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UNIVERSIDAD METROPOLITANA
DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
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FACULTAD DE HISTORIA, GEOGRAFÍA Y LETRAS


DEPARTAMENTO DE HISTORIA Y GEOGRAFIA

ANÁLISIS HISTÓRICO
COMPARADO ENTRE LA
CHINA Y LA INDIA

Nombre: Rodrigo Muñoz Moya

Profesor: Ulises Cárcamo Sirguiado

Fecha: 07/12/2017
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Introducción

China e India se han convertido durante el siglo XXI en dos grandes potencias no solo
regionales, sino que mundiales. El surgimiento de estos como potenciales Estados que
lideraran el mercado mundial se debe a factores históricos que analizaremos en el siguiente
trabajo.

El espacio asiático es milenario en términos culturales, si bien ha tenido rupturas en


determinados períodos históricos, no es menos cierto que pareciera que sus tradiciones y
costumbres se mantienen latentes hasta el día de hoy.

Objeto de estudio por parte de pensadores occidentales, la China y la India han llamado la
atención de diversos personajes en la historia, lo cuales se sienten profundamente atraídos
por el cierto exotismo que suponen ambas culturas, las que tienen rasgos distintivos y
claros. Ambas pertenecen a un espacio común, con sus mentalidades y sociedades, en
constante interacción no exenta de conflictos, no solo entre ellas, sino que también con los
países vecinos, a los cuales se les ve como enemigos.

Los procesos de colonización durante el siglo XX de los países europeos quebrantaron por
completo tanto a la China como a la India, cabe destacar el accionar británico en la zona,
donde introdujo el comercio del opio, provocando que ambos países se abrieran a los
mercados globales y como consecuencia al mundo globalizado. Con esto se quiere recalcar
que existen procesos que afectan a ambos países los cuales van perfilando no solo su
estructura interna, sino el como se van relacionando con el mundo y sus países vecinos.

Para finalizar, se invita a realizar un recorrido histórico de milenarias culturas, las que
durante el siglo XX exigieron su lugar en el mundo luego de sufrir los embates de la
globalización que ha afectado a amplias zonas del mundo. Se verá y se comparara el cómo
su historia ha estado marcada por elementos comunes y distintivos de acuerdo a diversos
contextos históricos, los cuales se realizaran a través de una revisión bibliográfica.
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China.

El papel de China en la historia universal ha desempeñado un papel no menor en la


conformación política y cultural del mundo que conocemos: como por ejemplo la imagen
del Imperio del Centro en el siglo XVIII. China es baluarte del tradicionalismo, pareciera ser
“eterna”.

El actual territorio chino se encuentra enmarcado en la región cultural del Extremo Oriente,
sin el entendimiento geográfico e histórico de la región será imposible entender la China
actual y su milenaria cultura.

La civilización del extremo oriental se basa y se ha basado a lo largo de su recorrido


histórico como una civilización exclusivamente vegetal, dada la escasa fuente de carne que
consumían, los japoneses se alimentaban de la carne que cazaban, en SUmatra la
alimentación se fundamenta en el arroz complementando con pescado y algunas hierbas,
mientras en el caso de China también se destaca la escasez de carne en las fuentes
gastronómicas del país en crónicas y diarios de viajes de occidentales. Hacia el año 1966
el 98% de los chinos se alimentan principalmente de arroz, mijo, trigo, soja, granos de
mostaza y distintos aceites vegetales.

El cultivo del arroz en los pueblos extremo-orientales data probablemente del II milenio A.
C., extendiéndose desde las tierras bajas niveladas hasta las tierras de regadío, junto a
este proceso se fue realizando una selección de los mejores granos

Braudel dice “por el arroz, todos los pueblos del Extremo Oriente dependen del agua de los
Tanks (reservas)”, en China el proceso de captación de agua se realiza de diferentes
formas, todos los procesos ligados a la tranquilidad que manifiestan los ríos del sur, y por
ende, a las inundaciones regulares de los lagos Poyang y Tung Tin, en las orillas del Yang-
Tsé, que funcionaba tanto como sistema de irrigación, como sistema de comunicación de
las distintas y diversas dinastías que asumieron el trono en China. Al igual como sucede en
Filipinas, Java o Japón, la irrigación va acompañada de canales aéreos de bambués y de
aguatochas primitivas o modernas.

