Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
PASTORELA
NARRADOR: - DAMAS Y CABALLEROS, GENTILES DAMAS, GALANTES CABALLEROS, ALEGRE ESTA
NOCHE QUE HUELE A NAVIDAD, HABEIS VENIDO AL MÁGICO MUNDO DEL TEATRO Y EN BREVE SE
DESCORRERA PARA VOSOTROS EL TELÓN. ¿QUÉ QUEREIS VER A TRAVÉS DE ESTA VENTANA?. LA
MUERTE DE UN REY, LAS DESVENTURAS DE UN AMOR INFELIZ, O QUIZA UNA PANTOMIMA RISUEÑA
E ILUSORIA? UNA COMICA HISTORIA O DE GRAN DOLOR? ¡AH!, ESTA VENTANA QUE NOS LLEVA A LA
TIERRA DE LAS HADAS GUARDA SIEMPRE UNA SORPRESA, UNA AMABLE SORPRESA O UNA AMARGA
AVENTURA; PERO ESTA NOCHE, CON ESTE OLOR A INVIERNO Y LAS CAMPANAS QUE REPICAN POR
EL AIRE, ALGO DIREMOS DE LA MEJOR Y MÁS GRANDE HISTORIA; UNA SENCILLA, TIERNA, CORDIAL
Y AMABLE HISTORIA, QUE TAMBIÉN HUELE A INVIERNO. PARA USTEDES DAMAS Y CABALLEROS,
GENTILES DAMAS, GALANTES CABALLEROS, UN ALEGRE CUENTO DE NAVIDAD, EN EL APARECEN
HUMILDES PASTORCILLOS, HERMOSOS ANGELES, ALEGRES MESONERAS Y PERFIDOS DIABLOS; Y
EN ESTE SENCILLO CUENTO, A LA VIRGEN MADRE, AL SANTO NIÑO Y SAN JOSE, ANGELES,
PASTORCILLOS, HUMILDES HIMNOS ENTONARAN, ALEGRE ESTA NOCHE QUE HUELE A NAVIDAD.
ACTO I
Narrador: LOS HUMILDES PASTORES SE ENCAMINAN AL PORTAL. ¡QUÉ LA ESTRELLA LOS GUIE!
¿NO ES HERMOSA NUESTRA HISTORIA? Y SIN EMBARGO... NADA ES PERFECTO.
DONDE MENOS SE ESPERA, EL MAL ACECHA. LOS PASTORES ACUDEN CONFIADOS A
SALUDAR AL NIÑO DIOS. ¡INOCENTES! ¡NO SABEN LO QUE LES ESPERA EN EL CAMINO!
PERO... ESO SERA EN EL SEGUNDO ACTO. AHORA DESCANSEMOS UN MOMENTO. ES
TIEMPO DE TOMAR UN PONCHE CALIENTITO, FRUTAS SECAS, DULCES, COLACIONES.
PODRIA QUIZA, TODOS JUNTOS, ENTONAR UNA CANCIÓN MIENTRAS PASA EL
ENTREACTO. AMIGOS IMAGINEN EL TELON Y EL APERITIVO.
ACTO II
RUCIO: Silencio viejo sangrón, desaparece marrano antes de que te convierta en sapo con mis artes
infernales. Público, malas noches. Ya llegué de donde andaba se me concedió volver, soy el
diablo más malvado de las huestes de Luzbel. Rucio me llaman mis cuates, soy artero
desalmado, no hay trampa que no haga, en vida fui diputado.
SUCIO: Yo soy sucio el harapiento, malo de noche y de día, no hay maldad que no conozca, ya que
antes fui policía.
EUFROCIO: Eufrocio me llamo, demonio de los peorcitos, yo envenené mucha gente con mis burgers en el
puesto de antojitos.
RUCIO: A callar alimañas, no soporto hablar en verso, no acabé la primaria, no puedo con tanto
esfuerzo.
SUCIO: Estoy de acuerdo Rucio, hablemos como el diablo manda, yo tampoco aguanto los versos,
parecen de pastorela.
