancia preferente es el alcohol (57%), seguida de lejos por el cannabis (14%) y de
la cocaína (12%). Sólo un porcentaje minoritario de los usuarios (4%) consume
preferentemente heroína.
En los casos en que no es posible establecer una única droga de preferencia,
debido a que se produce generalmente un policonsumo muy acusado (Otros: 12%),
la combinación más frecuente es el alcohol y la cocaína, con o sin otras sustancias de
abuso añadidas.
Gráfica 4: Tipo de sustancia preferente
Edad de inicio en el consumo de drogas
Si cruzamos el consumo de drogas con la edad a fin de conocer la edad de inicio en
el consumo de dichas sustancias por parte de los sujetos de nuestra muestra, vemos
en la gráfica número 5, que la edad más frecuente de inicio se sitúa en los 16 años
(17% de los sujetos), seguida de otro porcentaje significativo de sujetos que se
inician a los 18 años (14%).
24
Gráfica 5: Edad de inicio del consumo de sustancias
Historial de relaciones de pareja
Otra información esencial para conocer el perfil criminológico de los sujetos que
componen la muestra procede del historial de relaciones de pareja y de la violencia
manifestada en el seno de las mismas. A través de esta información podemos
conocer los antecedentes de violencia en las parejas actual o anterior y así
aproximarnos a conocer el historial delictivo en este tipo de violencia de los
usuarios.
La tabla número 13 nos ofrece información sobre el historial de relaciones de
pareja y de relaciones conflictivas de los sujetos de la muestra. En general, la
muestra ofrece un patrón de relaciones de pareja estable puesto que la moda de
relaciones de pareja en los últimos diez años es de dos relaciones.
Si analizamos el historial de relaciones conflictivas de los usuarios, la moda se
sitúa en una única relación conflictiva, siendo generalmente en dicha relación donde
se ha producido un patrón de violencia física y psicológica sobre la pareja. Además,
la media de los usuarios del programa tiene un hijo en común con la víctima de la
agresión. Esta situación puede favorecer que se perpetúen situaciones de riesgo
para la víctima.
25
Tabla 13: Historial de relaciones de pareja
Delito de violencia de género que motiva la condena
Esta información hace referencia al delito de violencia de género por el que se ha
condenado a los usuarios a seguir el programa de tratamiento evaluado. Esta
información ha sido recogida por los distintos servicios que han desarrollado los
programas y no siempre ha sido especificado el tipo delictivo concreto del Código
Penal. Por este motivo, en este apartado ofrecemos la información respecto a los
sujetos sobre los que poseíamos el tipo delictivo concreto. La tabla número 14
muestra los delitos de violencia de género por los cuales han sido condenados los
sujetos de la sub‐muestra 3 .
En la tabla número 14 se muestra como el 71% de los usuarios han sido
condenados por el delito del Artículo 153. 1 y 3 del Código Penal, referido a
menoscabo psicológico y lesiones no definidos como delitos, seguido de un amplio
porcentaje (20%) que ha sido condenado por el Artículo 169 y 171.4 y 5 del Código
Penal, referido a amenazas. El resto de los sujetos ‐un 9 %‐ han sido condenados por
delito de lesiones, o coacciones, trato degradante o quebrantamiento de condena.
Los sujetos de la muestra han recibido una sentencia condenatoria entre 2004 y
2010. La condena media de prisión inicialmente impuesta es de 8 meses y medio,
aunque ésta es siempre suspendida o sustituida por un periodo medio de 2 años con
la condición de la realización del tratamiento.
3
La submuestra consta de 195 sujetos sobre los que se tenía la información relativa al delito de violencia de género que motivó
la condena así como el artículo del Código Penal de referencia.
26
Tabla 14: Delito de violencia de género que motiva la inclusión en el programa de
tratamiento
Respecto al delito de violencia de género que ha originado la condena, también
se ha recogido información acerca de las circunstancias de su comisión con el fin de
contextualizar la comisión del hecho delictivo. Para ello, se ha obtenido información
relativa a la comisión de más de un delito, a las víctimas del delito, la presencia de
armas o al consumo de alguna droga en el momento de los hechos delictivos.
Circunstancias que rodean la comisión del delito de violencia de género
Las sentencias condenatorias que han recibido los sujetos pueden incluir un sólo
delito o varios al mismo tiempo. De la muestra analizada, el 71% de los sujetos ha
recibido condena por cometer un delito de violencia de género únicamente,
mientras que 29% de los sujetos ha cometido más de un delito.
A continuación presentamos información relativa a quién es la víctima del delito
de violencia de género que motiva la condena. Como muestra la tabla 15, en un 90
% de los casos la víctima es la pareja del penado ‐dentro de este porcentaje, el 9% lo
son también los hijos‐.
Las ex parejas son victimas de la violencia de género con una frecuencia del 9%,
mientras que otros familiares suponen un 1 %.
Tabla 15: Víctima del delito de violencia de género
27
Circunstancias que rodean al delito de violencia de género: empleo de armas,
consumo de drogas y separación
En relación con las circunstancias que rodean la comisión del delito analizaremos
tres situaciones relevantes de cara a valorar el perfil criminológico de los sujetos de
la muestra: el empleo de armas, el consumo de drogas y si el delito se produce
coincidiendo en el tiempo con un proceso de separación o divorcio.
Respecto al empleo de armas, vemos en la tabla número 16 que tan sólo un 9%
de los sujetos ha empleado armas en el momento de cometer el delito, siendo el
arma blanca la utilizada preferentemente.
En referencia al consumo de drogas en el momento de la comisión del delito,
debemos destacar que el 24% de los sujetos se encontraba bajo el efecto de alguna
droga en el momento de cometer el delito.
Finalmente, el 31% de los sujetos ha cometido el delito de violencia de género
que motiva la condena coincidiendo en el tiempo con un periodo de separación
formal o informal de la pareja.
Tabla 16: Variables relacionadas con las circunstancias de comisión del delito de violencia de
género
Otras 2%
Reincidencia sobre la misma víctima
Finalmente, en la tabla numero 17, se muestra el porcentaje de sujetos que ha sido
condenado por hechos relacionados con la misma víctima. Esto es, si el sujeto es
reincidente en su conducta de malos tratos con la misma víctima. En este sentido,
encontramos un 6,5% de sujetos que ya había sido condenado por actos cometidos
hacia la misma víctima. Por tanto, dichos sujetos no sólo son reincidentes en
referencia al mismo delito sino que lo son con la misma víctima.
28
Tabla 17. Reincidencia del sujeto con la misma victima
Variable Categorías Porcentaje
válido
¿Ha sido condenado anteriormente por hechos relacionados con esta misma No 93,5%
víctima? Sí 6,5%
• El 47,5 % de los sujetos ha perdido algún progenitor o de ambos en la infancia
y un 10,4 % ha sufrido abandono por parte de los padres en su infancia. En
ambos casos, la ausencia es protagonizada preferentemente por el padre.
• La proporción mayoritaria de la muestra no presenta historial de violencia y
delictivo en el seno de la familia de origen. Sin embargo, destaca un grupo de
riesgo con las siguientes características:
• 11,4 % de los sujetos presenta un historial delictivo en su familia de
origen.
• 20,7 % de los sujetos tiene antecedentes familiares de consumo de
alcohol, siendo el porcentaje mayor el del padre (11 %).
• 10,1 % tiene un historial de consumo de drogas en su familia de origen
siendo el porcentaje mayor el de otros familiares diferentes a los
progenitores (8,1 %).
• La proporción mayoritaria de la muestra no presenta altos índices de
victimación en la infancia pero hay un grupo de riesgo que presenta las
características siguientes:
• 11,4 % ha sido víctima de malos tratos físicos en la infancia.
• 13,5 % ha sido víctima de malos tratos psicológicos en la infancia.
• 1,6% ha sido víctima de abusos sexuales en la infancia.
• 15,4 % ha sido testigo de violencia familiar en la infancia.
• 39% de los sujetos ha consumido drogas o alcohol en los últimos cinco años y,
de este porcentaje, el 60,7 % son politoxicómanos o consumen varias drogas a
la vez.
• La droga de preferencia de los consumidores es el alcohol, seguido del
cannabis y la cocaína.
29
• La edad preferente de inicio en el consumo de los sujetos de la muestra se
encuentra entre los 16 y 18 años.
• En cuanto a las relaciones de pareja, lo más frecuente es que en los últimos
diez años se hayan mantenido dos relaciones.
• De igual modo, lo habitual es que los sujetos hayan tenido una única relación
conflictiva, siendo en ella donde se han producido los malos tratos físicos o
psicológicos.
• El 71% de los sujetos ha sido condenado por el delito del art. 153. 1 y 3
(Menoscabo psicológico y lesiones no definidas como delito) del Código Penal,
y el 20% ha sido condenado por el art. 169 y 171.4 y 5 (Amenazas) del Código
Penal.
• En el 90 % de los casos la víctima es la pareja del penado ‐dentro de este
porcentaje, el 9% lo son también los hijos‐. Las ex parejas son victimas de la
violencia de género con una frecuencia del 9%.
• 9% de los sujetos emplearon armas en la comisión del delito.
• 24% de los sujetos de la muestra se encontraban bajo los efectos de una droga
en el momento de la comisión del delito.
• 31% de los sujetos se encontraba en trámites de separación, divorcio o en un
periodo de ruptura de pareja en el momento de la comisión del delito.
• Un 6% de los sujetos ha sido previamente condenado por un delito similar
respecto a la misma víctima.
5.1.3. Perfil psicológico: análisis descriptivos de las variables psicológicas
El siguiente apartado describe las principales variables psicológicas de los usuarios
del programa de tratamiento. En primer lugar se analizarán aquellas variables
psicológicas que la literatura científica ha relacionado con la conducta de maltrato y,
en segundo lugar, se presentarán algunas de las variables psicológicas específicas
que normalmente se vinculan al comportamiento violento.
Variables psicológicas relacionadas con el maltrato
A continuación se presentan las variables psicológicas relacionadas con el inicio y
mantenimiento de la conducta de maltrato, así como sus distintas manifestaciones
(violencia psicológica y violencia física).
Variable actitudes sexistas
Las actitudes sexistas son un elemento frecuentemente citado en la explicación
de la violencia que ejerce un hombre sobre una mujer. La gráfica número 6 muestra
distribuciones distintas respecto con los dos tipos de sexismo evaluados mediante el
30
Inventario sobre Sexismo Ambivalente. Por un lado, en relación con el sexismo
benevolente, encontramos una distribución escorada hacia puntuaciones más altas
puesto que la media se sitúa en 37,4 con una desviación típica de 7,7 (rango mínimo
11 y máximo 55). Por otro lado, respecto con el sexismo hostil, la distribución es
normal, ligeramente escorada hacia puntuaciones más bajas. La media se sitúa en
33,1 con una desviación típica de 8,5, cuando el rango mínimo es 11 y el máximo 55.
Gráfica 6: Distribución de la variable actitudes sexistas
El instrumento utilizado para la medición de las actitudes sexistas no se ha
baremado para la población general, pero existe un estudio de Expósito, Moya, y
Glick (1998) en el que se aplicó dicho instrumento a una población de estudiantes
universitarios de Psicología. Como se puede observar en la tabla 18, la muestra de
agresores tiene una media en la variable de sexismo hostil de 37,4 frente al 24,3 4 de
la muestra de estudiantes, mientras en el caso del sexismo benevolente la media de
los agresores es 33,1 frente al 18,9 de la muestra de estudiantes. Las diferencias
encontradas entre ambas medias parecen evidenciar que los agresores de género
presentan una mayor puntuación de creencias sexistas en referencia a la condición
de inferioridad de la mujer.
4
En el estudio original, los autores aportan la puntuación media de la escala sobre el total de ítems que la configura, mientras
que en la presente investigación se ofrece la suma directa de las puntuaciones de todos los ítems de la escala (sin dividir por el
total de ítems de la misma).
31
Tabla 18: Puntuaciones medias en las dos subescalas del Inventario sobre
Sexismo Ambivalente
Muestra de agresores de género Muestra de estudiantes de
Psicología
Sexismo Hostil 37,4 24,3
Sexismo 33,2 18,9
Benevolente
Variable celos patológicos
Otra de las variables más vinculadas al inicio de la conducta de maltrato es la
presencia de celos patológicos en el agresor. La gráfica número 7 nos muestra la
distribución de la muestra en relación con esta variable. En este caso, la media se
sitúa en 13,6 con una desviación típica de 6,5 (rango mínimo 5 y máximo 38). El 21%
de la muestra no puntúa en ninguno de los ítems de la escala y el 51% de la muestra
se sitúa en puntuaciones inferiores al tercio clínico inferior del cuestionario (inferior
a 12 puntos sobre un máximo de 38).
La escala de celos románticos no ha sido baremada para la población general. Sin
embargo, un estudio de Montes‐Berges (2008) ofreció la puntuación media de dicha
escala para una muestra de estudiantes universitarios de Enfermería. La muestra
estaba compuesta tanto por hombres como por mujeres y la puntuación media de la
escala fue de 15,12 puntos (frente a los 13,6 que presentan los agresores de esta
muestra). En este sentido, podríamos afirmar que los usuarios de los programas de
intervención no consideran, por debajo de la media de estudiantes universitarios,
que los celos sean un problema en su relación de pareja.
No obstante, este instrumento refleja la percepción del propio usuario sobre si
los celos son un problema en su relación (no informan de si el agresor ha realizado
conductas específicas indicativas de un problema de celos). Por este motivo, se
impone la cautela en la interpretación de estos resultados porque el hecho de que la
muestra no perciba los celos como un problema en su relación no implica que no
existan manifestaciones de celos. Por otro lado, la ausencia de percepción de celos
como un problema puede constituir un obstáculo ya que el sujeto no es consciente
de las dificultades en su relación por causa de los celos.
32
Gráfica 7: Distribución de la variable celos patológicos
Variable conflictos de pareja
La gráfica número 8 nos muestra la distribución de los usuarios del programa
respecto a la violencia física ejercida contra la pareja (CTS‐2). En ella nos
encontramos que, teniendo en cuenta que el rango oscila entre 0 mínimo y 42
máximo, la media se sitúa en puntuaciones muy bajas de violencia física (2,3), con
una desviación típica de 4,3. Como puede observarse en la gráfica, la mitad de la
muestra afirma que nunca ha agredido físicamente a su pareja (el 54,4% de los
usuarios). El 30% de los usuarios reconoce haber agredido físicamente hasta un
máximo de 5 veces a sus parejas. Además, otro 15% de los casos ha actuado de
forma agresiva contra su pareja en más de 5 ocasiones.
33
Gráfica 8: Distribución de la variable conflictos de pareja (CTS‐2)
60
Conflictos de pareja
50
Agresión psicológica
40
Porcentaje
Agresión física
30
20
10
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30
Puntuación total
Variable abuso emocional
En referencia a esta variable, la gráfica número 9 nos indica que los sujetos de la
muestra se sitúan en puntuaciones marcadamente bajas en las diferentes sub‐
escalas. Teniendo en cuenta que el rango mínimo es 0 y el máximo es 42 para todas,
el control asfixiante muestra una media de 5,3, con una desviación típica de 6,9. La
media de las puntuaciones sobre humillación se encuentra en 3,5, con una
desviación típica de 5,9 y la media de indiferencia hostil es algo superior (9,6, con
una desviación típica de 9,1). Finalmente, la sub‐escala de dominación tiene una
media de puntuaciones en 4,6 con una desviación típica de 7,3.
La escala de abuso emocional (MMEA) ha sido traducida ad hoc para este
estudio y, por tanto, no existen baremos poblacionales o estudios de referencia para
muestra española. Sin embargo, en la validación original, Ro y Lawrence (2007)
aplicaron dicha escala a una muestra norteamericana de parejas de la población
general. Cuando se compara la puntuación media en la escala de los agresores y la
de los hombres del estudio norteamericano, se observa que la muestra de agresores
de género ejerce el doble de abuso emocional sobre sus parejas que la muestra de
hombres de la población general 5 .
5
En el estudio original los autores utilizaron otro sistema de puntuación para las categorías de la escala. Se han recodificado las
puntuaciones de esta investigación para poder comparar ambas medias. La media de los agresores de pareja en el MMEA es de
50 puntos mientras que para los hombres de la población general es de 23 (en un rango de 0 a 700).
34
Gráfica 9: Distribución de la variable abuso emocional
Variable calidad en la relación de pareja
La gráfica número 10 muestra la distribución de la muestra acerca del Índice de
calidad de la relación de pareja. Como se puede observar, las puntuaciones se
decantan hacia puntuaciones elevadas en la escala, lo que significa una mayor
satisfacción con la pareja (con un mínimo de 5 y un máximo de 42 puntos). La media
de la muestra es de 28 puntos (desviación típica de 11,2). Esta puntuación es similar
a la encontrada en otros estudios realizados con individuos de la población normal.
Por tanto, la muestra de agresores de pareja se encontraría igual de satisfecho con
su pareja que el resto de la población.
Gráfica 10: Distribución de la variable índice de calidad en la relación de pareja
35
Variable atribución de la responsabilidad
En relación con la variable atribución de la responsabilidad, la gráfica número 11
muestra una distribución caracterizada por una concentración en puntuaciones
medias de la escala. Considerando que el rango mínimo es 8 y el máximo 40, la
media se sitúa en 21,2, con una desviación típica de 5,2. Sólo un 35% de los usuarios
puntúan por debajo de 20 en la escala, siendo estas puntuaciones bajas las que se
asocian a una mayor asunción de responsabilidad del delito, y tan sólo un 12%
reconoce plenamente los hechos cometidos, situándose en puntuaciones entre 8 y
12. Esto supone que, en general, los penados no reconocen su responsabilidad en
los hechos delictivos y la atribuyen a factores de carácter personal (su carácter
agresivo, su problema de consumo de alcohol, sus celos, etc.) o a variables externas
(conducta de la propia víctima, falsa denuncia, sistema de justicia o la propia
sociedad).
Gráfica 11: Distribución de la variable atribución de la responsabilidad
Variable minimización de la responsabilidad
Respecto con la minimización de la responsabilidad, tal como se presenta en la
gráfica número 12, observamos que la distribución de la muestra está ligeramente
escorada hacia puntuaciones más bajas. Siendo el rango de 2 mínimo a 20 máximo,
la media se sitúa en 8,4 con una desviación típica de 3,2. Esto supone que, en
general, los sujetos tienden a minimizar su responsabilidad o, lo que es lo mismo, no
asumen de forma realista la gravedad del delito cometido.
36
Gráfica 12: Distribución de la variable atribución de la responsabilidad
Variables psicológicas específicas
Variable agresividad
En referencia con esta variable, la gráfica número 13 nos muestra una
distribución ligeramente escorada hacia puntuaciones más bajas, teniendo en
cuenta que el rango empírico se sitúa entre 12 y 55 (rango teórico 12‐60) y la media
se encuentra en una puntuación de 23,4 con una desviación típica de 6. Esta
puntuación media es similar a la ofrecida por otros estudios realizados con
población general (Media = 24,97 y DT= 5,94).
En un estudio desarrollado por Gallardo y colaboradores (2006) también se
administró esta escala a una muestra de delincuentes encarcelados resultando su
media de agresividad mayor que la de la población general (Media= 27, 14 y DT=
6,14). En suma, la muestra de agresores de género evaluada en este estudio es tan
agresiva como la población general y no muestra niveles de agresividad equivalentes
a los delincuentes en prisión.
37
Gráfica 13: Distribución de la variable agresividad
Variable expresión de la ira
En la gráfica número 14 se presentan dos subescalas del Inventario de expresión de
la ira STAXI‐2: Rasgo de ira y Expresión y control de la ira. Como puede observarse
en color rojo, las puntuaciones en el rasgo de ira están sesgadas hacia puntuaciones
bajas en la escala. Con un rango de puntuaciones que oscila entre 10 y 40, la media
se sitúa en 16 (desviación típica de 4,4). Esta puntuación se sitúa en el centil 20
según los baremos poblaciones para varones. Sin embargo, la escala de Expresión y
control de la ira posee una distribución más normalizada. La media es de 21,7 y la
desviación típica de 9,2 (rango de 0‐49). Esta puntuación corresponde al centil 15
según los baremos poblaciones para varones.
La muestra de agresores de pareja se sitúa en niveles muy bajos en ira, en
relación con la población general (centil 20 y 15). Además, lo esperable sería
encontrarse en los agresores de pareja un nivel de ira superior a la media
poblacional (centiles superiores a 50, cuando la muestra de agresores no supera el
centil 20). Estos resultados no están en la línea de otros estudios realizados con
muestras de maltratadores en tratamiento voluntario en la comunidad (Echeburúa y
Corral, 1998), que sitúan los niveles de ira de los agresores de pareja por encima de
la media poblacional (centil 70 de rasgo de ira). La razón de dicha disparidad de
resultados podría estar relacionada con dos cuestiones: 1) la falta de reconocimiento
de las propias dificultades que presentan los delincuentes, especialmente cuando se
trata de un delito vinculado a la violencia de género que frecuentemente se asocia a
la agresividad y la ira del agresor y 2) la obligatoriedad del programa en medidas
penales alternativas. Los usuarios del programa, especialmente en la fase inicial de
la intervención, presentan, en mayor o menor medida, un rechazo ante la medida
alternativa impuesta que obstaculiza el reconocimiento de que existe un problema
de control de la ira. Esta razón ha de ser tenida en cuenta a la hora de valorar los
resultados obtenidos.
38
Gráfica 14: Inventario de expresión de la ira STAXI‐2
Variables de personalidad
La gráfica número 15 muestra la distribución de la muestra en relación con tres
rasgos de personalidad: impulsividad, temeridad y empatía. Si analizamos la
impulsividad, vemos que la muestra se encuentra mayoritariamente en
puntuaciones bajas de la escala, considerando que el rango mínimo es 0 y el máximo
18, la media se sitúa en 5,2 y la desviación típica en 3,9. No obstante, si comparamos
esta media con baremos poblacionales se observa que la muestra de agresores de
género tiene un nivel de impulsividad apreciablemente superior a la media de la
población general, teniendo en cuenta que la media poblacional es 4.
Sin embargo, las puntuaciones en temeridad no muestran diferencias con la
población general. La media de la muestra se sitúa en 6,1, con una desviación típica
de 3,5, y la media de la población general es 6.
Respecto a la empatía, la media de la muestra también es similar a la media
poblacional, ya que la muestra se sitúa en 14,4, siendo el rango mínimo 4 y máximo
18, con una desviación típica de 2,6 y la media de la población general es 14.
39
Gráfica 15: Distribución de las variables de personalidad de Eysenck (I7)
En cuanto a los cinco grandes factores de personalidad (NEO‐FFI‐R), la muestra
se sitúa en valores similares a la poblacional general. 6 En concreto, la puntuación
media en Neuroticismo es de 19,3, con una desviación típica de 7, siendo 20 la
media poblacional. La media en Extraversión para la muestra es de 29, con una
desviación típica de 6,2, siendo la misma puntuación que la media poblacional. La
media en Apertura a la experiencia es de 27,1, con una desviación 5,9, estando muy
ligeramente por debajo de la poblacional general, que se sitúa en 28. La puntuación
media de la muestra para Amabilidad es de 33,8, con una desviación típica de 6,4,
estando también ligeramente por debajo de la media poblacional que se sitúa en 35.
Finalmente, el único factor que se aleja claramente de los valores poblacionales
es Responsabilidad. La media de la muestra es de 37,2, con una desviación típica de
7,3, situándose en el centil 70 de los baremos para población general. Estos
resultados deben ser interpretados con precaución debido a la gran deseabilidad
social que presentan los usuarios del programa.
Resumen de las principales características del perfil psicológico
Variables psicológicas relacionadas con el maltrato
• En relación con las actitudes sexistas, los agresores de la muestra presentan
un mayor número de creencias sexistas en referencia a la condición de
inferioridad de la mujer que la población normal (estudiantes universitarios).
6
No se ofrece el gráfico para este cuestionario debido a su complejidad.
40
• Respecto a los celos patológicos, los agresores poseen una menor percepción
de que los celos son una cuestión problemática en su relación de pareja que
la población universitaria.
• El 45,6 % de los usuarios reconoce haber ejercido violencia física contra su
pareja. El 82% de la muestra afirma haber agredido psicológicamente a su
pareja en más de una ocasión.
• La muestra de usuarios del programa ejerce el doble de abuso emocional
sobre la pareja que una muestra de hombres de la población general.
• En relación con la calidad de la relación de pareja, la muestra de agresores se
encuentra igual de satisfecha con su pareja que la población general.
• La muestra de usuarios analizada, en general, no reconoce la responsabilidad
de los hechos acontecidos y atribuye la responsabilidad de sus actos tanto a
factores personales (consumo de drogas o celos) como a variables externas
(conducta de la víctima, falsa denuncia, etc.).
• Los sujetos tienden a minimizar su responsabilidad o no asumen de forma
realista la gravedad del delito.
Variables psicológicas específicas
• En referencia a la agresividad, la muestra de usuarios evaluada es igual de
agresiva que la población general.
• La muestra de agresores se sitúa en niveles muy bajos en rasgo ira y en
expresión y control de la ira en relación con la población general. Los
resultados pueden verse afectados por la falta de reconocimiento de su
condición de agresor y la obligatoriedad del programa.
• Los sujetos de la muestra son más impulsivos que la media poblacional e
igual que ésta en empatía y temeridad.
• La muestra de agresores obtiene una puntuación similar a la población
general para los diferentes factores de personalidad (Neuroticismo,
Extraversión, Apertura a la experiencia y Amabilidad), con excepción del
factor de Responsabilidad que está por encima de la media poblacional.
5.2. Evaluación de la eficacia del tratamiento
El objetivo principal de este informe es la evaluación de la eficacia del tratamiento
de agresores de género en medidas penales alternativas. El método más utilizado
para esclarecer si un tratamiento tiene algún impacto en los sujetos que lo reciben
41
consiste en evaluar a los sujetos antes y después de la intervención, para comprobar
si se ha producido algún cambio como consecuencia del tratamiento.
No obstante, una vez realizada dicha evaluación y comprobado que existe un
cambio, éste podría deberse al azar o al propio paso del tiempo. Por este motivo, es
muy recomendable que, complementariamente a la evaluación de los cambios
posteriores a la intervención, se lleve a cabo una comparación entre un grupo de
sujetos que reciben el tratamiento y otro grupo de sujetos que no lo reciben (grupo
control). Si los sujetos del grupo control también cambiaran (al igual que los del
grupo de tratamiento), los cambios producidos en los sujetos del grupo de
tratamiento no deberían atribuirse a la intervención. Por el contrario, si el
tratamiento fuera eficaz, no se producirían cambios en el grupo control y sí se
manifestarían cambios en el grupo de tratamiento.
5.2.1. Evaluación de los usuarios del programa antes y después de la intervención: cambio
terapéutico
La primera fase de la evaluación de la eficacia del programa de tratamiento consiste
en medir si se ha producido un cambio terapéutico en los usuarios del mismo. El
cambio terapéutico se define como la modificación de las variables relacionadas con
la conducta de maltrato de los sujetos como consecuencia de la intervención. Dichas
variables han sido escogidas en función de los objetivos generales y específicos que
persigue el programa de tratamiento.
Los objetivos generales del programa son, en primer lugar, erradicar la conducta
de maltrato sobre la pareja y, en segundo lugar, disminuir las creencias sexistas que
sustentan dicho comportamiento. Para alcanzar dichos objetivos generales, los
diferentes módulos de la intervención abordan los siguientes objetivos específicos:
la identificación y el control de las emociones (a destacar la ira), la disminución de
las actitudes sexistas y las distorsiones cognitivas del sujeto, el control de los
impulsos, la empatía con la víctima, la asunción de responsabilidad de los hechos
delictivos cometidos, las consecuencias de la conducta violenta para la víctima y
para los hijos y, consecuentemente, su eliminación del repertorio conductual del
sujeto, y, finalmente, la prevención de recaídas para anticiparse a situaciones de
riesgo donde el sujeto pudiera volver a recaer.
Vinculados a los objetivos específicos, se han seleccionados diferentes
instrumentos y escalas que los evalúan: expresión y control de la ira, actitudes
sexistas, impulsividad, agresividad, empatía, atribución y minimización de
responsabilidad, conflictos de pareja, abuso emocional, celos patológicos y calidad
en la relación de pareja.
En consecuencia, el cambio terapéutico en esta investigación se definiría como:
un aumento del control de la ira, una disminución de las actitudes sexistas, una
reducción de la impulsividad y la agresividad de los sujetos, una mejora en la
empatía de los usuarios, un mayor reconocimientos de la responsabilidad de los
hechos delictivos, una disminución de los conflictos de pareja y del abuso emocional
42
sobre ésta, una reducción de los celos y una mejora de la calidad de la relación de
pareja.
Para evaluar la eficacia del tratamiento y si se produce dicho cambio terapéutico,
se han comparado los resultados de los usuarios en los diferentes instrumentos
administrados antes y después de la intervención (ver apartado de metodología).
Para detectar las posibles diferencias entre las puntuaciones pre y post tratamiento,
se hicieron contrastes de Pruebas T para muestras relacionadas. La hipótesis nula
(H0) para estos contrastes postula que las medidas pre y post tratamiento son
iguales, mientras que la hipótesis de efecto (H1) postula que las medidas post‐
tratamiento son significativamente mejores (más altas o bajas según el sentido de la
escala) que las medias pre‐tratamiento. La hipótesis H1 implica además que los
contrastes son unilaterales, ya que se postula a priori la dirección de las diferencias.
En la tabla número 19 se presentan los resultados de los contrates de medias.
