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TRABAJO FINAL

“LA
ECOR REG IO N
IB ERA”
Año 2007
“La ecorregión Iberá”
INDICE

INTRODUCCION

HIPOTESIS

OBJETIVOS

CARACTERISTICAS GENERALES

Mapa

PROCESOS GEOMORFOLOGICOS
Origen geológico y relieve

HIDROGRAFIA
Estructura Hidrográfica
Laguna Iberá
Mapas
Función hídrica

CLIMA
Tipo de clima
Temperaturas
Precipitaciones

FLORA Y FAUNA
Flora
Fauna
Especies amenazadas

POBLACION
Población originaria
Aspectos socio-demográficos
Actividades económicas

SITUACION AMBIENTAL
Riesgo para los Esteros del Iberá
Reserva Natural Iberá
Mapas

CORROBORACION DE HIPOTESIS

CONCLUSION
ANEXOS

FUENTES Y BIBLIOGRAFIA

INTRODUCCION

Iberá (“agua que brilla”) es la palabra en idioma guaraní con la que los aborígenes
designaron a las enormes lagunas comprendidas en un extenso paisaje palustre. El
microsistema Iberá comprende un complejo de ecosistemas con predomino de los
ambientes palustres (esteros y bañados) que interconectan extensos lagos poco
profundos, unidos por cursos de agua de distinto orden. Por su posición estratégica en el
noreste de la Argentina y por su extensión es una de los principales fuentes superficiales
de agua limpia de nuestro país.

HIPOTESIS

“La modificación sufrida en las pasturas naturales de los Esteros del Iberá es producto
de la vulnerabilidad de los procesos naturales ante la acción antrópica de practica de la
actividad agropecuaria”

OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Adquirir conocimientos teóricos y prácticos durante el proceso de realización del


trabajo de investigación.

OBJETIVOS PARTICULARES

1. Corroborar los diferentes procesos que intervienen en la región de análisis.


2. Analizar y justificar las modificaciones en las pasturas naturales de la región.
CARACTERISTICAS GENERALES

Ubicado en el centro-noreste de la Provincia de Corrientes, el Iberá es uno de los


humedales de agua dulce más importantes de nuestro país, Argentina, con una superficie
de 1.300.000 hectáreas. Localmente, a este tipo de humedales se lo conoce con el
nombre de "esteros" por la presencia permanente de aguas poco profundas cubiertas de
vegetación a lo largo de una gran extensión de tierras. La palabra "humedal" se aplica
para describir áreas que se inundan de manera temporal y permanente, y donde el agua
juega un rol fundamental en su ecosistema y en la determinación de su estructura. Dicha
predominancia del agua hace que los humedales posean características diferentes de los
ecosistemas terrestres, como el hecho de ser muy variables en el tiempo y en el espacio.
Esta variabilidad tiene efectos determinantes sobre los seres que habitan los humedales,
pues están obligados a desarrollar adaptaciones para sobrevivir a estos cambios que
pueden ser muy extremos y que van desde épocas de sequía, hasta períodos de
inundación.
PROCESOS GEOMORFOLOGICOS

ORIGEN GEOLOGICO

La región del Iberá se ubica en la depresión central, flanqueada por terrenos más altos
de carácter geológicamente diverso en las márgenes de los ríos Paraná y Uruguay, que
constituye el centro de la provincia de Corrientes. Toma la forma de una ancha llanura,
de pendiente apenas superior al 1‰ que permite un lento desagüe en dirección noreste-
sudoeste.
La formación del sistema no se conoce con exactitud. El lecho del Paraná está excavado
sobre un sustrato de basalto poroso que presenta fracturas importantes en varios puntos;
la mayor de estas fallas secciona diagonalmente la totalidad de la provincia de
Corrientes, e intersecta el lecho del Paraná unos 90 kilómetros río abajo de la ciudad de
Posadas con una pared basáltica de considerable espesor. Se especula con que la
presencia de esta pared desviaba antiguamente el curso del río, llevándolo en dirección
sudeste por los bajíos que hoy componen el sistema del Iberá y dando origen a la
morfología actual de la zona. El cauce del río habría tomado su forma presente una vez
la erosión hizo practicable el flujo a través del banco rocoso de los saltos de Yacyretá-
Apipé. También la erosión eólica habría ayudado a deprimir las lomadas y cuchillas que
surcan los esteros.
Avala esta teoría el origen aluvionario del suelo, compuesto por capas de arena y limo
sobre un fondo impermeable de arcilla que impide el drenaje directo de las aguas. El
estrato superficial actual está conformado por arenas de origen fluvial, acumuladas entre
el Plioceno Superior y el Pleistoceno Inferior 1.
La escasa pendiente y la densidad botánica en los cuerpos de agua hacen que el drenaje
del sistema sea marcadamente lento; el agua fluye poco a poco hacia el sudoeste, hasta
desaguar a través del río Corriente y el Miriñay, hacia las cuencas del Paraná y el
Uruguay respectivamente2. Las lluvias frecuentes, sobre todo durante la primavera y el
otoño, reponen el nivel de los esteros, que no ha mostrado tendencias a la modificación
en los últimos años; se mantiene así estable, aunque con variaciones estacionales, el
nivel hídrico. Las precipitaciones anuales están en el orden de los 1.200 a 1.500 mm,
mientras que la evaporación se eleva a los 1.000 mm en un plazo equivalente.El relieve
del fondo es en general aplanado, a una altura promedio de 65 msnm.
Los rasgos geomorfológicos más destacables son las lagunas de diversa conformación
que componen el eje principal de la cuenca, conectadas entre sí por riachos y rodeadas
de bañados permanentes. Los ambientes son sobre todo leníticos permanentes,
representados por las lagunas y esteros, con algunas zonas temporales periféricas y
extensas áreas de transición semianegadas de manera permanente, y secciones lóticas
representadas por los canales de desagüe que los conectan.

HIDROGRAFIA

ESTRUCTURA HIDROGRAFICA

A lo largo del arco de la zona pueden distinguirse varias lagunas o esteros permanentes
de diversas extensión, de las cuales las más amplias son la epónima Iberá, y la laguna
Luna, a cuyas orillas se ubica el pueblo de Colonia Carlos Pellegrini. Las lagunas
Fernández, Galarza, Medina, Paraná y Trin superan también los 15 km²;. El sistema de
lagunas es de muy escasa profundidad, por lo general, aunque en épocas de creciente
pueden alcanzar los tres metros. Con ellas se alternan escasas áreas de tierra seca,
mayormente lomadas bajas y arenosas, y una gran extensión de bañados, es decir,
terreno anegable o anegado.
El perfil exacto de la superficie firme varía constantemente; sumado a la continuidad
visual entre la tierra firme y las cañadas —dada tanto por la gran cantidad de vegetación
semisumergida como por la formación de embalsados, enmarañadas formaciones de
vegetación flotante a las que la acumulación de tierra de origen eólico y el
entrelazamiento de las raíces dota de solidez suficiente para caminar sobre ellas—, la
orientación se hace extremadamente difícil.

