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MEMORIAS
del
2
3
Contenido
Palabras
de
apertura
...................................................................................................................
6
Ponencias
..................................................................................................................................
10
Una
perspectiva
y
ocho
invitaciones
al
diálogo
.......................................................................
11
Ponencias
-‐
Educación
Superior
.................................................................................................
25
Formación
de
músicos
profesionales:
caracterización
y
aproximación
a
estándares
de
calidad
relacionados
con
la
historia
de
la
música.
...............................................................................
26
Analizando
la
génesis
de
la
creación
musical:
un
estudio
introspectivo
..................................
38
Teoría
para
la
práctica:
desarrollo
de
las
representaciones
auditivas
musicales
en
el
marco
de
las
asignaturas
teóricas
............................................................................................................
47
Fortalecimiento
de
la
autenticidad
del
clarinetista
colombiano
en
sus
procesos
de
interpretación-‐creación
y
la
pertinencia
en
su
país
.................................................................
59
Educación
musical
y
música
contemporánea:
¿una
fusión
posible
en
las
aulas
de
clase
de
latinoamericanas?
....................................................................................................................
65
La
guitarra
clásica
en
la
era
moderna:
cuestiones
estéticas
y
artísticas
contemporáneas
y
su
inter-‐vinculación
en
la
concreción
del
hecho
artístico
en
la
interpretación
musical
...............
73
Ponencias
-‐
Investigación
y
Educación
Musical
...........................................................................
83
Creatividad
y
cognición
musical:
bases
para
una
transformación
de
prácticas
pedagógicas
en
el
aprendizaje
de
la
composición
.............................................................................................
84
Panorama
investigativo
en
la
formación
de
jóvenes
estudiantes
de
programas
profesionales
de
música:
el
rol
del
docente
y
la
regulación
nacional.
...........................................................
92
Comentario
sobre
el
panorama
investigativo
en
la
formación
de
jóvenes
estudiantes
de
programas
profesionales
de
música:
el
rol
del
docente
y
la
regulación
nacional.
.................
101
Panorama
de
la
investigación
sobre
el
conocimiento
del
profesor
.......................................
105
iPad
Music:
el
iPad
como
herramienta
de
enseñanza
musical
.............................................
115
Conciencia
corporal
en
la
pedagogía
instrumental
................................................................
124
Ponencias
-‐
Prácticas
docentes
e
iniciación
musical
.................................................................
133
Socialización
de
resultados
del
estudio
“Proyecto
para
diseñar
y
aplicar
los
mecanismos
de
seguimiento
y
evaluación
de
la
primera
fase
del
modelo
sectorial
de
formación
musical
en
el
marco
del
proyecto
Jornada
Escolar
40
Horas
en
Bogotá,
Colombia”
...................................
134
La
investigación-‐acción
en
las
practicas
las
docentes
de
la
licenciatura
en
música
UIS
........
147
4
Estrategias
pedagógicas
musicales
de
apoyo
a
la
inclusión
de
niños
invidentes
al
aula
regular
en
Colombia
...........................................................................................................................
159
Intervenciones
en
instituciones
de
salud
mental
desde
la
pedagogía
musical
......................
167
El
legado
de
Edgar
Willems
a
la
educación
musical
de
hoy
...................................................
173
Formación
superior
de
educadores
musicales:
¿de
frente
o
de
espaldas
a
la
realidad
escolar?
A
propósito
de
los
20
años
de
la
ley
115
de
1994
..................................................................
182
Fundamentaciones
de
Talleres
.................................................................................................
194
Acercamiento
a
la
música
por
medio
de
un
instrumento
de
origen
indígena:
la
ocarina
.....
195
La
música
contemporánea
en
la
formación
del
profesor
de
educación
musical
...................
196
Secuencias
rítmicas
corporales
–
SRC:
herramienta
pedagógica
musical
para
facilitar
la
independencia
rítmica
corporal
y
la
práctica
de
conjunto
....................................................
200
Apreciaciones
acerca
del
taller
..............................................................................................
210
Fundamentaciones
de
Muestras
de
Musicalización
..................................................................
214
Guitarra
colombiana:
explorando
la
música
colombiana
a
través
de
la
guitarra
..................
215
Orquestando
paz
para
mi
pueblo:
la
escuela
de
música
como
elemento
prosocial,
resiliente
y
generador
de
paz
dentro
del
resguardo
indígena
de
Tacueyó.
.............................................
216
Propuesta
para
la
presentación
y
venta
del
método
básico
de
iniciación
al
piano:
Piano
Adventures,
versión
en
español
.............................................................................................
220
Prácticas
didácticas
para
la
enseñanza
de
la
guitarra
en
etapas
de
iniciación
a
partir
de
recursos
literarios
..................................................................................................................
224
5
Palabras
de
apertura
6
Bucaramanga,
agosto
20
de
2014
Apreciados
colegas,
Reciban
primero
que
todo
un
saludo
fraterno
y
cálido
de
bienvenida
al
VIII
Encuentro
FLADEM
(Foro
Latinoamericano
de
Educación
Musical)
–
COLOMBIA,
que
en
esta
ocasión
tiene
como
sede
la
Universidad
Industrial
de
Santander.
Sin
duda
serán
tres
días
de
arduo
trabajo,
pero
también
de
gran
provecho
para
todos
los
que
encontramos
en
la
pedagogía
musical
un
espacio
de
realización
vital.
Este
evento
tiene
lugar
un
mes
antes
del
XX
Encuentro
Internacional
del
FLADEM
en
Costa
Rica,
en
donde
se
conmemorarán
los
primeros
20
años
de
vida
del
FLADEM.
Un
movimiento
regional
que
se
ha
desplegado
de
manera
viral
(en
el
mejor
de
los
sentidos)
por
toda
América
Latina
desde
el
momento
en
que
fue
fundado
por
las
maestras
Gloria
Valencia
Mendoza
(Presidente
del
Capítulo
Colombia
hasta
2013),
Violeta
Hemsy
de
Gainza
(Argentina),
Carmen
Méndez
(Costa
Rica)
y
Margarita
Fernández
(Chile).
Desde
sus
inicios,
FLADEM
ha
sido
un
espacio
cuyo
propósito
central
ha
sido
vigorizar
el
campo
de
la
educación
musical
en
América
Latina,
con
una
perspectiva
de
región
pero
en
diálogo
con
las
tendencias
globales
de
la
educación
y
de
la
cultura.
FLADEM
ha
emprendido
esta
misión
en
un
mundo
contemporáneo
globalizado
que
es
complejo,
lleno
de
desafíos
para
quienes
buscamos
formar
ciudadanos
en
contextos
cada
vez
más
amenazados
por
la
homogenización
cultural,
en
donde
el
valor
de
lo
material
y
las
lógicas
de
la
utilidad
tienden
a
imponerse
como
paradigmas
dominantes.
En
ese
contexto,
FLADEM
entiende
la
educación
musical
como
un
derecho
humano
que
preserva
el
derecho
de
los
individuos
a
desarrollar
su
sensibilidad,
su
expresión
y
su
creatividad
de
maneras
constructivas,
críticas,
diversas
y
ante
todo,
gozosas.
El
foro
promueve
un
trabajo
en
torno
a
los
siguientes
ejes:
circulación
de
saberes
pedagógicos,
reflexión
crítica,
formación
de
formadores,
investigación
y
gestión
en
políticas
públicas.
A
partir
de
ellos
FLADEM
busca
dinamizar
las
prácticas
de
los
docentes
a
lo
largo
y
ancho
del
Continente,
ponerlas
en
discusión,
problematizarlas,
indagar
sobre
formas
emergentes,
alternativas
e
incluyentes
de
enseñar,
siempre
teniendo
como
“música
de
fondo”
una
realidad
latinoamericana
que
es
plural,
rica
en
diversidad
de
saberes,
sonidos
y
formas
de
ver
el
mundo.
Esta
realidad,
a
la
cual
se
refiere
el
escritor
William
Ospina
como
un
caleidoscopio
de
la
cultura,
plantea
preguntas
vitales
a
nuestras
pedagogías,
a
la
vez
que
ofrece
una
fuente
rica
de
estéticas
y
formas
de
transmisión.
7
Los
encuentros
FLADEM
permiten
la
convergencia
de
estos
ejes
en
ponencias
que
conceptualizan
sobre
las
prácticas
docentes,
talleres
que
dan
cuenta
de
los
saberes
pedagógicos,
muestras
de
musicalización
que
evidencian
los
resultados
de
estas
prácticas,
exposiciones
de
materiales
que
soportan
las
apuestas
pedagógicas,
y
conciertos.
“Recorriendo
el
camino
del
conocimiento
musical:
de
lo
sensorial
a
lo
cognitivo”
es
el
tema
central
del
VIII
Encuentro
FLADEM,
el
cual
recoge
una
pregunta
siempre
abierta
por
el
delicado
equilibrio
que
debe
haber
entre
la
experiencia
vital
y
la
teoría,
entre
la
acción
y
las
ideas.
Los
temas
centrales
del
evento
son:
• Las
prácticas
docentes
en
la
educación
musical
en
Colombia.
• Educando
en
la
multiculturalidad:
creatividad
y
pedagogías
emergentes
en
Colombia.
• Educación
musical,
investigación
y
reflexión.
• Formando
al
músico
a
nivel
superior:
metodologías
y
didácticas.
• Una
mirada
al
perfil
del
egresado
en
música
en
el
contexto
colombiano:
entre
la
versatilidad
y
la
especialidad.
Todos
estos
temas
son
pertinentes,
por
no
decir
urgentes,
para
que
el
campo
de
la
educación
musical
pueda
seguir
creciendo
en
nuestro
país.
Espero
que
el
VIII
ENCUENTRO
FLADEM
COLOMBIA
sea
un
lugar
lleno
de
encuentros
fértiles
que
nos
permita
hallar
nuevas
preguntas
y
referentes
en
torno
a
estos
asuntos,
que
nos
ayuden
a
seguir
creciendo
como
pedagogos,
músicos
y
personas.
Expreso
a
nombre
de
FLADEM
un
agradecimiento
a
la
UIS,
en
especial
a
la
maestra
Patricia
Casas
y
a
su
equipo
de
trabajo,
anfitriones
del
evento.
A
la
maestra
Gloria
Valencia,
quien
ha
hecho
posible
que
FLADEM
Latinoamérica
exista
y
que
FLADEM
–
COLOMBIA
sea
lo
que
es
en
este
momento.
Un
agradecimiento
a
todos
los
miembros
de
la
Junta
Directiva
y
del
Comité
Académico
por
su
apoyo
en
la
discusión
sobre
los
temas
centrales
del
evento
y
la
escogencia
de
ponencias.
Finalmente,
a
todos
los
ponentes,
talleristas
y
concertistas
que
hacen
posible
un
ENCUENTRO
FLADEM
diverso
y
de
un
alto
nivel
académico.
Una
cordial
bienvenida
para
todos,
Andrés
Samper
Arbeláez
Presidente
FLADEM
-‐
COLOMBIA
8
9
Ponencias
10
Una
perspectiva
y
ocho
invitaciones
al
diálogo
11
nacionalismos,
los
racismos
o
la
más
discriminatoria
de
todas,
la
división
entre
ricos
y
pobres—
causa
estupor
entre
otras
por
las
consecuencias
prácticas
que
trae
consigo:
quiere
decir
que
contamos
con
un
mayor
acervo
de
conocimiento
especializado,
pero
cada
vez
tenemos
menos
sabiduría
para
comprender
la
complejidad
inherente
a
la
vida
humana.
Este
será
el
tema
de
mi
charla.
Se
trata
de
algo
que
flotaba
en
el
ambiente
en
las
preocupaciones
expresadas,
entre
otros,
por
Doña
Violeta
Hemsy
de
Gainza
en
estos
mismos
foros
FLADEM1.
Quisiera
señalar
que
la
educación
musical
no
es
ajena
a
este
problema.
Nuestra
paradoja
es
que
a
la
par
con
el
innegable
aumento
del
conocimiento,
incluso
la
paulatina
mejora
del
nivel
técnico
de
nuestros
músicos
y
el
acceso
más
expedito
al
conocimiento
de
las
corrientes
educativas
de
la
pedagogía
musical
del
siglo
XX,
tenemos,
en
contraste,
tremendas
dificultades
para
democratizar
ese
saber,
establecer
nexos
verdaderamente
vinculantes
con
las
prácticas
sociales
y
culturales
de
nuestros
contextos
y
un
estancamiento
–cuando
no
un
franco
retroceso-‐
en
los
niveles
de
la
cultura
musical
de
nuestro
pueblo.
Dicho
de
otra
manera,
quiero
llamar
su
atención
sobre
el
hecho
de
que
a
la
vez
que
parece
haber
mejores
niveles
de
desempeño
técnico,
la
cultura
musical
del
grueso
de
la
población
no
se
está
beneficiando
de
esos
desarrollos
ni
los
músicos/educadores
musicales
logramos
mejorar
los
niveles
de
incidencia
social
de
nuestra
práctica.
Para
decirlo
con
palabras
de
Boaventura
de
Souza:
vivimos
un
notable
desperdicio
de
experiencia2
en
el
ejercicio
musical,
en
el
ámbito
artístico,
cultural
y
pedagógico.
Señalado
el
propósito
de
mi
intervención,
volvamos
a
las
tortas.
Sea
cual
fuere
la
forma
de
hacer
las
divisiones
de
marras
—que
naturalmente
ofrecen
ventajas
innegables
para
algunos
efectos
prácticos
concretos
y
situados,
como
lo
demuestra
el
avance
de
Occidente
en
ciertas
formas
de
conocimiento
y
el
progreso
tecnológico,
etc.—
perder
la
idea
de
totalidad
puede
resultar
fatal.
De
hecho,
está
siendo
fatal,
como
ya
lo
denuncian
los
ecologistas
y
como
podemos
corroborarlo
todos
cuando
somos
testigos
de
las
crisis
sociales
derivadas
de
las
catástrofes
naturales.
No
obstante,
esta
tremenda
crisis
está
siendo
negada.
Un
ejemplo
dramático
y
extremo
de
ello
puede
apreciarse
en
la
postura
de
un
importante
sector
del
partido
republicano
en
los
EEUU,
que
declaran
que
no
existe
el
cambio
1
Gainza,
Violeta
Hemsy
(2013).
El
rescate
de
la
pedagogía
musical.
Conferencias,
escritos,
entrevistas
(2000-‐2012).
Editorial
Lumen.
Buenos
Aires,
Argentina.
2
De
Souza,
Boaventura
(2009).
Una
Epistemología
del
Sur.
La
reinvención
del
conocimiento
y
la
emancipación
social.
Buenos
aires:
Siglo
XXI
editores,
CLaCSo.
12
climático
y
que
quienes
se
empeñan
en
reducir
el
impacto
del
efecto
invernadero
causado
por
la
emisión
de
gases
de
la
industria
y
la
guerra
son
enemigos
de
la
nación,
envidiosos
de
su
desarrollo.
No
obstante,
como
dice
Michel
Serres,
el
mundo
nos
está
hablando
a
gritos,
reclamándonos
airadamente
en
forma
de
deshielo,
cataclismo,
maremoto,
veranos
infernales,
tsunamis
y
crisis
alimentarias3.
El
mundo,
o
para
decirlo
más
claramente,
la
vida,
está
siendo
desatendida.
Los
especialistas
no
pueden
ocuparse
de
ello
porque
están
ocupados
en
su
trocito
de
mundo,
su
campo
de
estudio
no
les
permite
volver
los
ojos
hacia
aquello
que
es
de
nadie:
el
todo.
El
todo
que
es
de
todos
y
del
que
no
se
quiere
ocupar
nadie.
Los
estudiosos
del
pensamiento
complejo
vienen
llamando
la
atención
sobre
esto
desde
hace
algún
tiempo:
la
totalidad
es
algo
más
que
la
suma
de
las
partes.
De
la
totalidad
emergen
cualidades
de
las
que
carecen
las
partes.
El
mundo
es
un
sistema
complejo
de
relaciones
que
debe
ser
tratado
con
perspectivas
complejas4.
Igual
acontece
con
la
música.
Tengo
claro
que
quienes
estamos
aquí
vivimos
empeñados
desde
nuestros
lugares
de
trabajo
en
reaccionar:
hacemos
música
y
la
enseñamos
como
una
manera
de
resistir.
Sin
aspavientos
ni
posturas
apocalípticas
hemos
reconocido,
implícita
o
explícitamente,
que
el
mundo
está
necesitando
cuidado,
que
la
vida
necesita
nuestro
cuidado.
Sobre
todo
los
sujetos,
nosotros,
estamos
necesitando
cuidado.
Todos
los
sujetos,
que
son
mundos
en
sí
mismos,
que
son
la
vida
encarnada,
que
son
ellos
mismos
el
problema
del
mundo,
necesitan
ser
cuidados,
ya
que
en
su
inmensa
fragilidad
está
su
riqueza.
Y
al
reconocer
que
somos
una
y
misma
cosa
con
el
mundo,
como
le
gustaba
decir
a
Krishnamurti,
entonces
la
perspectiva
cambia.
Los
músicos,
en
consecuencia,
somos
personas
necesitadas
de
cuidado,
cuidados
que
quizás
una
formación
a
cargo
de
especialistas,
por
eminentes
que
sean,
no
logra
brindar.
Quizás
no
estemos
recibiendo
los
cuidados
que
nos
preparen,
más
tarde,
para
poder
cuidar
de
otros.
¿No
es
la
educación,
en
el
fondo,
la
expresión
máxima
del
cuidado?
¿No
hay
una
estética
y
una
política
del
cuidado
cuando
ofrecemos
a
las
nuevas
generaciones
el
mundo
que
nos
ha
sido
prestado
por
unos
3
Serres,
Michel
(1994)
Atlas.
Editorial
Cátedra,
Teorema.
Madrid,
España.
4
La
noción
de
pensamiento
complejo
fue
acuñada
por
el
filósofo
francés
Edgar
Morin
y
se
refiere
a
la
capacidad
de
interconectar
distintas
dimensiones
de
lo
real.
Ante
la
emergencia
de
hechos
u
objetos
multidimensionales,
interactivos
y
con
componentes
aleatorios
o
azarosos,
el
sujeto
se
ve
obligado
a
desarrollar
una
estrategia
de
pensamiento
que
no
sea
reductiva
ni
totalizante,
sino
reflexiva.
Morin
denominó
a
dicha
capacidad
como
pensamiento
complejo.
Quien
desee
conocer
la
obra
de
este
autor
puede
ir
al
siguiente
sitio:
http://www.edgarmorin.org/descarga-‐inteligencia-‐de-‐la-‐complejidad.html
13
cuantos
años,
cuando
les
compartimos
nuestros
legados
más
queridos
y
nuestros
secretos
más
preciados
para
que
avancen
en
busca
de
sus
propios
destinos?
Tengo
para
mí
que
poco
a
poco,
como
sociedad,
nos
hemos
venido
volviendo
como
aquel
observador
que
ve
los
detalles
de
las
hojas
y
no
logra
ver
el
árbol.
Nos
estamos
encegueciendo
cada
vez
más
en
el
esfuerzo
de
ver
más
profundamente.
¡Qué
gran
paradoja!
La
sociedad
del
conocimiento
nos
vende
más
cursos,
más
talleres,
más
capacitación…
pero
no
nos
ofrece
miradas
integradoras.
Nos
ocurre
lo
que
en
otro
contexto
y
para
otros
fines
comentaba
Gilbert
Ryle
y
que
les
quiero
compartir
en
una
versión
bastante
libre:
“Le
dije
a
un
amigo
–que
es
un
observador
perspicaz-‐
que
nos
viéramos
en
la
universidad.
Nos
citamos
a
cierta
hora,
pero
nunca
llegó.
Al
otro
día
me
dijo:
yo
acudí
a
la
cita,
pero
no
encontré
la
universidad:
vi
unos
edificios
entre
cuyos
espacios
circulaba
mucha
gente,
la
mayoría
joven,
que
entraban
y
salían
de
salones
de
clase,
jugaban
en
canchas
deportivas,
acudían
a
oficinas
administrativas
o
iban
por
laboratorios
y
cafeterías.
¡Yo
estuve
allí,
vi
esas
cosas,
pero
no
pude
encontrar
su
bendita
universidad!”
Vemos
las
partes
pero,
al
parecer,
estamos
ciegos
para
ver
el
todo.
La
espacialización/especialización
del
conocimiento
a
la
que
Gadamer
se
refirió
cuando
cumplió
cien
años
como
un
problema
mayúsculo
de
nuestra
cultura
académica,
nos
está
volviendo
analfabetas,
hiper-‐expertos
en
una
porción
de
algo,
al
precio
de
ser
ignorantes
de
casi
todo.
Deseo
llamar
su
atención
sobre
las
consecuencias
de
esto
porque
si
carecemos
de
una
visión
global
del
mundo
y
de
la
vida
en
su
totalidad,
no
sabremos
orientarnos
en
su
maravillosa
complejidad
holística.
El
declive
de
la
formación
humanística
en
nuestros
centros
educativos
en
todos
los
niveles
no
es
sino
otro
síntoma
de
este
mal
mayor.
He
querido
comenzar
de
esta
manera
mi
charla
en
ese
congreso
de
FLADEM
Colombia
porque
sirve
de
introducción
a
los
asuntos
que
deseo
compartir
y
conversar
con
ustedes.
Por
cuestiones
de
tiempo
y
de
espacio,
voy
a
señalar
los
corolarios
de
lo
expuesto
anteriormente
en
el
campo
de
la
música
y
la
pedagogía
musical,
y
quizás
por
ello
mismo
pueden
sonar
demasiado
enfáticos,
ya
cada
uno
de
ellos
pudiera
tener
sus
desarrollos
y
naturalmente
sus
matices.
De
todos
modos,
deseo
asumir
el
riesgo
de
plantearles
algunos
tópicos
que
me
parecen
cruciales
en
los
tiempos
que
corren.
14
UNO
En
la
búsqueda
de
los
avances
técnicos
y
el
desarrollo
de
las
capacidades
motrices
y
mentales
que
requiere
la
música,
hemos
olvidado
la
formación
que
les
permita
situarse
como
intelectuales
y
artistas
conocedores
conscientes
del
rol
que
tienen
en
la
historia.
O
lo
que
es
lo
mismo:
nuestros
estudiantes
no
están
accediendo
a
una
cultura
amplia
y
apropiada.
¿Qué
es
una
cultura
amplia
y
apropiada?
Una
educación
que
no
sólo
los
adiestre
para
poder
desplegar
y
exhibir
ciertas
destrezas
—afinar,
leer
una
partitura,
tener
una
competencia
rítmica
fluida,
ejecutar
cierto
repertorio,
etc.
—
sino
los
ayude
a
reconocerse
en
su
individualidad,
los
estimule
a
ser
sujetos
con
criterio,
les
permita
sentir
el
carácter
colectivo
de
su
naturaleza
personal,
los
prepare
para
ser
alguien
que
se
mueve
cómodamente
en
el
mundo
del
lenguaje,
las
razones
y
las
emociones.
En
síntesis,
una
formación
que
los
faculte
para
actuar
como
intelectuales
que,
desde
el
arte
musical,
tejen
relaciones
de
sentido
con
las
otras
artes,
la
historia,
la
política
y
la
ciencia.
Goethe
dijo:
“Dadme
una
distinción
y
moveré
el
mundo”.
Establecer
distinciones,
comprender
el
sentido
de
sutiles
diferencias,
cultivar
un
pensamiento
relacional,
familiarizarse
con
la
necesidad
de
inventar
y/o
descubrir
conexiones
entre
acontecimientos
inconexos
es
crear
condiciones
para
el
florecimiento
de
una
inteligencia
sentiente,
una
cognición
sensible,
o
si
se
quiere,
ayudar
a
forjar
una
sensibilidad
razonable.
En
momentos
o
situaciones
donde
todos
los
gatos
parecen
pardos
esta
no
es
una
capacidad
menor.
Estamos
hablando
de
un
laboratorio
en
donde
haciendo
música,
en
diálogo
permanente,
llegando
a
acuerdos,
se
va
construyendo
un
ciudadano
responsable,
consciente,
capaz
de
tener
un
punto
de
vista
acerca
del
mundo,
una
experiencia
de
él
y
unas
valoraciones
que
reconoce
no
son
universales
y
por
ello,
requieren
ser
puestas
en
el
juego
de
la
deliberación,
asumiendo
el
riesgo
de
ser
cuestionadas
en
sus
consecuencias
y
permitiéndole
que,
en
libertad,
cuando
mejores
razones
así
lo
sugieran,
pueda
cambiar
de
opinión.
Y
en
ello
la
lectura,
la
discusión,
la
permanente
búsqueda
del
sentido,
el
argumento,
el
vínculo
con
otros
lenguajes
artísticos
o
científicos
hacen
la
diferencia.
Opino
que
si
seguimos
meramente
enfatizando
en
repertorios
o
técnicas
sin
ocuparnos
del
pensamiento
corporizado
de
nuestro
estudiante,
es
decir,
sin
contar
con
la
experiencia
reflexiva
de
lo
que
le
acontece
en
su
proceso
de
formación
y
el
conocimiento
de
otros
referentes,
como
los
arriba
mencionados,
la
educación
musical
seguirá
arrastrando
el
lastre
de
ser
mero
entretenimiento,
mera
habilidad
vacía
y
mero
espectáculo
para
pasar
el
rato.
Volver
una
y
otra
vez
sobre
la
experiencia
corporizada
15
del
estudiante
permite
que
la
música,
siendo
la
más
etérea
de
las
artes,
sea
también
la
más
material
de
todas,
cuando
construye
fundamentalmente
al
propio
sujeto.
La
música
recupera
en
ese
sentido
su
dimensión
como
una
forma
privilegiada
de
conocimiento
y
creación
de
sí.
Debemos
aspirar
a
lograr
que
la
educación
musical
sea
un
lugar
para
que
el
estudiante
pueda
expresarse
sobre
sus
emociones,
al
tiempo
que
se
le
anima
para
reconocer
el
mundo
de
las
emociones,
gustos
y
criterios
valorativos
de
otros,
capaz
de
conseguir
consensos
parciales
y
puntuales
dadas
determinadas
circunstancias
u
objetivos.
No
debemos
claudicar
en
nuestro
empeño
de
que
la
educación
musical,
más
allá
del
mero
adiestramiento,
sea
un
taller
de
formación
de
un
nuevo
tipo
de
sujeto.
Para
ello,
como
lo
reconocieron
en
su
momento
los
participantes
de
los
Cursos
Latinoamericanos
de
Música
Contemporánea,
debemos
afrontar
con
responsabilidad
y
sin
vergüenza
el
carácter
político
de
nuestro
oficio.
Aprender
a
reconocer,
como
enseñó
Foucault,
que
hay
formaciones
discursivas
que
desde
el
poder
postulan
entre
líneas
que
la
educación
musical
debe
orientarse
a
la
construcción
de
sujetos
obedientes,
dóciles
y
eficaces,
meros
entretenedores
que
saben
hacer
bien
lo
que
el
poder
quiere
que
hagan
al
precio
de
mostrarse
incapaces
de
encontrarse
con
su
propio
deseo.
Si
buscamos
una
transformación
humana,
como
tantas
veces
cacareamos
cuando
queremos
que
nos
den
recursos
públicos
para
nuestros
proyectos,
debemos
enfatizar
las
implicaciones
de
una
forma
de
trabajo
realmente
centrada
sobre
el
sujeto
en
su
doble
dimensión:
individual
y
colectiva.
Con
un
planteamiento
de
esta
naturaleza
la
formación
musical
permite
la
emergencia
de
líneas
de
fuga
y
nos
abre
a
nuevas
perspectivas.
La
clase
de
música
se
convierte
en
un
lugar
donde
se
problematiza
la
escucha,
donde
se
escucha
la
diversidad
de
las
formas
de
la
escucha.
Un
lugar
donde
el
trabajo
corporal
ayude
a
dislocar
el
sujeto
domeñado
y
lo
vaya
ayudando
a
convertirse
en
un
sujeto
para
sí
mismo,
creador,
pensante,
sintiente
y
en
consecuencia,
políticamente
activo.
DOS
Vivimos
tiempos
donde
es
políticamente
correcto
hablar
de
pluralidad,
pero
en
la
práctica
nos
juntamos
fundamentalmente
con
los
idénticos
a
nosotros
mismos.
Las
diversas
tendencias
—cada
porción
de
la
torta
de
la
que
hablábamos
al
principio,
llámese,
metodología
o
género
musical—
aunque
digan
reconocer
la
pluralidad,
se
organizan
en
su
interior
como
capillas,
cenáculos
y
facciones
separadas,
dogmáticas
y
16
auto-‐referenciales,
con
los
consecuentes
perjuicios
para
los
estudiantes,
que
no
pueden
optar
sino
creer,
no
pueden
preguntar
sino
responder,
que
no
pueden
dudar
sino
asentir.
En
un
mundo
tan
heterogéneo
como
el
que
nos
ha
tocado
en
suerte,
con
estéticas
tan
diversas,
con
escenarios
laborales
tan
móviles,
con
una
flagrante
precariedad
contractual,
estas
posturas
que
podríamos
llamar
“del
pensamiento
único”
quitan
plasticidad
cognitiva,
minan
la
flexibilidad
que
requieren
los
cambiantes
y
heterogéneos
desempeños
laborales
de
estos
tiempos,
causan
sufrimiento
psíquico
y
vulneran
la
necesaria
mentalidad
holista
y
relacional
que
requiere
el
artista
y
el
maestro
de
hoy.
Alcanzar
otro
nivel
requiere
otras
perspectivas
vitales
y
otras
formas
de
comprensión
del
mundo.
Requiere
romper
los
órdenes
lineales
para
encontrarnos
con
la
vitalidad
de
la
vida
que
no
nos
acumula
la
experiencia
según
patrones
prefijados,
organizados
jerárquica
y
secuencialmente,
sino
nos
exige
crear
nuestros
propios
criterios
de
clasificación
según
la
avalancha
contingente
de
ocasiones
para
la
experiencia.
Requiere
dejar
de
pensar
en
términos
competitivos,
en
términos
de
mejores
o
peores,
para
posicionar
la
música
como
dimensión
vital
estructurante
de
la
experiencia
humana.
Quizás
no
tengamos
muy
claro
cómo
hacerlo,
pero
muchos
sabemos
por
experiencia
propia
o
por
la
de
otros
lo
que
no
debiéramos
volver
a
hacer.
Hay
que
abrir
paso
a
la
experiencia
y
al
riesgo.
La
pedagogía
musical
del
mañana
—de
ahora
mismo,
de
hecho—
entiende
con
Serres,
que
“lo
disparatado
tiene
virtudes
que
la
razón
no
conoce.
Práctico
y
rápido,
el
orden
puede,
sin
embargo,
aprisionar;
favorece
el
movimiento
pero,
al
cabo,
lo
congela.
Indispensable
para
la
acción,
la
“checklist”
puede
esterilizar
el
descubrimiento.
Por
el
contrario,
en
el
desorden
entra
el
aire…”5
TRES
Sigue
siendo
problemática
—pese
a
los
esfuerzos
que
se
hacen
desde
diferentes
instancias—
la
separación
entre
lo
que
ocurre
en
las
academias,
los
salones
de
clase
y
los
escenarios
de
aprendizaje
formal
en
todos
los
niveles
y
lo
que
acontece
en
la
vida
del
estudiante
y
la
de
los
demás
ciudadanos.
La
perspectiva
estetizante
de
la
formación
—casi
siempre
desde
un
paradigma
único
y
hegemónico—
requiere
dar
el
paso
a
una
perspectiva
más
antropológica,
que
reconozca
la
pluralidad
como
cualidad
y
riqueza,
y
dejar
de
tratarla
como
un
lastre
que
hay
que
vencer
en
la
tarea
de
volver
la
gente
“culta”
o
sofisticada,
según
la
imagen
predeterminada
como
verdad
estética
suprema.
5
Serres,
Michel
(2013).
Pulgarcita.
Fondo
de
Cultura
Económica,
México,
D.F.
p.
56.
17
En
contextos
como
los
nuestros,
como
ha
insistido
Coriún
Aharonian,
cambiar
este
estado
de
cosas
supone
hacer
otras
distinciones,
manejar
otros
criterios,
ligados
a
la
comprensión
compleja
y
profunda
de
la
manera
en
que
se
constituye
en
la
vida
real
de
los
seres
humanos
del
fenómeno
musical
y
no
desde
los
distantes
alegatos
teóricos
de
filósofos
y
estetas.
Dejar
de
ver
la
música
como
un
fenómeno
cerrado
y
a-‐histórico,
sino
como
un
acontecimiento
sujeto
a
interpretaciones,
siempre
nuevo,
siempre
por
descubrir,
donde
las
músicas
en
su
fascinante
heterogeneidad
(eruditas,
populares,
electrónicas
o
indígenas)
estén
juntas
no
por
un
prurito
falsamente
pluralista,
sino
desde
una
conciencia
plena
de
que
hacen
parte
de
los
desarrollos
estéticos
producidos
por
seres
humanos
para
seres
humanos
en
circunstancias
concretas,
con
una
materialidad
contingente
que
puede
ser
analizada
y
disfrutada
como
un
patrimonio
humano
de
todos
y
de
cualquiera.
Ejemplos
maravillosos
de
la
variedad
y
riqueza
de
los
mundos
humanos.
Pienso
que
cuando
pasemos
de
una
enseñanza
musical
—en
todos
los
niveles—
des-‐generada
—sin
casarse
con
ningún
género
y
haciendo
uso
de
todos
los
que
convenga
en
cada
caso—
y
des-‐escolarizada
—es
decir,
sin
situarse
en
la
escuela
equis
o
en
la
metodología
ye—
entraremos
con
una
perspectiva
abierta
y
provisional
a
otra
dimensión,
a
otra
categoría
de
la
enseñanza:
una
cultura
musical
de
los
vasos
comunicantes,
de
las
lógicas
entre,
de
las
conexiones
con,
de
las
preguntas
y
los
intentos
y
no
de
las
soluciones
preestablecidas
y
seguras,
los
trucos
prefigurados
y
las
salidas
rápidas.
De
esa
manera,
la
enseñanza
musical
como
arte
y
producto
cultural
será
una
herramienta
del
pensamiento,
no
un
dispositivo
de
control.
Será
una
pedagogía
asentada
en
el
presente,
para
el
futuro,
no
anclada
en
un
pasado
erigido
como
un
paraíso
perdido
que
debemos
reificar,
repetir
y
venerar
a
cualquier
precio.
CUATRO
La
pedagogía
petrificadora
y
de
los
petrificados
comienza
a
dar
síntomas
de
cansancio
en
todos
los
ámbitos
del
saber.
Escuchen
de
nuevo
a
Serres:
“Con
los
bolsillos
vacíos,
obedecíamos,
no
sólo
sometidos
a
los
maestros,
sino
sobre
todo
al
saber,
al
que
los
maestros
mismos,
con
humildad,
se
sometían.
Ellos
y
nosotros
lo
considerábamos
como
soberano
y
magistral
(…)
Algunos
hasta
vivían
amedrentados
por
él,
impedidos
por
eso
mismo
de
aprender.
No
eran
tontos,
pero
estaban
aterrados.
Hay
que
intentar
captar
esta
paradoja:
para
no
comprender
el
saber
y
18
rechazarlo,
aun
cuando
se
pretendía
haberlo
sabido
y
comprendido,
era
preciso
que
aterrorizara”.
“(Se)
hablaba
incluso
del
Saber
Absoluto,
con
mayúsculas.
Exigía
entonces
una
inclinación
sumisa
de
la
columna,
como
la
de
nuestros
ancestros,
encorvados
ante
el
poder
absoluto
de
los
reyes
por
derecho
divino.
(…)
No
era
que
algunos,
que
detentaban
el
saber,
detentaban
el
poder,
sino
que
el
saber
mismo
exigía
cuerpos
humillados,
incluso
los
de
aquellos
que
lo
detentaban.
El
más
desdibujado
de
los
cuerpos,
el
cuerpo
docente,
daba
clases
haciendo
señas
a
ese
absoluto
ausente,
por
completo
inaccesible”.6
La
explosión
en
el
siglo
XX
de
las
músicas
populares,
los
circuitos,
redes
e
intercambios
fruto
de
los
medios
de
comunicación,
la
globalización
económica
y
la
trashumancia
de
miles
de
personas
por
todo
el
mundo,
ha
dado
lugar
a
un
cisma
importante
en
la
educación
musical:
una
crisis
de
autoridad.
En
primer
lugar,
porque
mucho
de
lo
que
se
transmite,
que
no
es
más
que
mera
información,
circula
por
las
redes
globales
de
Internet.
Muchos
de
los
saberes
enseñados
como
verdades
canónicas,
se
ven
como
inútiles
ante
la
inocultable
variedad
de
músicas,
contextos,
ámbitos
y
escenas
donde
sencillamente
dichas
verdades,
técnicas
y
procedimientos,
enseñados
como
verdades
a
históricas,
no
aplican.
En
segundo
lugar,
esta
circunstancia
ha
significado
el
auge
y
difusión
de
unas
pedagogías
emergentes
que
hacen
uso
de
soportes
tecnológicos
de
alta
diversidad
y
que
han
vuelto
visibles
las
pedagogías
vernáculas,
negadas
en
otro
tiempo
por
su
presunta
falta
de
sistematicidad,
pero
miradas
hoy
con
curiosidad
y
respeto.
Hoy
la
propia
academia
hace
esfuerzos
—como
Lucy
Green,
con
sus
trabajos
sobre
cómo
aprenden
los
músicos
populares—
por
descifrar
esas
prácticas
sin
prejuicios
y
tratando,
si
es
el
caso
y
cuando
conviene,
de
incorporar
esos
saberes
como
parte
de
su
capital
pedagógico.
La
creciente
demanda
de
alternativas
educativas
más
ligadas
a
la
vida
vivida
del
estudiante,
a
su
experiencia
real
y
concreta,
y
los
nuevos
escenarios
laborales
emergentes
que
están
por
fuera
del
control
del
sistema
académico
formal
son
síntomas
de
la
entrada
en
otros
tiempos
y
otras
lógicas.
Debemos
estudiar
este
nuevo
estado
de
cosas
y
aprender
a
sacar
de
ello
consecuencias
que
nos
animen
a
actuar.
6
Serres,
Michel.
Op.
cit.
pp.
49-‐50.
19
En
semejante
escenario:
¿cómo
debiera
ser
la
educación
musical?
¿Cómo
educar
un
músico
para
transitar
entre
géneros?
Si
la
solidez
del
mundo
laboral
de
antaño
se
ha
perdido
y
los
mismos
géneros
musicales
tienden
a
acercarse
de
maneras
inéditas
y
sorprendentes,
¿cómo
formar
un
músico
competente
en
un
panorama
líquido
tan
interesante
y
retador?
¿Cómo
formarlo
para
la
música
del
porvenir?
Considero
muy
importante
ahondar
en
el
significado
y
las
implicaciones
de
este
cambio
de
contexto
y
estas
preguntas.
La
educación
musical
ofrecida
sin
considerar
la
demanda
ni
las
necesidades
contextuales
de
las
personas
va
a
tender
a
desaparecer;
en
cambio,
vienen
tiempos
donde
cada
vez
habrá
más
movilización
para
reconocer
otros
saberes,
otras
lógicas,
otras
maneras
de
legitimación
de
la
excelencia
artística.
Mientras
esto
se
logra,
hay
una
gran
presión
social
para
que
las
universidades,
si
quieren
mantenerse
viables
en
el
mercado,
incorporen
otras
lógicas,
otras
músicas
y
nuevas
formas
de
trabajo.
El
pensamiento
único
no
va
dar
su
brazo
a
torcer,
pero,
me
parece
que
se
trata
de
un
proceso
que
va
a
seguir
su
curso
y
se
va
agudizar
en
las
próximas
décadas.
CINCO
Sigue
habiendo
una
separación
tajante
entre
lo
que
ocurre
en
la
iniciación
musical
y
la
educación
formalizada,
especialmente
la
de
quien
aspira
a
convertirse
en
músico
profesional
en
los
niveles
universitarios.
Gracias
a
los
dinamismos
del
siglo
XX
estudiados
y
difundidos
profusamente
entre
otros
lugares
desde
el
FLADEM,
la
educación
musical
inicial
ha
procurado
que
la
formación
de
nuestros
niños
y
niñas
sea
un
espacio
para
brindar
ocasiones
de
experiencia
humana
y
artística
que
integre
la
unidad
cuerpo/mente,
razón/emoción,
culto/popular,
canto/instrumento,
tradición/vanguardia,
goce/saber,
etc.
Aunque
en
la
práctica
falta
mucho
por
hacer,
la
perspectiva
está
en
marcha
y
está
siendo
dinamizada
por
cientos
de
maestros.
La
experiencia
musical
formal,
aunque
se
inicie
en
etapas
tempranas,
permanece
sorda
en
una
buena
proporción
a
los
vínculos
de
la
educación
musical
con
los
hallazgos
de
campos
disciplinares
como
la
psicología,
la
psicoacústica,
la
etnomusicología,
la
semiótica
y
otras
tantas
disciplinas.
El
enfoque
conductista
sigue
siendo
mayoritariamente
influyente,
reiterando
profundas
grietas
entre
lo
teórico
y
lo
práctico,
con
escasa
reflexión
crítica,
con
poca
relación
con
las
otras
artes
y
con
muy
escaso
componente
investigativo.
Quienes
en
las
facultades
universitarias
buscan
enriquecer
con
otras
perspectivas
la
música
y
sus
sentidos,
son
tratados
como
una
otredad
peligrosa,
un
bando
aparte,
cuando
no
como
un
grupo
francamente
20
amenazante.
El
diálogo
interno
entre
estas
dos
perspectivas,
en
las
facultades
de
música
sigue
siendo,
en
general,
bastante
pobre.
El
componente
investigativo
está
llamado
a
ser
un
mecanismo
clave
para
establecer
puentes
entre
las
dos
orillas,
en
especial
en
todo
lo
atinente
a
la
relación
entre
educación
musical
formal
en
cualquier
ámbito,
y
el
análisis
–complejo,
riguroso
y
crítico-‐
de
los
contextos
donde
la
música,
el
trabajo
y
la
vida
vivida
se
despliega.
SEIS
El
escaso
reconocimiento
del
carácter
mestizo
de
nuestra
cultura
en
nuestras
formas
de
enseñanza
y
la
escasa
discusión
de
lo
que
significa
hacer
música
desde
el
sur
tiene
consecuencias
problemáticas.
“Sur
o
no
sur,
he
ahí
el
dilema”.
El
mestizaje
de
nuestra
cultura
no
es
sólo
racial
sino
fundamentalmente
social
y
cultural,
lo
cual
significa
que
en
términos
musicales
somos
“esquizofónicos”,
es
decir,
que
contamos
con
escuchas
diversas
porque
tenemos
geografías
existenciales
diversas
que
se
expresan
de
maneras
distintas
—todas
fundamentales—
en
nosotros.
La
imposición
de
esquemas,
modelos
y
pedagogías
que
no
tienen
en
cuenta
el
carácter
idiosincrásico
de
los
seres
humanos
sujetos
de
la
educación
ni
los
contextos
donde
se
realiza
y
se
vive
la
música
sigue
estando
a
la
orden
del
día.
Si
ustedes
no
ven
esto
tan
claramente
es
porque
estas
propuestas
vienen
envasadas
en
odres
nuevos:
el
de
la
política
social,
es
decir,
enseñanza
musical
para
el
desarrollo
de
las
poblaciones
menos
favorecidas.
El
vino
sin
embargo,
es
el
vino
viejo
de
siempre.
SIETE
Pese
a
los
esfuerzos
de
integración
de
las
poéticas,
sonoridades
y
usos
de
materiales
propios
de
las
estéticas
experimentales
del
siglo
XX
promovidas
fuertemente,
entre
otros,
por
Murray
Schaffer
y
Corihún
Aharonian,
el
espíritu
rebelde,
exploratorio
y
altamente
conceptual
de
la
música
del
siglo
XX
tiene
escasa
cabida
en
la
formación.
Y
es
una
lástima.
Epistemológicamente
el
arte
del
siglo
XX
ha
producido
un
revolcón
que
permite
nuevas
miradas
y
nuevas
escuchas
y
por
consiguiente
la
emergencia
de
nuevas
subjetividades.
Las
preguntas
derivadas
de
los
trabajos
de
Marcel
Duchamp,
John
Cage,
Andy
Warhol
o
los
serialistas,
entre
otros,
no
son
banales
y
contribuyen
enormemente
a
restituir
el
poder
intelectual
y
conceptual
del
hecho
artístico,
que
parece
que
en
música
ha
quedado
reservado
para
los
estudiantes
de
composición.
Esta
fractura
es
grave
y
en
21
nuestro
contexto
más
que
problemática.
La
cercanía
de
estas
posturas
a
la
idea
de
los
juegos
de
lenguaje
de
Wittgenstein
pudiera
ser
una
oportunidad
pedagógica
sumamente
sugerente
para
trabajar
en
el
futuro.
En
apoyo
a
esta
perspectiva,
los
trabajos
de
Nelson
Goodman
y
Arthur
Danto,
entre
otros,
pueden
sernos
de
gran
ayuda.
Se
requiere
construir
nuevas
formas
de
comprensión
de
la
fundamental
relación
entre
un
sujeto
concreto
y
una
materialidad
sonora
que
eventualmente
puede
servirle
de
vehículo
expresivo,
pero
que
ya
no
puede
darse
por
sentada.
Un
objetivo
central
de
la
educación
musical
sería
recuperar
el
carácter
exploratorio
propio
de
toda
experiencia
creativa
significativa.
Siento
que
en
la
formación
musical
vamos
demasiado
pronto
a
las
formulas,
las
soluciones
y
las
puestas
en
escena.
La
clase
de
música
—ralentizando
su
tarea
para
dar
con
lo
profundo—
puede
llegar
a
convertirse
en
un
laboratorio
sonoro
de
comprensión
del
mundo,
de
las
relaciones
humanas,
de
exploración
de
la
subjetividad,
de
construcción
de
acuerdos,
espacios
de
la
escucha,
del
goce
de
estar
juntos
y
negociar
consensos
en
aras
de
tener
el
privilegio
magnífico
de
producir
algo
bello.
Es
decir,
vivir
la
educación
musical
como
un
espacio
de
la
construcción
de
juegos
de
lenguaje
alternativos,
ad
hoc,
experimentales.
Pero
esto
ocurre
poco.
Quizás
la
alta
deserción
en
todos
los
niveles
pudiera
estar
señalando
que
la
enseñanza
musical
aburre.
¿Cuántos
niños
que
empiezan
la
formación
musical
entusiastas
y
llenos
de
emoción
no
la
abandonan
demasiado
pronto?
¿De
qué
nos
habla
la
deserción?
¿De
que
la
miel
no
se
hizo
para
la
boca
del
asno?
¿De
que
el
talento
no
está
democráticamente
distribuido?
¿De
que
son
muchos
los
llamados
y
pocos
los
escogidos?
Habrá
que
recordar
que,
en
general,
uno
se
aburre
cuando
lo
que
hace
no
lo
involucra,
cuando
hacer
algo
le
aparta
de
su
ser,
cuando
no
se
siente
partícipe
ni
sujeto
de
las
acciones
que
le
proponen.
La
respuesta
a
esta
pregunta
me
parece
reveladora
y
deberíamos
hacerla
en
nuestros
escenarios
de
trabajo.
OCHO
He
dicho
“laboratorios
sonoros
de
comprensión
del
mundo”.
He
señalado
la
importancia
de
reconocer
la
complejidad
sonora
del
mundo
y
la
plasticidad
de
los
escenarios
laborales.
Esto
apunta
a
crear
un
espacio
que
oriente
a
los
estudiantes
en
la
complejidad
conceptual,
política
y
social
del
mundo
y
que
busque
ayudarlo
a
encontrar
un
lugar
potencialmente
útil
y
viable
para
él
y
su
circunstancia.
Esto
supone
reconocer
que
desde
los
primeros
acercamientos
a
la
música
los
aspectos
creativos
y
reflexivos
22
deben
considerarse
centrales
y
no
accesorios,
no
distractores
de
lo
supuestamente
fundamental.
El
ecosistema
musical
cambió
y
seguirá
cambiando.
Como
educadores
es
nuestra
obligación
estar
atentos.
El
mundo
cambia
tan
vertiginosamente
que
no
nos
damos
ni
cuenta,
pero
nuestros
estudiantes
son
hijos
de
esos
cambios,
nacen
en
el
mismísimo
centro
de
esas
turbulencias.
En
ese
escenario,
las
viejas
preguntas,
lejos
de
ser
obvias,
adquieren
cierta
opacidad…
Por
ejemplo,
ya
no
se
trata
solamente
de
preguntarnos
qué
transmitir,
sino
a
quién
y
cómo
hacerlo.
Lo
cierto
es
que
carecemos
de
información
suficiente
sobre
quiénes
son
nuestros
estudiantes,
no
conocemos
sus
contextos,
sus
filias
y
fobias,
sus
necesidades,
sus
procedencias,
su
capital
social
y
cultural,
sus
gustos…
en
fin,
no
reconocemos
su
irreductible
alteridad.
Sabemos
a
lo
sumo
que
son
diferentes
a
nosotros
en
sus
gustos,
necesidades,
experiencias
de
vida,
sueños,
lógicas
o
apuestas
estéticas.
Lo
grave
es
que
tampoco
contamos
con
información
sobre
lo
que
hacen
cuando
egresan
de
nuestros
centros
de
formación,
los
usos
de
lo
aprendido,
o
como
lo
he
podido
constatar
en
decenas
de
entrevistas,
las
formas
como
tratan
de
conjurar
la
experiencia
reductora
y
traumática
de
la
enseñanza
recibida.
Pero
lo
que
se
diga
es
mera
conjetura.
No
tenemos
a
ese
respecto,
un
feedback
claro,
ni
una
investigación
seria
que
nos
arroje
información
cierta
y
confiable.
Por
otra
parte
desconocemos
cuál
es
nuestro
aporte
como
músicos
y
como
educadores
a
la
economía
nacional,
los
mercados
que
nuestro
trabajo
dinamiza,
la
riqueza
económica
que
la
música
hace
posible.
Mientras
la
economía
de
la
cultura
en
nuestro
medio
siga
en
pañales,
será
difícil
negociar
mejor
nuestro
lugar
como
productores
no
sólo
de
bienes
simbólicos
sino
de
riqueza
material
y
social
ante
las
instancias
que
sólo
entienden
ese
código.
La
fragmentación,
el
aislamiento
y
la
poca
capacidad
corporativa
y
organizativa
que
tenemos
nos
vuelve
débiles
a
la
hora
de
exigir
legislaciones
que
nos
protejan,
políticas
que
nos
fortalezcan
y
acuerdos
sociales
que
nos
den
el
lugar
relevante
que
merecemos
en
la
vida
del
país.
Combatir
esas
ignorancias,
trabajar
esas
inconsistencias,
debatir
preguntas
de
este
tipo
no
puede
seguir
siendo
considerado
accesorio:
en
buena
medida
el
futuro
depende
de
las
respuestas
que
les
demos
y
las
movilizaciones
que
produzcamos.
Poco
a
poco,
como
colectivo
que
se
afirma
en
la
creencia
en
el
valor
y
la
importancia
de
lo
que
hace,
vamos
a
ir
aclarando
el
panorama
y
orientando
los
cursos
de
acción
que
debemos
emprender.
23
Deseémonos
buena
suerte
y
acompañémonos
con
solidaridad
y
afecto,
ya
que
hay
mucho
por
hacer…
y
evidentemente,
nos
necesitamos.
Muchas
gracias.
24
25
Formación
de
músicos
profesionales:
caracterización
y
aproximación
a
estándares
de
calidad
relacionados
con
la
historia
de
la
música.
María
Victoria
Casas
Figueroa1
Myrian
Escobar
Valencia2
Resumen
La
formación
profesional
de
músicos
en
Colombia
se
caracteriza
por
una
variada
oferta
de
programas,
los
cuales,
siguiendo
lo
exigido
por
la
legislación
nacional
en
torno
a
las
carreras
de
artes,
incluyen
en
su
currículo
asignaturas
de
historia
de
la
música
que
se
diferencian
en
el
número
de
niveles,
número
de
créditos,
orientaciones
de
contenido
y
de
enfoque.
Frente
a
la
implementación
de
estas
asignaturas
es
necesario
establecer
su
pertinencia
en
la
construcción
de
calidad,
la
formación
de
pensamiento
crítico,
el
conocimiento
de
la
cultura
musical,
aporte
para
la
interpretación
de
un
estilo
así
como
para
la
investigación
formativa,
entre
otros.
Para
ello
se
adelantó
este
proyecto
de
investigación3
cuyo
propósito
fue
caracterizar
las
tendencias
de
formación
en
historia
de
la
música
en
programas
de
pregrado
o
licenciaturas
en
música
en
Colombia,
y
así
llegar
a
establecer
algunos
estándares
de
calidad
relacionados.
El
estudio
se
llevó
a
cabo
en
un
periodo
de
18
meses.
Se
tomaron
como
referencia
13
programas
académicos
de
pregrado
y
de
licenciatura
en
música
reconocidos
por
el
Ministerio
de
Educación
Nacional
tanto
en
instituciones
de
educación
pública
como
privada.
La
metodología
fue
de
tipo
descriptivo
y
analítico
combinando
los
enfoques
cuantitativo
y
cualitativo,
y
se
desarrolló
en
las
siguientes
fases:
1)
revisión
teórica;
2)
trabajo
de
campo;
3)
procesamiento
de
información
y
análisis
de
resultados
con
el
uso
del
software
Atlas-‐ti.
A
partir
de
la
determinación
de
categorías
de
análisis
se
estableció
un
mapeo
nacional
de
la
formación
en
historia
de
la
música
contrastando
el
marco
conceptual
y
teórico.
En
esta
ponencia
se
socializarán
los
aspectos
que
han
hecho
presencia
dentro
del
ciclo
de
elaboración
y
reflexión
del
proyecto
de
investigación:
horizonte
metodológico,
estándares
de
calidad,
mapeo
y
conclusiones
de
investigación.
1
Magister
en
Historia,
Especialista
en
docencia
Universitaria,
Licenciada
en
Música
e
Ingeniera
Civil
(Universidad
del
Valle).
Profesora
Tiempo
Completo
de
la
escuela
de
Música
de
la
Facultad
de
Artes
Integradas
Universidad
del
Valle
(Investigador
Asociado
en
la
convocatoria
de
Colciencias
2014-‐2015).
Líder
grupo
de
Investigación
en
Música
y
Formación
Musical
(Categoría
C
en
Colciencias).
Par
Académico
CNA,
vocal
regional
de
FLADEM-‐
Colombia.
2
Candidata
a
doctor
en
Administración
(EAFIT),
magister
en
ciencias
de
la
organización,
especialista
en
administración
total
de
la
calidad
(Universidad
del
Valle),
e
Ingeniera
Industrial
(Universidad
Nacional
de
Colombia).
Profesora
Tiempo
completo
de
la
Facultad
de
Administración
Universidad
del
Valle,
integrante
del
grupo
de
Investigación
GIPCO
(categoría
C
en
Colciencias).
Directora
de
la
división
de
Extensión
y
Educación
Continua
de
la
Universidad
del
Valle
(2008-‐2012).
3
Proyecto
avalado
por
la
Vicerrectoría
de
Investigaciones
de
la
Universidad
del
Valle,
convocatoria
2012,
código
3132.
26
Palabras
clave:
formación,
historia
de
la
música,
estándares
de
calidad,
educación
universitaria,
musicología.
Introito
En
Colombia,
la
formación
superior
en
música
abarca
diferentes
programas
académicos
que
orientan
sus
perfiles
profesionales
en
campos
como
la
interpretación,
la
educación,
la
composición,
la
producción
y
la
investigación
musical,
entre
otros.
Los
programas
cumplen
con
lo
exigido
por
las
reglamentaciones
nacionales
educativas
así
como
con
los
perfiles
y
misiones
particulares
de
las
instituciones
que
los
ofrecen.
El
Consejo
Nacional
de
Acreditación4
indica
que
a
las
instituciones
de
educación
superior,
a
través
del
desarrollo
de
sus
funciones
(formación,
investigación
y
proyección
social)
les
corresponde
asumir
el
doble
reto
de
ser
contemporáneas
y
de
preparar
a
las
personas
para
el
desarrollo
nacional
en
el
contexto
de
los
principios
constitucionales
y
de
nuestra
fisionomía
geográfica,
social
y
cultural,
que
son
al
mismo
tiempo
una
y
diversa
(CNA,
2013,
6).
Las
condiciones
de
calidad
requeridas
para
la
oferta
y
desarrollo
de
programas
académicos
de
educación
superior
están
dadas
por
la
Ley
1188
de
2008
y
el
Decreto
1295
de
2010,
que
son
parte
del
Sistema
de
Aseguramiento
de
la
Calidad
de
la
Educación
Superior.
Adicionalmente,
para
que
un
programa
sea
reconocido
como
de
alta
calidad
debe
contener
múltiples
aspectos
tales
como
la
formación
profesoral
(niveles
de
formación,
tipos
de
vinculación,
compromisos
con
la
producción
intelectual
y
la
investigación),
la
formación
integral
de
las
personas
(hacia
el
desarrollo
de
la
capacidad
de
abordar
con
responsabilidad
los
retos
de
desarrollo
y
participar
en
la
construcción
de
una
sociedad
más
incluyente),
la
pertinencia
y
relevancia
social,
los
procesos
formativos
flexibles
e
interdisciplinarios,
entre
otros.5
Lo
anterior
apunta
a
un
cuestionamiento
sobre
el
qué
y
cómo
se
aborda
ciertos
saberes
en
campos
específicos
de
la
educación
superior,
saberes
que
sin
duda
se
ven
reflejados
en
los
currículos
edificados
en
las
unidades
académicas
de
las
universidades.
El
interés
del
proyecto
que
se
socializa
a
través
de
esta
ponencia
está
4
El
Consejo
Nacional
de
Acreditación
(en
adelante
CNA)
es
un
oorganismo
de
naturaleza
académica
que
depende
del
Consejo
Nacional
de
Educación
Superior
(CESU),
integrado
por
personas
de
las
más
altas
calidades
científicas
y
profesionales,
cuya
función
esencial
es
la
de
promover
y
ejecutar
la
política
de
acreditación
adoptada
por
el
CESU
y
coordinar
los
respectivos
procesos;
por
consiguiente,
orienta
las
instituciones
de
educación
superior
para
que
adelanten
su
autoevaluación;
adopta
los
criterios
de
calidad,
instrumentos
e
indicadores
técnicos
que
se
aplican
en
la
evaluación
externa,
designa
los
pares
externos
que
la
practican
y
hace
la
evaluación
final.
(CNA,
s.f.,
párrafo
1).
5
El
CNA
en
sus
lineamientos
para
la
aacreditación
de
programas
académicos
de
pregrado
(2013),
aclara
que
“El
proceso
de
acreditación
de
alta
calidad
supone
el
cumplimiento
de
las
condiciones
previas
o
básicas
de
calidad
para
la
oferta
y
desarrollo
de
un
programa”
(CNA,
2013,
16).
Se
refiere,
fundamentalmente,
a
cómo
una
institución
y
sus
programas
orientan
su
deber
ser
hacia
un
ideal
de
excelencia,
y
pueden
mostrar
alta
calidad
mediante
resultados
específicos,
tradición
consolidada,
impacto
y
reconocimiento
social.
27
representado
en
los
programas
de
pregrado
y
licenciaturas
en
música
ofertados
por
las
instituciones
universitarias
nacionales.
En
esta
ponencia
se
presentan
resultados
del
proyecto
de
investigación
titulado
“Caracterización
de
la
formación
en
historia
de
la
música
que
contribuye
a
estándares
de
calidad
para
la
formación
de
músicos”,
avalado,
mediante
convocatoria
interna,
por
la
Vicerrectoría
de
Investigaciones
de
la
Universidad
del
Valle
(2012-‐
2014).6
En
dicho
proyecto
se
trazó
como
objetivo
principal
identificar
un
marco
conceptual
y
teórico
para
la
formación
en
historia
de
la
música
que
permitiera
determinar
las
categorías
de
comparación
entre
las
instituciones
que
orientan
dicha
formación
y
que
permitieran
elaborar
un
mapeo
nacional
en
cuanto
a
la
formación
en
historia
de
la
música.
Como
objeto
de
estudio
se
consideraron
los
programas
seleccionados
tanto
en
instituciones
de
educación
pública
como
privada
y
se
contrastaron
con
el
marco
conceptual
y
teórico
identificados.
Se
tomaron
como
referencia
los
programas
académicos
de
pregrado
y
de
licenciatura
en
música
reconocidos
por
el
Ministerio
de
Educación
Nacional.7
Se
seleccionaron
13
de
estos
programas,8
de
los
cuales
se
consultó
la
información
de
interés
de
acuerdo
con
lo
derivado
del
marco
legal-‐normativo
general
establecido
por
la
Ley
30
de
1992,
en
la
cual
se
reglamenta
la
organización
del
servicio
público
de
la
Educación
Superior
en
Colombia.
Con
el
reporte
obtenido
por
el
Sistema
Nacional
de
Información
de
la
Educación
Superior
(SNIES)
sobre
los
programas
registrados,
se
observó
la
presencia
de
distintos
tipos
de
oferta:
programas
técnicos,
programas
tecnológicos,
programas
profesionales
y
licenciaturas,
así
como
ofertas
a
nivel
de
postgrado
(especializaciones
y
maestrías).
En
la
consideración
de
las
características
de
formación
solo
se
tuvieron
en
cuenta
los
programas
profesionales
y
las
licenciaturas
con
registro
calificado
vigente
o
acreditación
de
alta
calidad.
Se
efectuó
la
localización
geográfica
de
dichos
programas
y
a
la
fecha
de
consulta
(diciembre
de
2012)
se
encontró
lo
siguiente:
Bogotá
tiene
36.7%;
Medellín
20%;
Cali
8.3%;
Barranquilla,
Popayán
y
Cartagena
5%
cada
uno;
Bucaramanga,
Ibagué
y
Manizales
3.3%
cada
uno,
y
Montería,
Pereira,
Pasto,
Pamplona,
Tunja
y
Zipaquirá
menos
del
2%
en
cuanto
a
presencia
de
programas
musicales.
Se
efectuó
una
selección
estratificada
que
permitiera
un
índice
de
confiabilidad,
lo
cual
arrojó
la
necesidad
de
6
Propuesta
desarrollada
por
los
Grupos
de
Investigación:
en
Música
y
Formación
Musical
(GRIM)
y
Grupo
de
Investigación
Calidad
y
Productividad
en
las
organizaciones
(GICPO),
adscritos
a
la
Vicerrectoría
de
Investigaciones
de
la
Universidad
del
Valle.
7
El
Sistema
Nacional
de
Información
de
la
Educación
Superior
del
Ministerio
de
Educación
Nacional
(SNIES)
registra
60
programas
de
educación
superior
en
Música,
entre
carreras
técnicas,
tecnológicas,
pregrados
y
posgrados,
en
el
ámbito
nacional,
ofrecidos
por
38
Instituciones
de
Educación
Superior.
8
Selección
realizada
con
base
únicamente
en
los
programas
de
pregrado
profesional
y
licenciaturas
(36)
en
2012.
28
trabajar
como
se
muestra
a
continuación.
Cabe
mencionar
que
metodológicamente
se
decidió
no
realizar
un
trabajo
de
población
sino
un
muestreo
a
partir
de
la
selección
de
instituciones
universitarias
que
cumplieran
con
criterios
de
presencialidad
geográfica.
Tal
decisión
se
dio
tanto
por
condiciones
presupuestales
como
de
tiempo
para
la
realización
del
proyecto.
Esta
razón
llevó
incluso
a
considerar
sólo
las
entrevistas
a
profesores
del
área
de
historia
de
la
música
y
directores
de
programas
académicos
de
música
y
licenciatura
en
música
sin
incluir
un
muestreo
con
estudiantes.
En
la
Tabla
1
se
muestran
las
universidades
donde
se
realizaron
las
entrevistas
a
profundidad:
Tabla
1.
Selección
de
universidades
Lugar
de
procedencia
Universidad
Bogotá
Universidad
Pedagógica
Nacional
Bogotá
Universidad
del
Bosque
Bogotá
Pontificia
Universidad
Javeriana
Bogotá
Universidad
Central
Medellín
Universidad
de
Antioquia
Medellín
Universidad
EAFIT
Cali
Instituto
Departamental
de
Bellas
Artes
Cali
Universidad
del
Valle
Popayán
Universidad
del
Cauca
Pasto
Universidad
de
Nariño
Manizales
Universidad
de
Caldas
Barranquilla
Universidad
del
Atlántico
Barranquilla
Universidad
del
Norte
El
proyecto:
horizonte
metodológico,
reflexiones
teóricas,
mapeo
La
metodología
empleada
fue
de
tipo
descriptivo
y
analítico
combinando
los
enfoques
cuantitativo
y
cualitativo.
Se
utilizaron
fuentes
documentales
y
bibliográficas,
todas
las
cuales
se
han
ido
articulando
en
un
documento
general
de
observación
en
el
que
juegan
un
papel
fundamental
los
siguientes
interrogantes
de
reflexión
e
interpretación:
¿Cómo
los
programas
de
arte
buscan
ser
reconocidos
en
el
marco
de
la
acreditación
de
alta
calidad?
(Casas,
2013,
12),
y
¿Cómo
algunas
disciplinas
en
particular
pueden
contribuir
a
los
procesos
formativos
de
calidad?
Además,
¿Qué
se
espera
de
un
profesional
en
música?
¿Es
un
ejecutante
o
es
un
intérprete?
¿Un
“enseñante”
o
un
educador
crítico,
constructor
de
procesos
y
de
memoria?
¿Un
productor
en
contexto?
¿Un
investigador
consciente
de
procesos
históricos,
patrimoniales,
contextuales?
29
Éstas
son
algunas
de
las
preguntas
que
podemos
formularnos
acerca
de
la
asignatura
historia
de
la
música
y
su
contribución
a
la
consolidación
de
los
procesos
formativos
de
los
músicos
profesionales.
Respecto
de
la
elaboración
metodológica
de
la
investigación,
sus
fases
constitutivas
fueron:
1)
Fase
de
revisión
teórica;
2)
Fase
de
trabajo
de
campo;
3)
Fase
de
procesamiento
de
información
y
análisis
de
resultados
empleando
el
software
Atlas-‐ti.
