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1. Desde tu rol como docente, ¿cómo debería ser tu identidad digital? Fundamenta tu
respuesta.
2. ¿Qué acciones pedagógicas integrarías para gestionar adecuadamente una
identidad digital docente que contribuya a desarrollar la competencia digital del
estudiante? Explica.
RESPUESTA
En la red, además de que conservamos los mismos datos que nos identifican en el mundo
offline, nuestra identidad se ve completada a través de todo lo que hacemos: comentarios
en publicaciones, likes en Facebook, retweets, fotos en Instagram, peticiones que firmamos
en Change.org, etc.
Todo este conjunto de acciones online contribuye a formar la percepción que los demás
tienen sobre cada uno de nosotros. En un contexto en el que el robo de identidades digitales
está a la orden del día, ¿cómo podemos proteger nuestra identidad digital?
Nuestra identidad en el mundo analógico está formada en base a una serie de rasgos
característicos - nombre y apellidos, fecha de nacimiento, sexo, nivel de estudios, etc.
Algunos de estos rasgos se recogen en nuestro DNI, que es un elemento asociado a nuestra
identidad analógica. En el entorno digital, cada uno de nosotros conserva esos mismos
datos identificativos, pero nuestra identidad 2.0. también se forma en base a todas nuestras
acciones en internet.
Con el desarrollo de internet, cada vez compramos más online y accedemos a muchos
servicios a través de la red. Por poner unos ejemplos, realizar la compra online o ejecutar
operaciones bancarias desde la app móvil de tu banco es cada vez más común.
Ello es sin duda un gran avance, pero también supone retos importantes en cuanto a la
seguridad de nuestra identidad digital y a la privacidad de nuestros datos personales en la
red.
En ese sentido, uno de los principales retos es desarrollar sistemas para que cualquier
persona pueda demostrar su identidad en el ámbito digital. Es decir, que cada quién pueda
probar que es quien afirma ser cuando quiera comprar o acceder a un servicio online.
La identidad digital es lo que somos para otros en la Red o, mejor dicho, lo que la
Red dice que somos a los demás. No está definida a priori y se va conformando
con nuestra participación, directa o inferida, en las diferentes comunidades y
servicios de Internet. Las omisiones, al igual que las acciones, constituyen
también parte de nuestra identidad por lo que dejamos de hacer. Los datos, por
supuesto, nos identifican. También las imágenes, su contexto y el lugar donde
estén accesibles proporcionan nuestro perfil online.
Para evitar la marginación que esta fractura conlleva es necesario que los
ciudadanos desarrollen habilidades informacionales y digitales. Podemos
diferenciar entre las habilidades más básicas, como saber leer o gestionar un
documento digital, y las habilidades más avanzadas, como coordinar un equipo
de trabajo que no puede reunirse presencialmente o hacer trámites a través de
la administración electrónica. Entre las nuevas competencias que el ciudadano
del siglo xxi debe adquirir, está la competencia de gestionar eficazmente la propia
identidad digital.
b) Microblogs
Cualquier página web puede ser una plataforma a partir de la cual construir una
identidad digital. Un ejemplo es el prestigioso portal de noticias y revista Wired,
el cual permite a cualquier lector comentar una noticia. Estos comentarios son
firmados (a menudo con pseudónimos) y pueden ser recuperados
posteriormente en la red ya que buscadores como Google los indexan. Cuando se
aportan comentarios y opiniones en Internet, hay que tener presente que estos
mensajes se pueden encontrar a través de los buscadores y que difícilmente
desaparecen de la red.
El uso de las redes sociales se está extendiendo con rapidez. Sin embargo, el
dominio sobre todos los aspectos que implican su uso no es generalizado. En
relación a la gestión de la propia identidad, muchos sitios de redes sociales
permiten que no se muestren algunos de los datos del perfil. Del mismo modo, la
red Facebook permite restringir el acceso a ciertas informaciones, a usuarios
concretos o a grupos de usuarios mediante la configuración de cada perfil.
e) Textos, fotografías o vídeos en la red, con Google Docs, Picasa, Flickr, YouTube
o Vimeo
f) El correo electrónico
Del mismo modo que no se borra el rastro a la red, en general, tampoco se borran
los mensajes de correo electrónico, a pesar de que estén protegidos con una
contraseña. Hay proveedores de correo electrónico que personalizan la
publicidad que aparece en pantalla a partir el contenido de los mensajes
electrónicos. Por ejemplo, si dentro del texto de un mensaje aparece la palabra
«Londres»la publicidad personalizada podrá ser «Vuelos a Londres» o «Hoteles
en Londres».
Además, influyen los lugares en dónde creamos nuestros perfiles, webs de ocio,
sitios culturales, portales educativos, páginas comerciales, redes sociales y más,
construyen una estructura en la que vive un «yo virtual». El mismo libro cita que
en la comunicación electrónica lo que prima es la imagen que se quiere mostrar
a terceros y que una misma persona puede tener diferentes identidades, por
ejemplo, como fan de un grupo de música internacional, como miembro de una
comunidad religiosa y como integrante de una saga familiar. Estas tres
identidades pertenecen a una misma persona y eso se puede ver fácilmente
reflejado en Internet.
Por tanto, mostrar a los demás quiénes somos va más allá de la simple
información particular con la evidencia de que la vida cotidiana condiciona
también quiénes somos en la web, incluso expertos ya hablan de una
alfabetización digital ya que entre las nuevas competencias que el ciudadano del
siglo XXI debe adquirir, está la de gestionar eficaz y responsablemente la propia
identidad digital.
Según nos dice el DCBR, esta competencia implica que cada uno de nuestros
estudiantes:
"Se desenvuelve en los entornos virtuales generados por las TIC. Con
responsabilidad y ética. Consiste en que el estudiante interprete, modifique y
optimice entornos virtuales durante el desarrollo de actividades de aprendizaje y
en prácticas sociales. Esto involucra la articulación de los procesos de búsqueda,
selección y evaluación de información; de modificación y creación de materiales
digitales, de comunicación y participación en comunidades virtuales, así como la
adaptación de los mismos de acuerdo a sus necesidades e intereses de manera
sistemática. “Además nos detalla que esta competencia implica la combinación
de cuatro capacidades que conoceremos en el siguiente mapa visual resumen:
Podemos concluir que esta competencia es aquella que permitirá a los
estudiantes crear una identidad digital empleando los recursos TIC con
responsabilidad y aprovechándolos en la construcción de su propia persona y de
la sociedad; esto es correcto, necesario y justo si queremos estudiantes y futuros
ciudadanos empoderados; que haya sido incluida en el currículo nacional es
muestra del deseo de mejora que tienen nuestras autoridades para con la mejora
de la calidad educativa nacional; pero, como docentes nos vemos enfrentados al
"¿qué quiere decir cada capacidad?, ¿cómo se desarrolla? y al ¿qué debo hacer
como docente?, todas estas preguntas no son respondidas en los documentos
oficiales y nos han derivado toda la responsabilidad para poner en marcha el
desarrollo de la C28 y, son también las preguntas que intentaré responder;
aunque antes debo aclarar que todo lo que presento a continuación no son
productos acabados y perfectos, sino mas bien las reflexiones personales desde
la perspectiva de una docente que cuenta con casi diez años de inmersión en el
mundo de las TIC en la EBA, que busca aprender de esta reflexión para mejorar
su práctica docente y espera que esta experiencia ayude a quienes dan los
primeros pasos. Mi principal fuente para este post ha sido el Marco de
Competencia Digital Docente español que se basa en las demandas de la
Comunidad Europea y la UNICEF, el cual he analizado y adecuado según mi
experiencia en el aula.
La transversalidad de la C28
Es más que evidente la necesidad de desarrollar esta capacidad y hacerlo nos lleva
por un camino de cuatro pasos que en realidad son cuatro procesos:
Esta capacidad responde al saber convivir pero esta convivencia sale del mundo
físico y nos lleva al mundo virtual en donde como seres con una identidad digital
(o más de una) los estudiantes buscan comunicar, construir y mantener vínculos
de forma responsable y hagan de los espacios virtuales espacios seguros para
ellos mismos y para las demás personas con quienes interactúan, en resumen
diremos que es crear comunidad, una comunidad virtual que aunque con
diferentes medios, se rige bajo los principios básicos de toda comunidad física.
Esta capacidad lleva al estudiante al saber hacer mediante las TIC gracias a la
creación de objetos virtuales, aunque es necesario aclarar que el "crear" en este
contexto no es producir algo completamente original y "de la nada" sino que
implica el editar y modificar, el mejorar para perfeccionar y combinar recursos ya
existentes en diversos formatos (imagen, audio, vídeo, apps, etc) y no sólo para
satisfacer necesidades de la escuela, sino también de su cotidiano, así podrá
llegar a la construcción nuevos conocimientos originales y relevantes. La
construcción de objetos virtuales responde a diversos propósitos y requieren de
mejorar sucesivas (búsqueda de la excelencia), el objeto virtual debe ser funcional
y la mejora continua se da gracias al feedback. Con esta capacidad se pone en
acción la creatividad de cada estudiante para convertirse en agentes de cambio
que encuentran soluciones a los problemas de su entorno mediante TIC y esta es
la forma de construir la sociedad que merecemos y necesitamos.
El rol docente ante la Cap. 4 de la C28:
Como vemos emplear las TIC en el PEA va más lejos del sólo usarlas para escribir
o realizar un cálculo, implican el desarrollo personal, empoderamiento e incluso
la democracia y justicia social. Diseñar procesos con TIC implican tener en cuenta
las cuatro capacidades que se combinan a las estrategias y métodos propios de
las áreas que impartimos. Como soy docente de Ciencias Sociales, compartiré un
ejemplo de ABP (proyecto) que desarrollé junto a un colega el año 2015 y fue
galardonado en el Premio a la Innovación Educativa de Fundación Telefónica, en
donde cada capacidad se evidencia. Debo acara que no todas las estrategias
propuestas en el organizador se desarrollaron el proyecto, además no estoy
detallando algunos procesos propios del proyecto y priorizo las actividades con
TIC desarrolladas, pero si desean conocer más pueden hacerlo en este enlace.
FORO 2
RESPUESTA
No hay que olvidar que en nuestro país, a mediados de los noventa, la mayoría
de las Comunidades Autónomas comienzan a desarrollar estrategias de
implantación de recursos educativos basados en las TIC, anteriormente uno de
los más conocidos fue el proyecto Atenea (1985-1990) evaluado por un equipo
externo a finales de los noventa y que dio lugar a que, posteriormente, la
responsabilidad en esta materia cayera en manos de cada autonomía, optando,
de este modo, por programas específicos (por ejemplo, Alambra, en Andalucía,
similar al Atenea, cuyos principales destinatarios fueron los centros de
Secundaria, el Proyecto Abrente de Galicia, el plan de Informática Educativa de
Cataluña y otros tantos en diferentes regiones). Podemos concluir que los
resultados obtenidos no han sido tan halagüeños como las expectativas creadas,
aunque la presencia de las TIC en los centros educativos, nadie lo puede discutir,
se deja notar en los procesos administrativos, su utilización pedagógica es baja
(Gairín,2003). En líneas generales, hay que reconocer que la utilización más
avanzada de las TIC se ha realizado, en general, en la educación Primaria e Infantil,
aunque la Secundaria, si bien ha recibido atención prioritaria, sigue presentando
importantes lagunas que se relacionan con su baja presencia en los contextos de
integración curricular, además de estar muy vinculada a determinadas materias
y como aplicación o desarrollo de los contenidos curriculares. Esto hace que no
podamos entender la implementación de las TIC como verdaderos medios
didácticos, más bien se trata de utilizar el ordenador como un instrumento
complementario de los medios tradicionales empleados en el aula. De forma
gráfica, Orozco (2004: 276) se pregunta: ¿para qué sirve la tecnología, a quién
sirve la tecnología?
“Digámoslo claramente, la más modesta aspiración es que las TIC sirvan para que
nuestros escolares sepan manejar un ordenador (por cierto, ¿dónde se enseña a
escribir a máquina?), utilizar los programas más comunes, adquirir una cierta
tecno-ética, buscar información a través de Internet, usar el correo electrónico,
etc. Y exactamente lo mismo se debe decir de los profesores de los citados
escolares, salvo que, además, éstos tienen que ir por delante para poseer los
conocimientos mínimos para explicar a alguien cómo se usa algo… Además, los
profesores tienen de repente cuantas posibilidades de obtener recursos
educativos podían haber soñado. Y pueden compartirlos con otros profesionales
y expresar algo de la creatividad que exigen a sus alumnos en un medio que
apenas pondrá límites a su imaginación. Pero quedan todavía algunos problemas
por resolver. ¿Cuántos profesores están capacitados para practicar con soltura
las habilidades que mencionamos?”