Como se puede observar, en todos los cuestionarios utilizados para la evaluación se
han producido cambios significativos, ya sea en la puntuación global del instrumento
o en alguna de sus sub‐escalas. En general, estos resultados suponen que los
penados por un delito de violencia de género, después de recibir el tratamiento,
manifiestan:
• Menos actitudes sexistas
• Menos celos
• Menos abuso emocional
• Menos conflictos de pareja
• Una mayor calidad en la relación de pareja
• Una mejor asunción de la responsabilidad de los hechos delictivos cometidos
• Más empatía
• Menos impulsividad
• Menos hostilidad
• Menos ira y un mejor control y expresión de ésta
En conclusión, según los resultados de esta investigación el tratamiento produce
en los sujetos el cambio terapéutico esperado en todas las variables relacionadas
con la conducta de maltrato que constituyen los objetivos específicos de esta
intervención.
43
Tabla 19: Prueba T para muestras relacionadas
Diferencias relacionadas
Desviación Error típ. de la t gl Sig. (unilateral)
Escalas Subescalas Media
típ. media
Agresividad Puntuación total 0,272 5,384 0,279 0,973 371 0,166
(AQ) Agresividad física -0,089 1,833 0,095 -0,934 371 0,176
Agresividad Verbal 0,094 1,990 0,103 0,912 371 0,181
Ira 0,046 2,092 0,108 0,421 371 0,337
Hostilidad 0,220 2,201 0,114 1,931 371 0,027 *
Sexismo Benevolente (ASI) 3,482 8,876 0,467 7,453 360 0,000 **
Sexismo Hostil (ASI) 3,737 8,477 0,446 8,376 360 0,000 **
Escala de celos patológicos (CR) 0,742 5,615 0,293 2,534 367 0,006 **
Conflictos de pareja (CTS-2) 1,258 10,824 0,574 2,194 355 0,014 *
Negociación -0,421 2,585 0,138 -3,044 348 0,001 **
Agresión psicológica 1,149 5,758 0,305 3,764 355 0,000 **
Agresión física 0,171 3,707 0,196 0,872 355 0,192
Coerción sexual 0,073 1,791 0,095 0,770 355 0,221
Lesiones 0,326 2,472 0,131 2,487 355 0,007 **
Escala de Deseabilidad Social (EDS) -1,238 13,739 0,715 -1,732 368 0,042 *
(ERM) Atribución de responsabilidad 1,851 5,560 0,289 6,405 369 0,000 **
Minimización de responsabilidad 0,841 3,334 0,173 4,849 369 0,000 **
Cuestionario I7_Impulsividad 0,437 3,311 0,177 2,470 349 0,007 **
Personalidad I7_Temeridad -0,214 2,696 0,144 -1,487 349 0,069 †
de Eysenck I7_Empatía -0,303 2,446 0,131 -2,316 349 0,011 *
Abuso Emocional: Puntuación total 2,633 21,686 1,166 2,258 345 0,012 *
(MMEA) Asfixia Restrictiva 0,870 6,547 0,352 2,472 345 0,007 **
Denigración -0,035 6,402 0,344 -0,101 345 0,460
Retirada Hostil 1,162 8,497 0,457 2,544 345 0,006 **
Dominación/ 0,636 6,669 0,359 1,774 345 0,039 *
Intimidación
Cuestionario Neuroticismo 0,404 6,986 0,365 1,107 365 0,134
Personalidad Extraversión -0,347 6,047 0,316 -1,098 365 0,136
NEO-FFI-R Apertura a la -0,623 6,323 0,330 -1,885 365 0,030 *
experiencia
Amabilidad -0,740 6,310 0,330 -2,245 365 0,013 *
Responsabilidad -0,377 7,300 0,382 -0,988 365 0,162
Índice de Calidad Marital (QMI) -1,656 12,898 0,687 -2,409 351 0,008 **
Cuestionario Temperamento de Ira 0,090 1,895 0,099 0,908 367 0,182
Expresión Reacción de Ira 0,196 2,976 0,155 1,261 367 0,104
de la ira Rasgo de Ira 0,285 3,959 0,206 1,382 367 0,084 †
(STAXI-2) Expresión Externa de la 0,438 2,696 0,141 3,114 367 0,001 **
Ira
Expresión Interna de la 0,288 3,375 0,176 1,637 367 0,051 †
Ira
Control Externo de la -0,035 4,471 0,233 -0,152 367 0,440
Ira
-1,008 5,169 0,269 -3,741 367 0,000 **
Control Interno de la Ira
44
A continuación se presentan los resultados de las diferencias entre el pre y post
tratamiento analizando de forma pormenorizada cada una de las escalas.
Variables psicológicas de maltrato
En primer lugar, cabe destacar el cambio que se produce en la asunción de
responsabilidad sobre el delito cometido. El reconocimiento de los hechos
perpetrados y la conciencia del daño infringido a la víctima son dos de los objetivos
terapéuticos más relevantes que se abordan en el programa. Los instrumentos de
Atribución de responsabilidad (ERM) y Minimización de responsabilidad (ERM)
parecen indicar que, fruto del tratamiento, se estaría produciendo un cambio
significativo (p< 0,01) en el sentido de un mayor reconocimiento del delito y una
mayor asunción de responsabilidad en el mismo.
En relación con las creencias de los sujetos, se observa que los usuarios del
programa exhiben menos actitudes sexistas (ASI) hacia la mujer. El cambio se
produce tanto si este sexismo es “benevolente” como “hostil”. La intervención
parece incidir, de forma significativa, tanto en la actitud paternalista sobre dicha
sumisión de la mujer, como en la disminución de las manifestaciones hostiles sobre
su supuesta inferioridad.
La escala de celos patológicos (CR) arroja un resultado muy positivo. Los
penados por violencia de género presentan un nivel menor de celos patológicos tras
finalizar el programa. La diferencia entre las puntuaciones pre y post tratamiento es
claramente significativa (p< 0,01).
En esta misma línea se encuentran los resultados de los dos instrumentos
relacionados con el abuso emocional y la violencia sobre la pareja. En referencia al
primer instrumento, se produce un cambio significativo en la escala de abuso
emocional (MMEA) (p< 0,01). El análisis de las diferentes sub‐escalas arroja una
disminución tanto en el control asfixiante, como en la indiferencia hostil y en las
estrategias de dominación o intimidación sobre la pareja.
En relación con el segundo instrumento, la escala de conflictos de pareja (CTS‐2)
obtiene unos resultados similares: aumentan de forma significativa las estrategias de
negociación para resolver los conflictos de pareja. Por el contrario, disminuyen las
agresiones psicológicas y las lesiones producidas en la relación.
Finalmente, en congruencia con todo lo anteriormente mencionado, la
puntuación pos‐tratamiento en el Índice de calidad en la relación de pareja (QMI)
muestra una mejoría significativa en el nivel de satisfacción con la pareja.
45
Variables de psicológicas específicas
En este segundo apartado se informa de los resultados sobre los cuestionarios que
evalúan variables psicológicas específicas relacionadas con la violencia sobre la
pareja. En primer lugar, el cuestionario que evalúa agresividad (AQ) no ofrece un
resultado significativo. La puntuación en agresividad después de la intervención es
menor, es decir, los usuarios son menos agresivos después del tratamiento, pero
dicho cambio no se traduce en una diferencia significativa. No obstante, la sub‐
escala de hostilidad sí obtiene un resultado significativo.
Sin embargo, las puntuaciones en la escala de rasgo de ira (STAXI‐2) exhiben una
mejoría significativa en la mayoría de sus subescalas. En concreto, los sujetos
exteriorizan menos ira y son capaces de controlarla y expresarla de una forma
menos lesiva para los otros. Finalmente, como cambio más significativo cabe
destacar el producido en la subescala de Expresión y control de la ira (p< 0,01).
Por otro lado, como es esperable, en el cuestionario de los Cinco grandes
rasgos de personalidad (NEO‐FFI‐R) no se producen cambios. Los rasgos de
Neuroticismo, Extraversión y Responsabilidad se mantienen estables a lo largo de la
intervención. Sin embargo, parece que aumenta de forma significativa las
puntuaciones en los rasgos de Amabilidad y Apertura a la experiencia. De forma
paralela se ha evaluado personalidad con el Cuestionario I7 de Eysenk. Los
resultados obtenidos muestran un cambio significativo en las tres subescalas del I7.
Por tanto, los sujetos tras la intervención presentarían menores niveles de
impulsividad, mayor empatía y menor temeridad.
5.2.2. Comparación entre el grupo de tratamiento y el grupo control
La evaluación de la eficacia del programa de tratamiento explicada con anterioridad
se ha complementado con la comparación con un grupo de control para comprobar
que efectivamente los cambios detectados en los diferentes instrumentos utilizados
no han sido debidos al paso tiempo o al azar.
La comparación entre el grupo experimental y el grupo control no se ha podido
realizar de forma directa porque los grupos no eran homogéneos. El grupo
experimental (con 635 sujetos iniciales) y el grupo control (con 135 sujetos iniciales)
mostraban diferencias significativas en variables tan relevantes como el país de
origen del usuario, el consumo de drogas y la duración de la pena privativa de
libertad suspendida. Por este motivo, se llevó a cabo un proceso de
homogeneización de ambos grupos. Finalmente, se seleccionaron solamente
aquellos sujetos del grupo de tratamiento que procedían de los mismos servicios
que también habían contado con sujetos para el grupo control. De esta forma las
diferencias existentes entre ambos grupos (en relación con las variables
sociodemográficas y de historial criminal) desaparecieron.
La muestra, tras la depuración, quedó compuesta de 103 sujetos para el grupo
control y 133 sujetos para el grupo experimental. En ambos grupos se llevaron a
cabo ANOVAS 2x2, es decir, análisis de varianza con medidas repetidas para más de
46
un factor (modelo lineal general) para cada una de las variables evaluadas. En la
tabla número 20 se presentan las medias para el grupo experimental y el grupo
control en los dos momentos de la evaluación (Evaluación 1 y 2).
La eficacia del tratamiento está determinada por la existencia de un efecto de
interacción entre el factor tratamiento (experimental‐control: intersujetos) y el
factor momento de la evaluación (evaluación 1‐2: intrasujetos). Es decir, si el
tratamiento fuera eficaz se esperaría encontrar diferencias entre el grupo de
tratamiento y el grupo control después de la intervención.
Este efecto de interacción es significativo para las siguientes variables: Sexismo
benevolente (p<0,030), Sexismo hostil (p<0,001), Atribución de responsabilidad (p<0,000)
e Impulsividad (p<0,030). Los resultados también muestran una diferencia entre el
grupo control y el de tratamiento, aunque no significativa, en abuso emocional
(p<0,075) y en Expresión y control de la ira (p<0,073). Probablemente estos últimos
resultados, mostrando una tendencia favorable, podrían ser significativos si
contáramos con una muestra mayor.
Tabla 20: Diferencias de medias entre el grupo experimental y el grupo control
en los dos momentos de la evaluación.
Intervalo de confianza 95%
Momento
Escalas Grupo Límite
evaluación
Media Error típ. Límite inferior superior
Control 1 21,447 ,598 20,269 22,624
2 21,709 ,594 20,539 22,878
Agresividad (AQ)
Experimental 1 23,098 ,526 22,061 24,134
2 22,985 ,522 21,956 24,014
Control 1 37,437 ,856 35,751 39,123
Sexismo 2 35,709 ,873 33,990 37,428
benevolente Experimental 1 35,756 ,759 34,261 37,251
2 31,504 ,774 29,979 33,028
Control 1 33,417 ,950 31,546 35,289
2 32,680 ,920 30,868 34,491
Sexismo hostil
Experimental 1 31,290 ,842 29,631 32,950
2 26,718 ,815 25,111 28,324
Control 1 11,544 ,613 10,336 12,752
2 12,311 ,634 11,061 13,560
Celos patológicos
Experimental 1 13,638 ,546 12,563 14,714
2 12,938 ,565 11,826 14,051
Control 1 10,839 1,170 8,533 13,144
Conflictos de 2 10,376 1,135 8,139 12,614
pareja Experimental 1 12,803 1,021 10,790 14,816
2 10,074 ,991 8,120 12,027
Deseabilidad Control 1 117,049 1,527 114,040 120,058
social
2 117,382 1,416 114,593 120,172
Experimental 1 115,792 1,353 113,127 118,458
47
2 117,269 1,254 114,798 119,740
Control 1 20,843 ,528 19,803 21,884
Atribución de 2 21,559 ,521 20,532 22,585
responsabilidad Experimental 1 21,250 ,464 20,335 22,165
2 19,182 ,458 18,280 20,084
Control 1 8,059 ,315 7,439 8,679
Minimización de 2 7,931 ,320 7,301 8,561
responsabilidad Experimental 1 8,235 ,277 7,690 8,780
2 7,492 ,281 6,939 8,046
Control 1 4,232 ,393 3,458 5,005
2 4,400 ,361 3,688 5,112
Impulsividad (I7)
Experimental 1 4,879 ,344 4,202 5,556
2 4,081 ,316 3,457 4,704
Control 1 12,105 ,275 11,563 12,647
2 12,253 ,293 11,676 12,829
Empatía (I7)
Experimental 1 12,573 ,241 12,098 13,047
2 12,790 ,256 12,286 13,295
Control 1 17,319 3,057 11,288 23,351
Abuso emocional 2 15,125 2,253 10,681 19,569
(MMEA) Experimental 1 24,584 2,440 19,769 29,399
2 16,823 1,798 13,275 20,371
Control 1 18,189 ,703 16,804 19,575
Neuroticismo 2 18,737 ,711 17,336 20,137
(NEO‐FFI‐R) Experimental 1 19,797 ,606 18,603 20,990
2 19,258 ,612 18,051 20,464
Control 1 28,779 ,641 27,515 30,043
Extraversión 2 29,168 ,639 27,909 30,428
(NEO‐FFI‐R) Experimental 1 28,969 ,553 27,880 30,058
2 29,789 ,551 28,704 30,874
Control 1 25,505 ,633 24,258 26,752
Apertura a la
2 26,337 ,611 25,134 27,540
experiencia (NEO‐
Experimental 1 27,063 ,545 25,988 28,137
FFI‐R)
2 28,094 ,526 27,057 29,130
Control 1 34,642 ,649 33,363 35,921
Amabilidad (NEO‐ 2 34,958 ,591 33,793 36,122
FFI‐R) Experimental 1 34,984 ,559 33,883 36,086
2 35,484 ,509 34,481 36,488
Control 1 37,253 ,775 35,725 38,781
Responsabilidad 2 38,284 ,644 37,016 39,552
(NEO‐FFI‐R) Experimental 1 38,563 ,668 37,246 39,879
2 38,625 ,554 37,532 39,718
Control 1 29,560 1,184 27,226 31,894
Índice de calidad 2 28,410 1,108 26,226 30,594
marital Experimental 1 27,772 1,051 25,701 29,843
2 30,669 ,984 28,731 32,607
Rasgo de ira Control 1 14,694 ,402 13,902 15,486
(STAXI‐2)
2 14,531 ,396 13,749 15,312
Experimental 1 15,731 ,349 15,043 16,419
48
2 15,546 ,344 14,868 16,224
Control 1 19,653 ,901 17,878 21,429
Expresión y
2 19,541 ,945 17,679 21,403
control de la ira
Experimental 1 20,338 ,782 18,797 21,880
(STAXI‐2)
2 17,915 ,820 16,299 19,532
En resumen, el tratamiento con penados por un delito de violencia de género en
Medidas penales alternativas parece incidir de forma positiva sobre las actitudes
sexistas de los usuarios, su atribución de responsabilidad, su impulsividad y, en
menor medida, sobre sus conductas de abuso emocional sobre la pareja y la
expresión y control de la ira de los sujetos. Estos resultados no parecen ser fruto ni
del azar ni del paso del tiempo y parece razonable atribuirlos al programa de
intervención.
