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MONOGRAFÍA

EL CEREBRO, NEUROCIENCIA Y APRENDIZAJE

PARTICIPANTE
CARLA PATRICIA CHANDUVÍ RUIZ
EL CEREBRO Y EL APRENDIZAJE HUMANO

INTRODUCCIÓN

No hay precisión en qué momento de la línea temporal del desarrollo evolutivo humano,
este inició su preocupación por su proceso de aprendizaje, mucho menos que el centro
de ese aprendizaje estaba en el cerebro, o que todas las actividades motoras y cognitivas
tenían relación extrema en su ejecución y desarrollo.

En la actualidad el estudio del cerebro y la manera cómo se da el aprendizaje teniendo


como eje central las diferentes áreas del cerebro humano son vitales para comprender
el proceso de aprendizaje y a partir de ella implementar la práctica pedagógica en las
aulas e instituciones educativas, todo ello sin desligarlo de las condiciones y
características territoriales en los que se circunscriben las instituciones educativas y las
familias de los estudiantes.

El estudio del cerebro, hoy en día está a cargo de la neurociencia, la misma que lo enfoca
desde múltiples áreas. Disciplinas que van desde la psicología hasta la farmacología,
pasando por la biología o la neurología entre otras. Conocer el funcionamiento
del cerebro humano nos permitirá avanzar en saber más aspectos y factores sobre el
aprendizaje, las relaciones interpersonales o la prolongación de la vida intelectual.
Además ayudará a descubrir las disfunciones que ocasionan las enfermedades
neurodegenerativas. Los avances más destacados en neurociencia están relacionados
con el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.

El propósito del presente trabajo es articular tres aspectos fundamentales: El cerebro,


la neurociencia y el aprendizaje, teniendo en consideración que los aspectos abordados
nos permita comprender el aprendizaje y mejorar con ello nuestra práctica pedagógica.
I. EL CEREBRO

La estructura más compleja de cuantas existen en el universo, el cerebro, constituye una


pieza maestra de la naturaleza. Consta de unos 80.000 millones de neuronas, cada una
de las cuales se comunica con millares de otras células nerviosas. Ese complejo edificio
neural, campo de estudio de la neurociencia, sirve de correlato o soporte de nuestro
psiquismo. Pero ¿qué puede decir de nosotros la neurociencia? Para algunos, todo. Son
los que hablan de ella como si se tratara de la nueva genética, la explicación última del
comportamiento. Militan en el neurocentrismo quienes explican la conducta humana a
través exclusivamente del cerebro, que se supone más fiable que el estudio de los
motivos, pensamientos, sentimientos y acciones humanas.

Ya a comienzos de los setenta del siglo pasado, la tomografía axial computarizada (CT)
permitió distinguir de la materia blanca y la materia gris a los ventrículos que la rodean.
La técnica utiliza rayos X de alta intensidad para captar imágenes en cortes y producir
un modelo tridimensional del cerebro. Un decenio más tarde, llegaron las imágenes de
resonancia magnética, que ofrecían una representación más precisa de la anatomía
cerebral. La resonancia magnética estructural detecta problemas estáticos: tumores,
coágulos y deformaciones de vasos sanguíneos. Tomadas en conjunto, estas imágenes
aportan una información valiosa sobre anatomía fija, pero nos dejan a oscuras en lo
concerniente al funcionamiento cerebral.

La primera técnica funcional de formación de imágenes tridimensionales fue la


tomografía de emisión de positrones (TEP), que apareció a mediados de los años
ochenta. Frente a las técnicas estructurales, la TEP y otros métodos funcionales elaboran
imágenes del cerebro en acción; miden el metabolismo o el flujo sanguíneo cerebral
mediante el despliegue de moléculas trazadoras radiactivas. Sabido es que, cuando las
células cerebrales se hallan en actividad, necesitan más energía en forma de glucosa u
oxígeno. El trazador, glucosa en baja dosis marcada con un radioisótopo, se inyecta
directamente en vena o es inhalado. La glucosa cursa hacia las células más activas del
cerebro, donde emite energía que es detectada en forma de positrones.

La resonancia magnética funcional (IRMf) presenta una resolución espacial y temporal


superior y no implica material radiactivo. Desde su introducción en la investigación y
práctica clínica en los años noventa, se ha convertido en herramienta imprescindible de
psicología y psiquiatría. La resonancia magnética funcional asocia o correlaciona
psiquismo (sentir, pensar, percibir y actuar) con cambios en el consumo de oxígeno y en
el flujo de las regiones cerebrales. (El cerebro nunca para de funcionar; la sangre está
siempre circulando y consumiendo oxígeno. El único cerebro realmente silente es el
muerto.)

