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INTRODUCCIÓN A LA SEGURIDAD

Y SALUD OCUPACIONAL
Ing. César Manuel Cornejo Gallardo

Estudios en Ingeniería Química, Colegiado con especialización de pos grado


en Maestrías con mención en Gestión y Control de la Contaminación,
Sistemas Integrados de Gestión en Seguridad , Salud Ocupacional y Medio
Ambiente , Técnico en Seguridad, Salud y Ambiente.
Participación en varios proyectos, servicios de la actividad minera de gran
envergadura tanto en superficie como en socavón. Supervisión,
Inspección, Auditoria en Seguridad y Medio ambiente , Valorización,
Homologación de Proveedores. Paradas en Plantas Concentradoras, Plantas
de energía - Power System, con conocimientos del Sistema SSOMAC,
implementación de Sistemas de Seguridad y Medio Ambiente, participante
en la capacitación para brigadistas.
Miembro activo del IIMP – Instituto de Ingenieros Mineros del Perú, ISEM –
Instituto de Seguridad Minera entre otros.
EJE TEMATICO
I. INTRODUCCIÓN
II. ¿POR QUE SON IMPORTANTES LAS SALUD Y SEGURIDAD LABORALES?
III. EL COSTO DE LOS ACCIDENTES Y ENFERMEDADES PROFESIONALES
IV. HISTORIA DE LA SEGURIDAD INDUSTRIAL EN EL MUNDO
V. HISTORIA DE LA SEGURIDAD Y SALUD OCUPACIONAL EN EL PERÚ
VI. LA AMPLITUD DEL PROBLEMA EN EL MUNDO
VII. LOS DISTINTOS TIPOS DE RIESGOS
VIII. COMENTARIOS FINALES
IX. EJERCICIOS
I. INTRODUCCIÓN
La salud y la seguridad laborales constituyen una disciplina muy amplia que abarca
múltiples campos especializados. En su sentido más general, debe tender a:
• EL fomento y el mantenimiento del grado más elevado posible de bienestar físico,
mental y social de los trabajadores, sea cual fuere su ocupación;
• La prevención entre los trabajadores de las consecuencias negativas que sus
condiciones de trabajo pueden tener en la salud;
• La protección de los trabajadores en su lugar de empleo frente a los riesgos a que
puedan dar lugar los factores negativos para la salud;
• La colocación y el mantenimiento de los trabajadores en un entorno laboral
adaptado a sus necesidades físicas o mentales;
• La adaptación de la actividad laboral a los seres humanos.
• En otras palabras, la salud y la seguridad laborales abarcan el bienestar social,
mental y físico de los trabajadores, es decir, "toda la persona".
• Para que la práctica en materia de salud y seguridad laborales consiga
estos objetivos, son necesarias la colaboración y la participación de
los empleadores y de los trabajadores en programas de salud y
seguridad, y se deben tener en cuenta distintas cuestiones relativas a
la medicina laboral, la higiene industrial, la toxicología, la formación,
la seguridad técnica, la ergonomía, la psicología, etc.
• A menudo, se presta menos atención a los problemas de salud laboral
que a los de seguridad laboral, porque generalmente es más difícil
resolver aquéllos. Ahora bien, cuando se aborda la cuestión de la
salud, también se aborda la de la seguridad, porque, por definición,
un lugar de trabajo saludable es también un lugar de trabajo seguro.
En cambio, puede que no sea cierto a la inversa, pues un lugar de trabajo
considerado seguro no es forzosamente también un lugar de trabajo
saludable. Lo importante es que hay que abordar en todos los lugares de
trabajo los problemas de salud y de seguridad. En términos generales, la
definición de salud y seguridad laborales que hemos dado abarca tanto la
salud como la seguridad en sus contextos más amplios.
Las malas condiciones de trabajo influyen en la salud y la seguridad del
trabajador
• Si, por lo que fuere, las condiciones de trabajo son malas, pueden influir en
la salud y la seguridad del trabajador.
• Las condiciones de trabajo insanas o inseguras no se dan únicamente en las
fábricas o plantas industriales - se pueden hallar en cualquier lugar, tanto si
se trabaja en un recinto cerrado como al aire libre. Para muchos
trabajadores, por ejemplo los jornaleros agrícolas o los mineros, el lugar de
trabajo está "al aire libre" y puede acarrear muchos riesgos para su salud y
su seguridad.
Las malas condiciones de trabajo también pueden afectar al entorno en
que viven los trabajadores, pues muchos trabajadores trabajan y viven
en un mismo entorno. Es decir, que los riesgos laborales pueden tener
consecuencias nocivas en los trabajadores, sus familias y otras
personas de la comunidad, además de en el entorno físico que rodea al
lugar de trabajo. Un ejemplo clásico es el empleo de plaguicidas en el
trabajo agrícola. Los trabajadores pueden estar expuestos a productos
químicos t de plaguicidas: inhalar los productos químicos mientras
pulverizan con ellos y después de haberlo hecho; absorber los
productos químicos a través de la piel; ingerir los productos químicos si
comen, beben o fuman sin haberse lavado antes las manos, o bien si
los productos químicos han contaminado el agua potable. Tóxicos de
distintas maneras cuando utilizan pulverizadores
• Las familias de los trabajadores también pueden verse expuestas de
distintas maneras: inhalar los plaguicidas que persistan en la atmósfera;
beber agua contaminada o estar expuestas a residuos que contenga la ropa
del trabajador. Asimismo, otras personas de la comunidad inmediata
pueden estar expuestas de distintas maneras. Cuando los productos
químicos son absorbidos por el suelo o se difunden a las napas de agua
freática, las consecuencias negativas en el entorno natural pueden ser
permanentes.
