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Sistema de Labranza y Productividad de los Suelos
E.ACEVEDO Y E. MARTÍNEZ.
Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Agronómicas, Laboratorio de Relación Suelo-Agua-
Planta. Casilla 1004, Santiago, Chile. eacevedo@uchile.cl
RESUMEN
ABSTRACT
INTRODUCCIÓN
La labranza es una práctica que facilita labores agrícolas, entre las que destacan
control de malezas, formación de camas de semillas que lleven a una buena
germinación y establecimiento del cultivo, incorporación de fertilizantes y
pesticidas al suelo, incorporación de materia orgánica y residuos del cultivo
anterior. La labranza consiste comunmente en la inversión y mullimiento de la
capa superficial del suelo (15-30 cm) a través de araduras y rastrajes que, cuando
se operan con una humedad adecuada del suelo, resultan en una disgregación
y mullimiento mejorando las propiedades mecánicas para su posterior
intervención (siembra u otro).
Junto con facilitar las labores de siembra, controlar malezas y generar el mullimiento
deseado, la labranza tiene algunos efectos no deseados. Expone el suelo a los
principales agentes erosivos ( agua y viento) y facilita el contacto de los organismos
del suelo con una alta presión parcial de oxígeno (ca 20 kpa ). El movimiento de los
gases en medios porosos como el suelo es por difusión. Es un proceso lento que, en
buenas condiciones de aireación, mantiene a una profundidad de 10-20 cm una
presión parcial de oxígeno de ca 10-15 kpa. La labranza aumenta la presión parcial
de oxígeno estimulando la actividad de los microorganismos del suelo, los que
oxidan la materia orgánica al utilizarla como furente de energía. Así, dos grandes
procesos destructivos se asocian a la labranza con inversión del suelo: erosión y
oxidación (quema) de su materia orgánica. Estos dos procesos disminuyen la
capacidad productiva del suelo. El primero de ellos es comunmente apreciado ya
que hay ruptura y remoción física del suelo perdiendose parte de la capa superficial
y junto con ésta, la materia orgánica y nutrientes. La productividad baja en función
a la magnitud de suelo removida por erosión ya que son las capas más superficiales
las que tienen la mayor concentración de carbono y de nutrientes.
La disminución del C orgánico del suelo después de que es intervenido por el
hombre ha sido documentada ampliamente. La Figura 1 muestra la evolución
de este proceso desde una situación climax de bosque a una situación de cultivo
intensivo. En un período de 50 años el carbono y nitrógeno del suelo bajan
aproximadamente a la mitad.
LABRANZA Y EROSIÓN
La erosión hídrica del suelo y el transporte de sedimentos en un campo depende
del impacto que causa la gota de lluvia en el desprendimiento de las partículas
de suelo y de la energía del flujo superficial que contribuye a desprender y
transportar los sedimentos en sentido de la pendiente (Peralta, 1976; Logan,
1990). Este proceso depende tanto de la naturaleza del suelo como de la lluvia
y, específicamente, de la cubierta con plantas o residuos vegetales. La agricultura
basada en cero labranza reduce la erosión eólica e hídrica mediante el
impedimento físico que ejerce la cobertura de residuos de cosecha de las
temporadas anteriores depositados en la superficie del suelo.
El arado, usado en los sistemas de labranza tradicionales, aumenta la erosión
del suelo en terrenos ondulados y con pendiente (Lal et al., 1990) mediante una
acción de tipo mecánica inducida por las herramientas de corte del suelo. Esta
erosión es conocida como “erosión por labranza” (Torri y Borselli, 2002), dejando
al suelo suceptible a la acción del viento y agua.
La erosión del suelo por labranza es proporcional a la pendiente. Torri y Borselli
(2002) distinguieron tres fases que explican el movimiento de traslación del suelo:
1. Arrastre, el suelo es transportado en contacto con la herramienta de corte.
2. Salto, los terrones de suelo son eyectados por la herramienta de corte y
viajan en caída libre bajo el efecto de la gravedad y la velocidad inicial al
momento de la eyección.
3. Rotación, los terrones rotan – o bien se deslizan – por efecto gravitacional,
de resistencia al roce y de velocidad, al término de la fase de salto.