En el ámbito religioso no pareciera tener mayores rasgos definidos. Se admiten varios


sistemas que no son excluyentes, el confucianismo, el budismo y el taoísmo no se han
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enfrentado en un intento por eliminar al otro. Se dice que las tres religiones de China han
“navegado sobre aguas religiosas antiguas” (Braudel,1966).

La instalación del arado favoreció a la población permitiendo el establecimiento de las


primeras nociones de acción del hombre antes del I milenio a. C., la Antigua China realiza
el culto a sus antepasados y a las divinidades del suelo señorial. Familias plebeyas imitan
el accionar de los patricios al agruparse en sing (especie de gens china), hombres reunidos
bajo el alero de un antepasado común: los Ki son antepasados del soberano Millet, los Sseu
de Yu el Grande, etc. Junto al culto hacia los antepasados se encuentra en un plano distinto
el culto hacia las fuerzas de la naturaleza, localizadas en distintos puntos del territorio.

Bajo el dominio de una monarquía centralizada el territorio chino comienza a


homogeneizarse. El sometimiento bajo un único mando de la autoridad monárquica
terminara sometiendo a todos los dioses locales, los dioses locales son “tan numerosos
como los millares de caracteres del chino clásico”. El politeísmo proliferante tiene la noción
de una propagación de las almas, tanto en los manantiales amarillos como en la morada
infernal.

Entre los siglos V y III a C. la China de características feudales se desintegra y da paso a


un período de incertidumbre que se le conoce como el de los llamados Reinos
Combatientes. Desaparecen las señorías para dar paso a los principados con más peso
político, y que tienen una estabilidad duradera mientras existe la guerra. La paz se impondrá
con la unificación que más tarde le darán los Han, que hasta el día de hoy se ha convertido
en una de las etnias más numerosas, y la mayoritaria en el país del Extremo Oriente.

La crisis, al igual que en la mayoría de las regiones del mundo, genera un clima de reflexión
y de inquietud moral muy viva y latente, donde los pensadores chinos, en el curso de sus
controversias políticas, reaccionan contra el formalismo de los primeros tiempos, el período
marcara a fuego el recorrido histórico de China y su destino intelectual.

La China de los siglos V y III tuvo a sus políticos preocupados de ver la ocasión y la
oportunidad para participar o ofrecer ayuda al Príncipe o al Estado. Se encuentran también
a los llamados sofistas chinos, que se preocupaban por velar por le bien público. Los
sofistas en líneas generales pertenecían a la antigua escuela de Mo-Ti o también llamado
mohismo, cuyos discípulos tenían la pasión por discurrir, convencer a través del uso de las
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palabras, de argumentar. Era un pensamiento relativista y a la vez racionalista, surge así


un fervoroso clima de debates públicos.

El período de los Han retendrá en parte las innovaciones filosóficas con el confucianismo,
la ordenación de los ámbitos intelectual, política y social.

El confucianismo fue los que conservó en China una especie de pseudo-racionalismo, que
hacía frente a los embates del taoísmo y del creciente budismo del siglo X.

El confucianismo se entiende como una moral política y social, no solo como una
explicación racionalista del mundo, además se le puede considerar como una religión, a la
que se añaden el escepticismo y el agostiscismo. Su origen se remonta al pensador chino
Confucio (551-479 a. C) que si bien no dejo registro sobre su doctrina, ésta fue transmitida
a través de sus discípulos, lo cual hace rememorar a lo ocurrido en otros espacios como la
Grecia Clásica.