• En general, las actividades en materia de salud y seguridad laborales deben
tener por objeto evitar los accidentes y las enfermedades laborales,
reconociendo al mismo tiempo la relación que existe entre la salud y la
seguridad del trabajadores, el lugar de trabajo y el entorno fuera del lugar
de trabajo.
II. ¿POR QUE SON IMPORTANTES LA SALUD Y
SEGURIDAD LABORALES?
El trabajo desempeña una función esencial en las vidas de las personas, pues
la mayoría de los trabajadores pasan por lo menos ocho horas al día en el
lugar de trabajo, ya sea una plantación, una oficina, un taller industrial, etc.
Así pues, los entornos laborales deben ser seguros y sanos, cosa que no
sucede en el caso de muchos trabajadores. Todos los días del año hay
trabajadores en todo el mundo sometidos a una multitud de riesgos para la
salud, como:
• Polvos;
• Gases;
• Ruidos;
• Vibraciones;
• Temperaturas extremadas.
Desafortunadamente, algunos empleadores apenas se ocupan de la
protección de la salud y de la seguridad de los trabajadores y, de hecho,
hay empleadores que ni siquiera saben que tienen la responsabilidad
moral, y a menudo jurídica, de proteger a sus trabajadores. A causa de
los riesgos y de la falta de atención que se prestan a la salud y a la
seguridad, en todas las partes del mundo abundan los accidentes y las
enfermedades profesionales.
Se ha calculados que los costos indirectos de un accidente o de una enfermedad
pueden ser de cuatro a diez veces mayores que sus costos directos, o incluso más.
Una enfermedad o un accidente laboral puede tener tantísimos costos indirectos
para los trabajadores que a menudo es difícil calcularlos. Uno de los costos
indirectos más evidente es el padecimiento humano que se causa en las familias de
los trabajadores, que no se puede compensar con dinero.
Se estima que los costos de los accidentes laborales para los empleadores también
son enormes. Para una pequeña empresa, el costo de tan sólo un accidente puede
suponer una catástrofe financiera. Para los empleadores, algunos de los costos
directos son los siguientes:
• El tener que pagar un trabajo no realizado;
• Los pagos que hay que efectuar en concepto de tratamiento médico e
indemnización;
• La reparación o la sustitución de máquinas y equipos dañados;
• La disminución o la interrupción temporal de la producción;
• El aumento de los gastos en formación y administración;
• La posible disminución de la calidad del trabajo;
III. EL COSTO DE LOS ACCIDENTES Y
ENFERMEDADES PROFESIONALES
• Los accidentes o las enfermedades relacionados con el trabajo son
muy costosos y pueden tener muchas consecuencias graves, tanto
directas como indirectas, en las vidas de los trabajadores y de sus
familias. Para los trabajadores, una enfermedad o un accidente
laboral suponen, entre otros, los siguientes costos directos:
• El dolor y el padecimiento de la lesión o la enfermedad;
• La pérdida de ingresos;
• La posible pérdida de un empleo;
• Los costos que acarrea la atención médica.
• Las consecuencias negativas en la moral de otros trabajadores.
Algunos de los costos indirectos para los empleadores son los siguientes:
• Hay que sustituir al trabajador lesionado o enfermo;
• Hay que formar a un nuevo trabajador y darle tiempo para que se acostumbre al puesto de trabajo;
• Lleva tiempo hasta que el nuevo trabajador produce al ritmo del anterior;
• Se debe dedicar tiempo a las obligadas averiguaciones, a redactar informes y a cumplimentar
formularios;
• A menudo, los accidentes suscitan preocupación en los colegas del accidentado e influyen
negativamente en las relaciones laborales;
• Las malas condiciones sanitarias y de seguridad en el lugar de trabajo también pueden influir
negativamente en la imagen pública de la empresa.
En general, los costos de la mayoría de los accidentes o enfermedades relacionados con el trabajo, tanto
para los trabajadores y sus familias como para los empleadores, son muy elevados.
A escala nacional, los costos estimados de los accidentes y enfermedades laborales pueden ascender al 3
ó 4 por ciento del producto interno bruto de un país. En realidad, nadie sabe realmente el costo total de
los accidentes o enfermedades relacionados con el trabajo porque, además de los costos directos más
patentes, hay multitud de costos indirectos que es difícil evaluar.
