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La nueva Ley Procesal de Trabajo hace alusión a cada uno de ellos, e inclusive
da a entender que el proceso cautelar formaría parte de este bagaje, sin embargo
nosotros no lo hemos considerado por ser este un proceso que depende de uno
principal, por lo que en estricto no tiene autonomía. Asimismo en el caso del
proceso contencioso administrativo, la nueva Ley Procesal de Trabajo establece
que es el juez encargado de llevarlo a cabo en la medida que se trate de un
conflicto jurídico originado con ocasión de la prestación personal de servicios de
naturaleza administrativa, tal como sucede por ejemplo con las prestaciones de
servicios ejecutada al amparo de los regímenes de los Decretos Legislativos Nº
276 (carrera pública administrativa) o 1057 (contratación administrativa de
servicios), empero, en este caso igualmente este proceso se regula por sus
propias normas , esto es, principalmente por la ley Nº 27584, Ley que regula el
proceso contencioso administrativo.
Todo lo contrario ocurre con los procesos no ordinarios, a los que podríamos
llamar también procesos especiales o típicos. Debido a la especial naturaleza de
la pretensión que se quiere hacer valer, no resulta coherente utilizar el proceso
ordinario laboral, pues seguramente ello impedirá la inadecuada tutela
jurisdiccional. En efecto, la razón de ser de estos procesos no ordinario es que
el proceso ordinario laboral no se convierta en un instrumento que retarde o
distorsione la apropiada protección de los derechos en cuestión, máxime cuando
es totalmente factible que mediante un proceso especial sí puedan protegérseles
de la manera adecuada.
Es de resaltar que, en virtud del artículo 122° del código procesal civil, la
resolución que no cumpla con estos puntos será nula, no produciendo ningún
efecto jurídico. Excepcionalmente, y solo tratándose del último punto, es posible
que la resolución no devenga en nula en la medida que el emplazado convalide
el acto procesal asistiendo a la audiencia con su escrito de contestación y sus
anexos a pesar de que en el auto admisorio no se haya señala ello.
Es claro que la nueva Ley Procesal de Trabajo nos muestra una estructura del
proxceso ordinario laboral muy distinta a la que regulaba la Ley N° 26636, y en
esta diferencia tiene mucho que ver la preponderancia de la oralidad.
No obstante, la Nueva Ley Procesal de Trabajo nos trae una regulación más
prolija y eficiente, pues se recortan los plazos de manera radical sin menoscabar
los derechos de las partes. Como se observa de la revisión del texto del artículo
42° de la Nueva Ley Procesal de Trabajo, se destacan dos aspectos del periodo
que abarca desde la admisión de la demanda hasta el emplazamiento al
demandado para que concurra a la audiencia.
De esta manera, si conforme al artículo 17° de la Nueva Ley Procesal del Trabajo
el juez laboral debe calificar la demanda dentro los 5 días hábiles siguientes de
recibida, la resolución que contiene la fecha y hora para la realización de la
audiencia podría serle notificada al demandado antes o después de los 10 días
anteriores a la fecha en que se deberá llevar a cabo la audiencia de conciliación.
De hecho, podría ocurrir que el demandado sea emplazado con la aludida
resolución 15 días antes de la fecha de la realización de la audiencia; también
podría darse el caso que ello ocurra días antes del día fijado para la audiencia.
Tanto como en uno como en otro caso las notificaciones serán válidas. El único
caso en que el emplazamiento sería invalido y, por lo tanto, debería fijarse una
nueva fecha para la audiencia, seria aquel en el que se le notifique al
demandante con dos días de anticipación al día en que se deberá llevar acabo
la audiencia de conciliación, pues esto implicaría transgredir el artículo 147° del
Código Procesal Civil, que establece entre la notificación para una actuación
procesal y su realización, deben transcurrir por lo menos tres días hábiles, salvo
norma en contrario.
En suma, a diferencia de la Ley N° 26636, La Nueva Ley Procesal del Trabajo
no establece un plazo fijo o determinado para que el demandado pueda
contestar la demanda, pero por aplicación supletoria del Código Procesal Civil,
este plazo no podrá ser menor de tres días, dado que, además de contravenir el
mencionado artículo 147°, también se le estaría colocando en un estado de
indefensión, violando con ello sus derechos al debido proceso y a la tutela
jurisdiccional efectiva.
Recordemos que con la vigencia de la ley N°26636 las partes accedían a la etapa
conciliatoria luego de una serie de acto procesales largos y muy lentos. Así, se
llegaban a la conciliación luego de que tanto la demanda, como su contestación
eran admitidas por el juez correspondiente no obstante, estos demoraba mas
cuando las partes formulaban excepciones y /o cuestiones probatoria, pues era
necesario que ellas las absuelvan para continuar con el proceso y llegar a la
conciliación. En resumen, se trataba de al menos de 8 meses contados desde el
día en que se presentó la demanda.