5.2.3. Variables relacionadas con el cambio terapéutico
Los resultados hasta aquí presentados muestran que el programa de tratamiento
evaluado es eficaz puesto que se produce un cambio terapéutico en las
mencionadas variables relacionadas con la violencia de género. Sin embargo, el
cambio terapéutico detectado en los usuarios de la intervención podría estar
modulado por distintas variables sociodemográficas del sujeto o vinculadas al delito
cometido. Es decir, alguna variable del propio individuo o de los hechos cometidos
podría estar afectando a la eficacia del programa, disminuyendo o aumentando el
cambio terapéutico.
Por este motivo, se ha analizado la influencia de dichas variables en el cambio
terapéutico o en la mejora encontrada en las múltiples escalas psicológicas
administradas en la evaluación (ver apartado 5.2.1.). Para estudiar dicha influencia
se ha realizado un análisis de correlación entre las variables sociodemográficas y
relacionadas con el delito de violencia de género y el cambio terapéutico.
En la tabla número 21 se presentan los resultados de la correlaciones entre las
mencionadas variables y el cambio en las puntuaciones de las distintas escalas
psicológicas administradas. El cambio se ha calculado mediante la diferencia entre la
puntuación postratamiento (2e) y la puntuación pretratamiento (1e) para cada una
de los instrumentos que han arrojado resultados significativos en el apartado de
evaluación del programa.
A partir del análisis aportado, se puede observar que un nivel de estudios
suficiente, una situación laboral favorable, la ausencia de consumo de drogas y una
menor gravedad en el delito de violencia de género cometido, parece que estaría
relacionado con un incremento en la mejora en diferentes variables psicológicas
relacionadas con la violencia de género (impulsividad, empatía, control de la ira,
celos y abuso emocional).
Asimismo, respecto al grupo de riesgo detectado en el perfil criminológico, en el
cual estaban presentes factores de riesgo como el abandono de un progenitor o
49
ambos en su infancia (47,5 % de los sujetos), haber sido testigo de violencia familiar
durante la niñez (15,4% de los sujetos), o problemas de alcoholismo (20,7 % de los
sujetos) o drogadicción (10,1 % de los sujetos) en la familia de origen, también se
produce una mejora en las variables psicológicas evaluadas.
En este sentido, cabe destacar que el cambio terapéutico producido en este
grupo es especialmente relevante ya que cabría esperar que estos usuarios partieran
de mayores déficits en las variables psicológicas mencionadas y, por tanto, el cambio
terapéutico fuera más difícil. A pesar de ello, el tratamiento tendría un impacto
positivo en dichos sujetos.
Finalmente, si el sujeto fue víctima de malos tratos psicológicos durante su
infancia se produciría una relación negativa con la asunción de responsabilidad
sobre el delito cometido. La victimación en la infancia (frecuentemente violencia
psicológica, pero también violencia física) dificultaría el reconocimiento de los
hechos delictivos, lo cual podría conllevar una peor evolución del sujeto en el
tratamiento.
Tabla 21. Correlaciones entre variables sociodemográficas y relacionadas con el
delito de violencia de género y la diferencia de puntuaciones en las escalas
psicológicas.
Rasgo Expresión Sexismo Sexismo Celos Agresión Atribución Minimización Impulsividad Empatía Abuso
de Ira y control benevolente hostil psicológica responsabilidad responsabilidad emocional
de Ira (CTS‐2) (MMEA)
*
Edad ‐,042 ,037 ‐,014 ,033 ,010 ,020 ‐,002 ‐,020 ‐,022 ,028 ,131
*
Estado Civil ‐,014 ‐,019 ,006 ,015 ,028 ,009 ‐,036 ‐,089 ,050 ‐,063 ,125
*
Nivel de ,042 ,081 ‐,034 ,094 ‐,040 ,030 ‐,061 ‐,030 ,004 ‐,110 ‐,005
estudios
Situación ,048 ,016 ‐,025 ,046 ‐,039 ‐,058 ,027 ‐,007 ‐,012 ,010 ‐,062
económica
**
Nº de ,038 ‐,049 ‐,001 ,053 ,019 ‐,067 ,025 ,044 ‐,043 ‐,046 ‐,235
empleos
* **
Duración ,010 ,061 ,012 ,034 ,043 ,039 ‐,060 ‐,036 ,113 ‐,036 ,183
máxima en
un empleo
* **
Situación ,004 ,106 ,024 ,024 ‐,044 ‐,065 ,087 ,045 ,161 ‐,018 ‐,017
laboral
*
Muerte ,011 ,057 ,035 ,032 ,057 ‐,007 ‐,013 ‐,077 ,028 ‐,031 ,135
progenitor
*
Abandono ,106 ,014 ‐,010 ‐,035 ,027 ‐,093 ‐,003 ‐,051 ,033 ,060 ,042
progenitor
Historial de ,067 ,099 ‐,044 ,064 ,054 ‐,057 ,047 ,008 ‐,043 ‐,010 ‐,054
conducta
violenta en la
familia de
origen
Antecedentes ,074 ,094 ‐,025 ,057 ,066 ,065 ,033 ,089 ,009 ,049 ,023
delictivos en
la familia
* **
Alcoholismo ‐,014 ,040 ,039 ,029 ,054 ‐,023 ,106 ,158 ‐,060 ,080 ‐,026
en la familia
*
Drogadicción ,096 ,037 ‐,093 ,050 ‐,020 ,069 ‐,017 ,129 ‐,040 ,083 ,023
en la familia
Víctima de ,015 ,034 ,081 ,000 ,062 ‐,087 ,094 ‐,067 ‐,051 ,033 ,011
malos tratos
físicos
* *
Víctima de ‐,047 ‐,031 ,034 ‐,054 ,078 ,000 ,058 ‐,117 ‐,036 ,129 ‐,022
malos tratos
psicológicos
Víctima de ‐,040 ‐,052 ‐,041 ,016 ,074 ,032 ‐,004 ‐,073 ,027 ‐,012 ,039
abuso sexual
50
*
Testigo de ,004 ,055 ,023 ,023 ,124 ‐,026 ,075 ,017 ,024 ,085 ‐,033
violencia
familiar
* *
Consumo de ‐,022 ,004 ‐,025 ‐,037 ,015 ‐,158 ,072 ,133 ,053 ‐,001 ‐,177
drogas
Número de ,057 ‐,016 ,071 ‐,053 ,059 ‐,004 ‐,039 ‐,045 ,070 ,003 ‐,034
relaciones de
pareja en
últimos 10
años
Número de ‐,022 ,001 ,020 ‐,041 ,015 ‐,100 ‐,008 ‐,036 ,006 ,060 ‐,024
relaciones de
pareja
conflictivas
Número de ‐,070 ,000 ,001 ‐,062 ,017 ‐,079 ‐,039 ‐,027 ‐,025 ,010 ‐,070
relaciones de
pareja con
violencia
psicológica
*
Número de ‐,076 ,049 ‐,012 ‐,032 ‐,045 ‐,053 ‐,109 ‐,018 ‐,011 ,000 ‐,015
relaciones de
pareja con
violencia
física
* *
Total de la ‐,027 ‐,019 ‐,027 ,028 ‐,131 ,033 ‐,027 ‐,056 ,022 ‐,125 ‐,021
condena de
prisión
suspendida
en días
Tipo de ,036 ‐,070 ‐,074 ‐,041 ‐,126 ,112 ,025 ,130 ,046 ,026 ,065
violencia
*
Hechos ,036 ‐,048 ,056 ,059 ,029 ‐,056 ‐,006 ‐,001 ,033 ‐,003 ‐,116
cometidos en
ruptura de
pareja
Nota: *p<,05 , **p<,01.
5.3. Reincidencia
Para reforzar la evaluación de la eficacia del tratamiento, además de la evaluación
del cambio terapéutico fruto de la intervención, es conveniente analizar la tasa de
reincidencia de los usuarios del programa. El objetivo prioritario de la intervención
con agresores de pareja es que éstos no vuelvan a agredir a su pareja. Por tanto, un
buen indicador para valorar la eficacia de la intervención es registrar si los agresores
que realizan el tratamiento repiten una nueva agresión de pareja.
Con el fin de conocer la reincidencia de los delincuentes se puede acudir a dos
tipos de fuentes de información: en primer lugar, a las cifras oficiales (procedentes
de datos policiales, judiciales o de instituciones penitenciarias); y, en segundo lugar,
a las cifras no oficiales (procedentes de encuestas de victimación o autoinformes de
los propios delincuentes). La mayoría de los estudios de eficacia sobre tratamiento
con delincuentes suelen ofrecer cifras oficiales de reincidencia, ya sea mediante una
nueva denuncia policial o un nuevo ingreso en prisión.
En relación con la reincidencia, esta investigación ha contado con la ayuda
inestimable del Grupo de Estudios en Seguridad Interior (GESI), perteneciente al
Ministerio del Interior, que dispone de información sobre todas las denuncias por
violencia de género presentadas ante los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado
(Guardia Civil y Policía Nacional). A través de una estrecha colaboración con dicha
institución, se ha podido averiguar si los usuarios del programa contaban con una
nueva denuncia por violencia de género después de finalizar el tratamiento.
51
El análisis de la reincidencia se realiza a partir de la muestra del grupo
experimental analizada en esta investigación, compuesta de 635 agresores de pareja
que iniciaron el programa de tratamiento en 2010 (ver apartado 4.2. Muestras
analizadas). Del total de la muestra, únicamente 29 sujetos tuvieron una nueva
denuncia policial por un delito de violencia de género (una vez finalizado el
programa de tratamiento). Como se puede observar en la gráfica número 16, esto
supone que el 4,6% de los usuarios del programa de intervención en violencia de
género reincidieron después del tratamiento.
El período de seguimiento para contabilizar la tasa de reincidencia fue de 1 año
de media después de la finalización de la intervención (con un máximo de 1 año y
medio y un mínimo de 6 meses). Diferentes estudios y revisiones bibliográficas sobre
la reincidencia de los agresores de pareja estiman que la mayoría de los nuevos
delitos (entorno a 2/3 del total) se cometen en los 6 primeros meses tras finalizar el
tratamiento (Gondolf, 2004; Loinaz, 2010). Por este motivo, un período de
seguimiento de 1 año puede ser suficiente para determinar la efectividad del
programa de tratamiento, ya que en este periodo se producen la mayoría de las
nuevas agresiones cometidas.
Gráfica 16. Tasa de reincidencia de los usuarios del programa de tratamiento
con agresores de género
4,6%
No reincidentes
Reincidentes
95,4%
Con el fin de determinar si la tasa de reincidencia encontrada en este trabajo se
sitúa en la línea de efectividad de otros estudios realizados, se presenta a
continuación una tabla con un resumen de las principales investigaciones sobre la
tasa de reincidencia de los agresores de pareja. De forma general, la investigación
internacional sitúa la tasa base de reincidencia de los agresores de pareja en torno al
20‐30% (Ford y Regolia, 1992; Gondolf, 2004). Un estudio de meta‐análisis (Babcock
et al. 2004) estima que la reincidencia de los agresores de pareja sería del 21%,
según fuentes oficiales, y del 35%, según las entrevistas con las propias víctimas.
No obstante, los agresores de pareja que realizan un programa de tratamiento
reinciden en un 18% de los casos, mientras que si abandonan la intervención la
reincidencia se incrementa hasta un 26% (Tollefson y Gross, 2006). Resultados
52
similares han encontrado Coulter y Vande Weerd (2009) con una muestra de
agresores de pareja que cumplían una medida en la comunidad. En este último
estudio, sólo el 8,4% de los sujetos que finalizaron el tratamiento reincidieron. Sin
embargo, el 21,2% de los sujetos que abandonaron el programa finalmente
reincidieron.
En nuestro país, el único estudio encontrado con datos oficiales ofrece una cifra
de reincidencia en la línea de las investigaciones internacionales con una muestra
similar. Sólo reincidieron el 8,8% de los sujetos que recibieron tratamiento por la
aplicación de una Medida Penal Alternativa (Pérez y Martínez, 2010). Teniendo en
cuenta los resultados comparados, la tasa de reincidencia presentada en este
informe se encuentra en el mismo rango de eficacia. De hecho, la cifra encontrada
es inferior a la que ofrecen las investigaciones revisadas (4,6% vs. 8% aprox.).
Tabla 22: Revisión de estudios de reincidencia en agresores de pareja
Estudio Muestra Fuente Tasa de Período de
información reincidencia seguimiento
Ford y Regolia, Agresores de Datos oficiales 20% 6 meses
1992 (EEUU) pareja en general Entrevistas a
víctimas
Gondolf, 2004 Agresores de Datos oficiales 32% 15 meses
(EEUU) pareja en general Entrevistas a
víctimas
Autoregistros
Babcock, Green y Agresores de Datos oficiales 21%
Robie, 2004 pareja en general Entrevistas a 35%
(Meta‐análisis) víctimas
Tollefson y Gross, Agresores de Datos oficiales 18% (tratamiento
2006 pareja en general finalizado)
26% (abandono
tratamiento)
Coulter y Vande Agresores de Datos oficiales 8,4% (tratamiento 2 a 10 años
Weerd, 2009 pareja con finalizado)
(EEUU) medida 21,2% (abandono
comunitaria tratamiento)
Pérez y Martínez, Agresores de Datos oficiales 8,8% 7 meses a 2 años
2010 pareja con (con tratamiento)
(España) medida
comunitaria
53
6. Conclusiones
Los resultados de esta investigación avalan la eficacia terapéutica del programa de
intervención para condenados por un delito de violencia de género con una medida
alternativa en la comunidad.
Según los objetivos propuestos, en primer lugar se ha presentado el perfil
sociodemográfico de los agresores de género que siguen el programa. Los resultados
descriptivos muestran que el perfil más habitual es el de un varón de 40 años de
media, mayoritariamente español (76%), separado y que vive solo o con la familia de
origen. El nivel de estudios alcanzado por la mayoría es el Graduado Escolar (42%) y
la vida laboral de los usuarios refleja cierta estabilidad. A pesar de ello, un 37% de la
muestra se encuentra desempleado en el momento de realizar el programa y, en un
porcentaje similar, tiene ingresos insuficientes o viven de ayudas asistenciales.