IV. HISTORIA DE LA SEGURIDAD INDUSTRIAL EN EL
MUNDO
Desde los albores de la historia, el hombre ha hecho de su instinto de
conservación, una plataforma de defensa ante la lesión corporal; tal esfuerzo
fue probable en un principio de carácter personal, instintivo-defensivo. Así
nació la seguridad industrial, reflejada en un simple esfuerzo individual más
que en un sistema organizado que se desarrollo a lo largo del tiempo.
Ya en el año 400 A.C., Hipócrates recomendaba a los mineros el uso de baños
higiénicos a fin de evitar la saturación del plomo. También Platón y
Aristóteles estudiaron ciertas deformaciones físicas producidas por ciertas
actividades ocupacionales, planteando la necesidad de su prevención. Con la
Revolución Francesa se establecen corporaciones de seguridad destinadas a
resguardar a los artesanos, base económica de la época.
La revolución industrial marca el inicio de la seguridad industrial como
consecuencia de la aparición de la fuerza del vapor y la mecanización
de la industria, lo que produjo el incremento de accidentes y
enfermedades laborales. No obstante, el nacimiento de la fuerza
industrial y el de la seguridad industrial no fueron simultáneos, debido
a la degradación y a las condiciones de trabajo y de vida detestables. Es
decir, en 1871 el cincuenta por ciento de los trabajadores moría antes
de los veinte años, debido a los accidentes y las pésimas condiciones de
trabajo.
En 1833 se realizaron las primeras inspecciones gubernamentales; pero hasta
1850 se verificaron ciertas mejoras como resultado de las recomendaciones
hechas entonces. La legislación acortó la jornada, estableció un mínimo de edad
para los niños trabajadores e hizo algunas mejoras en las condiciones de
seguridad. Aunque se tardó en legislar éstas mejoras ya que los legisladores no le
daban el valor que se merecía a las vidas humanas.
No obstante, los legisladores tardaron demasiado en legislar sobre el bien común
del trabajador, pues los conceptos sobre el valor humano y la capitalización del
esfuerzo laboral no tenían sentido frente al lucro indiscriminado de los
empresarios. Sin embargo, suma a su haber el desconocimiento de las pérdidas
económicas que esto les suponía; y por otro lado el desconocimiento de ciertas
técnicas y adelantos que estaban en desarrollo, con las cuales se habría evitado
muchos accidentes y enfermedades laborales.
Lowell, Mass., una de las primeras ciudades industriales de los Estados
Unidos de Norteamérica, elaboró tela de algodón desde 1822. Los
trabajadores principalmente mujeres y niños menores de diez años
procedentes de las granjas cercanas, trabajaban hasta catorce horas. Nadie
sabrá jamás cuántos dedos y manos perdieron a causa de maquinaria sin
protección. Los telares de algodón de Massachusetts, en aumento, usaron la
fuerza de trabajo irlandesa asentada en Boston y alrededor, proveniente de
las migraciones cruzadas por el hambre. El material humano volvió a
abundar en los talleres, así como los accidentes. En respuesta, la legislatura
de Massachusetts promulgó en 1867 una ley prescribiendo el nombramiento
de inspectores de fábrica. Dos años después se estableció la primera oficina
de estadística de trabajo en los Estados Unidos. Mientras, en Alemania se
buscó que los patrones suministrasen los medios necesarios que protegieran
la vida y salud de los trabajadores.
Poco a poco los industriales tomaban conciencia de la necesidad de
conservar al elemento humano. Años más tarde, en Massachusetts,
habiéndose descubierto que las jornadas largas son fatigosas , y que la fatiga
causa accidentes, se promulgó la primera ley obligatoria de 10 horas de
trabajo al dispara la mujer. En 1874 Francia aprobó una ley estableciendo un
servicio especial para inspección de talleres y, en 1877. Massachusetts
ordenó el uso de resguardos en maquinaria peligrosa.
En 1833, se pone la primera piedra de la seguridad industrial moderna
cuando en París se establece una empresa que asesora a los industriales.
Pero es hasta este siglo el tema de la seguridad en el trabajo alcanza su
máxima expresión al crearse la Asociación Internacional de Protección de los
Trabajadores. En la actualidad la OIT. Oficina Internacional del Trabajo,
constituyen el organismo rector y guardián de los principios e inquietudes
referentes a la seguridad del trabajador en todos los aspectos y niveles.
Antecedentes importantes :
Aproximadamente 500 años más tarde Plinio “El Viejo ”, un médico
romano. Hizo referencia a los peligros inherentes en el manejo del zinc
y del azufre y propuso lo que pueden haber sido el primer equipo de
protección respiratoria, fabricado con vejigas de animales, que se
colocaban sobre la boca y nariz para impedir la inhalación de polvos.
Fue en 1473 cuando Ulrich Ellembog escribió su libro sobre las
enfermedades relacionadas con el ambiente de trabajo y como
prevenirlos, he hizo renacer el interés de esta área.