LAGUNA IBERA

La laguna Iberá es la más importante de la “Ecorregión Iberá". Este sistema cruza en


diagonal la provincia de Corrientes desde el Noreste, en las proximidades de Ituzaingó,
muy cerca del valle del río Paraná, para desaguar en el Paraná Medio a través del río
Corrientes.
La laguna está rodeada por esteros. Por el Sur estos la separan del río Miriñay (afluente
del río Uruguay) y desaguan hacia ella, dada su posición más elevada respecto del
divortium-aquarum, determinando que actualmente el sistema no se comunique
superficialmente con el río Uruguay. Al Norte se encuentran zonas periódicamente
inundadas y "cañadas" que se prolongan a manera de dendritas entre las adyacencias
más altas.

LAGUNA IBERA
Superficie (km2) 52
Volumen (hm3) 166.4
Profundidad Media (m) 3.2
Longitud de la Costa (km) 45.5

Laguna Iberá
Laguna Iberá (Corrientes,
Argentina)
Superficie aproximada 24.550 ha.

FUNCION HIDRICA
El río Corrientes es el único desague natural y vuelca su caudal en el Paraná. De la
evaporación y la transpiración se encarga el entramado vegetal, favorecido por la
relación que existe entre su gran extensión y la escasa profundidad del agua. De esta
forma, el sistema de los esteros funciona como una eficiente represa reguladora.
Los Esteros del Iberá son un depósito de agua estancada, con una profundidad que no
supera los tres metros y se encuentran cubiertos por plantas acuáticas.
Los aguapés, las amapolas, y las lentejuelas de agua, son algunas de las especies
flotantes que cubren la superficie de las lagunas, formando camalotales.
Los mismos dan origen a los embalsados, y sobre su entretejido vegetal se deposita la
tierra que permite el arraigo de las plantas. Algunas de estas islas flotantes llegan a los
dos metros de espesor y se puede caminar sobre ellas.
Otros ambientes propicios de la región son los bañados, formados por la acumulación
temporaria de agua. El excedente sólo queda en las lagunas permanentes como Iberá,
Fernanadez, Luna, Galarza, entre otras.
El sistema del Iberá tiene más de 60 lagunas que constituyen entre el 20 y el 30 por
ciento de la superficie total. Cuentan con 2 o 3 metros de profundidad, y tienen sus
costas formadas por embalsados.

CLIMA

TIPO DE CLIMA

El clima es subtropical húmedo y puede tener diferencia al comparar localidades


situadas en los extremos norte y sur.

TEMPERATURAS

La temperatura media del mes de julio (el mes más frío del año) varía entre 15 º C y 16 º
C. En verano, la temperatura media de enero es de 26.5 ºC.

PRECIPITACIONES

Las precipitaciones medias anuales promedian los 1500/1700 mm, siendo las
precipitaciones estivales (noviembre a marzo) ligeramente superiores al resto del año,
con unos 600 a 700 mm.
Hubo un importante aumento del volumen anual de lluvias, que pasó de una media
histórica de 1300 mm/año a 1700 mm/año, debido al cambio climático ocurrido a
comienzos de 1970.

FLORA Y FAUNA
FLORA

Dotados de una gran diversidad de especies propias de la región, recorriendo los Esteros
del Iberá, el visitante podrá acercarse a un mundo mágico y sin igual, donde las bellezas
naturales lo llenarán de sensaciones nuevas, únicas.

A simple vista, los camalotales, juncales y embalsados llaman la atención por sus
dimensiones y cantidad. Atraen las miradas los palmares de yatay, selvas en galerías e
isletas de bosques hidrófilos, lapacho negro, higuerón, urunday, viraró, timbó, laurel
negro, quebracho blanco o guabiyú.
Sobre la superficie de las aguas de los Esteros del Iberá, se pueden ver irupés o
nenúfares, camalotes, lentejas, repollitos, lirios y jacintos de agua y helechos pequeños.
Por encima de los embalsados, pajonales achiras, yuyales y pequeños árboles de suelos
húmedos como los sarandíes, laureles, y el pehuajó o totora grande. Mientras que en las
islas se observan algunas especies agrupadas como ombúes y hierba gigante, a la que se
la considera originaria del Iberá.
Por las costas de los esteros se dejan admirar los jacarandaes y lapachos, ceibos y
sauces, curupíes y timbóes, guayabíes y urundayes, espinillos.
Yatay, pindó y caranday, son las especies de palmeras más comunes y numerosas dentro
de la flora de los Esteros del Iberá.

FAUNA
Adentrándose a los Esteros del Iberá, se dejan apreciar a simple vista especies de todo
tipo, mamíferos, aves, reptiles, batracios, peces y también insectos.

La Reserva Natural del Iberá guarda en sus aguas al yacaré negro de hocico angosto y
al yacaré ñato u overo, de hocico ancho, las dos especies de caimán de la Argentina.
Con el lobito de río, el aguará guazú, y el ciervo de los pantanos, constituyen las
cuatro especies denominadas Monumentos Nacionales de la Provincia de Corrientes.
Las constrictoras boas del agua o curiyú, las ñancaninás, las culebras verdes o las
yararás pueden observarse sobre los embalsados, escondidas entre la exuberante
vegetación.
Los Esteros del Iberá son el hogar del roedor más grande del mundo: el carpincho. Este
mamífero alcanza a vivir alrededor de 20 años y llega a pesar unos 60 kilos.
Los visitantes de la Reserva Natural del Iberá, tienen la posibilidad de observar una
multiplicidad de animales silvestres en su estado natural, como: el osito lavador o
aguará popé, corzuela roja y parda, monos carayás o aulladores, gato de los
pajonales y monteses, zorros grises chicos, y zorrinos.
Además de hurones, comadrejas, liebres, vizcachas; armadillo negro o tatú, peludos,
mulitas, cuises, ratones de campo, tucu-tucos y lagarto overo, lagartijas, y tortugas.
En los Esteros del Iberá, conviven además centenares de especies de aves, su
abundancia y colorido atraen inmediatamente la atención de quien visita este lugar.
Sus aguas calmas dejan maravillar a los visitantes con inmensos cardúmenes de
pequeños peces que nadan en los cursos de agua junto a tarariras, anguilas, palometas
o pirañas, bogas, sábalos, bagres, dientudos, y el resto de su rica fauna íctica.
Al caer la noche en los Esteros del Iberá, resalta en el ambiente la actividad de los
anfibios, como el gran sapo buey o cururú. Llenando de magia los aires de los Esteros
del Iberá multicolores mariposas dan la bienvenida a los turistas y presentan a este
paraíso natural de una manera exclusiva.
Flora y fauna autóctonas de los Esteros del Iberá, provincia de Corrientes.

Yacaré negro en una laguna de la provincia de Corrientes.

ESPECIES AMENAZADAS

Del total de las especies de aves, se considera que dieciocho se hallan amenazadas, una
de ellas en peligro crítico, dos en peligro y siete han sido calificadas como vulnerables.
Entre las especies de mamíferos consideradas en peligro de extinción -registro de la
Convención Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres
(CITES)- se encuentran el aguara guazú (Chrysoyon brachyurus), el gato onza
(Pantera onca), el gato montés (Herpailurus jagouroundi), el lobito de río (Contra
longicaudis) y el guazuncho (Mazama gouazoubira). El carpincho (Hydrochaeris
hydrochoerus) se encuentra en un estatus de riesgo menor, si bien sus poblaciones son
más pequeñas que en otros humedales como en el Pantanal.
Carpinchos en la Reserva Natural del Iberá

POBLACIÓN

POBLACION ORIGINARIA

Los primeros pobladores de esta zona pertenecieron a la etnia Caingang, provenientes


del sur de Brasil y de la Mesopotamia argentina, llegaron a Corrientes desplazados por
el avance de los guaraníes a partir del siglo IX, que vivían en las tierras altas, ribera de
los ríos colectores de la Cuenca del Plata. En el área de los Esteros del Iberá, se asentó
una parcialidad de los Caingang, denominada los cara-caras.
Hacia el siglo XVI quedaban pocos testimonios de esta etnia que poco a poco se fue
asimilando a los guaraníes, que ocupaban gran parte de la zona aledaña a los Esteros.
El poblamiento de la provincia de Corrientes está estrechamente relacionado con la
fundación de la ciudad de Corrientes, hacia 1588. Primero tuvo lugar el asentamiento de
vaquerías, que luego dieron paso a las estancias ganaderas.
Durante los siglos XVII y XVIII el poblamiento de la zona, estuvo íntimamente
vinculado a la llegada de la Compañía de Jesús y el establecimiento de numerosas
misiones jesuíticas. En los bordes oeste, norte, sur y nordeste del Iberá se crearon varios
puestos donde se practicaba la ganadería, tendiente a abastecer a las misiones. También
llegaron a estos puestos, pobladores guaraníes, de la antigua misión de Loreto,
perseguidos por los portugueses que bajaban desde la provincia de Misiones.
La localidad de San Miguel, surgió en 1632, como asentamiento de grupos de
aborígenes provenientes de las misiones, que bajaban buscando refugio. El
emplazamiento original de San Miguel tuvo que ser trasladado a su sitio actual, al ser
anegado por las aguas de los esteros de Carambola.
El área norteña de los Esteros era ocupada eficazmente por las estancias jesuíticas, que
contaban con un sistema de desecación de áreas anegadas, que les permitía utilizarlas
productivamente. Eran bien explotadas las zonas de San Miguel, Tranquera de Loreto,
Santa María, Santa Tecla, etc.
Tras la expulsión de los jesuitas, hacia 1767, el área de los Esteros explotada por los
jesuitas, quedó sumida en el abandono. Las misiones que quedaron en pié, fueron
totalmente destruidas, por orden del Marqués de Alegrete, gobernador de Río Grande do
Sul, quién mandó incendiarlas. Esto provocó el despoblamiento casi total de la zona.
ASPECTOS SOCIO-DEMOGRAFICOS

Siguiendo con el relato del poblamiento de los Esteros, llegamos a etapas más
contemporáneas.
A partir de mediados del siglo XIX comienza un proceso de mestizaje, como
consecuencia del establecimiento de colonos de origen europeo. La mayor parte de los
pobladores trabajaban como peones de estancia, al no poder acceder a la propiedad de
las tierras.
Hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX se concretó un plan del gobierno
provincial para la adjudicación de tierras. Pero los colonos que accedían a los terrenos
que adjudicaba el Estado eran unos pocos, y el mestizo habitante de los Esteros quedaba
excluido de la adjudicación legal de tierras, que por lo general eran las más aptas para la
ganadería, y debía subsistir con sus antiguas prácticas de caza y pesca en la zona
ribereña.
La situación actual no ha cambiado demasiado, y conviven establecimientos ganaderos
con pequeños productores que subsisten apenas con la pesca y caza. Sumado a esto,
hacia 1983 la restricción para la caza y posterior comercialización de pieles, diezmó aún
más a los pobladores de los Esteros, cuyo número disminuyó y sigue disminuyendo
aceleradamente, ya que quiénes se dedicaban a la caza migraron en busca de otras
formas de supervivencia.

ACTIVIDADES ECONOMICAS

Es importante observar que dentro de los Esteros el 60% de las tierras se encuentran en
manos privadas, de ellas el 90% se ubican en zonas no anegables y aptas para la
producción (arroz, pasturas, forestaciones y explotaciones ganaderas extensivas).
Dentro de la reserva, la zona de dominio público, el 40% restante, se encuentra
mayormente anegada y sin posibilidades de usufructo económico.
Otras actividades económicas que tienen lugar en la zona son el ecoturismo, el turismo
aventura y la silvicultura.
En estos días existen conflictos puntuales entre pequeños productores agropecuarios,
aproximadamente 1500, que detentan explotaciones de subsistencia, y según ellos, las
mismas no son incompatibles con la conservación del medio ambiente. Según los
pobladores existen convenios entre el Estado Argentino y el programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo, que harían cada vez más restrictivas las actividades en la
reserva, impidiendo la subsistencia de sus pobladores y obligándolos a migrar hacia
otros parajes. Esto permitiría la concentración de tierras en pocas y poderosas manos
extranjeras. Un caso muy gráfico es el del propietario “ecologista”, Douglas Tompkins,
quién adquirió gran cantidad de tierras en el área, impidiendo, en varios casos
documentados, la libre circulación de los habitantes de la zona.
Por lo tanto, la principal actividad que puede desarrollarse en la reserva, está
relacionada con el turismo y todo lo que esta actividad genera, siendo monopolizada por
los grandes propietarios, mientras que los pequeños productores y antiguos habitantes
de tierras fiscales son desplazados y cada vez más marginados de las actividades
productivas.
SITUACION AMBIENTAL

RESERVA NATURAL IBERA

Con sus 1.300.000 hectáreas, la Reserva Natural del Iberá abarca toda la alta cuenca del
río Corriente. Esta área protegida provincial fue creada en abril de 1983 por Ley
Provincial Nº 3771, con la categoría de Reserva Natural.
Sus límites son: al norte, la ruta nacional N° 12; al este, la divisoria con los afluentes del
Aguapié y el Miriñay; al oeste, la divisoria con los esteros, arroyos y afluentes del
Paraná y principalmente del Batel Batelito; al sur, la continuación de la divisoria del
este, que separa el sistema de los afluentes del margen derecho del Miriñay y al norte
del Payhubre.
Comprende la mayor parte del departamento de Ituzaingó, y parte de los de San Miguel,
Concepción, Mercedes, San Martín y Santo Tome.
En la actualidad, cerca del 60% de la Reserva Provincial son propiedades privadas, que
en un 90% se ubican sobre la tierra firme que bordea el agua. La mayor parte de las
áreas bajo dominio público de la Reserva son zonas anegadas, mientras que los
principales ecosistemas de tierra firme se encuentran bajo dominio privado.
Al igual que en el resto de la provincia, los campos privados ubicados dentro de la
Reserva, están dedicadas a distintos tipos de producción, como ganadería extensiva,
explotación forestal y agricultura (arroz, pasturas y otros).
Dado que en los humedales el agua fluye en forma natural dentro de una cuenca, existe
una estrecha vinculación entre los ecosistemas acuáticos permanentes, los que son
húmedos por temporadas y los ambientes terrestres vecinos. Esto significa que los
humedales son vulnerables a los impactos negativos de acciones que ocurren fuera de
ellos. Por tal motivo, su conservación y uso sustentable se deben desarrollar a través de
un enfoque integral que tenga en cuenta todos los ecosistemas que se encuentran
relacionados dentro de los límites naturales que define la cuenca.
La mayor fortaleza de la Ley de creación de la Reserva Natural Iberá radica en su
diseño de límites, los que comprenden la totalidad de la alta cuenca del río Corriente,
que es donde nace el río y recoge la mayor cantidad de agua. La importancia de la
protección de las altas cuencas radica en que esto permite asegurar la calidad de las
aguas río abajo y el correcto funcionamiento del sistema ecológico en su totalidad. En
los ríos en los que en sus nacientes se produce erosión y acarreo de sedimentos y se
liberan contaminantes y efluentes cloacales, al largo plazo se provoca la "muerte" de la
totalidad del ecosistema. Si, por el contrario, las nacientes de un río se encuentran
protegidas (dentro de una Reserva Natural o Parque), el aporte permanente de aguas
limpias y oxigenadas -transportando semillas y nutrientes - permite mantener y
revitalizar el ecosistema.
Reserva Natural del Iberá
RIESGOS PARA LOS ESTEROS DEL IBERA

