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FORO 1

La idea central de participar en el foro es aportar a la reflexión crítica, siguiendo el hilo de


discusión que se ha creado con este fin. Responde a las siguientes preguntas:

1. Desde tu rol como docente, ¿cómo debería ser tu identidad digital? Fundamenta tu
respuesta.
2. ¿Qué acciones pedagógicas integrarías para gestionar adecuadamente una
identidad digital docente que contribuya a desarrollar la competencia digital del
estudiante? Explica.

RESPUESTA

En la red, además de que conservamos los mismos datos que nos identifican en el mundo
offline, nuestra identidad se ve completada a través de todo lo que hacemos: comentarios
en publicaciones, likes en Facebook, retweets, fotos en Instagram, peticiones que firmamos
en Change.org, etc.

Todo este conjunto de acciones online contribuye a formar la percepción que los demás
tienen sobre cada uno de nosotros. En un contexto en el que el robo de identidades digitales
está a la orden del día, ¿cómo podemos proteger nuestra identidad digital?

Nuestra identidad en el mundo analógico está formada en base a una serie de rasgos
característicos - nombre y apellidos, fecha de nacimiento, sexo, nivel de estudios, etc.
Algunos de estos rasgos se recogen en nuestro DNI, que es un elemento asociado a nuestra
identidad analógica. En el entorno digital, cada uno de nosotros conserva esos mismos
datos identificativos, pero nuestra identidad 2.0. también se forma en base a todas nuestras
acciones en internet.

Con el desarrollo de internet, cada vez compramos más online y accedemos a muchos
servicios a través de la red. Por poner unos ejemplos, realizar la compra online o ejecutar
operaciones bancarias desde la app móvil de tu banco es cada vez más común.

Ello es sin duda un gran avance, pero también supone retos importantes en cuanto a la
seguridad de nuestra identidad digital y a la privacidad de nuestros datos personales en la
red.

En ese sentido, uno de los principales retos es desarrollar sistemas para que cualquier
persona pueda demostrar su identidad en el ámbito digital. Es decir, que cada quién pueda
probar que es quien afirma ser cuando quiera comprar o acceder a un servicio online.

La identidad digital es lo que somos para otros en la Red o, mejor dicho, lo que la
Red dice que somos a los demás. No está definida a priori y se va conformando
con nuestra participación, directa o inferida, en las diferentes comunidades y
servicios de Internet. Las omisiones, al igual que las acciones, constituyen
también parte de nuestra identidad por lo que dejamos de hacer. Los datos, por
supuesto, nos identifican. También las imágenes, su contexto y el lugar donde
estén accesibles proporcionan nuestro perfil online.

En una sociedad intensamente informatizada, uno de los peligros existentes es la


diferencia entre los que tienen acceso a las nuevas tecnologías y los que no, así
como el abismo entre los que saben utilizarlas y los que no. Estos últimos se
convierten en el nuevo sector en riesgo de exclusión social, fenómeno
denominado brecha digital.

Para evitar la marginación que esta fractura conlleva es necesario que los
ciudadanos desarrollen habilidades informacionales y digitales. Podemos
diferenciar entre las habilidades más básicas, como saber leer o gestionar un
documento digital, y las habilidades más avanzadas, como coordinar un equipo
de trabajo que no puede reunirse presencialmente o hacer trámites a través de
la administración electrónica. Entre las nuevas competencias que el ciudadano
del siglo xxi debe adquirir, está la competencia de gestionar eficazmente la propia
identidad digital.

¿Cómo se construye una identidad digital? De forma activa, se realiza aportando


textos, imágenes y vídeos a Internet, participando, en definitiva, del mundo web.
En los sitios de redes sociales1, se construye a partir de un perfil de usuario, que
a menudo se enlaza a perfiles de otros usuarios o contactos. Una identidad digital
bien gestionada y homogénea con la identidad analógica no sólo repercute en
una vida más activa en todos los ámbitos sino que también tiende a consolidar un
entramado social más sólido fuera de Internet. Sin embargo, la construcción de
la identidad digital está ineludiblemente ligada al desarrollo de habilidades
tecnológicas, informacionales y una actitud activa en la red, participativa, abierta
y colaborativa.

La identidad digital se puede configurar de muchas maneras y una misma persona


puede tener diferentes identidades utilizando herramientas diversas o tener sólo
una. A partir de Gamero (2009) se presentan una serie de herramientas gratuitas
y accesibles en la red, a través de las cuales cualquier persona puede vertebrar
una identidad digital.
a) Blogs

El nombre de blog o bitácoraproviene de la navegación y se refiere al diario de un


barco. Extrapolado a nuestros días, un blog ha pasado a ser un diario que tanto
puede ser personal como corporativo. Un ejemplo de blog que contribuye a
construir la identidad de su autor es el de Genís Roca.

b) Microblogs

Es una herramienta similar al blog, con la diferencia que tienen un número


limitado de caracteres y que se pueden publicar a través de diversas aplicaciones,
como vía SMS o por correo electrónico. Los usuarios de los microblogs, aparte de
escribir micromensajes, pueden seguir a otras personas y conocer lo que hacen y
comentan. Un ejemplo de un microblog con fuerte repercusión y vinculado a una
persona física es el del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que tiene
más de dos millones de seguidores. Ahí explica en qué está trabajando, qué está
haciendo y qué piensa. Es un ejemplo de marketing y consolidación de su
identidad digital en la red.