La
fase
de
revisión
teórica
comprendió
la
consulta
documental
en
los
siguientes
ámbitos:
1)
Normativas
ministeriales
sobre
educación
superior,
educación
superior
en
artes
y
en
programas
de
educación
en
Colombia;
normativas
en
el
interior
de
algunas
instituciones
de
educación
superior
(IES)
sobre
los
programas
de
pregrado
y/o
licenciaturas
en
música;
marcos
legales
internacionales;
entre
otros.
2)
Revisión
de
antecedentes
y
construcción
de
un
estado
del
arte
sobre
el
objeto
de
estudio.
3)
Revisión
documental
y
construcción
de
un
marco
teórico
de
soporte
que
da
cuenta
de
la
transformación
de
los
modelos:
de
la
historia
de
los
estilos
a
la
historia
social
de
la
música9.
En
la
fase
del
trabajo
de
campo,
se
realizaron
diferentes
actividades:
1)
Revisión
de
documentos
propios
de
los
programas
de
música
seleccionados,
observando
información
sobre
currículos,
programas
de
curso,
perfiles
de
formación,
perfiles
de
egresados,
entre
otros
aspectos;
2)
Observación
unida
a
criterios
de
la
etnografía,
con
visitas
a
los
programas
académicos
de
música
del
estudio;
3)
Aplicación
de
entrevistas
estructuradas,
construidas
con
base
en
las
categorías
de
análisis,
determinadas
de
acuerdo
con
el
marco
teórico
y
los
objetivos
del
estudio;
4)
Procesamiento
de
información:
análisis
mediante
el
uso
de
software
para
análisis
cualitativo
Atlas
Ti;
5)
Interpretación
de
resultados:
determinación
de
un
mapeo
nacional
de
la
formación
en
historia
de
la
música
en
los
programas
seleccionados
como
objeto
de
estudio
con
el
fin
de
contrastarlo
con
el
marco
conceptual
y
teórico
determinado.
Las
entrevistas
realizadas
a
directores
de
programa
y
docentes
fueron
transcritas
y
llevadas
posteriormente
a
proceso
en
Atlas-‐Ti
(Ver.
7.0.88),
software
que
permite
realizar
una
adecuada
sistematización
y
digitalización
de
los
datos.
Con
esta
9
En
esta
parte,
se
consultaron
los
siguientes
autores:
De
Waal
(2009),
Morales
de
la
Mora
(2003),
Merriam
(1977),
Hesketh
(2009),
Raynor
(2007),
Hauser
(1977).
En
las
uniones
transdisciplinares:
aportaciones
de
la
Historia
de
la
Cultura
a
la
Historia
Social
de
la
Música
se
consultaron
a:
Vera
(2006),
Merino
(1989),
Claro
Valdés
(1976),
Lozano
(1987),
González
(2001),
Jaramillo
Uribe
(2004),
Cabrera
(2003),
Reinoso,
(2000).
Para
la
historia
social
de
la
música
y
la
formación
musical,
se
examinaron
autores
como
Kraemer
(2000),
Moreno
(2004),
Blacking,
(1994),
Hargreaves
(1995,
1998),
Swanwick
(1999)
y
Hallam
(2006),
Imberty
(2000),
Vilari
(2004),
Casas
(2012);
entre
otros.
En
la
educación
musical
universitaria
en
Colombia:
Una
historia
de
la
música
más
allá
de
una
cuestión
de
estilos,
se
trabajó
con
el
soporte
de
autores
como:
García
Guadilla
(1986)
y
Tunnermann
(1988),
Ángeles
(2003),
Ministerio
de
Educación
Nacional,
CNA
(2013),
leyes,
decretos,
resoluciones
y
acuerdos,
y
otros
autores
de
referencia
citados
en
el
documento
de
informe
final
del
proyecto.
30
herramienta,
los
instrumentos
cualitativos
de
recolección
(es
decir,
las
guías
de
preguntas
aplicadas)
se
trasladaron
a
un
marco
de
categorías
o
códigos
que
fueron
el
soporte
posterior
para
la
integración
de
los
textos
extraídos
en
el
ambiente
de
codificación.
Todo
lo
recolectado
en
el
procesamiento
de
información
fue
organizado
por
medio
de
este
programa,
el
cual
permitió
la
lectura
ágil
de
salidas
de
texto,
así
como
de
cualquiera
de
las
fuentes
de
tipo
de
datos
que
en
el
programa
se
denominan
“documentos
primarios”.
Al
final,
se
obtuvieron
salidas
procesadas
mediante
la
construcción
de
mapas
relacionales
llamados
networks
y
por
el
proceso
de
salida
en
archivos
de
Word.
Los
estándares
En
la
formación
y
desempeño
de
músicos
profesionales
y
licenciados
en
música,
el
saber
histórico
musical
respecto
al
conocimiento
y
comportamiento
de
los
músicos
y
sus
prácticas
en
la
sociedad
en
un
determinado
contexto
y
momento
es
pertinente
y
necesario.
Este
conocimiento
genera
y
refuerza
formas
de
pensamiento
crítico,
construcciones
sociales
y
comprensión
de
estilos
en
términos
de
las
producciones
contextuales
y
socio-‐históricas.
En
otras
palabras,
el
desarrollo
del
pensamiento
histórico
se
convierte
en
herramienta
esencial
para
comprender
y
analizar
las
problemáticas
que
permanentemente
surgen
en
la
práctica
y
en
la
pedagogía
musical,
pues
a
través
suyo
se
logra
evidenciar
aquello
que
permanece
y
aquello
que
cambia
en
la
música,
la
educación,
la
pedagogía
y
la
cultura.
Además
de
las
consideraciones
nacionales,
en
el
proyecto
se
revisaron
las
experiencias
recientes
tanto
en
Europa
como
en
Estados
Unidos
y
América
Latina.
Si
bien
existen
denominadores
comunes
en
las
experiencias
revisadas,
también
se
observa
en
ellas
una
gran
preocupación
por
la
formación
general
de
los
músicos
y
educadores
musicales
bajo
las
tendencias
y
normativas
educativas
mundiales.
Lowe
(2010)
expresa
que
existen
dos
grandes
desafíos
en
la
enseñanza
de
historia
en
los
programas
de
música
de
pregrado
en
el
más
alto
ambiente
educativo
contemporáneo.
El
primero
es
la
gran
variedad
de
experiencia
musical
de
los
estudiantes
y
por
supuesto
la
abundancia
de
formatos
y
temas
que
los
maestros
deben
abordar,
dado
que
se
convierte
en
imperativo
ser
exhaustivo
e
integral.
En
tal
sentido,
el
autor
comparte
los
detalles
de
tres
actividades
que
usó
en
una
clase
de
historia
de
la
música,
proyectos
que
demuestran
la
importancia
de
ser
minucioso
y
exhaustivo
y
que
le
permitieron
explorar
tangiblemente
las
conexiones
entre
las
"viejas
historias"
de
la
historia
de
la
música
europea
y
las
experiencias
de
la
vida
cotidiana
de
sus
estudiantes
en
los
Estados
Unidos.
31
En
Colombia
los
procesos
de
obtención
o
actualización
de
Registro
Calificado,
así
como
la
presentación
de
un
programa
académico
para
ser
reconocido
como
de
alta
calidad
en
educación
superior,
se
encuentran
inmersos
en
una
serie
de
elementos
legislativos
y
normativos
que
a
su
vez
contrastan
con
lo
que
se
espera
alcanzar
dentro
del
proceso
de
formación
de
un
profesional.
Los
estándares
de
calidad
que
se
presentan
en
la
normativa
fueron
formulados
por
el
Consejo
Nacional
de
Acreditación.
Particularmente
a
partir
de
2013
comprenden
diez
factores
que
permiten
reconocer
si
un
programa
es
o
no
de
alta
calidad.
En
este
sentido,
al
revisar
una
asignatura
en
particular
(es
decir
un
componente
parcial
de
los
factores
que
pueden
evaluarse)
se
encuentra
que
ésta
puede
contribuir
a
la
construcción
de
tales
estándares
en
aspectos
como
los
procesos
curriculares,
la
formación
de
los
docentes,
la
investigación,
la
creación,
la
evaluación
y
los
recursos
con
los
que
se
cuenta
para
orientar
e
implementar
la
asignatura,
entre
otros.
10
Mapeo
Como
se
indicó
en
la
metodología,
un
total
de
13
programas
académicos
fueron
seleccionados
de
entre
los
36
programas
que
contaban
con
registro
calificado
o
acreditación
de
alta
calidad
a
diciembre
de
2012.
Las
categorías
que
sirvieron
como
eje
de
análisis
para
la
realización
tanto
del
marco
teórico
como
del
libro
de
códigos
fueron:
Ø Elementos
de
la
música
Ø Musicología
Ø Educación
Ø Procesos
académicos
Estas
categorías
se
trabajan
desde
el
quehacer
o
práctica
del
músico
en
formación.
Por
eso
se
incluye
el
análisis
de
elementos
de
la
música
teniendo
en
cuenta
para
ello
la
creación
o
composición,
la
audición
y
la
producción
musical.
Una
segunda
categoría
está
dada
por
la
aproximación
a
la
historia
de
la
música
desde
el
campo
en
el
que
ella
se
inscribe:
la
musicología.
En
este
sentido
el
cómo
se
aborda
la
asignatura
de
historia
de
la
música
está
relacionado
con
el
qué
y
el
cómo
se
trata,
por
ello
se
observan
aquí
el
concepto
de
musicología,
los
métodos
de
trabajo
en
la
historia
de
la
música,
(método
tradicional,
canon
de
compositores
y
repertorio),
así
como
la
10
Realización
de
un
mapa
o
mapeo,
es
la
ubicación
de
un
conjunto
de
elementos
de
un
mismo
tipo
o
categoría
que
tienen
una
distribución
espacial
determinada,
con
el
fin
de
emitir
conclusiones
sobre
un
asunto,
en
este
caso
sobre
las
categorías
de
la
investigación
presentes
en
las
asignaturas
de
la
Historia
de
la
Música
en
los
programas
profesionales
en
Música
o
Licenciatura
en
Música.
32
indagación
por
una
nueva
musicología
producto
de
las
transformaciones
en
el
conocimiento
de
la
disciplina.
De
igual
manera,
si
estas
nuevas
aproximaciones
se
orientan
en
la
etnomusicología,
la
historia
social
de
la
música,
la
crítica
y
la
hermenéutica,
para
posteriormente
observar
dentro
de
los
estándares
de
calidad
en
los
procesos
educativos,
la
lógica
didáctica,
la
pedagogía
musical,
así
como
los
procesos
académicos,
el
currículo,
la
investigación,
la
extensión
o
proyección
social
y
los
recursos
con
los
que
se
cuenta
al
momento
de
impartir
la
asignatura.
Conclusiones
En
la
construcción
del
marco
conceptual
y
teórico
y
en
la
revisión
de
antecedentes
fue
posible
observar
cómo
la
manera
de
abordar
los
cursos
o
asignaturas
relacionados
con
la
historia
de
la
música
ha
sufrido
una
importante
transformación
en
los
últimos
veinte
años,
particularmente
en
el
espacio
académico
colombiano.
Por
ejemplo,
la
transformación
de
modelos
que
muestran
la
tendencia
a
usar
diversos
enfoques
en
un
mismo
programa
académico
(claro
está
que
esto
no
está
generalizado
en
todo
el
país).
Ya
no
se
aborda
únicamente
la
historia
de
los
estilos,
existe
un
interés
por
un
enfoque
de
historia
social
en
el
que
se
encuentra
inmersa
la
historia
de
los
estilos,
así
como
los
actores
del
fenómeno
musical
como
compositores,
intérpretes
y
directores,
entre
otros.
Pese
al
reconocimiento
de
la
necesidad
de
ampliar
la
mirada
con
el
enfoque
de
la
historia
social,
en
todos
los
programas
académicos
estudiados
predomina
con
un
peso
preponderante
el
trabajo
sobre
las
músicas
académicas
europeas.
Se
observa,
además,
el
interés
de
trabajar
la
historia
de
la
música
en
nuestros
contextos
latinoamericano
y
colombiano,
pero
sin
tratar
del
todo
el
fenómeno
de
la
historia
social
de
la
música
colombiana.
En
los
programas
académicos
que
ofrecen
esta
asignatura
se
hace
énfasis
en
la
música
de
corte
académico
de
herencia
e
influencia
europea
y
persisten
los
nacionalismos.
El
trabajo
hacia
la
construcción
de
una
historia
de
la
música
en
Colombia,
desde
el
ámbito
popular,
es
incipiente
y
apenas
está
en
elaboración
en
algunas
instituciones.
En
otras
ni
siquiera
se
aborda.
La
necesidad
de
las
instituciones
de
vincularse
a
procesos
de
acreditación
de
alta
calidad
o
de
mantener
vigente
un
registro
calificado
las
obliga
desde
el
marco
legal
a
considerar
en
sus
programas
académicos
el
conocimiento
de
la
cultura
y
de
los
contextos
como
parte
de
su
formación
integral.
Esto
se
refleja
en
la
oferta
de
asignaturas
como
historia
de
la
música.
De
igual
forma,
se
observa
que
no
hay
una
real
articulación
en
el
desarrollo
de
la
asignatura
y
los
procesos
de
extensión
o
proyección
social
que
se
adelantan
en
las
instituciones.
No
obstante,
se
hace
énfasis
en
la
33
importancia
de
estas
asignaturas
en
la
formación
para
la
investigación.
La
formación
en
historia
de
la
música
contribuye
a
la
consolidación
de
estándares
de
calidad
puesto
que
se
trabaja
en
la
construcción
de
pensamiento
crítico,
en
la
formación
de
un
sujeto
que
diseña
redes,
realiza
análisis,
reconoce
y
articula
contextos
y
se
forma
en
el
campo
de
la
indagación
y
la
investigación.
Contribuye
además
a
mejorar
los
procesos
de
análisis,
así
como
a
reconocer
la
relación
de
la
música
con
otras
esferas
del
conocimiento
y
de
la
vida
cotidiana.
Asimismo,
este
saber
histórico
musical
favorece
el
desempeño
del
músico
pues
reconoce
las
prácticas
musicales
en
la
sociedad
en
un
contexto
y
momento
determinados.
El
desarrollo
del
pensamiento
histórico
se
convierte
en
herramienta
esencial
para
comprender
y
analizar
las
problemáticas
que
permanentemente
surgen
en
la
práctica
y
en
la
pedagogía
musical,
evidenciando
aquello
que
permanece
y
aquello
que
cambia
en
la
música,
la
educación,
la
pedagogía
y
la
cultura.
Es
necesario,
sin
embargo,
que
los
proyectos
educativos
de
los
programas
académicos
que
forman
profesionales
en
música
articulen
realmente
la
asignatura
con
el
resto
del
currículo,
reconociendo
su
integralidad.
Si
la
historia
de
la
música
ayuda
a
construir
estándares
tales
como
la
interdisciplinariedad,
la
transversalidad,
la
formación
integral,
la
formación
en
investigación
y
el
conocimiento
propio
de
la
disciplina,
debe
proponerse
desde
su
concepción
y
su
implementación
todas
las
bondades
que
hay
en
ella.
Los
estándares
de
calidad
asociados
a
la
asignatura
pueden
identificarse
de
manera
general
en
relación
con
la
formación
de
profesionales
y
otros
directamente
derivados
de
la
disciplina
de
la
historia
musical.
Es
necesario
atender
la
formación
de
profesores
en
el
área
y
fortalecer
lo
relacionado
con
la
educación
universitaria.
Es
frecuente
encontrar
que
los
docentes
poseen
formación
y
experticia
en
su
disciplina,
pero
carecen
de
conocimientos
pedagógicos
que
les
permitan
maximizar
o
potencializar
su
trabajo
educativo.
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Analizando
la
génesis
de
la
creación
musical:
un
estudio
introspectivo
Sergio
Andrés
Murillo
Jerez
Universidade
Federal
do
Paraná
La
realidad
en
que
vivimos
se
nos
presenta,
en
parte,
como
un
manojo
de
“conciencias”
—sensaciones,
emociones,
impresiones,
interpretaciones—
que
producen
formas
de
conocimientos
necesarias
para
interactuar
consigo
mismo
y
con
el
mundo.
En
la
medida
en
que
se
complementan
e
interactúan,
estos
modos
de
conocer
la
realidad
sufren
modificaciones,
dando
origen
a
diversas
formas
de
experiencia.
Esas
ideas
implican
la
formación
de
un
horizonte
conceptual
e
instrumental
a
partir
del
cual
y
en
el
cual
sea
posible
realizar,
principalmente
a
través
de
las
experiencias
sensitivas
y
perceptivas,
intercambios
de
experiencias
entre
el
compositor
y
su
entorno
visual
y
sonoro.
Según
esto,
la
percepción
de
experiencias
sensibles,
junto
con
las
operaciones
de
la
imaginación
y
de
la
memoria,
es
fundamental
para
configurar
la
creación
de
parámetros
de
construcción
y
de
materiales
sonoros
en
el
proceso
compositivo.
Existen
diversas
sensaciones
que
pueden
ser
tomadas
como
materiales
de
un
proceso
creativo,
desde
sensaciones
táctiles,
visuales
y
auditivas,
hasta
tensiones
generadas
por
ruidos
fuertes
y
repentinos,
o
incluso
por
el
cuerpo
expuesto
a
velocidades
extremas,
entre
otros.
El
significado
de
estas
sensaciones
se
presenta
en
un
ámbito
interpretativo
que
conduce
a
experiencias
e
interrelaciones
fenomenológicas,
es
decir,
es
necesario
vivirlas
para
crear
una
percepción
de
esos
eventos
que
a
la
vez
comprometen
una
serie
de
sensibilidades
percibidas
en
el
acto.
Es
en
ese
ámbito
propiamente
dicho
que
comienza
la
creación
como
un
intercambio
de
experiencias
de
la
consciencia
en
el
que
caben
hábitos,
valores,
ideas,
emociones
etc.
En
ese
“trueque”
es
posible
reconstruir
las
imágenes
percibidas
y
cómo
ellas
se
articulan
en
el
proceso
compositivo
en
la
medida
en
que
hay
una
continua
interacción
recíproca
entre
el
compositor
y
su
mundo.
La
pieza
“Difracción”1
El
proceso
creativo
que
se
presenta
aquí
es
el
resultado
de
la
asimilación
de
fenómenos
de
la
realidad,
impresiones,
sensaciones,
afectos,
imaginación
y
memorias
que
alcanzaron
otras
realidades
o
dimensiones
al
desarrollarse
sobre
un
tratamiento
estético
musical.
“Cada
mundo
singular
es
un
posible
mundo
real.
Y
ese
mundo
real
es
1
La
pieza
es
del
mismo
autor
de
este
escrito
y
fue
escrita
a
mediados
del
2012.
38
también
el
mundo
vivido
por
los
hombres”
(Dufrenne,
1973,
p.
46),
quienes
a
partir
de
la
actividad
estética
transforman
sus
ideas
en
estructuras
complejas
por
medio
de
la
organización
y
configuración
de
experiencias
cognitivas.
Para
la
búsqueda
de
sentidos
y
significados
como
experiencia
estética
se
siguió
el
punto
de
vista
del
filósofo
francés
Gilbert
Simondon
(2007),
para
quien
la
actividad
estética
se
origina
de
una
forma
“espontánea”
de
percepción
y
organización
de
los
seres
y
de
sus
maneras
de
ser
en
la
naturaleza.
Los
contenidos
estéticos
que
en
principio
moldearon
y
sirvieron
para
desarrollar
la
pieza
(los
cuales
serán
mencionados
más
adelante),
son
ajenos
a
los
elementos
musicales
convencionales
tales
como
alturas,
ritmo,
melodías
y
acordes.
Sin
embargo,
los
elementos
que
fueron
utilizados
para
generar
el
material
sonoro
de
la
pieza
—antes
de
tener
contacto
con
el
lápiz
y
el
papel,
inclusive
con
el
piano—
corresponden
de
cierto
modo
a
un
orden
“pre-‐musical”.
Esos
aspectos
pre-‐musicales
en
Difracción,
ocurren
en
diferentes
niveles
del
pensamiento
o
ideas
y
son
los
materiales
que
generaron
la
percepción
global
estética
de
la
pieza.
40
ciertos
momentos
creativos,
fue
posible
vivenciar
esos
contenidos
de
diversas
maneras
en
tiempo
y
espacio.
A
pesar
de
ser
fragmentadas,
aunque
no
desvinculadas
de
un
gran
todo,
esas
ideas
permitieron
posteriormente
crear
una
serie
de
conexiones
temporales
asociadas
a
un
espacio
ficticio,
y
de
ese
modo
generar
una
diversidad
de
experiencias
perceptivas
entrelazadas.
Por
consiguiente,
al
ser
reconfigurados
en
la
mente
y
al
mismo
tiempo
constituirse
como
complemento
de
un
todo,
esos
fragmentos
pudieron
formar
un
“pensamiento
estético,
el
cual,
según
Simondon
(2007),
“mantiene
el
recuerdo
implícito
de
la
unidad”
(p.
197).
Simondon
(2007),
también
argumenta
que
ciertos
“nudos
claves”
que
se
destacan
de
una
maraña
de
cosas
en
la
realidad
vivida
pueden
formar
potencialmente
una
“red”
de
pensamientos
de
naturaleza
estética.
En
ese
sentido,
“pasiva”
por
algún
tiempo,
pero
conectada
a
una
red
de
pensamientos,
afectos,
percepciones
y
memorias,
aquella
reflexión
sobre
las
limitantes
de
la
tonalidad
fue
relevante
posteriormente
para
alcanzar
la
percepción
estética
global
de
Difracción.
Pensamiento
atonal
Tanto
los
recuerdos
relacionados
con
los
límites
que
el
sistema
tonal
trajo
consigo
al
trabajo
compositivo,
como
la
asimilación
gradual
de
materiales
y
formas
de
organización
del
pensamiento
atonal,
fueron
fundamentales
para
la
apertura
de
una
nueva
perspectiva
de
elaboración
musical.
No
obstante,
ese
nuevo
abordaje
en
relación
con
los
materiales
—que
involucra
un
replanteamiento
del
pensamiento
relacionados
con
los
procesos
compositivos—
afectó
en
parte
el
proceso
creativo.
Trabajar
con
nuevos
paradigmas
que
pusieron
a
prueba
habilidades
y
desempeños
conllevó
una
serie
de
sentimientos
que
parecían
rechazar
los
avances
de
la
composición
de
la
pieza.
Las
impresiones
que
permanecieron
de
esa
experiencia
fueron
relevantes
para
enriquecer
el
proceso
creativo
pues
ellas
sirvieron
para
cuestionar
la
experiencia
estética
durante
la
realización
de
Difracción.
En
ese
mismo
contexto,
la
relación
con
el
nuevo
procedimiento
compositivo
me
llevó
a
experimentar
nuevas
posibilidades
para
organizar
los
materiales
sonoros
durante
las
actividades
prácticas.
Sin
embargo,
liberarme
de
las
reglas
que
limitaban
el
proceso
creativo
junto
con
la
vivencia
de
experiencias
perceptivas
más
amplias
en
el
ámbito
de
la
música,
presentó
principalmente
una
dificultad
en
comprender
y
organizar
esos
materiales
en
el
ámbito
de
la
escucha
y
de
la
vivencia
estética.
41
De
cierto
modo,
esa
experiencia
generó
una
frustración
y
un
sentimiento
de
inconformidad
hacia
las
formas
de
pensamiento
atonal,
de
manera
similar
a
lo
que
había
ocurrido
anteriormente
en
relación
con
las
limitaciones
presentadas
por
el
sistema
tonal
para
desarrollar
mis
ideas
en
la
composición.
La
dificultad
de
no
poder
crear
imágenes
mentales
sonoras
desde
la
perspectiva
del
nuevo
paradigma
para
articular
la
forma
musical,
conllevó
a
nuevas
reflexiones
que
fueron
poco
a
poco
incorporándose
también
de
modo
fragmentado
a
las
experiencias
temporales
y
espaciales
vividas
por
la
imaginación
y
por
los
sentimientos.
A
pesar
de
representar
en
parte
una
inconformidad
con
la
realidad
musical
vivida
hasta
el
momento,
las
reflexiones
dadas
a
partir
de
la
descripción
de
las
experiencias
presentadas
apuntan
a
una
compleja
red
de
sentimientos
y
percepciones
que
tuvieron
una
función
importante
en
la
maduración
de
las
propuestas
introducidas
en
el
proyecto
de
creación
de
la
pieza.
Además,
la
reflexión
sobre
esos
aspectos
buscaba
establecer
una
posición
en
la
cual
fuera
posible
atisbar
más
de
cerca
estas
experiencias
y
así
organizar
los
materiales
sonoros
a
partir
de
sensaciones.
Según
Dufrenne
(1973),
de
lo
que
se
trata
es
de
“recuperar
la
apariencia,
para
descubrir
nuevos
significados
[…],
la
cual
es
la
fuente
de
la
experiencia
vivida”.
(1973,
p.
370).
En
ese
sentido,
dentro
de
ese
nivel
de
conciencia
que
Dufrenne
(1973)
propone
podemos
percibir
que
existe
una
oscilación
entre
la
actitud
crítica
y
la
sentimental,
pues
se
observa
el
proceso
creativo
con
cierto
tipo
de
objetividad.
Nivel
de
la
representación
e
imaginación
La
primera
imagen
que
surgió
es
descrita
de
manera
aproximada
como
una
imagen
central
compuesta
por
dos
líneas
divergentes
en
movimiento
que
se
dirigen
hacia
planos
distintos
y
que
convergen
sucesivamente
en
un
“fondo”
indescriptible.
La
relación
de
esa
imagen
con
el
proceso
creativo
es
muy
importante
en
la
medida
en
que
ella
fue
el
destello
encargado
de
conectar
las
dos
realidades
distintas
vividas
por
mí
en
diferentes
contextos,
es
decir,
las
dos
reflexiones
sobre
el
pensamiento
tonal
y
atonal
que
se
fragmentaron
en
el
tiempo.
Esa
imagen
compuesta
por
dos
líneas
convergentes
se
mostró
como
una
percepción
clara
y
auténtica.
Conforme
con
la
clasificación
de
Bohm
(2005,
p.
39)
al
respecto
de
las
formas
de
percepción
intuitiva
y
lógica,
ese
destello
(flash)
puede
ser
comprendido
desde
el
punto
de
vista
del
fenómeno
como
un
tipo
de
imagen
que
escapa
completamente
a
una
visión
objetiva
o
discernible
de
la
realidad.
Según
Bohm
(2005)
este
tipo
de
flash
constituye
un
acto
de
percepción
que
opera
normalmente
en
un
ámbito
mental
pre-‐verbal.
Caracterizado
como
[único]
acto
generador
de
imágenes
42
nuevas
y
no
derivadas
de
la
memoria,
es
un
caso
de
percepción
total
en
el
que
se
incluyen
también
la
percepción
estética
y
la
percepción
de
emociones;
es
claro
que,
en
ese
sentido,
su
totalidad
no
puede
ser
descrita
y
analizada
apropiadamente
por
el
lenguaje
(Bohm,
2005).
Sin
embargo,
aunque
esa
imagen
carezca
de
objetividad
visible,
ella
se
presenta
cargada
de
una
objetividad
estética,
como
dice
Simondon.
En
Difracción,
aquel
tipo
de
percepción
comprendido
como
un
destello
estético
condensa
de
manera
fugaz
experiencias,
memorias
y
sensibilidades,
en
una
sola
impresión.
Aunque,
de
acuerdo
con
Dufrenne
(1973),
este
proceso
debe
ser
mediado
por
la
“imaginación,
que
acciona
tal
conocimiento
convirtiendo
aquello
que
es
adquirido
como
experiencia
en
algo
más
concreto”
(1973,
p.
348).
Sin
embargo,
Bohm
(2005)
dice
que
no
se
debe
confundir
aquella
imagen
en
la
que
convergen
dos
líneas
como
el
resultado
de
un
proceso
de
imaginación.
En
Difracción,
ella
es
caracterizada
como
el
único
acto
generador
de
nuevas
imágenes
no
derivadas
por
la
memoria.
En
la
medida
en
que
surge
aquel
flash,
“la
imaginación
podría
disfrazarla,
debido
a
su
capacidad
de
mezclar
lo
percibido
con
lo
imaginado”
(Dufrenne,
1973,
p.
370).
Pero
esa
percepción
auténtica
debe
ser
destacada
como
una
“percepción
real,
aquella
que
sólo
quiere
ser
percepción,
sin
dejarse
seducir
por
la
imaginación,
que
invita
a
deambular
en
torno
al
objeto
percibido,
o
por
el
intelecto,
que
para
dominar
el
objeto
procura
reducirlo
a
determinaciones
conceptuales”
(Dufrenne,
2004,
p.
80).
La
percepción
de
aquel
destello
se
distingue
de
otras
formas
imagéticas
traídas
por
la
memoria.
Sin
embargo,
de
ella
se
originaron
un
conjunto
de
imágenes
que
fueron
trabajadas
en
la
imaginación.
De
entre
ese
conjunto
de
imágenes
se
destacan
tres
que
surgieron
a
partir
de
y
asociado
a
la
percepción
de
las
líneas
divergentes:
(1)
la
imagen
de
un
movimiento
polifónico
que
es
característico
de
la
pieza;
(2)
el
movimiento
de
ondas
del
sonido
difractadas
en
el
espacio,
imagen
que
determinó
el
nombre
de
la
pieza.
En
cuanto
a
este
tipo
de
asociaciones,
Bohm
(2005)
expone
la
teoría
de
que
las
ideas
científicas
más
profundas
y
generales
sobre
el
espacio,
el
tiempo
y
la
organización
de
la
materia
se
basan
en
gran
medida
en
la
abstracción
de
la
experiencia
sensorial,
principalmente
visual
y
táctil.
Esta
visión
está
relacionada
con
la
noción
de
que
las
ciencias
y
las
artes
presentan
en
común
formas
estructurales
paradigmáticas
del
pensamiento
humano
(Kuhn,
1970)
y
(3)
la
imagen
de
los
dedos
moviéndose
en
direcciones
contrarias
o
de
manera
divergente
en
el
teclado
que
aparece
principalmente
en
la
introducción
de
la
pieza
y
posee
valor
temático
(Figura
2).
43
Ese
conjunto
de
imágenes
muestra
que
ciertas
características
de
la
pieza
se
basaron
en
posibles
asociaciones
de
la
música
con
otros
dominios
perceptivos.
Todas
esas
imágenes
moldeadas
por
la
imaginación
fueron
determinantes
en
el
proceso
de
escritura
de
la
pieza
y
como
tales
presentan
proporcionalmente
un
papel
determinante
en
la
formación
de
los
diferentes
planos
de
su
estructura.
44
45
Considero
que
la
búsqueda
para
experimentar
la
realidad
sin
desconfiar
de
nuestros
actos
de
percepción,
sin
reducirlos
a
una
suma
de
acontecimientos
psicológicos
o
a
una
categorización
de
los
fenómenos
percibidos
como
resultados
separados
de
nuestros
sentidos
permitió
a
lo
largo
de
ese
proceso
profundizar
la
percepción
de
tal
modo
que
realidades
distintas
pudieran
estar
asociadas
y
así
habitarlas
dentro
de
procesos
creativos.
En
Difracción
se
destaca
que
la
convergencia
de
diferentes
realidades
no
implica
una
fusión
total
de
los
diversos
elementos
constitutivos
de
la
composición,
ni
siquiera
de
las
imágenes
creadas
para
generar
la
continuidad,
fluencia
y
cierre
de
la
forma
en
el
tiempo.
Por
lo
tanto,
se
entiende
que
la
experiencia
de
esas
percepciones
e
introspecciones
es
fundamental
para
la
síntesis
de
sonoridades.
Por
último,
considero
que
la
complejidad
con
que
nuestros
pensamientos
construyen
redes
para
mantenerse
conectados
a
través
de
los
tiempos
vividos
por
la
conciencia
trae
potencialidades
para
estructurar
todo
un
proceso
creativo.
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Trad.
Margarita
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Buenos
Aires:
Prometeo
Libros.
46
Teoría
para
la
práctica:
desarrollo
de
las
representaciones
auditivas
musicales
en
el
marco
de
las
asignaturas
teóricas
Alena
Krasutskaya
Universidad
Nacional
de
Colombia
En
la
actualidad
la
formación
profesional
de
un
intérprete
busca
desarrollar
tres
componentes
principales:
el
motriz,
el
auditivo
y
el
cognitivo
(teórico-‐conceptual).
El
objetivo
debe
ser
integrar
la
asimilación
de
los
lenguajes
y
estilos
musicales.
Sin
embargo,
esto
se
vuelve
relativo
en
el
contexto
de
cada
una
de
las
asignaturas:
en
la
clase
de
interpretación
instrumental
se
da
prioridad
a
la
creación
de
las
respuestas
motrices
en
relación
con
las
representaciones
auditivas
específicas,
mientras
en
las
asignaturas
teóricas
predomina
la
conceptualización
de
los
fenómenos
musicales
que
se
apropian
a
través
de
la
experiencia
auditiva.
Esta
ruptura
motiva
a
los
educadores
a
seguir
buscando
estrategias
y
métodos
adecuados
para
brindar
una
formación
musical
completa
y
eficaz.
En
Teaching
Approaches
in
Music
Theory
de
Michael
Rogers
(1984)
la
tesis
principal
es
la
codependencia
entre
el
razonamiento
y
la
audición.
Rogers
confirma
esto
citando
a
William
Brandt,
quien
afirma
que:
“Ninguna
instrucción
en
la
música
pude
ser
válida
sin
que
la
comprensión
intelectual
se
relacione
constantemente
con
la
experiencia
auditiva”
(Rogers,
1984,
p.
8).
Por
consiguiente,
la
necesidad
pedagógica
es
la
integración
del
desarrollo
auditivo
y
la
comprensión
intelectual
directamente
en
la
práctica
interpretativa.
Para
satisfacer
tal
requerimiento
debemos
someter
a
consideración
dos
aspectos
fundamentales:
el
psicológico
y
el
educativo.
El
aspecto
psicológico
Trata
la
estructuración
del
pensamiento
musical,
su
naturaleza
y
las
funciones
de
las
representaciones
auditivas
dentro
de
él.
La
psicología
de
la
música
pone
el
fenómeno
del
pensamiento
musical
en
el
centro
de
todos
los
tipos
de
actividades
musicales
(creación,
interpretación
y
percepción).
Aunque
los
psicólogos
afirman
que
el
pensamiento
es
un
proceso
extrasensorial,
la
importancia
del
oído
en
la
búsqueda
del
significado
es
crucial.
Por
lo
tanto
el
pensamiento
musical
con
frecuencia
es
identificado
como
el
oído
interno.
No
obstante,
es
posible
considerar
al
oído
interno
como
uno
de
los
componentes
del
47
pensamiento
musical
al
igual
que
la
percepción,
la
memoria
y
la
imaginación.
Todos
estos
componentes
se
relacionan
entre
sí
y
todos
tienen
como
base
las
representaciones
auditivas
musicales1.
Las
representaciones
auditivas
musicales
Según
Marina
Starcheus,
estas
generalizan
la
experiencia
auditiva
musical
de
un
individuo
y
en
ellas
se
apoyan
todos
los
tipos
de
actividades
musicales
y
el
funcionamiento
del
oído
interno
(Старчеус,
2003,
p.371)
Las
representaciones
auditivas
son
de
diferentes
tipos
y
corresponden
a
los
diferentes
niveles
semánticos
de
las
obras
musicales.
Los
psicólogos
de
la
música
plantean
las
siguientes
distinciones:
las
representaciones
de
las
estructuras
modales,
las
representaciones
de
las
estructuras
armónicas,
las
representaciones
de
las
unidades
sintácticas
(motivo,
frase,
periodo)
y
las
representaciones
de
las
obras
musicales
íntegras.
Del
mismo
modo,
a
nivel
del
lenguaje
musical
se
distinguen
las
representaciones
auditivas
de
los
estilos
concretos.
Todas
las
representaciones
auditivas
provienen
de
la
experiencia
auditiva
del
músico
acumulada
en
su
memoria.
Constituyen
su
tesauro
musical,
el
cual
se
desarrolla
y
se
enriquece
a
través
de
varios
tipos
de
actividades
musicales
tales
como
el
canto,
la
interpretación,
la
improvisación,
la
composición,
la
transposición,
la
armonización
de
melodías
y
la
interpretación
grupal.
Asimismo,
las
representaciones
auditivas
se
forman
no
solamente
a
través
de
la
percepción,
sino
también
a
través
del
pensamiento,
la
memorización
y
la
imaginación.
En
consecuencia,
el
fenómeno
del
oído
interno
consiste
en
la
capacidad
de
operar
con
las
representaciones
auditivas
musicales:
hacerlas
conscientes,
extraerlas
de
la
memoria,
compararlas,
controlarlas
y
transformarlas.
Tal
fenómeno
repercute
directamente
en
los
procesos
de
percepción,
interpretación,
lectura
de
partituras,
armonización,
improvisación
y
composición.
Por
estas
razones,
investigadores
como
James
Mainwaring
y
Boris
Teplov
resaltan
la
importancia
del
desarrollo
de
las
representaciones
auditivas
para
la
formación
musical,
destacándolas
como
uno
de
los
componentes
principales
de
la
musicalidad.
1
Sinónimo:
imágenes
auditivas
48
El
aspecto
educativo
Comprende
la
búsqueda
de
los
métodos
pedagógicos
integrales
partiendo
del
conocimiento
de
las
características
del
desarrollo
del
pensamiento
musical
y
las
representaciones
auditivas
musicales.
Según
Rogers
(1984),
un
programa
educativo
orientado
hacia
este
modelo
debe
buscar
el
desarrollo
de
la
musicalidad
integral
(comprehensive
musicianship),
una
tendencia
que
tuvo
su
inicio
en
el
programa
de
la
Juilliard
School
of
Music.
Este
tipo
de
programas
incluyen
el
estudio
de
todos
los
periodos
estilísticos,
ejercicios
con
variedad
de
texturas
y
detalles
estilísticos,
análisis
de
diferentes
parámetros
musicales,
práctica
de
composición
e
improvisación
y
práctica
de
interpretación
en
la
clase
de
teoría.
El
aspecto
más
importante
en
la
filosofía
de
la
musicalidad
integral
es
que
todas
las
actividades
están
relacionadas
entre
sí
y
llevan
a
unificar
y
completar
la
comprensión
musical.
Sobre
un
principio
similar
se
fundamenta
el
método
de
armonía
desarrollado
por
Yuri
Jolopov
en
el
Conservatorio
Tchaikovsky
de
Moscú
dirigido
a
los
estudiantes
de
posgrado
del
área
de
teoría
y
composición:
“La
música
no
se
comprende
a
través
de
las
palabras,
hay
que
interiorizarla”
(Jolopov,
2003,
p.
7).
El
curso
combina
el
análisis
detallado
de
los
patrones
armónicos
de
los
estilos
más
destacados
de
la
música
occidental,
incluyendo
los
del
siglo
XX,
con
una
amplia
variedad
de
ejercicios
de
composición
e
improvisación
en
diferentes
formatos
instrumentales
con
el
objetivo
de
recrear
dichos
estilos.
Por
otra
parte,
la
psicología
de
la
percepción
musical
argumenta
la
razón
por
la
cual
los
métodos
pedagógicos
integrales
se
centran
en
el
estudio
multilateral
de
los
estilos
musicales.
Según
Meyer
(2001)
los
estilos
musicales
son
complejos
de
relaciones
de
probabilidad
que
no
son
estáticos
sino
que
cambian
y
varían
según
épocas
y
culturas
nacionales.
Tanto
las
respuestas
a
la
música
como
su
percepción
dependen
de
las
respuestas
habituales
aprendidas.
Los
sistemas
estilísticos
a
los
que
se
da
este
tipo
de
respuestas
son,
en
última
instancia,
construcciones
artificiales
desarrolladas
por
los
músicos
dentro
de
una
cultura
específica.
Y
si
la
experiencia
de
la
música
no
se
basa
en
respuestas
naturales
universales,
debe
estar
basada
en
respuestas
que
se
adquieren
a
través
del
aprendizaje.
(Meyer,
2001,
p.77)
Posteriormente
Meyer
aclara:
49
Parafraseando
a
Bertrand
Russel,
podemos
decir
que
comprender
la
música
no
es
una
cuestión
de
definiciones
de
diccionario,
de
conocer
esta,
aquella
o
esta
otra
regla
de
la
sintaxis
o
de
gramática
musical,
sino
que
más
bien
es
una
cuestión
de
hábitos
correctamente
adquiridos
en
uno
mismo
y
debidamente
supuestos
en
cada
obra
concreta.
(Meyer,
2001,
p.
78)
En
la
práctica
pedagógica
tales
“hábitos
correctamente
adquiridos”
se
logran
por
medio
de
la
formación
de
los
tesauros
auditivos
y
la
estimulación
de
las
habilidades
lógico-‐abstractas.
Por
un
lado,
los
tesauros
auditivos
permiten
registrar,
reconocer
y
entender
las
relaciones
de
los
elementos
de
los
estilos
musicales
concretos.
A
su
vez,
las
habilidades
motrices
facultan
la
reproducción
de
estas
relaciones
en
un
instrumento
musical.
Una
vez
han
sido
considerados
tanto
los
aspectos
psicológico
y
educativo
del
desarrollo
auditivo
como
la
comprensión
conceptual,
es
posible
plantear
una
propuesta
pedagógica
que
pretenda
integrar
los
componentes
auditivo,
conceptual
y
motriz
mediante
el
estudio
de
la
armonía
del
estilo
clásico
europeo
en
el
piano.2
De
tal
forma,
la
propuesta
metodológica
consiste
en
combinar
actividades
que
permitan
acumular
en
la
memoria
musical
las
representaciones
auditivas
de
las
relaciones
típicas
de
los
elementos
del
estilo
clásico
con
actividades
que
ayuden
a
desarrollar
la
capacidad
de
recrearlas
y
operar
en
forma
creativa
con
ellas.
Actividades
que
serán
al
mismo
tiempo
de
carácter
analítico-‐conceptual
y
práctico-‐interpretativo.
El
estilo
clásico
proporciona
un
lenguaje
instrumental
autónomo
que
comprende
elementos
vocales,
teatrales,
coreográficos
y
retóricos.
También
goza
de
gran
expresividad
gracias
a
los
principios
estéticos
y
estructurales
del
canon
y
el
equilibrio
en
el
que
se
basó.
No
es
por
casualidad
que
los
más
importantes
estudios
teóricos
de
la
forma
y
la
armonía
se
iniciaran
a
partir
del
estilo
clásico
instrumental.
La
jerarquía
y
las
relaciones
de
sus
elementos
tales
como
forma,
melodía,
armonía,
ritmo
y
textura
son
claras
y
lógicas
para
la
percepción
y
conceptualización.
Esto
hace
que
el
estilo
instrumental
del
clasicismo
proporcione
el
mejor
material
didáctico
para
el
desarrollo
del
pensamiento
musical
dentro
del
sistema
armónico
tonal.
El
elemento
específico
de
un
estilo
musical
en
relación
con
un
instrumento
es
la
textura.
La
apropiación
de
los
patrones
típicos
de
la
textura
no
estará
completa
2
La
práctica
del
estilo
clásico
se
propone
como
la
etapa
inicial
para
el
estudio
de
diversos
estilos:
barroco,
romanticismo
y
estilos
específicos
del
siglo
XX.
50
únicamente
con
el
análisis
auditivo
o
teórico.
Se
requiere
entrenamiento
para
desarrollar
reacciones
motrices
adecuadas
a
la
variedad
de
diseños
del
tejido
musical.
Principalmente
en
la
textura
pianística
abundan
en
gran
variedad
tales
diseños,
debido
a
que
una
de
las
tendencias
más
importantes
del
desarrollo
del
piano
fue
la
paulatina
superación
de
sus
limitaciones
sonoras
a
través
de
la
imitación
de
características
expresivas
de
otros
instrumentos
y
de
diversos
formatos
vocales,
instrumentales
y
orquestales.
Además,
la
textura
pianística
del
clasicismo
no
se
desliga
de
la
riqueza
ornamental
del
clave,
el
virtuosismo
concertante
del
piano,
la
cantilena
operística
y
los
contrastes
de
grupos
y
tutti
orquestales.
Asimismo,
los
procesos
armónicos
del
estilo
clásico
están
directamente
relacionados
con
la
funcionalidad
de
la
forma
clásica
instrumental.
En
consecuencia,
es
conveniente
ligar
el
estudio
de
los
patrones
armónicos
al
estudio
de
las
funciones
estructurales
específicas
tales
como
la
exposición
de
un
tema,
la
función
estructural
de
una
cadencia,
la
función
de
inestabilidad
y
desarrollo
o
la
función
conclusiva
etc.
Así,
el
temario
del
método
reflejará
a
gran
escala
los
diversos
matices
de
dos
estados
principales
de
la
tonalidad
clásica:
la
estabilidad
y
la
inestabilidad.
Dentro
de
las
actividades
de
acumulación
de
representaciones
auditivas
se
encuentran:
1)
Interpretar
un
fragmento
de
una
obra
clásica
para
piano
con
el
previo
análisis
armónico
funcional
verbal
o
escrito
genera
las
representaciones
auditivas
en
combinación
con
las
representaciones
simbólicas
y
motrices
(ejemplo
1).
Ejemplo
1.
2)
Memorizar
el
mismo
fragmento
en
forma
silenciosa
e
interpretar
de
memoria
activa
y
fortalece
todas
las
representaciones
mentales
involucradas.3
3
La
memorización
silenciosa
proviene
del
método
de
interpretación
pianística
de
Leimer-‐Gieseking.
51
3)
La
interpretación
del
mismo
fragmento
transportado
a
diversas
tonalidades
fortalece
las
representaciones
auditiva
y
motriz,
y
activa
la
representación
auditiva
de
la
estructura
tonal.
La
selección
de
las
tonalidades
para
la
transposición
está
condicionada
por
las
diversas
etapas
del
clasicismo:
en
las
obras
de
Haydn
y
Mozart
prevalecen
tonalidades
de
hasta
cuatro
alteraciones,
mientras
que
en
el
estilo
de
Beethoven
se
dan
ejemplos
de
tonalidades
más
lejanas.
4)
La
interpretación
de
un
fragmento
con
reducción
de
la
textura
y
análisis
armónico
previo
ayuda
a
hacer
conciencia
tanto
de
la
estructura
armónica
como
del
diseño
particular
de
la
textura
(ejemplos
2
y
3).
Ejemplo
2.
.
Las
actividades
que
estimulan
la
capacidad
de
operar
en
forma
creativa
las
representaciones
auditivas
son
la
armonización,
la
improvisación
y
la
composición
enfocadas
hacia
la
realización
estilística
adecuada.
Dado
que
una
instrucción
completa
de
todos
los
parámetros
y
tipos
de
relaciones
de
los
elementos
estilísticos
sería
poco
viable,
se
proponen
ejercicios
basados
en
la
combinación
simultánea
de
inducción
y
deducción.
La
proporción
de
los
procesos
inductivos
y
deductivos
en
cada
uno
de
los
ejercicios
debe
ir
aumentando
hacia
la
deducción
a
medida
que
se
avance
en
la
apropiación
auditiva
y
teórico-‐conceptual
del
estilo.
Por
ejemplo,
un
ejercicio
de
armonización
en
la
etapa
inicial
puede
tener
definidos
la
mayoría
de
los
parámetros
(forma,
textura
y
armonía)
y
estaría
cifrado
funcionalmente.
En
este
caso,
la
tarea
principal
sería
la
realización
adecuada
de
la
52
progresión
armónica
en
las
condiciones
de
la
textura
propuesta
o
incluso
de
varios
(ejemplo
4).
Ejemplo
4.
Más
adelante,
las
funciones
armónicas
que
deben
ser
completadas
tendrían
que
ser
deducidas
a
través
del
análisis
auditivo
de
la
melodía
en
relación
con
los
patrones
armónicos
aprendidos,
mientras
que
el
parámetro
de
la
textura
seguiría
siendo
inducido
(ejemplo
5).
Ejemplo
5.
En
las
últimas
etapas
el
estudiante
debe
demostrar
la
habilidad
de
crear
una
textura
apropiada
para
el
carácter
de
la
melodía
propuesta
e
incluso
continuar
tanto
la
53
idea
melódica
como
el
acompañamiento
de
modo
que
culmine
la
forma
que
sea
propuesta
(ejemplo
6).
Ejemplo
6.
A
pesar
de
que
las
prácticas
de
improvisación
y
composición
deben
ser
guiadas
por
parámetros
predeterminados,
estas
se
diferenciarían
en
el
tiempo
de
preparación;
por
consiguiente
los
mismos
ejercicios
podrían
ser
realizados
tanto
en
forma
compositiva
como
improvisadamente.
De
un
lado,
la
improvisación
exige
al
estudiante
crear
la
representación
auditiva
de
acuerdo
con
la
propuesta
inicial
y
generar
de
manera
inmediata
la
representación
y
las
respuestas
motrices
adecuadas.
Sin
embargo,
en
la
primera
etapa
de
práctica
estas
dos
acciones
pueden
estar
separadas
por
un
tiempo
corto
(varios
minutos
en
silencio),
lo
cual
permitiría
incluir
la
lógica
y
las
representaciones
simbólicas
de
los
patrones
armónicos
aprendidos
en
el
proceso
creativo.
El
esquema
general
de
este
proceso
sería
pensar-‐oír-‐interpretar4,
pero
en
realidad
se
requieren
procedimientos
mentales,
auditivos
y
físicos
bastante
complejos
en
poco
tiempo
y
por
lo
tanto
la
valoración
del
resultado
puede
ser
relativa
y
no
demasiado
exigente.
De
otra
parte,
en
la
composición
se
dedica
el
tiempo
necesario
tanto
para
los
procesos
lógicos
y
auditivos
como
para
la
selección
minuciosa
de
las
representaciones
auditivas
más
apropiadas
y
originales
dentro
del
estilo,
así
como
para
su
fijación
en
la
partitura
y
en
la
actividad
motriz.
Por
consiguiente,
en
la
calificación
del
resultado
se
incluye
el
valor
artístico
de
la
idea
musical
desarrollada.
4
Audición
interna.
54
La
proporción
entre
inducción
y
deducción
en
este
tipo
de
ejercicios
puede
variar
dependiendo
del
avance
del
estudiante
y
de
los
objetivos
de
las
tareas
concretas.
La
forma
se
propone
como
el
parámetro
que
siempre
está
definido,
mientras
que
los
parámetros
de
armonía
y
textura
pueden
ser
predeterminados,
inducidos
o
deducidos.
De
otra
parte,
los
diseños
rítmicos
y
melódicos
serán
deducidos
en
su
gran
mayoría
a
través
del
análisis
auditivo
de
los
fragmentos
de
la
idea
musical
propuesta
para
ser
completada.
En
el
ejercicio
del
ejemplo
7
se
requiere
que
el
estudiante
complete
la
preparación
de
las
dos
cadencias:
intermedia
y
final.
Las
posiciones
de
las
cadencias
en
la
forma
están
predeterminadas,
al
igual
que
la
textura.
Los
patrones
armónicos
se
inducen
a
través
del
aprendizaje
teórico
y
auditivo
previo,
es
decir
que
al
momento
de
realizar
el
ejercicio
el
estudiante
ya
tiene
el
conocimiento
y
las
representaciones
auditivas
de
los
acordes
típicos
para
esta
parte
de
la
estructura.
Finalmente,
el
ritmo
y
la
melodía
serán
deducidos
del
material
que
rodea
los
fragmentos
que
deben
ser
completados.
Ejemplo
7.
En
el
ejemplo
8
se
muestra
una
de
las
posibilidades
de
solución
para
el
ejercicio
anterior.
Ejemplo
8.
55
El
ejercicio
del
ejemplo
9
tiene
por
objeto
desarrollar
una
melodía
relacionada
con
la
armonía
propuesta;
es
decir
que
los
tonos
armónicos
de
la
voz
superior
se
deducen
del
análisis
auditivo
del
acompañamiento
y
se
ornamentan
con
diversas
funciones
melódicas
(notas
de
paso,
bordaduras
etc.)
Ejemplo
9.
Finalmente,
para
el
ejercicio
del
ejemplo
10,
en
la
primera
frase
se
proporcionan
todos
los
elementos
(carácter,
motivos
rítmicos
y
melódicos,
textura)
de
los
cuales
el
estudiante
tendrá
que
derivar
la
continuación
de
la
idea
musical
generando
una
típica
modulación
a
la
tonalidad
de
dominante
hacia
la
cadencia
final.
Ejemplo
10.
56
De
esta
manera,
por
medio
de
diversos
tipos
de
ejercicios
se
proporciona
una
variedad
de
tareas
para
ejercitar
los
procesos
analíticos,
auditivos
y
creativos
del
pensamiento
musical.
Este
tipo
de
práctica
del
estilo
clásico
para
piano
puede
beneficiar
el
desarrollo
de
varios
tipos
de
actividades
de
un
músico
profesional
tales
como
la
lectura
a
primera
vista,
en
la
cual
el
manejo
de
las
representaciones
auditivas
específicas
del
estilo
acelera
los
procesos
de
anticipación
auditiva
y
motriz,
o
la
memorización
apoyada
por
las
representaciones
simbólicas
creadas
desde
el
análisis
de
la
estructura
tonal,
la
cual
además
fortalece
la
memoria
a
largo
plazo.
Los
elementos
del
método
pueden
ser
incorporados
dentro
de
las
asignaturas
teóricas
en
los
programas
educativos
profesionales,
o
también
ser
parte
del
currículo
como
una
asignatura
electiva
dirigida
a
los
estudiantes
de
pregrado
y
postgrado
de
las
áreas
de
interpretación
de
piano,
teoría,
composición
y
dirección
sinfónica.
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Гармония.
Практический
курс,
Москва:
Издательский
Дом
«Композитор»
58
Fortalecimiento
de
la
autenticidad
del
clarinetista
colombiano
en
sus
procesos
de
interpretación-‐creación
y
la
pertinencia
en
su
país1
Andrés
Ramírez
Universidad
del
Cauca
“La
manera
de
hacer
es
Ser”
Lao-‐Tse
Justificación
Desde
mi
experiencia
como
estudiante
siempre
me
preocupó
el
desconocimiento
y
abandono
de
mi
propio
“yo”
como
generador
de
motivación,
búsqueda
de
ideas
y
conceptos
frente
a
la
música
que
interpretaba
en
el
clarinete.
Mis
clases
de
pregrado
en
Colombia
y
las
de
maestría
en
Suiza
se
dirigían
a
la
perfección
de
elementos
técnicos
del
instrumento
casi
en
su
totalidad,
sin
abordar
el
mundo
afectivo
del
intérprete,
nuestra
integración
yoica
durante
la
interpretación.
Me
sentía
realizando
una
tarea
ajena
a
mí
mismo,
una
tarea
que
buscaba
complacer
al
maestro
y
sus
conceptos
frente
a
la
creación
de
una
interpretación
que
era
fuertemente
dirigida
y
nunca
cuestionada.
Me
inundaba
la
sensación
de
vacío
interior,
sentía
que
sólo
estaba
reproduciendo
un
“parecer”
estético
y
que
“solo
alcanzaría
el
éxito
cuanto
más
cercano
estuviese
a
la
imitación
del
concepto”
que
el
maestro
tenía
de
la
interpretación.
Una
vez
terminé
mis
estudios
de
maestría
en
perfeccionamiento
en
clarinete,
música
elemental
y
pedagogía
del
clarinete
en
el
Conservatorio
de
la
Svizzera
italiana
en
2005,
regresé
a
Colombia
a
trabajar
en
la
Universidad
del
Cauca
en
Popayán
con
el
firme
deseo
de
probar
mis
hipótesis
sobre
el
propio
cuidado
del
“yo”
en
esta
universidad,
la
cual
no
era
reconocida
como
fuerte
en
el
campo
del
clarinete
a
nivel
nacional.
En
un
principio,
los
estudiantes
estaban
adaptados
y
condicionados
simplemente
a
recibir
órdenes
y
a
cumplirlas
sin
proponer,
crear,
o
discutir
frente
a
los
conceptos
planteados,
como
ocurre
en
el
modelo
educativo
en
Colombia.
Me
impresionaba
la
baja
autoestima
que
tenían
en
cuanto
al
reconocimiento
de
sí
mismos
frente
al
trabajo
propuesto.
En
las
primeras
clases
recibí
progresos
demasiado
pobres
en
calidad
tanto
conceptual
como
emotiva:
ellos
simplemente
no
realizaban
su
trabajo
porque
creían
que
“igualmente,
lo
realizaran
o
no,
su
destino
sería
regresar
a
sus
distintos
municipios
a
trabajos
que
por
tradición
han
desempeñado
sus
familias”.
Me
impactó
mucho
en
los
primeros
años
de
trabajo
que
las
expectativas
de
los
1
Propuesta
de
trabajo
para
el
Doctorado
en
Ciencias
de
la
Educación,
RUDECOLOMBIA,
sede
Universidad
del
Cauca
59
estudiantes,
sus
sueños,
sus
anhelos
eran
demasiado
tristes,
no
encontraban
la
“razón
de
llegar
a
ser”
clarinetistas;
casi
todos
habían
llegado
a
la
música
dada
la
tradición
de
pequeños
conjuntos
de
vientos
en
los
municipios
de
Colombia
que
amenizan
los
principales
eventos
culturales.
Les
habían
cortado
sus
alas.
Fue
allí
donde
la
diferencia
cultural
me
mostró
—y
entendí—
que
lo
que
había
aprendido
en
Suiza
no
era
aplicable
a
la
realidad
(en
la
Universidad
del
Cauca)
que
vivían
estos
estudiantes
y
que
se
manifestaba
como
“problemas
en
su
aprendizaje”.
Se
necesitaba
una
atención
frente
al
individuo
creador,
pues
no
se
puede
crear
si
no
se
recrea
la
propia
diferencia,
el
reconocimiento
de
la
autenticidad
individual
sin
que
prevalezcan
los
dogmas
conceptuales
de
los
maestros.
Problema
Desde
la
comprensión
de
las
relaciones
intersubjetivas
docente-‐estudiante
en
música-‐
clarinete,
¿cómo
sensibilizar
a
profesores
y
estudiantes
en
la
creación,
desarrollo
y
ejecución
de
acciones
de
tipo
académico
que
influyan
sobre
los
procesos
genuinos
de
interpretación-‐creación
para
clarinete
en
Colombia?
Objetivo
general
Generar
un
sustrato
pedagógico-‐teórico
frente
a
la
pertinencia
del
intérprete-‐
clarinetista
colombiano
como
un
individuo
diferenciado,
respetado
y
valorado.
Objetivos
específicos
• Identificar
herramientas
teórico-‐pedagógicas
en
música-‐clarinete
que
permitan
trabajar
con
certeza
y
no
tan
a
priori
la
intervención
de
las
problemáticas
que
afectan
la
identidad
de
los
estudiantes
intérpretes-‐creadores
en
Colombia.
• Identificar
y
motivar
competencias
puntuales
en
los
docentes
de
clarinete
en
Colombia
que
potencien
el
trabajo
y
la
interacción
con
seres
humanos
de
capacidades
resilientes
tales
como
la
población
estudiantil
del
instrumento
en
Colombia.
Referentes
teóricos,
éticos
y
estéticos
en
Occidente:
Vasili
Kandinsky
(1866-‐1944),
dentro
de
sus
“notas
generales”
en
su
libro
“De
lo
espiritual
en
el
arte”,
hace
una
serie
de
reflexiones
sobre
lo
que
significa
el
arte,
el
60
artista,
su
relación
con
su
obra
y
el
problema
sobre
“lo
que
es
necesario
transmitir
en
el
arte”
con
el
fin
de
llevarnos
hacia
la
sustentación
de
su
“arte
abstracto”.
El
autor
destaca
la
importancia
de
las
“aspiraciones
espirituales”
del
artista,
en
donde
atreverse
a
crear
con
miedo,
desesperanza,
felicidad
etc...
“el
arte
de
lo
esencial”
(crear
buscando
la
conciencia
de
la
profundidad
de
los
estados
de
ánimo)
es
lo
que
él
llama
arte,
el
cual
trascenderá
en
el
tiempo,
más
allá
de
un
“arte
por
el
arte”
en
donde
el
artista
busca
solo
“la
recompensa
material”,
donde
vendrán
medidas
otras
circunstancias
de
tipo
material
en
nuestra
sociedad
moderna,
las
cuales
no
trascenderán
simplemente
por
no
pertenecer
a
este
campo
de
humanidad
necesario
para
nosotros:
“Esta
humanidad
que
tanto
compartimos
con
los
seres
primitivos
y
que
no
ha
avanzado
desde
entonces”
por
el
hecho
de
las
diferentes
búsquedas
materiales
del
hombre.
Según
Kandinsky,
en
el
arte
se
crea
“no
buscando
una
imitación
de
la
naturaleza”
sino
en
la
“búsqueda
socrática:
conocerse
a
sí
mismo”
donde
se
exige
una
necesidad
“introspectiva”
y
no
“hacia
el
exterior”.
Cita
a
Schoenberg,
autor
que
“no
es
acústico
sino
anímico”.
Kandinsky
considera
esencial
que
su
espectador
pueda
relacionarse
en
un
“lenguaje
anímico-‐congenial”
con
el
artista.
Mark
Rothko
(1903-‐1970),
artista
norteamericano,
coincide
con
Kandinsky
en
esta
búsqueda
a
través
de
su
arte
apartado
totalmente
de
lo
figurativo.
Especialmente
dentro
de
su
periodo
clásico
(1949-‐1970),
la
comunión
con
su
espectador
debe
ser
única,
y
es
por
eso
que
“no
debe
haber
explicaciones
de
su
obra”.
En
donde
debería
ser
plasmada
la
propia
existencia
del
espectador,
negándose
a
la
constante
de
la
sociedad
de
la
época
“el
arte
como
decoración”.
Es
así
como
el
artista
se
retira
de
varios
proyectos
que
le
habían
sido
encargados
debido
a
su
postura
frente
a
su
propio
arte.
Howard
Putzel
encontraba
“arcaico”
el
arte
de
Rothko
y
es
también
en
este
punto
en
donde
Kandinsky
y
Rothko,
buscan
“lo
esencial”.
Dice
Rothko:
“El
arte
es
una
anécdota
del
espíritu”,
en
donde
quiere
ser
“íntimo
y
humano”.
“Sólo
me
interesa
expresar
las
emociones
humanas
más
elementales”.
Desde
su
óptica
pedagógica
encontraba
que
el
desarrollo
artístico
ya
en
los
infantes
debía
estar
“libre”
de
toda
intención
académica.
Dice
entonces
Baal-‐Teshuva:
“Este
tipo
de
aproximación
infantil
permitirá
la
liberación
del
propio
arte
de
Rothko”.
61
En
el
libro
de
Erik
Fromm
“Tener
o
Ser”
encontramos
similitudes
sobre
la
búsqueda
de
autenticidad
humana,
la
cual
se
ha
venido
perdiendo
en
la
sociedad
occidental.
Visto
el
camino
tomado
por
ella,
en
esta
sociedad
moderna
y
contemporánea
la
definición
propia
del
“ser”
siempre
se
da
desde
el
“tener”,
nunca
definiendo
los
estados
del
hombre
desde
su
propia
mirada
en
su
existencia
sino
desde
todo
aquello
externo
que
lo
define
ante
una
sociedad
modelada
por
la
apariencia.
Según
la
teoría
psicoanalítica
y
del
apego,
el
yo
comienza
desde
muy
temprano
en
la
vida
de
los
niños
y
niñas,
y
depende
de
un
fuerte
sentimiento
de
tipo
subjetivo
de
apoyo
y
ayuda
de
la
madre
y
el
padre
atentos
hacia
esa
criatura
dependiente
y
eminentemente
sensible
ante
la
respuesta
subjetiva
frente
a
su
indefensión.
Esta
comprensión
de
esa
relación
intersubjetiva
se
encuentra
estrechamente
relacionada
con
la
vida,
los
sentimientos,
las
creaciones,
los
contextos
y
la
historia
de
los
más
variados
compositores
e
intérpretes.
Además
de
tener
en
cuenta
la
relación
intersubjetiva
y
de
autovaloración
de
los
padres,
quienes
reflejan
en
sus
hijos
sus
propias
dificultades,
frustraciones
y
conflictos
a
través
de
los
diferentes
periodos
de
la
crianza,
se
suma
el
sistema
educativo
como
modelador
de
comportamientos
hacia
la
sociedad.
De
esa
manera
surgen
inquietudes
respecto
de
la
formación
de
los
diferentes
pedagogos,
quienes
también
pueden
proyectar
en
sus
alumnos
sus
propias
dificultades,
frustraciones
y
conflictos,
fortalecidos
además
por
la
normatividad
y
la
tendencia
a
la
igualdad
de
respuestas
en
los
alumnos.
De
esta
manera
desaparece
la
diferencia,
especialmente
en
los
niños
y
niñas
sensibles
a
los
sentimientos
artísticos.
Para
el
tema
que
nos
ocupa,
para
conocer,
comprender,
percibir,
sentir,
interpretar
y
crear
en
el
mundo
de
la
música
en
general
y
del
clarinete
en
particular.
Metodología
Desde
el
año
2006
trabajo
con
esta
población
estudiantil
(población
que
casi
en
su
totalidad
es
de
escasos
recursos
dada
la
ubicación
geográfica
del
departamento
donde
se
encuentra
la
universidad,
región
clasificada
como
el
segundo
Departamento
más
pobre
del
país)
en
la
generación
de
un
nuevo
sistema
de
trabajo
a
priori
y
experimental
en
el
cual
les
invito
a
asumir
su
propia
responsabilidad
en
el
proceso
de
aprendizaje,
siendo
yo
un
colega
más
de
trabajo,
nunca
una
figura
“inalcanzable”
como
la
que
tiene
el
profesor
en
Colombia.
Invito
a
los
estudiantes
a
darse
un
lugar
digno
en
su
proceso
de
aprendizaje
en
la
valoración
de
su
propio
“yo”,
al
respeto
por
sus
creencias,
su
cosmología,
su
entorno
social
y
familiar.
La
importancia
de
la
diferencia
entre
cada
uno
de
ellos
como
seres
humanos
creadores
y
artífices
de
su
propio
destino.
62
Asumo
que
sus
saberes
son
respetables
y
desde
allí
les
invito
a
construir
basado
en
la
confianza
hacia
ellos
y
su
mundo
clarinetístico.
Es
así
como
en
cada
clase
y
de
manera
intencional,
lo
último
que
trato
es
acerca
de
la
enseñanza
técnica
del
clarinete.