En 1556 fue publicado el libro más completo en la descripción de los
riesgos asociados con las actividades de minería, su autor “Georgious
Agrícola“, en el que se hacen sugerencias para mejorar la ventilación en
las minas y fabricar máscaras, que protejan efectivamente a los
mineros; se discuten ampliamente los accidentes en las minas y sus
causas; describe los defectos del “pie de trinchera “; el cual es una
enfermedad debida a la exposición de los pies por largo tiempo a la
humedad a las minas; también trata de silicosis; enfermedad producida
en los pulmones y causada por la inhalación de polvos de silicio o
cuarzo.
Durante ese siglo el doctor Paracelso, observo durante cinco años a los
trabajadores de una planta de fundición y publicó sus observaciones, este
libro reforzó el interés en el estudio sobre la toxicidad del mercurio y otros
metales.
Fue hasta el siglo XVII cuando Bernardino Ramazzini inició la practica de lo
que actualmente se conoce como medicina del trabajo, al escribir de manera
sistemática y ordenada las enfermedades relacionadas con los diferentes
oficios que se desarrollaban en aquella época.
Ramazzini siempre pugnó porque el ejercicio de la medicina del trabajo se
llevara a cabo en los lugares de trabajo y no en el consultorio medico.
Mas tarde con el inicio de la revolución industrial en Europa, los procesos y
ambientes de trabajo se transformaron radicalmente, la principal
característica de este periodo fue el inicio del uso de maquinas con el objetivo
de aumentar la velocidad con que se desarrollaba el trabajo y mediante este
método, incrementar también la productividad y las ganancias.
Desde luego estos cambios repercutieron en la salud y bienestar de los
trabajadores, en la mayoría de los casos de manera negativa; los accidentes
de trabajo incrementaron su incidencia y aparecieron enfermedades
profesionales hasta entonces desconocidas creadas por los nuevos agentes
agresores utilizados durante los procesos de trabajos.
A partir de esos años y a causa de las causas múltiples propuestas y revueltas
de los obreros contra semejantes condiciones de trabajo, se fue formando
una conciencia internacional referente a la conveniencia de cuidar la salud
de los trabajadores por dos motivos fundamentales, el primero consiste en el
derecho de todo ser humano tiene de trabajar y vivir en el mejor nivel
posible; y en segundo lugar por factores económicos ya que es aceptable que
la productividad esta estrechamente ligada a la salud de los trabajadores.
En los últimos treinta años, la salud en los trabajadores y las medidas
para la disminución de los accidentes se ha desarrollado
aceptablemente en la mayoría de los países industrializados, sin que
esto quiera decir que han resuelto todos sus problemas al respecto,
pero han avanzado de manera trascendente en aspectos como la
implantación del servicio de salud en el trabajo y en las empresas, la
formación de recursos humanos dedicados a esta área del
conocimiento, la promulgación de leyes y normas para regir de modo
mas justo el desempeño del trabajo.
Ante este panorama, adquieren mayor valor las acciones individuales,
colectivas, institucionales, nacionales o internacionales que se efectúan
con un afán real de colaborar en las mejoras de las condiciones de
higiene y seguridad industrial.
Charles Trackrak escribió un libro sobre riesgos en diversas industrias,
pero la más importante fue la que declaró “cada patrón es responsable
de la salud y seguridad de sus trabajadores”.
A fin siglo XVII y principios del XIX en Inglaterra, el gobierno comenzó a
preocuparse por las condiciones laborales, esto a raíz de un incendio en
Londonderry, Irlanda, en un barrio de talleres de confección de ropa y
el cual costo más de 600 vidas, el parlamento ingles nombro una
comisión investigadora, para evaluar la seguridad e higiene en los
centros de trabajo.
Las malas condiciones que fueron encontradas, dieron como resultado
que en 1833 se promulgara la “Ley sobre las fábricas” esta era la
primera vez que un gobierno mostraba un real interés por la salud y
seguridad de los trabajadores.
La OIT fue creada en 1919, como parte del Tratado de Versalles que
terminó con la Primera Guerra Mundial, y reflejó la convicción de que
la justicia social es esencial para alcanzar una paz universal y
permanente.
Su Constitución fue elaborada entre enero y abril de 1919 por una Comisión
del Trabajo establecida por la Conferencia de Paz, que se reunió por primera
vez en París y luego en Versalles. La Comisión, presidida por Samuel Gompers,
presidente de la Federación Estadounidense del Trabajo (AFL), estaba
compuesta por representantes de nueve países: Bélgica, Cuba,
Checoslovaquia, Francia, Italia, Japón, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos.
El resultado fue una organización tripartita, la única en su género con
representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores en sus órganos
ejecutivos.
La Constitución contenía ideas ya experimentadas en la Asociación
Internacional para la Protección Internacional de los Trabajadores, fundada
en Basilea en 1901. Las acciones en favor de una organización internacional
que enfrentara temas laborales se iniciaron en el siglo XIX, y fueron lideradas
por dos empresarios, Robert Owen (1771-1853) de Gales y Daniel Legrand
(1783-1859) de Francia.