c) Portales de noticias y sitios web

Cualquier página web puede ser una plataforma a partir de la cual construir una
identidad digital. Un ejemplo es el prestigioso portal de noticias y revista Wired,
el cual permite a cualquier lector comentar una noticia. Estos comentarios son
firmados (a menudo con pseudónimos) y pueden ser recuperados
posteriormente en la red ya que buscadores como Google los indexan. Cuando se
aportan comentarios y opiniones en Internet, hay que tener presente que estos
mensajes se pueden encontrar a través de los buscadores y que difícilmente
desaparecen de la red.

d) Sitios de redes sociales genéricas o especializadas, tales como Facebook,


LinkedIn, XING o Pleiteando (esta última especializada en el mundo jurídico).

El uso de las redes sociales se está extendiendo con rapidez. Sin embargo, el
dominio sobre todos los aspectos que implican su uso no es generalizado. En
relación a la gestión de la propia identidad, muchos sitios de redes sociales
permiten que no se muestren algunos de los datos del perfil. Del mismo modo, la
red Facebook permite restringir el acceso a ciertas informaciones, a usuarios
concretos o a grupos de usuarios mediante la configuración de cada perfil.
e) Textos, fotografías o vídeos en la red, con Google Docs, Picasa, Flickr, YouTube
o Vimeo

Todas las actividades en la red (visitas a la web, clics en un enlace, comentarios


en un blog, colgar una foto o un vídeo…) quedan registradas y difícilmente se
borran. El conjunto de todos estos pasos en Internet forma parte de la identidad
digital de una persona, de quien posteriormente se pueden buscar y recuperar
gran parte de las acciones, comentarios y opiniones que ha dejado en la red.

f) El correo electrónico

Del mismo modo que no se borra el rastro a la red, en general, tampoco se borran
los mensajes de correo electrónico, a pesar de que estén protegidos con una
contraseña. Hay proveedores de correo electrónico que personalizan la
publicidad que aparece en pantalla a partir el contenido de los mensajes
electrónicos. Por ejemplo, si dentro del texto de un mensaje aparece la palabra
«Londres»la publicidad personalizada podrá ser «Vuelos a Londres» o «Hoteles
en Londres».

En la identidad digital convergen muchos aspectos de carácter sociológico,


cultural e incluso psicológico. A veces esta identidad digital no se corresponde
con la real, simplemente porque cada cual quiere mostrar lo mejor de sí mismo,
con lo que se conoce como self-presentation. Según Goffman (1981), cuando un
individuo se presenta ante los demás transmite la impresión que quiere
proyectar. Los otros, a su vez, probarán de conseguir el máximo de información
del individuo y contrastar la que ya tienen, hasta llegar al punto en el que el
individuo ya sabe qué esperar de los demás y los demás del individuo. Wood y
Smith (2005) definen la identidad como «una construcción compleja, personal y
social, consistente en parte en quien creemos ser, como queremos que los demás
nos perciban, y como de hecho, nos perciben» y los mismos autores afirman que
en la comunicación electrónica lo que prima es la imagen que se quiere mostrar
a terceros. Es evidente que la vida analógica condiciona quienes somos en
Internet, pero hay que destacar que una vida activa en la red también puede
repercutir positivamente en el mundo offline.

La identidad digital puede mostrar cómo es de diversa la propia vida y como es


de múltiple la propia identidad. Una misma persona puede tener diferentes
identidades, por ejemplo, como fan de un grupo de música internacional, como
miembro de una comunidad religiosa y como integrante de una saga familiar.
Estas tres identidades pertenecen a una misma persona y eso se puede ver
fácilmente reflejado en Internet.

Actualmente, se pueden encontrar con facilidad los datos y los productos de la


actividad de una persona en la red de manera fragmentaria, es decir, fotos en un
fotolog, opiniones personales en un foro o direcciones de correo electrónico y
teléfonos en una red social. Así mismo, también hay webs gratuitos que recogen
toda la información de una misma persona y la muestran ordenadamente según
el tipo de datos. Sitios como pipl.com o 123people.com suelen ofrecer todo tipo
de datos, incluso a través nubes de palabras con los conceptos que más
identifican a una persona.

Según el documento “La gestión de la identidad digital: una nueva habilidad


informacional y digital” con el boom de Internet y sobre todo de la denominada
web 2.0, la cantidad de datos personales existentes en la red es muy elevada y
contribuye a crear nuevas identidades personales en el entorno digital que,
pueden coincidir o no con la identidad analógica, es decir, con las características
que se pueden atribuir a una determinada persona en su vida fuera de la red u
offline.

En la identidad digital convergen muchos aspectos de carácter sociológico,


cultural e incluso psicológico, pero ¿Cómo se construye dicha identidad digital?
Simplemente participando de forma activa con las imágenes y vídeos que se
suben, los textos que se aportan, los comentarios o post que dejamos en portales,
blogs o foros. Las omisiones, también, al igual que las acciones son parte de
nuestra identidad, lo que dejamos de hacer puede ser interpretado de muchas
formas según sea el caso como no apoyar causas humanitarias o ecológicas, y de
esta manera nos crearemos una reputación online.

Además, influyen los lugares en dónde creamos nuestros perfiles, webs de ocio,
sitios culturales, portales educativos, páginas comerciales, redes sociales y más,
construyen una estructura en la que vive un «yo virtual». El mismo libro cita que
en la comunicación electrónica lo que prima es la imagen que se quiere mostrar
a terceros y que una misma persona puede tener diferentes identidades, por
ejemplo, como fan de un grupo de música internacional, como miembro de una
comunidad religiosa y como integrante de una saga familiar. Estas tres
identidades pertenecen a una misma persona y eso se puede ver fácilmente
reflejado en Internet.
Por tanto, mostrar a los demás quiénes somos va más allá de la simple
información particular con la evidencia de que la vida cotidiana condiciona
también quiénes somos en la web, incluso expertos ya hablan de una
alfabetización digital ya que entre las nuevas competencias que el ciudadano del
siglo XXI debe adquirir, está la de gestionar eficaz y responsablemente la propia
identidad digital.

La competencia 28 es más que usar las TIC


Estos días tomé como objetivo personal analizar a profundidad una de las nuevas
competencias transversales del DCBR, me refiero a la competencia 28
denominada "Se desenvuelve en entornos virtuales generados por TIC" que es la
respuesta a la necesidad de formar personas y ciudadanos que saben
desenvolverse en esta sociedad líquida en donde las TIC son parte del cotidiano
de la mayoría, en donde hemos generado una nueva identidad en un mundo
virtual, en donde las distancias se acortan pero también en donde nos alejamos
de quienes están en nuestro entorno y muchas veces se ha dejado de admirar el
paisaje real al cambiarlo por uno que aparece en una pantalla. Así esta
competencia es una necesidad que busca satisfacción en la alfabetización digital
que permita formar ciudadanos digitales, empoderados, constructores de una
nueva sociedad, democráticos, creativos y más.

Pero ¿Qué es la competencia 28?

Según nos dice el DCBR, esta competencia implica que cada uno de nuestros
estudiantes:

"Se desenvuelve en los entornos virtuales generados por las TIC. Con
responsabilidad y ética. Consiste en que el estudiante interprete, modifique y
optimice entornos virtuales durante el desarrollo de actividades de aprendizaje y
en prácticas sociales. Esto involucra la articulación de los procesos de búsqueda,
selección y evaluación de información; de modificación y creación de materiales
digitales, de comunicación y participación en comunidades virtuales, así como la
adaptación de los mismos de acuerdo a sus necesidades e intereses de manera
sistemática. “Además nos detalla que esta competencia implica la combinación
de cuatro capacidades que conoceremos en el siguiente mapa visual resumen:
Podemos concluir que esta competencia es aquella que permitirá a los
estudiantes crear una identidad digital empleando los recursos TIC con
responsabilidad y aprovechándolos en la construcción de su propia persona y de
la sociedad; esto es correcto, necesario y justo si queremos estudiantes y futuros
ciudadanos empoderados; que haya sido incluida en el currículo nacional es
muestra del deseo de mejora que tienen nuestras autoridades para con la mejora
de la calidad educativa nacional; pero, como docentes nos vemos enfrentados al
"¿qué quiere decir cada capacidad?, ¿cómo se desarrolla? y al ¿qué debo hacer
como docente?, todas estas preguntas no son respondidas en los documentos
oficiales y nos han derivado toda la responsabilidad para poner en marcha el
desarrollo de la C28 y, son también las preguntas que intentaré responder;
aunque antes debo aclarar que todo lo que presento a continuación no son
productos acabados y perfectos, sino mas bien las reflexiones personales desde
la perspectiva de una docente que cuenta con casi diez años de inmersión en el
mundo de las TIC en la EBA, que busca aprender de esta reflexión para mejorar
su práctica docente y espera que esta experiencia ayude a quienes dan los
primeros pasos. Mi principal fuente para este post ha sido el Marco de
Competencia Digital Docente español que se basa en las demandas de la
Comunidad Europea y la UNICEF, el cual he analizado y adecuado según mi
experiencia en el aula.
La transversalidad de la C28

La C28 ha llegado al CN como una competencia transversal, es decir que debe


desarrollarse en paralelo a todas las demás competencias porque ayuda a
satisfacer necesidades en cada una de ellas, así su aplicación en las clases no
responde a un método propio de las TIC, sino que su aplicación se ajusta al
método propio de cada ciencia (arte, filosofía, etc.).Por ejemplo en la C17
(Construye Interpretaciones históricas) las TIC forma parte de todo el proceso de
investigación y enseñanza de la historia:

Permite acceder a fuentes primarias y secundarias que usualmente no estarían a


nuestro alcance.

Permite contactar con instituciones y especialistas que contribuyan a la


resolución del problema histórico abordado.

Permite contactar con personas de diversas latitudes para conocer y comprender


su realidad.

Permite organizar la información recolectada en diversos formatos y en diversos


dispositivos o en la nube.

Permite comunicar de forma eficaz (multiformato, en diversos canales) los


resultados de la investigación realizada.

Permite evaluar los aprendizajes de forma virtual facilitando esta acción.

Permite difundir las experiencias exitosas en el aula y crear comunidad de


aprendizaje virtual entre docentes.

LAS CUATRO CAPACIDADES DE LA C28

La capacidad 1: Personaliza espacios virtuales

"Consiste en manifestar de manera organizada y coherente la individualidad en


distintos entornos virtuales mediante la selección, modificación y optimización
de éstos, de acuerdo con sus intereses, actividades, valores y cultura."
Un entorno virtual es más que un espacio digital para "habitar", es un espacio de
aprendizaje que satisface las necesidades socioeducativas de la persona, tanto
formal, informal o no formal. Esta capacidad busca que el estudiante no sólo
habite en ese espacio digital, sino que sea capaz de adaptar ese espacio a sus
necesidades claro que para alcanzarlo primero deberá ser capaz de acceder a
estos espacio y dispositivos (PC, portátil, tablet, celular) de forma autónoma, que
sepa proteger esos equipos, que sepa proteger sus datos personales, que pueda
identificar amenazas, fraudes y ciberacoso, por ello para desarrollar la capacidad
se deberá partir de la alfabetización digital que provea de las habilidades
necesarias respecto a las TIC e incluya el desarrollo de una conducta ética y
responsable para crear espacios seguros en la vida cotidiana y en la escuela lo que
conlleva al desarrollo de la Identidad Digital en cada uno de los estudiantes. Con
todo ésto lograremos la perfección holística de la persona.

El rol docente ante la Cap. 1 de la C28:


Los docentes somos los promotores del desarrollo de esta y todas las
capacidades, para ello debemos partir por construir nuestra (o nuestras)
identidad digital y partiendo de esa experiencia diseñar y acondicionar entornos
virtuales pensados en los estudiantes, diseñar proyectos que ayuden al
estudiante en esta construcción permanente de su identidad digital para
finalmente compartir estas experiencias en diversas comunidades docentes
físicas y virtuales.

La Capacidad 2: Gestiona información del entorno virtual

"Consiste en analizar, organizar y sistematizar diversa información disponible en


los entornos virtuales, tomando en cuenta los diferentes procedimientos y
formatos digitales, así como la relevancia para sus actividades de manera ética y
pertinente."

Vivimos en la sociedad de la información en donde a diferencia de nuestra


experiencia como escolares en donde dependíamos del libro texto, ahora se
dispone mediante las TIC a un mundo que parece casi infinito de información y a
pesar de ello nos encontramos conque nuestros estudiantes tienen más
dificultades para acceder a ella, para comprenderla y no caer en el data fecke que
satura las redes sociales y conducen a la desinformación. Esta capacidad atiende
esa necesidad de saber acceder a información necesaria, verdadera, relevante y
edificadora, también atiende la diversidad de aprendizaje que encontramos en
aula y es que cuando hablamos de información digital debemos comprender que
es multiformato y por ello requiere de diversos procesos para su análisis, crítica y
comprensión. Necesitamos desarrollar esta capacidad para contribuir a la
formación de ciudadanos críticos, reflexivos, responsables y éticos.

Es más que evidente la necesidad de desarrollar esta capacidad y hacerlo nos lleva
por un camino de cuatro pasos que en realidad son cuatro procesos:

1) Acceder a la información, cuántas veces hemos pedido información sobre


algún tema y nos han colmado el aula con Wikipedia, por eso saber acceder a la
información usando diversas herramientas, comprendiendo cómo funciona la
navegación y búsqueda de contenidos digitales empleando una estrategia
mediante filtros será el primer paso.
2) Evaluar la información, sabiendo reconocer la veracidad de las fuentes,
empleando estrategias para evaluarla para no asumir como verdadero un dato
porque simplemente está en la red.

3) Almacenamiento de la información, que permite "guardar" aquella


información que necesitamos para acceder a ella según nuestra voluntad. Para
almacenar también se requiere una estrategia de organización, que puede ser
tecnológica o analógica (hasta en Marie Kondo nos podemos inspirar) y que debe
satisfacer a las necesidades del usuario.

4) Sistematizar la información, que se consigue gracias a una visión crítica y lógica


de las fuentes, en donde el estudiante es capaz de visualizar procesos, causas y
efectos, intereses y más.

El rol docente ante la Cap. 2 de la C28:

Como docentes debemos ser capaces de gestionar la información que buscamos


o necesitamos y, emplear esta habilidad para buscar experiencias exitosas en el
aula para aprender de ellas, así enriquecer nuestra propuesta pedagógica
desarrollando proyectos y situaciones de aprendizajes que promuevan esta
capacidad, seleccionar y adaptar recursos que permitan a nuestros estudiantes
alcanzar lo propuesto.
Capacidad 3: Interactúa en entornos virtuales

"Consiste en participar con otros en espacios virtuales colaborativos para


comunicarse, construir y mantener vínculos según edad e intereses, respetando
valores, así como el contexto sociocultural propiciando que sean seguros y
coherentes."

Esta capacidad responde al saber convivir pero esta convivencia sale del mundo
físico y nos lleva al mundo virtual en donde como seres con una identidad digital
(o más de una) los estudiantes buscan comunicar, construir y mantener vínculos
de forma responsable y hagan de los espacios virtuales espacios seguros para
ellos mismos y para las demás personas con quienes interactúan, en resumen
diremos que es crear comunidad, una comunidad virtual que aunque con
diferentes medios, se rige bajo los principios básicos de toda comunidad física.

El interactuar implica comunicar información y diversos contenidos digitales (en


diversos canales y con diversos dispositivos) que responden a necesidades e
intereses no sólo de la escuela, sino también de su vida cotidiana, en donde el
estudiante podrá asumir un rol activo en la participación ciudadana que le lleve
al empoderamiento y autodesarrollo, además interactuar también es colaborar
gracias a las TIC mediante el trabajo en equipo para la construcción de recursos,
conocimientos y contenidos nuevos.
El rol docente ante la Cap. 3 de la C28:

Para el desarrollo de la capacidad el docente requiere de la experiencia de


pertenecer a una comunidad virtual, esto será de gran ayuda para proponer
actividades y saber lidiar con todos los imprevistos que puedan presentarse. En
cuanto al trabajo en clase, deberá crear o adaptar entornos digitales que
promuevan la interacción de forma segura gracias al establecimiento de una
netiqueta en diálogo con los estudiantes y proponer actividades que demanden
la colaboración mediante TIC para el desarrollo de proyectos o problemas
planteados. Un blog, un foro o un aula virtual son espacios adecuados para el
desarrollo de la capacidad.

Capacidad 4: Crea objetos virtuales en diversos formatos

"Consiste en construir materiales digitales con diversos propósitos, siguiendo un


proceso de mejoras sucesivas y retroalimentación sobre utilidad, funcionalidad y
contenido desde el contexto escolar y en su vida cotidiana."

Esta capacidad lleva al estudiante al saber hacer mediante las TIC gracias a la
creación de objetos virtuales, aunque es necesario aclarar que el "crear" en este
contexto no es producir algo completamente original y "de la nada" sino que
implica el editar y modificar, el mejorar para perfeccionar y combinar recursos ya
existentes en diversos formatos (imagen, audio, vídeo, apps, etc) y no sólo para
satisfacer necesidades de la escuela, sino también de su cotidiano, así podrá
llegar a la construcción nuevos conocimientos originales y relevantes. La
construcción de objetos virtuales responde a diversos propósitos y requieren de
mejorar sucesivas (búsqueda de la excelencia), el objeto virtual debe ser funcional
y la mejora continua se da gracias al feedback. Con esta capacidad se pone en
acción la creatividad de cada estudiante para convertirse en agentes de cambio
que encuentran soluciones a los problemas de su entorno mediante TIC y esta es
la forma de construir la sociedad que merecemos y necesitamos.
El rol docente ante la Cap. 4 de la C28:

Como docentes debemos ser capaces de elaborar materiales de acuerdo a las


necesidades educativas de nuestros estudiantes y sus comunidades por tal
nuestra alfabetización digital necesita ser constante, además debemos ser
capaces de diseñar actividades que promuevan la creación de los objetos
virtuales y volvemos a que no deben ser completamente nuevas, podemos
inspirarnos y tomar ideas de experiencias exitosas desarrolladas por otros
colegas, claro, siempre respetando los derechos de autor y licencias de los
productos. Finalmente podemos compartir nuestras creaciones en comunidades
docentes físicas y virtuales.

LA INTERACCIÓN DE LAS CUATRO CAPACIDADES PARA EL DESARROLLO DE LA


COMPETENCIA

Como vemos emplear las TIC en el PEA va más lejos del sólo usarlas para escribir
o realizar un cálculo, implican el desarrollo personal, empoderamiento e incluso
la democracia y justicia social. Diseñar procesos con TIC implican tener en cuenta
las cuatro capacidades que se combinan a las estrategias y métodos propios de
las áreas que impartimos. Como soy docente de Ciencias Sociales, compartiré un
ejemplo de ABP (proyecto) que desarrollé junto a un colega el año 2015 y fue
galardonado en el Premio a la Innovación Educativa de Fundación Telefónica, en
donde cada capacidad se evidencia. Debo acara que no todas las estrategias
propuestas en el organizador se desarrollaron el proyecto, además no estoy
detallando algunos procesos propios del proyecto y priorizo las actividades con
TIC desarrolladas, pero si desean conocer más pueden hacerlo en este enlace.

FORO 2

La idea central de participar en el foro es aportar a la reflexión crítica, siguiendo el hilo de


discusión que se ha creado con este fin. Responde a la siguiente pregunta:

1. ¿De qué manera el uso e integración de herramientas y recursos TIC contribuyen


mejorar tu práctica pedagógica? Plantea dos ejemplos.

RESPUESTA

En la actualidad, resulta incuestionable el papel que desempeñan las Nuevas


Tecnologías de la Información y de la Comunicación en la sociedad. Aunque
llevamos mucho tiempo pregonando los beneficios de éstas en los entornos
educativos y los procesos para su incorporación, no llegan a desarrollarse con el
éxito y acierto que se quisiera, aunque los Informes y proyectos oficiales
propongan metas ambiciosas. Todos conocemos, las repetidas instrucciones
sobre la necesidad de fomentar políticas específicas que incrementen el uso de
las TIC en el ámbito educativo, a través de acciones concretas y programas de
dotaciones plurianuales para desarrollar una integración efectiva de estos medios
en los sistemas de educación y formación europeos. Esa concreción de las
directrices europeas en el Estado español se ha materializado a través de
diferentes propuesta como el Programa Info XXI, o Internet en la Escuela y otras
iniciativas siempre vinculadas siempre a los gobiernos y políticas al efecto que se
han centrado, al menos teóricamente, en tres ámbitos prioritarios de actuación:
dotación y equipamiento de medios tecnológicos, elaboración de contenidos y
formación del profesorado. No debemos olvidar, sobre todo de cara al alumnado,
que el sistema educativo tiene que promover la igualdad en el acceso a la
tecnología y por desgracia, en la actualidad, la escuela no puede hacerse cargo de
la capacitación tecnológica de sus alumnos, como tampoco parece que sea capaz
de enseñarle el manejo de una lengua extranjera, siendo en el caso de la
tecnología, en la mayoría de las veces un tema de hacer ejercicios con el
ordenador. A veces, la ausencia de elementos de razonamiento práctico-
educativo, previos a cualquier inicio del diseño de políticas de dotación,
equipamiento y acceso a la información, está provocando una falta de claridad en
la prioridad de planes que ayuden a iniciar, formar y consolidar estas experiencias
educativas con las tecnologías. Estas iniciativas han hecho, sin duda, que se
materialicen estas propuestas de llegar a logros concretos, para integrar a los
ciudadanos escolarizados a la Sociedad de la Información, basados en la ratio
ordenador/alumnos y ordenado/alumno/conexión a Internet.

No hay que olvidar que en nuestro país, a mediados de los noventa, la mayoría
de las Comunidades Autónomas comienzan a desarrollar estrategias de
implantación de recursos educativos basados en las TIC, anteriormente uno de
los más conocidos fue el proyecto Atenea (1985-1990) evaluado por un equipo
externo a finales de los noventa y que dio lugar a que, posteriormente, la
responsabilidad en esta materia cayera en manos de cada autonomía, optando,
de este modo, por programas específicos (por ejemplo, Alambra, en Andalucía,
similar al Atenea, cuyos principales destinatarios fueron los centros de
Secundaria, el Proyecto Abrente de Galicia, el plan de Informática Educativa de
Cataluña y otros tantos en diferentes regiones). Podemos concluir que los
resultados obtenidos no han sido tan halagüeños como las expectativas creadas,
aunque la presencia de las TIC en los centros educativos, nadie lo puede discutir,
se deja notar en los procesos administrativos, su utilización pedagógica es baja
(Gairín,2003). En líneas generales, hay que reconocer que la utilización más
avanzada de las TIC se ha realizado, en general, en la educación Primaria e Infantil,
aunque la Secundaria, si bien ha recibido atención prioritaria, sigue presentando
importantes lagunas que se relacionan con su baja presencia en los contextos de
integración curricular, además de estar muy vinculada a determinadas materias
y como aplicación o desarrollo de los contenidos curriculares. Esto hace que no
podamos entender la implementación de las TIC como verdaderos medios
didácticos, más bien se trata de utilizar el ordenador como un instrumento
complementario de los medios tradicionales empleados en el aula. De forma
gráfica, Orozco (2004: 276) se pregunta: ¿para qué sirve la tecnología, a quién
sirve la tecnología?

“Digámoslo claramente, la más modesta aspiración es que las TIC sirvan para que
nuestros escolares sepan manejar un ordenador (por cierto, ¿dónde se enseña a
escribir a máquina?), utilizar los programas más comunes, adquirir una cierta
tecno-ética, buscar información a través de Internet, usar el correo electrónico,
etc. Y exactamente lo mismo se debe decir de los profesores de los citados
escolares, salvo que, además, éstos tienen que ir por delante para poseer los
conocimientos mínimos para explicar a alguien cómo se usa algo… Además, los
profesores tienen de repente cuantas posibilidades de obtener recursos
educativos podían haber soñado. Y pueden compartirlos con otros profesionales
y expresar algo de la creatividad que exigen a sus alumnos en un medio que
apenas pondrá límites a su imaginación. Pero quedan todavía algunos problemas
por resolver. ¿Cuántos profesores están capacitados para practicar con soltura
las habilidades que mencionamos?”

En este sentido, las diferentes investigaciones realizadas (Cabero, 2004) para


conocer el grado y las necesidades que el profesorado tiene para incorporar las
TIC a su actividad profesional de la enseñanza han puesto de manifiesto,
independientemente del nivel docente, el reconocimiento de éste de su falta de
capacidad para utilizar las que tienen a su disposición en las instituciones
educativas. Esta situación, al parecer, ha variado poco en los últimos años, y ello
ha sido independiente del volumen de actividades formativas generadas desde la
Administración, como se ha reconocido en diferentes informes de la Comisión de
las Comunidades Europeas (2002) donde se indicaba con claridad que se
observaba un déficit formativo en los docentes respecto a las TIC en una doble
dimensión: vinculación de estos instrumentos tecnológicos a las prácticas
pedagógicas y vinculación de los medios en relación con las disciplinas y
promoción de la interdisciplinariedad.