En el primer caso, ello constituirá impedimento alguno para que continúe dicha
audiencia, aunque, como es obvio, no habrá conciliación alguna por no estar
presente ambas partes debiendo la parte demandada contestar la demanda.
Expuestos por los abogados los alegatos en mención, el juez dictara el fallo –
parte resolutiva- de su sentencia. En este supuesto, la notificación de la
indicada resolución judicial se efectuar de la misma manera que la notificación
de la sentencia emitida en la audiencia de juzgamiento.
Con esto ultimo, se quiere decir que, luego de los alegatos expuestos por los
abogados, en forma inmediata o en un lapso no mayor de sesenta minutos, el
juez hace conocer a las partes el fallo de su sentencia, luego de lo cual señala
el dia y la hora, dentro de los cinco días hábiles siguientes, para la notificación
de la sentencia; excepcionalmente, por la complejidad del caso, puede diferir el
fallo de su sentencia para dentro de los cinco días hábiles, de lo cual informa a
las partes en el acto citándolas para que comparezcan al juzgado para la
notificación de la sentencia, la cual se realiza bajo responsabilidad.
Art. 44° Audiencia de juzgamiento
De esta manera, el juez laboral apreciará tanto las exposiciones de las partes
como su comportamiento, lo que le servirá de base para formarse una opinión
acerca de la verdad de los hechos.
Como hemos señalado anteriormente, uno de los mecanismo que tienen por
objeto controlar y registrar a la oralidad,es la utilización de los medios
electrónicos que dejen constancia de todas las actividades de las partes, esto
con el único fin de que posteriormente no se desconozcan tales hecho y,
finalmente, se distorsionen los alcances de las defensas de las partes.
Luego, el demandado hace una breve exposición oral de los hechos que, por
razones procesales o de fondo, contradicen la demanda
Concordancia
-Nueva ley Procesal del Trabajo: art 44
COMENTARIO
1.LA ETAPA DE CONFRONTACION DE POSICIONES
Ahora bien, un tema que puede ser muy interesante a la luz del texto del artículo
45 de la nueva ley procesal del trabajo es el referido al derecho de réplica. Como
es fácil advertir de la mencionada norma, ella no hace alusión alguna a esta
figura, empero surge la interrogante de si el hecho de no haber sido mencionada
implica que se encuentra prohibida.
En cuanto a él, podemos afirmar que no se trata de una obligación del juez, sino
de una facultad, la cual puede ejercerla en la medida que con la sola exposición
de las partes no haya quedado clara la verdad que se pretende encontrar. Las
réplicas o contrarréplicas serán determinadas por el juez, pues este, en su
calidad de director del proceso, deberá decidir, en primer lugar, si ellas son
necesarias y, en segundo cuantas de ellas se hacen necesarias.
De ser el caso, el derecho a réplica debe ser concedido por el juez de forma
equitativa y con las mismas garantías, siempre verificando que se efectué en
iguales condiciones, sin que se genere algún tipo de desigualdad entre las
partes.
2. REGLAS A SEGUIR EN LA ETAPA DE CONFORNTACION DE POSICIONES
En segundo lugar, las exposiciones deben ser ordenadas, lo que quiere decir
que deben guardar un orden sucesivo de los hechos o las circunstancias que
dan lugar al proceso judicial.
En tercer lugar, las exposiciones deben ser breves o sucintas, de manera que la
capacidad de síntesis del ponente resultara esencial. Cabe precisar que no debe
confundirse brevedad con rapidez, dado que ambas palabras no necesariamente
encajan en una misma significación. Brevedad implica sobre todo ser conciso y
preciso. Por esta razón, es que la nueva ley procesal del trabajo no ha
establecido un plazo determinado para las exposiciones, lo que da lugar a que
sea el propio juez quien, sobre la base del principio de razonabilidad, establezca
el tiempo necesario, se busca con ello evitar dilaciones en el proceso.
Finalmente, las exposiciones deben ser alturadas. Esto quiere decir que debe
guardarse pleno respeto al juez, a las partes en litigio, a sus representantes o
apoderados, a los abogados, a los auxiliares judiciales, o a cualquier persona
que se encuentre en el recinto judicial, de manera que la utilización de
calificativos agraviantes, frases ofensivas o cualquier gesto contrario al orden
público o a las buenas costumbres deberá ser sancionada de acuerdo con la
gravedad de la falta.
Artículo 46.- Etapa de actuación probatoria
La etapa de actuación probatoria se lleva a cabo del siguiente modo:
4. El juez toma juramento conjunto a todos los que vayan a participar en esta
etapa.
En esta tarea, resultan ser hechos que no requieren de actuación probatoria los
siguientes: