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Hace años había observado que ciertos youtubbers masculinos conducían diversos
experimentos sociales en los que salían a la calle armados de una cámara y ciertos
artilugios o preposition bets que usaban para conocer a mujeres. El juego consistía en que si
la espectadora perdía tenía que por ejemplo regalarle un beso.
La performance de los efectos era bastante pobre pero sin embargo también
evidenciaba una ausencia de dediacion y perfeccionaiento del artificio que se resumia en
una falta de respeto enorme a la magia como disciplina.
Dejando de lado las cuestiones eticas y los interrogantes sobre si dichos videos son
autenticos o simplemente una puesta en escena, si uno se aleja un poco para mirar el paisaje
completo se da cuenta que el agregado de “sex appeal” se debe a una creencia inicial sobre
que la magia no es inherentemente interesante o entretenida para audiencias modernas. Este
es un pecado cometido por más de uno de nosotros, confesos amantes de la magia como
disciplina o meramente adolescentes virgenes.
Quien mejor que Darwin Ortiz en “Strong Magic” para darle sustento a mi polémica
y contrastante argumentación sobre este penoso problema. A continuación, cito los
fragmentos en su idioma original:
“… This sort of magic results from what I call “Fitzkee’s Fallacy”, the belief that magic has
no inherent entertainment value. In Showmanship for Magicians, Dariel Fitzkee’s
prescription for making magic entertaining is to introduce music, dance, comedy and sex
appeal into the magic performance. In his view, magic is some sort of bitter pill that you
have to sugar-coat in order to get the audience to swallow…”
“…If you don’t believe that magic itself can be entertaining, if you don’t believe that
experiencing apparent impossibilities can be strong, unique and memorable entertainment
for an audience, I won’t argue the point with you. I’ll only suggest that you give up magic.
If you really think that magic is of no value except as a peg on which to hang music, dance,
comedy and sex appeal, you should become a musician, dancer, comedian or a stripper and
forget about magic…”
Francamente, otra de las razones por las que la magia continua siendo sexualizada
en estos terminos mas modernos se debe a que aquellos que eligen este estilo de
performance, como todos nosotros en general, buscan poder coger. Sin embargo, es
evidente que sus metodos son erroneos, más aun en una sociedad tan exacerbada por la
corrección politica.