Es posible enumerar varios aspectos relevantes del confucianismo y su importancia en el


desarrollo histórico y intelectual de China: a) es una expresión de casta, de una sociedad
letrada a los que se les llamó los mandarines que son los representantes de un nuevo orden
social y político, es decir, los funcionarios y administradores de una nueva China y que
además representan la autoridad estatal, el sistema ha sobrevivido en parte hasta nuestros
días pero con modificaciones; b) es una tentativa de explicación de un mundo que se quiere
eliminar, que son las creencias populares que ellos consideraban primitivas, a lo que se
puede considerar el desapego de nuestros días por parte de los chinos por las creencias
populares y el evidente escepticismo al hablar de dioses o de espíritus, las explicaciones
que dan sobre el origen del universo, las relaciones del hombre con la naturaleza o el
entendimiento del mundo sobrenatural son esbozos de una cierta teoría científica que
demostrara el avance de la cultura china con respecto al mundo; c) el confucianismo es una
regla de vida, es una moral que tiende a mantener el orden y las jerarquías de las cosas y
de la sociedad, incluyendo al Estado, se reacciona fehacientemente contra la anarquía
intelectual de los sofistas, el respeto que le deben tener al príncipe y a los mandarines viene
dados por su superioridad, la obediencia absoluta es la que condiciona la armonía y el
bienestar de la comunidad (Braudel, 1966)

Mientras el confucianismo triunfaba en las altas esferas intelectuales, el taoísmo había


nacido como consecuencia de la misma crisis, pero ésta se enfoca a la búsqueda mística
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e indiviudalista de la salvación, la cual permitirá la formación de las sociedades secretas,


de las cuales se podrán evidenciar algunas en el siglo XX.

El origen está relacionado con la enseñanza de Lao Tsé, un personaje mítico que aparece
en escena en el siglo VII d. C. sin embargo, el libro al que se le atribuye como base de su
doctrina es del siglo IV o III a. C.

El taoísmo se relaciona con la búsqueda mística de lo absoluto y de lo inmortal, las


experiencias místicas son díficiles de captar por sí mismas, las cuales se alcanzan por
ascesis y por la meditación. Luego de largos años de mediación y de purificación,
acompañado de buenas acciones se logra la explicación de los fenómenos naturales y
cósmicos, en cierto punto se asemeja a las grandes religiones místicas: cristianismo,
islamismo, budismo y judaísmo.

La aspiración taoísta no solo se basa en la salvación del alma, sino que también en la
inmortalidad del cuerpo, a la que se logra alcanzar mediante purificaciones corporales
(gimnasia respiratoria, régimen dietético que rechaza cereales y prácticas de alquimia
cuyas experimentaciones intentaran conseguir el elixir de la vida).

Existe entre los taoístas hay una corriente más popular, los tao-min, quienes se contentan
con participar en las ofrendas o en los actos de penitencia. Los fieles que pertenecen a esta
corriente no aspiran a la inmortalidad, pero tiene asegurada una vida mejor en el otro
mundo. Frente al confucianismo, el taoísmo es una corriente de liberación personal.

Por último, en el ámbito religioso, encontramos al budismo, el cual fue insertada en la


sociedad china a través de misioneros indios y de Asia Central.

El budismo se forma en la India entre los siglos VI y V a. C. presenciando una religión que
no es puramente china como las dos anteriores. Si bien en un principio fue rechazado por
la población en el siglo II a. C. cuando comienza a introducirse en territorio chino, es
aceptado por las comunidades en el siglo III d. C, ejerciendo una presión e influencia hasta
el siglo X.

El éxito viene explicado porque los primeros budistas que comienzan a adentrarse en China
provenían de medios taoístas, los que confundieron al budismo con una variedad de su
religión: ambas son religiones de salvación y su tienen parecidos en las prácticas de
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contemplación. Esta versión de budismo fue la que se expandió por la población china
creando una amplia red de comunidades monásticas.

El malentendido sale a la luz cuando la multiplicación de los textos comienza a surgir


aproximadamente en los siglos VI y VII. Se descubre que son totalmente opuestos, uno
aspira a la droga de la inmortalidad (taoísmo), el otro desea considerar la imperfección del
cuerpo del hombre (budismo).