EUFROCIO: ¿Alguien me puede decir qué estamos haciendo aquí? Yo tenía mucho trabajo allá abajo.
RUCIO: Silencio gusano, todos teníamos qué hacer, pero estamos aquí por órdenes inferiores.
EUFROCIO: Sí, pero ¿para qué?
SUCIO: Nadie lo sabe; esta mañana estaba echando a andar mi caldera, cuando llegó el demonio de la
RED con un e´mail urgente, aquí lo traigo: infierno a tantos de tantos del año aquel. Al ciudadano
diablo de primera don sucio cochino de marrano.
EUFROCIO: ¿Así te llamas?
SUCIO: Sí, Cochino por parte paterna y Marrano por la materna.
EUFROCIO: ¡Qué nombre más padre!
RUCIO: A callar sabandijas. No se estén botaneando. Sucio, termina tu e’ mail
SUCIO: Ah si. Al ciudadano diablo de primera, Don Sucio Cochino de Marrano: alerta urgente. Luzbel
ordena a Sucio abandonar su puesto, dirigirse compañía diablos: Rucio, Eufrocio, planeta tierra,
5
allí recibirán instrucciones, en el camino al pueblo de Belén, misión importantísima, de
fracasar misión todos perderán orejas y rabo, el mal debe triunfar. Ayuden un poco aflojando un
foco. Firma Belcebú, nuevo secretario de prensa y relaciones públicas del infernal gobierno.
www. Arroba. Punto. Com. Punto. Mx.
RUCIO: ¿Belcebú?
SUCIO: Él mismo
EUFROCIO: Ese diablo es influyentísimo, puro carolazo.
RUCIO: Olvídate. Después del mero mero (reverencia) es el trinche más poderoso del infierno.
EUFROCIO: Pues que trinche…yo sigo sin entender qué demonios (reverencia) estamos haciendo aquí. Ya
llevamos dos malditas horas, no hay derecho. Voy a protestar, la altura me afecta.
RUCIO: Calma Eufrocio, pronto lo sabremos. (ENTRA SIMPOSIO POR DETRÁS)
SIMPOSIO: ¡Que nadie se mueva, están rodeados, arriba las manos! ¿Ah verdad? Babosos. Yo solito me los
apantallé.
EUFROCIO: Maldito diablo, qué susto me diste. (en brazos de rucio)
SIMPOSIO: Para que aprendan a no estar tarugeando, un diablo siempre debe estar alerta.
RUCIO: ¿Y usted, quién es?
SIMPOSIO: Yo soy el sargento Simposio Olivares, demonio comisionado para encabezar esta misión, y al
que no le parezca que me lo diga y ahorita mismo le hago tres nudos en la cola y manitas de
puerco.
EUFROCIO: Ahí te hablan Sucio.
SUCIO: No se enoje mi sargento, los tres nos ponemos a sus canijas órdenes.
SIMPOSIO: Así me gusta zopilotes; firmes, suma la barriga, saque el pecho, ponga la cara de maldito, la cola
derecha, los cuernos pa’arriba.
EUFROCIO: Hijole Rucio, este cuate se cree Federal.
SIMPOSIO: ¿Qué dices musaraña?
EUFROCIO: Yo nada, sólo dije que se veía feroz como un Animal.
SIMPOSIO: A callar!! Así es, demonios, la situación es gravísima, los infiernos viven horas terribles.
RUCIO: ¿Nos van a cortar el gas? Y apenas que lo habíamos cambiado a gas natural.
SIMPOSIO: Peor que eso.
SUCIO: ¿Van a subir los impuestos sobre el vicio?
SIMPOSIO: Aún peor.
EUFROCIO: ¿Otra devaluación?
SIMPOSIO: La situación es catastrófica,
EUFROCIO: Oh, ya no la haga de emoción.
SIMPOSIO: Calla desalmado. Demonios la trágica noticia es la siguiente: hoy en Belén de Judá nacerá el
Redentor del Mundo.
SUCIO: Maldición.