La fuerza que impulsó la creación de la OIT fue provocada por
consideraciones sobre seguridad, humanitarias, políticas y económicas. Al
sintetizarlas, el Preámbulo de la Constitución de la OIT dice que las Altas
Partes Contratantes estaban “movidas por sentimientos de justicia y
humanidad así como por el deseo de asegurar la paz permanente en el
mundo...”
Había un verdadero reconocimiento a la importancia de la justicia social para
el logro de la paz, en contraste con un pasado de explotación de los
trabajadores en los países industrializados de ese momento. Había también
una comprensión cada vez mayor de la interdependencia económica del
mundo y de la necesidad de cooperación para obtener igualdad en las
condiciones de trabajo en los países que competían por mercados. El
Preámbulo, al reflejar estas ideas establecía:
Considerando que la paz universal y permanente sólo puede basarse en la
justicia social;
Considerando que existen condiciones de trabajo que entrañan tal grado de
injusticia, miseria y privaciones para gran número de seres humanos, que el
descontento causado constituye una amenaza para la paz y armonía
universales; y considerando que es urgente mejorar dichas condiciones;
Considerando que si cualquier nación no adoptare un régimen de trabajo
realmente humano, esta omisión constituiría un obstáculo a los esfuerzos de
otras naciones que deseen mejorar la suerte de los trabajadores en sus
propios países;
Las áreas que podrían ser mejoradas enumeradas en el Preámbulo continúan
vigentes, por ejemplo:
Reglamentación de las horas de trabajo, incluyendo la duración máxima de la
jornada de trabajo y la semana;
Reglamentación de la contratación de mano de obra, la prevención del
desempleo y el suministro de un salario digno;
Protección del trabajador contra enfermedades o accidentes como
consecuencia de su trabajo;
Protección de niños, jóvenes y mujeres.
Pensión de vejez e invalidez, protección de los intereses de los trabajadores
ocupados en el extranjero;
Reconocimiento del principio de igualdad de retribución en igualdad de
condiciones;
Reconocimiento del principio de libertad sindical;
Organización de la enseñanza profesional y técnica, y otras medidas
similares.
En 1970 se publica en E.U.A. “La ley de seguridad e Higiene Ocupacional
“cuyo objetivo es asegurar en lo máximo posible que todo hombre y mujer
que en esta nación trabaje en lugares seguros y saludables, lo cual permitirá
preservar nuestros cuerpos. Esta ley es posiblemente el documento más
importante que se ha emitido a favor de la seguridad y la higiene, ya que
cubre con sus reglamentos, requerimientos con casi todas las ramas
industriales, los cuales han sido tomados por muchos otros países.
.
Como vemos, la seguridad e higiene aunque lentamente, a través de los años
ha logrado cimentarse como una parte muy importante de cualquier
empresa y es que principalmente se ha reconocido y entendido su
importancia y utilidad para el buen desempeño de las operaciones, por las
tres partes directamente involucradas: Trabajadores, Empresarios y
Gobierno
Estado actual de la Legislación ene le mundo
A nivel internacional la OIT hace una nueva campaña llamada:
Seguridad Social para Todos.
La OIT anunció recientemente (18/06/2003) el lanzamiento de una campaña para
promover una mayor cobertura de seguridad social que hoy protege sólo al 20% de
la población mundial: "Sólo una de cada cinco personas en el mundo tiene una
adecuada cobertura de seguridad social, y lo que es peor aún la mitad de la
población mundial no tiene ningún tipo de seguridad social"(Juan Somavia,
Director General de la OIT).
La campaña mundial en materia de seguridad social y cobertura para todos fue
lanzada en el marco de la 91° Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra. De
acuerdo con este estudio de la OIT, titulado "Extendiendo la seguridad social:
políticas para los países en desarrollo", la cobertura en seguridad social comprende
el acceso a servicios de salud y la seguridad de un ingreso básico en casos de vejez,
desempleo, invalidez, accidente laboral, maternidad o pérdida de sostén familiar.
En los países menos avanzados, menos del 10% de la población que trabaja está
cubierta por la seguridad social; en los de ingreso medio, la cobertura alcanza entre
el 20 y 60% de la población; mientras que en las naciones industrializadas se acerca
al 100%.
En los países en desarrollo las personas sin seguridad social tienden a trabajar en la economía
informal, en vez de tener un empleo en el sector formal.
No existe una receta universal para aumentar la cobertura en seguridad social, cada país tiene
sus propias características, dijo Somavia. También hizo notar cómo la República de Corea
amplió la cobertura en salud del 20 al 100% y Túnez de 60 a 84%.

Seguridad industrial en la Republica Argentina:


La Argentina fue uno de los primeros países en legislar sobre salud laboral. Sin embargo en la
actualidad las normas no son respetadas por empleadores públicos ni privados.
En 1914 la ley 9688 definía algunas de las enfermedades que debían ser indemnizadas por el
empleador, sentaba bases que definieron al empleador como responsable de la salud de
aquellos que empleaba en lo referido al trabajo encomendado.