En términos políticos China se ha desarrollado con una continuidad monárquica, desde la


unificación china realizada por Ts’in Che Hung-ti (221-206 a. C.). Considerando esto vemos,
es posible establecer una estructura de larga duración que obedece a razones profundas
que tienen relación con lo ceremonial y lo religioso.

Coexiste elementos tradicionales y modernos. Las tareas administrativas y judiciales son


atribuidas y realizadas por lo mandarines, quienes aseguran el buen funcionamiento del
Estado velando por la mejoría en la sociedad agrícola y la exigencia de una estricta
disciplina. Los mandarines representan la estabilidad y el orden frente al caos. La
imposición a veces agresiva de los mandarines permitió mantener la unidad del Imperio por
siglos.

Los mandarines son los responsables del inmovilismo social que existe en China,
asegurando un equilibrio entre los propietarios y los campesinos.

Ya en el siglo XIX y XX el aparato chino es desmantelado, saqueado y repartido. Si bien no


sufrió la colonización como otros países, sufrío el efecto de las pretensiones de las grandes
potencias.

El origen del comercio europeo en China se remonta hacia el siglo XVI con el
establecimiento de portugueses en Macao. Con las fuertes exigencias comerciales de
Europa durante el siglo XIX comienzan las intervenciones: la guerra del Opio (1840-1842)
abre 5 puertos en las costas chinas incluyendo zonas importantes como Cantón y Shangaí
(Tratado de Nankin); la guerra sino-japonesa (1849-1895) priva a China de Corea,
comienza la repartición de China, rusos se establecen en Manchuria. El movimiento de los
boxers acelera la evolución en 1900.

A principios del siglo XX vemos una China despedazada y desposeída de su antiguo


territorio, a lo que se unen procesos de occidentalización y modernización, que despojaban
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a los chinos de sus ancestrales costumbres y ritos. La intromisión de los extranjeros generó
resistencias entre la población, comenzando con el movimiento revolucionario de Sun Yat-
sen que derrocó a la dinastía manchú (en general las dinastías eran Han), llegando al poder
en 1911 pero retirándose inmediatamente, siendo reemplazado por Yuan Che-kai, quien
intento restablecer el Antiguo Régimen para su propio beneficio. Al abolirse la Constitución
liberal de 1912 China cae rn un período de inestabilidad política. Los gobiernos militares se
hacen con el poder y se aliaron con los terratenientes. Sun Yat-sen vuelve para fundar un
nuevo partido, el Ko Min Tang (Partido de la Revolución), que fracasa y da paso al momento
en que China vuelve a recuperar su total independencia en 1949 con la China Popular, el
Ko Min Tang buscó refugio en la isla de Formosa (Taiwán) donde se establece una
República de carácter liberal independiente de la China continental.
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India

La India se presenta como una yuxtaposición de espacios, dada su extensa superficie y el


recorrido histórico que han marcado a sus distintas sociedades. Cabe recalcar que la
unificación del subcontinente indio no se ha logrado hasta la conformación de la actual
República india, que a mediados del siglo XX sufrió la fragmentación la separarse las
actuales Pakistán y Bangladesh.

La presencia humana más antigua se encuentra hace unos 75 mil años. Antes de la llegada
de los homos sapiens desde el continente africano se encontraban los homo erectus, hace
unos 500 mil años, que se caracteriza por ser un homínido que se erguía en dos patas,
dando comienzo al bipedismo característico del género homo. Las industrias líticas se
encuentran por todo el subcontinente indio, desde Nepal hasta Pakistán.

Cabe destacar las primeras manifestaciones artísticas, las pinturas rupestres de las cuevas
de Edakkal, que se cree que datan del año 6000 a.C.

Las culturas agrícolas se comienzan a desarrollar en el valle del Indo hacia el 5000 a.C.,
que más tarde darán comienzo a la civilización del Valle del Indo, la primera del
subcontinente indio.

La civilización del Valle del Indo o también llamada de Harappa y Mojensho Daro se
desarrolló entre los 2900 y los 1900 años a.C., centrada entre los río Ganges, Doab y
Guyarat esta será uno de los primeros atisbos de civilización de la milenaria India,
destacando la planificación urbana y los sistemas de medición.