La mayoría de los especialistas (Barquín y Sola, 2004) señalan que para lograr una
mínima implantación y permanencia de las TIC en el mundo escolar habría que
responder a varios elementos: profesorado formado (alfabetización
técnica/profesional), hábitos para interaccionar con la información virtual,
capacidad de integración en el curriculum, visión crítica de la sociedad de la
información y del conocimiento, creación de comunidades colaborativas en el uso
y el compartir las estrategias de enseñanza y las experiencias. Junto a estos
objetivos y estrategias interrelacionados, también se ven necesarias unas
condiciones básicas que aseguren la infraestructura y la organización, como
ámbitos prioritarios que deberían incluir aspectos tales como: el acceso a la Red
asequible al presupuesto escolar, las condiciones técnicas y organizativas en los
centros y el apoyo continuo a la escuela pública. Este acople a la cultura
tecnológica, de fuerte implicación socio-educativa, influye tanto en docentes
como en el alumnado. Al mismo tiempo, hay que potenciar todas las estrategias
que lleven a implicar a los docentes en desarrollar una especial atención al
fenómeno digital y técnico de los procesos de producción y difusión de la
información para valorar cómo se trabaja en torno a la producción y desarrollo
de información y, a la vez, la elaboración del conocimiento. De ahí que el objetivo
de abordar las tecnologías en la educación va más por la implicación en niveles
de desarrollo personal, interactivo, integrado con la cultura grupal, desarrollo de
destrezas interactivas y asunción de posturas sobre los contenidos que
elaboramos, mucho más que el simple uso de las TIC. “Más cables, más canales,
sí; pero ¿para qué sirve todo esto?, ¿cuáles son los usos pertinentes de Internet
que permiten avances cualitativos significativos en el aprendizaje?” (Marchessou,
2003).
Esta reflexión sobre el papel de los medios tecnológicos nos plantea un conjunto
de cuestiones de máxima actualidad, sobre la relación entre estos dos sistemas
sociales: el educativo o escolar y el de los medios tecnológicos que utilizamos en
las aulas que tienen una poderosa influencia en las construcciones del mundo de
los individuos. Influencia que se acrecienta a medida que aumenta su capacidad
de difusión y posibilidades de acceso por parte de los usuarios desde la esfera
individual, familiar, educativa formal y no formal (Ballesta y otros, 2003; Ballesta
y Lozano, 2004).
Lo primero que hay que tener en mente es que no basta con introducir
ordenadores en el aula o con utilizar internet para explicar un tema, eso no es
integrar las TIC en el aula. Integrarlas significa hacer partícipe al alumnado del
aprendizaje de conceptos con la ayuda de las nuevas tecnologías. Si estás
preparando tus oposiciones, este artículo te interesa, como ya sabrás para uno
de los apartados de la oposición, la programación didáctica, es beneficioso
introducir el uso de las nuevas tecnologías en el aula.
A la hora de introducir las TIC en el aula lo primero que debe tener en mente un
docente es la finalidad educativa del proceso, es decir lo que van a aprender los
alumnos y cómo lo van a aprender. Teniendo esto claro es cuando se pueden
introducir las medidas que se consideren oportunas.
Hay algunas consideraciones que sería interesante que todo docente conociese a
la hora de usar las TIC en sus aulas. Es importante poner en práctica estos
consejos, ya que aumentará la calidad de vuestras sesiones.
Lo importante es que los alumnos entren en contacto con las TIC y las hagan
partícipes de su aprendizaje. En este caso, si por ejemplo quisieras conocer la
opinión que tienen tus alumnos de tus clases en lugar de pasar la típica encuesta
de papel podrías crear un formulario en Google y pasarles el enlace para que sean
ellos mismos quien lo contesten en sus dispositivos, igual que en este caso podría
servir para muchos otros.
Las TIC son la oportunidad perfecta para que nuestros alumnos entren en
contacto con otros alumnos de diferente nacionalidad. Algo que hoy en día
parece tan normal hace muchos años era impensable. Por ello debemos
aprovechar la oportunidad que tenemos y utilizar las conferencias virtuales o
videollamadas para impulsar a nuestros alumnos a un futuro profesional de
calidad.
Como para cualquier otra actividad tradicional, hace falta programación previa.
Planifica tus clases incluyendo aplicaciones y ten un plan B por si algo falla o no
sale como esperamos.
Blog: Al igual que las Redes Sociales, los blogs son lugares donde residen las ideas,
ideas que muchas veces cuesta expresar. Para asignaturas del tipo literatura,
historia o historia del arte puede ser muy interesante la creación de un blog
donde los alumnos detallen su punto de vista sobre algún tema en cuestión
tratado en clase.
Mesas interactivas: Aunque todavía están ausentes en muchas aulas, estas mesas
ofrecen la posibilidad a los alumnos de realizar sus actividades de manera sencilla
directamente con el contacto con esta superficie. Suelen ser táctiles y fáciles de
usar.
Ahora que ya sabes cómo tienes que usar las nuevas tecnologías en el aula, es
momento de ponerlas en práctica. Recurre a las que más se adapten a tus
necesidades y preséntaselas a tus alumnos, estamos seguros de que quedarán
encantados y el proceso de aprendizaje, en ocasiones, será mucho más
beneficioso tanto para ellos como para ti mismo. Si estás preparando tus
Oposiciones 2019 a los cuerpos de educación, puedes desarrollar estos conceptos
durante la realización de la programación didáctica para dejar impresionado a tu
tribunal.