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FACULTA DE DERECHO

CARRERA PROFESIONAL DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

Tema :

Actividad 07 Investigación Formativa

Asignatura :

Ética Profesional

Docente :

María Violeta De Lama Villaseca

Responsable :

Rayda Rashell Razuri Gonzales

PIURA – 2019
Autor: Raúl Horacio Viñas
Libro: Ética de la abogacía y de la procuración, Volumen1
Año: 2007
Editorial: Ediciones Pannedille
Comentario:
La ética del abogado es la ciencia práctica que tiene que estudia y traza el conjunto de los
principios y normas morales que rigen la conducta del abogado, desde el punto de vista del
bien común y de las buenas costumbres. La Ética del Abogado es uno de los factores más
prioritarios a considerar por cada persona antes de seleccionar el abogado que representará
ante los tribunales los intereses y derechos de una persona física o moral.

La ética del abogado garantiza el éxito del profesional del derecho, debido a que el abogado
es el profesional inmediato que representa al cliente ante los tribunales y el público en
general. Las personas y empresas de renombre exigen un abogado que dignifique su prestigio
y su imagen institucional. El presente estudio tiene por finalidad conceptualizar la ética del
abogado.

El abogado es un profesional con conocimientos de disciplinas y ciencias jurídicas, egresado


de una universidad nacional o extranjera, con título de licenciado o doctor en derecho,
aprobado por un exequátur del Poder Ejecutivo, juramentado por la Suprema Corte de
Justicia y matriculado en el Colegio de Abogados para ejercer la abogacía. Partiendo de que
la abogacía es una profesión fundada en conocimientos de las ciencias jurídicas, justicia y
derecho, la ética viene a complementar dicha profesión con la exigencia de apego al conjunto
de virtudes (honradez, veracidad, escrúpulo, decencia) que hace que el letrado merezca la
confianza de sus clientes y de la sociedad.
Autor: Fanny Pardo Valencia
Libro: Ética y derecho de la abogacía en Chile: legislación, jurisprudencia
Año: 1969
Editorial: Editorial Jurídica de Chile
Comentario:
Quienes se dediquen al ejercicio de la abogacía, lo mismo que a las demás profesiones, para
su correcto ejercicio, deben ceñirse a las normas generales de la ética. En cada profesión, de
acuerdo con sus características, esos principios generales, aunque en su esencia sean
idénticos en su moralidad o eticidad, adquieren matices peculiares que deben ser objeto de
análisis y de sistematización.

A propósito de lo anterior es evidente, por ejemplo, que las relaciones profesionales del
médico, del ingeniero o del abogado con sus respectivos clientes, tienen que fundarse en el
principio general de ética consistente en no perjudicarlos con sus servicios sino en
producirles un bien. Pero para calificar la conducta del profesional en cada caso y determinar
su grado de moralidad o falta de ella, es necesario establecer de antemano cuáles son las
modalidades propias y específicas que caracterizan la prestación del servicio profesional
cuya bondad o ineficacia se pretende juzgar.

Por eso se habla de ética del abogado, ética del médico, ética del ingeniero, sin que signifique
que sean distintas en su esencia. En un gran esfuerzo de coordinación y de síntesis sería
posible reunir en un solo estatuto, aplicable a todas las actividades profesionales del hombre,
por diversas que sean, las normas de ética que cada cual debe observar en su trabajo, pero
tal estatuto de orientación general tendría necesariamente que complementarse con otros
específicos para cada profesión.

En la abogacía, desde el ápoca de los grandes jurisconsultos romanos, se inició la


sistematización de algunas prácticas profesionales que se consideraban ajustadas a los
principios de la moral.
Autor: Guillermo Pedro Tinti
Libro: Ética en el ejercicio de la abogacía: relación entre el abogado y su cliente
Año: 2006
Editorial: Alveroni Ediciones
Comentario:
En ciertos casos los abogados suelen ser criticados por sus formas particulares de ejercer la
profesión. Una profesión tan noble como la abogacía, muchas veces, es mancillada por el
mal labor profesional. Diversos abogados se muestran en los medios de comunicación por
casos resonantes, en los que el espectador se pregunta sobre la ética del letrado, es ahí donde
debemos atender al llamado de nuestros valores, de la responsabilidad moral y ética y en
ningún momento dejarnos titubear por intereses mezquinos.

Los ideales de justicia y de equidad de la abogacía están naufragando entre el peligro de la


corrupción y de la injusticia promovidos por las más bajas pasiones. Los abogados, en
variadas ocasiones, debemos darle soluciones jurídicas a causas impopulares y desagradables
y se hace necesario actualizar los códigos de ética y los códigos jurídicos para lograr
mantener el equilibrio de la convivencia humana. El profesional se juega en el ejercicio de
su profesión no sólo ser un buen o mal profesional sino también su ser ético. El profesional
del derecho se debe a sí mismo y a su misión de auxiliar de la justicia otorgada por la ley,
una conducta íntegra y ceñida a los parámetros de lo moral, de la equidad, desprendimiento
de sus propios intereses con tal de favorecer plenamente aquellos del cliente que son siempre
el motivo de su labor, sin perder nunca el rumbo de la justicia.

Existen otras cuestiones, como son los abogados mediáticos o reconocidos por los casos
resonantes y en los que los clientes los contratan justamente por las causas que llevan
adelante, en la mayoría de los casos lo que termina sucediendo es que el profesional descuida
las causas que no tienen una repercusión mediática, resultando un abandono del expediente
y denuncias realizadas por particulares porque el profesional no cumplió su debido
desempeño profesional.

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