RUCIO: Que tragedia. Me imagino que el patrón debe estar afectadísimo
SIMPOSIO: Muy afectado, cuando le dimos la noticia por poco y se nos infarta.
EUFROCIO: Pobrecito, ya me imagino, su trabajo de tantos años echado a perder.
SUCIO: Era lógico, siempre haciendo el mal, nunca hizo nada bien, ya nos amolamos
SIMPOSIO: Para eso estoy aquí, para impedir que el bien triunfe sobre el mal.
RUCIO: Cuente con nosotros mi teniente, prometemos portarnos pésimo y no abandonar el sendero del
mal.
SIMPOSIO: Así me gusta sabandijas carroñeras, espero poder confiar en ustedes, se que son unos infelices.
SUCIO: Favor que usted nos hace.
SIMPOSIO: Víboras venenosas.
RUCIO: Estamos conmovidos.
SIMPOSIO: Alacranes ponzoñosos.
EUFROCIO: Tanto piropo nos abruma.
SIMPOSIO: Bueno, cuernos a la obra, nuestra misión consiste en hacer fracasar a toda costa que unos
pastores acudan a Belén a adorar al muchachito ese.
RUCIO: ¿Cuántos son y cómo vienen?
SIMPOSIO: Son cuatro, una anciana decrépita, dos chavos fresas y una morrita.
6
RUCIO: Yo me pido a la morrita.
EUFROCIO: Uh, puede estar tranquilo. Cuando pasen por aquí, le caemos encima, los estrangulamos, los
degollamos, los destripamos, y les damos de manazos.
SUCIO: Perfecto, tu plan es bellísimo Eufrocio.
RUCIO: Admirable.
SIMPOSIO: De acuerdo, pero impracticable.
EUFROCIO: ¿Puedo preguntar por qué causa, motivo u razón?
SIMPOSIO: Porque el patrón me dio ordenes precisas de no usar la violencia, salvo de un caso extremo.
Nuestros métodos han de ser directos, sutiles, malsanos, corruptos. Triunfaremos a base del
engaño y la mentira.
RUCIO: Me encanta decir mentiras. ¡Qué maravilla!
SUCIO: Yo soy re’malo. Siempre me cachan
SIMPOSIO: Calma, tengo un plan perfecto, infalible, satánico; ahora se los explicaré. Vayamos pues, los
pastores no deben tardar.
MONTES: Bato, Gila, apúrense, ya no veo la estrella.
GILA: Doña Montes ya nos perdimos.
BATO: Todo por culpa de Bartolo, es un flojo.
MONTES: Ya no llegaremos a Belén.
GILA: Aún podemos llegar si nos damos prisa. Creo conocer el camino.
BATO: Bartolo, apúrate.
BARTOLO: Uchale, pido time, ya me estoy desvielando. Cascabeleo y paso aceite.
MONTES: Debería darte vergüenza, yo tengo cuarenta años más que tú.
BARTOLO: Pero tiene aguante de burro. Yo soy un intelectual.
BATO: No hemos andado ni cien kilómetros.
BARTOLO: Qué brutos, yo francamente me rajo. Aquí me quedo. Me disculpan con el niño. Le dicen que
ahora que me desocupe paso a verlo.
GILA: ¿Hablas en serio?
BATO: ¿Te das cuenta de lo que dices?
BARTOLO: Si, ya no puedo más, estoy cansado, tengo frío, no he cenado, me duelen las patas, tengo los
ojos llorosos, nariz tapada, cuerpo cortado.
MONTES: Déjenlo no le hagan caso, sigamos adelante, Gil condúcenos.
GILA: Con mucho gusto Doña Montes, creo que es por aquí.
BARTOLO: ¿Me van a dejar aquí solito en el bosque como a Blanca Nieves? Conste, yo creí que eran
cuates.
MONTES: Tú eres el que no quiere venir a saludar al redentor. Amigos adelante.
BARTOLO: No, espérense, voy con ustedes por aquí debe haber un resto de fieras salvajes y hambrientas.
(Al público) Bato, ¿cárgame no?