ESTRUCTURA DEL CEREBRO

El cerebro humano se comprende de varias diversas regiones. Cada uno de estas


regiones es vital importante con funciones sumamente especializadas. El cerebro se
divide áspero en tres porciones que incluyan el siguiente:

 Forebrain

 Midbrain

 Tronco del encéfalo o cerebro trasero

La parte central del cerebro incluye el tronco del encéfalo y el midbrain. La función del
midbrain y se ha preservado en gran parte durante años de evolución. Las funciones del
forebrain, sin embargo, han cambiado algo. La corteza es altamente desarrollada con
una alta capacidad para el pensamiento y la solución de problemas complejos.

El tronco del encéfalo

Esta parte del cerebro humano es similar a los animales de más de orden inferior y no
ha cambiado mucho con la evolución. El tronco del encéfalo contiene las estructuras
vitales incluyendo el oblongata de la médula que controla la respiración, ritmo cardíaco,
y digestión y el cerebelo que la entrada sensorial de los coordenadas y mantiene el
movimiento y el balance del músculo.

El mediados de-cerebro

Esta región del cerebro es responsable de la visión, de la audiencia, del control de la


temperatura, del mando de motor y de la vigilancia. El midbrain también conecta el
tronco del encéfalo con el tálamo, teniendo en cuenta para que la información sea
retransmitida de los sentidos al cerebro y de nuevo a los músculos. El midbrain también
incluye un sistema límbico que mienta encima del tronco del encéfalo y bajo la corteza.
Consiste en varias estructuras correlacionadas que regulen control de la temperatura,
las hormonas, y las emociones. El sistema límbico también se ocupa de memoria a largo
plazo.

El sistema límbico incluye:

El hipotálamo - el hipotálamo regula respuestas de emergencia tales como la reacción


de la “lucha o huida”, así como procesos vitales de la no-emergencia tales como
introducir y reproducción. El hipotálamo también controla la baja de hormonas. Las
neuronas que afectan a ritmo cardíaco y a la respiración se concentran en el hipotálamo.

El amygdala - esta parte del sistema límbico regula comportamiento.

El hipocampo - esta área es responsable de la formación, de salvar y de la ordenar de


memorias.

El midbrain y el sistema límbico también forman la parte del sistema que activa reticular
(RAS). Es esta área que regula vela y sueño.

El delantera-cerebro

Esta región contiene la corteza cerebral y rodea el tronco del encéfalo y el midbrain. En
seres humanos, es altamente desarrollada y tiene una estructura muy complicada. El
forebrain está implicado en la solución del pensamiento y de problemas.

La corteza cerebral tiene dos hemisferios cerebrales y una superficie doblada, arrugada.
Los dobleces en la capa se llaman los surcos. La capa superior de la corteza es cerca de
dos milímetros de grueso y tiene una superficie total de cerca de 1,5 metros cuadrados.
Los dos hemisferios trabajan en la coordinación, aunque un lado sea dominante. Por
ejemplo, la gente derecha tiene un hemisferio cerebral izquierdo dominante.

La corteza se compone de cuatro lóbulos que incluyan:

El lóbulo frontal - esta región del cerebro ocupa la parte delantera del cráneo y miente
detrás de la frente. El lóbulo frontal se asocia a la formulación de planes, a la toma de
decisión, al movimiento del músculo voluntario, a tramitar discurso, al olor, y a
emociones.

El lóbulo parietal - esta área del cerebro tramita la información sensorial y es


responsable de determinar la percatación, la navegación y la colocación espaciales.
También está implicada en la tramitación relacionado con la información para probar, la
temperatura y el tacto.

El lóbulo temporal - el lóbulo temporal está implicado en el tramitación de la


información visual y auditiva y controla algunos aspectos de la opinión, de la memoria y
de la emoción del lenguaje.

El lóbulo occipital - éste es el centro de tramitación visual del cerebro y contiene la


proporción más grande de la región de la corteza visual.
II. LAS NEUROCIENCIAS Y EL APRENDIZAJE

Las neurociencias son un conjunto de disciplinas científicas relacionadas por el objeto


de estudio, ya que se encargan de la estructura y la función, el desarrollo de la
bioquímica, la farmacología, y la patología del sistema nervioso y de cómo sus diferentes
elementos interactúan, dando lugar a las bases biológicas de la conducta.

El estudio biológico del sistema nervioso es un área multidisciplinaria que abarca


muchos niveles, desde el puramente molecular hasta el específicamente conductual y
cognitivo, pasando por el nivel celular (neuronas individuales), los ensambles y redes
pequeñas de neuronas (como las columnas corticales) y los ensambles grandes (como
los propios de la percepción visual) incluyendo sistemas como la corteza cerebral o el
cerebelo, y, por supuesto, el nivel más alto del Sistema Nervioso.