De
ésta
manera
evalúo
que
mi
trabajo
como
profesor
es
más
eficiente,
facilito
y
motivo
logros
obteniendo
mejores
resultados
interpretativos
cuando
sus
condiciones
humanas
son
respetadas
y
valoradas
desde
su
propio
saber
artístico.
Los
invito
a
que
ellos
mismos
encuentren
desde
su
propio
ser
sus
respuestas
de
creación
interpretativa.
"Tienen
que
darse
lo
que
necesitan",
les
recalco
siempre
en
nuestras
sesiones
de
trabajo.
Mis
estudiantes
de
ahora,
los
que
empezaron
conmigo
hace
siete
años,
han
logrado
posicionar
la
cátedra
de
clarinete
en
el
ámbito
nacional
e
internacional,
ganando
los
concursos
más
importantes
de
música
clásica
en
Colombia,
además
de
haber
realizado
varias
presentaciones
en
Europa
y
Estados
Unidos.
Varios
de
ellos
cursan
estudios
de
maestría
en
conservatorios
de
alta
referencia
a
nivel
mundial.
En
este
orden
de
ideas,
profundizaré
sobre
los
diferentes
preceptos
teóricos
existentes
que
me
permitirán
obtener
una
base
sólida
para
los
fundamentos
de
mi
investigación.
Realizaré
un
levantamiento
de
información
a
nivel
nacional
sobre
las
diferentes
aproximaciones
a
los
procesos
de
enseñanza-‐aprendizaje
en
la
interpretación
del
clarinete
en
Colombia;
confrontaré
la
teoría
existente
con
el
levantamiento
de
información
más
estudios
de
caso
para
así
finalmente
consolidar
conclusiones
que
permitan
aportar
a
las
teorías
musicales
sobre
los
procesos
de
enseñanza-‐aprendizaje
del
clarinete
en
Colombia.
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64
Educación
musical
y
música
contemporánea:
¿una
fusión
posible
en
las
aulas
de
clase
de
latinoamericanas?
Msc.
Susana
Riascos
Aguirre
UPEL-‐IPRGR
Venezuela
Introducción
La
música
contemporánea
presenta
formas
de
exploración
del
sonido
acordes
con
el
paso
y
avances
tecnológicos
del
mundo.
Por
esto,
actuar
sobre
el
sonido
con
el
fin
de
conocerlo,
controlarlo,
disfrutando
plena
y
creativamente
de
la
experiencia,
es
la
característica
esencial
de
los
fines
didácticos
que
tienen
como
punto
de
partida
la
música
contemporánea.
De
esta
manera,
el
sonido
como
materia
prima
principal
y
protagonista
de
la
música
contemporánea
se
toma
no
sólo
como
objeto
de
observación,
estudio
y
experimentación,
sino
—lo
que
es
mucho
más
relevante—
como
objeto
de
manipulación
artística
y
de
realización
estética
integral.1
Para
mostrar
esta
visión,
se
hace
necesario
presentar
un
recorrido
histórico
sobre
la
evolución
de
la
música
contemporánea
a
nivel
mundial
y
en
Latinoamérica,
describiendo
a
grandes
rasgos
los
métodos
activos
de
la
educación
musical,
precursores
de
los
métodos
contemporáneos,
y
por
último
mostrar
cómo
debería
estar
presente
la
música
contemporánea
en
la
educación
musical
actual.
Ahora
bien,
los
avances
tecnológicos
que
han
revolucionado
la
música
permiten
el
surgimiento
de
varias
interrogantes:
¿Qué
papel
juega
el
educador
musical?
¿Cómo
debe
impartir
una
nueva
educación
musical?
¿Debe
el
educador
musical
definir
si
enseña
la
música
de
manera
tradicional,
si
la
enseña
de
una
nueva
forma,
o
debe
integrar
ambas
cosas?
En
este
sentido,
una
nueva
notación,
nuevos
procedimientos
de
escritura,
un
estilo
orquestal
inédito
y
la
invención
de
géneros
musicales
modifican
nuestras
más
estables
consideraciones
y
también
la
propia
filosofía
de
la
música.
Es
así
como
la
música
contemporánea
propone
sobre
todo
otra
forma
de
escuchar
que
cambia
nuestros
hábitos
sobre
la
percepción
musical.
Evolución
de
la
música
contemporánea
1
Esta
ponencia
está
basada
en
la
investigación
realizada
por
la
autora,
para
ascender
a
la
Categoría
Agregado
en
la
Universidad
Pedagógica
Experimental
Libertador-‐IPRGR.
Venezuela.
65
Definir
los
inicios
de
la
música
contemporánea
y
lo
que
significa
en
realidad
este
término
es
siempre
causa
de
grandes
polémicas,
encuentros
y
desencuentros
entre
las
personas
que
están
vinculadas
a
este
campo
de
la
investigación
musical.
La
revisión
bibliográfica
y
no
bibliográfica
permite
inferir
que
algunos
historiadores
ubican
el
inicio
de
la
música
contemporánea
desde
la
Primera
Guerra
Mundial
cuando
comenzaron
a
presentarse
algunos
cambios
en
el
pensamiento
creativo
de
los
compositores
de
la
época.
Otros
investigadores
centran
la
música
contemporánea
después
de
la
Segunda
Guerra
Mundial,
pues
objetan
que
hasta
ese
momento,
aunque
se
crearon
instrumentos
contemporáneos,
con
ellos
se
sigue
ejecutando
música
tradicional.
Otros
ubican
la
música
contemporánea
exactamente
en
la
actualidad,
es
decir,
debe
ser
una
música
viva,
actual.
Sin
embargo,
se
cae
en
una
gran
disyuntiva:
¿qué
es
lo
actual?
Es
importante
tener
en
cuenta
que
en
las
épocas
anteriores
al
S.
XX
era
sencillo
definir
los
periodos
de
la
historia
musical,
pues
el
cambio
en
las
corrientes
musicales
se
daba
clara
y
lentamente;
por
ello,
se
categorizaron
sin
problema
la
edad
antigua,
el
renacimiento,
el
barroco,
el
clasicismo,
el
romanticismo
y
el
post-‐
romanticismo.
Ahora
bien,
en
cuanto
a
la
cuestión
generada
sobre
cuándo
inicia
la
música
contemporánea,
la
premisa
más
usual
señala
que
comienza
a
partir
del
final
de
la
Segunda
Guerra
Mundial.
En
la
presente
investigación
se
toma
como
base
esta
consigna.
Sin
embargo,
es
necesario
acotar
que
hubo
compositores
más
adelantados
a
las
concepciones
sonoras
tradicionales
de
su
tiempo
y
entorno.
Así,
que
aunque
el
enorme
cambio
musical
de
comienzos
del
siglo
XX
no
es
tomado
precisamente
como
músicas
estrictamente
contemporáneas,
sí
es
cierto
que
las
diferentes
propuestas
compositivas
de
obras
de
la
primera
mitad
del
siglo
XX
tales
como
“La
Consagración
de
la
Primavera”
de
Igor
Stravinsky,
una
miniatura
de
Webern,
el
“Despertar
de
la
ciudad”
ruidista
de
Russolo,
“Pregunta
sin
respuesta”,
de
Ives
o
“Deserts”,
de
Varése,
quizás
no
sean
estrictamente
“contemporáneas”,
pero
es
indudable
que
ofrecen
mucha
más
relación
con
la
música
contemporánea
de
hoy
en
día
que
las
que
puedan
tener
con
sus
progenitoras
directas
de
la
música
romántica
o
postromántica.
Según
Alsina
y
Sesé,
entre
los
principales
cambios
de
los
parámetros
de
la
música
que
pueden
encontrarse
en
el
nuevo
siglo
están:
1. Cambios
en
las
relaciones
del
tiempo
(ritmo).
A
partir
del
siglo
XX
hay
momentos
en
las
obras
orquestales,
en
que
las
secciones
de
las
obras
se
66
llevan
en
tiempos
diferentes.
Igor
Stravinsky
fue
célebre
por
los
cambios
de
compás,
a
propósito
de
su
obra
“La
consagración
de
la
Primavera”.
2. Cambios
en
la
relación
de
las
alturas
de
la
melodía.
Estos
mismos
autores
expresan
que
la
experimentación
con
las
alturas
del
sonido
permitió
a
Schönberg
prescindir
de
la
utilización
de
una
armadura
de
clave
fija
para
"alterar
independientemente
cada
nota
cuando
sea
necesario…
produciendo
un
resultado
sonoro
cada
vez
menos
tonal"
(p.96).
3.
Cambios
en
la
relación
de
intensidad.
Los
cambios
de
intensidad
fuerte-‐débil
empiezan
ya
desde
la
época
barroca;
sin
embargo,
en
la
primera
mitad
del
siglo
XX
se
marcan
con
base
en
la
calidad
del
sonido
y
el
ataque
a
la
esencia
sonora
que
producen
los
instrumentos.
La
educación
musical
y
sus
métodos
Durante
la
evolución
de
la
enseñanza
musical,
el
término
método
estuvo
casi
siempre
relacionado
con
la
enseñanza
de
los
instrumentos
y
del
solfeo.
Por
esta
razón,
en
la
pedagogía
musical
antigua
se
asociaba
el
término
método
con
el
de
manual,
y
se
entendía
éste
como
un
libro
o
texto
que
pretendía
explicar
gradualmente
y
en
orden
de
creciente
dificultad
la
manera
de
aprender
un
instrumento
musical
o
de
leer
la
música.
Más
adelante,
durante
el
siglo
XX,
comenzaron
a
surgir
los
métodos
activos
de
la
educación
musical
que
provenían
especialmente
del
continente
europeo.
Estos
tomaban
como
punto
de
partida
un
aprendizaje
inductivo.
Los
autores
de
los
métodos
activos
que
mayor
proyección
internacional
han
tenido
son:
Carl
Orff
(1895-‐1982),
Zoltan
Kodaly
(1882-‐1967),
Emile
Jacques
Dalcroze
(1865-‐1950)
y
Edgar
Willems(1890-‐
1978).
Métodos
contemporáneos
de
Educación
Musical
Raymond
Murray
Schafer
(1933-‐
).
Nació
en
Sarnia,
Canadá,
en
1933.
Es
músico,
compositor,
escritor
y
educador.
Como
educador,
explorador,
inspirador
y
estimulador,
Schafer
propone
una
didáctica
de
la
Ecología
Acústica.
Según
Meza
2006
"es
un
iconoclasta
de
los
pedagogos
tradicionales”
(s/n).
Schafer
es
el
creador
del
Proyecto
Paisaje
Sonoro
Mundial,
sobre
la
contaminación
sonora
y
la
influencia
del
paisaje
sonoro
en
la
creación
musical.
Expone
una
muy
interesante
visión
de
la
evolución
en
el
67
paisaje
sonoro
desde
la
prehistoria.
Plantea
conceptos
como
el
“imperialismo
sonoro
y
su
influencia
en
las
estructuras
sociales”.
Sus
obras
han
despertado
inquietudes,
necesidades
de
experimentación
y
búsqueda.
Su
influencia
ha
sido
positiva
en
el
quehacer
educativo
mundial,
motivando
nuevos
espacios
de
creatividad
y
siendo
su
meta
principal
que
el
hombre
llegue
a
convertirse
en
un
protagonista
consciente
del
ambiente
sonoro
en
el
cual
vive,
que
sea
capaz
de
rechazar
los
sonidos
que
le
alienan,
de
ir
diseñando
progresivamente
un
ambiente
sonoro
que
sea
digno
de
él
y
de
su
naturaleza.
John
Payntier.
Nació
en
Inglaterra
en
1944.
Es
considerado
el
compositor
contemporáneo
que
más
aportes
ha
realizado
en
el
campo
de
la
educación
musical.
Sus
proyectos
se
han
basado
en
nuevas
propuestas
para
incluir
la
música
en
el
currículo
educativo
actual.
Ha
trabajado
directamente
en
las
escuelas,
plasmando
después
sus
experiencias
en
artículos,
libros,
brindando
además
talleres
de
formación
musical
en
el
Departamento
de
Música
del
Reino
unido.
La
música
contemporánea
en
la
formación
del
profesor
de
educación
musical
A
mediados
de
los
años
60,
algunos
compositores
contemporáneos,
impactados
con
la
búsqueda
de
las
nuevas
sonoridades
y
concepciones
sobre
el
sonido,
incursionaron
en
propuestas
sobre
una
nueva
pedagogía
musical
que
les
permitiera
una
correlación
entre
la
enseñanza
musical
y
la
música
contemporánea.
Contaron
para
ello
con
el
apoyo
del
Groupe
de
Recherches
Musicales
de
París,
el
cual
fue
creado
por
Pierre
Schaeffer,
tal
como
fue
mencionado
en
el
capítulo
I
de
la
presente
investigación.
Según
Díaz
y
Giraldez
(2007),
la
nueva
pedagogía
activa
de
los
años
60´s
se
centró
en
tres
ideas:
la
primera
sobre
la
música
de
“ruidos”
que
hacen
los
niños
en
la
edad
temprana
y
sus
primeras
experiencias
sensorio-‐motoras,
las
cuales,
incluyendo
las
referidas
a
la
música,
deben
comenzar
en
la
etapa
inicial.
En
segundo
lugar,
la
premisa
sobre
la
expresión
musical
entendida
no
solo
como
ritmos
y
melodías,
pues
se
asevera
que
la
lectura
y
escrituras
musicales
hacen
parte
de
una
formación
especializada,
demostrando
que
las
formas
naturales
en
que
los
niños
“hacen
música”
tienen
en
común
solamente
el
sonido.
La
tercera
idea
gira
en
torno
a
que
el
ser
músico
no
implica
necesariamente
saber
de
música.
Esta
última
idea
afirma
la
importancia
de
despertar
la
musicalidad
del
niño
y
no
tanto
hacer
énfasis
en
su
conocimiento
musical.
De
esta
manera
los
niños
aprenden
música
a
través
del
juego-‐ejercicio
en
el
cual
no
se
pretender
formar
a
grandes
virtuosos
sino
a
niños
que
aprecien
la
música
y
que
puedan
eventualmente
llegar
a
tener
una
formación
musical
especializada.
68
En
este
mismo
orden
de
ideas,
es
necesario
acotar
que
en
la
escuela
francesa
iniciada
por
Schaeffer
se
distinguieron
por
sus
propuestas
compositores
como
Delande,
Henry,
Reibel,
Renard
y
Chion,
entre
otros,
quienes
se
enfocaron
en
la
revalorización
del
sonido
y
el
silencio,
una
nueva
actitud
en
la
forma
de
escuchar,
la
incorporación
de
los
sonidos
propios
de
la
naturaleza,
la
utilización
de
instrumentos
electrónicos
para
hacer
la
música
y
la
utilización
de
nuevos
signos
para
la
grafía
musical.
Estos
compositores
liberaron
al
sonido
de
sus
reglas
y
encontraron
en
el
aula
de
clase
y
en
los
niños
que
asisten
a
ella
un
excelente
campo
para
trabajar,
ya
que
permitía
la
interacción,
“un
público
receptor
sin
prejuicios
condicionantes
al
no
saber
música
de
la
manera
tradicional”
(op.
cit).
Es
cierto
sin
embargo,
que
más
allá
de
los
educadores
musicales
que
tuvieron
y
tienen
interés
en
vincular
la
música
contemporánea
en
la
praxis
educativa
son
muchos
los
que
recibieron
una
formación
docente
basada
en
el
pasado
y
continúan
ejerciéndola
de
igual
manera.
En
este
sentido,
Neves
(1974),
señala
que
muchas
veces
en
la
profesión
docente
se
nota,
además,
la
falta
de
creatividad.
El
profesor
de
educación
musical
“es
llamado,
hoy,
a
desempeñar
una
misión
que
exige
de
él
elementos
que
no
le
fueron
dados
y
que
deberá
buscar
por
iniciativa
propia”
(s/f).
En
tal
sentido,
la
autora
del
presente
estudio,
señala
que
es
importante
notar
que
hay
un
gran
campo
para
el
desarrollo
de
la
imaginación
y
la
creatividad
cuando
se
incursiona
en
la
utilización
de
los
signos
que
integran
el
lenguaje
musical
contemporáneo.
La
enseñanza
tradicional,
dogmática,
primero
el
signo
y
después
el
“habla”
musical
impiden
evidentemente
el
desarrollo
de
la
capacidad
musical
creadora.
El
conocimiento
de
las
nuevas
tendencias
musicales,
sumadas
a
la
experiencia
personal
de
los
docentes
y
el
deseo
de
impartir
una
educación
musical
de
calidad,
permiten
la
apertura
a
los
nuevos
paradigmas
en
la
enseñanza.
Neves
menciona
que
“el
siglo
XX
musical
se
caracteriza
por
el
redescubrimiento
del
sonido,
tomado
como
materia
prima
de
la
música,
y
que
puede
ser
manipulado
libremente
por
el
"compositor"
(y
queremos
desde
ya
alejar
toda
connotación
mistificante
y
elitizante
de
este
término…)”.
Neves
asevera
además
que
el
compositor
es
cualquier
persona
que
manipula
el
sonido
y
lo
toma
como
su
medio
de
expresión
creativa.
Es
importante
acotar
que
la
música
escuchada
muchas
veces
por
los
docentes
en
formación
y
más
aún
por
los
estudiantes
a
los
cuales
ellos
impartirán
clases,
está
69
influenciada
por
las
premisas
anteriores.
Esto
condiciona
radicalmente
la
expresión
de
su
vocabulario
musical,
por
lo
tanto,
es
necesario
que
el
docente
se
libre
de
prejuicios
al
trabajarla
y
que
permita
la
vivencia
total
del
sonido
en
cada
uno
de
sus
elementos
y
la
expresión
gráfica
sonora
e
individual
que
asignen
los
estudiantes
a
dichos
elementos.
Las
propuestas
sobre
la
manipulación
electroacústica
del
sonido
son
muy
interesantes
para
los
compositores
en
el
aula;
asimismo
ocurre
con
la
integración
de
otras
manifestaciones
artísticas
como
el
teatro
y
la
danza
a
la
música.
Experiencias
y
puntos
de
vista
frente
al
uso
de
la
música
contemporánea
en
la
educación
musical
latinoamericana
Frente
a
la
incursión
de
los
países
latinoamericanos
en
la
utilización
de
las
técnicas
musicales
contemporáneas
en
el
ámbito
de
la
educación
musical,
en
las
primeras
experiencias
de
este
tipo
se
presentaron
posiciones
radicales
a
favor
o
en
contra
de
su
de
ella.
En
países
que
están
básicamente
enmarcados
con
una
cultura
tradicional
para
la
cual
la
música
juega
un
papel
muy
importante,
la
negación
de
algunos
a
continuar
usándola
puesto
que
no
era
compatible
con
lo
contemporáneo
causó
una
división
entre
los
educadores
musicales,
quienes
creyeron
que
era
necesario
tomar
partido
a
favor
o
en
contra
de
su
utilización
en
el
campo
de
la
educación
musical
formal
o
no
formal.
A
este
respecto,
Gainza
(1995)
señala
que
en
Argentina
estas
inquietudes
se
solucionaron
con
relativa
rapidez,
gracias
principalmente
a
que:
“…fue
la
reacción
natural
de
los
alumnos,
niños
y
jóvenes,
que
contribuyó
al
restablecimiento
del
equilibrio,
la
integración
y
la
convivencia,
una
vez
absorbido
el
impacto
de
lo
nuevo
Los
alumnos
necesitaban
y
extrañaban
su
cuota
de
canciones,
sobre
todo
las
canciones
populares;
frente
a
una
oferta
pedagógica
constituida
exclusivamente
por
experiencias
con
el
sonido,
el
ruido
y
el
silencio,
conducidas
por
profesores
aún
poco
expertos,
comenzaron
a
aburrirse
y
a
expresar
su
insatisfacción”
(s/n).
Hechos
como
éstos
hicieron
que
los
educadores
musicales
tuvieran
que
darse
a
la
tarea
de
analizar
y
estar
abiertos
a
la
posibilidad
de
realizar
reformas
en
cuanto
a
su
profesión
docente,
teniendo
en
cuenta
que
su
papel
en
la
música
era
diferente
al
de
los
reconocidos
compositores
contemporáneos,
quienes
para
lograr
la
expresión
propia
y
singular
de
sus
ideas
musicales
muchas
veces
se
alejaban
parcial
o
totalmente
de
la
70
utilización
de
la
música
tradicional
que
caracteriza
a
sus
países
de
origen.
En
este
sentido,
la
misma
autora
(2002),
asevera:
"Un
doble
compromiso
—frente
al
hombre
y
frente
a
su
cultura—
le
exige
(al
educador)
vivir
en
el
presente,
compartiendo
y
comprendiendo
el
mundo
externo
y
las
inquietudes
espirituales
de
sus
alumnos,
sin
descuidar
aquella,
su
ancestral
misión
que
consiste
en
preservar
la
cultura,
rastreando
en
el
pasado
las
esencias
vivas
y
rescatables
de
ese
mismo
hombre
que
hoy
le
preocupa.
Prepararse
para
cumplir
con
naturalidad
y
sin
temores
ese
destino,
en
la
medida
de
las
propias
potencialidades,
debería
ser
la
meta
común
a
todos
los
maestros..."
(p.
12).
A
este
respecto
se
hace
necesario
comprender
que
aún
en
la
música
y
la
educación
musical
más
contemporánea
el
profesor
de
música
debe
cumplir
la
doble
función
de
enseñar
las
tradiciones
musicales
sin
dejar
de
lado
o
integrándolas
con
un
lenguaje
musical
acorde
con
la
época
actual,
entendiendo
además
que
cada
estudiante
presenta
asimismo
particularidades
emocionales
y
musicales
que
le
son
inherentes
por
el
entorno
que
le
rodea.
Tendencias
musicales
contemporáneas
influyentes
en
la
pedagogía
Es
un
hecho
que
la
música
de
los
siglos
XX
y
XXI
ha
influido
en
la
educación
musical.
Sin
embargo,
los
aspectos
más
resaltantes
son
los
que
han
presentado
una
profundización
y
cambio
sustancial
del
sonido.
Entre
ellos
se
encuentran
las
nuevas
grafías,
la
música
electroacústica
y
concreta,
el
taller
de
improvisación,
el
taller
de
sonido,
los
instrumentos
inventados,
los
objetos
sonoros,
las
técnicas
extendidas
o
las
maneras
no
convencionales
de
utilizar
los
instrumentos
tradicionales,
entre
otros.
Dependiendo
de
la
tendencia
y
el
estilo
musical
que
se
pretenda
usar
se
requiere
mayor
o
menor
preparación
por
parte
del
maestro,
pues
algunos
apuntan
hacia
la
estimulación
de
la
capacidad
creadora,
al
estímulo
de
la
sensibilidad
y
la
comunicación,
y
otras
más
hacia
el
desarrollo
intelectual
y
cognoscitivo
de
la
música.
De
esta
manera,
la
autora
de
esta
investigación
ratifica
que
las
experiencias
relacionadas
con
la
música
contemporánea
enfatizan
la
percepción
del
mundo
sonoro
que
rodea
a
las
personas
y
la
utilización
revalorada
del
silencio
como
recurso
indispensable
en
la
música,
estimulando
la
producción
sonora
de
los
estudiantes,
al
partir
de
la
premisa
basada
en
que
todos
son
compositores
potenciales
y
pueden
desarrollar
su
imaginación
a
través
de
propuestas
compositivas
individuales
o
grupales,
con
la
opción
de
inventar
sus
propios
instrumentos
musicales,
manipular
objetos
71
sonoros
y
explorar
nuevos
y
diversos
materiales
para
luego
plasmarlos
en
nuevas
formas
gráficas
musicales.
Para
ello,
es
necesario
que
el
docente
de
educación
reconozca
la
importancia
de
integrar
la
música
con
manifestaciones
de
otros
campos
estéticos
o
artísticos,
y
que
reciba
además
el
conocimiento
necesario
para
apreciar
las
obras
musicales
contemporáneas
y
las
nuevas
técnicas
para
el
abordaje
e
interpretación
de
las
partituras.
Conclusiones
y
recomendaciones
A
manera
de
conclusión,
es
necesario
destacar
que
es
de
gran
importancia
para
la
formación
actualizada
del
profesor
de
educación
musical
que
adquiera
los
conocimientos
necesarios
para
entender
a
fondo
las
tendencias
musicales
contemporáneas,
y
además
que
se
propicie
su
participación
activa
en
experiencias
creativas
en
las
cuales
pueda
explorar
las
posibilidades
de
la
voz,
los
instrumentos
y
el
uso
de
la
grafía
moderna.
En
este
sentido,
Cureses
(1998)
afirma
que
el
profesor
de
educación
musical
este
momento
ya
no
es
alguien
que
trasmite
conocimientos,
“sino
que
busca,
con
los
alumnos,
una
nueva
forma
de
expresión.
No
cabe
al
docente,
tampoco,
observar
y
juzgar
el
resultado
de
las
experiencias
del
grupo,
pues
no
hay
todavía
(por
suerte)
criterios
absolutos
de
evaluación”
(p.
217).
De
esta
manera,
el
profesor
puede
simplemente
integrarse
y
disfrutar
la
actividad
propuesta,
pues
en
términos
de
sonido
estudiantes
y
profesores
tienen
mucho
que
aportar.
Referencias
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(1998).
“La
Música
Contemporánea
en
la
Educación
Musical
Secundaria”.
[Documento
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línea].
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en:
http://www.dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=45428.
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línea:
Abril
de
2012].
72
La
guitarra
clásica
en
la
era
moderna:
cuestiones
estéticas
y
artísticas
contemporáneas
y
su
inter-‐vinculación
en
la
concreción
del
hecho
artístico
en
la
interpretación
musical
Sonia
Díaz
Universidad
Nacional
de
Colombia
El
arte
constituye
una
vía
de
vital
importancia
para
la
formación
y
desarrollo
multidimensional
e
integral
del
hombre,
especialmente
en
nuestra
sociedad
actual,
caracterizada
por
un
pragmatismo
pertinaz
y
una
visión
tecnocrática
del
desarrollo
social.
Este
déficit
de
espiritualidad
y
carencia
de
valores,
a
lo
cual
un
artista
no
puede
ser
indiferente,
presupone
la
búsqueda
de
las
verdades
más
universales
del
espíritu
humano,
una
reflexión
profunda
y
detenida,
un
nuevo
pensamiento
capaz
de
resistir
la
crisis
actual,
en
la
búsqueda
y
logro
de
nuestra
tarea
suprema,
revivir
el
valor
de
la
vida.
Indudablemente,
frente
a
este
escenario
la
estética
humanista
y
la
educación
estética
como
su
parte
más
entrañable
—cuyo
medio
más
robusto
es
el
arte—
constituye
una
vía
de
vital
importancia
para
el
crecimiento
armónico
de
nuestro
futuro
artista.
Toda
experiencia
estética
constituye
un
triunfo
de
la
vida
humana,
un
momento
privilegiado
en
el
que
llega
el
hombre
a
lo
mejor
de
sí
mismo.
La
estética
es
la
disciplina
de
la
esencia
históricamente
condicionada
de
los
valores
humanos.
Es
una
disciplina
filosófica
sobre
los
principios
más
generales
de
la
asimilación
del
mundo
en
el
proceso
de
la
actividad
del
hombre
y
ante
todo:
en
el
arte,
donde
adquieren
forma,
se
afirman
y
se
alcanza
la
más
alta
perfección
como
resultado
de
ese
descubrimiento,
apropiación
y
propiación
de
estos
valores.
Nuestro
campo
entonces
será
la
teoría
estética
artística
contemporánea
y
como
objeto
el
descubrimiento
del
hecho
artístico
en
la
partitura,
es
decir,
la
relación
entre
partitura
e
interpretación.
En
cuanto
a
los
antecedentes
histórico-‐teóricos,
es
pertinente
señalar
que
a
pesar
de
que
no
existe
una
concepción
sistematizada
entre
los
más
importantes
estetas
y
teóricos
del
arte
contemporáneo
que
aborden
el
objeto
de
la
investigación,
nuestras
fuentes
de
referencia
han
sido,
en
cuanto
al
hecho
artístico:
Ernest
Cassirer,
Theodor
Adorno,
Umberto
Eco,
Jean
J.
Nattiez,
Carlos
Sagot,
Iuri
Lotman,
Stefan
Morawski,
Jan
Mukarovsky
y
Adolfo
Sánchez
Vázquez;
en
cuanto
a
la
experiencia
estética
se
trabajó
principalmente
con
las
contribuciones
de
Umberto
Eco,
Robert
Jauss,
Alfonso
López
73
Quintás,
Wolfang
Iser,
Stefan
Morawski,
Adolfo
Sánchez
Vázquez
y
Jacques
Aumont.
En
cuanto
al
análisis
de
la
partitura
y
su
interpretación
se
analizaron
las
coincidencias
entre
las
concepciones
de
Theodor
Adorno,
Ernest
Cassirer,
Umberto
Eco,
Iuri
Lotman,
Robert
Hans
Jauss,
Wolfang
Iser
como
fundadores
de
la
escuela
de
la
estética
de
la
recepción
y
sus
precursores:
Roman
Ingardem,
Jan
Mukarovsky,
Hans
Georg
Gadamer.
Se
analizará
y
describirá
un
sistema
de
categorías
ofrecidas
por
la
estética,
articulado
y
estructurado
a
partir
de
la
experiencia
artística
en
la
descripción
de
este
fenómeno
no
visible
de
la
interpretación
musical,
el
cual
tiene
como
plataforma
la
partitura
y
basados
en
las
reflexiones
y
el
pensamiento
del
Dr.
J.
O.
Suárez
Tajonera
en
trabajos
hechos
acerca
de
la
danza,
el
teatro
y
la
literatura
y
su
aplicación
a
la
más
subjetiva
de
todas
las
artes:
la
música.
Nuestro
problema
por
resolver
será
el
siguiente:
considerar
al
intérprete
como
un
repetidor
mecánico
de
la
partitura
o
un
sujeto
creativo
en
el
acto
de
la
interpretación.
El
área
de
guitarra
del
Conservatorio
de
la
Universidad
Nacional
tiene
como
paradigma
moldear
en
nuestros
estudiantes
sujetos
creativos
en
el
acto
de
la
interpretación;
por
tanto,
busca
desarrollar
en
virtud
y
eficacia
de
su
competencia
cualquier
ejercicio
que
les
permita
la
evolución
progresiva
de
su
sensibilidad
y
su
intelecto,
además
de
entregarles
herramientas
técnicas
que
les
permitan
no
solo
dibujar
en
su
interpretación
los
aspectos
idiomáticos
y
estilísticos
de
la
partitura
sino
también
y
sobre
todo
expresar
con
la
mayor
sencillez
de
medios
las
más
elevadas
y
auténticas
emociones
en
la
búsqueda
y
logro
de
la
maestría
profesional,
pues
se
considera
que
la
interpretación
no
es
un
acto
reproductivo
mecánico.
El
siglo
XXI
le
exigirá
a
los
intérpretes
—no
sólo
de
la
guitarra,
sino
en
general—
una
nueva
dimensión
en
la
estructura
de
su
pensamiento.
Se
avizoran
nuevos
propósitos
estéticos
en
la
asimilación
renovada
de
la
interpretación
de
más
de
cinco
siglos
de
música.
Por
esto,
en
la
acción
artístico-‐pedagógica
del
presente
análisis,
se
tratará
de
potencializar
el
ejercicio
de
cualquier
actividad
humana
que
permita
desarrollar
en
el
estudiante
o
músico
ejecutante
su
sensibilidad
y
también
en
forma
muy
aguda
su
intelecto,
el
cual
es
determinante
porque
una
partitura
que
no
sea
sujeta
a
un
profundo
análisis
intelectual
no
poseerá
después
en
su
ejecución
una
relevante
capacidad
de
aplicación.
Esto
nos
conduce
a
afirmar
que
toda
obra
de
arte,
en
su
interpretación
exige
dos
grandes
instrumentos:
74
•
Poder
espiritual
para
ver
las
imágenes
invisibles
•
Poderío
técnico
que
permita
la
incorporación
de
tales
imágenes
al
lenguaje
de
la
música.
Esto
significa
que
en
el
acto
de
la
interpretación,
el
guitarrista
debe
lograr
relacionar
fecundamente
el
sentimiento
y
el
pensamiento.
La
calidad
de
su
ejecución
musical
está
determinada
por
la
unidad
dialéctica
de
una
profunda
percepción
y
reproducción
creadoras.
Estos
dos
fenómenos
que
se
conjugan
en
el
proceso
de
la
interpretación
nos
recuerdan
e
inspiran
la
sustancial
concepción
del
filósofo
alemán
Joseph
von
Schelling
(1775-‐1854),
uno
de
los
máximos
exponentes
del
idealismo
y
fundador
de
la
tendencia
romántica
alemana.
Su
planteamiento
nos
resulta
sumamente
atinado
al
permitir
descubrir
en
los
músicos
a
los
intérpretes,
una
dimensión
diferente
de
la
realidad
que
se
alcanza
a
través
de
la
intuición,
la
emoción,
la
valoración
y
la
interpretación.
Es
decir,
no
todo
se
capta
a
través
de
la
experiencia,
la
comprensión
y
la
razón,
por
tanto
el
autor
nos
hace
entender
que
existe
un
mundo
tangible,
visible,
y
un
mundo
intangible,
invisible,
más
interesante.
Esta
dualidad
es
captada
siempre
de
manera
individualizada
e
irrepetible
por
cada
intérprete
a
través
de
esa
facultad
o
capacidad
espiritual
de
un
elevadísimo
rango
denominada
estimación.
Por
ejemplo,
la
relación
lógica
que
puede
existir
entre
la
intensidad
y
la
belleza
con
el
sentido
y
la
forma
no
puede
ser
vista,
ni
tocada:
hay
que
estimarla.
Entonces
las
cosas
no
son
lo
que
son
para
la
percepción
empírica,
es
decir,
la
percepción
práctica,
materialista,
sino
que
significan,
simbolizan
fuerzas
espirituales
superiores
que
no
se
captan
por
los
sentidos
físicos,
sino
por
los
sentidos
espirituales
y
el
corazón.
Así,
en
la
percepción
del
arte
ante
la
belleza
de
un
paisaje,
ante
la
maravilla
de
una
música,
ante
la
belleza
de
un
perfil
o
la
gracia
de
un
andar
no
viene
al
caso
comprender
o
no
comprender,
sino
sentir,
o
sea,
estimar
o
desestimar.
La
estimación
como
fenómeno
estético-‐artístico
posibilita
el
salto
de
lo
real
al
valor
y
le
infunde
al
intérprete
ese
poder
de
crear
objetos
artísticos
a
través
de
una
técnica
personalizada
y
altamente
espiritualizada
para
así
desprender
de
la
obra
una
poética
irrepetible.
La
estimación
es
una
facultad
de
gran
eficacia
para
el
intérprete
y
habla
de
un
hecho
importantísimo
que
debe
tenerse
en
cuenta:
los
objetos,
además
de
existir,
de
ser,
valen.
75
Ej.
Un
árbol
hermoso
no
es
más
que
el
árbol
no
hermoso.
Vale
más,
tiene
más
valor.
Este
carácter
dual,
este
mundo
visible
e
invisible,
también
se
observa
en
la
partitura
musical.
Esta
es
la
objetivación
material
del
hecho
artístico,
la
primera
potencia,
la
primera
substancia,
que
sirve
como
compuesto
en
el
proceso
de
la
interpretación.
Analizaremos
la
partitura
desde
tres
aspectos
fundamentales:
1-‐ Como
sistema
semiótico
(material
que
ofrece
múltiples
lecturas)
2-‐ Como
forma
especial
de
objetivación
del
valor
espiritual
3-‐ Como
objetivación
material
del
hecho
artístico
1-‐ En
cuanto
su
función
simbólica,
la
partitura
o
manuscrito
musical
constituye
un
sistema,
dado
que
su
grafía
sígnico-‐simbólica
estructural
se
puede
describir
como
un
conjunto
de
entidades
abstractas
que
se
relacionan
entre
sí
y
que
están
impregnadas
por
la
unidad
interna
del
sentido
y
que
se
materializan
a
través
de
la
subjetividad
personal
e
irrepetible
del
intérprete.
Este
signo
musical
es
polisémico,
por
lo
que
su
contenido
semántico
(de
la
partitura)
se
relaciona
con
un
complejo
infinito
de
interpretantes.
Esta
forma
simbólica
se
manifiesta
o
representa
en
sentimientos,
emociones,
vivencias,
experiencias,
etc.,
tanto
para
el
receptor-‐
intérprete
como
para
el
receptor-‐participante.
2-‐ Se
considera
que
la
partitura
es
algo
material
que
posee
un
contenido
objetual,
donde
prevalece
un
análisis
formal,
y
un
contenido
subjetual,
donde
prevalece
un
análisis
espiritual-‐integral
y
que
es
donde
el
intérprete
revela,
descubre
el
hecho
artístico,
a
través
de
esa
forma
especial
de
objetivación
de
ese
valor
espiritual,
es
decir,
la
revelación
del
hecho
artístico
en
la
apropiación
y
propiación
del
verdadero
significado
de
la
partitura
musical.
La
partitura
es
un
sistema
semiótico–material
con
la
ayuda
del
cual
el
autor
objetiva,
corporiza,
hace
alcanzable
para
el
intérprete
su
estado
y
actividad
subjetiva-‐
psíquica–creadora
interna,
por
lo
que
concluimos
que
la
partitura
es
un
valor
objetivo
y
subjetivo-‐espiritual,
producto
de
la
actividad
creadora
del
compositor.
Es
la
forma
especial
de
objetivación
y
materialización
de
ese
valor
subjetivo-‐espiritual,
de
ese
grado
de
alumbramiento
como
resultado
del
proceso
creativo
del
compositor.
76
A
partir
de
estas
reflexiones
se
puede
llegar
a
la
conclusión
de
que
la
partitura
le
permite
al
compositor
objetivar
las
más
sutiles
manifestaciones
de
su
subjetividad
y
afectividad.
Mediante
la
partitura
los
sentimientos
del
compositor,
es
decir,
su
idea
artística,
se
convierten
en
ideas
musicales
que
se
descubren
y
se
expresan
gracias
al
intérprete,
quien
traduce
creadoramente
la
partitura
haciendo
llegar
la
significación
musical
de
la
misma
al
público-‐oyente
como
receptor-‐participante.
En
consecuencia,
podemos
afirmar
que
la
música
emerge
cuando
el
intérprete
arranca
el
contenido
objetual
de
notas
y
subsumido
el
contenido
integral-‐espiritual
captado
en
forma
única,
individualizada,
personalizada
e
irrepetible.
La
significación
del
acto
creativo
del
intérprete
de
la
guitarra
se
consuma
a
través
de
la
partitura
musical;
el
verdadero
valor
del
producto
artístico
y
de
la
obra
de
arte,
su
cuerpo
sensible,
está
en
el
acto
creativo
del
intérprete
ya
que,
al
ser
la
partitura
algo
material
y
al
mismo
tiempo
espiritual,
será
trabajo
fundamental
del
intérprete
dar
libertad
a
su
iniciativa,
captar
su
estructura
interna
y
vivirla.
Podemos
concluir
que
este
proceso
tiene
lugar
dentro
del
marco
que
delimita
un
doble
horizonte:
de
un
lado,
un
horizonte
implicado
y
desarrollado
en
la
obra,
es
decir,
el
horizonte
que
constituye
el
texto
(partitura)
como
complejo
estructural
organizado
con
códigos
específicos;
por
otro
lado,
el
horizonte
hermenéutico
que
se
organiza
en
torno
a
experiencias,
expectativas
y
significados,
es
decir,
todo
lo
que
está
encerrado
en
la
obra
es
interpretado.
Esta
dimensión,
este
horizonte,
es
importante
en
la
medida
en
que
sirve
a
la
revelación.
En
el
hecho
artístico,
el
intérprete
reivindicará
su
papel
activo,
su
participación
práctica
y
sensible
como
co-‐creador
en
la
concreción
de
la
obra
de
arte.
Puede
decirse
entonces
que
en
este
horizonte
referido
a
la
revelación
del
hecho
artístico
es
donde
verdaderamente
comienza
la
interpretación
como
un
género
de
la
creación
artística.
Por
eso,
siendo
la
partitura
invariablemente
la
misma,
cambia
históricamente
al
entrar
en
interacción
con
nuevas
experiencias
vitales
y
artísticas
del
intérprete,
adquiriendo
siempre
nuevas
propiedades.
3-‐ De
la
partitura
como
objetivación
material
del
hecho
artístico
se
deriva
la
indudable
importancia
de
esta
relación
de
unidad,
con
una
coherencia
concretada
donde
se
revela
la
creatividad
del
intérprete
y
la
del
receptor-‐participante,
dado
el
significativo
carácter
teórico-‐práctico
que
posee.
El
hecho
artístico
es
un
fenómeno
muy
específico
de
carácter
integral
y
vinculado
a
formas
absolutamente
irrepetibles
y
originales
de
la
conciencia
individual
del
intérprete.
77
Por
consiguiente,
la
partitura
en
tanto
hecho
artístico
musical
y
forma
expresiva
manifiesta
la
correlación
sistémica,
doblemente
creadora,
subjetividad-‐
objetividad-‐subjetividad,
hecho
que
comienza
con
la
creación
del
compositor
y
“finaliza”
en
el
oyente,
es
decir,
en
el
receptor-‐participante,
que
es
todo
lo
contrario
del
mero
espectador
pasivo.
Este
proceso
está
mediado
por
la
práctica
del
intérprete-‐
ejecutante,
que
al
convertirse
en
co-‐creador
de
la
obra
musical
deja
establecido
el
concepto
de
partitura
como
texto
en
su
multiplicidad
de
significados,
una
de
las
tantas
y
distintas
orientaciones
de
investigaciones
que
se
aglutinan
en
torno
a
la
teoría
de
la
estética
de
la
recepción.
Después
de
describir
esta
experiencia
sensible
del
intérprete
sobre
la
partitura
y
teniendo
la
precisión
conceptual
de
que
el
verdadero
significante
musical
es
la
música
ejecutada
(su
realización
en
sonidos
perceptibles),
nos
daremos
a
la
tarea
de
comprender
el
proceso
de
interacción
que
existe
entre
las
categorías
estético-‐
filosóficas
de
apropiación
y
propiación
con
la
lectura
de
la
misma,
(o
sea
de
la
partitura).
Por
definición,
el
ser
humano
puede
apropiarse
de
algo
que
no
sea
creado
por
él
mismo
(una
teoría,
una
idea,
incluso
una
ley
científica);
sin
embargo,
cuando
la
utiliza
debe
recordarla.
Pero
lo
que
se
percibe
en
la
vida
cotidiana
o
en
el
arte,
en
un
acto
de
transubstanciación
(convertir
una
sustancia
en
otra)
se
va
interiorizando,
se
hace
propio,
y
en
los
momentos
necesarios,
se
re-‐crea:
todo
ese
saber
aflora
espontáneamente
y
siempre
crecido
por
la
riqueza
del
mundo
interior
que
la
personalidad
–ese
ser
único,
irrepetible
e
insustituible–
haya
logrado
hasta
ese
momento.
Esto
pone
de
manifiesto
la
importancia
que
posee
para
un
artista
la
riqueza
vivencial
de
su
experiencia
personal
para
hacer
crecer
su
espiritualidad
dentro
de
una
realidad
dinámica
y
cambiante.
No
dudamos
en
sostener
que
la
obra
de
arte
lleva
consigo
también
una
dimensión
puramente
técnica
(poderío
técnico)
habilidad
en
la
ejecución
que
no
se
consigue
por
el
entusiasmo
sino
por
la
ascesis,
por
la
reflexión
inteligente,
la
laboriosidad
y
la
ejercitación,
elementos
reveladores
del
talento
que
el
artista
necesita
(habilidad
para
manejar
el
cuerpo
y
no
verse
impedido
por
su
severidad).
En
definitiva,
sólo
el
estudio
es
el
medio
por
el
que
el
artista
lleva
la
profundidad
del
contenido
de
la
obra
de
arte
a
su
conciencia
para
lograr
la
materia
78
sonora
y
el
contenido
de
sus
concepciones
e
incorporar
esas
imágenes
al
lenguaje
de
la
música.
Sin
embargo,
la
perfección
técnica
no
es
un
patrón
de
calidad
artística,
sino
simplemente
el
resultado
de
la
destreza
profesional.
Sólo
el
desarrollo
y
perfeccionamiento
de
los
hábitos
de
ejecución
junto
a
los
medios
de
interpretación
de
la
expresión
permitirán
al
intérprete
materializar
el
contenido
musical
para
que
surja
el
efecto
de
lo
artístico.
Por
tal
razón,
consideramos
que
la
técnica
en
el
arte,
además
de
ser
el
desarrollo
de
hábitos
de
ejecución,
se
trata
también
de
una
categoría
artística.
Por
eso,
las
técnicas
de
los
grandes
artistas
son
altamente
espiritualizadas,
creando
un
aparato
tan
sensible
que
les
permite
revelar
el
enigma
de
la
música,
la
grandeza
y
poder
transfigurador
de
la
interpretación,
el
contenido
de
sus
concepciones
e
incorporar
esas
imágenes
al
lenguaje
de
la
música.
Toda
obra
de
arte
es
una
verdad
individual
configurada
por
un
artista;
es
el
fruto
de
una
fuerza
instauradora
de
realidades
sensibles
cargadas
de
significación
donde
se
expresa
el
mundo
en
toda
la
complejidad
de
sus
relaciones
con
la
personalidad
y
en
la
riqueza
artística
y
estética
que
posee,
es
decir,
en
su
relación
valorativa
hacia
la
humanidad
como
género.
No
podemos
perder
de
vista
que
las
grandes
partituras
son
inagotables.
Un
fenómeno
tan
rico
y
complejo
que
no
resiste,
en
tanto
creador
de
realidades,
la
menor
comparación
con
ningún
otro
fenómeno
de
la
cultura.
Esta
particular
reflexión
reclama
gran
poder
emotivo
y
movilizador
tanto
del
artista
comprometido
como
del
maestro
formador
en
sus
estudiantes,
para
que
con
decisión
y
entrega
aborden
las
tres
etapas
fundamentales
por
las
que
han
de
transitar
en
la
búsqueda
y
descubrimiento
del
hecho
artístico
en
el
hecho
estructural:
la
partitura.
1er
movimiento:
No
se
cierra
nunca,
se
mantiene
toda
la
vida
y
juega
un
papel
de
acercamiento
con
todos
los
elementos
fundamentales
de
la
macro-‐forma
total
de
la
partitura
musical.
2º
movimiento:
Análisis,
reflexión
que
enriquece
y
crece
la
vida
espiritual
pasando
del
proceso
de
apropiación
al
de
propiación
en
el
que
se
ha
interiorizado
el
conocimiento,
ha
devenido
algo
personal,
individualizado,
único
e
irrepetible.
79
3er
movimiento:
Momento
en
que
el
intérprete,
ya
independizado,
vive
su
verdadero
misterio,
arribando
a
su
propia
interpretación,
dejando
a
un
lado
la
partitura,
¡viviendo
la
música!
Reafirmamos
así
que
la
interpretación
musical
no
es
un
acto
reproductivo
mecánico,
de
lectura,
inconsciente,
sino
vivencial,
autopoyético,
de
propiación,
y
por
tanto
de
significación
individual
en
lo
cual
reside
su
verdadero
valor
y
trascendencia
artística.
La
interpretación
musical
no
sólo
es
una
actividad
física
e
intelectual,
sino
una
función
del
ser
en
toda
su
integridad,
por
lo
que
es
imprescindible
que
se
le
viva
en
el
sentido
existencial.
Es
importante
tener
presente
que
el
descubrimiento,
apropiación
y
propiación
de
las
leyes
y
regularidades
fundamentales
de
su
objeto
(es
decir,
del
proceso
en
la
interpretación
musical)
es
el
objetivo
final
y
balance
teórico
de
esta
investigación,
balance
que
constituye
su
parte
o
aspecto
filosófico.
Al
hacer
una
lectura
reflexiva
de
lo
anterior
y
según
nuestra
experiencia
artística
y
pedagógica,
la
estética,
al
formar
parte
de
la
dimensión
axiológico–filosófica
que
enfatiza
algunos
de
los
valores
humanos
históricamente
condicionados
ha
contribuido
a
conformar
en
los
estudiantes
no
solo
el
agrado
cultural
por
estas
disciplinas,
sino
que
éstos
han
logrado
constatar
el
valor
de
su
dominio
en
el
acto
creador.
Estos
presupuestos
nos
permitieron
construir
un
análisis
sistémico
de
situaciones
profesionales
que
incluye
un
ordenamiento
no
sólo
objetual
sino
subjetual,
no
visible,
pero
imprescindible
en
la
conformación
de
un
músico
altamente
calificado,
es
decir,
de
un
verdadero
artista,
en
particular
del
intérprete
de
la
guitarra.
El
dominio
de
todas
estas
valoraciones,
conceptos
y
categorías
que
nos
ofrece
la
estética
contribuirá
e
incidirá
de
manera
poderosa
en
el
perfeccionamiento
y
desarrollo
de
las
capacidades
intelectuales,
musicales
y
técnicas
del
futuro
intérprete
de
la
guitarra,
a
la
altura
de
su
gusto
artístico
y
estético,
y
servirán
como
base
en
la
propiación
del
hecho
artístico.
Este
enfoque
sistémico
también
será
útil
como
una
herramienta
metodológica
que
permita
modelar
un
desarrollo
constante
del
estilo
de
la
ejecución,
búsqueda
y
solución
de
las
grandes
tareas
artísticas
por
parte
del
futuro
intérprete
de
la
guitarra.
Construir
un
artista
consciente
de
su
alto
compromiso
con
la
sociedad
y
con
el
arte,
80
que
lo
calibrará
para
un
considerable
crecimiento
artístico
y
madurez
creadora
en
la
búsqueda
infatigable
de
la
maestría
profesional.
Vale
la
pena
aclarar
que
en
los
procesos
artísticos
el
estudio
y
aplicación
de
estas
herramientas
conceptuales
en
situaciones
profesionales
pertinentes
se
da
de
manera
individualizada
debido
al
carácter
dual
y
tácito
del
contenido
teórico-‐práctico
en
la
comprensión
y
asimilación
del
conocimiento
musical,
pero
sirven
de
base
para
que
los
intérpretes
de
la
guitarra
interioricen
y
se
propien
de
los
procesos
de
solución
de
sus
tareas
artísticas
en
el
descubrimiento
tanto
intelectual
como
vivencial
de
la
interpretación
de
la
partitura
musical.
Conclusiones
El
desarrollo
científico
que
experimenta
el
mundo
contemporáneo
exige
la
implementación
de
enfoques
integradores
fundamentados
en
la
intervinculación
y
articulación
de
los
contenidos.
Por
tanto,
la
puesta
en
práctica
de
los
sistemas
y
categorías
estético-‐filosóficos
analizados
y
la
concientización
del
contenido
objetual
y
subjetual
de
la
partitura
musical,
a
través
de
su
estructura
imaginal
o
metafórica,
junto
a
la
observación
de
los
elementos
constitutivos
del
discurso
musical,
facultarán
a
los
intérpretes
para
enfrentar
las
diferentes
situaciones
profesionales
en
la
amplia
riqueza
que
éstas
puedan
presentar,
estableciendo
una
relación
afectiva
hacia
el
nuevo
aspecto
guitarrístico
y
su
proyección
estética,
imprescindibles
para
alcanzar
el
perfeccionamiento
artístico
así
como
la
pertinencia
en
su
campo
de
actuación
y
su
aplicación
en
contextos
diversos
combinados
con
la
creciente
complejidad
que
impone
la
naturaleza
cambiante
de
la
sociedad
moderna.
La
partitura
es
un
cauce
expresivo
con
múltiples
significados
que
requiere
del
intérprete
la
creación
de
un
aparato
técnico
altamente
sensible
y
espiritualizado
en
la
traducción,
no
solo
de
su
notación
musical
literal,
sino
firmemente
fiel
a
su
espíritu,
a
su
valor
expresivo,
logrando
así
descubrir
lo
que
significa
en
el
arte
captar
su
estructura
musical
interna
y
vivirla.
Es
decir,
la
revelación
del
hecho
artístico
en
la
apropiación
y
propiación
del
verdadero
significado
de
la
partitura
musical.
No
existe
lo
artístico
fuera
de
la
percepción,
fuera
de
la
emoción.
El
conocimiento,
entendimiento
y
puesta
en
práctica
de
las
categorías
ofrecidas
por
la
estética
constituirán
un
arma
fundamental
y
de
inapreciable
valor
no
sólo
en
la
conformación
individual
y
profesional
del
intérprete
sino
en
la
toma
de
decisiones
artísticas,
estilísticas,
y
obviamente
técnico-‐musicales
frente
a
la
partitura.
81
Desearía
concluir
este
trabajo
con
la
siguiente
expresión:
“La
música
como
ningún
otro
arte,
eleva
al
hombre
de
lo
objetivo
a
lo
subjetivo,
a
través
de
la
influencia
del
efecto
que
ejerce
en
la
conciencia
del
ser
humano”.
82
83
Creatividad
y
cognición
musical:
bases
para
una
transformación
de
prácticas
pedagógicas
en
el
aprendizaje
de
la
composición
Juan
Gabriel
Osuna
Barriga
Pontificia
Universidad
Javeriana
Contextualización
La
creatividad
es
altamente
valorada
en
el
contexto
de
la
enseñanza
de
la
composición
musical.
Pese
a
ello,
usualmente
sólo
se
la
refiere
al
explicar
la
facilidad
con
que
los
alumnos
resuelven
los
problemas,
estimar
el
potencial
de
un
aspirante
a
iniciar
estudios,
y
ocasionalmente
evaluar
el
producto.
A
menudo
encontramos
posiciones
cerradas
en
torno
a
la
posibilidad
de
enseñar
o
aún
desarrollar
la
creatividad.
Se
la
considera
un
don,
un
privilegio
de
unos
pocos,
un
rasgo
genético.
Se
nace
o
no
creativo,
se
nace
o
no
compositor
(Smith
Brindle,
R.
1986).
Buscando
ampliar
el
conocimiento
en
el
campo
de
la
creatividad
musical,
el
Departamento
de
Música
de
la
Pontificia
Universidad
Javeriana
inició
en
enero
de
este
año
un
proyecto
de
investigación-‐creación
(un
estudio
de
caso
comparado).
En
él
se
analizarán,
con
una
perspectiva
cognitiva,
múltiples
registros
de
los
procesos
creativos
de
dos
compositores,
enfrentados
a
la
misma
tarea
cognitiva:
componer
una
pieza
de
“música
especulativa”1
para
soprano,
guitarra
y
electrónica
de
15
minutos
de
duración.
Cada
sujeto
registrará
su
proceso
creativo
mediante
grabaciones
de
audio,
de
video,
diario
de
campo,
bocetos,
partituras,
algoritmos,
etc.
Los
datos
obtenidos
se
observarán
a
la
luz
de
los
resultados
de
la
investigación
previa
“Una
aproximación
a
los
procesos
cognitivos
creativos
que
subyacen
al
ejercicio
de
la
composición
musical;
exploración
a
partir
de
un
estudio
de
caso
único”
(Osuna,
2011),
con
un
marco
teórico
y
metodologías
muy
similares.
Este
estudio
responde
a
la
necesidad
de
extender
esta
indagación
a
otros
contextos
y
otras
prácticas
como
señala
el
primero
en
las
conclusiones.
La
investigación
—los
dos
estudios
de
caso—
se
concentra
en
las
relaciones
entre
la
creatividad
y
la
cognición,
específicamente
en
la
práctica
de
la
composición
musical.
Busca
ilustrar
algunas
de
las
dinámicas
en
que
los
mecanismos
cognitivos
interactúan
durante
la
composición
de
piezas
musicales,
a
fin
de
arrojar
una
mirada
1
Término
que
“…denota
aquella
parte
de
la
teoría
musical
que
no
tiene
nada
que
ver
con
la
práctica,
sino
que
se
interesa
en
identificar
los
principios
de
la
música.
Es
la
parte
esotérica
de
la
teoría
musical,
y
como
tal
absorbe
ampliamente
ideas
de
la
teosofía,
el
hermetismo
y
las
ciencias
ocultas.”
(Godwin,
J.
1982,
pp.
373
–
389).
84
nueva
sobre
estos
procesos
creativos.
Las
imágenes
que
provea
permitirán
profundizar
su
comprensión
y
alimentar
discusiones
e
investigación
tendientes
a
enriquecer
las
prácticas
pedagógicas
de
la
composición
musical
y
de
la
música
en
general.
Se
orienta
hacia
la
pregunta
por
¿qué
procesos
cognitivos
creativos
operan
en
el
ejercicio
de
la
composición
musical?
y
su
objetivo
general
es
realizar
una
aproximación
a
la
caracterización
de
las
dinámicas
de
interacción
de
los
procesos
que
emergen
durante
la
solución
creativa
de
problemas
(reducción
categorial,
búsqueda
de
atributos,
mezcla
mental,
interpretación
conceptual,
etc.)
desde
las
categorías
del
modelo
Geneplore
de
Finke,
Ward
y
Smith
(1996).
El
primer
estudio
(acerca
de
un
ciclo
de
clases
particulares
de
composición)
evidenció
que
la
complejidad
y
las
características
de
las
tareas
cognitivas
en
actividades
curriculares,
de
aprendizaje
informal,
o
en
el
ejercicio
de
la
composición
inciden
notablemente
en
la
configuración
de
los
conjuntos
de
procesos,
estructuras
y
propiedades
que
se
ponen
en
juego
en
las
dinámicas
cognitivas
involucradas.
Permitió
además
verlas
en
detalle
durante
la
ejecución
de
tres
tipos
de
ejercicios:
exploración
improvisando
con
materiales
muy
restringidos,
elaboración
de
gestos
musicales
con
funciones
formales
específicas
(exposiciones,
transiciones,
conectores,
cierres,
etc.)
y
la
composición
de
una
pequeña
pieza
para
piano.
No
existe
pues
una
forma
única
en
la
que
la
creatividad
se
manifieste
en
la
composición
musical.
Considérese
la
diferencia
entre
la
actividad
de
componer
una
pieza
de
jazz
en
una
sesión
de
improvisación
y
la
de
componer
una
pieza
fractal
algorítmica
electroacústica,
tanto
al
nivel
de
procesos
y
mecanismos
cognitivos
(representaciones,
asociaciones,
analogía
de
patrones,
heurísticas,
etc.),
como
de
situación
(con
quién
se
hace,
para
quién,
dónde,
cómo,
cuándo)
y
de
dominio
(modelos
mentales,
habilidades
técnicas,
conocimiento
de
los
materiales,
etc.).
La
complejidad
del
problema
demanda
aproximaciones
capaces
de
captar
la
riqueza
y
la
sutileza
de
la
creatividad
que
opera
en
la
composición
musical.
Tales
características
apuntan
al
estudio
de
caso
como
estrategia
metodológica
para
abordar
la
investigación
en
tanto
que
provee
una
amplia
documentación
sobre
un
proceso
específico
en
condiciones
reales.
Permite
proyectarla
en
un
espectro
amplio,
mediante
un
estudio
longitudinal
con
el
mismo
sujeto,
o
replicarla
con
otros
sujetos,
en
otros
entornos
y
prácticas
de
aprendizaje
y
en
el
ejercicio
de
la
composición.
A
la
vez
extiende
la
teoría
de
referencia
al
ámbito
de
la
creatividad
musical
(Yin
2003,
p.40).
Algunos
referentes
conceptuales
85
Definir
la
creatividad
no
es
tarea
fácil
y
la
mayoría
de
las
teorías
resultan
insuficientes
para
clarificar
el
concepto
en
su
extensión;
sin
embargo
desde
un
enfoque
computacional
representacional,
Margaret
Boden
(1994a,
p.
63)
provee
una
imagen
sólida
que
permite
delimitar
con
claridad
el
objeto
de
estudio.
La
presenta
como
la
capacidad
de
pensar
lo
impensable.
Para
ella
una
idea
sólo
puede
ser
considerada
creativa
si
no
puede
ser
“descripta
y/o
producida
por
el
mismo
conjunto
de
reglas
generativas
que
otras
ideas
conocidas”
(Boden,
1994,
p.
65).
De
lo
contrario
no
pasaría
de
ser
una
mera
novedad.
Los
sistemas
generativos
conformados
por
reglas
generativas
y
datos
configuran
campos
conceptuales,
que
se
definen
en
términos
de
lo
que
es
posible
hacer
con
los
datos
y
cómo
es
posible
hacerlo.
Su
transformación
permite
explorar
nuevas
maneras
de
resolver
los
problemas,
expandiendo
dichos
campos
mediante
la
incorporación
de
posibilidades
que
inicialmente
estaban
fuera
de
alcance.
Considera,
al
igual
que
otros
cognitivistas,
que
la
creatividad
no
es
producto
de
una
única
capacidad,
sino
el
resultado
de
la
interacción
de
diversos
procesos
mentales
que
cualquier
persona
puede
desarrollar
a
través
de
la
experiencia.
Por
otra
parte,
el
enfoque
de
la
cognición
creativa
(Finke,
Ward
y
Smith,
1996),
desde
el
que
se
realiza
esta
investigación,
se
ocupa
de
los
procesos
mentales
que
intervienen
en
los
actos
creativos
y,
aunque
no
se
compromete
con
una
definición
cerrada
de
la
creatividad,
ofrece
una
teoría
explicativa
de
la
misma
con
una
clara
perspectiva
conceptual.
Desde
este
enfoque
se
considera
que
el
pensamiento
creativo
puede
ser
explicado
“con
referencia
a
ciertos
tipos
de
estructuras
cognitivas
que
una
persona
emplea,
y
en
términos
de
las
propiedades
de
dichas
estructuras”
(Finke,
Ward
y
Smith,
1996,
p.
7).
Distingue
entre
dos
tipos
de
proceso
cognitivo:
los
que
dan
lugar
a
la
generación
de
estructuras
pre-‐inventivas,
propios
de
la
fase
generativa,
y
los
que
se
usan
en
la
exploración
de
sus
implicaciones
creativas,
característicos
de
la
fase
exploratoria;
estas
fases
interactúan
de
manera
cíclica
hasta
producir
el
objeto
del
acto
creativo.
El
modelo
explicativo
que
construyen,
denominado
Geneplore
(nombre
que
derivan
de
los
de
las
dos
fases
que
lo
componen),
propone
una
serie
amplia
de
procesos
cognitivos
que
subyacen
a
los
actos
creativos
y
que
sugiere
además
la
dinámica
en
la
que
se
alternan
procesos
de
generación
y
exploración
de
ideas
hasta
conseguir
el
producto.
En
la
fase
generativa
se
construyen
representaciones
mentales
86
llamadas
estructuras
pre-‐inventivas.
Estas
estructuras
tienen
propiedades
que
son
exploradas
con
propósitos
creativos
en
la
fase
exploratoria.
Las
cogniciones
creativas
resultantes
pueden
ser
enfocadas
o
expandidas
de
acuerdo
con
los
requerimientos
de
la
tarea
o
las
necesidades
individuales,
modelando
las
estructuras
pre-‐inventivas.
Estas
son
afectadas
por
restricciones
del
producto,
que
pueden
ser
impuestas
en
cualquier
momento
durante
la
fase
generativa
o
la
exploratoria.
Este
modelo
proporcionó
las
categorías
desde
las
cuales
se
analizó
la
información.
En
torno
a
los
hallazgos
Los
procesos
cognitivos
creativos
predominantes
a
lo
largo
del
estudio
fueron
la
búsqueda
de
atributos,
las
restricciones
de
características
y
la
transformación
mental.
La
búsqueda
de
atributos
es
central
cuando
se
explora
el
potencial
de
una
idea
musical;
buscar
sistemáticamente
propiedades
de
una
estructura
pre-‐inventiva
(un
patrón,
un
motivo,
un
gesto,
un
tema,
etc.)
al
acecho
de
características
fértiles
para
su
explotación
creativa,
permite
al
compositor
disponer
de
una
amplia
paleta
de
recursos
para
generar
novedad,
conservando
unidad
y
coherencia
entre
los
elementos
de
la
obra.
La
concentración
de
las
restricciones
de
características
en
las
mediciones
obedece
a
que
son
un
insumo
indispensable
para
la
composición
de
una
pieza
musical
(Gaviria
2010,
en
edición),
por
ejemplo:
una
pieza
corta,
en
modo
lidio,
en
forma
binaria,
con
alto
contraste
en
el
carácter
de
las
partes,
usando
subdivisión
regular
y
acentuación
agógica
para
expresar
la
estructura
métrica,
son
todas
restricciones
que
pueden
ser
impuestas
por
el
profesor
en
una
situación
pedagógica,
o
por
el
propio
compositor
en
el
ejercicio
de
su
oficio.
Orientado
por
las
restricciones
que
le
impone
el
producto,
el
compositor
se
sirve
de
procesos
de
transformación
del
material
mediante
procedimientos
como
aumentación,
contracción,
inversión,
retrogradación,
transposición,
etc.,
consistentes
en
alterar
las
dimensiones
(rítmicas
o
interválicas),
así
como
rotar,
desplazar,
fragmentar
o
modificar
las
figuras
musicales.
Siendo
estos
procedimientos
medulares
en
la
labor
de
dar
forma
a
una
idea
musical,
y
debido
a
que
el
sujeto
realizó
en
múltiples
ocasiones
diferentes
exploraciones
sobre
la
misma
estructura
pre-‐inventiva,
no
es
extraño
que
la
transformación
mental
sea
el
proceso
generativo
reportado
con
mayor
frecuencia.
87
Ante
las
categorías
que
no
aparecen
a
lo
largo
del
estudio,
tales
como
la
generación
de
ejemplares,
las
combinaciones
verbales,
el
significado
implícito
y
la
divergencia,
surge
la
incógnita
acerca
de
su
utilización
en
la
composición
musical.
Si
bien
es
cierto
que
es
poco
probable
que
ocurra
en
el
nivel
de
iniciación,
bajo
un
plan
de
trabajo
como
el
que
caracterizó
primer
estudio
la
generación
de
ejemplares
de
categorías
inusuales
o
hipotéticas
está
implícita
en
la
búsqueda
de
nuevas
posturas
estéticas.
La
categoría
de
combinaciones
verbales
podría
trasladarse
al
campo
de
la
música
como
combinaciones
de
sonoridades
pero,
además
de
resultar
demasiado
amplia,
pues
abarca
casi
todas
las
posibles
combinaciones
de
acordes,
texturas,
ritmos,
etc.,
carece
de
todo
lo
que
se
deriva
de
la
carga
semántica,
si
bien
conserva
una
fuerte
carga
semiótica
que
depende
enormemente
de
los
referentes
y
valoraciones
culturales
del
sujeto
(Meyer
1956,
Nattiez
1987,
Johnson
&
Larson
2003,
Tarasti
1994).
