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Suicidio adolescente: tres

expertos debaten sobre las


razones que angustian hoy
a los jóvenes
A partir del caso de la joven que ayer intentó suicidarse en el aula en un
colegio de La Plata, se reavivó el debate sobre la angustia y la depresión
adolescente. A qué señales hay que prestar especial atención. Tres
expertos analizaron el tema para Infobae
Por Pilar Safatle
4 de agosto de 2017
psafatle@infobae.com

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Los adolescentes viven en la actualidad un contexto violento que
condiciona sus vínculos y comportamientos (iStock)
Un nuevo caso de intento de suicidio adolescente en el interior de un
aula golpea directo al corazón y reaviva el debate sobre la angustia, la
ansiedad y la depresión que hoy envuelve a los adolescentes argentinos.
Y claro que a esta altura del siglo XXI, el tema se puede analizar -a pesar
de las especificidades de cada caso- como un fenómeno global.

En la mañana de ayer, en las primeras horas de clase, en el Colegio


Nacional Rafael Hernández, una alumna de 15 años de edad sacó un
arma de su mochila e intentó suicidarse -hasta hoy permanece internada
en estado muy grave- apoyándola sobre su cabeza y disparando ante el
desconcierto y la desesperación de sus compañeros y su docente.

El debate no es nuevo en la Argentina, la peor noticia es que se repite.


En el mundo y también en la Argentina a muchos adolescentes los
sobrevuela una realidad hostil. Según el último informe que dio a conocer
Unicef, Posicionamiento sobre adolescencia en el país, la pobreza, la
violencia en el hogar, el bullying y el trabajo infantil son algunos de
los ingredientes de un contexto violento. Los chicos entre 10 y 14
años -los adolescentes tempranos- y los chicos entre los 15 y los 18 -los
adolescentes tardíos- son víctimas de una actualidad turbulenta que
impacta de lleno en sus vínculos y su comportamiento.

¿Por qué más a ellos? A esta edad los jóvenes viven en un estado
constante de emocionalidad extrema que los lleva a sufrir todo con mayor
intensidad que un adulto. "Todas las funciones ejecutivas que tiene el
cerebro, que nos hacen ser quienes somos, terminan de desarrollarse a
los 25 años. Entonces las emociones en los adolescentes siempre
ganan, porque no hay un sistema que las frene", explicó a Infobae la
psicóloga y escritora Celia Antonini. "Un chico de 14 tiene más riesgos y
es más impulsivo que uno de 18 ó 19. La adolescencia es como un
puente que une la niñez con la adultez. Cuanto más te acercás al final
del puente evolutivamente, más posibilidades de control tenés".
En la adolescencia las emociones impactan con mayor intensidad
que en la adultez (iStock)
"La pérdida del cuerpo de niño, por ejemplo, y la transformación en un
adulto, la aparición de la sexualidad y la separación con los padres, que
eran todopoderosos y dejan de ser percibidos como en la niñez, son las
primeras angustias estructurales del adolescente", puntualizó Antonini.

"El suicidio en la adolescencia es una problemática con la que nos


encontramos diariamente en la clínica. Las estadísticas mundiales
demuestran que es una de las principales causas de muerte entre los
jóvenes", señaló Sonia Almada, directora de Aralma, y organizadora
del primer congreso sobre violencia infantil. "¿Por qué un adolescente
quiere morir? Es una pregunta dura que nos interpela como sociedad,
desde la familia, las instituciones y el estado. ¿Dónde estábamos los
adultos, quienes deberíamos velar por el bienestar y desarrollo de los
adolescentes, que no pudimos escuchar el sufrimiento, el agobio y la
desolación?". Pero éstos son todos los interrogantes que surgen cuando
ya es tarde y un joven más manifestó su tristeza de esta manera tan
extrema y dolorosa.

Una de los nuevos aspectos en la historia que conmocionó ayer a la


ciudad de La Plata, es que esta adolescente de segundo año
aparentemente había escrito en la red social "anónima"
Voxed adelantando y dando detalles de lo que pensaba hacer el jueves,
incluso barajando la posibilidad de dispararle a algunos de sus
compañeros.

Los jóvenes que atraviesan momentos de ansiedad y depresión


pueden dar señales previas a la autolesión (iStock)
"Aunque desconocemos las razones y todavía no hay datos firmes que
puedan aportar luz sobre el tema – solo podemos hacer hipótesis- el
planeamiento previo al intento de suicidio en general se puede atribuir a
distintas causas", explicó Antonini. "Puede ser un importante conflicto
emocional, sostenido en el tiempo que desde el punto de vista de la
adolescente no tiene posibilidades de solución, el consumo de sustancias
adictivas, que llevan a la alteración de la conciencia o a la presencia de
un trastorno mental que tergiversa y altera las funciones cognitivas. En
todos los casos, al no ser un acto impulsivo, la alteración de la conciencia
es el común denominador".

Las estadísticas alarmantes de los últimos años sobre ansiedad y


depresión adolescente, dieron marco al éxito de un contenido
audiovisual, dirigido a, público joven y adultos. Así nació en la cadena
Netflix, 13 Reasons Why . Un programa polémico que tuvo – y tiene-
éxito y repercusión justamente entre el público adolescente. Se trata de
una serie en capítulos basada en la adaptación del libro que cuenta la
historia de Hannah Baker, una joven que decide suicidarse y dejar
grabadas las 13 "explicaciones" de su drástica decisión. Rápidamente
miles de expertos cruzaron opiniones sobre hasta qué punto realmente
se generaba una concientización real o una incitación al acto. Su efecto
fue tal, que si bien crecieron las consultas por prevención, también
existió, según un estudio de la Universidad San Diego State, Estados
Unidos, publicado por la revista JAMA Internal Medicine, una
"idealización" de la muerte infligida.
13 Reasons Why es la serie que se animó a tratar el bullying y el
suicidio adolescente (Netflix)
Los resultados del análisis revelaron que las búsquedas en Google
relacionadas con quitarse la vida sumaron entre 900.000 a 1.500.000
entre las cuales se destacaban "prevención del suicidio" (un 23%), "línea
directa contra el suicidio" (un 12%) o "canciones sobre suicidio" (60%),
pero también "cómo cometer suicidio" (que creció un 26%), "suicidarse"
(un 18%) o "cómo matarse" (un 9%).