AVANCE DE LA FRONTERA AGROPECUARIA

Una de las amenazas del Iberá es la que existe desde la segunda mitad del siglo XX,
época en que el avance de la frontera agropecuaria y el cambio de sus flujos de agua por
obras viales mal planificadas, comenzaron a modificar la dinámica natural de la cuenca,
amenazando su conservación.
Aproximadamente el 60% de la superficie de la Reserva Natural del Iberá pertenece al
sector privado. La mayor parte de los establecimientos asentados en este sector están
dedicados a la ganadería extensiva, aunque los cultivos y las forestaciones han avanzado
notablemente en estos últimos años. Desgraciadamente, muchas de las actividades
productivas realizadas en el área no cuentan con los estudios de impacto ambiental a
escala de cuenca y realizan alteraciones ilegales en la dinámica hídrica del Iberá.
Los emprendimientos productivos no tienen porqué ser perjudiciales para la reserva,
siempre y cuando se desarrollen con métodos de bajo impacto ambiental y cumpliendo
con la normativa ambiental.

TERRAPLENES Y CANALES QUE AFECTAN EL FLUJO DEL AGUA

Las unidades productivas en el Iberá son, por lo general, grandes superficies donde se
intercalan tierras altas con sectores más bajos anegables. La demanda de accesos
vehiculares a todos los rincones de los campos y las actividades turísticas con accesos
privados a espejos de agua en el interior de los esteros, han incrementado la aparición
de numerosos terraplenes y canales artificiales, construidos sin autorización estatal ni
estudios de impacto ambiental previos, afectando el funcionamiento hídrico de toda la
cuenca del Iberá.

Imagen de un Terraplen
FORMACION DE CARCAVAS Y EROSION

La costa del departamento de Mercedes, presenta una pendiente marcada hacia el Iberá
y suelos arcillosos impermeables, lo que ha generado la formación de numerosos
arroyos a modo de cárcavas. En esta zona, los campos sufren permanente riesgo de
erosión si no se cuida la cobertura vegetal (sabanas y pastizales) y las selvas en galería,
que son las que evitan que las aguas de lluvias corran libremente arrastrando consigo las
partículas de tierra hacia el interior del Iberá. Existen numerosas cárcavas activas que
año a año transportan varias toneladas de tierra hacia el interior de la cuenca, generando
a la larga un mayor taponamiento de todo el sistema.

CONTAMINACION

La agricultura industrial, que se desarrolla en casi todos los campos dedicados a la


agricultura, depende de aportes químicos para mantener la fertilidad de los suelos, para
eliminar las malezas y para evitar las plagas. Este ingreso de químicos puede hacerse de
distintas maneras y con distinto grado de peligrosidad para el ecosistema. Si el aporte de
químicos se produce sobre el agua o en las orillas del estero, el grado de perdurabilidad
y afectación será mucho mayor, porque los químicos serán transportados aguas abajo
ampliando la región afectada. A su vez, las especies acuáticas son susceptibles a
incorporar estos químicos por la piel, transportándolos luego a toda la cadena
alimenticia. En el Iberá, los cultivos que tiene un mayor riesgo de contaminar grandes
extensiones son las arroceras, que deben inundar sus campos durante parte del ciclo
productivo y luego desaguar el excedente hacia la cuenca.
Por su parte, las plantaciones forestales utilizan hormiguicidas durante el primer año de
cultivo. Dependiendo del producto y de la ubicación de la forestación (en malezales o
cordones arenosos inundables) estos pueden entrar en contacto con el humedal.

FRAGMENTACION DEL HABITAT Y FORMACION DE BARRERA PARA LA FAUNA

Aunque los esteros del Iberá presentan a primera vista un paisaje natural continuo, en
sus bordes hay sectores donde la fragmentación de los pastizales y montes es marcado.
Durante las últimas décadas, la costa alta del nordeste (a lo largo de la ruta 41) fue arada
para la siembra de arroz y ahora sistematizada para forestaciones. Aunque justamente
hasta esta zona del Iberá, tiempo atrás llegaban animales como el ocelote, la chuña y el
tatú poyú desde el sur de Misiones, actualmente en la región son escasos los sitios
donde estas especies pueden encontrarse campos con pastizales naturales y montes que
les brinden un hábitat. La generación de un ambiente agroforestal continuo
probablemente imposibilitará que estas especies puedan seguir en contacto con sus
poblaciones de origen y, si ya no lo hicieron, con el tiempo terminarán desapareciendo
de la región.
Iguales barreras agroforestales se están generando en la zona de la ruta 22, entre
Chavarría y Concepción, y en los alrededores de San Miguel.
EXTINCION DE ESPECIES POR CAZA COMERCIAL Y DEPORTIVA

En el Ibera existe una gran extensión de ambientes buenos para la conservación de


poblaciones en peligro de extinción; aunque es notable la falta de predadores
(yaguareté, lobo gargantilla, puma y ocelote) y algunas especies que en las provincias
vecinas aún hoy abundan (tapir, pecarí de collar, oso hormiguero y agutí). Otras que
deberían estar distribuidas homogéneamente en altas densidades en todo el humedal,
son sólo observables en los campos donde se pone especial cuidado en controlar la caza
(ciervo de los pantanos, lobito de río e incluso carpinchos y yacarés).
La caza de especies con fines comerciales ha sido históricamente importante en el Iberá,
generando incluso una cultura de mariscadores (cazadores que acopian cueros que luego
venden en los pueblos). Enormes cantidades de pieles y plumas salieron en la década
del 60 y 70 de este humedal. Fue tan notoria la disminución de especies que en el año
1983 se propuso la creación de la reserva. La situación ha cambiado un poco, ya que la
demanda de la mayoría de las especies del Iberá ha desaparecido a nivel mundial, pero
aún queda el atractivo del cuero del carpincho y las astas del ciervo del pantano.
La existencia de varios accesos al Iberá (canales, antiguos pasos, terraplenes y el propio
río Corriente) sin control de guardaparques, a lo que en muchos casos se le suma el
desinterés por parte de las comunidades locales sobre el valor de la fauna nativa,
favorece la caza furtiva en la región. Actualmente, las 1.300.000 has de la reserva solo
cuentan con la presencia de guardaparques en Galarza y Laguna Iberá, donde hay
seccionales y un desarrollo ecoturístico de varios años.