El
significado
implícito,
es
similar
a
lo
que
Leonard
B.
Meyer
llama
significado
hipotético,
consistente
en
que
si,
con
base
en
experiencias
anteriores,
un
estímulo
actual
produce
la
expectativa
de
un
evento
musical
posterior,
entonces
ese
estímulo
posee
un
significado
implícito
(Meyer
1956).
Por
su
carácter
íntimo
y
personal
resulta
muy
difícil
seguirle
el
rastro
desde
el
diseño
metodológico
de
esta
investigación.
En
cuanto
a
la
divergencia,
entendida
como
la
capacidad
de
una
estructura
para
ajustarse
a
diversos
usos
o
significados
(lo
que
le
permite,
sin
ser
ambigua,
generar
múltiples
interpretaciones
diferentes),
cabe
señalar
que
aunque
se
constituye
en
una
propiedad
pre-‐inventiva
que,
al
menos
en
la
composición
de
música
académica
occidental
se
explora
constantemente,
deja
poco
rastro
en
el
producto
final
debido
a
que
sólo
refleja
el
uso
o
el
significado
que
el
compositor
eligió.
Los
productos
intermedios
consignados
en
los
borradores,
bocetos
y
grabaciones
de
exploraciones
en
el
piano
realizadas
en
las
dos
primeras
etapas
del
estudio,
corresponden
en
su
mayoría
a
ejercicios
de
clase;
adolecen
de
contextos
musicales
suficientemente
amplios
(construcción
de
patrones
y
de
pequeñas
frases
o
gestos)
para
que
esos
usos
y
significados
puedan
ser
de
utilidad
creativa.
La
documentación
de
bocetos
y
borradores
de
la
pieza
compuesta
para
la
última
sección
recoge
apenas
unas
pocas
muestras
del
material
desechado,
el
cual
podría
develar
el
uso
de
esta
categoría
en
el
proceso
de
composición
realizado
por
el
sujeto.
Es
posible
ver
que
ante
diversos
conjuntos
de
restricciones
del
producto,
entre
las
que
predomina
la
de
características
(duración,
modo,
métrica,
carácter,
etc.),
88
aparecen
determinadas
estructuras
pre-‐inventivas
entre
las
que
se
destacan
los
modelos
mentales
(estilos,
procedimientos
y
teorías
musicales),
patrones
(rítmicos,
melódicos
y
rítmico–
melódicos),
y
formas
de
objetos
(figuras,
gestos,
melodías,
estructuras
formales,
etc.).
Éstas
surgen
en
concurrencia
con
procesos
generativos
como
transformación
mental
y
recuperación
de
información,
para
ser
sometidas
luego
a
procesos
exploratorios
como
la
búsqueda
de
atributos,
la
inferencia
funcional
y
la
búsqueda
de
limitaciones,
explotando
predominantemente
la
novedad
que
encuentra
en
ellas.
Las
tendencias
observadas
desde
las
frecuencias
de
aparición
de
las
categorías
a
lo
largo
del
primer
estudio,
muestran
relación
entre
la
dimensión
y
complejidad
de
la
tarea
cognitiva,
y
su
carácter
más
o
menos
abierto
a
la
exploración,
con
los
procesos
y
estructuras
usadas
por
el
sujeto.
Estos
factores
explican
que
el
uso
de
patrones,
la
novedad,
la
búsqueda
de
atributos
y
las
restricciones
de
tipo
decrecen,
mientras
que
tiende
a
incrementarse
el
uso
de
modelos
mentales,
la
emergencia,
la
inferencia
funcional
y
las
restricciones
de
componentes.
Al
analizar
los
cortes
longitudinales
se
hace
evidente
la
secuencia
completa
planteada
por
el
modelo
Geneplore.
Aunque
no
en
todos
los
casos,
con
frecuencia
se
registra
el
ciclo
completo
de
fases
durante
el
análisis
de
un
ejercicio.
Resulta
notoria
también
la
concurrencia
de
ciertos
procesos
generativos
como
la
recuperación
de
información
y
la
transformación,
con
estructuras
pre-‐inventivas
como
patrón
y
forma
de
objeto,
lo
que
si
bien
no
prueba
que
necesariamente
estas
últimas
procedan
de
las
primeras,
permite
suponer
que
existe
una
relación.
Por
último,
se
observó
que
durante
la
ejecución
de
un
proceso
exploratorio
ocasionalmente
ocurren
sucesiones
de
procesos
generativos
(principalmente
transformación
mental)
que
producen
cambios
en
las
estructuras
pre-‐inventivas;
es
decir,
el
ciclo
en
espiral
que
se
produce
en
la
dinámica
de
las
fases
del
modelo
Geneplore
no
es
necesariamente
lineal
y
los
procesos
exploratorios
no
cambian
o
se
interrumpen
necesariamente
con
la
aparición
de
nuevas
estructuras
pre-‐inventivas.
Para
finalizar
Cabe
señalar
algunas
conclusiones
que
son
importantes
para
los
objetivos
de
este
estudio.
El
modelo
Geneplore
mostró
ser
una
herramienta
aplicable
al
estudio
de
la
creatividad
musical,
ya
que
admite
la
asociación
de
una
amplia
gama
de
conceptos,
objetos
y
acciones
musicales
con
las
categorías
que
propone.
Permite
además
ver
en
detalle
las
dinámicas
de
los
procesos
cognitivos
creativos
que
subyacen
al
ejercicio
de
89
la
composición,
aún
en
procesos
observados
in
situ,
y
permite
contrastarlos
con
aquellos
observados
a
través
de
introspección,
ya
que
arrojan
imágenes
muy
diferentes.
La
recurrente
sincronización
de
combinaciones
de
los
procesos
generativos
de
recuperación
y
transformación,
con
estructuras
pre-‐inventivas
como
patrón
y
forma
de
objeto,
así
como
la
búsqueda
de
atributos
con
la
novedad,
la
emergencia
y
la
incongruencia
permiten
suponer
que,
al
menos
hipotéticamente,
en
el
ejercicio
de
la
composición
musical
estas
categorías
se
encuentran
íntimamente
ligadas.
De
otra
parte,
la
evidencia
obtenida
en
torno
a
la
superposición
de
procesos
generativos
y
exploratorios
sugiere
que
el
comportamiento
de
los
procesos
cognitivos
creativos
propuesto
por
el
modelo
Geneplore
no
es
lineal
simple:
proceso
generativo
–
estructura
pre-‐inventiva
–
proceso
exploratorio,
sino
que
con
frecuencia,
durante
un
mismo
proceso
exploratorio
actúan
secuencias
de
procesos
generativos
que
producen
o
transforman
las
estructuras
pre-‐inventivas.
Por
último,
se
evidenció
que
la
complejidad
del
producto
solicitado
al
sujeto
incide
notablemente
en
la
configuración
de
los
conjuntos
de
procesos,
estructuras
y
propiedades
puestos
en
juego
en
las
dinámicas
cognitivas
involucradas
en
los
diferentes
procesos
de
composición
de
objetos
musicales.
Esta
información
resulta
útil
para
la
reflexión
académica
en
torno
al
desarrollo
de
la
creatividad
en
la
música,
lo
cual
eventualmente
podría
trasvasarse
a
otros
campos
de
creación
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partir
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91
Panorama
investigativo
en
la
formación
de
jóvenes
estudiantes
de
programas
profesionales
de
música:
el
rol
del
docente
y
la
regulación
nacional.
Ranciere, 2009
92
de
interés
individual
o
grupal,
lo
cual
lleva
a
la
persona
o
grupo
de
personas
hacia
una
búsqueda
intuitiva
de
respuestas,
a
pequeños
o
grandes
interrogantes
cuya
contestación
no
se
satisface
por
medio
de
un
sí
o
un
no,
sino
que
requieren
múltiples
comprobaciones
y
que
generan
nuevas
preguntas
para
resolver.
Para
abordar
el
tema
de
la
investigación
formativa
primero
debemos
definir
la
palabra
investigación.
Para
efectos
de
esta
ponencia
se
ha
seleccionado
de
entre
muchas
una
de
las
definiciones
que
presenta
la
educadora
musical
Ivette
Asprilla:
investigación
entendida
como
“la
capacidad
para
generar
la
comprensión
de
problemas
del
contexto
propio
y
aportar
a
las
soluciones
de
manera
reflexiva,
documentada,
constructiva
e
innovadora”
(Asprilla,
2013).
¿Quien
investiga?
¿Qué
investiga?
¿En
dónde
investiga?
93
se
trata
de
definir
la
relación
pedagógica
investigativa
del
docente
(investigador)
con
el
estudiante
(investigador
en
formación)
de
tal
manera
que
tanto
el
docente
como
el
estudiante
investigan
cada
uno
en
el
rol
asumido.
• Ensayos
teóricos
• Clubes
de
revista
• Seminarios
investigativos
• Método
ABP
(aprendizaje
basado
en
problemas)
• Ejercicios
de
diseño
de
anteproyectos
de
investigación
Siendo
este
último
el
fin
de
la
formación
en
investigación.
Al
mismo
tiempo,
los
planes
de
estudio
conducirían
hacia
la
profundización
en
conocimientos,
revisiones
bibliográficas
en
clubes
de
revista,
elaboración
de
relatorías
como
fruto
de
seminarios,
conllevarían
al
método
ABP,
y
finalmente
el
trabajo
de
grado
sería
un
espacio
de
generación
de
comprensión
de
problemas
del
contexto
propio,
aportando
a
las
soluciones
del
contexto
nacional
de
manera
reflexiva,
documentada,
constructiva
e
innovadora.
Es
importante
recordar
que
la
discusión
de
la
relación
entre
docencia
e
investigación
y
la
relación
entre
la
formación
para
la
investigación
y
la
misión
investigativa
de
la
educación
superior
pasa
por
la
precisión
en
torno
a
la
investigación
formativa
y
a
la
investigación
científica
en
sentido
estricto
(Camacho,
2009).
94
A
partir
de
la
segunda
mitad
de
los
90
la
normatividad
legal
colombiana
empezó
a
hablar
de
formación
investigativa.
Desde
entonces
empezaron
a
surgir
acercamientos
erróneos
a
la
investigación
formativa.
La
investigación
formativa,
a
diferencia
de
la
formación
en
investigación,
es
el
acto
permanente
en
la
construcción
del
conocimiento
y
su
interacción
con
el
mismo.
La
diferencia
entre
la
formación
investigativa
y
la
investigación
formativa
radica
en
que
la
formación
investigativa
está
dada
primero
en
el
ser
antes
que
en
el
quehacer.
Para
fundamentar
la
búsqueda
sobre
el
tema,
es
importante
conocer
algunos
teóricos
que
cimientan
la
investigación
formativa,
dentro
de
los
cuales
se
encuentra
Bernardo
Restrepo
(2008):
“Formación
Investigativa
e
investigación
formativa:
acepciones
y
operacionalización
de
esta
última
y
contraste
con
la
investigación
científica
en
sentido
estricto”;
la
Investigación
de
aula
en
donde
cita
los
trabajos
de
Angelo
y
Cross
entre
otros;
Lawrance
Stenhouse
(1985);
“La
investigación
como
la
base
de
la
enseñanza”;
Donald
Schön
(1983,
1995);
la
“enseñanza
reflexiva”
(Restrepo,
2003).
Es
importante
definir
que
el
termino
formativo(a)
viene
del
verbo
“formar”.
En
este
texto
es
tomado
en
el
sentido
“en
y
para”,
lo
cual
no
necesariamente
conduce
a
un
proyecto.
La
vocación
de
esta
investigación
es
familiarizar
al
estudiante
con
el
pensamiento
sistemático
de
los
procesos
investigativos
en
función
de
respuestas
a
las
necesidades
del
contexto
(CNA,
1988,
publicaciones
sobre
evaluación
y
acreditación).
Sin
embargo,
no
excluye
la
posibilidad
de
que
el
proyecto
de
final
de
ciclo
universitario
sea
el
resultado
de
estas
reflexiones.
95
Favio
Humberto
Rincón
argumenta
que
en
muchos
de
los
programas
académicos
la
investigación
formativa
no
hace
parte
ni
siquiera
de
las
asignaturas
metodológicas.
Por
otra
parte,
se
puede
hablar
de
la
ausencia
de
lineamientos
claros
de
investigación
musical.
Dicho
esto,
y
si
la
investigación
formativa
fuera
de
la
mano
con
el
trabajo
de
los
grupos
y
líneas
de
investigación,
esta
debería
dar
como
resultado
publicaciones
semestrales
de
diversos
productos,
fruto
de
proyectos
de
investigación,
trabajos
de
grado
o
de
la
práctica
social.
El
“trabajo
de
grado”
o
“trabajo
de
fin
de
ciclo
universitario”
es
la
oportunidad
para
poner
en
práctica
la
formación
en
investigación
recibida
en
el
transcurso
de
la
formación
profesional,
o
puede
ser
el
momento
de
iniciar
la
investigación
formativa
que
preparará
al
graduado
para
formular
y
resolver
problemas
de
investigación
en
su
contexto.
En
muchos
casos
el
trabajo
de
grado
es
el
único
momento
de
acercamiento
a
la
formulación
de
un
problema
y
la
búsqueda
de
su
solución.
Este
problema
puede
96
derivarse
de
algún
vacío
teórico,
de
la
historia
o
la
comprensión
analítica
o
del
pensamiento
filosófico,
o
bien
de
la
comprensión
de
un
contexto
social
o
cultural,
o
quizás
del
acercamiento
a
un
compositor
o
grupo
de
compositores.
El
docente
investigador,
quien
cumple
el
rol
de
asesor,
guiará
al
estudiante
por
el
camino
de
la
conceptualización,
argumentación
y
contra
argumentación
a
través
de
ensayos
críticos
y
revisiones
bibliográficas,
orientándolo
hacia
la
cimentación
teórica
como
base
de
la
investigación
formativa.
En
cuanto
al
seguimiento
de
protocolos
de
investigación
o
ensayos
críticos
con
esquema
investigativo,
el
docente
le
dará
el
estudiante
de
pregrado
en
música
una
ruta
que
posibilite
su
acceso
a
programas
posgraduales
hacia
la
investigación
rigurosa,
o
sencillamente
le
ofrecerá
esquemas
de
pensamiento
sistémico
hacia
la
resolución
de
interrogantes
o
problemas
del
contexto.
Diversos
casos:
orientaciones
investigativas
en
estudiantes
del
pregrado
en
música
de
la
Universidad
de
Pamplona
La
etnografía
de
aula
que
atesoramos
los
docentes
nos
lleva
a
detectar
algunos
casos
de
formación
investigativa
y
de
investigación
formativa.
A
continuación
se
presentan
algunos
afines
a
la
autora.
CASO
1.
“Mi
tema
es
muy
importante”:
la
relación
entre
el
problema,
los
objetivos
y
la
justificación
El
estudiante
ha
venido
cultivando
un
cúmulo
de
presaberes
y
de
saberes
que
le
hacen
pensar
que
su
búsqueda
investigativa
es
importante.
Para
ello
se
tendría
que
saber:
¿para
quién
es
importante?
¿Qué
preguntas
anteceden
al
gran
interrogante?
Debe
pasar
por
validaciones
de
árboles
problemáticos
que
le
permitan
saber
cuáles
son
las
causas
y
los
efectos
de
estos
problemas
y
de
allí
cuál
será
el
objetivo
que
resolverá
la
situación
problémica.
Las
causas
se
convertirán
en
los
fines
o
propósitos
de
la
investigación
y
los
efectos
se
convertirán
en
objetivos
específicos,
de
los
cuales
se
desprendan
las
estrategias
y
las
actividades
que
realizará
para
hacer
del
tema
un
tema
importante,
relevante,
pertinente
para
la
sociedad,
la
cultura,
la
economía,
etc.,
marco
dentro
del
cual
se
desarrollará
la
investigación.
97
Es
el
caso
del
estudiante
con
un
alto
grado
de
motivación
que
ha
validado
su
problema
y
objetivos,
y
ha
verificado
la
justificación
para
la
realización
de
la
investigación,
pero
no
sabe
cómo
enfocar
sus
intereses.
Este
estudiante
probará
por
todos
los
medios
que
su
trabajo
se
debe
llevar
a
cabo,
pero
sus
insumos
metodológicos
en
investigación
artística
son
escasos.
Generalmente
los
caminos
metodológicos
que
le
muestra
su
orientador
son
caminos
del
positivismo
que
no
le
permiten
salirse
de
muestreos
cuantitativos.
Para
este
caso
hay
poca
literatura
en
español;
los
avances
en
el
discurso
epistemológico
de
la
investigación
musical
son
incipientes
en
Colombia
y
en
lengua
castellana.
Nos
llegan
del
Viejo
Mundo
algunos
escritos
sobre
congresos
de
investigación
musical,
y
también
en
centro
y
Suramérica
se
esbozan
esfuerzos
por
la
producción
de
textos
sobre
investigación
musical,
salvo
en
Brasil
—cuya
producción
textual
para
investigadores
musicales
es
un
sueño
hecho
realidad—
pero
la
realidad
del
investigador
musical
en
lengua
castellana
es
desoladora.
CASO
3.
“Tengo
exceso
de
información
y
no
sé
por
dónde
comenzar”:
la
Importancia
de
la
metodología
Otro
caso
es
el
del
estudiante
que
posee
todos
los
medios,
incluyendo
bibliografía
en
segunda
lengua,
que
le
permiten
abordar
la
investigación,
pero
no
discierne
entre
los
caminos
que
debe
o
no
recorrer
para
sus
fines,
o
no
cuenta
con
un
orientador
con
fundamentos
metodológicos
para
logarlo.
La
formación
en
investigación
disciplinar
en
el
área
de
las
artes
y
en
particular
de
la
música
es
poca,
focalizada
y
dispersa.
Sólo
las
grandes
ciudades
como
Bogotá,
Medellín
y
Cali
poseen
desarrollo
posgradual
en
música
a
nivel
de
maestría.
Eso
quiere
decir
que
el
resto
de
la
población
colombiana
no
tiene
derecho
a
la
educación
posgradual,
ya
que
iniciar
este
tipo
de
estudios
requiere
de
presencialidad.
CASO
5.
“Tengo
todos
los
elementos
pero
no
tengo
quien
me
oriente”:
relación
con
la
asesoría
No
falta
el
estudiante
que
ha
logrado
reunir
todos
los
elementos
para
realizar
un
excelente
trabajo
investigativo,
pero
que
no
encuentra
eco
en
el
cuerpo
docente.
De
allí
se
pueden
desprender
diversas
preguntas:
¿La
investigación
musical
es
un
tema
de
interés
en
los
programas
académicos
de
música?
¿Es
posible
realizar
investigación
musical
de
pregrado
en
Colombia?
¿Existe
la
formación
académica
en
los
docentes
para
orientar
trabajos
de
grado
con
herramientas
investigativas?
¿Es
permitido
investigar
musicalmente
en
Colombia?
¿Existen
centros
de
documentación
que
alimenten
la
investigación
musical
en
las
Universidades
que
ofertan
programas
de
música
en
Colombia?
La
falta
de
planeación
puede
llevar
a
botes
un
buen
trabajo
investigativo.
De
allí
la
importancia
de
iniciar
los
proyectos
definiendo
el
problema
y
los
objetivos
en
términos
de
lugar,
tiempo
y
espacio
para
la
ejecución
de
las
actividades
que
le
permitirán
culminar
las
fases
del
proyecto
en
el
tiempo
planeado
y
con
los
productos
propuestos.
El
tiempo
es
nuestro
mejor
aliado
cuando
lo
ponemos
de
nuestro
lado.
Seguramente
habrá
otros
casos,
otras
fuentes,
otros
informantes
que
podrán
testificar
el
duro
trabajo
que
implica
ofrecer
una
formación
investigativa
disciplinar
en
música
a
nivel
de
pregrado.
Además,
el
ejercicio
de
formación
investigativa
musical
debe
ir
de
la
mano
con
la
formación
académica,
transversal
a
todo
el
plan
de
estudios
—incluyendo
la
enseñanza
del
instrumento
musical—,
para
dejar
de
vivir
en
cubículos
acartonados
en
donde
en
algunos
casos
no
se
permean
los
cuestionamientos
y
las
búsquedas
incluyendo
búsquedas
alternativas,
nuevas
fuentes
de
información
y
sobre
todo
un
nuevo
respiro
para
la
educación
musical
del
siglo
XXI
en
Colombia.
La
alternativa
propuesta
es
la
defensa
de
la
investigación
como
orientadora
en
la
formación
musical
que
va
de
lo
sensorial
a
lo
cognitivo.
Referencias
99
Asprilla,
L.
(2013).
Creación
e
Investigación
en
la
Periferia.
Los
productos
de
la
creación-‐investigación:
la
producción
de
conocimiento
desde
las
artes
-‐
Propuesta
para
un
programa
nacional
de
las
artes
adscrito
a
colciencias
Asamblea
General
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la
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“Formación
Investigativa
e
investigación
formativa:
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y
Operacionalización
de
esta
última
y
contraste
con
la
investigación
científica
en
sentido
estricto”.
Nómadas,
195
-‐
202.
Rincón,
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Memorias
del
evento
Valoración
de
los
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de
creación
artística
y
cultural
en
el
marco
de
la
acreditación
de
programas.
(págs.
60,61).
Bogotá:
Acevedo
impresores.
100
Comentario
sobre
el
panorama
investigativo
en
la
formación
de
jóvenes
estudiantes
de
programas
profesionales
de
música:
el
rol
del
docente
y
la
regulación
nacional.
Presentado
en
el
panel
de
cierre
por
Graciela
Valbuena
Sarmiento
Universidad
de
Pamplona
El
recorrido
del
camino
del
conocimiento
musical
de
lo
sensorial
a
lo
cognitivo
puede
observarse
desde
diferentes
enfoques.
En
este
caso
la
perspectiva
abordada
es
la
del
panorama
investigativo
en
jóvenes
estudiantes
de
música
en
pregrado.
La
investigación
nace
de
la
curiosidad
humana,
el
deseo
de
conocer,
de
saber
que
lleva
a
la
persona
hacia
una
búsqueda
intuitiva
de
respuestas
a
pequeños
o
grandes
interrogantes
cuya
respuesta
no
se
satisface
por
un
sí
o
por
un
no,
sino
que
requiere
de
múltiples
comprobaciones
y
que
genera
nuevas
preguntas.
En
ese
camino,
los
interrogantes
se
van
alimentando
de
conocimientos,
de
categorías,
de
fuentes
de
información
y
de
actores
del
escenario
investigativo
que
en
tanto
recursos
humanos
enriquecen
el
panorama,
pero
que
con
el
tiempo
se
apilan
en
inagotables
lugares
hasta
no
saber
qué
más
hacer
con
el
conocimiento
y
la
información
adquirida
durante
el
periodo
de
búsqueda.
En
algunos
casos
la
teoría
sobrepasa
a
la
práctica
de
manera
tal
que
esta
se
convierte
en
un
cúmulo
de
conocimientos
inaplicables
por
falta
de
sistematización
de
la
información
y
del
encuentro
real
con
el
objeto
de
investigación
y
su
pregunta,
así
como
el
momento
de
la
implementación
en
la
realidad
del
contexto
social.
Antes
de
abordar
el
papel
que
cumple
el
educador
musical
en
la
investigación
formativa
es
importante
conocer
el
estado
de
la
formación
postgradual
musical
en
Colombia,
ya
que
esta
permite
conocer
el
grado
de
profundidad
del
docente
en
investigación.
Para
esta
presentación
se
tipifica
de
la
siguiente
manera:
1. Docente sin formación posgradual: aquel que posee las cualidades
investigativas, pero adolece de formación a nivel de maestría y doctorado.
2. Docente con formación posgradual: aquel que posee la formación de maestría y
doctorado.
101
3. Expertos: cultores sin cualificación científica.
También
existe
el
caso
de
quienes
“se
lanzan
al
vacío”
en
la
tarea
de
enseñar
a
investigar
sin
poseer
las
herramientas
para
hacerlo,
exponiéndose
a
abordar
temas
susceptibles
de
investigar
al
mismo
nivel
del
estudiante
investigador,
lo
cual
no
permite
el
logro
del
objetivo
de
la
investigación
expuesto
en
la
definición
inicial.
En
este
caso
muchas
veces
reúnen
a
expertos
cultores
o
eméritos
autodidactas
quienes
poseen
un
bagaje
cultural
aprovechable
en
otros
escenarios,
pero
no
la
formación
estructurada
para
enseñarlo.
Cabe
recalcar
que
el
Ministerio
de
Cultura
se
encuentra
actualmente
ejecutando
un
plan
piloto
de
capacitación
de
investigadores,
algunos
de
ellos
cultores
en
ciertas
regiones
del
país.
Según
lo
manifiesta
Claudia
Soraya
Jaimes
en
una
discusión
entre
la
docencia
e
investigación,
el
rol
del
docente
investigador
podrá
expresarse
de
diversas
formas
en
la
formación
para
la
investigación
y
la
misión
investigativa
propia
de
la
educación
superior.
Expresiones
como
“docencia–investigación”,
“docencia
o
investigación”,
“docencia
e
investigación”
son
aun
tabú
en
la
formación
musical
del
pregrado
en
Colombia.
102
Comentarios
y
preguntas
sobre
la
acreditación
de
los
programas
profesionales
en
música
y
la
investigación
formativa
en
el
área.
103
• ¿Tienen
disponibilidad
de
profesores
que
tengan
a
su
cargo
fomentar
la
investigación
y
que
cuenten
con
asignación
horaria
destinada
a
investigar
con
títulos
de
maestría
o
doctorado
o
experiencia
y
trayectoria
en
investigación
demostrada
con
resultados
debidamente
publicados,
patentados
o
registrados?
Según
los
criterios
y
procedimientos
para
la
acreditación
previa
del
CNA,
se
cuestiona
sobre
la
función
de
la
investigación
formativa:
• ¿La
educación
brindada
a
los
estudiantes
es
objeto
de
reflexión
sistemática
por
parte
de
los
docentes,
sobre
la
base
de
la
vinculación
entre
teoría
y
experiencia?
• ¿Quien
enseña
se
compromete
también
en
el
proceso
de
construcción
y
sistematización
del
saber
que
corresponde
a
su
práctica?
104
Panorama
de
la
investigación
sobre
el
conocimiento
del
profesor
Dr.
Gerardo
Andrés
Perafán
Director
del
Grupo
Investigación
por
las
aulas
Colombianas,
INVAUCOL
Universidad
Pedagógica
Nacional,
Lila
Castañeda
Licenciada
en
Pedagogía
Musical
Universidad
Nacional,
especialista
en
Pedagogía
UPN,
candidata
a
magister
en
educación
UPN,
profesora
de
la
licenciatura
en
música
UPN
lilaacm@gmail.com
Esta
ponencia
busca
realizar
un
recorrido
por
diferentes
etapas
en
la
investigación
sobre
el
profesor
en
tres
momentos:
el
primero
de
ellos,
la
investigación
acerca
de
las
habilidades
del
profesor,
posteriormente
la
investigación
sobre
el
pensamiento
docente
y
para
terminar
las
elaboraciones
alrededor
del
conocimiento
docente.
A
manera
de
conclusión
se
realizan
algunas
preguntas
sobre
la
situación
de
la
formación
de
los
educadores
musicales
alrededor
de
este
panorama.
El
programa
de
investigación
sobre
la
cognición
del
profesor
Esta
sección
recorre
algunas
de
las
investigaciones
sobre
las
habilidades
y
el
pensamiento
del
profesor
que
se
han
desarrollado
desde
diferentes
enfoques
filosóficos,
psicológicos,
epistemológicos
y
metodológicos.
Lee
Shulman
(1997)
agrupa
en
cinco
tendencias
las
investigaciones
del
pensamiento
del
profesor:
proceso-‐
producto,
tiempo
de
aprendizaje
académico
TAA,
investigación
mediacional
centrada
en
el
estudiante,
ecología
del
aula,
cognición
del
profesor
y
su
toma
de
decisiones.
El
programa
de
proceso-‐producto
surge
a
finales
de
los
años
60
en
coherencia
con
la
psicología
conductista,
con
el
propósito
básico
de
explicar
la
eficacia
en
la
enseñanza
correlacionando
conductas
de
los
profesores
con
resultados
sobresalientes
en
los
estudiantes.
Este
tipo
de
investigación
estaba
centrado
en
distinguir
habilidades
y
comportamientos
de
los
profesores,
al
igual
que
las
investigaciones
que
se
explican
posteriormente.
El
programa
de
investigación
del
tiempo
de
aprendizaje
académico
(TAA)
surgió
en
EEUU
a
principios
de
los
70
como
una
variación
del
programa
de
investigación
del
proceso–producto,
basando
su
modificación
en
la
creencia
de
que
lo
que
un
105
profesor
hace
en
un
momento
afecta
al
estudiante
fundamentalmente
en
ese
momento
(y
no
tanto
en
los
resultados
de
un
test
que
hace
meses
después).
El
programa
de
investigación
mediacional
centrada
en
el
estudiante
estuvo
influenciado
por
la
sociología
en
la
formulación
teórica
y
la
elección
de
métodos,
preguntándose
por
ejemplo
¿cómo
comprenden
los
estudiantes
la
instrucción
que
se
da
en
clase?
¿Cuáles
son
los
procesos
inmediatos
y
a
mediano
plazo
que
la
enseñanza
genera
en
los
estudiantes?
Así,
el
investigador
se
orientó
hacia
descubrir
la
simplificación
y
reconstrucción
de
la
realidad
de
cada
participante
y
buscar
qué
significado
y
qué
fundamento
se
da
a
la
enseñanza.
Posteriormente
surgió
el
enfoque
de
investigación
de
la
ecología
del
aula,
el
cual
incluía
las
cualidades
sociales
y
físicas
de
los
contextos,
viendo
el
aula
como
un
sistema
vivo.
Puede
ser
considerado
una
evolución
del
anterior.
Tomó
como
base
la
antropología,
la
sociología
y
la
lingüística,
asumiendo
la
postura
desde
las
ciencias
sociales
en
la
que
la
investigación
no
se
concibe
como
fuente
de
respuestas
prácticas,
sino
como
una
fuente
de
crítica.
Sus
propuestas
difícilmente
se
traducían
en
principios
de
política
educativa
o
indicaciones
prescriptivas.
Finalmente,
el
programa
de
investigación
de
la
cognición
de
profesor
y
su
toma
de
decisiones
surgió
en
los
años
50
como
crítica
cognitiva
al
conductismo
a
partir
de
la
difusión
de
las
obras
de
Piaget
y
Bruner.
Consideró
al
profesor
como
profesional
racional
que
emite
juicios
y
toma
decisiones
en
un
medio
complejo,
y
propuso
que
para
comprender
las
elecciones
de
los
profesores
en
clase
se
debía
estudiar
los
procesos
de
pensamiento
antes,
durante
y
después
de
la
enseñanza.
En
este
programa
se
realizaron
tres
tipos
fundamentales
de
estudios
sobre
el
proceso
cognitivo:
las
opiniones
críticas
y
actitudes,
la
resolución
de
problemas
y
los
estudios
sobre
toma
de
decisiones.
El
pensamiento
del
profesor
En
1968
Philip
Jackson
publicó
el
libro
La
vida
en
las
aulas,
en
el
cual
describió
con
detalle
la
actividad
del
docente,
categorizó
las
fases
de
enseñanza
preactiva
y
enseñanza
interactiva,
y
resaltó
la
importancia
de
investigar
sobre
los
pensamientos
del
profesor
en
la
planificación
para
comprender
mejor
los
procesos
en
el
aula,
estableciendo
así
un
punto
de
partida
para
las
posteriores
investigaciones
sobre
la
cognición
docente.
Por
su
parte,
Clark
y
Peterson
(1997)
dividieron
los
estudios
sobre
pensamiento
docente
en
tres
grupos:
la
planificación
del
profesor,
los
pensamientos
106
interactivos
y
toma
de
decisiones
y
por
último
teorías
implícitas
y
creencias
del
profesor.
Las
investigaciones
sobre
la
planificación
del
profesor
revelaron
la
existencia
de
por
lo
menos
ocho
tipos
diferentes
de
planificación:
semanal,
diaria,
de
largo
alcance,
de
corto
alcance,
anual,
de
periodo
lectivo,
de
unidad
y
de
lección.
Otro
de
los
grupos
de
investigaciones
sobre
el
pensamiento
del
profesor
se
centró
en
el
procesamiento
de
información
y
la
toma
de
decisiones
durante
la
enseñanza,
llamado
también
pensamiento
y
decisiones
interactivos,
el
cual
consistió
en
el
análisis
de
los
pensamientos
subyacentes
a
las
acciones
del
profesor
durante
la
enseñanza
y
los
factores
que
llevan
a
mantener,
reformar
o
replantear
las
actividades
previamente
planificadas.
Shavelson
y
Stern
introdujeron
además
el
concepto
de
rutina
como
plan
mental
o
guion
preestablecido
que
se
reorienta,
se
adapta
o
se
realiza
como
fue
planeado,
según
el
comportamiento
de
los
estudiantes.
Estas
rutinas
reducen
el
volumen
consciente
de
decisiones
que
un
docente
toma
dentro
de
su
intervención.
El
tercer
grupo,
teorías
y
creencias
de
los
profesores,
investigó
sobre
las
estructuras
cognitivas
esquemáticas
en
forma
de
proposiciones
sobre
características
o
clases
de
los
objetos.
Las
primeras
investigaciones
giraron
alrededor
de
las
teorías
y
creencias
explícitas
en
los
profesores;
las
segundas,
inscritas
en
una
visión
más
interpretativa
que
explicativa,
buscaban
los
sentidos
y
significados
que
los
profesores
dan
a
sus
acciones
bajo
la
influencia
de
la
intencionalidad
del
profesor
y
la
cultura
que
lo
constituye.
Hasta
aquí
se
ha
esbozado
una
diferenciación
entre
dos
enfoques
que
orientan
las
diferentes
investigaciones
sobre
el
pensamiento
del
profesor:
uno
que
se
fundamenta
en
un
enfoque
de
tipo
cognitivo
y
que
afirma
que
el
pensamiento
es
una
determinante
causal
de
la
acción
humana,
mostrando
cuáles
son
las
estructuras
del
pensamiento
del
docente
y
cómo
las
mismas,
tanto
en
la
planeación
como
en
la
enseñanza
interactiva,
determinan
su
actuación.
El
otro
enfoque
postula
que
entre
las
creencias
y
la
actuación
del
profesor
no
siempre
hay
una
relación
causal
plena,
lo
cual
llevó
a
concluir
que
las
creencias
no
constituyen
todo
el
pensamiento
del
profesor.
Eso
ha
llevado
a
pensar
en
otro
campo
más
complejo
relacionado
con
el
conocimiento
del
profesor.
El
programa
ha
desembocado
en
líneas
y
proyectos
de
investigación
que
buscan
identificar
y
caracterizar
el
conocimiento
base
que
mantiene
o
que
produce
el
profesorado
con
el
fin
de
fundamentar
su
desarrollo
profesional.
107
El
conocimiento
del
profesor
A
continuación
se
reseñan
algunas
propuestas
teóricas
que
se
han
realizado
para
describir
la
configuración
del
conocimiento
del
profesor,
El
trabajo
de
Elbaz
(1981)
es
pionero
en
el
conocimiento
desde
los
docentes
y
no
sobre
los
docentes.
Elbaz
señala
cinco
orientaciones
sobre
el
conocimiento
personal
práctico:
situacional,
personal,
social,
experiencial
y
teórica.
Además
enunció
cinco
dominios
de
contenido
práctico:
conocimiento
del
Yo,
conocimiento
del
ambiente
de
enseñanza,
conocimiento
de
la
materia
que
ha
de
enseñarse,
conocimiento
curricular
y
conocimiento
de
la
instrucción.
Este
panorama
delinea
la
complejidad
del
estudio
sobre
el
pensamiento
del
profesor.
Por
su
parte,
Angulo
(1999)
propone
la
categoría
“conocimiento
de
oficio”,
que
engloba
los
siguientes
conocimientos
prácticos:
representación
de
la
materia,
procesos
de
enseñanza,
interacción
entre
representación
del
contenido
de
la
materia
y
acción
práctica,
conocimiento
valorativo
y
esquemas
de
actuación
y
comprensión
(p
309)
Shulman
(1987)
señala
como
componentes
del
conocimiento
del
profesor
el
conocimiento
del
contenido,
el
conocimiento
didáctico
general,
el
conocimiento
del
currículo,
el
conocimiento
didáctico
del
contenido,
el
conocimiento
sobre
los
alumnos
y
el
conocimiento
de
los
objetivos,
las
finalidades
y
los
valores
educativos.
Resalta
la
importancia
de
profundizar
en
el
estudio
del
conocimiento
didáctico
del
contenido.
En
el
artículo
de
Porlán
Rivero
y
Pozo,
“Conocimiento
profesional
y
epistemología
de
los
profesores
I:
teoría,
métodos
e
instrumentos”,
publicado
en
1997,
se
propone
el
siguiente
esquema
de
los
componentes
del
conocimiento
del
profesor:
108
Figura
1:
Tomado
de
Porlán,
Rivero
y
Martin
del
Pozo
(1997:
158):
Dimensiones
y
componentes
del
conocimiento
profesional.
Este
esquema
parte
de
considerar
que
el
conocimiento
del
profesor
tiene
dos
dimensiones:
una
epistemológica
y
otra
psicológica.
La
dimensión
epistemológica
presenta
la
dicotomía
entre
el
conocimiento
racional
y
el
conocimiento
de
nivel
experiencial;
en
la
dimensión
psicológica
se
observa
la
dicotomía
explícito–tácito.
Porlán
y
Rivero
(1998
pp
60
-‐64)
definen
así
cada
uno
de
estos
saberes:
• Finalmente las teorías implícitas dan razón de las creencias y acciones del
109
profesor
en
función
de
categorías
externas,
tienen
carácter
inconsciente
y,
suelen
guardar
relación
con
estereotipos
sociales
dominantes.
Esta
construcción
enuncia
los
anteriores
componentes
como
yuxtapuestos
en
el
docente,
es
decir,
que
se
encuentran
desintegrados
y
fragmentados
y
ocasionan
incoherencia
en
la
actuación
profesional.
Propone
una
reelaboración
de
estos
saberes
en
la
búsqueda
del
conocimiento
profesional
deseable,
que
se
da
a
través
de
la
formación,
de
la
interacción
con
pares
y
de
la
investigación.
No
es
intrínseco
a
los
profesores,
es
necesario
buscarlo
y
favorecer
su
integración.
En
este
aspecto,
la
investigación
de
Perafán
(2004)
señala
como
“discutible”
la
calidad
de
deseable
de
los
componentes
del
conocimiento
del
profesor,
pues
no
existen
con
certeza
estudios
que
documenten
esta
no
integración.
Señala
además
que
“…lo
que
hace
complejo
el
conocimiento
del
profesor
no
son
sólo
los
diferentes
tipos
de
saberes
que
integra,
sino
también
las
distintas
fuentes
de
las
que
emergen
tales
saberes.
Así,
el
principio
de
transposición
didáctica
deviene
fundante
del
saber
académico,
la
práctica
profesional
de
los
saberes
basados
en
la
experiencia,
el
campo
cultural
institucional
de
las
teorías
implícitas
y
la
historia
de
vida
del
docente
de
los
guiones
y
rutinas”
(Perafán
2005,
p.
2).
Para
ilustrar
lo
anterior
presenta
el
siguiente
esquema:
Figura
2:
Tomada
de:
“La
transposición
didáctica
como
estatuto
epistemológico
fundante
de
los
saberes
académicos
del
profesorado
de
ciencias”
(Perafán,
2012a).
En
él
se
ilustra
la
noción
de
conocimiento
profesional
docente
específico
asociado
a
categorías
particulares,
entendido
como
un
sistema
que
integra
cuatro
tipos
110
de
saberes
y
cuatro
estatutos
epistemológicos
en
el
proceso
de
producción
de
las
nociones
que
el
profesorado
enseña.
Para
esto
se
hace
necesario
resignificar
los
cuatro
tipos
de
saberes
presentados
por
Porlán
y
Rivero,
dando
paso
a
nuevos
sentidos
que
pongan
de
relieve
la
participación
que
ha
tenido
el
profesor
en
la
construcción
de
los
conocimientos
que
enseña.
Entonces,
se
entienden
como
saberes
académicos
los
conocimientos
racionales,
no
los
adquiridos
en
la
formación
universitaria,
sino
los
que
surgen
de
la
transposición
didáctica,
no
siendo
ya
los
conocimientos
científicos
iguales
a
los
usados
en
las
diferentes
disciplinas
sino
que
son
conocimientos
mediados
por
la
intencionalidad
de
la
enseñanza
y
por
la
idea
del
co–nacimiento
del
sujeto.
Se
construyen
en
la
medida
del
encuentro
entre
el
sujeto
profesor
y
el
sujeto
estudiante.
No
parten
de
la
disciplina
particular,
sino
del
campo
de
la
antropología,
teniendo
como
objeto
de
estudio
cómo
enseña
el
hombre.
Los
saberes
basados
en
la
experiencia
aluden
a
los
principios
de
acción
que
resultan
de
la
reflexión
sobre
la
acción
y
a
los
sentidos
que
la
práctica
profesional
da
a
las
diferentes
categorías
enseñadas.
No
parten
únicamente
de
la
reflexión
en
la
práctica,
sino
principalmente
de
la
práctica
misma.
Citando
a
Perafán
(2011)
“…la
práctica
profesional
docente
es
racional
por
sí
misma,
no
requiere
de
una
razón
externa
para
existir
como
saber.”
Los
guiones
y
rutinas
tienen
como
principio
fundante
la
historia
de
vida
del
profesor
y
se
diferencian
del
componente
anterior
por
su
carácter
tácito;
son
saberes
que
actúan
tanto
desde
el
subconsciente
como
desde
el
inconsciente,
entendiendo
como
subconscientes
las
acciones
que
pueden
volver
a
la
consciencia
por
la
simple
evocación
y
estimulación
del
recuerdo
y
como
inconscientes
a
aquellas
producidas
por
la
represión,
que
solamente
pueden
volverse
parcialmente
conscientes
bajo
técnicas
de
asociación
libre
usuales
en
el
psicoanálisis.
Las
teorías
implícitas
comparten
el
carácter
tácito
de
los
guiones
y
rutinas,
permanecen
ocultas
a
la
consciencia
del
profesor,
pero
son
parte
importante
de
su
constitución
como
sujeto
epistémico.
Surgen
de
la
acomodación
que
hace
el
profesor
a
las
teorías
o
modelos
institucionales
de
referencia.
Muchas
de
esas
teorías
se
presentan
en
los
textos
institucionales
como
marco
de
referencia.
Los
trabajos
del
grupo
de
investigación
INVAUCOL,
de
la
Universidad
Pedagógica
Nacional
muestran
cómo
la
integración
de
los
cuatro
tipos
de
saberes
se
plasma
en
la
enseñanza
de
categorías
específicas.
Por
esta
razón
se
realizan
estudios
de
111
caso
que
documentan
cómo
en
el
momento
de
la
acción
docente
sobre
una
categoría
particular
de
la
disciplina
surgen
los
diferentes
componentes
explícitos
e
implícitos
del
conocimiento
profesional
del
profesor,
haciendo
posible
conformar
el
corpus
conceptual
construido
por
los
docentes.
Implicaciones
en
la
formación
de
educadores
musicales
Al
considerar
el
conocimiento
del
profesor
compuesto
por
los
cuatro
saberes
antes
mencionados
es
evidente
que
los
programas
de
formación
de
educadores
deben
preguntarse
si
la
formación
que
se
imparte
está
orientada
a
estructurar
y
complejizar
este
tipo
de
conocimiento
o
si
continúa
primando
el
estudio
de
factores
externos
al
profesorado
(saber
enciclopédico,
lógica
disciplinar,
eficacia
técnica,
intereses
de
política
educativa)
sin
promover
el
desarrollo
del
saber
profesional
sino
el
almacenamiento
de
información,
re–produciendo
en
el
sistema
educativo
un
enfoque
educativo
tradicional.
Si
se
entiende
el
conocimiento
profesional
del
profesor
de
música
como
un
conocimiento
diferenciado
del
estrictamente
musical
e
integrado
por
los
cuatro
componentes
explicados
en
el
apartado
anterior
surgen
toda
clase
de
inquietudes
sobre
la
formación
de
educadores
musicales,
pues
los
planes
de
estudio
de
las
carreras
de
educación
musical
y
de
música
son
sumamente
similares,
diferenciándose
sólo
en
algunas
materias
didácticas
y
pedagógicas.
Esto
obedece
a
un
enfoque
hegemónico
que
concibe
el
conocimiento
disciplinar
como
el
único
válido,
importante
y
digno
de
ser
transmitido,
y
la
visión
compartida
por
los
estamentos
del
estado
de
que
para
enseñar
basta
con
un
aprendizaje
somero
de
algunas
concepciones
y
técnicas
de
enseñanza,
generales
y
aplicables
a
todas
las
áreas
del
conocimiento.
Desde
la
perspectiva
compleja,
donde
el
conocimiento
profesional
del
profesor
se
estructura
desde
una
dimensión
explícita
y
una
tácita,
al
reconocer
que
los
esquemas
de
pensamiento
orientan
en
gran
forma
la
actuación
docente,
puede
considerarse
la
importancia
que
tiene
la
reflexión
sobre
la
dimensión
implícita
del
conocimiento
del
profesor,
pues
este
tipo
de
esquemas
constituyen
lo
que
Bourdieu
(1972)
denomina
el
habitus
definido
como
un
“pequeño
conjunto
de
esquemas
que
permite
engendrar
infinidad
de
prácticas
adaptadas
a
situaciones
siempre
renovadas,
sin
constituirse
jamás
en
principios
explícitos”.
El
surgimiento
de
pedagogías
musicales
específicas,
(Dalcroze,
Orff,
Kodály,
Willems
etc.)
a
comienzos
del
siglo
XX
marca
un
cambio
profundo
en
el
propósito
de
la
educación
musical.
Teniendo
ahora
como
objetivo
ya
no
la
formación
de
una
élite
de
112
virtuosos
sino
acercar
la
música
y
el
quehacer
musical
a
todos,
es
posible
preguntarse
cuál
es
la
razón
por
la
cual
la
formación
de
educadores
musicales
se
sigue
realizando
dentro
del
ideal
del
virtuosismo
en
la
ejecución
instrumental,
dejando
relegados
aspectos
como
la
vivencia
sonora,
la
capacidad
de
crear
e
improvisar
y
el
análisis
y
sistematización
de
diferentes
manifestaciones
musicales
entre
otros.
Quizás
pensar
sobre
la
cualificación
de
los
cuatro
saberes
que
integran
el
conocimiento
profesional
del
profesor
nos
brinde
una
orientación
más
clara
acerca
de
la
formación
de
educadores
musicales,
al
no
privilegiar
como
único
y
exclusivo
el
saber
académico,
sino
buscar
en
la
historia
de
vida,
en
la
práctica
profesional
y
en
el
campo
cultural
institucional
como
estatutos
epistemológicos
fundantes
del
conocimiento
profesional
los
elementos
y
experiencias
que
enriquezcan
y
posibiliten
un
panorama
cada
vez
más
amplio
en
la
enseñanza
musical.
En
circunstancias
como
las
actuales,
en
las
que
la
sociedad
demanda
el
mejoramiento
de
la
educación
en
general,
es
necesario
reflexionar
y
proponer
nuevos
horizontes
en
la
formación
del
educador
musical,
nuestras
propuestas
son:
• Reconocer
las
diversas
prácticas
artísticas
extra-‐académicas
que
realiza
el
profesor
en
formación.
• Explorar
las
músicas
populares
y
cotidianas
de
cada
contexto
institucional
y
social.
• Fomentar
la
práctica
reflexiva
y
sistemática
desde
etapas
tempranas
en
la
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educador
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apartado
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Buenos
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Editorial
Paidós.
Shulman,
L.
(1987)
Conocimiento
Y
Enseñanza:
Fundamentos
De
La
Nueva
Reforma.
Publicado
originariamente
en
Harvard
Educational
Review.
114
iPad
Music:
el
iPad
como
herramienta
de
enseñanza
musical
Blanca
Luz
Morales
Ortiz
Gonzalo
Enrique
Rubiano
Alarcón
Universidad
El
Bosque
y
Secretaría
de
Educación
de
Bogotá
“El
iPad
no
es
el
mejor
dispositivo
de
su
categoría:
es
una
nueva
categoría
de
dispositivo.
Y
está
listo
para
cambiar
el
mundo
del
aprendizaje”
Apple1
Resumen
iPad
Music
es
una
asignatura
optativa
de
formación
musical
que
ofrece
el
Gimnasio
Los
Portales
a
estudiantes
de
primaria
cuyo
objetivo
principal
es
posibilitar
el
aprendizaje
de
diferentes
procesos
musicales
a
través
del
iPad.
La
investigación
recoge
los
alcances,
procesos,
resultados
y
perspectivas
de
todas
las
personas
implicadas
en
esta
experiencia.
Las
técnicas
de
recolección
de
datos
empleadas
son
el
diario
de
campo
y
entrevistas
semiestructuradas.
Los
resultados
de
la
investigación
demostraron
que
el
iPad
es
una
herramienta
práctica
y
útil
en
procesos
de
formación
musical,
y
que
facilita
el
aprendizaje
activo,
participativo
y
creativo
en
el
aula.
Palabras
Clave:
iPad,
tabletas,
educación
musical,
tecnología
musical,
sistematización
de
experiencias.
Planteamiento
del
problema
Según
la
UNESCO
(2010)2,
se
debe
consolidar
el
lugar
que
la
educación
artística
ocupa
en
las
escuelas
a
partir
de
una
práctica
pedagógica
innovadora
y
de
calidad
que
fomente
la
creatividad
de
los
jóvenes
y
consolide
procesos
de
investigación
y
conocimientos
prácticos
con
ayuda
de
nuevas
herramientas
conceptuales
y
metodológicas.
Con
relación
a
los
procesos,
conocimientos,
habilidades
y
actitudes
musicales,
el
Ministerio
de
Educación
Nacional
propone
en
sus
Orientaciones
pedagógicas
para
la
1
Página
web
de
Apple,
(2013),
Apple
en
la
educación,
http://www.apple.com/es/education/ipad/
2
UNESCO,
(2010),
Segunda
Conferencia
Mundial
sobre
la
Educación
Artística.
Seul,
Corea.
115
educación
artística
en
Básica
y
Media3
tres
competencias
para
el
planteamiento
y
desarrollo
de
la
enseñanza
en
los
programas
de
esta
asignatura:
sensibilidad,
apreciación
estética
y
comunicación.
La
sensibilidad
“es
un
conjunto
de
disposiciones
biológicas,
cognitivas
y
relacionales
que
permiten
la
recepción
y
el
procesamiento
de
la
información
presente
en
un
hecho
estético,
que
puede
ser
una
obra
de
arte,
un
trabajo
artístico
en
proceso,
un
discurso,
entre
otros”4.
La
sensibilidad
está
estrechamente
relacionada
con
la
expresión,
la
cual
se
puede
entender
como
un
salir
de
sí
mismo
con
el
fin
de
hacer
partícipe
a
otros
de
vivencias
personales
y
de
la
interpretación
que
se
hace
de
las
ajenas.
Los
procesos
de
sensibilización
que
ofrece
la
educación
artística
le
dan
al
estudiante
una
mejor
capacidad
de
respuesta
y
percepción
sensorial,
la
cual
facilita
el
conocimiento
y
la
identificación
de
las
emociones
propias
y
ajenas,
el
enriquecimiento
de
las
habilidades
de
expresión
tanto
verbal
como
no
verbal
y
la
mejora
de
su
conciencia
corporal.
La
apreciación
estética
consiste
en
“la
adquisición
del
corpus
de
conceptos
y
reglas
que
pertenecen
al
campo
del
arte
y
dirigen
la
producción
artística.
Esta
competencia
se
refiere
al
conjunto
de
conocimientos,
procesos
mentales,
actitudes
y
valoraciones
que,
integrados
y
aplicados
a
las
informaciones
sensibles
de
una
producción
artística
o
un
hecho
estético,
nos
permiten
construir
una
comprensión
de
éstos
en
el
campo
de
la
idea,
la
reflexión
y
la
conceptualización”5.
La
apreciación
estética
permite
al
estudiante
abstraer,
distinguir,
categorizar
y
generalizar
todo
tipo
de
expresiones
artísticas
del
mundo
que
lo
rodea;
conocer
las
características
de
los
contextos
de
producción
de
las
obras;
acceder
e
interpretar
los
distintos
códigos
presentes
en
los
lenguajes
artísticos,
al
igual
que
su
sintaxis
o
modo
de
operación.
El
proceso
de
interpretación
de
las
artes
potencia
en
los
estudiantes
sus
habilidades
de
indagación
en
torno
al
mundo,
la
naturaleza
y
la
cultura.
La
competencia
de
la
comunicación
comprende
las
artes
como
lenguajes
simbólicos.
Busca
expandir
la
experiencia,
la
comprensión
y
el
acercamiento
analítico
en
torno
a
la
elaboración
de
productos
artísticos
como
sistemas
simbólicos
portadores
de
sentido,
diferentes
a
la
lengua
y
a
la
literatura.
A
través
de
la
producción
de
obras
3
Ministerio
de
Educación
Nacional,
(2010),
Orientaciones
Pedagógicas
para
la
Educación
Artística
y
Cultural,
Bogotá,
Colombia,
Primera
edición.
http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/articles-‐172594_archivo_pdf.pdf
4
ibid,
p.
26.
5
ibid,
p.
35.
116
artísticas,
el
estudiante
se
vuelve
un
constructor
de
sentido
que
tendrá
sentido
en
el
otro.
“Lo
que
destaca
esta
competencia,….es
la
adquisición
de
conocimientos,
valoraciones
y
el
desarrollo
de
habilidades
que
le
permiten
a
un
estudiante
imaginar,
proyectar
y
concretar
producciones
artísticas
y
generar
las
condiciones
de
circulación
para
que
dichos
productos
puedan
ser
presentados
en
una
comunidad
de
validación”6
El
iPad
es
una
tableta
diseñada
y
comercializada
por
Apple
Inc.,
cuya
primera
aparición
tuvo
lugar
en
el
mes
de
enero
de
2010.
Consiste
en
una
superficie
táctil
multi-‐
touch
que
cuenta
con
una
pantalla
de
alta
resolución
y
que
presta
casi
todas
las
funciones
de
un
computador
con
la
ventaja
de
ser
más
ligera
y
ocupar
menos
espacio.
Este
dispositivo
cuenta
con
herramientas,
talleres
y
aplicaciones
destinadas
a
los
procesos
formativos
en
el
aula
y
permite
el
desarrollo
de
clases
interactivas
y
actividades
de
refuerzo.
Respecto
de
la
educación
en
música
existen
varias
aplicaciones
en
el
iPad
que
facilitan
procesos
de
formación
e
interpretación
musical.
Ejemplo
de
ello
es
GarageBand,
que
permite
convertir
esta
tableta
en
un
instrumento
musical
e
incluso
de
captura
de
otros
instrumentos
y
voces.
A
partir
de
la
utilización
de
esta
aplicación
en
el
aula,
el
estudiante
puede
interpretar
guitarra,
teclado,
batería,
bajo
o
cuerdas
con
los
dedos
y
después
componer,
grabar,
mezclar
y
compartir
la
música.
Teniendo
en
cuenta
lo
anterior,
se
hace
necesario
contar
con
propuestas
de
investigación
en
el
aula
de
educación
musical
en
donde
se
realicen
experiencias
con
el
iPad
y
sus
aplicaciones
con
el
fin
de
verificar
la
funcionalidad
de
estos
equipos
y
herramientas.
Hasta
el
momento
no
hay
muchas
experiencias
de
sistematización
desarrolladas
en
el
área
de
música
y
las
TICS
en
Colombia.
Mediante
este
trabajo
se
pretende
mostrar
los
alcances,
procesos,
resultados
y
perspectivas
de
todas
las
personas
involucradas
en
la
experiencia
de
iPad
Music
en
el
Gimnasio
los
Portales,
utilizando
la
aplicación
GarageBand.
Objetivos
El
objetivo
general
de
la
investigación
es
establecer
los
alcances,
procesos,
resultados
y
perspectivas
de
la
aplicación
de
la
propuesta
de
iPad
Music
entre
las
estudiantes
de
6
ibid,
p.
42.
117
primaria
del
Gimnasio
los
Portales
mediante
la
metodología
de
sistematización
de
experiencias,
teniendo
como
objetivos
específicos
los
siguientes:
• Identificar
los
beneficios
que
ofrece
el
iPad
como
herramienta
pedagógica
en
procesos
de
formación
musical
en
el
aula
con
estudiantes
de
primaria.
• Generar
destrezas
y
desarrollar
habilidades
en
el
manejo
de
la
aplicación
GarageBand,
que
permitan
al
estudiante
interpretar
instrumentos
virtuales,
crear
y
grabar
canciones,
y
realizar
un
ensamble
instrumental
de
canciones
navideñas.
• Realizar
la
sistematización
de
la
experiencia
de
iPad
Music.
Metodología
Este
trabajo
se
desarrolla
desde
la
metodología
de
sistematización
de
experiencias,
la
cual
parte
de
la
práctica
de
los
educadores.
“En
la
sistematización
de
experiencias
partimos
de
hacer
una
reconstrucción
de
lo
sucedido
y
un
ordenamiento
de
los
distintos
elementos
objetivos
y
subjetivos
que
han
intervenido
en
el
proceso
para
comprenderlo,
interpretarlo
y
así
aprender
de
nuestra
propia
práctica”7.
El
eje
principal
de
la
sistematización
es
interpretar
la
experiencia
con
el
fin
de
poder
extraer
aprendizajes
que
tengan
utilidad
para
el
futuro,
pretendiendo
alcanzar
tres
objetivos:
mejorar
la
propia
práctica,
compartir
los
aprendizajes
con
otras
experiencias
similares
y
contribuir
al
enriquecimiento
de
la
teoría.
Población
y
muestra
La
unidad
de
muestra
son
las
estudiantes
de
primaria
del
Gimnasio
Los
Portales.
La
población
seleccionada
son
10
estudiantes,
7
de
grado
4º
y
3
de
grado
5º
quienes
se
inscribieron
en
la
asignatura
optativa
iPad
Music.
Dado
que
se
cuenta
con
12
iPads,
la
población
se
delimita
a
10
estudiantes
para
garantizar
que
todas
ellas,
al
igual
que
los
dos
profesores
a
cargo
de
la
optativa,
cuenten
cada
uno
con
su
iPad.
Se
permite
únicamente
la
inscripción
a
la
optativa
de
iPad
Music
a
estudiantes
de
los
grados
cuarto
y
quinto
de
primaria,
ya
que
por
su
edad
7
Jara,
Oscar
(2001):
Dilemas
y
desafíos
de
la
sistematización
de
experiencias.
Costa
Rica.
Centro
de
estudios
y
publicaciones
Alforja,
p.2.
118
y
grado
de
escolaridad
han
tenido
un
mejor
proceso
de
educación
musical
a
lo
largo
de
los
seis
o
siete
años
que
han
cursado
la
asignatura
de
música
en
el
Colegio,
en
comparación
con
las
niñas
de
grados
inferiores.
iPad
Music:
descripción
de
la
experiencia
iPad
Music
es
una
asignatura
optativa
que
se
ofrece
a
estudiantes
de
primaria
del
Gimnasio
Los
Portales
los
días
viernes,
una
vez
finaliza
la
jornada
escolar.
Es
un
espacio
extracurricular
de
dos
horas
que
se
realiza
simultáneamente
con
otras
electivas
tales
como
equitación,
cheers,
atletismo,
natación,
danzas,
tenis,
tejido,
plastilina,
robótica
y
animación
por
computador.
En
vista
de
que
el
colegio
había
adquirido
a
principios
del
año
escolar
2012–
2013,
doce
iPads
de
segunda
generación,
el
área
de
música
ideó
emplear
estos
dispositivos
y
su
gran
variedad
de
aplicaciones
musicales
y
educativas
al
servicio
de
las
estudiantes.
Se
propuso
por
primera
vez
en
el
colegio
crear
una
lúdica
orientada
a
la
formación
musical
empleando
tabletas.
Por
esta
razón
se
le
dio
el
nombre
de
iPad
Music.
Se
acordó
el
préstamo
de
los
iPads
con
el
área
de
informática,
y
con
el
área
administrativa
que
el
costo
requerido
para
descargar
las
aplicaciones
y
comprar
los
cables
necesarios
para
amplificar
en
el
momento
de
las
presentaciones
públicas
se
descontaría
del
valor
de
las
inscripciones.
Finalmente,
se
organizó
un
cronograma
de
trabajo
de
13
sesiones
y
2
presentaciones
finales.
Recolección
y
análisis
de
datos
Los
procesos
de
muestreo,
recolección
y
análisis
de
los
datos
se
realizaron
de
forma
paralela.
Esta
investigación
empleó
dos
técnicas:
notas
de
campo
y
entrevistas.
Las
notas
de
campo
incluyeron
los
registros
de
las
observaciones,
comentarios
y
actividades
realizadas
en
cada
sesión
tanto
por
el
docente
como
por
las
estudiantes.
Las
entrevistas
fueron
semiestructuradas
y
se
aplicaron
al
iniciar
y
al
finalizar
la
investigación
a
todas
las
estudiantes
que
participaron
de
la
asignatura
optativa
Ipad
Music
con
el
propósito
de
conocer
sus
percepciones
como
agentes
vivenciales
de
esta
experiencia.
En
la
entrevista
se
tomó
como
unidad
de
análisis
la
línea.
Se
identificaron
las
propiedades
de
los
datos
y
se
compararon
posteriormente.
Esto
permitió
construir
las
categorías
para
clasificar
y
obtener
la
información
final.
119
Resultados
La
primera
entrevista
se
realizó
en
la
tercera
sesión
de
trabajo
a
nueve
estudiantes
(lo
que
equivale
al
90%
de
la
población)
y
constó
de
dos
preguntas:
¿Por
qué
te
inscribiste
en
iPad
Music?
y
¿Qué
es
lo
que
más
te
ha
gustado
de
iPad
Music?
A
la
primera
pregunta,
las
estudiantes
respondieron:
su
interés
por
la
grabación
y
creación
musical
(33%),
por
la
publicidad
que
se
realizó
para
mostrar
la
lúdica
(22%),
porque
les
gusta
la
música
(11%),
para
mejorar
sus
habilidades
instrumentales
(11%),
y
para
aprender
música
de
una
forma
diferente
(11%).
El
11%
manifestó
estar
en
iPad
Music
por
no
haber
cupo
en
su
primera
opción.
Frente
a
la
segunda
pregunta
¿Qué
es
lo
que
más
te
ha
gustado
de
iPad
Music?,
las
estudiantes
respondieron:
grabar
y
crear
canciones
y
ritmos
con
voces
e
instrumentos
virtuales
(66%)
y
la
facilidad
para
interpretar
los
instrumentos
con
los
dedos
(22%).
Además,
les
ha
gustado
el
poder
mejorar
sus
habilidades
musicales
a
nivel
de
oído
y
ritmo
y
que
estos
conocimientos
les
van
a
quedar
para
toda
su
vida
(11%).
La
segunda
encuesta
fue
realizada
en
la
sesión
12
a
8
estudiantes,
ya
que
dos
de
ellas
se
encontraban
ausentes,
y
constó
de
5
preguntas.
El
tamaño
de
la
muestra
equivale
al
80%
de
la
población.
Al
responder
la
pregunta
¿Cómo
me
he
sentido
en
Ipad
Music?,
el
62.5%
de
las
estudiantes
manifestaron
sentirse
bien
en
la
electiva
de
iPad
Music,
porque
se
han
divertido,
han
aprendido
cosas
nuevas,
entendido
todos
los
temas,
elaborado
trabajos
chéveres
y
porque
los
profesores
han
estado
pendientes
de
todas
las
niñas.
El
37.5
%
de
las
estudiantes
se
ha
sentido
muy
bien
por
que
las
han
tratado
muy
bien,
han
conocido
mejor
a
otras
niñas,
han
aprendido
a
utilizar
la
aplicación
y
han
aprendido
más
de
la
música.
A
la
pregunta
¿Qué
he
aprendido
en
iPad
Music?,
el
37.5%
de
las
estudiantes
respondieron
que
aprendieron
a
crear
y
grabar
su
propia
música,
el
25%
de
las
estudiantes
aprendieron
a
usar
la
aplicación
GarageBand,
un
12.5%
aprendió
a
tocar
más
instrumentos.
Otro
12.5%
expresó
que
había
aprendido
las
escalas
pentatónicas
y
finalmente
el
12.5%
aprendió
muchas
cosas.
A
la
pregunta:
¿Que
más
me
gustaría
aprender
en
iPad
Music?,
las
estudiantes
respondieron:
poder
hacer
y
grabar
mejor
sus
canciones,
ya
sea
interpretando
más
instrumentos
o
de
una
mejor
forma
(50%),
seguir
trabajando
con
lo
que
ya
saben
por
120
qué
les
gusta
lo
que
hacen
(25%),
otras
funciones
de
la
aplicación
(12.5%)
y
otros
instrumentos
virtuales
(12.5%).
A
la
pregunta
¿Invitarías
a
otras
niñas
para
que
se
inscribieran
a
iPad
Music?,
el
100%
de
las
estudiantes
de
iPad
Music,
manifestaron
que
sí
invitarían
a
otras
niñas
de
primaria
a
que
participen
y
se
inscriban
en
el
curso
del
próximo
año
y
expresaron
que
lo
harían
debido
a
que
han
aprendido
mucho
(25%),
porque
se
puede
hacer
música
con
tecnología
(25%),
porque
les
ha
parecido
chévere
(25%)
y
saben
que
les
va
a
gustar
a
las
otras
niñas
(25%).
Ante
la
pregunta
¿Te
inscribirías
el
próximo
semestre
a
Ipad
Music
2?,
el
62.5%
de
las
estudiantes
se
inscribiría
nuevamente
a
iPad
Music
el
próximo
semestre;
el
25%
manifiesta
su
intención
de
no
inscribirse
ya
que
desean
probar
una
lúdica
deportiva,
y
el
12.5%
no
sabe
si
sigue
o
no
porque
le
parece
bueno
experimentar
cosas
diferentes,
pero
a
la
vez
cree
que
sí
porque
ha
aprendido
y
se
ha
divertido
en
esta
electiva.
La
optativa
de
iPad
Music
permitió
acercar
a
las
estudiantes
de
forma
creativa
e
innovadora
a
procesos
de
interpretación
instrumental
y
creación
musical
utilizando
iPads.