La mayoría de los especialistas (Barquín y Sola, 2004) señalan que para lograr una
mínima implantación y permanencia de las TIC en el mundo escolar habría que
responder a varios elementos: profesorado formado (alfabetización
técnica/profesional), hábitos para interaccionar con la información virtual,
capacidad de integración en el curriculum, visión crítica de la sociedad de la
información y del conocimiento, creación de comunidades colaborativas en el uso
y el compartir las estrategias de enseñanza y las experiencias. Junto a estos
objetivos y estrategias interrelacionados, también se ven necesarias unas
condiciones básicas que aseguren la infraestructura y la organización, como
ámbitos prioritarios que deberían incluir aspectos tales como: el acceso a la Red
asequible al presupuesto escolar, las condiciones técnicas y organizativas en los
centros y el apoyo continuo a la escuela pública. Este acople a la cultura
tecnológica, de fuerte implicación socio-educativa, influye tanto en docentes
como en el alumnado. Al mismo tiempo, hay que potenciar todas las estrategias
que lleven a implicar a los docentes en desarrollar una especial atención al
fenómeno digital y técnico de los procesos de producción y difusión de la
información para valorar cómo se trabaja en torno a la producción y desarrollo
de información y, a la vez, la elaboración del conocimiento. De ahí que el objetivo
de abordar las tecnologías en la educación va más por la implicación en niveles
de desarrollo personal, interactivo, integrado con la cultura grupal, desarrollo de
destrezas interactivas y asunción de posturas sobre los contenidos que
elaboramos, mucho más que el simple uso de las TIC. “Más cables, más canales,
sí; pero ¿para qué sirve todo esto?, ¿cuáles son los usos pertinentes de Internet
que permiten avances cualitativos significativos en el aprendizaje?” (Marchessou,
2003).

Esta vinculación entre estas tecnologías usuales y la enseñanza es una cuestión


de entendimiento y de búsqueda de un modo de hacer, de una práctica, que
deberá ir más allá de una razón ocasional o paradójica, de lo que docentes y
estudiantes necesitarían puntos de referencia, prácticos, reflexionados y
articulados en torno a los procesos de construcción que se desarrollan en torno
al conocimiento. Ante este discurso tecnológico, debemos plantearnos cuál es la
función que ejerce o puede ejercer la Escuela ante las tecnologías.

Todo lo expuesto anteriormente puede llevarnos a pensar que hoy el problema


de la educación escolar no es sólo el acceso a la información como tal, usar
novedosas tecnologías, o buscar sentido a una formación como reproducción de
lo que se utiliza en la sociedad. La solución no parece estar en dejarnos llevar por
la introducción de cualquier nuevo soporte de información en el abultado y
compartimentalizado curriculum escolar, sino en transformar el sentido de la
actuación docente que es, sin duda, un desafío a la Escuela como institución
formadora, a la que le rivalizan su espacio que tendrá que delimitar,
reconceptualizar y defender ante otros grupos, organismos y empresas. En este
sentido, la Escuela tiene la obligación de ayudar a que sea el alumno el que acceda
a la educación mediatizada facilitando tiempos y espacios donde sea tratada y
recreada la información mediática.

El trabajo en torno a la información y sus medios tecnológicos consistirá en


construir con los alumnos esquemas para percibir, expresar y reaccionar ante los
hechos que nos proporcionan los medios. La implicación educativa en el uso de
medios tiene que ir plasmada de una propuesta curricular asumida por los
centros educativos y definida, desde la autonomía propia que les debe
caracterizar al concretar el curriculum que desarrollan, donde se integren los
contenidos y objetivos de formación clarificando propuestas reales de trabajo. En
este sentido, el conjunto de actuaciones que se desarrollen tiene que potenciar
el plano de la acción (implicación) y, además, en la realización de las actividades
se fomentará la integración de varios códigos a la vez. De igual modo, una vez
más tenemos que destacar la función del profesor como mediador, ya que su
participación es relevante en la creación de la autonomía personal para construir
los aprendizajes que realizan los alumnos. El docente tiene que intervenir sobre
todo orientando y guiando en ese trabajo personal y progresivo de los alumnos,
conectando con el nivel de intereses y de experiencias.

Esta reflexión sobre el papel de los medios tecnológicos nos plantea un conjunto
de cuestiones de máxima actualidad, sobre la relación entre estos dos sistemas
sociales: el educativo o escolar y el de los medios tecnológicos que utilizamos en
las aulas que tienen una poderosa influencia en las construcciones del mundo de
los individuos. Influencia que se acrecienta a medida que aumenta su capacidad
de difusión y posibilidades de acceso por parte de los usuarios desde la esfera
individual, familiar, educativa formal y no formal (Ballesta y otros, 2003; Ballesta
y Lozano, 2004).

A continuación, exponemos cómo se viene realizando la incorporación de las TIC


en los centros educativos de la Región de Murcia, a partir de los documentos
elaborados por Carpena, J. (2004). “Proyecto Plumier: la integración de las TIC en
el sistema educativo de la región de Murcia”.
Las TIC en el aula: ¿qué hacer?

Lo primero que hay que tener en mente es que no basta con introducir
ordenadores en el aula o con utilizar internet para explicar un tema, eso no es
integrar las TIC en el aula. Integrarlas significa hacer partícipe al alumnado del
aprendizaje de conceptos con la ayuda de las nuevas tecnologías. Si estás
preparando tus oposiciones, este artículo te interesa, como ya sabrás para uno
de los apartados de la oposición, la programación didáctica, es beneficioso
introducir el uso de las nuevas tecnologías en el aula.