Sesenta años más tarde se promulgó la ley 19587 de Higiene y Seguridad para todos los
lugares de trabajo. Esta ley se destaca en la protección de la vida, preservar y mantener la
integridad psicofísica de los trabajadores; prevenir, reducir, eliminar o aislar los riesgos,
estimular y desarrollar la prevención de accidentes o enfermedades deri-vados de la actividad
laboral.
Los principios que orientan esta ley incluyen la creación de Servicios de
Higiene y Seguridad, Medicina del Trabajo (preventiva y asistencial),
determinación de medidas mínimas de seguridad, Estadística, etc., y la
reglamentación de los siguientes capitales: características constructivas
de los establecimientos, condiciones de higiene en los ambientes
laborales (máquinas, herramientas, etc.), protección personal del
V. HISTORIA DE LA SEGURIDAD Y SALUD
OCUPACIONAL EN EL PERÚ
En 1542 se dan las Leyes de las Indias, las Nuevas Leyes Ordenanzas de
Toledo, así como la famosa Política Indiana.
En la colonia se dicto; la ordenanza minera 1783, se refiere a la
seguridad en los socavones.
Se prohibió el trabajo en menores de 12 años y del pallaqueo de
mujeres en las minas.
Se establecieron indemnizaciones por daño a las salud causada por
vapores de mercurio (Hg).
Sin embargo, la realidad era diferente, pésimas condiciones de trabajo,
numerosas lesiones incapacitantes, muertes por derrumbe y por
trabajo forzado en las mitas.
En la época Republicana la situación de las condiciones de trabajo no
variaron mucho con respecto al coloniaje.
Es a comienzo del presente siglo, que debido a las presiones y luchas de
los trabajadores, obligan al gobierno a promulgar leyes en base a
ciertos principios que rigen hasta hoy, actualmente rige la Ley N° 29783
, Ley en Seguridad y Salud Ocupacional, con su modificatoria La Ley N°
30222 , y el Reglamento de la Ley D.S. 005-2012-TR y su modificatoria
(D.S. 006-2014-TR), tienen como objeto promover una cultura de
prevención de Riesgos Laborales en el país , con el fin de evitar
accidentes de trabajo y enfermedades ocupacionales.
El D.S. N° 055-2010-EM es un reglamento, que promueve la cultura de
prevención de riesgos laborales en mineria ,derogado por el D.S.
N°024-2016 , R.M. N° 111-2013-MEM/DM en electricidad, G50 en
construcción, etc.
VI. LA AMPLITUD DEL PROBLEMA EN EL MUNDO
A. Los accidentes
En general, puede decirse que en la mayoría de los
países industrializados han mejorado la salud y la seguridad en el lugar
de trabajo en los últimos 20 a 30 años; en cuanto a la situación de los
países en desarrollo, es relativamente incierta, en gran medida por las
carencias y los fallos de la detección y el reconocimiento de los
accidentes y enfermedades; de los registros y de los mecanismos de
transmisión de informes.
Se calcula que al año se producen en el mundo 120 millones de accidentes
laborales y que 200.000 de ellos ocasionan la muerte. (Como en muchos
países no existen registros fidedignos ni mecanismos de transmisión de
informes, cabe suponer que las cifras son en realidad mucho más elevadas.)
El número de accidentes mortales de los países en desarrollo es muy
superior al de los países industrializados, diferencia que se debe
fundamentalmente a la existencia de mejores programas de salud y
seguridad, a la mejora de los servicios de primeros auxilios y médicos de los
países industrializados y a la participación activa de los trabajadores en la
adopción de decisiones sobre los problemas de salud y seguridad. Algunas
de las industrias que tienen en el mundo el riesgo más elevado de accidentes
son: la minería, la agricultura - comprendidas la silvicultura y la explotación
forestal - y la construcción.
Cómo determinar la causa de un accidente
En algunos casos, es fácil determinar la causa de un accidente laboral, pero
muy a menudo hay una cadena oculta de hechos que han producido el
accidente que ha provocado la lesión del trabajador. Por ejemplo, a menudo
los accidentes se deben indirectamente a la negligencia del empleador, que
puede no haber formado adecuadamente al trabajador, o de un proveedor
que facilita informaciones erróneas sobre un producto, etc. Las elevadas
tasas de accidentes mortales de los países en desarrollo subrayan la
necesidad de programas de formación en salud y seguridad laborales que se
centren en la prevención. Es asimismo importante promover el desarrollo de
servicios de salud laboral, entre otras cosas mediante la formación de
doctores que detecten las enfermedades profesionales en sus primeras
fases.
B. Las enfermedades
La exposición a riesgos en el lugar de trabajo puede provocar graves enfermedades
Desde hace muchos años se conocen algunas enfermedades laborales, que afectan
a los trabajadores de distinta manera según la índole del riesgo, la vía de la
exposición, la dosis, etc. Algunas de las enfermedades laborales más conocidas son:
• La asbestosis (causada por el asbesto o amianto, material utilizado habitualmente
en aislamientos, guarniciones de frenos de automóviles, etc.);
• La silicosis (ocasionada por el sílice, habitual en la minería, el pulimentado con
chorro de arena, etc.);
• El saturnismo (causado por el plomo, material habitual en las fábricas de pilas y
baterías, de pinturas, etc.);
• Y la pérdida de audición provocada por el ruido (habitual en muchos lugares de
trabajo, entre ellos los aeropuertos, y en lugares de trabajo en que se utilizan
máquinas ruidosas, como prensas o taladradoras, etc.).
