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del Cambio Climático -con mayor recurrencia de sequías en varias regiones-, la pérdida progresiva
de los glaciares como importante fuente de agua durante los deshielos, la contaminación
superficial y subterránea en varias cuencas, la sobreexplotación de acuíferos subterráneos, la
creciente demanda de agua potable para los centros urbanos cuya población aumenta
aceleradamente por la migración del campo, así como el aumento de la cantidad de agua
requerida para la producción agrícola bajo riego, han declinado las posibilidades de dotación de
agua, y tal como ha sido constatado durante el relevamiento de información que se presenta en
este documento, la práctica del reúso de las aguas residuales tratadas (o no tratadas) en
agricultura, provenientes de centros urbanos se ha convertido en una práctica común en las
regiones áridas y semiáridas de Bolivia. La escasez de agua para la agricultura, el difícil acceso a
fuentes de aguas claras, y en general, la competencia intersectorial por el agua como
consecuencia del incremento de la demanda para diversos fines (agua de consumo, riego, minería,
industria, etc.), han llevado a que las aguas residuales se constituyan en un recurso muy valioso y
en una apreciable fuente de agua para su uso en la agricultura bajo riego, pues a pesar de los
efectos adversos que puedan tener a mediano y largo plazo en la degradación de suelos a causa de
la salinización y deposición de metales pesados, en el corto plazo el rendimiento de los cultivos es
mayor por el alto contenido de nutrientes de estas aguas.
Sin embargo, el aspecto más preocupante del reúso no controlado de aguas residuales con fines
de riego está relacionado con impactos significativos sobre la salud humana, tanto de los
agricultores usuarios de este tipo de aguas, como de los consumidores de productos cultivados
con ellas. Estos impactos podrían ser minimizados mediante la implementación de mecanismos
multi-barreras que consideran riesgos aceptables basados en metas de salud. Dichos mecanismos
tienen que ver con la implementación de PTAR, métodos de aplicación de riego, restricción de
cultivos, manejo de alimentos regados con Aguas Residuales Domésticas (ARD) tratadas, y
aplicación de inmunizaciones en algunos casos. Se trata entonces de cambiar el paradigma de
tratamiento de aguas residuales, sin perder de vista que el tratamiento en sí mismo es la barrera
más importante para la protección de la salud, pero que el mismo sea adecuado a las capacidades
materiales y humanas del entorno en el cual se quiere hacer el reúso El desconocimiento de los
alcances de las prácticas de reúso de las aguas residuales con fines de riego en el país, ha llevado a
que, en una alianza estratégica, se haya creado una Comisión Mixta Interinstitucional conformada
por las cabezas de los sectores involucrados para efectuar, en primera instancia, un relevamiento
de lugares, características y alcance del reúso de aguas residuales en todo el país. 01. 4
Sistematización sobre tratamiento y reúso de aguas residuales Según el Plan Sectorial de
Desarrollo de Saneamiento Básico (PSDSB) 2011 – 2015, en Bolivia existen aproximadamente 5,0
millones de habitantes que no cuentan con sistemas de alcantarillado y 2,5 millones de habitantes
que no tienen acceso al agua potable; esto muestra que la mayor demanda al sector es el acceso
al agua potable. También destaca que la disposición final de las aguas residuales recolectadas sin
tratamiento llega a un 70%, lo cual se constituye en una fuente importante de contaminación de
los cursos de agua, suelos y acuíferos. Como se indica en el PSDSB, la escasez de agua para riego y
la carencia de PTAR provocarían la intensificación del uso de aguas servidas altamente
contaminadas y sin ningún tipo de tratamiento. Por lo tanto, son necesarias acciones que deben
emprender los actores sectoriales. En ese sentido, el Ministerio de Medio Ambiente y Agua
(MMAyA) formuló una política para el Uso Eficiente del Agua que propone la implementación de
PTAR con enfoque de reúso. Es necesario incentivar el reúso de aguas en la agricultura y un
adecuado tratamiento de éstas haciendo uso de diversas tecnologías disponibles para disminuir
los niveles de contaminación existentes, permitiendo contar con agua apta para riego de cultivos,
precautelando la salud de productores y consumidores; además, coadyuvar en el incremento de
agua para consumo humano. Algunas de las ventajas de la reutilización de las aguas residuales
tratadas en la agricultura son:
En el Titulo II Medio Ambiente, Recursos Naturales, Tierra y Territorio, el artículo 342 establece
que es deber del Estado y de la población conservar, proteger y aprovechar de manera sustentable
los recursos naturales y la biodiversidad, así como mantener el equilibrio del medio ambiente.