A
través
de
la
aplicación
GarageBand
se
generaron
destrezas
y
se
desarrollaron
habilidades
tanto
en
el
manejo
de
funciones
como
en
la
interpretación
de
instrumentos
virtuales.
Al
final
del
curso,
se
realizaron
dos
presentaciones
de
canciones
navideñas
con
un
ensamble
instrumental.
La
primera
fue
ante
las
estudiantes
de
la
sección
de
primaria
y
bachillerato
y
el
profesorado
del
colegio,
y
la
segunda,
ante
los
padres
de
familia
de
las
diferentes
optativas
de
la
sección
de
primaria.
Entre
los
resultados
más
sobresalientes
obtenidos
a
través
de
las
encuestas,
se
encontró
que
lo
que
más
les
gusta
a
las
estudiantes
de
la
optativa
de
iPad
Music
es
la
posibilidad
de
grabar
y
crear
sus
propias
canciones
y
ritmos
empleando
su
voz
y
los
instrumentos
virtuales
que
ofrece
la
aplicación
GarageBand
(66%).
Vale
la
pena
mencionar
que
si
las
estudiantes
quisieran
seguir
aprendiendo
sobre
algún
tema
específico
en
esta
clase,
les
gustaría
profundizar
en
hacer
y
grabar
sus
canciones,
ya
sea
empleando
más
instrumentos
o
interpretándolos
de
una
mejor
forma
(50%).
El
100%
de
las
estudiantes
de
la
optativa
de
iPad
Music,
manifestaron
sentirse
bien
o
muy
bien
en
la
optativa
de
iPad
Music
porque
aprendieron
más
de
la
música
y
de
la
utilización
de
la
aplicación
GarageBand;
entendieron
todos
los
temas
y
realizaron
trabajos
chéveres;
se
divirtieron
e
hicieron
cosas
nuevas;
porque
los
profesores
estuvieron
pendientes
y
trataron
muy
bien
a
todas
las
niñas,
y
porque
pudieron
conocer
mejor
a
otras
niñas.
Vale
la
pena
resaltar
que
el
buen
trato
y
el
seguimiento
del
docente
hacia
sus
estudiantes,
así
como
el
ambiente
de
amistad
en
el
aula
de
clase
121
y
la
realización
de
actividades
diferentes
y
divertidas,
hicieron
de
iPad
Music,
un
espacio
agradable,
generador
de
experiencias
positivas
y
aprendizajes
significativos.
Las
estudiantes
de
iPad
Music
contestaron
en
un
100%,
“sí”
querer
invitar
a
otras
niñas
de
primaria
para
que
participen
y
se
inscriban
en
el
curso
del
próximo
año.
De
ellas,
el
62.5%
se
volvería
a
inscribir
en
iPad
Music.
Con
los
resultados
obtenidos
en
esta
investigación,
se
comprobó
que
el
iPad
resultó
ser
una
herramienta
educativa
muy
práctica
y
útil
en
los
procesos
de
formación
musical.
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122
Sebald,
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The
Future
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Music
Education:
A
Geek
View.
Part
1
of
a
Series
Connections,
25
(3),
8-‐10.
123
Conciencia
corporal
en
la
pedagogía
instrumental
Detrás
de
cada
ejecución
musical
se
esconden
muchos
años
de
práctica
continua
y
de
lucha
contra
las
trabas
técnicas
y
musicales.
Esas
miles
de
horas
de
entrega
al
instrumento
no
están
exentas
de
cansancio
físico,
de
molestias
corporales,
a
veces
incluso
de
dolencias
y
enfermedades
que
dificultan
el
desempeño
profesional
del
músico.
Esa
realidad
es
generalmente
ignorada
por
el
público,
pero
lastimosamente
también
desestimada
con
demasiada
frecuencia
por
músicos
y
pedagogos
instrumentales.
Los
intérpretes
prestan
enorme
atención
a
una
buena
técnica
instrumental
y
a
numerosos
detalles
interpretativos
pero,
paradójicamente,
muchos
parecen
olvidarse
del
cuidado
de
su
propio
cuerpo.
En
realidad,
el
primer
instrumento
del
músico
es
su
cuerpo,
por
lo
que
su
óptimo
y
preciso
funcionamiento
es
indispensable
para
alcanzar
altos
niveles
de
desempeño.
Como
expone
acertadamente
Geiger2,
todas
las
posibilidades
de
producción
sonora
y
de
expresión
musical
interpretativa
se
materializan
únicamente
a
través
del
cuerpo.
Esta
situación
es
responsable
de
incontables
problemas
en
la
práctica
musical,
desde
pequeñas
dificultades
técnicas
e
incomodidades
musculares,
pasando
por
una
amplia
gama
de
dolencias
y
enfermedades
profesionales,
hasta
llegar
en
casos
crónicos
a
la
interrupción
o
abandono
de
la
carrera
musical
por
problemas
irreversibles
de
salud.
Estas
carencias
con
respecto
a
la
conciencia
del
propio
cuerpo
pueden
presentarse
en
diferentes
niveles,
si
bien
muchas
se
remontan
a
fallas
técnicas
en
las
fases
iniciales
de
aprendizaje
del
instrumento.
Esta
ponencia
busca
una
aproximación
a
cuestionamientos
relacionados
con
el
desarrollo
de
una
verdadera
conciencia
corporal
en
músicos
profesionales,
con
el
rol
de
la
conciencia
corporal
en
procesos
formativos
instrumentales
y
con
perspectivas
importantes
de
una
enseñanza
e
interpretación
basadas
en
el
cuidado
y
la
salud
del
cuerpo.
1
Avella
Ramírez,
Natalia:
Pianista
Universidad
Nacional
de
Colombia,
Magister
en
Pedagogía
Musical
Universität
Augsburg
(Alemania).
Docente
y
Coordinadora
de
Piano,
Universidad
Industrial
de
Santander.
Contacto:
natalia.avella@gmail.com
2
Geiger,
Joachim
Th.:
Körperbewußtsein
und
Instrumentalpraxis.
Methoden
und
Möglichkeiten
von
Körpererfahrung
im
Unterricht,
beim
Üben
und
beim
Spielen.
Augsburg:
Wißner.
1996,
p.
XV
124
1. ANTECEDENTES
El
cuerpo
adquiere
especial
relevancia
teórica
respecto
del
desempeño
profesional
del
músico
a
partir
de
la
década
de
1970.
Diversos
enfoques
de
fisioterapia,
educación
física,
música
y
pedagogía
instrumental
se
ocuparon
primeramente
de
las
enfermedades
y
problemas
físicos
de
los
músicos
en
diferentes
niveles
de
formación
y
de
práctica
profesional.
Las
investigaciones
evidencian
altísimos
porcentajes
de
incidencia
de
molestias
y
enfermedades
que
afectan
la
actividad
musical:
estudios
médicos
en
orquestas
profesionales
en
Alemania
muestran
que
un
75%
de
los
músicos
han
sufrido
de
problemas
ortopédicos3,
al
igual
que
el
80%
de
una
muestra
de
estudiantes
universitarios
entrevistados4.
Los
análisis
comparativos
indican
que
el
sistema
músculo-‐esquelético
es
el
más
afectado
y
que
los
grupos
más
susceptibles
a
las
enfermedades
profesionales
son
los
intérpretes
de
piano
y
de
instrumentos
de
cuerda5.
Como
respuesta
a
esta
problemática
empieza
a
desarrollarse
la
medicina
musical,
buscando
ofrecer
a
los
músicos
profesionales
y
en
formación
una
atención
específica
acorde
con
las
exigencias
físicas
y
los
requerimientos
de
coordinación
y
precisión
de
su
profesión.
En
el
campo
investigativo
y
de
divulgación
surgen
diferentes
asociaciones
de
fisiología
y
medicina
musical
que
trabajan
en
cooperación
con
institutos
especializados
en
diferentes
universidades
y
escuelas
superiores
de
música.
Diversas
escuelas
y
técnicas
corporales6
han
ofrecido
nuevas
opciones
a
los
músicos
afectados.
Desde
orientaciones
diferentes,
ellas
han
buscado
identificar
patrones
de
tensión
que
interfieren
el
movimiento
normal,
direccionando
su
trabajo
hacia
determinados
aspectos
básicos:
postura
erguida,
posición
de
pelvis
y
cadera,
centro
de
gravedad
del
cuerpo,
principio
de
integralidad
y
conciencia
corporal.
Si
bien
estas
técnicas
no
fueron
creadas
específicamente
para
músicos,
todas
brindan
posibilidades
para
un
manejo
consciente
del
cuerpo,
del
desplazamiento
y
del
movimiento,
recobrando
el
balance
y
la
estabilidad
física,
lo
que
se
refleja
en
mayor
eficiencia
y
economía
en
los
movimientos
al
tocar.
Del
éxito
de
estas
técnicas
corporales
como
mecanismo
de
cura
o
prevención
han
surgido
acercamientos
bibliográficos
sobre
su
aplicación
específica
en
músicos,
área
que
además
se
ha
incluido
en
el
pensum
de
muchas
universidades
y
escuelas
superiores.
3
Ibíd.,
p.
7
4
Wieland,
Renate.
Konzept
vorinstrumentaler
Übung
zur
Disposition
des
Spielers.
En:
EPTA-‐Dokumentation.
Cloppenburg.
1985,
p.
166
5
Pütz,
Werner
(ed.).
Musik
und
Körper.
En:
Musikpädagogische
Forschung,
Tomo
11.
Essen:
1990,
p.
10
6
Entre
otras:
Método
Feldenkrais,
técnica
Alexander,
Eutonía,
Movimiento
Funcional,
Rolfing,
Ideokinesis
y
Dispokinesis,
además
de
técnicas
orientales
de
relajación
como
Yoga,
Tai-‐chi,
Qi-‐Gong.
125
Los
pedagogos
instrumentales
se
ven
confrontados
frecuentemente
con
alumnos
que
no
logran
vencer
sus
problemas
físicos
y
emocionales
a
través
de
los
métodos
pedagógicos
tradicionales.
A
pesar
de
ello,
muchos
investigadores
encuentran
resistencias
en
el
trabajo
directo
con
los
pedagogos,
precisamente
porque
las
clases
instrumentales
ocurren
en
un
medio
íntimo
y
cerrado,
de
difícil
acceso
para
un
observador
externo.
Además,
muchos
docentes
temen
ser
criticados
o
desautorizados
por
los
resultados
de
las
investigaciones
y
no
quieren
que
se
sospeche
alguna
relación
entre
su
forma
de
enseñanza
y
los
problemas
físicos
de
sus
estudiantes.
Varios
autores
que
se
han
ocupado
de
la
conciencia
corporal
y
del
complejo
temático
“música
y
cuerpo”
proponen
la
introducción
paulatina
de
cambios
en
las
estructuras
tradicionales
de
formación
y
práctica
instrumental,
buscando
incluir
elementos
que
interactúen
armónicamente
con
nuestro
organismo.
Sus
orientaciones
van
desde
detalladas
disertaciones
sobre
fisiología
y
neurología,
pasando
por
combinaciones
de
aspectos
fisiológicos,
propuestas
preventivas
y
ejercicios
específicos
para
cada
instrumento,
hasta
métodos
prácticos
sobre
la
relación
de
movimiento
y
práctica
instrumental.
2. El
concepto
de
conciencia
corporal
en
pedagogía
e
interpretación
musical
Frostig7
distingue
tres
componentes
de
la
conciencia
corporal
que
se
adquieren
y
refinan
en
estrecha
relación
con
los
estadios
de
desarrollo
infantil:
•
La
imagen
corporal
se
define
como
“la
suma
de
todas
las
sensaciones
referentes
al
cuerpo”,
es
decir
cómo
la
persona
siente
su
propio
cuerpo.
Se
compone
de
sensaciones,
sentimientos,
impresiones
y
elementos
de
sensibilidad
superficial
y
profunda,
entre
otros.
Su
desarrollo
se
relaciona
directamente
con
las
propias
experiencias
con
el
cuerpo
(¿qué
es
y
qué
puede
hacer
mi
cuerpo?),
y
con
el
estado
de
ánimo
y
con
la
experiencia
del
cuerpo
a
través
de
otras
personas
(¿qué
piensan
otros
sobre
mi
cuerpo
y
cómo
lo
tratan?).
•
El
esquema
corporal
está
conformado
por
“mapas
separados
del
cuerpo
que
están
almacenados
en
el
cerebro”.
Se
refiere
a
la
representación
mental
de
las
partes
del
cuerpo
y
su
relación
en
cuanto
a
postura,
movimiento
y
manipulación
de
objetos.
La
imagen
mental
del
cuerpo
y
sus
posibilidades
de
movimiento
se
va
volviendo
más
7
Frostig,
Marianne.
Bewegungs-‐Erziehung.
Neue
Wege
der
Heilpädagogik.
München:
Reinhardt.
1975,
p.
45
126
precisa
al
adquirir
nuevas
y
variadas
experiencias
motrices,
permitiendo
una
mejor
planeación
y
ejecución
de
diferentes
formas
de
movimiento.
•
El
concepto
de
conciencia
corporal
está
determinado
por
el
conocimiento
específico
acerca
del
cuerpo.
Permite
nombrar
y
describir
con
mayor
o
menor
precisión
sus
partes,
estructuras
y
funciones.
Geiger8
expone
a
su
vez
tres
conceptos
relacionados
con
el
tema:
•
La
experiencia
corporal
se
entiende
como
un
“‘viaje”
por
mi
propio
cuerpo
en
el
que
con
la
ayuda
del
“vehículo”
de
una
atenta
autopercepción,
distingo
o
aprendo
a
distinguir
conscientemente
las
vivencias
que
voy
encontrando”.
Para
observar
atentamente
los
diferentes
eventos
sensomotores
y
emocionales,
hace
falta
un
cierto
distanciamiento,
el
cual
paradójicamente
permite
percibir
los
procesos
internos
en
conjunto,
alcanzar
una
mayor
cercanía
y
entrar
en
contacto
consigo
mismo.
•
El
esquema
corporal
se
establece
por
la
práctica
repetida
y
acumulativa
de
experiencias
corporales,
y
resulta
determinante
para
el
control
y
la
ejecución
motora,
en
especial
por
el
procesamiento
y
almacenamiento
neurofisiológico
de
las
experiencias
acumuladas.
Comprende
la
orientación
corporal
y
espacial
además
del
manejo
funcional
de
herramientas
y
objetos.
La
precisión
del
esquema
corporal
se
puede
ver
afectada
por
aspectos
de
desarrollo
individual
o
de
integración
social
en
una
comunidad
o
entorno
específico.
•
Geiger
ofrece
dos
definiciones
diferentes9
del
concepto
de
conciencia
corporal.
La
primera
hace
referencia
a
una
conciencia
acerca
del
cuerpo
obtenida
a
través
de
la
experiencia
motora.
El
segundo
significado
habla
de
una
conciencia
del
cuerpo
mismo,
es
decir,
“el
cuerpo
mismo,
en
un
sentido
físico,
‘sabe’
acerca
de
sí
mismo”,
como
una
forma
de
“sapiencia”
del
cuerpo.
Estas
dos
interpretaciones
implican
una
cierta
ambivalencia
que
Geiger
intenta
integrar
en
un
concepto
unificado
de
la
conciencia
corporal
en
la
interpretación
instrumental:
una
actividad
sensorial
intencional
y
atenta
estimula
la
percepción
del
músico,
quien
puede
vivenciar
conscientemente
los
procesos
sensomotores
y
emocionales
en
situaciones
musicales
determinadas,
para
después
poder
reflexionar
y
exponer
su
experiencia.
8
Geiger,
Op.
cit.,
p.
225
9
Ibíd.,
p.
232
–
233
127
3. El
cuerpo
musical:
aspectos
neurofisiológicos
relevantes
en
el
aprendizaje
y
la
ejecución
instrumental
Tocar
un
instrumento
requiere
de
todo
el
cuerpo,
pues
no
existen
movimientos
realizados
por
una
única
parte
del
cuerpo.
La
mayoría
de
nosotros
desconoce
su
funcionamiento,
en
especial
con
respecto
a
la
relación
entre
diferentes
estructuras
corporales,
al
reconocimiento
de
las
partes
del
cuerpo
necesarias
para
ejecutar
música,
y
a
la
ubicación
de
los
músculos
responsables
de
los
movimientos
al
tocar.
A
continuación
se
caracterizan
ciertos
aspectos
fisiológicos
relevantes
para
la
ejecución
musical:
• El
tronco
tiene
excelente
movilidad
en
todos
los
ejes,
permitiendo
reacciones
rápidas
y
efectivas
para
balancear
y
estabilizar
el
cuerpo.
Esto
es
posible
gracias
al
alto
número
de
músculos
y
articulaciones
en
torno
a
la
columna
vertebral,
a
la
existencia
de
muchas
vértebras
articuladas
entre
sí
(si
bien
cada
una
sólo
puede
moverse
mínimamente)
y
a
la
elasticidad
de
los
discos
intervertebrales.
Una
movilidad
limitada
de
la
columna
puede
originar
bloqueos
de
diferentes
grupos
musculares
(en
especial
de
los
músculos
de
soporte),
afectando
la
movilidad
de
omoplatos,
hombros
y
brazos.
• El
sacro
distribuye
el
peso
de
la
parte
superior
del
cuerpo
a
través
del
hueso
ilíaco
hacia
los
miembros
inferiores
(al
estar
de
pie)
o
los
isquiones
(estando
sentado).
Si
al
sentarse
la
pelvis
se
mantiene
echada
hacia
atrás,
el
peso
cae
sobre
el
cóccix,
estructura
no
apta
para
esta
función.
• El
hombro
es
la
articulación
entre
húmero
y
omoplato,
que
constituye
una
unidad
funcional
junto
con
la
clavícula,
conformando
una
estructura
llamada
cinturón
escapular.
Se
conecta
con
el
tronco
únicamente
a
través
de
la
articulación
de
la
clavícula
con
el
esternón,
estabilizándose
gracias
a
grandes
grupos
musculares.
Los
brazos
“cuelgan”
y
no
están
fijos
al
tronco,
por
lo
que
tan
solo
se
requerirían
esfuerzos
mínimos
para
moverlos.
• Muchos
músculos
se
encuentran
en
un
lugar
diferente
a
la
parte
del
cuerpo
que
mueven.
Tener
nociones
equivocadas
al
respecto
ocasiona
frecuentemente
rigidez
en
los
movimientos
rotatorios,
así
como
tensiones
y
lesiones
en
el
lugar
que
se
pretende
mover.
128
• La
muñeca
corresponde
a
la
interacción
de
muchas
pequeñas
articulaciones
en
el
carpo
responsables
de
la
flexión,
extensión
y
rotación
de
la
mano.
Esta
interacción
representa
mayor
libertad
y
flexibilidad
de
movimiento.
• Estructuralmente
los
dedos
comienzan
en
el
metacarpo
y
no
en
los
nudillos10.
Liberar
el
movimiento
en
las
articulaciones
carpo-‐meta-‐carpianas,
en
vez
de
pensar
en
separar
sólo
los
dedos,
permite
una
mayor
apertura
de
la
mano.
• La
articulación
carpo-‐meta-‐carpiana
del
pulgar
permite
movimientos
en
muchos
ejes,
con
habilidades
prensiles
muy
precisas.
Desde
esa
articulación
debería
partir
el
movimiento
de
paso
del
pulgar
por
debajo
de
otros
dedos.
Pequeños
movimientos
rotatorios
del
antebrazo
brindan
apoyo
al
pulgar,
evitando
tensiones
innecesarias
de
la
musculatura
del
dedo.
El
sistema
nervioso,
centro
de
control
de
todos
los
procesos
físicos
y
mentales,
es
responsable
de
todos
los
eventos
de
mantenimiento
de
la
vida.
El
Sistema
Nervioso
Central
(cerebro
y
médula
espinal)
se
ocupa
del
procesamiento,
análisis
y
almacenamiento
de
la
información
que
recibe
de
todo
el
organismo,
decidiendo
formas
de
respuesta
adecuadas
(con
o
sin
intervención
consciente).
El
sistema
nervioso
periférico
(nervios
cerebrales,
espinales
y
sus
ramificaciones
al
resto
del
cuerpo)
capta
estímulos
externos
e
internos,
los
convierte
en
impulsos
nerviosos
que
van
al
SNC11,
y
luego
transmite
sus
órdenes
a
la
periferia.
Cada
proceso
se
apoya
en
gran
parte
en
la
percepción
sensorial
a
través
de
los
sentidos:
interoceptores
(información
y
regulación
de
órganos
internos),
exteroceptores
(captan
estímulos
externos:
oído,
vista,
olfato,
gusto)
y
propioceptores
(información
del
propio
cuerpo).
Estos
últimos
son
los
más
relevantes
para
la
conciencia
corporal,
manejando
información
sobre
postura
corporal,
contracción
muscular,
posición
articular,
movimiento
y
equilibrio:
• Tacto:
posee
receptores
altamente
sensibles
a
mínimos
cambios
en
la
superficie
de
la
piel.
Representa
el
primer
contacto
del
cuerpo
con
el
instrumento
musical.
Las
yemas
de
los
dedos
reconocen
con
precisión
propiedades
como
relieve,
textura
y
temperatura.
Junto
al
sentido
propioceptivo,
cumple
un
rol
importante
en
la
orientación
(en
especial
cuando
no
hay
control
visual)
y
la
graduación
de
presión
y
fuerza
al
tocar.
• Sentido
del
equilibrio:
su
constante
relación
con
la
gravedad
ejerce
efectos
directos
sobre
la
postura
corporal.
Una
repartición
equilibrada
del
peso
determina
una
presión
óptima
sobre
las
articulaciones
y
una
activación
de
los
10
Según
Calais-‐Germain,
en
la
mano
hay
cinco
“columnas
óseas”,
cada
una
compuesta
de
un
hueso
metacarpiano
y
falanges
(dos
en
el
pulgar,
tres
en
los
demás
dedos).
CALAIS-‐GERMAIN,
Blandine.
Anatomie
der
Bewegung.
Technik
und
Funktion
des
Körpers.
Wiesbaden:
Fourier.
2002,
p.
165
11
Sigla
frecuente
en
la
literatura
especializada
para
hacer
referencia
al
Sistema
Nervioso
Central.
129
músculos
posturales
adecuados.
Este
proceso
se
altera
frecuentemente
por
malos
hábitos
posturales,
los
cuales
activan
músculos
con
funciones
diferentes.
Los
ejercicios
de
balance
son
importantes
en
la
pedagogía
instrumental
para
desarrollar
un
buen
manejo
del
peso
y
fomentar
una
buena
alineación
postural,
con
y
sin
instrumento,
permitiendo
adecuarse
flexiblemente
a
condiciones
cambiantes.
• Propiocepción:
capta
estímulos
provenientes
de
tejidos
menos
superficiales
(tendones,
músculos
y
articulaciones)
e
informa
permanentemente
sobre
la
contracción
muscular
y
la
posición
de
las
articulaciones.
Existen
más
receptores
en
zonas
que
requieren
mayor
refinamiento
motriz
tales
como
los
músculos
de
la
mano.
Informa
sobre
aspectos
relacionados
con:
posición
(ubicación
espacial
del
cuerpo),
movimiento
(cambios
activos
o
pasivos
en
la
dirección
o
velocidad
del
ángulo
de
reacción
de
músculos
y
articulaciones),
tensión
(percibir
y
modificar
la
tensión
y
relajación
muscular),
fuerza
(regulación
muscular
inconsciente
para
un
movimiento).
La
percepción
propioceptiva
suele
ser
independiente
del
control
visual,
e
incluso
es
más
confiable
sin
éste.
En
coordinación
con
el
tacto
aumenta
enormemente
la
seguridad
en
la
orientación
en
el
instrumento.
La
experiencia
motriz
permite
estimar
y
anticipar
con
precisión
cada
vez
mayor
lo
necesario
para
realizar
y
controlar
una
actividad
motriz
determinada.
4. Aprendizaje
sensorio-‐motriz
en
la
ejecución
instrumental
El
desarrollo
motriz
es
un
proceso
continuo,
con
características
propias
para
cada
edad
y
según
las
condiciones
de
cada
individuo.
Se
estructura
jerárquicamente
en
unidades
motoras
cada
vez
más
complejas.
En
general
se
considera
que
las
capacidades
motrices
dependen
de
la
madurez
alcanzada
por
los
diferentes
sistemas
involucrados,
mientras
que
las
habilidades
se
aprenden
y
perfeccionan.
La
experiencia
motriz
permite
combinar
diferentes
habilidades,
dando
como
resultado
patrones
de
movimiento
eficientes,
coordinados
y
oportunos.
Los
elementos
motrices
analizados
con
más
frecuencia
son:
balance
corporal
(estático
y
dinámico),
fuerza
y
coordinación
de
diferentes
partes
del
cuerpo,
modificación
horizontal
y
vertical
de
posición
o
dirección,
motricidad
gruesa
y
fina,
manipulación
de
objetos
(estática
y
dinámica).
Los
movimientos
al
tocar
un
instrumento
tienen
correspondencia
limitada
con
aquellos
de
la
vida
cotidiana,
por
lo
que
deben
ser
aprendidos
y
requieren
práctica
y
muchas
repeticiones
para
interiorizarse
y
almacenarse
como
programas
motores.
La
técnica
instrumental
se
refiere
en
gran
medida
a
los
movimientos
específicos
del
130
instrumento:
una
representación
mental
apropiada
desencadena
una
coordinación
de
la
estructura
corporal,
la
postura
y
los
sistemas
sensoriomotores
en
una
interacción
que
busca
favorecer
la
expresión
musical.
La
coordinación
de
la
actividad
muscular
inicia
desde
cuando
se
tiene
la
intención
de
un
movimiento12.
En
música,
esta
intención
incluye
las
concepciones
de
ritmo,
dinámica,
articulación
y
sonido.
La
temática
que
nos
ocupa
reúne
tres
perspectivas
relacionadas
entre
sí:
movimiento,
conciencia
corporal
y
pedagogía
instrumental,
las
cuales
se
complementan
e
influyen
mutuamente.
La
percepción
motriz
consciente
debe
mantener
un
equilibrio
entre
la
sensibilización
propioceptiva
y
los
procesos
cognitivos,
pues
demasiada
información
puede
perturbar
el
proceso
motor.
El
docente
puede
aportar
indicaciones
referentes
a
las
sensaciones
corporales,
permitiendo
al
estudiante
desarrollar
gradualmente
una
conciencia
de
su
propio
cuerpo,
aunque
cuidándose
de
recargarlo
con
excesos
de
información13.
Si
el
docente
está
familiarizado
con
los
procesos
corporales
y
de
percepción,
puede
integrar
a
la
enseñanza
instrumental
estos
conceptos
en
un
orden
lógico.
En
los
primeros
niveles
se
piensa
equivocadamente
que
los
movimientos
elementales
específicos
del
instrumento
son
movimientos
fáciles,
cuando
en
realidad
“incluso
en
figuras
motrices
elementales
hay
una
compleja
participación
de
un
alto
número
de
grupos
musculares
y
de
músculos
individuales”14.
Incluso
los
movimientos
relativamente
sencillos
incorporan
al
menos
un
agonista
y
un
antagonista
trabajando
coordinadamente.
Así
mismo,
un
movimiento
localizado
genera
en
muchos
casos
un
cambio
involuntario
del
balance
que
debe
ser
compensado
por
otros
músculos
no
incluidos
en
el
movimiento
original.
Así,
las
secuencias
de
movimientos
elementales
son
precisamente
la
base
de
la
ejecución
compleja
y
virtuosa.
Como
ejemplo
tomemos
la
ejecución
de
escalas,
que
es
un
reto
técnico
para
el
principiante,
mientras
que
resulta
natural
en
niveles
avanzados.
Los
procesos
motores
eficientes
se
integran
en
cadenas
sensomotrices
que
distribuyen
el
movimiento
entre
muchas
articulaciones.
En
un
caso
ideal,
todos
los
componentes
de
la
cadena
deberían
ser
igual
de
fuertes
(para
evitar
que
algunos
componentes
deban
compensar
al
resto),
desarrollarse
orgánicamente
y
de
manera
inconsciente
en
respuesta
al
desarrollo
integrador
de
la
experiencia.
12
Klein-‐Vogelbach,
Susanne
et
al.
Musikinstrument
und
Körperhaltung.
Eine
Herausforderung
für
Musiker,
Musikpädagogen,
Therapeuten
und
Ärzte.
Gesund
und
fit
im
Musikeralltag.
Berlin:
Springer.
2000,
p.
13
13
Munzert
diferencia
entre
“saber
qué”
y
“saber
cómo”,
aclarando
que
este
último
puede
interferir
con
la
automatización
del
movimiento
a
través
de
un
exceso
de
información
superflua.
Munzert,
Jörn.
Kognitive
Trainingsmethoden
und
Bewegungsorganisation.
Vom
Reiz
zusätzlicher
Lernressourcen.
En:
Mantel,
Gerhard
(ed.).
Ungenutzte
Potentiale.
Wege
zu
konstruktivem
Üben.
Mainz:
Schott.
1998,
p.
105
14
Gellrich,
Martin.
Über
den
Aufbau
motorischer
Schemata
beim
Instrumentalspiel.
En:
Mantel,
Op.
cit.,
p.
138
131
Dado
que
los
procesos
motores
se
repiten
con
frecuencia
y
son
almacenados
y
automatizados,
el
proceso
de
aprendizaje
debería
incluir
desde
niveles
tempranos
suficientes
elementos
motrices
básicos;
el
estudiante
seguramente
aun
no
puede
reconocerlos
y
asimilarlos
por
sí
mismo,
pero
puede
desarrollar
la
atención
necesaria
si
recibe
las
indicaciones
correspondientes.
Aun
si
el
estudiante
no
puede
realizar
todavía
el
movimiento
correctamente,
se
puede
evitar
que
aprenda
secuencias
defectuosas
o
costumbres
desfavorables.
Con
práctica
y
experiencia,
al
tocar,
los
movimientos
se
van
integrando
al
repertorio
motor
de
la
persona
y
más
adelante
posibilitan
un
alto
desempeño.
Los
programas
motores
se
convierten
en
reflejos
interpretativos
que
se
activan
al
tocar
el
instrumento
y
pueden
coordinarse
con
otros
movimientos.
El
músico
puede
entonces
elegir
sus
movimientos
en
relación
con
la
estructura
musical
de
la
pieza,
materializándose
en
un
resultado
sonoro
que
se
puede
comparar
con
la
intención
original
del
intérprete.
Todos
los
elementos
mentales,
emocionales
y
físicos
contribuyen
a
la
calidad
motora,
así
como
la
postura
corporal,
las
relaciones
de
equilibrio
y
la
participación
de
diferentes
partes
del
cuerpo
(cadena
motora).
Muchas
cosas
ocurren
al
nivel
inconsciente
de
los
procesos
automatizados,
como
los
reflejos,
procesos
integrativos,
memoria
motriz
y
procesos
coordinativos.
Pero
los
procesos
de
planeación
y
evaluación
siguen
siendo
conscientes:
idea
musical
específica,
elección
de
movimientos
interpretativos
adecuados,
ejecución
lenta
de
nuevas
variantes
motoras,
verificación
sensorial
del
resultado
sonoro,
decisión
sobre
correcciones
necesarias,
etc.
En
conclusión,
es
urgente
que
la
pedagogía
instrumental
incorpore
nuevos
puntos
de
vista
sobre
las
molestias
motrices
de
los
músicos.
Las
tensiones
y
rigideces
afectan
la
movilidad
de
una
parte
del
cuerpo
o
un
grupo
de
músculos
(en
casos
graves
convirtiéndose
en
molestias
crónicas),
pero
no
deben
vérselas
como
una
enfermedad,
sino
como
el
“resultado
de
una
adaptación
desequilibrada
y
descontrolada
a
requerimientos
motrices”15.
Una
tensión
muscular
demasiado
alta
o
demasiado
baja
apunta
frecuentemente
a
una
deficiencia
en
las
capacidades
perceptivas16.
Esto
abre
a
los
docentes
instrumentales
nuevas
perspectivas
metódicas
motrices
(técnica
instrumental)
y
sensoriales
(propiocepción).
15
Puls,
Hartmut.
Muskeln
und
Musizieren
Workout.
Betrachtungen
eines
Sportwissenschaftlers
zur
Körperlichkeit
des
Musizierens.
En:
Üben
&
Musizieren
3/2006,
p.
20.
16
Lucke,
Annegret.
Progressive
Relaxation
nach
Jacobson.
Eine
körperorientierte
Entspannungsmethode
mit
besonderer
Bedeutung
für
MusikerInnen.
En:
Üben
&
Musizieren
6/2002,
p.
41
132
133
Socialización
de
resultados
del
estudio
“Proyecto
para
diseñar
y
aplicar
los
mecanismos
de
seguimiento
y
evaluación
de
la
primera
fase
del
modelo
sectorial
de
formación
musical
en
el
marco
del
proyecto
Jornada
Escolar
40
Horas
en
Bogotá,
Colombia”
Andrés
Samper
Arbeláez
Pontificia
Universidad
Javeriana
Introducción
El
presente
documento
recoge
los
resultados
de
un
estudio
que
tuvo
como
propósito
evaluar
desde
una
mirada
mixta
(cualitativa-‐
cuantitativa)
el
despliegue
e
impacto
de
los
procesos
de
formación
musical
que
se
están
adelantando
en
los
colegios
del
Distrito
que
hacen
parte
de
la
primera
fase
del
Proyecto
Jornada
Escolar
40
Horas.
El
proyecto
se
plantea
con
una
perspectiva
interdisciplinar
desde
los
departamentos
de
Música,
Formación
y
Psicología
de
la
Pontificia
Universidad
Javeriana
con
el
fin
de
valorar
los
siguientes
aspectos
en
una
población
aproximada
de
373
estudiantes
pertenecientes
a
29
colegios
distritales:
• Desarrollo
de
los
saberes
musicales
de
los
estudiantes.
• Impacto
de
los
procesos
formativos
sobre
dimensiones
no
musicales
como:
auto
concepto,
autoestima,
empatía
y
motivación.
• Calidad
y
alcance
de
las
estrategias
pedagógicas
empleadas
en
las
aulas
de
clase.
• Percepción
sobre
el
proceso
por
parte
de
estudiantes,
profesores,
padres
de
familia
y
directivos
de
los
colegios.
• Nivel
de
adecuación
de
la
infraestructura
y
de
los
recursos
materiales
empleados.
Dentro
de
este
marco,
el
producto
final
del
proyecto
es
una
batería
de
pruebas
validada
con
la
población
evaluada
que
permite
a
la
Secretaría
de
Cultura,
Recreación
y
Deporte
monitorear
a
mediano
y
largo
plazo
el
desarrollo
e
impacto
de
los
procesos
de
educación
musical
en
el
programa
Jornada
Extendida
–
40
horas,
en
las
dimensiones
musicales
y
psico-‐afectivas
de
los
estudiantes.
Justificación
Dada
la
pobre
presencia
de
las
artes
en
los
currículos
escolares,
el
campo
de
la
134
educación
artística
en
Bogotá
celebra
esta
iniciativa
que
permitirá
saldar
de
alguna
manera
los
vacíos
curriculares
que
existen
en
este
sentido,
pues
está
cada
vez
más
clara
la
importancia
de
los
procesos
de
formación
en
artes
como
aspectos
fundantes
del
desarrollo
integral
de
los
niños
y
jóvenes,
aportantes
de
miradas
sensibles
y
críticas
frente
al
mundo,
así
como
del
desarrollo
de
fortalezas
en
lo
actitudinal,
lo
axiológico
y
lo
cognitivo.
Por
lo
mismo,
asumir
de
manera
responsable
esta
oportunidad
que
se
abre
para
la
educación
artística
en
la
ciudad
implica
planear
de
una
manera
estructurada
los
programas
y
el
desarrollo
de
los
mismos.
Asimismo,
implica
hacer
un
seguimiento
riguroso
y
una
evaluación
constante
de
los
procesos
de
desarrollo
en
las
distintas
áreas
de
las
artes
—en
este
caso
del
área
musical—
tanto
en
sus
aspectos
disciplinares
y
pedagógicos
como
en
su
impacto
sobre
el
desarrollo
psicosocial
y
afectivo
de
los
niños
y
jóvenes.
Estado
del
arte
de
la
investigación
El
interés
contemporáneo
por
la
educación
artística
se
ha
venido
haciendo
evidente
en
las
políticas
públicas
de
varios
países
que
promulgan
la
obligatoriedad
de
la
educación
artística.
En
el
marco
de
la
implementación
de
las
políticas
públicas
surge
la
pregunta
por
el
seguimiento
y
la
evaluación
de
los
procesos
y
programas
de
educación
artística:
¿cómo
evaluar
el
desarrollo
de
las
artes
en
la
escuela?
¿Qué
dimensiones
deben
ser
valoradas?
¿Mediante
qué
tipo
de
mecanismos
y
procesos?
Dado
que
la
investigación
local
con
relación
a
la
evaluación
de
proyectos
públicos
de
formación
en
educación
artística
es
aún
incipiente,
un
punto
de
partida
importante
en
el
proceso
de
dar
respuesta
a
estos
interrogantes
es
la
revisión
de
referentes
regionales
e
internacionales
que
han
recorrido
este
camino.
Para
empezar,
una
revisión
de
proyectos
de
jornada
extendida
en
América
Latina
nos
permite
constatar
propuestas
de
seguimiento
y
evaluación
no
necesariamente
orientadas
hacia
el
campo
de
las
artes.
En
este
sentido,
la
Administración
Federal
de
Servicios
Educativos
en
el
Distrito
Federal
de
Ciudad
de
México
propone
algunas
líneas
generales
de
dimensiones
que
deben
tenerse
en
cuenta
al
momento
de
realizar
el
seguimiento
de
las
actividades
pedagógicas
del
proyecto.
Inicialmente
brinda
ideas
para
la
organización
del
tiempo
entre
áreas
y
según
actividades,
acentuando
la
importancia
de
que
los
docentes
sean
cualificados
de
manera
idónea
y
que
puedan
disponer
de
espacios
propicios
(físicos
y
135
de
tiempo)
para
la
adecuada
planeación,
reflexión
y
evaluación
académica
dentro
de
dinámicas
de
trabajo
colaborativas
al
interior
de
los
equipos.
El
seguimiento
general
a
la
implementación
del
plan
es
evaluado
mediante
un
sistema
de
encuestas
aplicadas
a
supervisores,
directores,
docentes,
padres
de
familia
y
estudiantes.
Por
otra
parte,
y
dentro
de
una
perspectiva
de
seguimiento
cuantitativo,
en
la
provincia
argentina
de
Río
Negro,
el
gobierno
propone
para
el
monitoreo
de
la
Jornada
Extendida
un
seguimiento
mediante
indicadores
que
valoran
estadísticamente
el
desarrollo
de
cinco
dimensiones:
1. Infraestructura
educativa
2. Equidad
en
las
escuelas
3. Jornada
escolar
4. Formación
y
capacitación
5. Equipos,
mobiliarios,
textos,
recursos
pedagógicos,
conectividad
y
TICs
En
el
contexto
local,
un
referente
importante
para
la
evaluación
de
la
educación
pública
es
el
aportado
por
el
Instituto
para
la
Investigación
Educativa
y
el
Desarrollo
Pedagógico
(IDEP),
en
Bogotá.
En
el
documento
titulado
“Los
derechos
sociales
en
serio:
hacia
un
diálogo
entre
derechos
y
políticas
públicas
(2007)”,
Luis
Eduardo
Pérez
realiza
una
revisión
crítica
de
los
principales
sistemas
de
indicadores
sociales
a
nivel
mundial
y
nacional,
reconociendo
las
falencias
y
bondades
de
cada
uno
de
ellos.
En
este
marco
de
referentes
se
plantea
un
modelo
de
indicadores
que
no
solamente
mida
tendencias
en
asuntos
como
la
universalidad
del
acceso,
sino
también
en
temas
neurálgicos
relacionados
con
derechos
sociales
fundamentales
como
la
no
discriminación
o
el
asunto
de
la
complementariedad
entre
las
distintas
dimensiones
de
lo
educativo.
En
el
campo
de
lo
artístico,
esta
visión
llama
la
atención,
pues
no
se
trata
solamente
de
que
el
sistema
público
logre
una
amplia
cobertura
a
nivel
de
educación
en
las
artes,
sino
que
lo
haga
de
una
manera
que
impacte
de
manera
significativa
las
subjetividades,
las
realidades
humanas,
los
contextos
y
que
sea
incluyente
de
la
diversidad.
En
algunos
países
se
han
desarrollado
ejercicios
importantes
de
construcción
de
referentes
y
estándares
especializados
que
delimitan
el
tipo
de
saberes
que
deben
ser
desarrollados
en
cada
una
de
las
áreas,
lo
cual
en
sí
mismo
ofrece
herramientas
e
insumos
concretos
para
poner
en
marcha
procesos
de
monitoreo
y
seguimiento
al
desarrollo
de
los
aprendizajes.
El
modelo
estadounidense
de
educación
artística
a
136
través
de
estándares,
por
ejemplo,
propone
para
el
ámbito
formal
una
estructura
basada
principalmente
en
el
desarrollo
de
dos
tipos
de
estándares:
de
contenido
y
de
logro.
Los
primeros
determinan
las
líneas
de
desarrollo
transversales
a
todos
los
niveles,
y
los
segundos
determinan
los
niveles
de
desarrollo
o
de
logro
esperados
para
cada
uno
de
esos
niveles
o
ciclos.
(Samper,
2011).
En
Argentina,
así
como
en
Brasil,
se
promueve
una
estructura
general
de
educación
artística
basada
en
la
triada
entre
producción,
recepción
y
apreciación,
que
enmarca
la
experiencia
del
arte
en
la
escuela
y
que
promueve
el
desarrollo
de
las
facultades
de
percepción,
interpretación
y
agencia
en
el
mundo
de
lo
simbólico.
Otro
referente
importante
es
el
documento
producido
por
la
Asociación
Colombiana
de
Facultades
de
Artes
(ACOFARTES)
en
el
marco
del
diseño
de
las
pruebas
ICFES
-‐
Saber
Pro,
el
cual
plantea
una
evaluación
de
las
artes
desde
una
mirada
que
recupera
la
idea
de
evaluación
como
herramienta
de
aprendizaje,
que
implica
procesos
de
monitoreo
con
múltiples
formas
y
soportes
para
evaluar.
En
este
sentido,
el
documento
de
ACOFARTES
plantea
las
siguientes
competencias
transversales
a
los
distintos
campos
de
las
artes:
• Expresión-‐creación
• Percepción
• Estético-‐discursivas
• Técnicas
• Socio-‐culturales
Posteriormente,
el
documento
aterriza
estas
competencias
en
saberes
específicos
que
pueden
ser
valorados
mediante
pruebas
concretas:
• Identificación
visual/áurea
• Reconocimiento
de
elementos
histórico-‐culturales
• Teoría
• Materiales
• Historia
y
literatura
• Nuevas
tecnologías
137
Sin
embargo,
este
documento
hace
un
llamado
a
reconocer
que
las
pruebas
masivas
deben
incluir
algún
tipo
de
componente
que
permita
valorar
otros
asuntos
claves
del
desarrollo
artístico
como
la
expresividad,
la
sensibilidad
y
la
creatividad”.
En
síntesis,
se
puede
decir
que
un
modelo
de
seguimiento
y
monitoreo
como
el
que
se
buscó
construir
mediante
este
proyecto
debe
mantener
un
equilibrio
cuidadoso
entre
cobertura
(amplitud
de
población)
y
profundidad
en
la
valoración
del
desarrollo
de
las
aptitudes
musicales
en
sus
componentes
fundantes
(habilidades,
conocimientos,
expresividad,
sensibilidad,
creatividad)
así
como
de
los
aspectos
psico-‐
afectivos
de
los
estudiantes
valorados.
Marco
teórico
-‐ Aspectos
musicales
El
creciente
interés
que
se
percibe
en
la
actualidad
por
la
formación
artística
a
nivel
mundial
tiene
que
ver
de
manera
especial
con
una
comprensión
del
impacto
que
esta
tiene
sobre
la
educación
en
general,
sobre
la
formación
integral
de
los
individuos
así
como
sobre
las
comunidades
locales
y
sus
culturas.
En
este
marco
de
ideas,
organizaciones
como
la
UNESCO
abogan
por
la
promoción
en
los
países
de
este
tipo
de
formación
reconociendo
al
arte
como
un
“elemento
medular
de
la
naturaleza
del
ser
humano
y
una
característica
esencial
de
su
intelecto
y
sus
emociones”.
En
Colombia,
el
documento
“Orientaciones
pedagógicas
para
la
educación
artística
en
básica
y
media”,
valora
la
dimensión
artística
como
una
que
favorece
la
posibilidad
del
estudiante
para
percibir
el
mundo
que
lo
rodea
de
manera
sensible,
y
como
un
espacio
para
el
desarrollo
de
saberes
que
pueden
ser
aplicables
en
otras
áreas
del
conocimiento;
también
como
un
espacio
para
que
el
estudiante
entre
en
contacto
con
el
patrimonio
cultural
universal
y
local,
en
el
marco
de
experiencias
reflexivas,
críticas
e
incluyentes.
En
línea
con
este
pensamiento,
la
pedagoga
musical
e
investigadora
argentina
Violeta
Hemsy
de
Gainza
diría
que
la
educación
musical
es
un
derecho
humano
universal,
y
que
debería
por
ende
ser
accesible
de
manera
gratuita
y
con
calidad
para
toda
la
población.
Para
alcanzar
esto,
Hemsy
propone
un
modelo
de
pedagogías
musicales
abiertas:
formas
de
enseñar
situadas
en
contextos
específicos,
desarrolladas
a
partir
de
las
necesidades,
rasgos
emergentes
y
recursos
disponibles
en
contextos
específicos.
Más
allá
de
casarse
con
prescripciones
y
recetarios
pedagógicos,
se
trata
más
bien
de
lograr
prácticas
que
desde
el
sentido
común
en
diálogo
con
las
propuestas
138
metodológicas
tradicionales,
logren
procesos
significativos
de
musicalización
en
los
niños.1
Referentes
de
otros
países
tales
como
el
modelo
de
estándares
de
Estados
Unidos
plantean
de
manera
muy
concreta
ciertos
contenidos
claves
para
los
currículos:
canto,
interpretación,
improvisación,
composición,
lectura,
audición,
apreciación,
relación
de
la
música
con
otras
artes
(Samper,
2011).
La
Ley
Orgánica
de
Educación
de
España
(LOE),
hace
acento
sobre
el
asunto
de
la
creatividad,
la
expresividad
y
la
sensibilidad
estética,
al
tiempo
que
sugiere
un
trabajo
de
aula
que
va
más
allá
de
los
instrumentos
musicales
y
del
canto,
proponiendo
el
movimiento
corporal
(Navarro
2012).
En
ambos
modelos
existe
un
énfasis
balanceado
y
sin
duda
intencionado
entre
las
dimensiones
de
producción,
recepción,
apreciación
y
comunicación
de
la
música.
-‐ Aspectos
pedagógicos
De
acuerdo
con
la
Ley
115
de
1994,
se
puede
entender
por
currículo
el
conjunto
de
criterios,
planes
de
estudio,
programas,
metodologías,
y
procesos
que
contribuyen
a
la
formación
integral
y
a
la
construcción
de
la
identidad
cultural
nacional,
regional
y
local,
incluyendo
también
los
recursos
humanos,
académicos
y
físicos
para
poner
en
práctica
las
políticas
y
llevar
a
cabo
el
proyecto
educativo
institucional.
En
este
marco
de
ideas,
el
término
“diseño
curricular”
alude
a
“boceto”,
“esquema”,
“plano”,
es
decir
una
representación
de
ideas,
acciones,
objetos,
que
se
constituye
en
una
guía
orientadora
a
la
hora
de
llevar
a
la
práctica
el
proyecto
curricular.
El
objetivo
del
desarrollo
del
currículo
es
mejorar
las
escuelas
mediante
el
perfeccionamiento
de
la
enseñanza
y
el
aprendizaje.
De
otra
parte,
el
aprendizaje
es
el
resultado
de
la
interacción
mutua
entre
el
individuo
y
la
cultura
(Martínez,
1999).
En
este
sentido,
es
importante
entender
las
maneras
en
que
las
interacciones
entre
los
diferentes
actores
sociales
(docentes,
estudiantes,
familia
y
comunidad)
regulan
dicho
proceso.
Desde
una
mirada
socio-‐
cultural,
los
instrumentos
de
mediación
(e.g.
el
lenguaje,
las
preguntas,
los
materiales
impresos,
los
instrumentos
musicales)
cumplen
un
papel
importante
en
el
proceso
de
aprendizaje,
pues
el
desarrollo
de
habilidades
y
conocimientos,
en
este
caso
musicales,
está
mediado
por
herramientas
y
signos
culturales
(Baquero,
2000;
Martínez,
1999).
Las
acciones
que
enmarcan
estos
procesos
pasan
de
ser
una
secuencia
de
actividades
a
1
Para
conocer
más
a
fondo
el
pensamiento
de
Violeta
Hemsy
de
Gainza,
se
sugiere
consultar
los
artículos
de
su
autoría
disponibles
en
la
página
web
:
http://www.violetadegainza.com.ar
139
ser
“acciones
mediadas”
en
el
momento
en
que
un
agente
intencional
(docente),
organiza
la
oportunidad
de
aprendizaje
(acciones),
de
manera
tal
que
medien
entre
el
niño
y
su
comprensión
del
mundo.
Las
acciones
humanas,
desde
la
perspectiva
de
Burke
(citado
por
Wertch,
1999)
involucran
cinco
elementos
fundamentales:
el
acto,
la
escena,
los
agentes,
la
agencia
y
el
propósito.
Estos
elementos
se
constituyen
en
unidades
de
análisis
para
abordar
el
estudio
de
las
acciones
docentes
y
nos
permiten
140
matemáticas
para
hacer
seguimiento2;
en
el
segundo
caso
se
han
utilizado
escalas
que
evalúan
múltiples
dimensiones
tales
como:
atención,
memoria,
comprensión
verbal
e
inteligencia.
Finalmente,
encontramos
los
estudios
que
evalúan
tanto
los
resultados
como
el
impacto
que
tiene
la
formación
musical
en
los
niños
considerando
que
su
aporte
es
mayor
tanto
en
dimensiones
personales
como
de
aporte
al
capital
social.3
En
esta
área
se
concentra
la
presente
investigación,
indagando
sobre
las
siguientes
dimensiones:
Familia
• Cuesaonario
de
Fortalezas
y
Debilidades
SDQ
Objetivos
del
Estudio
General:
• Diseñar
un
mecanismo
de
monitoreo
y
seguimiento
a
los
procesos
de
formación
musical
desarrollados
en
el
marco
del
programa
de
40
horas
-‐
Jornada
Extendida
de
la
Alcaldía
de
Bogotá.
Específicos:
2
A
rhythmic
musical
intervention
for
poor
readers:
A
comparison
of
efficacy
with
a
letter-‐based
intervention.
By
Bhide,
Adeetee;
Power,
Alan;
Goswami,
Usha
Mind,
Brain,
and
Education,
Vol
7(2),
Jun
2013,
113-‐123.
3
Influence
of
two
developmental
programmes
on
the
empathy
and
prosociability
of
preschool
children.
doi:
10.2466/PMS.72.1.323-‐328
By
Kalliopuska,
Mirja;
Tiitinen,
Unto.
Perceptual
and
Motor
Skills,
Vol
72(1),
Feb
1991,
323-‐328.
141
• Evaluar
el
desarrollo
de
los
saberes
musicales
de
los
estudiantes
en
cuanto
a:
ritmo,
voz
cantada,
reconocimiento
auditivo
y
creatividad.
• Valorar
el
impacto
de
los
procesos
formativos
sobre
dimensiones
no
musicales
como:
auto-‐concepto,
autoestima,
empatía
y
motivación.
• Evaluar
la
pertinencia
de
las
estrategias
metodológicas
empleadas
en
los
procesos
de
formación
musical.
• Valorar
la
percepción
sobre
el
proceso
por
parte
de
estudiantes,
profesores,
padres
de
familia
y
directivos
de
los
colegios.
• Valorar
la
pertinencia
y
nivel
de
adecuación
de
la
infraestructura
y
de
los
recursos
materiales
empleados.
• Ofrecer
a
las
Secretarías
de
Educación
y
de
Cultura
una
retroalimentación
que
enriquezca
el
desarrollo
de
los
procesos
de
formación
musical
en
la
jornada
extendida
del
Distrito
a
nivel
de
los
contenidos
y
de
los
aspectos
metodológicos.
Metodología
El
estudio
empleó
una
metodología
de
carácter
mixto
que
implicó
una
valoración
cuantitativa
y
cualitativa
del
impacto
del
proyecto
mediante
la
utilización
de:
encuestas,
entrevistas,
grupos
focales,
observaciones,
pruebas
de
aptitudes
musicales
e
instrumentos
de
valoración
psicométrica.
De
una
población
total
de
8000
estudiantes
beneficiados
por
el
proyecto
se
trabajó
con
una
muestra
de
373
alumnos
en
29
colegios.
Conclusiones
generales
del
estudio
-‐ Aptitudes
musicales
• Se
observa
de
manera
evidente
un
mejor
desempeño
en
la
dimensión
rítmica
con
relación
a
las
demás.
• Se
observa
una
relación
natural
de
los
estudiantes
con
el
asunto
de
la
canción,
lo
que
puede
indicar
que
está
presente
dentro
de
las
distintas
propuestas.
• Los
estudiantes
cantan
en
la
mayor
parte
de
las
clases
con
apoyo
armónico
de
guitarra.
• Las
entidades
se
encuentran
de
manera
generalizada
en
la
etapa
de
INICIACIÓN
MUSICAL.
142
• Los
conceptos
musicales
han
sido
en
general
trabajados
de
manera
contextualizada
sobre
la
música
misma;
se
evidencia
una
ausencia
de
ejercicios
y
conceptualizaciones
abstractas
relacionadas
con
la
audición
y
percepción.
• La
prueba
de
creatividad,
que
presenta
rangos
de
evaluación
más
libres,
permite
evidenciar
en
los
estudiantes
una
gran
capacidad
para
encontrar
recursos
diversos
tanto
musicales
como
extra
musicales.
-‐ Componente
pedagógico
• En
general
hay
un
buen
desempeño
pedagógico
por
parte
de
los
docentes,
evidenciado
en
su
manejo
de
contenidos,
el
uso
de
estrategias
didácticas
eficientes,
habilidad
para
adaptarse
a
las
particularidades
de
los
procesos
individuales,
escogencia
adecuada
de
contenidos
para
las
clases,
buen
manejo
de
grupo
y
habilidad
para
generar
motivación.
• Se
encontró
una
relación
directa
entre
el
nivel
de
formación
de
los
docentes
con
relación
a
los
niveles
de
desempeño.
A
mayor
nivel
de
formación,
mejor
nivel
de
desempeño.
Resulta
por
lo
tanto
un
asunto
importante
para
considerar.
• No
hay
garantías
de
que
todas
las
instituciones
cuenten
con
las
herramientas
materiales
necesarias
para
cumplir
con
los
objetivos
pedagógicos.
• Hay
dos
propósitos
diferentes
entre
los
agentes
participantes
en
las
acciones
mediadas.
El
primero
es
enseñar
música
a
los
niños
para
desarrollar
en
ellos
dominios
musicales;
el
segundo,
es
utilizar
el
espacio
de
clase
como
un
lugar
de
esparcimiento
que
disfruten.
• Las
acciones
realizadas
fueron
percibidas
en
gran
medida
como
intencionales,
lo
cual
es
indicio
de
la
existencia
de
procesos
de
planeación
y
monitoreo,
los
cuales
deben
fortalecerse
en
algunas
de
las
instituciones.
• La
relación
entre
los
actores
se
manifiesta
como
apropiada
en
la
mayoría
de
los
casos,
sin
embargo
es
importante
apoyar
a
aquellas
aulas
en
las
que
la
relación
entre
estudiantes
no
son
adecuadas,
o
que
el
docente
asume
un
rol
autoritario
o
permisivo.
• Las
bandas
criminales
y
delincuenciales
son
otro
agente
de
la
acción
mediada,
razón
por
la
cual,
es
necesario
profundizar
el
papel
activo
de
las
bandas
en
el
funcionamiento
del
Programa.
143
• Es
clave
que
las
actividades
realizadas
puedan
relacionarse
con
los
intereses
y
el
contexto
de
los
estudiantes
y
que
a
su
vez
se
incentive
al
estudiante
para
utilizar
lo
aprendido
en
otros
entornos.
-‐ Componente
psicosocial
• Dado
que
los
instrumentos
tuvieron
niveles
de
confiabilidad
aceptables,
los
hallazgos
permiten
establecer
que
los
resultados
son
una
línea
de
base
importante
para
el
seguimiento
y
acompañamiento
posterior
de
la
información
del
monitoreo
del
programa.
• Con
respecto
a
las
dimensiones
que
indican
fortalezas
en
los
alumnos,
tales
como
sus
niveles
de
autoestima,
auto-‐concepto,
comportamiento
prosocial
y
competencia
social,
se
recomienda
seguir
fomentando
el
programa
pues
sin
lugar
a
dudas
impactará
de
manera
positiva
en
los
desempeños
de
los
niños
a
este
nivel.
• Se
deben
tomar
precauciones
debidas
en
aquellas
dimensiones
evaluadas
que
indican
la
posible
presencia
de
dificultades
o
déficit,
como
por
ejemplo
las
relaciones
familiares
percibidas,
los
problemas
de
conducta,
las
dificultades
en
la
relación
con
los
compañeros,
los
niveles
de
hiperactividad
y
los
síntomas
emocionales.
• Al
revisar
los
cruces
entre
resultados
de
aptitudes
musicales
y
valoración
psicosocial,
se
encontraron
relaciones
preliminares
entre
las
siguientes
categorías:
Con
una
sub-‐muestra
de
146
niños
se
encontraron
asociaciones
significativas
positivas
entre:
• Conducta
prosocial
y
voz
cantada
y
afinada:
0,17
• Auto-‐concepto
global
y
voz
cantada
y
afinada:
0,33
Y
asociaciones
significativas
negativas
(puntajes
negativos
coincidentes)
entre:
• Condiciones
educativas
y
ritmo:
-‐0,18
• Bienestar
material
y
creatividad
musical:
-‐0,17
• Relaciones
familiares
y
creatividad
musical:
-‐0,22
144
Referencias
Administración
Federal,
d.
S.
(2009).
Libro
Blanco
del
Programa
Escuelas
de
Jornada
Ampliada
2009-‐
2012.
México:
Vivir
Mejor,
Administración
Federal
de
Servicios
educativos
en
el
Distrito.
Apple,
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Una
mirada
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la
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Arte
Programa
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educación
artística
en
el
sistema
educativo
nacional”,
un
documento
que
aporta
los
parámetros
actuales
para
la
construcción
de
un
modelo
educativo
para
la
enseñanza
de
las
artes
en
Argentina.
Bogotá,
Colombia.
Gentry,
M.,
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Springer,
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XXI:
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(1)
Pág.
18,
Tomada
el
20
de
Agosto
de
http://
redie.ens.uabc.mx/vol1no1/contenido-‐mtzrod.html
Murcia,
L.
E.,
Yepes,
R.
U.,
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Garavito,
C.
R.
(2007).
Los
derechos
sociales
en
serio:
hacia
un
diálogo
entre
derechos
y
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Instituto
para
la
Investigación
Educativa
y
el
Desarrollo
Pedagógico,
IDEP.
Nacional,
M.
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Orientaciones
Pedagógicas
para
la
Educación
Artística
en
Básica
y
Media.
Bogotá,
Colombia:
MENC.
Navarro,
J.
S.
(2012).
La
educación
artística
infantil
en
España
según
la
LOGSE
y
la
LOE.
Documento
de
consulta,
Pontificia
Universidad
Javeriana.
Bogotá,
Colombia.
OFB.
(2013).
Lineamientos
Formación
Musical
OFB
Nivel
de
Iniciación.
Bogotá:
Orquesta
Filarmónica
de
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Pérez,
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¿Cómo
medir
el
cumplimiento
de
los
derechos
sociales?
Un
modelo
de
indicadores
para
monitorear
y
evaluar
el
disfrute
del
derecho
a
la
educación.
En
IDEP,
Los
derechos
sociales
en
serio:
hacia
un
diálogo
entre
derechos
y
políticas
públicas.
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Posner
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Perspectivas
y
desafíos
para
la
educación
musical
en
Colombia
en
el
Siglo
XXI;
una
mirada
desde
el
Departamento
de
Música
de
la
Pontificia
Universidad
Javeriana.
Revista
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Jornada
Escolar
Extendida
-‐
Sistema
de
indicadores
para
seguimiento
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Viedma,
Río
Negro,
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Ministerio
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Educación
-‐
Gobierno
de
Río
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Secretaría
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Sistema
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de
Formación
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Contribución
de
la
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Evaluación
del
proceso
de
formación
musical
y
el
impacto
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Psicología
de
la
Música.
Métodos
Específicos
de
Investigación
-‐
Pontificia
Universidad
Javeriana.
146
La
investigación-‐acción
en
las
practicas
las
docentes
de
la
licenciatura
en
música
UIS
Patricia
Casas
Fernández1
Resumen
La
Universidad
Industrial
de
Santander
es
una
organización
de
carácter
público
orientada
a
la
formación
de
personas
de
alta
calidad
ética,
política
y
profesional
que
día
a
día
aporta
al
desarrollo
político,
cultural,
social
y
económico
del
país
a
través
de
procesos
de
generación
y
adecuación
del
conocimiento.
En
esta
misión
formadora
cuenta
con
programas
interdisciplinarios
como
la
Licenciatura
en
Música,
creado
el
21
de
diciembre
de
1983
según
Acuerdo
98
del
Consejo
Superior.
Con
el
Decreto
No
292
de
1984
el
ICFES
autoriza
el
funcionamiento
del
programa
y
le
otorga
licencia
de
funcionamiento
desde
el
13
de
diciembre
de
1984
al
31
de
diciembre
de
1986.
Dentro
del
Diseño
curricular
elaborado
para
esta
Licenciatura,
encontramos
la
asignatura
“práctica
docente”,
espacio
donde
los
estudiantes
tienen
la
posibilidad
de
iniciar
sus
procesos
de
investigación
de
tipo
pedagógico
a
través
de
proyectos
musicales
de
aula,
formulados
dentro
de
un
proceso
de
articulación
e
integración
de
conocimientos
que
concurren
en
su
disciplina
con
el
dominio
de
Ia
pedagogía
para
asumir
el
rol
de
docente
desde
su
quehacer
reflexivo
crítico
y
propositivo
para
así
consolidar
su
relación
con
los
distintos
aspectos
que
interactúan
en
su
proceso
de
formación.
La
práctica
docente
es
una
actividad
de
aula,
de
investigación,
de
análisis
de
datos,
planificación
educativa
e
intervención
mediadora
en
el
proceso
de
aprendizaje
que
corresponde
a
los
niveles.
Esta
ponencia
muestra
la
forma
pedagógica
en
que
se
desarrollan
las
prácticas
de
la
Licenciatura
en
Música
de
la
UIS,
según
la
nueva
reglamentación
trabajada
por
el
CAL
(Comité
Académico
de
las
Licenciaturas)
en
donde
la
investigación-‐acción
se
constituye
en
el
principal
componente
formador
del
futuro
maestro.
La
investigación-‐acción
La
investigación-‐acción
es
una
forma
de
entender
la
enseñanza
y
no
sólo
una
manera
de
investigar
sobre
ella.
Es
un
proceso
de
investigación
y
de
continua
búsqueda
que
conlleva
entender
el
oficio
docente,
integrando
la
reflexión
y
el
trabajo
intelectual
en
el
1
Especialista
en
Docencia
Universitaria
UIS,
Especialista
en
Educación
Musical,
U.
Chile,
Licenciada
en
Educación
Musical
U.
del
Cauca.
Profesora
Asociada
de
Tiempo
completo
de
la
Universidad
Industrial
de
Santander,
en
la
Licenciatura
en
Música
adscrita
a
la
Facultad
de
Ciencias
Humanas.
Investigadora
del
grupo
CUYNACO,
Cultura
y
Narración
Oral
en
Colombia
(categoría
C
en
Colciencias)
y
líder
del
grupo
de
investigación
A
TEMPO,
recientemente
creado.
147
análisis
de
las
experiencias
realizadas
como
elemento
esencial
de
lo
que
constituye
la
propia
actividad
educativa.
Lo
fundamental
en
la
investigación-‐acción
es
la
exploración
reflexiva
que
el
profesional
hace
su
práctica,
no
tanto
por
su
contribución
a
la
resolución
de
problemas
como
por
su
capacidad
para
que
cada
profesional
reflexione
sobre
su
propia
práctica,
la
planifique
y
sea
capaz
de
introducir
mejoras
progresivas.
Constituye
una
vía
sistemática
de
reflexiones
sobre
la
práctica
cuyo
fin
es
optimizar
los
procesos
de
enseñanza–aprendizaje.
Elliot
es
el
principal
representante
de
la
investigación
acción.
Según
dice,
ésta
consiste
en
profundizar
la
compresión
del
profesor
(diagnóstico)
de
su
problema;
interpretar
lo
que
ocurre
desde
la
óptica
de
quienes
actúan
e
interactúan
en
la
situación
problema
como
profesores
y
alumnos,
profesores
y
director
(Elliot,
1993).
La
I-‐A
se
construye
desde
y
para
la
práctica
y
pretende
mejorarla
a
través
de
su
trasformación,
así
como
también
procura
comprenderla.
Demanda
la
participación
de
los
sujetos
en
la
mejora
de
sus
propias
prácticas
y
exige
una
actuación
donde
todos
los
sujetos
implicados
colaboren
coordinadamente
en
las
fases
del
proceso
de
investigación
implicando
la
realización
de
un
análisis
crítico
de
las
situaciones,
configurando
los
ciclos
de
planificación,
acción,
observación
y
reflexión.
La
I-‐A
no
se
puede
reducir
al
aula.
Es
una
forma
por
la
cual
el
profesor
puede
reconstruir
su
conocimiento
como
parte
del
proceso
de
constitución
de
discursos
públicos
unidos
a
la
práctica
sus
problemas
y
necesidades.
Está
considerada
para
ser
desarrollada
como
un
trabajo
cooperativo
con
un
muy
fundamentado
contexto
social
de
intercambio,
discusión
y
contrastación
que
posibilite
el
diálogo
con
otras
voces
y
con
otros
conocimientos.