En el nivel más alto, las neurociencias se combinan con la psicología para crear la
neurociencia cognitiva, la cual proporciona una nueva manera de entender el cerebro y
la conciencia, esta se basa en un estudio científico que une disciplinas tales como la
neurobiología, la psicobiología o la propia psicología cognitiva, un hecho que con
seguridad cambiará la concepción actual que existe acerca de los procesos mentales
implícitos en el comportamiento y sus bases biológicas.

Relación de la Neurociencia con la conducta y la cognición:

Salas (2003) hablando de la Neurociencia Expresa:

La Neurociencia no sólo no debe ser considerada como una disciplina, sino que es el
conjunto de ciencias cuyo sujeto de investigación es el sistema nervioso con particular
interés en cómo la actividad del cerebro se relaciona con la conducta y el aprendizaje.
(p. 156).

La neurociencia se convirtió en un área de interés para todo aquello relacionado con la


conducta y la cognición, pudiendo considerarse como una base útil para comprender
disciplinas tan diversas como la economía, la antropología, la sociología, la educación y
la psicología. La neurociencia sustenta sus bases en conocimientos empíricos obtenidos
desde estudios biológicos del sistema nervioso, de sus estructuras y funciones, las cuales
permiten explicar para muchos procesos complejos.
La neurociencia abarca un gran número de áreas de investigación. Esto permite explicar
los fenómenos cognitivos a partir de información proveniente de diversas líneas de
investigación biológica, que se enfocan en los diversos grados de complejidad que posee
el sistema nervioso, partiendo desde un nivel micro, relacionado con las células, la
genética y biología molecular, hasta un nivel macro, relacionado con biología sistémica,
desarrollo del sistema nervioso central y la conducta.

La Neurociencia educativa (o Neuroeducación) es un campo científico emergente el cual


junta diferentes disciplinas para explorar las interacciones entre los procesos biológicos
y la educación.

Para conseguir el anclaje de un aprendizaje en nuestra memoria es necesario algo


fundamental: que esté asociado a una emoción. Pero todos estamos mediatizados por
nuestra cultura y por nuestra educación. A pesar de que nuestro cerebro está
programado para aprender desde que nacemos hasta que morimos, lo hará en mayor o
en menor medida en función de las relaciones con base en emociones positivas que se
establezcan entre cuerpo, cerebro, mente y medio ambiente.

La parte de nuestro cerebro que se encarga de procesar las emociones se construye


antes que la responsable de los procesos cognitivos. Es por ello, que somos capaces de
recordar y grabar en la memoria cualquier acontecimiento o cualquier aprendizaje
asociado a una emoción, ya sea negativa o positiva. Por ejemplo, recordaremos la
frustración de no poder hacer mejor un examen ante el que nos poníamos nerviosos a
pesar de haber estudiado. Y recordaremos también con satisfacción aquella vez que
ayudamos a un compañero a entender una idea o concepto a través del ejemplo que le
pusimos.

La investigación demuestra que tanto las emociones como los sentimientos, pueden
fomentar el aprendizaje al intensificar la actividad de las redes neuronales y reforzar las
conexiones entre ellas. Algo que es capaz de emocionarnos, activará nuestra atención.
Y es esa atención, la que elegirá qué informaciones se archivan en los circuitos
neuronales y, por tanto, se aprenden.

Aprender es, en esencia, ser capaz de sobrevivir. El hombre aprendió cómo hacer fuego
para calentarse y cocinar la carne y, así, enfermar menos. Aprendió a cultivar la tierra
para asegurar alimento independientemente de la suerte en la caza y construyó
viviendas que resistieran a la lluvia y el frío. Aprendiendo el hombre se forjó un futuro y
solo así aseguró la continuidad de la especie.

El cerebro sigue siendo un gran desconocido, pero hace 30 años aún lo era más. Los
avances en neurociencias han permitido comprender cómo funciona el cerebro y ver el
importante papel que la curiosidad y la emoción tienen en la adquisición de nuevos
conocimientos. En la actualidad se ha demostrado científicamente que, ya sea en las
aulas o en la vida, no se consigue un conocimiento al memorizar, ni al repetirlo una y
otra vez, sino al hacer, experimentar y, sobre todo, emocionarnos. Las emociones, el
aprendizaje y la memoria están estrechamente relacionadas. Desde el punto de vista de
la neurociencia educativa, cabe destacar que la inteligencia es un concepto
multidimensional, por eso un mismo ambiente de aprendizaje debe llevar a los niños a
explorar, pensar y expresar sus ideas a través de una variedad de diferentes códigos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ananya (2019). El cerebro humano. Descargado de: https://www.news-


medical.net/health/Human-Brain-Structure-(Spanish).aspx

Pastoriza (2019). Las neurociencias y la educación. Descargado de:


https://www.monografias.com/docs110/neurociencia-psicologia-y-educacion-dra-
nelly-pastoriza/neurociencia-psicologia-y-educacion-dra-nelly-pastoriza.shtml

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