En relación con los factores de riesgo asociados a la conducta violenta o al perfil
criminológico de los sujetos, los resultados obtenidos revelan que la gran mayoría de
la muestra no presenta antecedentes de violencia en la familia de origen, tampoco
presenta un historial delictivo, ni problemas de drogadicción o alcoholismo en la
familia. El factor de riesgo más frecuente (11% de los casos) es el alcoholismo del
padre. En relación con la transmisión inter‐generacional de la violencia y el
modelado de conducta violenta, se ha analizado si los agresores de pareja han
presenciado conductas violentas en su familia de origen. El 15,4% de los usuarios del
programa de intervención ha sido testigo de violencia familiar en su infancia. Este
porcentaje es similar al encontrado en otros estudios realizados en nuestro país
(Pérez‐Ramírez y Martínez‐García, 2011). Por otro lado, un 11,4% de la muestra
revela haber sido víctima de malos tratos físicos durante su infancia, y un 13,5% de
malos tratos psicológicos.
El consumo de drogas en los últimos años es una variable importante en
referencia a la descripción criminológica de los usuarios del programa. El 39% de la
muestra ha consumido algún tipo de sustancia en los últimos 5 años, siendo el
alcohol la sustancia de abuso más frecuente (57%), acompañado o no de otras
drogas como la cocaína. La edad de inicio más frecuente en el consumo son los 16 y
18 años.
En referencia al delito de violencia de género que ha motivado el ingreso de los
sujetos en el programa, debemos destacar que un 71% de los casos ha sido referido
por Menoscabo psicológico y lesiones no definidos como delito (Artículo 153.1 y 3
del Código Penal), mientras que el siguiente 20% de la muestra ha sido derivado por
un delito de amenazas (Artículos 169 y 171.4 y 5 del Código Penal). En el 90 % de los
casos la víctima es la pareja del penado –dentro de este porcentaje, en el 9 % de los
supuestos lo son también los hijos‐. Las ex parejas son víctimas de la violencia de
género con una frecuencia del 9 %. En una amplia proporción de casos no se usó
armas en la comisión del delito y un 24% de los casos los hechos delictivos se
produjeron bajo el efecto del alcohol. Finalmente, es significativo que el 31% de los
54
delitos se produjeran en un momento coincidente con trámites de separación o
ruptura en la pareja.
Respecto al perfil psicológico de los sujetos evaluados, en relación con las
actitudes sexistas, las dos subescalas utilizadas obtienen resultados dispares:
mientras que los usuarios muestran cierta tendencia a puntuar alto en sexismo
benevolente, la distribución es más normalizada en el sexismo hostil. Estos
resultados podrían deberse a que socialmente está mejor visto manifestar creencias
sexistas de forma paternalista o protectora que de forma claramente hostil u
ofensiva. No obstante, en ambos casos subyace la creencia que la mujer es inferior
al hombre. Además, cuando se compara la muestra de agresores de pareja con una
muestra de estudiantes universitarios, claramente los agresores muestran un mayor
número de creencias sexistas en referencia a la condición de inferioridad de la
mujer. Dicho resultado es coherente con el hecho de que una gran proporción de
estos sujetos no consideran que los celos sean un problema para su relación.
El 45 % de los penados reconoce haber realizado algún tipo de agresión física
sobre su pareja. El 82% reconoce haber agredido psicológicamente a su pareja. Ello
se confirma por el hecho de que los agresores de esta muestra ejercen el doble de
abuso emocional sobre su pareja que la población general. Sin embargo, desde la
percepción del propio sujeto, los resultados arrojan una satisfacción elevada con la
calidad de su relación de pareja, similar a la de la población general. Relacionado con
lo anterior, la mayoría de la muestra no reconoce su responsabilidad en el delito,
atribuye la responsabilidad a factores personales o a variables externas, y minimiza
los hechos ocurridos.
En relación con las variables psicológicas específicas relacionadas con la
conducta violenta, la mayoría de sujetos tienden a situarse en puntuaciones
inferiores a la población general en ira y agresividad, y en puntuaciones por encima
de la media poblacional en impulsividad.
El segundo y principal objetivo de esta investigación ha consistido en la evaluación de la
eficacia del programa de intervención. A este respecto, los resultados muestran que se ha
producido un cambio terapéutico significativo en los usuarios como consecuencia del
tratamiento. Una vez completada la evaluación 1 y 2, los sujetos evaluados muestran
diferencias significativas en prácticamente todas las escalas psicológicas utilizadas. Los
usuarios, tras finalizar el programa de violencia de género manifiestan: menos actitudes
sexistas, menos celos, menos abuso emocional sobre la pareja, menos conflictos de pareja,
una mayor calidad en la relación de pareja, una mejor asunción de la responsabilidad de los
hechos delictivos cometidos, más empatía en general, menos impulsividad, menos
hostilidad, menos ira y un mejor control y expresión de ésta. En conclusión, el programa de
tratamiento parece incidir en las variables relacionadas con la génesis de la violencia sobre
la pareja.
Dichos resultados quedan reafirmados en la comparación entre el grupo de tratamiento
y el grupo control. Los análisis realizados muestran que el tratamiento incide de forma
positiva sobre las actitudes sexistas de los usuarios, sobre su atribución de responsabilidad,
55
su impulsividad, y, en menor medida, sobre sus conductas de abuso emocional sobre la
pareja y la expresión y control de la ira de los sujetos.
El cambio terapéutico detectado en los usuarios del programa parece estar relacionado
con algunas variables del perfil sociodemográfico y criminológicos de los sujetos. En
concreto, los análisis empíricos muestran que la ausencia de factores de riesgo, como la
situación laboral desfavorable o el consumo de drogas, podría favorecer un incremento de
la mejora en variables como impulsividad, control de la ira, celos y abuso emocional.
Por otro lado, el tratamiento lograría un impacto positivo en el pequeño porcentaje de
usuarios con un perfil criminológico de riesgo, caracterizado por el abandono familiar, haber
sido testigo de violencia en la familia y alcoholismo o drogadicción en la familia de origen.
Finalmente, haber sido víctima de malos tratos psicológicos durante la infancia dificulta la
asunción de responsabilidad en el delito cometido.
El tercer y último objetivo de esta investigación es el análisis de la tasa de reincidencia
de los usuarios del programa de tratamiento con agresores de género. Los resultados
ofrecen una tasa de reincidencia del 4,6% de los participantes del tratamiento. Esta cifra
refuerza la eficacia encontrada en la evaluación del cambio terapéutico producido en los
usuarios del programa. De hecho, la tasa de reincidencia es similar a la ofrecida por otros
estudios internacionales y nacionales de eficacia del tratamiento con agresores de pareja,
siendo en nuestro caso significativamente mejor.
7. Recomendaciones para la implementación futura del programa
A continuación se presentan una serie de recomendaciones de cara a la
implementación futura del programa de tratamiento con agresores de género en
Medidas penales alternativas. En primer lugar, atendiendo al perfil socio‐
demográfico de los sujetos, cabría plantearse si el nivel de complejidad y abstracción
del programa es el adecuado para un perfil caracterizado por un nivel mayoritario de
sujetos con estudios primarios y un alto porcentaje de extranjeros que tiene
dificultades de comprensión del idioma español. En este sentido, un mayor énfasis
en la orientación práctica y dinámica de las sesiones previstas repercutiría en una
mejor asimilación de los conceptos por parte de los usuarios.
La nacionalidad de los sujetos constituye un aspecto que merece una especial
atención. Los análisis descriptivos sobre la muestra reflejan que un 34% de los
usuarios de los programas en materia de violencia de género son inmigrantes 7 . Esta
amplia representación de población extranjera en los programas evaluados obliga a
una revisión o adaptación del mismo a dicha diversidad, teniendo en cuenta las
diferencias culturales asociadas a la comprensión del programa. En este sentido,
recientemente la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (Ministerio del
Interior) ha publicado un Anexo al Programa de intervención con penados por
7
Esta proporción es significativamente superior al porcentaje de población extranjera en la población española, que se
encuentra en torno al 10%.
56
delitos de violencia de género 8 , donde se abordan las necesidades especiales que
presenta el colectivo de personas inmigrantes y las estrategias de intervención más
adecuadas a dicho perfil. Atendiendo al perfil sociodemográfico encontrado en esta
muestra, sería necesaria la aplicación de dicho anexo como un módulo más del
programa de intervención.
A pesar de los resultados positivos obtenidos, han sido numerosas las
dificultades encontradas en la búsqueda de instrumentos de evaluación adecuados
para la población de agresores de pareja. Para la mayoría de ellos no se encontraban
baremos e incluso alguno de ellos no estaba traducido a nuestro idioma. Por este
motivo, sería muy recomendable realizar un esfuerzo de baremación y adaptación
de los instrumentos utilizados para la evaluación del programa. Esto nos permitiría
poder comparar la muestra de agresores de pareja, en las diferentes variables
evaluadas, con la población general. Además, se podrían aplicar dichos instrumentos
a otras muestras de agresores de género (en prisión, en justicia juvenil, en la
comunidad, etc.).
Finalmente, es preciso resaltar la relevancia de los resultados positivos
obtenidos. La divulgación y publicación de dicha evaluación pretende conseguir una
mejora en la motivación de los profesionales que trabajan en este ámbito. Estos
resultados también nos permiten conocer los aspectos en los que incide
positivamente el programa y las cuestiones que podemos mejorar para la efectiva
aplicación del mismo en función de las necesidades detectadas.
8
El Anexo se puede localizar en: www.mir.es/file/53/53723/53723.pdf
57
Anexo 1. Libro de códigos de las
variables sociodemográficas y de
historial delictivo
58
INFORMACIÓN SOCIODEMOGRÁFICA
‐ Fecha de nacimiento: día/mes/año de nacimiento.
‐ País de nacimiento: lugar de nacimiento del sujeto (independiente de su
nacionalidad).
‐ Unidad de convivencia:
1. Solo: el sujeto vive solo en una vivienda, ya sea en régimen de alquiler o
propietario.
2. Familia de origen: el sujeto vive con sus padres o hermanos.
3. Pareja: el sujeto convive en pareja (ya sea con una nueva pareja o con la
pareja víctima del maltrato). En el último supuesto descrito, convivencia con
la víctima, si se tiene conocimiento de este hecho se debería anotar en el
apartado de comentarios.
4. Pareja e hijos: el sujeto convive en pareja con sus hijos o los hijos de la
pareja (como en el caso anterior, con una nueva pareja o con la víctima).
5. Otros familiares: el sujeto convive con familiares distintos de la familia de
origen, es decir, con abuelos, tíos, primos, etc.
6. Otras personas: el sujeto convive con amigos, compartiendo piso o
conocidos.
7. Otros: el sujeto vive en un albergue, está en la calle u en otra situación.
‐ Situación civil actual:
1. Soltero: el sujeto no está casado aunque pueda tener pareja y convivir con
ella.
2. Pareja de hecho: unión legal de dos personas, a fin de convivir de forma
estable, en una relación análoga a la conyugal.
3. Casado: persona que ha contraído matrimonio, ya sea civil o religioso.
4. Separado: el sujeto que ha interrumpido la vida en común con su cónyuge,
conservando el vínculo matrimonial, o en proceso de divorcio.
5. Divorciado: el sujeto cuyo vínculo matrimonial ha sido disuelto
jurídicamente.
6. Viudo: la persona que ha perdido a su cónyuge y no ha vuelto a casarse.
‐ Formación:
1. Sin estudios: el sujeto es analfabeto, carece de instrucción elemental, no
sabe leer o escribir.
2. Alfabetización: estudios primarios incompletos. El sujeto sabe leer y
escribir.
3. Graduado escolar: estudios primarios que incluyen Bachiller Elemental, o
Educación General Básica (E.G.B.) hasta 8º año, o Educación Secundaria
Obligatoria (E.S.O.) hasta 4º año.
4. BUP/FP: los estudios anteriores de BUP, COU o FP de grado medio o grado
superior y, actualmente, Bachiller Superior o Módulos de Formación.
5. Superiores: estudios Universitarios Medios (Diplomados) o Superiores
(Licenciados).
59
‐ Situación económica: (tomar en consideración las cargas familiares de la persona)
1. Alta: equivaldría a unos ingresos anuales del sujeto superiores a 25.000€
(más de 2.000€‐3.000€ al mes).
2. Media: equivaldría a unos ingresos anuales del sujeto entre 14.000€ y
25.000€ (entre 1200€ y 2000€ al mes).
3. Suficiente: equivaldría a unos ingresos anuales del sujeto entre 9.000€ y
14.000€ (entre 750€ y 1.200€).
4. Insuficiente: equivaldría a unos ingresos anuales del sujeto de hasta 9.000€
(menos de 750€ al mes).
5. Ayuda asistencial: ayudas económicas; subsidio por desempleo. Pensión
por jubilación o viudedad. Otros tipos de prestaciones asistenciales y ayudas
económicas de carácter social como por ejemplo a toxicómanos y
drogodependientes, a personas con minusvalías u otras situaciones.
‐ Vida Laboral:
• Nº de empleos: en los últimos 10 años (en aquellos casos en que se
contabilizaran más de 40 empleos, es decir, más de 4 empleos diferentes
al año, durante 10 años, se indicara más de 40 empleos, sin especificar la
cifra exacta).
• Duración máxima empleo (en meses): la duración en meses del empleo o
actividad económica (autónomo) donde haya permanecido mayor
tiempo.
‐ Situación Laboral (último año): considerar de forma global, aquella situación
laboral en la que se haya encontrado más tiempo durante el último año.
1. Empleado: persona que por un salario o sueldo desempeña un trabajo o
actividad económica.
2. Autónomo: el sujeto que trabaja por cuenta propia.
3. Parado con subsidio: el sujeto desocupado, sin ejercicio o empleo que
recibe el subsidio por desempleo (prestación económica).
4. Parado sin subsidio: el sujeto desocupado, sin ejercicio o empleo que no
recibe el subsidio por desempleo (prestación económica).
5. Sin trabajo remunerado: las personas que están en prácticas o en proceso
de aprendizaje. O aquellas personas que realizan “chapuzas”, que no
reciben un sueldo ni tienen un trabajo estable y que sólo tienen alguno
que otro ingreso ocasional de menor cuantía.
6. Jubilado: el sujeto que ha dejado de trabajar y recibe una pensión.
7. Otros: por ejemplo, personas extranjeras que residen en España sin
permisos de trabajo.
ANTECEDENTES FAMILIARES
60
‐ Muerte progenitores: Si se ha producido el fallecimiento de alguno de los dos
progenitores, o de ambos (se pueden marcar ambas casillas).
‐ Abandono de los padres: El sujeto ha sido víctima en la infancia y/o adolescencia
de cualquier tipo de conducta de abandono por parte de sus padres, entendiendo
por abandono como el fallo intencional de los padres o tutores en satisfacer las
necesidades básicas del niño en cuanto a alimento, abrigo o en actuar debidamente
para salvaguardar la salud, seguridad, educación y bienestar del niño.