Es
un
proceso
que
sigue
una
evolución
sistemática
y
cambia
tanto
al
investigador
como
las
situaciones
en
las
que
éste
actúe,
permitiendo
relacionar
los
procesos
de
investigación–acción
con
un
aumento
de
la
autoestima
profesional,
la
disminución
del
aislamiento
profesional
y
el
refuerzo
de
la
motivación
profesional,
así
como
con
el
hecho
de
que
los
profesionales
investiguen
y
sean
reflexivos.
Todo
este
proceso
se
resume
en
cuatro
fases
(Kemmis
McTaggar):
(1)
Diagnóstico
y
reconocimiento
de
la
situación
inicial;
(2)
Desarrollo
de
un
plan
de
acción
críticamente
informado,
para
mejorar
aquello
que
ya
está
ocurriendo;
(3)
Actuación
para
poner
el
plan
en
práctica
y
la
observación
de
sus
efectos
en
el
contexto
en
que
tiene
lugar;
(4)
La
reflexión
en
torno
a
los
efectos
como
base
para
una
nueva
planificación.
La
recogida
de
información
se
efectúa
utilizando
diversos
instrumentos
tales
como
los
estudios
cuantitativos,
las
observaciones,
los
diarios,
análisis
de
documentos,
148
datos
fotográficos,
grabaciones
en
audio
y
video
(con
sus
correspondientes
transcripciones),
entrevistas
y
encuestas
de
opinión.
La
investigación-‐acción
se
revela
como
uno
de
los
modelos
de
investigación
más
adecuados
para
fomentar
la
calidad
de
la
enseñanza
e
impulsar
la
figura
del
profesional
investigador
reflexivo
y
en
continua
formación.
Es
“una
forma
de
indagación
introspectiva
colectiva
emprendida
por
participantes
en
situaciones
sociales
con
objeto
de
mejorar
la
nacionalidad
y
la
justicia
de
sus
prácticas
sociales
o
educativas,
así
como
su
comprensión
de
esas
prácticas
y
de
las
situaciones
en
que
éstas
tienen
lugar”.
Tiene
un
doble
carácter:
es
un
enfoque
investigativo
y
una
metodología
de
investigación
aplicada
a
estudios
sobre
realidades
humanas.
Como
enfoque,
marca
una
orientación
teórica
en
relación
a
cómo
investigar,
y
como
metodología
hace
referencia
a
procedimientos
específicos
para
llevar
a
cabo
un
estudio
científico
diferente
a
otras
maneras
de
investigar.
La
I-‐A
se
centra
en
la
posibilidad
de
aplicar
categorías
científicas
a
la
comprensión
y
mejoramiento
de
los
procesos
de
transformación
partiendo
del
trabajo
colaborativo
de
los
propios
sujetos
implicados.
Según
González
Maura,
se
desarrolla
cada
vez
con
más
fuerza
en
el
ámbito
de
la
educación,
toda
vez
que
constituye
una
vía
excelente
para
eliminar
la
dicotomía
teoría-‐práctica
y
sujeto-‐objeto
de
investigación,
característicos
de
la
investigación
tradicional
en
el
campo.
Es
colaborativa
cuando
surge
como
una
alternativa
de
desarrollo
profesional
de
los
docentes.
En
la
práctica
educativa,
a
diferencia
con
otras
modalidades
investigativas
donde
los
modelos
técnicas
y
procedimientos
son
más
implementados,
requiere
de
la
construcción
del
camino
a
seguir,
jugando
un
papel
esencial
la
reflexión
como
principal
herramienta
que
guía
los
puntos
de
vista
la
toma
de
decisiones
las
actuaciones
de
los
participantes,
lo
que
contribuye
a
la
formación
de
docentes
más
críticos
y
reflexivos:
“la
investigación-‐
acción
invita
al
profesorado
a
reflexionar
sobre
su
propia
práctica
introduciendo
una
serie
de
cambios
con
el
fin
de
mejorarla”2
Los
estudiantes
de
la
licenciatura
en
música
inician
su
práctica
docente
identificando
problemas
en
la
institución
y
en
el
aula
con
el
fin
de
ofrecer
una
propuesta
de
trabajo
dentro
de
la
clase
de
música
en
la
cual
se
implementen
estrategias
específicas
a
nivel
musical
que
posibiliten
el
abordaje
de
situaciones
difíciles
al
interior
de
la
clase.
Desde
el
primer
semestre
de
2009
la
I-‐A
viene
siendo
aplicada
como
una
propuesta
pedagógica
en
educación
musical
en
las
instituciones
Andrés
Páez
de
Sotomayor,
Colegio
Las
Américas,
Colegio
Liceo
Patria
y
José
Celestino
Mutis.
2
La
enciclopedia
libre.
Técnicas
de
la
información
y
la
comunicación
(en
línea)
149
Dentro
de
la
intervención
se
tiene
en
cuenta
la
intencionalidad
del
docente
mediador,
quien
busca
ampliar
el
horizonte
hacia
la
formación
de
una
persona
más
sensible
a
las
fuentes
internas
y
externas
de
la
estimulación.
Como
lo
acota
Silvia
López,
“un
profesor
en
la
escuela
entrega
a
sus
alumnos
diferentes
posibilidades
de
resolución
de
problemas
para
que
ellos
busquen
otras
formas,
con
base
en
preguntas,
pensamientos
y
reflexiones,
transformando
errores
en
situaciones
de
aprendizaje”3.
Por
ello,
siguiendo
los
postulados
dentro
de
la
mediación,
es
necesario
tener
presente
en
la
implementación
de
la
propuesta
aspectos
básicos
tales
como:
a)
la
confianza
que
se
genera
en
el
aula
b)
los
diferentes
estilos
de
aprendizaje
de
los
alumnos
c)
el
aprendizaje
donde
el
alumno
es
protagonista.
Desarrollada
la
fase
de
diseño
del
proyecto
de
investigación
(PDI),
éste
se
implementa
en
una
institución
educativa
de
carácter
público,
permitiéndose
el
análisis
y
discusión
de
los
resultados
de
la
misma
y
proyectándolo
a
la
comunidad
en
general
y
reportándolo
en
un
documento
impreso.
Este
diseño
incluye:
a.
La
formulación
de
una
hipótesis
que
responde
a
un
problema
observado
en
la
población
atendida
y
para
el
cual
no
se
cuenta
hasta
ese
momento
con
una
solución.
A
partir
de
ello
se
formula
e
implementa
una
propuesta
de
investigación
novedosa
que
permita
resolver
esa
hipótesis
y
plantear
soluciones
al
problema.
b.
La
estrategia
de
aprendizaje
cooperativo
se
ha
empleado
por
medio
del
trabajo
en
parejas
para
favorecer
la
construcción
del
conocimiento
de
forma
colaborativa.
c.
La
incorporación
de
nuevas
fuentes
de
evaluación
que
permitan
mejorar
el
proceso
mediante
una
valoración
más
integral
del
trabajo
del
estudiante,
así
corno
la
observación
de
las
competencias
alcanzadas
por
cada
estudiante
de
forma
progresiva
a
lo
largo
de
la
asignatura,
con
el
fin
de
identificar
aquellos
estudiantes
que
presentan
dificultades
en
su
aprendizaje.
Así
podemos
citar
las
experiencias
valiosas
que
se
han
desarrollado
en
el
Colegio
Andrés
Páez
de
Sotomayor:
3
LÓPEZ
DE
MATURANA,
Silvia.
(2010)
“la
modificabilidad
cognitiva
en
los
procesos
de
aprendizaje
y
de
enseñanza”.
Chile.
150
1.1.
Planteamiento
del
Problema.
1.1.1
¿Cómo
mejorar
la
disciplina
en
el
aula
de
clase
del
grado
3°-‐1
del
Colegio
Andrés
Páez
de
Sotomayor
a
través
de
la
música?
“Se
entiende
por
disciplina
escolar
la
obligación
que
tienen
los
maestros
y
los
alumnos
de
seguir
un
código
de
conducta
conocido
por
lo
general
como
reglamento
escolar”
4.
Cuando
trabajamos
con
un
curso
en
el
cual
es
difícil
desarrollar
las
actividades
por
la
existencia
de
conductas
no
adecuadas
en
la
disciplina
escolar
tales
como
la
escucha,
la
atención,
el
orden,
entre
otras,
se
debe
buscar
soluciones
que
contribuyan
a
mejorar
los
problemas
de
indisciplina
presentes
en
el
aula.
Desde
el
comienzo
de
nuestra
vida,
que
se
inicia
desde
el
vientre
materno,
estamos
en
constante
interacción
con
la
música,
aunque
en
algunas
ocasiones
no
está
presente
en
la
educación
escolar,
pero
si
en
nuestra
cotidianidad.
Por
esto
la
música
se
puede
utilizar
como
herramienta
para
mejorar
problemas
de
disciplina
dentro
del
aula
de
clase,
constituyéndose
en
una
pieza
fundamental
en
nuestro
crecimiento
y
formación
como
seres
humanos
y
por
ello
se
puede
implementar
para
favorecer
los
procesos
de
formación
del
educando.
En
este
caso
la
música
tendrá
un
papel
muy
importante
en
el
desarrollo
personal
de
los
niños,
aportando
no
sólo
en
lo
cognitivo
sino
constituyéndose
en
un
proceso
en
el
que
ellos
puedan
encontrar
nuevas
formas
de
percibir
la
vida,
de
analizar
y
crear
una
conciencia
de
importancia
que
tiene
la
música
y
lo
inmersa
que
está
en
nuestra
cotidianidad,
aunque
nosotros
no
nos
percatemos
de
ello.
Así
se
plantean
objetivos
en
torno
al
conocimiento
e
intervención
del
problema.
• Generar
espacios
Iúdico-‐musicaIes
en
los
que
los
niños
del
curso
Tercero
Uno
(3-‐1)
del
Colegio
Andrés
Páez
de
Sotomayor,
puedan
mejorar
los
problemas
de
indisciplina
en
el
aula
de
clase.
• Identificar
sus
problemas
de
disciplina
y
generar
un
cambio
actitudinal
positivo
sobre
ellos.
• Comprender
la
importancia
de
la
música
en
su
desarrollo
personal
y
como
herramienta
para
mejorar
sus
problemas
de
disciplina.
• Crear
los
espacios
adecuados
para
realizar
análisis,
reflexiones
y
poder
encontrarse
consigo
mismo
por
medio
de
la
motricidad
gruesa
y
fina.
4
Conferencia
regional
sobre
políticas
y
estrategias
para
la
transformación
de
la
educación
superior
en
América
Latina
y
el
Caribe.
Octubre
de
1998
151
Encontramos
que
el
curso
es
un
grupo
dispuesto
al
cambio;
que
en
el
momento
de
desarrollar
las
actividades
se
les
facilita
seguir
las
indicaciones
del
docente;
están
constantemente
activos
y
dispuestos
a
aprender
cosas
nuevas;
la
mayoría
de
los
estudiantes
tienen
la
capacidad
de
aprender
las
cosas
rápidamente
porque
existe
un
apoyo
continuo
por
parte
de
la
directora
del
curso,
que
está
pendiente
en
todo
momento
del
comportamiento
de
los
niños
para
corregirlos
si
es
necesario.
De
igual
manera
hay
aspectos
por
mejorar
o
en
los
que
presentan
debilidades.
No
existe
un
ritmo
de
aprendizaje
homogéneo
en
el
aula
de
clase,
puesto
que
hay
educandos
que
terminan
muy
rápido
las
actividades
mientras
otros
se
tardan
demasiado
tiempo.
Existen
algunos
problemas
con
la
atención
dispersa
en
algunos
momentos
de
las
actividades
puesto
que
su
nivel
de
atención
no
es
continuo
y
lo
poseen
los
útiles
escolares
necesarios
para
realizar
las
actividades
según
las
indicaciones
del
docente.
Entonces
surge
la
pregunta
orientadora:
¿Cómo
contribuir
al
desarrollo
de
las
capacidades
motoras
de
los
educandos
de
preescolar
del
Colegio
Andrés
Páez
de
Sotomayor
a
través
de
la
música?
EI
desarrollo
del
movimiento
se
divide
en
motor
grueso
y
motor
fino.
El
área
motora
gruesa
tiene
que
ver
con
los
cambios
de
posición
del
cuerpo
y
la
capacidad
para
mantener
el
equilibrio.
La
motora
fina
se
relaciona
con
los
movimientos
finos
coordinados
entre
ojos
y
manos5.
Cuando
hablamos
de
niños
entre
4
y
6
años
de
edad
debemos
tener
presente
que
son
seres
humanos
en
continua
formación.
La
educación
y
el
trato
que
se
les
brinde
en
esta
etapa
de
crecimiento
son
fundamentales
pues
hacen
parte
de
su
cotidianidad,
con
experiencias
que
generalmente
marcan
sus
vidas.
Por
esto
se
deben
buscar
actividades
que
le
exijan
al
niño
movimiento
corporal,
desplazamiento,
reconocimiento
de
su
lateralidad,
desarrollo
de
su
motricidad
fina
y
gruesa,
y
que
los
niños
puedan
aprender
por
medio
de
la
lúdica,
del
juego,
de
compartir,
etc.
El
estudio
de
la
música
facilita
el
manejo
de
la
disciplina,
así
como
el
esfuerzo
en
la
consecución
de
una
meta,
el
rango
motriz,
el
desarrollo
del
sentido
del
ritmo
y
la
educación
auditiva,
que
aunque
no
son
aspectos
de
utilidad
estrictamente
musical,
sí
5
AJOAJO.
Motricidad
fina
y
gruesa.
(en
línea)
http://www.ajoajo.com/notas.asp?id=214&tit=28
152
producen
un
aspecto
de
transferencia
a
los
demás
aspectos
intelectuales,
sensoriales
y
motrices.6
Por
esto
la
música
es
factor
con
un
alto
grado
de
relevancia
en
la
educación
integral
del
niño
desde
la
primera
infancia.
También
la
práctica
docente
basada
en
la
I-‐A
se
ha
desarrollado
en
el
Liceo
Patria,
que
ha
arrojado
trabajos
como
éste.
1.3
¿Cómo
fortalecer
el
proceso
de
desarrollo
psicomotriz
en
los
estudiantes
de
Preescolar
del
Colegio
Liceo
Patria
por
medio
de
la
asignatura
de
Educación
Artística
-‐
Música?
“La
psicomotricidad
en
el
hombre
no
se
ve
fundamentada
sencillamente
en
el
enfoque
individual
del
ser
humano
que
se
idealiza
como
un
ser
netamente
corporal;
también
encuentra
la
relación
que
conecta
los
elementos
que
en
un
comienzo
eran
considerados
separados
dentro
del
individuo:
el
cuerpo
y
el
espíritu.”7
La
educación
psicomotriz
se
ve
enfocada
principalmente
en
el
avance
y
a
adquisición
de
experiencias
que
parten
del
cuerpo
para
llegar
a
través
del
descubrimiento
y
el
uso
de
diversos
lenguajes
(corporal,
gráfico,
sonoro—musical
entre
otros)
a
representación
mental,
dando
paso
al
auténtico
lenguaje,
a
la
necesidad
y
elaboración
de
la
personalidad
del
niño
como
fruto
de
la
organización
de
las
diferentes
competencias
motrices
y
del
desarrollo
del
esquema
corporal
adquirido,
lo
cual
se
visualiza
en:
Ø Motricidad
fina:
Comprende
el
desarrollo
de
las
habilidades
manuales
en
lo
pertinente
al
trabajo
de
agarre
o
pinza
en
las
manos
y
las
aptitudes
viso-‐motrices
del
niño
en
la
utilización
de
estas
herramientas
hacia
las
actividades
subsecuentes
de
la
vida
tales
como
amarrarse
los
zapatos,
abotonarse,
enhebrar,
ensartar
o
escribir.
Ø Motricidad
gruesa:
Comprende
todo
lo
relacionado
con
el
desarrollo
cronológico
del
niño
especialmente
en
el
crecimiento
del
cuerpo
y
las
habilidades
psicomotrices
tales
como
los
juegos
al
aire
libre
y
a
las
aptitudes
motrices
de
manos,
brazos,
piernas
y
pies.
Se
considera
tan
o
más
importante
que
la
motricidad
fina:
ambas
se
complementan
y
se
relacionan
para
un
mejor
crecimiento
integral
del
individuo,
que
según
las
edades
se
establecen
así:
6
COLOMBIA
MÉDICA.
Desarrollo
motriz
por
medio
de
la
música
(en
línea):
http//webcache.googleusercontent/search?q=cache:S_tLMfZSia4J:colombiamedica.univalle.edu.co/VOL32NO4/música.htm+desarr
ollo+motriz+por+medio+de+la+música&cd=1&hl=es&ct=cnlk&gl=co
7
Psicomotor
del
preescolar.
(en
línea)
http://html.rincondelvago.com/desarrollo-‐psicomotor-‐del-‐preescolar.htm
153
ü De
los
dos
a
los
cinco
años:
en
la
acción
y
el
movimiento
predominan
los
elementos
visuales
y
perceptivos.
Se
inicia
la
lateralización,
predominio
motor
de
un
lado
del
cuerpo
respecto
al
otro
(lo
que
determinará
que
el
niño
sea
diestro
o
zurdo).
ü De
los
cinco
a
los
siete
años:
se
produce
una
integración
de
la
representación
y
la
consciencia
de
su
propio
cuerpo:
cada
vez
más
el
niño
va
afinando
el
control
de
las
diferentes
partes
de
su
cuerpo
y
a
reconocerlas
en
los
demás.
El
proceso
de
integración
del
esquema
corporal
se
alarga
hasta
los
once
o
doce
años.
La
aplicación
de
procesos
motrices
le
ayudará
al
niño
a
comprender
más
sobre
los
sucesos
que
ver
reflejados
en
su
cuerpo,
en
la
aprehensión
del
mundo
que
lo
rodea
y
en
el
reconocer
los
diferentes
aspectos
biológicos
y
psicológicos
que
irán
formando
su
desarrollo
como
ser
humano
posibilitando:
• Mejor
comprensión
en
su
aprendizaje
cognitivo.
• Sobresaliente
desarrollo
físico
tanto
biológico
como
motriz.
• Excelentes
oportunidades
de
poder
ejercerse
como
individuo
social.
• Mejoramiento
integral
en
su
crecimiento.
Por
medio
de
la
música,
se
pretende
educar
al
niño
y
trabajar
con
ellos
tareas
de
lateralidad
y
desarrollo
motriz
(motricidad
fina
y
gruesa),
movimiento
corporal,
desplazamiento,
utilización
de
representaciones
gráficas
y
el
lenguaje
en
todas
sus
caracterizaciones
en
general.
1.3.1.
Conclusiones
actitudinales.
• Los
estudiantes
se
mostraron
contentos
y
ansiosos
por
realizar
en
mayor
medida
actividades
de
tipo
lúdico
y
dinámico
en
el
desarrollo
de
la
materia.
• Se
detectan
casos
de
indisciplina
en
el
aula
de
clase,
pero
creemos
que
son
reflejos
normales
propios
de
la
emoción
y
satisfacción
que
puede
proporcionarles
realizar
este
tipo
de
actividades.
• De
igual
forma
se
observa
que
la
apropiación
de
elementos
relacionados
con
juegos,
rondas
y
demás
actividades
dinámicas
no
son
muy
comunes
en
el
estudio
de
las
demás
asignaturas.
154
Conclusiones
• La
investigación-‐acción
permite
al
estudiante
de
práctica
docente
optimizar
los
procesos
de
enseñanza-‐aprendizaje
a
través
de
una
reflexión
continua
y
permanente
de
su
quehacer.
• La
investigación-‐acción
es
un
proceso
que
sigue
una
evolución
sistemática
y
cambia
tanto
al
investigador
como
las
situaciones
en
las
que
éste
actúe.
• La
asignatura
de
práctica
docente
de
la
Universidad
Industrial
de
Santander,
a
través
de
la
investigación-‐acción,
ha
brindado
a
los
estudiantes
un
espacio
de
producción
de
saber
pedagógico
que
no
sólo
atiende
a
necesidades
personales,
sino
que
abarca
en
forma
conjunta
instituciones
educativas
de
la
ciudad,
favoreciendo
la
identidad
cultural
de
la
comunidad.
• La
práctica
docente
en
la
Licenciatura
en
Música,
es
una
experiencia
curricular
que
es
en
esencia
de
naturaleza
práctica
y
que
busca
a
través
de
su
saber
específico
ayudar
a
la
comunidad
en
la
solución
de
problemas
que
afectan
los
procesos
de
aprendizaje
de
los
estudiantes.
• A
través
de
la
formulación
de
proyectos
musicales
de
aula
el
estudiante
de
práctica
docente
tiene
la
posibilidad
de
iniciar
procesos
de
investigación
que
le
permitan
fortalecer
su
formación
docente
y
que
incentivan
la
continuación
de
los
mismos.
Referencias
Action
Research,
1992.
Escuela
Nacional
de
Salud
Pública
(en
línea).
BELMONTE,
Lorenzo
Tébar.
(2003)
El
perfil
del
profesor
mediador.
España
Santillana.
BORROTO
CR,
Aneiros
RR,
Investigación-‐acción.
Resumen
y
revisión
de
Kemmis
S.
Conferencia
regional
sobre
políticas
y
estrategias
para
la
transformación
de
la
educación
superior
en
América
Latina
y
el
Caribe.
(18
al
22
de
noviembre
de
1996).
La
Habana,
Cuba:
MES;
1996.
Conferencia
mundial
sobre
la
educación
superior.
(5-‐9
de
octubre
de
1998).
Paris:
UNESCO;
1998.
DROPSY
JACQUES.
(1987)
Vivir
en
su
cuerpo
(Expresión
corporal
y
relaciones
humanas).
Buenos
Aires:
Edit.
Paidós.
Técnicas
y
lenguajes
corporales.
González
MV.
La
profesionalidad
del
docente
universitario
desde
una
perspectiva
humanista
de
la
educación.
Ponencia
presentada
en
el
I
Congreso
Iberoamericano
de
Formación
de
Profesores,
Universidad
Federal
de
Santa
María,
Rio
Grande
del
Sur,
Brasil,
2000.
Universidad
de
La
Habana.
(En
línea).
Disponible
en
URL:
http://www.oei.es/valores2/gonzalezmaura.htm
LÓPEZ
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MATURANA,
Silvia.
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“la
modificabilidad
cognitiva
en
los
procesos
de
aprendizaje
y
de
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HEMSY
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(1984)
La
iniciación
musical
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Editorial
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STENHOUSE
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Investigación
y
desarrollo
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curriculum.
Madrid:
Morata;
1991.
p.
9.
VYGOTSKY:
(1979)
zdp:
distancia
entre
el
nivel
real
y
el
nivel
potencial
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desarrollo.
WIKIPEDIA
Kurt
Lewin
(en
línea).
Disponible
en
URL:
http://es.wikipedia.org/wiki/Kurt_Lewin
(citado
el
10
de
Junio
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2007).
155
WIKIPEDIA.
Investigación-‐acción
(en
línea)
Disponible
en
URL:
Http://es.wikipedia.org/wiki/Investigaci%C3%B3n-‐acci%C3%B3n.
WIKIPEDIA.
Currículo
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(En
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WIKIPEDIA.
La
enciclopedia
libre.
Técnicas
de
la
información
y
la
comunicación
(en
línea)
http://es.wikipedia.org/wiki/Tecnolog%C3%ADas_de_la_informaci%C3%B3ny_la_comunicaci
%C3%B3n#cite_note.
156
Anexos
157
158
Estrategias
pedagógicas
musicales
de
apoyo
a
la
inclusión
de
niños
invidentes
al
aula
regular
en
Colombia
Ángela
María
Pino
Hoyos
Pontificia
Universidad
Javeriana
La
música
es
una
oportunidad
ideal
para
favorecer
el
desarrollo
de
las
habilidades
motoras,
intelectuales,
psicológicas
y
sociales
de
la
población
con
discapacidad.
Teniendo
en
cuenta
que,
al
carecer
del
sentido
de
la
vista,
las
personas
con
limitación
visual
potencian
sus
otros
sentidos,
entre
ellos
el
sentido
del
oído,
puede
decirse
que
esto
los
predispone
para
la
música.
En
Colombia
han
sido
muy
pocas
las
experiencias
que
se
han
recogido
en
el
campo
de
la
pedagogía
musical
con
esta
población.
Como
lo
dice
Mariana
Parrado
Sandoval
en
La
música
a
los
ojos
de
la
invidencia:
un
paso
a
la
concientización,
“la
educación
de
niños
con
deficiencias
visuales
en
Colombia
se
ha
llevado
a
cabo
gracias
a
las
experiencias
de
profesores
y
estudiantes,
a
su
creatividad,
pero
por
sobre
todo
a
la
inmensa
dedicación
de
quienes
trabajan
en
ésta
área,
pues
aunque
existe
información
sobre
el
tema
de
la
deficiencia
visual,
esta
es
poco
asequible
y
bastante
incompleta”
(2002).
Todo
lo
que
se
ha
hecho
ha
sido
mero
ensayo
y
error
de
la
persona
que
se
ve
enfrentada
a
esta
situación,
razón
por
la
cual
las
experiencias
han
sido
aisladas
y
lo
poco
que
se
ha
sistematizado
recoge
estrategias
para
trabajar
exclusivamente
con
población
con
discapacidad
visual
sin
tener
en
cuenta
la
integración
dentro
del
aula
regular
de
música.
Hasta
el
momento
no
existe
en
Colombia
una
bibliografía
que
permita
a
un
profesor
documentarse
acerca
del
tema
de
la
enseñanza
musical,
sobre
todo
en
el
desarrollo
de
competencias
lecto-‐escriturales,
que
le
suministre
estrategias,
repertorios
y
recomendaciones
para
trabajar
integrando
a
estas
dos
poblaciones
en
el
mismo
salón
de
clases.
Como
consecuencia
de
lo
anterior,
en
la
mayoría
de
escuelas
de
música,
centros
educativos
musicales
y
universidades
existe
una
ausencia
de
oportunidades
para
vincular
a
personas
con
limitación
visual
en
los
planes
académicos
en
gran
parte
debido
a
la
falta
de
preparación
de
los
docentes
en
el
tema.
Lo
anterior
conlleva
la
exclusión
de
estos
estudiantes
pues
los
directivos
de
dichos
centros,
al
ser
conscientes
de
la
falta
de
preparación
de
los
docentes,
prefieren
no
hacerse
responsables
y
terminan
por
no
aceptar
al
estudiante
debido
a
su
limitación,
independientemente
de
si
tiene
aptitudes
musicales
o
no.
159
Este
problema
empieza
desde
el
sistema
normativo
colombiano,
ya
que
si
bien
en
la
Constitución
Política
de
Colombia
se
hace
referencia
a
los
derechos
y
libertades
de
las
personas
con
discapacidad,
así
como
lo
hacen
diferentes
leyes
y
decretos
especialmente
en
el
sector
de
la
educación,
según
un
análisis
realizado
recientemente
por
el
INCI
sobre
la
inclusión
educativa
y
sociocultural
de
la
población
invidente,
“son
insuficientes
los
desarrollos
en
la
formulación,
implementación
y
evaluación
de
políticas
públicas,
programas,
planes
y
proyectos
inclusivos
de
la
población
con
discapacidad
visual,
condición
indispensable
para
ordenar
las
acciones
y
concretar
los
esfuerzos
institucionales
en
la
materia”
(2011,
p.
12).
A
todo
esto
se
le
suma
que
en
la
sociedad
colombiana
la
conciencia
y
aceptación
de
la
diversidad
es
aún
restringida
como
consecuencia
del
poco
desarrollo
de
procesos
masivos
de
comunicación
que
promuevan
imaginarios
incluyentes,
de
respeto
y
valoración
por
la
diversidad.
Es
necesario
generar
espacios
y
oportunidades
que
hagan
visibles
las
experiencias
con
este
tipo
de
población
y
que
permitan
la
integración
de
las
personas
con
discapacidad
visual
en
la
sociedad.
En
este
sentido,
considerando
que
“las
personas
invidentes
no
deberían
rotularse
como
discapacitadas
en
el
ámbito
de
la
música,
y
que
hasta
el
momento
no
hay
estudios
que
señalen
ningún
tipo
de
limitación
en
la
actividad
musical
para
las
personas
con
algún
tipo
de
deficiencia
visual”
(Herrera,
Chávez
y
Chávez,
2010),
se
encuentra
en
la
música
una
oportunidad
ideal
para
favorecer
el
desarrollo
de
las
habilidades
motoras,
intelectuales,
psicológicas
y
sociales
de
esta
población.
Además,
se
espera
que
si
esto
se
logra
desde
temprana
edad,
se
propicie
su
integración
social
a
largo
plazo.
En
la
iniciación
musical
se
trabaja
con
niños
desde
los
cuatro
hasta
los
once
años
de
edad,
pero
es
aproximadamente
desde
los
siete
años
que
el
niño
ya
se
encuentra
en
condiciones
de
empezar
a
forjar
conceptos
claros
acerca
de
lo
que
ha
aprendido
cantando
y
jugando
al
interior
de
la
clase
de
música.
En
este
momento,
aprovechando
todo
lo
que
se
ha
interiorizado
por
medio
de
la
experiencia
(canciones,
juegos
musicales,
juegos
rítmicos,
rondas,
etc.),
el
profesor
puede
empezar
a
dar
las
bases
para
la
lectoescritura
musical.
De
la
misma
forma
se
debe
proceder
con
el
niño
con
limitación
visual,
pero
tomando
como
mediación
la
musicografía
Braille.
Asimismo,
es
indispensable
que
el
profesor
aprenda
a
describir
de
una
manera
apropiada
las
partituras
y
otros
recursos
visuales
que
le
permitan
incluir
al
estudiante
con
limitación
visual
en
clase.
Bertevelli
(2010,
p.
59)
destaca
que
la
integración
del
alumno
con
discapacidad
visual
no
significa
programas
y
currículos
especiales,
sino
que
propone
la
eliminación
de
obstáculos
que
impidan
el
aprendizaje
al
interior
de
la
clase
de
música,
para
lo
que
160
serán
necesarias
algunas
adaptaciones
como
la
metodología
utilizada,
lo
cual
incluye
la
formación
del
educador
y
la
producción
de
material
para
la
clase
como
partituras
y
libros
de
música
(2010,
p.
63).
Del
mismo
modo,
señala
que
por
medio
de
la
música
el
estudiante
invidente
participa
más
activamente
del
entorno
en
el
que
se
encuentra,
adquiriendo
autoconfianza
e
independencia,
propiciando
así
su
inclusión
en
la
escuela
regular.
Así
pues,
el
objetivo
que
persigue
esta
investigación
no
es
el
de
elaborar
un
método
especializado
en
la
educación
musical
inicial
para
niños
con
discapacidad
visual,
sino
el
de
suministrar
estrategias
que
sirvan
a
los
profesores
y
que
a
su
vez
guíen
la
adaptación
de
nuevas
metodologías
en
el
trabajo
con
población
infantil
integrada.
Es
importante
destacar
el
papel
del
profesor
de
música
dentro
del
aula
regular
pues
de
éste
dependerá
la
inclusión
dada
la
responsabilidad
que
tiene
de
preparar
adecuadamente
la
clase
teniendo
en
cuenta
las
necesidades
especiales
del
estudiante.
En
este
sentido,
la
maestra
Eunice
Prada
afirma
que
“la
inclusión
social
depende
del
profesor,
pues
en
la
medida
en
que
el
maestro
los
trate
por
igual
a
todos
hace
que
la
diferencia
no
se
sienta”
(Prada,
2011).
En
el
desarrollo
de
la
presente
investigación
pudo
notarse
que
una
de
las
principales
dificultades
dentro
del
aula
de
música
integrada
ocurre
en
el
momento
de
enfrentarse
a
la
lectoescritura
musical,
dado
que
se
manejan
dos
sistemas
de
lectoescritura
distintos:
el
pentagrama
y
la
musicografía
Braille.
Es
recurrente
que
el
estudiante
con
discapacidad
visual
no
conozca
el
pentagrama
ni
sus
equivalencias
con
la
musicografía
Braille,
y
por
esta
razón
se
pierda
de
la
gran
mayoría
de
las
explicaciones
del
profesor.
A
su
vez,
puede
pasar
que
el
profesor
tenga
problemas
para
describir
verbalmente
lo
que
ocurre
en
el
pentagrama
y
en
general
para
hacerse
entender,
por
falta
de
conocimientos
y
herramientas
pedagógicas
que
sirvan
a
tal
fin.
Por
esta
razón,
es
importante
que
el
docente
cuente
con
nociones
básicas
sobre
el
tema
y
que
desde
el
principio
sea
muy
cuidadoso
con
la
explicación
de
las
figuras,
las
duraciones,
las
escalas
con
sus
debidas
alteraciones,
etc.
A
su
vez,
será
necesario
dedicarle
tiempo
extra
al
estudiante
con
limitación,
sin
que
esto
signifique
que
exista
un
“método
específico
para
enseñar
música
a
niños
con
deficiencias
visuales,
ya
que
si
así
fuera,
éstos
no
podrían
integrarse
a
grupos
con
videntes”
(citado
en
Parrado,
2002,
p.
44-‐45).
En
una
fase
inicial
se
hizo
una
comparación
entre
dos
grupos
de
iniciación
musical,
uno
conformado
por
niños
videntes
del
Programa
Infantil
y
Juvenil
de
la
Universidad
Javeriana
y
otro
conformado
por
niños
con
limitación
visual
del
Instituto
para
Niños
Ciegos
Fundación
Juan
Antonio
Pardo
Ospina.
Ambos
grupos
presentaban
características
similares
en
cuanto
a
afinación
y
bagaje
musical,
por
lo
cual
se
161
trabajaron
los
mismos
contenidos
y
competencias
musicales
con
cada
uno
de
ellos.
De
esta
forma,
se
buscó
una
adaptación
de
las
metodologías
de
enseñanza
utilizadas
con
el
grupo
sin
discapacidad
de
manera
que
fuera
posible
transmitir
los
mismos
contenidos
al
grupo
de
población
infantil
con
limitación
visual.
Como
resultado
de
este
proceso
se
evidenció
la
posibilidad
de
integrar
a
ambas
poblaciones
dentro
del
mismo
salón
de
clases.
Posteriormente
se
hizo
una
revisión
bibliográfica
sobre
el
tema,
se
sumaron
las
experiencias
de
otros
profesionales,
y
se
indagó
acerca
de
los
procesos,
metodologías
y
dificultades
resultantes
de
trabajar
con
grupos
de
estas
características.
Gracias
a
la
información
recogida
fue
posible
hacer
una
recopilación
de
estrategias
pedagógicas
musicales
que
permiten
la
integración
de
niños
y
niñas
con
déficit
visual
al
aula
regular
de
música
en
la
etapa
de
la
iniciación
musical
comprendida
entre
los
7
y
los
9
años
de
edad.
Para
tal
fin,
las
estrategias
fueron
organizadas
en
tres
categorías:
1.
Estrategias
que
no
necesitan
adaptación
al
ser
planteadas
desde
la
experiencia
práctica
utilizando
el
canto,
las
palmas,
la
repetición
de
ritmos
y
sonidos,
el
reconocimiento
auditivo
de
distintos
elementos
musicales,
el
juego,
la
percusión
corporal
y
distintas
alternativas
para
la
notación
y
el
reconocimiento
del
ritmo.
2.
Estrategias
que
requieren
adaptación,
basadas
principalmente
en
ejemplos
visuales
y
en
la
sustitución
de
la
lectoescritura,
mostrando
cómo
a
través
de
lo
sensorial
se
puede
también
llegar
a
la
apropiación
de
conceptos
y
de
habilidades
prácticas.
3.
Estrategias
que
trabajan
directamente
la
competencia
de
la
lectoescritura
musical
y
que
no
pueden
ser
adaptadas
pues
desarrollan
una
habilidad
específica
(la
de
la
lectoescritura)
por
lo
que
el
resultado
final
de
los
ejercicios
deberá
ser
mostrado
en
ambos
lenguajes
al
mismo
tiempo
dentro
del
salón
de
clase
(en
el
pentagrama
en
tinta
y
en
musicografía
Braille).
Como
etapa
final
de
este
proceso
se
agruparon
las
estrategias
en
cinco
capítulos,
independientemente
de
si
necesitan
adaptaciones
o
no.
Esta
vez
la
agrupación
se
hizo
de
acuerdo
con
las
competencias
que
desarrolla
cada
estrategia,
unificando
las
habilidades
prácticas
y
los
conceptos
teóricos
trabajados
al
interior
de
162
una
clase
de
iniciación
musical,
de
manera
que
el
material
pueda
ser
consultado
de
una
forma
más
eficiente.
Los
capítulos
en
que
se
agruparon
las
estrategias
son:
1.
Desarrollo
melódico.
2.
Desarrollo
rítmico.
3.
Desarrollo
auditivo.
4.
Desarrollo
de
la
expresividad.
5.
Desarrollo
de
competencias
lecto-‐escriturales
y
teóricas.
Completando
el
proceso
anterior
y
con
base
en
la
experiencia
profesional
obtenida
en
una
etapa
posterior
trabajando
en
la
inclusión
de
estudiantes
con
limitación
visual
integrados
al
Programa
Infantil
y
Juvenil
de
la
Universidad
Javeriana,
se
indagó
sobre
el
proceso
que
debe
seguir
el
docente
a
cargo
del
grupo
integrado
para
lograr
la
inclusión
del
estudiante
en
el
aula
regular
de
música.
Al
momento
de
preparar
una
clase
para
un
grupo
de
estas
características,
el
maestro
deberá
preguntarse
si
la
estrategia
que
piensa
utilizar
funciona
naturalmente
(es
decir,
si
necesita
o
no
de
adaptación
para
ser
utilizada
con
el
estudiante
con
limitación
visual
dentro
de
la
clase).
Si
el
maestro
descubre
que
no
necesita
adaptación,
podrá
proceder
a
utilizarla
sin
problema.
Por
el
contrario,
si
descubre
que
sí
necesita
de
adaptación,
deberá
tener
en
cuenta
las
siguientes
preguntas
para
llevar
a
cabo
la
adaptación
de
la
estrategia:
1. ¿Cuál
es
el
objetivo
central
de
dicha
estrategia?
Ejemplo:
Cantar
entonadamente
diferentes
grados
de
la
escala
diatónica
2. ¿Cuáles
son
los
recursos
que
tienen
en
común
los
niños
con
y
sin
limitación
visual
para
lograr
tal
objetivo?
Ejemplos:
*Escuchar
e
identificar
por
su
duración
diferentes
figuras
rítmicas
*Estar
en
la
capacidad
de
entender
conceptos
por
medio
del
movimiento
y
el
estímulo
táctil
*Estar
en
la
capacidad
de
analizar
lo
que
ocurre
auditivamente
El
planteamiento
de
estas
preguntas
es
fundamental
pues
conducirá
a
que
el
maestro
indague
acerca
de
cuáles
son
las
capacidades
que
tienen
por
igual
todos
los
estudiantes
dentro
de
la
clase,
le
permitirá
tener
claro
el
objetivo
central
de
la
actividad
que
se
quiere
realizar,
y
brindará
información
útil
para
el
diseño
de
actividades
que
permitan
al
estudiante
integrarse
con
sus
compañeros
videntes.
163
A
continuación
se
muestran
algunos
de
los
ejercicios
representativos
de
las
categorías
correspondientes
a
desarrollo
melódico,
desarrollo
rítmico
y
desarrollo
de
competencias
lecto-‐escriturales
y
teóricas:
En
el
Ejercicio
Nº
1
se
describe
una
estrategia
que
no
necesita
adaptaciones
mediante
la
cual
los
niños,
al
escuchar
atentamente
a
su
maestro,
serán
capaces
de
reproducir
por
imitación
los
mismos
sonidos
e
identificar
de
qué
grados
de
la
escala
se
trata
valiéndose
de
los
signos
corporales
del
método
Kodály.
El
Ejercicio
Nº
3
desarrolla
la
competencia
de
los
ritmos
de
negra,
dos
corcheas
y
silencio
de
negra,
y
debido
a
la
forma
en
la
que
se
encuentra
configurado
necesitará
ser
adaptado
para
poder
incluir
al
niño
con
limitación
visual
en
clase.
En
el
Ejercicio
Nº
8
el
objetivo
de
la
actividad
se
divide
en
dos
partes:
primera,
identificar
la
estructura
en
tonos
y
semitonos
de
una
escala
mayor,
y
segunda,
aprender
la
representación
escrita
del
concepto
de
sostenido.
Este
ejercicio,
en
donde
se
combinan
la
práctica,
el
análisis
y
la
representación
escrita
del
nuevo
elemento,
exige
que
se
modifique
más
de
una
parte
de
la
actividad.
En
este
caso
particular
el
primer
objetivo
tendrá
que
ser
adaptado
para
la
clase,
pero
el
segundo
no
podrá
ser
cambiado
pues
desarrolla
la
competencia
específica
de
la
lectoescritura,
y
como
ha
sido
explicado
antes,
ésta
no
puede
ser
adaptada.
(Ver
anexos).
Así
pues,
una
de
las
conclusiones
más
relevantes
que
arroja
la
presente
investigación
es
que
la
lectoescritura
funciona
como
una
herramienta
que
debe
estar
al
servicio
de
la
música,
pero
no
debe
ser
entendida
como
la
música
misma.
Al
trabajar
con
personas
con
discapacidad
visual
esto
se
hace
más
evidente
pues
se
genera
la
necesidad
de
adaptar
las
estrategias
convencionalmente
utilizadas
para
poder
incluir
al
estudiante
dentro
de
la
clase.
Esto
hace
que
como
maestros
nos
cuestionemos
acerca
de
la
necesidad
de
reevaluar
y
transformar
el
sistema
de
enseñanza
musical
en
uno
que
permita
apropiar
la
música
de
una
forma
más
auditiva
y
sensorial
en
donde
tocar,
cantar,
sentir
la
música
en
el
cuerpo
y
apropiarse
de
los
conceptos
por
medio
de
la
vivencia
y
de
la
interiorización
sea
el
canal
principal
por
el
cual
se
llegue
al
conocimiento
musical.
De
otra
parte,
se
observa
que
una
de
las
primeras
reacciones
del
maestro
es
la
de
pensar
que
tiene
dos
grupos
de
personas
diferentes
dentro
de
su
clase.
Sin
embargo,
el
sesgo
entre
los
dos
grupos
depende
casi
por
completo
del
profesor,
pues
en
la
medida
en
que
éste
los
trate
como
iguales,
la
diferencia
irá
desapareciendo
(Prada,
2011).
Asimismo,
es
importante
hacer
partícipe
de
la
clase
al
estudiante
con
164
déficit
visual,
hacerle
muchas
preguntas
al
igual
que
a
los
otros
niños
de
la
clase
y
comunicarse
con
él
todo
el
tiempo.
La
inclusión
del
estudiante
con
discapacidad
dentro
del
aula
regular
está
en
manos
del
maestro
y
éste
debe
tener
presente
que
el
niño
con
limitación
visual
no
es
una
persona
diferente
a
las
demás.
Asimismo,
existen
algunas
particularidades
que
el
profesor
debe
tener
en
cuenta
al
momento
de
planear
su
clase
con
un
grupo
de
estas
características.
Lo
primero
es
tener
un
conocimiento
previo
sobre
el
tema
de
la
discapacidad
visual,
que
le
permita
entender
mejor
tanto
las
necesidades
especiales
como
las
capacidades
del
estudiante.
Lo
segundo
es
informarse
acerca
de
en
qué
momento
de
su
aprendizaje
musical
se
encuentra
el
niño,
lo
cual
permitirá
al
maestro
diseñar
estrategias
y
planear
su
clase
con
base
en
esta
información.
Finalmente,
la
inclusión
del
estudiante
con
limitación
visual
al
aula
regular
de
música
debe
ser
vista
como
un
proceso
natural
en
el
que,
en
lugar
de
ahondar
en
las
dificultades
y
diferencias
que
representa
la
metodología
utilizada,
se
indague
sobre
la
búsqueda
de
soluciones
que
eliminen
las
barreras
tanto
metodológicas
como
actitudinales
de
las
personas
implicadas
en
el
proceso
educativo
(estudiantes,
docentes,
padres
de
familia
y
la
sociedad
en
general).
La
inclusión
no
se
trata
simplemente
de
integrar
físicamente
al
estudiante
con
discapacidad
a
un
espacio
en
el
que
predominen
personas
sin
discapacidad,
pues
en
estas
condiciones
podría
continuar
existiendo
la
discriminación
y
la
segregación
si
no
se
toman
las
medidas
necesarias
para
que
exista
la
igualdad
dentro
del
salón
de
clase.
Por
el
contrario,
la
inclusión
educativa
consiste
en
realizar
ajustes
razonables
a
las
metodologías
utilizadas
y
generar
una
serie
de
procesos
que
permitan
la
toma
de
conciencia
de
los
actores
involucrados,
incluyendo
espacios
de
reflexión
colectiva,
talleres
de
formación
docente,
espacios
de
refuerzo
fuera
de
clase
para
los
estudiantes
con
discapacidad
y
la
adquisición
de
un
recurso
humano
especializado
que
lidere
estos
procesos
y
haga
posible
el
cambio.
Sólo
de
esta
forma
será
posible
la
plena
inclusión
de
las
personas
con
discapacidad
en
el
aula
regular
de
música.
Referencias
Bertevelli,
Isabel
Cristina.
"La
educación
musical
de
personas
con
deficiencia
visual
y
la
musicografía
braille.
De
la
musicalización
a
la
lectura
y
la
escritura
de
la
partitura
en
braille".
Ponencia
presentada
en
Actas
de
la
IX
Reunión
de
SACCoM
-‐
Sociedad
Argentina
para
las
Ciencias
Cognitivas
de
la
Música.
Argentina,
2010:
58-‐64.
Herrera,
Romina,
Paula
Chávez
y
Fabiana
Chávez.
"La
enseñanza
de
la
música
a
personas
con
deficiencia
visual".
Taller
realizado
en
el
Instituto
Universitario
Nacional
del
Arte,
Universidad
Nacional
de
la
Plata.
Rosario,
Argentina:
2010.
165
Parrado,
Mariana.
"La
música
a
los
ojos
de
la
invidencia:
un
paso
a
la
concientización".
Monografía
de
grado,
Pontificia
Universidad
Javeriana.
Bogotá:
Facultad
de
Artes,
2002.
"Plan
estratégico
INCI
2011-‐2014".
En
Planes
y
Programas
Instituto
Nacional
para
Ciegos,
INCI.
Colombia,
2011.
Prada,
Eunice.
Grupo
focal
de
profesores
PIJ
dirigido
por
Ángela
Pino.
Bogotá:
Programa
Infantil
y
Juvenil
de
la
Facultad
de
Artes,
Pontificia
Universidad
Javeriana.
19
de
Septiembre
de
2011.
166
Intervenciones
en
instituciones
de
salud
mental
desde
la
pedagogía
musical
Ponente:
Héctor
Wolfgang
Ramón
Rojas
Universidad
Pedagógica
Nacional
Historia
de
la
propuesta
Desde
hace
alrededor
de
unos
cinco
años
algunos
estudiantes
de
pedagogía
musical
de
la
Universidad
Pedagógica
han
manifestado
interés
por
indagar
sobre
las
posibilidades
que
ofrece
la
educación
musical
para
intervenir
en
ambientes
alternativos
al
aula
o
a
los
espacios
musicales
convencionales.
Concretamente
han
surgido
trabajos
de
grado
relacionados
con
la
manera
en
que
a
través
de
la
música
es
posible
realizar
un
aporte
a
la
calidad
de
vida
de
personas
con
algún
tipo
de
diagnóstico
que
involucre
barreras
de
naturaleza
física,
cognitiva
o
incluso
emocional
para
el
aprendizaje.
Si
bien
algunas
de
estas
propuestas
presentan
inquietudes
que
se
pueden
relacionar
con
las
finalidades
específicas
de
la
musicoterapia,
la
labor
desde
las
asesorías
de
grado
y
la
postura
académica
del
departamento
de
música
han
sido
muy
claras
en
el
sentido
de
que
el
abordaje
de
estos
trabajos
debe
hacerse
preferiblemente
desde
el
área
que
nos
atañe,
que
es
la
pedagogía
musical.
Algunas
de
las
temáticas
que
aparecen
en
estos
trabajos
se
refieren
al
papel
de
la
educación
musical
dentro
de
diagnósticos
tales
como
ansiedad
escénica,
síndrome
de
Down,
parálisis
cerebral,
autismo,
leucemia
mieloide
crónica,
hemiparesia
y
el
abordaje
grupal
de
poblaciones
que
incluyen
una
mezcla
de
discapacidades
físicas
y
cognitivas,
entre
otras.
Acorde
con
estas
inquietudes
y
con
el
espíritu
del
director
del
departamento
de
música,
maestro
Omar
Beltrán,
quien
es
pedagogo
musical
y
además
musicoterapeuta,
nació
la
posibilidad
de
ofrecer
algún
tipo
de
intervención
desde
la
pedagogía
musical
a
alguna
institución
que
trabajara
con
poblaciones
no
convencionales.
Fue
así
como
se
iniciaron
las
clases
de
música
en
el
Centro
Femenino
Especial
José
Joaquín
Vargas,
ubicado
en
el
municipio
de
Sibaté,
desde
agosto
de
2012.
Al
comienzo
se
contaba
con
dos
estudiantes
practicantes
que
atendían
alrededor
de
35
mujeres
adultas.
En
la
actualidad
hay
cuatro
practicantes
que
trabajan
con
alrededor
de
60
mujeres
distribuidas
en
cuatro
grupos
de
15
personas.
167
Contexto
poblacional
El
Centro
Femenino
Especial
José
Joaquín
Vargas
es
una
institución
de
la
Beneficencia
de
Cundinamarca
operada
por
las
Congregación
de
las
Hermanas
Dominicas
de
la
Presentación.
Se
define
como
un
centro
de
protección
que
alberga
mujeres
en
situación
de
discapacidad
cognitiva
y
mental.
La
población
que
alberga
(alrededor
de
500
mujeres
adultas
y
adultas
mayores)
proviene
del
antiguo
Hospital
Neuropsiquiátrico
Julio
Manrique,
ubicado
en
el
Municipio
de
Sibaté,
Cundinamarca.
En
contraste
con
la
visión
asistencialista
que
se
impuso
durante
gran
parte
de
los
siglos
pasados
—incluyendo
casi
todo
el
siglo
XX—
el
Centro
J.
J.
Vargas
propone
una
postura
desde
la
inclusión
social
y
de
la
necesidad
de
ofrecer
a
las
personas
la
capacidad
de
recuperar
y
ejercer
sus
derechos
más
allá
de
las
situación
de
discapacidad
cognitiva
o
mental
que
estén
viviendo.
Las
estudiantes
adultas
Al
taller
de
música
llegan
alrededor
de
60
mujeres
adultas
divididas
en
cuatro
grupos
de
quince.
Cada
grupo
recibe
el
taller
de
parte
de
dos
estudiantes
practicantes,
quienes
se
turnan
las
actividades.
Dentro
de
cada
grupo
de
mujeres
adultas
hay
siempre
diversidad
de
diagnósticos,
ya
que
para
el
trabajo
musical
hemos
decidido
—hasta
ahora—
trabajar
los
grupos
completos
sin
hacer
clasificación
por
funcionalidad
o
tipo
de
diagnóstico.
Los
diagnósticos
presentes
en
la
institución
incluyen
parálisis
cerebral,
retraso
mental
y
diversos
tipos
de
demencia
senil,
esquizofrenia,
paranoia
y
depresión,
entre
otros.
Aunque
en
los
primeros
semestres
teníamos
algunas
pequeñas
crisis
por
comportamiento
y/o
rebeldía,
nos
hemos
dado
cuenta
de
que
los
grupos
han
tenido
una
tendencia
a
estabilizarse,
por
lo
cual
hoy
resulta
muy
fácil
trabajar
con
las
mujeres
adultas.
Hay
que
anotar
además
que
el
cuidado
que
tiene
la
institución
sobre
las
adultas
permite
que
se
mantengan
controladas
la
mayor
parte
del
tiempo.
Además,
con
esta
población
hemos
corroborado
la
necesidad
tan
grande
de
afecto
que
manifiestan,
ya
que
muchas
de
ellas
no
reciben
visitas
regulares
de
sus
parientes;
algunas
incluso
no
tienen
quién
las
visite
y
llevan
viviendo
muchos
años
en
la
institución.
Esto
hace
que
a
veces
desarrollen
mucho
cariño
por
los
practicantes
de
música
hasta
el
punto
en
que
aún
hoy
día
preguntan
a
menudo
por
los
practicantes
que
venían
el
año
pasado,
y
que
desde
ahora
sea
necesario
empezar
a
prepararlas
mentalmente
para
el
cambio
de
practicantes
que
sucederá
a
partir
del
próximo
año.
168
Pedagogía
musical
especial
y
musicoterapia
Existen
algunos
elementos
que
pueden
causar
confusión
al
intentar
distinguir
entre
una
intervención
musicoterapéutica
y
otra
de
tipo
pedagógico
musical,
que
es
la
que
podemos
ofrecer
pues
corresponde
a
la
naturaleza
de
una
institución
como
la
Universidad
Pedagógica.
Por
esta
razón
es
importante
aclarar
que,
si
bien
en
la
intervención
utilizamos
elementos
de
teoría
de
la
psicología
de
la
música
así
como
estrategias
de
relación
similares
a
las
de
la
terapia,
nuestra
labor
sigue
fundamentándose
alrededor
de
una
pedagogía
adaptada.
Para
distinguir
claramente
entre
estas
dos
disciplinas
resulta
muy
útil
el
siguiente
enunciado
de
Kenneth
Bruscia:
“La
educación
musical
especial
está
al
límite
entre
la
educación
musical
y
la
musicoterapia.
La
razón
por
la
cual
no
se
considera
musicoterapia
per
se
es
que
sus
objetivos
son
de
instrucción
más
que
terapéuticos”.
Así,
asumimos
que
el
aprendizaje
musical
tiene
consecuencias
beneficiosas
para
las
personas
con
discapacidad
cognitiva
o
mental
y
procuramos
ante
todo
su
crecimiento
musical.
No
obstante,
observamos
aspectos
relacionados
con
el
desempeño
musical
que
consideramos
que
se
pueden
estar
beneficiando
con
las
dinámicas
que
proponemos
desde
el
“taller
de
música”,
que
es
como
denominamos
nuestra
actividad
en
el
Centro
Femenino
Especial
José
Joaquín
Vargas.
Beneficios
de
la
actividad
musical
en
personas
con
discapacidad
cognitiva
o
mental
Si
bien
tenemos
claro
que
la
intervención
que
realizamos
tiene
lugar
desde
la
pedagogía
musical
adaptada,
nos
permitimos
apoyarnos
en
algunos
referentes
musicoterapéuticos
por
considerarlos
útiles
para
nuestro
propósito
principal,
que
—no
olvidemos—
es
el
crecimiento
musical
de
nuestras
estudiantes
adultas.
El
doctor
Dale
B.
Taylor
enuncia
tres
presupuestos
que
plantean
el
por
qué
la
acción
músico-‐terapéutica
puede
beneficiar
a
todas
las
personas
en
general:
a)
La
música
tiene
un
efecto
sobre
todo
ser
humano
debido
a
estructuras
neurofisiológicas
que
le
permiten
recibir
y
responder
al
sonido
musical.
169
b)
La
participación
de
la
naturaleza
expresiva
o
receptiva
en
la
música
activa
un
amplio
rango
de
procesos
fisiológicos
y
neurofisiológicos
específicos
e
identificables
en
el
cuerpo
humano.
c)
Las
respuestas
neurofisiológicas
que
se
activan
por
medio
de
la
música
son
observables,
medibles
y
predecibles,
lo
cual
permite
la
selección
de
actividades
musicales
con
efectos
positivos
predeterminados
durante
ciertos
procedimientos
médicos.
Adaptando
estas
afirmaciones
a
nuestro
contexto
pedagógico
y
a
las
características
de
la
población
a
la
que
nos
enfrentamos,
podemos
afirmar
que
las
actividades
que
propongamos,
en
tanto
estén
diseñadas
de
acuerdo
con
las
posibilidades
de
realización
por
parte
de
las
alumnas
adultas,
redundarán
en
su
bienestar
general.
Algunos
de
los
beneficios
que
observamos
a
la
par
con
su
crecimiento
musical
fueron:
-‐ Mayor
tolerancia
a
la
actividad
grupal
y
a
sus
compañeras
de
clase.
Al
comienzo
algunas
de
ellas
solían
discutir
o
incluso
agredirse
verbalmente
entre
sí.
-‐ Apego
a
la
actividad
musical.
Algunas
empezaron
con
muy
poca
participación
y
actualmente
se
muestran
colaborativas
y
deseosas
de
mostrar
sus
logros.
-‐ Establecimiento
más
claro
de
un
pulso
colectivo:
Lo
cual
ha
reforzado
su
sentimiento
de
que
pueden
actuar
como
un
solo
grupo,
aunque
todavía
hay
problemas
de
unificación
de
tempo,
probablemente
por
aspectos
de
control
motriz
ocasionados
por
sus
afecciones
o
tal
vez
por
los
medicamentos.
Protocolos
de
observación
Aunque
tenemos
claro
que
la
intervención
que
realizamos
es
de
tipo
musical,
en
el
trabajo
hemos
adquirido
una
disciplina
de
observación
que
nos
permite
adecuarnos
con
más
precisión
a
las
necesidades
y
posibilidades
de
nuestras
estudiantes
a
la
vez
que
ofrecemos
una
retroalimentación
al
cuerpo
de
profesionales
de
las
ciencias
de
la
salud
de
la
institución.
Por
eso
hemos
determinado
realizar
dos
tipos
de
informes
alrededor
de
la
clase:
uno
de
tipo
pedagógico-‐musical
que
contempla
y
describe
los
repertorios
y
actividades
musicales,
y
otro
que
describe
los
desempeños
de
cada
mujer
170
adulta
en
los
aspectos
motrices,
vocales,
cognitivos,
musicales
y
comportamentales.
El
informe
pedagógico-‐musical
es
una
referencia
exclusiva
para
el
trabajo
dentro
de
la
clase,
mientras
que
el
de
desempeños
individuales
se
constituye
además
en
un
documento
para
las
áreas
de
psicología,
psiquiatría
y
medicina
de
la
institución,
quienes
pueden
consultar
la
evolución
individual
de
cada
una
de
las
participantes
cuando
así
lo
requieran.
Repertorio
El
repertorio
de
trabajo
se
refiere
no
solo
a
las
canciones
o
piezas
musicales
sino
también
a
las
actividades
relacionadas
directa
o
indirectamente
con
el
desempeño
musical
y
que
puede
estar
relacionado
con
aspectos
motrices,
vocales,
musicales
y/o
de
conexión
con
el
grupo.
En
cuanto
a
las
actividades
es
importante
anotar
que,
si
bien
existe
una
gran
cantidad
de
material
diseñado
para
diversos
tipos
de
estimulación
y
sensibilización
musical,
la
gran
mayoría
se
encuentra
dirigido
de
manera
específica
a
las
diferentes
etapas
de
la
infancia,
por
lo
que
al
momento
de
seleccionar
el
material
que
se
va
a
utilizar
con
las
mujeres
adultas
es
importante
considerar
si
podrá
parecerles
atractiva
la
propuesta
que
realicen
los
profesores.
Por
fortuna,
la
mayoría
de
las
actividades
han
tenido
buena
acogida,
en
parte
también
gracias
a
las
estrategias
de
los
practicantes
para
su
implementación.
En
cuanto
a
canciones
y
piezas
musicales,
se
han
propuesto
algunas
canciones
tradicionales
dentro
de
los
géneros
de
la
música
colombiana,
el
bolero
y
otros
similares,
aunque
también
han
tenido
acogida
algunas
canciones
infantiles
referidas
a
animales
y
a
la
naturaleza.
En
lo
que
se
refiere
a
las
estrategias
de
relación,
ha
resultado
de
gran
utilidad
el
hecho
de
escuchar
las
propuestas
que
hacen
las
adultas
cuando
piden
que
les
acompañen
con
la
guitarra
alguna
canción
que
ellas
conocen
con
anterioridad.
Conclusiones
La
experiencia
y
la
moderna
ciencia
neurológica
han
demostrado
que
desde
la
pedagogía
musical
es
posible
aportar
al
bienestar
integral
de
población
adulta
que
presenta
algún
grado
de
discapacidad
cognitiva
o
mental;
sin
embargo,
es
importante
enmarcar
la
visión
y
el
papel
de
la
pedagogía
musical,
que
es
diferente
a
los
de
la
musicoterapia,
y
a
partir
de
esto
entender
los
alcances
de
los
futuros
pedagogos
musicales
desde
el
estado
actual
de
su
formación.
171
Otro
aspecto
clave
en
el
desarrollo
del
tema
es
la
necesidad
de
formar
a
los
futuros
profesores
de
música
con
conocimientos,
actitudes
y
valores
que
les
permitan
abordar
poblaciones
distintas
a
aquellas
para
las
cuales
tradicionalmente
los
suelen
preparar
las
carreras
de
pedagogía
musical
existentes.
Esto
resulta
determinante
para
considerar
al
pedagogo
musical
como
un
actor
que
desde
su
quehacer
fomente
acciones
en
torno
al
arte
como
un
elemento
que
facilita
la
inclusión
social
y
afectiva
de
las
personas
con
discapacidades.
El
factor
afectivo
es
muy
importante
al
abordar
poblaciones
institucionalizadas,
en
tanto
que,
además
de
su
diagnóstico
mental
o
cognitivo,
las
personas
suelen
sentirse
muy
vulnerables
emocionalmente
frente
a
circunstancias
que
les
recuerden
el
abandono
a
las
que
a
veces
las
someten
sus
familiares
y
conocidos.
Referencias
Bruscia,
K.
(2007).
Musicoterapia.
Métodos
y
prácticas.
México:
Editorial
Pax
México.
Taylor,
D.
B.
(2010).
Fundamentos
biomédicos
de
la
musicoterapia.
Bogotá:
Cedro
Impresores
S.A.
172
El
legado
de
Edgar
Willems
a
la
educación
musical
de
hoy
Gloria
Valencia
Mendoza
Universidad
Pedagógica
Nacional
Introducción
El
siglo
XX
se
considera
como
el
siglo
de
la
gran
transformación
educativa
en
todas
las
áreas
del
saber
en
relación
con
los
procesos
del
conocimiento:
nos
dejó
un
importante
legado
en
las
propuestas
pedagógicas
fundamentadas
en
la
formación
del
ser
humano,
las
cuales
se
plasmaron
en
propuestas
epistemológicas
y
didácticas,
teniendo
en
cuenta
al
ser
humano
desde
su
esencia
y
permitiéndole
desarrollar
sus
capacidades
como
ser
intelectual,
emotivo
y
social,
es
decir
como
un
ser
integral.
La
educación
musical
adquiere
un
lugar
preponderante
en
la
formación
de
ese
ser
humano,
abriendo
los
espacios
de
reflexión
y
acción
hacia
un
nuevo
concepto
de
“música
para
todos”,
sin
exclusión.
Se
genera
un
movimiento
renovador
e
innovador,
con
propuestas
metodológicas
que
consideran
la
música
como
“una
dimensión
del
ser
humano”,
a
la
cual
se
puede
acceder
a
través
de
la
experiencia
musical,
la
aprehensión
del
conocimiento
y
el
manejo
de
conocimientos
específicos.
Son
propuestas
que
se
desarrollaron
a
lo
largo
del
siglo
XX
y
que
han
perdurado
con
una
proyección
en
nuestro
siglo.
Edgar
Willems
es
uno
de
los
principales
representantes
de
ese
movimiento
transformador.
Es
importante
conocer
y
trabajar
su
legado,
desde
su
reflexión
epistemológica,
su
planteamiento
pedagógico
y
su
propuesta
didáctica.
Su
propuesta
se
caracteriza
por
ser
universal,
es
decir
aplicable
a
cualquier
contexto
y/o
entorno
educativo
musical
con
aportes
significativos
y
siempre
actuales.
Desarrollo
¿Por
qué
hablar
de
“legado”?
Si
buscamos
una
definición,
encontraríamos
varias:
“lo
que
se
deja
o
transmite
a
cualquier
sucesor”;
“enviado
del
Papa
para
que
lo
represente”;
“trasmitir
ideas,
173
artes”;
“la
herencia...”1.
Sin
embargo
más
que
dar
una
definición
es
importante
definir
un
concepto,
que
podríamos
construir
de
acuerdo
con
el
desarrollo
de
esta
ponencia:
trasmisión
de
principios,
valores,
ideas,
fundamentos,
propuestas,
herencia...
El
legado
de
Edgar
Willems
a
la
pedagogía
musical
de
hoy
se
podría
considerar
como
una
valiosa
herencia
para
el
mundo
de
la
educación
musical,
así
como
para
quienes
estamos
recorriendo
el
camino
de
la
pedagogía
musical.
Su
herencia
se
puede
considerar
como
una
transferencia
de
su
sabiduría
y
profundidad
en
la
reflexión
sobre
la
conexión
del
ser
humano
con
la
música
desde
lo
más
íntimo
del
ser,
como
ser
fisiológico,
afectivo
y
mental,
inmerso
en
un
entorno
sonoro
y
rítmico,
y
la
expresión
musical
a
través
del
ritmo,
de
la
melodía,
de
la
armonía.
¿Quién
es
Edgar
Willems?
Edgar
Willems
nació
en
una
pequeña
población
de
Bélgica,
Lanaken,
en
1890.
Tuvo
una
feliz
infancia
y
adolescencia
en
un
hogar
con
7
hermanos
y
un
padre
músico.
De
joven
se
interesó
por
todas
las
manifestaciones
artísticas
y
al
lado
de
su
padre
incursionó
en
el
mundo
de
la
música
como
ayudante
de
capilla
y
miembro
de
la
banda
municipal
(“fanfarria”)
interpretando
diferentes
instrumentos.
Su
especial
talento
le
permitió
desarrollarse
en
la
Escuela
de
Artes
de
Bruselas
dirigiendo
coros
y
agrupaciones
musicales,
así
como
participando
y
organizando
diferentes
eventos
tanto
musicales
como
artísticos.
Siempre
inquieto,
rebelde
y
en
permanente
búsqueda
de
nuevos
horizontes,
con
un
deseo
de
crecer,
transcurrieron
esos
años
de
1914
a
1925
que
él
calificó
posteriormente
como
los
años
maravillosos
de
su
vida.