ESPECIES FORASTERAS

Otro tema de importancia es la presencia de plantas y animales "exóticos invasores", es


decir las originarias de otras regiones que han sido introducidas por el hombre y que
tienen una gran capacidad de reproducción y dispersión, alterando el paisaje y la vida de
las especies propias del lugar. En la Reserva del Iberá, especies exóticas como el
chancho salvaje se reproducen en exceso porque no están los carnívoros que las comen
en sus regiones de origen. De este modo, resultan muy destructivas, dado que han
llegado a exterminar especies nativas y a causar erosión en los suelos.
Otras especies como el ciervo dama y el jabalí -asilvestrados tras su fuga de un coto de
caza clandestino dentro de la reserva -presentan un riesgo potencial para las especies en
peligro del Iberá.
En cuanto a la vegetación, las especies exóticas más difundidas son el paraíso, la
ligustrina y las gramíneas "escapadas" de las pasturas sembradas. Cada una de estas
especies suele invadir grandes superficies, desplazando a las autóctonas que
anteriormente ocupaban ese mismo lugar. Así los pastizales y las selvas en galerías
originales, compuestas por muchísimas especies que sostienen una red alimentaria
diversa y compleja, se transforman en paisajes simples dominados por una única
especie, que escasamente puede alimentar a unos pocos animales. Igualmente, los
pastizales acaban arbustificándose perdiendo buena parte de su potencial como áreas de
pastoreo.
Chancho salvaje, animal exótico.

ESTERIZACION

Finalmente, una de las amenazas a mayor escala es la "esterización", que consiste en la


ampliación del área cubierta por esteros por una mayor retención de agua de lluvia. Esta
mayor retención es producto de obstrucciones o diques creados por construcciones
viales e hidráulicas mal planificadas y por el taponamiento con sedimentos de los
puntos de descarga (secuela de los drenajes realizados para actividades forestales y
arroceras que aceleran los escurrimientos en las tierras altas, erosionando a su paso los
suelos desnudos).
Al quedar retenida el agua de lluvias consecutivas y las napas saturadas, el exceso de
líquido infiltrado genera una circulación subterránea que arrastra consigo parte de las
pequeñas partículas de arena que conforman el suelo. Con el tiempo, este proceso se
acelera y el vacío que se produce por el arrastre de arenas debajo de la napa ocasiona
hundimientos en la superficie, que luego de varios años, se visualizan como lagunas
redondeadas. Una vez ocurrido esto, la pérdida de suelos es irreversible. A medida que
aumenta la retención de agua, el escurrimiento subterráneo por debajo de los cordones
arenosos crece, originando un encadenamiento de las lagunas que comienzan a tomar
aspecto de cañadas.
Las consecuencias de la esterización se relacionan con la pérdida de tierras altas, ya sea
por inundación directa o hundimiento del suelo (a modo de lagunas redondeadas).
Cuanto menor es la cantidad de tierras altas y la heterogeneidad del paisaje, menor es la
diversidad de especies y la capacidad de sustentar animales terrestres y acuáticos, ya
que desaparecen los sitios de refugio, descanso y lugares de reproducción en general. En
términos económicos, el proceso de esterización está ligado a la pérdida de campos
productivos, ya que pastizales otrora aptos para el pastaje del ganado quedan bajo agua,
lo que implica la pérdida de cientos, sino miles, de hectáreas aptas para la producción
ganadera.
CORROBORACION DE HIPOTESIS

Finalizada la investigación podemos afirmar que nuestra hipótesis es correcta, ya que el


avance de la frontera agrícola y la práctica de la ganadería extensiva provocan cambios
en las pasturas naturales, teniendo en cuenta la gran vulnerabilidad de los procesos
naturales hacia la acción del hombre.
Aunque, también observamos que la región estudiada es afectada por otras acciones
antrópicas como la construcción de canales, el uso de químicos para mantener la
fertilidad de los suelos, la presencia de plantas y animales exóticos que pueden
erosionar el suelo, construcción de diques, entre otras cosas.
Por lo tanto damos cuenta que, aunque nuestra hipótesis fue corroborada, es a la vez
incompleta al tomar en cuenta otros factores que afectaron y afectan las pasturas
naturales de los Esteros del Iberá.

CONCLUSION

La “Ecorregión Iberá” es uno de los humedales de agua dulce más importantes de


nuestro país con diversos componentes en su paisaje como lagunas, embalsados de
vegetación flotante, esteros y bañados. También es poseedora de una vegetación y una
riqueza faunística muy importante con numerosas especies.
Por todo esto es que se hizo necesario que esta región sea PROTEGIDA.
Aunque se haya pensado para dicho fin en la creación de la Reserva anteriormente
descripta, luego de analizar nuestro trabajo pudimos observar que la ecorregión está
sometida a diferentes riesgos, indispensables de conocer y reconocer para poder así
fomentar políticas y acciones conjuntas con los actores implicados que apunten a su real
conservación y desarrollo sustentable.
ITINERARIOS :: CORRIENTES
Domingo 23 de septiembre de 2007
Un laberinto de agua y verdor
Los Esteros del Iberá ocupan casi un tercio de la provincia y son
uno de los grandes paraísos naturales de la Argentina.
Carlos Salas
ESPECIAL PARA CLARIN.

Constituye el área protegida más grande de la Argentina, ocupa casi un tercio de la


provincia de Corrientes y maravilla a visitantes de todo el mundo por su
biodiversidad. Se trata de los magníficos Esteros del Iberá.

Con 1.300.000 hectáreas, este sistema es un gigantesco laberinto verde formado


por esteros, pantanos, riachos, arroyos, lagunas y cañadas. Cruza la provincia de
noreste a sudoeste, en forma de diagonal, y es el segundo humedal más grande de
Sudamérica, después del Pantanal brasileño y y uno de los más importantes del
mundo.

Para preservar los recursos naturales, en 1983 se creó la Reserva Natural del Iberá,
que actualmente cuenta con un 40 por ciento de territorio fiscal y un 60 por ciento
privado. Y en 2002 fue declarado Humedal de Importancia Internacional.

Uno de los tantos espejos de agua que pueblan la región es la laguna Iberá, en
cuyas orillas se encuentra la Colonia Carlos Pellegrini. Hasta allí se accede desde la
ciudad de Mercedes, a través de la ruta 40 y después de recorrer 120 kilómetros por
un camino de ripio y tierra.

A 815 kilómetros de Buenos Aires, Pellegrini es un pueblo apacible con cerca de 900
habitantes y sus orígenes remiten a las viejas arroceras del lugar y la necesidad de
contar con un paso que permitiera el traslado de la hacienda criada en las
estancias, muchas de las cuales aún subsisten en la zona.