Hay además distintos problemas de salud que pueden llegar a ser
graves y que cabe achacar a malas condiciones de trabajo, entre ellos:
• las enfermedades cardíacas;
• las enfermedades del sistema oseomuscular, por ejemplo, lesiones
permanentes de la espalda o trastornos musculares;
• las alergias;
• los problemas de la función reproductora;
• los trastornos que provoca la tensión.
Muchos países en desarrollo comunican únicamente la existencia de un
pequeño número de trabajadores que padecen enfermedades relacionadas
con el trabajo. Esas cifras parecen inferiores a la realidad por distintos
motivos, entre otros:
• La insuficiencia o la inexistencia de mecanismos de trasmisión de informes;
• La inexistencia de servicios de sanidad laboral;
• La falta de médicos y profesionales de la sanidad capaces de detectar las
enfermedades relacionadas con el trabajo.
• Por éstos y otros motivos, cabe presumir que, en realidad, el número de
trabajadores que padecen enfermedades profesionales es muy superior. De
hecho, en general, aumenta el número de casos y tipos de enfermedades
laborales, en lugar de disminuir, tanto en los países en desarrollo como
en los países industrializados.
Cómo determinar la causa de una enfermedad laboral
• A menudo es difícil determinar la causa de las enfermedades relacionadas con el trabajo,
entre otros motivos por el período de latencia (es decir, el hecho de que pueden pasar
años antes de que la enfermedad produzca un efecto patente en la salud del trabajador).
Cuando se detecta la enfermedad, puede ser demasiado tarde para tratarla o para
determinar a qué riesgos estuvo expuesto el trabajador en otros tiempos. Otros factores,
como el cambio de trabajo, o el comportamiento del personal (p. ej., fumar o ingerir
bebidas alcohólicas) agravan aún más la dificultad de vincular las exposiciones acaecidas
en el lugar de trabajo a la aparición de una enfermedad.
• Aunque hoy día se conocen mejor que anteriormente algunos riesgos laborales, todos
los años aparecen nuevos productos químicos y tecnologías que presentan riesgos
nuevos y a menudo desconocidos para los trabajadores y la comunidad. Estos riesgos
nuevos y desconocidos constituyen graves problemas para los trabajadores, los
empleadores, los instructores y los científicos, es decir, para todos quienes se ocupan de
la salud de los trabajadores y de las consecuencias que los agentes de riesgo tienen en el
medio ambiente.
Puntos que hay que recordar acerca de la amplitud del problema en el mundo
• Al año se producen como mínimo 120 millones de accidentes laborales en el
mundo, de los que por lo menos 200.000 son mortales.
• En los países en desarrollo se producen más accidentes mortales que en los
países industrializados, lo que aumenta la necesidad de programas de formación
en salud y seguridad centrados en la prevención.
• Desde hace muchos años se conocen algunas enfermedades profesionales que
afectan a los trabajadores de distintas maneras. Esas enfermedades todavía son
un problema en todas las partes del mundo.
• El número de enfermedades relacionadas con el trabajo existentes en los países
en desarrollo es mucho más elevado que las cifras que se comunican.
• Tanto en los países en desarrollo como en los países industrializados aumentan
los números de casos y tipos de enfermedades laborales.
• A menudo es difícil determinar la causa de los accidentes y enfermedades
laborales.
VII. LOS DISTINTOS TIPOS DE RIESGOS
• En casi todos los lugares de trabajo se puede hallar un número ilimitado de riesgos. En
primer lugar están las condiciones de trabajo inseguras patentes, como las máquinas no
protegidas, los suelos deslizantes o las insuficientes precauciones contra incendios, pero
también hay distintas categorías de riesgos insidiosos (es decir, los riesgos que son
peligrosos pero que no son evidentes), entre otras:
• Llos riesgos químicos a que dan lugar líquidos, sólidos, polvos, humos, vapores y gases;
• Los riesgos físicos, como los ruidos, las vibraciones, la insuficiente iluminación, las
radiaciones y las temperaturas extremadas;
• Los riesgos biológicos, como las bacterias, los virus, los desechos infecciosos y las
infestaciones;
• Los riesgos psicológicos provocados por la tensión y la presión;
• Los riesgos que produce la no aplicación de los principios de la ergonomía, por ejemplo,
el mal diseño de las máquinas, los instrumentos y las herramientas que utilizan los
trabajadores; el diseño erróneo de los asientos y el lugar de trabajo o unas malas
prácticas laborales.
La mayoría de los trabajadores se enfrentan a distintos riesgos de esta
índole en el trabajo. Así, por ejemplo, no es difícil imaginar un lugar de
trabajo en el que una persona esté expuesta a productos químicos,
máquinas no protegidas y ruidosas, temperaturas elevadas, suelos
deslizantes, etc., al mismo tiempo. Piense en su lugar de trabajo. ¿Hay
en él distintos riesgos?