Me
permito
transcribir
algunas
de
sus
palabras,
expresadas
directamente
en
sus
cursos:
“Desde
el
momento
cuando
observé
la
música
desde
al
ángulo
de
la
educación,
descubrí
que
la
fuente
de
vida
de
los
elementos
musicales:
sonido,
ritmo,
melodía
armonía,
improvisación,
composición,
no
estaban
en
el
conocimiento
de
la
enseñanza
académica,
sino
en
el
ser
humano,
en
su
múltiple
naturaleza,
dinámica,
sensorial,
afectiva,
mental
e
ideal...”
Luego
de
reflexionar
ampliamente
sobre
las
fuerzas
vitales
que
rigen
las
leyes
de
la
naturaleza
y
los
entornos
que
determinan
la
existencia
del
hombre,
expresó
la
siguiente
conclusión:
1
Fuente:
Word
Reference
174
“El
problema
de
la
educación
musical,
consiste
entonces
en
ponerse
de
acuerdo
—en
la
medida
de
lo
posible—
con
las
leyes
de
la
naturaleza,
las
leyes
cósmicas
y
humanas.
Detengámonos,
principalmente,
desde
el
punto
de
vista
práctico,
sobre
las
leyes
humanas
que
podemos
descubrir
en
nosotros
mismos,
en
nuestro
cuerpo,
nuestras
emociones,
nuestras
facultades
mentales
y
nuestro
ideal
de
vida.”
En
1925,
cuando
Willems
llegó
a
ser
profesor
del
Conservatorio
de
Música
de
Ginebra,
se
inició
una
etapa
importante
de
su
vida,
donde
comenzó
a
plasmar
sus
grandes
teorías
y
reflexiones
sobre
la
educación
musical,
las
cuales
felizmente
pudo
proyectar
tanto
a
sus
alumnos
como
a
tres
personajes
con
quienes
habría
de
entablar
un
diálogo
permanente
durante
muchos
años:
Ernest
Ansermet,
destacado
director
de
Orquesta
quien
abrió
las
puertas
a
la
música
sinfónica
en
Suiza;
Jacques
Dalcroze,
quien
al
igual
que
Willems
incursionó
en
nuevas
propuestas
para
la
enseñanza
de
la
música;
y
Jean
Piaget,
gran
psicólogo
suizo
con
quien
complementó
sus
importantes
ideas
e
ideales
sobre
la
educación
musical,
dándole
un
marco
psicológico
completamente
nuevo
en
la
época
y
que
se
ha
proyectado
a
lo
largo
de
los
siglos
XX
y
XXI
con
principios
que
perduran
hasta
el
día
de
hoy.
Inspirado
siempre
en
la
relación
de
la
música
con
el
ser
humano,
Willems
no
se
contentó
con
hacer
un
primer
planteamiento
de
esa
relación,
sino
que
fue
al
fondo
de
cada
uno
de
los
elementos
desde
su
esencia
para
comprobar
su
existencia.
Willems,
toma
el
ritmo
y
el
sonido
como
elementos
pre-‐musicales,
los
cuales
pertenecen
a
la
naturaleza,
al
cosmos,
al
hombre
mismo,
quien
al
tomarlos
y
elaborarlos
los
convierte
en
ritmo
y
sonidos
musicales.
A
partir
de
allí
desarrolló
su
propuesta
de
educación
musical:
una
educación
para
todos
—sin
excepción—
que
comienza
con
el
niño
desde
el
vientre
de
la
madre.
A
la
pregunta
¿cuándo
debe
comenzar
la
educación
musical
del
niño?
responde:
“Pregunten
a
qué
edad
debe
comenzar
la
educación
musical
de
la
madre”.
La
gran
pregunta
de
hoy
es:
¿cómo
se
puede
tomar
esa
herencia,
considerarla
un
legado
y
apropiarla
a
las
necesidades
y
entornos
de
cada
educador?
Podría
decirse
que
este
es
un
compromiso
del
mundo
actual
que
le
exige
al
educador
musical,
al
docente,
que
no
se
quede
en
la
superficie
de
su
saber
sino
que
vaya
a
lo
más
profundo
mediante
el
estudio,
la
búsqueda,
la
investigación,
la
innovación.
Un
educador
que
pretenda
crecer
y
compartir
lo
que
es
y
lo
que
puede
hacer,
necesariamente
debe
ser
un
innovador
e
investigador
permanente,
pues
de
lo
175
contrario
se
encierra
en
sí
mismo,
despreciando
esa
oportunidad
de
proyectarse
y
enriquecerse
como
persona
y
como
educador.
Como
buen
visionario,
Willems
publicó
y
expuso
los
principios
de
la
educación
musical
en
una
conferencia
que
dictó
en
París
en
el
año
1934
titulada
“Nuevas
ideas
filosóficas
sobre
la
música
y
sus
aplicaciones
prácticas”.
A
pesar
de
no
tener
aún
definida
su
propuesta
en
cuanto
a
su
proyección
y
aplicación,
presentó
un
planteamiento
tan
estructurado
que
en
los
años
siguientes
aplicó
y
proyectó
sus
ideas
iniciales,
convirtiéndolas
en
una
acción
siempre
enmarcada
por
una
profunda
reflexión
del
concepto,
del
proceso
coherente,
de
las
metas
y
de
la
innovación.
Posteriormente,
Willems
complementó
su
pensamiento
en
diferentes
publicaciones:
“La
educación
musical
nueva”,
“La
educación
musical
de
los
más
pequeños”,
“El
jazz
y
el
oído
musical”,
“Introducción
a
la
musicoterapia”,
etc.
Merece
especial
mención
su
importante
obra
“El
oído
musical”,
escrita
en
dos
tomos,
donde
reúne
de
manera
clara
y
coherente
su
propuesta
referente
al
oído
y
a
su
desarrollo,
con
un
contenido
de
fundamentación
filosófica
seguido
de
un
interesante
planteamiento
didáctico
para
su
aplicación
práctica
mediante
diferentes
estrategias
a
partir
de
los
principios
enunciados
anteriormente.
Son
textos
que
bien
podrían
convertirse
en
material
de
acompañamiento
y
reflexión
para
el
educador
musical.
Willems
condensó
después
de
manera
magistral
las
ideas,
experiencias,
escritos
y
el
camino
recorrido
en
el
libro
“Las
bases
psicológicas
de
la
educación
musical”,
donde
conecta
los
principios
de
la
educación
musical
con
planteamientos
de
reflexión
epistemológica
y
psicológica
de
especial
importancia.
A
mi
modo
de
ver
este
libro
debería
ser
lectura
obligada
para
el
pedagogo
musical
de
hoy,
cuyo
interés
por
una
acción
pedagógica
fundamentada
en
principios
universales
que
enriquezcan
el
hacer
musical
pueda
abrir
nuevas
miradas
y
reflexiones
para
su
aplicación
en
su
compromiso
como
docente.
Igualmente
en
el
libro
“El
ritmo
musical,
ritmo,
rítmica,
métrica”
presenta
planteamientos
fundamentales
sobre
la
esencia
del
ritmo,
su
relación
con
el
ser
humano
y
su
desarrollo
en
los
procesos
musicales.
Willems
plantea
desde
el
comienzo
y
hasta
los
niveles
superiores
uno
de
los
principios
de
la
Escuela
Activa
relacionado
con
la
vivencia
como
punto
de
partida
para
llegar
a
la
teoría.
Dice
Willems:
“Vivir
inconscientemente
los
fenómenos
musicales,
para
tomar
conciencia
de
ellos
y
así
llegar
a
la
vida
consciente”.
Es
decir,
partir
de
la
vivencia
musical
(rítmica,
sonora,
vocal),
como
una
síntesis
inconsciente,
o
síncresis,
con
énfasis
en
estrategias
sensorio-‐motrices,
para
pasar
por
el
análisis
o
toma
de
176
conciencia
de
las
acciones
vividas
y
llegar
a
la
síntesis
consciente,
del
conocimiento
musical.
Tiene
en
cuenta
la
psicología
de
naturaleza
evolutiva
del
ser
humano
para
lograr
un
desarrollo
integral,
a
la
vez
que
refuerza
sus
principios
psicológicos
con
un
enfoque
pedagógico
expresivo.
Desde
el
primer
planteamiento
de
su
propuesta:
integración
“Música–ser
humano”,
Willems
establece
lo
más
profundo
de
la
esencia
del
hombre
y
de
la
música
en
una
integración
real
y
coherente
dentro
de
un
criterio
de
unidad,
reconociendo
una
dualidad
dentro
de
la
totalidad:
polo
material-‐polo
espiritual.
Considera
el
mundo
inorgánico
como
lo
más
material
para
ir
a
lo
más
espiritual
en
el
hombre,
en
el
plano
supra-‐mental
que
él
llama
“intuición
supramental”.
Respecto
de
la
música,
toma
la
vibración
sonora
como
el
elemento
más
material
y
el
Arte
como
el
polo
espiritual.
Willems
hace
un
interesante
planteamiento
sobre
la
triple
conciencia
humana:
la
sensorialidad,
que
hace
parte
del
aspecto
fisiológico
por
el
trabajo
con
los
sentidos
y
la
coordinación
motriz;
la
afectividad,
que
se
refiere
a
las
emociones
y
los
sentimientos;
la
inteligencia,
que
tiene
que
ver
con
los
procesos
de
imaginación,
reflexión,
memoria
y
abstracción.
Willems
establece
la
relación
directa
que
existe
entre
el
ser
humano
y
la
música
considerando
sus
tres
elementos
fundamentales:
ritmo,
melodía
y
armonía.
De
esta
manera,
el
ritmo
de
naturaleza
fisiológica
(sensorial)
tiene
relación
con
la
melodía
y
la
armonía
ya
que
está
presente
en
los
diferentes
contenidos
de
esencia
melódica
y/o
armónica;
la
melodía,
de
naturaleza
afectiva,
se
relaciona
con
la
armonía
y
el
ritmo
en
cuanto
a
las
estructuras
que
definen
su
forma
y
desarrollo;
por
último,
la
armonía,
de
naturaleza
mental,
tiene
relación
con
el
ritmo
y
la
melodía
ya
que
se
convierte
en
el
soporte
y
base
sonora.
En
una
visión
amplia
establece
también
la
relación
entre
la
música,
la
naturaleza
y
el
cosmos,
así
como
la
vinculación
que
existe
entre
el
hombre
y
el
mundo
que
lo
rodea.
El
criterio
de
lo
cósmico
es
otro
aspecto
innovador
del
método
de
Willems:
la
interacción
entre
el
hombre
y
los
fenómenos
del
medio
que
lo
rodea.
En
tal
sentido,
la
interacción
con
el
entorno
sonoro
a
través
del
reconocimiento
de
fuentes
sonoras
y
reconocimientos
tímbricos
permite
el
desarrollo
de
facultades
musicales
que
en
este
caso
tienen
una
vinculación
directa
en
primera
instancia
con
el
aspecto
auditivo,
el
cual
constituye
el
núcleo
central
de
su
propuesta.
A
la
pregunta
de
cómo
se
establece
la
integración
entre
la
música
y
el
ser
humano,
la
respuesta
de
Willems
es
un
planteamiento
fundamentado
en
la
177
potencialidad
musical
del
ser
humano
y
en
las
diferentes
capacidades
que
se
ejercitan
y
desarrollan
a
través
del
proceso
auditivo-‐vocal,
tomando
para
ello
las
tres
acciones
del
oído:
oír–escuchar–comprender,
propuestas
en
tres
momentos:
la
receptividad
sensorial
(oír)
que
se
refiere
a
la
reacción
auditiva
y
corporal
ante
los
estímulos
sonoros
como
actividad
sensorial
involuntaria;
la
sensibilidad
afectiva
(escuchar)
que
corresponde
a
las
emociones
y
sentimientos
al
establecer
vínculos
con
el
sonido
y
la
melodía,
actitud
voluntaria
que
provoca
un
sentimiento,
una
reacción
afectiva
frente
al
sonido;
y
la
conciencia
mental
(comprender)
en
la
cual
se
trabaja
la
toma
de
conciencia
del
sonido
y
donde
entra
en
juego
la
disposición
intelectual
frente
a
los
sonidos,
con
la
cual
se
pueden
discriminar
e
identificar
los
diferentes
sonidos
y
líneas
melódicas
mediante
la
comparación
y
el
análisis.
Willems
centra
su
propuesta
para
el
proceso
en
la
escucha:
escuchar
(ejercicio
auditivo)
–
reproducir
(ejercicio
vocal)
–
reconocer
(memoria
auditiva).
De
este
modo
involucra
en
su
propuesta
auditiva
la
definición
de
oído
de
Dupré
y
Nathan,
(teóricos
franceses):
“El
oído
es
el
sentido
que
cumple
la
función
de
intermediario
entre
el
mundo
objetivo
de
las
vibraciones
sonoras
y
el
mundo
subjetivo
de
las
imágenes
sonoras”,
dando
gran
importancia
al
sonido
como
vibración
sonora
y
su
relación
con
la
imagen
sonora
interior,
la
cual
se
concreta
en
los
procesos
de
audición
interior.
Para
el
inicio
del
desarrollo
auditivo
aplica
el
principio
de
“por
el
timbre,
llegar
a
la
altura”
mediante
la
discriminación
tímbrica
de
objetos
sonoros,
instrumentos
y
campanas.
Luego,
para
la
diferenciación
de
alturas
propone
campanillas,
movimiento
sonoro
pancromático
y
diatónico,
asociación
del
gesto
manual
a
la
altura
del
sonido
y
a
la
línea
melódica,
imitación
e
invención
de
motivos
rítmicos
y
melódicos.
Así
el
énfasis
en
lo
sensorial
se
conecta
con
la
emoción,
la
sensibilidad,
el
interés
y
la
creatividad.
Para
Willems
la
canción
es
el
elemento
sincrético
musical
por
excelencia,
ya
que
contiene
todos
los
elementos
musicales:
rítmicos
(duración,
ritmo
real,
tempo,
división,
1er
tiempo,
métrica);
melódicos
(altura,
interválica,
línea
melódica,
arpegios,
tonalidad);
armónicos
(tonalidad,
acordes,
funciones
tonales);
y
expresivos
(tímbrica,
dinámica,
agógica,
carácter,
fraseo).
Ellos
constituyen
una
base
fundamental
para
los
diferentes
procesos
y
desarrollos
musicales,
desde
la
experiencia
sensorial
hasta
el
manejo
del
solfeo,
con
énfasis
en
la
audición
interior,
entonación,
reconocimiento
y
manejo
de
la
interválicas,
los
arpegios,
los
acordes.
En
virtud
del
profundo
estudio
que
realizó
Willems
sobre
la
audición,
da
primacía
a
la
melodía,
considerando
el
ritmo
como
el
elemento
primordial
(primero).
Toma
el
aspecto
rítmico
desde
su
esencia,
como
el
ritmo
viviente,
dado
que
el
178
elemento
rítmico
hace
parte
del
ser
humano
desde
su
fisiología
y
por
lo
tanto
se
constituye
en
el
elemento
sensorial
por
excelencia.
Respecto
de
los
procesos
rítmicos
musicales,
Willems
plantea
la
vivencia
de
los
cuatro
modos
rítmicos
de
la
canción:
ritmo
real
o
propio
(estructura
rítmica),
tempo
(pulsación),
división
binaria
y
ternaria
del
tempo,
y
primer
tiempo
de
una
medida;
el
manejo
de
los
elementos
expresivos,
desde
la
agógica,
la
dinámica,
la
tímbrica
y
el
carácter;
y
la
forma
musical.
Willems
insiste
en
el
afinamiento
y
sutileza
del
desarrollo
auditivo
y
del
proceso
creativo
a
partir
de
la
improvisación.
El
proceso
que
propone
respecto
de
este
tema
es
de
gran
fuerza.
Se
relaciona
con
el
principio
de
la
Escuela
Activa
en
lo
que
tiene
que
ver
con
el
desarrollo
del
potencial
creativo
del
ser
humano
a
partir
de
los
procesos
sensoriales.
La
inspiración
en
las
teorías,
análisis
y
planteamientos
de
Jean
Piaget
se
hace
explícita
en
muchos
de
los
momentos
del
método:
discriminación,
diferenciación,
comparación,
seriación,
ordenamientos,
en
cuanto
a
su
aplicación
práctica,
pero
siempre
de
acuerdo
con
las
etapas
evolutivas
del
ser
humano
y
sus
características.
El
trabajo
propuesto
se
basa
en
la
espontaneidad,
la
búsqueda,
la
imitación,
la
invención
y
la
improvisación
propiamente
dicha,
las
cuales
están
presentes
en
cada
uno
de
los
procesos
musicales.
Willems
toma
una
constante
para
todos
los
procesos:
el
desarrollo
de
la
creatividad.
Considera
que
la
educación
musical
sin
participación
del
estudiante,
sin
innovación,
sin
espacios
de
creatividad
queda
incompleta.
La
verdadera
evaluación
para
medir
el
conocimiento
musical
se
hace
a
través
de
ejercicios
de
creatividad
y
construcción
del
pensamiento
musical.
Conclusiones
La
pregunta
final
es:
¿cómo
establecer
la
conexión
y
presencia
del
legado
de
Edgar
Willems
para
el
educador
musical
de
hoy?
Nos
enfrentamos
a
nuevas
teorías
y
planteamientos
que
nos
ubican
en
un
camino
complementario
al
de
las
reflexiones
anteriores:
la
expresión
musical
del
ser
humano.
Se
rompieron
los
esquemas
selectivos
y
excluyentes
del
acercamiento
del
hombre
a
la
música
para
convertirse
en
eje
y
fundamento
de
la
formación
integral
del
ser
humano,
tomando
la
música
como
una
dimensión
eminentemente
humana
que
179
permite
la
producción,
la
creación,
y
la
expresión
a
través
de
diferentes
géneros,
estilos
y
formas
de
socializar
la
música.
Los
enfoques
pedagógicos
contemporáneos
han
originado
la
necesidad
de
abrir
espacios
de
reflexión
amplios
que
conduzcan
a
incursionar
en
el
campo
de
la
investigación,
con
el
propósito
de
encontrar
la
conexión
entre
el
ser,
el
hacer,
el
saber
y
el
crear
con
y
a
través
de
la
música,
fundamentados
en
la
comprensión
y
aplicación
de
los
planteamientos
contemporáneos,
contando
con
un
soporte
teórico
que
permita
el
acercamiento
de
la
educación
musical
a
un
desarrollo
investigativo
para
ubicarlo
en
las
áreas
del
conocimiento.
Dicha
apertura
plantea
una
problemática
que
abre
importantes
interrogantes
sobre
la
relación
entre
las
tendencias
pedagógicas
contemporáneas
y
las
tendencias
pedagógicas
musicales.
Se
presentan
cuestionamientos
que
van
desde
lo
epistemológico,
lo
pedagógico/psicológico
y
lo
socio-‐cultural
tendientes
a
dar
al
pedagogo
musical
una
impronta
particular
y
un
quehacer
diferente
al
del
músico,
el
teórico,
el
intérprete
y
el
compositor.
Estamos
avanzando
en
el
siglo
XXI,
buscando
cómo
lograr
la
práctica
musical
que
deseamos,
apoyándonos
en
la
mirada
reflexiva
hacia
la
acción
pedagógica
en
la
relación
maestro-‐estudiante,
así
como
en
la
fundamentación
analítica,
el
valor
de
la
relación
práctica-‐teoría,
el
rol
del
educando
en
su
análisis
socio-‐histórico
como
individuo
y
como
colectividad,
y
por
último,
en
el
valor
de
la
creatividad
desde
la
pedagogía
musical,
la
cual
se
manifiesta
en
la
relación
de
la
tradición
y
la
innovación,
y
por
ende
en
la
creación
musical.
A
manera
de
conclusión,
algunas
palabras
del
mismo
Edgar
Willems
que
sintetizan
su
filosofía:
Tengo
la
necesidad
de
sentir
y
hacer
sentir
la
Educación
Musical
desde
el
concepto
esencialista,
hacia
el
existencialista:
es
un
proceso
que
depende
de
la
evolución
espiritual,
de
la
unidad
de
la
vida:
amor,
sabiduría
acción,
belleza
(de
todas
las
artes),
formando
una
gran
sinfonía.
Es
necesario
materializar
este
ideal
humano,
razón
por
la
cual
presento
mis
principios
hacia
una
Educación
Musical
ideal
(…).
180
Referencias
Cursos
Con
El
Maestro
Edgar
Willems.
Instituto
Edgar
Willems
(1972-‐1974),
Délemont,
Suisse.
Valencia
Mendoza
Gloria
(Febrero
2011-‐2013).Los
Pedagogos
Musicales
Del
Siglo
Xx,
Cátedra
De
Pedagogía,
Universidad
Pedagógica
Nal.
(Upn).
Willems
Edgar
(1934),
(1940)
Nouvelles
Idées
Philosophique
Sur
La
Musique
Et
Leurs
Applications
Pratiques,
(1980,
4a.
Ed.),
Editions
“Pro
Musica”,
2500
Bienne,
Suisse.
Willems
Edgar
(1940),
L´Oreille
Musicale,
Tome
I,
Ii,
Editions
Pro
Musica
Fribourg,
Suisse.
(1980)
El
Oído
Musical.
Trad.
Gloria
Valencia
Mendoza,
Bogotá.
Willems
Edgar
(1954),
Le
Rythme
Musical,
Rythme,
Rythmique,
Metrique,
Editons
Pro
Musica
Fribourg,
Suisse.
Willems
Edgar
(1971),
Les
Bases
Psychologiques
De
L´Education
Musicale.
Editions
Pro
Musica,
2500
Bienne,
Suisse.
Willems
Edgar
(1975).
El
Valor
Humano
De
La
Educacion
Musical.
Editions
Pro
Música,
Bienne,
Suiza.
Willems
Edgar
(1985),
El
Oído
Musical.
Trad.
Gloria
Valencia
Mendoza,
Bogotá.
181
Formación
superior
de
educadores
musicales:
¿de
frente
o
de
espaldas
a
la
realidad
escolar?
A
propósito
de
los
20
años
de
la
ley
115
de
1994
María
Victoria
Casas
Figueroa1
Resumen
Veinte
años
después
de
haber
sido
sancionada
la
Ley
115
de
1994
(Ley
General
de
Educación)
la
reflexión
sobre
lo
que
ha
pasado
con
la
educación
musical
surge
como
un
interrogante
necesario.
Se
observa
un
panorama
legislativo
sobre
la
educación
artística
a
partir
de
la
Ley
115
de
1994
en
la
enseñanza
básica
y
media,
la
Ley
30
de
1992
de
Educación
Superior,
la
Ley
General
de
Cultura
de
1997,
junto
con
la
expedición
de
lineamientos
para
la
educación
artística
por
parte
del
Ministerio
de
Educación
en
2000
y
la
promulgación
del
Plan
Nacional
para
las
Artes.
Lo
anterior
da
cuenta
de
los
esfuerzos
orientados
a
promocionar
una
práctica
artística
enmarcada
en
procesos
educativos
con
diversos
resultados.
El
SNIES2
registra
a
mayo
de
2014
16
programas
que
titulan
profesionales
en
licenciatura
en
música
de
entre
un
total
de
36
programas
que
se
ofertan
como
profesionales
en
música
con
diversas
titulaciones.
De
estos
programas
profesionales
en
música,
maestros
en
música,
músicos
y
estudios
musicales,
un
sondeo
sobre
el
perfil
ocupacional
de
egresados
evidencia
que
muchos
de
ellos
tienen
dentro
de
su
ocupación
la
enseñanza
musical,
ya
sea
especializada,
en
niveles
de
iniciación
musical,
enseñanza
instrumental,
o
dirección
de
agrupaciones
escolares,
entre
otros.
Estas
búsquedas
nos
conducen
a
otros
interrogantes:
ü ¿Qué
tan
cerca
de
la
realidad
de
nuestros
contextos
está
nuestra
formación
universitaria
de
los
educadores
musicales?
ü ¿Qué
tanto
nos
aleja
de
la
calidad
musical
la
mirada
a
nuestras
realidades
sociales?
La
propuesta
en
esta
ponencia
invita
a
una
polifónica
coda
que
incorpore
las
voces
de
diferentes
actores
de
la
educación
musical.
1
Profesor
Asociado
Escuela
de
Música
Universidad
del
Valle.
Magister
en
Historia,
especialista
en
docencia
universitaria,
licenciado
en
música
e
ingeniero
civil.
Líder
Grupo
de
investigación
en
Música
y
formación
musical
(C
en
Colciencias
2014-‐2015).
Par
Académico
CNA
y
vocal
regional
FLADEM-‐Colombia.
maria.casas@correounivalle.edu.co
2
Sistema
nacional
de
información
de
la
educación
superior.
www.mineducacion.gov.co
182
Palabras
clave:
Educación
Musical,
Ley
general
de
Educación,
Formación
de
licenciados
y
músicos
profesionales
Preludio
Colombia
cuenta
con
60
programas
entre
técnicos,
tecnológicos,
profesionales
y
de
posgrado
en
el
área
de
música,
según
el
registro
SNIES
a
2014.
De
acuerdo
con
sus
propósitos
de
formación,
estos
programas
pueden
orientarse
a
diversas
actividades
dentro
del
quehacer
musical
que
van
desde
la
interpretación,
la
composición,
la
dirección
y
la
educación,
entre
otros.
Lo
que
aquí
nos
compete
es
revisar
qué
es
lo
que
sucede
con
los
programas
que,
independientemente
de
su
titulación,
incluyen
en
su
oferta
académica
énfasis
o
asignaturas
electivas
dirigidas
hacia
la
educación
musical.
Los
ámbitos
laborales
en
los
cuales
se
desempeñan
los
músicos
en
Colombia
incluyen
un
gran
número
de
vinculaciones
en
el
campo
educativo,
desde
la
educación
informal,
la
educación
para
el
trabajo
y
el
desarrollo
humano
y
la
educación
formal.
Es
necesario
evidenciar
que
luego
de
dos
acontecimientos
en
2003
y
2006
respectivamente,
se
definieron
las
políticas
para
el
campo
de
las
artes
en
el
país.
Estos
son
los
documentos
que
sustentan
el
Plan
Nacional
de
Música
para
la
Convivencia
(PNMC)
y
el
Plan
Nacional
para
las
Artes
2006-‐2010.
Es
decir
que
desde
las
propias
directrices
ministeriales
pareciera
plantearse
la
necesidad
de
tener
músicos
formados
en
el
campo
de
la
educación
para
satisfacer
las
necesidades
del
país.
A
manera
de
reflexión,
a
continuación
se
plantean
cuestionamientos
sobre
lo
que
encontramos
en
la
formación
profesional
de
los
músicos
que
se
desempeñarán
en
el
campo
de
la
educación.
Motete:
¿Qué
ha
pasado
y
hacia
dónde
apunta
la
educación
musical
en
Colombia?
A
partir
de
la
creación
del
Ministerio
de
Cultura
en
1997,
los
programas
de
música
se
diversificaron
con
un
diseño
educativo
no
formal
para
actualizar
a
músicos
y
docentes
en
ejercicio
en
algunos
departamentos
mediante
una
política
integral
que
incluía,
además
de
la
formación,
proyectos
de
gestión,
asesoría
local
y
edición
de
materiales,
entre
otros
(P.A.,
2006-‐2010:
p.
139).
En
el
caso
del
PNMC,
el
proyecto
contempla
como
componentes
la
gestión,
dotación,
formación,
circulación,
información,
investigación
y
documentación
musical.
183
Además
del
PNMC
es
necesario
detenerse
en
algunos
otros
modelos
o
propuestas
de
trabajo
de
educación
musical,
como
es
el
caso
del
Sistema
Nacional
de
Orquestas
Juveniles
e
Infantiles
de
Colombia
BATUTA3
que
es
el
conjunto
articulado
de
acciones
y
procesos
que
realizan
diferentes
entidades
y
organizaciones
en
pro
del
desarrollo
musical
y
social
del
país,
a
través
de
la
práctica
orquestal
sinfónica
con
niños
y
jóvenes4.
El
impacto
que
alcanza
a
nivel
nacional
se
distribuye
en
los
centros
regionales:
norte,
Bogotá,
occidente
y
oriente,
abarcando
municipios
en
Putumayo,
Amazonía,
Llanos
Orientales,
Córdoba,
Sucre
y
Magdalena,
entre
otros.
Se
mencionan
también
las
alianzas
como
la
Fundación
SIDOC5
y
la
Fundación
Arboleda
(2003)
en
Cali,
las
cuales
realizan
intervención
social
en
sectores
deprimidos,
ofreciendo
servicios
de
educación
artística
con
una
función
de
recuperación
de
tejido
social
(orquesta
sinfónica
infantil
y
juvenil).
Existen
además
ofertas
de
educación
musical
en
academias
e
institutos
que
varían
en
precios
y
calidad,
incluso
algunas
de
ellas
presentadas
desde
instituciones
de
educación
formal
a
manera
de
cursos
o
programas
de
extensión
como
las
del
Instituto
Popular
de
Cultura,
el
Instituto
Departamental
de
Bellas
Artes
y
la
Universidad
del
Valle.
Estas
ofertas
son
anteriores
a
la
ley
115,
aunque
se
amparan
en
ella.
Entre
estas
ofertas
menciono
las
siguientes
para
la
ciudad
de
Cali:
la
Fundación
Musical
Intérpretes6,
la
Fundación
Amadeus7,
la
Escuela
de
Música
Yamaha8
(que
a
su
vez
cuenta
con
la
Fundación
Escuela
de
Música
y
la
fundación
Notas
de
paz9),
así
como
academias
y
escuelas
tales
como
Musicales
Valdiri,
Tralalá,
Academia
Musical
Preludio,
Academia
Musical
Do-‐Mi-‐Sol,
Academia
Musical
A
Tempo
de
Vivaldi,
Academia
Musical
Sterling,
Academia
School
of
Rock,
entre
otras.
En
el
ámbito
rural
también
se
aprecia
un
trabajo
que
poco
se
conoce
en
otros
espacios,
como
es
el
caso
de
la
Escuela
de
música
Birimbau
(Miranda),
la
orquesta
de
Tacueyó
(ambas
en
el
norte
del
departamento
del
Cauca),
así
como
la
Escuela
de
3
Creado
en
1991,
es
decir
antes
de
la
115
4
En
la
página
http://www.fundacionbatuta.org/batuta/quienes-‐somos-‐0#sthash.x6HM5XFw.dpuf
5
Fundación
patrocinada
por
la
empresa
Siderúrgicas
de
Occidente.
6
Creada
en
el
2007
propone
y
realiza
talleres
de
formación
artística
con
niños,
jóvenes
y
adultos
que
viven
en
Cali
(Colombia).
7
La
Fundación
Amadeus
busca
a
través
del
afecto,
el
conocimiento,
el
arte
y
especialmente
la
música,
que
las
personas
en
situación
de
discapacidad
intelectual
adquieran
elementos
para
fortalecer
su
aprendizaje
fomentando
la
adaptación
a
su
medio
familiar
y
social.
8
La
Fundación
Incolmotos
Yamaha
cuenta
con
3
escuelas
de
música
ubicadas
en
Bogotá,
Cali
y
Medellín
9
La
orquesta
infantil
y
juvenil
Notas
de
Paz
creada
en
2007,
busca
generar
un
modelo
de
construcción
de
espacios
de
paz
a
través
de
la
educación
y
formación
musical
en
los
barrios
menos
favorecidos
de
Cali,
Colombia,
en
zonas
con
índices
de
pobreza
y
violencia
que
superan
todos
los
indicadores
de
la
ciudad.
184
Música
de
Chicoral10
(2006)
en
la
vereda
del
Municipio
de
la
Cumbre
en
el
departamento
del
Valle.
También
está
la
Fundación
Canto
por
la
Vida11
(2002)
en
Ginebra
(Valle),
la
cual
juega
un
papel
fundamental
en
la
preservación
del
patrimonio
musical
andino
colombiano.
En
algunos
casos
municipales,
las
casas
de
la
cultura
apoyan
este
tipo
de
trabajo,
pero
tal
como
se
mencionó,
los
cambios
de
gobiernos
hacen
tambalear
dichos
proyectos.
Otra
tendencia
en
Educación
básica
corresponde
a
la
conformación
de
bandas
escolares,
las
llamadas
“bandas
de
guerra”,
ahora
denominadas
“bandas
de
paz”
cuya
práctica
no
hace
parte
del
currículo
y
cuyo
espacio
frecuente
de
difusión
corresponde
a
los
desfiles
locales
en
determinadas
fechas
del
calendario
escolar,
muchas
de
las
cuales
tienen
un
pobrísimo
nivel
de
interpretación
musical
Madrigal:
Formación
de
músicos
y
licenciados
en
música
Una
frase
recurrente
en
los
medios
de
comunicación
y
en
los
llamados
de
atención
sobre
la
educación
en
Colombia
recuerda
que
los
aspirantes
a
formarse
como
licenciados
en
cualquier
área
representan
los
puntajes
más
bajos
de
las
pruebas
de
Estado.
Siendo
así
cabe
preguntarse
¿en
qué
condiciones
llegan
estos
aspirantes
para
que
en
periodos
entre
4
y
5
años
puedan
formarse
como
docentes
de
un
área
específica,
sin
siquiera
contar
con
hábitos
de
lectura,
escritura
y
otra
serie
de
conocimientos
y
habilidades
básicas
para
un
buen
educador?
¿En
manos
de
quién
estamos
dejando
la
educación
escolar?
Además,
estos
aspirantes
llegan
con
bajos
niveles
de
formación
en
las
disciplinas
artísticas,
lo
que
conlleva
la
permanente
discusión
sobre
si
un
artista
puede
formarse
en
cinco
años,
o
peor
aún,
si
un
profesor
de
una
disciplina
artística
específica
alcanza
a
prepararse
como
maestro
escolar
en
el
mismo
tiempo.
Los
concursos
docentes
estatales
ofrecen
trabajos
para
una
modalidad
genérica
de
la
educación
artística.
El
licenciado
debería
tener
competencias
básicas
en
las
distintas
expresiones
como
la
danza,
el
teatro,
las
artes
visuales,
la
música,
etc.
para
ingresar
a
laborar
en
centros
docentes
donde
no
existen
los
recursos
ni
la
infraestructura
para
desarrollar
tales
labores.
10
fundación
patrocinada
por
la
empresa
Té
Hindú
11
Entidad
Educativa
y
Cultural
cuyo
objetivo
primordial
es
el
de
contribuir
al
desarrollo
de
procesos
formativos
en
música
de
manera
especial
en
el
Municipio
de
Ginebra.
185
¿Cómo
se
relacionan
los
programas
con
los
perfiles
de
formación?
En
el
siguiente
cuadro
se
observan
algunos
de
ellos:
IES
Tipo
de
programa
Perfil
de
egresados
/
perfil
ocupacional
1
(UPu12)
Licenciatura
en
Música
ü Profesional
de
la
educación
musical
con
la
capacidad
de
responder
a
las
necesidades
de
formación
musical
que
nuestro
contexto
sociocultural
le
exige.
Específicamente,
el
licenciado
en
música
tendrá
la
capacidad
de
crear
orientar
y
dirigir
procesos
de
formación
musical
en
la
educación
formal
o
no
formal.
ü Podrá
crear,
orientar
y
dirigir
agrupaciones
musicales
tipo
coro
o
instrumental
en
cualquier
institución
escolar.
ü A
su
vez,
y
de
acuerdo
con
sus
aptitudes
o
talentos
musicales,
podrá
desempeñarse
como
instrumentista
en
las
diversas
agrupaciones
musicales.
2.
(UPu)
Licenciado
en
Música
Tendrá
competencias
para:
ü Promover,
elaborar,
ejecutar
y
evaluar
procesos,
programas
y
proyectos
de
educación
musical
que
pertenezcan
al
ámbito
de
la
educación
básica.
ü Sistematizar
experiencias,
prácticas
y
saberes
producidos
en
la
educación
musical.
ü Desarrollar
procesos
de
investigación
en
educación
y
pedagogía
en
el
campo
de
la
docencia
musical.
ü Diseñar,
desarrollar
y
evaluar
metodologías
que
contribuyan
al
avance
del
conocimiento.
ü Diseñar,
desarrollar
y
evaluar
metodologías
y
materiales
educativos.
ü Adelantar
estudios
de
postgrado
en
los
campos
musical
y
pedagógico.
3. (UPr13)
Músico
ü Docentes-‐Artistas
en
música,
con
sensibilidad
y
criterio
estético
para
generar
reflexiones
a
través
de
sus
estudios
y
prácticas
para
que
difundan
los
valores
de
esta
disciplina,
y
que
contribuyan
al
enriquecimiento
y
multiplicación
de
la
percepción
humana
a
través
del
arte
musical.
4. (UPu)
Licenciado
en
Música
ü Músico
Educador,
entendido
como
el
profesional
capacitado
para
desarrollar
procesos
de
educación
musical
a
partir
del
dominio
y
evolución
permanente
de
su
disciplina
y
desempeño
artístico
en
sus
dimensiones
auditiva,
creativa
e
interpretativa,
sustentado
en
el
conocimiento,
investigación
y
12
UPu:
Universidad
de
Carácter
público
13
Universidad
de
carácter
privado
186
constante
análisis
de
los
procesos
y
modos
de
enseñanza–
aprendizaje
en
el
entorno
en
que
se
desempeña.
5. (UPr)
Música.
Énfasis
en
ü Apropiación
de
los
modelos
contemporáneos
de
formación
pedagogía
musical
musical.
ü Desarrollo
de
las
herramientas
investigativas
que
permiten
reflexionar
sobre
el
proceso
formativo,
formular
y
desarrollar
propuestas
teóricas,
metodológicas
y
didácticas
dentro
del
campo
de
la
educación
musical.
ü Compromiso
con
sus
realidades
sociales
y
realización
de
proyectos
de
intervención.
6. (UPr)
Estudios
Musicales.
ü El
egresado
estará
capacitado
para
ejercer
la
docencia
en
Énfasis
en
pedagogía
centros
de
formación
musical,
desde
el
nivel
pre-‐escolar
hasta
musical
el
universitario.
ü El
profesional
poseerá
las
competencias
para
desarrollar
investigación
formativa
en
proyectos
pedagógicos
de
carácter
institucional
o
personal.
ü Podrá
asesorar
o
participar
activamente
en
proyectos
de
educación
artística
a
nivel
local,
comunitario,
distrital,
departamental
o
nacional.
ü También
dará
continuidad
a
su
desarrollo
auto-‐formativo.
Cuadro
1:
Perfil
de
egresados
/
perfil
ocupacional
Aquí
se
observa
una
serie
de
elementos
comunes
que
parecieran
dar
cuenta
de
las
necesidades
del
medio
laboral.
Veamos
a
continuación
un
cuadro
sobre
las
competencias
que
debe
alcanzar
un
“ciudadano
del
siglo
XXI”,
desde
la
perspectiva
ministerial14:
Competencias
Técnicas
Competencias
Humanas
Competencias
Sociales
Dominio
de
TICs
Positivismo
Actitudes
y
habilidades
socio-‐
comunicativas
Bilingüismo
Emotividad
Trabajo
colaborativo
-‐
Trabajo
en
Equipo
Conocimiento
técnico
Afectividad
Articulación
con
diferentes
sectores
Manejo
de
conceptos
Altruismo
Capacidad
de
influir
en
los
demás
14
Según
el
resultado
de
CUEES
resultados
primer
foro
por
la
pertinencia
de
la
educación
superior
en
Santander
187
Aprendizaje
autónomo
Compromiso
Capacidad
de
negociación
Constante
actualización
Liderazgo
Capacidad
de
planificar,
coordinar
y
organizar
Profesional
critico
Responsabilidad
Capacidad
para
trabajar
bajo
presión
Pensamiento
estratégico
Automotivación
Cultura
ciudadana
Manejo
de
la
información
Creatividad
e
Innovación
Regionalismo
Pensar
-‐
Hacer,
ser
proactivos
Pensar
–
analizar
Globalización
Capacidad
de
análisis
Espíritu
emprendedor
Capacidad
de
priorizar
Adaptación
al
cambio
Capacidad
de
formular
Capacidad
de
asumir
riesgos
proyectos
Habilidad
para
tomar
decisiones
Inteligencia
emocional
Habilidad
para
administrar
el
tiempo
Capacidad
de
identificar
y
solucionar
problemas
Cuadro
2:
Competencias
de
un
ciudadano
del
siglo
XXI
Es
evidente
que
la
educación
musical
puede
contribuir
al
alcance
de
muchas
de
las
competencias
presentadas
en
este
listado,
no
sólo
en
las
llamadas
“competencias
humanas”,
que
son
de
obvia
relación
con
el
quehacer
artístico,
sino
también
en
cuanto
a
las
competencias
técnicas
y
sociales.
Pero
el
contexto
social
nos
abruma
con
una
gran
oferta
de
proyectos
sonoros,
muchos
de
ellos
de
pésima
calidad
tanto
en
lo
musical
como
en
su
propósito.
Entonces
el
educador
tiene
que
aprender
a
formar
públicos.
Aunque
la
educación
musical
no
pretende
en
primera
instancia
formar
músicos
de
profesión,
sí
tiene
entre
sus
propósitos
orientar
al
estudiante
a
desarrollar
una
mayor
sensibilidad
frente
al
fenómeno
musical,
hacia
su
apreciación
crítica,
constructiva
en
los
distintos
planos
de
audición:
sensorial,
relacional
y
formal.
El
educador
musical
puede
y
debe
hacer
música
con
sus
estudiantes,
pero
también
debe
orientar
hacia
una
buena
escucha,
que
construya
y
eleve
realmente
el
ser
interno
que
todos
tenemos.
¿Hace
parte
de
la
formación
universitaria
esta
orientación?
La
importancia
de
asegurar
una
educación
musical
se
perfila
como
una
necesidad
indiscutible
que
debe
asegurarse
para
toda
la
población.
Teniendo
en
cuenta
188
que
la
música
ha
sido
un
elemento
expresivo
y
comunicativo
común
a
todas
las
culturas
humanas
en
todas
las
épocas,
si
se
consideran
las
implicaciones
demostradas
de
los
efectos
de
la
educación
musical
en
el
desarrollo
tanto
de
capacidades
intelectuales
como
afectivas
del
ser
humano,
sin
lugar
a
dudas
es
indispensable
acercar
el
hecho
musical
a
todos
los
individuos
(Vilari,
2004:
p.
5).
Credo:
Educación
superior
en
música:
¿de
frente
o
de
espaldas
a
la
realidad
escolar?
En
el
diseño
de
programas
formativos15
no
sólo
se
debe
atender
los
objetivos
generales
en
los
que
se
enmarca.
Es
preciso
también
considerar
otros
aspectos
importantes
para
su
óptimo
funcionamiento,
tales
como
los
elementos
estructurales,
personales,
diagnósticos,
institucionales,
procedimentales
y/o
metodológicos.
Se
debe
profundizar
en
cada
uno
de
estos
aspectos
para
diseñar
futuros
planes
de
formación
en
la
Educación
Superior,
ya
que
mantienen
puntos
convergentes
y
otros
divergentes
con
relación
a
los
programas
de
formación
dirigidos
a
profesionales
del
resto
del
sistema
educativo.16
¿Qué
hacemos
en
las
Universidades
cuando
formamos
licenciados
en
música
cuando
en
la
realidad
laboral
se
observa
una
conformación
de
agrupaciones
aficionadas
que
buscan
su
sustento
en
presentaciones
privadas
o
círculos
recreativos
como
bares
y
restaurantes,
donde
la
cadena
de
desconocimiento
del
producto
artístico
es
grande,
resultado
entre
otros
de
una
deficiente
educación
artística
escolar?
Sumado
al
consumo
de
música
de
mala
calidad
gracias
a
la
difusión
realizada
por
medios
masivos
de
comunicación.
¿Cómo
cortar
esos
eslabones?
Para
Sloboda
(2012:
p.
339)
es
imposible
que
nadie
pueda
planear
la
formación
ideal
de
una
manera
que
se
ajuste
a
las
competencias
de
un
individuo
en
particular
y
que
los
profesores
y
estudiantes
desarrollen
estrategias
que
ayudan
a
producir
resultados.
Así
que
la
responsabilidad
es
compartida
entre
las
instituciones
que
forman
licenciados
y
el
propio
estudiante
de
licenciatura,
para
quien
convertirse
15
Decreto
1295
de
abril
de
2010,
por
el
cual
se
reglamenta
el
Registro
Calificado
que
trata
la
Ley
1188
de
2008
y
la
oferta
de
programas
académicos
en
Educación
Superior.
Así
como
la
Resolución
3456
del
30
de
diciembre
de
2003,
por
la
cual
se
reglamentan
los
programas
profesionales
en
Artes.
16
Es
menester
precisar
que
la
Resolución
3456
del
30
de
diciembre
de
2003
hace
explícita
la
necesidad
de
formar
en.
Aspectos
curriculares
comunes:
1)
Formación
del
pensamiento
reflexivo
y
crítico;
2)
Desarrollo
de
talentos
y
habilidades;
3)
Desarrollo
de
la
sensibilidad
y
de
la
percepción;
4)
Apropiación
de
fundamentos
del
arte
como
forma
de
comprensión
de
la
cultura;
5)
Apropiación
de
herramientas
necesarias
para
la
creación
y
la
expresión;
6)
Disposición
para
reconocer
aportes
de
otras
disciplinas;
7)
Desarrollo
de
competencias
en
la
lengua
materna
y
en
una
segunda
lengua;
8)
Utilización
de
estrategias
comunicativas
y
tecnológicas
actualizadas;
9)
Desempeño
ético,
cualificado
y
actualizado;
y
10)
Desarrollo
de
competencias
para
la
intervención
social
y
la
gestión
cultural.
189
en
un
verdadero
maestro
por
vocación
y
convicción
y
no
por
obligación
o
necesidad
haga
parte
de
su
proyecto
de
vida.
Según
Ángel
González
(2011),
la
educación
musical
en
general
atraviesa
la
crisis
de
todo
el
sistema
educativo,
compartiendo
una
compleja
trama
de
causas
y
efectos
comunes,
además
de
presentar
las
propias
con
características
y
especificidades
particulares.
Entre
ellos:
ü Diversidad
de
enfoques
curriculares
y
contenidos
en
cada
uno
de
los
distintos
niveles
de
enseñanza.
ü Diferencias
significativas
en
la
formación
de
los
docentes
del
sistema,
desde
“idóneos”,
músicos
autodidactas,
profesores
de
conservatorios
de
diversa
índole,
hasta
profesores
universitarios,
con
sus
consecuencias
pedagógicas
didácticas.
ü Diferentes
contextos
socio
-‐
culturales
y
geográficos.
Agnus
Dei
1
Sumado
a
lo
anterior,
el
educador
musical
se
enfrenta
a:
ü Falta
de
claridad
en
los
lineamientos
de
los
PEI
sobre
la
educación
musical.
ü Falta
de
articulación
en
el
currículo,
cuando
existe
dentro
de
éste
asignaturas
de
música.
ü Espacios
inadecuados
para
el
trabajo
musical.
ü Ausencia
de
materiales
de
apoyo
didáctico.
ü Número
muy
elevado
de
estudiantes
en
el
aula,
lo
que
impide
un
acompañamiento
y
orientaciones
personalizadas
con
las
aptitudes
musicales
de
cada
niño
o
adolescente.
ü Influencia
de
los
medios
masivos
de
comunicación
con
una
pésima
oferta
de
calidad
en
los
productos
musicales.
ü Improvisación
en
la
implementación
de
programas
extracurriculares
o
de
jornada
extendida
en
los
campos
de
las
artes
y
de
los
deportes.
ü Se
espera
un
producto
de
“demostración”
a
corto
plazo,
en
lugar
de
pensar
en
la
educación
musical
como
un
proceso
de
mediano
y
largo
plazo.
ü Selección
del
repertorio
que
quiere
implementarse
en
las
clases
de
música
(criterios
de
selección,
problemas
técnicos,
falta
de
herramientas,
entre
otros).
190
Agnus
Dei
2
Otros
problemas
que
enfrenta
el
profesor
de
música:
ü Desconocimiento
del
entorno
y
de
la
población
con
la
que
trabaja.
ü Falta
de
experiencia.
ü Intenta
implementar
metodologías
y
repertorios
ajenos
a
las
prácticas
culturales
y
musicales
del
entorno.
ü Conoce
los
rudimentos
de
la
didáctica
y
de
la
pedagogía,
pero
no
conoce
la
disciplina
musical
en
profundidad.
ü Conoce
la
disciplina
musical,
pero
desconoce
aspectos
básicos
de
la
didáctica
y
de
la
pedagogía.
ü No
adapta
—ni
se
adapta—
a
la
realidad
del
contexto
laboral.
ü Falta
de
conocimiento
o
de
interés
por
la
implementación
de
nuevas
tecnologías
de
la
información
y
comunicación.
ü Además
de
la
clase
de
música,
en
el
caso
de
la
educación
básica
(primaria
o
secundaria)
el
maestro
tiene
otras
responsabilidades
como
ser
coordinador
de
grupo,
tutor
o
ecónomo
del
centro
escolar,
entre
otras,
que
difícilmente
le
permiten
preparar
adecuadamente
sus
clases.
ü El
clima
escolar
(incluyendo
las
relaciones
con
estudiantes,
docentes
y
directivos)
afecta
favorable
o
desfavorablemente
el
desempeño
de
los
cursos
de
música.
ü Movilidad
profesoral,
cambios
permanentes
de
vinculación
de
docentes,
lo
cual
impide
realizar
procesos
de
formación.
ü Falta
de
oferta
de
cursos
de
actualización
en
pedagogía
musical
en
el
entorno.
ü Deficiente
o
mal
enfoque
en
el
uso
de
las
TIC’s
Coda
Es
necesario
que
los
programas
académicos
de
educación
superior
en
música
que
no
titulan
licenciados,
se
pregunten
hacia
dónde
dirigen
los
énfasis
de
educación
musical,
hacia
dónde
apuntan
y
cuál
será
el
reconocimiento
en
términos
económicos
de
quienes
le
apuestan
laboralmente
a
este
desempeño
sin
tener
títulos
de
licenciaturas.
191
La
formación
de
educadores
musicales
se
enfrenta
a
un
doble
compromiso:
el
saber
musical
y
el
saber
pedagógico,
ambos
ligados
al
contexto
en
donde
se
desarrollan.
Existe
un
interés
por
parte
de
diversos
sectores
en
que
pueda
darse
una
educación
musical
de
calidad,
pero
responde
a
sectores
educativos
que
no
acuerdan
el
establecimiento
de
políticas
y
de
implementación
de
una
educación
artística
a
nivel
básico,
realmente
obligatorio
y
de
calidad.
La
aparición
y
fortalecimiento
de
organizaciones
como
fundaciones,
instituciones
y
ONGs
en
el
campo
musical
trasciende
la
formación
musical
misma.
La
música
y
su
práctica
colectiva
son
utilizadas
como
estrategias
para
generar
cohesión
social
en
niños
y
niñas
en
diferentes
situaciones
de
vulnerabilidad.
Se
evidencia
la
necesidad
de
un
trabajo
articulado
y
colaborativo
entre
diversas
instancias,
de
lo
contrario
se
continuará
repitiendo
las
mismas
necesidades
sin
solución.
La
construcción
de
los
currículos
universitarios
y
de
los
PEI
debe
realizarse
en
los
contextos
reales,
ya
que
las
artes
tocan
todo
lo
que
hacemos.
La
formación
del
profesorado
es
clave
para
alcanzar
una
educación
musical
de
calidad,
lo
cual
incluye
—además
de
las
formaciones
disciplinares—
la
posibilidad
de
generar
proyectos
sustentables
y
de
realizar
gestión
administrativa.
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Ley
General
de
Educación
cumple
20
años
y
aún
no
se
conoce
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Cuees
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Resultados
primer
foro
por
la
pertinencia
de
la
educación
superior
en
Santander
Documento
Conpes
3.162
Documento
Conpes
3.409
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397
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la
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de
Educación
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Nacional
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Información
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http://www.wordreference.com/definicion/utop%C3%ADa,
recuperado
mayo
2014.
193
Fundamentaciones
de
Talleres
194
Acercamiento
a
la
música
por
medio
de
un
instrumento
de
origen
indígena:
la
ocarina
Martha
Patricia
Ramírez
Carrero
Colegio
San
Carlos,
Bogotá
La
experiencia
pedagógica
con
niños
nos
muestra
la
importancia
de
la
motivación
como
punto
de
partida
en
la
formación
musical.
Quisiera
lograr
con
este
taller
el
aprecio
y
valoración
de
un
instrumento
de
origen
indígena
que
guarda
grandes
riquezas
pedagógicas
musicales.
La
ocarina,
con
su
aspecto
de
juguete,
llama
la
atención
de
los
más
pequeños.
Con
una
guía
tranquila
para
su
manejo,
es
posible
alcanzar
un
aprendizaje
sencillo
que
despierte
el
interés
por
el
conocimiento
musical.
Este
aprendizaje
se
realiza
paso
a
paso,
con
una
metodología
que
incluye
tanto
ejercicios
y
canciones
como
acompañamientos
armónicos
que
enriquecen
la
práctica
de
un
instrumento
de
viento.
Aspectos
como
la
concentración,
la
disciplina
y
la
atención
son
fundamentales
en
la
práctica
musical.
Con
el
estudio
de
la
ocarina
los
alumnos
fortalecen
con
estos
valores
su
formación
integral.
El
aprecio
por
el
trabajo
realizado
por
el
hombre
indígena,
con
sus
instrumentos
y
expresiones
artísticas,
enriquece
nuestro
estudio
y
nos
anima
a
realizar
investigaciones
en
donde
vemos
la
importancia
de
fortalecer
nuestros
valores
culturales.
La
tecnología,
específicamente
la
Internet,
nos
ha
permitido
comprender
que
la
ocarina
se
ha
construido
en
todo
el
mundo.
Actualmente
grandes
músicos
la
estudian,
practican
y
construyen,
permitiendo
a
muchos
ocarinistas
encontrarse
en
importantes
festivales
en
donde
se
comparten
experiencias
musicales
innovadoras.
195
La
música
contemporánea
en
la
formación
del
profesor
de
educación
musical
Susana
Riascos
Aguirre,
Msc.
UPEL-‐IPRGR
Venezuela
A
mediados
de
los
años
60
algunos
compositores
contemporáneos,
impactados
con
la
búsqueda
de
las
nuevas
sonoridades
y
concepciones
sobre
el
sonido,
propusieron
una
nueva
pedagogía
musical
que
permitiera
una
correlación
entre
la
enseñanza
musical
y
la
música
contemporánea.
Contaron
para
ello
con
el
apoyo
del
Groupe
de
Recherches
Musicales
de
París
creado
por
Pierre
Schaeffer.
Según
Díaz
y
Giraldez
(2007),
la
nueva
pedagogía
activa
de
los
años
60
se
centró
en
tres
ideas:
la
primera,
la
música
de
“ruidos”
que
hacen
los
niños
en
la
edad
temprana
y
sus
primeras
experiencias
sensoriomotoras,
las
cuales
—incluyendo
las
referidas
a
la
música—
deben
comenzar
en
la
etapa
inicial.
En
segundo
lugar,
la
premisa
de
que
la
expresión
musical
debe
ser
entendida
no
sólo
como
ritmos
y
melodías,
pues
se
asevera
que
la
lectura
y
las
escrituras
musicales
hacen
parte
de
una
formación
especializada,
demostrando
que
las
formas
naturales
en
que
los
niños
“hacen
música”
tienen
en
común
solamente
al
sonido.
La
tercera
idea
gira
en
torno
a
que
ser
músico
no
implica
necesariamente
saber
de
música.
Esta
última
idea
afirma
la
importancia
de
despertar
la
musicalidad
del
niño
y
no
tanto
en
hacer
énfasis
en
su
conocimiento
musical.
De
esta
manera
los
niños
aprenden
música
a
través
del
juego-‐
ejercicio,
en
el
cual
no
se
pretende
formar
a
grandes
virtuosos,
sino
a
niños
que
aprecien
la
música
y
que
puedan
eventualmente
llegar
a
tener
una
formación
musical
especializada.
En
la
escuela
francesa
iniciada
por
Schaeffer
se
distinguieron
por
sus
propuestas
compositores
tales
como
Delande,
Henry,
Reibel,
Renard
y
Chion,
entre
otros,
quienes
se
enfocaron
en
la
revalorización
del
sonido
y
el
silencio,
una
nueva
actitud
en
la
forma
de
escuchar,
la
incorporación
de
los
sonidos
propios
de
la
naturaleza,
la
utilización
de
instrumentos
electrónicos
para
hacer
la
música
y
la
utilización
de
nuevos
signos
para
la
grafía
musical.
Ellos
liberaron
al
sonido
de
sus
reglas
y
encontraron
en
el
aula
de
clase
—y
en
los
niños
que
asisten
a
ella—
un
excelente
campo
para
trabajar
ya
que
permitía
la
interacción:
“un
público
receptor
sin
prejuicios
condicionantes
al
no
saber
música
de
la
manera
tradicional”
(ob.
cit).
Por
consiguiente,
tal
como
lo
afirma
Gainza
(1995),
comenzaron
a
aparecer
las
publicaciones
de
pedagogos
como
“George
Self
y
Brian
Dennis
en
Inglaterra,
Lili
196
Friedemann
en
Alemania,
Folke
Rabe
y
Jan
Bark
en
Suecia
y
el
"Contemporary
Music
Project"
en
los
Estados
Unidos.
Muy
pronto
se
sumarían
Murray
Schafer
(Canadá),
John
Paynter
(Inglaterra)”.
De
este
modo,
hacia
mediados
de
los
años
70,
los
pedagogos
musicales
en
diversos
países
del
continente
europeo
y
americano
propusieron
fórmulas
a
partir
de
la
manipulación
sonora
con
las
que
pretendían
integrar
los
principios
y
experimentaciones
de
la
música
contemporánea
surgidas
después
del
dodecafonismo,
las
cuales
eran
extensibles
a
cualquier
ámbito
de
la
educación
musical.
Sin
embargo,
aparte
de
los
educadores
musicales
que
tuvieron
y
tienen
interés
en
vincular
la
música
contemporánea
a
la
praxis
educativa,
son
muchos
los
que
recibieron
una
formación
docente
basada
en
el
pasado
y
continúan
ejerciéndola
de
igual
manera.
En
este
sentido,
según
Neves
(1974)
en
la
profesión
docente
se
nota
con
frecuencia,
además,
la
falta
de
creatividad.
El
profesor
de
educación
musical
“es
llamado,
hoy,
a
desempeñar
una
misión
que
exige
de
él
elementos
que
no
le
fueron
dados
y
que
deberá
buscar
por
iniciativa
propia”.
En
este
sentido,
la
autora
del
presente
estudio
señala
que
es
importante
notar
que
hay
un
gran
campo
para
el
desarrollo
de
la
imaginación
y
la
creatividad
cuando
se
incursiona
en
la
utilización
de
los
signos
que
integran
el
lenguaje
musical
contemporáneo.
La
enseñanza
tradicional,
dogmática
—primero
el
signo
y
después
el
“habla”
musical—
impiden
evidentemente
el
desarrollo
de
la
capacidad
musical
creadora.
El
conocimiento
de
las
nuevas
tendencias
musicales,
sumadas
a
la
experiencia
personal
de
los
docentes
y
el
deseo
de
impartir
una
educación
musical
de
calidad,
permiten
la
apertura
a
nuevos
paradigmas
en
la
enseñanza.
Neves
menciona,
que
“El
siglo
XX
musical
se
caracteriza
por
el
redescubrimiento
del
sonido,
tomado
como
materia
prima
de
la
música,
y
que
puede
ser
manipulado
libremente
por
el
"compositor"
(y
queremos
desde
ya
alejar
toda
connotación
mistificante
y
elitizante
de
este
término…)”.
Neves
asevera
además
que
el
compositor
es
cualquier
persona
que
manipula
el
sonido
y
lo
toma
como
su
medio
de
expresión
creativa.
En
relación
con
las
tendencias
actuales,
esta
premisa
permite
una
nueva
valoración
del
trabajo
del
compositor
en
el
aula
según
la
cual
los
participantes
utilizan
el
redescubrimiento
del
sonido,
individualmente
o
en
conjunto,
como
un
juego,
permitiendo
desarrollar
al
máximo
el
carácter
lúdico
de
la
música,
lo
cual
además
es
la
base
para
entender
el
trabajo
de
compositores
de
renombre
mundial
en
el
caso
de
la
electroacústica.
197
Enumeración
inicial
de
la
secuencia
de
acciones
proyectadas:
1. Recorrido
histórico:
de
los
métodos
activos
a
la
educación
musical
del
s.
XXI.
2. Utilización
de
técnicas
pedagógicas
contemporáneas
en
las
aulas
de
clase
latinoamericanas.
3. Exploración
y
experimentación
con
organización
formal
de
materiales.
4. Creación,
demostración
e
intercambio
de
nuevas
propuestas
para
la
utilización
de
la
música
contemporánea
en
el
aula
de
clases.
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[Consulta:
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abril
10].
198
199
Secuencias
rítmicas
corporales
–
SRC:
herramienta
pedagógica
musical
para
facilitar
la
independencia
rítmica
corporal
y
la
práctica
de
conjunto
1
Álvaro
Julio
Agudelo
Díaz
del
Castillo
Instituto
Alexander
Von
Humboldt
Corporación
Universitaria
Reformada
Barranquilla,
Colombia
La
música
colombiana
es
altamente
danzaría.
Sus
bases
rítmicas
(patrones
y/o
estructuras
de
acompañamiento)
y
sus
movimientos
corporales
son
fundamentales
en
las
formas
tradicionales.
En
ausencia
de
anomalías
al
momento
de
nacer,
todos
tenemos
las
mismas
posibilidades
neuromusculares
y
psicomotrices;
lo
que
cambia
son
las
informaciones
que
recibimos
a
lo
largo
de
la
infancia
y
la
adolescencia2.
El
cuerpo
como
instrumento
musical
ofrece
múltiples
posibilidades
sonoras;
partiendo
del
movimiento
corporal
(pasos)
y
dos
percusiones
básicas
(palmadas
y
pisadas),
se
propone
una
serie
de
secuencias
rítmicas
corporales
basadas
en
ritmos
tradicionales
colombianos
para
facilitar
el
desarrollo
de
la
coordinación
motriz
y
la
práctica
de
conjunto.
Básicamente
se
vinculan
cuatro
aspectos:
ritmo,
movimiento,
percusión
corporal
y
voz.
Esta
propuesta
se
ofrece
como
una
herramienta
pedagógica
musical
que
favorece
la
métrica,
la
independencia
rítmica
corporal3,
la
práctica
de
conjunto,
el
conocimiento
de
bases
rítmicas4
tradicionales,
la
lecto-‐escritura
rítmica
y
el
reconocimiento
de
partes
de
la
obra
musical,
a
la
vez
que
promueve
el
acercamiento
a
la
música
tradicional
colombiana.
En
la
práctica
escolar
de
conjunto,
el
autor
de
esta
propuesta
encontró
que
algunos
estudiantes
presentaban
dificultades
de
coordinación
rítmica,
especialmente
para
cantar
y
acompañarse
simultáneamente.
No
se
trataba
de
problemas
de
afinación
sino
de
disociación
rítmica.
En
la
búsqueda
de
ejercicios
para
el
desarrollo
de
la
motricidad
enmarcados
en
la
métrica
musical
que
incluyeran
la
voz
cantada,
la
investigación
planteó
varios
interrogantes
relacionados
con
timbres
instrumentales,
imitación
corporal
y
bases
rítmicas.
Entre
otros
interrogantes
se
destacaron
los
siguientes:
1
Arias
Camacho,
Tatiana
(1998).
Taller
de
música
tradicional
del
Tolima
y
del
Huila.
Sutatenza,
Boyacá.
Material
no
publicado.
2
Simphronio,
S.
(2012).
¿Será
la
coordinación
motora
cosa
de
pocos?.
Blog
de
Sergio
Simphronio
.
Recuperado
el
26
de
marzo
de
2013,
en
http://sergiosimphronio.blogspot.com/2012/03/sera-‐la-‐coordinacion-‐motora-‐cosa-‐de.html
3
Conocida
también
como
disociación
rítmica,
es
la
capacidad
para
ejecutar
simultáneamente
varias
estructuras
rítmicas
y/o
melódicas
con
el
cuerpo.
Por
ejemplo
cantar
y
acompañarse
al
mismo
tiempo
con
la
Guitarra.
4
Estructuras
rítmicas
de
acompañamientos.
200
• ¿Qué
instrumentos
de
los
formatos
tradicionales
colombianos
pueden
reproducir
individualmente
la
base
rítmica
característica
de
un
ritmo
específico
de
tal
forma
que
esa
base
identifique
al
ritmo
como
tal?
• ¿Qué
instrumentos
de
los
formatos
tradicionales
colombianos
se
pueden
imitar
tímbricamente
con
percusión
corporal?
• ¿Qué
instrumentos
de
los
formatos
tradicionales
colombianos
son
comunes
a
las
diferentes
regiones
culturales?
• ¿Qué
bases
rítmicas
de
la
tradición
sonora
colombiana
se
pueden
reproducir
corporalmente?
• ¿Qué
percusiones
corporales
es
factible
trabajar
con
niños
de
tal
forma
que
se
facilite
reproducirlas
simultáneamente
con
la
voz
cantada?
Las
respuestas
a
esos
interrogantes
permitieron
concluir
que
la
tambora
era
el
instrumento
que
más
se
acercaba
a
los
propósitos
iniciales.
Por
ello,
la
selección
de
las
bases
rítmicas
parte
de
aquellas
reproducidas
fundamentalmente
por
la
tambora.
Gracias
a
sus
particularidades
sonoras,
este
instrumento
puede
ser
imitado
corporalmente
y
puede
además
facilitar
la
adaptación
de
estructuras
rítmicas
de
diferentes
regiones
culturales
de
Colombia.
En
cuanto
a
sonidos
corporales,
las
preguntas
condujeron
a
buscar
apoyo
en
la
quiro-‐percusión5
basada
en
tres
tipos
de
palmadas
y
en
la
podo–percusión6
en
el
piso
con
desplazamientos.
En
las
prácticas
de
conjunto,
musicalmente
se
practicó
la
disociación
rítmica
transversal7,
percusión
a
primera
vista,
y
la
discriminación
métrica
y
tímbrica
de
percusiones
corporales.
Vocalmente
se
interpretaron
unísonos,
canciones
simultáneas
(quodlibet)
y
cánones
a
dos,
tres
y
cuatro
partes.
El
autor
siempre
ha
creído
en
la
fuerza
pedagógica
de
las
raíces
culturales.
La
esencia
de
la
propuesta
son
los
acompañamientos
(bases
rítmicas
tradicionales
del
folclor
colombiano)
con
palmadas
y
pisadas
imitando
la
tambora.