El surgimiento de las llamadas civilizaciones del valle del Indo dependía en gran parte de
los suelos de aluvión de los ríos, lo cual hacía rendir enormemente las cosechas de
cereales, granos y otros. Ya para el año 2800 a.C. es evidente la estructura de un Estado
organizado, con reglas jerárquicas y obras públicas de gran envergadura. A pesar de la
grandeza arqueológica de esta civilización se ve mermada por la sequía que sufrieron los
ríos en el milenio II a.C. produciendo un continuo abandono de los poblados.

Los comienzos de civilización india la encontramos en la India védica (1400 a. C – VII d. C)


desarrollándose con lentitud y gradualmente. Existe una primera invasión de arios desde
Turkestán hacia Persia y India, homogeneizando el territorio culturalmente en una
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civilización imponente. Los textos sagrados de los arios (vedas) relatan las luchas que han
tenido que sostener contra las sociedades originarias antes de la llegada de los arios.

Desde el año 1000 hasta el 600 a. C. los procesos de sedentarización llegan hasta el Este,
alcanzando la actual capital india, Delhi.

Es en esta época que se comienza a creer en la reencarnación de las almas, en una nueva
existencia. Se constituyen las primeras divisiones sociales (varna), en una sociedad pseudo
feudal. Aparecen los brahmanes (sacerdotes, señores de lo espiritual), Sadrías (grandes
señores), los Vaisias (agricultores, artesanos, ganaderos y mercaderes) y los Sudras
(indígenas sometidos)

Entre los siglos VI y V van emergiendo las ciudades aristocráticas, en cuya base se
desarrollan el jainismo y el budismo, de un mismo nivel, seculares según el hinduismo.

El budismo busca la negación del deseo de vivir y del sentido de la vida rompiendo el círculo
de las reencarnaciones; mientras el jainismo considera la búsqueda del sufrimiento
personal como forma eficaz de salvación individual.

En la época imperial (321 a.C-535 d.C) es cuando se difunden las dos religiones
anteriormente nombradas, dominando las artes y el pensamiento. La sociedad ya
jerarquizada se completa, surge el famoso sistema de castas, latentes hasta el día de hoy,
surgieron de la fusión de distintas etnias y culturas, añadiendo la diferenciación de los
oficios, actualmente hay alrededor de 2400. En el nivel más bajo se encuentran los parias
y los intocables. Louis Dumont comenta que “las castas no se pueden cosiderar como
pequeñas sociedades totalmente diferentes las unas delas otras”, asume que en el sistema
de castas uno nace en una determinada y está organización es diferente dependiendo de
la región, en las mas alejadas y menos pobladas las castas tienden a segregarse
territorialmente, se dividen bajo el punto de jerárquico y engloba y expresa “una división de
trabajo de la que no rinde cuentas en la medida en que se trata de especialidades sin un
tinte religioso determinado” (extraído de Braudel, 1966).

El budismo triunfó en el imperio de los Mauriya, para luego dar paso al renacimiento del
hinduismo.

Resulta natural que los distintos reinos indios se vayan fragmentando progresivamente por
la regresión en los intercambios económicos. La ausencia de un comercio fuerte es uno de
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los factores que ha hecho de la India un territorio cuya historia se puede dividir en diversos
Estados independientes y pequeños principados. Los intentos de unificación se derrumban
sin perturbar mayormente a la población. Aparecen literaturas locales y crónicas que van
hablando de una India fragmentada desde su inicio.

En la Edad Media India el budismo y el janaísmo han sido sucumbidos por el renacimiento
hinduista, aún así conceptos budistas como ascesis, santidad o renuncia van a tener
numerosos partidarios en distintas zonas, sobre todo en Bengala.

Con los vacíos que dejo el budismo llega el islamismo entre los años 1206 y 1757, como
causas encontramos el establecimiento desde el siglo VII de colonias mercantiles en la
costa de Malabar. Destacan el Sultanato de Delhi y la India del Gran Mogol.