Pocos lugares permiten un contacto tan cercano con la rica fauna y flora,
favorecidas con el clima subtropical y convirtiendo a la región en un verdadero
santuario natural.

Agua brillante

Ante el intenso brillo que produce la luz solar sobre las aguas, los habitantes
originarios le dieron el nombre en guaraní: "Y" significa "agua" y "bera" quiere decir
"brillante".

Cuando los españoles arribaron a principios del siglo XVI, encontraron distintas
tribus diseminadas en los esteros. Resistiéndose a la colonización, los aborígenes
-que vivían de la caza y de la pesca- se internaron en lo más profundo del lugar y
cuenta la leyenda que aún habitan allí porque nunca pudieron encontrarlos.

Siglos más tarde, el sistema del Iberá fue elegido también por cazadores
denominados "mariscadores". Ellos pasaban la mayor parte de su vida en canoas,
recorriendo casi la totalidad de los embalsados, y cazando yacarés, ciervos y
carpinchos cuyas pieles servían para el comercio. Para los lugareños, la caza era
también un medio de subsistencia.

Obviamente, cuando se creó la Reserva Natural, muchos de los mariscadores se


vieron obligados a cambiar el rumbo de sus vidas e, inclusive, muchos se
convirtieron en defensores del medio ambiente. Es que, aprovechando su amplio
conocimiento de los esteros, algunos de ellos fueron empleados como
guardaparques y guías de turismo.
En poco más de 20 años de preservación de la fauna se experimentó un notable
incremento de yacarés, lobitos de río, carpinchos y ciervos. En este sentido, es
importante destacar que el lobito de río, el ciervo de los pantanos, el aguará guazú
(el cánido más grande de Sudamérica) y el venado de las pampas fueron
declarados "monumentos naturales" de Corrientes y se les otorga máxima
protección.

Sorprende al viajero la profusión de vegetación acuática que cubre los esteros. La


masa de plantas da forma a un suelo flotante llamado embalsado. El mismo se
origina por el entramado de raíces, tallos y hojas y llega a alcanzar varios metros de
espesor. Por efecto del viento, muchas veces los embalsados se van separando y
forman grandes islotes que flotan a la deriva.

Este verdadero mosaico de ambientes naturales favorece la variedad faunística que


puebla el Iberá. Más de 350 especies de aves deslumbran a ornitólogos de todo el
mundo, que llegan atraídos para realizar observaciones y safaris fotográficos.

Entre los reptiles sobresalen las dos especies de yacarés (el negro y el overo o
ñato), mientras que entre los mamíferos, se destaca el carpincho o capibara, que
asombra con su mansedumbre. Los ciervos, los lobitos de río y los monos aulladores
completan el listado de los principales ejemplares. En tanto, las aguas son
habitadas por tarariras, mojarras, morenas, bagres, dorados, surubíes y las temidas
palometas.

Pero Iberá atesora, además, leyendas sobre sus lagunas, sus animales y sus
antiguos habitantes, que valen la pena conocer. Visitar la Reserva es un privilegio.
Cuidarla, una obligación.
·
Domingo 10 de Julio de 2005

Norteamericanos y multimillonarios
Conquistadores del fin del mundo

Douglas y Kristine Tompkins hicieron su fortuna en la industria textil para


después dedicarse a comprar tierras en la Argentina y en Chile con el propósito de
recuperar sus ecosistemas. La Revista los entrevistó en Corrientes

ESTEROS DEL IBERA, Corrientes.– Esta es una historia de pasiones, de


controversias, de créditos y descréditos, de acciones y acusaciones. Una historia que
involucra a personas, pero también a plantas, a animales, y en la que se conjuga un
profundo amor por la tierra, de uno y otro lado.

Douglas Tompkins y su mujer, Kristine McDivitt Tompkins, son estadounidenses,


multimillonarios, y se definen como "activistas medioambientales inspirados en los
movimientos de los años sesenta y setenta".

Hace poco más de diez años llevan adelante un proyecto de filantropía fundamentado en
lo que se llama ecología profunda, que se diferencia del resto de las concepciones
filosóficas porque no concibe un mundo antropocéntrico, sino uno que promueve el
equilibrio de fuerzas entre el hombre y la naturaleza. Se opone, por tanto, a la
globalización, que, según sostiene, no ha hecho más que licuar las culturas locales y sus
saberes ancestrales para imponer la homogeneización de los valores en buena parte del
planeta.

Arne Naess y George Sessions crearon en 1984 ocho principios que definen la
plataforma básica de la ecología profunda, de los cuales los fundamentales son los
siguientes: "El florecimiento de la vida posee un valor intrínseco. La riqueza y la
diversidad de las diferentes formas de vida contribuyen a la realización de estos valores,
y los seres humanos no tienen el derecho de disminuir esta riqueza, excepto cuando se
trate de satisfacer necesidades esenciales. El hombre está interfiriendo en forma
excesiva en la vida no humana, y el florecimiento de la vida requiere de una sustancial
disminución de la población mundial. La política de acción del ser humano sobre la
naturaleza debe cambiar, y estos cambios tendrán consecuencias en el ámbito
económico, ideológico y tecnológico. El cambio en la ideología consistirá en adoptar
una nueva forma de apreciar lo que es la calidad de vida".

Estos puntos son la base conceptual sobre la que se asientan las acciones del
matrimonio estadounidense.

Por eso se han dedicado a comprar tierras en Chile y en la Argentina (ver infografía)
cuya biodiversidad se encontrara en riesgo. Su plan es simple, aunque requiere de
tiempo, dinero y mucho trabajo: recuperar la flora y la fauna del lugar, promover el
desarrollo de una agricultura orgánica en las poblaciones de los alrededores de ese sitio
y, una vez concluido el proyecto de recuperación, donarlo al organismo de parques
nacionales del país de origen.

Sin embargo, el fantasma de la venta indiscriminada de tierras a extranjeros, como en


los renombrados casos de Benetton, Lewis y Turner en la Patagonia, no hace más que
alentar todo tipo de sospechas sobre la figura de los Tompkins. ¿Son testaferros del
gobierno estadounidense? ¿Vienen al país con el afán de apropiarse de las reservas de
agua dulce? ¿Compran tierras con dinero negro? Estos son apenas algunos de los
interrogantes que sobrevuelan cuando se los nombra.

No obstante, las consideraciones sobre los proyectos de los Tompkins van de un


extremo al otro. De un lado, declaraciones como las de la diputada santacruceña Judith
Forstmann a un medio radial, en el sentido de que Douglas y Kristine Tompkins, así
como sus fundaciones ambientalistas, Foundation for Deep Ecology, Conservation Land
Trust (CLT) y Patagonia Land Trust, son en realidad, la fachada de una operación
supranacional orquestada por los Estados Unidos para apropiarse de tierras y agua en
países en vías de desarrollo. Algunas versiones señalan que esta operación involucraría
a unas 2200 organizaciones no gubernamentales fundadas con ese propósito.