Esta
característica
hace
que
la
propuesta
se
pueda
adaptar
en
otros
países
en
donde
predominen
el
bombo
o
la
tambora,
como
por
ejemplo
en
Argentina,
Perú,
Bolivia
o
Ecuador,
entre
otros.
Las
SRC
se
plantean
como
un
recurso
pedagógico
musical
que
facilita
el
desarrollo
de
la
coordinación
motriz.
Creció
con
estudiantes
de
primaria
y
secundaria
5
Percusión
corporal
con
predominancia
de
las
manos.
6
Percusión
corporal
con
el
pie.
7
Combinación
de
palmadas
y
pisadas.
201
(de
primero
a
sexto
grado,
en
edades
comprendidas
entre
seis
y
once
años
de
edad)
del
Instituto
Alexander
Von
Humboldt
de
Barranquilla
(Colombia).
Su
construcción
se
dio
entre
octubre
de
1998
y
noviembre
de
2006.
Los
estudiantes
que
participaron
tenían
las
siguientes
características:
• Niños
con
poco
desarrollo
en
su
coordinación
motriz
gruesa.
No
con
problemas
físicos
corporales,
ni
métricos,
sino
con
deficiencias
para
coordinar
palmadas
y
pisadas
(se
les
dificultaba
reproducir
una
secuencia).
Ellos
demostraron
mejoría
a
partir
de
las
primeras
prácticas
con
las
SRC:
poco
a
poco
fueron
adquiriendo
destreza
corporal.
• Niños
con
deficiencias
en
la
marcación
del
pulso
estable.
Es
decir,
niños
con
problemas
de
métrica,
pero
no
de
coordinación
motriz.
Estos
fueron
los
que
demoraron
más
tiempo.
Inicialmente
reproducían
las
percusiones
corporales
sin
dificultad,
pero
no
mantenían
la
métrica
de
la
SRC.
El
trabajo
por
pares
(prácticas
de
alumno
con
alumno)
facilitó
el
progreso
de
estos
estudiantes.
• Niños
con
poco
desarrollo
en
la
independencia
rítmica
corporal.
No
podían
reproducir
simultáneamente
la
SRC
y
la
voz
cantada.
Estos
progresaron
desde
la
primera
práctica:
aprendían
rápidamente
las
SRC
y
luego
se
dedicaban
en
equipos
de
dos
a
tratar
de
cantar
y
simultáneamente
reproducir
la
SRC.
De
allí
surgió
el
proceso
de
metodológico
planteado:
primero
aprender
individualmente
la
SRC,
luego
en
equipo
(de
dos
estudiantes
en
adelante)
donde
uno
reproduce
la
SRC
y
el
otro
canta.
Todos
los
participantes
superaron
sus
dificultades,
pudiendo
cantar
y
acompañarse
simultáneamente
con
percusiones
corporales.
El
proceso
básico
de
enseñanza-‐aprendizaje
de
las
SRC
se
apoya
fundamentalmente
en
la
imitación.
En
la
escuela,
la
práctica
de
conjunto
es
uno
de
los
ejercicios
más
significativos
para
el
estudio
musical,
no
sólo
por
los
fundamentos
netamente
musicales
que
con
ella
se
afianzan,
sino
también
porque
con
ella
se
pueden
generar
procesos
de
convivencia
social.
Cabe
aclarar
que
el
conjunto
musical
es
también
una
pequeña
comunidad
cuyos
frutos
estarán
determinados
por
sus
relaciones
internas.
“A
través
del
arte
se
puede
enseñar
a
respetar
a
los
demás”8.
Uno
de
los
propósitos
de
la
enseñanza
del
arte
en
la
8
CARDENAS,
S
(Agosto,
1997).
Algunas
Reflexiones
Metodológicas:
El
sentido
de
la
educación
artística
en
la
escuela.
Revista
El
educador
frente
al
cambio.
Número
31,
p
33.
202
escuela
“es
contribuir
con
el
proceso
educativo
y
cultural
de
los
pueblos,
de
manera
que
sirva
como
medio
fundamental
de
comunicación
y
sensibilización”9.
Esta
propuesta
ya
ha
sido
adoptada
por
estudiantes
y
profesores
de
música
en
diferentes
contextos
culturales
y
académicos
de
Colombia
(Programa
nacional
de
música
para
la
convivencia,
Ministerio
de
Cultura
de
Colombia),
y
ha
participado
en
eventos
pedagógicos
musicales
en
Venezuela,
Argentina
y
Brasil.
Consideraciones
• La
esencia
de
la
propuesta
son
los
acompañamientos
(bases
rítmicas
tradicionales
del
folclor
colombiano)
con
palmadas
y
pisadas
imitando
la
tambora.
Las
pisadas
permiten
el
baile
(desplazamientos
y
coreografías).
Las
otras
percusiones
corporales
(palmadas
en
pecho
y
muslos)
se
ofrecen
para
reproducir
otros
acompañamientos
que
las
palmadas
y
pisadas
tímbricamente
no
imitan
la
base
rítmica
o
son
difíciles
de
realizar
con
esas
dos
percusiones.
• La
propuesta
está
planteada
para
iniciar
con
alumnos
desde
escuela
primaria,
pero
es
posible
practicar
algunas
SRC
con
alumnos
en
etapa
preescolar.
Niños
de
cinco
años
lograron
por
imitación
cantar
y
acompañarse
simultáneamente
con
la
SRC
del
bunde
(Variación
número
1).
• Con
las
SRC
se
puede
fortalecer
la
lectura
rítmica,
manejándola
como
acompañamiento
de
ejercicios
de
lectura.
Realizar
vocalmente
los
ejercicios
de
lectura
rítmica
y
simultáneamente
reproducir
una
SRC
relacionada
con
las
células
rítmicas
predominantes
del
ejercicio,
a
veces
puede
parecerse
a
la
lectura
una
improvisación
rítmica.
Este
tipo
de
lectura
también
favorece
la
independencia
rítmica
corporal.
• Las
SRC
con
palmadas
en
pecho
y
muslos
no
incluyen
desplazamientos.
Pueden
proponerse
con
base
en
las
necesidades
de
sus
alumnos.
Si
usted
lo
considera,
sugiera
desplazamientos,
siempre
y
cuando
las
pisadas
no
interfieran
tímbricamente
en
la
SRC.
9
Ibid.,
p.
32
203
• Las
percusiones
en
el
pecho
no
son
adecuadas
para
el
género
femenino,
deben
realizarse
con
precaución.
• El
profesor
necesita
practicar
las
SRC:
debe
ser
capaz
de
cantar
y
acompañarse
con
ellas
antes
de
enseñarlas.
La
imitación
es
el
recurso
básico
para
la
enseñanza-‐aprendizaje
de
esta
propuesta,
por
tanto
el
ejemplo
del
profesor
es
vital
para
el
proceso.
• La
práctica
de
la
propuesta
genera
conjuntos
musicales
en
los
alumnos.
Cuando
ellos
adquieren
destrezas
en
la
práctica
de
las
SRC
realizan
montajes
de
canciones,
asumiendo
las
SRC
como
instrumento
rítmico
corporal
y
a
la
voz
como
instrumento
melódico.
• Distribuya
adecuadamente
la
duración
de
las
clases
para
practicar
las
SRC.
El
palmoteo
prolongado
cansa
las
manos,
e
igual
ocurre
con
los
pies
al
realizar
las
pisadas.
En
el
Instituto
Alexander
Von
Humboldt
la
aplicación
de
la
propuesta
se
hizo
dentro
de
las
clases
regulares
con
una
duración
de
40
minutos
por
sesión,
una
o
dos
veces
por
semana.
• Los
materiales
de
la
suela
del
calzado
(cuero,
caucho,
etc.)
y
el
del
piso,
influyen
en
el
sonido
de
las
pisadas.
Tenga
en
cuenta
esto
para
las
presentaciones.
• Al
presentar
en
público
canciones
acompañadas
con
las
SRC,
tenga
en
cuenta
que
el
número
de
quienes
reproducen
las
SRC
debe
ser
menor
al
número
de
los
que
cantan.
Considere
también
que
la
intensidad
de
las
SRC
realizadas
con
palmadas
básicas
es
mayor
que
las
SRC
con
palmadas
ahuecadas
y
con
dos
dedos.
• La
propuesta
consta
de
una
cartilla
didáctica
con
20
SRC
(gaita
de
laboreo,
garabato,
tambora,
farotas,
puya
atlanticense,
porro
tapao,
paseo
vallenato,
cumbia,
son
corrido,
congo
de
barranquilla,
guabina,
pasillo,
bambuco,
currulao,
bunde,
danza
de
negritos,
porro
chocoano,
vals,
marcha
y
champeta)
y
un
DVD
complementario
con
ejemplos
del
proceso
de
enseñanza.
204
Proceso
pedagógico
básico
para
la
enseñanza
de
SRC
El
repertorio
ofrece
SRC
INDIVIDUALES
y
SRC
COMPARTIDAS.
Para
su
enseñanza
se
proponen
dos
formas
básicas,
una
por
imitación
y
otra
desde
la
lectura
rítmica
musical.
Aprendizaje
por
imitación
1. El
profesor
propone
la
Secuencia
Rítmica
Corporal
al
grupo
ubicado
en
círculo
y
ellos
la
aprenden
por
imitación.
a. Plantee
vocalmente
la
SRC
utilizando
dos
onomatopeyas:
PUM
y
TA.
Deje
que
los
alumnos
la
aprendan
por
imitación.
Por
ejemplo,
la
SRC
del
bunde
2:
Vocalmente
se
dice:
Pum
Ta-‐Pum
Pum
Ta
Pum
Ta-‐Pum
Pum
Ta
Reproduzca
la
SRC
reemplazando
los
PUM
por
pisadas
y
los
TA
por
palmadas.
(Para
facilitar
su
ejecución
alterne
los
pies
al
realizar
las
pisadas).
2. Realice
la
secuencia
desplazándose
en
una
dirección.
Los
movimientos
corporales
se
convierten
en
secuencias:
coordínelos
y
establezca
coreografías.
Como
ejemplo,
veamos
los
desplazamientos
de
la
SRC
del
Bunde
2:
F:
paso
al
frente
A:
paso
atrás
3. Utilice
la
secuencia
como
acompañamiento
de
una
canción.
Inicialmente
subdivida
el
grupo:
una
parte
canta
y
el
otro
acompaña
con
la
SRC.
Luego
invierta
los
roles.
Más
adelante,
permita
que
los
estudiantes
canten
y
se
acompañen
simultáneamente.
CONSIDERACIÓN:
Utilizar
la
SRC
como
acompañamiento
de
una
canción
demanda
práctica,
así
que
es
posible
que
necesite
de
varias
clases.
205
4.
Agréguele
a
la
obra
los
matices
que
a
usted
le
parezcan:
enseñe
a
dirigirla
y
preséntela.
CONSIDERACIÓN:
cuando
los
alumnos
ya
tienen
práctica,
las
SRC
se
pueden
enseñar
directamente
por
imitación
de
las
percusiones
corporales
con
sus
respectivos
desplazamientos,
sin
plantear
la
imitación
vocal.
Aprendizaje
desde
la
lectura
rítmica
musical
1. Lea
vocalmente
con
sus
alumnos
la
partitura
de
la
SRC
utilizando
las
onomatopeyas
TA
(X)
y
PUM
(●).
Por
ejemplo
la
SRC
para
la
Gaita
de
Laboreo
(Adaptación
basada
en
Cassiani)
10:
Se
lee:
Ta
Ta
-‐
Ta
Pum
Pum
Ta
Ta
-‐
Ta
Pum
Pum
2. Reproduzca
la
SRC
reemplazando
los
PUM
por
pisadas
y
los
TA
por
palmadas.
3. Realice
la
secuencia
en
una
dirección
manteniendo
un
tempo
constante.
Un
ejemplo
de
desplazamientos
para
la
SRC
de
la
gaita
de
laboreo
es
el
siguiente:
4.
F:
paso
al
frente
A:
paso
atrás
5. Utilice
la
secuencia
como
acompañamiento
de
una
canción.
6. Agréguele
a
la
obra
los
matices
que
usted
prefiera.
Enseñe
a
dirigirla
y
preséntela.
CONSIDERACIÓN:
Si
a
usted
le
parece,
puede
concluir
allí
el
montaje
e
iniciar
el
estudio
de
otra
SRC.
Si
no
es
así,
el
paso
a
seguir
puede
ser
el
aprendizaje
instrumental
de
los
acompañamientos.
Un
instrumento
accesible
de
estudiar
es
la
10
CASSIANI
M.,
J.
(1998).
Bases
rítmicas
tradicionales
de
la
costa
atlántica.
Material
no
publicado.
Barranquilla.
206
tambora,
pues
las
SRC
ejecutadas
con
palmadas
y
pisadas
plantean
en
su
mayoría
bases
rítmicas
ejecutadas
por
ese
instrumento.
Para
hacerlo
reproduzca
los
●
(puntos)
en
la
membrana
y
las
X
(equis)
en
la
madera
o
caja
de
resonancia
del
instrumento.
Anexo
Ejemplos
de
SRC
INDIVIDUALES
§ GAITA
DE
LABOREO
(Adaptación
basada
en
Cassiani,
1998)11
§ TAMBORA
(Adaptación
basada
en
Carbó,
2003)12
§ PUYA
ATLANTICENSE
(Adaptación
basada
en
Cassiani,
1998)13
§ GUABINA
(adaptación
basada
en
Arias,
1998)
11
Ibíd.
12
CARBO
R,
G.
(2003).
Tambora
baile
cantado
en
Colombia.
[Disco
compacto
de
audio
62,26
minutos]
Producciones
Tambora
-‐
Yai
Records.
13
CASSIANI,
Op.
cit.
207
§ PASILLO
Ejemplos
de
SRC
COMPARTIDAS
§ CUMBIA
(Adaptación
basada
en
Cassiani,
1998)14
§ GUABINA
(Adaptación
basada
en
González
,2001)15.
14
CASSIANI,
Op.
cit.
González,
Hugo
candelario
(2001,
enero).
Comunicación
personal,
Tumaco,
Nariño.
15
208
§ CHAMPETA
(Ritmo
popular
en
Cartagena
–
Bolívar;
Agudelo
2006)
Referencias
Agudelo
Díaz
del
C.,
Álvaro
(2006)
Secuencias
rítmicas
corporales
(SRC),
herramienta
pedagógica
para
facilitar
la
independencia
rítmica
corporal
y
la
práctica
de
conjunto.
Universidad
del
Atlántico.
Facultad
de
Bellas
Artes,
departamento
de
música.
Barranquilla,
Atlántico.
Documento
publicado
parcialmente.
Arias
Camacho,
Tatiana
(1998).
Taller
de
música
tradicional
del
Tolima
y
del
Huila.
Sutatenza,
Boyacá.
Material
no
publicado.
Carbó
R.,
Guillermo.
(2003).
Tambora
baile
cantado
en
Colombia.
[Disco
compacto
de
audio
62,26
minutos]
Producciones
Tambora
-‐-‐
Yai
Records.
Cardenas,
S.
(Agosto,
1997).
Algunas
Reflexiones
Metodológicas:
El
sentido
de
la
educación
artística
en
la
escuela.
Revista
El
educador
frente
al
cambio.
Número
31,
p
33.
9
Ibid.,
p.
32.
Cassiani
M.,
Julio
Cesar
(1998).
Bases
rítmicas
tradicionales
de
la
costa
atlántica.
Material
no
publicado.
Barranquilla.
González,
Hugo
Candelario
(2001,
enero).
Comunicación
personal,
Tumaco,
Nariño.
Simphronio,
S.
(2012).
¿Será
la
coordinación
motora
cosa
de
pocos?
Blog
de
Sergio
Simphronio.
Recuperado
el
26
de
marzo
de
2013,
en
http://sergiosimphronio.blogspot.com/2012/03/sera-‐
-‐-‐la-‐-‐-‐coordinacion-‐-‐-‐motora-‐-‐-‐cosa-‐-‐-‐de.html
209
Apreciaciones
acerca
del
taller
Pitti
Martínez
Universidad
Pedagógica
Nacional
El
interés
primario
de
la
propuesta
es
optimizar
la
apropiación
gráfica
de
las
cualidades
del
sonido
resaltando
la
importancia
de
la
forma
en
la
que
el
maestro
presenta
al
niño
lo
que
debe
aprender.
Son
sugerencias
alrededor
de
las
condiciones
en
que
se
da
este
proceso,
en
el
cual
debe
intervenir
todo
el
cuerpo,
todo
el
cerebro
y
todas
las
emociones
que
se
desprenden
de
variadas
situaciones
y
circunstancias
que,
a
través
del
lenguaje
y
la
lúdica,
logran
integrar
en
una
expresión
gráfica
los
contenidos
abordados.
A
través
de
la
propia
expresión
y
de
la
experimentación
con
el
sonido
y
los
elementos
a
su
alrededor,
el
niño
se
va
relacionando
y
va
apropiando
el
mundo
que
lo
rodea.
Estimulando
su
imaginación,
su
sensorialidad
y
su
creatividad
se
hace
una
apuesta
por
el
desarrollo
de
potencialidades
cognitivas,
sociales,
artísticas
y
culturales,
buscando
la
articular
los
intereses
propios
de
la
edad
con
los
manifiestos
de
la
educación
musical
y
los
contenidos
del
currículo.
Existen
múltiples
formas
de
interactuar
con
el
mundo,
pero
es
con
los
lenguajes
artísticos
como
se
logra
alcanzar
procesos
de
aprendizaje
duraderos
y
significativos.
El
movimiento
es
esencial
para
estimular
el
cerebro.
Vivenciar
cada
aprendizaje
hace
que
la
retención
del
mismo
sea
mayor,
estimulando
los
diferentes
tipos
de
memorias
(rítmica,
melódica,
táctil,
kinestésica).
Todas
requieren
ejercicios
permanentes
de
asociación,
de
identificación
de
patrones
que
permitan
estimular
procesos
de
pensamiento
y
mejorar
la
capacidad
de
análisis.
Las
secuencias
en
los
movimientos
son
fundamentales,
pues
por
medio
de
ellas
se
logra
retener
la
información
de
forma
más
duradera,
así
como
por
medio
de
la
memoria
auditiva
secuencial.
Estas
requieren
de
atención
sostenida
en
el
presente
para
lograr
el
procesamiento
de
la
información
recibida
y
así
lograr
acceder
a
más
información
a
largo
plazo.
La
atención
focalizada
unida
a
la
práctica
y
la
repetición
fortalece
la
integración
sensoriomotora,
fundamental
para
desarrollar
un
cerebro
más
apto
y
eficiente.
La
coordinación
visomotora,
así
como
la
gruesa
y
la
fina,
son
la
base
fundante
de
los
procesos
pre-‐gráficos
de
la
lectura
y
escritura
musical.
El
establecimiento
de
unas
rutinas
de
trabajo
que
inicien
con
el
cuerpo,
involucrando
el
movimiento
asociado
al
lenguaje,
las
líneas
melódicas
y
rítmicas,
percusiones
corporales
que
expresen
la
percepción
de
diferentes
contenidos
musicales
y
que
además
se
visualicen
a
través
de
diferentes
medios,
con
objetos,
con
gestos,
con
210
instrumentos
o
cualquier
elemento
que
ayude
a
dar
sentido
y
forma
a
lo
percibido,
que
colabore
en
la
toma
de
conciencia
de
los
aspectos
abordados
y
sentidos
permiten
llegar
a
una
posterior
expresión
gráfica
de
lo
aprendido.
De
esta
manera
se
organizan
y
generan
estructuras
de
pensamiento
sobre
las
cuales
se
van
a
desarrollar
posteriormente
los
contenidos.
A
través
de
la
práctica,
los
niños
hacen
a
través
de
la
creatividad,
transforman,
y
por
este
medio,
comprenden.
Tenemos
en
nuestro
cerebro
dos
hemisferios
con
funciones
diferentes
y
complementarias.
Por
medio
de
actividades
en
las
que
intervienen
aspectos
de
los
procesos
propios
de
la
adquisición
de
lenguaje
escrito
es
posible
proveer
de
oportunidades
y
circunstancias
variadas
en
las
que
se
promueve
la
interconexión
entre
ellos,
haciendo
que
este
intercambio
sea
cada
vez
más
fácil
y
habitual.
Los
juegos
de
manos
a
ritmo
de
canciones
y
sonsonetes
que
estimulan
la
sucesión
de
movimientos
y
golpes
percutidos,
el
juego
de
pelotas
grandes
y
pequeñas
rebotando
al
compás
de
músicas
variadas
o
pasando
de
mano
en
mano
haciendo
que
el
continuo
rítmico
se
mantenga,
los
movimientos
que
dibujan
en
el
aire
formas
y
trazos
bien
sea
con
una
mano
o
bien
con
la
otra,
con
objetos
y
figuras
que
representan
a
los
elementos
nombrados
en
rimas
y
canciones
que
los
acompañan.
Luego,
llegar
a
concretar
todas
estas
acciones
en
dibujos
y
pictogramas
que
representan
pequeñas
partes
del
mundo
conocido
que
al
tiempo
con
la
música
evocan
trazos
y
direcciones
en
el
espacio,
que
evidencian
la
apropiación
de
aspectos
psicomotores
importantísimos
en
el
desarrollo
general
de
los
niños,
sin
dejar
de
lado
el
aspecto
fundamental
que
hace
que
todo
esto
sea
posible:
el
goce
y
el
disfrute
que
acompaña
a
las
actividades.
No
se
trata
sólo
de
aprender
a
escribir,
sino
de
aprendizajes
para
la
vida.
Las
neurociencias
cognitivas
y
la
psicología
experimental
aplicadas
a
los
procesos
de
aprendizaje
nos
hablan
de
la
importancia
que
tiene
la
música
como
integradora
de
contenidos,
como
puente
entre
procesos
perceptuales
y
estructuras
cognitivas.
Todavía
falta
mucho
para
comprender
aspectos
claves
de
su
desarrollo,
pero
ello
no
implica
que
no
podamos
beneficiarnos
de
los
nuevos
aportes
para
incorporar
algunos
de
ellos
en
la
educación
musical
inicial.
El
juego
y
el
dibujo,
la
danza
y
el
movimiento
rítmico
y
el
lenguaje
(que
no
puede
desligarse
de
la
musicalidad
misma)
contribuyen
al
desarrollo
de
los
hemisferios
cerebrales.
Al
presentarse
de
forma
secuenciada
y
organizada
en
actividades
lúdicas
ligadas
a
la
música,
es
posible
conectar
el
sistema
emocional
a
la
memoria,
la
cual
es,
según
el
neurobiólogo
y
músico
Stefan
Collins,
la
mejor
forma
de
optimizar
el
almacenamiento
de
información,
base
para
posteriores
aprendizajes.
211
En
los
procesos
de
iniciación
a
la
lecto-‐escritura
musical
se
abordan
primeramente
los
contenidos
de
las
áreas
de
ritmo,
motricidad,
audición
y
entonación.
Se
parte
de
la
vivencia
y
apropiación
de
las
cualidades
del
sonido
por
medio
de
la
actividad
corporal,
expresando
por
medio
del
juego
y
la
danza,
el
movimiento,
el
continuo
rítmico,
la
coordinación
visomotora,
la
acción
y
la
reacción
sugerida
por
melodías
y
encadenamientos
de
palabras.
Esto
prepara
los
conceptos
de
direccionalidad,
espacialidad,
temporo-‐espacialidad
previos
a
la
introducción
a
los
procesos
gráficos
que
han
de
reflejar
su
apropiación.
La
propuesta
básica
es
moverse
con
el
apoyo
de
rimas,
canciones
y
juegos
corporales
explorando,
sintiendo
y
ejecutando
los
modos
rítmicos
contenidos
en
ellos
para
pasar
a
visualizarlos
a
través
de
la
expresión
corporal
e
ir
aproximándolos
al
proceso
gráfico
con
la
ayuda
de
los
trazos
básicos
de
la
escritura
para
luego
transformarlos
en
pictogramas,
es
decir,
dibujos
construidos
a
partir
de
trazos
simples
sugeridos
por
el
material
musical
que
incita
y
reta
a
la
mano
y
que
ayuda
a
la
mente
a
recordar
la
dirección,
cantidad
y
calidad
de
movimientos
impresos
en
él.
Los
movimientos
reiterados
y
rítmicos
son
una
ventana
de
oportunidad
que
promueve
la
apropiación
de
automatismos
necesarios
en
la
escritura
y
la
motricidad
fina
que
esta
requiere.
Esta
es
una
experiencia
que
se
ha
venido
desarrollando
e
implementando
en
Pitti
Taller
de
Música
en
la
ciudad
de
Bogotá
con
niños
y
niñas
desde
los
tres
años
de
edad,
y
que
también
disfrutan
niños
de
ocho
y
nueve
años
que
participan
voluntariamente
en
estas
actividades.
Hace
parte
del
programa
de
aprestamiento
musical.
Con
esta
propuesta
se
ha
evidenciado
el
gusto
desarrollado
en
los
niños
por
los
procesos
gráficos
así
como
el
incremento
en
la
memoria
asociativa,
memoria
melódica
y
rítmica
por
los
textos
y
canciones
con
los
cuales
se
aprendieron
los
trazos
y
los
pictogramas.
Estos
“dibujos
musicales”
vienen
a
complementar
el
trabajo
inicial
conocido
como
“Pittigrafías”,
que
contiene
la
presentación
de
los
insumos
que
se
hacen
presentes
en
los
pictogramas.
Con
esta
propuesta
se
pretende
ofrecer
a
los
maestros
otra
manera
de
abordar
la
pre-‐grafía
de
algunos
aspectos
del
lenguaje
musical
y
de
paso
cultivar
en
los
pequeños
alumnos
una
actitud
positiva
hacia
el
proceso
gráfico,
generando
en
ellos
hábitos
de
atención,
memoria
y
pensamiento
asociativo,
tan
importante
en
los
desarrollos
posteriores
que
se
llevarán
a
cabo
en
el
inicio
de
su
escolaridad.
Niños
alegres,
creativos
y
sensibles
a
la
belleza
de
las
palabras
y
la
música
sencilla
que
queda
plasmada
en
un
dibujo.
212
Los
avances
en
tecnología
y
en
el
conocimiento
del
cerebro
nos
abren
nuevas
posibilidades
para
explorar,
para
innovar
y
para
ratificar
lo
conocido,
pero
que
es
susceptible
de
reacomodarse
en
nuevas
miradas,
en
pensamientos
y
conceptos
integradores
que
tienen
como
objetivo
común
al
niño
en
su
potencialidad
creativa
y
cognitiva,
en
la
semilla
de
futuro
que
está
en
cada
uno
de
nuestros
alumnos.
Sin
mayores
pretensiones,
se
trata
de
compartir
algo
del
camino
recorrido
en
este
maravilloso
campo
de
la
pedagogía
musical
y
algunas
de
las
aproximaciones
a
este
fascinante
mundo
del
aprendizaje,
de
tratar
de
entender
cómo
es
que
funciona
el
cerebro
de
los
niños
y
cómo
hacer
que
la
música
haga
parte
de
este
increíble
proceso
de
ser,
de
hacer
y
conocer.
Referencias
Acevedo,
Annie
de.
¿Cómo
funciona
el
cerebro
de
los
niños?
Colombia.
Grijalbo
2014
Blakemore,
Sarah-‐Jayne
y
Frith,
Uta.
Cómo
aprende
el
cerebro.
Las
claves
para
la
educación.
España.
Ariel.
2008.
Hawn,
Goldie
with
Holden,
Wendy.
10
Mindful
Minutes.
USA.
Penguin
Group.
2011
Ibarra,
Luz
María.
Aprende
mejor
con
Gimnasia
Cerebral.
Mexico.
Garnik
Ediciones.
Levitin,
Daniel
J.
This
is
your
Brain
on
Music.
USA.
First
Plume
Printing
2007.
Maldonado,
Pedro,
Ph.D.
Educación
y
Neurociencia:
los
desafíos
de
una
convergencia
necesaria.
Colombia.
Revista
Internacional
Magisterio.
No.
68.
2014
Puentes
Osma,
Yesid.
Cerebro,
corazón,
mente:
nuevos
desafíos
para
crear
nuevas
realidades
en
la
escuela.
Colombia.
Revista
Internacional
Magisterio.
No.
37.
2009
213
Fundamentaciones
de
Muestras
de
Musicalización
214
Guitarra
colombiana:
explorando
la
música
colombiana
a
través
de
la
guitarra
Andrés
Villamil
Universidad
Pedagógica
Nacional
Este
material
es
el
producto
de
un
proceso
investigativo
integrador
y
profundo
cuyos
objetivos
son
recuperar
el
conocimiento,
las
tradiciones,
los
secretos
y
los
saberes
de
la
música
folclórica
colombiana
interpretada
en
guitarra,
así
como
promover
su
conocimiento
y
apropiación
por
parte
de
las
nuevas
generaciones
en
todas
las
regiones
del
país.
La
investigación
consistió
en
realizar
una
extensa
revisión
de
literatura
especializada,
una
consulta
a
maestros
expertos
de
música
colombiana
y
una
compilación
de
las
experiencias
de
aprendizaje
de
varios
maestros
con
el
fin
de
definir
los
ritmos
colombianos
que
pueden
ser
interpretados
en
la
guitarra.
Durante
más
de
10
años
se
ha
venido
trabajando
en
la
recopilación
de
saberes
en
esta
materia.
Como
primer
resultado
de
esta
investigación
se
produjo
en
2013
el
material
pedagógico
que
es
fundamento
teórico
y
técnico
de
la
diversidad
musical
colombiana.
Con
el
objetivo
de
aproximarse
a
los
interesados
en
la
música
(músicos
amateur
y
académicos,
educadores
en
diferentes
ámbitos
y
público
en
general)
para
enseñar
la
forma
correcta
de
interpretar
los
ritmos
colombianos
en
la
guitarra,
se
elaboró
este
producto
editorial
(libro
más
DVD)
que
contiene
la
riqueza
de
ritmos
colombianos
y
su
interpretación.
Este
producto
de
investigación
reúne
117
ritmos
colombianos
con
su
respectivo
pentagrama,
símbolos
y
explicación
con
un
video
para
cada
ritmo.
“Guitarra
colombiana:
explorando
la
música
colombiana
a
través
de
la
guitarra”
es
la
primera
fase
de
una
gran
obra
que
busca
modernizar
la
música
colombiana
y
fomentar
la
valoración
de
nuestra
riqueza
cultural
entre
las
nuevas
generaciones
a
través
del
uso
de
herramientas
tecnológicas
actuales
y
propias
de
los
jóvenes.
En
próximas
fases
se
espera
profundizar
en
cada
uno
de
los
117
ritmos
y
ofrecer
cancioneros
para
promover
su
uso
en
diferentes
círculos.
215
Orquestando
paz
para
mi
pueblo:
la
escuela
de
música
como
elemento
prosocial,
resiliente
y
generador
de
paz
dentro
del
resguardo
indígena
de
Tacueyó.
Jadin
Humberto
Charria
Chauguendo1
El
resguardo
indígena
de
Tacueyó,
Cauca
es
una
población
de
14.426
indígenas
nasa
que
ha
luchado
por
generaciones
por
mantener
sus
costumbres,
identidad,
trabajo
comunitario,
respeto
y
fidelidad
a
su
cosmovisión
indígena,
sin
desligarse
de
los
avances
tecnológicos
contemporáneos.
El
resguardo
cuenta
con
una
extensión
territorial
de
27.000
hectáreas;
su
imponente
ubicación
geográfica,
llena
de
paisajes
ancestrales,
corresponde
al
flanco
occidental
de
la
cordillera
Central.2
Su
intrincado
sistema
montañoso
y
la
conectividad
entre
los
departamentos
del
Valle,
Cauca,
Huila
y
Tolima
han
propiciado
por
décadas
el
tráfico
de
droga,
el
tránsito
de
grupos
de
diferentes
frentes
de
las
FARC,
el
reclutamiento
forzado
de
menores,
el
continuo
enfrentamiento
entre
el
ejército
nacional
y
las
FARC,
el
cultivo
ilegal
y
el
difícil
acceso
al
territorio,
entre
otros.
En
un
espacio
que
oscila
entre
el
amor
desmedido
por
su
patrimonio
ancestral
y
las
continuas
irrupciones
de
los
grupos
armados
y
sus
devastadoras
consecuencias
sociales,
se
erige
la
Banda
Escuela
de
Música
del
resguardo
indígena
de
Tacueyó,
con
una
misión
superior
que
la
de
formar
niños
y
jóvenes
en
la
música.
En
sus
inicios
la
escuela
de
música
fue
aceptada
con
pocas
esperanzas
de
sostenibilidad
y
receptividad
comunitaria,
pues
gran
parte
del
trabajo
musical
desarrollado
en
ella
podría
amenazar
las
tradiciones
y
costumbres
de
las
nuevas
generaciones
indígenas.
Sin
embargo,
el
material
tradicional
documentado
tales
como
cantos
ancestrales,
mitos
y
leyendas,
fue
empleado
en
la
formación
de
base
de
los
nuevos
estudiantes
de
música,
incluyendo
de
igual
forma
el
trabajo
técnico,
metodológico
y
pedagógico
necesario
para
consolidar
una
buena
base
musical.
Fue
necesario
acudir
a
tres
grandes
pilares
metodológicos
para
diseñar
todo
el
andamiaje
musical
de
la
escuela:
las
metodologías
Orff,
Kodály
y
Yamaha
Advantage
para
la
iniciación
en
instrumentos
de
banda.
Estas
metodologías
fueron
fusionadas
con
la
música
tradicional
del
resguardo,
sus
costumbres,
su
cosmovisión
y
la
lengua
nasa,
sin
dejar
de
acudir
esporádicamente
a
otras
metodologías
como
Willems
y
Dalcroze,
entre
otros.
Fue
supremamente
productivo
involucrar
el
método
Kodály
en
nuestra
estrategia
formativa,
pues
la
lengua
nativa
del
resguardo
indígena
de
Tacueyó,
“el
nasa”
está
en
vía
de
extinción,
de
modo
que
1
Licenciado
en
música,
Universidad
del
Valle.
Director
Banda
Escuela
de
Música
del
Resguardo
Indígena
de
Tacueyó
Cauca.
Email.
jadinsax@gmail.com
2
Censo
poblacional,
Oficina
sistema
de
información
del
Cabildo
Indígena
de
Tacueyó
Cauca
2014
216
fusionando,
adaptando
y
creando
canciones
en
la
lengua
nativa
conseguimos
estimular
la
preservación
de
un
patrimonio
inmaterial
de
invaluables
proporciones
a
su
vez
que
estamos
formando
técnicamente
a
los
niños
en
la
música.
Como
dijo
Kodály
“Todos
los
niños
deben
aprender
primero
su
lengua
materna
musical
y
por
esta
vía
acceder
al
lenguaje
universal
de
la
música.
Acceder
a
lo
último
sin
el
conocimiento
de
su
lengua
materna,
es
equivocar
el
verdadero
valor
pedagógico
de
la
música:
educarse
como
persona…”3
encontramos
también
en
el
método
Orff
un
recurso
supremamente
importante
en
la
separación
silábica
de
las
palabras.
Nos
permitió
potenciar
la
dicción
de
la
lengua
nasa
en
las
canciones
implementadas
a
su
vez
que
incorporamos
pequeños
ensambles
musicales
y
secuencias
rítmicas
corporales
para
acompañar
dichas
canciones.
Con
un
estímulo
melódico,
rítmico
y
armónico
tradicional
tan
fuerte,
dimos
paso
a
la
técnica
interpretativa
de
instrumentos
de
banda
mediante
el
método
Yamaha
Advantage,
incrementando
nuestro
campo
de
acción
musical
y
representación
artística
en
el
resguardo.
Ahora
contamos
con
un
elemento
musical
visible
para
toda
una
comunidad.
Al
poco
tiempo
de
consolidar
un
grupo
homogéneo
y
comprometido
se
conformaron
los
grupos
de
apoyo
para
la
Escuela,
como
la
junta
de
padres
de
familia,
junto
con
la
institución
educativa
más
grande
del
resguardo,
y
por
supuesto
el
respaldo
financiero
y
logístico
incondicional
del
cabildo
indígena
de
Tacueyó.
Sin
lugar
a
dudas,
la
escuela
había
nacido
para
quedarse.
Su
primer
concierto
fue
el
evento
cultural
más
importante
que
el
resguardo
había
presenciado
en
décadas,
con
lo
que
se
selló
su
compromiso
con
la
construcción
de
espacios
generadores
de
paz.
Los
grupos
representativos
que
ahora
conformaban
la
escuela
eran
el
coro,
la
chirimía
y
la
banda,
con
un
número
cada
vez
más
significativo
de
miembros
y
seguidores.
Para
poder
atender
la
creciente
población
musical
de
la
escuela,
se
capacitó
a
los
estudiantes
más
adelantados,
observando
sus
avances
técnicos,
su
aptitud
y
compromiso
frente
al
proceso
y
la
técnica
asimilada
en
el
mismo.
Con
herramientas
metodológicas
y
pedagógicas
musicales,
ellos
tenían
la
misión
de
ser
monitores
musicales
por
secciones
de
los
diferentes
grupos
representativos
de
la
escuela.
Ahora,
con
un
equipo
de
trabajo
musical
más
amplio,
la
cobertura
de
la
escuela
se
expande
con
posibilidades
de
atención
personalizada,
permitiendo
de
igual
forma
direccionar
todos
los
esfuerzos
no
sólo
hacia
la
formación
musical,
sino
también
hacia
la
sensibilización
comunitaria,
la
interacción
prosocial
de
nuestros
estudiantes
y
a
la
adecuada
resiliencia
al
conflicto
armado
y
demás
flagelos
que
agobian
la
comunidad.
3
Pilar
Pascua
Mejía,
2002,
Didáctica
de
la
música
para
primaria,
Pearson
educación,
Pág.
122
217
Gracias
a
los
avances
musicales
de
la
escuela,
nuestros
estudiantes
han
hecho
parte
de
diferentes
proyectos
musicales
importantes,
como
por
ejemplo
la
participación
en
concursos
de
banda
en
el
departamento
del
Cauca,
la
conformación
de
grupos
folclóricos
musicales
representando
al
resguardo
en
Barranquilla,
El
Banco
(Magdalena),
Montería,
Ipiales
(Nariño),
Cali
(Valle),
entre
otros;
la
aportación
en
proyectos
sinfónicos
de
gran
impacto
como
la
Orquesta
Caucana
de
Vientos
y
el
proyecto
sinfónico
“Sonidos
para
la
Paz”.4
Toda
esta
experiencia
musical
generó
en
nuestros
estudiantes
el
entusiasmo
por
emprender
su
estudio
profesional
en
la
Universidad
del
Cauca
y
la
Universidad
del
Valle,
potenciando
de
esta
manera
nuestra
proyección
técnica
y
perceptiva
de
la
música.
En
este
momento
la
Escuela
comienza
a
llamar
la
atención
de
grandes
empresas
musicales
como
Yamaha
Music
Latin
America,
con
quienes
realizamos
una
alianza
estratégica
para
la
formación
de
uno
de
nuestros
estudiantes
en
lutería,
posibilitando
así
mismo
la
formación
indirecta
de
más
jóvenes
tacueños
en
el
área.
Nuestro
proyecto
nos
ha
permitido
generar
un
sentido
de
pertenencia
más
profundo
en
el
resguardo,
así
como
la
continua
y
cada
vez
más
grande
consciencia
de
la
comunidad
respecto
de
las
bondades
del
música;
también
está
la
importante
disminución
de
niños
y
jóvenes
haciendo
parte
del
conflicto
armado
y
una
comunidad
entera
identificada
en
un
proyecto
artístico
que
cada
vez
se
hace
más
fuerte.
Nuestros
estudiantes
son
personas
sensibles,
prosociales,
resilientes
y
muy
musicales.
Fruto
de
nuestro
trabajo
organizado
y
comunitario
a
través
de
la
música,
Discovery
Channel,
Señal
Colombia
y
la
Crea
Media
Group
decidieron
realizar
el
documental
“Wejya,
vientos
de
eesistencia”5,
enfocado
a
las
difíciles
condiciones
en
las
cuales
nuestra
escuela
desarrolla
sus
actividades
y
cómo
está
generando
una
transformación
social
de
importantes
magnitudes
dentro
del
resguardo.
Sin
lugar
a
dudas
el
proceso
metodológico,
pedagógico,
administrativo
y
social
de
nuestra
escuela
se
ha
convertido
en
un
referente
generador
de
paz
dentro
del
Resguardo
indígena
de
Tacueyó
y
el
departamento
del
Cauca,
siendo
a
la
vez
un
modelo
importante
para
otras
escuelas
de
música
en
el
territorio
colombiano.
Todos
nuestros
avances,
logros
y
sueños
musicales
nos
han
permitido
aterrizar
en
la
misma
conclusión:
nuestro
proceso
musical
es
la
mejor
excusa
para
construir
sederos
generadores
de
paz
para
las
nuevas
generaciones
de
indígenas
nasa
en
el
resguardo
4
Ampliar
en
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-‐10751989
http://www.proclamadelcauca.com/2013/11/concierto-‐sonidos-‐para-‐la-‐paz-‐se-‐realizo-‐en-‐florida-‐y-‐miranda-‐norte-‐del-‐cauca-‐el-‐
pasado-‐domingo.html
http://www.semana.com/Imprimir.aspx?idItem=125986
5
Ampliar
en
http://www.senalcolombia.tv/component/programas/?view=micrositio&id_capitulo=6636
218
indígena
de
Tacueyó.
Es
nuestra
responsabilidad
ofrecer
las
herramientas
necesarias
para
que
nuestros
niños
y
jóvenes
indígenas
jamás
contemplen
la
posibilidad
de
atentar
contra
la
vida
de
ningún
ser
humano,
que
en
sus
hogares
-‐muchas
veces
disfuncionales
por
el
conflicto
armado-‐
cuenten
con
un
aliciente
sonoro,
que
esté
de
brazos
abiertos
para
escucharlos,
entenderlos,
acompañarlos
y
apoyarlos
en
su
búsqueda
incesante
de
paz.
219
Propuesta
para
la
presentación
y
venta
del
método
básico
de
iniciación
al
piano:
Piano
Adventures,
versión
en
español
Isabel
Otero-‐Bowen
Ana
Cristina
González
Correa
Pontificia
Universidad
Javeriana
Introducción
Como
músicos
profesionales,
iniciadas
en
el
piano
en
conservatorios
de
países
latinoamericanos
y
posteriormente
como
profesoras
de
piano,
somos
conscientes
de
la
necesidad
de
renovar
las
ofertas
de
métodos
para
la
iniciación
al
piano
de
niños
en
su
primera
infancia
que
existen
en
nuestros
países.
Reconociendo
la
importancia
del
Encuentro
Nacional
de
FLADEM
Colombia
para
el
campo
de
la
educación
musical
abordada
y
entendida
desde
tan
amplios
y
variados
frentes,
encontramos
que
es
el
espacio
ideal
para
lanzar
oficialmente
en
Colombia
el
método
Piano
Adventures.
Se
trata
de
una
alternativa
fresca,
seria
y
altamente
musical
para
la
iniciación
al
piano
de
niños
entre
los
6
y
los
9
años
de
edad.
Teniendo
en
cuenta
que
el
método
trae
consigo
una
filosofía
y
unos
principios
pedagógicos
que
se
enmarcan
dentro
de
la
esencia
de
FLADEM,
consideramos
que
la
presentación
del
método
Piano
Adventures,
versión
en
español,
encaja
perfectamente
en
al
menos
tres
de
los
ejes
temáticos
del
Encuentro:
las
prácticas
docentes
en
la
educación
musical
en
Colombia;
Educando
en
la
multiculturalidad:
creatividad
y
pedagogías
emergentes
en
Colombia;
y
Educación
musical,
investigación
y
reflexión.
Piano
Adventures
está
centrado
en
el
estudiante.
Su
enfoque
utiliza
el
análisis,
la
creatividad
y
la
expresividad
para
desarrollar
la
“musicalidad
en
la
mente
y
el
corazón”.
Las
piezas
son
cautivadoras
y
pianísticas.
El
repertorio
combina
también
ingeniosas
secciones
de
teoría
con
un
extraordinario
enfoque
técnico,
por
medio
de
los
cuales
busca
estimular
el
estudio
y
el
progreso
con
un
espíritu
aventurero
tanto
por
parte
del
estudiante
como
del
profesor.
En
su
versión
original
en
inglés,
el
método
ha
sido
el
favorito
por
más
de
15
años
en
los
Estados
Unidos.
Su
aceptación
y
la
capacidad
de
adaptación
a
las
culturas
y
lenguas
de
otros
países
han
sido
comprobadas
en
Corea,
China
y
Alemania.
La
versión
en
español
ha
sido
cuidadosamente
pensada
para
acoger
también
las
particularidades
y
las
características
del
repertorio
tradicional
de
nuestros
países
sin
perder
la
esencia
filosófica
y
pedagógica
de
los
autores
en
su
versión
en
inglés.
220
La
versión
en
español
del
método
no
es
una
mera
traducción
literal
de
la
versión
original
en
inglés.
La
inclusión
de
música
tradicional
del
mundo
hispanoparlante,
el
diseño
gráfico
adaptado
a
las
temáticas
regionales,
así
como
un
cuidadoso
uso
de
la
lengua
española
desde
su
riqueza
y
desde
sus
diferencias
con
el
inglés,
hacen
de
este
material
una
innovadora
y
refrescante
propuesta
pedagógica
para
el
inicio
de
nuestros
niños
al
piano.
Objetivo
general:
Dar
a
conocer
la
reciente
versión
del
método
básico
para
piano
Piano
Adventures
de
Nancy
y
Randall
Faber
en
su
versión
en
español.
Objetivos
específicos:
1. Presentar
la
filosofía
y
los
principios
pedagógicos
del
método
para
la
iniciación
al
piano
de
niños
entre
los
6
y
los
9
años
de
edad.
2. Acercar
a
los
participantes
del
Encuentro
Nacional
de
FLADEM
–
Colombia,
al
método
Piano
Adventures
a
través
de
una
presentación
del
material
que
incluya,
entre
otros,
la
demostración
del
repertorio
y
las
consideraciones
al
momento
de
traducir
un
método
del
inglés
al
español.
3. Ofrecer
al
público
la
venta
de
los
tres
(3)
primeros
niveles
del
método
Piano
Adventures,
ampliando
de
esta
manera
la
oferta
que
de
este
tipo
de
métodos
se
tiene
en
nuestro
país.
Acerca
del
método
Piano
Adventures
y
sus
autores
-‐ Los
autores
Combinando
sus
experiencias
como
compositora
e
intérprete,
respectivamente,
Nancy
y
Randall
Faber
han
realizado
una
importante
labor
de
apoyo
para
profesores
y
estudiantes
de
piano.
Juntos
son
autores
de
más
de
200
publicaciones
entre
las
cuales
se
destaca
Piano
Adventures®,
un
método
muy
respetado
que
ha
motivado
a
estudiantes
de
todo
el
mundo.
Los
Faber
promueven
el
estudio
del
piano
no
solamente
para
buscar
la
expresión
personal
o
el
éxito
como
intérprete,
sino
también
como
un
medio
para
impulsar
el
desarrollo
creativo
y
cognitivo
del
estudiante.
Su
filosofía
se
refleja
en
sus
escritos,
sus
apariciones
en
público
y
su
propio
trabajo
docente.
221
-‐ El
método
La
versión
internacional
del
método
Piano
Adventures
está
diseñada
para
que
se
trabajen
simultáneamente
dos
(2)
libros
por
nivel:
Lecciones
y
teoría,
el
primero,
y
Técnica
e
interpretación,
el
segundo.
Son
seis
(6)
niveles
en
total.
La
versión
en
español
cuenta
por
el
momento
con
los
tres
primeros
niveles,
que
son
los
que
se
pretende
lanzar
en
el
VIII
Encuentro
FLADEM-‐COLOMBIA.
El
catálogo
completo
de
la
versión
en
español
del
método
se
puede
consultar
en
el
siguiente
link:
http://pianoadventures-‐es.com
El
libro
de
Lecciones
y
teoría
del
Nivel
1
introduce
el
teclado,
los
valores
de
las
notas,
el
solfeo
y
el
reconocimiento
de
pasos
y
saltos
por
medio
de
una
gran
variedad
de
estilos
musicales
que
incluye
también
canciones
tradicionales
en
español.
El
libro
de
Técnica
e
interpretación
desarrolla
la
habilidad
técnica
y
la
expresividad.
Comienza
con
cinco
“secretos
técnicos”,
seguidos
por
ejercicios
cortos
y
efectivos.
En
cada
unidad
los
estudios
llevan
a
una
pieza
de
recital
cautivadora,
donde
las
habilidades
técnicas
se
convierten
en
herramientas
para
la
expresividad
musical.
Entre
las
características
de
los
libros
del
Nivel
1
está
la
combinación
de
tres
elementos
pedagógicos
que,
usados
al
mismo
tiempo,
obtienen
un
valor
exponencial
para
poder
lograr
los
mejores
resultados
posibles
con
los
estudiantes
principiantes
en
el
tiempo
limitado
de
las
clases:
• La
introducción
de
notas
nuevas
con
digitaciones
variadas
para
desarrollar
la
lectura
de
notas.
•
El
uso
del
peso
del
brazo
para
producir
sonido
y
desarrollar
la
técnica.
• El
uso
del
tercer
dedo
con
el
pulgar
detrás
como
soporte
para
asegurar
la
posición
redonda
de
la
mano
y
la
firmeza
de
las
puntas
de
los
dedos.
Aunque
cada
uno
de
ellos
tiene
una
función
única,
estos
tres
conceptos
se
refuerzan
mutuamente
si
los
combinamos
de
forma
inteligente.
El
libro
de
Lecciones
e
interpretación
del
Nivel
2
utiliza
el
solfeo
para
enseñar
todas
las
notas
del
sistema
para
piano,
reforzando
al
mismo
tiempo
el
valioso
concepto
de
“notas
guía”.
La
musicalidad
se
enriquece
con
la
introducción
del
legato
y
el
222
staccato.
El
desarrollo
de
la
lectura
continúa
con
el
reconocimiento
de
intervalos
hasta
la
5ª.
Las
notas
tónica
y
dominante
se
exploran
de
manera
auditiva.
El
libro
de
Técnica
e
interpretación
del
Nivel
2
se
concentra
en
la
relajación
de
la
muñeca
y
la
coordinación
entre
los
dedos.
Se
presentan
cuatro
nuevos
“secretos
técnicos”,
y
el
repertorio
incluye
canciones
tradicionales
en
español
y
estudios
de
compositores
como
Beyer,
Czerny
y
Gurlitt.
En
el
nivel
3
se
introducen
patrones
rítmicos
en
corcheas,
la
transposición
de
escalas
de
5
dedos
a
tonalidades
mayores
y
menores
y
un
repertorio
variado
que
refuerza
los
conceptos
teóricos
y
el
fraseo.
En
este
nivel
se
manejan
cinco
“secretos
técnicos”,
entre
los
cuales
está
la
profundización
de
“elevar
la
muñeca”,
como
medio
para
lograr
un
excelente
fraseo.
La
aproximación
holística
al
aprendizaje
musical
desde
el
piano
sin
duda
constituye
una
de
las
características
más
notables
de
este
método.
Considerando
que
uno
de
los
ejes
temáticos
del
VIII
Encuentro
FLADEM-‐Colombia
es
la
pedagogía
instrumental,
la
presentación
de
este
método
puede
interesar
no
sólo
a
profesores
de
piano
de
alumnos
en
edad
escolar,
sino
también
a
educadores
musicales
interesados
en
la
integración
de
conceptos
teóricos
musicales
a
la
clase
de
instrumento.
223
Prácticas
didácticas
para
la
enseñanza
de
la
guitarra
en
etapas
de
iniciación
a
partir
de
recursos
literarios
María
Teresa
Pineda
Martínez
U.
Autónoma
de
Bucaramanga
–
Pontificia
U.
Javeriana
Colegio
Hacienda
Los
Alcaparros
Resumen
La
presente
ponencia
presenta
una
propuesta
pedagógica
para
la
enseñanza
de
la
guitarra
en
etapas
de
iniciación
integrando
recursos
literarios
y
partiendo
de
la
integración
de
las
artes
y
su
vivencia
en
la
niñez;
observa
valiosas
herramientas
de
la
música
y
la
literatura
como
medio
didáctico
para
la
práctica
y
aprendizaje
del
instrumento
en
niños
de
4
a
8
años
y
se
sustenta
en
aspectos
del
aprendizaje
significativo,
las
metáforas
y
el
pensamiento
metafórico,
que
descubren
en
elementos
como
las
palabras,
las
imágenes
metafóricas
o
las
historias
narradas
un
recurso
útil
y
didáctico
para
la
práctica
y
exploración
del
instrumento.
Dicha
idea
nació
de
la
experiencia
y
oficio
profesional
de
la
maestra
María
Teresa
Pineda
Martínez
en
el
ámbito
de
la
enseñanza
de
la
guitarra
y
como
estudiante
de
Literatura
de
la
Universidad
Autónoma
de
Bucaramanga,
y
fue
presentada
y
desarrollada
como
proyecto
de
investigación
y
tesis
de
grado
para
optar
por
el
título
de
Profesional
en
Estudios
Literarios.
A
lo
largo
del
proceso
de
investigación
se
desarrollaron
una
serie
de
talleres
dentro
de
las
clases
de
guitarra
del
Colegio
Hacienda
Los
Alcaparros
y
la
Pontificia
Universidad
Javeriana
sustentadas
en
el
marco
referencial
mencionado,
encontrando
como
resultados,
entre
otras
cosas,
que
los
textos
literarios
favorecen
la
creatividad,
la
expresión
y
el
sentido
al
interpretar
o
explorar
el
instrumento
musical,
y
que,
de
otra
parte
pueden
influir
en
el
interés
y
motivación
de
los
niños
en
su
práctica
musical.
Introducción
La
enseñanza
instrumental
musical
es
un
campo
pedagógico
que
requiere
aún
de
mucho
estudio
y
valoración
en
nuestro
país,
ya
que
el
énfasis
de
la
mayoría
de
las
escuelas
académicas
se
centra
en
la
ejecución
y
no
en
la
pedagogía
del
instrumento.
Muchos
de
los
profesores
de
instrumento
tienen
dificultades
para
transmitir
su
saber
porque
fueron
entrenados
para
“tocar”
y
manejar
conceptos
teóricos
relativos,
por
ejemplo,
a
la
forma
y
análisis
de
materiales
musicales.
Sin
embargo,
el
ejercicio
profesional
y
la
experiencia
han
demostrado
la
necesidad
de
indagar
en
metodologías
224
de
transmisión
de
conocimiento,
así
como
de
aprender
a
relacionarse
con
los
estudiantes
de
una
forma
más
eficaz.
Los
textos
literarios
poseen
la
magia
-‐particularmente
en
los
niños-‐
de
favorecer
vínculos
afectivos.
Además,
facilitan
y
enriquecen
la
comunicación
y
la
dinámica
del
lenguaje.
Por
una
parte,
las
palabras
comparten
atributos
que
se
pueden
relacionar
con
la
música
como
son
el
ritmo
y
el
acento;
por
otra,
la
metáfora
sirve
de
estímulo
para
la
creatividad
o
la
asimilación
de
conceptos
desde
una
perspectiva
asequible
al
contexto
del
niño
para
generar
una
experiencia
significativa.
La
exploración
de
estos
aspectos
puede
llegar
a
descubrir
valiosas
herramientas
para
enseñar
y
transmitir
con
responsabilidad
la
enseñanza
del
instrumento,
en
este
caso
la
guitarra,
y
favorecer
el
aprendizaje
de
la
música
expandiendo
sus
posibilidades
metodológicas
con
un
sentido
artístico
integral
y
holístico.
Fundamento
teórico
En
varias
expresiones
creativas,
las
artes
se
complementan
y
enriquecen
propiciando
nuevos
y
variados
campos
de
expresión.
En
el
caso
de
los
niños
y
la
educación
musical
observamos
como
primer
ejemplo
la
canción
infantil,
que
se
sirve
de
la
música
y
el
lenguaje
para
ahondar
en
el
abismo
de
la
sensibilidad.
Algunas
de
estas
expresiones
comparten
la
similitud
en
ciertos
elementos,
o
la
posibilidad
de
generar
distintos
tipos
de
asociaciones
metafóricas.
La
música
y
el
lenguaje
oral
están
constituidos
por
elementos
similares
relacionados
con
el
sonido
tales
como:
ritmo,
pausas,
matices,
variación
de
intensidad
y
velocidad,
entre
otros;
aunque
cada
uno
posee
un
código
propio,
pueden
ser
percibidos
por
los
niños
sin
diferenciación
ya
que
se
combinan
aleatoriamente,
de
donde
se
infiere
que
la
palabra
posee
una
íntima
relación
con
la
música
y
que
puede
ser
usada
con
propósitos
pedagógicos
tal
como
lo
demuestra
el
trabajo
de
Marín
y
García
(2005)
en
su
libro:
“Música
y
palabra;
ritmo
entonación
y
lenguaje
popular”,
en
el
cual
aprovecha
la
riqueza
del
lenguaje
para
convertir
coplas,
adivinanzas
y
refranes
en
canciones
y
vivencias
musicales.
El
uso
de
los
elementos
del
lenguaje
en
la
experiencia
de
aprendizaje
de
los
elementos
musicales
a
través
de
un
instrumento
-‐en
este
caso
la
guitarra-‐
nos
pareció
pertinente
para
el
estudio
realizado.
De
otra
parte,
se
infiere
que
la
literatura
infantil
y
las
posibilidades
de
la
metáfora
permiten
un
acercamiento
significativo
del
maestro
hacia
los
niños
y
que
sobre
todo
estimulan
su
universo
creativo.
Por
ello,
a
partir
de
trabajos
de
grado
tales
como
“Creación
narrativa
en
torno
a
la
imagen
en
el
libro
infantil”
de
Pérez
y
Tabares
225
(2009),
maestras
en
educación,
o
“Formación
docente
en
procesos
creativos
exploratorios
mediante
el
uso
de
la
metáfora
para
transformar
las
preguntas
que
los
maestros
hacen
en
el
aula”
de
Álvarez,
Barreto
y
Cano
(2009),
se
concibe
la
idea
de
explorar
en
la
literatura
la
metáfora
como
posibilidad
para
proponer
experiencias
significativas
que
acompañen
al
niño
en
el
desarrollo
de
sus
habilidades
instrumentales.
Keith
Swanwick
menciona
la
metáfora
o
las
transformaciones
metafóricas
como
un
proceso
y
producto
del
discurso
musical
dado
en
la
experiencia
personal
del
individuo.
Partiendo
de
ello
se
entiende
la
experiencia
metafórica
como
posibilidad
de
estimular
experiencias
creativas
en
los
niños
citando
imágenes
de
su
propio
mundo
para
inducir
relaciones
de
significado
que
enriquezcan
sus
percepciones
interpretativas.
Se
puede
decir
que
la
integración
de
las
artes
es
una
de
las
tendencias
de
la
pedagogía
en
los
últimos
tiempos.
El
hecho
de
que
cada
una
de
ellas
surja
de
la
experiencia
empírica
(tacto,
la
vista
o
el
oído)
las
convierte
en
un
complemento
necesario
para
el
desarrollo
humano.
La
primera
publicación
que
describe
una
interacción
perfecta
de
las
artes
fue
el
“Programa
de
la
escuela
de
arte
integral”
(1939)
de
León
Winslow;
luego,
en
las
décadas
de
1970
y
1980
surgieron
estudiosos
del
tema
tales
como
Liora
Brester,
Harry
Broudy
y
Elliot
Eisner.
Ellos
dieron
la
relevancia
suficiente
a
las
artes
como
componente
esencial
del
aprendizaje,
como
forma
de
comprensión
del
mundo
y
como
fortalecimiento
de
la
imaginación.
Esto
trajo
consigo
el
surgimiento
de
un
creciente
grupo
de
investigadores
en
el
tema1.
La
psicolingüística
fue
considerada
como
una
ciencia
importante,
ya
que
estudia
el
proceso
cognitivo
y
las
imágenes
abstractas
que
se
forman
en
un
hablante
al
hacer
uso
del
lenguaje.
De
estas
fuentes
surgió
este
proyecto,
el
cual
busca
proponer
una
herramienta
didáctica
para
la
enseñanza
de
la
guitarra
empleando
recursos
literarios
y
la
exploración
de
la
relación
entre
literatura
y
música
como
parte
del
proceso
de
enseñanza
y
aprendizaje
musical.
Metodología
Luego
de
indagar
sobre
los
conceptos,
hechos
o
postulados
mencionados
anteriormente,
se
diseñaron
y
aplicaron
una
serie
de
talleres
basados
en
ejercicios
o
prácticas
que
involucraran
el
aprendizaje
de
la
guitarra
usando
recursos
del
texto
1
Ver:
http://en.wikipedia.org/wiki/Arts_integration
226
literario
en
un
grupo
de
niños
de
4
a
8
años,
estudiantes
de
guitarra
de
la
profesora
María
Teresa
Pineda
Martínez.
Seguidamente
se
documentaron
las
observaciones,
comentarios
y
anécdotas
de
los
talleres
de
forma
escrita
por
parte
del
maestro
y
se
tomaron
algunas
muestras
de
audio-‐video,
como
registro
de
la
experiencia.
Además
se
aplicó
un
formulario
de
preguntas
a
algunos
padres
de
familia
presentes
en
el
desarrollo
de
los
talleres
para
verificar
y
evaluar
la
pertinencia
de
la
propuesta
planteada.
Para
orientar
los
talleres,
éstos
se
clasificaron
según
las
temáticas
trabajadas
en
el
marco
teórico
mediante
un
sistema
de
trabajo
particular
de
la
siguiente
manera:
-‐ Presentación
de
una
muestra
de
cada
tipo
de
taller
1.1
Talleres
de
aplicación
basados
en
pensamiento
metafórico:
Este
grupo
de
talleres
hace
uso
de
situaciones
imaginarias
para
iniciar
el
proceso
de
contacto
con
el
instrumento,
como
por
ejemplo
el
despegue
de
un
cohete
espacial
para
enseñar
los
pasos
básicos
de
sentarse
en
posición
con
la
guitarra.
En
lugar
de
dar
una
serie
de
instrucciones
como
abrir
las
piernas,
sentarse,
colocar
la
guitarra
verticalmente,
etc.,
se
acude
a
invocar
la
atención
del
niño
describiendo
las
imágenes
de
un
cohete
en
el
despegue
en
cuatro
pasos.
Ello
posibilita
coger
el
instrumento
naturalmente,
enumerando
en
una
sencilla
secuencia
narrativa
los
movimientos
que
se
deben
realizar.
Se
considera
una
experiencia
significativa
porque
hace
referencia
a
algo
que
ya
se
conoce
y
que
muy
seguramente
hace
parte
del
imaginario
de
los
niños
como
lo
son
los
cohetes,
el
espacio
y
los
astronautas.
2.2.
Talleres
usando
palabras
o
expresiones
verbales:
Se
trata
de
grupo
de
talleres
en
los
que
los
recursos
empleados
principalmente
son
las
palabras
y
sus
divisiones
silábicas.
Se
trata
de
canciones
cortas
con
letra
en
las
que
se
trabajaron
las
frases,
palabras
o
sílabas,
atribuyéndoles
una
acción
específica
de
toque
con
la
guitarra.
Además,
las
canciones
se
usan
como
tema
mediador
para
centrar
el
interés
en
una
imagen
u
objeto
conocido
y
que
sea
decible
o
recitable
con
la
voz,
y
posteriormente
decible
o
recitable
con
la
guitarra.
2.3. Talleres
sobre
historias
musicalizadas:
Las
historias
musicalizadas
son
pequeñas
narraciones
verbales
o
cuentos
realizados
con
sonidos
de
la
guitarra.
Al
contar
una
historia
se
busca
involucrar
al
niño
con
la
emoción
227
del
sonido.
Los
movimientos
estimulan
su
expresión
propia,
ampliando
la
forma
de
percepción
y
comprensión
de
las
formas
de
tocar
la
guitarra
mediante
un
texto
narrativo.
Resultados
y
conclusiones
Tras
la
aplicación
de
los
talleres
mencionados
se
anotaron
comentarios
y
anécdotas
a
partir
de
la
observación
del
maestro.
Respecto
de
los
ejercicios
mostrados
en
los
ejemplos
anteriores
se
registraron
en
video
algunas
impresiones
de
los
niños
y
se
aplicó
una
encuesta
a
los
padres
que
estuvieron
presentes.
Así
se
pudo
determinar
que:
• Los
textos
literarios
ofrecen
herramientas
útiles
para
el
aprendizaje
de
la
guitarra
en
etapas
de
iniciación,
especialmente
en
los
niños
de
4
a
7
años.
• Los
textos
literarios
ayudan
a
los
padres
a
realizar
prácticas
más
efectivas
con
sus
hijos,
y
a
los
niños
les
ayuda
a
recordar
las
actividades
porque
se
conectan
con
su
lenguaje
e
imaginario.
• Las
historias
musicalizadas
en
la
guitarra
y
las
canciones
con
letra
ayudan
a
dar
sentido
a
los
niños
respecto
a
un
tipo
específico
de
ejecución
instrumental.
• El
ritmo
y
algunas
características
de
interpretación
en
la
guitarra
son
favorecidos
por
la
previa
y
paulatina
exploración
de
la
sonoridad
de
las
palabras
y
el
lenguaje
verbal
en
general.
• Los
textos
literarios
motivan
la
expresión
individual
y
la
creatividad
en
los
niños
en
su
clase
de
guitarra.
Referencias
Guidance
de
Bevone,
Elida
A.
LABRA
SANZ
DE
LODI,
Amalia.
La
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Colección
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Pérez
Lina,
Tabares
Adriana.
La
creación
narrativa
en
torno
a
la
imagen
en
el
libro
infantil,
implementación
de
una
secuencia
didáctica
en
torno
a
la
imagen
en
el
libro
infantil.
Tesis
de
grado.
Maestría
en
Educación.
Universidad
Javeriana,
2009.
Swanwick,
Keith.
Música
pensamiento
y
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Morata
1991.
Wilson,
John,
MILDRED
C,
Robeck,
WILLIAM,
Michael.
Fundamentos
Psicológicos
del
Aprendizaje
y
la
Enseñanza.
Publicado
en
Inglés
por
McGraw-‐Hill
Book
Company.
Edición
en
Español
Ediciones
Anaya
S.A.
España
1969,
1974.
Willems,
Edgar.
El
valor
humano
de
la
educación
musical.
México:
Editorial
Paidós,
1981.
229