‐ Historia de conducta violenta: Ha manifestado algún episodio de violencia o un
patrón de conducta violenta hacia algún miembro de la familia o alguna persona
ajena a ésta.
1. Padre o tutor legal del sujeto manifestó algún tipo de conducta violenta hacia
su propia familia o personas ajenas a la familia.
2. Madre o tutora legal del sujeto manifestó algún tipo de conducta violenta
hacia su propia familia o personas ajenas a la familia.
3. Otros, donde se incluyen otros familiares como hermanos/as, abuelos/as,
tíos/as.
‐ Historial delictivo en la familia de origen: Si algún miembro de la familia ha
cometido previamente algún tipo de delito llegando a estar penado por ello o
registrado por el sistema judicial‐policial.
‐ Alcoholismo en la familia: Si algún miembro de la familia ha presentado un consumo
excesivo de alcohol de forma prolongada con una dependencia del mismo, llegando a
interferir en su salud física, mental, social, familiar y/o laboral.
‐ Drogadicción en la familia: Si algún miembro de la familia ha tenido problemas de
uso, abuso y/o dependencia de drogas, llegando a interferir en su salud física,
mental, social, familiar y/o laboral.
ANTECEDENTES PERSONALES
61
‐ Víctima de maltrato físico (durante infancia y/o adolescencia): Por Maltrato físico
debe considerarse tanto conductas activas, p.ej. abofetear, empujar, golpear, dar
puñetazos, patadas, estrangular, utilizar objetos, armas o sustancias químicas con el
fin de causar lesión, como conductas pasivas, como la privación de cuidados médicos
durante una enfermedad. La conducta de maltrato debe tener la intención de
lesionar, es decir, no se tomarían en cuenta aquellos accidentes casuales, y además
debe repetirse en el tiempo. No tendríamos en cuenta una situación puntual debida
a un momento de crisis o tensión familiar.
‐ Víctima de maltrato psicológico (durante infancia y/o adolescencia): cualquier
conducta física o verbal, activa o pasiva, que trata de producir en la víctima
intimidación, desvalorización, sentimientos de culpa o sufrimiento. Humillaciones,
descalificaciones o ridiculizaciones, tanto en público como en privado, aislamiento
social y económico, amenazas, destrucción o daño de propiedades de la víctima
(objetos o animales) son ejemplos. Como en el maltrato físico, debe ser intencional y
continuado en el tiempo.
‐ Víctima de abuso sexual (durante infancia y/o adolescencia): El abuso sexual se
refiere a cualquier conducta sexual mantenida entre un adulto y un menor, que
puede incluir tanto un contacto físico (genital, anal o bucal) o la utilización del
menor como fuente de estimulación sexual (exhibicionismo o proyección de
películas pornográficas). La conducta abusiva puede darse mediante coacción,
intimidación o por la propia relación de poder del agresor respecto al menor, así
como por el uso de la fuerza física.
‐ Testigo de violencia familiar: La persona ha observado conductas violentas entre
los miembros de su familia, ya sea entre sus padres, entre sus hermanos, entre
alguno de los progenitores y los hijos o, inclusive, hacia algún otro miembro del
núcleo familiar.
‐ Consumo de drogas reciente (últimos 5 años): El sujeto ha tenido o tiene
problemas de abuso y/o dependencia de drogas o alcohol, llegando a interferir en su
salud física, mental, social, familiar y/o laboral.
‐ Edad del inicio del consumo: Edad en que el sujeto se inició en el consumo de
drogas o donde empezó a abusar excesivamente del alcohol, llegando a su
dependencia.
‐ Consumo o ha consumido más de una sustancia: Indicar si el sujeto es
politoxicómano, es decir, ha consumido de forma paralela varios tipos de drogas o
ha combinado el abuso de alcohol con drogas.
‐ Droga de preferencia: Droga que el sujeto ha consumido más constantemente o
que se ha establecido como la última droga en el historial de consumo en caso de
policonsumo.
HISTORIAL DE RELACIONES DE PAREJA
62
‐ Número de relaciones de pareja: Número de personas con las que el sujeto ha
mantenido un vínculo afectivo e íntimo durante los últimos 10 años, con un mínimo
de duración de entre 3 y 6 meses.
‐ Número de relaciones de pareja conflictivas: Especificar el número de relaciones
de pareja en los que la relación se ha basado en discusiones frecuentes, rupturas
continuas, desconfianza… (sin tener en cuenta la duración de las mismas).
‐ Número de relaciones de pareja con violencia psicológica: Concretar
el número de relaciones en las que se han dado situaciones de violencia psicológica,
donde se incluyen conductas como insultos, humillaciones, desvalorizaciones,
control sobre la pareja, amenazas…
‐ Número de relaciones de pareja con violencia física: Número de parejas en las
que se han dado situaciones de violencia física, con conductas típicas como
empujones, bofetadas, patadas, pellizcos…
‐ Número de hijos con la víctima de la agresión: Número de hijos que el sujeto ha
tenido con la víctima de la agresión denunciada y por la cual está recibiendo el
tratamiento.
‐ Número de hijos en el total de sus relaciones de pareja: Número total de hijos que
el sujeto ha tenido a lo largo de su vida en sus diferentes relaciones de pareja.
63
DELITO ACTUAL
‐ Fecha delito: día/ mes/ año en que se ha registrado el delito.
‐ Condena: concretar la duración de la condena de privación de libertad interpuesta
por el Juez en la sentencia (…..(años)/………(meses)/……..(días). Indicar
posteriormente al lado la duración de la medida de sustitución o suspensión de la
pena.
‐ Suspensión de condena: Indicar Sí o No con una cruz si la persona está sujeta a un
período de suspensión de condena.
‐ Período de suspensión: En caso afirmativo, indicar los años, meses y días del
período de suspensión de condena.
‐ Sustitución de condena: Indicar Sí o No con una cruz si ha habido una sustitución
de la condena.
‐ TBC (Jornadas): Si la sustitución de la condena se ha sustituido por Trabajo en
Beneficio de la Comunidad, indicar el número de jornadas de TBC.
‐ Localización permanente: Indica Sí o No con una cruz si la sustitución lleva
vinculado un dispositivo de localización permanente.
‐ Artículo del CP: Artículo del Código Penal referente al Delito principal actual.
Ejemplo:
‐ Lesiones‐ art. 153.1º
‐ Amenazas‐ art. 169.2º
‐ Delito principal actual: tipo de delito cometido por el cual se encuentra en el
programa de tratamiento (No se codifican en este apartado las Faltas, sólo Delitos).
Si hubiera más de un delito se consideraría como principal el de mayor gravedad
(mayor condena) vinculado a un delito de violencia de género. Por ejemplo, si está
condenado por lesiones y amenazas contra la pareja, el delito principal sería el de
lesiones y se marcarían las amenazas en los Delitos añadidos al de violencia de
género.
‐ Delito actual: el tipo de violencia se refiere al total de los delitos de violencia de
género. En el caso de estar condenado por un delito de lesiones y amenazas contra
la pareja, el tipo de violencia sería Ambas (física y psicológica).
‐ Violencia física: empujones, bofetadas, patadas, pellizcos…
‐ Violencia psicológica: insultos, humillaciones, desvalorizaciones, control
sobre la pareja, amenazas…
64
‐ Tipología: indicar quién es la víctima del delito actual.
1. Sólo pareja: la agresión se produjo sobre la pareja actual en el momento de
los hechos.
2. Pareja e hijos comunes: la agresión se produjo sobre la pareja actual y los
hijos comunes (biológicos o no).
3. Ex pareja: la agresión se produjo sobre la ex pareja, es decir, se había
producido ya la ruptura de la pareja antes de los hechos.
4. Otros familiares: la agresión se produjo sobre otros familiares ya sean del
sujeto o de la pareja (hermanos, padres, etc.).
‐ Delitos cometidos añadidos al de violencia de género: Indicar si el sujeto ha
cometido otro tipo de delitos además del de violencia de género principal,
independientemente que aparezcan en la misma sentencia o en otra diferente pero
vinculados al hecho que les ha llevado al programa de tratamiento (no se incluyen
aquí los antecedentes delictivos). Si tuviere más de un delito de violencia de género,
se indica también aquí todos los delitos de violencia de género añadidos al delito
principal.
‐ Uso de armas en delito actual: El sujeto ha hecho uso de algún tipo de arma para
lesionar o amenazar a la víctima.
1. Arma blanca: arma o herramienta con capacidad para cortar, herir, con bordes
afilados o bordes puntiagudos. Ej. Cuchillos, navajas, tijeras, punzones, etc.
2. Arma de fuego: aquella arma que utiliza la fuerza de un proyectil (ya sean
balas, perdigones o postas) para dañar a una víctima. Ej. Pistolas, escopetas,
etc.
3. Otras: Comprendería el resto de objetos que no tienen una función específica
para lesionar o amenazar a la víctima, pero que pueden ser utilizados para
ello. Ej. objetos domésticos (jarrón, cenicero, silla, plato, vaso...), objetos de
vestimenta (cinturón, bastón, zapatos…).
Consumo de drogas en comisión delito: Si en los momentos previos a cometer el
delito, el sujeto había consumido drogas y/o alcohol, y por tanto, se encontraba bajo
los efectos de dichas sustancias.
Hechos delictivos por los que ha sido condenado sucedidos en trámites de
separación o ruptura de pareja: si los hechos ocurrieron cuando la pareja se
encontraba en proceso de separación (mediante un proceso civil de separación o
divorcio) o de ruptura de la pareja (ya sea una amenaza de ruptura o durante dicho
proceso).
Ha sido condenado anteriormente por hechos relacionados con esta misma
víctima: si el sujeto ha cometido algún otro hecho delictivo (ya sea de violencia de
género u otra tipología delictiva, y ya sean conocidos o no por la justicia) en el cual
la víctima sea la misma que por el delito que actualmente se le condena y por el cual
se encuentra en el programa de tratamiento.
65
Número de delitos cometidos (con distintas víctimas) de violencia de género:
número de delitos que el sujeto ha cometido a lo largo de su vida relacionados con
la violencia de género, y donde las víctimas sean distintas entre sí (ya sean conocidos
o no por la justicia).
Número de delitos cometidos (sin incluir los de violencia de género): número de
delitos que el sujeto ha cometido a lo largo de su vida, excluyendo los delitos
relacionados con la violencia de género.
66
Anexo 2. Protocolo de evaluación
Pretratamiento
67
Identificador: __________
PROTOCOLO 1. DE VALORACIÓN PSICOLÓGICA PRETRATAMIENTO
Fecha: __________
Los datos recogidos a continuación son de carácter anónimo y totalmente
confidencial.
Se informa de que el tratamiento de la información se hará respetando lo que
dispone la Ley Orgánica 15/1999 de protección de datos de carácter personal.
INSTRUCCIONES GENERALES
A continuación se presentan una serie de pruebas para valorar diferentes aspectos
relacionados con las personas que se encuentran en su misma situación.
Por favor, lea atentamente las instrucciones de cada cuestionario y si tiene alguna
duda pregunte a la persona de referencia. Conteste todas las preguntas y no deje
ninguna en blanco.
68
AQ
Instrucciones
Nuestro carácter es la forma habitual y cotidiana de pensar, sentir y reaccionar. En
este cuestionario aparecen unas frases que hacen referencia a nuestro caráter. Por
favor conteste a todas las afirmaciones que se presentan a continuación eligiendo la
respuesta que mejor se ajusta a su carácter. Para responder ponga una X en la casilla
correspondiente de cada frase.
A mí me pasa que…
Nunc
Cas
vec
mp
sie
1 … me doy cuenta que estoy en desacuerdo con los demás
2 …siento que la vida me ha tratado mal
3 …he amenazado a personas que conozco
4 …me pregunto por qué me siento tan amargado
5 …tengo problemas para controlar mi mal genio
6 …mis amigos dicen que soy discutidor
7 …me enfado rápidamente aunque se me pasa deprisa
8 …si me provocan mucho puedo llegar a pegar a cualquiera
9 …no puedo evitar discutir con los que no están de acuerdo
conmigo
10 …creo que siempre son los otros los que consiguen las mejores
oportunidades
11 …hay personas que me hacen enfadar tanto que llegaríamos a
las manos
12 …me enfado mucho sin ninguna razón aparente
69
STAXI
Instrucciones
A continuación se presentan una serie de afirmaciones que la gente usa para
describirse a sí misma. Lea cada afirmación y rodee con un círculo la letra que mejor
indique CÓMO SE SIENTE NORMALMENTE, utilizando la siguiente escala de
valoración:
Algunas veces
Casi siempre
Casi nunca
A menudo
CÓMO ME SIENTO NORMALMENTE
Me caliento rápidamente A B C D
Tengo un carácter irritable A B C D
Soy una persona exaltada A B C D
Me molesta cuando hago algo bien y no me lo reconocen A B C D
Tiendo a perder los estribos A B C D
Me pone furioso que me critiquen delante de los demás A B C D
Me siento furioso cuando hago un buen trabajo y se me valora A B C D
Me cabreo con facilidad A B C D
Me enfado si no me salen las cosas com tenía previsto A B C D
Me enfado cuando se me trata injustamente A B C D
A continuación se presentan una serie de afirmaciones que la gente usa para
describir sus reacciones cuando se siente enfadada. Lea cada afirmación y rodee con
un círculo la letra que mejor indique CÓMO REACCIONA O SE COMPORTA CUANDO
ESTÁ ENFADADO O FURIOSO, utilizando la siguiente escala:
Algunas veces
Casi siempre
Casi nunca
A menudo
CUANDO ME ENFADO O ENFUREZCO
Controlo mi temperamento A B C D
Expreso mi ira A B C D
Me guardo para mí lo que siento A B C D
Hago comentarios irónicos a los demás A B C D
Mantengo la calma A B C D
70
Hago cosas como dar portazos A B C D
Ardo por dentro aunque no lo demuestro A B C D
Controlo mi comportamiento A B C D
Discuto con los demás A B C D
Tiendo a tener rencores que no cuento a nadie A B C D
Puedo controlarme y no perder los estribos A B C D
Estoy más enfadado de lo que quiero admitir A B C D
Digo barbaridades A B C D
Me irrito más de lo que la gente se cree A B C D
Pierdo la paciencia A B C D
Controlo mis sentimientos de enfado A B C D
Evito encararme con aquello que me enfada A B C D
Controlo el impulso de expresar mis sentimientos de ira A B C D
Respiro profundamente y me relajo A B C D
Hago cosas como contar hasta diez A B C D
Trato de relajarme A B C D
Hago algo sosegado para calmarme A B C D
Intento distraerme para que se me pase el enfado A B C D
Pienso en algo agradable para tranquilizarme A B C D
71
Cuestionario I7.
Instrucciones: contesta cada una de estas cuestiones con SI o NO. No hay cuestiones
que sean ciertas o falsas, ni cuestiones con truco. Contesta rápidamente y evita
pensar mucho lo que quiere decir cada una de las cuestiones. La respuesta debe ser
espontánea y representativa de tu comportamiento o forma de sentir.