En la otra punta están las acciones concretas del magnate y su esposa, y el apoyo que les
da buena parte de las organizaciones destinadas a preservar la naturaleza, como
Fundación Vida Silvestre o Greenpeace Chile.

Porque lo que queda claro es que los Tompkins no están solos frente al resto del mundo.
Un sinnúmero de ONG aporta incluso fondos, inteligencia y trabajo. En medio del
fuego cruzado están los pobladores de las zonas involucradas, que ni aprueban ni
desaprueban, pero suelen decir que es "demasiado bueno para ser cierto".

En el humedal
A 32 km de Colonia Carlos Pellegrini, la laguna Iberá (perteneciente al Sistema
Acuífero Guaraní –SAG–, una de las mayores reservas de agua dulce del mundo), se
encuentra el casco de la estancia Rincón del Socorro, de 179.000 hectáreas. Es el más
reciente emprendimiento de los Tompkins. Le compraron el campo hace tres años a la
familia Blaquier, que, según los lugareños, utilizaba las tierras como coto para cazar
ciervos de los pantanos y venados de las pampas, esta última, una especie en alerta roja
de extinción a la que los Tompkins se proponen devolver su plena presencia.

En el pueblo, de 600 habitantes, que viven en bellísimos ranchos de barro construidos


con técnicas típicas de la zona, los comentarios suelen ser favorables. "El campo del
americano antes estaba abandonado y ahora se pueden ver ciervitos, carpinchos y hasta
algún yacaré", dicen, con la mirada inexorablemente posada en el horizonte. Y el
poblador local, orgulloso de su entorno (los esteros del Iberá son Reserva Provincial y
está en trámite la protección de la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad),
respira esperanzado ante el nuevo panorama: "El americano dijo que va a recuperar el
oso hormiguero. Ojalá sea cierto".

En la estancia Rincón del Socorro trabajan unas 20 personas, casi todos correntinos.
Una hostería ocupa el centro del casco y hay casas diseminadas sobre un cuidado jardín.
La arquitectura respeta algunos recursos de construcción de la tradición local. El olor a
hierba fresca inunda el aire.
Doug (de 62 años) y Kris Tompkins (de 55) viven seis meses en su estancia correntina y
seis en Chile. No suelen dar notas. No les gusta. Esta vez dijeron que sí. En español.

"En el ’98 llegamos por primera vez al Iberá invitados por el gobierno argentino, que
tenía la intención de que compráramos territorios privados que dividen dos parques
nacionales para, a largo plazo, transformarlos en un gran parque –explica Kristine–.
Pero no nos convenció la idea porque entre ambos parques había muchos pequeños
terrenos privados. A la vuelta pasamos por la estancia San Alonso, que es una isla en
medio de la laguna a la que sólo se llega por avión. A mí el lugar no me conmovió
especialmente. Estaba en venta, pero a mí no me cerraba la idea. Ya en Chile a Doug le
dieron ganas de volver. Vino a los dos meses y entonces quiso comprarlo porque
percibió algo especial. Y cuando finalmente fuimos a San Alonso y empezamos a
investigar las posibilidades de iniciar un proyecto de conservación descubrimos que, en
términos de biodiversidad, es un lugar único."

Kris es una mujer de mediana estatura y vivaces ojos verdes que se entusiasma con la
idea de tener hoy uno de los primeros proyectos de reinserción de especies extinguidas
de la zona, un emprendimiento que recién se convencieron de concebir cuando les
compraron, poco tiempo después, la estancia a los Blaquier.

En su libro The Conservation Land Trust – The First Ten Years–, Douglas Tompkins
explica que "actualmente CLT está comenzando un programa de reintroducción de todas
las especies extinguidas, en un plazo de 20 a 25 años, un proyecto ambicioso y costoso,
pero muy interesante. Con suerte y con la ayuda de biólogos conservacionistas seremos
capaces de reintroducir el venado de las pampas, que se encuentra en la lista roja de
especies en peligro de la Argentina, y además lograremos que vuelva la nutria gigante
de río, desaparecida hace mucho tiempo. Debería ser relativamente fácil aumentar o
reintroducir las siguientes especies que se han sido extinguido o han sido reducidas: oso
hormiguero gigante, oso hormiguero menor (u oso mielero), lobito del río, jabalí, águila
coronada, loro hablador y tapir. Dejamos para el final el yaguareté, ya que requerirá una
preparación político-social inteligente antes de que los vecinos le den la bienvenida,
especialmente los estancieros".

Pero, a pesar de las expresas buenas intenciones y de sus resultados, las hostilidades, en
algunos lugares, llegaron a extremos de violencia. Especialmente en Chile, con la
compra del Pumalín, 298.800 hectáreas en la provincia de Palena, hoy a punto de ser
declarado Santuario de la Naturaleza, administrado por la Fundación Pumalín con un
directorio integrado por representantes del gobierno de Chile y de Douglas Tompkins.
Sería tema para otro artículo reproducir todo el largo conflicto. Baste decir que las
disputas llegaron hasta la acusación de que Tompkins financiaba la campaña política del
entonces candidato a la presidencia –en ese momento era ministro de Obras Públicas–,
Ricardo Lagos. Sin embargo, en la actualidad, según explicó a la Revista la jefa de
Comunicación de la Secretaría General de la Presidencia del país hermano, Cecilia
Alzamora, "no ha habido, desde entonces, nuevos conflictos. El último incidente fue la
presentación de la bancada del Partido Verde ante la Justicia esgrimiendo una serie de
reclamos, que finalmente se consideró improcedente".

El acuerdo firmado por ambas partes para la administración y preservación de Parque


Pumalín se puede consultar en www.segpres.cl , en el apartado Destacados.
Hoy, sentado en la comodidad de su casa en Iberá, este hombre de musculatura fibrosa
(seguramente, gracias a sus largos años como montañista) y pelo canoso siente que no
tiene de qué defenderse. En tanto, su mujer, Kris, afirma: "A mí, que nací en Santa
Marta, un pueblito muy chiquito en California, me enseñaron que los actos valen más
que las palabras. Nosotros siempre hemos comprado terrenos privados y los hemos
donado a los parques nacionales y, sin embargo, siempre hubo resistencias porque
somos extranjeros. Y es lógico, hablamos de un bien muy arraigado en el corazón de la
gente: la tierra (respira profundo, como convenciéndose de sus palabras). Es natural
tener críticas, pero si trabajamos bien y de manera transparente cambiarán de opinión.
En Chile hasta hubo enfrentamientos con armas y ahora las disputas se han disipado".

–Entonces, ¿no se toman las afrentas como algo personal?

–Bueno, no –dice Kristine–, pero cuando las cosas llegan a los extremos a los que
llegaron en Chile no es sencillo mantener la distancia.

–Este tipo de filantropía es difícil de entender porque es bastante insólito –analiza


Douglas–. Sin embargo, la tendencia en el mundo va hacia donde vamos nosotros. La
globalización no ha hecho más que homogeneizar el mundo culturalmente, haciendo
que se pierda el conocimiento de las poblaciones locales en relación con la naturaleza.
Tenemos la esperanza de ser un ejemplo que se propague. Y es la clase empresarial de
los países la que debería hacer estas cosas, porque es la que tiene el dinero para
hacerlas.

