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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS.

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO.

CURSO:

DERECHO ACTO JURIDICO


TEMA:

PODER GENERAL ESPECIAL

ALUMNO:

DIAZ HERANDEZ RUBEN

CICLO:

III

PUCALLPA- PERÚ.

AÑO: 2019
1. EL PODER

El poder se puede entender tanto la facultad otorgada por el representante al


representado, como la situación jurídica.

Se afirma que "la fuente negocial típica (justamente el poder) se presenta, como un
negocio unilateral al cual corresponde ex lege una condición (suspensiva), cuyo
cumplimiento depende de la voluntad del sujeto que, en definitiva, aparece como el
destinatario necesario", agregando que ello "mientras pone en evidencia el
indefectible carácter recepticio del acto, indica también el sentido, explicando cómo
y por qué el mismo acto sea relevante (capaz de producir los efectos preliminares que
son propios de todos los negocios sub condicione:

En este sentido, "el término "poder" asume el significado técnico de acto jurídico con
el cual el sujeto confiere a otro la capacidad de representación. El poder asume la
función autónoma de distribución de la legitimación representativa"[4]. Por ello, "la
doctrina absolutamente dominante coloca al poder en la categoría de los negocios
unilaterales de autorización que producen sus efectos a penas hayan sido puesto en
conocimiento del destinatario, en virtud de los principios generales"[5]. Con el
término "poder", también se hace referencia al documento que contiene el acto de
apoderamiento.

Al acto de otorgamiento del poder, se le sigue la aceptación, que también es un acto


jurídico unilateral recepticio y que puede declararse expresa o tácitamente. Ahí nace
la relación jurídica de representación. Entonces, "la expresión unitaria y sintética de
las relaciones jurídicas que se configuran con el representante en dos direcciones -
hacia el representado y hacia el tercero - subordinada y coordinadamente con la
finalidad que se quiere alcanzar, constituye aquello que nosotros llamamos relación
jurídica representativa

Es importante constatar que "la representación no es solo un abstracto actuar nomine


alieno del representante, sino un comportamiento de este sobre la base de la relación
de cooperación: la función de cooperación se desenvuelve (al exterior) a través de las
formas de aquel comportamiento”
El art. 155 c.c. establece que:

"El poder general solo comprende los artos de administración.

El poder espacial comprende los actos para los cuales ha sido conferido".

En atención a ello, en cuanto a sus alcances, el poder puede clasificarse en:

1.1. PODER GENERAL

Se da "cuando confiere al representante el poder de cumplir todos los actos relativos


a la gestión de los intereses patrimo-niales del representado o a la gestión de una
actividad determina-da".

1.2. PODER ESPECIAL

Se da "cuando confiere al representante el poder de realizar determinados actos


jurídicos". El art. 75 c.p.c. establece que el otorgamiento de facultades especiales se
rige por el principio de literalidad.

Se ha criticado como excesiva la formalidad establecida en el art. 156 c.c.. En efecto,


"el codificador ha impuesto para la concesión de ciertas facultades representativas
unas obligaciones formales más severas que las que se de-mandan para el acto en que
el poder deberá usarse. Ni la compraventa o permuta, como actos dispositivos, ni la
prenda (ahora garantía mobiliaria, por la Ley N° 28677, del 24.02.06) como gravatoria
de bienes requieren instrumentos públicos".

A. El representado

El representado o dominus negotti fdueño del negocio) es el sujeto principal, dueño o


titular del derecho o interés que es gestionado por el representante; es la persona en
quien han de recaer, directa (si la representación es directa) o indirectamente (si la
representación es indirecta) los efectos del acto llevado a cabo por el representante.
Se le denomina “dueño del negocio o acto jurídico”. Es pues quien se beneficiaría de
las diversas actividades realizadas por el representante, el mismo que podría ser a
título gratuito u oneroso.

Cualquier persona puede ser representada por otra en la realización de sus actos
jurídicos, salvo que exista prohibición expresa, por ejemplo, el testamento no puede
ser otorgado mediante representante. Los incapaces y los ausentes solamente pueden
realizar actos jurídicos mediante sus representantes, es decir, siempre son
representados.

B. El representante

Es la persona que actúa por cuenta y en interés del representado; no ejerce un derecho
propio, sino un derecho que es del representado. El representante actúa siempre por
cuenta y en interés del representado, pero puede también actuar en interés propio,
cuando los efectos del negocio repercuten en el patrimonio del propio representante
en virtud de una relación interna entre él y él representado. Al representante que actúa
en su propio interés se le llama “procurador in rempropriam”.

C. El tercero

Es la persona con quien el representante celebra el acto jurídico que le ha


encomendado el representado.

Es necesario mencionar que se requiere el estricto ejercicio de la buena fe contractual


a fin de que el representado, el representante y el tercero, puedan celebrar diversos
actos jurídicos sujetos a derechos lícitos y desprovistos de cualquier vicio de nulidad
y la constante aplicación de la diligencia ordinaria requerida.

D. La representación voluntaria

El fenómeno de la representación voluntaria implica el estudio de dos realidades


distintas, bien que funcionalmente unidas: el negocio de apoderamiento y los negocios
celebrados por el representante. Entendemos que, sin perjuicio de esta conexión
funcional, es conveniente estudiar por separado ambas realidades jurídicas, para un
más exacto análisis de las mismas, comenzaremos por el apoderamiento (García
Amigo, 1979, pp. 785-788).

El poder en el Derecho Privado es la facultad que tiene una persona para concluir
negocios en nombre de otra, produciéndose los efectos de tales negocios no para quien
los celebra, sino para el poderdante, siempre, naturalmente, que actúe en los límites
del poder. Como figura jurídica, este poder es representar una situación subjetiva que
tiene una dimensión estática o estructural y una dimensión dinámica o funcional. Pero
antes de examinar ambos aspectos vamos a determinar la esencia jurídica, los
caracteres típicos del poder de representación negocial, las posiciones difieren:

E. CARACTERÍSTICAS
Las notas características que distinguen la representación legal o necesa-ria de la
representación voluntaria, son las siguientes:
 a. El representante legal, particularmente el del incapaz absoluto o del declarado
ausente, no sustituye a la voluntad de su representado, puesto que (de ordinario) la
ley no reconoce eficacia jurídica a esta voluntad.
 b. El representado no solo no puede conferir representación, sino que su capacidad
jurídica debe canalizarse forzosamente por su represen-tante.
 c. En la representación voluntaria el representado puede elegir al sujeto
representante. No así en la legal, cuyo sujeto unas veces viene prede-terminado y
otras veces no.
 d. No parece que la figura de la ratificación sea posible en materia de
representación legal.
 e. La representación legal tiene un marco de control ajeno al del propio
representado.
 f. Característica de la representación legal es la obligatoriedad de su función. No
es sustituible ni delegable por naturaleza.

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