1. ¿Te gusta el esquí acuático?
2. Usualmente, ¿prefieres seguir con una marca que sabes que es fiable, antes que
probar nuevas marcas con la idea de encontrar alguna mejor?
3. ¿Sientes lástima cuando ves un extranjero solitario?
4. ¿Disfrutas bastante arriesgándote?
5. ¿Sueles implicarte emocionalmente con los problemas de tus amigos?
6. ¿Disfrutarías saltando en paracaídas?
7. ¿Compras frecuentemente cosas de forma impulsiva?
8. ¿Te irritan las personas que están poco contentas y que se lamentan de sí
mismos?
9. Generalmente, ¿dices y haces cosas sin pararte a pensarlas?
10. ¿Tiendes a ponerte nervioso cuando los que están a tu alrededor parecen
nerviosos?
11. ¿Te encuentras frecuentemente en aprietos porque haces cosas sin pensarlas?
12. ¿Piensas que hacer autostop es una forma demasiado peligrosa de viajar?
13. ¿Encuentras tonto que la gente pida a gritos la felicidad?
14. ¿Te gusta tirarte de cabeza desde el trampolín más alto?
15. ¿Tiene la gente con la que vas mucha influencia en tu estado de humor?
16. ¿Eres una persona impulsiva?
17. ¿Aceptas bien las experiencias nuevas y excitantes, incluso cuando son un poco
aterradoras y poco convencionales?
18. ¿Te afecta mucho cuando ves que uno de tus amigos parece preocupado?
19. Usualmente, ¿piensas las cosas cuidadosamente antes de hacer algo?
20. ¿Te gustaría aprender a volar en aeroplano?
21. ¿Te ves algunas veces profundamente envuelto en los sentimientos del
personaje de alguna película, una obra de teatro, o una novela?
22. ¿Haces las cosas de improviso, como si tuvieras un arranque?
23. ¿Te sientes muy alterado cuando ves a alguien llorar?
24. ¿Encuentras a veces la risa de alguien contagiosa?
25. ¿Hablas la mayoría de las veces sin pensar mucho las cosas que dices?
26. ¿Te ves envuelto frecuentemente en cosas de las que más tarde desearías
haberte librado?
27. ¿Te entusiasmas tanto por las ideas nuevas y excitantes que nunca piensas en
sus posibles dificultades?
28. ¿Te cuesta entender a la gente que arriesga el pellejo escalando montañas?
29. ¿Puedes tomar decisiones sin preocuparte por los sentimientos de los otros?
30. ¿Te gusta a veces hacer cosas que son un poco aterradoras?
31. ¿Necesitas controlar y dominarte mucho a ti mismo para evitar problemas?
32. Cuando ves a alguien llorando, ¿te vuelves más irritable que simpático?
33. ¿Estarías de acuerdo en que casi todo lo que es divertido es ilegal o inmoral?
72
34. Generalmente, cuando el mar está frío, ¿prefieres entrar gradualmente antes
que saltar o tirar directamente?
35. ¿Te sorprendes frecuentemente de las reacciones que tiene la gente ante las
cosas que haces o dices?
36. ¿Te gustaría la sensación de esquiar muy rápidamente arriba y abajo de la colina
de una montaña?
37. ¿Te gusta ver cómo otras personas abren sus regalos?
38. ¿Crees que una noche en que quedas para salir, os lo pasaréis mejor si está poco
planificada o no está preparada hasta el último detalle?
39. ¿Te gustaría ir a bucear?
40. ¿Te cuesta mucho comunicar malas noticias a alguien?
41. ¿Te gusta conducir muy rápidamente?
42. ¿Normalmente trabajas rápido, sin tomarte la molestia de repasar?
43. ¿Cambias frecuentemente tus intereses?
44. Antes de decidirte, ¿consideras todas las ventajas y desventajas?
45. ¿Puedes llegar a interesarte mucho por los problemas de tus amigos?
46. ¿Te gustaría hacer espeleología?
47. ¿Evitarías un trabajo que implicara un poco de peligro?
48. ¿Prefieres “consultar con la almohada” antes de tomar una decisión?
49. Cuando te chillan, ¿respondes también chillando?
50. ¿Sientes lástima por la gente que es muy tímida?
51. ¿Estás contento cuando estás con un grupo de gente muy alegre, y triste cuando
los otros están muy abatidos y tristes?
52. ¿Decides las cosas rápidamente?
53. ¿Puedes imaginarte cómo sería estar muy solo?
54. ¿Te preocupas cuando los otros están preocupados y asustados?
73
NEO‐FFI‐R
Instrucciones
Por favor lea todas las instrucciones cuidadosamente antes de comenzar. Este
cuestionario consta de 60 afirmaciones. Por favor lea cada una de ellas
cuidadosamente y redondee un dígito de 1 a 5 en la parte derecha de la hoja. El
dígito que debe de anotar en las columnas a la derecha indica su grado de acuerdo
(falso o cierto para usted) con la frase.
No hay respuestas buenas o malas. Anote la respuesta que mejor corresponda con
sus desacuerdos y acuerdos. Intente describirse a sí mismo de la forma más precisa
posible. Intente trabajar de prisa y no se entretenga demasiado en la respuesta. La
primera impresión acostumbra a ser la buena. No deje respuestas en blanco.
desacuerdo
de acuerdo
desac erdo
Bastante
Bastante
acuerdo
Muy de
Muy en
Neutral
en
1. Yo no soy una persona que se preocupa mucho. 1 2 3 4 5
2. Me enfado a menudo por la forma en que me tratan los
1 2 3 4 5
demás.
3. No me gustan las multitudes. 1 2 3 4 5
4. Raramente me siento solo(a). 1 2 3 4 5
5. Algunas personas piensan que soy interesado(a) y
1 2 3 4 5
egoísta.
6. Trato de hacer mi trabajo concienzudamente (lo mejor
1 2 3 4 5
posible).
7. A menudo me gusta pensar en teorías o ideas
1 2 3 4 5
abstractas.
8. Soy bastante hábil para marcarme un ritmo para hacer el
1 2 3 4 5
trabajo a tiempo.
9. A veces me siento indefenso(a) y deseo que otros
1 2 3 4 5
resuelvan mis problemas.
10. Escuchar conferenciantes polémicos sólo confunde y
1 2 3 4 5
engaña a los estudiantes.
11. No me gusta demasiado hablar con la gente. 1 2 3 4 5
12. Me gusta tener muchas personas a mi alrededor. 1 2 3 4 5
13. Si es necesario, manipularía a la gente para conseguir lo
1 2 3 4 5
que quisiese.
14. Mantengo mis cosas ordenadas y limpias. 1 2 3 4 5
15. Algunas veces me siento completamente inútil. 1 2 3 4 5
16. Trato de ser cortés con todo el mundo que conozco. 1 2 3 4 5
17. Algunas veces no soy tan formal ni digno de confianza 1 2 3 4 5
74
como debiera.
18. Creo que es interesante aprender y desarrollar nuevas
1 2 3 4 5
aficiones.
19. Tengo una serie de metas y me esfuerzo por alcanzarlas
1 2 3 4 5
de forma ordenada.
20. Pierdo mucho tiempo antes de ponerme a trabajar. 1 2 3 4 5
21. Tengo una actitud obstinada y decidida / tenaz. 1 2 3 4 5
22. Raramente me siento aprensivo(a) o inquieto(a). 1 2 3 4 5
23. Casi nunca estoy triste o deprimido (a). 1 2 3 4 5
24. Algunas personas me consideran frío(a) y calculador(a). 1 2 3 4 5
25. A veces me he sentido tan avergonzado(a) que sólo
1 2 3 4 5
quería esconderme.
26. Pienso que soy mejor que la mayoría de personas y
1 2 3 4 5
estoy seguro(a) de ello.
27. Soy una persona productiva que siempre cumple con el
1 2 3 4 5
trabajo.
28. Si estoy presionado, algunas veces me siento como si
1 2 3 4 5
me rompiera en pedazos.
29. Con frecuencia me siento tenso(a) y alterado(a). 1 2 3 4 5
30. Con frecuencia me meto en situaciones para las que no
1 2 3 4 5
estoy totalmente preparado(a).
31. Me intrigan las semejanzas que encuentro entre el arte
1 2 3 4 5
y la naturaleza.
32. Generalmente, trato de ser atento(a) y considerado(a). 1 2 3 4 5
33. Frecuentemente me siento lleno de energía. 1 2 3 4 5
34. Si alguien no me gusta, se lo digo. 1 2 3 4 5
35. Trabajo duro para conseguir mis objetivos. 1 2 3 4 5
36. Verdaderamente disfruto hablando con la gente. 1 2 3 4 5
37. Verdaderamente disfruto concentrándome en una
fantasía y de explorar todas sus posibilidades, 1 2 3 4 5
permitiéndola crecer y desarrollarse.
38. Prefiero trabajos en solitario, sin que otros me
1 2 3 4 5
molesten.
39. La poesía no me afecta. 1 2 3 4 5
40. Parece que nunca puedo organizarme. 1 2 3 4 5
41. Experimento una gran variedad de emociones y
1 2 3 4 5
sentimientos.
42. Cuando me comprometo, siempre se puede esperar
1 2 3 4 5
que cumpla.
43. Si me han insultado, sólo trato de perdonar y olvidar. 1 2 3 4 5
44. Quiero estar donde se encuentre la acción. 1 2 3 4 5
45. Preferiría seguir mi camino que ser líder de los demás. 1 2 3 4 5
46. Raramente me doy cuenta de los estados de ánimo o
1 2 3 4 5
emociones que producen ambientes diferentes.
47. Si alguien comienza una pelea, estoy preparado(a) para
1 2 3 4 5
luchar.
48. Tengo poco interés en pensar sobre la naturaleza del 1 2 3 4 5
75
universo y la condición humana.
49. Soy una persona alegre y animada. 1 2 3 4 5
50. Tiendo a suponer lo mejor sobre la gente. 1 2 3 4 5
51. A veces me he sentido amargado(a) y resentido(a). 1 2 3 4 5
52. Algunas veces cuando leo poesía o miro una obra de
1 2 3 4 5
arte, siento un escalofrío o una emoción.
53. A veces intimido o adulo a la gente para que hagan lo
1 2 3 4 5
que quiero.
54. Mi vida es muy agitada. 1 2 3 4 5
55. Me esfuerzo por hacerlo todo bien. 1 2 3 4 5
56. Tengo mucha curiosidad intelectual. 1 2 3 4 5
57. Me sería difícil dejar que mi mente vagara sin control o
1 2 3 4 5
dirección.
58. Frecuentemente y cuando las cosas van mal, me
1 2 3 4 5
desanimo y tengo ganas de rendirme.
59. Soy una persona muy activa. 1 2 3 4 5
60. Me río fácilmente. 1 2 3 4 5
76
EDS
Instrucciones
A continuación verás una serie de frases que están relacionadas con actitudes
personales. Lee atentamente cada una de ellas y decide si tu forma habitual de ser
se parece o no al contenido de la frase y en qué grado. NO dejes ninguna frase sin
responder. Gracias.
Bastante de
Bastante en
desacuerdo
desacuerdo
acuerdo
acuerdo
Muy de
Muy en
Neutral
1. Antes de votar me informo detalladamente de la capacidad de todos
1 2 3 4 5
los candidatos
2. Nunca dudo en dejar lo que estoy haciendo para ayudar a alguien
1 2 3 4 5
con problemas
3. A veces me cuesta ponerme a trabajar si no me encuentro con
1 2 3 4 5
ánimos
4. Nunca me ha caído nadie realmente mal 1 2 3 4 5
5. Algunas veces dudo de mi habilidad para triunfar en la vida 1 2 3 4 5
6. A veces estoy descontento cuando no puedo hacer las cosas a mi
1 2 3 4 5
manera
7. Siempre soy muy cuidadoso con mi manera de vestir 1 2 3 4 5
8. En casa, me comporto tan bien en la mesa como cuando voy a un
1 2 3 4 5
restaurante
9. Si pudiera entrar en una sala de cine sin pagar y estuviera seguro de
1 2 3 4 5
que no me vieran, probablemente lo haría
10. En algunas ocasiones he renunciado a hacer algo porque pensaba
1 2 3 4 5
que me faltaba habilidad
11. A veces me gusta chismorrear un poco 1 2 3 4 5
12. Ha habido veces en que he tenido sentimientos de rebeldía contra
1 2 3 4 5
personas con autoridad aún sabiendo que ellos tenían razón
13. Independientemente de con quién esté hablando, siempre escucho
1 2 3 4 5
atentamente
14. Alguna vez me “he hecho el loco” para quitarme a alguien de
1 2 3 4 5
encima
15. En alguna ocasión me he aprovechado de alguien 1 2 3 4 5
16. Cuando cometo un error siempre estoy dispuesto a admitirlo 1 2 3 4 5
17. Siempre intento practicar lo que predico 1 2 3 4 5
18. No encuentro particularmente difícil relacionarme con gente
1 2 3 4 5
escandalosa y detestable
19. A veces trato de vengarme en lugar de perdonar y olvidar lo que me
1 2 3 4 5
han hecho
20. Cuando no sé algo no me importa admitirlo 1 2 3 4 5
21. Siempre soy cortés, aun con gente desagradable 1 2 3 4 5
22. A veces insisto en hacer las cosas a mi manera 1 2 3 4 5
23. En algunas ocasiones siento que soy un manazas 1 2 3 4 5
24. Nunca he dejado que alguien fuera castigado por cosas que había
1 2 3 4 5
hecho yo
25. Nunca me enfado cuando me piden que devuelva algún favor que
1 2 3 4 5
me han hecho
26. Nunca me irrito cuando la gente expresa ideas muy distintas a las
1 2 3 4 5
mías
27. Nunca emprendo un viaje largo sin revisar el coche (moto, bici, etc.) 1 2 3 4 5
77
28. En algunas ocasiones me he sentido bastante celoso de la buena
1 2 3 4 5
fortuna de los demás
29. Aún no he tenido nunca la necesidad de decirle a alguien que me
1 2 3 4 5
dejara en paz
30. A veces me irrita la gente que me pide favores 1 2 3 4 5
31. Nunca me ha parecido que me castigaran sin motivo 1 2 3 4 5
32. A veces pienso que cuando la gente tienen mala suerte es porque
1 2 3 4 5
se lo merece
33. Nunca he dicho deliberadamente nada que pudiera herir los
1 2 3 4 5
sentimientos de alguien
78
QMI (Norton, 1983)
A continuación se presentan una serie de frases sobre su relación de pareja. Por
favor, indique el grado en que Vd. está de acuerdo o en desacuerdo con cada una de
las frases usando la escala de respuesta propuesta.
