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El poeta no se dice así mismo

-soy un atorrante poeta-


El poeta no dice nada

Simplemente le arranca un verso a la Muerte


I la deja sobre el suelo
Perdida amante enamorada…

El poeta no mira la calle gris de la avenida


El poeta contempla el teatro de la vida
En todo su dulce Horror, en toda su infame Gloria

El poeta no vive, el poeta sueña,


Se alimenta de tu dolor
I hace de él
Un sauce de lamentaciones en tinta,
I convierte tu llanto
En la inmortal melodía de un cuerpo sin nombre

El poeta se amamanta de su alegría


I menando
Escribe estrofas
Sobre las paredes de tu corazón

El poeta no se dice
-soy un arrogante poeta del carajo- no

El poeta nada más escribe


Nada más recita
Cuando la soberbia de las naciones
No sea más que escombro sobre polvo

I del hombre
Sólo reste ceniza sobre el viento

-yo me reiré-

Aunque no habrá nadie


Para escucharme

“bienaventurada la piratería peruana


-porque de Ella será-
El mundo devastado por el capitalismo”

“bienaventurado el Extraviado Mental


Porque de Él es el mundo de los sueños
-donde el intelecto i la razón-
Jamás podrán llegar”
La poesía no Es
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La poesía está

Está en el último fuego del adiós,


Está en la uña del gorrión,
En el clamor de los no nacidos, vive la poesía

En la balada del mar, está la poesía,


Está la poesía en la parsimonia de la tormenta,
En las aguas de una cabellera virgen…reside ésta

Está la poesía bajo las páginas de los desiertos,


En esta lágrima que nunca terminó de caer
Habita la poesía

Yo no sé qué es la poesía
Yo no sé

Pero sé que está en todas partes


I que morirá…
Cuando muera el último hombre
Porque escribir es mi redención
Escribir es mi condena

Escribo porque mi voz no me basta,


Escribo para alcanzar
Lo que mis manos no pueden…
Escribo para acallar los demonios
Que llevo dentro

I cuando viejo esté moribundo,


I venga la Huesuda
A recoger mis despojos,
Escribir será…mi último adiós

-esta noche he muerto-


Entre papeles i poesía
He caído
…no me arrepiento de nada

Mi vuelo
No es el del cóndor majestuoso
-sino-
El del gallinazo carroñero…
Ese del que nadie quiere
Un retrato en su pared
Sobre la carne de tu vestido
-oh gloriosa Mujer-
Fuente de tu ego…
Una mosca se lame las patas con mierda

No hay más flores


Sobre la mesa

Sólo pétalos resecos


Que la brisa filtrada
Por una ventana rota

Se lleva al suelo
Hasta un rincón desconocido

Donde una vieja araña


Teje sus hilos
con tristeza

yo engañaré a la muerte…

de ella me burlaré cuando iracunda


me arranque la vida,
i mis palabras le reciten:

“…podrás romper mis huesos


-concubina del olvido-
Pero Jamás
Podrás quebrar mis palabras…”
Si tan sólo…

Si tan sólo las flores se abrieran de noche,


De sus pétalos arrancaría un verso negro

Si tan sólo el licor fura pan necesario,


Sería un obeso malnacido amante de las botellas

Si tan sólo pudiera tocarte sin manchar tu alma,


Haría de tus senos
Sempiterno reposo de mis labios

Si tan sólo mis palabras fueran piedra,


Levantaría un monumento más ancho que la Tierra
Que declamaría:

“he vencido al Mundo”

Si tan sólo mis deseos se hicieran carne,


Emanciparía al hombre de su odio

Pero nunca
Jamás
UN POEMA PARA ESTE VASO (fragmento)
Por Rompopo

Martino i Javier se sientan en el borde de la vereda


mientras esperan alguna señal de sus camaradas.
Detrás de ellos está La Letrina de Baco, jubilosa
chichería de antaño. Por la fabulosa calle miran a la
gente tambalearse, tropezar. Chusma entra salada
a los agujeros, gentuza sale amarga de los huecos.

A lo largo de la calle Dulce Agonía ven a uno que


otro tipo apoyado a la pared o sentado a la sombra
de un poste, héroes caídos aferrados a sus botellas
de alcohol… apestando, sonriendo, maldiciendo,
meando. Un sorbo por la garganta i el dolor se va,
pero gota a gota la botella se vacía, como siempre,
i el dolor retorna, como siempre, al corazón
resaqueado del proscrito social.

Licor por dolor, alivio por un poco de


dinero. Un cambio justo, considero. La magia del
viejo truque. –susurra Martino, mientras mira a un
ebrio tratando de subirse el cierre.

Cierto ¿Pero al final qué, amigo? Sólo


queda una legua pastora, un bolsillo hastiado de
amargura i mil i un moscas destrozando tu cabeza
por dentro.

¿i qué, muchacho? El dolor de cabeza y


el bolsillo roto no significan nada para esos
desgraciados. Míralos –Sonrisa cansada- sin
dinero, sin dignidad, con una mala vida, no son nada
i lo saben… pero son felices con una botella de
alcohol. De hecho, los envidio geniezuelo, la
existencia de estas criaturas es fascinantemente
simple: una botella i cualquier esquina bajo el cielo.
Nada más. Les importa una mierda la crisis, tener
una profesión, tener una reputación o una de esas
malditas máquinas con ruedas… ¡Carajo! Les
importa un infierno tener siquiera un nombre: Una
botella hermano, una botella i son los monarcas del
planeta. I si lo dudas, sólo pregúntale a un borracho
lo que tu quieras, Él te responderá sin espacio a
dudas, porque cuando el licor lo posee, el ebrio
conoce todas las respuestas. Alcanza la divinidad
del conocimiento universal, Javier. El borracho… es
dios.

¡Martino! De veras me sorprendes a veces,


no sé si preocuparme por tu integridad mental o
elogiar tu ingenio.

No importa ninguna –Sonrisa cansada-


cualquiera o nada me viene bien por igual…

Por una esquina de la calle Dulce Agonía, un


borracho arrastra sus despojos. Llora. No pudo
subirse el cierre.

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