BATO: No, si quieres venir, camina, (ENTRAN LOS DIABLOS VESTIDOS DE PASTORES)
SIMPOSIO: Buenas noches queridos colegas.
BARTOLO: ¿Y ora éste?
MONTES: Buenas noches amigos.
BATO: ¿Con quién tenemos el gusto?
SIMPOSIO: Somos pastores del Valle Redondo.
GILA: ¿Valle Redondo? Pero eso queda muy lejos.
SUCIO: Pues desde allá venimos.
EUFROCIO: Fuimos al portal del Belén.
BATO: ¿Ustedes también?
SIMPOSIO: ¿Cómo, ustedes ya fueron?
MONTES: No amigos. Apenas nos dirigimos allá, los ángeles nos anunciaron la Buena Nueva ¿Verdad que
es maravillosa?
RUCIO: Pues si, más o menos.
SIMPOSIO: Pero qué bueno que los encontramos, les vamos a ahorrar mucho trabajo.
GILA: ¿Porqué?
SIMPOSIO: Porque ya no se puede llegar a Belén. No tiene caso que sigan adelante, a nosotros ya no nos
7
dejaron entrar.
MONTES: ¿Quiénes?
RUCIO: Los soldados. Como hay tantos tumultos, ya acordonaron la zona y no dejan pasar más que a
ricos e influyentes.
BARTOLO: Ahí está el detalle; a mí ya me latía, tanto caminar para nada.
BATO: No es posible, los ángeles nos dijeron que el niño estaba casi solo.
SIMPOSIO: Sí, al principio, pero en cuanto tres chismositos hablaron, el rumor se difundió y se dejó venir la
multitud.
SUCIO: Hay miles de millones de gentes.
EUFROCIO: Aquello parece mitin de Calderon.
MONTES: No puedo creerlo.
RUCIO: De hecho, ya hubo varios apachurrados.
SIMPOSIO: Por eso los soldados temiendo la seguridad del niño no dejan pasar.
BATO: ¡Qué mala suerte! Todo por culpa de Bartolo.
BARTOLO: Todo yo. ¿Y ahora yo por qué?
GILA: Si hubieras caminado más aprisa, hubiéramos podido llegar al portal de Belén.
MONTES: Yo tengo que ver al niño. He vivido para ese momento.
BATO: Cálmese Doña Montes, ya no tiene caso lamentarse.
SIMPOSIO: Así es, ya ni llorar es bueno. Colegas, les propongo una cosa.
BATO: ¿Qué cosa?
SIMPOSIO: Ya que no podemos llegar al portal de Belén, acampemos aquí y celebremos la Navidad con una
gran cena.
BARTOLO: ¿Cena, dijeron cena?
GILA: Pero nosotros no traemos nada.
RUCIO: No faltaba más, nosotros traemos para todos. Antes de venir para acá pasamos al Soriana. Yo
traigo bacalao.
BARTOLO: ¿Bacalao?
SUCIO: Yo traigo romeritos de Merza.
BARTOLO: ¿Romeritos?
EUFROCIO: Yo traigo dos pavos de doble pechuga de primera.
BARTOLO: ¿Pavos?
SIMPOSIO: Yo traigo chescos, tabiros, chupe, chelas bien elodias y todo lo que hace la felicidad del hombre.
BARTOLO: Pues al ataque, vieja el último y no lo digo por usted Doña.
BATO: No Bartolo, a lo mejor no está bien.
Gila: Soy de la misma opinión.
SIMPOSIO: Cómo, ¿nos van a despreciar?
GILA: No se trata de eso.
RUCIO: ¡Ah!, quieren humillarnos.
BATO: No amigos, de ningún modo.
SUCIO: ¿Es que no les llama la atención nuestra humilde cena?
BARTOLO: No diga eso. Bato, los señores que son tan buenos, nos ofrecen compartir su cena con nosotros.
¿Porqué no hemos de aceptar?
GILA: No sé, presiento que no está bien.
SIMPOSIO: Anímese, nada mejor que un banquete para celebrar la navidad, una gran cena regalada con
abundantes vinos extranjeros y del país.