1 = Muy en desacuerdo
2 = Moderadamente desacuerdo
3 = En ligero desacuerdo
4 = Neutral
5 = Ligeramente de acuerdo
6 = Moderadamente de acuerdo
7 = Muy de acuerdo
Moderadamente de
Moderadamente
Muy de acuerdo
Ligeramente de
de desacuerdo
desacuerdo
desacuerdo
En ligero
acuerdo
acuerdo
Muy en
Neutral
1. Tenemos un buen matrimonio o relación de 1 2 3 4 5 6 7
pareja
2. La relación con mi pareja es muy estable 1 2 3 4 5 6 7
3. Nuestro matrimonio o relación de pareja es 1 2 3 4 5 6 7
fuerte
4. Mi relación con mi pareja me hace feliz 1 2 3 4 5 6 7
5. Mi pareja y yo formamos un equipo 1 2 3 4 5 6 7
6. El grado de felicidad (considerándolo todo es) en mi matrimonio o relación de
pareja es:
79
ASI
Instrucciones
A continuación se presentan una serie de frases sobre los hombres y las mujeres y
sobre su relación mutua en nuestra sociedad contemporánea. Por favor, indique el
grado en que Vd. está de acuerdo o en desacuerdo con cada una de las frases
usando la escala de respuesta propuesta.
Bastante de
Bastante en
desacuerdo
desacuerdo
acuerdo
acuerdo
Muy de
Muy en
Neutral
1. Aun cuando un hombre logre muchas cosas en su vida, nunca podrá
sentirse verdaderamente completo a menos que tenga el amor de una 1 2 3 4 5
mujer.
2. Con el pretexto de pedir “igualdad”, muchas mujeres buscan
privilegios especiales, tales como condiciones de trabajo que las 1 2 3 4 5
favorezcan a ellas sobre los hombres.
3. En caso de una catástrofe, las mujeres deben ser rescatadas antes
1 2 3 4 5
que los hombres.
4. La mayoría de las mujeres interpreta comentarios o conductas
inocentes como sexistas, es decir, como expresiones de prejuicio o 1 2 3 4 5
discriminación en contra de ellas.
5. Las mujeres se ofenden muy fácilmente. 1 2 3 4 5
6. Las personas no pueden ser verdaderamente felices en sus vidas a
1 2 3 4 5
menos que tengan pareja del otro sexo.
7. En el fondo, las mujeres feministas pretenden que la mujer tenga
1 2 3 4 5
más poder que el hombre.
8. Muchas mujeres se caracterizan por una pureza que pocos hombres
1 2 3 4 5
poseen.
9. Las mujeres deben ser queridas y protegidas por los hombres. 1 2 3 4 5
10. La mayoría de las mujeres no aprecia completamente todo lo que
1 2 3 4 5
los hombres hacen por ellas.
11. Las mujeres intentan ganar poder controlando a los hombres. 1 2 3 4 5
12. Todo hombre debe tener una mujer a quien amar. 1 2 3 4 5
13. El hombre está incompleto sin la mujer. 1 2 3 4 5
14. Las mujeres exageran los problemas que tienen en el trabajo. 1 2 3 4 5
15. Una vez que una mujer logra que un hombre se comprometa con
1 2 3 4 5
ella, por lo general intenta controlarlo estrechamente.
16. Cuando las mujeres son vencidas por los hombres en una
competencia justa, generalmente ellas se quejan de haber sido 1 2 3 4 5
discriminadas.
17. Una buena mujer debería ser puesta en un pedestal por su hombre. 1 2 3 4 5
18. Existen muchas mujeres que, para burlarse de los hombres, primero
1 2 3 4 5
se insinúan sexualmente a ellos y luego rechazan los avances de éstos.
19. Las mujeres, en comparación con los hombres, tienden a tener una
1 2 3 4 5
mayor sensibilidad moral.
20. Los hombres deberían estar dispuestos a sacrificar su propio
1 2 3 4 5
bienestar con el fin de proveer seguridad económica a las mujeres.
21. Las mujeres feministas están haciendo demandas completamente
1 2 3 4 5
irracionales a los hombres.
22. Las mujeres, en comparación con los hombres, tienden a tener un 1 2 3 4 5
80
sentido más refinado de la cultura y el buen gusto.
81
ERM
Instrucciones
Indique con una X su grado de acuerdo con las siguiente afirmaciones según el
sistema de respuesta propuesto.
Muy en desacuerdo
Muy de acuerdo
Bastante de
Bastante en
desacuerdo
acuerdo
Neutral
1. Me encuentro en esta situación por culpa de una falsa denuncia 1 2 3 4 5
2. Estoy aquí debido a las mentiras y exageraciones de mi pareja 1 2 3 4 5
3. El carácter agresivo, la falta de control, el nerviosismo o los problemas
psicológicos de mi pareja son la causa de que me encuentre en esta 1 2 3 4 5
situación
4. Me encuentro en esta situación por haber actuado en defensa propia 1 2 3 4 5
5. Estoy aquí por haberme defendido de las agresiones de mi pareja 1 2 3 4 5
6. La bebida o uso de otras drogas es la causa de que me encuentre en esta
1 2 3 4 5
situación
7. Mis celos son la causa de que me encuentre en esta situación 1 2 3 4 5
8. Mi forma de ser (carácter agresivo, impulsividad, falta de control,
nerviosismo, problemas psicológicos, etc.) es la causa de que me 1 2 3 4 5
encuentre en esta situación
9. La causa de que esté aquí es que la ley se mete en asuntos que son
1 2 3 4 5
privados
10. Me encuentro esta situación por hacer lo mismo que he visto hacer en
1 2 3 4 5
mi familia
11. La causa de que esté aquí es que se le llama “violencia contra la pareja”
1 2 3 4 5
a cualquier cosa
12. Estoy en esta situación por hacer algo que para mis familiares no tiene
1 2 3 4 5
importancia
82
CR
Por favor, responda a las siguientes preguntas, rodeando la alternativa de respuesta
que indique mejor su situación.
1. ¿Cómo de celoso/a llegas a ponerte de tu pareja con las personas del sexo
opuesto?
en absoluto celoso 1 2 3 4 5 6 7 muy celoso
2. En general, ¿cuánto de celoso/a piensas que eres?
en absoluto celoso 1 2 3 4 5 6 7 muy celoso
3. ¿Has considerado alguna vez seriamente romper con tu pareja a causa de su
atracción hacia otra persona?
Nunca Rara vez Algunas veces En ocasiones A menudo
1 2 3 4 5
4. Mi relación con mi pareja me ha hecho cambiar el grado en el que soy celoso/a
en comparación con lo que era antes
Mucho menos celoso 1 2 3 4 5 6 7 mucho más
celoso
5. ¿Con qué frecuencia te pones celoso/a de tu pareja con personas del sexo
opuesto?
Nunca Rara vez Algunas veces En ocasiones A menudo
1 2 3 4 5
6. ¿En qué grado piensas que tus celos son un problema en tu relación?
En ningún grado 1 2 3 4 5 6 7 Totalmente
83
MMEA
A continuación, rodea cuántas veces sucedieron las siguientes cosas durante la
relación de pareja con la cual tuvo problemas. Para ello, por favor sigue el siguiente
código:
0 = Nunca
1 = una vez
2 = dos veces
3 = 3‐5 veces,
4 = 6‐10 veces,
5 = 11‐20 veces,
6 = más de 20 veces
7 = Esto nunca ha pasado
11‐20 veces
Esto nunca ha
6‐10 veces
Más 20 veces
3‐5 veces
2 veces
1 vez
No
pasado
1. He preguntado a la otra persona dónde estaba o qué 0 1 2 3 4 5 6
hacía de forma que indicaba sospecha. 7
2. He revisado las pertenencias de la otra persona. 0 1 2 3 4 5 6 7
3. He tratado de evitar que la otra persona vea a amigos o 0 1 2 3 4 5 6
familiares. 7
4. Me he quejado de que la otra persona pasa mucho 0 1 2 3 4 5 6
tiempo con amigos 7
5. Me he enfadado porque la otra persona ha ido a algún 0 1 2 3 4 5 6
otro sitio sin decírmelo 7
6. He intentado hacer sentir culpable a la otra persona por 0 1 2 3 4 5 6
no pasar bastante tiempo juntos 7
7. He comprobado preguntándole a sus amigos si la otra 0 1 2 3 4 5 6
persona estaba donde me dijo 7
8. He dicho (directa o indirectamente) que la otra persona 0 1 2 3 4 5 6
es estúpida 7
9. He desvalorizado a la otra persona 0 1 2 3 4 5 6 7
10. He dicho que la otra persona era fea 0 1 2 3 4 5 6 7
11. He criticado la apariencia de la otra persona 0 1 2 3 4 5 6 7
12. He dicho que la otra persona es un perdedor o 0 1 2 3 4 5 6
perdedora o similar 7
13. He menospreciado al otro en público 0 1 2 3 4 5 6 7
14. He dicho que algún otro sería mejor pareja que él o ella 0 1 2 3 4 5 6 7
15. Me he enfadado tanto como para no dejar al otro 0 1 2 3 4 5 6
hablarme 7
16. Soy frío y distante cuando me enfado 0 1 2 3 4 5 6 7
84
17. Me he negado a discutir un problema 0 1 2 3 4 5 6 7
18. He cambiado de tema a propósito para no discutir un 0 1 2 3 4 5 6
problema 7
19. Me he negado a reconocer un problema que la otra 0 1 2 3 4 5 6
persona considera importante 7
20. Me he negado a hablar de algo 0 1 2 3 4 5 6 7
21. He evitado al otro en un momento de conflicto 0 1 2 3 4 5 6 7
22. Me he enfadado tanto como para asustar al otro 0 1 2 3 4 5 6 7
23. He puesto mi cara justo frente a la del otro para resaltar 0 1 2 3 4 5 6
algún punto 7
24. He amenazado con golpear a otro 0 1 2 3 4 5 6 7
25. He amenazado con lanzar algo a otro 0 1 2 3 4 5 6 7
26. He lanzado, roto, golpeado o dado una patada a algo 0 1 2 3 4 5 6
frente a la otra persona 7
27. He conducido imprudentemente para asustar al otro 0 1 2 3 4 5 6 7
28. Me he encarado con la otra persona durante un 0 1 2 3 4 5 6
conflicto o desacuerdo 7
85
CTS2
A continuación, rodea cuántas veces sucedieron las siguientes cosas durante la
relación de pareja con la cual tuvo problemas, y cuántas veces las hizo tu pareja.
Para ello, por favor sigue el siguiente código:
0 = no, esto nunca ocurrió
1 = una vez en el año pasado
2 = dos veces en el año pasado
3 = de 3 a 5 veces en el año pasado
4 = de 6 a 10 veces en el año pasado
5 = de 11 a 20 veces en el año pasado
6 = más de 20 veces en el año pasado
7 = no en el año pasado, pero sí ocurrió antes (aunque no lo hiciera mi pareja actual)
últimos meses
11‐20 veces
6‐10 veces
Más 20 veces
3‐5 veces
2 veces
Antes de 12
1 vez
No
1. Mi pareja me insultó o maldijo. 0 1 2 3 4 5 6 7
2. Insulté o maldije a mi pareja 0 1 2 3 4 5 6 7
3. Le tiré a mi pareja del brazo o del pelo 0 1 2 3 4 5 6 7
4. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
5. Tuve un hematoma o un pequeño corte a causa de una pelea con 7
0 1 2 3 4 5 6
mi pareja
6. Mi pareja tuvo un hematoma o un pequeño corte a causa de una 7
0 1 2 3 4 5 6
pelea conmigo
7. Mostré respeto por los sentimientos de mi pareja respecto a un 7
0 1 2 3 4 5 6
asunto
8. Mi pareja mostró respeto por mis sentimientos respecto a un 7
0 1 2 3 4 5 6
asunto
9. Golpeé o empujé a mi pareja 0 1 2 3 4 5 6 7
10. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
11. Usé la fuerza para tener sexo oral o anal con mi pareja 0 1 2 3 4 5 6 7
12. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
13. Usé un cuchillo o arma con mi pareja 0 1 2 3 4 5 6 7
14. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
15. Esquivé un golpe en la cabeza que me iba a dar mi pareja durante 7
0 1 2 3 4 5 6
una pelea
16. Mi pareja esquivó un golpe en la cabeza que yo le iba a dar durante 7
0 1 2 3 4 5 6
una pelea
17. Llamé a mi pareja gordo/a o feo/a 0 1 2 3 4 5 6 7
18. Mi pareja me llamó gordo/a o feo/a 0 1 2 3 4 5 6 7
19. Destruí algo que le pertenecía a mi pareja 0 1 2 3 4 5 6 7
20. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
21. Fui al médico a causa de una pelea con mi pareja 0 1 2 3 4 5 6 7
22. Mi pareja fue al médico a causa de una pelea conmigo 0 1 2 3 4 5 6 7
86
23. Oprimí o asfixié a mi pareja 0 1 2 3 4 5 6 7
24. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
25. Grité a mi pareja 0 1 2 3 4 5 6 7
26. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
27. Empujé con violencia a mi pareja contra una pared 0 1 2 3 4 5 6 7
28. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
29. Necesité visitar al médico a causa de una pelea con mi pareja, pero
0 1 2 3 4 5 6 7
finalmente no lo hice
30. Mi pareja necesitó visitar al médico a causa de una pelea con mi
0 1 2 3 4 5 6 7
pareja, pero finalmente no lo hizo
31. Pegué a mi pareja 0 1 2 3 4 5 6 7
32. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
33. Usé la fuerza (como golpear, reducir o usar un arma) para obligar a 0 1 2 3 4 5 6 7
mi pareja a mantener relaciones sexuales
34. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
35. Salí en estampida de la habitación o de la casa a causa de un 0 1 2 3 4 5 6 7
desacuerdo con mi pareja
36. Mi pareja salió en estampida de la habitación o de la casa a causa 0 1 2 3 4 5 6 7
de un desacuerdo conmigo
37. Insistí en tener relaciones sexuales cuando mi pareja no quería 0 1 2 3 4 5 6 7
(pero no usé la fuerza física)
38. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
39. Abofeteé a mi pareja 0 1 2 3 4 5 6 7
40. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
41. Tuve un hueso roto a causa de una pelea con mi pareja 0 1 2 3 4 5 6 7
42. Mi pareja tuvo un hueso roto a causa de una pelea conmigo 0 1 2 3 4 5 6 7
43. Utilicé amenazas para que mi pareja mantuviera sexo anal u oral 0 1 2 3 4 5 6 7
conmigo
44. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
45. Quemé a mi pareja a propósito 0 1 2 3 4 5 6 7
46. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
47. Amenacé a mi pareja con golpear o lanzarle algo 0 1 2 3 4 5 6 7
48. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
49. Sentí dolor físico durante más de un día seguido a causa de una
0 1 2 3 4 5 6 7
pelea que tuvimos
50. Mi pareja sintió dolor físico durante más de un día seguido a causa
0 1 2 3 4 5 6 7
de una pelea que tuvimos
51. Le di una patada a mi pareja 0 1 2 3 4 5 6 7
52. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
53. Usé amenazas para que mi pareja mantuviera relaciones sexuales 0 1 2 3 4 5 6 7
54. Mi pareja me hizo esto a mí 0 1 2 3 4 5 6 7
87