Posteriormente viene una etapa inglesa (1757-1947) fruto de la expansión europea en las
costas de la India, comenzada por los portugueses, estableciéndose en Goa y Calcuta. Los
ingleses hacen del mercado indio un mero exportador de materias primas, la que va
mermando su economía y provocando su progresivo subdesarrollo. Las provincias más
ricas como Bengala, Bihar y Orissa fueron explotadas sin mayores escrúpulos.

Hacia el siglo XVIII la India se configuraba como un mundo rural con innumerables pueblos,
donde el uso de las materias primas era relevante, dirigiéndose hacia la industria
algodonera. Además, se comerciaba con productos altamente codiciados por Europa como
los textiles y las especias.

La independencia de la India en 1947 ya estaba madura desde antes, con las invasiones
japonesas entre 1942 y 1943, los cuales llegaron hasta Bengala se le hacía la petición a los
ingleses que abandonaran el territorio. Posteriormente se dividirá en dos partes, una parte
hindú (la actual India) y otra parte musulmana (Pakistán). La herencia histórica de ser un
territorio fragmentado desde sus inicios le ha pesado.

En su vida independiente, la India goza de un gran potencial industrial, fruto de la paciencia


de la administración de Pandit Nehru, quién no quiso imitar el modelo chino, ni tampoco lo
encontró necesario. Su plan se basaba en la libertad de acción de la empresa privada
apuntando hacia la industria pesada y la agricultura, con el apoyo de desarrollo de
cooperativas sin instalar un colectivismo agrario.
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Pregunta de investigación: ¿Son los procesos históricos de la India y de China


fundamentales para comprender su situación actual?

Hipótesis y desarrollo:

El espacio donde se desarrollan la India y la China ha sido fruto de una larga transición de
elementos culturales que se van yuxtaponiendo. Territorios en general heterogéneos en el
ámbito social, han ido presenciando numerosos intentos de unificación de sus distintos
espacios. En el caso indio ha fracasado una y otra vez, mientras en la China se ve una
continuidad abismal, que solo sufre perturbaciones entre los siglos XIX y XX.

La colonización y el impulso capitalista de las grandes potencias europeas ha perturbado


notablemente ambos territorios entre los siglos XVI y XX, generando distintas reacciones
dentro de las sociedades estudiadas.

El papel que han jugado las religiones en el territorio y como se van plasmando y
manifestando no es menor. Considerando la religión como fundamental dentro de las
sociedades, se puede evidenciar que ninguno de los dos territorios alcanzó una
homogeneización religiosa evidente, lo cual ha perturbado los intentos de unificación en
ambos territorios. Solo en China se ha visto que esto no ha tenido mayor incidencia, puesto
que los mensajes emitidos por los sofistas y las antiguas creencias populares estuvieron
tensionados en un primer momento, pero la llegada de religiones que no alteraban
mayormente el orden social hizo que el confucianismo se impusiera de manera imponente,
siendo un pilar para la unificación china.
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Procesos históricos de la India y China. Elaboración propia.

Conclusión.

Las condiciones que se tuvieron que dar en los territorios chino e indio tienen directa
relación con la escasez en el control de sus respectivas naciones y la dificultad de unificarlas
territorialmente. En el caso indio la unificación es tardía, pero ha tenido un desarrollo
industrial eficiente, mientras que en China es antigua pero ha sufrido perturbaciones de por
medio (invasiones inglesas o japonesas).

Para finalizar, es necesario realizar estudios de larga duración para que se puedan denotar
los procesos en una escala temporal amplia que nos permita ver más allá de lo meramente
económico y político, sino que analizar las mentalidades y las sociedades que vayan a ser
estudiadas.
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Bibliografía
Braudel, F. (1966). Las civilizaciones actuales. Madrid: Ed. Tecnos.

Franke, H. &. (1980). El imperio chino. Madrid: Siglo XXI.

Wilhelm, E. A. (1974). India. Historia del subcontinente desde las culturas del Indo hasta el comienzo del
dominio inglés. Madrid: Siglo XXI.

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