MONTES: Yo preferiría estar junto al niño.
EUFROCIO: Ah, pero que vieja tan terca.
BATO: ¿Usted que opina Doña Montes, aceptamos?
MONTES: Como quieran ustedes, yo he perdido el apetito, pero desde aquí los acompaño.
GILA: Pues la verdad, yo tengo algo de hambre.
BARTOLO: Y yo, si no como antes de un minuto voy a entrar en agonía.
BATO: Está bien señores, ya que no podemos llegar al portal aceptamos su amable ofrecimiento. Que
Dios se los pague. (PANICO DIABÓLICO)
GILA: ¿Qué les pasa?
8
SIMPOSIO: Nada, nada, el frio que se siente por aquí…es que nos dio mucha alegría que aceptaran
compartir con nosotros la cena. Pero siéntense por favor; comencemos nuestro festín.
SUCIO: (AL PUBLICO) Qué malos somos como actores y como diablos pésimos, ja, ja, ja.
RUCIO: El mal ha triunfado, alabado sea el chamuco.
EUFROCIO: Ya verán, ya verán. Con este mal ejemplo todas las navidades del futuro terminarán en puro reve
y orgía. ¡Qué hermosura!
NARRADOR: A DONDE HEMOS LLEGADO, EL MAL TRIUNFA SOBRE EL BIEN. LOS PASTORES
ENGAÑADOS SE OLVIDARON DE BELÉN. QUE EXCESO TAN BOCHORNOSO, QUE
TERRIBLE DESATINO, YA NO HAY CANTOS PASTORILES SOLO DEMONIO Y VINO. EL
NIÑO ALLÁ EN EL PORTAL ESPERA PACIENTEMENTE. UN MILAGRO HA DE OCURRIR, LO
PRESIENTO EN EL AMBIENTE. UN MILAGRO QUE PERMITA QUE LOS PIADOSOS
PASTORES ABANDONEN ESTE HORROR Y ACUDAN PRESUROSOS A ADORAR A SU
SEÑOR. ¿UN MILAGRO? ES MUY PROBABLE, PERO ESO VENDRÁ DESPUÉS, POR LO
PRONTO DESCANSEMOS, GOCEMOS DEL ENTREACTO, NOS VEREMOS OTRA VEZ.
ACTO III
ACTO IV
Narrador: AMIGOS, NUESTRA HISTORIA SE TERMINA, LOS PASTORES Y MESONERAS ACUDEN JUBILOSOS
AL PORTAL. USTEDES: ACUDID TAMBIEN. SI SABEIS BUSCAR EN VUESTRO CORAZÓN TODAVÍA
ENCONTRAREIS UN REGALO PARA EL NIÑO, UNA SONRISA, UNA LAGRIMA, UNA ESTRELLA...
QUIZA UNA CANCIÓN. UNA CANCIÓN HUMILDE Y SENCILLA EN CUYA LETRA PALPITE LA
INOCENCIA DE LA INFANCIA, EL AMOR DE LA JUVENTUD, LA BONDAD DE LA VEJEZ. UNA
CANCIÓN SENCILLA PARA EL REDENTOR DEL MUNDO, PARA EL HIJO DE DIOS, PARA EL HIJO DE
MARIA, DE MARIA DE NAZARETH. CANTEMOS PUES TODOS JUNTOS: ANGELES Y
PASTORCILLOS. USTEDES CANTEN TAMBIEN GENTILES DAMAS, GALANTES CABALLEROS,
CANTEMOS CON ALEGRIA, UN NIÑO NOS HA NACIDO EN EL PORTAL DE BELEN.
(ALELUYA)
FIN
PERSONAJES
PASTORES
BATO
GIL
LUCAS
BARTOLO
ANGELES
GABRIEL
RAFAEL
ERUBIEL
DIABLOS
RUCIO
SUCIO
EUFROCIO
SIMPOSIO
MESONERAS
AVARITA
CASIMIRA
ALFONSINA
SILVIA
15
B.J.
JOSE
MARIA