A la hora de introducir las TIC en el aula lo primero que debe tener en mente un
docente es la finalidad educativa del proceso, es decir lo que van a aprender los
alumnos y cómo lo van a aprender. Teniendo esto claro es cuando se pueden
introducir las medidas que se consideren oportunas.

Aspectos a tener en cuenta antes de usar las TIC en el aula

Hay algunas consideraciones que sería interesante que todo docente conociese a
la hora de usar las TIC en sus aulas. Es importante poner en práctica estos
consejos, ya que aumentará la calidad de vuestras sesiones.

El docente debe ser consciente de que el aprendizaje no viene solo atribuido a la


introducción de nuevas aplicaciones, sino que también es necesario una
preparación previa. Las TIC no tienen efectos en el alumnado si este proceso no
está bien planteado. La estrategia educativa que marca el profesor es la
encargada de generar ese aprendizaje, a esta estrategia se le suman actividades
que promueven el aprendizaje y son esas actividades las que pueden estar
relacionadas con las TIC.

Lo importante es que los alumnos entren en contacto con las TIC y las hagan
partícipes de su aprendizaje. En este caso, si por ejemplo quisieras conocer la
opinión que tienen tus alumnos de tus clases en lugar de pasar la típica encuesta
de papel podrías crear un formulario en Google y pasarles el enlace para que sean
ellos mismos quien lo contesten en sus dispositivos, igual que en este caso podría
servir para muchos otros.

Las TIC son la oportunidad perfecta para que nuestros alumnos entren en
contacto con otros alumnos de diferente nacionalidad. Algo que hoy en día
parece tan normal hace muchos años era impensable. Por ello debemos
aprovechar la oportunidad que tenemos y utilizar las conferencias virtuales o
videollamadas para impulsar a nuestros alumnos a un futuro profesional de
calidad.

Como para cualquier otra actividad tradicional, hace falta programación previa.
Planifica tus clases incluyendo aplicaciones y ten un plan B por si algo falla o no
sale como esperamos.

Por último y no menos importante, antes de poner en marcha cualquier actividad


que requiera el uso de TIC en el aula hay que ser consciente de la capacidad
profesional que tiene el docente. Para implementar adecuadamente las TIC
dentro del aula, los profesores o docentes deben estar capacitados. Por lo tanto
para ponerlas en práctica con eficacia y que estas tengan éxito es necesario que
los profesores y el centro tengan dominio de estas.

A continuación, vamos a ver algunas de las aplicaciones más extendidas para


animar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Además de las aplicaciones
informáticas, se pueden trasladar las nuevas tecnologías al aula a través de varios
planteamientos: redes sociales, blogs, la nube de información, pizarras digitales
o mesas interactivas.

Redes sociales: la mayoría de los adolescentes pasan mucha parte de su tiempo


libre en RRSS como: Facebook, Instagram o Twitter. De este modo es interesante
integrarlas en el aula ya que el alumno conoce su funcionamiento a la perfección
y puede servir como motivación. Puedes crear grupos de trabajo o invitarles a
crearse un perfil alternativo para algún tipo de actividad o trabajo relacionado
con la asignatura.

Blog: Al igual que las Redes Sociales, los blogs son lugares donde residen las ideas,
ideas que muchas veces cuesta expresar. Para asignaturas del tipo literatura,
historia o historia del arte puede ser muy interesante la creación de un blog
donde los alumnos detallen su punto de vista sobre algún tema en cuestión
tratado en clase.

Nubes: una de las aplicaciones informáticas más utilizadas hoy en día en


educación. Estas nos permiten trabajar de manera colaborativa, conectados de
manera remota con nuestros alumnos hasta el punto de que se puede utilizar
para la corrección de trabajos. El alumno presentaría el trabajo y el profesor lo
corregiría directamente sin necesidad de intercambio de papeles, de manera
mucho más fácil y rápida.
Pizarras digitales: con la ayuda de un ordenador, las pizarras digitales permiten
proyectar y controlar las imágenes, realizando anotaciones y comentarios
guardando y enviando además la pantalla por correo electrónico, para poder
utilizarla en otra ocasión. En nuestro catálogo de cursos online homologados para
oposiciones tenemos uno dedicado al aprendizaje de este dispositivo:

Mesas interactivas: Aunque todavía están ausentes en muchas aulas, estas mesas
ofrecen la posibilidad a los alumnos de realizar sus actividades de manera sencilla
directamente con el contacto con esta superficie. Suelen ser táctiles y fáciles de
usar.

Ahora que ya sabes cómo tienes que usar las nuevas tecnologías en el aula, es
momento de ponerlas en práctica. Recurre a las que más se adapten a tus
necesidades y preséntaselas a tus alumnos, estamos seguros de que quedarán
encantados y el proceso de aprendizaje, en ocasiones, será mucho más
beneficioso tanto para ellos como para ti mismo. Si estás preparando tus
Oposiciones 2019 a los cuerpos de educación, puedes desarrollar estos conceptos
durante la realización de la programación didáctica para dejar impresionado a tu
tribunal.

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