–¿Por qué América del Sur?

DT: –Yo tengo una larga relación con la Argentina y con Chile. Vengo desde muy joven
y tengo muchos amigos. Pero, además, América del Sur es el mejor continente del
mundo, por su diversidad cultural y por su naturaleza. Europa, por ejemplo, es un
continente muerto.

KT: –Lo que nosotros hacemos es para la gente. Los esteros del Iberá son un patrimonio
natural de la provincia de Corrientes, pero también de la Argentina y del mundo. Mi
sueño es que algún día llegue a haber un equilibrio en la convivencia entre el hombre y
la naturaleza.

–Douglas, ¿por qué hace esto?

–Porque es un trabajo que me da un placer enorme y porque tengo la plata para hacerlo.

–¿Hay algo que pueda detenerlo?

–Sí. La muerte.

Y lo dice con una sonrisa.

Aun así, siempre suena a que "es demasiado bueno para ser cierto". Y es bastante lógico
que se despierten suspicacias. No obstante, es posible creer en la versión directa de los
hechos y considerar que Douglas y Kristine Tompkins son un par de filántropos locos,
radicales antiglobalización que se gastan en esta extraña tarea la fortuna acumulada con
el éxito empresarial. Por el momento hay dos pruebas de cumplimiento de sus
promesas: Monte León, en la provincia de Santa Cruz, que ya forma parte de Parques
Nacionales, y Parque Pumalín, en Chile.

Si, en cambio, se opta por tomar partido por la versión de que son testaferros del
gobierno estadounidense, o de que compran territorios con dinero sucio, o aun si se
piensa que han venido a estas tierras a acumular reservas de agua dulce, el tiempo lo
dirá. Porque los actos suelen decir más que las palabras.

Por Alejandra Herren

Cambio ropa por biodiversidad

Douglas Tompkins nació en 1943 en Ohio, Estados Unidos. Cuando tenía 20 años y era
un fanático del esquí fundó la marca de ropa deportiva North Face. En 1968 la vendió y
ayudó a su primera esposa, Susie (con la que tiene dos hijas, una de ellas a cargo de
Conservation Land Trust filial Estados Unidos), a diseñar una línea de vestidos que muy
pronto se puso de moda: Esprit. Y dio en el blanco: prendas cómodas, de colores
audaces, ideales para combinar entre sí. Hacia mediados de los ochenta, Esprit vendía
cientos de millones de dólares en camisas, vestidos, pantalones y accesorios. Entonces
el gusto local prefirió un estilo más conservador y la empresa dejó de florecer. Y la
pareja se divorció. Desde hace diez años está casado con Kristine McDivitt, ex ejecutiva
de la cadena de ropa minorista Patagonia. Según declaró alguna vez Douglas Tompkins,
le dio un cambio de 180 grados a su vida cuando se dio cuenta del enorme daño que le
estaba produciendo al medio ambiente al producir "artículos de consumo que nadie
necesitaba".

Negocios redondos
Por Marta Maffei

Compradores de tierras sudamericanas, Tompkins y Sra., amparados en fundaciones de


corte ecologista o en testaferros como Fundación Vida Silvestre, adquirieron en los
últimos años inmensas propiedades en la Argentina y en Chile. En la Patagonia eligieron
ambos lados de la cordillera de los Andes; en Corrientes, los esteros del Iberá. En todos
los casos hay tres claves: tierras vírgenes o casi (paraísos faunísticos de extraordinaria
biodiversidad), cursos de agua dulce abundante y precios irrisorios. Es sabido que
explotar los malos momentos de los vendedores es, para el capitalismo, una cualidad
ponderable. Adquiridas las tierras, se constituyen fideicomisos y se entregan bajo esta
figura a los Estados nacionales o provinciales en una suerte de administración dirigida a
cumplir una serie de condiciones de veda y conservación de difícil cumplimiento (nada
de uso sustentable ni de propietarios indígenas). En Chile, su emprendimiento Pumalín
lleva 7 años. En ese lapso, el empresario no cumplió ninguno de los compromisos que
firmó con el gobierno. No hay que ser demasiado suspicaz para advertir que, en un
mudo acosado por la contaminación y con perspectivas de disputa por el agua, algunos
magnates hayan decidido comprar nuestra tierra, apropiarse de nuestros recursos e
imponerle de paso al Estado la condición de conservárselos intactos.

La autora es diputada por ARI y vicepresidenta de la Comisión de Recursos


Naturales y Ambiente Humano
Conservar
Por Miguel Reynal

La dedicación para fines conservacionistas de la mayoría de las tierras que Tompkins


adquirió en los esteros del Iberá permitirá volcar a la preservación de la biodiversidad
estos importantísimos ecosistemas. Estamos informados de que, a pesar de críticas
intencionadas, él ha realizado lo mismo en Chile. Al analizar estas donaciones hay que
tener en cuenta que este país no posee una ley de servidumbres ecológicas que permita
que un propietario reserve un área para conservarla a perpetuidad manteniendo su
titularidad. En la Argentina, la única forma de garantizar la conservación es por su
posesión o donación directa con cargo. El objetivo del proyecto de nuestra Fundación
Ecos –Manejo y Conservación de la Biodiversidad en los Esteros del Iberá GEF/
PNUD ARG/02/G35– está orientado a la confección de un plan de manejo y a su
aplicación a la conservación del ecosistema. Esta iniciativa es ejecutada por Fundación
Ecos, administrada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y
financiada por el Fondo Mundial del Medio Ambiente (GEF). Algunas de las
propiedades adquiridas por Tompkins se encuentran comprendidas en los límites de la
Reserva del Iberá, motivo de este proyecto. Como nota personal deseo agregar que hace
30 años que me dedico a la conservación de la naturaleza, aquí y en el extranjero, y a
pesar de discrepar filosóficamente en algunas de sus ideas conservacionistas, no
conozco a ningún individuo que haya realizado más por el medio ambiente que Douglas
Tompkins.

El autor es fundador y presidente de la Fundación Ecos.


Bibliografía:

- Arthur N. Strahler, GEOGRAFIA FISICA, (911.2/S 894).


- SCHIEMER OSCAR (1965) Geografía de América Latina, F.C.E, México.
- Chiozza E/Figueiras R (DIRS), “EL PAIS DE LOS ARGENTINOS”, Buenos
Aires. CEAL. 1976.
- BIBLIOTECA MICROSOFT ENCARTA.
- Chiozza E/Figueiras R (DIRS), “ATLAS TOTAL DE LA REPUBLICA
ARGENTINA”, Buenos Aires. CEAL. 1985.
- GEOGRAFIA UNIVERSAL ILUSTRADA, La Clé, 2 Tomos.
- H. Lorenzini, R. Balmaceda, M.Echeverria. “GEOGRAFIA DE LA
ARGENTINA”, A.Z EDITORA.

Direcciones Web

- http://www.ambiente.gov.ar
- http://www.suelos.org.ar
- http://www.proteger.org.ar
- http://www.medioambiente.gov.ar
- http://www.unesco.org/water

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