"Necesitamos de políticas públicas de cuidado y protección de la infancia


y la adolescencia, programas de intervención que preparen a las familias,
instituciones y educadores para escuchar los signos, llamados y alertas
del dolor y el sufrimiento en los niños, niñas y adolescentes", indicó
Almada. La anhedonia, la desesperanza, el abandono del cuidado
personal, el desinterés en relaciones sociales o la inhibición para
construirlas, la tristeza, la angustia y la desolación son, según la experta,
algunas de las señales a las que hay que prestar atención".

"Como adultos tenemos que estar atentos y no desestimar los cambios


de conducta y de humor de los adolescentes", reafirmó Celia Antonini.
"Con el tema del suicidio hay un mito que tenemos que empezar a
desterrar 'El que lo dice, no lo hace'. Las personas que cometen actos
suicidas, pueden decirlo o no, de manera indistinta".

"Ningún adolescente quiere morir sino se siente totalmente desamparado


y para que un adolescente se sienta desesperadamente solo, sin un
referente a quién acudir, es que nadie pudo escucharlo", puntualizó
Sonia Almada. "Es dejarlo en caída libre sin una sola red de contención y
apoyo a quién acudir. Es un pasaje al acto, porque ya no hay otro que
pueda escucharlo, es la desesperanza más cruenta en la que un ser
humano puede quedar. La pérdida de la vida de un niño, niña o
adolescente es responsabilidad de todos. Debemos escuchar la voz de
los chicos como un ejercicio diario", aconsejó.
Es fundamental para padres y docentes estar alerta a los cambios
de comportamiento (iStock)
Uno de los temas que atraviesan y están ampliamente relacionados con
el debate sobre depresión adolescente es la violencia escolar. En
principio, sus allegados descartaron que la decisión de quitarse la vida
respondiera a haber vivido episodios de bullying. Sin embargo, un
mensaje de despedida plantea la duda.

Chau, mierdas. Dejo un juego en la mochila. El que lo


encuentre, se lo queda”, dejó escrito la estudiante de La
Plata en un cuaderno, segundos antes de dispararse.
"Hoy la escuela está evidenciando una omisión muy marcada: no está
contemplando los aspectos emocionales en la educación. Y esto no pasa
sólo por una ley, pasa por implementar estrategias pedagógicas a partir,
por ejemplo, de crear un programa nacional de convivencia en la
escuela, que se ocupe y tramite el tema con toda la complejidad que eso
implica. Pero no sigamos sólo, describiéndolo", expresó
a Infobae Alejandro Castro Santander, psicopedagogo y uno de los
más destacados catedráticos argentinos en convivencia familiar y
escolar.

Santander aclara que va mucho más allá del bullying. "Nos llenamos la
boca hablando de 'revolución educativa', otra vez reflexionamos sobre
estos temas a partir de la tragedia de una adolescente y enseguida nos
tentamos de hablar de bullying en la escuela, porque así todo suela más
espectacular".

La violencia y el acoso escolar deben ser abordados a través de


nuevas estrategias pedagógicas (iStock)
Para referirnos al tema violencia escolar vale la pena traer a la mesa del
debate el concepto del doctor Howard Gardner, de la Universidad de
Harvard, cuando se refirió a las Inteligencias Múltiples, que básicamente
tratan de reconocer todas las diversidades y los talentos que los niños y
los jóvenes tienen para ofrecer. "La escuela hoy está vieja y no lo está
haciendo y esto tiene un fuerte impacto luego en el comportamiento de
los adolescentes".

Gardner plantea en su icónica obra "Frames of Mind", en 1983, que las


personas tenemos 7 tipos de inteligencias que nos relacionan con el
mundo: lingüística, lógica, musical, visual, kinestésica interpersonal e
intrapersonal. Puntualizó Castro Santander: "La empatía, el alfabetismo,
la asertividad, la comunicación y el desarrollo moral, basados en la
impronta del concepto de Inteligencias Múltiples de Gardner son las
bases para que los niños y jóvenes en la escuela reconozcan sus
capacidades, se fortalezcan y no se destruyan".
Es importante que la escuela y la familia apuesten por los
aspectos emocionales de los jóvenes. Son mochilas que
fortalecen los vínculos con uno mismo y con los otros. (iStock)
Son mochilas sustanciales que hay que cargarlas en la escuela pero con
círculo virtuoso que acompañe: jóvenes interesados y conectados con
ellos mismos y con los otros, docentes motivados, planes de estudios y
un contexto escolar sano, pro activo y atento. Los cientistas sociales
ahora hablan de las neurociencias, muy importantes, pero no estamos
advirtiendo que en la escuela están faltando las bases emocionales, y si
no atendemos estos déficits seguiremos describiendo problemas en vez
de resolverlos.

En el país existe el Centro de Asistencia al Suicida Buenos Aires.


Cualquier persona en crisis puede llamar confidencialmente marcando
135 (línea gratuita) o al (011) 5275-1135 las 24 horas del día. Está
también el Centro de Atención al Familiar del suicida (CAFS): Tel. (011)
4758-2554 (cafs_ar@yahoo.com.ar – www.familiardesuicida.com.ar).

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