VIII. COMENTARIOS FINALES
• Sea cual fuere su ocupación, los trabajadores pueden verse enfrentados a múltiples
riesgos en sus lugares de trabajo. La salud y la seguridad laborales tratan de la amplia
gama de riesgos del lugar de trabajo, desde la prevención de los accidentes a los riesgos
más insidiosos, por ejemplo, los humos tóxicos, el polvo, el ruido, el calor, la tensión, etc.
Evitar las enfermedades y los accidentes relacionados con el trabajo debe ser la finalidad
de los programas de salud y seguridad laborales, en lugar de tratar de resolver los
problemas una vez que ya hayan surgido.
• Los riesgos en el lugar de trabajo puede asumir formas muy distintas, entre otras,
químicas, físicas, biológicas, psicológicas, falta de aplicación de los principios de la
ergonomía, etc. A causa de la multitud de riesgos existentes en la mayoría de los lugares
de trabajo y de la falta general de atención que muchos empleadores prestan a la salud y
la seguridad, los accidentes y las enfermedades relacionadas con el trabajo siguen siendo
problemas graves en todas las partes del mundo y, por consiguiente, los sindicatos deben
insistir en que los empleadores combatan los riesgos en su fuente y no obliguen a los
trabajadores a adaptarse a unas condiciones inseguras.
El compromiso de la dirección , gerencia respecto de la salud y la
seguridad y la activa participación de los trabajadores son dos
elementos esenciales de todo programa de salud y seguridad en el
lugar de trabajo. La prevención más eficaz de los accidentes y de las
enfermedades se inicia cuando los procedimientos de trabajo se hallan
todavía en la fase de concepción.
IX. EJERCICIOS
1. Analice los peligros que pueden suponer estos trabajos
Soldador - Un soldador puede quemarse con las chispas y siempre hay
el peligro de que el trabajo provoque un incendio. Está el problema de
la luz intensa, que puede dañar permanentemente la vista, y el de los
humos que produce el trabajo, que pueden dañar los pulmones.
2. Trabajador portuario - También en este caso los riesgos dependen en gran
medida de la índole del trabajo y en concreto de la carga que se maneje. A
menudo, los trabajadores portuarios desconocen el carácter peligroso de la
carga. Puede haber una indicación en un lado de una caja o bulto, pero la
información puede no estar en su idioma o redactada con palabras que no
signifiquen gran cosa para el trabajador normal. También es importante en
qué condición esté la carga, pues unos recipientes que tengan fugas o unas
bolsas rajadas pueden ser muy peligrosos para quienes los manipulen. Otros
riesgos son caídas, cortes, problemas de la espalda y del sistema
oseomuscular y choques con vehículos a gran velocidad, como carretillas,
elevadoras o camiones de reparto.
3. Mecánico - Según la índole concreta de las labores que realiza un mecánico,
puede haber problemas de seguridad por cortes y caídas, etc., y exposición a
riesgos químicos: grasas, disolventes, amianto y humos de evacuación. Los
mecánicos pueden tener además problemas de espalda y de columna vertebral y
del sistema oseomuscular porque tienen que alzar piezas pesadas o estar
inclinados durante mucho tiempo.
4. Trabajadores del textil - Los trabajadores del textil se enfrentan a
distintos problemas. En primer lugar, está el problema de la seguridad
ante el gran número de máquinas entre las que se mueven y que a
menudo no están protegidas, y el riesgo de incendios por la
abundancia de materiales combustibles en el lugar de trabajo. A ellos
se suman los riesgos del ruido y las vibraciones. También hay
exposición a polvo procedente de las materias trabajadas, que puede
afectar gravemente a los pulmones. La exposición al polvo de algodón
puede producir la enfermedad laboral denominada bisinosis.
5. Conductor de tractor - Uno de los problemas más graves de los
tractores es que a menudo se vuelcan y, si no llevan cabinas de
seguridad, es fácil que el conductor quede aplastado. Otros problemas
son el ruido, las vibraciones y la exposición a herbicidas y plaguicidas
químicos cuando se pulveriza desde el tractor.
6. Empleado de oficina - Muchas personas piensan que los empleados
de oficina no tienen problemas de salud y seguridad, lo cual está muy
lejos de ser cierto. La tensión es una de las quejas más habituales, así
como la exposición a riesgos químicos procedentes de máquinas de
oficina, como las fotocopiadoras. La mala iluminación, el ruido y los
asientos y taburetes mal diseñados también pueden causar problemas.
7. Trabajadores de la construcción - Los trabajadores de la construcción
corren muy distintos peligros, en particular problemas de seguridad
como caídas, resbalones, tropezones, cortes, y ser alcanzados por
objetos que se caen. También hay el peligro que supone trabajar a gran
altura, a menudo sin equipo de seguridad adecuado, problemas del
sistema oseomuscular por tener que levantar objetos pesados y los
peligros que comporta la exposición a máquinas ruidosas.
MUCHAS
GRACIAS

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