Al remover el suelo, mediante la labranza tradicional (LT), ya sea quemando o
incorporando los residuos de la cosecha anterior, se destruyen los agregados naturales
del suelo quedando particulados y expuestos a los agentes erosivos. En un estudio
realizado en un suelo franco arcilloso, haploxeralf típico, de la VIII Región, Chile, se
encontró una relación significativa y positiva entre el grado de cobertura del suelo y
la estabilidad de los agregados (Gallegos, 1998). Otros estudios muestran que la
estabilidad de los agregados, indicada por el diámetro ponderado medio de los agregados,
aumenta al realizar cero labranza y dejar los rastrojos sobre el suelo (Figura 2).
* Significativo al 5%
El espacio poroso del suelo se distribuye entre agua y aire en proporciones que
dependen del grado de saturación hídrica. La capacidad de aire de los suelos, o
contenido volumétrico de aire cuando el suelo se encuentra a capacidad de
campo, generalmente se torna limitante al crecimiento de las plantas cuando
disminuye de un 10% en volumen (Figura 4). La cero labranza aumenta la
proporción de poros de mayor diámetro aumentando su capacidad de aire.
PROPIEDADES BIOLÓGICAS
El cultivo de los suelos no perturbados representa una serie de cambios en la
estructura y actividad de la comunidad biológica nativa del suelo (Hendrix et
al., 1990). Sin considerar la introducción de sustancias químicas tóxicas, como
pesticidas, los cambios en la abundancia y actividad biótica del suelo pueden
estar relacionados a cambios en los factores reguladores de ella, como
temperatura, agua y cantidad y distribución de materia orgánica. En los sistemas
arables, las fluctuaciones estacionales de las propiedades microbiológicas
pueden ser significativas (Petersen et al., 2002).
El uso intensivo de herbicidas, por otra parte, puede alterar la fauna del
suelo.Tales cambios en las condiciones del hábitat y disponibilidad de nutrientes
reducen la diversidad de especies, pero, en muchos ocasiones pueden
incrementar la abundancia de otras.
20 SERIE CIENCIAS AGRONÓMICAS
(+): mayor, (-): menor, (±): sin diferencias, (±+): tendencia a aumentar, (±-): tendencia a disminuir
*: Más estable durante el año.
Crovetto, 2002.
(+): mayor, (-): menor, (±): sin diferencias, (±+): tendencia a aumentar, (±-): tendencia a disminuir
*: Mayor durante el mes de diciembre probablemente debido a la excepcional precipitación de 88 mm.
**: Mayor durante el período húmedo
Crovetto, 2002.
SISTEMA DE LABRANZA Y PRODUCTIVIDAD DE LOS SUELOS 21
Cuadro 6. Análisis del margen bruto para siembras de trigo, bajo tres
sistemas de labranza. Salinas (1996).
Sistemas Ingreso Costo Margen bruto
(Kg/ha) (kg/ha) (kg/ha)
Convencional 1.500 1.130 370
Mínima labranza 3.000 1.870 1.130
Cero labranza 4.000 1.940 2.060
Salinas (1996), señala que las prácticas de labranza convencionales, que implican
uso intensivo de tractores e implementos agrícolas, producen modificaciones
generalmente desfavorables desde el punto de vista de la conservación de suelos,
que se traducen en: (1) degradación integral del recurso suelo (física, química y
biológicamente); (2) incremento de las superficies con problemas de erosión hídrica
y (3) paulatina pérdida de productividad de los suelos.
CONSIDERACIONES FINALES
Hay abundante evidencia de carencia de sustentabilidad en los sistemas
agrícolas de cultivos anuales en que se realiza labranza con inversión de suelo.
El problema se genera por la exposición del suelo a la erosión hídrica y eólica y
por la oxidación de la materia orgánica con la consecuente pérdida de carbono
del suelo. Los balances de carbono en suelos en que se realiza labranza
tradicional son negativos. La cero labranza, manteniendo los rastrojos sobre el
suelo, evita la erosión y ayuda a almacenar carbono en el suelo mejorando sus
propiedades físicas, químicas y biológicas, aumentando su productividad y
haciendo que el suelo cumpla un rol de almacenamiento de carbono desde el
punto de vista ambiental.Esta práctica agronómica disminuye, además, las
emisiones de CO2 a la atmósfera por menor consumo energético.
AGRADECIMIENTOS
Los autores desean agradecer las sugerencias hechas por la Sra. Paola Silva en
la redacción del manuscrito. Parte de este trabajo se realizó con aportes del
proyecto FONDEF D99I1081.
SISTEMA DE LABRANZA Y PRODUCTIVIDAD DE LOS SUELOS 25
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